Los Textos Argumentativos: Un Manual Completo
La comunicación humana, en su esencia, busca no solo informar, sino también persuadir. Desde un debate político hasta una
reseña de un producto, la capacidad de defender una idea y convencer a otros es fundamental. Este es el propósito principal de
los textos argumentativos, una forma de escritura que se erige como una de las herramientas más poderosas para el razonamiento
y la influencia. En este documento, exploraremos en profundidad qué son, por qué son importantes, cómo se construyen y cuáles
son los elementos que los hacen tan efectivos.
1. Definición y Propósito
Un texto argumentativo es aquel cuyo objetivo es expresar opiniones o debatir ideas con el fin de persuadir, convencer o refutar a
un lector u oyente sobre un tema específico. A diferencia de un texto expositivo, que simplemente presenta información, el texto
argumentativo toma una postura clara y la defiende con razones y evidencias. Su propósito no es la neutralidad, sino la
influencia. A través de un razonamiento estructurado, el autor busca que el receptor no solo comprenda su punto de vista, sino
que lo acepte como válido.
2. Elementos Clave de la Argumentación
Para que un texto argumentativo sea sólido y coherente, debe basarse en un conjunto de elementos interconectados.
a) La Tesis: Es el corazón del texto. La tesis es la idea principal que se defiende o la postura que el autor adopta sobre un tema
controvertido. Debe ser una afirmación clara, concisa y debatible, no un simple hecho. Por ejemplo, en lugar de decir "El cambio
climático es real", una tesis podría ser "Es imperativo que los gobiernos impongan políticas de energía renovable para mitigar los
efectos del cambio climático".
b) Los Argumentos: Son las razones, pruebas, datos, ejemplos o justificaciones que respaldan la tesis. Un argumento sólido debe
ser relevante, verificable y lógico. Los argumentos pueden ser de diferentes tipos:
• Argumentos de autoridad: Basados en la opinión de expertos o instituciones reconocidas.
• Argumentos de hecho: Fundamentados en datos estadísticos, hechos históricos o evidencia científica.
• Argumentos de ejemplificación: Utilizan ejemplos concretos para ilustrar una idea.
• Argumentos lógicos: Utilizan el razonamiento deductivo o inductivo para llegar a una conclusión.
c) Los Contraargumentos: Para demostrar un profundo conocimiento del tema y fortalecer la propia postura, el autor debe
anticipar y refutar las objeciones que puedan surgir. Un contraargumento es una idea contraria a la tesis. El autor lo presenta y,
acto seguido, lo refuta con razones o pruebas, demostrando por qué esa objeción es inválida o menos importante que sus propios
argumentos. Esta técnica no debilita la argumentación; por el contrario, la hace más robusta y creíble.
d) La Conclusión: Es la parte final del texto. Su función principal es resumir los argumentos más importantes y reafirmar la tesis
de una manera convincente y memorable. No debe introducir nueva información, sino consolidar la posición del autor. A
menudo, la conclusión también incluye una llamada a la acción o una reflexión final que invita al lector a seguir pensando en el
tema.
Un texto argumentativo bien construido sigue una estructura lógica que guía al lector de manera
fluida. Aunque puede variar, la forma más común es la siguiente:
a) Introducción: Es el párrafo inicial donde se presenta el tema sobre el cual se va a argumentar. Captura la
atención del lector y, lo más importante, establece la tesis de manera clara y directa. En un texto argumentativo,
la tesis es la idea central que el autor defiende, su postura u opinión sobre un tema específico, la cual debe ser
debatible y sustentada con argumentos a lo largo del escrito. Es una oración completa que expresa un punto de
vista que se busca persuadir al lector, y sirve como la base para todo el desarrollo argumentativo del texto.
b) Desarrollo: Es el cuerpo del texto, donde se presentan los argumentos. Cada párrafo de desarrollo debe
enfocarse en una sola idea principal que respalde la tesis. Es en esta sección donde también se pueden introducir
contraargumentos y sus respectivas refutaciones. Un buen desarrollo asegura la coherencia y la fluidez de las
ideas.
c) Conclusión: El último párrafo del texto. Como se mencionó anteriormente, se encarga de resumir los puntos
principales y reforzar la tesis. Su propósito es dejar una impresión duradera en el lector, reforzando la validez de
la postura defendida.
4. Ejemplos de Textos Argumentativos en la Vida Real
La argumentación es omnipresente en nuestra sociedad. Aquí hay algunos ejemplos de textos que utilizan esta
estructura:
• Artículos de Opinión (Editoriales y Columnas): Publicados en periódicos y revistas, estos textos están
diseñados para expresar la postura del autor o del medio sobre un tema de actualidad, como la política, la
economía o la cultura.
• Ensayos Académicos: En el ámbito universitario, los estudiantes escriben ensayos argumentativos para
defender una tesis sobre un tema de estudio, utilizando evidencia y fuentes bibliográficas para respaldar sus
afirmaciones.
• Discursos Políticos: Los líderes y candidatos utilizan discursos para persuadir a la población sobre sus
propuestas, defendiendo sus ideas y refutando las de sus oponentes.
• Cartas de Reclamación o Solicitud: Aunque a menor escala, una carta formal que busca un reembolso o un
cambio en una política utiliza argumentos para convencer a la otra parte de que la petición es justa y
razonable.
• Reseñas Críticas: Ya sea de una película, un libro o un videojuego, una reseña utiliza argumentos para
justificar por qué una obra es buena o mala, con el objetivo de influir en la decisión de otras personas.
En resumen, el texto argumentativo es una herramienta esencial para la comunicación efectiva. Su poder reside
en la capacidad de estructurar el pensamiento, presentar evidencias y anticipar objeciones, convirtiendo una
simple opinión en una postura bien fundamentada y convincente. Dominar este tipo de escritura es fundamental
para participar de manera activa y crítica en cualquier ámbito de la vida.