Primera Exposición: Asesoría por Presunto Hurto
Buenos días, mi nombre es Maylen Anahí Gallón Litardo, practicante de la carrera de
Derecho. A continuación, presento el informe de una asesoría penal brindada como
parte de mis prácticas preprofesionales, con un análisis detallado del caso y su
fundamentación jurídica.El 8 de julio de 2025, a las 10:30 de la mañana, realicé una
asesoría presencial en el cantón Guayaquil al señor Dario Alejandro Salazar Palma,
quien buscaba orientación legal ante una denuncia por presunto hurto presentada por su
exsocio comercial.
El señor Salazar explicó que, tras la disolución de una sociedad comercial dedicada a la
venta de artículos electrónicos, retiró del local compartido ciertos bienes que
consideraba de su propiedad. Días después, recibió una citación judicial por hurto,
según lo establecido en el Art. 196 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que
define este delito como “La persona que sin ejercer violencia, amenaza o intimidación
en la persona o fuerza en las cosas, se apodere ilegítimamente de cosa mueble ajena,
será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años.”. El
denunciante, su exsocio, alega que los bienes retirados le pertenecían exclusivamente
Para determinar si la conducta del señor Salazar configura el delito de hurto, es crucial
analizar los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal:
1. Elemento objetivo: Sustracción de un bien mueble ajeno: Es necesario establecer
si los bienes retirados eran efectivamente de propiedad exclusiva del
denunciante o si existía una copropiedad derivada de la sociedad comercial. La
relación comercial previa entre las partes, formalizada en una sociedad, sugiere
que los bienes podrían estar sujetos a un acuerdo de copropiedad o distribución
tras la disolución. Según el Código Civil ecuatoriano, los bienes adquiridos en el
marco de una sociedad pertenecen a los socios en proporción a sus aportes, salvo
pacto en contrario. Por tanto, si el señor Salazar tenía derecho sobre los bienes
retirados, no se configuraría la sustracción de un “bien ajeno”.
2. Elemento subjetivo: Dolo o ánimo de apropiación: El hurto requiere que el
agente actúe con la intención de apropiarse del bien, sabiendo que no le
pertenece. En este caso, el señor Salazar afirmó que retiró los bienes bajo la
creencia de que le correspondían legalmente. Esta percepción, si se corrobora
con pruebas, podría excluir el dolo, elemento esencial del delito. La ausencia de
dolo específico descarta la tipicidad de la conducta como hurto, pudiendo
tratarse de un conflicto civil por derechos de propiedad más que de un delito
penal.
3. Contexto de la relación comercial: La disolución de la sociedad implica que
cualquier disputa sobre los bienes debería resolverse en el ámbito civil, salvo
que se demuestre una intención ilícita clara. La denuncia por hurto podría ser
una estrategia del exsocio para presionar en el conflicto comercial, lo que
requiere un análisis cuidadoso de las pruebas.
Recomendaciones brindadas:
Recopilación de pruebas: Orienté al señor Salazar a presentar el contrato de
sociedad, el acuerdo de disolución, facturas, recibos o cualquier documento que
acredite su derecho de propiedad o copropiedad sobre los bienes. También le
sugerí buscar testigos o grabaciones de seguridad que confirmen los hechos.
Derechos procesales: Le informé que, conforme al Art. 5 numeral 4 del COIP,
goza de la presunción de inocencia, y que, , tiene derecho a no autoincriminarse,
a guardar silencio y a ser asistido por un abogado defensor en todas las etapas
del proceso penal.
Estrategia de defensa: Le recomendé solicitar a su abogado que analice la
posibilidad de desvirtuar el dolo mediante pruebas documentales y que, en su
caso, explore una conciliación extrajudicial con el denunciante, conforme al Art.
642 del COIP, para evitar la judicialización innecesaria de un conflicto de
naturaleza civil.
Evitar confrontaciones: Le sugerí mantener una actitud prudente y evitar
cualquier interacción con el denunciante que pudiera complicar el caso.
Fundamentos jurídicos:
Art. 196 del COIP: Definición del delito de hurto.
Art. 5 del COIP: Principios del proceso penal, incluyendo la presunción de
inocencia.
Art. 76 de la Constitución: Garantías del debido proceso.
Este caso me permitió aplicar conocimientos teóricos para distinguir entre un conflicto
penal y uno civil, destacando la importancia de analizar el dolo y la titularidad de los
bienes. La empatía y la claridad en la comunicación fueron clave para orientar al
asesorado en un momento de incertidumbre.
Segunda Exposición: Asesoría por Presunta Violencia Psicológica
Buenas tardes, mi nombre es Maylen Anahí Gallón Litardo, practicante de Derecho.
Procedo a exponer una asesoría penal brindada en el marco de mis prácticas
preprofesionales, con un análisis jurídico detallado y fundamentado.El 10 de julio de
2025, a las 3:00 de la tarde, realicé una asesoría telemática vía videollamada a la señora
Stefanny Mariela Vera Martínez, quien solicitó orientación por una citación judicial
derivada de una denuncia por presunta violencia psicológica presentada por su expareja.
La señora Vera explicó que enfrenta un conflicto con su expareja por la custodia de su
hijo menor de edad. Durante una discusión reciente, él la denunció por violencia
psicológica, alegando que sus palabras le causaron una afectación emocional. El delito
está tipificado en el Art. 157 del COIP, que sanciona “las conductas que causen daño
psicológico grave y sostenido a la mujer o miembros del núcleo familiar, mediante
amenazas, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, hostigamiento,
persecución, control, insultos u otras acciones”
: Para determinar si la conducta de la señora Vera configura el delito de violencia
psicológica, es necesario evaluar los elementos del tipo penal:
1. Elemento objetivo: Conducta que cause daño psicológico: La violencia
psicológica requiere una afectación grave y sostenida, demostrable mediante
pruebas como informes psicológicos, testimonios o grabaciones. No toda
discusión verbal, aunque acalorada, constituye este delito. En este caso, la
denuncia parece basarse en un incidente aislado durante un conflicto por
custodia, lo que podría no cumplir con lo exigido por el Art. 157 del COIP.
2. Elemento subjetivo: Dolo: La conducta debe ser intencional, con el propósito de
causar daño psicológico. Si la señora Vera actuó en el contexto de una discusión
sin intención de menoscabar la estabilidad mental de su expareja, el dolo podría
no configurarse, debilitando la acusación.
3. Contexto del conflicto por custodia: La denuncia podría ser una estrategia de la
expareja para obtener ventaja en el proceso civil de custodia. Esto plantea la
posibilidad de una denuncia infundada, lo que podría ser sancionado conforme al
Art. 271 del COIP (denuncia maliciosa), si se demuestra mala fe.
Recomendaciones brindadas:
Recopilación de pruebas: Orienté a la señora Vera a reunir evidencia que
demuestre su conducta adecuada, como mensajes respetuosos, reportes escolares
que reflejen una relación positiva con su hijo, o testimonios de terceros.
También le sugerí considerar un informe psicológico propio para contrarrestar
posibles pruebas de la contraparte.
Derechos procesales: Le expliqué que, según el Art. 5 numeral 4 del COIP, goza
de la presunción de inocencia, Además, le indiqué que puede solicitar medidas
de protección bajo el Art. 519 del COIP si se siente intimidada por su expareja.
Estrategia de defensa: Recomendé que su abogado refute la acusación
demostrando la ausencia de daño psicológico grave o de dolo, y que evalúe la
posibilidad de una contradenuncia por denuncia falsa si se acredita la mala fe del
denunciante.
Impacto en la custodia: Le advertí que este tipo de denuncias puede influir en el
proceso de custodia, por lo que debe actuar con cautela y respaldar sus acciones
con asesoría legal.
Fundamentos jurídicos:
Art. 157 del COIP: Definición de violencia psicológica.
Art. 5 del COIP: Presunción de inocencia y principios del proceso penal.
Art. 519 del COIP: Medidas de protección.
Este caso resaltó la complejidad de los conflictos familiares con implicaciones penales,
requiriendo un análisis cuidadoso para distinguir entre conductas penalmente relevantes
y disputas civiles. La aplicación de un enfoque de género y la empatía fueron esenciales
para orientar a la asesorado en un contexto sensible.