Depósito de grasas y fibras en la pared interna de las arterias, con daño epitelial que puede ocasionar la formación de un trombo, un desprendimiento parcial con el peligro de obstruir una arteria más pequeña, o una obstrucción parcial o total en el lugar de la acumulación primitiva. En todos los casos hay una traba a la circulación sanguínea que puede llevar a un infarto.