In plurimis
In plurimis | |||||
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Encíclica del papa León XIII 5 de mayo de 1888, año XI de su Pontificado | |||||
Lumen in coelo | |||||
Español | Entre las muchas | ||||
Publicado | Acta Apostolicae Sedis, vol XX (1887), pp. 545-559. | ||||
Destinatario | A los obispos del Brasil | ||||
Argumento | Alegría por la liberación de esclavos en Brasil | ||||
Ubicación | Acta Apostolicae Sedis, vol XX (1887), pp. 545-559. original latino en ASS | ||||
Sitio web | Versión oficial en italiano | ||||
Cronología | |||||
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Documentos pontificios | |||||
Constitución apostólica • Motu proprio • Encíclica • Exhortación apostólica • Carta apostólica • Breve apostólico • Bula | |||||
In plurimis, en español, Entre las numerosas, es la vigésimo quinta encíclica de León XIII, publicada el 5 de mayo de 1888, dirigida a los obispos del Brasil, promoviendo la abolición absoluta de la esclavitud.
El Papa León XIII, siempre preocupado por la cuestión social,[1] enfatiza la libertad predicada por el cristianismo; y entre las prácticas modernas de esclavitud, recuerda el tráfico de negros, que prevaleció principalmente en detrimento de los etíopes en los países de mayoría musulmana en el noreste de África.
Contexto histórico
[editar]El siglo XIX contempló la sucesiva abolición de la esclavitud en los países americanos. En Hispanoamérica unido al proceso de independencia, así en México en 1823[2] y ese mismo año, también en Chile,[3] en Colombia en 1851,[4] en Perú en 1854.[5]
La abolición en Brasil no llegó hasta 1888, en que indudablemente influyó la amplitud de la esclavitud que los terratenientes consideraban necesaria para sus haciendas, pero también el modo en que se produjo la independencia de Brasil en 1825 de mano del príncipe Pedro en 1825. La primera medida legal brasileña dirigida hacia la abolición de la esclavitud fue la conocida como Lei do Ventre Livre, del 28 de septiembre de 1871,[6] por la que se liberó a todos los hijos de esclavos nacidos en Brasil.
La esclavitud en Brasil fue abolida definitivamente el 13 de mayo de 1888 por la llamada Ley Áurea, en la que tuvo un papel decisivo la postura de la princesa Isabel de Brasil, que fue al encargada de sancionar la ley, como regente en ausencia de su padre el emperador Pedro II.
Pero si estos hechos aparecen en la encíclica como su causa, en realidad solo son la ocasión que se aprovecha para insistir desde la Santa Sede, y a través de un documento de amplia difusión, en la necesidad de acabar con la esclavitud y el tráfico de esclavos. De hecho la encíclica reproduce por entero páginas de varios memorándum sobre esta materia que el cardenal Lavigerie había entregado al papa.[7]
Este fue un importante documento social de la Iglesia que, a partir de León XIII, aumentó cada vez más su preocupación por la cuestión social.[8] Esta preocupación daría inicio a la Doctrina Social de la Iglesia.
Contenido
[editar]El papa toma ocasión de una felicitación recibida de Brasil con motivo del cincuenta aniversario de su sacerdocio para manifestar su deseo de la abolición de la esclavitud:
In plurimis maximisque pietatis significationibus, quas universae fere gentes, ad gratulandum Nobis annum quinquagesimum sacerdotii feliciter plenum, exhibuerunt quoti dieque exhibent, una quaedam singulariter movit, Brasilia profecta, quod nimirum, ob eius eventus faustitatem, libero sint iure donati non pauci ex iis, qui per latissimus istius imperii fines sub iugo ingemunt servitutis.Entre las numerosas y grandes muestras de cariño que, de casi todas las naciones nos han llegado y llegan todos los días- para felicitarnos por el felizmente cumplido cincuentenario de sacerdocio, nos conmueve una en particular, venida de Brasil: en homenaje a este gozoso acontecimiento: muchos de los que gimen bajo el yugo de la esclavitud en los vastos territorios de este imperio han sido puestos en libertad.
Estas acciones son especialmente apreciadas pues son expresión de la voluntad del pueblo brasileño, apoyado además por su emperador. El papa expone enseguida que esa actitud responde a la libertad que Cristo ganó para todos los hombres, y por eso corresponde a su deber apostólico favorecer y promover todas las iniciativas que conduzcan a suprimir suprimir la lacra de la esclavitud.
Esta miserable situación aparece en la historia como un fruto más del pecado original, y así se desarrolló incluso en los pueblos que sobresalieron en cultura como entre los griegos y los romanos, de modo que se afirmaba que:
“Los esclavos están sujetos al poder de los amos y este poder es materia del derecho de gentes; en efecto podemos ver que, entre todos los pueblos, el derecho de vida y muerte sobre los esclavos pertenece por igual a los amos, y que todo lo que hace el esclavo pertenece al amo.Justiniano, Inst. 1. I. tit. 8. N.1, citado en la encíclica
En contraste con esa concepción, el evangelio difundió la verdad de la dignidad de todo hombre, y así escribió San Pablo,
Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; de hecho, todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; ya no hay esclavo ni libre; ya no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo JesúsGal 3, 26-28, citado en la encíclica.
instando a los cristianos, siervos o amos, a vivir en sus relaciones mutuas las virtudes cristianas, es significativo en este sentido, la petición que hace Pablo[a] a Filemón, que acoja fraternalmene a le envío a Onésimo, el esclavo que había huido de su amo.[9] La encíclica recoge las enseñanzas de los santos padres sobre el modo de actuar ante la institución de la esclavitud; así cita a San Juan Crisóstomo, San Ambrosio, San Clemente, San Gregorio Magno, entre otros. Estas enseñanzas tuvieron también su reflejo en la legislación, aunque fuese solo suavizando el rigor de la esclavitud.
A fines del siglo XV, cuando la plaga fatal de la esclavitud casi había desaparecido entre los pueblos cristianos y los Estados trataban de fortalecerse en la libertad evangélica y de extender su dominio, esta Sede Apostólica, con asidua vigilancia, trató de impedir que aquellos semillas maléficas. Así que dirigió su atenta atención a territorios recién descubiertos en África, Asia, América.
En ese sentido actuaron Pio II, León X, Gregorio XVI[10] y Pablo III[11] declaró formalmente que todos los indios "pueden usar, poseer y gozar libre y lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor"[b]. El papa cita en la encíclica también la solicitud con que los sumos pontífices -entre ellos, Urbano VIII,[12] Benedicto XIV,[13] Pío VII[c] han defendido la libertad de los indígenas y han condenado el tráfico de esclavos,
El papa hace notar cómo, en los tiempos en que escribe, también se mantiene la esclavitud y se realiza un abominable tráfico de esclavos, se refiere en concreto al tráfico que se realiza en África Central, desde donde se traslada y da salida por Egipto, Zanzíbar y Sudán. Esta situación[d] le mueve a exhortar una vez más a los misioneros que están en contacto con esta situación, invitándoles
a considerar -como en un espejo de virtud apostólica- la vida y obra de Pedro Claver, a quien concedimos un reciente grado de gloria. Que miren a aquel que, con suma constancia en su obra, durante cuarenta años sin interrupción se dedicó enteramente a las miserables hordas de esclavos negros y verdaderamente mereció el título de Apóstol de aquellos a quienes se consagró, profesando ser su servidor perpetuo.
Concluye la encíclica mostrando su alegría por las decisiones tomadas públicamente en Brasil acerca de la esclavitud.[e]
Ya que se ha dispuesto y decretado por la ley que los que todavía están en la condición de esclavos deben ser admitidos en el orden y derechos de los ciudadanos libres, este hecho Nos parece en sí mismo bueno, auspicioso y saludable, y también confirma y alienta la esperanza de un futuro feliz progreso civil y religioso.
En este sentido exhorta a los obispos brasileños para que, mientras se aplican las prescripciones de esas leyes, se esfuercen para que amos y esclavos respondan a esas prescripciones sin apartarse de la clemencia.
Véase también
[editar]- León XIII
- Encíclica
- Encíclicas de León XIII
- Documentos pontificios sobre la esclavitud:
- Pablo III, Sublimis Deus (1537)
- Benedicto XIV, Immensa pastorum (1741)
- Gregorio XVI, In supremo (1839)
- Pío X, Lacrimabili statu Indorum (1912)
- Portal:Iglesia católica. Contenido relacionado con Iglesia católica.
Bibliografía
[editar]- Casas, Santiago 2014, "La batalla antiesclavista", en León XIII, un pontificado entre modernidad y tradición, EUNSA, Pamplona. ISBN 978-84-313-3009-5, pp. 101-103,.
Notas
[editar]- ↑ La encíclica incluye varias citas del apóstol Pablo, entre otras Gal 3, 26-28, Col 3, 11, Ef 5-8 y 6, 1 Tim 6, 1-2; Tit 2, 910; y 1 Cor 7, 22 y 12, 13; y Filip 5.2. Así como del apóstol Pedro: 1 Pet 2, 18 y 19-21.
- ↑ Así lo declaró Pablo III, mediante la bula Sublimis Deus (1537), la encíclica no la identifica por su nombre o año, sin embargo sí que cita expresamente la carta Veritas ipsa, del 2 de junio de 1559, dirigida al arzobispo de Toledo, indicando que quien hubiese actuado contra esa bula quedará privado de los sacramentos, sin perjuicio de su posible absolución por el papa.
- ↑ Pío VII, representado por el Secretario de Estado Ercole Consalvi, se adhirío a la declaración del Congreso de Viena, del 8 de febrero de 1815, contra el comercio de esclavos, y en ese sentido se dirigió a los reyes de Francia y Portugal para que lo evitasen en sus reinos.
- ↑ El papa expone esta situación con cierto detalle, utilizando para esto los memorándum que les había hecho llegar el cardenal Lavigerie: Casas 2014, p. 103.
- ↑ El 13 de mayo de 1888, apenas una semana después de la fecha de esta encíclica, la princesa Isabel de Braganza, como regente del imperio del Brasil en sustitución de su padre Pedro II de Brasil, sancionó la Ley Áurea que abolía la esclavitud.
Referencias
[editar]- ↑ «Leão XIII: Quem foi, Biografia, Livros, Frases e Pensamento». Consultado el 16 de septiembre de 2023.
- ↑ Torres, Oscar Flores (12 de junio de 2003). Historiadores de México Siglo XX. Oscar Flores Torres. ISBN 978-968-24-6669-4. Consultado el 12 de noviembre de 2022.
- ↑ Iglesias, Rafael, ed. (1988). «Chile: Chile en la historia». Almanaque Mundial 1989. Panamá: Editorial América, S.A. p. 261.
- ↑ Tovar Pinzón, Hermes (noviembre de 1994). «La manumisión de esclavos en Colombia, 1809-1851, Aspectos sociales, económicos y políticos». Credencial Historia (59). Consultado el 22 de marzo de 2019.
- ↑ Juan Luis Orrego (2000). «La república oligárquica 1850 - 1950». En Teodoro Hampe Martínez, ed. Historia del Perú. Etapa republicana. Barcelona: Lexus. ISBN 9972-625-35-4.
- ↑ «Lei do Ventre Livre (1871)». web.archive.org. 28 de agosto de 2016. Archivado desde el original el 28 de agosto de 2016. Consultado el 10 de marzo de 2023.
- ↑ Casas 2014, pp. 102-103.
- ↑ «Doutrina Social da Igreja: O que é, História e Documentos». Consultado el 16 de septiembre de 2023.
- ↑ Fil 12.18.
- ↑ «Carta Apostólica In Supremo - MONTFORT». www.montfort.org.br. Consultado el 16 de septiembre de 2023.
- ↑ Splendor, Veritatis (8 de julio de 2020). «"Sublimis Deus" (Paulo III: 02.06.1537)». Veritatis Splendor (en portugués de Brasil). Consultado el 16 de septiembre de 2023.
- ↑ O.carm, Dom Frei Wilmar Santin (quinta-feira, 7 de maio de 2020). «PÁGINA CARMELITA: O Breve “COMMISSUM NOBIS” de Urbano VIII (1639)». PÁGINA CARMELITA. Consultado el 16 de septiembre de 2023.
- ↑ O.carm, Dom Frei Wilmar Santin (quinta-feira, 7 de maio de 2020). «PÁGINA CARMELITA: A Bula IMMENSA PASTORUM de Bento XIV (1741)». PÁGINA CARMELITA. Consultado el 16 de septiembre de 2023.