Humanidades / Ciencias / Interdisciplina
Núm. 05
enero-marzo 2024
Vejeces
múltiples,
diversas,
desiguales
Artículos ● Reportajes ● Comentarios ● Reseñas ● Recursos
DIRECCIÓN GENERAL DE DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA | DIRECCIÓN GENERAL DE DIVULGACIÓN DE LAS HUMANIDADES
https://seminarioenvejecimiento.sdi.unam.mx/index.php
SEMINARIO UNIVERSITARIO
INTERDISCIPLINARIO SOBRE ENVEJECIMIENTO
Y VEJEZ
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
BIOMÉDICAS
Departamento de Medicina Genómica
y Toxicología Ambiental
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Editorial
LEONARDO LOMELÍ VANEGAS
Rector
PATRICIA DOLORES DÁVILA ARANDA
Secretaria General
P
iénselo bien antes de articular una
respuesta: ¿cedería su lugar en el Metro
–línea marrón, Pantitlán-Tacubaya, o London
MARÍA SOLEDAD FUNES ARGÜELLO
Coordinadora de la Investigación
Científica
Underground– a Mike Jagger, el saltimbanqui
MIGUEL ARMANDO LÓPEZ LEYVA
Coordinador de Humanidades
cosa seria. Lo que decida podría acarrearle
MARÍA EMILIA BEYER RUIZ
Directora General de Divulgación
de la Ciencia
ÁNGEL FIGUEROA PEREA
Director General de Divulgación
de las Humanidades
Nuevos Diálogos
Número 05, enero-marzo de 2024
Comité Editorial
Ángel Figueroa Perea
Milagros Varguez Ramírez
Claudia Patricia Juárez Álvarez
Antonio Sierra García
Miguel Ángel Espinosa Mondragón
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA MONDRAGÓN
Coordinador de Proyecto
COSME ORNELAS MENDOZA
Coordinador Editorial
ALEJANDRO CORREA SANDOVAL
Jefe de Redacción
Redacción
Andrea Lendaly Santiago (becaria)
Melisa Lizbeth Saavedra Gutiérrez (becaria)
Diego Juárez Chávez (becario)
PABLO LABASTIDA CASTRO
Coordinador de Diseño | Versión para impresión
Ilustración
Julieta Mercado Becerril (becaria)
SERGIO ANTONIO PÉREZ ARENAS
Coordinación de Producción Digital
RUDY JOEL BERNA TIPO
Diseño y desarrollo de plataforma Web
cantador de The Rolling Stones? Es una
Los viejos deberían ser
exploradores
Aquí o allá, no importa dónde.
T. S. ELIOT
aflicción o desengaño. Porque, sabe usted,
los octogenarios ya no son lo que eran y en ese mismo instante podrían invitarlo (o no) a
una juerga memorable de seis décadas de rocanrol. ¿A sus treinta, cuarenta o cincuenta…
ya no está para esos trotes? Cuestión de estilo, perspectiva vital, modos, maneras,
costumbres, instintos, ciertas dosis de carga genética y buena o mala madera.
Desde luego, nadie negará que las fronteras entre la vejez y la eterna juventud son
movedizas y todavía inescrutables. Según de qué maderas, hábitos, nomadismos, sedentarismos,
herencias, sumisiones e insubordinaciones, tendría que hablarse, en estricto sentido, de
“vejeces”: plural de diversidad y diferencia, pero también de abismos y desigualdades.
Vejeces en el mundo campesino, en el orbe industrial, en el laberinto digital y lo que viene.
Vejeces masculinas. Vejeces de mujeres. Vejeces garantizadas, arropadas, de ensueño. Vejeces
partidas por la precariedad y vueltas a partir por la indiferencia general. Vejeces catastróficas
que inician en la cuna y se cultivan en trayectorias de vida que suman ruina a la ruina. Vejeces
varias, duras, rudas, atravesadas por la marginación, la discriminación, el cretinismo dominante.
Vejeces de clase, de género, de etnia, de opción sexual.
Las académicas y los académicos que abordan el tema en este número de Nuevos
Diálogos ofrecen un panorama extraordinariamente rico, diverso, complejo. Un recuento de
todo lo que se sabe y lo que aún ignoramos desde la biología, la demografía, los estudios
sociales y de género, la medicina y la psicología, la economía, la perspectiva cultural, la
mirada del cine. Una visión sintética y global, interdisciplinaria que diagnostica las miserias
del presente con el fin de alumbrar las rutas por venir: vejeces dignas, sanas, autónomas,
libres. Estamos lejos del ideal, pero empezamos a identificar cómo y por dónde.
Por cierto, lo de Jagger y otras piedras rodantes (Keith Richards celebró en diciembre
Audios
Renata Vox AI V 2.0
André Vox AI V 1.0.
sus primeros 80 años) no es sólo un guiño irónico y de buena vida, sino un síntoma:
octogenarios, nonagenarios, centenarios en plenitud vital, creativa, sensual, sentimental,
por los cuatro puntos cardinales. Contra todo pronóstico, podría decirse, pero en la ruta que
completan los versos de Eliot en uno de sus Cuatro cuartetos: “Debemos estar inmóviles y sin
embargo movernos / Hacia otra intensidad”.
Núm. 05
enero-marzo / 2024
Vejeces
DESTACADOS
Montes de Oca /
04 Verónica
Clorinda Arias
¿Es posible una
vejez saludable?
Ma. Luisa Santillán
20 Contra
mitos y prejuicios
COMENTARIOS
31
Susana Castro Obregón
33
Isalia Nava Bolaños
37
41 Ángel Mireles Estrada
Largo es el arte de aprender a vivir…
El envejecimiento se puede evitar
43 Juan Pablo Vivaldo
Como te ves me vi, como me veo te verás
El desafío de las vejeces femeninas
María Montero-López Lena
Retos psicosociales del giro demográfico
47 Salvador Orduña Álvarez
Abuelos de la ciencia mexicana
CONTEXTOS
PROYECTOS
50 Observatorio del Envejecimiento
51 Adultos mayores y derechos humanos
52 Una sociedad para el avance de la geriatría
53 Centro Internacional sobre el
56 Vejez: una etapa llena de mitos
57 ¿Cómo viven los mexicanos la vejez? Una
54 Guía de comunicación inclusiva sobre
58 Seremos mayores: Capítulo 1 “Miradas
Envejecimiento
vejeces y personas mayores
55 Vejeces de las mujeres
mirada al envejecimiento en México y
América Latina desde la perspectiva de
la década del envejecimiento saludable
2021-2030
sobre envejecer”
59 Pódcast Envejecimiento
60 12 proyectos innovadores para un
envejecimiento activo y saludable
61 Observatorio de vejez y
envejecimiento
62 Galería
66 Colaboradores
68 Glosario
Nuevos Diálogos, plataforma digital de contenidos, es un medio de divulgación producto de la colaboración interdisciplinaria entre la Dirección General de Divulgación de las
Humanidades (DGDH) y la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se distribuye en formato transmedia: web
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D EDDESESSTTT AAACCCAADADO DSO OS S
Verónica Montes de Oca* / Clorinda Arias**
¿Es posible una
vejez saludable?
*Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM / Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV), UNAM
**Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM
NUEVOS
4 DIÁLOGOS
ener o- mar zo 2 0 2 4
El envejecimiento patológico no es el destino fatal de la existencia
humana. El deterioro físico, mental y anímico de las personas
mayores es producto de condiciones socioculturales, económicas
y ambientales marcadas por la desigualdad. Las ciencias biológicas y
sociales exploran múltiples vías para dar solución al gran desafío:
extender el tiempo y mejorar la calidad de vida.
l envejecimiento de las poblaciones se ha convertido en uno de las grandes
temas estudiado en casi todas las universidades del mundo. La principal
razón es evidente: el aumento en el porcentaje de personas mayores en la
estructura demográfica de las sociedades contemporáneas supone impactos
en la vida comunitaria, las relaciones de convivencia, los sistemas de salud y seguridad
social y la actividad productiva, entre otros.
Sin embargo, esa misma dinámica plantea interrogantes en otros ámbitos que
aún no encuentran respuestas satisfactorias: ¿cómo envejecemos?, ¿por qué algunos
seres vivos alcanzan largos procesos de vida?, ¿qué factores influyen en los procesos de envejecimiento en determinados países o sectores de una misma sociedad?
Estas preguntas son el trasfondo de innumerables investigaciones científicas, pues el
envejecimiento es un proceso que puede abordarse desde distintos puntos de vista
y, cada vez más, con un enfoque interdisciplinario.
Se trata de una problemática compleja que demanda combinar y potenciar
el conocimiento acumulado por diferentes disciplinas. Lo que no excluye, por supuesto, la polémica o el contraste de posiciones. En este sentido, bastaría apuntar
que uno de tantos debates al respecto tiene que ver con una idea controversial:
la existencia de “determinantes” biológicos y sociales compartidos por todos los
seres humanos. ¿La evidencia lo niega o lo confirma?
En este artículo revisamos algunos de los hallazgos más interesantes en las
ciencias biológicas y sociales. El propósito es doble: por un lado, mostrar la heterogeneidad de los procesos de envejecimiento; por el otro, tal vez, ayudarnos a descifrar
la paradoja que subyace al tema abordado: las personas quieren vivir más años, pero
no envejecer ni morir.
E
Las razones de la biología
A partir del nacimiento, los seres vivos experimentan procesos de crecimiento, madurez,
envejecimiento y muerte. Es lo que se denomina “ciclo vital”. Las dos primeras etapas
no parecerían guardar mayor secreto. Sobre todo si se les compara con la tercera: el por
qué y el cómo se envejece son aún incógnitas por despejar, de ahí que se pretendan
formular respuestas desde las disciplinas más diversas y con aproximaciones disímiles:
evolutivas, bioquímicas, médicas, sociales, demográficas, etcétera.
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Ilustración: Rembrandt van Rijn / Museo Metropolitano de Arte.
DESTACADOS
Desde la perspectiva
biológica, el
envejecimiento es un
proceso inevitable
y paulatino de la
mayoría de los órganos
y sistemas que
conforman a un ser
vivo
Los estudios biológicos sostienen que el fenotipo de la mayoría de los mamíferos al envejecer es muy parecido, el cual puede resumirse de la siguiente manera:
muchos grupos celulares dejan de reproducirse y entran en un estado conocido
como “senescencia”, que los vuelve incapaces de regenerar y eliminar productos
de deshecho, además de secretar moléculas que cambian el microambiente de las
células vecinas, lo que produce inflamación crónica en los tejidos.
Desde la perspectiva biológica, el envejecimiento se describe como un proceso
inevitable y paulatino de deterioro funcional de la mayoría de los órganos y sistemas
que conforman a un ser vivo. Tal desgaste incrementa las posibilidades de padecer
enfermedades crónicas y muerte; esto quiere decir que no ha sido seleccionado evolutivamente. Se afirma que el potencial evolutivo de la selección natural se pierde con
la edad, al no eliminar alguna mutación genética producida en edades posteriores al
periodo reproductivo; asimismo, que aquellos genes que codifican proteínas útiles para
el desarrollo, pero necesarias para la reproducción de la especie, resultan perjudiciales
para la longevidad. Es lo que se conoce como “teoría del antagonismo pleiotrópico”.
A pesar de todo ese conocimiento, no ha sido posible desarrollar una teoría
unitaria sobre el envejecimiento, pues en éste participan múltiples causas y resulta
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6 DIÁLOGOS
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difícil distinguir los eventos biológicos que conducen al deterioro morfológico y
funcional a nivel celular y los que corresponden al organismo completo. Tampoco
se ha logrado determinar con claridad si algunos de los eventos asociados con el
envejecimiento son causa o consecuencia de éste. Una hipótesis sería la siguiente:
es posible que, con el paso del tiempo, se produzcan eventos de desgaste celular
–inherentes al reloj biológico– que se potencien por circunstancias ambientales y, así,
consecutivamente, establezcan un círculo vicioso. Esto podría explicar las diferencias
en el grado de desgaste de los órganos del cuerpo humano (corazón, cerebro, riñón,
huesos y otros) que puede presentar un mismo individuo.
Son muchas las preguntas que pueden formularse respecto a este tema desde el punto de vista biológico. Algunas de esas interrogantes constituyen el tema
principal de un buen número de investigaciones científicas. ¿Qué fuerzas biológicas
conducen al envejecimiento? ¿La complejidad de funciones de los diferentes grupos
celulares de un organismo es útil durante un determinado periodo y, después, se
agota el potencial biológico y de vida? ¿Si desde el punto de vista evolutivo ha sido
más costoso lograr la complejidad funcional de una célula, por qué no se mantiene
con el paso del tiempo?
El conocimiento derivado de la investigación básica para entender algunos de
estos procesos es abundante y preciso. No obstante, muchas incógnitas esperan ser
despejadas.
La salud y sus contextos
No todos los seres vivos envejecen de la misma forma. Aunque todos son mortales, la tasa
de decaimiento funcional no acontece a la misma velocidad ni con la misma magnitud.
Algunas especies, como los celacantos de aguas profundas, los peces de roca, la
tortuga gigante de Aldabra, la “rata desnuda” o ratopín, son ejemplos de seres con
una vida larga que mueren antes de presentar signos claros de envejecimiento. Incluso, se han encontrado especies que no mueren; por ejemplo, la “medusa inmortal”
(T. dohrnii), capaz de regresar a un estado larvario y recrecer en organismos adultos
durante incontables ciclos.
Un buen número de investigaciones han mostrado que la manipulación de algunos genes puede retrasar el envejecimiento en ciertas especies. Desde la perspectiva
biomédica, la mayoría de las investigaciones actuales se ha enfocado en la búsqueda
de esos genes que promueven una mayor o menor longevidad. Experimentos con los
llamados “gerontogenes” han dado como resultado un alargamiento de la vida en
algunos modelos animales.
La mayoría de esos estudios se han hecho en especies muy alejadas del ser
humano, como el gusano C. elegans o la mosca D. melanogaster. Sin embargo, permitieron describir algunas vías de señalización muy básicas asociadas con una mayor
duración de la vida y una menor tasa de enfermedades, que modulan preferentemente
la obtención y la utilización de energía por parte de la célula. También se ha llevado a
cabo en ratones una “reprogramación genética” que logra rejuvenecer diversos tejidos,
restituyendo a las células su potencial casi embrionario y pluripotente mediante la
expresión de ciertos factores moleculares. Recientemente, experimentos de infusión de
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7 DIÁLOGOS
No todos los seres vivos
envejecen de la misma
forma. Aunque todos
son mortales, la tasa de
decaimiento funcional
no acontece a la misma
velocidad ni con la misma
magnitud
DESTACADOS
La esperanza de vida de los
seres humanos representa
una medida promedio de
las condiciones de salud
global de una población.
En consecuencia,
es tan variable como las
condiciones sociales,
económicas y culturales de
las diferentes naciones
sangre de ratones jóvenes a ratones viejos dieron como resultado la prolongación de
la vida de estos últimos en 6-9%.
Desde luego que elegir un modelo de estudio animal, con un ciclo de vida
diferente –y sin la complejidad biológica, conductual y social de otras especies–
tiene sus limitaciones. Lo cierto es que cumplen su función: ampliar el conocimiento
sobre los mecanismos del ciclo vital, una de las vías indispensables para encontrar
soluciones al dilema humano.
Otra de las vías, de variadas bifurcaciones, es la exploración de los factores
sociales, culturales, demográficos y ambientales que determinan las formas de envejecimiento de los seres humanos y contribuyen a “desfasar” el envejecimiento biológico
del cronológico.
Una corriente importante de la gerociencia, por ejemplo, estudia el papel que
juegan los diferentes tipos de dieta, los efectos negativos del sedentarismo e, incluso, las desventajas socioeconómicas que aumentan el riesgo de un envejecimiento
asociado con enfermedades crónicas o con la prevalencia de deterioro cognitivo por
medio de mecanismos que aceleran el envejecimiento biológico. Tal evidencia confirma las interrelaciones entre factores ambientales y la salud.
En ese sentido, conviene registrar los avances logrados por la humanidad a lo
largo de siglos. Progreso incuestionable, sobra decirlo; pero, al mismo tiempo, muy
relativo.
La llamada “esperanza de vida” de los seres humanos representa una medida
promedio de las condiciones de salud global de una población. En consecuencia, es
tan variable como las condiciones sociales, económicas y culturales de las diferentes
naciones. A pesar de ello, se ha transitado de una esperanza de vida de alrededor
de 30 años, en la época previa a la irrupción de la modernidad, a un promedio de
70 años en el mundo contemporáneo. Sin embargo, por tratarse de un promedio,
los rasgos de variabilidad entre países o regiones del mundo son muy grandes: en
naciones africanas, por ejemplo, la esperanza de vida es menor a 60 años; en Japón
supera los 80.
Gracias al avance de la medicina y otras ciencias de la salud, la expectativa de
vida de los seres humanos es cada vez mayor. De ahí la importancia de conocer con
mayor precisión la variedad de mecanismos que subyacen al proceso de envejecimiento,
para que una mayor esperanza de vida se acompañe de una mejor calidad de vida.
Debemos insistir en la idea central de este artículo: el envejecimiento no es un
proceso simple. Muchas variables biológicas llevan, incluso, a establecer una distinción
entre el envejecimiento “cronológico” y el “biológico”. El primero se define como la
edad del individuo según el tiempo transcurrido desde su nacimiento. El segundo,
más complejo, depende de un estado global de salud que requiere de un diagnóstico
clínico-biológico.
Actualmente, se han reportado diferentes marcadores bioquímicos y patrones
funcionales asociados con la edad de manera individualizada. Así, una persona puede
tener una edad cronológica determinada y una edad biológica mayor o menor en
términos de la presencia de parámetros anatomo-funcionales que reflejen el grado de
desgaste celular.
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Ilustración: Rembrandt van Rijn / Museo Metropolitano de Arte.
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Se subraya, de nuevo, la gran heterogeneidad del proceso analizado. Algunos
de estos parámetros incluyen los datos arrojados por estudios clínicos de rutina:
niveles de colesterol o de hemoglobina glucosilada, marcadores bioquímicos en
fluidos, presión arterial y niveles de creatinina, así como pruebas de habilidades
motoras y cognitivas, marcadores relacionados con el control de la expresión de
genes e, incluso, de mecanismos epigenéticos.
También se han desarrollado sistemas de puntuación para determinar el grado de
envejecimiento biológico de un individuo. Estos comprenden, además de la edad cronológica, el sexo, la etnia, el estilo de vida y la presencia o no de enfermedades crónico-degenerativas. Más recientemente, se han incorporado parámetros antropométricos como
el índice de masa corporal, el diámetro de cintura y cadera y la relación entre ambos,
lo que ha permitido describir patrones de envejecimiento individuales y poblacionales.
De tal suerte que cada individuo podría tener una especie de “código de barras” que
incluyera su historia y estilo de vida, su ambiente genético, su edad cronológica y el perfil
personal de respuestas generadas ante diferentes estímulos a lo largo de la vida, lo que
daría cuenta de la función preservada o deteriorada de diferentes órganos.
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9 DIÁLOGOS
DESTACADOS
Perspectiva demográfica
Sobrepasar los límites de longevidad depende de una gran variedad de factores. La
literatura demográfica ha documentado una fuerte correlación entre poblaciones con
altos niveles de desarrollo social y mayores esperanzas de vida. La situación de dos
países de la región de América Latina y el Caribe ofrece una idea muy clara al respecto:
mientras Uruguay registra una esperanza de vida de 78 años, Haití reporta 64 años.
En ambos casos se trata de la esperanza de vida de mujeres y hombres nacidos en el
año 2020. Una brecha de poco más de 14 años que refleja, con toda claridad, el rezago
social, económico y político en la nación caribeña.
Además de la demografía, otras disciplinas han observado que los aspectos sociales, ambientales y políticos tienen un papel significativo en el envejecimiento de las
poblaciones. Especialmente aquellas que estudian los procesos de salud-enfermedad.
Investigaciones relativas a los determinantes sociales de la salud han tenido una
gran influencia en diferentes estudios longitudinales. Se ha demostrado, por ejemplo,
que la alta mortalidad en las poblaciones –y, por ende, su baja esperanza de vida– es un
reflejo de la ausencia de políticas públicas que impulsen la promoción de la salud y la
prevención de enfermedades transmisibles y crónico-degenerativas desde los procesos
de gestación y los primeros años de vida. La ausencia de programas preventivos se
traduce en procesos no saludables en las siguientes etapas de la vida.
Al respecto, ha sido de gran utilidad el enfoque de “curso de vida”, que se distingue del “ciclo vital” porque concentra su análisis en las trayectorias y transiciones que
experimentan las personas desde su nacimiento, en determinados contextos sociales,
Diagrama 1. Curso de vida
Fuente: Aboderin et al. (2002), citado en Organización Mundial de la Salud (2002)
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Ilustración: Rembrandt van Rijn / Museo Metropolitano de Arte.
Sobrepasar los límites de
longevidad depende de una
gran variedad de factores.
La literatura demográfica
ha documentado una
gran correlación entre
poblaciones con altos
niveles de desarrollo y
mayor esperanza de vida
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1 1 DIÁLOGOS
DESTACADOS
históricos, culturales y ambientales (Diagrama 1). Así, por ejemplo, se ha encontrado
que los factores sociales son fundamentales para generar un ambiente físico y social
adecuado que fortalezca la relación entre madre e infantes, a fin de incentivar el apoyo
emocional y el crecimiento. Lo que ocurra en la etapa temprana de la vida será clave,
pues una infancia con precariedad puede influir en el “curso de vida” (la posibilidad
de que surjan enfermedades tempranas que afecten el envejecimiento).
Una investigación realizada en México encontró que padecer hambre en la
infancia puede ser un factor asociado a la enfermedad en la vejez. De igual forma,
diversos estudios señalan que la malnutrición, los bajos salarios, los climas de violencia y los bajos niveles educativos influyen de manera contundente en los procesos
de envejecimiento de las poblaciones.
Entre los determinantes sociales de la salud, el estrés tiene un impacto en cualquier momento de la vida y efectos sobre el cuerpo y la mente. La ansiedad crónica,
Diagrama 2. Determinantes sociales de la salud
Fuente: Dahlgren y Whitehead (1991)
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Ilustración: Rembrandt van Rijn / Museo Metropolitano de Arte.
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la inseguridad, la baja autoestima, el aislamiento social y la carencia de control en el
ambiente laboral, durante largos periodos, parecen minar la salud física y emocional
de las personas. De igual forma, las trayectorias de desempleo generan grandes cantidades de estrés, lo que desata efectos en cascada: pobreza, mala alimentación y el
surgimiento de enfermedades que pudieron prevenirse o atenderse en etapa temprana.
La precariedad en el trabajo y trayectorias laborales de alto riesgo pueden provocar
enfermedades físicas y mentales que dañan el proceso de envejecimiento de las personas.
Situación que, a su vez, tiene un impacto significativo en la salud de otros integrantes de
la familia. Por otro lado, la educación de los padres y las trayectorias educativas personales
pueden ser factores protectores (Diagrama 2).
En síntesis: la vejez puede ser considerada como la conclusión o sumatoria de
los ciclos de vida experimentados por los individuos en determinadas condiciones sociales. Esto supone, en consecuencia, que una vejez vigorosa y plena sería el producto
de trayectorias saludables que inician desde el nacimiento, así como de trayectorias
educativas y laborales que generan seguridad y estabilidad. La combinación de estos
tres elementos (buena salud, educación de calidad y vida productiva satisfactoria) sería
la clave para esquivar o superar los efectos del entorno social y económico.
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1 3 DIÁLOGOS
DESTACADOS
Naturalmente, la anterior es una descripción ideal; no necesariamente “utópica”,
pero muy alejada de las condiciones materiales y los “cursos de vida” en la inmensa
mayoría de las sociedades actuales. Sin embargo, ese “ideal” debe ser la meta: una
vejez digna de ser vivida.
Por ello, resulta indispensable postergar las transiciones críticas y de riesgos desde
etapas tempranas. Las “trayectorias funcionales” en el curso de vida permiten visualizar
cuatro posibles resultantes en la etapa de vejez: A, desarrollo normal y decaimiento
con la edad; B, desarrollo subóptimo y reserva funcional disminuida en la madurez;
C, envejecimiento acelerado; D, combinación de los efectos de B y C [Diagrama 3].
Diversidad, desigualdad
Pero, como ya se advirtió, la diversidad de experiencias y situaciones marca la pauta.
No todas las personas envejecen de la misma manera.
Los enfoques de género, interseccionalidad e interculturalidad han aportado
evidencias sobre desigualdades acumuladas que inciden en los procesos de envejecimiento de hombres, mujeres y personas con identidades sexogenéricas no binarias.
Se registran procesos de desigualdad y discriminación múltiple en entornos rurales e
Diagrama 3. Trayectorias funcionales en el curso de la vida
A = Desarrollo normal y decaimiento con la edad
B = Desarrollo subóptimo y reserva funcional disminuida en la madurez
C = Envejecimiento acelerado
D = Combinación del efecto de B y C
Fuente: Kuh et al., en Organización Panamericana de la Salud (2021)
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Ilustración: Christiaan Wilhelmus Moorrees / Rijks Museum.
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indígenas, así como por condición de género y orientación sexual, en todas las etapas
de la vida.
En áreas rurales, las personas enfrentan desventajas en el acceso a servicios
públicos de calidad: atención médica, seguridad social, insumos e información para
prevenir enfermedades y mejorar sus condiciones de vida. Los pueblos originarios han
experimentado desigualdades históricas por siglos. Esto se refleja en una esperanza
de vida más baja que el promedio nacional. Una situación similar la experimentan las
personas afrodescendientes.
Desde el enfoque de género se ha puesto en evidencia que, históricamente, las
mujeres han tenido menos oportunidades para acceder a la educación y el trabajo
remunerado, lo que limita su desarrollo personal y tiene efectos negativos en edad
avanzada. Los estudios sobre “años de vida saludable” muestran que las mujeres experimentan enfermedades durante más tiempo en su vida, aunque tengan una mayor
longevidad. En contraste, la esperanza de vida de los hombres es menor, efecto de las
pautas culturales y sociales relacionadas con la exposición al riesgo y la naturalización
de la violencia entre los varones.
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Los pueblos originarios
han experimentado
desigualdades
históricas por siglos.
Esto se refleja en una
esperanza de vida más
baja que el promedio
nacional
Ilustración: Jan Lievens / Rijks Museum.
DESTACADOS
Las personas del colectivo LGBTTTIQ+ viven una condición delicada con posibles
enfermedades desde edades tempranas, entornos de violencia y discriminación que
reducen su esperanza de vida.
Finalmente, es necesario apuntar que la pandemia de covid-19 redujo la esperanza de vida a nivel global. Aunque los efectos fueron devastadores para todas las
personas y en prácticamente todas las regiones del mundo, se registra un impacto
diferenciado entre hombres, mujeres y grupos vulnerados.
Longevidad: rutas transitables
Para corregir las desigualdades acumuladas y desterrar las formas de discriminación múltiple, en años recientes han aumentado las iniciativas ciudadanas y movimientos sociales que
reivindican los derechos humanos de las personas mayores y otros grupos de la población.
La defensa de los derechos económicos, sociales, ambientales, políticos y culturales tiene como propósito obtener cursos de vida que permitan a todas las personas
–sin distinción de género, orientación, etnia, condición física o mental– experimentar
trayectorias de bienestar que deriven en un envejecimiento saludable.
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Ilustración: Rembrandt van Rijn / Rijks Museum.
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Lograr este objetivo no es una utopía. La longevidad humana es el mejor ejemplo
de que el “envejecimiento exitoso” es posible. Aunque el porcentaje de personas que
llega y supera los 100 años es muy pequeño (apenas 0.008% de la población mundial),
los llamados “centenarios” o “súper centenarios” disfrutan de una vida saludable, sin
problemas cardiovasculares, obesidad, cáncer o diabetes. Estudios realizados en las
cinco “zonas azules” del planeta –donde se ha encontrado personas muy longevas–
confirman una ruta de estudio para la gerociencia: el rol de las diferentes dietas, la
actividad física como protector, la función de las redes de apoyo social, la atención
familiar y las relaciones comunitarias como incentivo a la participación de las personas
mayores en la vida colectiva.
A pesar de todo, el estudio de estas poblaciones no ha evidenciado la existencia
de un “coctel” de genes que, al expresarse o no, determinen una mayor duración de
la vida. Algunos estudios científicos y observacionales empiezan a señalar la importancia de la interacción de un fondo genético con un cierto estilo de vida que parece
producir en los seres humanos fenotipos asociados con un envejecimiento sano, con
menos enfermedades crónico-degenerativas y una extendida longevidad. Esto cobra
NUEVOS
1 7 DIÁLOGOS
DESTACADOS
sentido, pues se ha teorizado que la máxima esperanza de vida de un humano puede
ser de entre 115 y 126 años.
Podría concluirse que, en términos puramente biológicos, el envejecimiento patológico no es el destino fatal de la existencia humana. Ello nos obliga a subrayar las
responsabilidades éticas y jurídicas de la sociedad global (instituciones internacionales,
gobiernos locales, organismos de la sociedad civil) con el propósito de articular respuestas integrales a las necesidades de los adultos mayores (Diagrama 4).
Nueva cultura
El ser humano es una unidad biopsicosocial, por lo que las esferas social y emocional
inciden no sólo en su comportamiento, sino en la manera de integrar señales del ambiente que lo pueden hacer más o menos proclive a un envejecimiento saludable.
Diagrama 4. Derechos de las personas mayores
1. Igualdad y no discriminación
por razones de edad.
2. Derecho a la vida y a la
dignidad en la vejeza.
3. Derecho a la independencia
y a la autonomía.
Convención
Interamericana sobre la
Protección de los
Derechos Humanos de las
Personas Mayores
4. Derecho a la participación e
integración comunitaria.
5. Derecho a la seguridad y a una
vida sin ningún tipo de violencia.
6. Derecho a no ser sometido
a torturas ni a penas o
tratos crueles, inhumanos o
desagradables.
7. Derecho a brindar consentimiento
libre e informado en el ámbito de
la salud.
8. Derecho de la persona mayor a
que reciba servicios de cuidado a
largo plazo.
9. Derecho a la libertad personal.
10. Derecho a la libertad de
expresión y de opinión y al
acceso a la información.
11. Derecho a la nacionalidad y
a la libertad de circulación.
12. Derecho a la privacidad y a
la intimidad.
13. Derecho a la seguridad social.
16. Derecho a la educación.
19. Derecho a la propiedad.
14. Derecho al trabajo.
17. Derecho a la cultura.
20. Derecho a la vivienda.
15 Derecho a la salud.
18. Derecho a la recreación,
al esparcimiento y al deporte.
21. Derecho a un medio
ambiente sano.
22. Derecho a la accesibilidad
y a la movilidad personal.
23. Derechos políticos.
24. Derecho de reunión
y de asociación.
Fuente: Elaboración propia con base en Organización de los Estados Americanos (2015)
NUEVOS
1 8 DIÁLOGOS
25. Derechos de la persona mayor
en situaciones de riesgo y
desgracias humanitarias.
26. Derecho al igual
reconocimiento como persona
ante la ley.
27. Derecho al acceso a la justicia.
ener o- mar zo 2 0 2 4
Todas las ciencias pueden contribuir a que el envejecimiento de las poblaciones
se dé en contextos de equidad, igualdad y justicia que permitan vencer los determinantes biológicos y sociales. Para ello, es necesario construir una cultura que favorezca procesos de vida más saludables, cuestionar los prejuicios y estereotipos hacia
las personas mayores, promover vínculos y mejores relaciones entre generaciones,
así como entornos amigables para todas las edades y seres vivos.
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NUEVOS
1 9 DIÁLOGOS
En términos
puramente biológicos,
el envejecimiento
patológico no es el
destino fatal de la
existencia humana
D EDDESE SSTTT AAACCCA ADAODDSO OS S
Ma. Luisa Santillán*
Contra mitos y
prejuicios
* Dirección General de Divulgación de las Ciencias (DGDC), UNAM
NUEVOS 20
DIÁLOGOS
ener o- mar zo 2 0 2 4
En México, 14% de la población tiene 60 años o más, porcentaje equivalente
a 18 millones de personas. De este segmento, entre 15 y 20% tiene alguna
dificultad principalmente de movilidad; lo que significa, en números
redondos, que la inmensa mayoría de adultos mayores puede realizar sus
actividades diarias en su hogar y a nivel comunitario en condiciones de
“normalidad”. Sin embargo, la sociedad aún reproduce estereotipos que
marginan y discriminan… para no hablar de las condiciones socioeconómicas
que agudizan en la vejez los lastres de un país profundamente desigual.
l envejecimiento es un proceso fisiológico natural
que experimentan los seres humanos y no puede
revertirse. Pero no todos envejecemos de la misma
forma ni al mismo tiempo. Estas diferencias están
relacionadas con una combinación de diversos factores, como la
genética, las condiciones de vida, las enfermedades y el cuidado
que tuvimos con nuestro organismo durante otras etapas.
Actualmente, han surgido conceptos como envejecimiento
activo o saludable, calidad de vida o propósito de vida en la vejez;
ideas impulsadas desde la academia, los organismos internacionales
y los gobiernos con el objetivo de que los adultos mayores lleguen
a esta etapa en plenitud y no sólo enfocados al tratamiento de
alguna enfermedad.
Impulsar estos conceptos en este grupo poblacional no ha sido
fácil; entre otras cosas, porque no es lo mismo envejecer en países con
alto nivel de desarrollo que en las regiones pobres o subdesarrolladas
del mundo. A lo anterior se agregan estereotipos relacionados con la
vejez, mitos y prejuicios que prevalecen en el imaginario colectivo y
se reproducen en la vida cotidiana de las sociedades.
E
Longevidad, éxito de la ciencia
La sociedad mexicana vive un franco proceso de envejecimiento:
14% de su población tiene 60 años o más; esto equivale a cerca de 18 millones de personas, según la Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) de 2022, realizada
por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta
cifra ha variado mucho y seguirá cambiando: de acuerdo con el
Consejo Nacional de Población (Conapo), a mediados del siglo XX
los adultos mayores representaban sólo 5% de la población; para
2050 serán 23%.
Alcanzar estas cifras ha sido producto de muchas variables,
entre ellas la ciencia, ya que el avance médico en materia de vacu-
NUEVOS
nación e infecciones ha permitido a las personas alcanzar edades
imposibles hace seis o siete décadas. Muchos vieron morir a sus
abuelos a los 50 o 55 años, circunstancia que hoy no ocurriría al
menos que fuera por una enfermedad grave o por situaciones como
accidentes, pues en nuestro país un adulto mayor funcional tiene
una esperanza de vida de hasta 80 años.
La doctora María Montero y López Lena, de la Facultad de
Psicología de la UNAM e integrante del Seminario Universitario
Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez, explica que, en la
actualidad, el envejecimiento debe ser visto como un éxito:
Por primera vez en toda la historia de la humanidad conviven
cuatro generaciones. Esto es producto del conocimiento, de
la ciencia, de cómo se puede aportar para prolongar la vida
funcionalmente. Pero, aunque es un éxito, no sabemos qué
hacer con él porque no sabemos envejecer.
Por lo tanto, es importante empezar a desmitificar muchas de las
creencias que han predominado en nuestra sociedad sobre esta
materia. La vejez es una etapa estigmatizada porque se piensa que
los viejos ya no son económicamente productivos. Sin embargo, es
importante destacar que, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),
tres de cada diez adultos mayores trabajaron o buscaron trabajo
en 2020. Situación que, al mismo tiempo, refleja las precarias condiciones laborales en el país.
Además, en los hogares son una fuerza laboral no reconocida. Participan, por ejemplo, en el cuidado de los nietos o de algún
enfermo, los quehaceres del hogar, la realización de trámites y el
pago de servicios. El doctor Víctor Manuel Mendoza Núñez, jefe
de la Unidad de Investigación en Gerontología de la Facultad de
Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, explica que en México
21 DIÁLOGOS
DESTACADOS
no existen cifras sobre lo que esto representa en términos económicos. Sin embargo, se tiene la referencia de que en España el
ingreso no reconocido en adultos de entre 55 y 74 años equivale
a 106 millones de euros.
***
l desarrollo humano es muy similar a lo largo de la vida. Por
ejemplo, los niños comienzan a caminar más o menos a la misma edad; en tanto, la menstruación, la menopausia y la andropausia
aparecen casi al mismo tiempo en mujeres y hombres, respectivamente. Pero en el envejecimiento todo cambia. Ahí, cada uno lo
hace a su propio ritmo y de acuerdo con circunstancias particulares.
Por ello se afirma que existen muchas vejeces. La que viven
las mujeres y los hombres es muy distinta, lo mismo que hay diferencia entre vivirla en áreas rurales o urbanas. A esto se agregan
condiciones materiales y socioculturales: transitar esta etapa con la
familia o en una casa de asistencia, vivirla sano o enfermo.
E
Así lo explica la doctora Ana Luisa González Celis Rangel, profesora-investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala
de la UNAM.
Desde la biología se dice que el envejecimiento inicia a partir
de que nacemos. Pero esta postura no es compartida por psicólogos y gerontólogos. Los primeros señalan que algunas teorías del
desarrollo dictan que el ser humano nace, crece, aprende, socializa
y madura biológicamente alrededor de los 30 años y, después, empieza el decaimiento.
La posición de los gerontólogos es otra, afirma el doctor
Mendoza Núñez:
Nosotros planteamos que los niños crecen y se desarrollan; los
niños no envejecen: no puedo dejar de tener algo que no he
tenido. La propuesta que hacemos es que el envejecimiento
inicia alrededor de la quinta década de la vida, alrededor de
los 45 años. Esto coincide con la menopausia, con la andropausia y todos los cambios que notamos.
Ilustración: Netsuke / Museo Metropolitano de Arte.
Hay tantas formas de envejecer como personas existen en el
mundo. No sólo envejecemos a diferente velocidad sino, incluso, nuestro propio cuerpo envejece de diferente manera:
puedo tener pérdida de la vista, pero mi audición está perfecta; o un problema cardiaco, pero mi hígado está bien.
No todos nuestros órganos se deterioran al mismo tiempo.
NUEVOS 22
DIÁLOGOS
ener o- mar zo 2 0 2 4
En esta perspectiva, la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
establece que la vejez empieza a los 60 años, aunque en los países
desarrollados se considera que es a partir de los 65 años.
Bases biológicas
Tratamos de buscar, desde el punto de vista de las bases biológicas del envejecimiento, por qué envejecemos para poder
intervenir. No buscamos fármacos, que son los geroprotectores, para buscar la vida eterna; simplemente queremos que
nuestra expectativa de vida vaya en sincronía –o sea simultánea– a nuestra calidad de vida y que podamos envejecer
de la mejor manera.
La gerociencia busca estudiar los mecanismos biológicos presentes
en el envejecimiento y su relación con el desarrollo de enfermedades
Ilustración: Netsuke / Museo Metropolitano de Arte.
En cada etapa de la vida las personas experimentan cambios en su
organismo. En el envejecimiento se han observado modificaciones
a nivel corporal, del sistema digestivo, cardiovascular, respiratorio
y nervioso. Muchos de ellos dependen de qué tan saludables llegamos a esa edad, cuáles fueron nuestras costumbres alimenticias
e, incluso, de las condiciones psicológicas o emocionales.
En su ensayo titulado “Envejecimiento y vejez”, el doctor
Mendoza Núñez señala que esta etapa “se caracteriza por una
disminución en la eficiencia del funcionamiento de los órganos y
sistemas del individuo y un incremento del riesgo para adquirir
enfermedades agudas y crónicas”.
Aunque es normal que se presenten cambios a nivel molecular y celular, en la actualidad vivimos un envejecimiento
muy acelerado por el estilo de vida, lo que ha llevado a que
la población envejezca con enfermedades neurodegenerativas,
cardiovasculares y metabólicas como nunca se había visto en la
historia de la humanidad.
La doctora Nadia Alejandra Rivero Segura, investigadora del
Instituto Nacional de Geriatría, explica que se ha relacionado el envejecimiento con un declive normal de nuestro organismo, como si
llegar a viejos fuera un sinónimo de enfermedad y discapacidad. En
este sentido, menciona que no debemos “normalizar” antiguos mitos, como eso de que al llegar a la “tercera edad” se duerme menos
tiempo, que se necesita bastón o se tienen olvidos frecuentes: “Es
normal tener una disminución en la marcha, pero no que no puedas
levantarte de tu asiento y caminar 100 metros sin ninguna dificultad”.
Especialista en marcadores moleculares en el envejecimiento
y senescencia celular, Rivero Segura explica:
NUEVOS 23
DIÁLOGOS
DESTACADOS
en esa edad. También reconoce que el envejecimiento biológico
se relaciona con otros aspectos de nuestra vida que deben estudiarse
desde la dietética, la sociología, la psicología y la educación, entre
otras disciplinas. Además, explora tratamientos farmacológicos y no
farmacológicos. Finalmente, la gerociencia subraya el aspecto de la
prevención: todos estos cambios moleculares y celulares ocurrirán
conforme la vida avance, pero cada persona puede implementar
estrategias no farmacológicas para vivir una vejez más saludable.
Una manera de entender por qué envejecemos es mediante
lo que se conoce como marcadores moleculares del envejecimiento
(hallmarks of aging). Esta idea fue retomada de un trabajo publicado
en 2000 por Douglas Hanahan y Robert Weinberg, titulado "The Hallmarks of Cancer", donde enumeraban seis características particulares
del cáncer a nivel molecular que siempre determinan este proceso.
En 2013, los investigadores Carlos López Otín, María A. Blasco, Linda Partridge, Manuel Serrano y Guido Kroemer establecieron
nueve marcadores del envejecimiento que siempre son parte de esta
etapa: inestabilidad genómica, desgaste de los telómeros, alteraciones epigenéticas, pérdida de proteóstasis, detección desregulada de
nutrientes, disfunción mitocondrial, senescencia celular, agotamiento
de las células madre y comunicación intercelular alterada.
Explica la doctora Rivero Segura:
Todo proceso biológico de envejecimiento implica un deterioro a nivel molecular; por eso vamos envejeciendo con
tantos problemas. Actualmente se están diseñando muchas
intervenciones que buscan atacar cada uno de estos blancos
moleculares para poder mejorar el envejecimiento.
Estas estrategias pueden ser a nivel farmacológico o no farmacológico. Entre estas últimas opciones se encuentran la alimentación saludable, el ejercicio físico (caminar, al menos, 30 minutos
diarios) y dormir entre siete y ocho horas. Se ha visto que estas
acciones, por sencillas que parezcan, tienen una relación directa
con nuestras células y pueden provocar cambios positivos en los
adultos mayores.
Nuevos paradigmas
En las últimas décadas, uno de los parteaguas fundamentales en
el estudio sobre el envejecimiento y la vejez fue entender cómo ha
cambiado la población de adultos mayores: cuáles son sus capacidades físicas e intelectuales, cuál es el contexto en el que viven,
Marcadores del envejecimiento
1. Inestabilidad genómica. Se da por errores de replicación en nuestro ADN que se acumulan con el tiempo.
2. Desgaste de los telómeros. Éstos se encuentran al final del cromosoma; son regiones cortas del DNA que, cada vez que se
replica, las hace más cortas. Cuando la célula ya no puede replicarse, muere o entra en senescencia.
3. Alteraciones epigenéticas. Ocurren por la exposición a lo largo de la vida a distintos factores ambientales (como alimentación,
sedentarismo o actividad física, por ejemplo). Esto provoca cambios en la manera en la que se expresan los genes, impide que
se lleven a cabo procesos celulares que, normalmente, estarían bien regulados, y favorece el envejecimiento.
3. Pérdida de proteostasis. Se presenta cuando no se eliminan proteínas defectuosas que se acumulan a lo largo del tiempo y
generan estrés en las células. En el envejecimiento contribuyen a la aparición de enfermedades como Alzheimer y Parkinson.
4. Detección desregulada de nutrientes. Cuando hay mucha actividad o cambios en la disponibilidad y composición de los
nutrientes las células, envejecen más rápido.
5. Disfunción mitocondrial. Conforme envejecemos, la mitocondria (organelo que genera la mayor cantidad de energía en
nuestras células) deja de ser funcional, lo cual lleva a que la célula muera o se vuelve senescente.
6. Senescencia celular. Cuando las células dejan de dividirse, se acumulan defectos y células senescentes que contribuyen al
envejecimiento.
7. Agotamiento de las células madre. Al disminuir éstas, la posibilidad de que se regeneren decae y los tejidos y órganos fallan.
8. Comunicación intercelular alterada. Al envejecer las células se mandan mensajes erróneos, lo que provoca inflamación y
alternaciones en el metabolismo que pueden provocar enfermedades como la diabetes.
Fuente: Elaboración propia con información de López-Otín et al. (2013)
NUEVOS 24
DIÁLOGOS
Ilustración: Netsuke / Museo Metropolitano de Arte.
ener o- mar zo 2 0 2 4
las condiciones de salud mental y física, así como de socialización
o calidad de vida.
El doctor Mendoza Núñez comenzó a trabajar en estos temas
desde 1992. Recuerda que, en aquel tiempo, se tenía una visión
completamente distinta y negativa de la vejez. Hace treinta años,
en México, eran pocos los esfuerzos por estudiar y atender a esta
población. Aunque se sabía que la tendencia era que nos dirigíamos
a ser un país envejecido, no era un tema emergente.
Desde el ámbito académico, uno de estos esfuerzos fue la
creación, en 1992, del primer curso postécnico de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, que se impartía en la entonces Escuela
Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Zaragoza de la UNAM. Con
este antecedente, en 1994 surgió el Diplomado en Gerontología,
que se ha realizado de manera ininterrumpida hasta la fecha.
En países que ya tenían una población envejecida, como
España, se contaba con maestrías en Gerontología Social que preparaban a estudiantes en este campo. El doctor Mendoza Núñez
la cursó a finales de 1994; dos años más tarde, creó la Unidad de
Investigación en Gerontología de la UNAM, pionera en el área de la
gerontología comunitaria.
Con estos avances, desde el campo académico se empezó a
conformar una visión distinta del envejecimiento y la vejez, pues
se reconocía la relevancia de la actividad social y productiva para
NUEVOS 25
el desarrollo y la salud de adultos mayores funcionales. El doctor
Mendoza Núñez comenta:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo señalaba,
pero de manera marginal. Nosotros, en algunos documentos,
resaltamos la importancia de la capacidad funcional para
que la persona fuera independiente. Fue hasta 2015 que la
OMS define “envejecimiento saludable” y señala la capacidad
funcional como elemento clave. Pero nosotros ya lo teníamos
claro desde antes y estábamos trabajando en ello.
Así surgieron conceptos como envejecimiento activo y envejecimiento
saludable. El primero se enfoca a que el adulto mayor sea quien tome
sus propias decisiones, opine, reclame sus derechos (seguridad social
y servicios médicos de calidad) y participe en la vida comunitaria. En
cuanto al segundo, la OMS lo define como “un proceso continuo de
optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud, la
capacidad física y mental, la independencia y la calidad de vida”.
Otro cambio de paradigma está relacionado éste último concepto: calidad de vida, que la OMS definió en 1998 como “la percepción que tienen los individuos sobre su posición en la vida, en el
contexto de su cultura y sistema de valores en la cual ellos viven, y
en relación con sus metas, expectativas y estándares de intereses”.
DIÁLOGOS
DESTACADOS
Ilustración: Netsuke / Museo Metropolitano de Arte.
Para lograr esta calidad de vida,
los adultos mayores pueden enfocarse en encontrar un propósito en su
existencia y un crecimiento personal,
asegura la doctora Ana Luisa González
Celis Rangel, especialista en psicología del envejecimiento. Esto forma
parte del bienestar eudaimónico: las
metas que se fija una persona, qué
tanto las ha alcanzado, qué le gustaría hacer para desarrollarse y qué cosa
nueva le gustaría aprender.
Sin embargo, la doctora González Celis Rangel explica que para
lograr un bienestar en la vejez y un envejecimiento saludable, es necesario
dotar al adulto de mayores recursos.
Por ejemplo: acceso a los servicios de
salud, transporte público adecuado,
lugares de esparcimiento, intervenciones para fortalecer la memoria, habilidades para mantener una buena relación con su familia, etcétera.
Puntualiza la investigadora:
El gobierno no cuenta con los suficientes recursos para
atender a toda la población adulta mayor, porque tiene
que administrar los pocos recursos y destinarlos a lo más
urgente. Entonces ¿quién se ha hecho cargo del adulto
mayor? La familia, que no está equipada, no tiene recursos
(y no necesariamente económicos) para poder convivir con
el adulto mayor.
Prejuicios y estereotipos
Pese a los esfuerzos por cambiar los estereotipos sobre la vejez, aún
existen prejuicios como el “viejismo”: la discriminación y el rechazo
a las personas mayores por el simple hecho de serlo. María de la
Luz Martínez Maldonado, en su ensayo “Prejuicios y estereotipos
de la vejez: ‘viejismo’”, destaca que “el viejismo permite a las generaciones más jóvenes ver a los viejos como personas diferentes
a ellos mismos, por lo que sutilmente dejan de reconocerlos como
seres humanos”.
Este rechazo y marginación no viene únicamente de la sociedad en general, sino también de la propia familia. Algunas clases
de “viejismo” son estereotipos, como decir que todos los viejos son
sabios o tiernos; que son necios, testarudos o incapaces de aprender
algo nuevo. También lo es representarlos con imágenes de personas
con bastón, calvos, sin dientes, encorvados o en sillas de ruedas.
NUEVOS 26
El doctor Mendoza Núñez explica que una forma de “viejismo” se
da cuando alguien le dice a un adulto
mayor, con buena salud, que se ve más
joven y no aparenta su edad. “Como si
para estar bien hubiera que estar joven;
es decir, como si no se pudiera ser viejo
y estar bien”.
Otro tipo de discriminación que
fomenta el “viejismo”, agrega, son las
filas preferenciales para los adultos mayores en los bancos o supermercados,
pues se piensa que cumplidos los 60
años las personas ya necesitan un trato
especial, cuando la mayoría de ellas son
completamente funcionales. Con estas
acciones se excluye a esta población
de convivir con otros. “Las filas preferenciales tienen que ser para todos
los que lo necesitan, de la edad que
sean, pero no poner como equivalente
discapacidad/viejo”, puntualiza el investigador.
Los tipos de “viejismo” que surgen desde la familia tienden a
restar autonomía a los adultos mayores. Por ejemplo, no permitirles
realizar actividades por ellos mismos, como ir al banco, hacer sus
compras o pagar sus servicios. Con estas acciones se adelanta la dependencia física y se enmascara el maltrato con supuestas acciones
de cariño: cuando se les sienta en una silla de ruedas, aunque no lo
necesiten, para que no se cansen. Al respecto, el doctor Mendoza
Núñez enfatiza que este tipo de acciones no siempre se hacen para
ayudar al adulto mayor, sino para beneficiar a quien lo cuida, sean
los hijos o los nietos: “Lo están haciendo por ellos, porque tienen
prisa y se quieren facilitar la vida”.
Sobre el maltrato enmascarado, la doctora María Montero
y López Lena explica que también sirve para invisibilizar al adulto
mayor al no permitirle decidir qué comer, qué ropa comprar, a qué
hora dormir:
Tenemos hijos que no se dan cuenta de que, para ellos, es muchísimo más fácil tomar las decisiones porque es más rápido;
y si tienen posibilidades, contratan a enfermeras. Ellos deciden
qué hacer con el adulto mayor y así están tranquilos, pues
ya todo está controlado. Pero hijos controladores generan
padres dependientes.
La psicóloga agrega que otra acción discriminatoria es “infantilizar” a los adultos mayores, tratarlos como niños. Un maltrato
DIÁLOGOS
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enmascarado que les niega su experiencia, edad y valía.
El siguiente paso: “vivienda
colaborativa”
Ilustración: Netsuke / Museo Metropolitano de Arte.
Hoy es muy común encontrar, en casi
cualquier pueblo o ciudad del país, grupos de adultos mayores que se reúnen
a charlar, bailar, tomar cursos o participar en talleres de diversas disciplinas.
En ellos ha permeado la idea de que
se puede transitar a la tercera edad sin
perder el gusto por la vida.
Un antecedente de estos grupos
fue la experiencia de los “núcleos gerontológicos” formados en la Unidad de
Investigación en Gerontología de la actual Facultad de Estudios Superiores (FES)
Zaragoza hace casi treinta años. Estaban
integrados por entre ocho y 15 personas
mayores que pudieran llevar a cabo sus
actividades básicas (comer, desplazarse) sin depender de otra persona.
Al principio eran espacios para obtener información profesional sobre cambios biológicos en el envejecimiento, las enfermedades
crónicas no transmisibles y su prevención, hábitos saludables (como
la actividad física), etcétera. Tiempo después se convirtieron en lugares para compartir experiencias, participar en actividades sociales
y aprender a vivir con mayor independencia.
Cuenta el doctor Mendoza Núñez:
manera autónoma. Aunque ya existe
experiencia internacional al respecto,
en México es un campo de estudio y
acción muy reciente.
La iniciadora de esta iniciativa
en nuestro país es la doctora Margarita
Maass, del Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM. Por el momento se
ha realizado un proyecto que consiste
en la construcción de una vivienda colaborativa para 15 parejas de amigos
en el municipio de Ocuilán, Estado de
México.
Esta vivienda es parte de un
“modelo de planeación para vivir la
vejez como toda una empresa, a partir
de analizar colectivamente y entre amigos la forma sustentable para vivir con
calidad de vida”, destaca la doctora
Maass en su artículo “Mejoramiento
de la calidad de vida en la vejez. Propuesta de Casa de Retiro
ecológica y autosustentable”.
Como fruto de este trabajo, surgió un seminario de estudio y
se creó la primera red de viviendas colaborativas en México, integrada por grupos que están implementando la idea en Torreón, Mérida,
Ciudad de México, Oaxaca, Querétaro, San Miguel de Allende, León
y Guadalajara.
Trabajo pendiente
Le apostamos a que el conocimiento era clave para que ellos
se empoderaran, se responsabilizaran de la situación, se revaloraran. Con estos núcleos logramos que, de alguna manera,
hubiera algunos cambios respecto al control de enfermedades
crónicas no transmisibles, como diabetes mellitus, y afectivas,
al disminuir problemas de depresión.
Otro tipo de intervención es el de las viviendas colaborativas
(cohousing), donde adultos mayores conviven y se organizan de
El envejecimiento debe verse como una oportunidad para seguir
adelante, desarrollar planes de vida y producir no sólo en términos
económicos, sino de conocimiento y experiencia, enfatiza la doctora
Montero y López Lena.
Se deben dejar de lado las imágenes que retratan al adulto
mayor como alguien que necesita un bastón para andar o camina
encorvado. Cada vejez debe ser analizada de forma particular pues,
insiste, una persona de 60 años no vive esta etapa de la misma
manera que una de 70, de 80 o más años.
Ser hombre en la vejez
Hay más mujeres que hombres que transitan la etapa de la vejez. Para ellas es más fácil sobrellevarla, pues a lo
largo de su vida son más propensas a generar círculos de apoyo con familiares o amigas. Los hombres, por el
contrario, no tienen contactos sociales tan estables, participan menos en grupos de apoyo y viven esta etapa
de manera más aislada.
NUEVOS 27
DIÁLOGOS
DESTACADOS
Señala la doctora Ana Luisa González:
Llega el momento en que el adulto mayor deja de participar
en la sociedad porque la sociedad misma se ha encargado
de decirle que ya no puede hacer nada, que ya no tiene
capacidades. Es muy triste esa situación. Hay que descubrir
e identificar qué recursos tienen las personas mayores para
que vayan tomando conciencia de que todavía son capaces
de hacer cosas importantes y trascendentes para ellos.
Ilustración: Netsuke / Museo Metropolitano de Arte.
Son muchos los temas pendientes por analizarse. Uno de ellos
es insistir en que las personas mayores tienen derecho a envejecer de
manera digna y con respeto social. Y esto lo debe asumir y aceptar
la sociedad en su conjunto. También es necesario trabajar aspectos
relacionados con la discriminación hacia las personas mayores, la
cual se deriva de que la familia y la sociedad no saben cómo tratarlos. Más que como una “carga social”, se les debe reconocer como
una especie de bono demográfico: personas que pueden compartir
su experiencia y conocimiento mediante múltiples vías: transmisión
de oficios y saberes, mentorías, acciones de voluntariado, etcétera.
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DIÁLOGOS
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Lo importante es evitar situaciones como la soledad o la depresión, que pueden presentarse cuando el adulto mayor no es escuchado, se siente relegado y no participa en las decisiones de su
familia. Algunas personas se han animado a integrarse a grupos y
vivir su vejez de manera distinta, sobre todo las mujeres; pero aún
hay muchas y muchos que siguen recluidos en sus casas y no se
han dado la oportunidad de pertenecer a una red, seguir aprendiendo, aportar su conocimiento y mantener relaciones sociales.
La doctora Montero y López Lena señala que, frente a estas
situaciones, el adulto mayor funcional podría “empezar a sentirse
exitoso, no fracasado, no cansado, y decir: ‘¿Qué voy a hacer con
este éxito de vida? ¿Qué voy a hacer? Es un regalo. ¿Lo voy a
guardar y voy a dejar que transcurra el tiempo o voy a hacer algo?’
Es un cambio de pensamiento”.
Por ello, es indispensable promover acciones de socialización.
“Está demostrado que la existencia de redes sociales facilita la
integración social y garantiza el ejercicio de una ciudadanía activa,
ya que facilitan los procesos de adaptación a los cambios físicos,
mentales y de salud”, destacan Víctor Manuel Mendoza y María de
la Luz Martínez Maldonado en el artículo “Modelo de redes sociales
y comunitarias para mantener la salud en la vejez”.
Además, para lograr y mantener un envejecimiento saludable, es necesario tener hábitos alimenticios sanos, establecer
momentos de ocio para aprender y compartir cosas nuevas, y
dormir bien, pues se ha normalizado la idea de que en la vejez
se duermen menos horas. La doctora Rivero Segura destaca que
estudiar la importancia del sueño durante esta etapa de la vida
es un área emergente. En México existen pocos grupos dedicados
a esto; uno de ellos es el que ella dirige en el Instituto Nacional
de Geriatría. Señala la especialista:
Dormir bien está asociado con que tengamos mejor fijados
nuestros procesos de memoria y aprendizaje. Cuando dormimos, nuestras neuronas empiezan a limpiarse de todos los recuerdos y las vivencias que ocurrieron en el día. Si no duermes,
las neuronas no pueden depurar todas estas memorias para
generar nuevas; se empiezan a saturar y esto las va a llevar
al estrés y van a morir. Por eso se ha asociado que, si tienes
insomnio, vas a padecer de una enfermedad neurodegenerativa.
Así como hay muchas vejeces, también hay muchas áreas que investigar en torno a ellas, pues el comportamiento poblacional es
Acciones y acuerdos en torno al envejecimiento
En la región de América Latina y el Caribe se han firmado convenios para instrumentar políticas públicas y desarrollar estrategias
que reconozcan los derechos y libertades de las personas adultas mayores, les garanticen una vida libre de discriminación y violencia
y promuevan el envejecimiento activo y saludable. Destacan los siguientes:
Declaración de Brasilia. Segunda Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento en América Latina y el
Caribe: hacia una sociedad para todas las edades y de protección social basada en derechos (CEPAL, 2007)
l Carta de San José sobre los Derechos de las Personas Mayores de América Latina y el Caribe (CEPAL, 2012)
l Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo (CEPAL, 2013)
l Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (OEA, 2015)
l Declaración de Asunción. Construyendo sociedades inclusivas: envejecimiento con dignidad y derechos (CEPAL, 2017)
l
Algunos de los acuerdos a nivel mundial:
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ONU, 2015)
l Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030 (ONU, 2020)
l Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (ONU, 2002)
l
En México, desde 2002 existe la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, la cual ha construido un marco legal para
garantizar los derechos de este sector poblacional.
Fuente: Elaboración propia con información de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2022)
NUEVOS 29
DIÁLOGOS
DESTACADOS
muy dinámico. Como afirma el doctor Mendoza Núñez, el envejecimiento y la vejez son contextuales y temporales: las que se están
viviendo hoy serán distintas a las que se vivirán en veinte años. Lo
importante es seguir trabajando para ofrecerles oportunidades de
desarrollo según su características sociales, familiares, de salud,
geográficas y personales.
Si bien hoy existen adultos mayores que transitan esta etapa
con dificultades físicas o psicológicas, viven en pobreza o con rezago
educativo; también podemos ver, cada vez más, al adulto mayor que
a los 70 años sigue siendo el fotógrafo oficial en su trabajo; a la mujer
de 68 años que cuida de sus nietas; al investigador universitario que
a los 80 es y se siente productivo; a la mujer de 71 años que fue
coronada Reina de la Primavera en un club de adultos mayores; al
tapicero de 74 años que se niega a dejar su oficio porque sigue siendo
apto para ejercerlo; al hombre de 75 años que acude solo y puntualmente al médico a recibir su consulta y medicamentos, y que los fines
de semana sale a bailar con los amigos que conoce en la Iglesia…
Desde luego, la sociedad mexicana está obligada a garantizar que ese 15-20% de adultos mayores con dificultades para
andar reciba atención adecuada y mejore su situación. Es uno de
los primeros pasos para generar condiciones económicas, sociales
y culturales que permitan una vejez digna de ser vivida. Porque en
veinticinco años, según se proyecta, uno de cada cuatro mexicanos
tendrá 60 años o más.
Referencias
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mayores, Santiago, CEPAL.
CONSEJO NACIONAL DE EVALUACIÓN DE LA POLÍTICA DE DESARROLLO SOCIAL (2020). Pobreza y personas mayores en México 2020, México, Coneval. Disponibe
en https://bit.ly/47ZIimM (Consultado el 30 de noviembre de 2023).
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diálogos en la sociedad del conocimiento, vol. 5, núm. 15.
GUTIÉRREZ ROBLEDO, LUIS et al. (2022) "Envejecimiento: ¿cómo los errores del pasado influyen sobre nuestro futuro biológico?", en Revista Ciencia, vol.
73, núm. 4. Disponible en https://bit.ly/47daJg2 (Consultado el 20 de diciembre de 2023).
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noviembre de 2023).
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de prensa núm. 568/22. Disponible en https://bit.ly/47x9J7z (Consultado el 30 de noviembre de 2023).
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INSTITUTO NACIONAL DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES (2021). “Calidad de vida para un envejecimiento saludable”. Disponible en https://bit.ly/3uEx7RT
(Consultado el 30 de noviembre de 2023).
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y saludable: fundamentos y estrategias desde la gerontología comunitaria, México, UNAM.
_______ Y VÍCTOR MENDOZA NÚÑEZ , EDS. (2015). Promoción de la salud de la mujer adulta mayor, México, Instituto Nacional de Geriatría.
MENDOZA NÚÑEZ, VÍCTOR (2013). “Envejecimiento y vejez”, en Víctor Manuel Mendoza et al., Envejecimiento activo y saludable: fundamentos y estrategias
desde la gerontología comunitaria, México, UNAM.
_______ Y MARÍA MARTÍNEZ MALDONADO (2014). “Modelo de redes sociales y comunitarias para mantener la salud en la vejez”, en Verónica Montes
de Oca, coord., Envejecimiento en América Latina y el Caribe. Enfoques en investigación y docencia de la Red Latinoamericana de Investigación
y Envejecimiento, México, UNAM, pp. 453-480.
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crisis generada por el covid-19”, en Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores, boletín núm.
28. Disponible en https://bit.ly/3ReVwp4 (Consultado el 30 de noviembre de 2023).
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD (S. f.). “Envejecimiento saludable”. Disponible en https://bit.ly/47Dsu9t (Consultado el 30 de noviembre de 2023).
NUEVOS 30
DIÁLOGOS
ener o- mar zo 2 0 2 4
Susana Castro Obregón*
El envejecimiento
se puede
evitar
* Instituto de Fisiología Celular, UNAM
Una cosa es el paso del tiempo y otra, muy distinta, el deterioro del organismo. Al estudiar los
procesos de envejecimiento en la naturaleza, podemos aprender cómo mejorar la esperanza de
salud humana. Quienes llegan a 100 años de edad o más, comparten un estilo de vida: dieta baja
en calorías, actividad física y sociabilidad.
uele decirse que el envejecimiento
es inevitable y que todas las especies envejecen. La verdad no es
así. Cada especie tiene una longevidad y
una tasa de envejecimiento características. Mientras que las moscas viven pocas
semanas y los ratones tres años, se han
encontrado almejas que llevan vivas más
de 300 años. Más sorprendente aún es
descubrir que hay especies que no envejecen: el ratopín (Heterocephalus glaber),
un topo de tamaño similar a los ratones,
vive entre 30 y 40 años sin desarrollar características de envejecimiento ni padecer
enfermedades asociadas a la vejez (como
cáncer, neurodegeneración, enfermedades
cardiovasculares, entre otras).
Esto quiere decir que el envejecimiento es biológicamente evitable. Si enten-
S
demos los mecanismos moleculares y celulares que permiten a los ratopines vivir
décadas sin envejecer, podremos desarrollar estrategias para retrasar la senilidad.
Se sabe que en la especie humana esto
es posible al notar que algunas personas
llegan saludables a los 100 años, mientras
que otras envejecen más pronto y padecen
múltiples enfermedades crónicas desde los
50-60 años.
Las células tienen mecanismos para
identificar componentes dañados y repararlos o, bien, eliminarlos y remplazarlos.
Entre las características que distinguen al
envejecimiento se encuentra la falla de esos
procesos, por lo que ya no es posible a las
células reparar sus componentes, como el
material genético, las proteínas y organelos
como las mitocondrias.
NUEVOS
31 DIÁLOGOS
Autofagia:
“mantenimiento” celular
Uno de los principales mecanismos de
mantenimiento de las células se llama
autofagia. La eficiencia de la autofagia
disminuye con el paso del tiempo en las
especies que envejecen. También se observan señales de que la autofagia dejó
de funcionar en los cerebros de personas
que murieron de algún trastorno neurodegenerativo como las enfermedades de
Parkinson o de Alzheimer. En cambio, en el
ratopín, que no envejece, la autofagia funciona correctamente a lo largo de toda su
vida. Estas observaciones permiten suponer que la falla en la autofagia promueve
el envejecimiento. De hecho, estudios en
diversas especies han mostrado que al estimular la autofagia se retrasa la ancianidad.
Ilustración: Ferdinand Julius Fagerlin / Rijks Museum.
COMENTARIOS
La autofagia es un proceso por el cual
las células digieren sus propios componentes por medio de los lisosomas. Los lisosomas son organelos especializados que
rompen las moléculas que componen el
material que se llevó a su interior, lo cual
permite a la célula volver a utilizar esos
materiales o, por el contrario, desecharlos.
Los lisosomas funcionan como el sistema
digestivo de las células.
Por increíble que parezca, las células han
desarrollado una manera de resistir sin comer durante largos periodos mediante la digestión de sus propios componentes. Cuando las condiciones de ayuno se prolongan,
las células activan la autofagia con el fin de
digerir parte de sus propios componentes y
reciclar los metabolitos necesarios para sintetizar moléculas más esenciales. Por ejemplo, las células pueden digerir proteínas no
esenciales para liberar aminoácidos. Al digerir grasas y carbohidratos almacenados en la
célula, la autofagia estimula el metabolismo de lípidos y de azúcares; también regula
la disponibilidad de hierro. Incluso, ayuda
a las células a secretar no sólo material dañino sino, también, proteínas que funcionan
como señales para células vecinas. Al dejar
de funcionar la autofagia, como ocurre en el
envejecimiento, se pierden estas funciones
benéficas. Por eso es esencial que la autofagia funcione adecuadamente.
Al estudiar lo que tienen en común
las personas que llegan a los 100 años en
estado saludable, diversas investigaciones
coinciden en señalar un estilo de vida que
estimula la autofagia: tienen una dieta baja
en calorías (que puede alcanzarse dejando de comer cuando la persona está 80%
satisfecha) y mantienen actividad física. El
ejercicio induce autofagia, incluso en las
neuronas cerebrales. Vale la pena resaltar
que también mantienen una vida sociable
activa, igual que los ratopines.
Ahora entendemos que el envejecimiento es el principal factor de riesgo para
el desarrollo de enfermedades crónicas
asociadas a la vejez. Al retrasar el envejecimiento mismo, se podría retrasar el
desarrollo de diversas enfermedades. Esto
parece más efectivo que estudiar y atacar
una enfermedad a la vez.
Referencias
AMAN, YAHYAH et al. (2021). “Autophagy in Healthy Aging and Disease”, en Nature Aging, núm. 1,
pp. 634–650. Disponible en https://bit.ly/3QUlldO (Consultado el 22 de noviembre de 2023).
HU, FRANK (2023). “Diet Strategies for Promoting Healthy Aging and Longevity: An Epidemiological Perspective”, en Journal of Internal Medicine, núm. 00, pp. 1–24. Disponible en
https://bit.ly/3uqiJN3 (Consultado el 22 de noviembre de 2023).
LAGUNAS RANGEL, ALEJANDRO (2017). “Learning of Nature: The Curious Case of the Naked Mole
Rat”, en Mechanisms of Ageing and Development, vol. 164, pp. 76-81. Disponible en
https://bit.ly/3GanYD4 (Consultado el 22 de noviembre de 2023).
NUEVOS 32
DIÁLOGOS
ener o- mar zo 2 0 2 4
El desafío
de las
Isalia Nava Bolaños*
vejeces femeninas
1
* Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc-UNAM), Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV), UNAM
En un país marcado por la inequidad social, la pobreza material y la precariedad laboral, las
diferencias se multiplican, potencian y agigantan por razones de género. Las mujeres tienen una
mayor esperanza de vida, pero suelen enfrentar condiciones más críticas que los varones en
edades avanzadas.
éxico ha seguido el patrón clásico de la transición demográfica caracterizado por el paso
de altas tasas de mortalidad y fecundidad
a tasas bajas y controladas. En un primer
momento se redujo la mortalidad: mientras que en 1970 ocurrían 76 decesos de
menores de un año por cada 1 000 nacimientos, en 2020 fueron 11. La reducción
de la mortalidad se tradujo en un incremento en la esperanza de vida al nacer,
que en 1970 era de 58.4 años para los
M
1
Este texto parte de una investigación realizada
gracias al Programa UNAM-PAPIIT IN307623,
“El bienestar económico de las personas mayores en México: tendencias, determinantes y
desafíos para la política pública”.
hombres y de 62.3 años para las mujeres,
y en 2020 de 64.8 y 73.5 años, respectivamente. En un segundo momento, el
país experimentó descensos importantes
en la tasa global de fecundidad: de 6.5
hijos por mujer en 1970, a 2.0 en 2020,
cifra por debajo de la “tasa de reemplazo”
(Conapo, 2023).
La evolución de la mortalidad y la fecundidad, a lo que se suma la emigración,
genera una dinámica que determina las
transformaciones de la estructura poblacional por edades. Así, hemos pasado de
pirámides poblacionales con una base ancha de sectores jóvenes, a estructuras que
tienden a mostrar una base estrecha y una
parte central y superior más amplias, lo
que expresa un acelerado crecimiento de
NUEVOS 33
DIÁLOGOS
la población en edades activas y, en comparación con los grupos más jóvenes, una
rápida tasa de incremento de la población
en edades avanzadas.
Estos cambios denotan un proceso de
envejecimiento demográfico que, en nuestro país, tiene la particularidad de presentarse de manera acelerada (Ham, 2003):
en 1970 la población con una edad de
65 años o más (P65+) representó 3.7%
de la población total, con 1.9 millones de
personas; en 2020 ascendió a 7.7%, con
9.9 millones, y en 2070 pasará a 27.5%,
con 38.9 millones (Conapo, 2023). Es decir,
que en el último decalustro la población
mayor triplicará su porcentaje.
La mutación acelerada de la pirámide
poblacional es un reflejo de los logros
COMENTARIOS
Seguridad económica:
lejos del ideal
Es importante considerar, en primer término, que el proceso de envejecimiento
demográfico implica modificaciones a
la estructura de las demandas y los aportes económicos y sociales. Las personas
en edades avanzadas requieren de apoyo
frente a las limitaciones en el trabajo y el
deterioro físico.
Se anticipa, en consecuencia, que los
desafíos de mayor relevancia se centran en
Ilustración: Nicolaes Maes / Rijks Museum.
alcanzados por las políticas públicas
(salud, prevención, higiene, seguridad
social, educación, etcétera), así como del
progreso social y económico del país, a
pesar de las persistentes desigualdades
entre grupos sociales y áreas geográficas, y lo que se denomina desarrollo
incompleto.
La combinación de fenómenos demográficos y grandes rezagos en materia socioeconómica perfila la dimensión de los retos que
enfrenta la sociedad mexicana.
NUEVOS 34
DIÁLOGOS
la salud y las condiciones económicas. Por
un lado, la morbilidad y las consecuencias
no letales de las enfermedades crónicas, degenerativas e incapacitantes generan costos crecientes, demandan atención médica
especializada, incrementan la necesidad
de cuidados y la presencia de cargas emocionales, entre otros factores. Por el otro,
el cese de la actividad productiva de las
personas mayores obliga a subrayar la importancia de la seguridad económica; es
decir, la posibilidad de disponer de manera
independiente de una cantidad de recursos
económicos regular y suficiente.
El énfasis es material, pero no se agota en ello, pues la seguridad económica
determina la calidad de vida de las personas mayores: ofrece condiciones para
satisfacer necesidades objetivas y subjetivas; por lo tanto, se traduce en un
aumento de las capacidades para enfrentar las contingencias de la vida cotidiana,
fortalece la autoestima, fomenta la autonomía y permite la participación plena
como individuos con derechos plenos.
En esta perspectiva, se considera que el
mecanismo de ingresos más adecuado para
cumplir tales expectativas es el de ingresos
derivados de las pensiones contributivas
(mediante sistemas de seguridad social). No
obstante, para atender de manera integral
estos desafíos resulta imprescindible incorporar de manera transversal el enfoque de
género, toda vez que el número de mujeres
que experimenta las diversas etapas de la
vejez es mayor que el de los varones.
Un dato clave al respecto: se estima
que en 2020 había 5.3 millones de mujeres
de 65+ y representaron 53.8% de la población en este rango de edad (Conapo, 2023).
Sin embargo, esta aparente ventaja de sobrevivencia se convierte en desventaja ante
las deficiencias con las que llegan a la vejez
y limitan su calidad de vida; las condiciones
sociales y de salud han sido particularmente adversas para las actuales generaciones
de mujeres en edades avanzadas.
Baste decir que las mujeres mexicanas mayores de 65 años presentan tasas
más altas de analfabetismo y menores
grados de escolaridad. Sumado a esto, la
ener o- mar zo 2 0 2 4
experiencia vivida históricamente por mujeres y hombres respecto a la división social
y sexual del trabajo ha sido absolutamente
distinta y desigual. A las mujeres se les ha
responsabilizado del trabajo doméstico y
de cuidados no remunerado, limitando su
participación en la actividad económica:
sólo la mitad de las mujeres forman parte
de la fuerza laboral, en comparación con
las tres cuartas partes de los hombres.
Tales circunstancias imponen retos significativos que limitan la capacidad y libertad
de las mujeres para involucrarse plenamente en la esfera productiva.
A lo anterior se agrega que las mujeres que participan en el mundo laboral
y el trabajo remunerado enfrentan desigualdades de género que repercuten en
sus condiciones de vida en etapas posteriores. Por ejemplo, se observa una mayor
presencia de mujeres en ocupaciones “femeninas”, definidas por la división sexual
del trabajo; en cargos de baja jerarquía y
con pocas posibilidades de ocupar puestos de mando, pese a contar con niveles
de formación y calificación similares a
sus pares varones.
determinando si ésta será más favorable
o desfavorable según el curso de vida de la
población femenina.
Los microdatos de la Encuesta Nacional
de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH)
2022 muestran que las mujeres en edades
avanzadas se encuentran en una situación
más desfavorable que los hombres:
n
n
n
Precariedad por razones de género
Estos factores configuran no sólo las trayectorias de empleo sino, también, de salud y
de seguridad social. De este modo, se reduce de forma significativa la estructura de
oportunidades para las mujeres, quienes
enfrentan una serie de desventajas acumuladas por razones de género en edades avanzadas. Desventajas que se intensifican al agregar su intersección étnica
y de clase social.
El desafío de garantizar la seguridad
económica en edades avanzadas se potencia con las desigualdades de género, como
puede advertirse al analizar la muy diversa
situación económica de sectores que viven
la vejez; es decir, al contrastar los ingresos
o los bienes de las mujeres respecto de la
población masculina de otros grupos de
edad y de la población total (Huenchuan
y Guzmán, 2007). El género, en este sentido, opera como un factor estratificador
que impacta en la posición económica,
Un menor porcentaje de mujeres participa en la actividad económica, recibe menos estipendios y, en su gran
mayoría, se encuentra en condiciones
laborales precarias.
Un porcentaje más alto de mujeres recibe apoyo económico de otros hogares,
aunque en montos promedio considerablemente bajos. Son transferencias condicionadas por la capacidad económica
de los hogares, las dinámicas familiares
y la naturaleza de las relaciones familiares, entre otros factores. En las próximas
décadas, estos apoyos se verán afectados por la reducción en el número de
la descendencia, la intensificación de la
migración, el aumento de la urbanización y los cambios culturales.
Un número significativamente mayor de mujeres no tiene acceso a las
pensiones derivadas de las contribuciones laborales. Entre las mujeres
predominan las pensiones por viudez,
lo que indica que su acceso a estos
sistemas no se fundamenta en la ti-
n
n
n
tularidad de derechos de ciudadanía
ni en las contribuciones que realizan al
desarrollo del país. Parte de estas desigualdades de género es resultado de
las condiciones en las que se desarrolla
la actividad laboral de las mujeres, así
como de las restricciones institucionales
provenientes de las leyes y normas que
rigen los sistemas de seguridad social.
Una mayor proporción de mujeres recibe apoyos gubernamentales, incluidas
pensiones no contributivas.
Un porcentaje alto de mujeres tiene pocas posibilidades de contar con ahorros
suficientes.
Un porcentaje más alto de mujeres recibe
apoyos de redes sociales o instituciones
de beneficencia, aunque de poca cobertura y con alcances limitados.
Ante este panorama, garantizar la seguridad económica de las vejeces femeninas es uno de los retos más complejos
en materia de políticas públicas. De ahí
la necesidad de que el Estado y el mercado proporcionen soluciones equitativas
y efectivas para asegurar el bienestar de
las mujeres mayores. De ahí también la
urgencia de articular acciones preventivas,
desde edades tempranas, que eviten la
dependencia socioeconómica en la vejez.
Esto último, sobra decirlo, es un desafío
que compromete a toda la sociedad. Antes
de que el futuro nos alcance.
Referencias
CONSEJO NACIONAL DE POBLACIÓN (2023). “Proyecciones de la Población de México y de las
Entidades Federativas, 2020-2070”. Disponible en https://bit.ly/3RfG8Ze (Consultado el 14
de diciembre de 2023).
HAM, ROBERTO (2003). El envejecimiento en México: el siguiente reto de la transición demográfica.
México, México, El Colegio de la Frontera Norte/Miguel Ángel Porrúa.
HUENCHUAN, SANDRA y JOSÉ MIGUEL GUZMÁN (2007). “Seguridad económica y pobreza en la vejez: tensiones, expresiones y desafíos para el diseño de políticas”, en Notas de población, año
XXXIII, núm. 83, Santiago de Chile, CEPAL/CELADE, pp. 99-125. Disponible en https://bit.ly/3TtDthp
(Consultado el 14 de diciembre de 2023).
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y GEOGRAFÍA (2023). “Encuesta Nacional de Ingresos y
Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022. Nueva serie”. Disponible en https://bit.ly/3TqgUKx
(Consultado el 14 de diciembre de 2023).
NUEVOS 35
DIÁLOGOS
h
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INSTITUTO
DE
INVESTIGACIONES
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SOCIALES
tt ps
ener o- mar zo 2 0 2 4
Retos
María Montero-López Lena*
del
psicosociales
giro
demográfico
* Facultad de Psicología, División de Estudios de Posgrado e Investigación, UNAM
Los avances en la ciencia básica han generado cambios sustanciales en las sociedades
contemporáneas. Por primera vez en la historia de la humanidad conviven cuatro generaciones,
lo que supone retos formidables para las instituciones, las comunidades y las personas que
llegan a la vejez con mayor esperanza de vida.
n 2017, México informó que poco
más de 10% de su población alcanzó una edad de 60 años o más.
Este hecho demográfico, que nos ubicó
entre los países envejecidos de América
Latina, abrió la discusión sobre temas prioritarios para reflexionar y ante los cuales se
deben tomar acciones estratégicas.
En esa perspectiva, conviene iniciar
con una descripción sucinta de la evolución poblacional del país en el contexto de
un cambio de paradigma económico, social
y político.
Como país en vías de desarrollo, México fue sometido a las estrategias macroeconómicas del llamado “consenso
de Washington” a partir de 1982 (Calva,
2019; Salazar, 2004). El país sirvió como
“laboratorio” para la aplicación de refor-
E
mas neoliberales a fin de instrumentar
un nuevo modelo de desarrollo (Damián,
2019). Además de “abrir” la economía a la
competencia global, las políticas públicas
instrumentadas incrementaron los niveles
de pobreza y el estatus de desigualdad
social, debido al sesgo paternalista o
asistencialista que impedía combatir los
problemas de raíz (Soto, 2013).
No obstante, las dinámicas sociodemográficas consolidadas en las décadas anteriores no se interrumpieron. De ahí que,
por ejemplo, la esperanza de vida al nacer
presentara cambios sustantivos: mientras
que en 1982 este indicador registró un
promedio de 64.98 años (mujeres, 69.80;
hombres, 62.45), en 2018 llegó a 74.02
años (mujeres, 77.29; hombres, 70.83)
[Datosmacro, s. f.].
NUEVOS 37
DIÁLOGOS
Sin embargo, la pandemia de covid-19
redujo el promedio de esperanza de vida
en México, al pasar de 75 años en 2019,
a 71 en 2021. Disminución que dobló la
cifra presentada a nivel global, dado que
se registró una pérdida de dos años en
promedio (Heuveline, 2022).
Impactos del giro demográfico
Por primera vez en la historia de la humanidad conviven cuatro generaciones. Se trata,
sin la menor duda, de un logro de la ciencia
básica y social (Garrido-Latorre, 2000). Pero
este avance indiscutible también ha traído
retos importantes que demandan respuestas eficientes y eficaces.
Entre los impactos psicosociales vinculados con el envejecimiento poblacional
destacan los siguientes:
Ilustración: Matthijs Maris / Rijks Museum.
COMENTARIOS
1. Incremento en la demanda de servicios
de salud, tanto física como mental. En
este rubro, es imprescindible identificar
que la salud mental es un catalizador
sine qua non de la salud física (cuidados
para las enfermedades crónico-degenerativas) y el bienestar social.
2. Dificultades para el financiamiento de
sistemas de pensiones, cuya cobertura
permita resolver las necesidades de
las personas mayores.
3. Urgencia para instrumentar proyectos
habitacionales y de infraestructura urbana acordes con los requerimientos
de una población con demandas físicas
particulares.
4. Compromiso de impulsar una cultura
inclusiva que integre todos los tipos
de vejeces y sus peculiaridades subculturales, elimine tabúes, que reduzca
prejuicios y garantice el respeto de
los derechos humanos de todas las
personas.
5. Obligación de crear y fortalecer redes
de apoyo y de cuidados que permitan
el intercambio eficiente de servicios entre los diferentes subsistemas en los
que se desarrollan las personas adultas
mayores (familia, comunidad, sistema
social y normativo).
Ante estos desafíos, es indispensable desarrollar estrategias integrales y fundamentadas de promoción de la salud mental en
las personas mayores (Montero-López Lena,
2021; 2022). Subrayamos tres aspectos
fundamentales:
I. Salud. Formular un nuevo concepto
de salud no sólo en términos físicos,
sino emocionales y sociales. Se ha
comprobado que las personas siguen
instrucciones de manera más eficiente
para su salud cuando se establece una
buena adherencia terapéutica. Ello
es esencial en la etapa de la vejez.
Además de dar a la persona mayor
los elementos para mejorar su condición o tomar medidas preventivas
que posterguen el deterioro físico, es
estratégico promover la generación de
un sentido de vida para perseverar
en el esfuerzo de mantenerse saludable. Por tanto, la salud mental es
esencial y debe ser objeto de estudio
y promoción.
NUEVOS 38
DIÁLOGOS
II. Funcionamiento familiar. Se ha documentado, de manera exhaustiva (Jessor, 1993),
que la familia puede ser un contexto de
protección o de riesgo durante la niñez y
adolescencia. Ocurre lo mismo en la adultez. Existe evidencia de que los agresores
más frecuentes se localizan al interior de
las familias (Giraldo y Agudelo, 2020). En
consecuencia, es estratégico dar apoyo a
familias para tratar a los adultos mayores
y facilitar, así, el intercambio intergeneracional entre sus integrantes.
III. Políticas públicas. Es imprescindible que
el Estado tome acciones de promoción
de la salud, la atención económica y el
desarrollo urbano bien fundamentadas.
En este sentido, establecer puentes entre
la academia –donde se genera el conocimiento– y los espacios de toma de decisiones –distribución del presupuesto,
programas y proyectos públicos– debería
ser un camino continuo de doble vía.
Envejecer es un privilegio, ya que la opción
es irremediable. De cada uno de nosotros
depende si construimos cada día una oportunidad para vivir mejor o permitimos que
transcurra el tiempo sin honrar la vida.
Ilustración: Gerard ter Borch (II) / Rijks Museum.
ener o- mar zo 2 0 2 4
Referencias
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económico, vol. 86, núm. 343, pp. 623-666. https://bit.ly/3Ngcnq7 (Consultado el 1 de diciembre de 2023).
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(Consultado el 1 de diciembre de 2023).
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Disponible en https://bit.ly/3GpOxEL (Consultado el 1 de diciembre de 2023).
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DIÁLOGOS
https://www.psicologia.unam.mx/
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
C OCOMENTARIOS
MENTARIOS
Ángel Mireles Estrada*
Largo
es el
arte de
aprender a vivir…
* Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción, UNAM
En las civilizaciones antiguas, la vejez era sinónimo de sabiduría, por lo que demandaba
reconocimiento y respeto. En el mundo moderno, a contrapelo de los adelantos científicos que
prolongan la vida, las personas mayores suelen ser condenadas a la indiferencia, a la soledad y a
la precariedad material.
uando reflexionamos sobre la vejez
puede venir a la mente un conjunto de pensamientos de muy diversa
índole: cómo será nuestra vida tras la jubilación, qué haremos con el tiempo “libre”,
incertidumbre sobre el futuro y la salud de
los padres… En fin, una serie de pensamientos complejos. Todo ello nos lleva a
tratar de comprender qué es la vejez, por
qué se da y cuáles son los factores culturales que la acompañan.
La llegada de la vejez fue una preocupación de los pensadores desde épocas
antiguas, en quienes provocó reflexiones
sobre la brevedad de la vida. El concepto de
vejez ha cambiado a lo largo de la historia
por la variable duración de la vida humana.
Para el médico griego Hipócrates,
la vida era breve y el arte era largo de
C
aprender, lo que bien recapituló Séneca
en su obra Sobre la brevedad de la vida.
De acuerdo con el sabio cordobés, no es
que tengamos poco tiempo para existir
en este mundo sino que, más bien, desperdiciamos mucho de nuestra existencia
en vicios, guerras, trabajo u otras cosas
banales; tendencia común, sobre todo,
en aquellos que viven una condición de
holgura.
La cuestión es que nos comportamos
como si fuéramos a vivir para siempre, sin
reparar en la fragilidad que nos va llegando; postergamos las cosas que queremos
vivir hasta que nos retiramos del trabajo, pues el tiempo es un bien incorpóreo
cuyo precio es casi nada; tiempo que, de
acuerdo con Séneca, tendremos de sobra… pero en la muerte.
NUEVOS
41 DIÁLOGOS
Del respeto a la indiferencia
En algunas civilizaciones antiguas, la vejez era sinónimo de sabiduría, por lo que
reclamaba respeto. Las personas veteranas eran consultadas en asuntos cuya
solución requería de un bagaje que los más
jóvenes no tenían. Basta ver la manera en la
cual los antiguos mexicas trataban a los ancianos, y lo relevante que podían ser los huehuetlatolli: consejos o palabras de los viejos.
Los relatos sobre el valor de los ancianos existen en diferentes civilizaciones, y
esas personas fueron respetadas por el caudal de sabiduría que poseían. En muchas
religiones los ancianos no sólo son depositarios de saberes, también son ejemplo
de comportamiento, tal como reflejan las
cartas de Pablo de Tarso; incluso, el término
griego presbítero, que significa anciano, se
Ilustración: Giovanni Battista Cipriani / Rijks Museum.
COMENTARIOS
aplica para quienes ejercen el sacerdocio
en diferentes confesiones.
Pero el respeto y buen trato a las personas de edad avanzada ha cambiado a lo
largo del tiempo. En su libro El hombre mediocre, el psicólogo y filósofo ítalo-argentino
José Ingenieros, dice que uno de los signos
más visibles de la vejez son las canas, que a
su vez reflejan el estado psicológico y físico
de las personas. El problema, para Ingenieros, es que la vejez es niveladora para todos
aquellos que fueron sobresalientes y que,
con ella, se vuelven “normales” y, posteriormente, mediocres. Para este filósofo, los
viejos tienden a perfeccionar las cualidades
que han desarrollado toda su vida, pero no
se esmeran por adquirir otras.
En la actualidad, mucho se habla en
la opinión pública sobre si la esperanza
de vida es cada vez mayor en los países
industrializados. De lo que se habla menos es de la calidad de vida que desean
(y merecen) las personas mayores.
Ese tema ha sido tratado en muchas
obras cinematográficas, en su mayoría basadas en sugerentes libros. En Mis tardes con
Margarita (La tête en friche, Jacques Becker,
2010), podemos apreciar que, muchas veces, lo que quieren esas personas es sentirse
útiles, compartiendo su saber, su tiempo y
sus aficiones (como la lectura), incluso con
desconocidos. Otra película interesante es El
extraño caso de Benjamin Button (The curious case of Benjamin Button, David Fincher,
2008), también un intento por comprender
la relación entre las diversas etapas de la
vida y la indisolubilidad de ellas, destacando
las dificultades inherentes a la vejez y lo difícil que es asumir la última etapa de la vida.
El placer de vivir
Pero, dejando de lado cómo se percibe la
vejez por medio de la cultura humanística,
¿de qué manera podemos definirla de manera más empírica?
Es evidente que la vejez es un estado
del ser humano en el cual el tiempo nos
revela numerosos cambios físicos y psíquicos que tienen que ver con la madurez y el
deterioro posterior del cuerpo y la mente.
Como señalan Marcelino Cereijido y Fanny
Blanck-Cereijido: “La vejez es una suma
de la senectud biológica y de las conse-
cuencias psíquicas de percatarse de que la
muerte se va acercando”.
De acuerdo con estos autores, en este
proceso la persona va perdiendo el trabajo y
la comodidad económica, disminuyen sus capacidades físicas y tiene una mayor consciencia de que la muerte se acerca. Además, en
el mundo contemporáneo, los ancianos ya no
son considerados sabios; por el contrario, se
les niega todo aquello que les produce gusto
o placer (alimentos, bebidas, costumbres), con
el riesgo de que decaigan sus ganas de vivir.
Pero no todo es negativo. También es
posible continuar con entusiasmo gracias
a la cercanía de sus seres queridos y al
amor compartido. Continuar el sendero de
la vida pues, parafraseando a Pierre Marty
(citado por Cereijido): no hay locomotoras
que anden cien kilómetros sin carbón, pero
sí hay personas agotadas que andan cien
kilómetros si encuentran un buen compañero o compañera.
Referencias
CEREIJIDO, MARCELINO y BLANCK-CEREIJIDO, FANNY (2012). La muerte y sus ventajas, México, FCE / SEP
/ Conacyt (La ciencia para todos, 156).
INGENIEROS, JOSÉ (2017). El hombre mediocre, México, Porrúa (Sepan cuantos, 270).
SÉNECA (2010). Sobre la brevedad de la vida, Sevilla, Junta de Andalucía.
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DIÁLOGOS
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Juan Pablo Vivaldo*
Como te ves me vi,
como me veo
te verás…
* Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV), UNAM
El cine mexicano surtió de diversos estereotipos, roles inamovibles y parodias sobre distintos
temas (no siempre voluntarias) que capturaron el imaginario colectivo. En el caso de la vejez,
afortunadamente, en décadas recientes la pantalla grande empezó a poblarse de personajes e
historias que recuperan la enorme diversidad de formas que adquiere el proceso de envejecimiento.
Hombres tiernos, mujeres duras y amores fuera de norma que reclaman respeto y visibilidad.
partir de la segunda mitad del
siglo XX, el cine mexicano fue
reconocido por la diversidad de
temas que abordó y por las grandes figuras
que protagonizaron sus películas más afamadas. Sin embargo, existen temáticas escasamente alumbradas por los reflectores:
las difíciles situaciones que llevan a miles
de personas a salir de sus países de origen,
las discapacidades físicas y mentales que
marginan a un sector de la sociedad, así
como el envejecimiento de la población
que impacta de formas diversas la dinámica nacional.
Este artículo se centra en el último
tema, con el propósito de mostrar las
variadas representaciones del proceso de
envejecer que el cine mexicano ha lleva-
A
do a la pantalla. Si bien algunas películas
se han analizado en otro lugar (Vivaldo,
2022), en esta ocasión se revisan otros
filmes que transmitieron a los espectadores la idea de que las personas de edad
avanzada también fueron protagonistas
de una sociedad mexicana en acelerada
transformación.
Estereotipos y parodias
Durante la década de 1940 se encuentran las representaciones más populares
sobre la vejez que se valieron de imágenes estereotipadas sobre la última etapa
de desarrollo del ser humano. Asimismo,
llama la atención la sencillez con la que
se representaron a los primeros personajes
de provecta edad.
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DIÁLOGOS
Bastó con que un puñado de actores,
entre los que destacan Fernando Soler
(1876-1979), Sara García (1895-1980) y
Joaquín Pardavé (1900-1955); aprovecharan al máximo dos elementos: sus dotes
histriónicos, que los obligaron a ralentizar
sus movimientos corporales y a echar sus
hombros hacia el frente para completar
el efecto de una avanzada edad; y el
maquillaje cinematográfico más simple
(algunas arrugas, cabellos plateados).
Así, en dos películas clásicas: En tiempos
de Don Porfirio (Juan Bustillo, 1940) y
la primera versión de Cuando los hijos
se van (Juan Bustillo, 1941), el público
constató la ilusión del paso del tiempo
en los personajes principales gracias a los
componentes anteriores.
Ilustración: Hendrick Goltzius / Rijks Museum.
COMENTARIOS
Una representación más realista se observa en Los viejos somos así (Joaquín Pardavé, 1948). En ella se encuentra a Prudencio, un hombre que a sus 40 años se
asume y es reconocido por los otros como
un viejo. Dada su edad natural, Pardavé,
quien interpreta al personaje, no requirió
de un recargado maquillaje ni de la exageración de sus movimientos corporales para
aparentar ser mayor. Aunque hoy resulte extraño que el final de la vida se proyecte
al concluir, apenas, la cuarta década en la
trayectoria de un hombre.
En cualquier caso, Soler, García y
Pardavé se convirtieron en una especie
de “monopolizadores” de la vejez, puesto que fueron ellos quienes encarnaron
los papeles que explotarían los estereotipos más recurrentes: la madre anciana
cuyo amor por sus hijos vale más que su
propia vida, el padre viejo y severo que
no se “tienta” el corazón al momento de
“corregir” a su descendencia...
En ese sentido, La oveja negra (Ismael
Rodríguez, 1949) es uno de los ejemplos
más acabados sobre la imagen estereotipada de las masculinidades mexicanas. Cruz
Treviño, interpretado por Fernando Soler, es
un hombre mayor que se niega abandonar
su vida licenciosa, situación que le acarrea
fuertes conflictos tanto con Vivianita, su esposa, como con su hijo Silvano (Pedro Infante). Y será, justamente, con su hijo con quien
protagonice una de las escenas más fuertes
e interesantes de la película, al confrontar
las conductas disolutas de su viejo progenitor. Además, examinar el filme nos brinda
la oportunidad de cuestionar el sistema patriarcal y la subordinación de la mujer en el
México de mediados del siglo XX.
Las representaciones sobre las masculinidades envejecidas en la pantalla
grande han experimentado transformaciones que se relacionan, entre otras
cosas, con las miradas complejas de algunos cineastas. Sin embargo, tampoco
han estado exentas de abordajes simples
basados en parodias. Son los casos de
Cuando los hijos regresan (Hugo Lara,
2017) o Más sabe el diablo por viejo
(José Bojórquez, 2018).
Romper tabúes
Las relaciones entre personas del mismo sexo comenzaron a ser visibles en el
último tercio del siglo pasado. Películas
como El lugar sin límites (Arturo Ripstein,
1978) y El callejón de los milagros (Jorge
Fons, 1995) incorporaron historias sobre
hombres que, en su madurez, vivieron
abiertamente su orientación sexual no
heteronormada. Recientemente, Sueño
en otro idioma (Ernesto Contreras, 2017)
narra la historia de dos indígenas homosexuales que, en su juventud, mantuvieron una relación y la retoman en su vejez.
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DIÁLOGOS
Desde luego, a lo largo de décadas, no
dejaron de aparecer algunas películas que
se ocuparon de perpetuar los estereotipos
sobre la vejez, de trivializar o parodiar el
tema. Baste recordar producciones como
¡Ahí madre! (Rafael Baledón, 1970) o Hermelinda linda (Julio Aldama, 1984). Por fortuna, fueron impulsados otros proyectos que
tendieron a visibilizar la problemática de las
distintas formas de envejecer en México.
Si el rol de las mujeres envejecidas o
viejas dispuestas a hipotecar su felicidad a
cambio de la felicidad de sus hijos apareció
en películas como Una familia de tantas
(Alejandro Galindo, 1948), Todos son mis
hijos (Roberto Rodríguez, 1951) o Corona
de lágrimas (Alejandro Galindo, 1968),
otro tipo de realizaciones cuestionaron los
roles tradicionales. Por ejemplo, en Como
agua para chocolate (Alfonso Arau, 1992),
por ejemplo, la forma en que se presenta
la severidad de una madre (Elena) que se
interpone entre el amor de su hija (Tita) y
el joven fuereño (Pedro). Otra película que
rompió con la imagen de la tierna anciana
fue La tía Alejandra (Arturo Ripstein, 1978),
que exhibe a una vieja bruja malvada capaz
de asesinar a los integrantes de su familia.
En los años noventa se produjeron filmes que exploraron temas, hasta entonces,
no vinculados con la vejez femenina. Mientras Los años de Greta (Alberto Bojórquez,
1992) aborda la dureza del abandono
Ilustración: Rembrandt van Rijn / Rijks Museum.
Fotografías: Paola Barranco
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familiar, Modelo antiguo (Raúl Araiza,
1991) explora la posibilidad de iniciar una
relación de pareja, y Mi querido Tom Mix
(Carlos García Agraz, 1992) plantea la
posibilidad de que una mujer y un hombre cumplan sus fantasías sin importar
su avanzada edad. Finalmente, Tamara
y la catarina (Lucía Carreras, 2016) expone
la importancia de la solidaridad intergeneracional femenina.
Reflejo
El tema del envejecimiento ha sido cada vez
más visibilizado en el cine mexicano. Eso se
debe a varios factores, entre los que destacan el incremento paulatino de la esperanza
de vida en nuestro país, que se ha traducido
en que dicho sector de la población crezca y
ocupe espacios significativos en la vida so-
cial; el surgimiento de movimientos sociales
que exigen respeto, trato digno y derechos
para todos y, finalmente, la lucidez de algunos cineastas que les permitió examinar el
tema y mostrar las distintas formas de envejecer en México.
Sería interesante, por ello, invitar a los
lectores a observar en qué medida las obras
cinematográficas reflejan las distintas realidades del envejecimiento; discutir si las
representaciones de las vejeces masculinas
y femeninas cuestionan o no las formas
tradicionales del mandato patriarcal, y reflexionar qué tanto podemos aprender de
los filmes de diferentes épocas.
Pensemos en un diálogo de la película
Los viejos somos así, donde el cuarentón
Prudencio habla con su compañero de vicio:
“Si te fijas en mí, es como si te asomaras a
un espejo en el que se reflejara tu cuerpo y
tu espíritu dentro de veinte años”. No sé a
ustedes, pero a mí me suena al dicho que
la vox populi ha inmortalizado: “Como te
ves me vi, como me veo te verás”.
Referencias
VIVALDO, JUAN (2022). “Las representaciones de la vejez en el cine mexicano a partir de 1940”, en
Alfonso Ortega Mantecón, coord. Ver la historia. Aproximaciones a las relaciones entre el cine
y la historia, México, Asociación Interdisciplinaria para el Estudio de la Historia de México.
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DIÁLOGOS
INSTITUTO DE
FISIOLOGÍA CELULAR
Departamento de Neurodesarrollo
y Fisiología
m.mx/neuro
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Salvador Orduña Álvarez*
Abuelos de la ciencia mexicana
* Facultad de Estudios Superiores Acatlán, UNAM
La Sociedad Científica “Antonio Alzate” (1884-1930), una de las más importantes del país,
realizó una labor historiográfica de enorme valor. Su objetivo: reconocer el trabajo solitario,
a veces anónimo, siempre desinteresado, de los viejos y venerables maestros que formaron
generaciones enteras en el tránsito de un siglo a otro.
l interés por construir una narración
de la vida y obra de los “grandes
hombres” de ciencia en México, se
incrementó como consecuencia del auge
que cobró la actividad científica en el último tercio del siglo XIX.
En esa época, políticos e intelectuales
fomentaron la idea de que la esperanza
de progreso y bienestar general –no menos que la mejor conducción del país–
se depositara en la ciencia y sus practicantes. De ahí que se generara un movimiento
intelectual dedicado a rastrear el desarrollo de la ciencia nacional y se fortaleciera su historiografía en la misma coyuntura histórica (Azuela y Fefer, 1998).
Las diversas asociaciones letradas y
científicas en nuestro país fueron partícipes
de este proceso de creación de un pasado
E
científico nacional y del encumbramiento
de sus practicantes mediante la reproducción de biografías, homenajes o necrologías de los “grandes hombres”, nacionales
y extranjeros, que sobresalieron en alguna
rama del conocimiento, a la vez que se les
presentaba como individuos virtuosos y
ejemplares, dignos de inmortalizarse en la
memoria colectiva del medio académico y el
público en general (Morelos, 2014).
Reconocimiento a los maestros
La Sociedad Científica “Antonio Alzate”
(1884-1930), la corporación más importante en su tipo durante el Porfiriato, no estuvo
exenta de este tipo de homenajes a ilustres
científicos. En la revista Memorias, algunos
de sus socios más destacados, como Rafael Aguilar y Santillán, Santiago Ramírez,
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DIÁLOGOS
Alfonso L. Herrera y Alfonso Pruneda; se
encargaron de consignar las hazañas de sus
colegas y mentores.
Una característica de dichos escritos
es el protagonismo que otorgan a los veteranos hombres de ciencia: figuras que
“en su peregrinación por el mundo dejaron ejemplos dignos de imitarse, huellas
dignas de seguirse y un legado de honor,
de virtudes y de trabajos dignos de consignarse en las páginas imperecederas de
la Historia” (Ramírez, 1889).
Desde este punto de vista, los abuelos
de la ciencia mexicana debían ser reconocidos por su participación en la toma
de decisiones políticas, por conducir a las
instituciones encargadas del proceso de
modernización y contribuir, con sus innovaciones, a mejorar la calidad de vida de la
COMENTARIOS
cimiento del naturalista, Aguilar pronunció
un emotivo discurso sobre la influencia de
Herrera en el espíritu científico del país,
misma que se orientó a la tarea educativa.
Destacó, en consecuencia, su “piadosa”
labor docente a lo largo de más de tres
décadas, a través de la cual logró que
centenares de discípulos –como el mismo
Aguilar– amaran la ciencia, pues por medio de su elocuente palabra “despertaba
en nuestro ser la curiosidad, la atención y
la compasión”. Herrera supo infundir a una
amplia “pléyade de hombres que son hoy la
honra del profesorado, de la ingeniería, de
la medicina y de la industria en México”, la
idea de que la práctica de la ciencia debe
estar “siempre pura y libre de todo impulso
no generoso”.
El impacto directo de la vida y obra de
los octogenarios hombres de ciencia mediante la educación fue resaltado en la biografía
del doctor Porfirio Parra (1854-1912), escrita
Ilustración: Salomon Koninck / Rijks Museum.
población. Asimismo, se rendía homenaje
a investigadores, modestos y olvidados,
que no poseían puestos públicos envidiables, pero habían sido de gran valía
por su labor en la formación de nuevas
generaciones.
Desde esta perspectiva, Rafael Aguilar
delineó la vida ejemplar del “filántropo, sabio y progresista” Alfonso Herrera (18381901). Durante la sesión solemne del 27
de febrero de 1901, con motivo del falle-
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DIÁLOGOS
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por su alumno Alfonso Pruneda, quien
señala: “[…] todos cuanto fuimos sus
discípulos, no podremos olvidar jamás la
nítida claridad de su enseñanza, la galanura y fluidez de su exposición, y la perfecta
buena fe con que el maestro desaparecido
hacía llegar las verdades de la ciencia a
cuantos seguíamos su palabra” (Pruneda,
1914). Así, nada más natural que el homenaje a la labor del “médico probo, sabio
ilustre y educador distinguido” consistiera en resaltar su influencia en el nutrido
grupo de estudiantes que formó y quienes
participaban en las instituciones que se
fundaban a lo largo del territorio nacional.
Por último, nos referiremos a la sesión
del mes de agosto de 1899 dedicada a
consagrar la vida de Alfredo Dugès (19261910). El encargado de preparar este homenaje fue Alfonso L. Herrera; cuestión nada
fortuita, pues siempre reconoció que en su
formación había tenido la influencia fundamental de dos “maestros inolvidables”:
su propio padre, Alfonso Herrera, y Alfredo Dugès. Este último, quien radicaba en
Guanajuato y sólo tenía breves contactos
con Herrera en sus viajes a la capital y por
medio de correspondencia, “actuó siempre
como experto sapiente y generoso”.
Herrera da cuenta de la gran actividad
intelectual de Dugès, caracterizada por la
exactitud y la constancia, y aprovechó
para lamentarse por el escaso reconocimiento a su “inigualable” labor: “¡Qué
triste ejemplo, que horrible amenaza para
los que seguimos! ¡73 años, cuarenta títulos, 100 memorias, 1 000 ideas. Todo sin
recompensa!” (Herrera, 1902).
No era la primera vez que el alumno
expresaba tristeza por la suerte del maestro. Desde años atrás, Herrera manifestó su
asombro por el hecho de que Alfredo Dugès llevara a cabo su labor científica en un
ambiente relativamente aislado y sin poder
dedicar a ella más que ratos perdidos, pues
el resto de su tiempo tenía que emplearlo en ganarse la vida con la práctica de su
profesión.
Legitimar el trabajo científico
Como puede advertirse, para los integrantes
de la Sociedad Científica “Antonio Alzate”,
la vejez no era sinónimo de incapacidad o
detrimento del valor de los grandes hombres
de ciencia. Al contrario. Con los homenajes y
estudios biográficos publicados en sus Memorias buscaban resaltar el valor de estos
venerables personajes como elementos clave
del proceso modernizador fraguado a finales
del siglo XIX, ya sea como promotores y artífices de proyectos e instituciones gubernamentales o, bien, como mentores de muchos
jóvenes científicos porfirianos.
En este sentido, los escritos biográficos también se convirtieron en una tribuna
para expresar su sentir ante el escaso reconocimiento de la labor de los hombres
de ciencia, especialmente los más longevos.
Esta labor historiográfica abonaría al
deseo de fortalecer una identidad nacional,
a la construcción del ethos del hombre de
ciencia decimonónico, a legitimar su figura
profesional ante el Estado –demostrando
su aportación al gobierno de Porfirio Díaz–
y, finalmente, a transmitir a la población
en general el valor y la trascendencia del
trabajo intelectual.
Para todo ello resultaba indispensable
reconocer el trabajo incansable, solitario,
desinteresado, de los abuelos de la ciencia
mexicana.
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DIÁLOGOS
OONNN T
TT EEEXX X
TT OOTSS O S
C COCCONTEXTOS
REDES
Observatorio del
Envejecimiento
nternet es un buen espacio para actualizarse respecto a
lo que ocurre con el envejecimiento poblacional. En el
caso de América Latina, existen plataformas que ofrecen
datos “duros” y análisis rigurosos sobre las múltiples aristas
de este fenómeno. Algunos, sin duda, muy confiables para la
investigación o el diseño de políticas públicas. Uno de ellos
es el Observatorio del Envejecimiento, del gobierno de Chile.
Se trata de una iniciativa creada para monitorear las
tendencias, desafíos y oportunidades vinculadas al rápido
crecimiento de la población adulta mayor de ese país. Su sitio
electrónico ofrece estadísticas actualizadas, noticias relevantes para el segmento de 60 y más años, reportes temáticos
sumamente completos (como el que analiza la recuperación
laboral después de la pandemia), seminarios en línea y muchos recursos más.
Detrás del Observatorio del Envejecimiento hay un equipo
de investigadores, académicos y expertos en estudios de la vejez que
recopilan datos y analizan rigurosamente las tendencias en curso para
generar información de utilidad.
El Observatorio es resultado de la colaboración entre el Centro
de Estudios de Vejez y Envejecimiento de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, y la Compañía de Seguros Confuturo. Dentro de
los principales servicios y contenidos que podemos encontrar en el
sitio del Observatorio destacan:
I
1. Estadísticas actualizadas sobre envejecimiento en Chile. Datos
duros y series históricas con indicadores vinculados al envejecimiento de la población chilena. Por ejemplo: esperanza de vida
al nacer y a distintas edades, distribución poblacional por rangos
etarios, proyecciones de población para las próximas décadas, entre muchos otros. Toda la información se encuentra desagregada
por sexo, lo cual permite analizar brechas de género.
2. Reportes temáticos descargables en formato PDF. Documentos
elaborados periódicamente por el equipo investigador del Observatorio. En ellos se analiza en profundidad alguna temática
o área específica vinculada al fenómeno del envejecimiento. Algunos de los reportes publicados en 2022 y 2023: "Mujeres en
el mercado laboral: radiografía del presente y desafíos del mañana", "Malnutrition Risk in Older Adults: Inequalities in Chile", "A
Chronicle of Chronic Diseases for Older People in Chile" y "Vejez
en los territorios de Chile: brechas en calidad de vida comunal
del adulto mayor".
3. Noticias relacionadas con el mundo de la “tercera edad”. Información reciente vinculadas con temas de interés para la población
adulta mayor. Por ejemplo: anuncios sobre beneficios sociales, aprobación de leyes, actividades, recomendaciones de salud, etcétera.
4. Agenda con seminarios, webinars y otras actividades abiertas al público: difusión periódica y análisis sobre temas del envejecimiento.
5. Prensa y difusión. Registro de intervenciones del equipo del Observatorio en medios de comunicación chilenos y videos informativos en su canal de YouTube.
Uno de sus más recientes reportes, "Trabajo y personas mayores, a
tres años de la pandemia" (diciembre 2023), resume los efectos de la
crisis sanitaria de covid-19 en la participación laboral de los adultos
mayores en Chile.
Se trata de un documento relevante que presenta una radiografía
actualizada sobre la recuperación del empleo en el segmento de las
personas de 60 y mayores después de la pausa mundial obligada por
la pandemia.
Algunos de sus puntos destacados:
• Evolución de indicadores laborales clave para adultos mayores entre
2019 y 2023: tasa de ocupación, desocupación, proporción de
informalidad laboral, entre otros.
• Análisis comparativo por subgrupos etarios dentro del segmento
60+ (60-64, 65-69, 70+ años), lo cual permite identificar situaciones diferenciadas según la edad.
• Se constata la mayor incidencia de empleos informales precarios en
la tercera edad, fenómeno que se acentuó luego de la crisis sanitaria.
• Evaluación del rol de los subsidios estatales para proteger los ingresos de este grupo etario vulnerable durante los peores momentos
de la pandemia.
• Énfasis en la importancia de disponer de redes de contacto e instancias de intermediación laboral para mejorar las opciones de
acceso para los adultos mayores a trabajo formal.
El documento destaca el rigor técnico del análisis al considerar las
múltiples dimensiones que inciden en esta problemática: género, nivel
educativo o tipo de inserción laboral.
Los reportes periódicos del Observatorio son, en conclusión, una
fuente de información imprescindible para investigadores abocados
al estudio de la vejez, o para tomadores de decisiones encargados de
formular políticas públicas en la materia.
Contexto:
https://bit.ly/4aux3ol
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DIÁLOGOS
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REDES
Adultos mayores y derechos humanos
os derechos humanos de las personas mayores son un tema
poco tratado y mínimamente considerado en el ámbito
médico, desde donde muchas veces al viejo se le convierte
en un dependiente absoluto carente de poder de decisión. En
ese contexto, resulta importante conocer la labor del Grupo
de Trabajo sobre la Protección de los Derechos Humanos de
las Personas Mayores, creado por la Red Internacional para la
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores
(Rindhaca, por sus siglas en inglés).
Esta red global está integrada por un conjunto muy diverso
que incluye a organizaciones de la sociedad civil, instituciones
nacionales de derechos humanos, universidades y centros académicos, así como expertos independientes, todos en pos de un
mismo objetivo: promover y proteger los derechos de las personas
de la tercera edad.
Desde la Rindhca se planteó la necesidad de crear un
grupo de trabajo específico sobre derechos humanos y envejecimiento, debido a la ausencia de normas e instituciones
globales especializadas en este campo, pese a que se prevé que
para 2050 habrá unos 2 100 millones de personas mayores de
60 años en todo el mundo; es decir, más de 20 por ciento de
la población. Además, desde el derecho internacional tampoco
existe un sistema integral que responda a las formas particulares
de violación de los derechos humanos de este grupo.
Con el fin de subsanar tal carencia, la Rindhca creó el Grupo
de Trabajo con diez especialistas, procedentes de todos los continentes, con amplia trayectoria en el sistema universal e interamericano de derechos humanos y en mecanismos nacionales y
regionales de protección de derechos fundamentales.
El objetivo del Grupo de Trabajo es evaluar la situación de
las personas de edad avanzada en esta materia.
El propósito incluye un diagnóstico de los marcos
jurídicos existentes y su instrumentación por parte
de los Estados, el cual abarcará leyes, políticas públicas, estrategias institucionales, programas específicos y la apropiación de recursos para garantizar
de manera efectiva el respeto a estos derechos.
Con base en estas evaluaciones, se espera que el Grupo de Trabajo prepare propuestas
concretas para el fortalecimiento de los sistemas
universales y regionales de protección de las
personas mayores. La expectativa: que sus recomendaciones se traduzcan en cambios y mejoras
tangibles en varios ámbitos de la protección de
este sector de la población.
A partir del trabajo del Grupo, se proyecta la
posibilidad de elaborar una nueva Convención
internacional específica sobre los derechos de las
personas de edad avanzada. En la actualidad, no
existe un tratado global legalmente vinculante
para los Estados que aborde de manera integral
L
los vacíos y desafíos relativos a la protección de los derechos humanos
de este tipo de personas.
El Grupo se enfoca particularmente en estudiar la viabilidad y el
potencial alcance de una convención de ese tipo. Analiza también el valor
agregado respecto de los mecanismos e instrumentos jurídicos existentes,
así como los elementos que deberían contener, entre otros:
• La participación política de las personas mayores.
• La no discriminación por edad o género.
• El acceso universal a servicios de cuidado de largo plazo.
• La regulación del consentimiento informado en tratamientos médicos.
• La prevención del abuso financiero.
Incorporar la perspectiva de género de manera transversal es otro
de los objetivos, a partir de una amplia y profunda exploración de las
formas particulares y agravadas en que se niegan derechos a las mujeres
adultas mayores en todo el orbe.
Para recopilar insumos, el Grupo consulta a diversos actores, como
Estados, organismos internacionales, la academia, instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y grupos
representativos de las personas mayores.
Con la presentación de recomendaciones concretas a la Organización de Estados Americanos (OEA) se espera que este tipo de organismos
adopten medidas concretas para crear instancias especializadas, designar
mecanismos específicos y establecer normas jurídicas focalizadas para la
protección de los derechos de las personas de edad avanzada.
El trabajo de este Grupo de expertos marcará, sin duda, un antes y
un después para cambiar la situación de desatención, invisibilización y
falta de prioridad que históricamente han sufrido las personas mayores,
principalmente en el ámbito de los derechos humanos.
Contexto: https://bit.ly/47h6Vul
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DIÁLOGOS
CONTEXTOS
INSTITUCIONES
Una sociedad para el avance de la geriatría
l sitio de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica ( SEMEG)
es un recurso muy interesante para adentrarse en el tema de
la vejez. Fundada en 1979 por un grupo de médicos pioneros de la
geriatría en España, esta institución contó en su inicio con muy pocos participantes, pero en pocos años creció de forma notoria hasta
agrupar hoy a más de 1 800 participantes cuyas profesiones van desde
trabajadores sociales hasta médicos geriatras, pasando por una variedad de especialidades vinculados al estudio y tratamiento de la vejez.
De algún modo, el crecimiento de la Sociedad refleja el desarrollo
progresivo de la geriatría como especialidad médica y rama científica
en España, país cuyo envejecimiento demográfico se ha acelerado en
las últimas décadas. En ese contexto, existen en ese país cada vez más
adultos mayores con enfermedades crónicas, situaciones de fragilidad
y dependencia.
La SEMEG impulsa muchos avances tanto en la atención clínica
especializada, como en la investigación geriátrica y la formación de
cuadros especializados. De acuerdo con sus integrantes, el propósito
fundamental de la Sociedad siempre ha sido la promoción del desarrollo científico y social de la geriatría, con el objetivo de mejorar la calidad
de vida y la atención sanitaria de las personas de la tercera edad.
En el sitio electrónico de la SEMEG es posible hallar algunas de las
iniciativas con las cuales contribuye al mejoramiento de la atención al
sector de los adultos mayores. Por ejemplo:
• Organización de congresos, jornadas y seminarios de actualización
para profesionales sociosanitarios. Tienen un congreso nacional celebrado anualmente desde 1980. Es el evento científico de geriatría
en español más relevante debido al
número de asistentes y a la calidad
de los trabajos ahí presentados.
• Coordinación de grupos de trabajo
sobre diferentes ámbitos específicos
de la atención geriátrica (demencias,
nutrición, caídas, salud mental, cuidados paliativos, entre otros) integrados por expertos en el campo. Son
grupos que elaboran múltiples tipos
de documentos, como guías clínicas,
E
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•
•
•
•
documentos de consenso y protocolos de actuación útiles como
referencia en la estandarización y mejora de la práctica clínica.
Participación junto a sociedades europeas en proyectos de investigación multicéntricos sobre problemas geriátricos prioritarios.
Incluye la convocatoria a premios y la promoción de ayudas para
incentivar la investigación en geriatría entre jóvenes especialistas.
Desarrollo de programas educativos sobre temas gerontológicos e
impulso de la formación reglada y continua en Geriatría.
Sensibilización de instituciones gubernamentales y del ámbito sociosanitario sobre la necesidad de crear un modelo coordinado de
atención geriátrica en todos los niveles asistenciales.
Pronunciamientos y elaboración de documentos de posición sobre
aspectos éticos, sociales y legales relacionados con el final de la
vida de pacientes geriátricos complejos. Incluye la propuesta de
decisiones sobre resucitación cardiopulmonar, voluntades anticipadas o el deterioro cognitivo grave.
La SEMEG ha contribuido de manera importante a los avances
científicos y asistenciales en la atención sanitaria especializada para
personas mayores frágiles, y considera que continuará en su intento
por ser la entidad de referencia que lidere las mejoras necesarias en
la geriatría.
Contexto:
https://bit.ly/41EjIpl
DIÁLOGOS
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INSTITUCIONES
Centro Internacional sobre
el Envejecimiento
l Centro Internacional sobre el Envejecimiento (Cenie) es un proyecto conjunto
de la Fundación General de la Universidad de
Salamanca, la Fundación General Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidade do Algarve y la Direção-Geral de Saúde,
en un esfuerzo común entre España y Portugal
frente a una nueva realidad social.
Esta iniciativa tiene sus bases en el Espacio Transfronterizo sobre el Envejecimiento,
iniciado en 2011, y que ha generado análisis
significativos sobre el envejecimiento de la
población y sus problemáticas asociadas.
El compromiso principal del Centro es
ofrecer respuestas a la sociedad sobre la
prolongación de la vida, la calidad de la misma, la gestión de mejoras en los servicios requeridos para conseguirla, la sostenibilidad
E
económica para atender los derechos sociales y la búsqueda de oportunidades para
optimizar las capacidades de las personas.
Para identificar adecuadamente las herramientas que ofrece el Centro, su página
electrónica está dividida en 11 apartados
en los que se abordan los antecedentes del
proyecto, las instituciones que lo conforman,
las actividades que se desarrollan, noticias y
blogs. Como parte de las acciones realizadas
en el Centro, se encuentran tambén distintos
concursos de fotografía y exposiciones que
tienen como eje temático la vejez.
Para las asociaciones que conforman el
Cenie es fundamental dar cabida a todas las
voces que aporten algo a la conversación
sobre el envejecimiento y la longevidad, por
lo cual cuentan con un apartado llamado Tri-
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DIÁLOGOS
buna abierta, donde se almacenan diferentes artículos de colaboradores que basan sus
investigaciones en el cambio que significan
estos temas para las sociedades actuales.
Incluso, presentan entrevistas con especialistas y comparten contenidos en su programa de radio Visión Global y en su canal
de Youtube, en un esfuerzo por reconocer
proyectos que buscan abarcar temas tan importantes como la vejez y todos sus impactos sociales, políticos y económicos que trae
consigo. Ello, con el fin de mantener intacta
la dignidad de las personas en esta etapa
de sus vidas.
Contexto:
https://bit.ly/3S6WXYl
CONTEXTOS
PUBLICACIONES
Guía de comunicación inclusiva sobre vejeces y personas mayores
a plataforma MODII, un portal interactivo en español que fomenta la diversidad, la inclusión, la
igualdad y la transformación social mediante la comunicación, tiene a disposición de cualquier
persona, una guía sobre vejeces, la cual aborda la importancia de utilizar un lenguaje inclusivo al
momento de referirnos a las personas mayores.
Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo se representa a las personas mayores y de qué manera
es posible cambiar la mirada sin caer en el viejismo. La comunicación inclusiva permite dejar de
transmitir estereotipos sobre las personas mayores, con el fin de mejorar sus oportunidades y
regular las políticas públicas que no les favorecen. Se pretende que cada mensaje reconozca
los derechos de las personas mayores, así como
sus aportes y desafíos cuando no tienen la suficiente inclusión social.
La guía de MODII destaca la importancia de
escribir sobre las personas mayores desde un
contexto de respeto y empatía, pues el viejismo
se refiere a los estereotipos y los prejuicios de
discriminación hacia las personas mayores sólo
por el hecho de serlo. Asimismo, este discurso
tiene consecuencias en su vida, tales como mayor deterioro cognitivo, menor calidad de vida,
más riesgo de violencia y maltrato, entre otros.
Al romper con este discurso lleno de estereotipos es posible revertir el impacto de
posibles consecuencias, y así tener una incidencia positiva en la sociedad donde, al tener
una comunicación más asertiva e inclusiva, sea
posible reflexionar sobre las consecuencias de
estas prácticas.
En la guía de MODII se propone una serie de
consejos para lograr una comunicación inclusiva
con las personas mayores desde el respeto y la
tolerancia. Igualmente, se ofrece un panorama
amplio de los efectos en la vida de las personas
mayores al sufrir los estereotipos por la edad.
Se muestra también cómo nombrar a las
personas mayores desde el autorreconocimiento y el derecho es importante, por lo que se
expone una serie de ejemplos para regular la
comunicación.
Esta guía es descargable y se ofrece bajo
licencia Creative Commons.
L
Contexto:
https://bit.ly/4aDuqAS
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DIÁLOGOS
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PUBLICACIONES
Vejeces de las mujeres
a publicación Vejeces de las mujeres: desafíos para la igualdad de género y la justicia social en
Uruguay, escrito por la socióloga Rosario Aguirre Cuns, presenta un amplio temario sobre temas
importantes sobre vivir la vejez desde la perpectiva de ser mujer.
Como se indica en su prólogo:
L
Este libro nos invita a revelar desigualdades, algunas persistentes, como las de género, y otras
ocultas, como la diversidad de formas en que las mujeres viven la vejez. Nos introduce en una
mirada sociológica de la vejez, desde la perspectiva teórica y de la información proveniente de
datos secundarios. Nos muestra la superposición de las desigualdades, tanto de género como de
edad, etnia, clase social y opción sexual, que demanda un enfoque que muestre las formas en las
que estas desigualdades interactúan.
Los puntos que aborda van desde la vejez como una
construcción no uniforme, hasta el tema de vivir en
casa o en una residencia de larga estadía. Para la
autora es importante resaltar que el proceso de envejecimiento poblacional es visible y que podría entenderse como un problema de desigualdad social para
las personas mayores. Este problema se ha llevado
a la agenda pública buscando mejorar sus condiciones
y procurando que no se conciba como una dificultad.
De acuerdo con los conceptos de envejecimiento, vejez y género, se considera que la vejez es una
construcción social que varía en su significado y
repercusiones a lo largo del tiempo, al igual que
los sistemas de género. Tanto la teoría de género
como los planteos sociológicos de vejez y envejecimiento concuerdan en que ambos fenómenos
son construidos. Ambas construcciones no son independientes, sino que se desarrollan de manera
conjunta e interactiva, por lo que las perspectivas
teóricas permiten estudiar el fenómeno como proceso y no como producto estático.
En el libro se realiza una aproximación al lugar que ocupa la vejez, la importancia que radica
en el género y la teoría social, así como un énfasis
en el dialogo entre las categorías y el discurso de
que la vejez no es un proceso uniforme.
Contexto:
https://bit.ly/3TAL7GZ
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DIÁLOGOS
CONTEXTOS
VIDEOS
Vejez: una etapa llena de mitos
a Universidad chilena Andrés Bello, en colaboración con el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) de Chile, abrió un
espacio a Gladys González, encargada de la Unidad de Servicios
Sociales de esta institución, para hablar durante el seminario “Buen
trato al adulto mayor: generando estrategias por una sociedad para
todas las edades”.
La especialista se centró en un intento por derribar los mitos
de una vejez digna y compartió con las y los interesados en la
problemática, el impacto dañino que tiene la cosmovisión negativa
de los adultos mayores en su vida en sociedad. “Estas creencias o
mitos son apreciaciones valóricas casi siempre negativas, asociadas
fundamentalmente a limitaciones, pérdidas y falta de poder en los
distintos ámbitos de la vida del adulto mayor”, añadió la experta.
La ponencia buscó desmentir lo que históricamente han opinado sobre la vejez los grandes pensadores, además de discutir
su imagen negativa, la cual se construye con base en creencias
populares que se repiten, como el presunto desinterés por el
sexo, la falta de productividad, la rapidez con la cual se vive en
la actualidad, la supuesta dificultad de los adultos mayores para
adaptarse a ésta y la fragilidad física, entre otros aspectos.
L
En la búsqueda por recordar y reforzar una imagen digna de
la vejez, Gladys González ejemplifica la importancia de los adultos
mayores dentro de la sociedad, la cual parece invisible para la mayor
parte de la población, como lo es el papel de los adultos mayores
en los voluntariados.
La funcionaria del Senama no sólo se centró en hablar de los
hechos, también se tomó el tiempo de hablar de las causas, de la
razón por la cual la vejez es aún un tema considerado negativo
para la sociedad; igualmente, mencionó ciertas consecuencias de
invisibilizar la dignidad dentro de la vejez.
Para Gladys González es necesario un cambio en toda la sociedad respecto a la cosmovisión de la vejez, modificar los parámetros,
y los modelos ya estipulados, sobre cómo debe ser o verse un adulto
mayor y la imagen de éstos en la escena pública.
Al final, ella y todas las personas que buscan una imagen digna
de los adultos mayores, pretenden que exista un sentido de inclusión claro en la sociedad.
Contexto:
https://bit.ly/3GVoYM3
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DIÁLOGOS
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VIDEOS
¿Cómo viven los mexicanos la vejez? Una mirada al envejecimiento en México y América
Latina desde la perspectiva de la década del envejecimiento saludable 2021-2030
rganizado el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el seminario institucional ¿Cómo viven los mexicanos la
vejez? convocó a expertos en el campo del envejecimiento que buscan explicar sobre cómo mejorar para bien
las cosas con una adecuada comprensión del tema mediante una perspectiva de bienestar y dignidad. Ello, mediante
políticas públicas en el territorio mexicano.
Entre los invitados a este seminario estuvieron representantes del Instituto Nacional de Geriatría, de la organización
Panamericana de la Salud (OPS), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) e investigadores del INSP.
El eje de este webinar fue la noción de un envejecimiento saludable no sólo desde una postura física, sino de la
dignidad que como seres humanos debemos gozar hasta el último momento de nuestras vidas; además de destacar
la importancia de las políticas públicas, al considerar que el futuro que le espera al país es de una población mayoritariamente envejecida.
No quedó fuera de la conversación la perspectiva de género y la importancia de la doble
vulnerabilidad que enfrentan las mujeres de la
tercera edad, ya que ellas presentan una mayor
desventaja para enfrentar un envejecimiento
saludable por la falta de recursos en un país
que aún tiene mucho que trabajar en materia
de vejez y de género.
A lo largo de los últimos años ha aumentado la esperanza de vida de las personas, por
lo cual se busca hacer mayor énfasis en un periodo en el cual, mujeres y hombres que estén
en la etapa de la vejez, o que estén a punto de
entrar a ella, sepan y reconozcan que no deben
abandonar sus vidas dignas por la edad con la
que cuenten.
Los expertos apuntaron sobre la necesidad de más políticas públicas e infraestructura
especializada para cumplir con los logros y las
exigencias que la sociedad de expertos en el
tema de la vejez, así como las mismas personas
que viven esta etapa, reconocen para tener una
vejez digna, saludable y tranquila.
O
Contexto:
https://bit.ly/3GUqDRY
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DIÁLOGOS
CONTEXTOS
AUDIOS
Seremos mayores: Capítulo 1 “Miradas sobre
envejecer”
l pódcast Seremos mayores es una iniciativa de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Sistema de las
Naciones Unidas Chile Proyecto Nodo y el Servicio Nacional
del Adulto Mayor del país sudamnericano. Su objetivo principal es ampliar la mirada al espectro de la vejez para todas
las personas que lo escuchen.
La voz que guía a los oyentes durante este camino es la
del periodista y profesor Felipe Martínez, en conjunto con Julia
Martínez, periodista de la tercera edad. El tema del primer
episodio es la imagen social de la vejez, en el cual analizan
los estereotipos comunes que se tienen al respecto, el viejismo,
las nuevas maneras de envejecer, el enfoque de género y la
importancia de las tecnologías de la información en la participación de los adultos mayores en la sociedad, entre otros.
La dinámica va de la mano con invitados que forman parte
del grupo poblacional de adultos mayores, en esta ocasión
Adriana Gómez, periodista jubilada de 77 años; Héctor Olivares, antropólogo especializado en trabajar con personas mayores en localidades rurales y urbanas y, por último, Javiera
Pasajes, trabajadora social del Centro Interdisciplinario para el
Desarrollo del Adulto Mayor de la Universidad de Valparaíso.
Desde un principio se destacó lo poco favorable que es el
panorama de la vejez, el cual es mayoritariamente negativo;
E
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sin embargo, de la mano de datos duros, como el hecho de que
85% de la población de adultos mayores son aún personas
autovalentes en su vida en la sociedad, se busca cambiar la
perspectiva errónea que se tiene.
Dentro de los puntos más importantes que se abordaron
es la importancia de la validación por parte de la sociedad
para con la comunidad de personas de la tercera edad, y la
relevancia de saberse reconocidos como individuos.
Para las personas involucradas en el pódcast es muy
importante que quienes lo escuchen tengan clara la importancia de los medios de comunicación, tradicionales o no,
además de los contenidos de éstos. Ello, porque buscan que
no se olvide la época en la que viven todos, que es completamente mediatizada.
Los esfuerzos por realizar contenidos de esta índole se
hacen para recordar que las vejeces deben de ser dignificadas
a través de los medios, además de que éstos deben de estar
al alcance de ese sector poblacional, una problemática que se
hizo más visible con la llegada de la pandemia.
Contexto:
https://bit.ly/41DGqOz
DIÁLOGOS
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AUDIOS
Pódcast Envejecimiento
l envejecimiento es mayor reto social que deberán enfrentar
los españoles en los próximos 40 o 50 años. Este fenómeno
del envejecimiento tendrá implicaciones económicas, sociales,
familiares y culturales, e impactará en los valores, la salud y el
bienestar de la población.
Al respecto, el pódcast Envejecimiento, de la Fundación Ramón Areces, aborda el fenómeno del envejecimiento al considerar
que muchas veces se omite pensar a los adultos mayores como
personas que sufren o son discriminadas. En algunos espidosios
de esta emisión se hace hincapié en que algunas culturas arcaicas
pensaban que el anciano era el disco duro de la colectividad, un
hilo conductor que daba identidad y personalidad en un pueblo,
pero es la cultura occidental la que cambia este pensamiento
al concebir al anciano como una especie de diferencia, un ser
aparte de la comunidad.
En la serie de programas se señala que es en la cultura occidental
donde no existe una gran apreciación
hacia el anciano, donde el viejo ya no
tiene lo que llamamos plenitud. Se
piensa a las personas mayores como
niños, seres indefensos o sujetos enfermos, que carecen de pensamiento
desarrollado, pese a estar en una situación plena.
Desde el inconsciente colectivo
occidental, las personas ancianas se
piensan como una especie de seres
olvidados. Por motivos culturales, se
estiman algunas cosas por encima
de otras, y se valora mayormente
la edad de juventud en lugar de la
sabiduría de la tercera edad.
Los audios brindan ejemplos,
desde Aristóteles y la Edad Media
hasta época contemporánea, que
muestran las diferentes formas de
pensar la vejez, sus estigmas y la realidad, donde se piensan como niños
desde la negatividad y una molesta
senectud, o como personas con gran
sabiduría.
E
Contexto:
https://bit.ly/48vzu8u
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DIÁLOGOS
CN
O NTT EE XXT TO SO S
C OPROYECTOS
12 proyectos innovadores para un envejecimiento activo y
saludable
ociedad de la innovación (SDLI) es una
agencia de innovación que pretende ayudar a empresas de cualquier ámbito, incluido
el sector salud, a mejorar la vida de los pacientes, por lo que han realizado proyectos
innovadores referentes al envejecimiento
activo y saludable.
Como parte de su labor para socializar
su conocimiento específico sobre la vejez, se
dieron a la tarea de realizar un listado de
12 proyectos sobre envejecimiento alrededor
del mundo.
El primero es el Proyecto Radars, puesto
en práctica en Barcelona, que consiste en
una red de vecinos, comerciantes, voluntarios
y profesionales que monitorean las rutinas,
comportamientos y aspectos específicos de
las personas mayores para darle seguimiento
en conjunto con el centro de Servicios Sociales.
Covirán es un supermercado que ha
adaptado sus instalaciones a las necesidades de las personas de la tercera edad en la
S
búsqueda de su satisfacción; las medidas van
desde aumentar el tiempo que las puertas
están abiertas, implementar espacios de descanso y elevadores para que no tengan que
cargar sus compras, entre otras disposiciones.
Vincles BCN es un proyecto centrado en
reforzar cómo se relacionan socialmente las
personas mayores en Barcelona mediante la
utilización de las tecnologías de la información (TIC).
Stimulus, por su parte, busca la estimulación mediante las TIC en personas con
deterioros en su cognitividad, o incluso que
muestran demencia temprana. La herramienta principal son ejercicios interactivos de diez
áreas funcionales.
Desde una perspectiva menos tecnológica, la Red de huertos urbanos en Barcelona
realiza lo propio, y mediante el uso del medio ambiente, principalmente el cultivo de
hortalizas; presenta una forma de incorporar
a las personas de la tercera edad.
Desde luego que el tema de la menopausia no podía quedar de lado. Estudiando
la menopausia es un programa encargado de
generar una base de datos para identificar
las necesidades de las mujeres que experimentan esta etapa.
Convive busca unir a los adultos mayores solitarios con jóvenes universitarios que
buscan alojamiento, mediante la creación de
vínculos de confianza y memorias en conjunto. Por su parte, Teeniors une a las dos
generaciones para que las personas de la
tercera edad aprendan a manejar herramientas tecnológicas.
Viajar sin viajar permite a las personas
experimentar un viaje sin necesidad de salir
de casa mediante videos en 360. Buddy y
Elliq, por su parte, utiliza la tecnología mediante robots de compañía que ayudan en
la detección de posibles accidentes en las
personas mayores, o incluso como recordatorio para medicación.
El pueblo-residencia es un proyecto que
modificó completamente el municipio de
Pescueza, en Cáceres, para darle una vida
digna a las personas adultas que ahí viven.
Australia hizo lo propio en la facilitación de
la vida para las personas mayores y creó
Busbot, un vehículo en el que los usuarios
tengan un viaje sin paradas innecesarias y
que transporta retirados.
Por último, existe Adopta un abuelo, que
no es difícil de explicar; los voluntarios van a
casas de retiro y buscan crear un vínculo con
las personas de la tercera edad que residen
en dichos centros.
Todas las iniciativas responden a necesidades específicas que tienen todas las
partes del mundo. Desde luego que han sido
programas altamente potencializados en Europa por la creciente tasa de longevidad en
la región.
Proyecto:
https://bit.ly/3RYi5jp
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DIÁLOGOS
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Observatorio de vejez y envejecimiento
l Observatorio sobre Vejez y Envejecimiento (Observen)
nace de la necesidad de generar estudios e investigaciones
que tengan como eje principal la vejez en la sociedad uruguaya,
principalmente, por lo cual se creó en 2008 como una iniciativa
dirigida más a preguntar que a responder cuestionamientos.
El objetivo fundamental del proyecto es monitorear indicadores sociodemográficos sobre la vejez, las políticas sociales en
torno a dicha temática y la significación social de las personas
de la tercera edad, todo esto desde una perspectiva interdisciplinaria. La información recabada funge como herramienta
para académicos, políticos, sociedad civil y público en general.
La conformación del Observen comenzó con un grupo de
docentes del Programa de Población de la Facultad de Ciencias
Sociales y el Servicio de Psicología de la Vejez, de la Facultad
de Psicología de la Universidad de la República en Uruguay. Juntos conformaron el Núcleo
Interdisciplinario de Estudios sobre Vejez y Envejecimiento.
El Observatorio se rige bajo tres ejes de trabajo principales: los indicadores sociodemográficos, que permiten saber la situación de la vejez
y el envejecimiento de la sociedad, ayudando en
la planificación, implementación y evaluación de
políticas públicas; el segundo eje son las políticas
públicas, las cuales son seguidas de cerca para
medir el impacto con relación a las personas
mayores; por último está la imagen social del
envejecimiento. En esta temática, el Observatorio
busca una modificación en la forma en la que se
percibe a la vejez, y trata de promover reflexiones y cambios de actitud, opinión y práctica en
la edad adulta.
Los proyectos y convenios han sido parte fundamental en la creación y preservación
del Observatorio, por lo cual a lo largo de los
años han sido más las iniciativas generadas
en este espacio, como lo es el estudio Transformaciones del envejecimiento: agenda política y situación social en Uruguay, el cual se
enfoca en darle seguimiento a las políticas de
envejecimiento y a la modificación de los documentos políticos, donde el discurso respete
los conceptos y las estrategias que responden
al envejecimiento digno y respetuoso.
E
NUEVOS
Igualmente, se instituyó otro proyecto llamado Observatorio de Envejecimiento y Vejez en Uruguay: 2015-2017, el
cual busca generar indicadores sociodemográficos para contar
con un panorama más amplio de la vejez uruguaya a partir
de bases de datos y registros; además de implementar iniciativas y políticas públicas mediante la participación de la
sociedad civil.
El proyecto por sí solo cuenta con un sinfín de información
referente al tema, desde los distintos enfoques por desarrollar,
y toda la información se presenta al público mediante textos
literarios y científicos disponibles en el sitio oficial del Observen.
Proyecto:
https://bit.ly/3v7A6m8
6 1 DIÁLOGOS
en er o- m ar z o 2024
CATÁLOGO DE ILUSTRACIONES
Rembrandt van Rijn
Madre del artista, cabeza y busto: tres
cuartos a la derecha / 1628.
Grabado en papel.
Medidas: 66 mm × 63 mm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Rembrandt van Rijn
Busto de un anciano barbudo mirando hacia
abajo, tres cuartos a la derecha / 1631.
Grabado en papel.
Medidas: 11.5 × 10.4 cm
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Rembrandt van Rijn
Anciano protegiéndose los ojos con la mano /
1639.
Aguafuerte y punta seca en papel.
Medidas: 66 mm × 63 mm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Christiaan Wilhelmus Moorrees
Viejo con dos hijos y un perro / S/f.
Grabado en papel.
Medidas: 103 mm × 89 mm.
Colección del Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Rembrandt van Rijn
Anciana durmiendo / 1636.
Grabado en papel.
Medidas: 69 mm × 52 mm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Rembrandt van Rijn
Tres cabezas de mujeres: una dormida /
1637.
Grabado en papel.
Medidas: 141 mm × 97 mm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
NUEVOS 6 2
DIÁLOGOS
ener o-mar zo 2 0 2 4
CATÁLOGO DE ILUSTRACIONES
Jan Lievens
Retrato de un anciano dormido, siglo XVII
Grabado.
Medidas: 13.2 cm x 11.2 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Netsuke / Siglo XVIII-XIX, Japón.
Marfil.
Medidas: 4.1 cm x 3.5 cm x 2.9 cm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Netsuke / Siglo XVIII-XIX, Japón.
Marfil.
Medidas: 4.1 cm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Netsuke / Siglo XVIII-XIX, Japón.
Marfil.
Medidas: 4.1 cm x 3,5 cm x 2,5 cm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Netsuke / Siglo XVIII-XIX, Japón.
Marfil.
Medidas: 4.1 cm x 3.8 cm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Netsuke / Siglo XVIII-XIX, Japón.
Marfil.
Medidas: 3,2 cm x 3,8 cm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
NUEVOS 6 3
DIÁLOGOS
en er o- m ar z o 2024
CATÁLOGO DE ILUSTRACIONES
Netsuke / Siglo XVIII-XIX, Japón.
Marfil.
Medidas: 4,8 cm.
Colección: Museo Metropolitano de Arte,
Nueva York, Estados Unidos.
Trazo: Ferdinand Julius Fagerlin
Impresor: Fritz Dinger
Una antigua canción / S/f.
Grabado en papel.
Medidas: 57.3 cm × 46.1 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Nicolaes Maes
Anciana con gorra / 1653 - 1657.
Tiza rojasobre papel.
Medidas: 15.6 cm × 11.9 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Matthijs Maris
Estudio para una mujer vieja / c. 1856-1857
Óleo sobre papel.
Medidas: 31.7 cm × 35.8 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Gerard ter Borch (II)
Solterona / S/f.
Dibujo por: Abraham Delfos; pintado por:
Gerard ter Borch (II).
Acuarela y tinta sobre papel.
Medidas: 17.6 cm × 14.1 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Trazo: Giovanni Battista Cipriani
Impresor: Francesco Bartolozzi
Dos mujeres jóvenes y un anciano /
23-Feb-1796
Grabado en papel.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
NUEVOS 6 4
DIÁLOGOS
ener o-mar zo 2 0 2 4
CATÁLOGO DE ILUSTRACIONES
Hendrick Goltzius
Busto de un anciano / S. f
Tiza / papel.
Medidas: 33.7 cm x 36.2 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Trazo: Salomon Koninck
Impresor: Johann Wilhelm Kaiser (I)
Interior con un anciano / S. f
Grabado.
Medidas: 17.1 cm × 21.7 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
Rembrandt van Rijn
Mujer con una rosa / 1660
Óleo / tela.
Medidas: 92.1 cm x 74.6 cm.
Colección: Rijks Museum, Amsterdam,
Países Bajos.
https://historia.posgrado.unam.mx/
POSGRADO EN HISTORIA
NUEVOS 6 5
DIÁLOGOS
en er o- m ar z o 2024
COLABORAN EN ESTE NÚMERO
Verónica Montes de Oca
Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento
y Vejez, UNAM
vmoiis@gmail.com
Socióloga, maestra en Demografía y doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Población por el Centro de Estudios
Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México.
Investigadora titular en el Instituto de Investigaciones Sociales
de la UNAM desde hace 25 años. Coordinadora del Seminario
Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez
(SUIEV), UNAM. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel III. Autora de los libros Envejecimiento en América
Latina y el Caribe. Enfoques interdisciplinarios en investigación
y docencia (2013), Vejez, salud y sociedad (2014) y Población
y envejecimiento. Pasado, presente y futuro en la investigación
sociodemográfica (2017), entre otros.
Susana Castro Obregón
Instituto de Fisiología Celular, UNAM
scastro@ifc.unam.mx
Investigadora del Departamento de Neurodesarrollo y Fisiología,
División de Neurociencias, en el Instituto de Fisiología Celular de
la UNAM. Licenciada en Investigación Biomédica Básica, maestra
en Biotecnología y doctora en Investigación Biomédica Básica
por la UNAM. Trabajó como investigadora en el Buck Institute for
Research on Aging (Novato, California, EUA). Tuvo una estancia
sabática en el Instituto Max Planck de Genética Molecular en
Berlín, Alemania. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores. Estudia los procesos celulares y moleculares que contribuyen al desarrollo embrionario y que, en etapas posteriores
de la vida, favorecen el envejecimiento.
María Montero-López Lena
Facultad de Psicología, UNAM
monterol@unam.mx
Profesora titular de la División de Estudios de Posgrado e Investigación, Facultad de Psicología, UNAM. Cuenta con formación
académica de tres maestrías correspondientes a las áreas de
Psicología Ambiental, Terapia Individual y de Pareja, y Psicología
Experimental. Realizó estudios posdoctorales en la Universidad
de California, Irvine, de 1999 a 2000. Es miembro activo del
Sistema Nacional de Investigadores desde 2001. Desde 2013 es
integrante del Comité Técnico del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Vejez y Envejecimiento (SUIEV), UNAM, en representación de la Facultad de Psicología-Ciudad Universitaria.
Salvador Orduña Álvarez
Facultad de Estudios Superiores Acatlán, UNAM
salvadororduna@comunidad.unam.mx
Licenciado y maestro en Historia por la UNAM. Especialista en
historia de la ciencia. Profesor a nivel básico y medio superior
en diversas instituciones privadas.
NUEVOS 6 6
Clorinda Arias Álvarez
Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM
CARIAS@UNAM.MX
Doctora en Ciencias especializada en Neuroquímica. Investigadora del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM. Tiene
a su cargo un laboratorio que trabaja en el desarrollo de marcadores neuronales relacionados con la enfermedad de Alzheimer,
el envejecimiento y la plasticidad neuronal después de lesiones
en el sistema nervioso central. Entre sus temas de investigación
están los mecanismos bioquímicos implicados en la muerte neuronal durante el envejecimiento y el Alzheimer, el desarrollo de
estrategias de protección neuronal, el papel de la neurogénesis, la
pérdida sinóptica en regiones específicas del cerebro y su relación
con las señales que generan reentrada al ciclo celular.
Isalia Nava Bolaños
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc-UNAM)
Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas
(IIEc-UNAM), participa en el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV), UNAM. Licenciada en Economía por la UNAM y egresada de la maestría en
Demografía y del doctorado en Estudios de Población de El
Colegio de México. Entre sus publicaciones: El envejecimiento
en México. Aspectos económicos (México, UNAM-IIEc, 2023); Verónica Montes de Oca e Isalia Nava Bolaños, coords., Población
y envejecimiento. Pasado, presente y futuro en la investigación
sociodemográfica (México,UNAM, 2017).
Ángel Mireles Estrada
Esceula Nacional de Lenguas, Lingüistica y Traducción, UNAM
angelmirelesestrada@gmail.com
Licenciado en Historia, maestro en Filosofía de la Ciencia y
doctor en Historia, grados obtenidos por la UNAM. Autor del
libro Ciencia, Estado y prensa en México. La consolidación del
Observatorio Astronómico Nacional, 1857-1899 (México, Historiadores de las Ciencias y las Humanidades AC, 2022).
Juan Pablo Vivaldo
Centro de Enseñanza para Extranjeros, UNAM
argelia@unam.mx
Doctor en Historia por la UNAM. Profesor de asignatura en el
Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE-UNAM) y en la
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza campus Tlaxcala.
Participa en el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre
Envejecimiento y Vejez (SUIEV), UNAM. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 1. Autor del libro La vejez en el
Porfiriato (1876-1910). Representaciones en prensa y literatura
mexicana (México, UNAM, 2020).
DIÁLOGOS
ener o-mar zo 2 0 2 4
VEJECES, GLOSARIO MÍNIMO1
ABANDONO. La falta de acción deliberada o no para atender de manera
integral las necesidades de una persona mayor que ponga en peligro
su vida o su integridad física, psíquica o moral.
CUARTA EDAD. Tramo etario que comprende desde los 80 años y más […].
CUIDADOS PALIATIVOS. La atención y cuidado activo, integral e interdisciplinario de pacientes cuya enfermedad no responde a un tratamiento
curativo o sufren dolores evitables, a fin de mejorar su calidad de
vida hasta el fin de sus días. Implica una atención primordial al
control del dolor, de otros síntomas y de los problemas sociales,
psicológicos y espirituales de la persona mayor. Abarcan al paciente,
su entorno y su familia. Afirman la vida y consideran la muerte como
un proceso normal; no la aceleran ni retrasan.
DISCRIMINACIÓN MÚLTIPLE. Cualquier distinción, exclusión o restricción hacia
la persona mayor fundada en dos o más factores de discriminación.
DISCRIMINACIÓN POR EDAD EN LA VEJEZ. Cualquier distinción, exclusión o restricción basada en la edad que tenga como objetivo o efecto anular
o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos humanos y libertades fundamentales en la
esfera política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de
la vida pública y privada.
DISCRIMINACIÓN. Cualquier distinción, exclusión, restricción que tenga como
objetivo o efecto anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos humanos y las
libertades fundamentales en la esfera política, económica, social,
cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública y privada.
EDADISMO. Es una combinación de estereotipos (creencias), prejuicios (sensaciones) y conductas (acciones) discriminatorias hacia las personas
en base a su edad cronológica. Si bien existe edadismo en contra de
niñas, niños y adolescentes, el término se usa predominantemente
en relación con el tratamiento hacia personas mayores. Es un tipo
de discriminación más prevalente que el racismo y el sexismo […].
Está ampliamente aceptada y escasamente cuestionada. Tiene serias consecuencias para la salud física y psicológica, además de
tener impacto económico, amplificando el coste de determinadas
afecciones de salud.
Definiciones tomadas de las siguientes publicaciones:
Bozanic L., Agnieszka (s. f.). Escribir sin edadismo, escribir con geroactivismo.
Guía de estilo para comunicar de forma responsable, objetiva y realista
sobre las personas mayores en Chile, Chile, Fundación GeroActivismo/Bricofem. Disponible en https://bit.ly/3RByuJ4 (Consultado el 26 de diciembre
de 2023).
Secretaría de Gobernación (2023). “DECRETO Promulgatorio de la Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas
Mayores, adoptada en Washington D.C., Estados Unidos de América, el quince de junio de dos mil quince”. Última reforma DOF 20/04/2023, México. Disponible en https://bit.ly/3tu7OC1 (Consultado el 26 de diciembre de 2023).
1
NUEVOS 6 7
ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SALUDABLE. Proceso por el cual se optimizan las
oportunidades de bienestar físico, mental y social, de participar en
actividades sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, y
de contar con protección, seguridad y atención, con el objetivo de
ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida de todos
los individuos en la vejez, y permitirles así seguir contribuyendo
activamente a sus familias, amigos, comunidades y naciones. El
concepto de envejecimiento activo y saludable se aplica tanto a
individuos como a grupos de población.
ENVEJECIMIENTO INDIVIDUAL. Proceso universal (todos los seres vivos envejecen), intrínseco (inevitable y parte de la genética de los seres vivos),
progresivo (generado a lo largo del curso de vida), deletéreo (produce
alteraciones en los organismos, afectando las funciones fisiológicas) y
heterogéneo (ningún envejecimiento es igual a otro) […].
ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL. Proceso intrínseco de la transición demográfica. La disminución de la natalidad y el progresivo aumento de
la esperanza de vida de las personas impactan directamente en la
composición por edades de la población al reducir relativamente
el número de personas en las edades más jóvenes y engrosar los
sectores con edades más avanzadas […].
ENVEJECIMIENTO. Proceso gradual que se desarrolla durante el curso de
vida y que conlleva cambios biológicos, fisiológicos, psico-sociales
y funcionales de variadas consecuencias, las cuales se asocian con
interacciones dinámicas y permanentes entre el sujeto y su medio.
GERASCOFOBIA. Miedo a envejecer.
GERONTOCIDIO. Abandono hasta la muerte o el asesinato de personas
mayores.
GERONTOFOBIA. Miedo y rechazo a las personas mayores.
MALTRATO. Acción u omisión, única o repetida, contra una persona mayor
que produce daño a su integridad física, psíquica y moral y que
vulnera el goce o ejercicio de sus derechos humanos y libertades
fundamentales, independientemente de que ocurra en una relación
de confianza.
MICROEDADISMOS. Pequeños gestos edadistas, algunos de ellos muy sutiles
que reproducen y perpetúan los roles de edad y, en definitiva, una
violencia “suavizada” en contra de las personas mayores.
NEGLIGENCIA. Error involuntario o falta no deliberada, incluido entre otros,
el descuido, omisión, desamparo e indefensión que le causa un daño
o sufrimiento a una persona mayor, tanto en el ámbito público como
privado, cuando no se hayan tomado las precauciones normales
necesarias de conformidad con las circunstancias.
PERSONA MAYOR. Aquella de 60 años o más, salvo que la ley interna determine una edad base menor o mayor, siempre que esta no sea
superior a los 65 años. Este concepto incluye, entre otros, el de
persona adulta mayor.
VEJEZ. Etapa de vida entendida como una construcción social basada en
normas y expectativas sobre la edad, en función de las diferencias
individuales y los cambios históricos, culturales, sociales y económicos.
DIÁLOGOS
www.acatlan.unam.mx/
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN
https://enallt.unam.mx/
ESCUELA NACIONAL DE LENGUAS,
LINGÜÍSTICA Y TRADUCCIÓN
https://cepe.unam.mx/
CENTRO DE ENSEÑANZA PARA EXTRANJEROS
CICLO
H U M A N I D A D ES / C I E N CI A S / I NT E R DI S CI P LI N A
Desde sus respectivas esferas de conocimiento, destacados investigadores y académicos convergen en una
charla relajada, amable e informal. Diálogos de alto nivel donde también es posible la contradicción y las
coincidencias, la divergencia y las concurrencias, la multiplicidad y la complejidad de visiones... y la duda
o certeza que enriquece el trabajo interdisciplinario.
• Tiempo y espacio: Guadalupe Valencia / Julieta Fierro
• Mapas y literatura: Manuel Suárez / Juan Carlos Rodríguez
• Ciencia y filosofía: Antonio Lazcano / Jaime Labastida
• Violencia ¿biológica o social?: entrevista con Eduardo Calixto
• Leer por placer o por deber: Felipe Garrido / Fernando Flores
• Inteligencia ¿digital o humana?: Raymundo Morado / Luis Pineda
• Amor y desamor en redes sociales: entrevista con Rolando Díaz Loving
Te invitamos a verlas en nuestro canal
https://www.youtube.com/@nuevosdialogosunam
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO