El Santo Evangelio Según San Mateo.
El Santo Evangelio Según San Mateo.
SAN MATEO
17 De manera que todas las genera-
Genealogía de Jesucristo ciones desde Abraham hasta
(Lc. 3. 23-38)
1
David son catorce; desde David
1 Libro de la genealogía de hasta la deportación a Babilonia,
Jesucristo, hijo de David, catorce; y desde la deportación a
hijo de Abraham. Babilonia hasta Cristo, catorce.
2 Abraham engendró a Isaac, Isaac
a Jacob, y Jacob a Judá y sus her-
Nacimiento de Jesucristo
manos.
(Lc. 2. 1-7)
3 Judá engendró de Tamar a Fares 18 El nacimiento de Jesucristo fue
y a Zara, Fares a Esrom a Aram. así: Estando desposada María su
4 Aram engendró a Aminadab, madre con José, antes que se
Aminadab a Naasón, y Naasón a juntasen, se oyó que había con-
Salmón. cebido del Espíritu Santo.
5 Salmón engendró de Rahab a 19 José su marido, como era justo,
Booz, Booz engendró de Rut a no quería infamarla, quiso dejarla
Obed, y Obed a Isaí. secretamente.
6 Isaí engendró al rey David, y el 20 Y pensando él en esto, he aquí
rey David engendró a Salomón un ángel del Señor le apareció en
de la que fue mujer de Urías. sueños y le dijo: José, hijo de Da-
7 Salomón engendró a Roboam, vid, no temas recibir a María tu
Roboam a Abías, y Abías a Asa. mujer, porque lo que en ella es
8 Asa engendró a Josafat, Josafat a engendrado, del Espíritu Santo
Joram, y Joram a Uzías. es.
9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su
Acaz, y Acaz a Ezequías. nombre JESÚS, porque él salvará
10 Ezequías engendró a Manasés, a su pueblo de sus pecados.
Manasés a Amón, y Amón a Jo- 22 Todo esto aconteció para que se
sías. cumpliese lo dicho por el Señor
11 Josías engendró a Jeconías y a por medio del profeta, cuando
sus hermanos, en el tiempo de la dijo:
deportación a Babilonia. 23 He aquí, una virgen concebirá y
12 Después de la deportación a Ba- dará
bilonia, Jeconías engendró a Sala- A luz un hijo,
tiel, y Salatiel a Zorobabel. Y llamarás su nombre Emanuel,
13 Zorobabel engendró a Abiud, Que traducido es: Dios con noso-
Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a tros.
Azor. 24 Y despertando José del sueño,
14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a hizo como el ángel del Señor le
Aquim, y Aquim a Eliud. había mandado, y recibió a su
mujer.
15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar
25 Pero no la conoció hasta que dio
a Matán, Matán a Jacob.
a luz a su hijo primogénito; y le
16 Y Jacob engendró a José, marido
puso por nombre JESÚS.
de María, de la cual nació Jesús,
llamado el Cristo.
La visita de los magos do sus tesoros, le ofrecieron
2
1 Cuando Jesús nació en presentes: oro, incienso y mirra.
Belén de Judea en días 12 Pero siendo avisados por reve-
del rey Herodes, vinieron lación en sueños que no volvie-
del Oriente a Jerusalén unos sen a Herodes, regresaron a su
magos, tierra por otro camino.
2 Diciendo: ¿Dónde está el rey de
los judíos, que ha nacido? Por-
que su estrella hemos visto en Matanza de los niños
el Oriente, y venimos a adorar- 13 Después que partieron ellos, he
aquí un ángel del Señor
le.
apareció en sueños a José y
3 Oyendo esto, el rey Herodes se dijo: Levántate, y toma al niño
turbó, y toda Jerusalén con él. y a su madre, y huye a Egipto,
4 Y convocados todos los princi- y permanece allá hasta que yo
pales sacerdotes, y los escribas te diga; porque acontecerá que
del pueblo, les preguntó dónde Herodes buscará al niño para
debía de nacer el Cristo. matarlo.
14 Y él, despertando, tomó de
5 Ellos le dijeron: En Belén de
noche al niño y a su madre, y
Judea; porque así está escrito se fue a Egipto.
por el profeta: 15 Y estuvo allá hasta la muerte
6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, de Herodes; para que se
No eres la más pequeña entre cumpliese lo que dijo el Señor
los a través del profeta, cuando
Príncipes de Judá; dijo:
De Egipto llamé a mi hijo.
Porque de ti saldrá un guiador,
16 Herodes entonces, cuando se
Que apacentará a mi pueblo vio burlado por los magos, se
Israel. enojó mucho, y mandó matar a
7 Entonces Herodes, llamando en todos los niños menores de dos
secreto a los magos, indagó de años que había en Belén y en
ellos diligentemente el tiempo todos sus alrededores,
de la aparición de la estrella; conforme al tiempo que había
inquirido de los magos.
8 Y enviándolos a Belén, dijo: Id
17 Entonces se cumplió lo que fue
allá y averiguad con diligencia dicho por el profeta Jeremías,
acerca del niño; y cuando le cuando dijo:
halléis, hacédmelo saber, para 18 Voz fue oída en Ramá,
que yo también vaya y le adore. Grande lamentación, lloro y
9 Ellos, habiendo oído al rey, se gemido;
fueron; y he aquí la estrella que Raquel que llora a sus hijos,
Y no quiso ser consolada
habían visto en el oriente iba
porque
delante de ellos, hasta que lle- Perecieron.
gando, se detuvo hasta donde 19 Pero Después de muerto
estaba el niño. Herodes, he aquí un ángel del
10 Y al ver la estrella, se regocija- Señor apareció en sueños a
ron con muy grande gozo. José en Egipto.
11 Y al entrar en la casa, vieron al 20 Diciendo: Levántate, toma al
niño y a su madre, y vete a la
niño con su madre María, y pos-
tierra de Israel, porque han
trándose, lo adoraron; y abrien- muerto los que procuraban la
muerte del niño.
21 Entonces él se levantó, y tomó os digo que Dios puede
al niño y a su madre, y vino a levantar hijos a Abraham aun
tierra de Israel. de estas piedras.
22 Pero oyendo que Arquelao 10 Y ya también el hacha está
reinaba en Judea en lugar de puesta a la raíz de los árboles;
Herodes su padre, tuvo temor por tanto, todo árbol que no
de ir allá; pero avisado por da buen fruto es cortado y
revelación en sueños, se fue a echado en el fuego.
la región de Galilea. 11 Yo a la verdad os bautizo en
23 Y vino y habitó en la ciudad agua para el arrepentimiento;
que se llama Nazaret, para que pero el que viene tras mí, cuyo
se cumpliese lo fue dicho por calzado yo no soy digno de
los profetas, que habría de ser llevar, es más poderoso que
llamado nazareno. yo; él os bautizará en Espíritu
y fuego.
Predicación de Juan el 12 Su aventador está en su
bautista mano, y limpiará su era; y
(Mr. 1. 1-8; Lc. 3. 1-9, 15-17; Jn. 1. 19- recogerá su trigo en el
28) granero, y quemará la paja en
3
1 En aquellos días vino fuego que nunca se apagará.
Juan el bautista
predicando en el El bautismo de Jesús
desierto de Judea, (Mr. 1. 9-11; Lc. 3. 21-22)
2 Y diciendo: Arrepentíos, 13 Entonces vino Jesús de Galilea
porque el reino de los cielos se a por Juan al Jordán, para ser
ha acercado. bautizado él.
3 Pues éste es aquel de quien 14 Mas Juan se le oponía,
habló el profeta Isaías, cuando diciendo: Yo necesito ser
dijo: bautizado por ti, ¿y tú vienes a
Voz del que clama en el mí?
desierto; 15 Pero Jesús le respondió: Deja
Preparad el camino del ahora, porque así conviene
Señor, que cumplamos toda justicia.
Enderezas sus sendas. Entonces le dejó.
4 Y Juan estaba vestido de pelo 16 Y Jesús, después que fue
de camello, y tenía un cinto de bautizado, subió luego del
cuero alrededor de sus lomos; agua; y he aquí los cielos le
y su comida era langostas y fueron abiertos, y vio al
miel silvestre. Espíritu de Dios que descendía
5 Y salía a él Jerusalén, y toda como paloma, y venía sobre
Judea, y toda la provincia de él.
alrededor del Jordán, 17 Y hubo una voz de los cielos,
6 Y eran bautizados por él en el que decía: Este es mi Hijo
Jordán, confesando sus amado, en quien tengo
pecados. complacencia.
7 Al ver él que muchos de los
fariseos y los saduceos venían Tentación de Jesús
4
a su bautismo, les decía: (Mr. 1. 12-13; Lc. 4. 1-13)
¡Generación de víboras! 1 Entonces Jesús fue llevado
¿Quién os enseñó de huir de la por el Espíritu al desierto,
ira venidera? para ser tentado por el
8 Haced, pues, frutos dignos de diablo.
arrepentimiento, 2 Y después de haber ayunado
9 Y no penséis decir dentro de cuarenta días y cuarenta
vosotros mismos: A Abraham noches, tuvo hambre.
tenemos por padre; porque yo
3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Gran luz;
Si eres Hijo de Dios, di que estas Y a los asentados en región de
piedras se conviertan en pan. Sombra de muerte,
4 El respondió y dijo: Escrito está; Luz les resplandeció.
No solo de pan vivirá el hombre, 17 Desde entonces comenzó Jesús
sino que de toda palabra que a predicar, y a decir:
sale de la boca de Dios. Arrepentíos, porque el reino de
5 Entonces el diablo le llevó a la los cielos se ha acercado.
santa ciudad, y le puso sobre el 18 Andando Jesús junto al mar de
pináculo del templo, Galilea, vio a dos hermanos,
6 Y le dijo: Si eres Hijo de Dios, Simón llamado Pedro, y Andrés
échate abajo, porque escrito su hermano, que echaban la red
está: en el mar; porque eran
A sus ángeles mandará pescadores.
acerca de ti, 19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y
Y, os haré pescadores de hombres.
En sus manos te 20 Ellos entonces, dejando al
sostendrán, instante las redes, le siguieron.
Para que no tropieces con tu 21 Pasando de allí, vio a otros dos
pie en hermanos, Jacobo hijo de
Piedra. Zebedeo, y Juan su hermano, en
7 Jesús le dijo: Escrito está la barca con Zebedeo su padre,
también: No tentarás al Señor tu que remendaban sus redes; y los
Dios. llamó.
8 Otra vez le llevó el diablo a un 22 Y ellos, dejando al instante la
monte muy alto, y le mostró barca y a su padre, le siguieron.
todos los reinos del mundo y la 23 Y recorrió Jesús toda Galilea,
gloria de ellos, enseñando en las sinagogas de
9 y le dijo: Todo esto te daré, si ellos, y predicando el evangelio
postrado me adorares. del reino, y sanando toda
10 Entonces Jesús le dijo: Vete, enfermedad y toda dolencia en
Satanás, porque escrito está: Al el pueblo.
Señor tu Dios adorarás, y a él 24 Y se difundió su fama por toda
solo servirás. Siria; y le trajeron todos los que
11 El diablo entonces le dejó; y he tenían dolencias, los afligidos
aquí venían ángeles y le servían. por diversas enfermedades y
tormentos, los endemoniados,
Jesús principia su lunáticos y paralíticos; y los
ministerio sanó.
(Mr. 1. 14-20; Lc. 4. 14-15; 5. 1-11; 6. 17- 25 Y le siguió mucha gente de
19) Galilea, de Decápolis, de
12 Cuando Jesús oyó que Juan Jerusalén, de Judea y del otro
estaba preso, volvió a Galilea; lado del Jordán.
13 y dejando a Nazaret, vino y
habitó en Capernaum, ciudad El Sermón del monte:
marítima, en la región de Las bienaventuranzas
Zabulón y de Neftalí,
5(Lc. 6. 20-23)
V
14 para que se cumpliese lo dicho
1 iendo la multitud, subió al
por el profeta Isaías, cuando
monte; y sentándose,
dijo:
vinieron a él sus
15 Tierra de Zabulón y de Neftalí,
discípulos.
Camino del mar, al otro lado del
2 Y abriendo su boca les
Jordán,
enseñaba, diciendo:
Galilea de los gentiles;
16 El pueblo asentado en tinieblas
vio
3 Bienaventurados los pobres en el candelero, y alumbra a todos
espíritu, porque de ellos es el los que están en casa.
reino de los cielos. 16 Así alumbre vuestra luz delante
4 Bienaventurados los que lloran,
de los hombres, para que vean
porque ellos recibirán
consolación. vuestras buenas obras, y glorifi-
5 Bienaventurados los mansos, quen a vuestro Padre que está
porque ellos recibirán la tierra en los cielos.
por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen Jesús y la ley
hambre y sed de justicia, porque 17 No penséis que he venido para
ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericor- abrogar la ley o los profetas; no
diosos, porque ellos alcanzarán he venido para abrogar, sino
misericordia. para cumplir.
8 Bienaventurados los de limpio 18 Porque de cierto os digo que
corazón, porque ellos verán a hasta que pasen el cielo y la
Dios. tierra, ni una jota ni una tilde
9 Bienaventurados los pacificado- pasará de la ley, hasta que todo
res, porque ellos serán llamados se haya cumplido.
hijos de Dios. 19 De manera que cualquiera que
10 Bienaventurados los que pade- quebrante uno de estos manda-
cen persecución por causa de la mientos muy pequeños, y así
justicia, porque de ellos es el enseñe a los hombres, muy pe-
reino de los cielos. queño será llamado en el reino
11 Bienaventurados sois cuando de los cielos; más cualquiera que
por mi causa os vituperen y os los haga y los enseñe, éste será
persigan, y digan toda clase de llamado grande en el reino de
mal contra vosotros, mintiendo. los cielos.
12 Gozaos y alegraos, porque vues- 20 Porque os digo que si vuestra
tro galardón es grande en los justicia no fuere mayor que la de
cielos; porque así persiguieron a los escribas y fariseos, no entra-
los profetas que fueron antes de réis en el reino de los cielos.
vosotros.
6
10 Venga tu reino.
1 Guardaos de hacer vuestra Hágase tu voluntad, como en el
justicia delante de los cielo,
hombres, para ser vistos de
Así también en la tierra
ellos; de otra manera tendréis
recompensa de vuestro Padre 11 El pan nuestro de cada día, dá-
que está en los cielos. noslo
2 Cuando, pues, des limosna, no Hoy.
hagas tocar trompeta delante de 12 Y perdónanos nuestras deudas,
ti, como hacen los hipócritas en como
las sinagogas y en las calles, También nosotros perdona-
para ser alabados por los
mos a
hombres; de cierto os digo que
ya tienen su recompensa. Nuestros deudores.
3 Mas cuando tú des limosna, no 13 Y no nos metas en tentación,
sepa tu izquierda lo que hace tu más
derecha, Líbranos del mal; porque tuyo
4 Para que sea tu limosna en se- es el
creto; y tu Padre que ve en los Reino, y el poder, y la gloria,
secreto te recompensará en pú- por
blico. Todos los siglos. Amén.
14 Porque si perdonáis a los hom-
Jesús y la oración bres sus ofensas, os perdonará
(Lc. 11. 2-4) también a vosotros vuestro Pa-
5 Y cuando ores, no seas como los dre celestial;
hipócritas; porque ellos aman el 15 Más si no perdonáis a los hom-
orar en pie en las sinagogas y en bres sus ofensas, tampoco vues-
las esquinas de las calles, para tro Padre os perdonará vuestras
ser visto de los hombres; de ofensas.
cierto os digo que ya tienen su
recompensa. Jesús y el ayuno
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu 16 Cuando ayunéis, no seáis auste-
aposento, y cerrada la puerta, ros, como los hipócritas; porque
ora a tu Padre que está en se- ellos demudan sus rostros para
creto; y tu Padre que ve en lo mostrar a los hombres que ayu-
secreto te recompensará en pú- nan; de cierto os digo que ya
blico. tienen su recompensa.
7 Orando, no uséis vanas repeti- 17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu
ciones, como los gentiles, que cabeza y lava tu rostro,
18 Para no mostrar a los hombres 26 Mirad las aves del cielo, que no
que ayunas, sino a tu Padre que siembran, ni siegan, ni recogen
está en secreto; y tu Padre que en graneros; y vuestro Padre
ve en lo secreto te recompensa- celestial las alimenta. ¿No valéis
rá en público. vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por
Tesoros en el cielo mucho que se afane, añadir a tu
(Lc. 12. 32-34) estatura un codo?
19 No os hagáis tesoros en la tierra, 28 Y por el vestido, ¿por qué os afa-
donde la polilla y el orín corrom- náis? Considerad los lirios del
pen, donde ladrones minan y campo, como crecen: no traba-
hurtan; jan ni hilan;
20 Sino haceos tesoros en el cielo, 29 Pero os digo, pero ni aún Salo-
donde la polilla ni el orín corrom- món con toda su gloria se vistió
pen, y donde ladrones no minan así como uno de ellos.
ni hurtan. 30 Y si la hierba del campo que hoy
21 Porque donde esté vuestro teso- es, y mañana se echa en el
ro, allí estará también vuestro horno, Dios la viste así, ¿no hará
corazón. mucho más a vosotros, hombres
de poca fe?
La lámpara del cuerpo 31 No os afanéis, pues, diciendo:
(Lc. 11. 33-36) ¿Qué comeremos, o qué bebere-
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; mos, o qué vestiremos?
así que, si tu ojo es bueno, todo 32 Porque los gentiles buscan todas
tu cuerpo estará lleno de luz; estas cosas; pero vuestro Padre
23 Pero si tu ojo es maligno, todo tu celestial sabe que tenéis necesi-
cuerpo estará en tinieblas. Así dad de todas estas cosas.
que, si la luz que en ti hay es 33 Mas buscad primeramente el
tinieblas, ¿cuántas no serán las reino de Dios y su justicia, y to-
mismas tinieblas? das estas cosas os serán añadi-
das.
Dios y las riquezas 34 Así que, no os afanéis por el día
(Lc. 16. 13)
24 Ninguno puede servir a dos se- de mañana, porque el día de
ñores; porque o aborrecerá al mañana traerá su afán. Basta a
uno y amará al otro, o estimará cada día su propio mal.
al uno y menospreciará al otro.
No podéis servir a Dios y a las
riquezas. El juzgar a los demás
(Lc. 6. 37-38, 41-42)
El afán y la ansiedad
25
(Lc. 12. 22-31)
Por tanto os digo: No os afanéis
por vuestra vida, qué habéis de
1
2
7 No juzguéis, para que no
seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juz-
comer o qué habéis de beber; ni gáis, seréis juzgados, y la medi-
por vuestro cuerpo, qué habéis da con que medís, os será medi-
de vestir. ¿No es la vida más que do.
el alimento, y el cuerpo más que 3 ¿Y por qué miras la paja que
el vestido? está en el ojo de tu hermano, y
no echas de ver la viga que está 14 Porque estrecha es la puerta, y
en tu propio ojo? angosto el camino que lleva a la
4 ¿O cómo dirás a tu hermano: vida, y pocos son los que la ha-
Déjame sacar la paja de tu ojo, y llan.
he aquí la viga en el ojo tuyo?
5 ¡Hipócrita! saca primero la viga Por sus frutos los conoce-
de tu propio ojo, y entonces ve- réis
rás bien para sacar la paja del (Lc. 6. 43-44)
ojo de tu hermano. 15 Guardaos de los falsos profetas,
6 No deis lo santo a los perros, ni que vienen a vosotros con vesti-
echéis vuestras perlas delante dos de ovejas, pero por dentro
de los cerdos, no sea que las son lobos rapaces.
pisoteen, y se vuelvan y os des- 16 Por sus frutos los conoceréis.
pedacen. ¿Acaso se recogen uvas de los
espinos, o higos de los abrojos?
La oración y la regla de 17 Así, todo buen árbol da buenos
oro frutos, pero el árbol malo da
(Lc. 11. 9.13; 6. 31) frutos malos.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y 18 No puede el buen árbol dar ma-
hallaréis; llamad, y se os abrirá. los frutos, ni el árbol malo dar
8 Porque todo aquel que pide, re- frutos buenos.
cibe; y el que busca, halla; y al 19 Todo árbol que no da buen fruto,
que llama, se le abrirá. es cortado y echado en el fuego.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, 20 Así que, por sus frutos los cono-
que si su hijo le pide pan, le dará ceréis.
una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará Nunca os conocí
(Lc. 13. 25-27)
una serpiente?
21 No todo el que me dice: Señor,
11 Pues si vosotros, siendo malos,
Señor, entrará en el reino de los
sabéis dar buenas dádivas a
cielos, sino el que hace la volun-
vuestros hijos, ¿cuánto más
tad de mi Padre que está en los
vuestro Padre que está en los
cielos.
cielos dará buenas cosas a los
22 Muchos me dirán en aquel día:
que le pidan?
Señor, Señor, ¿no profetizamos
12 Así que, todas las cosas que
en tu nombre, y en tu nombre
queráis que los hombres hagan
echamos fuera demonios, y en
con vosotros, así también haced
tu nombre hicimos muchos mila-
vosotros con ellos; porque esto
gros?
es la ley y los profetas.
23 Y entonces les declararé. Nunca
os conocí; apartaos de mí, hace-
La puerta estrecha dores de maldad.
(Lc. 13. 24)
13 Entrad por la puerta estrecha;
Los dos cimientos
porque ancha es la puerta, y
(Lc. 6. 46-49)
espacioso el camino que lleva a
24 Cualquiera, pues, que me oye
la perdición, y muchos son los
estas palabras, y las hace, le
que entran por ella;
comparare a un hombre pruden-
te, que edificó su casa sobre la 8 Respondió el centurión y dijo:
roca. Señor, no soy digno de que
25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, entres bajo mi techo; solamente
di la palabra, y mi criado sanará.
y soplaron vientos, y golpearon
9 Porque también yo soy hombre
contra aquella casa; y no cayó, bajo autoridad, y tengo bajo mis
porque estaba fundada sobre la órdenes soldados; y digo a éste:
roca. Ve, y va, y al otro: Ven, y viene;
26 Pero cualquiera que me oye es- y a mi siervo: Haz esto, y lo
tas palabras y no las hace, le hace.
compararé con un hombre insen- 10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo
a los que seguían: De cierto os
sato, que edificó su casa sobre
digo, que ni aun en Israel he
la arena; hallado tanta fe.
27 Y descendió lluvia, y vinieron 11 Y os digo que vendrán muchos
ríos, y soplaron vientos, y dieron del Oriente y del Occidente, y se
con ímpetu contra aquella casa; sentarán con Abraham e Isaac y
y cayó, y fue grande su ruina. Jacob en el reino de los cielos;
28 Y cuando terminó Jesús estas 12 mas los hijos del reino serán
echados a las tinieblas de
palabras, la gente se admiraba
afuera; allí será el lloro y el crujir
de su doctrina; de dientes.
29 Porque les enseñaba como quien 13 Entonces Jesús dijo al centurión:
tiene autoridad, y no como los Ve, y como creíste, te sea hecho.
escribas. Y su criado fue sanado en
aquella misma hora.
2
8 Cuando descendió Jesús del
monte.
Le seguía mucha gente, y he
14
(Mr. 1. 29-34; Lc. 4. 38-41)
Vino Jesús a casa de Pedro, y vio
a la suegra de éste postrada en
aquí vino un leproso y se postró cama, con fiebre.
ante él, diciendo: Señor, si 15 Y tocó su mano, y la fiebre la
quieres, puedes limpiarme. dejó; y ella se levantó, y les
3 Jesús extendió la mano y le tocó, servía.
diciendo: Quiero, sé limpio. Y al 16 Y cuando llegó la noche, trajeron
instante su lepra desapareció. a él muchos endemoniados; y
4 Entonces Jesús le dijo: Mira no lo con la palabra echó fuera los
digas a nadie; sino ve, demonios, y sanó a todos los
muéstrate al sacerdote, y enfermos;
presenta la ofrenda que ordenó 17 para que se cumpliese lo dicho
Moisés, para testimonio a ellos. por el profeta Isaías, cuando
dijo: El mismo tomó nuestras
Jesús sana al siervo de un enfermedades, y llevó nuestras
centurión dolencias.
(Lc. 7. 1-10)
5 Entrando Jesús en Capernaum, Los que querían seguir a
vino a él un centurión, Jesús
rogándole, (Lc. 9. 57-62)
6 y diciendo: Señor, mi criado 18 Viéndose Jesús rodeado de
está postrado en casa, mucha gente, mandó pasar al
paralítico, gravemente otro lado.
atormentado.
7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
19 Y vino un escriba y le dijo: 31 Y los demonios le rogaron
Maestro, te seguiré diciendo: Si nos echas fuera,
adondequiera que vayas. permítenos ir a aquel hato de
20 Jesús le dijo: Las zorras tienen cerdos.
guaridas, y las aves del cielo 32 Él les dijo: Id. Y ellos salieron, y
nidos; mas el Hijo del Hombre no se fueron a aquel hato de
tiene donde recostar su cabeza. cerdos; y he aquí, todo el hao de
21 Otro de sus discípulos le dijo: cerdos se precipitó en el mar por
Señor, permíteme que vaya un despeñadero, y perecieron en
primero y que entierre a mi las aguas.
padre. 33 Y los que los apacentaban
22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que huyeron, y viniendo a la ciudad,
los muertos entierren a sus contaron todas las cosas, y lo
muertos. que había pasado con los
endemoniados.
Jesús calma la tempestad 34 Y toda la ciudad salió al
(Mr. 4. 35-41; Lc. 8. 22-25) encuentro de Jesús; y cuando le
23 Y entrando él en la barca, sus vieron, le rogaron que se fuera
discípulos le siguieron. de sus contornos.
24 Y he aquí que se levantó en el
mar una tempestad tan grande Jesús sana a un paralítico
que las olas cubrían la barca; (Mr. 2. 1-12; Lc. 5. 17-26)
9
pero él dormía. 1 Entonces, entrado Jesús en
25 Y vinieron sus discípulos y le la barca, pasó al otro lado
despertaron, diciendo: ¡Señor, y vino a su ciudad.
sálvanos que perecemos! 2 Y sucedió que le trajeron un
26 Él les dijo: ¿Por qué teméis, paralítico, tendido sobre una
hombres de poca fe? Entonces, cama; y al ver Jesús la fe en
levantándose, reprendió a los ellos, dijo al paralítico: Ten
vientos y al mar; y se hizo ánimo, hijo; tus pecados te son
grande bonanza. perdonados.
27 Y los hombres se maravillaron, 3 Entonces algunos de los escribas
diciendo: ¿Qué hombre es éste, decían dentro de sí: Este
que aun los vientos y el mar le blasfema.
obedecen? 4 Y conociendo Jesús el
pensamiento de ellos, dijo: ¿Por
qué pensáis mal en vuestros
corazones?
Los endemoniados 5 Porque ¿qué es más fácil, decir:
gadarenos Los pecados te son perdonados,
(Mr. 5. 1-20; Lc. 8. 26-39) o decir: Levántate y anda?
28 Cuando llegó a la otra orilla, a la 6 Pues para que sepáis que el Hijo
tierra de los gadarenos, vinieron del Hombre tiene potestad en la
a su encuentro dos tierra para perdonar pecados
endemoniados que salían de los (dice entonces al paralítico):
sepulcros, feroces en gran Levántate, toma tu cama, y vete
manera, tanto que nadie podía a tu casa.
pasar por aquel camino. 7 Entonces él se levantó y se fue a
29 Y clamaron diciendo: ¿Qué su casa.
tienes con nosotros, Jesús, Hijo 8 Y la gente, al verlo, se maravilló
de Dios? ¿Has venido acá para y glorificó a Dios, que había
atormentarnos antes de tiempo? dado tal potestad a los hombres.
30 Estaba paciendo lejos de ellos un
hato de muchos cerdos. Llamamiento de Mateo
(Mr. 2.13-17; Lc. 5. 27-32)
9 Pasando Jesús de allí, vio a un 18 Mientras él decía estas cosas,
hombre llamado Mateo, que vino un hombre principal y se
estaba sentado al banco de los postró ante él, diciendo: Mi hija
tributos públicos, y le dijo: acaba de morir; más ven y pon
Sígueme. Y se levantó y le tu mano sobre ella, y vivirá.
siguió. 19 Y se levantó Jesús, y le siguió
10 Y aconteció que estando él con sus discípulos.
sentado a la mesa en la casa, he 20 Y he aquí una mujer enferma de
aquí que muchos publicanos y flujo de sangre desde hacía doce
pecadores, que habían venido, años, se le acercó por detrás y
se sentaron juntamente a la tocó el borde de su manto;
mesa con Jesús y sus discípulos. 21 porque decía dentro de sí: Si
11 Cuando vieron esto los fariseos, tocare solamente su manto, seré
dijeron a los discípulos: ¿Por qué salva.
come vuestro Maestro con los 22 Pero Jesús, volviéndose y
publicanos y pecadores? mirándola, dijo: Ten ánimo, hija;
12 Al oír esto Jesús, les dijo: Los tu fe te ha salvado. Y la mujer
sanos no tienen necesidad de fue salva desde aquella hora.
médico, sino los enfermos. 23 Al entrar Jesús en la casa del
13 Id, pues, aprended lo que principal, viendo a los que
significa: Misericordia quiero, y tocaban flautas, y la gente que
no sacrificio. porque no he hacía alboroto,
venido a llamar a justos, sino a 24 les dijo: Apartaos, porque la niña
pecadores, al arrepentimiento. no está muerta, sino duerme. Y
se burlaban de él.
La pregunta sobre el 25 Pero cuando la gente había sido
ayuno echada fuera, entró, y tomó de
(Mr. 2. 18-22; Lc. 5. 33-39) la mano a la niña, y ella se
14 Entonces vinieron a él los levantó.
discípulos de Juan, diciendo: ¿Por 26 Y se difundió la fama de esto por
qué nosotros y los fariseos toda aquella tierra.
ayunamos muchas veces, y tus
discípulos no ayunan? Dos ciegos reciben la vista
15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los 27 Pasando Jesús de allí, le
que están de bodas tener luto siguieron dos ciegos, dando
entre tanto que el esposo está voces y diciendo: ¡Ten
con ellos? Pero vendrán días misericordia de nosotros, Hijo de
cuando el esposo les será David!
quitado, y entonces ayunaran. 28 Y llegado a la casa, vinieron a él
16 Nadie pone remiendo de paño los ciegos; y Jesús les dijo:
nuevo en vestido viejo; porque ¿Creéis que puedo hacer esto?
tal remiendo tira del vestido, y Ellos dijeron: Sí, Señor.
se hace peor la rotura. 29 Entonces les tocó los ojos,
17 Ni echan vinos nuevos en odres diciendo: Conforme a vuestra fe
viejos; de otra manera los odres os sea hecho.
se rompen, y el vino se derrama, 30 Y los ojos de ellos fueron
y los odres se pierden; pero abiertos. Y Jesús les encargó
echan el vino nuevo en odres rigurosamente, diciendo: Mirad
nuevos, y lo uno y lo otro se que nadie lo sepa.
conservan juntamente. 31 Pero salidos ellos, divulgaron la
fama de él por toda aquella
La hija de Jairo, y la mujer tierra.
que tocó el manto de
Jesús Un mudo habla
(Mr. 5. 21-43; Lc. 8. 40-56)
32 Mientras salían ellos, he aquí, le (Mr. 6. 7-13; Lc. 9. 1-6)
trajeron un mudo, endemoniado. 5 A estos doce envió Jesús, y les
33 Y echado fuera el demonio, el dio instrucciones, diciendo: Por
mudo habló; y la gente se camino de gentiles no vayáis, y
maravillaba, y decía: Nunca se en ciudad de samaritanos no
ha visto cosa semejante en entréis.
Israel. 6 sino id antes a las ovejas
34 Pero los fariseos decían: Por el perdidas de la casa de Israel.
príncipe de los demonios echa 7 Y yendo, predicad, diciendo: El
fuera los demonios. reino de los cielos se ha
acercado.
La mies es mucha 8 Sanad enfermos, limpiad
35 Recorría Jesús todas las leprosos, resucitad muertos,
ciudades y aldeas, enseñando en echad fuera demonios; de gracia
las sinagogas de ellos, y recibisteis, dad de gracia.
predicando el evangelio del 9 No os proveáis de oro, ni plata,
reino, y sanando toda ni cobre en vuestros cintos;
enfermedad, y toda dolencia en 10 ni de alforja para el camino, ni
el pueblo. de dos túnicas, ni de calzado, ni
36 Y al ver las multitudes, tuvo de bordón; porque el obrero es
compasión de ellas; porque digno de su alimento.
estaban desamparadas y 11 Más en cualquier ciudad o aldea
dispersas como ovejas que no donde entréis, informaos quién
tienen pastor. en ella sea digno, y posad allí
37 Entonces dijo a sus discípulos: A hasta que salgáis.
la verdad la mies es mucha, más 12 Y al entrar en la casa, saludadla.
los obreros pocos. 13 Y si la casa fuere digna, vuestra
38 Rogad, pues, al Señor de la paz vendrá sobre ella; más si no
mies, que envíe obreros a su fuere digna, vuestra paz se
mies. volverá a vosotros.
14 Y si alguno no os recibiere, ni
Elección de los doce oyere vuestras palabras, salid de
aquella casa o ciudad, y sacudid
apóstoles
(Mr. 3. 13-19; Lc. 6. 12-16) el polvo de vuestros pies.
10
1 Entonces llamando a 15 De cierto os digo que en el día
sus doce discípulos, del juicio, será más tolerable el
les dio autoridad castigo de la tierra de Sodoma y
sobre los espíritus inmundos, de Gomorra, que para aquella
para que los echasen fuera, y ciudad.
para sanar toda enfermedad y
toda dolencia. Persecuciones venideras
2 Los nombres de los doce 16 He aquí, que yo os envío como
apóstoles son estos: primero ovejas en medio de lobos; sed,
Simón, llamado Pedro, y Andrés pues, prudentes como
su hermano; Jacobo hijo de serpientes, y sencillos como
Zebedeo, y Juan su hermano; palomas.
3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo 17 Y guardaos de los hombres,
el publicano, Jacobo hijo de porque os entregarán a los
Alfeo, Lebeo, por sobrenombre concilios, y en sus sinagogas os
Tadeo, azotarán;
4 Simón el cananista, y Judas 18 y aun ante gobernadores y reyes
Iscariote, el que también le seréis llevados por causa de mí,
entregó. para testimonio a ellos y a los
gentiles.
Misión de los doce
19 Más cuando os entreguen, no os 30 Pues aun vuestros cabellos
preocupéis por cómo o qué están todos contados.
hablaréis; porque en aquella 31 Así que, no temáis; más valéis
hora os será dado lo que habéis vosotros que muchos pajarillos.
de hablar. 32 A cualquiera, pues, que me
20 Porque no sois vosotros los que confiese delante de los hombres,
habláis, sino el Espíritu de yo también le confesaré a mi
vuestro Padre que habla en Padre que está en los cielos.
vosotros. 33 Y a cualquiera que me niegue
21 El hermano entregará a la delante de los hombres, yo
muerte al hermano, y el padre al también le negaré delante de mi
hijo; y los hijos se levantarán Padre que está en los cielos.
contra los padres, y los harán
morir. Jesús, causa de división
22 Y seréis aborrecidos de todos (Lc. 12. 49-53; 14. 26-27)
por causa de mi nombre; mas el 34 No penséis que he venido para
que persevere hasta el fin, éste traer paz a la tierra; no he
será salvo. venido para traer paz, sino
23 Cuando os persigan en esta espada.
ciudad, huid a la otra; porque de 35 Porque he venido para poner en
cierto os digo, que no acabaréis disensión a los hombres contra
de recorrer todas las ciudades su padre, a la hija contra su
de Israel, antes que venga el madre, y a la nuera contra su
Hijo del hombre. suegra;
24 El discípulo no es más que su 36 y los enemigos del hombre serán
maestro, ni el siervo más que su los de su casa.
señor. 37 El que ama a padre o madre
25 Bástale al discípulo ser como su más que a mí, no es digno de
maestro, y al siervo como su mí; el que ama a hijo o hija más
señor. Si al padre de familia que a mí, no es digno de mí.
llamaron Beelzebú, ¿cuánto más 38 El que halla su vida, la perderá;
a los de su casa? y el que pierde su vida por causa
de mí, la hallará.
A quién se debe temer
(Lc. 12. 2-9) Recompensas
26 Así que, no los temáis; porque (Mr. 9. 41)
nada hay encubierto, que no 39 El que a vosotros recibe, a mí
haya de ser manifestado; ni me recibe; y el que me recibe a
oculto, que no haya de saberse. mí, recibe al que me envió.
27 Lo que os digo en tinieblas, 40 El que recibe a un profeta por
decidlo en la luz; y lo que oís al cuanto es profeta, recompensa
oído, proclamadlo desde las de profeta recibirá; y el que
azoteas. recibe a un justo por cuanto es
11
28 Y no temáis a los justo, recompensa de justo
que matan el recibirá.
cuerpo, más el alma 41 Y cualquiera que dé a uno de
no pueden matar; temed más estos pequeñitos un vaso de
bien a aquel que puede destruir agua fría solamente, por cuanto
el alma y el cuerpo en el es discípulo, de cierto os digo
infierno. que no perderá su recompensa.
29 ¿No se venden dos pajarillos por
un cuarto? Con todo, ni uno de
ellos cae a tierra sin vuestro
Padre. Los mensajeros de Juan el
Bautista
(Lc. 7. 18-35) 14 Y si queréis recibirlo, él es aquel
1 Cuando Jesús terminó de dar Elías que había de venir.
instrucciones a sus doce 15 El que tiene oídos para oír, oiga.
discípulos, se fue de allí a 16 Más ¿a qué compararé esta
enseñar y a predicar en las generación? Es semejante a los
ciudades de ellos. muchachos que se sientan en las
2 Y al oír Juan, en la cárcel, los plazas, y dan voces a sus
hechos de Cristo, le envió dos de compañeros,
sus discípulos, 17 diciendo: Os tocamos flauta y no
3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel bailasteis; os endechamos, y no
que había de venir, o lamentasteis.
esperaremos a otro? 18 Porque vino Juan, que ni comía
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
y haced saber a Juan las cosas 19 Vino el Hijo del Hombre, que
que oís y veis. come y bebe, y dicen: He aquí
5 Los ciegos ve, los cojos andan, un hombre comilón, y bebedor
los leprosos son limpiados, los de vino, amigo de publicanos y
sordos oyen, los muertos son de pecadores. Pero la sabiduría
resucitados, y a los pobres es es justificada por sus hijos.
anunciado el evangelio;
6 y bienaventurado es el que no Ayes sobre las ciudades
halle tropiezo en mí. Impenitentes
7 Mientras ellos se iban, comenzó (Lc. 10. 13-16)
Jesús a decir de Juan a la gente: 20 Entonces comenzó a reconvenir
¿Qué salisteis a ver al desierto? a las ciudades en las cuales
¿Una caña sacudida por el había hecho muchos de sus
viento? milagros, porque no se habían
8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un arrepentido, diciendo:
hombre cubierto de vestiduras 21 ¡Ay de ti, corazín! ¡Ay de ti
delicadas? He aquí, los que Betsaida! Porque si en Tiro y en
llevan vestiduras delicadas, en Sidón se hubieran hecho los
las casas de los reyes están. milagros que han sido en
9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un vosotras, tiempo a que se
profeta? Sí, os digo, y más que hubieran arrepentido en cilicio y
profeta. ceniza.
10 Porque éste es de quien está 22 Por tanto os digo que en el día
escrito: del juicio, será más tolerable el
He aquí, yo envío mi castigo para Tiro y para Sidón,
mensajero que para vosotras.
Delante de tu faz, 23 Y tú, Capernaum, que eres
El cual preparará tu camino levantada hasta el cielo, hasta el
delante Hades serás abatida; porque si
De ti. en Sodoma se hubieran hecho
11 De cierto os digo: Entre los que los milagros que han sido hechos
nacen de mujer no se ha en ti, habría permanecido hasta
levantado otro mayor que Juan el día de hoy.
el Bautista; pero el más pequeño 24 Por tanto os digo que en el día
en el reino de los cielos, mayor del juicio, será más tolerable el
es que él. castigo para la tierra de
12 Desde los días de Juan el Sodoma, que para ti.
Bautista hasta ahora, el reino de
los cielos sufre violencia, y los Venid a mí y descansad
violentos lo arrebatan. (Lc. 10. 21-22)
13 Porque todos los profetas y la 25 En aquel tiempo, respondiendo
ley profetizaron hasta Juan. Jesús, dijo: Te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, sacrificio, no condenaríais a los
porque escondiste estas cosas inocentes;
de los sabios y los entendidos, y 8 porque el Hijo del Hombre es
las revelaste a los niños. Señor del día de reposo.
26 Sí, Padre, porque así te agradó.
27 Todas las cosas me fueron El hombre de la mano seca
entregadas por mí Padre; y (Mr. 3. 1-6; Lc. 6. 6-11)
nadie conoce al Hijo, sino el 9 Pasando de allí, vino a la
Padre, ni al Padre conoce sinagoga de ellos.
alguno, sino el Hijo, y aquel a 10 Y he aquí había allí uno que
quien el Hijo lo quiera revelar. tenía seca una mano; y
28 Venid a mí todos los que estáis preguntaron a Jesús, para poder
trabajados y cargados, y yo os acusarle: ¿Es lícito sanar en el
haré descansar. día de reposo?
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y 11 Él les dijo: ¿Qué hombre habrá
aprended de mí, que soy manso de nosotros, que tenga una
y humilde de corazón; y hallaréis oveja, y si ésta cayere en un
descanso para vuestras almas; hoyo en día de reposo, no le
30 porque mi yugo es fácil, y ligera eche mano, y la levante?
mi carga. 12 Pues ¿cuánto más vale un
hombre que una oveja? Por
Los discípulos recogen consiguiente, es lícito hacer el
espigas en el Día de bien en los días de reposo.
reposo 13 Entonces dijo a aquel hombre:
Extiende tu mano. Y él la
12
(Mr. 2. 23-28; Lc. 6. 1-5)
1 En aquel tiempo extendió, y le fue restaurada
iba Jesús por los sana como la otra.
sembrados en 14 Y salidos los fariseos, tuvieron
un día de consejo contra Jesús para
reposo; y sus discípulos tuvieron destruirle.
hambre, y comenzaron a
arrancar espigas y a comer. El siervo escogido
2 Viéndolo los fariseos, le dijeron: 15 Sabiendo esto Jesús, se apartó
He aquí tus discípulos hacen lo de allí; y le siguió mucha gente,
que no es lícito hacer en el día y sanaba a todos,
de reposo. 16 y les encargaba rigurosamente
3 Pero él les dijo: ¿No habéis leído que no le descubriesen;
que hizo David, cuando él y los 17 para que se cumpliese lo dicho
que con él estaban tuvieron por el profeta Isaías, cuando
hambre; dijo:
4 cómo entró en la casa de Dios, y 18 He aquí mi siervo, a quien he
comió los panes de la Escogido;
proposición, que no les era lícito Mi Amado, en quien se agrada
comer ni a él ni a los que con él mí
estaban, sino solamente a los Alma;
sacerdotes? Pondré mi Espíritu sobre él.
5 ¿O no habéis leído en la ley, Y a los gentiles anunciará juicio.
cómo en el día de reposo los 19 No contenderá, ni voceará,
sacerdotes en el templo Ni nadie oirá en las calles su voz.
profanan el día de reposo, y son 20 La caña cascada no quebrará,
sin culpa? Y el pábilo que humea no
6 Pues os digo que uno mayor que apagará, Hasta que saque a
el templo está aquí. victoria el juicio.
7 Y si supieseis que significa: 21 Y en su nombre esperarán los
Misericordia quiero, y no Gentiles.
34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo
La blasfemia contra el podéis hablar lo bueno, siendo
Espíritu Santo malos? Porque de la abundancia
(Mr. 3. 20-30; Lc. 11. 14-23) del corazón habla la boca.
22 Entonces fue traído a él un 35 El hombre bueno, del buen
endemoniado, ciego y mudo; y tesoro del corazón saca buenas
le sanó, de tal manera que el cosas; y el hombre malo, del mal
ciego y mudo veía y hablaba. tesoro saca malas cosas.
23 Y toda la gente estaba atónita, y 36 Más yo os digo que de toda
decía: ¿Será éste aquel Hijo de palabra ociosa que hablen los
David? hombres, de ella darán cuenta
24 Más los fariseos, al oírlo, decían: en el día del juicio.
Este no echa fuera los demonios 37 Porque por tus palabras serás
sino por Beelzebú, príncipe de justificado, y por tus palabras
los demonios. serás condenado.
25 Sabiendo Jesús los pensamientos
de ellos, les dijo: Todo reino La generación perversa
dividido contra sí mismo, es demanda
asolado, y toda ciudad o casa Señal
dividida contra sí misma, no (Lc. 11. 29-32)
permanecerá. 38 Entonces respondieron algunos
26 Y si Satanás echa fuera a de los escribas y de los fariseos,
Satanás, contra sí mismo está diciendo: Maestro, deseamos ver
dividido; ¿cómo, pues, de ti señal.
permanecerá su reino? 39 Él respondió y les dijo: La
27 Y si yo echo fuera los demonios generación mala y adúltera
por Beelzebú, ¿por quién los demanda señal; pero señal no le
echan vuestros hijos? Por tanto, será dada, sino la señal del
ellos serán vuestros jueces. profeta Jonás.
28 Pero si yo por el Espíritu de Dios 40 Porque como estuvo Jonás en el
echo fuera los demonios, vientre del gran pez tres días y
ciertamente ha llegado a tres noches, así estará el Hijo del
vosotros el reino de Dios. Hombre en el corazón de la
29 Porque, ¿cómo puede alguno tierra tres días y tres noches.
entrar en la casa del hombre 41 Lo hombres de Nínive se
fuerte, y saquear su bienes, si levantarán en el juicio con esta
primero no le ata? Y entonces generación, y la condenarán;
podrá saquear su casa. porque ellos se arrepintieron a la
30 El que no es conmigo, contra mí predicación de Jonás, y he aquí
es; y el que conmigo no recoge, más que Jonás en este lugar.
desparrama. 42 La reina del Sur se levantará en
31 Por tanto os digo: Todo pecado y el juicio con esta generación, y
blasfemia contra el Espíritu no la condenará; porque ella vino
les será perdonada. de los fines de la tierra para oír
32 A cualquiera que dijere alguna la sabiduría de Salomón, y he
palabra contra el Hijo del aquí más que Salomón en este
Hombre, le será perdonado; pero lugar.
al que hable contra el Espíritu
Santo, no le será perdonado, ni El espíritu inmundo que
en este siglo ni en el venidero. vuelve
33 O haced el árbol bueno, y su (Lc. 11. 24-26)
fruto bueno, o haced el árbol 43 Cuando el espíritu inmundo que
malo, y su fruto malo; porque sale del hombre, anda por
por el fruto se conoce el árbol. lugares secos, buscando reposo,
y no lo haya.
44 Entonces dice: Volveré a mi casa 6 pero salido el sol, se quemó; y
de donde salí; y cuando llega, la porque no tenía raíz, se secó.
halla desocupada, barrida y 7 Y parte cayó entre espinos; y los
adornada. espinos crecieron, y la ahogaron.
45 Entonces va, y toma consigo 8 Pero parte cayó en buena tierra,
otros siete espíritus peores que y dio fruto, cuál a ciento, cuál a
él, y entrados, moran allí; y el sesenta, y cuál a treinta por uno.
postrer estado de aquel hombre 9 El que tiene oídos para oír, oiga.
viene a ser peor que el primero.
Así también acontecerá a esta Propósito de las parábolas
mala generación. (Mr. 4. 10-12; Lc. 8. 9-10)
10 Entonces, acercándose los
La madre y los hermanos discípulos, le dijeron: ¿Por qué
de Jesús les hablas por parábolas?
(Mr. 3. 31-35; Lc. 8. 19-21) 11 Él respondiendo, les dijo: Por
46 Mientras él aún hablaba a la qué a vosotros os es dado saber
gente, he aquí su madre y sus los misterios del reino de los
hermanos estaban afuera, y le cielos; más a ellos no les es
querían hablar. dado.
47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y 12 Porque a cualquiera que tiene,
tus hermanos están afuera, y te se le dará, y tendrá más; pero al
quieren hablar. que no tiene, aun lo que tiene le
48 Respondiendo él al que le decía será quitado.
esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y 13 Por eso les hablo por parábolas;
quienes son mis hermanos? porque viendo no ven, y oyendo
49 Y extendiendo su mano hacia no oyen, ni entienden.
sus discípulos, dijo: He aquí mi 14 De manera que se cumple en
madre y mis hermanos. ellos lo que dice en Isaías, que
50 Porque todo aquel que hace la dijo:
voluntad de mi Padre que está De oído oiréis, y no
en los cielos, ése es mi hermano, entenderéis;
y hermana, y madre. Y viendo veréis, y no
percibiréis.
Parábola del sembrador 15 Porque el corazón de este
(Mr. 4. 1-9; Lc. 8. 4-8) pueblo se
13
1 Aquel día salió Jesús Ha engrosado,
de la casa y se sentó Y con los oídos oyen
junto al mar. pesadamente,
2 Y se le juntó mucha gente; y Y han cerrado sus ojos;
entrando él en la barca, se Para que no vean con los ojos,
sentó, y toda la gente estaba en Y oigan con los oídos,
la playa. Y con el corazón entiendan,
3 Y les habló muchas cosas por Y se conviertan,
medio de parábolas, diciendo: Y yo los sane.
He aquí, el sembrador salió a 16 Pero bienaventurados vuestros
sembrar. ojos, porque ve; y vuestros
4 Y mientras sembraba, parte de oídos, porque oyen,
la semilla cayó junto al camino; 17 Porque de cierto os digo, que
y vinieron las aves y la muchos profetas y justos
comieron. desearon ver lo que veis, y no lo
5 Parte cayó en pedregales, donde vieron; y oír lo que oís, y no lo
no había mucha tierra; y brotó oyeron.
pronto, porque no tenía
profundidad de tierra; Jesús explica la parábola
del
Sembrador 29 Él les dijo: No, no sea que al
(Mr. 4. 13-20; Lc. 8. 11-15) arrancar la cizaña, arranquéis
18 Oíd, pues, vosotros la parábola también con ella el trigo.
del sembrador; 30 Dejad crecer juntamente lo uno
19 Cuando alguno oye la palabra y lo otro hasta la siega; y al
del reino y no la entiende, viene tiempo de la siega yo diré a los
el malo, y arrebata lo que fue segadores: Recoged primero la
sembrado en su corazón. Este es cizaña, y atadla en manojos para
el que fue sembrado junto al quemarla; pero recoged el trigo
camino. en mi granero.
20 Y el que fue sembrado en
pedregales, éste es el que oye la Parábola de la semilla de
palabra, y al momento la recibe mostaza
con gozo; (Mr. 4. 30-32; Lc. 13. 18-19)
21 pero no tiene raíz en sí, sino que 31 Otra parábola les refirió,
es de corta duración, pues al diciendo: El reino de los cielos es
venir la aflicción o la semejante l grano de mostaza,
persecución por causa de la que un hombre tomó y sembró
palabra, luego tropieza. en su campo;
22 El que fue sembrado entre 32 el cual a la verdad es la más
espinos, éste es el que oye la pequeña de todas las semillas;
palabra, pero el afán de este pero cuando ha crecido, es la
siglo y el engaño de las riquezas mayor de las hortalizas, y se
ahogan la palabra, y se hace hace árbol, de tal manera que
infructuosa. vienen las aves del cielo y hacen
23 Mas el que fue sembrado en nidos en sus ramas.
buena tierra, éste es el que oye
y entiende la palabra, y da fruto; Parábola de la levadura
y produce a ciento, a sesenta y a (Lc. 13. 20-21)
treinta por uno. 33 Otra parábola les dijo: El reino
de los cielos es semejante a la
Parábola del trigo y la levadura que tomó una mujer, y
cizaña escondió en tres medidas de
24 Les refirió otra parábola, harina, hasta que todo fue
diciendo: El reino de los cielos es leudado.
semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su El uso que Jesús hace de
campo; las
25 pero mientras dormían los Parábolas
hombres, vino su enemigo y (Mr. 4. 33-34)
sembró cizaña entre el trigo, y 34 Todo esto habló Jesús por
se fue. parábolas a la gente, y sin
26 Y cuando salió la hierba y dio parábolas no les hablaba;
fruto, entonces apareció 35 para que se cumpliese lo dicho
también la cizaña. por el profeta, cuando dijo:
27 Vinieron entonces los siervos del Abriré en parábolas mi boca;
padre de familia y le dijeron: Declararé cosas escondidas
Señor, ¿no sembraste buena desde la
semilla en tu campo? ¿De Fundación del mundo.
dónde, pues, tiene cizaña?
28 Él les dijo: Un enemigo ha hecho Jesús explica la parábola
esto. Y los siervos le dijeron: de la
¿Quieres, pues, que vayamos y Cizaña
la arranquemos? 36 Entonces, despedida la gente,
entró Jesús en la casa; y
acercándose a él sus discípulos, 49 Así será el fin del siglo: saldrán
le dijeron: Explícanos la parábola los ángeles, y apartarán a los
de la cizaña del campo. malos de entre los justos,
37 Respondiendo él, les dijo: El que 50 y los echarán en el horno de
siembra la buena semilla es el fuego; allí será el lloro y el crujir
Hijo del Hombre. de dientes.
38 El campo es el mundo; la buena
semilla son los hijos del reino, y Tesoros nuevos y viejos
la cizaña son los hijos del malo. 51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido
39 El enemigo que la sembró es el todas estas cosas? Ellos
diablo; la siega es el fin del siglo; respondieron: Sí, Señor.
y los segadores son los ángeles. 52 Él les dijo: Por eso todo escriba
40 De manera que como se arranca docto en el reino de los cielos es
la cizaña, y se quema en el semejante a un padre de familia,
fuego, así será en el fin de este que saca de su tesoro cosas
siglo. nuevas y cosas viejas.
41 Enviará el Hijo del Hombre a sus
ángeles, y recogerán de su reino Jesús en Nazaret
a todos los que sirven de (Mr. 6. 1-6; Lc. 4. 16-30)
tropiezo, y a los que hacen 53 Aconteció que cuando terminó
iniquidad, Jesús estas parábolas, se fue de
42 y los echarán en el horno de allí.
fuego; allí será el lloro y el crujir 54 Y venido a su tierra, les
de dientes. enseñaba en la sinagoga de
43 Entonces los justos ellos, de tal manera que se
resplandecerán como el sol en el maravillaban, y decían: ¿De
reino de su Padre. El que tiene dónde tiene éste sabiduría y
oídos para oír, oiga. milagros?
55 ¿No es éste el hijo del
El tesoro escondido carpintero? ¿No se llama su
44 Además, el reino de los cielos es madre María y sus hermanos,
semejante a un tesoro escondido Jacobo, José, Simón y Judas?
en el campo, el cual un hombre 56 ¿No están todas sus hermanas
halla, y lo esconde de nuevo; y con nosotros? ¿De dónde, pues,
gozoso por ello va y vende todo tiene éste todas estas cosas?
lo que tiene, y compra aquel 57 Y se escandalizaban de él. Pero
campo. Jesús les dijo: No hay profeta sin
honra, sino en su propia tierra y
La perla de gran precio en su casa.
45 También el reino de los cielos es 58 Y no hizo allí muchos milagros, a
semejante a un mercader que causa de la incredulidad de
busca buenas perlas, ellos.
46 que habiendo hallado una perla
preciosa, fue y vendió todo lo Muerte de Juan el Bautista
que tenía, y la compró. (Mr. 6. 14-29; Lc. 9. 7-9)
14
1 En aquel tiempo
La red Herodes el tetrarca
47 Asimismo el reino de los cielos oyó la fama de
es semejante a una red, que Jesús,
echada en el mar, recoge de 2 y dijo a sus criados: Este es Juan
toda clase de peces; el Bautista; ha resucitado de los
48 y una vez llena, la sacan a la muertos, y por eso actúan en él
orilla; y sentados, recogen lo estos poderes.
bueno en cestas, y lo malo 3 Porque Herodes había prendido
echan fuera. a Juan, y le había encadenado y
metido en la cárcel, por causa 17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí
de Herodías, mujer de Felipe su cinco panes y dos peces.
hermano; 18 Él les dijo: Traédmelos acá.
4 porque Juan le decía: No te es 19 Entonces mandó a la gente
lícito tenerla. recostarse sobre la hierba; y
5 Y Herodes quería matarle, pero tomando los cinco panes y los
temía al pueblo; porque tenían a dos peces, y levantando los ojos
Juan por profeta. al cielo, bendijo, y partió a dio a
6 Pero cuando se celebraba el los discípulos, y los discípulos a
cumpleaños de Herodes, la hija la multitud.
de Herodías danzó en medio, y 20 Y comieron todos, y se saciaron;
agradó a Herodes, y recogieron lo que sobró de los
7 por lo cual éste le prometió con pedazos, doce cestas llenas.
juramento darle todo lo que 21 Y los que comieron fueron como
pidiese. cinco mil hombres, sin contar las
8 Ella, instruida primero por su mujeres y los niños.
madre, dijo: Dame aquí en un
plato la cabeza de Juan el Jesús anda sobre el mar
Bautista. (Mr. 6. 45-52; Jn. 6. 15-21)
9 Entonces el rey se entristeció; 22 En seguida Jesús hizo a sus
pero a causa del juramento, y de discípulos entrar en la barca y e
los que estaban con él a la ir delante de él a la otra ribera,
mesa, mandó que se la diesen. entre tanto que él despedía a la
10 y ordenó decapitar a Juan en la multitud.
cárcel. 23 Despedida la multitud, subió al
11 Y fue traída su cabeza en un monte a orar aparte; y cuando
plato, y dada a la muchacha; y llegó la noche, estaba allí solo.
ella se la presentó a su madre. 24 Y ya la barca estaba en medio
12 Entonces llegaron sus discípulos, del mar azotada por las olas;
y tomaron el cuerpo y lo porque el viento era contrario.
enterraron; y fueron y dieron las 25 Mas a la cuarta vigilia de la
nuevas a Jesús. noche, Jesús vino a ellos
andando sobre el mar.
Alimentación de los cinco 26 Y los discípulos, viéndole andar
mil sobre el mar, se turbaron,
(Mr. 6. 30-44; Lc. 9. 10-17; Jn. 6. 1-14) diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron
13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí voces de miedo.
en una barca a un lugar desierto 27 Pero en seguida Jesús les habló,
y apartado; y cuando la gente lo diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy,
oyó, le siguió a pie desde las no temáis!
ciudades. 28 Entonces le respondió pedro, y
14 Y saliendo Jesús, vio una gran dijo: Señor, si eres tú, manda
multitud, y tuvo compasión de que yo vaya a ti sobre las aguas.
ellos, y sanó a los que de ellos 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo
estaban enfermos. Pedro de la barca, andaba sobre
15 Cuando anochecía, se acercaron las aguas para ir a Jesús.
a +el sus discípulos, diciendo: el 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo
lugar es desierto, y la hora ya miedo; y comenzando a
pasada; despide a la multitud, hundirse, dio voces, diciendo:
para que vayan por las aldeas y ¡Señor, sálvame!
compren de comer. 31 Al momento Jesús, extendiendo
16 Jesús les dijo: No tienen la mano, asió de él, y le dijo:
necesidad de irse; dadles ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué
vosotros de comer. dudaste?
32 Y cuando ellos subieron en la Mas su corazón está lejos de
barca, se calmó el viento. mí.
33 Entonces los que estaban en la 9 Pues en vano me honran,
barca vinieron y le adoraron, Enseñando como doctrinas,
diciendo: Verdaderamente eres mandamientos de hombres
Hijo de Dios. 10 Y llamando a sí a la multitud,
les dijo: Oíd, y entended:
Jesús sana a los enfermos 11 No lo que entra en a boca
en contamina al hombre; mas lo
Genesaret que sale de la boca, esto
(Mr. 6. 53-56) contamina al hombre.
34 Y terminada la travesía, vinieron 12 Entonces acercándose sus
a tierra de Genesaret. discípulos, le dijeron: ¿Sabes que
35 Cuando le conocieron los los fariseos se ofendieron
hombres de aquel lugar, cuando oyeron esta palabra?
enviaron noticia por toda aquella 13 Pero respondiendo él, dijo: Toda
tierra alrededor, y trajeron a él planta que no plantó mi Padre
todos los enfermos; celestial, será desarraigada.
36 y le rogaban que les dejase tocar 14 Dejadlos; son ciegos guías de
solamente el borde de su manto; ciegos; y si el ciego guiare al
y todos los que lo tocaron, ciego, ambos caerán en el hoyo.
quedaron sanos. 15 Respondiendo Pedro, le dijo:
Explícanos esta parábola.
Lo que contamina al 16 Jesús dijo: ¿También vosotros
hombre sois aún sin entendimiento?
(Mr. 7. 1-23) 17 ¿No entendéis que todo lo que
15
1 Entonces se entra a la boca va al vientre, y
acercaron a Jesús es echado en la letrina?
cierto escribas y 18 Pero lo que sale de la boca, del
fariseos de Jerusalén, diciendo: corazón sale; y esto contamina
2 ¿Por qué tus discípulos al hombre.
quebrantan la tradición de los 19 Porque del corazón salen los
ancianos? Porque no se lavan las malos pensamientos, los
manos cuando comen pan. homicidios, los adulterios, las
3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por fornicaciones, los hurtos, los
qué también vosotros falsos testimonios, las
quebrantáis el mandamiento de blasfemias.
Dios por vuestra tradición? 20 Estas cosas son las que
4 Porque Dios mandó diciendo: contaminan al hombre; pero el
Honra a tu padre y a tu madre; comer con las manos sin lavar
y: Él que maldiga al padre o a la no contamina al hombre.
madre, muera irremisiblemente.
5 Pero vosotros decís: Cualquiera
que diga a su padre o a su La fe de la mujer cananea
madre: Es mi ofrenda a Dios (Mr. 7. 24-30)
todo aquello con que pudiera 21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la
ayudarte, región de Tiro y de Sidón.
6 ya no ha de honrar a su padre o 22 Y he aquí una mujer cananea
a su madre. Así habéis que había salido de aquella
invalidado el mandamiento de región clamaba, diciendo:
Dios por vuestra tradición. ¡Señor, Hijo de David, ten
7 Hipócritas, bien profetizó de misericordia de mí! Mi hija es
vosotros Isaías, cuando dijo: gravemente atormentada por un
8 Este pueblo de labios me demonio.
honra;
23 Pero Jesús no le respondió desierto, para saciar a una
palabra. Entonces acercándose multitud tan grande?
sus discípulos, le rogaron, 34 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes
diciendo: Despídela, pues da tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y
voces tras nosotros. unos pocos pececillos.
24 Él respondiendo, dijo: No soy 35 Y mandó a la multitud que se
enviado sino a las ovejas recostase en tierra.
perdidas de la casa de Israel. 36 Y tomando los siete panes y los
25 Entonces ella vino y se postró peces, dio gracias, los partió y
ante él, diciendo: ¡Señor, dio a sus discípulos, y los
socórreme! discípulos a la multitud.
26 Respondiendo él, dijo: No está 37 Y comieron todos, y se saciaron;
bien tomar el pan de los hijos, y y recogieron lo que sobró de los
echarlo a los perrillos. pedazos, siete canastas llenas.
27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun 38 Y eran los que habían comido,
los perrillos comen de las cuatro mil hombres, sin contar
migajas que caen de la mesa de las mujeres y los niños.
sus amos. 39 Entonces, despedida la gente,
28 Entonces respondiendo Jesús, entró en la barca, y vino a la
dijo: Oh mujer, grande es tu fe; región de Magdala.
hágase contigo como quieres. Y
su hija fue sanada desde aquella La demanda de una señal
hora. (Mr. 8. 11-13; Lc. 12. 54-56)
16
1 Vinieron los fariseos
Jesús sana a muchos y los saduceos para
29 Pasó Jesús de allí y vino junto al tentarle, y les
mar de Galilea; y subiendo al pidieron que les mostrase señal
monte, se sentó allí. del cielo.
30 Y se le acercó mucha gente que 2 Más él respondiendo, les dijo:
traía consigo a cojos, ciegos, Cuando anochece, decís: Buen
mudos, mancos, y otros muchos tiempo; porque el cielo tiene
enfermos; y los pusieron a los arreboles.
pies de Jesús, y los sanó; 3 Y por la mañana: Hoy habrá
31 de manera que la multitud se tempestad; porque tiene
maravillaba, viendo a los mudos arreboles el cielo nublado.
hablar, a los mancos sanados, a ¡Hipócritas! Que sabéis
los cojos andar, y a los ciegos distinguir el aspecto del cielo,
ver; y glorificaban al Dios de ¡más las señales de los tiempos
Israel. no podéis!
4 La generación mala y adúltera
Alimentación de los cuatro demanda señal; pero señal no le
mil será dada, sino la señal del
(Mr. 8. 1-10) profeta Jonás. Y dejándolos, se
32 Y Jesús, llamando a sus fue.
discípulos, dijo: Tengo
compasión de la gente, porque La levadura de los fariseos
ya hace tres días que están (Mr. 8. 14-21)
conmigo, y no tienen qué comer; 5 Llegando sus discípulos al otro
y enviarlos en ayunas no quiero, lado, se habían olvidado de traer
no sea que desmayen en el pan.
camino. 6 Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos
33 Entonces sus discípulos le de la levadura de los fariseos y
dijeron: ¿De dónde tenemos los saduceos.
nosotros tantos panes en el 7 Ellos pensaban dentro de sí,
diciendo: Esto dice porque no
trajimos pan.
8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: 20 Entonces mandó a sus discípulos
¿Por qué pensáis dentro de que a nadie dijesen que él era
vosotros, hombres de poca fe, Jesús el Cristo.
que no tenéis pan?
9 ¿No entendéis aún, si os Jesús anuncia su muerte
acordáis de los cinco panes (Mr. 8. 31—9. 1; Lc. 9. 22-27)
entre cinco mil hombres, y 21 Desde entonces comenzó Jesús
cuántas cestas recogisteis? a declarar a sus discípulos que le
10 ¿Ni de los siete panes entre era necesario ir a Jerusalén y a
cuatro mil hombres, y cuántas padecer mucho de los ancianos,
canastas recogisteis? de los principales sacerdotes y
11 ¿Cómo es que no entendéis que de los escribas; y ser muerto, y
no fue por el pan que os dije que resucitar al tercer día.
os guardaseis de la levadura de 22 Entonces Pedro, tomándolo
los fariseos y de los saduceos? aparte, comenzó a reconvenirle,
12 Entonces entendieron que no les diciendo: Señor, ten compasión
había dicho que se guardasen de de ti; en ninguna manera esto te
la levadura del pan, sino de la acontezca.
doctrina de los fariseos y de los 23 Pero él, volviéndose, dijo a
saduceos. Pedro: ¡Quítate de delante de
mí, Satanás! me eres tropiezo,
La confesión de Pedro porque no pones la mira en las
(Mr. 8. 27-30; Lc. 9. 18-21) cosas de Dios, sino en las de los
13 Viniendo Jesús a la región de hombres.
Cesarea de Filipo, preguntó a 24 Entonces Jesús dijo a sus
sus discípulos, diciendo: ¿Quién discípulos: Si alguno quiere venir
dicen los hombres que es el Hijo en pos de mí, niéguese a sí
del Hombre? mismo, y tome su cruz, y
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el sígame.
Bautista; otros, Elías; y otros, 25 Porque todo aquel que quiera
Jeremías, o alguno de los salvar su vida, la perderá; y todo
profetas. el que pierda su vida por causa
15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién de mí, la hallará.
decís que soy yo? 26 Porque ¿Qué aprovechará al
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: hombre, si ganare todo el
Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios mundo, y perdiere su alma? ¿O
viviente. qué recompensa dará el hombre
17 Entonces le respondió Jesús: por su alma?
Bienaventurado eres, Simón, hijo 27 Porque el Hijo del Hombre
de Jonás, porque no te lo reveló vendrá en la gloria de su Padre
carne ni sangre, sino mi Padre con sus ángeles, y entonces
que está en los cielos. pagará a cada uno conforme a
18 Y yo también te digo, que tú sus obras.
eres Pedro, y sobre esta roca 28 De cierto os digo que hay
edificaré mi iglesia; y las puertas algunos de los que están aquí,
del Hades no prevalecerán que no gustarán la muerte,
contra ella. hasta que hayan visto al Hijo del
19 Y a ti te daré las llaves de las Hombre viniendo en su reino.
puertas de los cielos; y todo lo
que atares en la tierra será La transfiguración
atado en los cielos; y todo lo que (Mr. 9. 2-13; Lc. 9. 28-36)
17
desatares en la tierra será 1 Seis días después,
desatado en los cielos. Jesús tomó a Pedro,
a Jacobo y a Juan su
hermano, y los llevó aparte a un
monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos, 15 Señor, ten misericordia de mi
y resplandeció su rostro como el hijo, que es lunático, y padece
sol, y sus vestidos se hicieron muchísimo; porque muchas
blancos como la luz. veces cae en el fuego, y muchas
3 Y he aquí les aparecieron Moisés en el agua.
y Elías, hablando con él. 16 Y lo he traído a tus discípulos,
4 Entonces Pedro dijo a Jesús: pero no le han podido sanar.
Señor, bueno es para nosotros 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh
que estemos aquí; si quieres, generación incrédula y perversa!
hagamos aquí tres enramadas: ¿Hasta cuándo he de estar con
una para ti, otra para Moisés y vosotros? ¿Hasta cuándo os he
otra para Elías. de soportar? Traédmelo acá.
5 Mientras él aún hablaba, una 18 Y reprendió Jesús al demonio, el
nube de luz los cubrió; y he aquí cual salió del muchacho, y éste
una voz desde la nube, que quedó sano desde aquella hora.
decía: Este es mi Hijo amado, en 19 Viniendo entonces los discípulos
quien tengo complacencia; a él a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué
oíd. nosotros no pudimos echarlo
6 Al oír esto los discípulos, se fuera?
postraron sobre sus rostros, y 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca
tuvieron gran temor. fe; porque de cierto os digo, que
7 Entonces Jesús se acercó y los si tuviereis fe como un grano de
tocó, y dijo: Levantaos y no y mostaza, diréis a este monte:
temáis. Pásate de aquí allá, y se pasará;
8 Y alzando ellos los ojos, a nadie y nada os será imposible.
vieron sino a Jesús solo. 21 Pero este género no sale sino
9 Cuando descendieron del monte, con oración y ayuno.
Jesús les mandó, diciendo: No
digáis a nadie la visión, hasta Jesús anuncia otra vez su
que el Hijo del Hombre resucite muerte
de los muertos. (Mr. 9. 30-32; Lc. 9. 43-45)
10 Entonces sus discípulos le 22 Estando ellos en Galilea, Jesús
preguntaron: diciendo: ¿Por qué, les dijo: Él Hijo del Hombre será
pues, dicen los escribas que es entregado en manos de
necesario que Elías venga hombres.
primero? 23 y le mataran; más al tercer día
11 Respondiendo Jesús, les dijo: A resucitará. Y ellos se
la verdad, Elías viene primero, y entristecieron en gran manera.
restaurará todas las cosas.
12 Mas os digo que Elías ya vino, y Pago del impuesto del
no le conocieron, sino que pueblo
hicieron con él todo lo que 24 Cuando llegaron a Capernaum,
quisieron; así también el Hijo del vinieron a Pedro los que
Hombre padecerá de ellos. cobraban las dos dracmas, y le
13 Entonces los discípulos dijeron: ¿Vuestro Maestro no
comprendieron que les había paga los dracmas?
hablado de Juan el Bautista. 25 Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa,
Jesús le habló primero, diciendo:
Jesús sana a un muchacho ¿Qué te parece, Simón? Los
lunático reyes de la tierra, ¿de quienes
(Mr. 9. 14-29; Lc. 9. 37-43) cobran los tributos o impuestos?
14 Cuando llegaron al gentío, vino a ¿De sus hijos, o de los extraños?
él un hombre que se arrodilló 26 Pedro le respondió: De los
delante de él, diciendo: extraños. Jesús le dijo: Luego los
hijos están exentos.
27 Sin embargo, para no 10 Mirad que no menospreciéis a
ofenderles, ve al mar, y echa el uno de estos pequeños; porque
anzuelo, y el primer pez que os digo que sus ángeles en los
saques, tómalo, y al abrirle la cielos ven siempre el rostro de
boca, hallarás un estatero; mi Padre que está en los cielos.
tómalo, y dáselo por mí y por ti. 11 Porque el Hijo del Hombre ha
venido para salvar lo que se
¿Quién es el mayor? había perdido.
(Mr. 9. 33-37; Lc. 9. 46-48) 12 ¿Qué os parece? Si un hombre
18
1 En aquel tiempo tiene cien ovejas, y se descarría
vinieron los una de ellas, ¿no deja las
discípulos de Jesús, noventa y nueve y va por los
diciendo: ¿Quién es el mayor en montes a buscar la que se había
el reino de los cielos? descarriado?
2 Y llamando Jesús a un niño, lo 13 Y si acontece que la encuentra,
puso en medio de ellos. de cierto os digo que se regocija
3 y dijo: De cierto os digo, que si más por aquélla, que por las
no os volvéis y os hacéis como noventa y nueve que no se
niños, no entraréis en el reino de descarriaron.
los cielos. 14 Así, no es la voluntad de vuestro
4 Así que, cualquiera que se Padre que está en los cielos, que
humille como este niño, ése es se pierda uno de estos
el mayor en el reino de los pequeños.
cielos.
5 Y cualquiera que reciba en mi Cómo se debe perdonar al
nombre a un niño como éste, a hermano
mí me recibe. 15 Por tanto, si tu hermano peca
contra ti, ve y repréndele
Ocasiones de caer estando tú y él solos; si te oyere,
(Mr. 9. 42-48; Lc. 9. 42-48)
has ganado a tu hermano.
6 Y cualquiera que haga caer a 16 Más si no te oyere, toma aún
uno de estos pequeños que contigo a uno o dos, para que en
creen en mí, mejor le fuera que boca de dos o tres testigos
se le colgase al cuello una piedra conste toda palabra.
de molino de asno, y que se le 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la
hundiese en lo profundo del mar. iglesia; y si no oyere a la iglesia,
7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! tenle por gentil y publicano.
porque es necesario que vengan 18 De cierto os digo que todo lo que
tropiezos, pero, ¡ay de aquel atéis en la tierra, será atado en
hombre por quien viene el el cielo; y todo lo que desatéis
tropiezo! en la tierra, será desatado en el
8 Por tanto, si tu mano o tu pie te cielo.
es ocasión de caer, córtalo y 19 Otra vez os digo, que si dos de
échalo de ti; mejor te es entrar vosotros se pusiere de acuerdo
en la vida cojo o manco, que en la tierra acerca de cualquier
teniendo dos manos o dos pies cosa que pidieren, les será
ser echado en el fuego eterno. hecho por mi Padre que está en
9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, los cielos.
sácalo y échalo de ti; mejor te es 20 Porque donde están dos o tres
entrar con un solo en la vida, congregados en mi nombre, allí
que teniendo dos ojos ser estoy yo en medio de ellos.
echado en el infierno fuego. 21 Entonces se le acercó Pedro y le
dijo: Señor, ¿cuántas veces
Parábola de la oveja perdonaré a mi hermano que
perdida peque contra mí? ¿Hasta siete?
(Lc. 15. 3-7)
22 Jesús le dijo: No te digo hasta Jesús enseña sobre el
siete, sino aun hasta setenta divorcio
veces siete. (Mr. 10. 1-12; Lc. 16. 18)
19
1 Aconteció que
Los dos deudores cuando Jesús
23 Por lo cual el reino de los cielos terminó estas
es semejante a un rey que quiso palabras, se alejó de Galilea, y
hacer cuentas con sus siervos. fue a las regiones de Judea al
24 Y comenzando a hacer cuentas, otro lado del Jordán.
le fue presentado uno que le 2 Y le siguieron grandes
debía diez mil talentos. multitudes, y los sanó allí.
25 A éste, como no pudo pagar, 3 Entonces vinieron a él los
ordenó su señor venderle, y a su fariseos, tentándole y diciéndole:
mujer e hijos, y todo lo que ¿Es lícito para un hombre
tenía, para que se le pagase la repudiar a su mujer por
cuenta. cualquier causa?
26 Entonces aquel siervo, postrado, 4 Él, respondiendo, les dijo: ¿No
le suplicaba, diciendo: Señor, ten habéis leído que el que los hizo
paciencia conmigo, y yo te lo al principio, varón y hembra los
pagaré todo. hizo,
27 Él señor de aquel sirvo, movido a 5 y dijo: Por esto el hombre dejará
misericordia, le soltó y le padre y madre, y se unirá a su
perdonó la deuda. mujer, y los dos serán una sola
28 Pero saliendo aquel siervo, halló carne?
a uno de sus consiervos, que le 6 Así que no son ya más dos, sino
debía cien denarios; y asiendo una sola carne; por tanto, lo que
de él, le ahogaba, diciendo: juntó Dios, no lo separe el
Págame lo que me debes. hombre.
29 Entonces su consiervo, 7 Le dijeron: ¿Por qué, pues,
postrándose a sus pies, le mandó Moisés dar carta de
rogaba diciendo: Ten paciencia divorcio, y repudiarla?
conmigo, y yo te lo pagaré todo. 8 Él les dijo: Por la dureza de su
30 Más él no quiso, sino fue y le corazón Moisés os permitió
echó en la cárcel, hasta que repudiar a vuestras mujeres;
pagase la deuda. mas al principio no fue así.
31 Viendo sus consiervos lo que 9 Y más digo que cualquiera que
pasaba, se entristecieron repudia a su mujer, salvo por
mucho, y fueron y refirieron a su causa de fornicación, y se casa
señor todo lo que pasaba. con otra, adultera; y el que se
32 Entonces, llamándole su señor, casa con la repudiada, adultera.
le dijo: Siervo malvado, toda 10 Le dijeron sus discípulos: Si así
aquella deuda te perdoné, es la condición del hombre con
porque me rogaste. su mujer, no conviene casarse.
33 ¿No debías tú también tener 11 Entonces él les dijo: No todos
misericordia de tu consiervo, son capaces de recibir esto, sino
como yo tuve misericordia de ti? a aquellos a quienes es dado.
34 Entonces su señor, enojado, le 12 Pues hay eunucos que nacieron
entregó a los verdugos, hasta así del vientre de su madre, y
que pagase todo lo que debía. hay eunucos que son hechos
35 Así también mi Padre celestial eunucos por los hombres, y hay
hará con vosotros sino perdonáis eunucos que así mismos se
de todo corazón cada uno a su hicieron eunucos por causa del
hermano sus ofensas. reino de los cielos. Él que sea
capaz de recibir esto, que lo
reciba.
26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para
Jesús bendice a los niños los hombres todo es imposible;
(Mr. 10. 13-16; Lc. 18. 15-17) más para Dios todo es posible.
13 Entonces le fueron presentados 27 Entonces respondiendo Pedro, le
unos niños, para que pusiese las dijo: He aquí, nosotros lo hemos
manos sobre ellos, y orase; y los dejado todo, y te hemos
discípulos les reprendieron. seguido; ¿qué, pues, tendremos?
14 Pero Jesús dijo: Dejad los niños 28 Y Jesús les dijo: De cierto os
venir a mí, y no se lo impidáis; digo que en la regeneración,
porque de los tales es el reino de cuando el Hijo del Hombre se
los cielos. siente en el trono de su gloria,
15 Y habiendo puesto sobre ellos vosotros que me habéis seguido
las manos, se fue de allí. también os sentaréis sobre doce
tronos, para juzgar a las doce
El joven rico tribus de Israel.
(Mr. 10. 17-31; Lc. 18. 15-17) 29 Y cualquiera que haya dejado
16 Entonces vino uno y le dijo: casas, o hermanos, o hermanas,
Maestro bueno, ¿qué bien haré o padre, o madre, o mujer, o
para tener la vida eterna? hijos, o tierras, por mi nombre,
17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas recibirá cien veces más, y
bueno? Ninguno hay bueno sino heredará la vida eterna.
uno: Dios. Más si quieres entrar 30 Pero muchos primeros serán
en la vida, guarda los postreros, y postreros, primeros.
mandamientos.
18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No Los obreros de la viña
20
matarás. No adulterarás. No 1 Porque el reino de
hurtarás. No dirás falso los cielos es
testimonio. semejante a un
19 Honra a tu padre y a tu madre; hombre, padre de familia, que
y, Amarás a tu prójimo como a ti salió por la mañana a contratar
mismo. obreros para su viña.
20 Él joven le dijo: Todo esto lo he 2 Y habiendo convenido con los
guardado desde mi juventud. obreros en un denario al día, los
¿Qué más me falta? envió a su viña.
21 Jesús le dijo: Si quieres ser 3 Saliendo cerca de la hora tercera
perfecto, anda, vende lo que del día, vio a otros que estaban
tienes, y dalo a los pobres, y en la plaza desocupados;
tendrás tesoro en el cielo; y ven 4 y les dijo: Id también vosotros a
y sígueme. mi viña, y os daré lo que sea
22 Oyendo el joven esta palabra, se justo. Y ellos fueron.
fue triste, porque tenía muchas 5 Salió otra vez cerca de la hora
posesiones. sexta y novena, e hizo lo mismo.
23 Entonces Jesús dijo a sus 6 Y saliendo cerca de la hora
discípulos: De cierto os dogo, undécima, halló a otros que
que difícilmente entrará un rico estaban desocupados; y les dijo:
en el reino de los cielos . ¿Por qué estáis aquí todo el día
24 Otra vez os digo, que es más desocupados?
fácil pasar un camello por el ojo 7 Le dijeron: Porque nadie nos ha
de una aguja, que entrar un rico contratado. Él les dijo: Id
en el reino de Dios. también vosotros a la viña, y
25 Sus discípulos, oyendo esto, se recibiréis lo que sea justo.
asombraron en gran manera, 8 Cuando llegó la noche, el señor
diciendo: ¿Quién, pues, podrá de la viña llamó a su
ser salvo? mayordomo: Llama a los obreros
y págales el jornal, comenzando
desde los postreros hasta los 21 21Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella
primeros. le dijo: Ordena que en tu reino
9 Y al venir los que habían ido se sienten estos dos hijos míos,
cerca de la hora undécima, el uno a tu derecha, y el otro a
recibieron cada uno un denario. tu izquierda.
10 Al venir también los primeros, 22 Entonces Jesús respondiendo,
pensaron que habían de recibir dijo: No sabéis lo que pedís.
más; pero también ellos ¿podéis beber del vaso que yo
recibieron cada uno un denario. he de beber, y ser bautizados
11 Y al recibirlo, murmuraban con el bautismo con que yo soy
contra el padre de familia, bautizado? Y ellos le dijeron:
12 diciendo: Estos postreros han Podemos.
trabajado una sola hora, y los 23 Él les dijo: A la verdad, de mi
has hecho iguales a nosotros, vaso beberéis, y con el bautismo
que hemos soportado la carga y con que yo soy bautizado, seréis
el calor del día. bautizados; pero el sentaros a
13 Él, respondiendo, dijo a uno de mi derecha y a mi izquierda, no
ellos: Amigo, no te hago agravio; es mío darlo, sino a aquellos
¿no conviniste conmigo en un para quienes está preparado por
denario? mi Padre.
14 Toma lo que es tuyo, y vete; 24 Cuando los diez oyeron esto, se
pero quiero dar a este postrero, enojaron contra los dos
como a ti. hermanos.
15 ¿No me es lícito hacer lo que 25 Entonces Jesús, llamándolos,
quiero con lo mío? ¿O tienes tú dijo: Sabéis que los gobernantes
envidia, porque yo soy bueno? de las naciones se enseñorean
16 Así, los primeros serán de ellas, y los que son grandes
postreros, y los postreros, ejercen sobre ellas potestad.
primeros; porque muchos son 26 Mas entre vosotros no será así,
llamados, mas pocos escogidos. sino el que quiera hacerse
grande entre vosotros será
Nuevamente Jesús vuestro servidor,
anuncia su muerte 27 y el que quiera ser el primero
(Mr. 10. 32-34; Lc. 18. 31-34) entre vosotros será vuestro
17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó siervo;
a sus doce discípulos aparte en 28 como el Hijo del hombre no vino
el camino, y les dijo: para ser servido, sino para
18 He aquí subimos a Jerusalén, y el servir, y para dar su vida en
Hijo del Hombre será entregado rescate por muchos.
a los principales sacerdotes y a
los escribas, y le condenarán a Dos ciegos reciben la vista
muerte; (Mr. 10. 46-52; Lc. 18. 35-43)
19 y le entregarán a los gentiles 29 Al salir ellos de Jericó, le seguía
para que le encarnezcan, le una gran multitud.
azoten, y le crucifiquen; mas al 30 Y dos ciegos que estaban
tercer día resucitará. sentados junto al camino,
cuando oyeron que Jesús
Petición de Santiago y de pasaba, clamaron, diciendo:
Juan ¡Señor, Hijo de David, ten
(Mr. 10. 35-45) misericordia de nosotros!
20 Entonces se le acercó la madre 31 Y la gente les reprendió para
de los hijos de Zebedeo con sus que callasen; pero ellos
hijos, postrándose ante él y clamaban más, diciendo: ¡Señor,
pidiéndole algo. Hijo de David, ten misericordia
de nosotros!
32 Y deteniéndose Jesús, los llamó,
y les dijo: ¿Qué queréis que os Purificación del templo
haga? (Mr. 11. 15-19; Lc. 19. 45-48; Jn. 2. 13-
33 Ellos le dijeron: Señor, que sean 22)
abiertos nuestros ojos. 12 Y entró Jesús en el templo de
34 Entonces Jesús, compadecido, Dios, y echó fuera a todos los
les tocó los ojos, y en seguida que vendían y compraban en el
recibieron la vista; y le siguieron. templo, y volcó las mesas de los
cambistas, y las sillas de los que
La entrada triunfal en vendían palomas;
13 y les dijo: Escrito está: Mi casa,
Jerusalén
(Mr. 11. 1-11; Lc. 19. 28-40; Jn. 12. 12- casa de oración será llamada;
19) mas vosotros la habéis hecho
1 Cuando se acercaron a cueva de ladrones.
Jerusalén, y vinieron a Betfagé, 14 Y vinieron a él en el templo
al monte de los Olivos, Jesús ciegos y cojos, y los sanó.
envió dos discípulos, 15 Pero los principales sacerdotes y
2 diciéndoles: Id a la aldea que los escribas, viendo las
está enfrente de vosotros, y maravillas que hacía, y a los
luego hallaréis una asna atada, y muchachos aclamando en el
un pollino con ella; desatadla, y templo y diciendo: ¡Hosanna al
traédmelos. Hijo de David! se indignaron,
3 Y si alguien os dijere algo, decid: 16 y les dijeron: ¿Oyes lo que éstos
Él Señor los necesita; y luego los dicen? Y Jesús les dijo: Sí;
enviará. ¿nunca leísteis:
4 Todo esto aconteció para que se De la boca de los niños y de
cumpliese lo dicho por el los que
profeta, cuando dijo: maman
5 Decid a la hija de Sion: Perfeccionaste la alabanza?
He aquí, tu Rey viene a ti, 17 Y dejándolos, salió fuera de la
Manso, y sentado sobre una ciudad, a Betania, y posó allí.
asna,
Sobre un pollino, hijo de Maldición de la higuera
animal de estéril
carga. (Mr. 11. 12-14; 20-26)
6 Y los discípulos fueron, e 18 Por la mañana, volviendo a la
hicieron como Jesús les mandó; ciudad, tuvo hambre.
7 y trajeron el asna y el pollino, y 19 Y viendo una higuera cerca del
pusieron sobre ellos sus mantos; camino, vino a ella, y no halló
y él se sentó encima. nada en ella, sino hojas
8 Y la multitud, que era muy solamente; y le dijo: Nunca más
numerosa, tendían sus mantos nazca de ti fruto. Y luego se secó
en el camino; y otros cortaban la higuera.
ramas de los árboles, y las 20 Viendo esto los discípulos,
tendían en el camino. decían maravillados: ¿Cómo es
9 Y la gente que iba delante y la que se secó en seguida la
que iba detrás aclamaba, higuera?
diciendo: ¡Hosanna al Hijo de 21 Respondiendo Jesús, les dijo: De
David! ¡Bendito el que viene en cierto os digo, que si tuviereis fe,
el nombre del Señor! ¡Hosanna y no dudareis, no solo haréis
en las alturas! esto de la higuera, sino que si a
10 Cuando entró él en Jerusalén, este monte dijereis: Quítate y
toda la ciudad se conmovió, échate en el mar, será hecho.
diciendo: ¿Quién es éste? 22 Y todo lo que pidiereis en
11 Y la gente decía: Este es Jesús el oración, creyendo, lo recibiréis.
profeta, de Nazaret de Galilea.
La autoridad de Jesús Los labradores malvados
(Mr. 11. 27-33; Lc. 20. 1-8) (Mr. 12. 1-12; Lc. 20. 9-19)
23 Cuando vino al templo, los 33 Oíd otra parábola: Hubo un
principales sacerdotes y los hombre, padre de familia, el cual
ancianos del pueblo se plantó una viña, la cercó de
acercaron a él mientras vallado, cavó en ella un lagar,
enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué edificó una torre, y la arrendó a
autoridad haces estas cosas? ¿y unos labradores, y se fue lejos.
quién te dio esta autoridad? 34 Y cuando se acercó el tiempo de
24 Respondiendo Jesús, les dijo: Yo los frutos, envió sus siervos a los
también os haré una pregunta, y labradores, para que recibiesen
si me la contestáis, también yo sus frutos.
os diré con qué autoridad hago 35 Más los labradores, tomando a
estas cosas. los siervos, a uno golpearon, a
25 El bautismo de Juan, ¿de dónde otro mataron, y a otro
era? ¿Del cielo, o de los apedrearon.
hombres? Ellos entonces 36 Envió de nuevo otros siervos,
discutían entre sí, diciendo: Si más que los primeros; e hicieron
decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por con ellos de la misma manera.
qué, pues, no le creísteis? 37 Finalmente les envió su hijo,
26 Y si decimos, de los hombres, diciendo: Tendrán respeto a mi
tememos al pueblo; porque hijo.
todos tienen a juan por profeta. 38 Más los labradores, cuando
27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: vieron al hijo, dijeron entre sí:
No sabemos. Y él también les Este es el heredero; venid,
dijo: Tampoco yo os digo con matémosle, y apoderémonos de
qué autoridad hago estas cosas. su heredad.
39 Y tomándole, le echaron fuera
Parábola de los dos hijos de la viña, y le mataron.
28 Pero ¿qué os parece? Un hombre 40 Cuando venga, pues, el señor de
tenía dos hijos, y acercándose al la viña, ¿qué hará a aquellos
primero, le dijo: Hijo, ve hoy a labradores?
trabajar en mi viña. 41 Le dijeron: A los malos destruirá
29 Respondiendo él, dijo: No quiero; sin misericordia, y arrendará su
pero después, arrepentido, fue. viña a otros labradores, que le
30 Y acercándose al otro, le dijo de paguen el fruto a su tiempo.
la misma manera; y 42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en
respondiendo él, dijo: Sí, señor, las Escrituras:
voy. Y no fue. La piedra que desecharon los
31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad edificadores,
de su padre? Dijeron ellos: Él Ha venido a ser cabeza del
primero. Jesús les dijo: De cierto ángulo.
os digo, que los publicanos y las El Señor ha hecho esto,
rameras van delante de vosotros Y es cosa maravillosa a
al reino de los Dios. nuestros
22
32 Porque vino a ojos?
vosotros Juan en 43 Por tanto os digo, que el reino de
camino de Dios será quitado de vosotros, y
justicia, y no le será dado a gente que produzca
creísteis; pero los publicanos y los frutos de él.
las rameras le creyeron; y 44 Y el que cayere sobre esta
vosotros, viendo esto, no os piedra será quebrantado; y
arrepentisteis después para sobre quien ella cayere, le
creerle. desmenuzará.
45 Y oyendo sus parábolas los afuera; allí será el lloro y el crujir
principales sacerdotes y los de dientes.
fariseos, entendieron que 14 Porque muchos son llamados, y
hablaba de ellos. pocos escogidos.
46 Pero al buscar cómo echarle
mano, temían al pueblo, porque
éste le tenían por profeta.
La cuestión del tributo
Parábola de la fiesta de (Mr. 12. 13-17; Lc. 20. 20-26)
bodas 15 Entonces se fueron los fariseos y
1 Respondiendo Jesús, les volvió a consultaron cómo sorprenderle
hablar en parábolas, diciendo: en alguna palabra.
2 El reino de los cielos es 16 Y le enviaron los discípulos de
semejante a un rey que hizo ellos con los herodianos,
fiesta de bodas a su hijo; diciendo: Maestro, sabemos que
3 y envió a sus siervos a llamar a eres amante de la verdad, y que
los convidados de las bodas; enseñas con verdad el camino
mas éstos no quisieron venir. de Dios, y que no te cuidas de
4 Volvió a enviar otros siervos, nadie, porque no miras la
diciendo: Decid a los apariencia de los hombres.
convidados: He aquí, he 17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es
preparado mi comida; mis toros lícito dar tributo a César, o no?
y animales engordados han sido 18 Pero Jesús, pero Jesús
muertos, y todo está dispuesto; conociendo la malicia de ellos,
venid a las bodas. les dijo: ¿Por qué me tentáis,
5 Mas ellos, sin hacer caso, se hipócritas?
fueron, uno a su labranza, y otro 19 Mostradme la moneda del
a sus negocios; tributo. Y ellos le presentaron un
6 y otros, tomando a los siervos, denario.
los afrentaron y los mataron. 20 Entonces les dijo: ¿De quién es
7 Al oírlo el rey, se enojó; y esta imagen, y la inscripción?
enviando sus ejércitos, destruyó 21 Le dijeron: De César. Y les dijo:
a aquellos homicidas, y quemó Dad, pues, a César lo que es de
su ciudad. César, y a Dios lo que es de
8 Entonces dijo a sus siervos: Las Dios.
bodas a la verdad están 22 Oyendo esto, se maravillaron, y
preparadas; más los que fueron dejándole, se fueron.
convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los La pregunta sobre la
caminos, y llamad a las bodas a resurrección
cuantos halléis. (Mr. 12. 18-27; Lc. 20. 27-40)
10 Y saliendo los siervos por los 23 Aquel día vinieron a él los
caminos, juntaron a todos los saduceos, que dicen que no hay
que hallaron, juntamente malos resurrección, y le preguntaron.
y buenos; y las bodas fueron 24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si
llenas de convidados. alguno muriere sin hijos, su
11 Y entró el rey para ver a los hermano se casará con su
convidados, y vio allí un hombre mujer, y levantará descendencia
que no estaba vestido de boda. a su hermano.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste 25 Hubo, pues, entre nosotros siete
aquí, sin estar vestido de boda? hermanos; el primero se casó, y
Más él enmudeció. murió; y no teniendo
13 Entonces el rey dijo a los que descendencia, dejó su mujer a
servían: Atadle de pies y manos, su hermano.
y echadle en las tinieblas de
26 De la misma manera también el 42 diciendo: ¿Qué pensáis del
segundo, y el tercero, hasta el Cristo? ¿De quién es hijo? Le
séptimo. dijeron: De David.
27 Y después de todos murió 43 Él les dijo: ¿Pues cómo David en
también la mujer. el Espíritu le llama Señor,
28 En la resurrección, pues, ¿de diciendo:
cuál de los siete será ella mujer, 44 Dijo el Señor a mi Señor:
ya que todos la tuvieron? Siéntate a mi derecha,
29 Entonces respondiendo Jesús, les Hasta que ponga a tus
dijo: Erráis, ignorando las enemigos por
Escrituras y el poder de Dios. estrado de tus pies?
30 Porque en la resurrección ni se 45 Pues si David le llama señor,
casarán ni se darán en ¿cómo es su hijo?
casamiento, sino serán como los 46 Y nadie le podía responder
ángeles de Dios en el cielo palabra; ni osó alguno desde
31 Pero respecto a la resurrección aquel día preguntarle más.
de los muertos, ¿no habéis leído
lo que os fue dicho por Dios, Jesús acusa a escribas y
cuando dijo: fariseos
32 Yo soy el Dios de Abraham, el (Mr. 12. 38-40; Lc. 11. 37-54; 20. 45-47)
23
Dios de Isaac y el Dios de Jacob? 1 Entonces habló Jesús
Dios no es Dios de muertos, sino a la gente y a sus
de vivos. discípulos, diciendo:
33 Oyendo esto la gente, se 2 En la cátedra de Moisés se
admiraba de su doctrina. sientan los escribas y fariseos.
3 Así que, todo lo que os digan
El gran mandamiento que guardéis, guardadlo y
(Mr. 12. 28-34) hacedlo; mas no hagáis
34 Entonces los fariseos, oyendo conforme a sus obras, porque
que había hecho callar a los dicen, y no hacen.
saduceos, se juntaron a una. 4 Porque atan cargas pesadas y
35 Y uno de ellos, intérprete de la difíciles de llevar, y las ponen
ley, preguntó por tentarle, sobre los hombros de los
diciendo: hombres; pero ellos ni con un
36 Maestro, ¿cuál es el gran dedo quieren moverlas.
mandamiento en la ley? 5 Antes, hacen todas sus obras
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu para ser vistos por los hombres.
Dios con todo el corazón, y con Pues ensanchan sus filacterias, y
toda tu alma, y con toda tu extienden los flecos de sus
mente. mantos;
38 Este es el primero y grande 6 y aman los primeros asientos en
mandamiento. las cenas, y las primeras sillas
39 Y el segundo es semejante: en las sinagogas,
Amarás a tu prójimo como a ti 7 y las salutaciones en las plazas,
mismo. y que los hombres los llamen:
40 De estos dos mandamientos Rabí, Rabí.
depende toda la ley y los 8 Pero vosotros no queráis que os
profetas. llamen Rabí; porque uno es
vuestro Maestro, el Cristo, y
¿De quién es hijo el todos vosotros sois hermanos.
Cristo? 9 Y no llaméis padre vuestro a
(Mr. 12. 35-37; Lc. 20. 41-44) nadie en la tierra; porque uno es
41 Y estando juntos los fariseos, vuestro Padre, el que está en los
Jesús les preguntó, cielos.
10 Ni seáis llamados maestros; necesario hacer, sin dejar de
porque uno es vuestro Maestro, hacer aquello.
el Cristo. 24 ¡Guías ciegos, que coláis el
11 Él que es el mayor de vosotros, mosquito, y tragáis el camello!
sea vuestro siervo. 25 ¡Ay de vosotros, escribas y
12 Porque el que se enaltece será fariseos, hipócritas! porque
humillado, y el que se humilla limpiáis lo de fuera del vaso y
será enaltecido. del plato, pero por dentro estáis
13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y llenos de robo y de injusticia.
fariseos, hipócritas! Porque 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo
cerráis el reino de los cielos de dentro del vaso y del plato,
delante de los hombres; pues ni para que también lo de fuera
entráis vosotros, ni dejáis entrar sea limpio.
a los que están entrando. 27 ¡Ay de vosotros, escribas y
14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois
fariseos, hipócritas! Porque semejantes a sepulcros
devoráis las casas de las viudas, blanqueados, que por fuera, a la
y como pretexto hacéis largas verdad, se muestran hermosos,
oraciones; por esto recibiréis mas por dentro están llenos de
mayor condenación. huesos de muertos y de toda
15 ¡Ay de vosotros, escribas y inmundicia.
fariseos, hipócritas! Porque 28 Así también vosotros por fuera, a
recorréis mar y tierra para hacer la verdad, os mostráis justos a
un prosélito, y una vez hecho, le los hombres, pero por dentro
hacéis dos veces más hijo del estáis llenos de hipocresía e
infierno que vosotros. iniquidad.
16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! 29 ¡Ay de vosotros, escribas y
Que decís: Si alguno jura por el fariseos, hipócritas! porque
templo, no es nada; pero si edificáis los sepulcros de los
alguno jura por el oro del profetas, y adornáis los
temple, es deudor. monumentos de los justos,
17 ¡Insensatos y ciegos! porque 30 y decís: Si hubiésemos vivido en
¿cuál es mayor, el oro, o el los días de nuestros padres, no
templo que santifica al oro? hubiéramos sido sus cómplices
18 También decís: Si alguno jura en la sangre de los profetas.
por el altar, no es nada; pero si 31 Así que dais testimonio contra
alguno jura por la ofrenda que vosotros mismos, de que sois
está sobre él, es deudor. hijos de aquellos que mataron a
19 ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál los profetas.
es mayor, la ofrenda, o el altar 32 ¡Vosotros también llenad la
que santifica la ofrenda? medida de vuestros padres!
20 Pues el que jura por el altar, jura 33 ¡Serpientes, generación de
por él, y por todo lo que está víboras! ¿Cómo escaparéis de la
sobre él; condenación del infierno?
21 y el que jura por el templo, jura 34 Por tanto, he aquí yo os envío
por él, y por el que lo habita, profetas y sabios y escribas; y
22 y el que jura por el cielo, jura por de ellos, a unos mataréis y
el trono de Dios, y por aquel que crucificaréis, y a otros azotaréis
está sentado en él. en vuestras sinagogas, y
23 ¡Ay de vosotros, escribas y perseguiréis de ciudad en
fariseos, hipócritas! porque ciudad;
diezmáis la menta y el eneldo y 35 para que venga sobre vosotros
el comino, y dejáis lo más toda la sangre justa que se ha
importante de la ley: la justicia, derramado sobre la tierra, desde
la misericordia y la fe. Esto era la sangre de Abel el justo hasta
la sangre de Zacarías hijo de
Berequías, a quien matasteis
entre el templo y el altar.
36 De cierto os digo que todo esto
vendrá sobre esta generación.
Jesús predice la
destrucción del templo
24(Mr. 13. 1-2; Lc. 21. 5-6)
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