Anexo:Los Moomin (1990) (1º temporada)
La 1º temporada de Los Moomin (1990) consta de 26 capítulos de unos 22 minutos de duración cada uno. Esta primera temporada recoge un tiempo aproximado de un año y un mes, en el que se observan las andanzas y vivencias de la familia Moomin y sus amigos, de primavera a primavera. Esta 1ª temporada es la más fidedigna a las historias de Tove Jansson, ya que de los 26 episodios, un total de 22 están basados directamente en los libros e historias originales.
Lista de episodios y sinopsis
[editar]01 Primavera en el Valle Moomin (Vår i mumindalen / Spring in Moomin Valley)
La historia de los Moomin arranca con la llegada de la primavera al lugar donde viven, el llamado valle Moomin, situado, teóricamente, en algún lugar de Finlandia. Un valle a la orilla del mar donde se convive en armonía con la naturaleza, con la tranquilidad y donde cada uno hace su vida con respeto hacia todo y todos los demás. Tras el duro invierno, que los Moomin pasan hibernando, se ve al protagonista, Moomin, despertarse con alegría por la llegada de la primavera, así como a toda su familia. Tras unos minutos, Moomin escucha el sonido de una armónica. Es su mejor amigo, Snufkin, que, como todas las primaveras, vuelve al valle Moomin para pasar allí el resto del año. A medida que avanza el capítulo, se va mostrando y presentando a todos los personajes: Los padres de Moomin, Sniff, Pequeña My, el señor Hemulen, Snorkmaiden, Snorken... A mitad del capítulo, Moomin, Snufkin y Sniff encuentran un sombrero en un monte del valle. Moomin piensa que a su padre le puede gustar, y se lo lleva. Lo que aparentemente es un inocente sombrero, provoca más de una situación curiosa e incluso desagradable para el propio Moomin, que, tras esconderse en el sombrero, sale transformado en una criatura de aspecto bastante poco agraciado. Ante la situación y la incredulidad de todos a pesar de la insistencia de Moomin, Moomin rompe a llorar y es solo su madre quien lo abraza y siente que es realmente Moomin, hasta que recupera su aspecto normal. Entonces Moomin se va con Snufkin al puente y tira el sombrero al río, que arrastrado por la corriente, desaparece a lo lejos.
02 El sombrero mágico (Den förtrollade hatten / The magic hat)
El capítulo gira en torno a la aparición, de nuevo, del sombrero mágico del primer episodio, que según Snufkin y sus indagaciones, es de un mago que lo ha perdido y va buscando un gran rubí, quizás en el valle Moomin. De nuevo el sombrero vuelve a causar situaciones poco agradables. Es el propio Snufkin el que se encuentra el sombrero en una parte baja del río, enganchado en una rama. Con ayuda de Moomin y en secreto, deciden volver a cogerlo y piensan que es peligroso dejarlo por ahí, por lo que optan por guardarlo. En la playa, además, hay una extraña criatura, protegida por un hoyo de gran tamaño, que está a punto de hacer daño a Snorkmaiden. Para matar dos pájaros de un tiro, engañan a la criatura, que presume de ser muy rápida excavando, y le piden que cave un hoyo justo donde previamente habían escondido el sombrero. Tras un rato, la criatura sale del sombrero empapada y reducida en su tamaño, ante las risas de Snufkin, Moomin y Pequeña My. Tras esto, Moomin con ayuda de pequeña My lo guarda en el sótano de su casa. Pasados unos minutos, Pequeña My introduce en el sombrero un pequeño tallo a modo de curiosidad, lo cual provoca que empiecen a salir tallos verdes del sótano a una velocidad incontrolable, convirtiéndose todo en un árbol gigante que cubre toda la casa. Al final, por suerte, el mago llega a casa de los Moomin, hace que el árbol se seque y recupera su sombrero. Snufkin tenía razón en cuanto a su teoría. El mago, que es un ávido buscador de rubíes, pregunta por el ‘rubí del rey’, pero el grupo desconoce dónde se encuentra y tras la conversación, abandona el valle Moomin.
03 El barco naufragado (Båten på stranden / The wreck ship)
Moomin y Snufkin deciden ir hacia el acantilado del valle Moomin, en busca de pasar un rato distendido. Son acompañados por Sniff, Snorkmaiden y Pequeña My. Cuando todos llegan al acantilado, Snufkin y Moomin escalan hasta arriba, mientras que los otros tres se quedan en la zona inferior, encontrando una cueva de la que procede un inquietante sonido, que deciden explorar. Snufkin y Moomin hallan un agujero en la cima del acantilado, por el que empiezan a descender, hasta que Moomin resbala y acaba cayendo hacia el fondo y encima del señor Hemulen, que se despierta asustado. Casualmente esto altera a Sniff, Snorkmaiden y Pequeña My, que salen despavoridos por el sonido del golpe y los gritos, ya que la cueva y el agujero del acantilado comunican entre sí. El Señor Hemulen se encontraba en la cueva, somnoliento (Lo cual explicaba el sonido que se oía) y deprimido, ya que es un entusiasta coleccionista de sellos, que considera que tiene todos los del mundo y que está falto de toda motivación. Snufkin entonces le sugiere que empiece coleccionando otra cosa para encontrarle de nuevo sentido a su vida. Al salir de la cueva, se encuentran en la playa un barco abandonado. Entonces los chicos avisan a Papa y Mamá Moomin, así como a Snorken, para intentar reparar el barco. Entre todos colaboran y al final consiguen conformar un barco navegable. Por su parte, el señor Hemulen, siguiendo el consejo de Snufkin, encuentra una nueva motivación. Decide coleccionar flores.
04 Bienvenidos a la isla de los duendes (Hattifnattarnas ö / The desert island)
Con el barco naufragado reconstruido, los Moomin optan por iniciar una pequeña expedición por el mar. A ella acuden todos los que ayudaron a reconstruir el barco, salvo Snorken y Sniff, negándose este último porque no sabe nadar y temor a que el barco pueda hundirse. El grupo parte y llega hasta una isla aparentemente desierta, donde deciden parar y pasar el rato. El señor Hemulen empieza a buscar flores, papá, mamá Moomin y Snorkmaiden optan por relajarse en la orilla y Snufkin, Moomin y Pequeña My dan un paseo por la isla. El señor Hemulen llega a un claro del bosque donde se encuentra un barómetro que indica fuerte tormenta y de repente es sorprendido por un grupo de extrañas criaturas cilíndricas blancas que lo acosan. En su ayuda llegan Snufkin, Moomin y Pequeña My, pero la cantidad de criaturas es tan grande que no pueden hacer nada. Snufkin piensa que por la actitud de las criaturas, son torpes, pero sensibles al movimiento y recomienda al señor Hemulen que agite el poste para espantarlos. El plan surte efecto y las criaturas salen despavoridas. El grupo coge el barómetro y se reúnen todos en la playa, donde se percatan de que se acerca una fuerte tormenta. Entonces deciden montar un pequeño campamento, meter el barco a tierra y amarrarlo a la espera de que mejore el tiempo. El encargado de hacer el último amarraje es el señor Hemulen, que se despista con unas flores y olvida hacerlo. Entonces viene la fuerte tormenta, donde se observa como estas criaturas, llamadas Hattifatteners por Snufkin, acuden a las descargas eléctricas de la tormenta para ‘’recargarse’’. También se observa como sube la marea y el barco, sin ninguna sujeción, empieza a moverse, introduciéndose en el mar.
05 El secreto de los Vatifnatarnis (Strandfynd / The Hattifatteners)
El capítulo empieza con todo el grupo en la tienda de campaña, esperando que pase la tormenta. Papá Moomin dice que en cuanto eso suceda, el barómetro debe volver a su sitio, pero el señor Hemulen se lo quiere llevar de recuerdo. Snufkin le dice que si no es suficiente recuerdo con las flores que ha recolectado y entonces saca la que más le gusta. Empieza a mirarla y se percata de que la cogió en el momento que debía haber atado el barco, y que no está seguro de si lo ha hecho. Entonces Moomin pide permiso a su padre para salir a comprobarlo. Papá Moomin acepta y Moomin sale de la tienda, con Snufkin detrás. Llegan justo a tiempo para salvar el barco, entre ambos lo aseguran a un árbol y vuelven a la tienda. El señor Hemulen, aliviado, mira el barómetro y comprueba que la lluvia cesará pronto. Opta por salir a tomar el aire, a lo que se unen Pequeña My y Snorkmaiden, pero por poco tiempo. Los Hattifatteners están rodeando la tienda. Snufkin supone que han venido a buscar el barómetro y que deben devolvérselo. Papá Moomin está de acuerdo e insiste al señor Hemulen para que lo devuelva, a lo que, debido a la presión de todos, no le queda más remedio. Moomin accede a sacarlo y dejárselo a los Hattifatteners, pero entonces se abalanzan sobre él. Snorkmaiden corre a ayudarlo, pero un hattifattener rezagado choca con Snorkmaiden y le quema el cabello, debido a la carga eléctrica que han recogido de la tormenta. Snorkmaiden la pide a Mamá Moomin un espejo, y viendo el estado de su pelo, se pone a llorar desconsolada.
Pasan la noche y Snufkin es el primero en despertarse. Camina en soledad y en silencio por la isla, hasta llegar a un punto alto y observar como los Hattifatteners empiezan a irse. En silencio, despierta a Moomin para que vaya con él y juntos observan y divagan sobre el nuevo destino de los Hattifatteners. Unas horas más tarde están todos tomando té, y Pequeña My se enfada con Snufkin, echándole en cara que ella quería ver a los Hattifatteners, pero este le replica que estaba dormida roncando y que por eso no la despertó. Pequeña My le dice que eso no es así, y que el que roncaba era el Señor Hemulen. Moomin mientras tanto consuela a Snorkmaiden, que porta una pequeña corona de flores que tapa su cabello, y sugiere seguir explorando la isla. El señor Hemulen se queda buscando flores y el resto de los jóvenes llegan a uno de los extremos de la isla, donde encuentran diversos objetos. Snufkin, que había estado observando desde una zona más alta, los llama diciendo que ha encontrado algo. Es una muñeca de madera flotando en el mar. Moomin se queda embelesado mirándola con Snorkmaiden diciéndole que porque le gusta tanto, si es de madera, cuando oyen al señor Hemulen pedir ayuda. Resulta que se ha caído a un agujero, y no puede salir. Snufkin con esfuerzo lo saca, pero entonces el señor Hemulen se da cuenta de que se le ha caído el bolso con todas las flores que había recolectado dentro del agujero. Snufkin accede a bajar para recuperarlo, y allí se encuentra con un yacimiento de oro. Al final, Papá y Mamá Moomin en el barco, pasan a recogerlos a todos. Abandonan la isla, de vuelta a casa, con todo lo que han encontrado, varias bolsas de oro recogidas del yacimiento y mucha felicidad.
06 Los diminutos invitados (Små gäster / Small guests)
El capítulo se inicia con un cartero distribuyendo cartas por el valle Moomin. Una de ellas es para la familia Moomin. Al parecer es de una hermana de pequeña My (Mambo), que va a venir a recogerla tras las vacaciones invernales que se ha tomado. Mientras Mambo se va acercando al valle, se encuentra con dos seres diminutos, algo asustados y que preguntan por la casa que se ve en el centro del valle y por la gente que vive allí. Mambo les dice que son gente muy agradable, que les conoce y que si necesitan hospedaje, seguro que lo van a tener. Mambo llega a casa y, tras tomar un té, se va del valle con Pequeña My. Acto seguido, se ve a los dos seres diminutos ante la puerta de los Moomin. Cuando van a llamar a la puerta, son sorprendidos por el Inspector de policía. Se asustan y se esconden, pero el policía habla con ellos. Tras tranquilizarse un poco, insisten en que no coja la maleta. Mamá Moomin abre la puerta y muy servicial, les permite pasar a su casa como huéspedes. Moomin acompaña a los dos seres diminutos hasta la habitación de invitados. Entonces estos empiezan a pensar donde dejar la maleta, y optan por esconderla en un cajón a ras de suelo.
Tras esto, Moomin va a ver a Snufkin, con el que habla y al que le cuenta la llegada de los dos invitados, que no le aportan demasiada confianza, y que le parece que podrían ser fugitivos. Ambos van a casa de los Moomin donde se reúnen en el salón Papá Moomin, Moomin, Snufkin y Sniff. El tema de conversación son los dos seres diminutos y su maleta. Mientras hablan y debaten sobre que o quienes pueden ser, se observa a uno de ellos despertándose exaltado. Va a buscar la maleta y no está. Su compañero, que se había despertado antes, piensa que debajo de la cama es un sitio más seguro y la dejan ahí, mientras comentan que sienten que algo malo va a suceder. Algo relativo a una mujer que va a llegar esa noche. Optan por bajar al salón, donde, muy asustados, hablan con todos de que va a llegar ‘La buka’. Snufkin sabe quién es: aunque dice que nunca la ha visto, ha oído que es un terrible monstruo. Papá Moomin tira de orgullo y dice que mientras haya gente en su casa, a nadie le pasará nada. Entonces deciden montar un plan de vigilancia entre todos. En uno de los turnos, llegan las doce de la noche. En ese momento, los seres diminutos entran en pánico y Sniff, ajeno a la llegada de ‘la buka’ dice que todo es absurdo y que se va a dormir. De repente se va la luz y Snufkin dice que ‘Ya está aquí’. Todos cogen objetos para defenderse, salvo Sniff, que, intentando hacerse el valiente, insiste en irse. Al salir, ve a ‘la buka’. Asustado, entra de nuevo en casa y avisa a todos de que ha visto algo. Al salir, ‘la buka’ no está donde la vio Sniff. Moomin la ve enfrente de la casa. Entonces Papá Moomin pide educadamente a ‘la buka’ que se vaya y deje en paz a sus invitados. Cuenta hasta diez y, al límite, ‘la buka’ se va resignada. Moomin salta de alivio y alegría y al corretear, se resbala. ‘La buka’ ha dejado un inquietante rastro de hielo a su paso. Tras unos segundos, se oye un gran grito en todo el valle. Es ‘la buka’ que dice que ‘volverá’.
07 La maleta (Kappsäcken / The suitcase)
El capítulo se inicia con todos los que estuvieron la noche anterior durmiendo en casa de los Moomin, salvo Snufkin, que ha vuelto a su tienda. Sniff y Moomin duermen juntos. Moomin cae al suelo y tiene una pesadilla. ‘La buka’ le persigue y al final le alcanza, despertándose sobresaltado. Moomin baja y observa con su padre el desastre que ha dejado ‘la buka’ a su paso. Todas las flores que rodean la casa se han marchitado. Tras un rato, la familia Moomin y Sniff, hablan sobre porque ‘la buka’ persigue a sus dos invitados. Entonces deciden que Mamá Moomin les suba el desayuno y hable con tacto con ellos, a ver si lo averiguan. Pero lo único que sospecha, es que ‘la buka’ quiere la maleta que poseen, que al parecer, es suya. Tras un intenso intercambio de puntos de vista entre Moomin, su padre, y Sniff, Moomin se va a ver a Snufkin, que sabiamente le dice que espere a que los dos seres hablen por sí solos, ya que por experiencia propia sabe que cuando uno muestra desinterés, la gente tiende a contar sus secretos. Moomin le comenta que a su madre si le han llegado a contar algo, y Snufkin asiente diciendo que para esos temas, las mujeres tienen mejor don y que está pensando en buscar a una mujer pero ‘de la edad de los pequeños’. Entonces se ve a Snorkmaiden y a Pequeña My, que se dirigen a casa de Moomin, y en el camino, se encuentran con él, que dice que iba a buscarla a ella. Entonces Snorkmaiden le da un pequeño paquete a Moomin, que contiene una concha rosada en forma de corazón. Moomin le promete a Snorkmaiden que nunca se separará de la concha y ambos se van abrazados, ante la indignación de pequeña My. Llegan a casa de los Moomin y estos le cuentan que tiene que pasar un rato con los seres diminutos para ver si averigua algo. Snorkmaiden, a pesar de sentirse algo nerviosa, accede, a pesar de la negativa de Pequeña My. Entonces Snufkin llega a casa de Moomin y los dos hablan sobre el asunto. Snufkin cree que Snorkmaiden logrará averiguar que ocurre con la maleta, pero que también siente que ‘la buka’ volverá por la noche. Entonces Snorkmaiden sale con los dos seres de paseo ante la alegría de Moomin y Snufkin, que se ve truncada cuando ven a Pequeña My salir detrás de Snorkmaiden. Moomin y Snufkin intentan detenerla, pero Pequeña My, picada en su orgullo, no les hace caso e insiste en seguir a Snorkmaiden. Entonces Papá Moomin llega y está con Pequeña My. Es mejor seguirles.
Snorkmaiden intenta ser paciente con los dos pequeños seres, e insiste en preguntarles de quien es la maleta, pero lo único que consigue son respuestas imprecisas y diferentes entre sí. En un último intento, ambos afirman que la maleta es suya. Aliviada y satisfecha, se reúne en casa con la familia Moomin, Snufkin y Pequeña My. Ella les cuenta que la maleta es de ellos, pero que lo que está dentro de la maleta es de ‘la buka’, aunque no sabe lo que es, lo único que sabe es que ‘es la cosa más bella del mundo’ y que prefieren morir antes que devolvérselo. Entonces todos empiezan a no entender absolutamente nada y a dudar de que hacer y como hacerlo, ya que sospechan que ‘la buka’ va a volver. Entonces Mamá Moomin tiene una idea, pero necesita saber que hay dentro de la maleta. No obstante, repiten el procedimiento de la noche anterior, hasta que se va la luz. Entonces salen y se enfrentan a ‘la buka’. Papá Moomin le cuenta lo que saben e intenta comprobar si ‘la buka’ accede a algún tipo de trato. Pero ella no quiere. Entonces Mamá Moomin se acerca con un bolso que contiene ‘cosas bonitas’, a ver si es posible un intercambio, pero ‘la buka’ no quiere nada de lo que le ha enseñado. Entonces Mamá Moomin le deja el bolso y le dice que coja lo que quiera. ‘La buka’ se fija en la concha con forma de corazón que Snorkmaiden le había regalado a Moomin. Mamá Moomin se lo dice a ‘la buka’ apenada, pero antes de que se de cuenta, ‘la buka’ coge la concha en sus manos y la congela, y a punto está de hacerlo con mamá Moomin. Todos van en ayuda de Mamá Moomin y le dicen a ‘la buka’ amenazantes que no se le ocurra volver. ‘La buka’ se retira feliz y Mamá Moomin le pide perdón a su hijo por no recordar que tenía la concha guardada, pero este dice que no pasa nada y que ha merecido la pena... hasta que Pequeña My le pregunta que le va a decir a Snorkmaiden. Moomin dice que Snorkmaiden no tiene porque saberlo, y Pequeña My, harta, jura que a partir de ese momento dirá siempre la verdad. Al día siguiente, Moomin va a la playa y con ayuda de los dos pequeños seres, tiene la enorme fortuna de encontrar una concha muy similar a la que Snorkmaiden le dio. Los milagros a veces suceden.
08 La magia del mago (Den stora festen / The hobglobin)
Mamá Moomin, que había salido de casa por la mañana, se cruza con los dos pequeños seres, que deciden ir a dar un paseo. Empiezan a explorar la zona y encuentran unos arbustos ocultos, que consideran que nadie podría localizarlos. Al mismo tiempo, Snorkmaiden huye de Pequeña My, enfadada, ya que le ha dicho que Mamá Moomin le dio la concha a ‘la buka’, pero Snorkmaiden dice que eso no es verdad, que Moomin le ha enseñado la concha y que es la misma que le dio, pero que para salir de dudas, va a ir a preguntarle. Siguen hablando y Pequeña My le dice a Snorkmaiden que ayer fue a la playa con su hermana y que vio la muñeca de madera que Snufkin había encontrado en la isla de los Hattifatteners y le sugiere que si Moomin la ve, seguramente querrá conservarla. Snorkmaiden, entonces se asusta, al pensar que Moomin, que se había quedado en su día embelesado por la muñeca sería capaz de cogerla y quedarse con ella en su habitación para siempre. Entonces Snorkmaiden sale corriendo en dirección contraria a hacer ‘algo importante’. Mientras tanto, Moomin en su casa ve que los seres diminutos se van con la maleta. Moomin se ofrece para llevársela por el camino, hasta que lo deja solos para que la escondan y vuelve a casa. Allí está Pequeña My, que insiste en averiguar que ha pasado con la concha. Moomin dice que es un secreto, y Pequeña My le replica y le dice que ella tiene otro secreto aun mayor: La muñeca de madera que encontró Snufkin y que tanto le gustó a Moomin, está en la playa. Moomin entonces sale corriendo hacia allá, pero la muñeca ya no está: Snorkmaiden, con ayuda de Sniff y de una barca, la están metiendo mar adentro. Entonces los seres diminutos ven a Moomin muy apenado en la playa y para contentarle, deciden enseñarle que hay en la maleta. Es una piedra preciosa gigante y brillante que cambia de color cada poco tiempo. Moomin, feliz, se lo cuenta a Snufkin, que de acuerdo con la descripción de su amigo, dice que puede tratarse del famoso ‘Rubi del Rey’, y que seguramente ‘la buka’ querrá seguir viniendo a recuperarlo.
Una semana después, se ve a Mamá Moomin en casa buscando su bolso, que no está en ninguna parte. Entonces Sniff, que está cerca de casa, pregunta que sucede, Mamá Moomin se lo cuenta y dice que si alguien lo encuentra, harán una gran fiesta. Lo buscan entre todos por casa y por el valle, pero no tienen suerte. Resulta que los dos pequeños seres lo habían escondido, pero viendo la tristeza de Mamá Moomin, se lo devuelven. Entonces Papá Moomin anuncia la prometida gran fiesta para esa misma noche, en la que los pequeños seres, que se sienten halagados, deciden mostrar a todos que hay en la maleta. Entonces, tras el estupor general, aparece venido del cielo un hombre, montando en una especie de pantera, que grita que ha encontrado ‘el rubí del rey’. Los dos pequeños seres cierran la maleta y se niegan a dárselo. Moomin sale en su defensa y dice que el rubí pertenecía a ‘la buka’, pero que lo cambió por una concha en forma de corazón y que ahora es de ellos. Al final, pesa la conciencia del hombre y se dice a sí mismo que no puede cogerlo la fuerza. Mamá Moomin le ofrece bebida y el mago, en agradecimiento, concederá tres deseos. El primero se lo concede al señor Hemulen, que pide una pala nueva, para devolvérsela a Papá Moomin, ya que se la había roto. El segundo lo pide Snorkmaiden, que pide unas pestañas llamativas para sus ojos. Sin embargo, no le quedan nada bien, y muy apenada, Snorkmaiden pide que el tercer deseo sea volver a tener sus ojos como antes. Pero el mago dice que solo puede conceder un deseo por persona. Entonces Moomin se ofrece a pedir el tercer deseo. Sniff le sugiere que pida dos sacos con oro, uno para cada uno, pero Moomin no quiere eso. Quiere que el mago devuelva a Snorkmaiden los ojos que tenía. Snorkmaiden feliz, se lo agradece con un gesto de cariño. Para finalizar, los dos pequeños seres le preguntan al mago que si puede conceder deseos, porque no se concede uno para él mismo. Él dice que no lo puede hacer, entonces le piden que duplique el rubí, para que puedan quedarse con uno cada uno. El mago lo hace y al final todos acaban contentos. Excepto Sniff, que se ha quedado sin sus monedas de oro.
09 Una amiga invisible (Det osynliga barnet [del 1] / The invisible friend)
En un día lluvioso de primavera, Too-ticky se acerca a casa de los Moomin con compañía. Es Ninny, una niña pequeña que, no querida y maltratada por su tía, se ha vuelto invisible a ojos de los demás por culpa del maltrato, que además ha resultado en que Ninny sea una niña insegura y terriblemente miedosa y tímida. Too-ticky confía en la familia Moomin, ya que según sus palabras, es la familia más agradable que conoce, para que puedan ayudarla a recuperar su personalidad y su visibilidad. Los Moomin la acogen e intentan todo lo posible para mejorar la situación. Ya en la primera noche, consiguen que los zapatos se hagan visibles, y en vista de los buenos resultados, Moomin invita a Ninny a ir con Pequeña My, Snorkmaiden y Sniff a buscar setas. De camino a casa tras la recogida de setas, aparece un nuevo personaje, Stinky, del que Moomin no guarda muy buen recuerdo... es una especie de erizo un poco malvado y travieso y que generalmente, solo da problemas. Y en este caso no es una excepción, ya que empieza a meterse con la invisibilidad de Ninny, hasta que desafortunadamente logra que los zapatos vuelvan a ser invisibles. Moomin se enfada, pero no le queda más remedio que aceptar la situación y seguir como hasta ahora. Al llegar a casa y mirar las setas, resulta que Ninny es la única que ha cogido setas comestibles, ya que los demás han traído setas venenosas. Esto, unido al apoyo de todos hacia Ninny, provoca que pierda de golpe parte de su invisibilidad, llegando a ser visible de mitad de cintura para abajo. Llegada la noche, Mamá Moomin le cose y le hace un vestido nuevo a Ninny. A Ninny parece que le ha gustado bastante... a la mañana siguiente es visible hasta el cuello y todos han oído sus primeras palabras: ‘Muchas gracias por todo’.
10 Ninny recupera la sonrisa (Det osynliga barnet [del 2] / The invisible child)
Ninny sigue poco a poco mejorando gracias a la amabilidad y bondad de la familia Moomin. Snorkmaiden, Pequeña My y Moomin se van a jugar con Ninny por el bosque al escondite, de la que solo es invisible ya su cabeza. Por el camino recogen a Sniff, que se une al grupo. El juego comienza y es Moomin el primero en contar para que los demás se escondan. Ninny, que nunca había jugado a ningún juego, tiene dificultades, hasta que se cruza con Stinky, que le dice que si se esconde detrás de un arbusto, Moomin nunca la encontrará. Moomin empieza a buscar y al final acaba encontrando a todos, también a Ninny, cuyo lazo era visible ya que sobresalía del arbusto. En el siguiente turno, es Sniff el que coge el relevo de Moomin. Ninny vuelve al arbusto, pero Pequeña My dice que ese es su escondite y que se busque otro lugar. Se vuelve a cruzar con Stinky, que le dice que tiene un sitio aún mejor. La lleva hasta una roca hueca, y la empuja hacia dentro. Ninny quiere salir, pero Stinky coge unas cuantas piedras y tapa el agujero, dejando a Ninny sin opciones de salir. Papá y Mamá Moomin hablan con Too-ticky en su casa mientras toman té. Este les agradece que hayan acogido a Ninny, que haya tenido oportunidad de disfrutar un poco con los más pequeños y que, gracias a ello, esta ya haya perdido parte de su invisibilidad.
Mientras tanto, Sniff ya ha encontrado a todos, menos a Ninny. Tras un rato, empiezan a buscarla entre todos, gritando que el juego ha terminado. Ninny está desconsolada llorando dentro del agujero, hasta que Snorkmaiden y Moomin, afortunadamente, se han acercado a la roca. Ella les oye y empieza a gritar, pero su voz es tan débil que no terminan de localizarla. Moomin insiste en que grite más y más, hasta que al final oyen algo relativo a la roca. Entre los dos, logran quitar una de las piedras y Ninny puede salir. Ya en casa, con toda la familia Moomin, Snorkmaiden, Sniff y Pequeña My, la incitan a que grite y se enfade, ya que eso parece que ha logrado que su tono de voz no sea tan débil. Al rato, todos los que han jugado, con ayuda de Snufkin, deciden vengar a Ninny. Para ello van a buscar a Stinky. Entre los cinco le rodean y le meten en el hueco de la roca y le dejan ahí a su suerte. Sin embargo, pasan los días y la cabeza de Ninny sigue siendo invisible. Hasta que toda la familia Moomin, con Snorkmaiden y Pequeña My, van a la playa con Ninny. Ninny llora al ver el mar, diciendo que nunca había visto nada tan grande y Mamá Moomin suspira, diciendo que hace semanas que lleva una vida rutinaria y no ocurre nada medianamente reseñable. Entonces Papá Moomin, incitado por el comentario, piensa que puede ser ‘divertido’ empujar a Mamá Moomin al agua. Aunque Moomin no está muy convencido de que pueda resultar divertido, su padre está dispuesto. Cuando está a punto de empujar a Mamá Moomin al agua, Ninny se levanta, corre tras él, y le muerde la cola, y muy enfadada, le reprocha a Papá Moomin que como puede ser tan cruel de querer empujar a alguien a un lugar tan sumamente grande. Entonces, del enfado, su cabeza termina por hacerse visible. Es una bella niña de cabello pelirrojo y ojos verdosos. Mientras todos lo celebran, Papá Moomin, al cual el mordisco le había provocado que su sombrero se cayera al agua, va a recogerlo y se cae. Entonces Ninny empieza a reírse, primera vez que sucede, y todos la acompañan. Salvo Papá Moomin, que no entiende que resulta tan gracioso. Al final del capítulo, Mamá Moomin dialoga en casa con Too-ticky, el cual no oculta su felicidad por todo lo sucedido. Ninny baja de la planta superior y se abraza con Too-ticky. Ambos se despiden felices y se van de casa de los Moomin, cruzándose con Stinky, que confiado, intenta intimidar a Ninny, pero ésta valientemente se encara y pasa de él. Ninny también ha recuperado su autoestima.
11 Snorken se eleva por el cielo (Snorken flyger / The wings)
Tras la historia de Ninny, la vida sigue en valle Moomin. Snorkmaiden llega terriblemente sofocada a casa de los Moomin. Entre todos le piden que se tranquilice y que les cuente que sucede. Resulta que su hermano Snorken quiere saltar desde la zona más alta del valle para hacer un test de vuelo con las alas que ha construido para su futuro barco volador, pero ella cree que no van a funcionar. Entonces se ve a Snorken preparándose para el salto, que debido a un resbalón termina por no efectuar. Llegan Papá Moomin, Moomin, Snorkmaiden y Sniff e intentan dialogar con Snorken, pero este insiste en que las alas están perfectamente equilibradas y que funcionan, porque ha hecho pequeñas pruebas, como saltar desde el tejado de su casa y ha ido todo bien. Snorkmaiden dice que eso no lo sabía y su hermano le replica que, evidentemente, no quería hacerlo delante de ella. Papá Moomin entonces tranquiliza a Snorkmaiden y dice que si él quiere saltar, que lo haga, a pesar de que la altura hasta el suelo es terriblemente grande. Snorken coge carrerilla y salta. Las alas funcionan y empieza a volar y a maniobrar por el aire, saludando alegremente, ante la atenta mirada de todos, incluido Snufkin, que andaba dando un paseo por la zona de abajo y Stinky, que le dice a Snufkin que se sorprende de que se pueda volar y saludar al mismo tiempo. Snufkin, sospechando de las malas intenciones de Stinky, le dice que se calle y que se vaya, y Stinky dice que él con esa ‘máquina’ podría hacer ‘’muchas cosas’’. Entonces Snufkin dice que a donde él vaya, él le seguirá, y Stinky dice que le da igual, y que la alas serían magníficas para robar. Instantes después, viene un golpe de viento que hace que Snorken pierda el control y se estrelle contra un árbol. Snufkin es el primero en llegar en su auxilio, justo antes que Stinky, que le pregunta a Snufkin si está muerto y que donde están las alas. Snukfin toca a Snorken y dice que cree que solo está inconsciente y que las alas se han quedado enganchadas en el árbol.
Tras el incidente, todos se reúnen en casa de los Moomin. Mientras Snukfin toca su armónica, Snorken dice que fue divertido hasta el último momento y Mamá Moomin le dice que con más práctica seguro que se desenvolverá mejor. Entonces Moomin le dice a Snorken si volverá a usar las alas y este dice que no. Moomin, emocionado, dice que si entonces él las puede arreglar para poder usarlas. Algo reticente, le dice que si, pero que con una condición: Que le dejen un lugar para almacenar material y construir el barco volador que tiene diseñado sin que nadie lo vea. Todos asienten, y piensan en construir una especie de búnker. Moomin le pide ayuda a Snufkin para ello y este se la ofrece desinteresadamente. Sniff también, pero a cambio quiere algo, y Snorken dice que se lo dará. Papá Moomin y Moomin empiezan a cavar para hacer los cimientos. Snorken y Sniff cortan la madera, mientras Snorken le empieza a ofrecer cosas a Sniff. Ninguna le interesa hasta que le ofrece una moneda de oro. Tras varios días de trabajo, se ve cómo todos los vecinos del valle están colaborando en las labores de construcción, lo cual provoca que el búnker esté rápidamente terminado y listo para ser usado. Snorken repara las alas y se las da a Moomin, pero le dice que antes de saltar, haga pruebas para aprender a manejarlas y que no suceda nada. Moomin corretea por el valle con ellas, hasta que llega a casa para cenar y las deja en el portal. Al día siguiente, mientras Moomin desayuna, Sniff va a su casa y le dice que donde están las alas. Moomin le dice que están la mesa del portal y que las ha tenido que ver. Sniff insiste en que no las ha visto, y al salir, comprueban que no están. Alguien las ha robado. Ha sido Stinky, que se dispone a saltar desde la zona más alta del valle. Moomin, Sniff y Snorkmaiden no llegan a tiempo, y Stinky salta. Lamentablemente, al ser su primer intento de vuelo, no logra maniobrar y acaba estrellándose en el mar. La alas quedan inservibles, aunque Moomin y Snorkmaiden se consuelan pensando que Snorken construirá otras.
12 Los piratas (Mumin och piraten / The pirates)
El capítulo empieza con Moomin leyendo un libro de piratas en su casa, acompañado por Snorkmaiden que se ha quedado en casa de los Moomin por ausencia de su hermano Snorken, y sus padres, mientras fuera hay una fuerte tormenta. Al día siguiente, se ve a todos los habitantes del valle Moomin en unas rocas a la orilla del mar. A lo lejos, se ve un barco hundiéndose, que sospechan que es un barco pirata. Cuando se ha hundido totalmente, el señor Hemulen va a casa de los Moomin y habla con Papá Moomin sobre el asunto. Mientras, Moomin ha ido de paseo con Snufkin, al que le confiesa que le gustaría ser un día pirata, porque es divertido y excitante. Snufkin le dice que no cree que pueda decir eso y que además, para ser pirata primero hay que robarle un tesoro a alguien. Entonces Moomin dice que sería incapaz de robarle nada a nadie, y Snufkin, sonriente, le dice que entonces solo sería marinero. Al mismo tiempo, Snorkmaiden recibe una carta de su hermano, en la que está escrito que vuelve ese mismo día. Mamá Moomin les invita a quedarse a cenar, ya que ellos no tienen comida preparada en casa. Snorkmaiden acepta y se va con Pequeña My a buscar a Moomin para contárselo. Primero van a la tienda de Snufkin, pero allí no hay nadie. Pasan por el búnker de Snorken y Snorkmaiden oye un ruido. Pensando que es Snorken, entra al búnker. De repente, un extraño hombre la atenaza y la sujeta. Acto seguido, se ve al inspector de policía hablando con Papá Moomin y el señor Hemulen. Les avisa que el barco que se hundió era pirata y que deben estar prevenidos por lo que pueda suceder. Totalmente ajenos a lo que ya está sucediendo. El hombre que sujeta a Snorkmaiden es el capitán del barco y la tiene amenazada con un cuchillo, a ella y a Pequeña My. Hablando con Pequeña My, exige que avise a las autoridades para una negociación, ya que quiere un barco para irse, pero Pequeña My dice que solo lo hará si no hace daño a Snorkmaiden. El pirata accede y Pequeña My sale corriendo del búnker. Con todos avisados, empiezan las negociaciones.
El inspector de Policía le dice al pirata que todos sus hombres están capturados y que está rodeado, así que le exige que entregue a Snorkmaiden. Pero el pirata no accede e impone sus exigencias: Tienen que liberar a su tripulación y darle un barco, sino quieren que a Snorkmaiden le pase algo. Moomin entonces le pide al inspector que a Snorkmaiden no le pase nada, pero el inspector se siente impotente y no sabe que hacer, ya que nunca se había enfrentado a una situación tan tensa. Exige de nuevo al pirata que salga, y le dice que no tienen barcos, a lo sumo una barca de pesca. Entonces el pirata les da 2 horas para ofrecerle el barco, y que si no lo hacen, cogerá a Snorkmaiden y la tirará a los tiburones. El inspector sigue sin saber que hacer, y aunque le proponen alguna idea, piensa que todas son estúpidas. Llama al pirata y le ofrece su libertad y la de su tripulación a cambio de la de Snorkmaiden. Pero el pirata sigue sin cambiar sus exigencias y esto vuelve loco al inspector, que tiene que ser calmado por sus compañeros. Pasa un rato y el pirata dice que solo les quedan 30 minutos. Snorkmaiden empieza a sufrir por la tensión y pide agua. Moomin se ofrece voluntario para llevársela, pero el inspector dice que puede ser peligroso. Entonces Snufkin les interrumpe y dice que tiene una idea que podría funcionar, pero que es Moomin el que la tiene que llevar a cabo. Snufkin le pregunta si cree que podrá y Moomin dice que si. Entonces Moomin entra con dos vasos de bebida. Uno grande y uno pequeño, y dice que el grande es para él, el pirata, y el pequeño para Snorkmaiden. El pirata le dice que se aleje de los vasos y coge el grande. Lo observa y le dice a Moomin que es un líquido ‘demasiado rojo’. Moomin responde que es zumo de fresa, y que puede bebérselo. Entonces el pirata sospecha y dice que cambiarán los vasos. El pirata le da el grande a Snorkmaiden y Moomin se pone nervioso y le dice a Snorkmaiden que no se lo beba. El pirata dice que si el zumo está envenenado, y Moomin lo niega con cierto nerviosísimo. El pirata replica diciendo que a lo mejor lleva un somnífero y Moomin se pone aún más nervioso. Entonces el pirata se acerca hacia él y le dice que se beba el vaso grande, que si no tiene nada, no habrá problema. Moomin se lo bebe, a pesar de que Snorkmaiden le dice que no lo haga, y tras unos segundos, se desmaya. Entonces el pirata, que se siente victorioso, se bebe el otro y le dice a Snorkmaiden que tendrá que esperar. Pero cuando se acerca a la puerta, se desmaya. Todos lo celebran y Moomin se despierta de su fingido sueño, ante la alegría de Snorkmaiden. El plan de Snufkin ha funcionado gracias a Moomin, que ha logrado engañar al pirata. Snorkmaiden abraza a Moomin ante la felicidad de todos y el inspector de policía, orgulloso, se lleva al pirata a la celda.
13 El último dragón sobre la Tierra (Den sista draken i Världen / The last dragon on Earth)
Tras unos días muy lluviosos de primavera, el valle Moomin está repleto de charcos. Moomin le pide a su madre un tarro de mermelada y una cesta para hacer ‘algo que es secreto’. Su madre se los deja, con la condición de que le devuelva la cesta. Entonces se ve a Moomin meterse en una charca. Su intención es pescar un renacuajo. Observa movimiento y tras varios intentos fallidos, logra pescarlo. Pero al observarlo más detenidamente se da cuenta de que es otra cosa. Va a su casa y se cruza con su padre, al que le oculta el botín, diciéndose a sí mismo que Snufkin tiene que verlo antes que cualquier otra persona. Entra a casa, pero Pequeña My le sorprende. Aunque Pequeña My sabe que Moomin le oculta algo, este se escapa y le da tiempo a llegar a su habitación. Entonces Moomin mira un libro y comprueba que lo que ha pescado es un bebé de dragón. Emocionado, empieza a tomar responsabilidad de él. Dice que lo cuidará hasta que crezca y entonces lo soltará en el mar. Le abre la tapa para que respire, pero el dragón le escupe una pequeña llamarada y le daña la mano. Moomin entonces piensa que está hambriento, y va a buscar la comida que guarda en la habitación para las urgencias. Pero el dragón la rechaza y salta para comerse una mosca. Queda satisfecho y en ese momento Mamá Moomin llama a Moomin para que baje a comer. En la comida, además de la familia Moomin, están Sniff y Pequeña My. Sniff trae una cesta y se la da a Mamá Moomin. Es la cesta que Moomin había utilizado en la charca. Moomin pide disculpas diciendo que estaba emocionado por algo que había pescado y que la olvidó. Entones Pequeña My empieza a tirar indirectas y a decir que ‘eso’, sea lo que sea, empezará a crecer, a criar y que será un desastre. Al final Moomin se levanta de la mesa y se sube a su habitación. Entra y ve que el dragón está dormido. Entonces baja y le dice a su madre si puede ir a ver a Snufkin, y le pide por favor que nadie entre en su habitación. Su madre se lo promete y Moomin se va. Pequeña My reniega diciendo que Moomin va a contarle a Snufkin ‘el secreto’ y Mamá Moomin le dice que ‘los amigos van siempre primero’.
Moomin va a buscar a Snufkin, que está preparando un anzuelo para pescar. Resulta que Snufkin ha estado mirando ‘las cartas’ y que no hacían más que decirle que en breve iba a viajar al Sur, cuando pesque cinco peces. Moomin exclama y dice que debe de ser una broma, que no es invierno, que como se va a ir al Sur. Snufkin le dice que cree en las cartas y Moomin insiste en que no, que entonces se sentiría terriblemente solo y que no tendría a nadie para contarle sus problemas y sus secretos. Tras un breve silencio, le dice a Snufkin que tiene que ir a su casa corriendo, que tiene algo que enseñarle, que pesque después. Snufkin dice que necesita pescar, pero Moomin le convence diciéndole que como ha llovido tanto, el río baja muy fuerte y va a ser complicado. Snufkin considera que Moomin tiene razón y se van los dos a casa. De camino, Moomin le dice a Snufkin si cree que existen los dragones, y Snufkin les responde que no, que si no está soñando, pero que al fin y al cabo, todo es posible, aunque él no cree una cosa hasta que la ve con sus propios ojos. Al entrar en la habitación, Snufkin ve al dragón en el techo de la habitación. Moomin cree que se puede caer y hacerse daño, entonces intenta cogerlo y el dragón sale volando por la habitación, hasta que se posa en el hombro de Snufkin. Snufkin, tras mirar unos segundos al dragón, sonríe, lo cual provoca que el dragón se tranquilice lamiendo una de sus patas. Parece que le ha cogido cariño. Los dos bajan al salón y todos observan al dragón. De repente, éste se levanta y empieza a volar y a morder a todos. A todos menos a Snufkin. Se posa a su lado y, con su boca, calienta el café que Snufkin está tomando. Todos miran sorprendidos, hasta que Pequeña My intenta espantar una mosca, el dragón lo ve y la muerde. Moomin le dice que lo ha hecho porque el dragón pensaba que la iba a dañar. Moomin va a coger el dragón, pero éste le rechaza. Entonces Snufkin se levanta y con su taza de café, cubre al dragón. Le da las gracias a Mamá Moomin por el café, y dice que se tiene que ir. Tras un silencio por la salida de Snufkin de la casa, Moomin levanta la taza y el dragón va hacia la ventana. Quiere irse con Snufkin, que se aleja por el camino. Pequeña My afirma que parece que solo le gusta Snufkin y Moomin le replica diciéndole que ‘Snufkin gusta a todos’. Entonces Pequeña My dice que el dragón es estúpido y Moomin se enfada y dice que no lo es. Con rabia, Moomin abre la ventana, dejándole libre diciendo que cree que es lo mejor, y esperando que se vaya con Snufkin. Pero entonces Moomin se pone a llorar, diciendo que Snufkin se va a ir al Sur y que no van a estar juntos. Su madre intenta consolarle.
En el atardecer, se ve a Snufkin pescando con el dragón apoyado en su hombro. Él intenta espantarlo diciéndole que es muy agradable tenerlo, pero que se vaya con Moomin, que si se entera de que está ahí, igual se enfada. Entonces aparece por el río un hombre con una barca, y pregunta a Snufkin qué tal la pesca. Snufkin, que había pescado los cinco peces que indicaban las cartas, le dice que bien, pero entonces coge el cubo y lo vuelca en el que lleva el hombre en la barca, dándole los peces. El hombre le dice que quiere a cambio, y entonces Snufkin coge al dragón y lo mete en un tarro, y le dice que se lo lleve tan lejos como pueda y lo libere en un lugar donde haya muchas moscas. El inspector se va con el dragón y entonces llega Moomin y le pregunta a Snufkin si el dragón está con él. Snufkin le contesta diciéndole que se pensaba que estaba con Moomin en su habitación, pero éste le dice que lo había dejado libre. Entonces Snufkin le dice a Moomin que se habrá ido a comer moscas y que se olvide del dragón. Siguen caminando y Moomin ve el cubo que lleva Snufkin, y muy preocupado le dice que si ha pescado los cinco peces. Snufkin le dice que no, y Moomin, emocionado, le dice que entonces eso significa que no va a ir al Sur. Snufkin le dice que claro que no, que hasta el invierno no se va, que lo de las cartas era una estupidez y que eso ahora ya no es importante, que se queda con él. Moomin corre a abrazarlo y a gritar de alegría. De camino a casa de los Moomin, ambos van hablando de la aventurilla con el dragón, diciendo que al fin y al cabo, no parecía muy inteligente... ¿Pero a quien le importa un dragón no muy inteligente?
14 Nuestra vecina es una maestra severa (Fru Filifjonk flyttar till Mumindalen / Our neighbour is a tough teacher)
En este episodio, los Moomin tienen nuevos vecinos en el valle. Se trata de la señora Fillyjonk, maestra y ama de casa, y sus tres hijos, que se han mudado a Valle Moomin. Tras una presentación un tanto peculiar, Papá Moomin sugiere en su casa una fiesta de bienvenida para sus nuevos vecinos. Aunque Mamá Moomin se muestra algo reciente, ya que dice que no les conoce absolutamente nada, acaba aceptando. Entre todos empiezan a preparar la casa, en la que destaca especialmente un tobogán que Moomin, Sniff, Snorkmaiden y Pequeña My montan desde la escalera. Cuando llega la señora Fillyjonk con sus hijos, la primera impresión no es positiva, ya que ella, estricta del orden y la limpieza, dice que todo está muy desordenado. Además, tras la sugerencia de Mamá Moomin de que los hijos de la señora Fillyjonk jueguen con su hijo y sus amigos, ésta responde que sus hijos tienen que estudiar y no perder el tiempo jugando. Mientras los adultos toman un té y charlan en la sala de estar, Moomin y sus amigos inducen a los hijos de la señora Fillyjonk a que utilicen el tobogán que han montado, pero estos se niegan en todo momento. Tras mucho insistir y ante la continua negativa, optan por utilizarlo ellos solos, pero en cuanto los niños de la señora Fillyjonk ven a los demás tirarse por él y las risas, no se contienen. Entonces empiezan a utilizarlo. Cuando su madre oye las risas de sus hijos, abandona la sala de estar, y les ve en el tobogán. Sorprendida, intenta evitar que sus hijos jueguen, pero estos no le hacen ni caso, hasta el punto que al intentar detenerlos, se la llevan por delante y acaban todos en la hamaca que estaba colocada para frenar el salto, lo cual hace enfadar definitivamente a la señora Fillyjonk, que se va de casa de los Moomin espantada, clamando al cielo y diciendo que el valle Moomin no es lugar adecuado para vivir.
Al día siguiente, la señora Fillyjonk deja a sus hijos en su casa mientras va a buscar otro lugar para mudarse e irse del valle Moomin. Les dice a sus hijos que se queden en casa y ni se les ocurra ir a jugar. Entonces es cuando los acontecimientos se aceleran. Mientras Moomin, Sniff, Snorkmaiden y Pequeña My juegan con unas cuerdas entre los árboles, ven a los hijos de la señora Fillyjonk a lo lejos... con Stinky. Stinky les convence para ir a un lugar ‘a hacer algo mucho más divertido’ que estar ahí o con Moomin y su grupo. El lugar es una zona alta del río, flanqueado por dos rocas a cierta altura, con un árbol en uno de los extremos que tiene una cuerda atada. Stinky les induce a saltar al otro lado, diciendo que él lo ha hecho muchas veces, hasta que es interrumpido por Moomin y sus amigos. Entonces Moomin le dice que si es verdad que lo ha hecho muchas veces, que salte. Stinky no quiere, y Moomin le pica, diciendo que es mentira que haya saltado alguna vez. Stinky lo niega, entonces Moomin empieza a levantar los ánimos de todos, a decir que apoyen a Stinky para el salto, que lo aplaudan, y al final, con toda la parafernalia, Stinky salta. Pero sin éxito, quedándose oscilando entre ambas rocas, ante el enfado de Moomin por la mentira, que lo abandona a su suerte y se va con todos, incluidos los hijos de la señora Fillyjonk, a jugar al bosque, donde habían estado antes. Se hace tarde, y la señora Fillyjonk se encuentra a sus hijos saliendo de casa de los Moomin. Les regaña y les dice que ya ha buscado otra casa y que se van del valle. Pero sus hijos dicen que no quieren, que quieren quedarse en el valle con Moomin. Al final a la señora Fillyjonk no le queda más remedio que ceder... como dice Papá Moomin: 'Mi experiencia me dice que los niños siempre acaban consiguiendo lo que quieren'. Y en este caso, razón no le falta.
15 Snorkmaiden pierde la memoria (Prinsessan av Mumindalen / Snorkmaiden's lost memory)
El capítulo gira en torno a un incidente sucedido mientras Snorkmaiden y Moomin pasean por la montaña. Snorkmaiden, que había estado toda la semana anterior leyendo cuentos de hadas, tropieza, y tras una larga caída y la conmoción posterior, al despertarse, ve a Moomin, que, de broma, le dice que es la princesa de las montañas solitarias. Snorkmaiden, que tiene un vacío de memoria, se lo cree a pies juntillas, lo cual provoca una situación un tanto atípica, ya que lo que es una broma de Moomin se acaba convirtiendo en una realidad aparentemente irreversible. Al final todos tienen que poner de su parte para sacar la situación adelante y evitar el enfado de Snorkmaiden: Desde arreglar la habitación para que parezca la de una princesa, una ronda de ‘candidatos’ con Sniff, Snufkin y Stinky para buscar al esposo de Snorkmaiden o un paseo repartiendo comida entre los ‘pobres’ (Los cuales no hay) del valle. Al ser situaciones tan forzosas, provocan momentos a cual más cómico. Al final, tras un incidente con la señora Fillyjonk, a Snorkmaiden se le queda una cesta atascada en la cabeza. Pequeña My, para liberarla, la golpea y la rompe. Cuando Snorkmaiden vuelve en si tras el fuerte golpe, no recuerda nada más que el hecho de que ella y Moomin estaban caminando por la montaña. Todo en orden.
16 Encuentro con los extraterrestres (Möte med marsmänniskor / A close encounter with Aliens)
Nuevas situaciones se viven en Valle Moomin. En este caso, nada menos que un ovni es el protagonista. Tras aterrizar en el huerto de los Moomin, al parecer, por accidente, Moomin extrae una especie de máquina del ovni, ovni que tras unos segundos, se desvanece sin dejar rastro. Papá Moomin, tras mirar la máquina y sufrirla, la cataloga como ‘insegura’. Y es que la máquina no hará más que provocar situaciones poco deseadas. Además Pequeña My localiza un bebé alien, perdido, triste y desorientado, pero que es incapaz de comunicarse con la familia Moomin, que se encuentra en problemas cuando descubre que el Inspector de Policía quiere arrestar al alien. Tras la idea de Mamá Moomin de intentar utilizar la máquina para arreglar la situación, todo se complica, y por si fuera poco, Stinky aparece para dificultar todo un poco más. Al final, los padres del alien vuelven a recogerle, previa regañina a su hijo, y los problemas derivados se terminan por solucionar, quedando todo como estaba antes de ‘la invasión’, que por suerte, solo ha sido accidental. Al menos ahora, los Moomin saben cómo son los extraterrestres.
17 Papá Moomin quiere cambiar de aires (Muminpappan längtar efter äventyr / A change of air)
En los días más soleados de verano, cuando todo es relax y tranquilidad en valle Moomin, hay uno de sus habitantes que no está del todo conforme: Papá Moomin. Éste le confiesa a Mamá Moomin que lleva una vida excesivamente tranquila y que tal vez necesite un pequeño cambio de aires con alguna aventura excitante. Mamá Moomin lo comenta en el salón con Moomin, y Stinky, que andaba por ahí cerca, lo oye desde la ventana. Entonces Stinky opta por cavar una sucesión de hoyos entre la casa de los Moomin y el mar durante la noche, lo cual hace creer a Papá Moomin, tras un análisis minucioso, que un monstruo marino había venido a atacarles. Con ayuda de Moomin y Sniff, monta una trampa de arena para capturarlo por si vuelve, lo cual provoca que, de una u otra manera, Papá Moomin tenga esa aventura excitante que tanto añoraba. Pero es el propio Stinky el que, pensando que ha engañado a los Moomin, cae en la trampa. Al final todo queda en mera anécdota cuando en mitad de las súplicas de Stinky, Snufkin irrumpe en escena y le cuenta a la familia Moomin que los agujeros los había hecho Stinky la noche anterior. Él lo había visto mientras volvía de pescar. A la noche siguiente, Mamá Moomin le agradece el detalle a Stinky invitándole a cenar, y es que por esta vez, Stinky ha hecho algo útil.
Sin embargo, esto no es suficiente para Papá Moomin. En secreto, y tras meditarlo mucho, le comenta a Mamá Moomin unos días después que le gustaría una escapada de ambos ‘sin destino fijo’. A Mamá Moomin le gusta la idea, pero... ¿Qué pasa con Moomin? Entonces Papá Moomin dice que eso no es del todo impedimento, ya que considera que Moomin tiene que aprender a ser independiente y a saber cuidar de él solo, ya que ellos no van a estar toda la vida. Tras la conversación, una noche Papá y Mamá Moomin cogen sus cosas y se van de casa. A la mañana siguiente, la falta de los padres de Moomin se hace notar. Snufkin consuela a Moomin diciéndole que seguramente volverán pronto y le ofrece su ayuda y su comida si la necesita, mientras Pequeña My y Sniff intentan cocinar ‘a su manera’. Mientras el matrimonio Moomin parece perdido en una cueva sin luz, Moomin camina por todo el valle intentando encontrar a sus padres, sin mucha suerte. Sin embargo, la aventura de Papá y Mamá Moomin se queda en anecdótica cuando los caminos de Moomin y sus padres convergen a las orillas del mar. Primero Mamá Moomin sale de la cueva y se encuentra con Moomin que intentaba pescar un pez. Y luego Papá Moomin sale y se da cuenta de que nunca ha estado realmente lejos y lo único que puede hacer se reírse de la situación y de sí mismo. Al final todos vuelven a casa, y es que a veces no hace falta irse muy lejos para que pasen cosas... o para creer que realmente suceden.
18 Las semillas mágicas del océano (Förtrollade frön / The wooden crate)
Aunque ya se va acercando el otoño, el verano en valle Moomin está siendo especialmente seco y caluroso y sus efectos se dejan notar tanto en el paisaje como en sus habitantes. Para aliviar el calor, Moomin, Snorkmaiden y Pequeña My se van a nadar al mar, y se encuentran una caja de madera flotando no muy lejos de la orilla. Dentro hay unas semillas, que de acuerdo con el señor Hemulen, parecen de flores y plantas tropicales. Los Moomin optan por plantarlas, aunque parece difícil que puedan crecer, ya que el clima del valle Moomin dicha mucho del tropical. Tras una noche en la que una sorpresiva tormenta veraniega apacigua el calor, las plantas crecen a un ritmo vertiginoso, y se genera una minijungla tropical en torno de casa de los Moomin. Ni Papá y Mamá Moomin desde su habitación, ni Snufkin desde la ribera del río al despertarse, pueden creerse lo sucedido.
Mientras Snufkin y Moomin pasean y charlan sobre si es una jungla o simplemente un jardín botánico tropical (Porque al fin y al cabo, son solo plantas, no hay animales), Papá Moomin, al abrir la puerta del sótano, se encuentra unos extraños seres violetas, con ojos y largos tentáculos, que le agarran de la cola y le quieren meter hacia dentro. Por suerte, Moomin y Snufkin llegan a tiempo y le sujetan, mientras Pequeña My culmina la salvación cerrando la puerta. La solución provisional pasa por poner cosas contra la puerta para evitar que salgan de ahí. Sin embargo, el problema surge cuando el señor Hemulen, pensando que todo lo que estaba colocado era ‘por desorden’, lo retira. Los seres quedan liberados y la única manera de apaciguarlos, parece ser la música. Snufkin, voluntarioso, se pone a tocar su armónica y las criaturas se apaciguan y se ponen a bailar. Nadie sabe cuanto estará la jungla en torno a casa de los Moomin, lo que sí que saben es que Snufkin no puede estar tocando música eternamente...
19 Encerrados en una jungla (Muminfamiljen bor i en djungel / Buried in a jungle)
Snufkin, tras un largo rato tocando la armónica, necesita descansar, y en cuanto la música desaparece, los seres vuelven otra vez a sus andadas, atacando al señor Hemulen. Como parece que no hay solución, Snufkin empieza a tocar otra vez, y, como si se tratara del flautista de Hamelin, se lleva a los seres al sótano. Allí quedan de nuevo encerrados, mientras los Moomin bloquean todas las salidas. Pero a todas luces está claro que la situación dista mucho de ser cómoda. Sin embargo, esto no es nada en comparación a lo que se les avecina. Moomin se encuentra con Stinky, y éste le sugiere que no estaría mal que hubiera animales. Moomin dice que está de acuerdo, siempre que sean poco salvajes, algo así como unos chimpancés. Stinky no tiene otra idea mejor que ir a un zoo que hay cerca del valle Moomin y liberar a todos los animales. Especialmente peligrosa es una pareja de tigres hambrientos, y es que la poca carne fresca que hay es precisamente la de los Moomin. Tras ser alertados por Pequeña My, la familia Moomin y Snorkmaiden se reúnen en la caseta que hay en el mar, y Papá Moomin prepara una trampa para los tigres en caso de que vengan a por ellos. Consiste en cortar parte del puente, de forma que cuando alguien lo pise, caiga al mar. Uno de los tigres cae en la trampa y se hunde en el mar. Cuando el grupo sale a celebrarlo, ven que el otro tigre está apenado viendo que su compañero se está ahogando, y los Moomin, por lástima, rescatan al tigre, salvándolo entre Moomin y su padre.
A la mañana siguiente los tigres se van, y cuando los Moomin intentan volver, ven que la única forma es nadando. Pero no pueden, y es que resulta que ahora han aparecido cocodrilos. Snufkin, muy oportuno, les recoge con su barca al saludo de ‘Buenos días’. Iba de pesca marina, pero al final, viendo la situación, ha cambiado de idea. Por si esto fuera poco, un rinoceronte se pone a perseguir al señor Hemulen, hasta que, al llegar a casa de los Moomin, el rinoceronte choca contra el borde de madera de la entrada y su cuerno queda atrancado. Los Moomin, a su vuelta, liberan al rinoceronte, y al final, tanto los tigres como el rinoceronte, en agradecimiento, se vuelven mansos. Moomin, enfadado con Stinky por la que ha liado, se encuentra con él y le demuestra que su travesura no ha servido de nada, y es que ahora Moomin, su familia y sus amigos, conviven en paz con los animales. Stinky, picado en su orgullo, monta un plan para vengarse. Lleva a Moomin y a Snorkmaiden a la orilla del río, donde hay un nenúfar, y los aleja de la orilla. Entonces una serpiente, compinchada con Stinky, ataca a Moomin y a Snorkmaiden. Tras un rato forcejeando, acaban por salir al mar, donde, no muy lejos, se ve un barco. Lo único que pueden hacer es nadar, y es que aunque los Moomin son buenos nadadores, detrás hay una serpiente.
20 Moomin salva a los tigres (Muminfamiljen räddar vilddjur / Moomin saves the tigers)
Mientras Pequeña My busca a Moomin y Snorkmaiden en las cercanías de la jungla, estos siguen nadando para evitar a la serpiente. Por suerte para ellos, logran alcanzar el barco. Lo que aparentemente es la salvación, acaba por volverse en su contra: Resulta que el personal del barco es del zoo, y tras una conversación, confunden a Moomin y Snorkmaiden con dos hipopótamos que, según ellos, se han escapado de otro zoo. No les queda más remedio que tirarse al agua, y entonces, la serpiente, que tampoco quiere ser capturada, les ayuda. Juntos vuelven a casa de los Moomin, donde se plantea una tediosa situación: Todos los animales quieren quedar en libertad, pero evidentemente el personal del zoo quiere todo lo contrario. Cuando Moomin le dice a su padre que en el barco los confundieron con hipopótamos, los Moomin tienen, todavía más claro, de parte de quien están. A la mañana siguiente, el personal del zoo llega al Valle Moomin, y no queda otra que meter a los animales en casa. Con ciertas complicaciones, lo consiguen, pero el personal ve desde fuera a la serpiente asomándose por la chimenea. Entonces Papá Moomin le pide un té a Mamá Moomin, se sale al portal, y cuando llega el personal, intenta trazar un plan para que se vayan: es dialogante y educado con ellos, pero la conversación va subiendo de tono hasta que el personal del zoo, alentados por su jefe y a la fuerza, intentan entrar en casa de los Moomin. A punto de conseguirlo, el inspector de policía llega con Pequeña My y de nuevo, más diálogo, hasta el punto de que el inspector les exige que se marchen o tendrá que arrestarles. El jefe del personal intenta hacerse el fuerte, pero al final el inspector tiene que imponer la ley y tienen que salir corriendo, bajo la amenaza de detención si se les ocurre volver.
Entonces animales, naturaleza y familia Moomin y amigos, conviven en paz y en armonía, hasta que entra el otoño de forma definitiva. Entonces los animales no soportan el frío y empiezan a pensar que al fin y al cabo, en el zoo tendrán un clima soportable. Además, los Moomin no creen que la jungla resista mucho tiempo. Así que toman una drástica decisión: Deciden quemar la jungla, y mientras dure el incendio, no habrá frío que valga. Así que la jungla, tan rápido como vino, se va, y a la mañana siguiente solo quedan resquicios y cenizas. Los Moomin, Snorkmaiden y los animales, de mutuo acuerdo, vuelven al zoo, ante la alegría del personal. No obstante, el personal sigue pensando que los Moomin y Snorkmaiden son hipopótamos, los cogen y los encierran. Afortunadamente, entre Snufkin y el señor Hemulen arreglan la situación: Entre ambos pudieron demostrar que los Moomin no eran hipopótamos, así que el director del zoo les pide disculpas y los deja libres. Los Moomin vuelven a su casa, ante la atenta mirada de Moomin, que ve que el color del valle ha cambiado de verde a amarillento. El otoño ha llegado para quedarse.
21 La época de la partida de Snufkin (Snusmumriken längtar söderut / Snufkin goes South)
El capítulo arranca sumido en el otoño. Sniff lleva a casa de los Moomin una especie de tocadiscos antiguo, que todavía funciona. Papá Moomin pone un disco y todos los que están en ese momento en la casa, se ponen a bailar. Mientras tanto, Snufkin permanece en la entrada observando el paisaje. Papá Moomin sale y Snufkin le comenta que el invierno está cerca y que es momento de abandonar el Valle Moomin para viajar hacia el Sur. Ambos pasan dentro y el tocadiscos se estropea sin posibilidades de ser arreglado. Entonces Snufkin se ofrece para tocar con su armónica una melodía que permita el baile y haga que todos puedan seguir disfrutando del momento. Al día siguiente, Snufkin y Moomin hablan sobre la partida de Snufkin. Moomin no quiere que su mejor amigo se vaya del Valle, y en vista de que Snufkin no va a cambiar de idea, pide permiso a sus padres para irse con él. Papá y mamá Moomin aceptan que Moomin viaje con Snufkin, pero Snufkin no quiere: Él dice que necesita tiempo para viajar y para estar solo, pero le dice a Moomin que no se preocupe, que le promete que volverá en primavera. Entonces Moomin vuelve a casa muy triste y apenado, hasta el punto de no querer salir de su habitación.
Snorkmaiden sube a verlo y le cuenta que Snorken ha accedido a mostrarles la estructura del barco volador que está construyendo en el búnker de madera, pero que es completamente secreto y no puede ir nadie más. Moomin, ligeramente motivado, accede. Por el camino, se encuentran a Pequeña My, a la que tratan de evitar, pero no logran engañarla y al final les sigue. Cuando llegan al búnker, Snorken les enseña el casco del barco, que ya ha empezado a tomar forma. Sin embargo, son sorprendidos por Pequeña My, que aprovechando el descuido de Snorken de dejarse la puerta abierta, se cuela en la cabaña. Momentos después, se ve a Moomin conduciendo el barco por los cielos, acompañado de Snufkin, solos los dos, que mira en el borde hacia el suelo y le pide a Moomin que aterrice, que le gusta el paisaje que está viendo. Moomin le dice que porque y le pide que se quede, pero Snufkin le responde diciéndole que quiere estar solo, que quiere irse y se despide de Moomin, saltando por la borda. Moomin corre para intentar sujetar a su amigo, pero este cae irremediablemente. Entonces se despierta: No ha sido más que una pesadilla. Y además, tirita de frío. Sale a buscar a su amigo, pero ya es tarde. La tienda de Snufkin no está. A Moomin no le queda más remedio que decirse a sí mismo: 'Adiós, Snufkin', mientras Snufkin hace lo propio, prometiéndose su vuelta en primavera, saliendo del valle, justo cuando cae el primer copo de nieve. Ha llegado el invierno.
22 Las aventuras de Moomin y Pequeña My (Mumintrollet upplever vintern / Moomin and little My's adventure)
El capítulo se inicia con Moomin despertándose en mitad de un día de invierno. Con el valle totalmente cubierto por la nieve, y ante los intentos infructuosos de despertar a sus padres, Moomin empieza a descubrir el lugar donde vive en una época nunca vivida para él. Mientras se acuerda de su amigo Snufkin e imagina sus vivencias en el Sur, accidentalmente se encuentra con Pequeña My, que también se ha despertado. Otros personajes están presentes en el valle, como Too-ticky, que amablemente les hace compañía mientras se aloja en la caseta del mar, ‘la buka’ o ‘la dama del frío’, mujer que, si te mira a los ojos, te congela. Y es precisamente ‘la dama del frío’ la que es desafiada por Pequeña My, que, a pesar de ser advertida, se pone a deslizarse sobre el mar congelado en presencia de ‘la dama del frío’, que al final, congela con la mirada a Pequeña My. Moomin y Too-ticky meten a Pequeña My en la caseta del mar e intentan por frotamiento descongelarla, aunque con poco éxito. Por suerte, uno de los pies de Pequeña My roza la estufa y eso provoca el descongelamiento de todo su cuerpo rápidamente. Pequeña My, debido al contacto entre su pie y la estufa, grita por el excesivo calor que sufre en esa parte de su cuerpo. Aunque en este caso, el grito es de alegría para sus compañeros, ya que ella está como siempre. Igual de indestructible.
23 Visitantes en invierno (Vintergäster / Visitors in Winter)
El invierno continua presente en el valle Moomin, y tanto Moomin como Pequeña My hacen vida como si fuera otra época del año. Sobreviven a base de la mermelada que mamá Moomin había hecho en su momento y siguen descubriendo cosas sobre el invierno. Mientras van pasando los días, a valle Moomin llega un nuevo personaje. Es un amante del invierno, que va continuamente buscando lugares nevados y con frío para practicar esquí. Además, no duda en bañarse en el río a pesar de la baja temperatura que hay en el valle, ya que al parecer lo hace siempre y le resulta relajante. También llega al valle un pequeño perro cuya intención es buscar a sus hermanos los lobos en las montañas solitarias, cerca del valle. Tras pasar unos días, el esquiador decide quedarse en el valle hasta que llegue la primavera, ya que se encuentra muy cómodo allí, construyéndose un iglú. Intenta enseñar a Moomin a esquiar, aunque al final el experimento resulta, cuanto menos, desconcertante. Pequeña My tiene más habilidad y le encuentra en seguida el gusto a los deportes de invierno, esquí, patinaje sobre hielo...
Sin embargo, el invierno, como todo, comienza a tocar a su fin. La nieve empieza a derretirse, y el esquiador opta por abandonar el valle para buscar otro lugar. Se despide de Moomin, mientras el pequeño perro se adentra en las montañas en busca de sus ‘hermanos’ los lobos, que no parecen muy alegres por su visita. Al final, el esquiador pasa por las montañas y el pequeño perro se une a él y se van los dos juntos a recorrer otros lugares. Algunos días después, el hielo que cubre el mar comienza a derretirse, con lo que eso significa. Pequeña My es espectadora de lujo mientras patina sobre el poco hielo que queda, aunque ni se inmuta mientras cada vez hay más agua líquida, hasta que Moomin valientemente opta por ir saltando de placa en placa y cogerla. Llega hasta ella y vuelve hacia la orilla repitiendo procedimiento, sin embargo, la última placa se rompe y Moomin cae al agua, aunque Pequeña My con un salto evita la caída. Too-ticky le saca, pero al entrar a la caseta del mar, Moomin estornuda. Parece que se ha constipado. No obstante, los últimos coletazos del odiado invierno parece que han dado a su fin.
24 ¡Date prisa, Snufkin! (Var dröjer Snusmumriken? / Hurry up, Snufkin!)
Moomin, debido a sus aventuras invernales, se encuentra terriblemente constipado y enfermo. Los Moomin han finalizado la hibernación y el valle recupera su vida habitual, lo cual significa que ha comenzado la primavera. Pero no para Moomin. El insiste en que no es primavera hasta que su amigo Snufkin haya vuelto al valle. Durante el transcurso de los días, Moomin teme que le haya pasado algo y que por ello no haya regresado, ya que Snufkin nunca se retrasa. Además, cada vez está peor física y mentalmente. Sus amigos, viendo la situación, creen que es buena idea salir a buscar a Snufkin, ya que consideran que Moomin no se recuperará de su enfermedad hasta que Snufkin vuelva. Especialmente deseosa está Snorkmaiden, aunque es su hermano Snorken el que se niega. Gracias a Stinky, Moomin se entera de los planes de Snorkmaiden, y al final, tanto él como Snorkmaiden, desoyendo las órdenes de quienes les cuidan, salen del valle. Sin embargo, en el último momento llegan Papá Moomin y Snorken y les alcanzan y abortan la idea de Moomin y Snorkmaiden.
A Moomin no le queda más remedio que resignarse y volver a la cama a intentar recuperarse. Su madre lo único que puede hacer es cuidarle y decirle que sea paciente, que quizás este año Snufkin se haya retrasado un poco, pero que volverá. Entonces se ve a Snufkin en un claro del bosque, de noche, a la luz de las llamas de una hoguera. Se encuentra con una pequeña ardilla, que profesa admiración a Snufkin por su personalidad, su sabiduría y su habilidad tocando la armónica, pero Snufkin no se encuentra cómodo con tanto halago, ya que él cree que uno no puede ser completamente él mismo si profesa excesiva admiración a alguien. La ardilla está triste, porque no tiene nombre y no conoce apenas a nadie. Entonces, ya que ha salido el tema, la ardilla le cuenta a Snufkin que tiene mucha suerte de tener a alguien como Moomin, que sabe que está deseoso de que Snufkin vuelva al valle... pero Snufkin dice que no sabe si volverá, que es importante tener tiempo y libertad para uno mismo. En vista de que la conversación no va a ninguna parte, la ardilla se va cabizbaja ante el silencio y la mirada de Snufkin... hasta que Snufkin la llama para ponerle un nombre, y para reconocerle que realmente en el fondo echa de menos a Moomin y que siente que ha de volver allí, al valle. Al final del capítulo, Moomin oye la armónica de Snufkin, que está sentado en el puente sobre el río. Corre feliz hacía él y se queda a su lado escuchando la música. Moomin está recuperado y ahora sí es primavera.
25 El faro (Fyren / The lighthouse)
En el ambiente primaveral ya definitivamente instalado en valle Moomin, mientras Papá Moomin se echa una siesta en su hamaca, tiene un sueño en el que ve un faro. Al despertarse, cree que sería una buena y excitante idea salir al mar y buscar precisamente eso, un faro. Tras convencer a su familia, Moomin va a buscar a Snufkin y le sugiere la idea de que se apunte. Snufkin cree que Papá Moomin lo hace porque sigue atascado en la escritura de sus memorias y necesita un aliciente, pero Moomin cree que la aventura merece la pena, y que además el guardián del faro estará encantado de tener compañía... claro que Snufkin cree que precisamente, si alguien tiene un trabajo así, es porque le gusta estar solo. Pero al final, con el tema de la soledad y la independencia de por medio, Snufkin se une al viaje, un viaje que Papá Moomin desea que se prolongue, así que comienza la planificación con mapa, comida y preparación del barco. Cuando está todo listo, son 6 los aventureros: Los tres componentes de la familia Moomin, Snorkmaiden, Snufkin y Pequeña My. Sniff, en el último momento, a pesar de haber insistido en que no quería ir, cambia de idea, pero el barco ya está lejos, así que no le queda más que resignarse y quedarse en valle Moomin.
De camino en búsqueda del faro, suceden varios hechos reseñables. En primer lugar, en medio de la noche aparece una niebla espesa y un barco, que aparentemente es ‘inmaterial’, como si fuera un barco fantasma. Al amanecer, se observa como han pasado la noche a muy pocos kilómetros de una isla con un faro... un faro del que no han visto la luz. Y a punto de llegar a la isla, el grupo se encuentra con un pescador acompañado de un niño pequeño en una barca. El pescador rehúye todas las preguntas relativas a la isla y al faro, tanto de los Moomin, como posteriormente del niño que le acompaña. Cuando al fin llegan a la isla, todos suben hacia el faro y ven que la puerta de entrada está abierta. Por dentro, queda un edificio viejo, andrajoso y totalmente descuidado. Papá Moomin entonces lo tiene claro: Hay que quedarse, restaurar el edificio, y volver a hacer funcionar el faro. Toda una misión muy excitante... y muy oscura.
26 El día que se encendió el faro (Fyrvaktaren / The day the lighthouse lit up)
Con la llegada a la isla y la idea de instalarse un tiempo, todos se reparten las tareas. Mientras Papá Moomin se centra en arreglar el faro, Moomin y Snufkin descargan las cosas del barco y Mamá Moomin, Pequeña My y Snorkmaiden se encargan de la limpieza. Una noche, todos empiezan a divagar sobre que pudo ocurrir con el farero. Pintadas en la pared vistas por Snufkin sugieren que tal vez se volvió loco por tanta soledad, o simplemente el mar vino y se lo llevó. De paseo a media noche, Snufkin y Moomin ven de nuevo al barco fantasma en las cercanías de la isla, y a la hora de dormir todo se vuelve más tenebroso cuando ‘algo’ empieza a pisar a Moomin en el estómago. ‘Algo’ de lo que solo son visibles dos pies. Papá Moomin entonces es alertado por Moomin y Snufkin... no queda más remedio que estar vigilantes. A la mañana siguiente, Pequeña My y Snorkmaiden se encuentran en la playa un fantasma, que de acuerdo con sus lamentos, fue abandonado en la isla la noche anterior por todos sus compañeros, y mientras tanto, el niño que estaba con el pescador sube al faro y habla con Mamá Moomin. El niño (Toft) iba viajando hacia el Norte buscando el valle Moomin, hasta que tuvo un accidente y el pescador lo rescató. Desde entonces vive con él, pero el pescador es un hombre extraño. Muchas veces se queda mirando al faro y cuando Toft le preguntaba cosas, se ponía de muy mal humor.
Moomin y Snufkin se acercan a media tarde a la cabaña del pescador, y en cuanto Moomin empieza a preguntarle cosas sobre el farero, el pescador se encierra en sí mismo, cada vez más, hasta que da un portazo y obvia todas las palabras y suplicas. Entonces Moomin y Snufkin, al volverse igual que se habían ido, ven que se está llevando a cabo la construcción de una barca... para el fantasma. Éste les explica lo sucedido: Como el faro estaba abandonado, muchas veces acampaban allí él y sus acompañantes, y al ver que estaba ocupado, intentaron asustarles. Además, los fantasmas fueron a advertir al antiguo farero, que al parecer vive en la isla, de la ocupación del edificio, pero éste no quiere saber nada del tema. El fantasma se va en la barca y entonces, ante la imposibilidad de hacer más avances, todos empiezan a buscarle nuevos placeres a su estancia en la isla. Papá Moomin pesca, Pequeña My se construye una pequeña casa de madera, Snufkin disfruta de la tranquilidad con su armónica y el resto pintan la casa. Así hasta que un día, Pequeña My ve que el pescador se acerca al faro. Tras una agradable bienvenida, Papá y Mamá Moomin hablan con él. Al final el pescador confiesa que él era el farero, pero que tanta soledad le pudo y que decidió abandonarlo para volver a la civilización. No obstante, el farero sintió que no encajaba de ninguna manera en la sociedad y que, por lo tanto, resignado, tuvo que aceptar lo que siempre había sido. Entonces Toft le dice que si se queda al cuidado del faro, él se quedará en su compañía, lo cual es motivo suficiente para que el pescador retome su antiguo oficio. Se pone el traje de farero y arregla la lámpara. Tres días después, el grupo se va de la isla, pero de noche. El faro ya ilumina el mar... y Papá Moomin se muere de ganas de escribir sus memorias.
Curiosidades
[editar]- El único personaje que aparece activamente en todos los episodios de la 1ª temporada es el de Moomin. Pequeña My aparece también en todos, pero en el capítulo 11 solo aparece fugazmente ayudando a construir el búnker sin intervenir directamente.
- En el primer episodio, Moomin es llamado por el narrador 'Moomintroll', siendo esta la única ocasión en la que sucede, refiriéndose en todas las demás ocasiones a él como 'Moomin'
- Los rasgos del personaje de Snufkin son ligeramente diferentes en los primeros capítulos, especialmente los ojos, que son más grandes.
- Las malas condiciones climatológicas son una constante a lo largo de la primera temporada, especialmente con lluvia y fuertes tormentas, haciéndose patente el clima nórdico que domina el valle Moomin y alrededores.
- La estación de primavera es la que abarca un mayor número de capítulos, con un total de 18, incluyendo los capítulos del 24 al 26.
- Solo hay un capítulo que se desarrolla íntegramente en otoño, el capítulo 21, aunque la llegada del otoño se produce en el capítulo 20.
- El capítulo 12 (Los piratas) fue vetado en Finlandia y nunca llegó a emitirse en la televisión finlandesa, debido a que Tove Jansson consideraba que era excesivamente violento para los niños.
- En España, TVE emitió única y exclusivamente esta 1ª temporada de la serie, mientras que Club Super3 emitió la serie por completo incluida la secuela con un nuevo doblaje.