La familia esta estrenando Carta de derechos. Su promulgacion, hecha por la Santa Sede el 22 de o... more La familia esta estrenando Carta de derechos. Su promulgacion, hecha por la Santa Sede el 22 de octubre de 1983, constituye episodio significativo tanto en la historia de las celebraciones de derechos como en el reconocimiento del lugar de la familia en la vida de las personas y en la sociedad.
Lugar central en los documentos de la enseñanza de Juan Pablo II es el que ocupa la familia. A el... more Lugar central en los documentos de la enseñanza de Juan Pablo II es el que ocupa la familia. A ella se refirió en sus encíclicas, exhortaciones apostólicas, cartas, audiencias, catequesis, discursos, homilías y demás intervenciones que jalonan los 26 años durante ...
Hace treinta anos los laicos no estudiaban Teologia. Tampoco hace viente, al menos en nuestro con... more Hace treinta anos los laicos no estudiaban Teologia. Tampoco hace viente, al menos en nuestro continente y concretamente en Colombia. Hace diez ... Hace ocho anos inicie el estudio de la Teologia, ante la curiosidad y el escepticismo de muchos que no entendian que hacia una mujer, casada y madre de familia, en una Facultad de Teologia; curiosidad y escepticismo que me acompanaron durante los estudios acerca de que podria hacer, en un futuro, conun titulo universitario en esa disciplina.
La visita del Papa Juan Pablo II a nuestra patria es ocasion impostergable para acercarse una vez... more La visita del Papa Juan Pablo II a nuestra patria es ocasion impostergable para acercarse una vez mas y muy cuidadosamente a los documentos de su magisterio: enciclicas, exhortaciones apostolicas, audiencias, discursos y demas intervenciones que descubren un pensamiento y, en el, al hombre que tiene la responsabilidad de guiar a la Iglesia de Cristo.
La familia esta estrenando Carta de derechos. Su promulgacion, hecha por la Santa Sede el 22 de o... more La familia esta estrenando Carta de derechos. Su promulgacion, hecha por la Santa Sede el 22 de octubre de 1983, constituye episodio significativo tanto en la historia de las celebraciones de derechos como en el reconocimiento del lugar de la familia en la vida de las personas y en la sociedad.
Lugar central en los documentos de la enseñanza de Juan Pablo II es el que ocupa la familia. A el... more Lugar central en los documentos de la enseñanza de Juan Pablo II es el que ocupa la familia. A ella se refirió en sus encíclicas, exhortaciones apostólicas, cartas, audiencias, catequesis, discursos, homilías y demás intervenciones que jalonan los 26 años durante ...
Hace treinta anos los laicos no estudiaban Teologia. Tampoco hace viente, al menos en nuestro con... more Hace treinta anos los laicos no estudiaban Teologia. Tampoco hace viente, al menos en nuestro continente y concretamente en Colombia. Hace diez ... Hace ocho anos inicie el estudio de la Teologia, ante la curiosidad y el escepticismo de muchos que no entendian que hacia una mujer, casada y madre de familia, en una Facultad de Teologia; curiosidad y escepticismo que me acompanaron durante los estudios acerca de que podria hacer, en un futuro, conun titulo universitario en esa disciplina.
La visita del Papa Juan Pablo II a nuestra patria es ocasion impostergable para acercarse una vez... more La visita del Papa Juan Pablo II a nuestra patria es ocasion impostergable para acercarse una vez mas y muy cuidadosamente a los documentos de su magisterio: enciclicas, exhortaciones apostolicas, audiencias, discursos y demas intervenciones que descubren un pensamiento y, en el, al hombre que tiene la responsabilidad de guiar a la Iglesia de Cristo.
No estoy de acuerdo con el sacerdocio para las mujeres. Como tampoco estoy de acuerdo con el sace... more No estoy de acuerdo con el sacerdocio para las mujeres. Como tampoco estoy de acuerdo con el sacerdocio masculino pero por razones diferentes a las del veto establecido por el magisterio pontificio. Sencillamente, porque Jesús no ordenó sacerdotes. Y porque en las primeras comunidades de creyentes –normativas para la Iglesia de todos los tiempos– no hubo sacerdotes. Si el Nuevo Testamento registra la presencia de mujeres comprometidas en la difusión del evangelio, como “nuestra hermana Febe, s en la iglesia de Cencreas”, ¿cómo y por qué las mujeres fueron marginadas de la organización eclesial y lo siguen siendo? Para mostrar la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, se produjo en el siglo III la transposición de las instituciones cultuales del judaísmo a la comunidad eclesial con la consiguiente sacerdotalización de los dirigentes, , desconociendo la ruptura de las primeras comunidades de creyentes con las mediaciones religiosas veterotestamentarias. El proceso de sacerdotalización coincidió con el paso del espacio privado de las comunidades domésticas al espacio público de la religión oficial y de la Iglesia entendida como comunidad a la Iglesia entendida como organización kiriarcal, y las mujeres, que habían llevado la palabra en el ámbito privado, debieron callar cuando se hizo religión pública; además la sacerdotalización contribuyó a su exclusión, dado que el culto implicaba prohibiciones que las marginaron de los espacios sagrados. No obstante, hubo mujeres diáconos y diaconisas ordenadas por la autoridad eclesial que les confió este ministerio. Pero lo que sirvió de argumento para responder a una circunstancia coyuntural se constituyó en doctrina cuando en la Edad Media se elaboró la teología del sacramento del orden, interpretándolo como sacramento del sacerdocio que confiere un poder a los hombres de Iglesia. Por otra parte, la opinión androcéntrica de la inferioridad de la mujer incidió en las razones para que santo Tomás negara su ordenación con el impedimentum sexus: “el estado de sujeción de la mujer la hace inepta para la recepción de este sacramento” y para actuar “in persona Christi”. Vaticano II abrió la puerta a una nueva manera de entender y de ejercer la ministerialidad eclesial superando el exclusivismo sacerdotal. Sin embargo, las mujeres continúan siendo excluidas de los ministerios ordenados. Pero lo que los documentos niegan es la ordenación sacerdotal de las mujeres. Y desde argumentos preconciliares -como es la interpretación que hiciera santo Tomás, para quien ser mujer era impedimento para la ordenación- y desconociendo las líneas eclesiológicas trazadas por Vaticano II y la consiguiente interpretación de la ministerialidad eclesial desde la cual no hay razones teológicas que impidan la ordenación de mujeres para el diaconado, para el presbiterado y para el episcopado. Por eso no me preocupan. Me preocupa el peso que tienen en el mundo eclesiástico el imaginario patriarcal y el imaginario sacerdotal en el que han sido formados los hombres de Iglesia para sentirse doblemente superiores, por ser varones y por haber recibido la potestas sacra. Por eso y porque representan la estructura y mentalidad jerárquicas propias de la tradición patriarcal que condicionó las prácticas y doctrinas del cristianismo a lo largo de su historia, esgrimen argumentos para convencer a las mujeres de que no necesitan ser ordenadas e inconscientemente entorpecen cualquier posibilidad de reforma en la que debería ser Ecclesia semper reformanda. Y lo que está en juego es el dilema entre el miedo a perder el poder por parte de quienes detentan en la Iglesia la potestas recibida en el sacramento del orden y la propuesta y el ejemplo mismo de Jesús: “el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás” (Mt 20,26-28 y pp.).
Ponencia presentada en el Congreso Internacional "Interpelaciones del Papa Francisco a la Teologí... more Ponencia presentada en el Congreso Internacional "Interpelaciones del Papa Francisco a la Teología Hoy", septiembre 18 a 21 de 2016
Universidad de los andes y Biblioteca Nacional de Colombia, 2019
Repositorio digital de la obra de la autora: narrativa, historia, diario íntimo, narrativa visual... more Repositorio digital de la obra de la autora: narrativa, historia, diario íntimo, narrativa visual, prensa http://soledadacosta.uniandes.edu.co/
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Si el Nuevo Testamento registra la presencia de mujeres comprometidas en la difusión del evangelio, como “nuestra hermana Febe, s en la iglesia de Cencreas”, ¿cómo y por qué las mujeres fueron marginadas de la organización eclesial y lo siguen siendo?
Para mostrar la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, se produjo en el siglo III la transposición de las instituciones cultuales del judaísmo a la comunidad eclesial con la consiguiente sacerdotalización de los dirigentes, , desconociendo la ruptura de las primeras comunidades de creyentes con las mediaciones religiosas veterotestamentarias. El proceso de sacerdotalización coincidió con el paso del espacio privado de las comunidades domésticas al espacio público de la religión oficial y de la Iglesia entendida como comunidad a la Iglesia entendida como organización kiriarcal, y las mujeres, que habían llevado la palabra en el ámbito privado, debieron callar cuando se hizo religión pública; además la sacerdotalización contribuyó a su exclusión, dado que el culto implicaba prohibiciones que las marginaron de los espacios sagrados.
No obstante, hubo mujeres diáconos y diaconisas ordenadas por la autoridad eclesial que les confió este ministerio.
Pero lo que sirvió de argumento para responder a una circunstancia coyuntural se constituyó en doctrina cuando en la Edad Media se elaboró la teología del sacramento del orden, interpretándolo como sacramento del sacerdocio que confiere un poder a los hombres de Iglesia. Por otra parte, la opinión androcéntrica de la inferioridad de la mujer incidió en las razones para que santo Tomás negara su ordenación con el impedimentum sexus: “el estado de sujeción de la mujer la hace inepta para la recepción de este sacramento” y para actuar “in persona Christi”.
Vaticano II abrió la puerta a una nueva manera de entender y de ejercer la ministerialidad eclesial superando el exclusivismo sacerdotal. Sin embargo, las mujeres continúan siendo excluidas de los ministerios ordenados.
Pero lo que los documentos niegan es la ordenación sacerdotal de las mujeres. Y desde argumentos preconciliares -como es la interpretación que hiciera santo Tomás, para quien ser mujer era impedimento para la ordenación- y desconociendo las líneas eclesiológicas trazadas por Vaticano II y la consiguiente interpretación de la ministerialidad eclesial desde la cual no hay razones teológicas que impidan la ordenación de mujeres para el diaconado, para el presbiterado y para el episcopado. Por eso no me preocupan.
Me preocupa el peso que tienen en el mundo eclesiástico el imaginario patriarcal y el imaginario sacerdotal en el que han sido formados los hombres de Iglesia para sentirse doblemente superiores, por ser varones y por haber recibido la potestas sacra. Por eso y porque representan la estructura y mentalidad jerárquicas propias de la tradición patriarcal que condicionó las prácticas y doctrinas del cristianismo a lo largo de su historia, esgrimen argumentos para convencer a las mujeres de que no necesitan ser ordenadas e inconscientemente entorpecen cualquier posibilidad de reforma en la que debería ser Ecclesia semper reformanda. Y lo que está en juego es el dilema entre el miedo a perder el poder por parte de quienes detentan en la Iglesia la potestas recibida en el sacramento del orden y la propuesta y el ejemplo mismo de Jesús: “el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás” (Mt 20,26-28 y pp.).
http://soledadacosta.uniandes.edu.co/