Minerva. Saber, arte y técnica, V(2), diciembre 2021-junio 2022. , 2021
Este ensayo pone en crisis la autorrepresentación del derecho ceñida a la racionalidad
(instrume... more Este ensayo pone en crisis la autorrepresentación del derecho ceñida a la racionalidad
(instrumental) moderna. El énfasis está en algunos de sus efectos: la negación de su fundamento
trágico y la incomprensión de la radicación corporal y afectiva de la institución imaginaria de
la sociedad. Ante el cierre e imposibilidad de pensar sus fundamentos (violentos), se propone,
desde los registros de lo real, lo imaginario y lo simbólico, su reapertura al campo de fuerzas que
componen una trama mítico-ritual desconocida. Para ello habitamos cierto cruce de horizontes
crepusculares, desde abordajes sociológicos, antropológicos y psicoanalíticos. La hipótesis es que la eficacia simbólica del derecho, como interdicción fundamental del orden societal (imaginario)
está íntimamente ligada, a pesar de la hipérbole de la razón, a su performatividad como
instancia de consagración y expiación de la violencia (sacrificial). Esta opera como significante
infraestructural de las fronteras y confines de la cultura y de los sujetos. Contra toda reducción
cartesiana, se trata de recuperar con el horizonte de una autonomía que no reniegue de lo
pulsional, lo inconsciente y lo histórico-social, al fondo trágico, agónico, irresoluble, descontado,
reprimido o forcluído, pero que, aun así, o por ello mismo, persiste, retorna en forma de una
violencia que no se quiere reconocer como propia.
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porteño? Las bailarinas evitan depender totalmente de las instituciones formales, aun cuando pueden integrarse parcialmente a ellas. Suelen hablar de sus actividades como “independientes”. En el ámbito de la salud, los partos en el hogar se plantean como una crítica al trato de los hospitales y clínicas tradicionales. En el colegio Waldorf, que explícitamente marcan una separación con la educación oficial, se viven discusiones sobre qué hacer respecto a la pandemia, de seguir o no las medidas sanitarias oficiales. En los grupos budistas se plantean una situación, a priori paradójica, como una prueba “real” para justificar la fe íntima. Nos encontramos con prácticas que, además de situarse en
Argentina y ser realizadas principalmente por personas de clases medias urbanas, se posicionan, a su manera, marcando una alternativa.
(instrumental) moderna. El énfasis está en algunos de sus efectos: la negación de su fundamento
trágico y la incomprensión de la radicación corporal y afectiva de la institución imaginaria de
la sociedad. Ante el cierre e imposibilidad de pensar sus fundamentos (violentos), se propone,
desde los registros de lo real, lo imaginario y lo simbólico, su reapertura al campo de fuerzas que
componen una trama mítico-ritual desconocida. Para ello habitamos cierto cruce de horizontes
crepusculares, desde abordajes sociológicos, antropológicos y psicoanalíticos. La hipótesis es que la eficacia simbólica del derecho, como interdicción fundamental del orden societal (imaginario)
está íntimamente ligada, a pesar de la hipérbole de la razón, a su performatividad como
instancia de consagración y expiación de la violencia (sacrificial). Esta opera como significante
infraestructural de las fronteras y confines de la cultura y de los sujetos. Contra toda reducción
cartesiana, se trata de recuperar con el horizonte de una autonomía que no reniegue de lo
pulsional, lo inconsciente y lo histórico-social, al fondo trágico, agónico, irresoluble, descontado,
reprimido o forcluído, pero que, aun así, o por ello mismo, persiste, retorna en forma de una
violencia que no se quiere reconocer como propia.
porteño? Las bailarinas evitan depender totalmente de las instituciones formales, aun cuando pueden integrarse parcialmente a ellas. Suelen hablar de sus actividades como “independientes”. En el ámbito de la salud, los partos en el hogar se plantean como una crítica al trato de los hospitales y clínicas tradicionales. En el colegio Waldorf, que explícitamente marcan una separación con la educación oficial, se viven discusiones sobre qué hacer respecto a la pandemia, de seguir o no las medidas sanitarias oficiales. En los grupos budistas se plantean una situación, a priori paradójica, como una prueba “real” para justificar la fe íntima. Nos encontramos con prácticas que, además de situarse en
Argentina y ser realizadas principalmente por personas de clases medias urbanas, se posicionan, a su manera, marcando una alternativa.
(instrumental) moderna. El énfasis está en algunos de sus efectos: la negación de su fundamento
trágico y la incomprensión de la radicación corporal y afectiva de la institución imaginaria de
la sociedad. Ante el cierre e imposibilidad de pensar sus fundamentos (violentos), se propone,
desde los registros de lo real, lo imaginario y lo simbólico, su reapertura al campo de fuerzas que
componen una trama mítico-ritual desconocida. Para ello habitamos cierto cruce de horizontes
crepusculares, desde abordajes sociológicos, antropológicos y psicoanalíticos. La hipótesis es que la eficacia simbólica del derecho, como interdicción fundamental del orden societal (imaginario)
está íntimamente ligada, a pesar de la hipérbole de la razón, a su performatividad como
instancia de consagración y expiación de la violencia (sacrificial). Esta opera como significante
infraestructural de las fronteras y confines de la cultura y de los sujetos. Contra toda reducción
cartesiana, se trata de recuperar con el horizonte de una autonomía que no reniegue de lo
pulsional, lo inconsciente y lo histórico-social, al fondo trágico, agónico, irresoluble, descontado,
reprimido o forcluído, pero que, aun así, o por ello mismo, persiste, retorna en forma de una
violencia que no se quiere reconocer como propia.