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Antología Literaria.

El documento detalla la creación de una antología literaria que debe incluir escritos originales de los estudiantes, como autobiografías, fábulas, cuentos y poemas, entre otros. Se especifican los requisitos de presentación y los elementos que debe contener, como introducción, prólogo, contenido ilustrado y epílogo. Además, se ofrece una explicación sobre los géneros literarios, incluyendo el narrativo, lírico y dramático, así como sus características y subgéneros.

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Antología Literaria.

El documento detalla la creación de una antología literaria que debe incluir escritos originales de los estudiantes, como autobiografías, fábulas, cuentos y poemas, entre otros. Se especifican los requisitos de presentación y los elementos que debe contener, como introducción, prólogo, contenido ilustrado y epílogo. Además, se ofrece una explicación sobre los géneros literarios, incluyendo el narrativo, lírico y dramático, así como sus características y subgéneros.

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UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE

QUETZALTENANGO, GUATEMALA, C.A.


LITERATURA UNIVERSAL
LICDA. PAOLA VALESKA ROJAS MAZARIEGOS.

ANTOLOGÍA LITERARIA:

Una antología es una recopilación o colección de obras notables por algún motivo en particular, de
alguien o algo en específico.En el contexto literario, una antología contendría una selección de textos de
un autor.

En su antología literaria deben incluir los siguientes escritos, hechos por ustedes mismos, es decir de su
propia inspiración.

1. Autobiografía
2. 1 fábula,
3. 1 leyenda,
4. 1 cuento,
5. 1 novela,
6. 1 ensayo,
7. 1 chiste o historieta
8. 1 crónica,
9. 1 reportaje
10. 1 poema,
11. 1 oda,
12. 1 elegía,
13. 1 canción,
14. 1 madrigal,
15. 1 égloga,
16. 1 epitafio,
17. 1 sátira,
18. 1 copla,
19. 1 soneto.
20. 1 tragedia
21. 1 comedia
22. 1 drama

Escrito en computadora, letra Times New Roman # 12, a renglón y medio.

El trabajo debe presentarse en físico, empastado e identificado con el logo de la Universidad de


Occidente, su nombre, carrera y fecha en la portada y contraportada,
Debe llevar:

 Introducción
 Prólogo o prefacio (puede ser elaborado por una persona que usted elija)
 Contenido ilustrado (sus escritos)
 Epílogo

Fecha de entrega:

Sábado 28 de octubre.
UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE
QUETZALTENANGO, GUATEMALA, C.A.
LITERATURA UNIVERSAL
LICDA. PAOLA VALESKA ROJAS MAZARIEGOS.
MATERIAL DE APOYO.

GENERO ÉPICO O NARRATIVO:

Cuando hablamos del género narrativo nos referimos a uno de los más importantes del ámbito literario,
en donde se relata un hecho o suceso, ficticio o real.

A lo largo de la redacción narrativa se presentan personajes que cuentan con una descripción y un papel
en el curso de la historia. Cada uno de estos personajes participan a partir de un punto de vista o
perspectivas en las que se involucran sus emociones, pensamientos y personalidades.

Y es que, narrar quiere decir: relatar o contar unos acontecimientos que componen la historia central.

En este género literario, el mundo creado es ficticio, aunque existen textos en los que se describen
historias basadas en hechos reales. Aun así, una parte de esa narración suele ser inventada por el propio
autor, pues siempre se aportan más episodios y detalles.

Otras de sus características son:

En muchas de las narraciones se emplea la tercera persona para desarrollar el hecho, aunque en otras
ocasiones se narra la historia en primera persona para profundizar más en lo que siente y piensa el/la
protagonista.

Cuando nos encontramos un texto redactado con este género, en algunos casos se complementa con los
diálogos y descripciones.

Cualquier texto narrativo básico dispone de tres partes para que su desarrollo sea correcto y
comprensible: introducción o planteamiento, nudo y desenlace.

El género de la narración es tan amplio que podemos encontrar diferentes tipos de textos según las
características de las que disponga, la estructura y la disposición de sus elementos.

subgéneros narrativos hay y cuáles son?

Dentro de los textos narrativos encontramos unos subgéneros narrativos que se diferencian entre ellos
por unas características que los hacen únicos. A continuación, desarrollaremos las particularidades de
cada uno y pondremos ejemplos para que puedas diferenciarlos sin problema.
Cuento

Se trata de una redacción breve que puede ser ficticia o real. Suele estar escrito en prosa y destaca por
ser breve, con pocos personajes y una trama fácil de entender que lleva rápidamente al desenlace. Su
finalidad es educativa, con unos personajes que tienen que resolver problemas para llegar a su objetivo,
como el cuento de “Los tres cerditos”.

Novela

La novela es uno de los subgéneros narrativos más populares. Su redacción es en prosa y está narrada
con hechos ficticios o a partir de hechos reales. Se caracteriza por contar con mucha más extensión que
el cuento, tener una estructura compleja y con mayor cantidad de personajes. En este caso, un ejemplo
muy conocido es el libro de “Matar a un ruiseñor”.

Fábula

Seguro que alguna vez has leído la famosa fábula de “La liebre y la tortuga”. Este tipo de narración es un
relato breve y ficticio que tiene un fin didáctico y una moraleja. Es un género literario que se emplea
para enseñar unos valores, por lo que suele orientarse al ámbito infantil y tener protagonistas que son
animales.

Crónica

En este caso, el texto es periodístico y se desarrolla siguiendo un orden cronológico para contar una
historia real. Se redacta mediante un lenguaje sencillo, personal y directo. Las crónicas, en la actualidad,
se publican en diarios, revistas o se relatan en programas de televisión y podcast. También se transmite a
través de libros, como la crónica conocida: “La crónica, ornitorrinco de la prosa”, de Juan Villoro.

Reportaje

Continuando con este sector, el reportaje consiste en una investigación periodística que tiene carácter
informativo. El tema se desarrolla de forma extensa y detallada, más que una noticia. El acontecimiento
que se expone suele ser de interés popular y se caracteriza por requerir bastante planificación para
abordar sus etapas y toda la información obtenida. Un reportaje muy visitado es el de: “La fiebre del
aguacate. El fruto de la discordia en Michoacán”, de Gatopardo.

Elementos de la narración

Ahora que ya sabemos mucho más del género narrativo, vamos a conocer los elementos que lo
componen y lo han convertido en uno de los géneros literarios más empleados en la actualidad. Los
principales componentes de este género son:

Narrador: es la persona que relata los hechos de la historia. En este género, es posible hacerlo en
primera o tercera persona. Este último puede ser externo (cuando cuenta los acontecimientos tal y como
suceden), u omnisciente (al narrar las acciones y conocer los pensamientos y emociones de los
personajes).

Personajes: son los que aparecen en la obra y participan en los acontecimientos que cuenta el narrador.
Entre los personajes se encuentra el/la protagonista, quien lleva el peso y el papel principal en la obra.
En algunos subgéneros, el número de personajes es bajo, pero en novelas más largas se suelen dar
personajes principales y secundarios.

Trama narrativa: este concepto hace referencia a las acciones que se producen desde el inicio hasta el fin
de la narración. Para las obras más largas, el argumento es complejo y mantiene al lector intrigado,
mientras que hay otras en las que la trama es corta y sencilla. Estas acciones suceden en un tiempo y
espacio determinados.

Ambientación: como intuirás, estamos hablando del lugar, la situación en la que se produce, el momento
determinado y otros detalles de la trama. Esto aporta al lector una idea de lo que el autor quiere
transmitir.

Temática: según el tema que trate y cómo estén desarrollado los elementos nombrados con
anterioridad, la temática de la obra se puede clasificar en histórica, de terror, romántica, de fantasía,
entre otras.

Estilo: cada autor se desenvuelve de una manera en la narración. Por consiguiente, el estilo es la forma
de escribir del autor (uso de los recursos literarios, categorías gramaticales, empleo de adjetivos, usar
pocos diálogos, etc.).

Diálogo: en el género narrativo, el diálogo lo mantienen los personajes de la obra para expresar sus
ideas, emociones o sentimientos.

GENERO LÍRICO O POÉTICO:

La lírica o género lírico es uno de los más antiguos géneros literarios, cuya expresión habitual es el
poema, en sus múltiples y muy diferentes presentaciones posibles.

Es decir, la lírica es el nombre tradicional para eso que modernamente denominamos poesía, si bien sus
orígenes antiguos estaban más vinculados al canto y a la música, que a la composición literaria
contemporánea, y abarcaban distintos tipos de canto que hoy en día consideramos un género aparte.

Se habla de género lírico en oposición, normalmente, al género épico, es decir, al narrativo. Sin embargo,
ambas son categorías literarias antiguas.

Dado que la expresión histórica tradicional de cualquier obra literaria era el verso, especialmente antes
de la invención de la escritura (servía de regla mnemotécnica), durante mucho tiempo se empleó el
término poesía lírica para referirse a las formas de la poesía, en distinción al término poesía épica, que
aludía a los textos narrativos en verso.

La diferencia entre uno y otro radica, al igual que hoy en día, en que la narrativa cuenta una historia,
mientras que la poesía se centra en la transmisión de sentimientos, perspectivas, sensaciones y
reflexiones a través de un lenguaje metafórico o poético.

Características del género lírico:

En general, el género lírico se caracteriza por lo siguiente:

Expresa una realidad subjetiva del poeta o compositor, como sus sentimientos, impresiones, reflexiones,
etc., usando para ello un lenguaje propio, original, en el que abundan los recursos retóricos, como la
metáfora.
Emplea el verso para expresarse, tanto así que antiguamente se estudiaba la lírica conforme a la métrica,
o sea, al tipo de verso empleado según su número de sílabas. Actualmente, en cambio, se prefiere el
verso libre, sin métrica, y existen también la prosa poética y el poema en prosa.

Antiguamente era acompañada de música, como lo que hoy en día entendemos por canción o canto,
mientras que en la actualidad se reserva para la lectura silente o para la declamación, en recitales y
lecturas de poesía.

Emplea un lenguaje rico en figuras literarias y giros lúdicos, que puede llegar incluso a ser críptico, o sea,
oscuro o difícil de entender.

Origen del género Lírico:

El género lírico nació en la Antigüedad, como una forma común de expresión de las culturas de la época,
usualmente acompañada de diferentes instrumentos musicales.

De hecho, parece ser la forma más antigua de composición poética, presente incluso en textos sagrados
o religiosos, como los Cánticos de Moisés y los Salmos de David del Antiguo Testamento, o en los poemas
antiguos de la India como el Rig-veda (siglo XV a. C.). Debemos comprender que estos textos, si bien hoy
no se consideran poesía (en algunos casos ni siquiera literatura), son previos a la idea misma de poesía
que manejamos hoy.

Como en muchas otras artes, los grandes cultores y estudiosos de la lírica en Occidente fueron los
antiguos griegos, quienes la acompañaban con el sonido de la lira (de donde proviene su nombre) u
otros instrumentos musicales, y empleaban para ella cierto tipo de versificación muy específica.

El filósofo Platón (c. 427-347 a. C.) consideraba la lírica como el género propio “del recital del poeta”,
mientras que su discípulo Aristóteles (384-322 a. C.) se dedicó a su estudio formal en la Poética (335 a.
C.), comprendiéndola como la palabra cantada y acompañada de música, sin que medie en ella intención
alguna de relato.

Composiciones literarias o subgéneros del Género Lírico:

Oda. Composición poética de tono elevado y a menudo cantado, en la que el poeta expresa la
admiración del poeta por algún aspecto vital que atrapa su reflexión, como la patria, el amor, etc.

Elegía. Similar a la oda, pero de carácter lamentoso, la elegía es un poema o canto de dolor ante algo
perdido: un amante, la vida, la juventud, la ilusión, la patria, etc. Era común su inscripción en lápidas o
estatuas mortuorias, emparentadas con el epigrama.

Epigrama. Poema brevísimo en el que se expresa, de manera similar a un aforismo, un pensamiento


festivo, satírico o irónico, comúnmente para grabarlo en la superficie de algún objeto de valor
sentimental.

Himno. Un tipo de canto lírico en el que se expresa alegría y celebración, especialmente ante situaciones
gozosas o históricas, como la victoria, la fundación de la patria o la gloria divina. Pueden estar, por ende,
dedicados a los dioses, la patria o a un héroe particular.
Balada. Típico de la Edad Media y el siglo XIV, la balada es una composición poética que evoca una
musicalidad muy marcada, sin necesidad de ser acompañada por instrumentos. Para ello, repite un verso
o estribillo al final de cada tres estrofas, como si fuera una canción.

Soneto. Una de las formas poéticas más populares durante el Renacimiento, cuyos poemas de tema
diverso se estructuraban siempre conforme al mismo orden: catorce versos de arte mayor
(endecasílabos), organizados en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. De esta manera, el soneto
tenía una introducción, desarrollo y conclusión en su abordaje del tema.

Elementos del género lírico:

Las obras del género lírico suelen constar de los siguientes elementos:

Poema. Un poema es una obra de longitud variable, escrita en versos, en la que un hablante poético
expresa una realidad subjetiva mediante un lenguaje propio. Así, un libro de poesía, obviamente,
contiene poemas.

Verso. Cada una de las líneas en las que se escribe un poema, y que pueden tener una longitud variable
y estar escritas con o sin rima final. Es oponible, pues, a la prosa (el texto continuo).

Estrofa. Una estrofa es un conjunto de versos que constituyen una unidad dentro del poema, y que
deben ser leídos en conjunto, aparte del resto del texto. Son equivalentes a los párrafos de la prosa.

Rima. Se llama así a la similitud fonética que dos o más versos presentan en sus sílabas finales, y que
puede ser de dos tipos: asonante, cuando coincide su letra final, y consonante, cuando coincide toda la
sílaba final.

Métrica. Antiguamente, se empleaba la métrica como una forma de estudio del poema, midiendo la
cantidad de sílabas por verso (y de versos por tipo de poema), en base a criterios fijos y recurrentes.

GÉNERO DRAMÁTICO

En arte y literatura, cuando hablamos del género dramático nos referimos al género teatral, también
llamado drama (del griego drama, “acción” o “actuación”). Este es un género que se caracteriza por
representar situaciones a través del diálogo y las acciones de los personajes, ya sea en el texto escrito (el
“guión” teatral) o en una representación escénica (la “puesta en escena” teatral).

Sin embargo, a diferencia de otros géneros literarios y narrativos, los eventos del género dramático
ocurren en un presente continuo, frente a los ojos del espectador, y sin la intermediación de un narrador
de ningún tipo.

Aunque es común manejar los términos drama y teatro como sinónimos, muchos especialistas señalan
ciertas diferencias:

Drama: Se refiere específicamente a la parte escrita de este arte, o sea, a un género literario, por lo
tanto, es fruto de un dramaturgo.

Teatro: Involucra la parte actuada, o sea, un arte escénica en sí misma. Es decir que es obra de un
director teatral.
Sin embargo, ambos aspectos están unidos y son inseparables a la hora de pensar este tipo de
representación artística.

El género dramático tuvo sus orígenes en la antigüedad griega, específicamente en el culto a Dionisos,
dios del vino y de la alegría, cuyas celebraciones consistían en el canto de himnos y, posteriormente, la
representación de escenas mitológicas.

El teatro llegó a ser parte fundamental de la educación ciudadana griega, y sus grandes dramaturgos
como Tespis (c. 550-500 a. C.), Esquilo (c. 526-c.455 a. C.), Sófocles (496-406 a. C.) y Eurípides (c. 484-406
a. C.) se inspiraron en los personajes y las anécdotas de su tradición religiosa, para construir una obra
vasta y profunda que en gran medida sobrevive todavía.

Posteriormente, el drama fue heredado a Roma, cuyos grandes cultores del género fueron Plauto (254-
184 a. C.), Terencio (185-159 a. C.) y Séneca (4 a. C.-65 d. C.). Tras un importante hiato durante el
Medioevo cristiano, la tradición teatral fue retomada en Europa durante los siglos XI y XII, en los que
resurgieron la comedia escrita en latín y la escenificación de pasajes del evangelio cristiano.

La primera obra teatral escrita completamente en español fue el “Auto de los Reyes Magos”, pieza
anónima escrita en el siglo XIII, de la que se conservan unos 147 versos aproximadamente.

Características del género dramático

El género dramático se caracteriza por lo siguiente:

Los antiguos griegos llamaban “drama” a toda forma de actuación, independientemente de su


contenido. Su equivalente actual sería “teatro”. No debemos confundir este uso del término con lo que
hoy en día entendemos por “dramático”, o sea, vinculado a la tragedia y al sufrimiento emocional.

Si bien posee un texto literario de base, está pensado fundamentalmente para su escenificación, o sea,
para ser actuado en un escenario. Por ello el texto dramatúrgico posee indicaciones y marcas para guiar
la representación, aunque esta última queda libre a interpretación del director de la obra.

Representa un conjunto de acciones que forman parte de un relato, pero a diferencia de la narrativa lo
hace en un presente inmediato, o sea, hace ocurrir las cosas frente al espectador, y normalmente carece
de todo tipo de narradores.

El género dramático combina el arte literario y el arte escénico, y es considerado uno de los géneros
artísticos más potentes de la tradición occidental.

Composiciones o subgéneros dramáticos:

Ha habido, a lo largo de la historia, muchas formas de clasificar y subdividir el género dramático, algunas
propias de su época de origen, como las propuestas por Aristóteles (384-322 a. C.) en su Poética, y otras
muy posteriores que evidencian la evolución del teatro conforme el paso de los siglos.

Actualmente, se considera que existen siete géneros dramáticos mayores, diferenciados entre realistas
(apegados a lo verosímil) y no realistas (que se toman licencias frente a lo real), y que son:
La tragedia. Género realista, de gran tradición en Occidente, que se dedica a narrar la caída de
personajes ilustres, para conmover al público a partir de su sufrimiento. Un claro ejemplo de ello son las
tragedias griegas clásicas, como Edipo Rey de Sófocles.

La comedia. Género realista, contrapartida de la tragedia, dado que se ocupa de personajes vulgares,
comunes y corrientes, representados mediante la ridiculización o exageración de sus rasgos, moviendo a
los espectadores a la risa o a la simpatía. Esto ocurre a partir de una identificación con el personaje que,
en muchos casos, puede apuntar a un trasfondo moralista, pues busca dejar algún tipo de enseñanza. Un
perfecto ejemplo de comedia son las piezas del francés Molière (1622-1673), como El tartufo o El avaro.

La pieza. Género realista, caracterizado por someter a personajes comunes y corrientes a situaciones
complejas y experiencias límites, que sin embargo no causan necesariamente una transformación en el
fuero interno del personaje. Un ejemplo de ello es Casa de muñecas del escandinavo Henrik Ibsen (1828-
1906).

La tragicomedia. Género realista, de protagonistas arquetípicos o incluso estereotípicos, que a lo largo


de la obra persiguen algún tipo de ideal: el éxito, el amor, etc. Como su nombre lo indica, reúne
elementos trágicos y cómicos en una anécdota compleja, que también abre lugar al sarcasmo y la
parodia. Un ejemplo de ello es La tragicomedia de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas (c. 1470-
1541).

El melodrama. Género no realista, que relata anécdotas complejas protagonizadas por personajes
dotados de reacciones emocionales exageradas, y que acompañadas por música y otros “efectos”
teatrales buscan en el espectador una respuesta emocional superficial. Desde el siglo XVII existe
principalmente como un género de ópera, y posteriormente en la radio, cine y televisión. Un buen
ejemplo de ello es el Pagliacci de Ruggero Leoncavallo (1857-1919) o Madame Butterfly de Giacomo
Puccini (1858-1924).

La obra didáctica. Género no realista, presentada al público en forma de reflexión o de silogismo, y que
marcha en pos de una enseñanza o un aprendizaje, a través de personajes sencillos y una anécdota
compleja. Un perfecto ejemplo de ello es El círculo de tiza caucasiano del alemán Bertolt Brecht (1898-
1956).

La farsa. Género no realista, que echa mano a elementos de cualquier otro de los géneros dramáticos,
para llevar a sus personajes hacia situaciones caricaturescas o simbólicas, a menudo funcionando como
una parodia. Desde cierto punto de vista, no se trata de un género en sí mismo, sino de un
procedimiento de reapropiación de los demás. Un ejemplo de farsa es Esperando a Godot de Samuel
Beckett (1906-1989).

Además de estos siete, existen un número variable de subgéneros menores, considerados tendencias
transitorias o puntuales en la historia del género, como el teatro del absurdo, el teatro de la crueldad, el
teatro existencialista, etc.

Elementos del género dramático

El género dramático consta de diferentes elementos, tanto para su escritura como para su
representación escénica:
La acción. El conjunto de acciones e intercambios que tienen lugar en escena durante la representación
de la obra, y no todos los cuales están contemplados necesariamente en el texto escrito. En general, la
acción compone el argumento de la obra, es decir, la historia que se desarrolla frente a nuestros ojos.

La espacialidad. El escenario o lugar ficcional en donde ocurre la obra, representado a través de


elementos escénicos reales (decorados, instrumentos, etc.) o imaginarios (aquellos que se hacen
“aparecer” mediante la actuación).

La temporalidad. En la obra coinciden dos formas muy distintas de tiempo, que son el tiempo de la obra,
es decir, el tiempo que abarca el despliegue de la acción y que pueden ser minutos, semanas, meses o
años, dependiendo de la anécdota contada; y el tiempo de la representación, que es el tiempo real que
toma contar la anécdota, o sea, el tiempo de duración del espectáculo, usualmente comprendido entre
una y tres horas.

Los personajes. Cada actor en escena le pone cuerpo a un personaje de la anécdota, de acuerdo a lo
contemplado en el guion. Los personajes pueden ser protagónicos o secundarios, y pueden presentarse
al público acompañados de disfraces, o no. En la antigüedad griega los actores empleaban máscaras que
dejaban en claro a qué personaje encarnaban.

El conflicto. En toda obra dramática hay un conflicto que es la fuente de la tensión en la historia, o sea,
que genera suspenso y ganas de seguir contemplando la obra (o seguirla leyendo). Dicho conflicto surge
a partir de los deseos del protagonista y su encuentro con la realidad del resto de los personajes, es
decir, cuando dos o más visiones de mundo se enfrentan en el argumento.

Estructura de la obra dramática

Las obras dramáticas pueden variar en cuanto a estructura, pero en general se estructuran:

Actos: Son unidades amplias en que la obra se segmenta, separadas entre sí por un descanso (entreacto)
representado por una bajada del telón, oscuro o mecanismo similar.

Escenas: Son las unidades en que se divide cada acto, y que se corresponden con la presencia en el
escenario de ciertos personajes o elementos, o sea, que están determinadas por la entrada o salida de
los actores al escenario.

Una obra teatral puede tener 2, 3, 5 o hasta 7 actos o más, y cada uno de ellos un número diverso de
escenas.

Por otro lado, hablando en términos narrativos, una obra teatral se divide, según la visión aristotélica
clásica, en tres segmentos claramente diferenciados: inicio, desarrollo y desenlace.

Al inicio le corresponde la presentación de los personajes y del conflicto, generalmente a partir de


posturas contrarias que son ofrecidas al público.

Al desarrollo le corresponde la complicación de la trama, conduciendo a los personajes al


enfrentamiento decisivo o a la situación límite, que es donde el relato alcanza su punto máximo de
tensión.

Al desenlace le corresponde la resolución del conflicto y la presentación de un nuevo orden de las cosas,
que resuelve las tensiones y brinda el fin de la obra.

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