Arroyo P y col.
ARTÍCULOORIGINAL
Obesidad, morfología corporal y presión
arterial en grupos urbanos y rurales de Yucatán
PedroArroyo,MC,MSP,MSc,(1)VictoriaFernández,LEO,(1)AlvarLoría,PhD,(2)JeannettePardío,LN,(1)HugoLaviada,MC,(3)
LizardoVargas-Ancona,MC,(3)RykWard, PhD.(4)
ArroyoP,FernándezV,LoríaA,PardíoJ,LaviadaH,
Vargas-AnconaL,WardR.
Obesidad,morfologíacorporalypresión
arterialengruposurbanosyruralesdeYucatán.
SaludPublicaMex2007;49:274-285.
ArroyoP,FernándezV,LoríaA,PardíoJ,LaviadaH,
Vargas-AnconaL,WardR.
Obesity,bodymorphology,andblood
pressureinurbanandruralpopulationgroupsofYucatan.
SaludPublicaMex2007;49:274-285.
Resumen
Objetivo.Caracterizarlaantropometríaypresiónarterialde
adultosdelestadodeYucatán,México.Materialymétodos.
Seevaluarondiferenciasrural-urbanasporgrupossexo-edad
enpeso,talla,circunferenciasdecinturaycadera,ypresión
arterialen313adultosdeorigenurbanoy271delrural,de
Yucatán. Resultados. No hubo diferencias rural-urbanas
enprevalenciasdeobesidadysobrepeso,yenhipertensión
los urbanos tuvieron valores marginalmente mayores. Se
encontrómayorprevalenciaruraldecinturaanormalsólo
enmujeresyhombresjóvenes.Lacomparacióncondosencuestasnacionalesyunaregional(mixtecosrurales)mostró
obesidadsimilaralanotificadaenlaEncuestaNacionalde
Salud2000(ENSA)ymayorquemixtecosylainformadaenla
EncuestaNacionaldeEnfermedadesCrónicas1993(ENEC).
La prevalencia de cintura anormal fue intermedia entre la
indicadaenlaEncuestaNacionaldeSaludyNutrición2006
(ENSANUT) y mixtecos, y la de hipertensión intermedia
entrelanotificadaenlaENECymixtecos.Conclusiones.
Las poblaciones maya y mestiza deYucatán presentaron
alta prevalencia de obesidad y cintura anormal que no se
acompañaron de prevalencia mayor de hipertensión. Esta
observaciónrequiereconfirmación.
Abstract
Objective. To characterize body morphology and blood
pressureofadultsoftheMexicanstateofYucatan.Material and Methods. Rural-urban differences in weight,
height, waist, and hip circumferences, and blood pressure
wereanalyzedin313urbanand271ruralsubjects.Results.
No rural-urban differences in prevalence of obesity and
overweightwerefound.Hypertensionwasmarginallyhigher
inurbansubjects.Ruralabnormalwaistcircumferencewas
higherinyoungmenandyoungwomen.Comparisonwith
twonationalsurveysandasurveyintheaboriginalpopulation(ruralmixtecos)showedsimilarprevalenceofobesity
asENSA-2000andhigherthanmixtecosandENEC-1993.
Abnormal waist circumference was intermediate between
ENSANUT-2006 and mixtecos and hypertension was intermediate between ENEC and mixtecos. Conclusion.
TheMayaandmestizopopulationofYucatanshowedahigh
prevalenceofobesityandabnormalwaistcircumferencenot
accompaniedbyacomparablehigherhypertensionfrequency.
Thisfindingrequiresfurtherconfirmation.
Palabrasclave:sobrepeso;obesidad;hipertensión;prevalencia;
población;Yucatán;México
Key words: overweight; obesity; hypertension; prevalence;
population;Yucatán;Mexico
(1)
(2)
(3)
(4)
FondoNestléparalaNutrición,FundaciónMexicanaparalaSalud.México
InstitutoNacionaldeCienciasMédicasyNutriciónSalvadorZubirán.México
HospitalO’Horán,FacultaddeMedicinadelaUniversidadAutónomadeYucatán.México
InstituteofBiologicalAnthropology,OxfordUniversity.EUA
Fechaderecibido:31deoctubrede2005•Fechadeaprobado:20deabrilde2007
Solicituddesobretiros:MScPedroArroyo.FundaciónMexicanaparalaSalud.
PeriféricoSur4809.14610Tlalpan,DF,México.
Correoelectrónico:parroyo@fondonestlenutricion.org.mx
274
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
Obesidad e hipertensión en Yucatán
a obesidad es un factor de riesgo cardiovascular
asociada a comorbilidades como la hipertensión
arterial, la diabetes mellitus tipo 2 y las dislipidemias,
entre otras.1-3 México comparte este problema de salud
con otras naciones. Para explicarlo, se han invocado
fenómenos macroeconómicos como la urbanización y la
consiguiente reducción de la actividad física, así como el
aumento de la disponibilidad de alimentos baratos con
densidad energética alta.4 Sin embargo, las diferencias
regionales y las observadas según estrato socioeconómico al interior de países como México no son fáciles
de explicar desde esa perspectiva. Una alternativa para
avanzar en el conocimiento de estos factores consiste
en estudiar las diferencias regionales de prevalencia en
función de los cambios recientes del estilo de vida de la
población mexicana. Esos cambios han tenido una dinámica variable según las diferencias geográficas, étnicas,
de desarrollo industrial y urbanístico, y han modificado
la cultura alimentaria y los hábitos de actividad física
de las poblaciones.
En este trabajo se comparan las prevalencias de
obesidad y de hipertensión en poblaciones de origen
urbano y rural en el estado de Yucatán, con las de
encuestas nacionales y con las de otros grupos de población mexicana. Este estudio forma parte de una serie
con otros dos trabajos donde los autores han presentado
las prevalencias de diabetes y dislipidemias, así como
descripciones de los patrones de alimentación y de actividad física.* La hipótesis que subyace a estos trabajos es
que las diferencias de prevalencias de obesidad e hipertensión de las poblaciones rural y urbana entre sí, y con
respecto de la población del país, están relacionadas con
estilos de vida rural/urbana específicos de Yucatán. Se
considera que estos trabajos, pese a ser principalmente
descriptivos, pueden contribuir a sentar algunas bases
que permitan entender mejor las diferencias regionales
de la epidemiología de las enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición.
L
Materialymétodos
Encuestaurbana
El estudio de la población de Mérida se llevó a cabo de
julio a diciembre de 1997. La selección de la muestra
* Loría A, Laviada H, Medina-Escobedo M, Villanueva-Jorge S, Valles
V, Fernández V, et al. Prevalencias de diabetes y dislipidemias en
grupos urbanos y rurales de Yucatán. Sometido a Salud Publica
Mex, 2007.
Pardío J, Loría A, Fernández V, Arroyo P. Patrones de alimentación
y de actividad física en grupos urbanos y rurales de Yucatán.
Sometido a Salud Publica Mex, 2007.
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
ARTÍCULOORIGINAL
poblacional se hizo mediante un muestreo probabilístico
polietápico. La distribución por edad y sexo se calculó
con base en el censo de población de 19905 y el tamaño
de la muestra se diseñó para que fuera representativa
de los sujetos de 2 a 75 años de edad de ambos sexos, de
los estratos socioeconómicos medio-bajo y bajo (excluyendo los sectores de asentamientos irregulares). Esta
muestra representa a 646 740 sujetos de la población total
de Mérida (311 079 hombres y 335 661 mujeres;213 442
de estrato medio-bajo y 433 298 del bajo). La estratificación socioeconómica se hizo según los criterios de la
Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de
Mercados y Opinión Pública,6 que reúne a las 19 agencias que realizan 80% de la investigación de mercados
en México. Los estratos se definieron por la apariencia
de las casas, la disponibilidad de servicios, las vías de
comunicación y los medios de transportación, entre
otras características. En las zonas identificadas se seleccionaron manzanas en forma aleatoria y se visitaron
todas las viviendas de las manzanas seleccionadas. Se
realizó una visita para hacer la invitación a las personas
seleccionadas, proporcionando información sobre los
procedimientos a realizar. En cada vivienda se invitó a
participar a un miembro de la familia, hasta completar
la cuota establecida para cada grupo de edad, sexo y
estrato. Los resultados aquí presentados se refieren a
313 sujetos de 20 a 75 años de edad (185 mujeres y 128
hombres).
Encuestarural
La muestra rural se obtuvo de dos comunidades mayas
de menos de 1 200 habitantes cuyos nombres son Ucí,
perteneciente al municipio de Motul, y San Rafael, del
municipio de Maxcanú. El estudio se llevó a cabo entre
agosto y septiembre de 2000, e incluyó a la tercera parte
de la población de 20 a 75 años de ambas comunidades.
Se seleccionaron las familias que tenían al padre y a la
madre biológicos, al menos un hijo mayor de 15 años, y
que vivieran en el mismo hogar. Además, se incluyó a un
hermano del padre o la madre, residente en la comunidad. En ambas comunidades el trabajo de campo se organizó con el apoyo de Asistentes Rurales del Programa
IMSS-Oportunidades. Se explicó a cada familia acerca de
los objetivos y procedimientos del estudio, con el auxilio
de personal bilingüe. Las familias aceptantes fueron
citadas en locales adaptados en cada comunidad, donde
enfermeras capacitadas y estandarizadas realizaron los
procedimientos. Los resultados que se muestran para
ambas comunidades corresponden a los participantes
de 20 a 75 años de edad que recibieron una evaluación
completa. En este análisis se incluyó a 271 sujetos de
20 a 75 años (157 mujeres y 114 hombres). Los datos de
275
Arroyo P y col.
ARTÍCULOORIGINAL
ambas comunidades se presentan englobados, ya que
sus habitantes comparten características semejantes
como el ser bilingües, estar dedicados a actividades
agrícolas y de maquila, y migrar a la ciudad de Mérida
por cuestiones laborales.
Los estudios rural y urbano se realizaron de acuerdo
con los lineamientos éticos vigentes en las fechas en que
se implementaron y fueron avalados por el Comité de
Ética del Hospital O´Horán de Mérida. En el caso del
estudio urbano, se obtuvo el consentimiento informado
por escrito de cada sujeto o de la persona responsable
de su cuidado. En el caso del estudio rural se obtuvo el
consentimiento de manera verbal, en presencia de personal del Programa IMSS-Oportunidades como testigo y
por escrito por parte de un representante comunitario.
Antropometría
La talla se midió con una cinta métrica adherida a un
estadímetro portátil de madera, construido para este fin.
El peso se cuantificó con una báscula electrónica digital
marca Tanita, modelo BWB-600, con sensibilidad de
100 g y variabilidad cercana a cero. Dos observadores
independientes midieron las circunferencias de cintura
y de cadera con una cinta métrica de fibra de vidrio, y la
unidad de análisis fue el promedio de las mediciones.
Las enfermeras del estudio urbano fueron capacitadas
y certificadas por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) para llevar a cabo las mediciones
antropométricas. La capacitación se terminó hasta que
las enfermeras no discreparon significativamente del
experto. En el estudio rural hubo ocho enfermeras capacitadas y estandarizadas por uno de los autores de este
trabajo (VF). Se continuó con la capacitación hasta que
las enfermeras estuvieron dentro de + 2mm de talla y +
5 de cintura en relación con la experta. Las cuatro mediciones antropométricas permitieron calcular el índice de
masa corporal (IMC) mediante la ecuación IMC = peso
en kg / cuadrado de talla en m (unidad = kg/m2) y el
índice cintura/cadera (ICC) dividiendo la CCIN entre
la CCAD (unidad = tanto por uno ya que se divide
cm/cm). Con el IMC se calcularon las prevalencias de
sobrepeso (IMC= 25 a 29.9 kg/m2) y obesidad (IMC >=
30 kg/m2). Con la cintura se estableció el porcentaje de
sujetos con valores alterados de acuerdo a dos puntos
de corte establecidos por la Organización Mundial de
la Salud (OMS). 7,8 Estos puntos de corte son diferentes
para mujeres y hombres e identifican niveles medio y
alto de riesgo.
276
Presiónarterial
En la encuesta urbana, la medición de la presión arterial
corrió a cargo de nueve enfermeras, quienes conformaron tres equipos de tres miembros y fueron capacitadas
y estandarizadas técnicamente por un experto del
Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez de
México, hasta que los equipos alcanzaron una buena
concordancia interobservadores dentro y entre equipos.
En la encuesta rural, las enfermeras fueron capacitadas
y estandarizadas por uno de los autores de este trabajo
(VF) hasta lograr que las lecturas digitales del Omrom
fuera idénticas a las de la experta. En el estudio de la
muestra urbana se utilizaron tres esfigmomanómetros
de los llamados “random-zero” marca Hawksley &
Son, que permiten tres lecturas (sístólica, diastólica y
una lectura cero) y a las presiones diastólica y sistólica se les resta la lectura cero para “corregirlas”. Dos
observadores realizaron las mediciones en el hogar,
registrando las presiones sistólica (PAS) y diastólica
(PAD) según fases I y V de Korotkoff, respectivamente;
más tarde, se promediaron los valores de los dos observadores. En la encuesta rural, las mediciones se hicieron
en locales adaptados para esos fines, utilizando tres
esfigmomanómetros electrónicos de tipo oscilométrico
digital (modelo HEM-412C de Omron). Se colocó a la
persona en reposo y sentada, y se registró una primera
medición preliminar y tres subsecuentes con cinco
minutos de intervalo entre mediciones, siguiendo las
recomendaciones del VI informe del Joint National
Committee for the Prevention, Detection, Evaluation
and Treatment of High Blood Pressure de los Institutos
Nacionales de Salud de Estados Unidos de América
(JNC VI). 9 Los datos de análisis fueron el promedio de
las tres últimas mediciones. La hipertensión arterial se
definió según los criterios del JNC VI,9 de modo que los
sujetos con PAS >=140 mmHg y/o PAD >=90 mmHg
fueron considerados hipertensos.
Se sabe ahora que los métodos utilizados en este
estudio para medir la presión de urbanos y rurales
(“random zero” en urbanos y Omron oscilométrico en
rurales) no son comparables. Por ello, se llevó a cabo un
estudio posterior donde se compararon los esfigmomanómetros del estudio.10 Un solo observador realizó la
comparación en un grupo de 33 sujetos asistentes a un
servicio de detección y control de hipertensión arterial.
Se compararon los tres aparatos RZ (random zero) del
estudio urbano y los cuatro Omron del rural. A cada
sujeto se le hicieron mediciones duplicadas con dos o
más de los aparatos RZ y Omron y se alternó el orden en
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
Obesidad e hipertensión en Yucatán
que fueron usados los dos tipos de esfigmomanómetro
en los 33 sujetos. Los factores que se aplicaron a las presiones sistólica y diastólica de “random zero” fueron el
promedio de las discrepancias entre las lecturas Omron
que resultaron sistemáticamente más altas que las de los
aparatos “random zero” en todo el rango de PAS y PAD
estudiado. Los factores de corrección fueron similares en
el rango PAS = 90 a 140 mmHg y PAD= 70 a 110 mmHg.
En pocas instancias, se observó que el factor tendía a
bajar en sujetos con valores inferiores a estos límites
y que, por el contrario, tendía a subir ligeramente en
los valores superiores a dichos límites. Sin embargo, se
optó por usar factores únicos de 1.04 y 1.07, ya que los
PAS y PAD fuera de estos límites corresponden a sujetos
francamente normotensos o claramente hipertensos. Así
entonces, las correcciones efectuadas no cambiaron la
clasificación de los individuos estudiados con el aparato
“random zero”cuando éstos estuvieron fuera de los
límites antes mencionados. En consecuencia, los datos
de PAS y PAD medidos con RZ multiplicados por 1.04
y 1.07 respectivamente, son los que se presentan en este
estudio. Se optó por transformar los datos RZ a Omron
porque los estudios que se llevan a cabo actualmente
se realizan con esfigmomanómetros Omron.
Análisisestadístico
Las diferencias rural-urbano se evaluaron mediante
las pruebas de ji cuadrada y de diferencia de medianas
de Mann-Whitney. Esta última se utilizó en lugar de
la prueba de Student por la alta dispersión de algunas
variables que tuvieron coeficientes de variación superior
a 50%. En las comparaciones con otras series se recurrió
a la prueba de ji cuadrada para series pequeñas, así como
a la diferencia de proporciones de una sola muestra
para las comparaciones con las series de varios miles
de sujetos.11
Resultados
Diferenciasrural-urbanasalinterior
delosgrupos
Los resultados se muestran en ocho grupos conformados
de acuerdo con el sexo (mujer y hombre), la edad (20-49
y 50+ años) y el origen (rural y urbano). Estos grupos se
designan en los cuadros y texto con tres letras mayúsculas correspondientes a sexo (M= mujer/H= hombre),
edad (J= jóvenes/M= maduros) y origen (R=rural/U=
urbano). Así, la sigla MJR corresponde a mujeres jóvenes
rurales; la de MJU a mujeres jóvenes urbanas, y HJR a
hombres jóvenes rurales, etc. Las diferencias rural-urbano siempre se hicieron al interior de los grupos (MJR
vs. MJU, MMR vs. MMU, HJR vs. HJU y HMR vs. HMU),
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
ARTÍCULOORIGINAL
esto es, comparando grupos iguales en sexo y edad pero
diferentes en origen.
En el cuadro I se muestra el análisis estadístico de
las diferencias Rur-Urb de seis variables antropométricas
y de las presiones sistólica y diastólica. Se observa que
los promedios del índice de masa corporal (IMC) de los
ocho grupos de sujetos oscilaron entre 25.8 y 30.7 kg/m2.
Así entonces, en los ocho grupos la media sobrepasó el
valor de corte que identifica a los sujetos con sobrepeso
(IMC >=25) y hubo un grupo (mujeres maduras rurales)
cuya media sobrepasó el límite de obesidad (IMC>=30).
La variabilidad fue sensiblemente igual en los grupos
rurales y urbanos, v.gr. los coeficientes de variación (CV)
oscilaron entre 12 y 18%. La talla fue, en general, baja y
con muy poca variabilidad intragrupal (CVs entre 3 y
6%); los promedios de peso corporal estuvieron, por el
contrario, por arriba de 60 kg y mostraron una variabilidad similar a la de IMC (CVs de 13 a 20%).
El análisis inferencial del cuadro I muestra que las y
los jóvenes rurales tuvieron un IMC significativamente
mayor y una talla significativamente menor que sus
contrapartes urbanas. Por otra parte, los datos de IMC
y talla fueron muy parecidos en los grupos maduros
rurales y urbanos.
El índice cintura/cadera promedio estuvo cercano
al nivel de riesgo alto de este índice (ICC=>1) en los
cuatro grupos rurales (medias de 0.93 a 0.98), en tanto
que fue menor en los grupos urbanos (0.81 a 0.93). La
variabilidad, por otro lado, fue similar en rurales y
urbanos (CVs de 4 a 9%). Las diferencias de medias
alcanzaron significancia, de modo que los rurales tuvieron un ICC significativamente mayor que los urbanos.
En el mismo cuadro puede verse que esta diferencia
se debió, sobre todo, a una cintura significativamente
mayor en los grupos rurales, aunque también participó
una tendencia a una mayor cadera de los urbanos. De
esta manera, el mayor ICC rural obedeció a una mayor
cintura abdominal y a una menor cadera.
En el cuadro I también se presentan los datos de las
presiones arteriales sistólica (PAS) y diastólica (PAD) en
los ocho grupos de sujetos. Las medias de PAS fueron
menores en los rurales (104 a 124 mmHg) que en los
urbanos (117 a 138 mmHg). En contraste, las medias de
PAD fueron similares en rurales (70 a 75 mmHg) y urbanos (67 a 74 mmHg) de modo que, prácticamente, no
hubo diferencias intergrupos en PAD. Llama la atención
la mayor variabilidad en el PAD urbano (CVs de 19 a
24%) que en el PAD rural (12 a 14%), lo cual no ocurrió
en la variabilidad del PAS urbano.
Prevalenciadeanormalidades
En el cuadro II se muestran las prevalencias de obesidad y sobrepeso, las de valores anormales de ICC y de
277
Arroyo P y col.
ARTÍCULOORIGINAL
CuadroI
DIFERENCIASRURAL-URBANADEDATOSANTROPOMÉTRICOSYPRESIÓNARTERIALENOCHOGRUPOSDEGÉNERO-EDAD
Variable
CV
Grupo
Gruposurbanos
N
Media
DE
Grupo
IMC
(kg/m2)
Talla
(cm)
MJR
MMR
HJR
HMR
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
51
119
38
63
51
29.3
29.8
28.1
27.9
147
144
159
158
5.0
5.3
3.5
3.6
4.6
5.4
4.4
5.8
17
18
12
13
3
4
3
4
MJU
MMU
HJU
HMU
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
96
89
58
70
27.8
30.7
25.8
26.8
149
146
163
158
4.8
5.0
4.1
3.9
6.3
6.2
9.3
7.2
17
16
16
15
2.0
-0.8
3.1
1.4
0.04
0.44
0.00
0.15
R>U
R>U
4
4
6
5
-2.1
-1.6
-3.1
0.4
0.03
0.11
0.00
0.70
U>R
U>R
Peso
(kg)
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
51
63.5
62.3
70.9
69.5
11.3
12.2
8.9
10.7
18
20
13
15
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
61.9
65.7
68.9
67.2
11.0
12.8
12.5
12.3
18
19
18
18
1.0
-1.1
1.8
1.1
0.30
0.25
0.08
0.28
M
R>U
Cintura
(cm)
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
50
94.2
98.8
92.3
95.3
13.7
13.1
8.5
9.1
15
13
9
10
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
81.9
91.7
86.1
91.7
10.4
10.3
10.8
9.9
13
11
13
11
6.7
2.7
3.6
2.1
0
0.01
0
0.04
R>U
R>U
R>U
R>U
Cadera
(cm)
ICC
(razón)
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
62
50
101
100
97
97
9.7
11.3
5.9
7.2
10
11
6
7
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
101
106
97
98
9.2
10.9
8.1
7.8
9
10
8
8
-0.6
-2.1
-0.2
-0.8
0.58
0.04
0.87
0.41
U>R
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
62
50
0.93
0.98
0.95
0.98
0.08
0.06
0.05
0.04
9
6
5
4
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
0.81
0.87
0.89
0.93
0.07
0.06
0.07
0.06
8
7
8
6
9.5
7.1
5.5
4.9
0
0
0
0
R>U
R>U
R>U
R>U
PAS
(mmHg)
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
51
104
121
113
124
14,7
18,2
12,1
22,7
14
15
11
18
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
117
138
121
133
15.2
19.3
12.3
21.7
13
14
10
16
-6.3
-4.5
-3.4
-3.0
0
0
0.00
0.00
U>R
U>R
U>R
U>R
PAD
MJR
119
70,1
9,3
13
MJU
(mmHg)
MMR
38
72,6
9,1
13
MMU
HJR
63
74,5
8,7
12
HJU
HMR
51
75,4
10,3
14
HMU
IMC=índicedemasacorporal
ICC=índicecintura/cadera
PASyPAD=presiónarterialsistólicaydiastólica
U=valordepruebaUdeMann-Whitney
P=probabilidadNOdiferenciarural-urbanaalinteriordelosgrupos
SeañadeunaMsilapesmarginal(p=0.05a0.10)
MJRyMJU=mujeresjóvenesruralesyurbanas
MMRyMMU=mujeresmadurasruralesyurbanas
HJRyHJU=hombresjóvenesruralesyurbanos
HMRyHMU=hombresmadurosruralesyurbanos
96
89
58
70
67.1
73.7
73.9
74.3
16.3
15.2
14.2
16.3
24
21
19
22
1.8
-0.5
0.4
-0.2
0.07
0.62
0.66
0.83
M
R>U
278
Gruposrurales
N Media
DE
CV
Diferenciasrural/urbana
U
P
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
Obesidad e hipertensión en Yucatán
ARTÍCULOORIGINAL
cintura, y las de presiones arteriales sistólica y diastólica
anormales. En las variables antropométricas se presentan dos niveles de riesgo (alto y medio) y, para facilitar
la presentación, se hará referencia a los niveles con una
letra final A (si es de riesgo alto) o de una M (riesgo
medio). Así por ejemplo, los sujetos obesos estarán en
el grupo IMC-A (IMC de riesgo alto) y los de sobrepeso
en IMC-M (IMC de riesgo medio). Los puntos de corte
para establecer los niveles de riesgo se anotan en el
propio cuadro II.
En el mismo cuadro se aprecia que las prevalencias
de sujetos con obesidad y sobrepeso fueron altas tanto en
aquellos de origen rural como en los urbanos. La suma
de obesidad y sobrepeso arrojó prevalencias altas que
oscilaron entre 55 y 90% en los ocho grupos. Por otra
parte, se observa que en lo concerniente a sobrepeso y
obesidad prácticamente no hubo diferencias significativas entre los grupos rurales y urbanos. Hubo, asimismo,
un grupo que no siguió la tendencia general Rur > Urb
de los demás: las mujeres maduras fueron las únicas
CuadroII
PREVALENCIADEOBESIDAD,SOBREPESOEHIPERTENSIÓNYDIFERENCIASRURAL-URBANASEN8GRUPOSDESEXO-GÉNERO-EDAD
GruposRURALES
Anormalidad
IMC-A
IMC ≥30kg/m2
(Obesidad)
IMC-M
IMC=25a29.9
(Sobrepeso)
ICC-A
ICC>=1
ICC-M
M=0.80-0.99
H=0.90-0.99
Grupo
N1
MJR
MMR
HJR
HMR
GruposURBANOS
DIFERENCIASrural/urbana
N2 Prevalencia
Grupo
N1
N2 Prevalencia
Chi
P
119
38
63
51
49
17
14
16
41%
45%
22%
31%
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
34
43
9
19
35%
48%
16%
27%
0.7
0.1
0.9
0.3
0.39
0.71
0.35
0.61
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
51
45
14
36
16
38%
37%
57%
31%
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
34
37
23
19
35%
42%
40%
27%
0.1
0.2
3.7
0.3
0.72
0.62
0.055
0.61
MJR
MMR
HJR
HMR
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
62
50
30
16
10
19
25%
42%
16%
38%
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
1
3
2
9
1%
3%
3%
13%
25.2
31.4
4.0
10.3
119
38
62
50
82
22
45
29
69%
58%
73%
58%
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
51
76
27
46
53%
85%
47%
66%
Cint-A
M>88cm
H>102cm
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
50
81
30
7
12
68%
79%
11%
24%
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
24
57
5
12
Cint-M
M=80-88cm
H=94-102cm
MJR
MMR
HJR
HMR
119
38
63
50
22
7
20
15
18%
18%
32%
30%
MJU
MMU
HJU
HMU
96
89
58
70
32
20
7
18
M
R>U
0
0
0.044
0.001
R>U
R>U
R>U
R>U
5.6
11.4
8.5
0.7
0.018
0.001
0.004
0.39
R>U
U>R
R>U
25%
64%
9%
17%
39.4
2.7
0.2
0.9
0
0.098
0.65
0.35
M
R>U
R>U
33%
22%
12%
26%
6.2
0.3
6.7
0.3
0.013
0.61
0.009
0.60
U>R
R>U
Hipertensión
MJR
119
4
3%
MJU
96
9
9%
PAS=>140ó
MMR
38
7
18%
MMU
89
32
36%
PAD=>90
HJR
63
3
5%
HJU
58
9
16%
HMR
51
12
24%
HMU
70
23
33%
N1=númerodesujetosenelgrupo;N2=númerodesujetospositivosalaanormalidad
Prevalencia=%deanormalidad(100porN2entreN1)
Chi=valordelapruebadechicuadradadediferenciasrural-urbanaalinteriordelosgrupos
SeañadeunaMsilapesmarginal(p=0.05a0.10)
MJRyMJU=mujeresjóvenesruralesyurbanas;MMRyMMU=mujeresmadurasruralesyurbanas
HJRyHJU=hombresjóvenesruralesyurbanos;HMRyHMU=hombresmadurosruralesyurbanos
3.4
3.8
3.8
1.2
0.066
0.050
0.051
0.26
M
M
M
U>R
U>R
U>R
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
279
Arroyo P y col.
ARTÍCULOORIGINAL
con valores inferiores a las urbanas en IMC-A e IMCM. No obstante, pese a estas discrepancias grupales, en
general parece ser que tanto los de origen rural como
los urbanos tienen prevalencias similares de obesidad
y sobrepeso.
Las prevalencias de anormalidades de ICC-A fueron
muy altas en rurales (16 a 42%) en comparación con los
urbanos (1 a 13% ), de modo que todas las comparaciones rural-urbanas fueron significativamente diferentes.
No ocurrió lo mismo con respecto a la prevalencia de
anormalidades ICC-M, donde la diferencia Rur > Urb
sólo se mantuvo en los grupos de jóvenes; en los grupos maduros la tendencia fue contraria (Urb > Rur). Es
posible que esta inversión del sentido de la diferencia
rural-urbana haya obedecido a la muy alta prevalencia
de ICC-A en los grupos rurales maduros, lo cual dejó
una proporción baja de casos con ICC-M anormal. Las
frecuencias de anormalidad de cintura mostradas en
el cuadro II van de acuerdo con lo observado en el
cuadro I de que los altos promedios de ICC se deben,
primordialmente, a mayor cintura de los grupos rurales.
Empero, las diferencias en las frecuencias de anormalidad estuvieron menos claras, ya que sólo las mujeres
jóvenes mostraron una relación Rur > Urb en Cint-A.
En contraposición, en Cint-M hubo también diferencias
significativas en mujeres y hombres jóvenes, pero en
sentido opuesto (mujeres jóvenes con Rur > Urb pero
Urb > Rur en hombres jóvenes). Por otra parte, este
cambio en el sentido de la diferencia rural-urbana en
Cint-M pareció deberse a un fenómeno similar al descrito anteriormente para ICC-M, esto es, las prevalencias
muy altas de positividad de Cint-A en mujeres rurales
drenaron los casos de riesgo medio en Cint-M. Todo lo
anterior llevó a la conclusión de que la prevalencia de
anormalidades de cintura y de ICC de los sujetos rurales
fue, a todas luces, mayor que la de los urbanos.
Por su parte, la hipertensión osciló entre 3 y 16%
en los grupos jóvenes, y entre 18 y 36% en los maduros.
Los grupos urbanos mostraron una tendencia a mayor
prevalencia de hipertensión, ya que hubo una diferencia rural-urbana marginalmente significativa en tres de
las cuatro comparaciones de hipertensión del cuadro
II. La hipertensión alcanzó prevalencias de 9-16% en
jóvenes urbanos y de 36-33% en maduros urbanos.
Estos datos sugieren, por ende, que los urbanitas de
Yucatán tienen una mayor prevalencia de hipertensión
que los rurales, y que probablemente las diferencias
grupales alcanzarían significancia si esta casuística
fuera un poco mayor.
En síntesis, en el cuadro II se muestra que los rurales tuvieron prevalencias de anormalidades de IMC
similares a los rurales, aunque tendieron a menos hipertensión sin que las diferencias alcanzaran significancia.
280
Fue notable la frecuencia alta de sobrepeso+obesidad
en todos los grupos. Asimismo, hubo alta frecuencia
de anormalidades de ICC y cintura en todos los grupos, especialmente en los rurales donde sobresalen las
mujeres. Así entonces, prácticamente todos los sujetos
rurales tuvieron problemas de cintura anormal, sobre
todo las mujeres, aunque cabe destacar que los grupos
urbanos no quedaron muy rezagados en sus frecuencias
de anormalidades antropométricas. El patrón antropométrico, en consecuencia, se caracterizó en urbanos y
rurales por sobrepeso y obesidad marcados, aunado
a una adiposidad central alta que mostró diferencias
según sexo y origen; por ejemplo, la cintura fue mayor
en mujeres que en hombres, y mayor en rurales que en
urbanitas.
Discusión
El presente trabajo debe ser visto como una primera
aproximación, ya que los segmentos rural y urbano
del estudio no son estrictamente comparables debido
al muestreo (urbano polietápico vs. rural familiar), lo
cual obedeció a que en el grupo rural se iban a incluir
estudios de genética de población que no fue posible
realizar por causas ajenas al control de los autores. En el
estudio rural se terminó con una muestra que representa
la tercera parte del universo poblacional. En opinión
de los autores, este hecho compensa en parte el que la
muestra rural no hubiera sido seleccionada en forma
aleatoria. Por ello, se considera que los resultados en
rurales son una primera aproximación aceptable a las
prevalencias de obesidad e hipertensión en la población
rural de Yucatán. Por otra parte, la comparatividad rural-urbana se mantuvo en lo que respecta a metodologías
de las mediciones ya que, con excepción de la medición
de la presión arterial (random-cero vs. digital), todas
fueron realizadas previa estandarización. En el caso de la
medición de la presión arterial se realizó un ajuste para
hacer equivalentes los datos random-cero con Omron,
empleando los aparatos usados en las encuestas.
Obesidadymorfologíacorporal
Tanto los sujetos rurales como los urbanos mostraron
una morfología corporal caracterizada por baja talla y
obesidad con adiposidad central elevada. Este patrón
fue más acentuado en los grupos rurales y en las mujeres. El sobrepeso y la obesidad afectaron a más de
la mitad de los sujetos, si bien las frecuencias de este
estudio pudieran ser menores ya que se dice que el
IMC sobreestima sobrepeso y obesidad en poblaciones
de talla baja.12
En el cuadro III se compara la prevalencia de
sobrepeso y obesidad de los ocho grupos de sexosalud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
Obesidad e hipertensión en Yucatán
edad-origen con las cifras de las encuestas nacionales mexicanas en urbanos (Encuesta Nacional de
Enfermedades Crónicas-ENEC 1993) y en urbanos y
rurales (Encuesta Nacional de Salud-ENSA 2000). 13,14
Para explorar diferencias atribuibles a etnicidad y a
variaciones de ambiente y cultura, en el cuadro III se
incluyeron resultados obtenidos por los autores, con la
misma metodología, en comunidades rurales de la Mixteca Alta de Oaxaca.* Los mixtecos fueron residentes
de pequeñas comunidades dispersas asentadas en un
altiplano a más de 2 500 metros, lo cual implica el recorrido de distancias grandes y la realización de trabajo
físico intenso. Estos datos de obesidad rural y urbana
fueron mayores que los de los mixtecos en los ocho
grupos, y mayores que los de la ENEC en seis grupos,
pero no hubo prácticamente ninguna diferencia con
respecto a la ENSA. En sobrepeso (excluida obesidad),
los grupos de hombres mostraron tener más sobrepeso
que los mixtecos, mas no así las mujeres. La unión de
obesidad+sobrepeso mostró un patrón similar al de
obesidad: los ocho grupos mayores que los mixtecos,
mayores que la ENEC en seis grupos, e inclusive aparecieron algunas diferencias de mayor prevalencia que
la ENSA. Se puede apreciar que Yucatán parece estar
muy cercano a los datos de la encuesta ENSA y que
sus prevalencias de obesidad (mas no de sobrepeso)
superan a las de la ENEC.
En relación con la talla, se observaron diferencias
promedio muy claras en función de la edad; así por
ejemplo, entre los urbanos, los jóvenes superaron en 5.4
cm a los maduros, y en las mujeres urbanas hubo una
diferencia de 3.3 cm entre jóvenes y maduras (cuadro
I). Las diferencias de talla en los grupos rurales fueron
menores. Esto habla de una posible aceleración en los
cambios de talla en el medio urbano de Yucatán y, en
menor grado, en el medio rural. La aceleración del crecimiento de talla en el ambiente urbano es un fenómeno
que se ha dado en otras regiones del país.‡ Por otra
parte, la literatura menciona factores positivos para el
ambiente urbano, entre ellos, mejor salud y nutrición
prenatales y postnatales, mejor calidad de proteínas de
la dieta y, en general, mejor saneamiento con la consiguiente disminución de la morbilidad infecciosa.15 Sin
importar cuáles hayan sido los procesos participantes
* Fernández V, Loría A, Pardío J, Arroyo P. Prevalencia de hipertensión
en población adulta de la Mixteca Alta de Oaxaca. Documento no
publicado, 2005.
Fernández V, Loría A, Pardío J, Arroyo P. Prevalencia de sobrepeso
y obesidad en población adulta de la Mixteca Alta de Oaxaca. Documento no publicado, 2005.
‡
Arroyo P, Fernández V. Diferencia intergeneracional de talla en una
muestra de la población adulta de México. Documento no publicado,
2005.
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
ARTÍCULOORIGINAL
en las diferencias urbanas de talla joven-maduro en
Yucatán, es probable que hayan actuado al margen de
los factores que dan lugar a la obesidad ya que ésta,
contrariamente a las diferencias de talla, afectó más
fuertemente al sector rural que al urbano (IMC significativamente mayor y talla significativamente menor
en jóvenes rurales que en sus contrapartes urbanas)
(cuadro I). Si se asume que la talla de la población
adulta rural es un indicador del estado de nutrición
deficiente previo, es claro que al haber estado esta
población expuesta a una disponibilidad de energía
más amplia y a cambios en sus patrones de actividad
física, se expresen de manera más acentuada los rasgos
antropométricos característicos del síndrome metabólico (IMC y cintura anormales).
En el cuadro IV se comparan los datos de este estudio correspondientes a circunferencia de cintura, con los
notificados en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición
2006-ENSANUT 2006 16 y con el grupo de mixtecos. Los
hombres, tanto rurales como urbanos, presentaron una
prevalencia de cintura >102 cm que es significativamente menor que la indicada en la ENSANUT, pero mayor
que la de mixtecos. Si el corte se hace con cintura mayor
de 90 cm, como es el caso de la ENSANUT, ya no hay
diferencias con los datos de esta última encuesta, pero
siguen siendo significativamente mayores que en los
mixtecos. En las mujeres, las anormalidades de cintura
mostraron patrones diferentes a los de los hombres:
las rurales jóvenes tuvieron prevalencias mayores que
las notificadas en la ENSANUT y que las de mixtecos,
en tanto que las urbanas jóvenes sólo superaron a las
mixtecas.
Presiónarterial
A este respecto, fue claro que las cifras promedio de
PAS fueron más elevadas en los sujetos urbanos que en
los rurales, al igual que la prevalencia de hipertensión
arterial. Estas observaciones son consistentes con la
tesis de un efecto favorecedor de que el ascenso de
la presión arterial con la edad es más intenso en los
residentes urbanos que en los rurales.17,18 Por otra
parte, las diferencias rural-urbanas de PAD no fueron
significativas, lo cual sugiere que las diferencias ruralurbanas de prevalencia de hipertensión están determinadas, sobre todo, por la presión sistólica. En lo que
concierne al efecto de la edad sobre la presión arterial,
los resultados encontrados son consistentes con los
de otros autores como Whelton,18 quien enfatiza esta
influencia de edad sobre PAS, de modo que es mayor
en la vejez que en edad adulta.
Pollard y colaboradores,19 en un estudio sobre la
distribución geográfica de la variabilidad de la presión
281
Arroyo P y col.
ARTÍCULOORIGINAL
CuadroIII
COMPARACIÓNDENUESTRASPREVALENCIASDEOBESIDADYSOBREPESOVERSUSDOSENCUESTASNACIONALES(ENECYENSA)
YUNAREGIONALENINDÍGENASDEOAXACA
Grupo
Series
Población
Edad
N
Obesos%
ac
Sobrepeso% Obesos+sobrepeso%
Mujeres
jóvenes
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENEC13
ENSA14
Rural
Urbana
Rural
Urbana
Ambas
20-49
20-49
20-49
20-49
20-49
119
96
125
6,726
14,506
41.2
35.4ac
8.0
21.6
34.2
37.8c*
35.4
26.4
34.7
37.1
79.0ab*c
70.8ac
34.4
56.3
71.2
Mujeres
maduras
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENEC13
ENSA14
Rural
Urbana
Rural
Urbana
Ambas
50-75
50-75
50-75
50-69
50-69
38
89
45
1,736
5,333
44.7c
48.3ac
0.0
38.6
41.2
36.8
41.6
44.4
38.9
37.2
81.6c
89.9abc
44.4
77.5
81.2
Hombres
jóvenes
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENEC13
ENSA14
Rural
Urbana
Rural
Urbana
Ambas
20-49
20-49
20-49
20-49
20-49
63
58
65
4,714
8,930
22.2a*c
15.5cd*
3.1
13.7
24.2
57.1abc
39.7c*
24.6
39.9
43.4
79.4ab*c
55.2cd
27.7
53.6
67.7
Hombres
maduros
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENEC13
ENSA14
Rural
Urbana
Rural
Urbana
Ambas
50-75
50-75
50-75
50-69
50-69
51
70
32
1,736
3,974
31.4ac
27.1ac
0.0
13.6
25.0
43.1c
42.9c
18.8
33.2
43.9
74.5ac
70.0ac
18.8
46.8
71.4
* Seañadeunasteriscoalaletrasiladiferenciafuemarginal(p=0.05-0.10)
‡
FernándezVycols.PrevalenciadesobrepesoyobesidadenpoblaciónadultadelaMixtecaAltadeOaxaca.Documentonopublicado,2005
a=significativamenteMAYORqueENEC(pruebadediferenciadeproporciones)
b=significativamenteMAYORqueENSA(pruebadediferenciadeproporciones)
c=significativamenteMAYORquemixtecos(pruebachicuadrada)
d=significativamenteMENORqueENSA
arterial señalan que, en rasgos de heredabilidad baja
como la hipertensión, la variabilidad aumenta en presencia de un medio ambiente adverso. Dichos autores
recopilaron información sobre promedios y CV de más
300 poblaciones clasificadas en tres tipos de sociedad
(tradicional, transicional y moderna). Sus resultados
muestran un aumento de la variabilidad de la presión
arterial en función de la edad, en un gradiente que va de
acuerdo con lo complejo de la economía. El gradiente de
CV de PAS y PAD va desde un CV promedio de 10% en
poblaciones aisladas, nómadas y con dieta muy baja en
sal, hasta un CV de 18% en poblaciones modernas. Las
muestras rural y urbana de este estudio corresponden a
las categorías transicional y moderna, respectivamente,
de Pollard y colaboradores. La rural se dedica a actividades agrícolas de subsistencia insertas en una economía
de mercado, y la urbana depende de actividades propias
de una economía urbana desarrollada. El efecto negativo
del ambiente urbano se observó en la PAD de los cuatro
grupos urbanos que tuvieron una variabilidad mayor
282
que sus contrapartes rurales (cuadro I). Sin embargo,
esta diferencia de variabilidad no se encontró en la
PAS de los grupos urbanos, razón por la cual ha sido
imposible establecer si los datos del estudio se ajustan al
modelo de Pollard y colaboradores La discusión de los
resultados obtenidos se limitará a la presión sistólica por
el error sistemático de las mediciones urbanas hechas
con el esfigmomanómetro random-zero, previamente
comentadas.
Otros estudios concuerdan en que el estilo de vida
desempeña un papel en la génesis de la hipertensión
arterial.17,20 Para explorar estas influencias, se comparó la
prevalencia de hipertensión en los grupos con datos de
la ENEC,21 y con la población mixteca antes mencionada.
Estos resultados se presentan en el cuadro V. Las comunidades mixtecas rurales mostraron5,6 una prevalencia de
hipertensión muy baja. Llama la atención el hecho de que
la población de Yucatán, especialmente la rural, tenga una
cifra de hipertensión inferior a la de la ENEC en todos
los grupos, si bien fue mayor que los mixtecos.
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
Obesidad e hipertensión en Yucatán
ARTÍCULOORIGINAL
CuadroIV
COMPARACIÓNDEANORMALIDADESDECIRCUNFERENCIADECINTURA(CC)VERSUSUNAENCUESTANACIONAL(ENSA)
YUNAENINDÍGENASDEOAXACA
Población
Edad
N
%
%
Mujeres
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENSANUT16
Rural
Urbana
Rural
Ambas
20-49
20-49
20-49
20-49
119
96
124
13,787
CC>88
68.1ac
25.0c*
14.5
57.5
CC>80
86.6a*c
58.3c
39.5
77.7
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENSANUT16
Rural
Urbana
Rural
Ambas
50-75
50-75
50-75
50-79
38
89
45
5,276
78.9c
64.0bc
24.4
81.4
97.4c
86.5bc
51.1
92.2
Hombres
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENSANUT16
Rural
Urbana
Rural
Ambas
20-49
20-49
20-49
20-49
63
58
66
8,361
CC>102
11.1bc
8.6bc*
1.5
20.8
CC>90
63.5c
44.8c
12.1
60.4
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENSANUT16
Rural
Urbana
Rural
Ambas
50-75
50-75
50-75
50-79
50
70
66
3,919
24.0bc
17.1bc
0.0
31.4
56.0c
51.4c
0.0
72.3
* Seañadeunasteriscoalaletrasiladiferenciaesmarginal(P=0.05-0.10)
‡
FernándezVycols.PrevalenciadesobrepesoyobesidadenpoblaciónadultadelaMixtecaAltadeOaxaca.Documentonopublicado,2005
a=significativamenteMAYORqueENSA(pruebadediferenciadeproporciones)
b=significativamenteMENORqueENSA
c=significativamenteMAYORquemixtecos(pruebachicuadrada)
Los resultados presentados aquí sugieren que en la
población urbana y rural de Yucatán la obesidad es un
problema de salud de primera importancia, ya que las
complicaciones de comorbilidades, como la aterosclerosis y la diabetes, se ubican desde hace una década en
los primeros lugares de la patología regional.22 Existen
indicios de que la obesidad, como fenómeno epidémico
en Yucatán, es relativamente reciente. Por ejemplo, apenas
en 1963 Chávez y colaboradores 23 encontraron obesidad
en sólo 6% de las mujeres adultas de comunidades rurales mayas localizadas en la misma zona de la península
donde se ubican las comunidades motivo de este trabajo.
Dichos autores no hallaron obesidad en hombres y el
patrón epidemiológico dominante fue el de desnutrición
asociada con deficiencia de niacina. Estudios posteriores
realizados en la década de 1990 muestran, contrariamente, una frecuencia alta de obesidad en población yucateca
asistente a instituciones hospitalarias.24
Un cambio de la morfología corporal de la población de Yucatán, como lo es un incremento de talla y una
menor circunferencia abdominal, sólo puede explicarse
por una modificación importante en las condiciones
salud pública de méxico / vol.49, no.4, julio-agosto de 2007
materiales que transformaron el estilo de vida de toda
la población. En la península de Yucatán, el único
cambio reciente de tal magnitud es la desaparición del
cultivo del henequén como actividad económica primaria,25 fenómeno que determinó la migración masiva
del campo a la ciudad. Este cambio se dio en un lapso
breve, en una región de México que incluye a Yucatán
y que presenta rasgos físicos que la diferencian de otras
regiones. El estado de Yucatán tenía 1 556 622 habitantes
en 2001 y estaba conformado por 106 municipios, 11 de
los cuales concentraban 65.9% de la población estatal.26
La comunicación con el centro de México se hizo por
mar hasta la década de los años cuarenta del siglo XX
cuando se construyó el ferrocarril, y se intensificó en los
años cincuenta con la apertura de la carretera que une a
la entidad con el resto del país.24 Esta apertura coincidió
con el crecimiento de la población urbana de Mérida,
que se aceleró con la caída del cultivo del henequén que,
hasta hace 25 años, seguía siendo el producto agrícola
yucateco de mayor valor económico.
En la década de 1950, la densidad de población
de Yucatán era semejante a la del país: 13.2 vs 13.5 ha283
Arroyo P y col.
ARTÍCULOORIGINAL
CuadroV
COMPARACIÓNDEPREVALENCIADEHIPERTENSIÓNVERSUS
UNAENCUESTANACIONAL(ENEC)
YUNAENINDÍGENASDEOAXACA
Población
Mujeres
Presenteestudio
Rural
Presenteestudio
Urbana
Mixtecos,Oaxaca‡ Rural
ENEC21
Urbana
Edad
N
%
20-49
20-49
20-49
20-49
119
96
124
6,837
3.4ab
9.4ab
1.6
20.4
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENEC21
Rural
Urbana
Rural
Urbana
50-75
50-75
50-75
50-69
38
89
45
1,767
18.4ab*
36.0ab
6.7
57.9
Hombres
Presenteestudio
Presenteestudio
Mixtecos,Oaxaca‡
ENEC21
Rural
Urbana
Rural
Urbana
20-49
20-49
20-49
20-49
63
58
66
4,808
4.8a
15.5ab
1.5
32.2
Presenteestudio
Rural
50-75
51
23.5a
Presenteestudio
Urbana
50-75
70
32.9ab
Mixtecos,Oaxaca‡ Rural
50-75
32
9.4
ENEC21
Urbana
50-69
1,245
58.2
* Seañadeunasteriscoalaletrasiladiferenciafuemarginal
(P=0.05-0.10)
‡
FernándezVycols.Prevalenciadesobrepesoyobesidadenpoblación
adultadelaMixtecaAltadeOaxaca.Datosnopublicados.2005
a=significativamenteMENORqueENEC
(pruebadediferenciadeproporciones)
b=significativamenteMAYORquemixtecos(pruebachicuadrada)
bitantes por km2. No obstante, en los años ochenta, la
densidad de Yucatán se incrementó a 34.1, superando
la del resto del país (27.7). En 1990, la fracción urbana
nacional constituía 71% de la población; en el caso de
Yucatán, correspondía a 79%, de la cual 52% residía en
la ciudad de Mérida.27 Diez años después, en 2000, las
cifras respectivas fueron de 75, 81 y 52%. La desaparición
del cultivo del henequén fue un proceso relativamente
rápido que se aceleró a partir de los años sesenta debido
a su pérdida de competitividad frente a otros productores y al advenimiento de las fibras sintéticas. En un
periodo de transición que tuvo lugar en la década de
los años setenta, el impacto de esta transición se amortiguó con un fuerte subsidio económico que mantuvo la
productividad agrícola hasta cierto nivel. Sin embargo,
ese equilibrio terminó por romperse con el cambio de
política económica del Estado mexicano en los años
ochenta, que aceleró el desplazamiento de la población
del campo a Mérida y a otras regiones de México y, más
recientemente, a Estados Unidos de América. El subsidio
económico a las comunidades rurales se transfirió a las
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familias insertadas en la economía urbana de Mérida,
la cual sufrió una expansión comercial y turística que
atrajo migrantes rurales.
Es probable que la elevada prevalencia de obesidad
en Yucatán esté relacionada con esa ruptura del estilo
de vida, caracterizada por la disminución del tiempo
dedicado a actividades agrícolas intensas y prolongadas,
y acoplada con una mejoría de la economía rural que
facilitó el acceso a una dieta más diversa y abundante.
Se sugiere que estos mismos factores han operado en
la población urbana, y que en ambos ambientes han
coadyuvado otros factores como el consumo de una
dieta de alta densidad energética característica de la
cultura culinaria de Yucatán y un clima que limita las
actividades físicas de sus pobladores.
En cuanto a hipertensión, las principales conclusiones de este análisis son: a) la prevalencia de hipertensión
en Yucatán fue más baja que las cifras correspondientes
para todo el país; b) la prevalencia de hipertensión
en los grupos rurales fue baja, aunque mayor que la
encontrada en mixtecos rurales; c) hubo prevalencia
relativamente baja de hipertensión en Yucatán, pese a
que se ha observado la presencia de varios factores de
riesgo de hipertensión, entre ellos, elevada prevalencia
de obesidad de tipo central, sobrepeso elevado, consumo de una dieta de alta densidad energética y patrones
sedentarios de actividad física, especialmente en las
mujeres. El consumo de sal, como factor de riesgo de
hipertensión en esta población, no se investigó aquí.
La posibilidad de que las poblaciones maya y mestiza
de Yucatán presenten menos riesgo de hipertensión
arterial, aun en presencia de factores adversos, requiere
confirmación.
Agradecimientos
Esta investigación se llevó a cabo gracias al financiamiento aportado por el Fondo Nestlé para la Nutrición,
de la Fundación Mexicana para la Salud.
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