Facultad de Filosofía y Humanidades

"El objetivo de este trabajo fue interpretar las transformaciones estructurales de la Unidad Popular bajo el prisma del llamado análisis de sistemas-mundo, inaugurado por Immanuel Wallerstein en "El moderno sistema mundial", el cual subraya un ensanchamiento espacio-temporal en las escalas de análisis histórico-social desbordando el recurrente espacio geográfico nacional como locus de la interpretación y la corta duración de la historia político-partidaria (“tradicional”) que son aspectos de lo que aquí se considera como “nacionalismo metodológico”. En pocas palabras, deseaba localizar el proyecto de transformaciones de la UP en las coordenadas espacio-temporales del capitalismo histórico, es decir, considerando aspectos estructurales, institucionales, coyunturales, así como de algunas tendencias seculares de este entramado sistémico-mundial. La investigación giró en torno a: i) dar cuenta de cómo afectaron tales constricciones a las transformaciones estructurales promovidas por el Gobierno Popular, ii) cómo éste pretendía hacer frente a tales limitaciones, y iii) dar ciertas pistas de cómo superar el “nacionalismo metodológico”. El método que se usó para construir esta investigación fue mediante lo que Philip McMichael y Dale Tomich llaman “comparación incorporada” que consiste en tomar diferentes unidades de observación aparentemente aisladas e inconexas entre sí —por ejemplo: la expropiación de capitales y la subsiguiente conformación del Área de Propiedad Social, el abandono del patrón oro-dólar en agosto de 1971, la III UNCTAD de 1972, entre otros— para dar cuenta efectivamente de procesos sistémicos a escala mundial y, al mismo tiempo, sus efectos diferenciales a lo largo y ancho de dicha totalidad sistémica.

Los resultados de la investigación fueron más que satisfactorios. Ya se sabía anteriormente que la UP afectaba “estructuralmente” a los capitalistas extranjeros (fundamentalmente de las potencias centrales del sistema-mundo). En este sentido, fue una experiencia más que intentó replicar el “socialismo en un sólo país” inaugurado por la URSS de Stalin: nacionalismo económico con un caríz proletario (APS). Aunque la estrategia inicial de la UP desafiase las estructuras organizativas del capitalismo histórico, sus alcances sólo se limitaban a la marginación de sus efectos “desnacionalizadores” en el espacio nacional. Por otra parte, fueron sorprendentes algunos análisis de la UP que daban cuenta de los inminentes “ajustes estructurales” del FMI por la concentración del mercado mundial de capitales. La UP se oponía a tales entradas de capitales hacia la periferia, cuestión que pudo ser revertida mediante el abandono del patrón oro-dólar por parte de EEUU el 15 de agosto de 1971 que casi provocó una “guerra comercial” entre las principales potencias económicas mundiales a través de sus monedas nacionales, situación que fue subsanada mediante acuerdos monetarios intra-centro. La UP rápidamente comprendió que tales acuerdos acarreaban desplazar los efectos negativos de la turbulencia monetaria mundial hacia la periferia; de hecho, ello permitió aumentar la tasa de explotación centro-periferia. El hallazgo más relevante es que la UP, forzado por esa coyuntura mundial imprevista, realmente propuso una “ruptura estratégica” aunque fracasase, en la III UNCTAD, la cual implicó por primera vez en la historia del sistema-mudo capitalista una transformación a escala global de las estructuras organizativas del capitalismo histórico, y ya no sólo con el “socialismo en un sólo país”, mediante la socialización de los medios de circulación y pago mundiales desplazando al dólar como dinero mundial, inspirándose en los Derechos Especiales de Giro (DEG) instrumento monetario creado por el FMI desligado del oro y de las monedas nacionales. Esto permite comprender por qué sucedió el golpe militar ya que: i) la UP resquebrajaba potencialmente las condiciones favorables a las potencias centrales de acumulación capitalista a escala mundial y por eso, quizá, ii) fue el primer antecedente histórico de los actuales movimientos “alterglobalización” (Foro Social Mundial), que promovía una transformación mundial."

""El presente artículo, además de conmemorar los próximos 40 años de publicación del volumen I de El moderno sistema mundial de Immanuel Wallerstein (texto fundador del análisis de sistemas
-mundo), pretende también abordar la crítica marxista “ortodoxa” de Robert Brenner en que supuestamente la concepción de capitalismo esbozada por Wallerstein exagera la importancia de las “fuerzas del mercado” en desmedro de las “relaciones de producción”, motivo por el cual Brenner lo califica de “marxista neo-smithiano”. Sin embargo, una lectura más atenta de ambos autores, y considerando ciertos pasajes en los textos de Marx, relativiza la brecha entre “producción” y circulación” y más bien hace pensar que la propuesta de Wallerstein es profundamente dialéctica al comprender el capitalismo, incluso a contrapelo de algunas suposiciones defendidas por la mayoría de los marxistas como la primacia del trabajo asalariado, o del plusvalor relativo, como condición fundamental del capitalismo. Además, Wallerstein proporciona una noción espacio- temporal de las crisis cíclicas del capitalismo así como de sus tendencias seculares desde el punto de vista de la acumulación incesante de capital.""

¿Es posible imaginar un nuevo análisis histórico sobre la crisis y caída del gobierno de la Unidad Popular? En principio, parece difícil integrar otra explicación adicional a uno de los temas más trabajados de la historia reciente chilena y de la Guerra Fría latinoamericana. Sin embargo, el trabajo de investigación de Luis Garrido adopta un punto de vista original y desafiante, al integrar el marco teórico sistémico del sociólogo e historiador norteamericano Immanuel Wallerstein al análisis de la crisis institucional de 1973. En tal sentido, el autor nos invita a comprender el fin de la experiencia socialista chilena a la luz de a la larga duración, heredera de las tesis de Fernand Braudel, y en el marco de los ciclos económicos mundiales (sistema-mundo).

El siguiente artículo analiza algunas de las perspectivas que el mismo autor trabaja en su libro La “vía chilena” al socialismo (1970-1973): un itinerario geohistórico de la Unidad Popular en el sistema-mundo, publicado por Ediciones Universidad Alberto Hurtado en 2015.

Es un breve resumen de "La 'vía chilena' al socialismo (1970-1973): un itinerario geohistórico de la Unidad Popular en el sistema-mundo". Pero, más fundamentalmente, también se presentan posibles vías de investigación en orden de establecer las coordenadas sistémico-mundiales de la Unidad Popular más allá de lo realizado en el libro.

El  propósito  de  este  artículo  es  interpretar  la  economía  política  del  Gobierno  de  Salvador  Allende,  así  como  sus  resultados  históricos  concretos  a  través  del  prisma  del  análisis  de  sistemas-mundo  (desarrollado  por  Immanuel  Wallerstein),  con  la  intención de superar los estrechos, y hasta el momento incuestionados, confines interpretativos fundamentados en la escala geográfica nacional. El tratamiento del problema se despliega por dos vías. En primer lugar, se intenta relacionar la estrategia de desarrollo económico, elaborada por la Unidad Popular, con las transformaciones sistémico-mundiales a largo plazo y a gran escala con el fin de comprender qué sentido tuvo a la luz de tales vectores. En segundo lugar, se proporcionan algunas conjeturas (provisionales)  acerca  del  desempeño  económico  del  Gobierno.  Al  utilizarse  el concepto de sistema-mundo, como un dispositivo heurístico, se cuestiona y desborda la tesis del “keynesianismo a ultranza” como causa explicativa principal (o monolítica) de los desequilibrios macroeconómicos que llevaron, finalmente, a la crisis terminal de la Unidad Popular.

Resumen: Este artículo es un intento de vinculación entre el análisis de sistemas-mundo y el corpus teórico de Marx, especialmente el volumen II de El capital. La intención del artículo es visibilizar la materialidad de los procesos que toman lugar en el espacio del mercado mundial (a través del comercio exterior entre las múltiples jurisdicciones que componen la economía-mundo capitalista) al resaltar el olvidado "momento productivo" que conlleva el requerido desplazamiento físico de las mercancías en esa esfera. El artículo inicia con una crítica al análisis de sistemas-mundo por subordinar el transporte a las reestructuraciones del capital productivo y al momento extractivo en el capitalismo histórico. En segundo lugar, en vez de seguir ese derrotero, a partir del volumen II de El capital cambiaré el foco de análisis al proponer el proceso de transporte como una mercancía más al distinguir los respectivos procesos de intercambio y transporte para llegar a una conceptualización de las tasas de flete en tanto que expresión de la ley del valor para el proceso de transporte. En tercer lugar, sobre la base del sustrato geográfico del sistema-mundo capitalista haré hincapié en la importancia del transporte marítimo de comercio exterior (o Fernhandel) como un sector monopólico más siguiendo a Fernand Braudel. El énfasis dado acá al proceso de transporte en vinculación a la ley del valor, sobre la base de ciertas secciones clave de El capital, proporciona una visión que, por un lado, permite añadir las mediaciones espaciales circulatorias entre las zonas geo-económicas del sistema-mundo (centro, periferia, semiperiferia) y, por el otro, complica la supuesta linealidad de la tendencia secular hacia la "compresión espacio-temporal" o "desterritorialización" (enfatizada usualmente por algunos geógrafos marxistas a partir de los Grundrisse) de modo que las propias mediaciones circulatorias del mercado mundial también estarían cruzadas por la división centro-periferia. Palabras clave: intercambio, transporte, tasas de flete, comercio exterior, sustrato geográfico del sistema-mundo capitalista.

Salio ahora recién mi texto en una compilación sobre los 50 años de la Unidad Popular, publicado por CLACSO. Ahora, en particular, mi texto  trata sobre la "vía marítima" al socialismo, a saber, la importancia del comercio exterior y del transporte de mercancías como un sector clave en el sistema-mundo capitalista y, por tanto, para la(s) transición(es) al socialismo. En este no solo abordo la situación de la marina mercante de Chile (estatal y privada) o las estructuras organizativas globales del transporte marítimo que son las conferencias marítimas y las banderas de conveniencia. También hago alusión al impacto del Canal de Panamá en la circulación del comercio exterior hacia/desde Chile.

El presente articulo, ademas de conmemorar los proximos 40 anos de publicacion del volumen I de El moderno sistema mundial de Immanuel Wallerstein (texto fundador del analisis de sistemas-mundo), pretende tambien abordar la critica marxista “ortodoxa” de Robert Brenner en que supuestamente la concepcion de capitalismo esbozada por Wallerstein exagera la importancia de las “fuerzas del mercado” en desmedro de las “relaciones de produccion”, motivo por el cual Brenner lo califica de “marxista neo-smithiano”. Sin embargo, una lectura mas atenta de ambos autores, y considerando ciertos pasajes en los textos de Marx, relativiza la brecha entre “produccion” y circulacion” y mas bien hace pensar que la propuesta de Wallerstein es profundamente dialectica al comprender el capitalismo, incluso a contrapelo de algunas suposiciones defendidas por la mayoria de los marxistas como la primacia del trabajo asalariado, o del plusvalor relativo, como condicion fundamental del capitalismo. Ademas, Wa...

Texto que presenté el 2021 en un foro ruso-iberoamericano sobre la izquierdas aunque no sé si será publicado alguna vez en alguna revista o algo así. Este texto no es tan optimista o demasiado auto-complaciente con la izquierda. Fue escrito entre mayo y diciembre de 2021 por lo que puede que esté desfasado en lo que a la elección presidencial chilena de 2021 concierne, pero el mensaje central permanece más vigente que nunca. En suma: la izquierda debe dejar de centrarse en cuestiones identitarias, de corto plazo y comenzar a tener una visión más "global" (no en el sentido de adaptarse al marco de las Naciones Unidas) para plantearse como alternativa política. Los problemas que aquejan a la humanidad no serán solucionados aislándonos en nuestros propios iglúes nacionales.

This paper attempts to detail a still very unknown world-systemic dimension within the experience known as the “Chilean road” to socialism (1970-1973) considering the breakdown of the fixed parity system (better known as Bretton Woods) in the sphere of international monetary relations. Such process has focused mainly on intra-core relations, that is, between Euro-North American currencies (including Japan) in the world-economy, moving from a system of fixed parities (based on the US dollar and gold) to one of a “floating” nature (based exclusively on the US dollar), without paying attention to the world-systemic implications especially in terms of North-South relations. Faced with the rupture of the aforementioned system, as of August 15, 1971 commanded by Nixon (in order to counter increased foreign inter-capitalist competition) Chile began to propose a series of measures for the world economic space that, in a few words, were already leading at that time to de-dollarize the capitalist world-economy since it opposed the intra-core interests of managing de facto and with absolute exclusivity the world financial institutions, which became materialized in the so-called Smithsonian Agreement of December 1971. In other words, the Unidad Popular government proposed an alternative world monetary system which would not be based either on the US dollar or on gold, but on a monetary instrument inspired by the Special Drawing Rights (SDR) created by the International Monetary Fund (IMF) in 1969 in order to substitute the US-dollar as the world reserve currency. Given the institutional restrictions of the IMF against peripheral countries, Allende’s Chile used UNCTAD III of 1972 (held in Santiago) as the multilateral institutional platform to promote its alternative “exit” from the world financial instability vis-à-vis the alternative by the core countries of the world-system. In order to carry out this global project, and to evade both the existing formal restrictions within the IMF as well as the informal ones among the main Central Banks of the world-system (with the Federal Reserve at its apex), Chile tried to join forces between the socialist bloc and the non-aligned countries (the G-77) to institutionalize a World Monetary Assembly.