UNIDAD II.
ETICA DE LA
 INTIMIDAD PERSONAL
        12-13/08/2019
                                        TAREA N°2
• 1. Habla de LA INTIMIDAD: ESTRUCTURA EXISTENCIAL. P. 3
• 2. ¿Cómo se da la intimidad en el AMBITO INTERPERSONAL ?. P.4
• 3. ¿Qué característica tiene la intimidad en el AMBITO PERSONAL?. P. 5
• 4. Analiza a la privacidad como esas dimensiones de la actividad de la persona en las que ésta
  despliega y realiza su intimidad. P. 6
• 5. Enumera y comenta: Los principales derechos a la vida privada son: P. 7
• 6. Comenta la INTIMIDAD COMO VALOR ÉTICO. P. 8
• 7. Identifica los RIESGOS DE LA INTIMIDAD EN EL MUNDO ACTUAL. P. 9
• 8. ¿Por qué decimos que vivimos en LA ERA DE LA INDISCRESIÓN?. P. 10
• 9. Descubre el diálogo interpersonal como base de las buenas relaciones. P. 11
• 10. Describe las ACTITUDES DE DIÁLOGOS. P. 14-15
• 11. BENEFICIOS DE ENTRENAR EL DIÁLOGO: P16.
             1. L A INTIMIDAD: ESTRUCTURA
                       EXISTENCIAL
• La intimidad es una estructura existencial de la persona. Es aquel
  campo reservado en que nadie puede entrar sin ser libremente
  introducidos. Es la parte mía y del prójimo que los otros no ven, que
  cada uno desea mantener en secreto. Se trata de un derecho
  fundamental y de un espacio libre en el foro interno de la persona, de
  un derecho a la vida privada distinta de aquella pública, es decir al
  reguardado de la indiscreción ajena.
• Toda persona tiene que guardar su misterio y su secreto; en primer
  lugar, de sí mismo (de la tentación de la publicidad) y también de la
  tentación de los demás (de las invasiones en el mundo personal). De la
  misma manera, la persona ha de respetar el misterio de los otros.
            1.1. AMBITO INTERPERSONAL
Dentro de este aspecto interpersonal encontramos los siguientes
componentes:
• 1)     Un circulo intimo que comprende varias personas, pero no
  una cantidad exagerada. No se podrá decir jamás que una reunión
  masiva tenga un carácter íntimo.
• 2)     A esta cualidad grupal de un círculo íntimo, es necesario
  agregar cierta atmosfera: un ambiente que no admita extraños o
  espacios vacíos, producidos por la llegada de un desconocido.
• 3)     Estos elementos no significan que ya se tenga el ambiente de
  intimidad, que es un lazo más profundo, que da a los “reunidos” la
  impresión de encontrarse seguros, protegidos por la presencia
  común.
                1.2. AMBITO PERSONAL
• La intimidad es aquello que es más propio y exclusivo de la
  persona, sólo a ella accesible y que sólo ella puede decidir
  compartir con los demás. Se sitúa en el ámbito personal
  reservado por la persona para sí misma y de ella forman parte
  elementos fundamentales de su identidad; merece y tiene
  reconocido el máximo respeto por ser indisociable de la
  dignidad y por ser uno de los fundamentos de la libertad
  humana.
• El concepto de intimidad está ligado al concepto de pudor, que
  tiene la función de proteger a la persona frente a cualquier
  especie de peligro, sea físico o espiritual, de la misma esfera
  íntima. El aspecto virtuoso del pudor expresa la protección total
  de la dignidad de la persona.
Es frecuente que intimidad y privacidad se utilicen con un significado similar. En este texto nos referiremos a la
privacidad como esas dimensiones de la actividad de la persona en las que ésta despliega y realiza su intimidad.
      La privacidad informativa se refiere a la información personal
Representa lo que otras personas pueden conocer de nosotros y qué datos nuestros podemos permitir que se
manejen y para qué finalidad. Su respeto se realiza en el cuidado de la confidencialidad.
      La privacidad corporal
Se refiere al propio cuerpo y sus funciones. Tiene que ver con el pudor y la reserva que siente la persona ante
exploraciones y cuidados en los que tiene que descubrir o exponer total o parcialmente su cuerpo. Su protección
se materializa limitando la exposición del cuerpo a lo imprescindible, con la intervención tan sólo de las personas
necesarias y con el consentimiento del/de la persona.
      La privacidad genética
Hace referencia al patrimonio genético de la persona. Ante ella la protección de la confidencialidad se debe
extremar, dado que implica la privacidad informativa de más de una persona, cuando no de la totalidad de líneas
parentofiliales completas.
      La privacidad comunicativa
Es la referida a la comunicación personal con otros. Su respeto requiere evitar la intromisión o el conocimiento de
su contenido sin autorización de los/las intervinientes.
      La privacidad espacial
 Hace referencia al ámbito físico de existencia personal, vedado a la intromisión de los demás. También en cualquier
ámbito de la vida toda persona necesita de un espacio propio, que debe ser respetado por el profesional y al que
este debe acceder anunciándose previamente y solicitando autorización.
Los principales derechos a la vida privada son:
 Derecho al nombre, como expresión y resumen de lo que el hombre es como
  sujeto de atribución de sus diferentes acciones.
 Derecho a la imagen. Muestra nuestras preferencias, nuestra personalidad y
  reafirma la auto-confianza. Es parte de la identidad de las personas, con
  independencia de la edad o el sexo, e influye en cómo las demás te ven y te
  tratan. Mantener una imagen personal y estar satisfecho con ella potencia la
  autoestima, dignifica socialmente, favorece la relación interpersonal y, por
  tanto, la socialización.
 Derecho al secreto de la correspondencia. Jurídicamente están reguladas
  algunas excepciones a este derecho, pero, en el ámbito de las normales
  relaciones interpersonales, es inmoral, por ejemplo, la lectura de la
  correspondencia ajena o escuchar conversaciones de otros.
 Derecho al secreto profesional; tema que será profundizado más adelante.
2. INTIMIDAD COMO VALOR ÉTICO
El hombre es una estructura de interioridad y exterioridad. La presencia personal no es un
dato frío y neutral. Para vivir su intimidad, la persona debe vencer también la tentación del
retraimiento (encerrarse en sí mismo).
     “Tenemos que afirmar que el derecho a la intimidad personal no es, de manera general, un
valor absoluto; de suerte que, en cuanto a la posesión del secreto personal, no se puede
sostener pura y simplemente que todo lo que uno conoce reservadamente en virtud de la
interioridad, tiene que permanecer oculto” (Peters).
Las ideas o fundamentos éticos que sustentan el deber de confidencialidad del profesional se
han apoyado tradicionalmente en tres argumentaciones:
- El principio de autonomía y el deber de no dañar al otro, que a su vez se basan en el
deber de respeto a la dignidad de la persona humana.
- La confianza social en las profesiones liberales. El daño a la confidencialidad
perjudicaría esta confianza que la sociedad tiene respecto a la información recabada.
- El deber de lealtad. Gracias al cual la persona es capaz de confiar aspectos de su vida
íntima, con la plena seguridad que sólo se usarán buscando salvaguardar, recuperar y proteger
su vida (física, psicológica, espiritual, etc.).
3. RIESGOS DE LA INTIMIDAD EN EL MUNDO ACTUAL
* Los dispositivos ópticos: espejos semitransparentes, fotografías con rayos infrarrojos,
aparatos fotográficos miniaturizados, televisión en circuito cerrado, etc.
* El dispositivo acústico: registro de conversaciones telefónicas,            registro   de
conversaciones normales por medio de magnetófonos ocultos, etc.
* Vigilancia por medio de computadoras: a través de banco de datos. Etc. Normalmente
las personas no tienen inconvenientes en realizar públicamente muchas acciones, pero
están en contra de que sean conservadas – como si se tratase de una historia personal –
para utilizar posteriormente esos datos.
* Vigilancia Psicológica: a través del abuso de los tests de personalidad para obtener
cualquier tipo de empleo o trabajo. Así, en ocasión de obtener ese puesto, la persona se ve
prácticamente obligada a revelar aspectos de su intimidad.
* Narcoanálisis: el alcohol, por ejemplo, hace desaparecer el dominio de uno mismo y da
libre curso a pensamientos íntimos; de esa manera también es habitual narcotizar a las
personas a fin de entrar dentro de la intimidad de la persona.
4. LA ERA DE LA INDISCRESIÓN
La sociedad actual tiene una característica peculiar: la intimidad de la persona está
amenazada de diversas maneras.
Cuando se habla de una extralimitación de la información a costa del derecho a la
intimidad, se piensa inmediatamente en noticias o fotografías de prensa; pero no
son el único. A modo de ejemplo podríamos citar las siguientes formas de
atentados contra la intimidad personal:
a). La publicidad
b). Por la objetivación a que es sometido el hombre de hoy.
c). Por la fuerza de los Mass-media (TV, Redes sociales), que roban la vida privada
de las personas.
d). Por el espionaje de diversas formas.
e). Por la instrumentalización a que puede ser sometido mediante el robo de la
intimidad.
f). Por la reducción a espectáculos de valores tan íntimos como la muerte.
5. EL DIALOGO INTERPERSONAL
El diálogo como base de las buenas relaciones
Dialogar es conversar con otras personas sobre nuestras ideas, pensamientos, sentimientos. Nos
permite crear y avanzar en las buenas, correctas y fructíferas relaciones, sean personales, sociales o
profesionales.
El diálogo es un valor fundamental para la convivencia. A pesar de que el refrán dice que “hablando se
entiende la gente”, lo importante del diálogo no es hablar, sino el entendimiento.
La vida y las necesidades cambian, incluso la forma de comunicarnos. Pero lo que nunca cambiará es la
necesidad del ser humano por dialogar y relacionarse con otras personas y conseguir así estar en
equilibrio con todos los que le rodean en los diferentes ámbitos de la vida.
Y, sobre todo, sin rencores, sin malas caras, sin venganzas y sin malos entendidos, que lo único que
promueven es el distanciamiento físico y emocional con las personas.
Donde hay diálogo es más fácil que haya entendimiento, que se puedan producir acuerdos y que ello
facilite el desarrollo de un proyecto, de una actividad, de una amistad o de una relación.
Damos más credibilidad a lo que vemos que a lo que oímos. El 60% de nuestra atención va hacia lo que
percibimos a través de la expresión facial y los gestos; alrededor de un 30% viaja hacia el tono de voz (lo
que se denomina “comunicación paralingüística”) y en torno al 10% corresponde al contenido del
mensaje.
Es decir, es importante cuidar las formas con las que transmitimos porque
supone implicar o no a las personas que nos escuchan. Nuestro cuerpo y cara
están en constante comunicación; no se silencian, como sí puede ocurrir con la
palabra.
5.1. FENOMENOLOGIA DEL DIÁLOGO
Es necesario escribir el hacho del diálogo para que distingamos su forma
auténtica de su forma inauténtica.
 El diálogo es siempre entre dos personas; el diálogo en grupo no
  altera esa estructura, ya que puede hacerse entre portavoces. Cuando
  todos hablan a la vez, no hay quien escuche, no hay diálogo.
 Busca llegar a un acuerdo; en eso se distingue de la polémica, en
  sentido peyorativo y del altercado.
 El auténtico diálogo compromete; por eso eludimos a veces hablar
  sobre ciertos temas o con determinadas personas; y tenemos terror
  ante el compromiso serio.
 El diálogo auténtico aclara y libera a la persona de su inautenticidad
  y la salva de la angustia: el hombre se hace expresivo únicamente en
  relación a un “tú”. Esto le permite aclarar sus ideas y sobre todo le
  ayuda a descubrirse así mismo.
5.2. ACTITUDES DE DIÁLOGOS
Sí quieres dialogar con jefes, compañeros, pareja, hijos, vecinos… espera y:
1.- Busca el momento y el lugar para dialogar. Unos buenos momento o lugar para ti pueden
no serlo para otra persona.
2.- Ten presente que van a intercambiar impresiones entre varias personas, aunque la idea
haya partido de ti. Se trata de construir un diálogo y no un monólogo.
3.- Confía y ten seguridad en ti mismo para saber que lo que opinas tiene valor y mereces ser
escuchado.
4.- Visualiza cómo te gustaría responder. No se trata de defenderte de nada: esto no es un
ataque.
5.- Escucha a los demás con los cinco sentidos, cuidando tu comunicación verbal y no verbal.
Si cortas, si miras para otro lado, si murmuras, si te cruzas de brazos, si haces muecas, si estás
pensando en cómo “contraatacar” … no estás en el diálogo.
Estás ausente o a la defensiva.
6.- Date tu tiempo para contestar, expresar o razonar. Dialogar no es un concurso en el que
nada más acabar uno tiene que responder el otro.
7.- Ejercita la empatía. Que no compartas un razonamiento, una idea u opinión, no significa
que no sean válidos o que no trates de entender la postura del otro.
                           5.2. ACTITUDES DE DIÁLOGOS
8.- Ve con actitud de apertura. No tengas miedo: no eres menos por reconocer que lo que
otro dice se adapta mejor a las necesidades y a la situación, o que tenía razón sea un empleado o
tú el jefe, o tu hijo si eres padre o madre. La edad o la posición no determinan la razón.
9.- Tienes que estar dispuesto a ceder. Si sólo vas a dialogar con la intención de convencer,
no dialogas.
10.- Propón nuevas alternativas de reunión si el diálogo se convierte en un callejón
sin salida. En ocasiones, con un intento no vale.
11.- Pide perdón sincero y sentido si tus formas en su día no fueron las adecuadas.
12.- Valora todo lo que ha permitido que puedan dialogar.
Que las personas sientan que su esfuerzo ha merecido la pena refuerza las conductas, e incluso
permite que se promuevan en otros entornos y con otras personas.
Así se interiorizan los beneficios del diálogo en la sociedad como valor de convivencia.
13.- Acepta que, en ocasiones, las personas no están predispuestas; no es su
momento, o nunca lo será.
5.3. BENEFICIOS DE ENTRENAR EL DIÁLOGO:
Dialogar nos ayuda a conocernos y a comprender a los demás, a ser mejores
personas y profesionales, a tener nuevos puntos de vista y más apertura mental,
a gestionar nuestras emociones, a ser asertivos, a elaborar normas o proyectos
de   forma   conjunta       (lo   que   aumenta       el   compromiso     y    por   lo   tanto   el
cumplimiento), a mejorar las relaciones porque disminuyen los conflictos o se
gestionan mejor los que surgen, a ser modelos de conducta para los que nos
rodean… en definitiva, a mejorar nuestra calidad de vida por lo que a las
relaciones se refiere.
No   hay   que    olvidar   que el      valor   del   diálogo   va   de   la   mano       de   otros
valores que tienen que estar presentes. No puede haber diálogo sin libertad de
expresión, sin respeto, sin paciencia, sin tolerancia, sin sinceridad, sin delicadeza
y sin valentía.
“El diálogo no impone, no manipula, no doméstica, no esloganiza”.
Paulo Freire.