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CIUDAD EDUCADORA PARA LA SUSTENTABILIDAD

El presente documento hace referencia a la teoría del medio Ambiente y de Sustentabilidad para construir una sociedad con calidad de vida en armonía con su entorno y que genere un desarrollo sostenible para la investigación interdisciplinar con la Universidad de Guanajuato, un compromiso fundamentado sobre el conocimiento metodológico de CIUDAD EDUCADORA PARA LA SUSTENTABILIDAD, hacia el quehacer pedagógico de las actividades de aprendizaje de un modelo educativo universitario. Procuro dejar en la institución un expediente inédito teórico a llenar el vacío que hasta ahora existe en la materia, y lograr una transversalizacion sobre la forma de integrar en los programas educativos (PE) sobre la ciudad y Medio Ambiente Sostenible.

CIUDAD EDUCADORA PARA LA SUSTENTABILIDAD Ciudad y Educación Ambiental Sustentable UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO 5 MISION “Asegurar una elevada calidad de vida sostenible para la población, creando una infraestructura que apoye bajo un marco de lineamientos de la Educación Ambiental y para Sustentabilidad, afirmando la identidad cultural y fomentando la unidad y la participación ciudadana”. VISION Alcanzar un programa de Desarrollo Sostenible, Ciencias Ambientales y Educación para la Ciudad Diplomado de Formación de Profesores como Educadores Ambientales para la Sustentabilidad 4ta Edición UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO 14/08/2015 1 INDICE 1. Introducción _ ______________________________________________________ 3 2. Parte I Objeto y Objetivos de la Investigación ____________________ ___________ 4 3. Marco Teórico 4. 3 Parte II Análisis teórico – Los Antecedentes - Diagnostico _________________ 8 3.1 De la Consolidación urbana y el deterioro del ambiente _________________ 8 ______________________________________________________ 5 3.2 El Proyecto, Ciudad Educadora para la Sustentabilidad 3.3 Descripción de la Ciudad como Modelo Ambiental __________________ 11 ______________________ 14 3.4Fundamento de una Racionalidad de Construcción Sostenible ______________ 17 3.5 Educar para la Sostenibilidad y Aprender durante toda la Vida _____________ 19 5. Descripción del Proyecto Educativo Interdisciplinar _________________________ 26 4.1 Lo Complejo de la Ciudad Sostenible en la Acción Educativa 4.2 Desarrollo de Proyecto Educativo de Intervención ______________ 26 _____________________ 34 4.3 Desarrollo de la Propuesta _________________________________________ 35 4.4Estrategia de Aprendizaje de Pedagogía Ambiental ______________________ 36 6. Antecedentes de la Ciudad para la Sustentabilidad _____________________________ 37 7. Metas para la Construcción de Ciudad Sustentable ____________________________ 43 8. Estructura por Disciplina del MEUG _________________________________________ 47 9. Sustentabilidad Ambiental Urbana _________________________________________ 48 10. Formulación del Enunciado Urbano Sostenible _______________________________ 53 11. Los Factores de Amenaza ________________________________________________ 53 12. Gestión Ambiental Urbana _______________________________________________ 58 13. Evaluación ___________________________________________________________ 60 14. Conocimiento de Resiliencia Urbana y Calidad de Vida _________________________ 61 15. Principios de Resiliencia Urbana __________________________________________ 62 16. Pactos para la Ciudad Sostenible y Deseada _________________________________ 67 17. Construcción urbana –Resiliencia , Principios y Practica _________________________ 70 18. Agenda Participativa para Ciudad Educadora y Sostenible _______________________73 19. Bibliografía ____________________________________________________________ 77 20. Índice de Cuadros ______________________________________________________ 80 2 Ciudad y Educación Ambiental Sustentable Por: Mario Alberto Rodríguez Zamora 1. INTRODUCCIÓN El presente documento hace referencia a la teoría del medio Ambiente y de Sustentabilidad para construir una sociedad con calidad de vida en armonía con su entorno y que genere un desarrollo sostenible para la investigación interdisciplinar con la Universidad de Guanajuato, un compromiso fundamentado sobre el conocimiento metodológico de CIUDAD EDUCADORA PARA LA SUSTENTABILIDAD, hacia el quehacer pedagógico de las actividades de aprendizaje de un modelo educativo universitario. Procuro dejar en la institución un expediente inédito teórico a llenar el vacío que hasta ahora existe en la materia, y lograr una transversalizacion sobre la forma de integrar en los programas educativos (PE) sobre la ciudad y Medio Ambiente Sostenible. Nos dirigimos ante un proceso de enseñanza del modelo educativo, y con esta propuesta a convencer a la comunidad universitaria de que esta exploración presta una mejor visión con un sentido más holístico, integral y ambiental de los planes y programas Educativos para la práctica docente con otras áreas curriculares. Mi trabajo permitirá abrir un esfuerzo que podrá aportar asesorías académicas, para la formación Integral de aportes temáticos, en su proceso con el Diplomado de Formación de Profesores como Educadores Ambientales para la Sustentabilidad, de la 4ta Edición para el desarrollo pedagógico. Este reto no será ningún tropiezo si nuestros colegas Educadores Ambientales (EA) nacionales e internacional nos ofrecen apoyo a la construcción de ciudad educadora y sostenible, porque la situación de las ciudades permea con los elementos naturales de la biodiversidad, los bosques, el agua, la desertificación, la ecología, la atmósfera, etc., que tanto se ha venido analizando a partir de los inicios con la conferencia de Estocolmo 1972. Sin duda de que la propuesta que planteo aquí es una enorme necesidad en definir lo que padecen las ciudades del mundo y las comunidades y puedan, a través de estrategias 3 pedagógicas, reconocer y definir una resiliencia que les permita enfrentar la crisis civilizatoria desde sus ciudades. La investigación está dividida en varias secciones, presentando primeramente los antecedentes históricos de lo que conforma la ciudad en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible que se han venido comprobando con la crisis urbana, posteriormente se justifica la necesidad de apoyarnos con la dimensión educativa para la formación de los ciudadanos en apoyo al proyecto civilizatorio del Desarrollo Sostenible, que confronte la conveniencia de articular los recursos dentro de las materias que se insertan dentro del Modelo Educativo(ME). Se plantearan los objetivos del programa específicos a los que estaría orientado al quehacer de la universidad asentando todo ello en una misión y visión claramente justificada. Sin duda, este es un estudio de proyecto para ser evaluado razonablemente y ampliarlo posteriormente, que busca el compromiso de todos los seres humanos o de la ciudadanía, ya que hablamos de ciudad con el futuro de nuestros semejantes para prever el colapso ecológico y ambiental. Solamente a través de la educación ambiental y el desarrollo sostenible, en articular los recursos de nuestra sociedad urbana, lo que provocará la transformación hacia una verdadera cultura de valores para mantener un equilibrio racional del uso de los patrimonios, ecosistemas y aspectos culturales de nuestras ciudades. PARTE I: OBJETO Y OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION Esta alternativa de Pedagogía de Ciudad Educadora Ambiental (PCEA) y calidad de vida sustentable será diseñada para establecer estrategias formativas que permitan superar los vacíos y desafíos que demanda el desarrollo de las comunidades, con el propósito de promover la Educación Ambiental (EA) como solución para la formación ciudadana. Es una alternativa curricular en su contenido y una metodología en primer término en la transversalizacion del Modelo Educativo (ME), dado su énfasis fundamental en la comprensión de las relaciones teóricas y prácticas entre universidad y responsabilidad social del ciudadano; y desde el punto de vista metodológico, utiliza las practicas docentes para realizar actividades académicas desde la educación para el Desarrollo Sustentable desde la universidad de Guanajuato. 4 2. MARCO TERORICO 3.1 - La ciudad no es sólo un fenómeno urbanístico, es un espacio social que confluyen actividades materiales; está constituida por las sinergias que se producen entre las instituciones y los espacios culturales, que nos brindan la posibilidad de aprender en la ciudad, de educarnos; entre la producción de mensajes y significados y que nos permiten también conocer de su pasado y su presente, muchas veces desconocido, las ciudades son organismos cuyas conexiones se extienden por todo el planeta y su funcionamiento se debe de entender en términos de intercambios de materia y energía e información. Mediante la educación ambiental (EA), cuyo objetivo es generar actitudes de valoración, responsabilidad y respeto por el ambiente se ha centrado en concientizar a las personas a través de una dinámica académica, en clases, conferencias, charlas que se basan en la teoría de lo que sucede “afuera”, dejando a un lado la experimentación y el contacto directo con la naturaleza de la población. La problemática ambiental no es solamente interna, es un asunto interdisplinario, cada complejidad de la naturaleza y de la sociedad se enfrascan dentro de una preocupación, debemos tener presente que nuestra vida se desenvuelve extramuros, es por ello deben de considerarse las interrelaciones que provoca la ciudad. En este contexto es importante entender las relaciones entre hombre y entorno, los lazos y vínculos indisolubles que hay entre ellos y cómo el hombre genera interpretación por medio del contacto físico y afectivo local, regional y global (IES). El camino ecológico urbano nace de la relación entre hombre y lugar, es la interacción entre aspectos físico-espaciales y ambientales primordialmente, culturales; entonces, como resultado de esta serie de relaciones, el paisaje no es estático, por el contrario es dinámico y está en una constante transformación, tanto en su conformación propia como en su significado mismo. La ciudad es un paisaje que emerge con la primaria necesidad de la colectividad social del ser humano, ha evolucionado con el hombre mismo y su transformación responde a diferentes procesos sociales, físicos, ambientales y tecnológicos; sin embargo, el modelo de desarrollo urbano neoliberal, que se ha generado en estas décadas no puede mantenerse en el tiempo, debido a la falta de una visión prospectiva y comunitaria. 5 Al hablar de urbanismo ecológico tiene que ser un ejercicio holístico y multidisciplinario que articule los aspectos sociales, culturales, económicos, ambientales, arquitectónicos y de planeación; el debate sobre ecología urbana – la ciudad – se encuentra abierta, la ciudad sostenible no se construirá tanto ex Novo, es importante empezar a desarrollar y difundir modelos que permitirán a empezar a trabajar por la sustentabilidad, en donde se pueden aplicar algunos principios que se agrupan en criterios básicos para la intervención territorial y urbana, desde una perspectiva natural: 1. Integración con el Medio ecológico, 2. Ahorro de recursos energéticos y materiales, y 3. Calidad de vida en un triple sentido epistemológico. 1a El fenómeno urbano, reconocido como uno de los iconos de la era moderna, es hoy el escenario de todos los encuentros sociales y culturales, y por tanto de todas las oportunidades. La ciudad es escala, símbolo, valor, identidad, etc. y, sobre todo, es el espacio público por excelencia, donde se citan tanto las emociones como la creatividad que son capaces de infundir los elementos que configuran la trama urbana. En paralelo, la ciudad también es sinónimo de conflicto, de anonimato y de indiferencia, pues en ella proliferan las condiciones de pobreza y marginación, de vulnerabilidad y segregación. Esta particular condición de la ciudad hace del interés radique en “qué es” el paisaje urbano ecológico sino “cómo es” para poderlo entender y, de este modo, poderlo proyectar a la vida ciudadana, logrando una investigación educativa interdisciplinaria. En este contexto surgen entonces interrogantes como: ¿Cuáles son los componentes de ese territorio natural?, 6 ¿Cómo se debe entender?, ¿Cómo son las relaciones entre los procesos humanos y ambientales dentro de la ciudad? ¿Cómo se pueden mantener dentro de las nuevas dinámicas urbanas un equilibrio ambiental? ¿Cómo educar ambientalmente a los ciudadanos dentro del entorno?, ¿Cómo vincular los procesos ecológicos en la cotidianidad de los ciudadanos? Estas interrogantes se responderán conforme avanza la investigación que nace en el marco del Diplomado de Formación de profesores Universitarios Ambientales y para la Sustentabilidad, debido a un proceso arduo, en el que se cuestionó cómo educar ambientalmente a los estudiantes y cómo, a través de su profesión, pueden ellos transcender positivamente en la sociedad. La reflexión personal, de este discurso se enmarca en tres escenarios: en primer lugar del ejercicio profesional, en segundo lugar de la práctica docente, finalmente del cómo, y como ciudadano-profesional, puede participar en la construcción de la Educación Ambiental y vivir la ciudad dentro del ejercicio competitivo del desarrollo sostenible. Debido a lo anterior, la investigación evoluciona en cuatro ejes a saber: cómo el desarrollo deterioró el ambiente, el papel de la estructura físico-espacial de la ciudad como educadora ambiental, una alegoría entre el lenguaje y la ciudad y finalmente una reflexión de la responsabilidad misma que tiene la ciudad en el futuro y la sustentabilidad que requiere de la educación ambiental (EA) y sus aportes a una mejor gestión universitaria, así como de la consolidación de la democracia y las personas. La sustentabilidad es un “eje del desarrollo” entendido como mejoramiento de la calidad de vida en el marco de cada realidad local y regional, et al. En estas circunstancias, se hace oportuno reclamar la práctica de una educación urbana que siempre será exigente en la tarea cívica que comporta, al tiempo que gratificante en los beneficios que ofrece. En primera instancia, porque tanto o más que la familia y la escuela, la ciudad es el lugar para la socialización y el aprendizaje de la vida en sociedad. En segundo término, porque la tarea educativa encuentra su verdadera razón de ser cuando se dispone a construir el tipo de territorios que tengamos razones para habitar, de un modo saludable y sostenible, ejerciendo una convivencia pacífica y razonable entre las personas y los grupos sociales. Y ello, remitiendo buena parte de la ordenación de lo público a la elaboración de las 7 políticas y prácticas de educación social que se procuran inscribir al desarrollo personal y comunitario en el curso de las realidades cotidianas universitarias. Para ello, el quehacer educativo está proyectado en lo social, ha de salir al encuentro con la ciudad, incrementando su capacidad para favorecer un habitar pedagógico, que se caracterice por crear entornos amables y amigables, que favorezcan el tejido de unas relaciones sociales respetuosas con los valores éticos que soportan los fundamentos de las sociedades democráticas, sin cuya presencia es poco factible que se pueda conciliar lo que las ciudades son con todo aquello que quieren y deben ser. Así pues, la Pedagogía-Educación Sostenible ha de ser observada como un pilar fundamental en la construcción y mejora de nuestras sociedades, asumiendo el compromiso no sólo de imaginar nuevos futuros sino también de posibilitarlos. Y, en este sentido, debe tratar de satisfacer las necesidades humanas asociadas a derechos y valores cívicos; y, al tiempo, promover las prácticas educativas que diversifiquen y amplíen nuestra condición de ciudadanos comprometidos. Unas prácticas que pongan de manifiesto la naturaleza política de la educación en el desarrollo democrático de las sociedades, y que, hasta cierto punto, hagan corresponder estas metas con los fundamentos de un modelo educativo para la ciudadanía. 3. PARTE II: ANALISIS TEORICO LOS ANTECEDENTES (Diagnostico) 3.1 De la consolidación urbana y el deterioro del ambiente Las ciudades se han consolidado en un proceso en el que se mezclan intereses colectivos e intereses particulares, siendo éstos últimos los que han generado un desequilibrio en el funcionamiento social y ambiental en los entornos construidos; de igual manera, los avances tecnológicos, centrados en el confort interior, desconocen los beneficios ambientales, culturales y económicos de la interacción adecuada con el entorno de las formas vernáculas de construcción, con materiales de la región y soluciones eco-técnicas apropiadas, generaban en las mismas condiciones más acordes testimonios técnicos de sustentabilidad. Este modelo de desarrollo urbano ha generado una ruptura entre lo natural y lo construido, entre hombre y entorno, potenciando una pérdida de contacto entre ciudadano - elemento 8 natural - relaciones ecológicas, y haciendo que el ciudadano pierda completamente el sentido de interdependencia con su entorno. Este proceso ha creado la necesidad de aislarnos cada vez más de las características ambientales del entorno para generar “espacios confortables” sin relación alguna con el “incómodo exterior” generando un derroche de energía innecesario centrado en intereses particulares y sin respeto por el entorno, que ha potenciado ese distanciamiento que tiene el ser humano y los elementos naturales. Ian McHarg, pionero de la planificación ecológica de la ciudad, en los años 60´s manifestó que “los fenómenos naturales son procesos dinámicos interactivos, que responden a leyes, y que ofrecen tanto oportunidades como limitaciones al uso del hombre”. Debido a su ignorancia y avaricia, el ser humano ha hecho caso omiso de estas limitaciones, en busca del máximo beneficio en el mínimo tiempo posible, con efectos desastrosos a largo plazo, poniendo en evidencia el cambio en la jerarquía de valores e intereses de quienes intervienen las ciudades y anticipándose, de cierto modo, a los movimientos ambientalistas que desde entonces centran sus esfuerzos en el respeto por la naturaleza y en trabajar de la mano con ella para tener beneficios mutuos. (Carta de la tierra, et al.) Sin embargo, el hecho de que la ciudad se haya desarrollado en intereses particulares y sin respeto por el entorno, repercutió directamente en la calidad de las relaciones entre ciudadano y lugar, y por lo tanto, en la educación ambiental es pues el contacto directo con el entorno es el primer agente educador del hombre en términos ambientales. Por medio de todas estas acciones e intervenciones, la ciudad no sólo se desconectó de su entorno, sino que lo ha deteriorado de todas las maneras posibles, causando los problemas a los que la ciudad se enfrenta hoy: contaminación, derrumbes, inundaciones, polución, ruido, exceso de basuras, amenazas climáticas, etc., los cuales han crecido a tal punto que tenemos que resolverlos ahora, porque no tenemos el tiempo para esperar a que alguien nos resuelva la cuestión de cómo estar en este mundo de una manera sostenida. En este contexto, las ciudades se fundan bajo los parámetros traídos por los españoles, definidos en las Leyes de Indias, en los que primaban más las características geométricas de un trazado preconcebido que las determinantes geográficas del territorio; su desarrollo se caracterizó por una voluntad de consolidar un espacio artificial que diera fe del grado de 9 “civilización” de la ciudad, a costa de continuar ignorando las características del entorno natural en el que se encontraba. Posteriormente, copiando modelos extranjeros, se introduce la vegetación en la ciudad sin contextualizar las condiciones geográficas y culturales de la misma, y adicionalmente desconociendo los problemas específicos a los que ésta se enfrentaba. Este proceso tiene como resultado la desconexión casi total de la ciudad con su entorno, el desarraigo de su población y el deterioro ambiental que se enfrentan hoy. Los habitantes, consideran al “medio ambiente” como algo ajeno a la ciudad, que no tiene relación directa con ella; sin embargo el “medio ambiente” de ése, y los demás ciudadanos, es la ciudad la totalidad de la cultura, es en ella en la que pasa la mayor parte de su tiempo, dentro de las edificaciones o en el espacio público, en ella se dan todo tipo de relaciones físicas, formativas y ambientales, siendo éstas últimas las que son más desconocidas por la población, pues se han distanciado de ellas en su vida diaria y no ven en ellas algo benéfico, sobre lo que pueden sacar provecho de lo que representa la educación ambiental (EA) para el ciudadano. Por lo anterior, se hace estrictamente necesario entender e intervenir a la ciudad desde una mirada académica, integral e integradora, es necesario desarrollar conciencia y gestionar proyectos que generen lazos de articulación entre hombre, ciudad y entorno, reconociendo la necesidad de esta interacción, haciendo cotidiano el contacto con la naturaleza y garantizando, de esta forma, la sostenibilidad urbana en el territorio, la cual abarca aspectos físicos, ambientales y culturales. Conciencia del Entorno Urbano El proceso urbano no es un concepto estático, urbanización significa cambio rápido. Hoy día, la tendencia en la sociedad es el deseo de urbanizarse y entrar a un estado global. La ciudad de manera especial ha acelerado el ritmo de cambio al abrazar los valores del intelectualismo, la ciencia y la tecnología. Urbanización es cambio social a gran escala de la globalidad planetaria. Significa profundos e irrevocables cambios que altera al ambiente dentro de la humanidad global. 10 Epistemológica y Pensamiento educativo del entorno (hábitat) y ciudades reestructuradas La ciudad es un sistema voluble es la cara más visible de las desigualdades sociales, que pone en evidencia y localiza espacialmente a la incapacidad de emisión urbana. Esta visibilidad constituye un problema pero también una oportunidad, ya que facilita la identificación y la ubicación de los grupos más carentes de las necesidades fundamentales hacia la formación en la “autarkeia urbana”. La relación entre el hombre y el espacio en el que desarrolla sus actividades genera un vínculo espacial que convierte a éste último en un aula a gran escala, en un escenario en el que el hombre constantemente interviene los componentes y de sus interacciones, razón por la que las ciudades deben ser concebidas como paraninfos ambientales y culturales que inciden significativamente en la mentalidad de todos los ciudadanos, partiendo desde un modelo educativo para dar unidad y sentido de identidad en que confluyen para la enseñanza de los espacios universitarios. 3.2 El Proyecto: Ciudad Educadora en la Sustentabilidad AUTARKEIA: Tiene como finalidad primordial el balance y equilibrio con el sistema económico y el entorno, según la cultura griega. - la construcción de una ciudadanía organizada, autónoma y solidaria, equivale a la sustentabilidad, capaz de convivir en la diferencia y de solucionar pacíficamente sus conflictos. Nuestro propósito es partir de este concepto de: ¿qué es la ciudad ambiental? De urbe deriva urbanismo, urbanización, urbanidad. De ciudad, es decir, de "cívitas"- proviene civismo, civilidad, civilización. La urbanidad corresponde a la urbe: es el comportamiento urbano: convencional, respetuoso, que no obliga a intercambiar confidencias, que no requiere decir cómo te llamas, quién eres, de dónde vienes ni adónde vas, impersonal, anónimo. El civismo, en cambio, se fundamenta en derechos y deberes, implica, compromete; corresponde a la ciudad, abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana. (Principio I-2, carta de la Tierra), et al, no podemos sustraernos a ella mientras ponemos parte de la civilización. La ciudad es el espacio de la sociedad: un microcosmos donde practicar el conveniente ejercicio de "pensar globalmente, actuar 11 localmente". Lo decía el arquitecto y urbanista parisiense Rolando Castro en el 1º Congreso de Ciudades Educadoras de Barcelona (1990): "La ciudad-mundo, donde está el globo entero en la misma ciudad, es nuestro destino. (...) Debemos de conjugar a la vez lo que es de orden universal y lo de orden específico, y es justamente por medio de las aportaciones de las demás culturas que podemos abordar la cuestión. Personalmente, considero extraordinario que nuestro destino sea la ciudad-mundo. Detesto de una manera especial lo que se denomina el derecho de los primeros residentes, sea cual sea su país". La Ciudad educadora es un proyecto que reivindica lo colectivo y lo público, lo político y lo ético y busca ingresar a la modernidad haciendo uso de la educación como fenómeno eminentemente comunicativo cuyo desarrollo potenciará la capacidad de incidencia de la sociedad sobre sus propios destinos, estableciendo cambios en la conducta y los comportamientos de los ciudadanos, buscando la construcción de la democracia y la ciudadanía como proyecto colectivo y sostenible. En este proceso continuo y dinámico de aprendizaje, construcción y crítica, en el cual los seres humanos crean y recrean la cultura, que a su vez los produce y reproduce, la memoria colectiva tendrá que recuperar históricamente sus haceres, sus saberes y sus tipos de organización si se quiere privilegiar la solidaridad, reflexionados y construidos desde el pensamiento complejo. (Morin, et al). La ciudad es un marco educativo a gran escala de educación y un agente educador que, ante la tendencia a la concentración del poder, practica la opinión pública y la libertad; ante la tendencia al gregarismo, expresa el pluralismo; ante la tendencia a distribuir desigualmente las posibilidades, defiende la ciudadanía; ante la tendencia al individualismo, se esfuerza por practicar la individualidad solidaria, permite formar personas sensibles tanto a sus deberes como a sus derechos, logrando bajo este pensamiento adherirnos a la ciudad educadora. Por ello, decimos que las nuevas formas de pensar, de actuar y de valorar sus conocimientos y sus relaciones a partir de la práctica cotidiana, comprender los procesos al tema apuntado de la multiculturalidad, a la inmigración inherente a la ciudad. La diversidad es inherente a las ciudades actuales y se prevé un incremento aún mayor en el futuro. Por ello, uno de los retos 12 de la ciudad educadora sostenible es promover el equilibrio y la armonía entre identidad y diversidad, teniendo en cuenta las aportaciones de las comunidades que la integran y el derecho de todos los que en ella conviven a sentirse reconocidos desde su propia identidad cultural. Lo primero, lo ideal, lo natural, no es, pues, el "home, sweet home", sino la ciudad, la "polis". Y la ciudad no es una aldea, ni un barrio, ni una urbanización. La ciudad es el espacio natural - si el ser humano es naturalmente un "zoos politikón", un animal político- de la política, de la democracia. Es una auténtica "república de valores". O no es ciudad, sólo urbe, bajo este fundamento axiológico logramos manifestar nuestro prerrequisito de la ciudad educadora para la sustentabilidad. Puede haber urbe o urbanización sin plaza, pero no ciudad. Puede haber territorio pero no espacio público. Las casas no hacen la ciudad, sino las personas que se encuentran en la plaza. Sólo la ciudad hace ciudadanos y sólo los ciudadanos y ciudadanas hacen la ciudad sea sustentable. La nación, por si misma, no crea ciudadanía sino pertenencia a un grupo, no ciudadanos sino "naturales", ya que "natio" es el lugar donde alguien es "natus", nacido. Y el Estado comporta contribuyentes, súbditos, usuarios de servicios, tampoco ciudadanos. Etimológicamente, se es nacional por nacimiento, pero ciudadano por civismo, por educación, consistente en la ejercitación en valores y para ello se requiere de tener la sensibilidad natura, y bajo un cuerpo académico que nos conduzca realizar una meta pedagógica de nuestro medio ambiente (MA) de cómo actuar. La ciudadanía se conquista, se gana, se merece, se fundamenta en un compromiso de persona libre entre personas libres. La ciudadanía no la dan los genes: por los genes se es, tan sólo, gente. Ni el mero permiso de residencia, sino el derecho a participar en la ciudad, en la "polis", en la vida política. La diferencia entre demografía y democracia se explica por los valores, por el civismo, que es la vida de la ciudad. El problema de la “calidad de vida y Sustentabilidad” de las ciudades en general es histórico, por falta de conciliación y actualización a los cambios que constantemente va experimentando la humanidad; en este sentido, se ha configurado como un sistema trascendental en sus leyes y normas, fundamentado solo en la dimensión del alojamiento y excluyendo el sentir, el pensar y el 13 actuar como elemento constructivo de la razón y pensamiento ciudadano. Por ello, la civilización no ha sido capaz de orientar y conducir a las sociedades hacia una realización plena e integral de calidad de vida en las ciudades, además ha olvidado que el hombre es relacional por naturaleza y solo se ha enfocado en los aspectos primarios de sobrevivencia como ser autónomo y racional. En este sentido, se puede decir que la “ética ciudadana” ha ido tornándose insuficiente e inoperante ante los grandes desafíos y cambios que se han presentado en los últimos períodos de las décadas del siglo XXI. Esta investigación tiene lugar en el marco de la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Sostenible de las ciudades (IDS). Para definir la IDS se planteó como punto de partida realizar un análisis-evaluación del estado de la sostenibilidad regional. Lo que viene a continuación es una reflexión sobre lo que supone la construcción de un modelo pedagógico de análisis y un método que facilitara ese diagnóstico de partida para lograr una ciencia educativa en la ciudadanía, siendo la variable estratégica que nos permite el diálogo con el desarrollo sustentable que se enmarca en los patrones ciudadanos para una nueva ética, con conciencia, critica, transformadora ante la crisis civilizatoria. 3.3 Descripción de la ciudad como modelo educador ambiental En este punto, es fundamental entender que la educación no es exclusiva de las aulas de clase. Para el hombre, la educación empieza por el contacto directo con la fuente de conocimiento: LA CIUDAD aprende a hablar porque le hablan, aprende a caminar porque lo ve en los demás, aprende a cruzar las calles porque lo vive a diario, aprende de relaciones humanas porque está dentro de ésas relaciones, pero ¿por qué no está educado ambientalmente? La respuesta es muy sencilla, la respuesta está ahí afuera, en nuestras ciudades, en nuestras calles, en nuestras plazas impermeables, en nuestros ríos canalizados, en nuestro suelo pavimentado, en nuestros árboles podados con formas imaginarias, en los edificios perfectamente climatizados, en los suelos destartalados, para controlar inundaciones, en el riego automatizado de las zonas verdes, en el gasto energético que representa el mantenimiento de miles de metros cuadrados de césped, en el simple hecho de abrir y cerrar una llave de la que sale agua y de la que se desconoce su procedencia, en el desplazamiento dentro de un vehículo climatizado y completamente aislado de su exterior, en el comer frutas que no son de temporada, en el practicar deportes de nieve en medio de un desierto. 14 En este tipo de intervenciones, comunes en todos nuestros centros urbanos, o por lo menos en la mayoría de ellos, generó un sinnúmero de problemas físicos y ambientales que han trascendido al ámbito cultural, entendido como todo aquel que influye en el hombre. Es por esto que es necesario que ahora y de aquí en adelante se hable de educación ambiental, no como un espacio académico sino como una forma de vida de ciudad para garantizar su habitabilidad a través del tiempo haciéndolo de enseñanza comunitaria. Desde esta perspectiva es necesario analizar el proceso de la ciudad, que no es más que la proyección espacial de las fuerzas socioeconómicas de ocupación y utilización del espacio ecosistémicos. El concepto de naturaleza se mueve en la modernidad como objetividad. A su vez, el concepto de objetividad se mueve como extraño al de subjetividad; se ha olvidado que, incluso dentro de la dialéctica clásica, el uno es imposible sin el otro y viceversa. Se confunde el sentido de la diferencia, con el de dominio de naturaleza en que vivimos y compartimos a diario. Entender la naturaleza en sus relaciones ecosistémicos que es fundamental para afrontar los problemas ecológicos. Pero así mismo, es necesario comprender los procesos culturales que los generan; la adaptación del hombre a los procesos naturales es necesaria pero no resuelve por sí sola el problema. El problema ambiental es el problema de la supervivencia de la vida y sólo él puede encontrar soluciones adecuadas para resolverlo. Estas no dependen de un supuesto respeto a la naturaleza o de una nueva ética individualista. Depende de una nueva manera de entender la tecnología, al igual que la producción económica y las formas de relación social que se incertan. Sólo una sociedad alternativa puede fundamentar una nueva relación con la naturaleza. El discurso ambiental desde la ciudad educadora se ha encauzado en tres direcciones relativamente independientes entre sí: a. El Medio ambiente como educador (del educador al medio educativo). b. El ambiente como recurso /instrumento didáctico (la utilización escolar de la ciudad). c. El ambiente como objetivo educativo, la ciudad como objeto de conocimiento. El despertar del enfoque ecológico/ambiente no es lo único, en las personas se ha convertido en una política global, desafortunadamente el enfoque que se le ha dado, en la gran mayoría 15 de los casos, se centra en una educación medioambiental impartida desde la teoría en las aulas de clase; sin embargo, esta educación no es suficiente porque se enseña como algo ajeno a la realidad de las personas, éstas no pueden salir y constatar con su entorno las enseñanzas adoptadas, por lo tanto resultan de cierto modo inútiles porque no tienen campo de aplicación inmediato. Un niño aprende a sumar y a restar, no sólo porque se lo ensañan en el colegio, sino porque lo aplica a diario en su vida, porque el conocimiento adquirido tiene un campo de aplicación directa en su vida; mientras que la educación medioambiental no se relacione con la cotidianidad de las personas, seguirá siendo constituida como algo vago y sin sentido para la población. Entonces la cuestión emergente es necesario a entender las relaciones específicas de los ecosistemas, ya que los recursos naturales son la base de la sustentabilidad ecológica y socioeconómica de la ciudad. Nuevamente la respuesta es muy sencilla, es ahí afuera, es en la Ciudad en donde el ciudadano debe tener la posibilidad de entender, aprender, aprehender y aplicar los conocimientos medioambientales; esa necesidad de establecer una relación más cercana con los procesos ecológicos y ambientales hace que nosotros, los que de una u otra forma intervenimos los territorios, tengamos la responsabilidad de proyectar ciudades educadoras (saber), ciudades que muestren la estrecha relación entre topografía e hidrografía, que hagan evidentes los procesos ecológicos, que rescaten la belleza de las “malas hierbas”, que evidencien el proceso de sucesión vegetal en las avenidas y parques, que potencien el uso del suelo permeable por encima del empedrado, que eviten el uso indiscriminado del aire acondicionado, que le den continuidad visual y física a los cuerpos de agua, que los descanalicen y revitalicen sus meandros y el sano contacto entre agua y suelo, que eliminen los elementos de tierra amontonados y devuelvan los espacios de amortiguación de inundaciones a los ríos y humedales; pero especialmente se necesitan ciudades que vinculen a la población en todos los procesos de diseño ambiental y ejecución de acciones urbanas; esta vinculación debe realizarse por medio de diseños participativos y consensuados, y no solamente con programas como “siembra comunitaria”, “adopta un árbol”, y reciclaje de las 3 R, son programas que rescatan la participación ciudadana en los proyectos y en las obras como mecanismo de enseñanza ambiental y de apropiación por parte de las personas hacia el territorio, el asunto va más allá de lo complejo, permite aplicar conocimiento científico para mejorar las practica de la educación para la sustentabilidad. 16 3.4 Fundamento del análisis una racionalidad de construcción sostenible La Ciudad Educadora hacia desarrollo sostenible es una propuesta inconclusa que se encuentra en proceso de trabajar y construir. Atraviesa la historia del ser humano y de las ciudades, desde la Polis Griega, pasando por la Cívitas Romana hasta las ciudades de hoy. En la historia contemporánea, renace en 1972 a partir de un documento preparado por Edgar Faure y otros, escrito para la UNESCO, titulado Aprender a Ser, a ser parte y desarrolla lo que eres y obtendrás un Medio Ambiente protegido para una ciudad sostenible de valores y saludable, en donde se construye el espacio territorial, compuestos por elementos orgánicos, en los que el hombre puede conjugar su hábitat para crear un recuento de relaciones armónicas entre los seres y el medio con una racionalidad ética, ante un espacio arquitectónico favorable; por lo tanto se pretende sacar a la educación ambiental de los espacios cerrados en donde se halla confinada, para trasladarla a los lugares de reunión, a las fábricas, las plazas, a los parques, a las calles y, en fin, a los espacios públicos. Es decir, que la ciudad se construye en escenarios y ambientes globales de aprendizaje en donde confluyen procesos, estrategias y vivencias educativas, así como el concepto de educación permanente a lo largo de la vida, se debe de implementar la educación medio ambiental en todos los sentidos lógicos de la sustentabilidad y estabilidad humana. 2b La ciudad no es ya sólo el conglomerado urbanístico y de pobladores, sino una gran alma, una ciudad viva, un cuerpo que siente, que se mueve, una ciudad con corazón propio, un ambiente estimulante y un contexto global que mejora la vida y fomenta el aprendizaje, a saber ser. 17 La Ciudad Educadora Ambiental y Sostenible no es, pues, un fin predeterminado. Es una propuesta en continua construcción, una historia que se va recorriendo, al tiempo que permite identificar el camino por el cual se habrá de transitar. Una utopía a la que vale la pena apostarle. Es, también, la posibilidad de materializar las ideas y propuestas de los estamentos que conforman el tejido social de la ciudad. Se trata, en síntesis, de un proyecto para construir ciudadanía y democracia; este proceso de construcción se apoya a su época, en la puesta en práctica de dos proyectos transversales educativos: uno, de carácter social, productor de cohesión y de movilización y, otro, de naturaleza cultural, productor de la percepción colectiva y de identidad de re-construir la ciudad para más y mejores ciudadanos y su eje articulador es la construcción de un diferente ciudadano bajo el espacio existencial de estructurar la calidad de vida comunitaria. Desde una percepción epistemológica, Ciudad Educadora y sostenible como propuesta políticamente, del ser ciudadano – según en la definición de Aristóteles-, es aquel que tiene la facultad de intervenir en las funciones deliberativas y judiciales de la ciudad. Para decirlo en palabras de Jordi Borja, “ciudadano es aquel que ha participado en la conquista y construcción de la ciudad”; de tal manera, que ser ciudadano no es una condición que se alcanza al llegar a una determinada edad; es la práctica continua de ciertos valores que el ser humano debe encontrar en la ciudad en la que habita. La ciudadanía se alcanza en la relación dialéctica entre el ser humano y la ciudad: mientras ésta lo ciudadaniza, aquél que humaniza el espacio. En esta relación, la ciudad adquiere unas características especiales que la hacen ser más o menos humana, más o menos habitable, ofreciéndole una identidad y calidad de vida sostenida en un medio de vida compartido. Parafraseando a Heidegger, se ha olvidado que todos: “naturaleza externa y humanidad, mundo en general, universo, somos manifestaciones del ser. Este olvido, no ha permitido un reconocimiento de la diferencia y de la identidad en sentido genuinamente reflexivo: Ni de la diferencia e identidad entre las culturas y las comunidades humanas, ni de la diferencia e identidad entre la humanidad y la naturaleza. El sentido monológico instrumental de la razón con arreglo a fines de desmembrar los lazos existentes entre los diversos horizontes del ser que sectoriza, divide u homogeniza la ciudad” 18 3.5 EDUCAR PARA LA SOSTENIBILIDAD Y APRENDER DURANTE TODA LA VIDA Potenciar y desarrollar los procesos educativos (formales e informales) es de importancia trascendental para la Educación Ambiental (EA) y para la sustentabilidad de manera en que las relaciones sociales condicionan la forma de apropiación y uso del ambiente ciudadano. La sustentabilidad es un proyecto de futuro en construcción de las instituciones universitarias, que deberá enfatizar los valores ambientales para reforzar su propio proceso, de las tendencias académicas hacia las sociedades más abiertas y economías globalizadas, hace imperante enfatizar formas de aprendizaje y de pensamiento crítico que capaciten a las personas para comprender ambientes cambiantes, crear nuevo conocimiento hacia la sustentabilidad y dar forma a sus propios destinos. Lo anterior establece la necesidad de responder a los nuevos desafíos promoviendo el aprendizaje en todos los aspectos de la vida, a través de todas las instituciones de la sociedad, creando ambientes ciudadanos en los cuales vivir sea aprender normas ambientales: 1- Integración del Medio Natural con la ciudad Introducir y crear áreas naturales en los espacios urbanos Reequilibrio entre naturaleza y ciudad Redistribuir los recursos y servicios sobre el territorio (huella ecologica) Desarrollar lo local dentro del marco global 2- Ahorro de recursos energéticos y materiales Promover formas de movilidad sostenibles Aprovechar las condiciones climáticas Conservar los recursos energéticos y materiales a los servicios urbanos 3- Calidad de Vida en un triple sentido – confort-salud-el bienestar social Diseñar el espacio público con sentido natural Mejorar el bienestar, fomentar la habitabilidad 19 Cohesión con la comunidad Participación ciudadana A finales del siglo XX, la educación para el desarrollo sustentable es una propuesta con lineamientos internacionales que podrá aportar recursos a las iniciativas locales, que pueden ser aprovechados y valorados para el avance de los objetivos que sean planteados” en el nuevo componente estratégico de la calidad de la vida y que el individuo debe de modificar las expectativas de su lugar de existencia a fin de lograr las condiciones de vida - IDS, et al. El discurso de la sostenibilidad, aparece vinculado primariamente a los trabajos prospectivos del Club de Roma, que anunciaban en 1972 una crisis ecológica mundial, derivada del crecimiento ilimitado en las ciudades. En 1987 el Informe Bruntland propuso la noción de desarrollo sostenible, al señalar con ella la posibilidad de gestionar y planificar la realidad social, con miras a modificar las formas de intervención sobre los ecosistemas, sin renunciar al crecimiento económico. Así mismo, el desarrollo humano sostenible es el resultado de la transformación consciente, deliberada y gradual de todos y cada uno de los elementos que hacen parte de la cultura de una determinada sociedad. La ciudad sostenible, educadora deberá ser expresión y garantía del espacio público y de los intereses colectivos e individuales, al igual que de la libertad, de la democracia y de los derechos igualitarios en su uso y consumo. La ciudad sostenible es construcción de una colectividad moral que rescata el valor de la naturaleza como ente autónomo, como fuente de vida, no sólo material sino espiritual y que se auto instituye sobre la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos. La ciudad sostenible es pública, igualitaria, ética, libre, abierta y democrática. Alcanzar una ciudad educadora y sostenible implica por parte de los seres humanos, revitalizar el proceso de crear y recrear la cultura y la memoria colectiva de una educación sostenida para un desarrollo compartido. Para estos propósitos, el concepto de biodiversidad-naturaleza debe ser una expresión de existencia, que incluya la variedad de todas las formas de vida y de su organización y las 20 interrelaciones, desde el nivel molecular hasta el nivel de la biosfera y señala el compromiso ciudadano sobre biodiversidad como el que se suscribió en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992. La lucha por mejorar la calidad de vida de la población se plantea primero de manera cómo se adquieren los satisfactores fundamentales implica un marco ambiental sano; (subsistencia, protección, participación, entendimiento, ocio, creación, afecto, libertad), la sociedad misma enfrenta una relación asimétrica e injusta impide su desarrollo, debilita y pone en riesgo la realización humana en las ciudades para las actuales y futuras generaciones, así como también pone en peligro las bases de la armonía de los ecosistemas y de la vida en todo el planeta, conduciéndolo a su completa destrucción. La educación sostenible es uno de los instrumentos más importantes para el desarrollo de los pueblos, por ello, el Plan Estratégico de la Educación Ambiental para la sustentabilidad, lo considera de manera especial. Los procesos educativos deben servir como apoyo para que la ciudad llegue a transformarse, en que una ciudad que propicie y facilite el desarrollo a sus habitantes, bajo los objetivos de una educación Ambiental (EA) resistente, bien fomentada, sustentada, confortable, segura, con amplias facilidades para la reflexión, crecimiento, descanso, saludable, el deporte y la cultura, productiva y emprendedora, sustentable, con una identidad propia en un mundo globalizado, unida y participativa, sera una ciudad educadora con alta posibilidad de calidad de vida; es en este sentido que transversalidad pueda articularse por las diversas disciplinas de los planes curriculares, y de las áreas educativas en donde se logra la unión enfocadas en el camino hacia la sustentabilidad con la ciudad. Los cambios más notorios y en los cuales el proyecto de “ciudad educadora” para la sustentabilidad, es el principal instrumento para difundir los conocimientos, las habilidades, las actitudes, normas y valores de la sociedad los cuales pueden considerase como el principal factor productivo. Por lo tanto, potenciar y desarrollar los procesos educativos nos habla de las transformaciones que se operan al nivel del saber y del conocimiento. Estas transformaciones son visibles en los cambios tecnológicos, la cibernética ejecutada a través de los servicios personales, la tecnología doméstica e industrial, las computadoras, y las telecomunicaciones. La velocidad de los cambios también afecta la manera como se da el conocimiento. Cada vez asistimos a una competencia educativa que no solo requiere 21 investigación y enseñanza sino aceleradamente exige información actualizada como componente básico de ese conocimiento, con el consabido peligro de que la información tiende a desplazar la profundidad de la comprensión, en ese sentido las competencias curriculares para la sostenibilidad ha sido definida como el conjunto complejo e integrado de conocimientos, destrezas, habilidades, actitudes y valores que las personas ponen en juego en los distintos contextos, para resolver situaciones relacionadas con la problemática del desarrollo, una manera de transformar la realidad con criterios de sustentabilidad. 3c Las Herramientas para la Construcción de una ciudad equilibrada En este caso, la ciudad es un fenómeno que se abre en muchas dimensiones y que actúa en múltiples interacciones tejidas por la realidad personal, social y global. Ella debe ser pensada desde la perspectiva de la complejidad; en un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados; presenta la paradoja de lo individual y múltiple, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen el mundo urbano. Por tanto, la ciudad no puede ser pensada sino en el espacio propuesto por el pensamiento complejo que incluya la interacción de saberes, a través de un proyecto que pueda unificar una concepción del hombre en términos de sus determinantes culturales básicos: moral-práctico (ética), estético-expresivo, y cognoscitivo-instrumental (ciencia y técnica). 22 3.6 Descripción del Proyecto Educativo Interdisciplinar Considero que re-pensar la ciudad y sus condiciones de producción de habitar, requieren poner de relieve un nuevo paradigma ecosistémicos que genera mejoras en la calidad de vida de las personas y su relación con la naturaleza. La vida ciudadana es la fuente de revelación de la propia identidad; por su parte, la educación urbana se transforma en una acción discursiva reveladora de la identidad personal; es aquí donde el ejercicio pedagógico de Ciudad Educadora y Sostenible a partir de la perspectiva política, debe contribuir a forjar la capacidad crítica y el pensamiento libre y autónomo del ciudadano que no es otra cosa que permitir la formación del juicio político; no obstante, estamos de acuerdo en que la educación no es un simple aprendizaje sino una experiencia múltiple, en donde es indispensable el diálogo para favorecer el pluralismo de las convicciones, la promoción de los desacuerdos racionales y el ejercicio de diversas prácticas sociales. En razón de lo anterior, y como menciona Fernando Bárcena, propone considerar la noción de ciudadanía como un concepto contestable que, como tal, posee tres características: a. Es un concepto apreciativo o evaluativo que no se limita a describir sino que indica una norma, que expresa tipos de acciones, conductas, realidades prácticas, cosas que deben hacerse; b. Es un concepto abierto, sometido a frecuente definición y redefinición, lo cual es consonante con la concepción de ciudadanía como una práctica interpretativa; y, c. Es un concepto que describe un núcleo intrínsecamente complejo de prácticas de compromiso en el proceso complejo sobre los conocimientos que se propone la educación ambiental (EA) y Calidad de Vida. 4d 23 El asunto aquí expuesto, es la que voy a analizar sobre la “calidad de vida y educación” para ciudades educadoras, en que las sociedades enfrentan un drama emergente que se incrementa en las poblaciones. Al mismo tiempo, los beneficios de la extracción y el acceso a los recursos se distribuyen de forma desigual en la ciudad, entre los grupos de la sociedad. A pesar de estos retos y necesidades para la transformación urbana ambiental, que todavía tienen por objeto aumentar el crecimiento económico como un medio para la creación de la "prosperidad en la ciudad" en lugar y de mantener el objetivo de adaptar las actividades humanas a los recursos imprevisibles disponibles y desmedidos, asegurar que todos los grupos disfruten los recursos suficientes para asegurar una buena vida proporcionada y sustentable, en donde debemos de tener presente los posibles desajustes que provocan su calidad geopolítica (política, económica y social, ambiental) mediante: • Reducir las afectaciones de la actividad antropogénica en el planeta tales como: aceleramiento del cambio climático, el agotamiento de la capacidad de carga de los recursos, degradación de los ecosistemas y de su biodiversidad. • Reducir fenómenos disparejos intrínsecamente ligados al desarrollo económico, como la pobreza, inequidad y marginación. • Promover la calidad de vida, el buen vivir, de las personas. En estos casos, cuando las prácticas y perspectivas actuales parecen interponerse en el camino de la transformación, de estudios que puedan ayudar a crear bases para la planificación de una calidad de educación sostenible para la ciudad, y que generan las discusiones públicas sobre los estados futuros alternativos de una localidad saludable y armoniosa bajo la racionalidad para el Desarrollo Ambiental de la Ciudad Educadora, se puede decir que el mérito institucional construye las directrices a encauzar el propósito implícito en acciones perceptibles. El análisis así expuesto en demostrar de lo que provoca la calidad de vida en la ciudad, lo demostramos mediante un análisis de los dominios que la componen su fisonomía, la morfología del espacio preexistente de un territorio que refleja la visión de la población sobre su hábitat, la ciudad tiene un ritmo circadiano o sea, se refiere a la repetición rítmica diaria de ciertos fenómenos de sujetos dentro del ambiente ciudadano, logrando la simbiosis urbana, 24 porque la ciudad tiene como función soportar una identidad, de servir de base para provocar la cohesión hacia adentro, de lo local en la interacción del hombre con otros en sus estructuras sociales, es el fundamento para el desarrollo sostenible de innovaciones productivas de la sociedad, y rechazar la influencia de los desarticuladores externos de lo global, por lo tanto, al hablar de ciudad sostenible es conocer la ecología urbana que interactúa en su proceso en donde la calidad de vida es alterada, y el mismo como dice: (Touraine), con su teoría de la des-modernización, que sugiere que el individuo ya no se forma asumiendo roles sociales y medios de participación; se constituye por la suma de tres fuerzas: a) imponiendo su deseo de libertad y voluntad individual; b) en la lucha contra los poderes que transforman la cultura en comunidad; y c) en el reconocimiento interpersonal e institucional del otro como sujeto. De esta forma destaca que la relación con uno mismo rige la relación con los otros; “lo social descansa sobre lo no social y no se define sino por el lugar que otorga o niega ese principio no social que es el sujeto”, y la catalogamos en una superficie homogénea, constituida como suelo urbano, infraestructuras, vivienda, servicios, etc., en que se mantiene la substancia para la vida cotidiana y el cuidado de la salud de las familias. Entonces al hablar de CIUDAD EDUCADORA SOSTENIBLE nos referimos a un proceso en donde debe mantenerse el equilibrio natural con el ambiente; por lo tanto cesa la degradación, la sobreexplotación de los recursos naturales y su derroche, que se reparten mejor los recursos. Desde luego, la educación ambiental (EA) es más que una base de conocimiento relacionada con el medio ambiente, la economía y la sociedad. También tiene que ver con el aprendizaje de habilidades, perspectivas y valores que guían y motivan a la gente a buscar formas más sostenibles de ganarse la vida, participar en una sociedad democrática y vivir de una manera sostenible. La educación Ambiental también implica estudiar problemas locales, y globales cuando sea pertinente. Por lo tanto, estos cinco componentes (conocimientos, habilidades, perspectivas, valores y problemas) deben incluirse en un programa didáctico de formación; y desde una racionalidad teórica, practica y ética aplicable a la educación para el desarrollo de ciudad sostenible, que se haya reorientada para abordar la sostenibilidad ecologica. Para la mayoría de las sociedades, en universidades no es factible simplemente agregar más elementos a sus programas académicos, es aportar los elementos didácticos al plan 25 curricular. Veamos más de cerca estos los componentes de una educación orientada para abordar la sostenibilidad y conocimiento. El desarrollo sostenible abarca al medio ambiente. Por tanto, la gente necesita de conocimientos básicos de las ciencias naturales, ciencias sociales y humanidades para comprender los principios del desarrollo sostenible urbano, cómo pueden ser implantadas, los valores que implican, y las ramificaciones de su implantación. El conocimiento basado en las disciplinas tradicionales es el soporte de la educación ambiental (EA). El reto para las comunidades en el proceso de crear programas académicos sostenibles, será seleccionar los conocimientos que apoyarán sus metas de sostenibilidad del barrio. En el caso de que la comunidad no haya definido metas de sostenibilidad, puede utilizar entonces los principios y guías de sustentabilidad. 4. Descripción del problema . Lo complejo de la ciudad sostenible en la acción educativa Es momento de rescatar y proteger la estructura de la ciudad, es necesario evocar los arcaísmos que pueden sentar bases al nuevo desarrollo sostenible, es imprescindible crear neologismos que empiecen a formar parte integral de su estructura lingüística, se trata de crear un neologismo a partir de los elementos naturales, es necesario volver a dotarlos de significado, es necesario darle el estatus a “ecología urbana” a los elementos naturales dentro de la ciudad, devolverles el carácter sagrado que perdieron, re-valorarlos y re-significarlos con el fin de re-estructurar la ciudad y recuperar la condición de identidad del ciudadano con su territorio; es necesario que sean estos “medio ambientales” quienes eduquen ambientalmente a los ciudadanos, razón por la cual, quienes intervenimos las ciudades debemos proyectarla con la responsabilidad de educar a través de nuestros propósitos de la enseñanza ambiental y para la planeación sustentable. Legítimamente, requerimos de un pensamiento hermenéutico que disipe las brumas y las oscuridades que la ciudad padece, que ponga orden y claridad en lo real de su transformación profunda, que revele las leyes que la gobiernan. El término complejidad no puede más que expresar nuestra turbación, nuestra confusión, nuestra incapacidad para definir de manera 26 simple, para nombrar de manera clara nuestro interés de la educación ambiental con la ciudad para poner orden en nuestras ideas y reflexiones. (Edgar Morin, et al) A fin de conocer las particularidades de la interrogante: ¿Qué es la complejidad ciudadana que habla Morin? A primera vista la complejidad es un tejido (complexus: lo que está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Al mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Así es que la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre que nos encontramos ante un fenómeno ciudad-encrucijada, ciudad-mundo, que se constituye precisamente a través de computar, conjugar, equilibrar, sus muchas divergencias internas. La ciudad actual responde a la acción de factores activos, incluso contrastantes. De ahí surge su ser de la diversidad y su capacidad para asombrarnos todos los días. La gran ciudad actual es grotesca. Ni siquiera se la conoce. Por debajo de su orden externo al inquietarse una inmensa discordia social. En ella cabe todo, hasta lo impensable. Su configuración futura no es, en consecuencia, exactamente predecible. En el pensamiento complejo nada es exactamente predecible y, menos, tratándose del hombre. Sin embargo, tampoco será un caos. Los sistemas abiertos, adaptativos, tienden al orden. Es la ley de la entropía, pero al revés. La ciudad actual está arrancando los clavos en los que ellos colgaban su memoria y su nostalgia. Piensan que, lanzados a una confusión que ignora toda tradición y todo sentido de intimidad, están siendo etnológicamente “irrespetados”. Quizá consideran como deshumanización lo que otros llamarían sólo des-aldeanización. Una de las cosas que se lleva por delante el pensamiento complejo es el concepto de cosa, de ciudad, en cuanto unidad cerrada o nómada. En un sistema todos sus elementos se interaccionan. El pensamiento complejo desvela la complementariedad entre corpúsculos y energía, entre física y conciencia, entre historia y emocionalidad. De esa manera atribuye a los objetos y a los sucesos un carácter mucho más relacional y evanescente. Abandona las claves planas, unilaterales, y las sustituye con un juego de espejos combinados. Es en donde podemos deducir que la ciudad es un hecho cultural complejo. De allí la necesidad, para el conocimiento, de poner orden en los fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo 27 incierto, es decir, de seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambigüedad, clarificar, distinguir, jerarquizar a la ciudad. La realidad social de la ciudad, y por supuesto de las ciudades como sostiene (Castoriades) “es una totalidad que es y no es al mismo tiempo una. Hoy resulta crucial, reflexionar desde la duda, desde lo complejo, desde los interrogantes y no, como estamos acostumbrados desde la pretensión de brindar una respuesta única y categórica a los problemas que enfrenta la ciudad y sus ciudadanos. Es reconocer la dificultad de la calidad que debe de ser rescatada, es aceptar la complejidad, la incertidumbre y la necesidad de diversificar las posibilidades y las soluciones. Es principio necesario no solo en el plano individual sino también en el colectivo, et al. Una sugerencia complementaria ha venido sosteniendo Morín: la complejidad es un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: presenta lo uno y lo múltiple. Al mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico. Así es que la complejidad se muestra con los rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre, el pensamiento complejo no es aquel que evita o suprime el desafío, sino aquel que ayuda a revelarlo e incluso, tal vez, a superarlo una vez por todas el orden ambiental de la ciudad. Profundizando en estas reflexiones, (Lukacs), el filósofo marxista señala: “Lo complejo debe ser concebido como elemento primario existente. De donde resulta que hace falta examinar lo complejo de entrada en tanto complejo y pasar luego de lo complejo a sus elementos y procesos elementales que no impone la ciudad”. Desde esta reflexión teórica también (Irey Gómez y Luis Alarcón) han defendido la teoría, que la línea de fuga, la complejidad, es un flujo, una ruptura de la racionalidad, del orden de lo vetado. Nunca se acaba nada: el modo en que un espacio liso deja de estriar, pero también el modo en que un espacio estriado vuelve a producir liso, con valores, efectos y signos eventualmente muy diferentes, todo progreso se realiza por y en espacio estriado, pero es en el espacio liso donde se produce todo el devenir del desarrollo concreto, de ámbitos en los que los seres humanos puedan aprender a saber vivir juntos en un medio de vida compartido. 28 Un criterio que afianza este planteamiento en la construcción de la ciudad, donde se debe desplegar una actitud que diga simultáneamente “si” y “no” a la forma convencional de teorizar lo real, una actitud como la denominada por Heidegger la serenidad para con las cosas, la cual conjuntamente con la apertura a lo desconocido nos permite mantener despierto el pensar reflexivo de la existencia del lugar, clave para interpretar lo esencial de la ciudad que se encuentra oculta, sumergida y cubierta, que sale a la superficie y se deja ver como si flotase, llegando de este modo hacer evidente y percibida por todos, el problema de la ciudad no puede ser abordado al margen del pensamiento complejo, esto es, de aquel que se resiste a aceptar las fronteras trazadas por la manera tradicional de enfocar el fenómeno por la ciencia, que ve la sociedad a través de comportamientos estancos, estableciendo muros entre las disciplinas del saber. El pensamiento complejo, por el contrario, considera a la sociedad como un proceso en continuo movimiento, logrando de esta forma iluminar aspectos no enfatizados por el modo de pensar fragmentario; pretende articular lo físico con lo biológico y ambos con lo antropológico socialmente sostenible. Al decir que la educación para la sostenibilidad es una propuesta teórica de complejidad restringida, por más que articule los atributos y las dimensiones no puede agotar el campo de lo urbano. La ciudad, como toda obra humana, es hija del tiempo y de la acción colectiva de muchas generaciones que no nació de la teoría sino de la práctica. Por ello, “los estudios históricos son una herramienta indispensable en el análisis de los sistemas complejos. Se debe tratar de reconstruir la evolución de los principales procesos que determinan el funcionamiento del sistema urbano”. Esta es una actitud de pensamiento, al cual se expresa el concepto de ciudad educadora, la educación en los marcos de la sociedad moderna que busca construir la democracia y la ciudadanía como un principio vital del hombre. La ciudadanía fue en el pasado un atributo que distinguía a los habitantes permanentes y reconocidos como tales de la ciudad. Suponía un estatus definido por un conjunto de derechos y deberes cívicos, socio-económicos y políticos, que se podía ejercer en el ámbito del territorio de la ciudad. La ciudad es la mejor oportunidad para la innovación educativa. Por la complejidad de las políticas públicas que en ella deben integrarse y por una dimensión que permite una relación más directa con la población. La ciudad y el barrio ya requieren soluciones originales, no 29 uniformitas. También es el lugar de innovar en las relaciones entre administración y ciudadanos. Hoy se habla más de participación ciudadana que de participación política. La gestión política local requiere hoy multiplicar la información, la comunicación, socializar las potencialidades de los nuevos conocimientos, procedimientos y actitudinales. La participación puede ser información, debate, negociación. También puede derivar en fórmulas de cooperación, de ejercicios o gestión por medio de la sociedad civil. Un desafío social, promover las políticas sociales urbanas que ataquen a las discriminaciones que imposibilitan o reducen el ámbito de la ciudadanía: empleo, situación de vulnerabilidad, marginación cultural, etc. Es un desafío específicamente urbano: hacer de la ciudad un núcleo vivible ambientalmente, de sus centralidades y monumentalidad, de la movilidad y accesibilidad generalizadas, de la calidad y visibilidad del mosaico geográfico, sus barrios, de la fuerza de integración de sus espacios públicos, de la autoestima de sus habitantes, del reconocimiento exterior, etc., sea una productora de sentido a la vida cotidiana, de ciudadanía progresiva. La calidad de vida del ciudadano es el resultado de un conjunto de procesos sociales, culturales, políticos y económicos que genera la sociedad en función del medio que habita, produce y consume para su bienestar, y al abordar la educación de la ciudad supone tener en cuenta varios indicadores para su funcionamiento, por un lado, como interviene la cuestión de la cercanía con la esencia de estudio al que nos referimos; la determinación de las escalas de análisis son producto de todo el proceso formativo, y desde la enseñanza tiene que asumir la discontinuidad entre vivencia del espacio y el espacio pensados, para provocar el aprendizaje del concepto de ciudad sostenible, para asegurar la formación integral de la ciudadanía que participen activamente en el fortalecimiento de una nueva cultura ambiental que comprenda la complejidad de las relaciones entre la sociedad y la naturaleza. Así mismo, contribuir en la preservación de la vida, en todas sus formas, y promover la sustentabilidad del desarrollo, teniendo como base la educación ambiental. “Agenda Local 21” Pretendo demostrar en este estudio evaluar el progreso ciudadano a través de la sustentabilidad para la calidad de vida, he escogido una serie de componentes que la configuran y pueden predecir un nivel de desarrollo educativo, entre otros, considerados los 30 sobresalientes en cuanto a satisfacción de necesidades que requiere la ciudad de gestión, Formación, investigación, participación. Se parte del supuesto de la categoría educacional del individuo, en que sean satisfechas las necesidades de la población depende la calidad de la vida para un desarrollo sostenible ciudadano. La calidad de vida está formada por necesidades de subsistencia, adaptación, desarrollo e instrumentales, más la expectativas de la población que a estos elementos acompañan su transformación hacia en un devenir más seguro. Recordemos el pensamiento de “Pestalozzi” que sugería que la organización de la calidad de conocimiento debía ir de lo más cercano a lo que está más lejos, en función de lo que más próximo se fija más fuertemente que lo que está alejado, por el papel que desempeñan la intuición, la impresión y la percepción sensorial como fundamento de todo conocimiento. Alderoqui, et al, siendo la forma de perpetuar la identidad y patrimonio, así para la educación del objeto de conocimiento, la ciudad da una integridad y subsistencia a lo largo de la vida cercana, que se proponen en las siguientes finalidades: Contribuir a la formación del ciudadano para que actué con eficacia dentro del entorno ciudadano, se sienta identificado colectivamente. Principio IV-14 Carta de la Tierra. Y pueda imaginar escenarios de futuro. Para ello, será necesario abordar la enseñanza de la ciudad como un lugar de pertenencia con el cual todos los habitantes se identifiquen, se sientan responsables y encuentren modos de participación y gestión, respeten las ideas de los otros y contribuyan al desarrollo de políticas de igualdad. Principio II-12, Integridad Ecologica, Carta de la Tierra. Comprender la dinámica social y espacial que permita superar las visiones fragmentarias y casuísticas de los problemas urbanos. Principio IV-16, Carta de la Tierra. Se podrá abordar la ciudad como una construcción de las sociedades a través del tiempo mediante la cual se transforma la naturaleza y se valorizan y protegen o destruyen ciertos recursos; una ciudad que funciona a la vez como centro de atracción y difusión y organización del territorio circundante, como un objeto social de competencia y conflicto de intereses entre diversos agentes urbanos. 31 Ahora bien, volviendo a las necesidades de subsistencia que el ciudadano experimenta en el transcurrir espacial, se componen de los elementos: contacto, nutrición, salud, abrigo, y movimiento. Las necesidades de y adaptación incluyen entre otras, de comunicación, ubicación social, identidad, privacidad creatividad e interrelación social, todas ellas ubicadas dentro de un contexto social, hacen una ciudadanía estable y con identidad sustentable. Entre estas necesidades adaptativas mencionadas provocan una gran transformación de la naturaleza humana en la cual se interrelacionan flujos de materia y energía, la necesidad de preservar el ambiente y el mejoramiento en las condiciones de vida para todos los habitantes en la ciudad. Las necesidades de los satisfactores de la ciudad sostenible, encuentran su punto de referencia en el medio ambiente natural y en la población. De aquí, se derivan acciones, mencionadas del uso del suelo urbano, infraestructura, equipamiento, vivienda, servicio urbanos comunidad y ecología urbana. Estas categorías de análisis desprendidas de estos satisfactores no pretenden ser exhaustivas, constituyen variables, que además de ser de fácil medición, reflejan en términos generales la resiliencia del proceso de planeación del ciudadano y ejecución de obras en el mejoramiento de las condiciones de vida dentro de la ciudad rehabilitada. Entonces para analizar como convergen las variables de “calidad de vida” para la sostenibilidad debe de conjugarse el proceso educativo en el proyecto ambiental a contribuir en la construcción de una ciudad fortalecida e innovadora, cohesiva y sostenible y si consideramos que las diferentes categorías que se abordan, podrían articularse a través de la propuesta conceptual de calidad de vida y que alude al buen vivir en todas las facetas de las personas, pues se vincula con la creación de condiciones para satisfacer las necesidades materiales, psicológicas, sociales y ecológicas. *La ciudad es hoy el núcleo fundamental donde se materializan las relaciones humanas; por ello, nuestro ideal es una ciudad donde puedan vivir todas las personas y los grupos con satisfacción. Ello implica una ciudad participativa, segura, saludable; una ciudad productiva, innovadora, sostenible y racional en sus tendencias y en sus direcciones formativas; una ciudad de la cultura y el ocio, una ciudad educadora. Consideramos que la ciudad es un 32 espacio de enseñanza-aprendizaje, un eje de valores y recursos como los que nos ofrece el modelo educativo (ME) y que dan lugar a varias actividades docentes que queremos someter y analizar en las necesidades de aprender a conocer sobre el propio entorno, aprender a vivir juntos, participar y cooperar y aprender a ser en calidad de vida y sustentabilidad. Estos indicadores nos permite entender que la calidad de vida es una meta del desarrollo integral humano; incluye la satisfacción de necesidades básicas y las expectativas del modelo de bienestar de una ciudad sostenible, además sobre el tema será analizado también aspectos de subtemas disciplinares urbanos: 1. Suelo y habitabilidad, metabolismo; 2. Inclusión social y participación ciudadana (Movilidad); 3. Políticas públicas y espacio urbano;(complejidad) 4. Biodiversidad y sostenibilidad; (Eficiencia) 5. Educación e identidad (Cohesión social) 5e Al hablar de necesidades de calidad de vida ciudadana, por su heterogeneidad, de causa/efecto ambiental estructural del modelo sostenible, y la interacción que resulta de la interdependencia de diversos elementos del mosaico urbano en cual estamos circunscritos como población, y de sus elementos de la cohesión, eficiencia y complejidad, que caracteriza la compacidad y funcionalidad con otras áreas adyacentes, y cuando los elementos de la ciudad están en correspondencia mejor conectados logran su compatibilidad equilibrada; decimos que se mantiene una ciudad viable, objetiva y tolerable. 33 4.1 Desarrollo del Proyecto Educativo de intervención: a. (¿Qué se va hacer?) Nuestro estudio de caso, nos ha permitido observar que la ciudad es una capsula transdiciplinar didáctica de la educación se rige por tendencias socioeconómicas; siempre hay nuevas ideas en la comunidad para emprender un estudio. Con cada moda o tendencia, los profesionales y docentes deben decidir si la adoptan o la dejan pasar el caso del fenómeno “CIUDAD EDUCADORA”. Si los profesionales deciden adoptar una nueva tendencia didáctica de los 10 indicadores de calidad de vida en estudio: Población, Salud, Educación, Empleo, Vivienda, Seguridad Ciudadana, Medio Ambiente, Ciencias aplicadas, Convivencia, Bienestar, entonces deben estar preparados para enfrentar los cambios institucionales y recursos (por ejemplo, materiales de clase, tiempo de los maestros para planificar e implementar la nueva competencia de iniciativa, capacitación para los maestros, etc.). Los académicos saben que para que los maestros adopten una nueva tendencia o plan, éste debe cumplir con al menos uno, o de preferencia más, de los siguientes criterios: (a) la nueva tendencia les interesa; (b) les facilita su trabajo académico; (c) hace la diferencia en sus programas (por ejemplo, marca una diferencia positiva en cuanto a logros, actitudes o comportamiento de sus alumnos); y (d) se les hace responsables y se les evalúa. Desafortunadamente, en las EDS no será adoptada tan fácilmente porque la sostenibilidad no es de interés para el público en general ni para los maestros. 4.2 Diseño del PE transversalizando la perspectiva ambiental y de sustentabilidad Vertiente sobre la que se va a trabajar El trabajo entre las diversas áreas académicas universitarias y el personal docente debe comenzar después de que se dé a conocer el nuevo plan y se anuncien las razones de la decisión para llevar un nuevo cause transformativo académico. Los maestros, profesionales y directivos deben trabajar juntos para determinar cómo implantar la meta general dentro de cada área disciplinar, en este caso el estudio de la ciudad (sociología urbana). Juntos, deberán decidir qué componentes emprender y en qué orden se llevara el plan académico. El modelo de fortalezas es una excelente manera de empezar a establecer metas y prioridades para los programas de la educación ambiental sostenible (EAS) de la ciudad. Los 34 profesionales y docente también deben determinar metas intermedias para evaluar el avance del programa. Cuando se establezcan metas, se deben asignar las responsabilidades de cada tarea de los programas curriculares y se deberá crear un método de reportes para uso de los responsables. La gente con poder urbano y con un interés mayor debe ser asignada para las tareas más importantes; el éxito del programa que se persigue de este estudio. Cuando se trata de esfuerzos multidisciplinarios a gran escala, como la reorientación de la educación hacia la transversalidad de muchos proyectos académicos son posibles. Los profesores ambientales de cada proyecto buscan llamar la atención y están ansiosos por implantar sus ideas. Existe la tentación de empezar los proyectos a dar interés para el personal académico; sin embargo, la experiencia demuestra que lo inteligente es comenzar con cambios pequeños de actividades, en lugar de repartir los esfuerzos y energía del personal en muchas iniciativas de mayor envergadura. 4.3 Desarrollo de la propuesta: Plan Curricular de Ciudad Educadora Para asegurar que el programa de estudio logre su transversalidad en la curricula al procedimiento educativo y se establezca la educación ambiental, es necesario desencadenar los paradigmas educativos; mantener métodos de evaluación que deban cambiar conforme a la interdisciplinariedad académica. Si no se cambian las capacidades, habrá poco avance. Por ejemplo, si el director del programa le pide a un docente que enseñe usando un método didáctico, pero hace las evaluaciones de manera diferente a que se persigue en establecer una empatía con los maestros con base a los criterios que se usaban anteriormente, el maestro puede estar confundido y frustrado y puede negarse a cambiar de método. Debido a que la EA abarca cuestiones sociales, económicas y ambientales, la sustentabilidad se entretejerá en muchos aspectos de los alcances del plan, se requiere tener bien definida la tendencia a la que se someterá el análisis del método al que se va transversalidad la educación, recordando que la educación ambiental sobre la ciudad, denotan una serie de características de propósitos de la enseñanza-aprendizaje que impregnaran al plan de estudio sobre valores y actitudes que constituye la esencia de la formación personal, tanto en lo individual como en lo social, de pequeños éxitos surgen de los grandes logros para que se dé la transversalidad en la educación ambiental ciudadana. 35 El proyecto plantea tres objetivos didácticos: 1. Analizar como fluye el desarrollo de la ciudad para el mejoramiento de la calidad de vida, para cualquier ciudad que requiera su diagnóstico y de caso específico ambiental. 2. Se propone diseñar un sistema de medición de su impacto ambiental y sus características en donde la ciudad requiere un análisis resilientes con la población. 3. Elaborar un instrumento de evaluación “didáctico formativo”. 4.4 Estrategia de Aprendizaje de Pedagogía Ambiental Se identifica lo que se debe eliminar, reforzar y adquirir para el conocimiento del docente – alumno en el aprendizaje transformativo para la ciudad y Medio Ambiente Sostenible. Se entiende esa realidad en el plano de las experiencias individuales y colectivas del plan curricular. A. Dimensión: Aprendizajes significativos y situados (teoría educativa) 1. Hacer significar una realidad: 2. Partir del contexto que viven los individuos o la aplicación de los conocimientos. 3. Impulsar a la transformación de esa realidad (de acuerdo a su responsabilidad). 4. La experiencia educativa es equilibrada en conocimientos, afectos, valores y prácticas (promovidas individual y colectivamente) B. Dimensión: La interacción de los sujetos (la participación) 5. Promover el crecimiento personal en el marco de la cultura del grupo al que pertenece 6. Suministrar ayuda específica a través de la participación del alumno en actividades intelectuales, planificadas y sistematizadas. 7. Enseñar a pensar en contenidos significativos y contextuados. 8. Construir nuevos significados, introduciendo nuevos elementos o nuevas relaciones sobre lo conocido. 9. Reestructuración activa en las percepciones, ideas, conceptos y esquemas que el aprendiz posee en su estructura cognoscitiva. C. Dimensión: Rol activo del docente 10. Transferencia de responsabilidad 11. Organizador y mediador del conocimiento 12. Trabaja en la zona proximal de desarrollo 13. Es responsable de su aprendizaje 14. Construye o reconstruye los saberes de su grupo cultural D. Dimensión: Facilitación del aprendizaje Teoría de aprendizaje 15. Transferencia de responsabilidad. 36 16. Ligar contenidos 17. Potenciar capacidades 18. Empoderamiento individual y colectivo 19. Construcción de conocimientos. 5. Antecedentes de los indicadores de la ciudad para la sustentabilidad Los términos y conceptos que se han manejado a lo largo de esta investigación deben ser tratado mediante una matriz urbana para lograr la ciudad sustentable. El mosaico terrestre tiene que ver con el lugar del espacio físico de la ciudad el cual se desea medir su proximidad a la sustentabilidad. Este puede corresponder con una aldea, pueblo o ciudad, región, país y así sucesivamente hasta el planeta entero inclusive, se logren articular los componentes técnicos que construye la ciudad en donde se inserta el estudio para un plan académico. Cuanto menor sea la escala geomorfológica, más difícil es saber dónde trazar los límites del modelo, incluso dentro de unidades espaciales claramente acotadas, hay dificultades para trazar estos límites. Por ejemplo, las áreas urbanas son entidades independientes pero tienen vínculos con otras áreas urbanas, por lo que la sustentabilidad en una zona urbana puede verse fuertemente influenciada o incluso depender de lo que sucede fuera de esa zona. Esto significa que, incluso cuando un límite está definido, lo que está fuera de ese límite puede ser de gran importancia en virtud que puede tener afectaciones en el territorio de interés analizado (Bell y Morse, 2008). El espacio es mucho más que un lugar geográfico vacío sino que es fuente de hechos, identidades y comportamientos que constituyen el territorio. En este sentido, el territorio es donde las personas viven e interactúan y que además, proporciona una parte importante del sentido de pertenencia e identidad que son los responsables de la generación de la cultura (Seghezzo, 2009). De manera particular, respecto al espacio urbano, es pertinente mencionar que existen diversos criterios para clasificar las ciudades. Cada país tiene políticas y criterios propios para catalogar los asentamientos humanos. No obstante, un criterio que en el que todos coinciden para realizar la clasificación de ciudades es la cantidad (Voula, 2010). En este sentido, mientras mayor población de población humana exista en un territorio, la complejidad de las relaciones y fenómenos que acontezcan serán mayores y, en 37 consecuencia, la proximidad hacia la sustentabilidad requerirá mayor esfuerzo. Por ejemplo, en México, las ciudades se clasifican por su tamaño en pequeñas (de 20 mil a 120 mil habitantes), intermedias (más de 120 mil y hasta 600 mil habitantes) y grandes (más de 600 mil habitantes) (BANXICO, 2011). Bajo este criterio, la ciudad de caso de estudio es una ciudad de tamaño intermedio (INEGI, 2013) en (Álvarez de la Torre, 2011). Este tipo de ciudades se caracterizan por ser los centros urbanos de mayor crecimiento demográfico en los últimos veinte años del país. Por otro lado, la escala de tiempo se refiere al periodo durante el cual ocurre o no la sistematización de sustentabilidad en un territorio. Es una dimensión sumamente relevante puesto que posibilita la noción intergeneracional planteada en lo que la definición de sustentabilidad provoca. En este sentido, se pueden encontrar palabras que se asocian claramente con sustentabilidad tales como: presente, futuro, mejorar, mantener, equilibrio, conservar y mejorar. El tiempo es la dimensión que permite valorar los efectos futuros de las acciones y omisiones de hoy en día. En los indicadores para la sustentabilidad, la escala de tiempo se refiere al periodo en el que una propiedad o atributo es valorado con el propósito de observar cambios o alteraciones en su ponderación. En la práctica la escala puede ser de años, meses, semanas, lustros, décadas, e inclusive, siglos. La medición de la sustentabilidad de sistemas diferentes puede requerir escalas de tiempo diferentes. De hecho, es posible que diferentes componentes de la sustentabilidad de un mismo sistema deban medirse en marcos temporales diferentes. Para poder realizar comparaciones y evaluaciones válidas, es imperativo establecer un punto de partida, o condición de referencia en la escala temporal, a fin de que las tendencias puedan ser medidas en igualdad de circunstancias temporales (Bell y Morse, 2008). Lo que se pretende es ir acercado conocimientos para lograr una mejor apreciación de lo urbano, desde un enfoque de la calidad de un territorio, la sustentabilidad está representada por un cambio de contribución al entorno. Desde el paradigma de pensamiento dominante, si se deteriora la calidad de la pertenencia o parámetro medido, entonces el territorio puede ser considerado no sustentable. Es decir, la no consecución de la sustentabilidad se convierte de facto en insustentable. No obstante, la calidad es un término subjetivo abierto a todo tipo de juicios de valor (Bell y Morse, 2008). En este sentido, se han realizado algunas propuestas 38 para tratar de comprender el significado de calidad y su valoración en el contexto de la sustentabilidad. Desde una visión fragmentada y reduccionista, una de las propuestas mayoritariamente utilizada es la que se vincula al término sostenibilidad, la cual propone que existen dos niveles de ésta: la sostenibilidad fuerte y la sostenibilidad débil. En este contexto, los indicadores están orientados a describir los costos de la consecución de rentabilidad en detrimento del entorno (Neumayer, 2003). En este marco, la calidad se refiere a la magnitud y sentido de tales costos. 6f • La sostenibilidad fuerte establece que no es aceptable un equilibrio entre los beneficios económicos y el entorno. El argumento de la sostenibilidad fuerte implica que el ambiente es fundamental para la supervivencia, y cualquier alteración va a tener repercusiones negativas. • La sostenibilidad débil establece que la calidad del entorno puede ser objeto de comercio a favor de los réditos económicos y, para ayudar a hacer todo esto más fácil, el ambiente se valora en términos monetarios. Esta es la forma de sustentabilidad que actualmente predomina en la economía global. Sin embargo, como se ha venido exponiendo, esta es una manera simplista de abordar la sustentabilidad, la cual va más allá de etiquetar hechos y condiciones como buenos o malos, trascendentes o efímeros, sostenibles o no sostenibles. En contrasentido, en el marco del paradigma de complejidad adoptada en este trabajo, la condición de calidad del territorio, en lo que a sustentabilidad se refiere, debe entenderse como un proceso de aproximación dinámico el cual, como lo afirma Gadotti (2000), debe entenderse como una búsqueda incesante de transformaciones que permitan a la humanidad 39 desarrollar una conciencia planetaria, a partir de la cual pueda darse un sentido más profundo a las actividades humanas y su relación con el entorno. Es por esto que Gudynas (2004) sugiere que la sustentabilidad debe asumirse como un camino abierto que puede recorrerse desde diferentes preocupaciones y a ritmos distintos, en donde lo más importante es dar el primer paso y comenzar a caminar, pues la sustentabilidad no es un fin, sino un proceso. Como ya se ha comentado, la calidad del territorio y la sustentabilidad, abordada desde la denominación de desarrollo sustentable y sostenibilidad, se centró en función del ambiente natural, con énfasis en las entidades físicas tales como el nivel de agua y la contaminación del aire, la erosión del suelo, la acidez o alcalinidad del suelo, rendimiento de los cultivos, la biodiversidad, y así sucesivamente. El realizar una medición sobre estos tópicos particulares puede ser difícil, sin embargo, al menos se trata de factores medibles y, por lo tanto, la calidad del territorio puede ser expresado como una composición de todos. Posteriormente, la noción de sustentabilidad comenzó a incorporar elementos tales como la calidad de vida como parte inherente y eje de la sustentabilidad. La calidad de vida es la percepción de un individuo acerca de su posición en la vida, en relación con sus objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones. Esta definición está llena de subjetividad y ha sido empleado desde la retórica del modelo económico predominante, por lo que tales expectativas, estándares y preocupaciones se expresan, con frecuencia, en términos monetarios. Por ello, desde una corriente de pensamiento alternativa, en los últimos años se ha propuesto adoptar una concepción mucho más cercana a los preceptos la sustentabilidad que es la del buen vivir. El buen vivir refiere un modelo de vida justo, con una estructura social basada en la armonía y equilibrio entre los seres vivos y el entorno; vivir en comunidad, en hermandad y en complementariedad unos con otros y con el cosmos, de ello partimos que la ciudad es el espacio constituyente de la sociedad para alcanzar los objetivos de sustentabilidad para una conciencia superior El buen vivir es una concepción de la vida lejana del modelo industrialista consumidor y depredador, el cual, es regido por un tiempo linear donde la acumulación, la competencia, el individualismo, la noción de valor económica a todas las cosas, la importancia del costobeneficio y de los usos productivos y la maximización de las ganancias, son los fundamentos que se generan en la ciudad. (Neil, 2011). Aunque la correspondencia conceptual del buen vivir con la sustentabilidad es evidente, no existe unanimidad en lo que significa en la práctica 40 y en la manera en que deben ser de procurarse y ser evaluado. En consecuencia, esto dependerá de una visión particular de la sustentabilidad y de las respuestas a las preguntas sobre las correspondientes escalas espaciales y temporales, sin embargo, una vez que el objetivo ha sido claramente identificado, es necesario contar con herramientas, como lo son los indicadores que hemos mencionado, para saber si un objetivo se ha alcanzado y poderlo considerar. El desarrollo sostenible antropizado incluye al contexto de un modelo de ciudad común, conformado por los elementos físicos (como la topografía, el clima, el suelo, etc.), al ambiente construido, compuesto por la estructuras resultantes de la dinámica social sobre el territorio y uso, y por ultimo incluye a la sociedad que la habita en un determinado tejido territorial; es decir, el ambiente social con sus particulares características que lo distinguen en función del nivel socioeconómico, del acervo cultural, de su condición popular, de las condiciones de energía y de educación, entre otras particularidades que se generan internamente en el núcleo poblacional de la ciudad. De esta forma, el ambiente urbano surge de diversos procesos de interacción entre la instancia natural, la construida y la social. Cada una de ellas es condicionante de los otros dos elementos que se manifiestan en su proceso de Calidad de Vida, y a la vez resultante de ambas. La comprensión del ambiente urbano y sus problemáticas está sujeta a la determinación de las relaciones y condicionamientos que existen entre estas instancias para generar una ciudad sostenible y eficiente. El ambiente urbano se encuentra sometido a fuertes demandas generadas por el modelo de desarrollo económico y por el rápido aumento de la población de las ciudades. Produciéndose en ese contexto, una acelerada disminución en su calidad y capacidad para sostener los procesos ambientes y las distintas formas de vida en que ellos puedan ser exhaustivos. Los impactos negativos que surgen de estos procesos se pueden observar en la progresiva contaminación y degradación de los recursos que se hayan generado a través del tiempo. Bajo estas analogías sociales que se han generado por una serie de efectos desiguales; y determinados por la distribución de los efectos del crecimiento económico, en las diferentes posibilidades de condiciones de acceso a los recursos naturales; particularmente en ciudades 41 tercermundistas por la escasa promoción, valoración o desconocimiento de formas alternativas de utilización de estos recursos no han llegado a una estabilidad sostenible. (Herrero, 2004) Las ciudades así concebidas durante largo tiempo como destacados centros de producción, desarrollo social, innovación y creatividad, se han transformado en las últimas décadas en espacios cada vez más inhóspitos en los que se multiplican la pobreza, la violencia, la marginación y la degradación ambiental; de esta forma es necesario impulsar un nuevo paradigma de la relación sociedad-naturaleza La comprensión de los conceptos, variables y factores que determinan la problemática ambiental urbana constituye un requisito fundamental previo al diseño y materialización de estrategias de intervención sobre el estudio Educativo y cultural de la sociedad sobre el territorio. Es necesario evaluar el desarrollo del problema educativo de una ciudad en términos de “calidad de vida, social y cultural” que requiere de la presencia de un sinnúmero de indicadores de definición, estructura y análisis, así como de diseño y aplicación de requerimientos teóricos y prácticos que deriven en programas y tendencias socioeconómicas, por ello he realizado una lista que nos permiten determinar el progreso cualitativo de la ciudad (a grosso modo), mediante los diferentes medios socioeconómicos mencionados y de ello poder observar la particularidad de realizar un plan de modelo de ciudad educadora. ASPECTOS DE SUBSISTENCIA Y DE ADAPTACION Y DESARROLLO • NUTRICION COMUNICACION • SALUD UBICACIÓN SOCIAL • CONTACTO IDENTIDAD • ABRIGO CREATIVIDAD • MOVIMIENTO INTERACCION SOCIAL INSTRUMENTALES ASPECTOS SOCIECONOMICOS • TRABAJO INGRESO • EDUCACION OCUPACION • ORGANIZACIÓN TIPO DE POBLACION 42 • PARTICIPACION COMUNIDAD SATIFACTORES URBANOS ECOLOGIA URBANA • SUELO URBANO VIVIENDA • INFRAESTRUCTURA SERVICIOS URBANOS • EQUIPAMIENTO Elaborar un proceso metodológico con estas características implica, entre otras cosas, formular objetivos generales y específicos, metas, preguntas fundamentales, hipótesis, instrumentos de investigación y un sistema de codificación y análisis y muestreo que debemos hacer en su ponderación, (para este caso lo expuesto aquí se omite a realizar la ponderación por tiempo restringido y requerido para hacer este análisis metodológico). ¿QUE PROPONEMOS? un estudio sobre la estructura urbana que identifique el tejido de la ciudad que conforma la ecología urbana para un modelo educativo sobre el entorno humano apto de vida y permita aprovechar los recursos naturales, que el espacio geopolítico ofrece para ayudar a entender un hábitat que genere una calidad de vida y bienestar hacia el desarrollo sostenible. En todo caso, los satisfactores mencionados nos permite prestar atención en donde el conocimiento de la metodología nos admite ampliar mejor contenidos en la que la ciudad está conformada y entender mejor la problemática poblacional y con mayor envergadura y amplitud que estamos pretendiendo diseñar planes educativos, no perder de vista las fases del plan didáctico, mostrando para su utilidad práctica del fenómeno asignado en sus diversas áreas formativas del modelo de las áreas académicas que la universidad promueve al desarrollo de crecimiento profesional. 6. METAS PARA LA CONSTRUCCION DEL PROGRAMA CIUDAD SOSTENIBLE Estos rubros de la ciudad en su prospección, puede visualizar la capacidad y la creación de condiciones para hacerlos factibles y viables, se constituyen en componentes requeridos por la ciudad percibida y deseada. La complejidad de lo urbano, lleva necesariamente a imaginarlo desde un amplio universo que asuma lo cultural tanto como lo político, lo estético al igual que lo funcional, lo espacial así como lo territorial, lo económico al igual que lo social y 43 ambiental, en fin, la amplísima red que configura un sistema abierto. Aparecen en el plano constitutivo de la “CIUDAD VALORES” de carácter físico, espacial y ambiental y otros de carácter cultural, social, político y económico, sobre los cuales crece el imaginario de nuestras ciudades sostenibles. El objetivo de este planteamiento da una reflexión acerca de la noción de Sustentabilidad Ambiental Urbana, siendo un término frecuentemente usado en la actualidad para referirse al anhelo de desarrollo de nuestras ciudades y territorios, poniendo énfasis en conceptos relacionados con la dimensión social de los problemas ambientales, es indispensable asumir como el mínimo ético para nuestras ciudades, en que ninguna diferencia pueda justificar la exclusión. Esta dinámica está condicionada por una racionalidad social, es decir, una idea del mundo que guía a los intereses de la sociedad, basada en valores, saberes y comportamientos que legitiman los procesos de desarrollo y la relación entre el Ser Humano y su Hábitat construido, en el cual es integrar los valores inherentes del desarrollo sostenible en todos los aspectos del conocimiento, para promover cambios en el comportamiento que permitan una sociedad más sostenible y justa para todos hacia un mejor procedimiento humano. El estudio del comportamiento de las ciudades debe entenderse desde la supervivencia en su hábitat, integra los campos de las ciencias en términos de entropía, se encuentran condicionadas por la información con el medio ambiente y la información propia producida durante el proceso de degradación y regeneración de la imagen de ciudad, desajustada bajo el principio sistémico de emergencia que se vive como ecosistema degradado. Por tratarse de sistemas separados, en su capacidad de traslación interna, y dependen de su capacidad de intercambio de recursos sin un control y de exploración, todo el proceso que interactúa con el espacio existencial del hombre, determinado por la estructura del medio ambiente que le rodea, a sus necesidades y deseos de un restablecimiento espacial citadino. El espacio urbano es un aspecto de ese proceso, del sitio existencial, que se denotan los esquemas que el hombre desarrolla ante la interacción con el ecosistema para progresar en un territorio justo y concluyente. La ciudad requiere de una ciudadanía con derechos y consciente a su nivel de vida, de ello como de sus problemas y obligaciones, expresadas de responsabilidad pública, la solidaridad, la correspondencia, la reciprocidad y la confianza, en el horizonte de un 44 proyecto colectivo multidisciplinar de ciudad, lo cual, propone transformaciones en aspectos como segmentación y sectorización en los usos del suelo, la participación dentro de las decisiones públicas y la política, el aprovechamiento de las cualidades e infraestructuras urbanas y ambientales, y la expresión cultural, entre otros. La ciudad como un ecosistema biológico nos permite concebir el desarrollo de la planeación dentro de las bases de calidad y lo que conforma una postura de la sostenibilidad; Sin embargo, a pesar de la aceptación del concepto, su puesta en práctica dista mucho de asumir las implicaciones de estas conexiones de ciudades actuales. Si los problemas se enfocaran desde esta perspectiva, la búsqueda de soluciones se centraría en el conjunto de relaciones que se producen dentro del entorno hacia los recursos naturales para atender las necesidades básicas de la población, desde su extracción, transformación, distribución, acceso, consumo y desecho, provocan una des-construcción. Desde luego, la observación de las fases de la ciudad ha sido premonitoria como lo demuestran la situación de confusión conceptual del término “ciudad emergente” y el resultado de lo que el público ha venido denominando “sustentabilidad ambiental”; para lograr la planeación y conducción del desarrollo de la ciudad hacia la sustentabilidad que resulta imprescindible, entre otras cosas, contar con una base sólida de conocimiento científico sobre los procesos económicos, sociales y ambientales que rigen la relación sociedad – naturaleza, es una concepción totalizadora de explicar (análisis) la ciudad bajo un ritmo circadiano para poder transformar la sociedad (praxis), y si lo vemos de esta manera, contribuye a integrar diversos elementos que la constituyen, hacia un proceso de valoración objetiva por parte de la población, consensuada en cuanto al estilo de desarrollo sostenible que se pretende lograr. El estudio permite revisar la clasificación de los paradigmas que se conforma en las carreras universitarias y permitan ajustar los aspectos didácticos al modelo educativo para lograr un acuerdo institucional dentro del Sistema de Fortalecimiento de Formación Integral en su conjunto y así lograr una transaversalizacion de la investigación sobre actividades que puedan compartir con el estudio de caso de la CIUDAD EDUCADORA Y SOSTENIBLE, para establecer un plan que se vincule para cada área académica. (PMEUG) 45 PLANES CURRICULARES Sistema de Fortalecimiento de Formacion Integral LA CIUDAD EDUCADORA Y SOSTENIBLE 7g Tales escenarios puedan cumplir los objetivos de metodología de la calidad educativa y sostenibilidad, de ir más allá a los discursos contemporáneos de lo que requieren las ciudades emergentes. Esta temática proporcionará una introducción metodológica para formación en los estudios de ciencias de la ciudad, en proporcionar aspectos sobre cómo los estudios futuros mediante una educación ambiental para la sustentabilidad deberán interactuar en las áreas académicas que contempla el modelo educativo, de ser útiles en la formulación y el análisis que realmente cumplan con los objetivos establecidos al planteamiento de la metodología de ciudad educadora, y que están ligados a presentar los procesos sistemáticos para las áreas curriculares que la universidad promueve mediante el Departamento del Medio Ambiente y Sustentabilidad de la UG para el estudio de la ciudad. CIUDAD EDUCADORA Y SUSTENTABLE Y UNIVERSIDAD División de Arquitectura, Arte y Diseño División de Ciencias Económico Administrativas División de Ciencias Naturales y Exactas División de Ciencias Sociales y Humanidades División de Derecho, Política y Gobierno División de Ingenierías 46 Este cuadro representa un ejemplo para las áreas que corresponden al estudio de ciudad 8h 7. ESTRUCTURA POR DISCIPLINAS DEL MODELO EDUCATIVO (MEUG) Se pondrá especial atención al modelo pedagógico universitario, como un anclaje social para la creación de escenarios mejor resueltos en los planes y programas de actividades para la formación interdisciplinar sobre el entorno y medio ambiente, lo que ilustra futuros sostenibles, del paradigma de ciudad en el contenido temático del concepto sustentabilidad urbana construido, casi nadie discute el conocer sobre las expectativas que se le confieren de “ética urbana ambiental”, actitudes sociales y el agrado que despierta en los habitantes la ciudad sostenible, son elementos básicos para una gestión territorial en la formación desde sus diversas ópticas de planeación académica, en este sentido es un proceso permanente y continuo de formación y aprendizaje en que la persona, en interacción con la sociedad en la que vive, intenta conservar y mejorar el medio urbano. En esta tendencia de planeación la Educación Ambiental pretende formar una conciencia personal y social sobre las causas y soluciones de los problemas ambientales, buscando que trascienda hacia una conciencia solidaria, para generar cambios en la calidad de vida y armonía entre los seres humanos y otras formas de vida; pretendo exponer que los diversos sectores institucionales que deberán enfocar con mayor ahínco, a una re-valoración constructivista y objetiva por parte de políticos, profesionistas, académicos, en cuanto al estilo 47 de desarrollo y un nivel de implicación individual y colectiva, puede conseguir las asignaciones que corresponden a la sostenibilidad aptos y necesarias de vida cultural, económica y política a determinar la gobernanza de las ciudades Sostenibles. Si estas estrategias educativas y comunicativas cumplen su importante rol en el alcance de este objetivo de preparar al grupo para el trabajo interdisciplinar en las actividades relacionadas con la planeación del desarrollo de la ciudad para que tenga la capacidad de integrarse a las necesidades particulares de la comunidad a la que va a servir y reconvertir y ampliar su práctica profesional ante la dinámica de desarrollo ambiental para las actuales circunstancias de la curricula para ser consiente al estudiante de la existencia de los diversas características físicas, geográficas, etnográficas, socioeconómicas, etc.; a fin de conocer la interacción con el medio ambiente y sepa analizar y evaluar los antecedentes, procesos y resultados relativos al problema urbano. Como venía exponiendo de la noción básica sobre “Calidad Ambiental” como un nuevo tipo de ponderación de equilibrar con el nivel de la característica de sustentabilidad y que nos permita llegar a la construcción de una sociedad eficiente, y necesaria para hacer frente a estos desafíos transversalmente en la educación; las ciudades son los motores del crecimiento del planeta, afectando profundamente la ecología de la Tierra. Debemos de sostener incluso tasas modestas de desarrollo de los niveles de la población, la economía y la calidad de vida con la concentración de la ecología de la ciudad, se planteara el mayor desafío a corto plazo para la comprensión humana. 8. Sustentabilidad Ambiental Urbana El concepto de sustentabilidad, surge como una nueva dimensión en la concepción de las relaciones entre la sociedad, el desarrollo económico y los recursos naturales, centrando los debates y reflexiones en la valoración adecuada del medio ambiente y de la utilización responsable de los recursos renovables y no renovables, asegurando la posibilidad de su uso territorial a largo plazo, para el bien de la población, reflexionando que las oportunidades que brinda la educación sobre el medio ambiente de un Programa Educativo (PE) pueda implantarse y desarrollarse en todas aquellas tendencias, factores y eventos que en el contexto de la ciudad permitan, apoyen, impulsen, refuercen o aceleren las acciones a emprender y asimilen al mismo tiempo los impactos, sin producir reacciones contrarias a las expectativas del resto del plan. 48 Las instituciones académicas están llamadas a establecer un sistema formativo como base para el suministro de soluciones y orientaciones alternativas para el crecimiento educativo urbano. Nos encontramos ante el paradigma de encontrar soluciones en una posición para liderar el desarrollo de las ciencias de ciudad con disciplinas que aporten un ámbito amplio del conocimiento pedagógico. El Desarrollo y gestión de las ciudad es una alarmante situación mundial actual, tanto como un desafío cultural en el crecimiento regional que nos involucra en las expectativas formativas que pueda lograr mediante las diversas actividades que la universidad está dispuesta a esta concepción formativa de la sustentabilidad urbana. Recordemos en el informe de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, “Nuestro futuro común”, 1987, se señala: “la humanidad está en condiciones de realizar un desarrollo sustentable en el tiempo, en forma tal que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones en atender sus propias necesidades”. En ese contexto, identificamos tres grandes enfoques de aproximación al problema de reformular las condiciones económicas y educativas: • Un enfoque neoliberal, que considera el desarrollo sustentable como medio para sostener el crecimiento económico a partir de la incorporación de los costos ambientales de degradación y agotamiento de los recursos naturales. • Un enfoque, asociado al concepto de necesidades básicas, que propone alcanzar el bienestar social a partir de las condiciones ecológicas necesarias para sustentar la vida humana de las generaciones presentes y futuras, en un determinado nivel de bienestar. • Y un tercer enfoque de carácter estructuralista (Planeación de la Ciudad). Se escoge para este trabajo el término “sustentabilidad o desarrollo sustentable” como apoteosis a Calidad de Vida, pues aunque en la práctica significan lo mismo, la palabra “sostener” implica mantener, soportar, conservar. Por el contrario, la reflexión en torno al modelo de desarrollo actual apunta justamente a generar cambios estructurales, para hacerlo sustentable en todo el fenómeno que padece lo urbano. Asimismo, se ha señalado –especialmente en relación a Latinoamérica– que los problemas del medio ambiente y del desarrollo sustentable se encuentran directamente relacionados con 49 los problemas de pobreza urbana. Requiriéndose para su solución indicadores que nos permitan una clarificación mejor para poderlo anclar a la sustentabilidad, son elementos de la satisfacción social, de necesidades básicas de alimentación, salud y vivienda, transporte y más abundante aún, de una nueva matriz activa que privilegie las fuentes renovables, de procesos de innovación tecnológica y de una gestión político-administrativa democrática y participativa con la comunidad. (Guimaraes, 1994) El desarrollo de la ciudad se ha definido como el “proceso de adecuación y ordenamiento con el medio ambiente y lo urbano en sus aspectos físico, económico, y social en función de factores dinámicos como el crecimiento económico y el cambio para generar la calidad de vida sostenible. El desarrollo implica un proceso integral que persigue el equilibrio ambiental – sostenibilidad – entre estos dos aspectos, siendo diferente en su coordinación, el aspecto parcial del crecimiento físico que en ocasiones es interpretado como desarrollo equivocadamente. El desarrollo de la ciudad debe ser concebido en integración del desarrollo regional o territorial ya que difícilmente se da en forma independiente ambos términos. Citando un apartado de Robert Park, (escuela de Chicago) dice: “La ciudad es sobre todo un estado de ánimo, un conjunto de costumbres y tradiciones, de actitudes y de sentimientos organizados, dentro de estas costumbres trasmitidas mediante esta tradición, o sea la ciudad solamente es un mecanismo físico u una construcción artificial: está implicada en el proceso vital de las gentes que la forman; es un producto de la naturaleza y en particular de la naturaleza humana”. Por lo tanto, al descifrar el anterior concepto, puedo referir que la calidad de vida se gestiona los procesos vitales incluyentes de dos elementos principales de los satisfactores ambientales: 1. NECESIDADES BASICAS 2. EXPECTATIVAS DE BIENESTAR La primera de necesidades básicas, está formada por trabajo, nutrición, salud, educación y vivienda (de naturaleza física) y se encuentra apoyada por las de subsistencia (contacto, reposo, abrigo y movimiento); las de adaptación y desarrollo (comunicación, ubicación social, identidad, privacidad, creatividad, e interpretación social), y las instrumentales (educación, 50 trabajo, organización y participación) todas ellas proporcionan los procesos, causas y mecanismos de carácter institucional relativos a la enseñanza de los problemas que afectan los problemas urbanos. Las expectativas de bienestar en la ciudad comprenden todos aquellos deseos y aspiraciones expresados y definidos por los grupos sociales para alcanzar metas que tengan oportunidades reales de ser satisfechas por la población en un medio que permita a la población obtener mejores formas de actuación sostenible. Mientras que el ambiente urbano, no expresa una particularidad de resolver estos elementos en la ocupación del territorio para una población, donde la concentración, densidad y calidad de dicha ocupación, va formando una progresiva diferenciación afuncional y social en la ciudad disgregada, no podría darse el derecho sostenible. Entonces es necesario realizar un análisis mediante los indicadores de forma operacional del atributo para llevar las características de la problemática, el cual no sólo hace visible o perceptible el fenómeno de interés sino que lo destaca cuantitativamente y comunica la información principal. De acuerdo con (Chevalier y otros1992), un indicador es una medida de la parte observable de un fenómeno que permite valorar otra porción no observable de dicho fenómeno, de lo que prevalece en la ciudad actual. Es decir, un indicador se convierte en una variable de aproximación que proporciona información sobre una realidad que está ocurriendo, dada su complejidad o nivel de abstracción, no se conoce de forma completa o directa. Por su parte, (Ott 1978) define a un indicador como la forma más simple de reducción de una gran cantidad de datos, manteniendo la información esencial de los mismos y de los fenómenos asociados a ellos. Bajo esta perspectiva, un indicador permite una lectura comprensible y científicamente válida de un fenómeno objeto de estudio. Gallopín (1996) plantea una aproximación del concepto de indicador desde la óptica de la teoría de sistemas de ciudad. Este autor define a los indicadores como variables, es decir, representaciones operativas de un atributo (calidad, característica, propiedad) de un sistema. Por lo tanto, los indicadores son imágenes de un atributo, las cuales son definidas en términos de un procedimiento de medida u observación determinado. De este modo, cada variable puede asociarse a una serie de valores o estados 51 a través de los cuales se manifiesta algún rasgo de interés, define a los indicadores como parámetros o valores que proporcionan información acerca de fenómenos y que tienen por objetivo conocer el estado de la relación entre la sociedad y el mejoramiento o empeoramiento de la calidad de vida y/o el entorno, para identificar si esa sociedad está en una trayectoria hacia la sustentabilidad. Bajo tal definición, el proceso de sustentabilidad puede considerarse una herramienta técnica para llevar a cabo la gestión del Programa del Medio Ambiente y para la Sustentabilidad, a través de la formulación de políticas y estrategias, de guiar el proceso de toma de decisiones y proveer información objetiva al público interesado en el tema. Los indicadores proporcionan valoraciones cuantitativas y cualitativas que favorecen a que los individuos, instituciones, comunidades y sociedad en su conjunto, hagan selecciones para su futuro con base en información suficiente que permita reducir la dependencia de la simple intuición o subjetividad (López, 2008). La idea central detrás del uso de estos indicadores es muy simple y, esencialmente, están diseñados para responder a la pregunta: "¿Cómo saber objetivamente si las cosas están mejorando o empeorando en el desarrollo de la ciudad sostenible?" (Lawrence, 1997). De igual manera que el significado preciso del término sustentabilidad como una forma de balance ambiental con los indicadores y/o satisfactores, permiten conocer la construcción de la estructura social de la población y el contexto en su aplicación para lograr una ciudad prospera, para ello hacemos una lista de los indicadores para el desarrollo de la ciudad educadora para establecer parámetros de lineamientos socioeconómicos de la ciudad para analizar el nivel de vida sostenible. Los siguientes indicadores socioeconómicos nos permitirán conocer su estructura para una mejor concepción de su destino: abastecimiento urbano, interrelación social, abrigo, medio ambiente, arrendamiento, movimiento, bienestar, necesidades, calidad de vida, necesidades de adaptación, comunicación, comunidad, instrumentales, contacto, NECESIDADES SUBSISTENCIA: creatividad, migración, nutrición, densidad de la población, organización, densidad de vivienda, participación, desarrollo urbano, participación de la comunidad, desempleo, planeación, desmembramiento del dominio, destino, población, ecología urbana, privacidad, educación, reposo, equipamiento urbano, salud, evaluación, saneamiento ambiental, identidad, sensación de bienestar, 52 infraestructura urbana, servicio público, INSTRUMENTALES:, uso de suelo, sustentabilidad, trabajo, transporte, urbanización, ubicación social, vialidad. 9. Formulación acerca del enunciado urbano sostenible Los problemas ambientales constituyen (entre otras definiciones); a “aquellas interrelaciones entre la sociedad y el medio físico (transformado o no) que generan directa o indirectamente consecuencias negativas sobre la resistencia de la población presente o futura y sobre sus actividades (y relaciones) sociales; pueden provocar un impacto negativo sobre los componentes naturales, y alterar las condiciones estéticas y sanitarias del ambiente ciudadano. Tradicionalmente, los ecologistas y ambientalistas consideran la urbanización como una violación de los ecosistemas urbanos, una infracción que debe ser controlada y cuyos efectos negativos deben ser mitigados, mientras que los sociólogos y economistas tienden a enfocarse más en cómo el crecimiento urbano puede ser modificado y adaptado a maximizar las oportunidades (Van Bueren et al., 2012). En los últimos años, estas diferentes perspectivas para abordar el fenómeno urbano han dado lugar a que diferentes autores, en un esfuerzo por construir una nueva problemática científica, propongan nuevas referencias teóricas para el ambiente urbano. A partir de estos referentes de Melzer 1996, explica que es posible reconocer que, a diferencia del ambiente natural que es objeto de estudio de la ecología, la ciudad produce un ambiente propio, construido en su totalidad, el cual impacta tanto en los ambientes adyacentes como en el ambiente global. Así también, el autor explica que al hacer un ambiente antropizado, se inscribe en una relación evolutiva hombre-naturaleza-ciudad, lo cual implica que para el estudio de las problemáticas asociadas a él, es necesario un enfoque interdisciplinario que incluye por lo tanto las ciencias humanas como a las ciencias de la tierra. Es decir, que el ambiente urbano es una entidad compleja de estudio, y que requiere todo el conocimiento posible de estrategias que el programa educativo pueda otorgar al desarrollo de valoración del mismo programa ambiental (PEA). Para el término ambiente urbano existen diferentes acepciones. Por ejemplo, para (Romero 2001), el término ambiente urbano es utilizado para diferenciar a una ciudad del resto del 53 territorio y se refiere al conjunto individual y sinérgico de nuevos componentes que se origina debido a la concentración espacial de sus habitantes, viviendas, actividades e infraestructuras. Otra concepción de ambiente urbano expresa que es el conjunto de áreas construidas o sin construir y sus elementos constitutivos cuando muestran una cierta unidad y continuidad fisonómica; y además están provistas con servicios públicos esenciales para la función de la comunidad. (Ecoportal, 2011). En esta definición claramente se aprecia un sesgo hacia lo que se refiere el espacio físico de la ciudad y los servicios que provee han de ser eficientes para que se logre la sinergia calidad de vida sostenible; el ambiente urbano es una forma particular de ocupación del espacio por una población, es decir, la aglomeración resultante de una fuerte concentración y de una densidad poblacional relativamente elevada que tiene como correlato previsible una diferenciación funcional y social cada vez mayor con el todo que comprende la ciudad. Así también, explican que el “ambiente urbano” incluye tanto al ambiente natural de la ciudad, esto es que los elementos físicos de la naturaleza (relieve, clima, agua, aire, suelo, etc.), al ambiente construido formado por las estructuras del espacio que son resultantes de la dinámica social sobre el territorio urbano (casas, comercios, rutas, vías férreas, aeropuertos, etc.), y, por último, incluye también a la sociedad que habita en ese conglomerado (con sus características distintivas como: nivel de ingreso, acceso a educación, acceso a los servicios de salud, impacto de la contaminación sobre la salud, etc). Lo aquí expuesto, prevé la noción de ambiente urbano en el que se circunscribe esta investigación para el caso, es esta última que lo considera como una entidad compleja de transformación aleatoria para este análisis. Referido a la problemática que afecta a las distintas dimensiones y recursos del ambiente, se utilizan frecuentemente dos conceptos que provocan la calidad ambiental en la entidad: Contaminación y degradación: • La contaminación ambiental, indica que ha existido la introducción de agentes externos (biológicos, químicos y/o físicos) en un medio al cual no pertenecen. Constituye la alteración de un medio natural mediante formas de materia o energía ajenas a éste, “causando el aumento o disminución de las concentraciones basales de alguno de sus componentes naturales”. 54 • La degradación ambiental hace referencia a la disminución o pérdida de la calidad ecologica o utilidad de un medio determinado, reduciendo su productividad. La degradación afecta a la totalidad del ambiente, es decir, a su dimensión natural (oikos), construida (urbs) y social (civitas) La dimensión social en los problemas ambientales urbanos incorpora, a su vez, factores determinantes que consideran a los habitantes de la ciudad como parte integral del sistema ecológico. Estos factores serían, la vulnerabilidad, la amenaza y el riesgo (resiliencia urbana). • El concepto de vulnerabilidad social, señala que frente a una situación amenazante, existen grupos más o menos expuestos. En ese sentido, este concepto es instrumentalizado frecuentemente para identificar a la población beneficiaria de políticas sociales de emergencia y políticas sociales de la ciudad, la vulnerabilidad social transita en dos dimensiones de afectación: en una la vulnerabilidad es entendida como debilidad ante una amenaza (ausencia de resistencia), o bien entendida como incapacidad de recuperación después de la ocurrencia de un desastre (falta de resiliencia). • La amenaza, considera la relación entre el crecimiento de los sistemas urbanos y la generación de disturbios en los ecosistemas del peri-urbano. Proceso en el que el crecimiento de la ciudad degrada los recursos naturales y la calidad de vida de sus habitantes. 10. Los factores de amenaza Pueden ser: De carácter natural: originados por las dinámicas geológicas y climáticas propias de la biosfera; De carácter socio-natural, como reacción del medio natural ante la acción humana; de carácter tecnológico, derivados de actividades potencialmente peligrosas para la comunidad, ya sea por operación inadecuada o por la existencia de instalaciones que revisten algún grado de peligrosidad; y por último, factores de carácter antrópico (cuando la actividad humana genera contaminación y/o degradación en el medio natural, construido o social) degrada la región por su actividad sin tener una comprensión de lo que se está produciendo.. • El riesgo, es la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno, ligado a la capacidad de predecir y de responder a un evento amenazante que tiene una sociedad determinada: “cualquier fenómeno amenazante al ambiente, si es percibido como tal por el conjunto de la 55 sociedad – o por parte de ella – constituye un riesgo para determinado grupo u organización social […] Refleja la relación existente entre el grado de la amenaza y el grado de vulnerabilidad social. Podemos decir que las ciudades han entrado en una emergente preocupación mundial por el cuidado de los recursos naturales. Como resultado de esto comenzaron a surgir nuevos términos con el prefijo “eco” para construir palabras que intentaban hacer notar que un objeto o una actividad que tenían una mejor relación con el ambiente natural, tal como eco ciudad, eco vivienda, etc. por citar algunos ejemplos (Gaudiano, 1999). Sin embargo, la ecología y ambiente son dos conceptos distintos que en la actualidad tienen mayor repercusión en la calidad de Vida de los habitantes, se puede decir que la ecología urbana en “ciencia de la ciudad”, estudia las relaciones entre los seres vivos entre sí y las relaciones con su entorno (ecología económica), para lograr el equilibrio socioeconómico. Sin embargo, el ambiente es un concepto que trasciende al contexto puramente ecológico y también a la noción de naturaleza. El ambiente, en un sentido general, son todos aquellos factores vivientes y no vivientes que afectan directamente a los organismos con su hábitat. Diversos autores han propuesto definiciones para el ambiente, las cuales han sido formulados bajo las siguientes perspectivas en Ecología Urbana: • Física-biótica: Desde esta perspectiva se define al ambiente como el conjunto de los elementos físicos tales como el agua, la atmósfera, la radiación solar, vegetación o el suelo, etc. y las relaciones que estos tienen sobre los organismos (Margalef, 1980). • Antropocéntrica: El ambiente se define teniendo como eje el ser humano y las diferentes actividades que lleva a cabo. Por ello, desde esta óptica, el ambiente también incluye elementos y factores socioculturales (Monedero, 1995). • Compleja: Es la visión moderna e integradora del ambiente. Bajo el paradigma de complejidad, el ambiente es conjunto de condiciones de todo tipo: físicas, espirituales, sociales, entre las que vive un individuo y que influyen en su existencia para establecer una simbiosis. (Ramos Fernández, 1987). En este mismo sentido (Berleant, 1992) expone que el ambiente es una idea compleja que se debe entender como el dominio de lo físico-cultural en 56 donde la gente se ocupa de todas las actividades y respuestas que componen el tejido de la vida humana en sus numerosos patrones históricos y sociales para organizar su territorio. Según Gaudiano (1999), el ambiente es un concepto muy amplio y globalizador que incluye prácticamente todo lo que nos rodea, incluido nosotros mismos. En este sentido, y para este estudio se asume que el ambiente está constituido por el medio físico, el entorno natural, y por el medio humano, es decir el conjunto de componentes creados por la especie humana empleando su cultura y tecnologías, tales como las ciudades, los campos de cultivo y las comunicaciones. Por ello, una de las principales características del ambiente es su dinamismo, que se encuentra en permanente transformación la ciudad; con frecuencia el “ambiente y medio ambiente” se consideran sinónimos, sin embargo no lo son. El medio se define como aquel elemento en el que habita o se desenvuelve un ser vivo (biocenosis). Por esto el uso del concepto „medio ambiente‟ no es del todo correcto porque resulta redundante sin embargo, su uso se ha vuelto común, inclusive en el discurso oficial. En referencia al ambiente urbano, se considera que la construcción de ciudades constituye la más drástica, fundamental e irreversible transformación de los sistemas ambientales naturales (Romero et al. 2001). En este mismo sentido, Douglas (1983) afirma que las zonas urbanas, respecto al ambiente natural, modifican profundamente el entorno cercano y también el no cercano, transformando los ciclos biológicos y naturales con los consecuentes desequilibrios a medio y largo plazo que, en muchos casos, son irreversibles. Por su parte, Girardet (1992) coincide con el posicionamiento de Douglas, al sugerir que las ciudades son organismos de metabolismo complejo, inmensos procesadores de alimentos, combustibles y materias primas, cuyas conexiones se extienden por todo el planeta. Para Krupat (1985) la ciudad es la última creación de la mente humana, una agregación de personas y actividades sin precedente en la historia de la civilización, y que aún puede considerarse de reciente invención por la crisis civilizatoria. El último eslabón (o si se quiere el primero) del saber ambiental, corresponde a la acción, la gestión o las prácticas instrumentales concretas de aplicación de este conocimiento. Desde una perspectiva materialista, este plano proactivo es el que le da sentido al saber ambiental y, debe constituir una fuente de retroalimentación directa con los planos más teóricos; 57 conformando, un campo de conocimiento en continua renovación y actualización por los programas académicos. 11. Gestión Ambiental Urbana Desde el punto de vista de la administración pública, y principal actor en la planificación y ordenamiento territorial; la gestión ambiental se define como aquel conjunto de acciones normativas, administrativas y operativas que impulsa el Estado para alcanzar el desarrollo con sustentabilidad ambiental. Es decir, el objetivo de desarrollo sustentable, se lograría mediante funciones tales como el diseño y formulación de políticas ambientales; una legislación ambiental; de un sistema administrativo; y de un conjunto de instrumentos de acción. (Chabalgoity, 2006). A su vez, la gestión del ambiente urbano implica la articulación de los diferentes actores presentes en la ciudad – económicos, comunitarios y políticos – pues de ella depende la satisfacción de sus intereses y necesidades que el desarrollo se complementa. De esta forma, cada temática específica del ámbito urbano generaría un conjunto de actores interesados en intervenir interdisciplinariamente. En este proceso el gobierno local, al relacionarse con los distintos actores convocados, modela un proyecto de ciudad que se traduce en los lineamientos que caracterizan su gestión, para adquirir su gobernanza, mediante las investigaciones por las instituciones públicas. 9i nuestro entender, la “gestión ambiental urbana” sería ante todo, una gestión de conflictos entre los intereses propios del desarrollo económico, la demanda social, y la capacidad del 58 territorio y sus recursos para satisfacer ambos requerimientos de un desarrollo equilibrado. En otras palabras, la gestión ambiental urbana se constituiría como la mediación entre el pensar del hábitat y el habitar de la población. El habitar, caracteriza los modos y expresiones de vida de una determinada sociedad. Constituyéndose el habitar en sí mismo, como la forma histórica que un grupo humano, ha desarrollado para instalarse en el territorio. En ese contexto, si el ambiente urbano está definido como aquella relación entre una sociedad y el soporte físico, compuesto de naturaleza y tecno-estructuras; entonces, podríamos definirlo también, como la relación entre habitar humano y hábitat urbano. Donde la problemática ambiental, se constituiría como un defecto, o conflicto irracional en dicha relación. Conflicto que afecta tanto a la dimensión física de la ciudad (natural y construida), su dimensión social, y al modo en que se define en la práctica el habitar, a fin de generar la calidad de vida sostenible. Si bien es evidente que no existe un único enfoque sobre el concepto de sustentabilidad para la ciudad, probablemente, la problemática del desarrollo sustentable a nivel local, y global, impondrá en el futuro, sus propias condiciones de producción y consumo locales. Sin embargo, y pese a las dificultades de convencer a administraciones sobre las implicancias de los problemas ambientales a largo plazo; resulta imperioso y fundamental, instalar la necesidad de invertir recursos en investigar, analizar y actuar sobre los problemas y potencialidades del ambiente y toda su articulación del contenido ambiental con la distribución territorial. La gestión ambiental, debe fundarse en las formas, intereses y aspiraciones locales; promoviendo a través de estrategias e instrumentos de acción, una estrecha articulación entre la dimensión económica, ecológica y social del desarrollo sostenido, convocando a los distintos actores urbanos involucrados, hacia un proyecto de intervención completo sobre la ciudad y territorio. 59 12. Evaluación La evaluación de los problemas ambientales urbanos requiere la consideración de tres niveles de impacto: ecológico, económico y social. A su vez, el estudio puede ser de carácter cualitativo o cuantitativo, a como hemos venido manifestando para el estudio de caso. En forma general, las características cuantitativas hacen mención a la magnitud del problema, en función de la escala de impacto ecológico; a la magnitud, de los costos económicos de degradación y agotamiento de los recursos afectados y a la cantidad de la población sometida al problema ambiental al que debemos analizar en el territorio. Las características cualitativas se refieren, enfocándose en las relaciones ecológicas, al valor del problema en términos de singularidad de los recursos y sociedad afectada, a las condiciones de riesgo e incertidumbre, y su posible articulación a otros problemas culturales con la localidad. Enfocados en las relaciones económicas, se refieren a la afectación de recursos ambientales para el desarrollo futuro, y en lo social, a la vulnerabilidad de la población y su resiliencia o capacidad para superar el problema. Las ciudades que están en mejores condiciones para definir y comunicar sus riesgos hacen un mejor trabajo de la preparación y la gestión de los impactos naturales en un entorno complejo e incierto. Existen herramientas concretas que pueden apoyar la preparación de decisiones y su aplicación. Por ejemplo, la integración de los enfoques basados en el riesgo en los procesos de gobernanza y planificación urbana puede ayudar a las partes interesadas administrativas para tomar decisiones complejas de una manera más hacia el futuro sostenible, y la forma más inteligente, que aumenta la capacidad de recuperación. Los técnicos especialmente son claves para combatir efectos perjudiciales para económicas del agua, energía y transporte sistemas y servicios, ellos merecen especial atención en cuando existen impactos naturales. Ellos no sólo son vitales y si las ciudad y la comunidad se encuentran afectadas, que han de hacer frente a un desastre y recuperarse rápidamente, también son sectores de la población donde las trasformaciones permean la estabilidad social, aquellas que presten atención a los principios y hacer pleno uso de las herramientas disponibles, pueden hacer una diferencia real en que la gente vive en las ciudades degradadas. 60 13. Conocimiento de Resiliencia Urbana y Calidad de Vida La resiliencia es la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a peligros para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de los efectos a un peligro en una manera oportuna y eficiente. El concepto de resiliencia en realidad abarca muchos aspectos, tiene variedad de sinónimos y según la temática que aborde se le asigna una definición más concreta y adaptada al sector o situación. El vocablo resiliencia tiene su origen en el idioma latín, en el término resilio que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. Las definiciones más comunes de qué es la resiliencia para nuestro propósito es conocer analogías que puedan interpretar una connotación de la sociedad con la región: En sociología: nos referimos a la capacidad que tienen los conjuntos sociales para sobreponerse a los desenlaces desfavorables, reconstruyendo sus vínculos internos en la ciudad. En ecología: capacidad de las comunidades y ecosistemas de absorber alteraciones sin trastocar significativamente sus peculiaridades de estructura y funcionalidad, pudiendo retornar a su estado original cuando la alteración ha cesado. En la cultura emprendedora: capacidad que tiene el emprendedor para confrontar situaciones que compliquen la generación y desarrollo de su plan de acciones o bien un proyecto a instituir la educación sostenible. En urbanismo: es la capacidad de la urbe para resistir una amenaza, asimismo absorber, amoldarse y recobrarse de sus efectos de forma oportuna y eficaz, incluye la preservación y restauración de sus estructuras y funciones básicas, se está produciendo a un ritmo sin precedentes. Para el 2050 tres cuartas partes de la población mundial vivirá en ciudades. Los coches que conducimos, productos que consumimos, casas en que vivimos y la tecnología que utilizamos determinaran cómo nuestras ciudades sostenibles serán en nuestro devenir. (Fuente: http://ovacen.com/resiliencia-y-el-concepto-de-adaptacion/) 61 14. Principios de la Resiliencia Urbana Presenta los principios rectores clave para las ciudades resilientes en el contexto del desarrollo urbano actual; el riesgo, la incertidumbre y la complejidad; gestión del riesgo de desastres; resiliencia social; la planificación del uso del suelo; ecosistemas urbanos; mejoramiento urbano; y la incorporación de la capacidad de recuperación en el ciclo del proyecto. El objetivo de ser resilientes es universal De manera general, la finalidad de ser resilientes es universal, un ideal a nivel individual, organizacional y/o comunal para salir del impacto. La gran diversidad de actores que forman parte del complejo tejido social de una ciudad se hace necesario una actuación conjunta. La reducción del riesgo de desastres forma parte integral de la dimensión ambiental, social y política del desarrollo sostenible. (Fuente: Vía: unisdr.org) Entonces podemos concluir diciendo a la pregunta inicial, ¿qué es una ciudad sostenible? ¿Cómo se ve, se siente y actúa? Aunque el desarrollo sostenible es un concepto discutido, también está claro que puede ser previsto y facilitar en una variedad de varias maneras. Para una ciudad sostenible el desarrollo debe estar siempre sujeto a la prueba de si los aspectos clave de nuestra vida cotidiana y los sistemas urbanos en los que juegan pueden continuar infinitamente hacia el futuro desde una perspectiva social, ambiental y económica. Las ciudades urbanas están compuestas por densos y complejos sistemas de servicios interconectados; y como tal, hacen frente a un creciente número de problemas que contribuyen al riesgo de desastres. Se pueden aplicar estrategias y políticas para atender cada uno de estos problemas, como parte de una visión más general para hacer que las ciudades de todo tamaño y perfil sean más resilientes y más habitables. La re-construcción a la resiliencia en las ciudades se basa en la toma de decisiones de transformación que priorizan el gasto para las actividades que ofrecen mejor alternativas que se desempeñan bien en diferentes escenarios. En la gestión de los riesgos de hoy y la planificación para el futuro, un equilibrio debe alcanzarse entre, el sentido común en que se acerca a que minimicen los impactos a través de una mejor gestión urbana y el mantenimiento de las medidas de mitigación existentes y, por otro lado, los enfoques con visión de futuro. Las 62 disposiciones a largo plazo anticipan, defender y construir la resiliencia frente a los riesgos futuros de la población. No sólo son las ciudades que enfrentan sus desafíos actuales de contaminación, el transporte, el cambio climático y más pero están a punto de experimentar la “trágica ciudad" de crecimiento de la población que se extenderá hasta el punto de romper la capacidad urbana de infraestructuras y de servicios; la escasez de recursos (por ejemplo, congestionamiento de horas pico, agua potable y la seguridad alimentaria), que van a cambiar drásticamente lo que consumimos y cómo lo vamos a procesar; presiones ambientales que van a cambiar la forma en que vivimos y donde; cambiando preferencias demográficas y de negocios que van a exacerbar las presiones urbanas. El tipo de ciudad que puedan manejar los desafíos actuales, entre ellos la falta de alimentos y exógena de 'shocks' (por ejemplo, climáticas, financiera, tectónica, socio-político, etc.), y prosperar para el futuro de una ciudad educativa. Pretendo realizar una dicotomía del enfoque sobre el desarrollo sostenible y resilientes de las ciudades. La Urbanización sostenible representa el objetivo de la gestión de la dinámica del desarrollo futuro de la ciudad para lograr una solución deseable del medio ambiente, de los resultados sociales, económicos y políticos e institucionales a largo plazo ( ONU Hábitat 2004). La resiliencia se concibe generalmente como la capacidad de un sistema (por ejemplo, una ciudad sistema) para absorber las perturbaciones y reorganizar para retener esencialmente de la misma función, estructura, identidad y evaluaciones. La capacidad de recuperación con la ecología, la capacidad de adaptación de los sistemas socio-ecológicos, estudios de transición de sistemas tecnológicos y la adaptación de los sistemas sociales, serán nuestros paradigmas de poder hacer la simbiosis más coherente del desarrollo sostenible. Podemos colocar estos dos términos aquí como ejes complementarios pero independientes de rendimiento que las ciudades aspirantes para la supervivencia que se tiene que lograr: es decir, donde el desarrollo sostenible se mide en el eje vertical (desde sostenible a insostenible) y la resistencia (de frágil para resilientes) está en el eje horizontal para proporcionar para una asignación potencial de los estados de ciudades actuales. Tales asignaciones de doble causa y ahora están emergiendo para las dimensiones particulares de la ciudad sostenible; por ejemplo, la sostenibilidad y habitabilidad ( Newton 2012); la felicidad y el 63 PIB (Worldwatch Institute 2008, citado en Jackson 2009); la salud y la desigualdad del ingreso (Wilkinson y Pickett 2009); y la sostenibilidad y la equidad (UNDP 2011), entre otros. Sin embargo, las medidas de resiliencia de las ciudades son menos avanzadas a un fenómeno avanzado. Esta toma de conciencia de que el mundo necesita de ciudades sostenibles y resilientes es un claro mensaje que viene de los gobiernos, las comunidades, los investigadores, la sociedad y el entorno convulso, y está empezando a repercutir en los medios de comunicación. Es el objetivo de este estudio para aclarar la agenda de la sostenibilidad, la capacidad de recuperación urbana, así como ayudar en su aplicación en la planificación y gestión de nuestras ciudades del futuro para ofrecer los principios de la Educación Ambiental (EA) es:      CREAR CONCIENCIA ADQUIRIR CONOCIMIENTOS MODIFICAR ACTITUDES DESARROLLAR APTITUDES CAPACIDAD DE EVALUACION PARTICIPACION • ¿Y cómo puede lograrse? A raíz de la labor pionera de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1987) y la serie de declaraciones políticas de gobiernos y acciones prácticas que siguieron, muchas investigaciones se han propuesto a analizar sobre aspectos particulares del desarrollo urbano sostenible (por ejemplo, la vivienda, infraestructura, prestación de servicios, la energía, la planificación de necesidades, fomentar un aprendizaje ambiental) y que ya hemos mencionado arriba, y la recuperación de riesgos en la planificación de las ciudades para asegurar de que es más "resistente" a las crisis (por ejemplo, huracanes, tsunamis, etc.) en la forma en que repercuten. Esto por segmentaciones del enfoque de la planificación y gestión de riesgos de la ciudad hace limitaciones de la vida de futuros urbanos a resultados sub-óptimos de rendimiento a la seguridad social y no necesariamente en ciudades que logren una mayor prevención, capaces de hacer frente a aspectos tanto holísticos a repentinos de “shock” climático a cuestiones que sufren las ciudades. Esta es la característica distintiva de esta lista con respecto a la corriente de elementos didácticos: es un intento de proporcionar un enfoque más integrado para el futuro a largo 64 plazo de la planificación dentro del contexto de la ciudad constituida como un todo sociotécnico incorporado dentro del sistema ambiental a la enseñanza universitaria. Se presentan los principios clave para las ciudades sustentables y resilientes en el contexto del desarrollo para mejorar la calidad de vida urbana de hoy; prever el riesgo, la incertidumbre y la complejidad; gestión del riesgo de desastres; resiliencia social; la planificación del uso del suelo; ecosistemas urbanos; actualización urbana; y la incorporación de la capacidad de recuperación emergente. La Resiliencia en el contexto de las ciudades se traduce en un nuevo paradigma para la educación, y forma la base para una nueva forma de entender la forma de gestionar los riesgos y el desarrollo urbano, a fin de mantener una conciencia más equilibrada. En las próximas décadas, el principal motor de los crecientes daños y pérdidas por desastres será el crecimiento de las personas y cómo actuar ante la pérdida de bienes en forma de desventajas, especialmente en las zonas urbanas. Así mismo en el diplomado para la formación de educadores ambientales y para la sustentabilidad se ha dado un AUTODIAGNÓSTICO EN LA PEDAGOGÍA AMBIENTAL de lograr el objetivo de propiciar la participación consiente y organizada para una sociedad urbana ambiental y sustentable, demostrado en los 20 puntos que siguen. 1. Reconocer la crisis del progreso. 2. Cuestionar los valores predominantes, la racionalidad económica y la visión a corto plazo. 3. Modificar los estilos de vida 4. Vincular sectores clave y a los diversos grupos sociales. 5. Construir colectivamente futuros posibles. 6. Solucionar los problemas socio ambiental 7. Generar nuevos quehaceres y servicios remunerados Campo de Acción 8. Conocer y reconocer al territorio como espacio de acción. 9. Comprender y valorar al territorio en que se vive. 10. Vinculación con otros proyectos (locales, estatales, nacionales e internacionales) 65 11. Vincular las dimensiones económica, política, tecnológica ecológica, sociocultural y espiritual. 12. Transferencia de responsabilidad. 13. Construcción de grupo pedagógica 14. Ligar contenidos y construir conocimientos 15. Potenciar capacidades 16. Empoderamiento individual y colectivo Aprendizaje significativo y situado 17. Diagnóstico de los significados: los conocimientos (percepciones), Afectos, valores y prácticas. 18. Identifican los propios sujetos lo que deben: eliminar, reforzar o adquirir 19. La experiencia planifica estas áreas de atención (...) 20. Se parte de la realidad y se vuelve a la realidad al aprender. La complejidad de los sistemas y la incertidumbre están relacionadas con el impacto del desarrollo y el cambio climático afecta a la forma de entender y gestionar los riesgos cuando construimos y desarrollamos nuestras ciudades. Esto tiene dos implicaciones para las ciudades: En primer lugar, las ciudades deberían adoptar un enfoque sólido a la incertidumbre y los riesgos desconocidos utilizando un balance de las medidas de los ecosistemas y las opciones de uso de la tierra, que se incorporan a un mayor grado de flexibilidad de los diseños. Los planificadores urbanos deben entender e incorporar servicios conjuntamente con los ecosistemas naturales en proyectos de infraestructura y de re-significar la resiliencia urbana para las personas se sientan más seguras. Se pretende que la naturaleza de los desastres y los riesgos climáticos es muy incierta. Si bien las tendencias a largo plazo en las pérdidas normalizadas no se han atribuido al cambio climático natural o antropogénico, el cambio climático añade una capa adicional de riesgo y la incertidumbre. El Clima puede tener un efecto compuesto sobre el riesgo de inundación existente, por ejemplo, el aumento del nivel del mar, el cambio los patrones de lluvia, y un 66 aumento de las mareas de tempestad, se deberá mantener previsto que puedan suceder y alterar el destino de cada superficie urbana, en lo inesperado. El entorno urbano cambia, en términos de características físicas y no físicas. Procesos relacionados con el desarrollo, incluida la planificación y gestión del crecimiento urbano y los asentamientos, la degradación del medio ambiente y de los ecosistemas, y la pobreza, afectan a los perfiles de riesgo de calidad de las ciudades, con graves consecuencias. Por ejemplo, la ciudad que toman las decisiones debe tener en cuenta una serie de horizontes de tiempo a partir de las prioridades anuales de presupuestos que se extiende hasta 20 a 30 años para los planes espaciales y aproximadamente 50 años para el diseño de la infraestructura. Métodos de planificación urbana pueden apoyar esta visión a más largo plazo de las necesidades de una ciudad, sin embargo, la salida del proceso de planificación a menudo puede ser incompleta o inconsistente, y puede llegar a ser rápidamente obsoleto y limitado en su utilidad para guiar a la ciudad para un futuro más resistente, en donde se propone la transversalidad de estudios académicos. Frente a estos retos, hay una demanda importante de un enfoque flexible y dinámico para aumentar la participación con las diversas divisiones universitarias a fin de amortiguar la carga de estudios disciplinares, que nos indiquen el proceder técnico y evaluativo. 15. PACTOS POR LA CIUDAD SOSTENIBLE Y DESEADA. En este estudio trato de adentrarme en el significado y qué la sustentabilidad es una perspectiva encaminada a reducir los desajustes naturales en las ciudades y su desarrollo. Un concepto que requiere atención en donde las ciudades resilientes son vulnerables para sobrevivir ante los cambios climáticos. El proceso de concreción de acuerdos y responsabilidades para el desarrollo de nuevas pautas en el Plan, el uso y el consumo de materias en que las ciudades requieren que en un corto plazo se establezcan metas concretas sobre los asuntos pertinentes a la ciudad, con definición de plazos e indicadores de cumplimiento para asumir los consensos socialmente adoptados por la Universidad. 67 De manera genérica, se podrían situar ciertas esferas potenciales y de antemano definidas como prioritarias - por la definición de pactos a un corto plazo para lograr un modelo educativo. - Acuerdos territoriales y urbanos en torno a la realización de objetivos y proyectos priorizados colectivamente para el desarrollo de las ciudades. (Según el área académica ejecutante) - Consolidación de actores, gestores y procesos de desarrollo intra-urbanos, de nuevas formas organizativas de los sujetos urbanos y nuevas territorialidades y respaldo a las existentes. - Desarrollo educativo y pedagógico fundamentado en las ciudades, tanto para los ciudadanos como para el desarrollo de nuevas capacidades en la modernización y democratización de la institucionalidad pública. La sostenibilidad pretende lograr un nuevo orden de transformación de existencia: - Paz, convivencia, seguridad y gobernabilidad intra-urbana y regional. - Espacio público y comunicación intra-urbana, municipal y ciudadana. - Estructuración ambiental definida. - Investigación urbana y regional y generación de procesos de reflexión, de pensamiento y análisis sobre la ciudad. - Consolidación de los sistemas de participación, concertación y veeduría en la planeación, en la edificación y en el desarrollo de las ciudades. - Determinación de proyectos estratégicos y estructurantes del desarrollo de las ciudades o zonas urbanas significantes. - Políticas, programas y proyectos sociales en torno a la supresión de la pobreza y mitigación de las condiciones presentes en los grupos vulnerables. - Identificación y movilización de recursos humanos, técnicos y financieros de los sectores público, privado y no gubernamental (ONG´s) para hacer posible la ciudad imaginada y deseada. La ciudad compleja, enfrentada a retos ambientales, conflictos sociales, heterogeneidades culturales, megaproyectos sin respaldo social, dinámicas polarizantes, desencuentros 68 ciudadanos y convocatorias desde la región. La ciudad debe de asumir la tarea de encontrar alternativas de futuro, colectivamente debatidas y concertadas entre los actores públicos, la sociedad civil y la empresa privada. Se busca hacer posible los imaginarios ciudadanos, sobre la ciudad y la región. Se crean los sueños y apostarle a los deseos que harán posible crear el ambiente urbano digno para los ciudadanos que hoy viven y vibran con ella y para aquellos que están por nacer. Convocamos a recrear la ciudad y a re-significarla para la posteridad; teniendo en cuenta los futuros riesgos e incertidumbres. Las Ciudades enfrentan decisiones difíciles por la escasez de recursos y las inversiones, la búsqueda de la eficiencia. La búsqueda de la eficiencia a menudo resulta en un juego de equilibrio entre la resistencia al cambio. Todos los gobiernos tienen la obligación de proteger a sus ciudadanos, por lo que la capacidad de recuperación puede ser vista como una buena práctica de gobernanza pública dependiente de la inversión pública. Para los gobiernos de la ciudad y municipales, la planificación del desarrollo; la provisión de infraestructura y servicios de seguros y asequibles; la regulación de diseño de los edificios y la construcción; la regulación de las actividades peligrosas; influir en los requisitos de disponibilidad de tierras y la construcción; acciones alentadoras y de apoyo familiar y comunitario hacia la reducción de riesgos; y finalmente, el suministro de sistemas adecuados de alerta a desastres, preparación y respuesta de sostenibilidad. Mantener en continua vigilancia - la Resiliencia social es la capacidad de una comunidad o de la sociedad para hacer frente y adaptarse a, alteraciones o cambios. Incluye la capacidad de las comunidades y la sociedad en general para absorber perturbaciones, a autoorganizarse o ajustar a las tensiones existentes y nuevas, y para construir y aumentar su capacidad de aprendizaje y adaptación. Una comunidad resiliente es capaz de responder a los cambios o el estrés de una manera positiva, y para mantener sus funciones básicas como comunidad a pesar de esos esfuerzos. Los responsables políticos deben esforzarse por crear un entorno propicio para que las comunidades puedan participar y tomar decisiones. Esto aumenta la resistencia colectiva y facilita las autoridades públicas en su doble papel de la creación y la difusión de información sobre los riesgos. Lograr la Planificación del uso de la tierra basada en el riesgo, identificar las zonas más seguras de priorizar las inversiones inmediatas en los proyectos de desarrollo y de 69 infraestructura urbana. Planes de uso del suelo, influencia de la ubicación, tipo, diseño, calidad y oportunidad de desarrollo. Incorporación de la planificación del uso del suelo en proyectos de infraestructura reduce el riesgo de episodios vulnerables y todos los días en el rápido crecimiento de los centros urbanos predominantes en las zonas propensas a desastres. Si bien la planificación del uso del suelo informa los planes de desarrollo territorial urbano, la reducción del riesgo integral requiere de políticas sociales y económicas adecuadas y programas que incrementen la capacidad de la población urbana de adaptarse a los riesgos. En combinación con la planificación del uso del suelo, la gestión de los ecosistemas se acerca a la capacidad de recuperación de las zonas urbanas hacen uso del paisaje natural existente y pueden reducir significativamente el costo de los proyectos de infraestructura urbana. Gestión de los ecosistemas requiere una comprensión de los servicios de los ecosistemas y el medio ambiente urbano local. Las herramientas metodológicas pueden ayudar a integrar la ecología en la resiliencia urbana. Hay una serie de estrategias de gestión de los ecosistemas que son relevantes para la capacidad de recuperación urbana y, más ampliamente, a la reducción del riesgo de desastres, entre ellas: el manejo de cuencas (por ejemplo, gestión de zonas costeras); diseño urbano del paisaje; infraestructura verde y azul; y tampones ambientales. 16. Construcciones Urbanos Resiliencia: principios, herramientas y Práctica El Mejoramiento urbano prioriza la infraestructura, vivienda, medios de vida y las redes sociales para las familias más vulnerables que viven en asentamientos de tugurios. La mayoría de los asentamientos de tugurios se encuentran en sitios de peligro todavía propenso relativamente baratos, en donde no existe ningún estímulo. Las condiciones de hacinamiento de vida en estructuras mal construidas, la falta de servicios básicos y la seguridad, junto con la exclusión socio espacial serán de mayor atención a un desarrollo planeado y sostenible. Sin embargo, las variaciones en las condiciones de los barrios marginales crean diferentes grados de riesgo. La mejora urbana ambiental estratégica puede gestionar los riesgos de: i) la regulación del desarrollo (de tugurios) en las zonas propensas a desastres a través de códigos de reasentamiento y construcción previstas, ii) la reducción de las pérdidas por 70 priorizar las infraestructuras críticas, las vías de evacuación y refugios comunitarios en barrios pobres, y iii) la promoción de seguros y vecindarios de bajos ingresos económicamente viables, de acuerdo con un plan para toda la ciudad. En la toma de decisiones sobre la priorización adecuada de las actividades de resiliencia, es necesaria una comprensión de ambos riesgos actuales y futuros. La Información de riesgos sirve de base para priorizar las diferentes medidas de reducción de riesgos. Indicadores y herramientas de visualización se pueden destacar en las compensaciones entre distintas opciones políticas y de esta manera la inversión y guía las decisiones de desarrollo. Las evaluaciones de riesgos son importantes desastres y gestión del riesgo climático herramientas para la identificación y cuantificación de los impactos potenciales, y dar prioridad a las medidas de mitigación. Los Sistemas de Información Geográfica (GIS) son clave en la identificación de los activos en inseguridad. El Compartiendo de información de peligro y riesgo juega un papel fundamental para evaluar los peligros potenciales, e identificar las vulnerabilidades de las diferentes comunidades y sectores urbanos. Basándose en esto, enfoques innovadores para la gestión del capital y el riesgo, incluida la financiación de riesgos y mecanismos de transferencia, fortalecer la capacidad de recuperación fiscal y mejorar la utilización de capital público y privado. La Emergencia y la planificación de desastres son cruciales para la resistencia de desastres urbanos. Los Riesgo nunca puede ser eliminado por completo. La Respuesta de emergencia, la continuidad y la planificación de la recuperación, son formas de amortiguar el impacto, ayudando a la reconstrucción general y el proceso de recuperación después de un desastre. Las inversiones en sistemas de alerta temprana se encuentran entre las medidas más rentables que cualquier región puede emprender. Un sistema de alerta integrado consta de sensores de detección diseñados científicamente y ubicados, servicio de análisis de datos y la advertencia de toma de decisiones, el mensaje de advertencia, una capacidad de difusión, y un público educado para entender el mensaje y tomar las acciones apropiadas. Tomar la rápida expansión de las zonas urbanas construidas como una oportunidad para desarrollar y gestionar nuevos asentamientos de manera que incorporen la capacidad de 71 recuperación desde el principio en la planificación urbana y sustentable. Las secuelas de un desastre natural a menudo proporciona una abertura para que los tomadores de decisiones para empujar a través de acciones correctivas y preventivas. La Resiliencia va más allá de las medidas migratorias y riesgo. La Resiliencia aumenta la preparación y la capacidad para responder a un desastre y rápidamente recuperarse de sus impactos. Se tiene que ser parte del desarrollo cotidiano urbano, inversión a medio y largo plazo y la planificación, gestión urbana y la gestión de riesgos. Este estudio hace recomendaciones sobre cómo mejorar la capacidad de recuperación, sobre todo en la infraestructura crítica y el ámbito social. Por lo tanto, modificar los sistemas de información de riesgo sostenibles y herramientas analíticas, permiten la comprensión y la comunicación del riesgo sistémico y basada en la evidencia existe. La cuantificación de los impactos de las inversiones previstas o propuestas es un paso crítico para reducir el riesgo. Integrar la evaluación de riesgos y análisis de costo-beneficio dentro de un proceso de toma de decisiones dinámica con el fin de informar a las inversiones urbanas resilientes. Esto requiere el desarrollo de sustentabilidad: i) las herramientas técnicas para llevar a cabo la evaluación de riesgos y análisis de costo-beneficio; ii) las disposiciones institucionales para la adopción de estos análisis en la toma de decisiones; iii) voluntad política para adoptar herramientas institucionales para la evaluación de riesgos; y iv) la capacidad de todos los interesados para poder acceder y hacer uso de la información de riesgos y herramienta, se facilite mediante áreas de ingenieras que puedan articularse los conocimientos en actividades curriculares y así el profesional pueda ejercer su profesión en forma consecuente a sus obligaciones. Hoy más que nunca la ciudad, grande o pequeña, dispone de incontables posibilidades educadoras. De una forma u otra, contiene en sí misma elementos importantes para una formación integral. La Ciudad Educadora es una ciudad con personalidad propia, integrada en el país donde se ubica. Su identidad, por tanto, es interdependiente con la del territorio del que forma parte. Es, también, una ciudad no encerrada en sí misma, sino una ciudad que se relaciona con sus entornos, una educación ambiental en donde emerge la sustentabilidad. 72 La Ciudad Educadora de hecho, es un sistema complejo de constante evolución y puede tener expresiones diversas; pero siempre concederá prioridad absoluta a la inversión cultural y a la formación permanente de su población. La ciudad será educadora cuando reconozca, ejercite y desarrolle, además de sus funciones tradicionales económica, social, política y de prestación de servicios, una función educadora, cuando asuma la intencionalidad y la responsabilidad cuyo objetivo sea la formación, promoción y desarrollo de todos sus habitantes, empezando por los niños y los jóvenes. Las razones que justifican esta nueva función se deben buscar, ciertamente, en motivaciones de orden social, económico y político, así como y sobre todo, en motivaciones de orden cultural y formativo. Es el gran reto del siglo XXI: "invertir" en la educación ambiental, en cada persona, de manera que ésta sea cada vez más capaz de expresar, afirmar y desarrollar su propio potencial humano, con su singularidad: constructividad, creatividad y responsabilidad. Y sentirse al mismo tiempo miembro de una comunidad, capaz de diálogos de confrontación y de solidaridad hacia una transformación cultural y sostenible. 17. AGENDA PARTICIPATIVA PARA LA CIUDAD EDUCADORA Y SOSTENIBLE Se afirma, pues, como conclusión de un nuevo proceder de los habitantes para la ciudad: el Derecho a la Ciudad Educadora y Sostenible debe de mantener las siguientes acciones: 1. Todos los habitantes de una ciudad tendrán el derecho de disfrutar, en condiciones de libertad e igualdad, de los medios y oportunidades de formación, entretenimiento y desarrollo personal que la propia ciudad ofrece. Para que ello sea posible, se deberán tener en cuenta todas las categorías, con sus necesidades particulares. 2. Se promoverá la educación en la diversidad, y para la comprensión, la cooperación y la paz internacional. Una educación que evite la exclusión por motivos de raza, sexo, cultura, edad, discapacidad, condición social y económica u otras formas de discriminación. 3. En la planificación y gobierno de la ciudad se tomarán las medidas necesarias encaminadas a suprimir los obstáculos de cualquier tipo, incluidas las barreras físicas que impidan el ejercicio del derecho a la igualdad. Serán responsables de ello tanto la administración municipal como otras administraciones que incidan en la ciudad y estarán 73 también comprometidos en esta empresa los propios habitantes, tanto a nivel personal como a través de las distintas formas de asociación a las que pertenezcan. 4. Las municipalidades ejercerán con eficacia las competencias que les correspondan en materia de educación. Sea cual fuere el alcance, estas competencias deberán plantear una política educativa amplia y de alcance global, con el fin de incluir en ella todas las modalidades de educación formal y no formal y las diversas manifestaciones culturales, fuentes de información y vías de descubrimiento de la realidad que se produzcan en la ciudad. 5. El papel de la administración política es, por una parte, obtener los pronunciamientos reglamentarios oportunos de otras administraciones estatales o regionales y, por otra, establecer las políticas locales que se revelan posibles, estimulando al mismo tiempo la participación ciudadana en el proyecto colectivo a partir de las instituciones y organizaciones civiles y sociales, y otras formas de participación espontánea. 6. La ciudad enfocará las oportunidades de formación con visión global. El ejercicio de las competencias en materia educativa se llevará a cabo dentro del contexto más amplio de la calidad de vida, de la justicia social y de la promoción de sus habitantes. 7. Con el fin de llevar a cabo una actuación adecuada, los responsables de la política administrativa de una ciudad deberán tener la información precisa sobre la situación y las necesidades de sus habitantes. En este sentido realizarán estudios que mantendrán actualizados y harán públicos, y formularán las propuestas concretas y de política general que de ellos se deriven para un modelo educativo. 8. En el marco de sus competencias, la municipalidad deberá conocer alentando la innovación, el desarrollo de la acción formativa que se lleva a término en los centros de enseñanza regulada de la ciudad, sean propios o nacionales, públicos o privados, así como el desarrollo de las iniciativas de educación no formal, en los aspectos de su currículum u objetivos que se refieran al conocimiento real de la ciudad y a la formación e información que deben obtener sus habitantes, para convertirse en buenos ciudadanos. 9. La vecindad evaluará el impacto de aquellas propuestas culturales, recreativas, informativas, publicitarias o de otro tipo y de las realidades que niños y jóvenes reciben sin 74 mediación alguna; y llegado el caso intentará, sin dirigismos, emprender acciones que den lugar a una explicación o a una interpretación razonable. Procurará que se establezca un equilibrio entre la necesidad de protección y la autonomía para el descubrimiento de nuevas posibilidades de aprendizaje. Proporcionará, así mismo, ámbitos de debate incluyendo el intercambio entre ciudades, con el fin que sus habitantes puedan asumir plenamente las novedades que genera el mundo urbano. 10. La satisfacción de las necesidades de niños y jóvenes supone, en lo que depende de la administración, ofrecerles al mismo tiempo que al resto de la población, espacios, equipamientos y servicios adecuados al desarrollo social, moral y cultural. El municipio, en el proceso de toma de decisiones, tendrá en cuenta el impacto de las mismas. 11. La ciudad procurará que los padres reciban la formación que les permita ayudar a sus hijos a crecer y a hacer uso de la ciudad, dentro del espíritu del respeto mutuo. En este mismo sentido desarrollará proyectos para los educadores en general y divulgará instrucciones a las personas particulares, funcionarios o empleados de servicios públicos que en la ciudad suelen tratar con los niños. Se ocupará así mismo, de que los cuerpos de seguridad y de protección civil que dependen directamente del municipio asuman dichas instrucciones. 12. La ciudad deberá ofrecer a sus habitantes la perspectiva de ocupar un puesto en la sociedad; les facilitará el asesoramiento necesario para su orientación personal y vocacional y posibilitará su participación en una amplia gama de actividades sociales. En el terreno específico de la relación educación-trabajo es importante señalar la estrecha relación que deberá existir entre la planificación educativa y las necesidades del mercado de trabajo. Las ciudades definirán estrategias de formación que tengan en cuenta la demanda social y cooperación con las organizaciones de trabajadores y empresarios en la creación de puestos de trabajo. 13. Las ciudades deberán ser conscientes de los mecanismos de exclusión y marginación que las afectan y de las modalidades que revisten y desarrollarán las intervenciones compensatorias adecuadas. 14. Pondrán un cuidado especial en la atención a las personas recién llegadas, inmigrantes o refugiados, que tienen derecho a sentir con libertad la ciudad como propia. 75 15. Las intervenciones encaminadas a resolver las desigualdades pueden adquirir formas múltiples, pero deberán partir de una visión global de la persona, de un modelo configurado por los intereses de cada una de ellas y por el conjunto de derechos que atañen a todos. Cualquier intervención significativa supone la garantía a través de la específica responsabilidad, de la coordinación entre las administraciones implicadas y entre los servicios de dichas administraciones. 16. La ciudad estimulará el asociacionismo con el fin de formar a los jóvenes en la toma de decisiones, canalizar actuaciones al servicio de la comunidad y obtener y difundir información, materiales e ideas para promover su desarrollo social, moral y cultural. 17. La Ciudad Educadora deberá formar en la información. Establecerá instrumentos útiles y lenguajes adecuados para que sus recursos estén al alcance de todos en un plano de igualdad. Comprobará que la información concierne verdaderamente a los habitantes de todos los niveles y edades. 18. Si las circunstancias lo hacen aconsejable, los niños dispondrán de puntos especializados de información y de auxilio por docente. 19. Una Ciudad Educadora ha de saber encontrar, preservar y presentar su propia identidad. Ello lo hará única y será la base para un diálogo fecundo con sus habitantes y con otras ciudades. La valoración de sus costumbres y de sus orígenes ha de ser compatible con las formas de vida internacionales. De este modo podrá ofrecer una imagen atractiva sin desvirtuar su entorno natural y social. 20. La transformación y el crecimiento de una ciudad deberán estar presididos por la armonía entre las nuevas necesidades y la perpetuación de construcciones y símbolos que constituyan claros referentes de su pasado y de su existencia. La planificación urbana deberá tener en cuenta el gran impacto del entorno urbano en el desarrollo de todos los individuos, en la integración de sus aspiraciones personales y sociales y deberá actuar contra la segregación de generaciones, las cuales tienen mucho que aprender las unas de las otras. 76 21. El ordenamiento del espacio físico urbano deberá evidenciar el reconocimiento de las necesidades de juego y esparcimiento y propiciar la apertura hacia otras ciudades y hacia la naturaleza, teniendo en cuenta la interacción entre ellas y el resto del territorio. 22. La ciudad deberá garantizar la calidad de vida a partir de un medio ambiente saludable y de un paisaje urbano en equilibrio con su medio natural. 23. La ciudad favorecerá la libertad y la diversión cultural. Acogerá tanto las iniciativas de vanguardia como la cultura popular. Contribuirá a corregir las desigualdades que surjan en la promoción cultural producidas por criterios exclusivamente mercantiles que sean aptas de sostenibilidad. 24. Todos los habitantes de la ciudad tienen derecho a reflexionar y a participar en la construcción de programas educativos, a disponer de los instrumentos necesarios para poder descubrir un proyecto educativo en la estructura y el régimen de su ciudad, en los valores que ésta fomente, en la calidad de vida que ofrezcan, en las fiestas que organice, en las campañas que prepare, en el interés que manifieste respecto a ellos y en la forma en que los escuche. 25. Una Ciudad Educadora no segregará las generaciones. 26. Los principios anteriores son el punto de partida para poder desarrollar la potencia educadora de la ciudad en todos sus habitantes. Esta carta, por tanto, deberá ser ampliada con los aspectos no tratados en esta ocasión, pero se pueden aumentar mediante el modelo educativo del que pretendo desarrollar. 18. 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LEOPOLD ALDO: The Ecological Conscience, Oxford University Press 202 79 INDICE DE CUADROS Cuadro 1.a Relación de las Ciencias – Naturales, Conservación, Humanidades _____________6 Cuadro 2b Desarrollo Sustentable y Estabilidad humana ______________________________ 17 Cuadro 3c Las Herramientas para la construcción de una ciudad equilibrada _____________ 22 Cuadro 4d Sustentabilidad de Calidad de Vida ______________________________________ 23 Cuadro 5e Modelos de Ciudad Sostenible__________________________________________ 33 Cuadro 6f Economía Ecologica__________________________________________________ 39 Cuadro 7g Estructura de Formación Curricular PMEUG _______________________________ 46 Cuadro 8h Disciplinas Hibridas para la Conformación de Ciudad ________________________47 Cuadro 9i Propuestas de Gestión Sostenible _______________________________________ 58 80