Ser y parecer: la cuestión del medio ambiente.
El caso del Pabellón del Bicentenario en CABA.
. 2011
Arq. Adriana Guevara
SER Y PARECER, LA CUESTIÓN DEL
MEDIO AMBIENTE. EL CASO DEL
PABELLÓN DEL BICENTENARIO
Presentación
Mi tesis de Maestría en Diseño Comunicacional es el estudio de las huellas que ha dejado la
conmemoración del Bicentenario1 en la ciudad de Buenos Aires, y cómo éstas influyen
sobre la ciudad y
sobre el imaginario urbano de la sociedad. En el marco de mi
investigación surge un emergente que involucra a la cultura del diseño, la política, el festejo
del Bicentenario, lo urbano y el medio ambiente. Es el caso del Pabellón del Bicentenario,
un pabellón que surge de un concurso vinculante impulsado por la SCA2. El mismo tenía
como objetivo la construcción de un espacio liviano, de arquitectura efímera3, cuyo uso era
ser un paseo en donde se pudiera recordar lo que pasó en la Argentina en los últimos 200
años. Se proponía como sustentable, pero el nulo mantenimiento que recibió hizo que
tuviera que ser desarmado al mes y medio de inaugurado4, no llegando a estar en pie para la
celebración de los festejos.
El objeto de este trabajo es analizar como la consigna “reciclable” o “sustentable”5 se
transforma en un argumento retórico, de gran valor entre los especialistas que juzgan un
concurso y entre parte del público progresista, pero que se encuentra con dificultades al
enfrentar la realidad constructiva, política y de idiosincrasia de nuestra sociedad.
1
El festejo del Bicentenario de la Revolución de Mayo, que tuvo lugar en el 2010 en la República Argentina.
Sociedad Central de Arquitectos, quienes realizaron este concurso en el 2009. Revista de Arquitectura de la
Sociedad Central de Arquitectos nro. 236, año 2010, pp. 140.
3
Arquitectura efímera es un concepto que engloba obras que tienen fecha cierta de desarme o demolición,
como los stands, o los pabellones.
4
La inauguración del Pabellón se hizo en el mes de febrero del 2010, en el Parque 3 de Febrero.
5
Era un pabellón realizado con piezas tubulares y cintas de tela reciclada de las gigantografías fotográficas
exhibidas en el Edificio del Plata.
2
1
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El diseño como disciplina proyectual
Creo necesario comenzar explicando mi punto de vista sobre la arquitectura y su dimensión
disciplinar. Considero a la arquitectura como una disciplina ya que se transmite por medio
de la enseñanza, produce conocimiento y genera modificaciones en el interior de su corpus
en base a la investigación. También la considero como una disciplina proyectual, factible
de ser englobada bajo el paraguas de la palabra diseño. Además, considero al diseño como
a un arte retórico, como una tekné, es decir, como un proceso de creación susceptible de ser
explicado, teorizado y sistematizado. Para eso tomo como referente al filósofo y
epistemólogo Abraham Moles, para quien el concepto de diseño es el de un espacio
intermediario entre los diseñadores y el público6. El diseño como conjunto necesita de una
teoría unificadora, que todavía no ha sido explorado lo suficiente, no solamente en la
FADU sino tampoco a nivel mundial. Esta teoría integradora, según el teórico y profesor
de diseño Richard Buchanan7, estaría conformada por 4 áreas:
La primera de esas áreas es el diseño de comunicaciones simbólicas y visuales.
La segunda área es la del diseño de objetos materiales. Esta incluye a los productos
del diario –vestidos, objetos domésticos, herramientas, instrumentos, maquinaria y
vehículos – pero se ha expandido a una más cuidadosa y diversa interpretación de
las relaciones físicas psicológicas, sociales y culturales entre los productos y el ser
humano.
La tercera área es el diseño de actividades y servicios, que incluyen a la logística,
combinando recursos físicos, instrumentos y recursos humanos en una secuencia
eficiente y con determinación de fechas previstas para lograr objetivos específicos.
El tema central de esta área son las conexiones y consecuencias, y es como en este
momento toman el concepto de diseño las ciencias duras.
6
Moles, Abraham. El kistch. El arte de la felicidad. Barcelona, Buenos Aires, México. Ediciones Paidós,
1990.
7
Buchanan, Richard. Problemas Perversos en el Pensamiento del Diseño. Este ensayo está basado en un
documento presentado en “Colloque Recherche sur le Design: Incitations, Implications, Interactions,” el
primer simposio universitario francés sobre la investigación del diseño llevado a cabo en Octubre de 1990 en
la Universidad Tecnológica de Compiègne, Compiègne, Francia.
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La cuarta área es el diseño de sistemas complejos o ambientes para vivir, trabajar,
jugar y aprender. Esto incluye a la arquitectura y a la planificación urbana, así como
a los análisis funcionales de las partes complejas y la subsecuente integración en
jerarquías.
Estas áreas están interconectadas, sin tener ninguna prioridad una sobre otra, y, a pesar de
que aún no hay una definición totalizadora y consensuada del concepto de diseño, todas las
disciplinas anteriormente citadas poseen una metodología y filosofía en común y hasta una
serie común de objetivos en que el término “diseño” debe aplicarse. Además, comparten
intereses mutuos en un tema: todas ellas se ocupan de la concepción y el planeamiento de lo
artificial.
Tiendo a pensar que las disciplinas proyectuales, como prefiero llamarlas, comparten
también una ética del diseño y una retórica que le son propias, que además la terminan de
caracterizar como disciplina.
Ética
¿Qué es la ética? El ethos, de donde viene la palabra ética, era para los griegos aquello
ligado a las costumbres, a los hábitos, a la manera de ser. El ethnos, en cambio, era lo que
cada persona debía ser. Solemos relacionar y confundir al ethos con el ethnos y a ambos
conceptos con la moral. Lo que nos lleva a otra pregunta: ¿qué es moral hoy?8.No hay una
sola moral, así como no hay una sola ética a seguir. En el siglo XXI conviven diferentes
éticas, entre las cuales podemos mencionar a la ética de la comunidad, que sería darle a
cada uno lo que corresponde, cuyo pensador principal es MacIntyre.
También se siguen los principios de la ética de la comunicación, o ética de la discusión, de
Jürgen Habermas, quien sostiene que más allá de las diferencias culturales, los
interlocutores deben aceptar las reglas del juego para verdaderamente comunicarse y no
8
Scavino, Dardo. La filosofía actual. Pensar sin certezas. Buenos Aires, Paidós. 1999.
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utilizar la violencia. La pregunta que queda en suspenso es quién pone las reglas, y cuáles
son éstas.
Otra búsqueda ética es la del No-Mal. En nuestra actual modernidad líquida, no hay un
único bien, sino varios “bienes”, y todos son relativos y contingentes. Lo que se considera
universal ya no es el Bien, sino el Mal. Por eso la ética de los Derechos Humanos es
universal, porque no prescribe un bien sino que denuncia un mal. En sintonía con este
pensamiento está el planteo por el cual la moral es la que nos dice cuáles son nuestros
deberes, y cuáles nuestras responsabilidades. Pero, ¿ante quiénes somos responsables hoy?
La respuesta es: ante las generaciones futuras9. Entonces, el deber de los individuos de hoy
es evitar el Mal en el futuro, por lo que la moral deviene en una bioética, en donde lo que se
debe hacer es promulgar el cuidado del medio ambiente y el control sobre la
experimentación genética. No es un principio de esperanza, sino un principio de
responsabilidad. Los derechos humanos y el principio de responsabilidad son
conservadores, el imperativo del primero es conservar al individuo, el del segundo
conservar a la especie. Pero ambos principios conllevan aporías; en el caso de los derechos
humanos, el sujeto a conservar, según el lugar desde donde se lo mire, es una víctima o un
delincuente. No hay que extenderse demasiado, los sujetos que sufren en países del tercer
mundo, para los países líderes, son víctimas. Ahora, si están en los países del primer mundo
o tocando aquello que a ellos les interesa, son delincuentes, y merecen ser tratados no como
sujetos, sino como animales10.
Algo similar ocurre con la bioética. La definición de la misma, propuesta por el filósofo
Hans Jonas, es la de “actuar de manera que los efectos de tu acción sean compatibles con la
permanencia de una vida auténticamente humana sobre la tierra”. Ahora bien, ¿quien define
cual es una vida “auténticamente humana”? Dejemos esta pregunta suspendida, ya que las
implicaciones de la misma desbordarían los objetivos del presente escrito.
9
Del futuro a la mano y feliz de la modernidad clásica, pasamos al futuro catastrófico de los posmodernos y
al no-future punk. Ahora estamos más pendientes de lo que vamos a dejar a futuro que del presente.
10 De hecho, las matanzas de tribus africanas y las matanzas de ballenas son tratadas por los medios de la
misma manera.
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Retórica
Para pensar en una retórica del diseño, vuelvo a referirme a Richard Buchanan 11, quien
expresa que el punto central de los procesos de diseño tiene que ver con la comunicación.
Buchanan se refiere a la comunicación como retórica, en su capacidad de ser una relación
inventiva y persuasiva de los oradores sobre un público12. El propósito es inducir en dicho
público alguna creencia sobre el pasado (como en la retórica legal), el presente (como en la
retórica ceremonial), o el futuro (como en la retórica política). En todos los casos, el orador
busca proporcionar a su público las razones para tomar una decisión o una nueva actitud.
En ese sentido, la retórica puede ser leída como el arte de moldear a la sociedad,
estableciendo patrones de nuevas acciones o usos. Durante el siglo XX hemos visto como
los diseñadores, desde el urbanismo moderno, han querido influir sobre el modo de vivir,
trabajar, descansar o recrearse de los usuarios potenciales, es decir, de su público. A través
de la ciudad diseñada o de los objetos diseñados, se instauró una nueva forma de
persuasión, que, si bien ha existido por largo tiempo, nunca se había analizado del mismo
modo que se ha analizado el lenguaje.
Entonces, estamos manejando varios conceptos: el del diseño como una disciplina
proyectual, el del diseñador como un orador que moldea al mundo, más la idea de los
usuarios potenciales, que son aquellos que “podrían” ser persuadidos a adoptar nuevas
formas de vida.
Richard Buchanan, en su artículo Declaración por Diseño: retórica, argumento y
demostración de la práctica del diseño, nos dice que lo más importante de toda esta
concepción retórica es la idea de un argumento. Es decir, un diseñador, en vez de construir
una casa o un asiento, construye un argumento, un argumento persuasivo que cobra vida
cuando el usuario lo utiliza.
11 Buchanan, Richard. Declaration by Design: Rhetoric, Argument and Demonstration in Design Practice, en
Design Discourse. History / Theory / Criticism, ed. Victor Margolin, Chicago, The University of Chicago
Press, 1989.
12
Tomamos a la retórica en su dimensión Aristotélica, no marxista o semiótica. Es decir, consideramos al
“arte” de la retórica.
5
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Las cualidades que tendría este argumento del diseño serían tres, y estarían relacionadas
con el razonamiento tecnológico, el carácter y la emoción. Estas tres cualidades le
proporcionarían sustancia y forma a la comunicación del diseño y cada diseñador puede
producir un argumento de diseño, que conlleva cada una de estas dimensiones,
mezclándolas en diferentes grados. Estos “ingredientes” pueden ser analizados por
separado para investigar los diferentes recursos disponibles para la persuasión.
Por un lado, tenemos el razonamiento tecnológico, que conforma el logos del diseño. Es la
manera en la que el diseñador manipula los materiales y procesos para solucionar
problemas prácticos de la actividad humana. Comprende no sólo los principios
constructivos y materiales para realizar los objetos, sino también el que puedan ser usados
por los usuarios potenciales, intentando persuadir a los usuarios de que el diseño no solo es
usable, sino también es apropiado.
El razonamiento tecnológico es persuasivo en dos sentidos: en contemplación y en uso. Es
decir, que no sólo sirve para un uso, sino que también tiene que parecer que sirve para el
mismo. Por otro lado, está dirigido a dos públicos bien diferenciados: los usuarios
potenciales (a quienes sólo les interesa el resultado) y a los especialistas, quienes además
pueden seguir y juzgar el razonamiento de un proceso proyectual. Los diseñadores eligen si
quieren que el artilugio tecnológico quede expuesto, y el grado de exposición que el mismo
tenga. De hecho, es más importante que el objeto diseñado parezca poseer su dimensión
tecnológica, mas aun que verdaderamente la tenga. Ser y parecer, he aquí el logos del
argumento del diseño.
El segundo elemento es el carácter o el ethos del diseño. Parte del arte de la retórica del
diseño forma parte de esta dimensión, a través de la cual los diseñadores controlan el
carácter del objeto diseñado para persuadir a los usuarios potenciales de que el objeto tiene
credibilidad en sus vidas. Los diseñadores imbuyen a los objetos diseñados de cualidades
que creen que proporcionarán confianza a los usuarios, independientemente de si el
razonamiento tecnológico es sólido o no. El carácter es un modo sutil de persuasión, pero
es muy importante para el diseño ya que es el modo por el cual el diseñador logra introducir
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su propia visión, su “firma”, como mediador entre un objeto diseñado que podría llegar a
ser demasiado distante del usuario, para acercárselo a él y a sus vivencias.
El tercer elemento del argumento de un diseño es la emoción o pathos. Esta dimensión es la
que comúnmente se suele considerar la “verdadera” competencia del diseño, es el
componente estético del mismo. De hecho, algunos diseñadores se consideran “artistas” y
son quienes ponderan este componente por encima de los otros dos. La emoción en el
objeto diseñado no es un fin en sí mismo, sino una forma de comunicación persuasiva: el
usuario potencial es persuadido de que este objeto es emocionalmente deseable y valioso en
sus vidas.
La hipótesis de esta ponencia es que el discurso del medio ambiente está captando cada vez
más el logos del diseño. Se está imponiendo como argumento validador de decisiones
proyectuales a veces erróneas, a veces acertadas, pero básicamente aceptadas especialmente
por el público especializado, es decir, los otros diseñadores, acaso por la dimensión ética
que se juega en su utilización.
Para explicar mejor el punto, veamos un ejemplo.
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El pabellón del Bicentenario.
Como he explicado anteriormente, mi objeto de estudio es el festejo del Bicentenario, en
sus distintas facetas. Investigo no sólo lo material, en este caso básicamente el festejo en la
ciudad y algunas obras o proyectos, sino también en su lado inmaterial, como conformador
de imágenes que quedan en la memoria personal y urbana, que ayudan a consolidar un
imaginario urbano.
Dentro de esta investigación, utilizo a los recursos de mi objeto de estudio como si fueran
un objeto crítico, es decir, un objeto que por sus distintas capas refracta, refleja, como un
caleidoscopio, diferentes temáticas. En este caso, vamos a analizar los argumentos
utilizados por los especialistas, por la prensa y por algunos usuarios para justificar o
denostar al Pabellón del Bicentenario y su relación con el Medio Ambiente.
Como parte del festejo del Bicentenario, la Sociedad Central de Arquitectos realizó dos
concursos vinculantes y un concurso de ideas. Los concursos vinculantes fueron el de la
refuncionalización del ex Palacio de Telecomunicaciones y el del Pabellón del
Bicentenario. El concurso de ideas se realizó en conjunto con la empresa IRSA SA y fue el
del Icono del Bicentenario, que se proyectó en los terrenos de la ex Tandanor.
El del Pabellón del Bicentenario tenía como intención la construcción de un espacio
liviano, de arquitectura efímera13, cuyo uso fuera ser un paseo en donde se pudiera recordar
lo que pasó en la Argentina en los últimos 200 años. Los Pabellones son un tipo de
arquitectura efímera muy común entre los concursos, realizándose desde las grandes Ferias
del siglo XIX. Susan Buck-Morse ha calificado al objetivo de los Pabellones como el de
“transformar el patriotismo en mercadería de exhibición14”, definición que creo muy
apropiada, ya que son una mezcla de paseo, exposición y gráfica con mensaje, reunidos en
13
Arquitectura efímera es un concepto que engloba obras que tienen fecha cierta de desarme o demolición,
como los stands, o los pabellones.
14
Buck-Morse, Susan. Dialéctica de la mirada. Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes. Madrid, La
balsa de Medusa: 1995.
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un edificio efímero15. El Pabellón Argentino del Bicentenario fue ganado por los
arquitectos Roberto Frangella, Horacio Sardín, Valeria del Puerto y Bárbara Berson. El
jurado votó por unanimidad por su propuesta. Según sus autores, se proponía como “una
gran sombra urbana para Buenos Aires” 16: era un pabellón realizado con piezas tubulares y
cintas de tela reciclada de las gigantografías exhibidas en el Edificio del Plata 17. La
exhibición interior consistía en un interesante trabajo historiográfico18 (imagen 01), cuyo
soporte eran cubos acrílicos transiluminados, que contenían información de cada década del
bicentenario a festejar. Este Pabellón debería haber creado un lugar, debería haber sido un
espacio para pasear, para flanear, para sacarse una foto (Imagen 02). Sin embargo, a pesar
de que la obra se proponía como de “bajo mantenimiento”, el mismo fue nulo y se levantó
al mes y medio de inaugurada –fines de marzo en vez del 11 de junio, fecha prevista para
su desarme-. Según los organizadores de la Unidad Bicentenarios, el gobierno de la ciudad
había desalentado todo tipo de construcción perdurable al negarse a hacerse cargo de un
mantenimiento de larga duración de las obras que se habían propuesto para la celebración19,
y es posible que esta situación política haya influido en la decisión de su anticipado
desarme.
La inauguración del mismo fue el 28 de enero de 2010 (Imagen 03), con una fiesta en el
parque 3 de Febrero a cargo del gobierno de la ciudad20, no llegando a estar en pie para el
25 de mayo, fecha de la celebración del Bicentenario, debido al deterioro que las lluvias
ocasionaron sobre la obra en sí y las exposiciones exhibidas en ella. (Imagen 04)
15
Sin embargo, algunos pabellones han trascendido más allá de sus imágenes en los libros, y se han
transformado en icónicos, como es el caso de las columnas del pabellón Bunge & Born que hizo el arq.
Amancio Williams en 1966, y que ahora, descontextualizadas de su uso estructural, son el punto más
identitario del paseo de la costanera de Vicente López, deviniendo en el logo de su Municipalidad.
16
Concurso Internacional de ideas no vinculante. Pabellón Argentino Bicentenario 2010. Primer Premio.
Revista de Arquitectura de la Sociedad Central de Arquitectos nro. 236, año 2010, pp. 140
17
El edificio del Plata es la sede de los trámites para todas las obras que se realizan en la ciudad, entre otras
funciones municipales. Desde la asunción del actual jefe de gobierno, el ing. Mauricio Macri, viene
mostrando en su fachada hacia la avenida 9 de Julio distintas gigantografías con obras de fotógrafos
nacionales.
18
Realizado por el grupo de historiadores “Eternautas”.
19
Según manifestaron María Eugenia de la Casa y Lucas Pérez Breglia de la Unidad Bicentenario, en una
entrevista del 9 de septiembre de 2010 al equipo interdisciplinar de la UBA que analizó los festejos del
Bicentenario.
20
Quienes son opositores al gobierno nacional.
9
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Veamos como los medios transmitían el argumento del diseño del Pabellón.
Para el diario La Nación, era necesario remarcar este concepto de “reciclado” al dar la
información del mismo en su inauguración:
…”Se trata de una explanada semicubierta, de 700 m², cuyas paredes son de tela
reciclada. Ese material -que fue parte de las gigantografías del Mercado del Plata- será
sonorizado por el grupo Buenos Aires Sonora, de Martín Liut, el 28 de este mes, cuando el
Pabellón del Bicentenario sea formalmente inaugurado por las autoridades porteñas. De
toda el área, habrá 100 m² para lecturas, narraciones, talleres y otras actividades que
integran el vasto programa que permanecerá abierto al público hasta el 11 de junio
próximo”21...
Sin embargo, como hemos anunciado, el Pabellón cerró al mes y medio de inaugurado. El
diario on-line Z levantó la noticia del siguiente modo.
…”El proyecto, un pabellón de 700 metros cuadrados de los cuales 600 son al aire libre,
no tuvo la concurrencia ni la aceptación que se esperaba. A pesar de haber requerido un
gasto de 250 mil pesos, el Gobierno de la Ciudad decidió cerrarlo prematuramente, según
se anunció en la página web oficial de Puertas del Bicentenario. El legislador socialista
Raúl Puy declaró que "es imperdonable que se hayan invertido $250.000 en una obra que
tuvo un poder de convocatoria casi nulo y que ni siquiera llegará a estar en pie la mitad
del tiempo estimado". La idea original era que el espacio permaneciera abierto con
actividades hasta junio, para celebrar el aniversario de la fundación de la ciudad de
Buenos Aires, pero según la última información el pabellón ni siquiera permanecerá
abierto hasta el 25 de mayo, que es la fecha más importante del Bicentenario.
Según declararon funcionarios del Gobierno de la Ciudad a Diario Z, el cierre acelerado
está planificado para el 31 de marzo y la enorme cantidad de actividades que estaban
planeadas para después de esa fecha se realizaran en el Centro Cultural San Martín, por
ser éste un espacio cubierto. Esto se debe a que los funcionarios sostienen que la poca
21
Reinoso, Susana. El Bicentenario ya tiene su sede en Buenos Aires. DiarioLa Nación. 16 de enero de 2010.
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concurrencia se debió al mal tiempo que azotó a la Ciudad en febrero, ya que al ser un
espacio al aire libre, muchas actividades debieron suspenderse por la lluvia.
La pregunta que cabe hacerse entonces es por qué alguien invertiría 250 mil pesos en un
lugar cuya mayor superficie es abierta y que además debería permanecer abierto hasta
junio”…22
En otro medio, el diario Perfil, el escritor Fogwil le dedicó los siguientes párrafos antes de
su cierre:
…”Ahora, en Libertador y Godoy Cruz emplazaron un monumento portátil. Tiene forma
de stand: es una de esas jaulas de aluminio y telas de bajo costo que se arman para las
exposiciones bajo techo. Llamado Pabellón Nacional del Bicentenario, parecería otro
engendro del Gobierno nacional y hasta el policía privado empleado que lo custodia está
convencido de eso. Pero los cartelitos color amarillo PRO que lo rodean indican que es
fruto de la imaginación y la pereza mental del Gobierno porteño. El engendro tuvo la
picardía de hacerse pasar por otra cosa bajo el nombre de Punto de Encuentro. Pero,
¿quién va a querer “encontrarse” con alguien bajo un techo semicubierto y entre unas
tiras de lona sucia que imitan las viejas cortinas que en las verdulerías dificultaban la
entrada de las moscas? Nadie va, molesta el sol, molesta el viento, molesta la lluvia. El
vigilante se aburre solitario en un sillón con propaganda de Coca Cola y el enorme
generador –alquilado– está a la intemperie funcionando toda la noche para iluminar la
ausencia de público. Diseño de los arquitectos Frangella, Sardin, Del Puerto y Berson, el
stand fue premiado por la Sociedad Central de Arquitectos. Sospecho que los profesionales
ignoraban que se emplazaría usurpando el espacio público, cegando la visión del
monumento a Avellaneda tallado en noble piedra por José Fioravanti y descalabrando la
armonía paisajística de Palermo. También sospecho que los diseñadores previeron que sus
tiras de tela tuvieran la nobleza de las que usó su probable inspirador, el venezolano Soto
22
Giuzi, Raissa. El Pabellón del Bicentenario no alcanzó las espectativas. Diario Z de la ciudad de Buenos
Aires. Jueves 11 de marzo de 2010. Publicado on-line. http://www.diarioz.com.ar/nota-el-pabellon-delbicentenario-no-alcanzo-las-expectativas.html.
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con su Penetrable, que exhibió durante meses en el MALBA. En tal caso, la intención
sucumbió al hábito municipal de bajar costos. Adentro (entiéndase que para esta carpa de
lona y aluminio “adentro” significa “también a la intemperie”), han dispuesto veinte
cubos del tamaño de una mesa ratona, sobre los que han escrito una lista de eventos de
cada década”…23
Este pabellón recibió de parte de la SCA, además, el premio a la obra del año. El tema fue
difundido por el Diario Clarín:
“Premio con los pies en la tierra
La edición Bicentenario del Premio Bienal optó por galardonar obras de interés público,
con conciencia ambiental y hechas con economía de recursos.”
…“La discusión no se centró tanto en quién era el ganador sino en cuáles son los motivos
para premiar a un trabajo”, señala Daniel Silberfaden, titular de la Sociedad Central de
Arquitectos (SCA) e integrante del jurado. Agrega que, en su criterio, lo importante es el
“valor pedagógico” de una obra: “La forma de pensar la ciudad, y el hecho de correr las
fronteras de lo conocido y lo habitual con propuestas nuevas”…
…Un tanto inesperado, debido a los problemas que rodearon a su ejecución este año, fue
el premio al Pabellón del Bicentenario, de Frangella-Sardin-Del Puerto-Berson.
“Demostró que lo efímero también se puede encarar con muy buen diseño -opina otro de
los jurados, Eduardo Castellitti-. Los materiales seleccionados, los criterios constructivos,
su escala y espacialidad, entre otros atributos, denotan su condición transitoria sin
resignar por ello presencia y significación.”…24
23
Fogwill, Rodolfo. El Pabellón Pavote. Diario Perfil. Año V nro 0447. 27 de febrero de 2010. Publicado
on-line en http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0447/articulo.php?art=20116&ed=0447
24
Hendler, Ariel. Premio con los pies en la tierra. Diario Clarín, 11 de octubre de 2010. Publicado on-line en
http://habituesdelteatrocolon.wordpress.com/2010/10/12/clarn-premio-con-los-pies-en-la-tierra/
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El Pabellón del Bicentenario trató de crear una imagen “joven” y “ecológica” 25, que creara
un punto de información generando un paseo. Sin embargo, más allá de la voluntad de los
diseñadores, se dejó caer y se desmontó apresuradamente. Hemos visto que el proyecto fue
aprobado por unanimidad y fue apoyado desde la prensa especializada, e ignorado por los
usuarios. Es destacable que los premios que recibió el proyecto en cuestión basaron su
justificación en su condición de poseer “conciencia ambiental” y ser un espacio “con los
pies en la tierra”, cuando no fue utilizado por los usuarios potenciales (el Pabellón estaba
vacío, incluso de quienes debían explicar sus funciones simbólicas y materiales) y no fue
sustentable, ya que no pudo estar en pie para la finalización de su propuesta ni para los
festejos del Bicentenario. No interesa en este razonamiento que el Pabellón no porte los
condicionantes estéticos requeridos que la lleven a ganar el premio a la obra del año, ya que
estos se transforman en una anécdota ante el razonamiento argumentativo expresado por los
especialistas y por la prensa, que levantaban la palabra de los especialistas.
25
Recordemos que las piezas que conformaban los límites del Pabellón estaban hechas con tiras de las
gigantografías que se retiraban del frente del edificio Del Plata (municipalidad de Buenos Aires).
13
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A modo de conclusión…
De lo anteriormente expuesto, y con el ejemplo analizado, vemos que en este momento el
tema del medioambiente en las disciplinas proyectuales (en este caso, hablamos de una obra
de arquitectura efímera) está cruzado por la ética y la retórica.
Se ha tomado el concepto “sustentable” y “reciclable” sin ahondar demasiado en lo que
significa para un pabellón como fue el Pabellón del Bicentenario. El argumento persuasivo
no fue aceptado por el usuario potencial, lo que llevó a que el proyecto no cobrara “vida” al
no visitarlo, al no usarlo, al no apropiarse de él. Esta posición (ética, pero de índole
retórica, es decir, tomando el lugar del logos para justificar una decisión) hizo que el
pabellón en sí fuera defenestrado por algunos de los usuarios y premiado doblemente por
los colegas de la SCA, primero como proyecto y después como obra.
Evidentemente, estamos ante un tema que nos llama la atención. ¿Adónde radica la brutal
separación entre los usuarios potenciales y los especialistas que les dan no uno, sino dos
premios a sus autores? ¿Qué pasa con los objetos de “bajo mantenimiento” cuando no hay
voluntad política para realizar ni siquiera el mínimo?
¿Acaso el concepto “medio ambiente” se ha transformado tanto en aquella aspiración ética
que cualquier cosa puede ser vendida bajo su logos?
El pabellón del Bicentenario basó su argumento de diseño en el logos, en aquello que
“debería ser”. En ese sentido, parecía un objeto de arquitectura efímera de bajo
mantenimiento, pero no fue así. Sin embargo, más allá de sus virtudes emotivas o de
carácter, que no fueron las más ponderadas por los autores, especialistas, prensa o usuarios,
sus colegas lo premian justamente por la utilización de este argumento.
Tenemos aquí un concepto ético devenido en argumento, como logos en este caso, y vemos
como se produjo un desplazamiento en la comunicación, que terminó produciendo una
división extrema entre el usuario y los especialistas.
14
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La dimensión comunicativa del objeto diseñado está comenzando a tener, muy de a poco,
más importancia en nuestra carrera. Es ahí donde nos es más evidente el desfasaje entre un
argumento sólo reconocible y apreciado entre colegas, y un argumento que además llegue
al usuario, quien, al reconocerlo, utilice al objeto de diseño otorgándole así su validación
como tal. A través de este estudio detectamos que el concepto “medio ambiente” se puede
llegar a convertir en un argumento que sólo se basa en que las cosas, los edificios, parezcan
sustentables. Pero sin el conocimiento y manejo de las tecnologías disponibles, el mismo
queda vacío, se transforma en una justificación vana, más cercana al marketing que a las
disciplinas proyectuales. Se transforma en una etiqueta de venta, un valor ético que por su
sola presencia impone una admiración que, incluso, lleva a validar premios.
Arq. Adriana Guevara
Septiembre de 2011
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Ser y parecer: la cuestión del medio ambiente.
El caso del Pabellón del Bicentenario en CABA.
. 2011
Arq. Adriana Guevara
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Ser y parecer: la cuestión del medio ambiente.
El caso del Pabellón del Bicentenario en CABA.
. 2011
Arq. Adriana Guevara
Anexo imágenes
Imagen 01. Proyecto de cubos transiluminados y Pabellón del Bicentenario, construido en el
parque 3 de Febrero.
Imagen 02. Imágenes del proyecto ganador del concurso.
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El caso del Pabellón del Bicentenario en CABA.
. 2011
Arq. Adriana Guevara
Imagen 03: Inauguración del Pabellón
Imagen 04: el Pabellón en el Parque 3 de Febrero
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