CAJA DE MADERA AUTOMONTABLE
OBJETO DE LA INVENCIÓN Esta invención se refiere a un nuevo tipo de caja de madera automontable utilizada normalmente para el almacenamiento y transporte de fintas y productos comestibles.
ANTECEDENTES DE LA INVENCIÓN
Uno de los mayores problemas con que se encuentran los distribuidores de productos hortofrutícolas y alimentarios, son los daños que se producen en los mismos durante su carga, descarga y transporte, debido fundamentalmente a embalajes inadecuados o de baja calidad, ocasionando pérdidas que se revierten indefectiblemente en el costo final del producto o son asumidas por el productor o distribuidor. Las posibilidades de ahorro de un adecuado sistema de embalaje son considerables cuando la elección de éste no solamente depende del tipo de mercancía sino también por ser totalmente reciclable y biodegradable puesto que esto implica además de la reducción del costo económico, un beneficio desde el punto de vista medioambiental.
Las frutas y hortalizas son productos sólidos, voluminosos, no uniformes y de geometrías muy dispares; características que vienen definidas por la variedad del producto, las prácticas agrícolas, el clima las condiciones de la tierra donde se vayan a cultivar, etc. Sobre este tipo de productos - desde el momento en que son recolectados - se suceden una serie de transformaciones fisicoquímicas debidas a procesos metabólicos internos que van a condicionar tanto el tipo de almacenamiento como el tipo de embalaje que los va a contener, proteger y distribuir.
Desde el momento en que las frutas y hortalizas son recolectadas, se inicia su deterioro natural que de no utilizar alguna forma de protección para evitarlo, llevará hasta la pérdida del producto para el
consumo en un corto período de tiempo. Todos los productos de origen vegetal mantienen sus procesos metabólicos tras la recolección. La fotosíntesis se reduce y prácticamente se detiene en ese tiempo, pero los procesos de respiración siguen activos. Como resultado de la respiración, los carbohidratos, que constituyen la reserva energética del producto se convierten en C0 , agua y energía, así como en otros componentes menores. El oxígeno necesario para la reacción lo proporciona el aire circundante. Cuando no existe suficiente oxígeno disponible se forman otros subproductos como alcoholes, aldehidos, y cetonas que imparten mal sabor al alimento, pudiendo dañar los tejidos celulares. El resultado final de los procesos metabólicos será la degradación de la calidad del producto y su inutilización para el consumo, ya que además de otros componentes, se consume oxígeno y se desprende C02 y etileno con liberación de calor que puede contribuir a la aceleración de las reacciones de deterioro. Para evitar la aceleración de estos procesos es conveniente que exista ventilación, que el envase y/o embalaje permita la eliminación de los subproductos de la respiración y permita la entrada de O2, en pequeñas proporciones pero suficientes para evitar la formación de alcoholes, aldehidos y cetonas. Por otro lado la velocidad de degradación aumenta en general, con la temperatura, si bien para algunos productos la reducción de la temperatura al nivel de la refrigeración puede ocasionar un tipo de daño conocido como daño por frío. Generalmente, como consecuencia de las reacciones de senescencia, el producto vegetal se debilita y puede ser objeto de ataque por microorganismos de todo tipo. De hecho a menudo, antes de que los alimentos vegetales alcancen un grado de deterioro químico que los inutilice para el consumo suele producirse su alteración microbiológica, siendo la forma mas común de alteración y pérdida de los productos hortofrutícolas.
Las frutas y hortalizas además de alterarse debido a los procesos respiratorios que sufren después de la recolección, son productos no portantes, es decir, necesitan un embalaje que pueda soportar cualquier
esfuerzo que se presente como consecuencia de agresiones externas, ya que este tipo de productos es muy susceptible de acelerar sus mecanismos de deterioro como consecuencia de los diferentes daños físicos externos que se presentan. Además debido también a estos procesos respiratorios, liberan agua y se deshidratan con facilidad. Una pérdida del 3-5 % en su contenido en agua puede causar, con respecto al producto, un deterioro muy notable en su textura, y con respecto al embalaje, un deterioro de su resistencia si este es higroscópico como sucede con el cartón. Es decir, los embalajes que contengan productos hortofrutícolas, deben garantizar la protección contra daños mecánicos que puedan ocasionar daños por compresión, por impacto, por abrasiones, o vibraciones. Pero además, el embalaje debe estar preparado para poder soportar, sin variar notablemente sus características de resistencia, las agresiones que provienen desde el producto que van a contener, como por ejemplo las variaciones de temperatura y humedad ocasionadas por los procesos de refrigeración a que van a estar sometidos o el agua que, en un momento determinado, pueda desprenderse de la fruta o verdura como consecuencia de sus procesos naturales y también el agua que, en ocasiones se añade al producto como el rociado. Las cajas de madera que se utilizan actualmente, tienen que ser montadas en origen. Este tipo de caja, lleva además grapas metálicas, que suelen producir cortes en las manos durante su manipulación. Las grapas además, se oxidan y en el momento en que tocan la fruta, ésta se estropea. Por otra parte los embalajes con grapas metálicas, y/o clavos son difíciles de reciclar puesto que es necesario disponer de máquinas especiales para extraer los componentes metálicos. Este tipo de cajas se producen en origen y se transportan montadas hasta el lugar de utilización, resultando carísimo su transporte debido al volumen útil que se desperdicia.
Si bien existen en el mercado embalajes de diversos tipos y materiales que responden mas o menos los requerimientos de conservación de los productos hortofrutícolas hasta que llegan al
consumidor, difícilmente pueden mantener a éstos en condiciones óptimas de temperatura, humedad, ritmo de respiración, ritmo de transpiración, etc. durante todo el proceso logístico de almacenamiento y distribución.
Con el objeto de solucionar los problemas descritos el inventor ha desarrollado un nuevo tipo de embalaje que responde adecuadamente a los requerimientos de los productos hortofrutícolas.
DESCRIPCIÓN DE LA INVENCIÓN
Este invento consiste en una caja integral de madera especialmente diseñada para el envasado individual de productos hortofrutícolas, que protege al producto durante la manipulación, conservación en frío, apilado, etc. La caja está compuesta por una base, dos laterales mayores, dos laterales menores y cuatro ángulos de refuerzo. La base y los laterales se ensamblan entre si mediante un sistema de encaje automático de machihembrado típico de ranura y lengüeta.
El conjunto se completa con cuatro ángulos de refuerzo dispuestos en los ángulos interiores de la caja que cumplen además la función de separadores entre caja y caja durante el apilado.
Estos ángulos de refuerzo se fijan a los laterales mayores y menores con cola de secado rápido. Tanto los laterales como los ángulos de refuerzo, en su zona de contacto disponen de unas cavidades, que permiten una penetración extra de cola entre dichos ángulos de refuerzo y los laterales, que evitan su desprendimiento, y por lo tanto aumentan notablemente la resistencia de la caja. Opcionalmente según el tamaño de la caja, se puede encolar también el encaje machihembrado. La cola utilizada es de parafinas naturales, y su tiempo de secado depende de la temperatura que se aplique.
La madera que se utiliza es especialmente apta para el almacenamiento de productos comestibles y está compuesta por láminas adheridas entre si, cumpliendo las normativas vigentes para la alimentación.
Existen diferentes tamaños de cajas en función del tipo de producto que deban contener. Los tamaños estándar, están preparadas para 2,5, 12 y 16 Kg de peso, aunque se pueden fabricar para pesos diferentes. Las cajas de tamaño grande llevan incorporadas en la parte exterior de su base unos listones de refuerzo colocados transversalmente a la orientación de la fibra de la madera de la base. Existe además una versión, que permite apilar grandes cantidades de cajas. Se caracteriza porque los ángulos de refuerzo, disponen de extremos superior macho y extremo inferior hembra, conformados de manera que permiten apilar la caja superior con la caja inferior, evitando su deslizamiento lateral.
En una planta de proceso de productos hortofrutícolas donde éstos son previamente lavados, seleccionados por tamaño, calidad, etc., las ventajas que aporta este tipo especial de caja de madera como material de embalaje son las siguientes:
- Sus componentes se ensamblan automáticamente en la planta de proceso con una máquina específica que produce entre 20 y 40 cajas por minuto, dependiendo del tamaño. - Ahorro en el costo del transporte, ya que los materiales de las cajas se transportan apilados, ocupando todo el espacio disponible, montándose las cajas en destino. - Ahorro considerable de espacio en dicha planta, puesto que los materiales de las cajas desmontadas, ocupan muy poco volumen comparado con el que ocupan las cajas montadas. - Conservan las características organolépticas de las frutas y verduras envasadas.
- Se mantienen a bajas temperaturas evitándose la interrupción de la cadena de frío. - Absorbe a la humedad y por lo tanto mantiene a la fruta en condiciones óptimas durante dos o tres semanas mas que con el embalaje de cartón puesto que en éste se hace moho al poco tiempo. - Protección frente a los golpes que pudiesen dañar al producto. - Facilita el enmallado del palet. - Resulta ideal para el envasado de productos de pequeño y mediano tamaño. - Carece de componentes metálicos. - Es 100 % reciclable y biodegradable y ecológica. - Es mucho mas resistente que un embalaje de cartón y permite además aumentar la superficie de ventilación de su base perforando mas agujeros o efectuándolos de mayor tamaño.
DESCRIPCIÓN DE LOS DIBUJOS
Para complementar la descripción de este invento y con el objeto de facilitar la comprensión de sus características, se acompaña una serie de figuras en las que con carácter ilustrativo y no limitativo, se han representado los siguientes dibujos cuyos componentes principales son los siguientes: (1) Caja. (2) Lateral mayor. (3) Lateral menor. (4) Ángulo de refuerzo. (4.1) Cavidades. (4.2) Extremo macho. (4.3) Extremo hembra. (5) Base. (5.1) Agujeros de la base. (5.2) Listones de refuerzo. (6) Machihembrado. (6.1) Lengüeta
(6.2) Ranura
La Figura 1, es una vista en perspectiva explosionada de la caja
(1).
La Figura 2 A, es una vista en perspectiva de la caja (1), montada con todos sus componentes. La Figura 2B, es una vista en perspectiva ampliada de un vértice de la caja (1).
La Figura 3 A, es una vista en perspectiva de la caja (1), en la que se destaca el detalle de un vértice. La Figura 3B, es una vista en perspectiva ampliada de un vértice de la caja (1).
La Figura 4, es una vista en perspectiva de la caja (1) en posición boca abajo.
REALIZACIÓN PREFERENTE DE LA INVENCIÓN
Entre los diferentes tipos de cajas de madera que se pueden construir tomando como base este invento, la realización preferente es la que se describe a continuación:
Como primer paso se diseñan todos sus componentes de acuerdo a la versión y tamaño de la caja (1). Luego se seleccionan los materiales con los que se va a fabricar, que son básicamente dos: - La madera que es especial para envasar alimentos que está compuesta por varias capas contrachapadas y adheridas entre si, cumpliendo las normativas vigentes empleadas para alimentación. - La cola compuesta con elementos a base de parafinas naturales.
El paso siguiente consiste en fabricar con la madera seleccionada los componentes de la caja (1) que son los siguientes:
(2) Lateral mayor. (3) Lateral menor. (4) Ángulo de refuerzo. (4.1) Cavidades. (4.2) Extremo macho. (4.3) Extremo hembra. (5) Base. (5.1) Agujeros de la base. (5.2) Listones de refuerzo. (6) Machihembrado (6.1) Lengüeta (6.2) Ranura
La base (5) tiene perforados una serie de agujeros (5.1) de mayor o menor tamaño dependiendo del tamaño de la caja (1) y de la ventilación que requiera el producto. Por otra parte al ángulo de refuerzo (4) y a los laterales, se les practican una serie de cavidades (4.1) en su zona de contacto, con una máquina especialmente diseñada, que permiten albergar los llamados "clavos de cola", cuyo efecto es una mayor resistencia de la caja (1) una vez montada y encolada. Las cajas (1) se suministran desmontadas en paquetes de diversas cantidades, según los requerimientos del usuario. El montaje de las mismas se realiza en las plantas de envasado de los productos hortofrutícolas con una máquina automática que produce como mínimo entre 20 y 40 unidades por minuto dependiendo del tamaño.
Una vez descrita suficientemente la naturaleza de esta invención, así como una aplicación práctica del misma, sólo queda por añadir que tanto su forma como los materiales y procedimiento de fabricación, son susceptibles de modificaciones, siempre que no afecten de forma sustancial a las características que se reivindican a continuación.