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Tema 4 - Metafísica

La metafísica es la rama de la filosofía que estudia la realidad, su naturaleza y las preguntas fundamentales sobre la existencia. Se divide en ontología, cosmología y teología racional, y ha evolucionado hacia paradigmas contemporáneos que cuestionan las nociones tradicionales de realidad, especialmente en el contexto de la tecnología y la globalización. Además, se exploran enfoques como el materialismo de Marx y el espiritualismo de Aristóteles, que ofrecen diferentes perspectivas sobre la relación entre la realidad material y las ideologías.

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Tema 4 - Metafísica

La metafísica es la rama de la filosofía que estudia la realidad, su naturaleza y las preguntas fundamentales sobre la existencia. Se divide en ontología, cosmología y teología racional, y ha evolucionado hacia paradigmas contemporáneos que cuestionan las nociones tradicionales de realidad, especialmente en el contexto de la tecnología y la globalización. Además, se exploran enfoques como el materialismo de Marx y el espiritualismo de Aristóteles, que ofrecen diferentes perspectivas sobre la relación entre la realidad material y las ideologías.

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¿Qué es la metafísica?

La metafísica es la rama de la filosofía que se dedica al estudio de la realidad en sí


misma, de su naturaleza más profunda, quiere establecer un consenso ante la pregunta
qué es la realidad. La metafísica trata de responder a preguntas fundamentales sobre
la existencia, cuál es el sentido de la vida humana, la identidad, el cambio, las relaciones
y la clasificación de las cosas.

Se divide en tres grandes ramas:

1. La ontología: Estudia la naturaleza del ser en general. Se ocupa de las categorías


fundamentales del ser, como la sustancia, la propiedad, la relación, etc. y de la relación
entre las partes y el todo.

2. La cosmología: Estudia el origen, la estructura y el orden del universo. Se pregunta


por el origen del mundo, el cosmos, el tiempo, el espacio, la materia, la energía, etc. Es
una rama ligada a la física y la cosmogonía.

3. La teología racional: Estudia las pruebas de la existencia de Dios y los atributos


divinos. Se ocupa de demostrar la existencia de un ser supremo, omnipotente,
omnisciente y omnibenevolente que sería el creador del universo.

En síntesis, la metafísica estudia los aspectos más fundamentales de la realidad,


intentando dar respuestas a las grandes preguntas que han fascinado al ser humano
desde siempre, cuyas respuestas han constituido el sentido de la vida para la
humanidad.

Para su mejor comprensión, dividiremos nuestro tema en tres bloques, atendiendo al hilo
de la Historia, y partiendo desde el presente, según este esquema:

I. Cambios en el paradigma metafísico contemporáneo:


- Conceptos como la hibridez, los cyborgs (seres que combinan orgánico e inorgánico) y
nuevas formas de subjetividad se están imponiendo. → DONNA HARAWAY
- Algunos filósofos hablan incluso de una "metafísica de los videojuegos". → ANTONIO
FLORES LEDESMA
- La tecnología, especialmente la digital, está cambiando nuestra visión de la realidad: ¿y
si aplicamos esto a la posibilidad de construir una forma de entender las relaciones
humanas que sea “radicalmente otra”? → ISABELLE STENGERS
- El contexto actual, globalizado y mediatizado, ha roto con las estructuras tradicionales,
dando lugar a una “realidad líquida” → ZYGMUNT BAUMAN
II. El paradigma metafísico materialista:
- El marxismo (MARX, ENGELS) ve la materia como la sustancia fundamental de la que
surge la realidad. La historia se desarrolla conforme a leyes objetivas y va avanzando en
un movimiento dialéctico.

III. El paradigma metafísico espiritualista:


- En la Grecia clásica, PLATÓN sostenía que el mundo de las ideas era lo verdaderamente
real, y que el mundo material era imperfecto y derivado de ellas.
- ARISTÓTELES, por el contrario, pensaba que la materia era lo primero y fundamental.
Distinguía potencia (posibilidad) y acto (actualidad), así como sustancia (lo permanente)
y accidentes (propiedades cambiantes).

I. Cambios en el paradigma metafísico contemporáneo:

La metafísica tradicional estaba centrada en paradigmas esencialistas, que postulaban la


existencia de sustancias o entidades fundamentales inmutables que constituyen la
realidad última (ideas, materia, espíritu, etc.).

Sin embargo, el mundo actualizado por las tecnologías digitales está cambiando este
enfoque. Algunas filósofas como Donna Haraway (1944) hablan de una "realidad
híbrida", en la que la frontera entre lo humano y lo tecnológico se difumina. Aparecen
nuevas figuras como los "cyborgs" -seres cibernéticos que combinan elementos
orgánicos e inorgánicos-. También se plantean nuevas formas de subjetividad, identidad
y consciencia que interactúan con las redes sociales y los flujos de información.

Antonio Flores Ledesma (1991), por su parte, ha propuesto hablar de una


"metafísica de los videojuegos", en la que la realidad se constituye a través de reglas
de juego y dispositivos ludicotecnológicos. Los mundos virtuales generados por
ordenador tienen una consistencia ontológica, y nuestra experiencia real se redefine al
interactuar con ellos. Todo esto cuestiona la distinción clásica entre lo real y lo irreal, lo
físico y lo digital, lo artificial y lo natural.

Frente a los paradigmas esencialistas, emerge una nueva sensibilidad relacional y


procesual. No hay sustancias fundamentales, sino vínculos dinámicos entre entidades
que se cruzan por casualidad. La realidad se constituye a través de relaciones de poder,
más que por la presencia de esencias. Y está en constante cambio, re-definiéndose con
cada nuevo dispositivo tecnológico o cada interacción en red. La realidad se ha vuelto
líquida tal y como definió el recientemente fallecido Zygmunt Bauman (1925 - 2017).

Estamos ante una revolución metafísica de calado, que desplaza los horizontes
ontológicos en los que habíamos ubicado tradicionalmente nuestra existencia. La
tecnología se integra en la propia trama de la realidad, planteando fascinantes
interrogantes sobre nuestra relación con ella.
¿Puede “la máquina” considerarse un ser metafísico más, al lado
de materia y espíritu? ¿O disuelve toda metafísica esencialista en pura relacionalidad y
proceso? Abre un apasionante debate en torno a los fundamentos de nuestra
comprensión del mundo.

El sociólogo polaco Zygmunt Bauman propuso la idea de la "realidad líquida"


para describir las características de la realidad social en la que vivimos actualmente,
una realidad que fluye y cambia rápidamente.

Según Bauman, la realidad se ha vuelto líquida porque las formas sociales pierden su
solidez estructural y su consistencia y se disuelven con rapidez. Todo se vuelve volátil
y provisional.

Algunas claves de la realidad líquida son:

1. Las relaciones humanas se vuelven débiles y fragmentarias, en lugar de duraderas y


sólidas como antes. Los vínculos se pueden disolver con facilidad.

2. Las identidades individuales se vuelven líquidas, se fragmentan y se recomponen


constantemente. Ya no hay identidades fijas.

3. Las estructuras sociales pierden solidez. Las instituciones se vuelven débiles y los
marcos de referencia tienden a disolverse rápidamente. Todo se vuelve provisional.

4. La información fluye en una corriente continua y se volatiliza rápidamente. Lo que


hoy es “trending topic”, mañana es “lo que el viento se llevó”.

5. El tiempo se vuelve líquido, se comprime en la necesidad de coleccionar


experiencias de presente con voracidad. Predomina la inmediatez sobre las largas
duraciones.

6. La seguridad ontológica desaparece. Los individuos viven en un estado de


permanente inquietud e incertidumbre sobre su propia situación y futuro.

Isabelle Stengers (1949) propone la idea de las “ficciones especulativas” como una
aproximación distinta a los géneros de ciencia ficción, distopía o fantasía. En vez de
partir de tendencias tecnológicas o sociales actuales para imaginar futuros posibles, las
ficciones especulativas se plantean preguntas radicales sobre el presente, cuestionando
las ideologías dominantes o los supuestos validados como sentido común, para explorar
sus posibilidades en escenarios alternativos.
Para comprender mejor el concepto, pongamos como ejemplo
algunas de las cuestiones que las ficciones especulativas podrían
plantear son:

•¿Y si el capitalismo no fuera la única opción para organizar la


economía? ¿Cómo sería una sociedad postcapitalista?

•¿Qué pasaría si el cuidado de la vida del planeta pasase a ser el eje


central de toda la política global, dejando en segundo plano los
intereses de las empresas?

•¿Qué pasaría si cuestionamos la ideología de la libertad individual


por encima de todo? ¿Qué tipo de sociedad emergería?

•¿Cómo serían los roles de género y las relaciones de poder si


empezáramos de cero?

La idea es que al poner en entredicho los supuestos fundamentales de nuestro sistema,


podamos imaginar formas radicalmente otras formas de vivir, de organizarnos
socialmente y de relacionarnos. Las ficciones especulativas buscan así propiciar la
reflexión crítica sobre los límites de nuestro presente y explorar alternativas de sentido.
No pretenden predecir el futuro sino cuestionar el presente.

La propuesta de Isabel Stangers sobre las ficciones especulativas, aporta las siguientes
ideas a la reflexión sobre el cambio de paradigma metafísico en el pensamiento
contemporáneo:

1) Cuestiona los supuestos dominantes. Tanto las ficciones especulativas como un


nuevo paradigma metafísico cuestionan los axiomas fundamentales que sustentan
nuestra visión del mundo: la necesidad de trabajar como fuente de sustento, la idea de
familia nuclear como pilar de la estructura social, o el ya nombrado capitalismo.
Proponen preguntarnos como si esos supuestos no fueran los únicos posibles.

2) Explora alternativas radicalmente otras. Buscan abrir nuestra mente a


posibilidades insospechadas. Supone una actitud de receptividad a lo impensado.

3) Pretende una mirada crítica al presente. Las ficciones especulativas sirven para
problematizar el presente y avanzar hacia formas más justas y emancipadoras de
entenderlo.

4) Propicia una relectura política de los géneros de la imaginación. Se trata de


proponer una ciencia ficción, una fantasía o cualquier género imaginativo que sea más
desafiante, políticamente y comprometido con los cambios sociales. Romper con la
cultura del espectáculo como mera evasión o escapismo.
II. El paradigma metafísico materialista:

MARX (1818-1883)

Marx pensador de la sospecha: Se suele incluir al materialismo histórico en lo que se


ha llamado “teorías o filosofías de la sospecha”: las “filosofías de la sospecha” mantienen
que para comprender la conducta de un individuo o de un grupo social no es adecuado
atender a la explicación que dicho individuo o grupo da, pues dicha explicación no es
objetiva, está mediatizada, es consecuencia de los intereses del individuo o grupo.

Para entender a un individuo o grupo es necesario “sospechar” de la comprensión que él


tiene de sí mismo y remitirse a otro nivel de realidad distinto al de la propia conciencia.

Los pensadores de la sospecha han sido Freud que destaca la motivación inconsciente en
la conducta humana, Nietzsche, para el que la cultura occidental esconde su carácter
anti-vital, y el marxismo, según el cual el fundamento verdadero de la conducta social no
está en el nivel de la comprensión que los hombres tienen de sí mismos, comprensión
que se sitúa en el nivel de las ideologías, sino en el nivel de los intereses económicos y
políticos del grupo dominante.

Metafísica de Marx

Karl Marx ha sido el filósofo del siglo XIX de mayor repercusión en diversos ámbitos,
como el social, el económico y el político. Semejante influencia se puede comprender si
atendemos a sus propias palabras: ”Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo
de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.”

Marx defiende la idea de que la realidad no es estática sino dinámica y cambiante.


Pero la realidad a la que se refiere Marx es la realidad material, por lo tanto, lo que
cambia es la materia. El ser humano mediante el trabajo transforma la materia,
por tanto, la capacidad de trabajar y transformar se convertirá en un rasgo
distintivo del ser humano en la filosofía marxista o marxiana.
Así pues, Marx habla de un materialismo en el que nos plantea que no son las
ideologías las que determinan una realidad concreta, sino que es la realidad
material la que produce su propia ideología. Es decir, son las relaciones materiales y
el sistema de producción de una comunidad, aquello que condiciona la cultura, la
religión, las costumbres y la moral de esa misma comunidad. Para Marx, pues, no es
extraño que comunidades donde se mantienen condiciones de vida diferentes, sostengan
costumbres y creencias diferentes. Y es que la infraestructura o sistema económico de
una comunidad (fuerzas de producción y relaciones de producción) determina la
superestructura (cultura, instituciones, ideologías, costumbres, normas morales…).

Materialismo histórico. Es un método de análisis de la realidad social con pretensiones


de cientificidad. Ha de servir para descubrir las leyes que explican el desarrollo
histórico y así prever el futuro social.

Si se analiza toda la historia desde esta perspectiva, observamos en todas las épocas
una estructura económica donde hay una oposición entre poseedores y desposeídos, que
paradójicamente, son quienes trabajan. Esto llevó a Marx a afirmar que “la historia de
todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de
clases”: cada sistema económico tiene en esta tensión una contradicción interna que
se resuelve mediante una revolución política, en la que se cambia el sistema. El
problema es que ese cambio sólo transforma las relaciones de dominio, no las
elimina, por lo que genera la alienación constante de los seres humanos.

Podríamos afirmar que el materialismo marxiano consiste en defender que la historia


avanza dialécticamente impulsada por las tensas relaciones de producción.

Así un sistema económico concreto (tesis), a causa de las incoherencias


internas, genera su propio opuesto, su negación (antítesis). Del
enfrentamiento entre uno y otro surge una situación económica y social
nueva (síntesis). Sin embargo la síntesis, al ser instaurada como tesis,
vuelve a generar todo el proceso: tesis, antítesis y, nuevamente, síntesis.

Aplicado a la historia más reciente y tomando el capitalismo como tesis, el materialismo


histórico descubre cuáles son las contradicciones que se generan en las relaciones de
producción.

Estas relaciones de explotación y opresión entre los que poseen medios de producción
(propietarios) y los que solamente poseen su propia fuerza del trabajo (proletariado)
provocan su negación y superación.

Los obreros, como clase desprotegida, se rebelan e instauran la dictadura del


proletariado (antítesis).

De esta oposición surge una nueva situación económica y social, el comunismo


(síntesis).
El comunismo implica abolir la propiedad privada de los medios de producción y así
desaparecerán las divisiones de clase, por lo que ya no habrá lucha social, que es el
motor de la historia. En consecuencia la historia se detendrá y la humanidad disfrutará,
al fin, de paz, igualdad y libertad. El comunismo, según Marx, traerá el fin de la
Historia.

III. El paradigma metafísico espiritualista:

Aristóteles:
INTRODUCCIÓN

Para adentrarnos en la metafísica de Aristóteles, profundizamos en la siguiente frase del


autor: “todos los hombres desean por naturaleza saber”. El hombre por instinto natural
es curioso y desea conocer las cosas de su alrededor. Ahora bien, habrá distintas formas
de conocer y acercarse a la realidad. Por lo general, Aristóteles identifica a la persona
sabia como aquella que conoce las causas de las cosas, frente a aquellos que actúan sin
saber por qué hacen las cosas, por la simple experiencia de sus sentidos. Cuanto más
profundo sea nuestro conocimiento de las causas, más universal será nuestra sabiduría y
más podremos saber de ellas.

Independientemente, y superior a los datos de los sentidos y de la conciencia, hay todo


un mundo que jamás conocerá el hombre perfectamente. La experiencia nos da a
conocer cualidades, fenómenos y cambios de todos los géneros, pero todo esto es
contingente, variable y accidental; y tales conocimientos no pueden constituir una
ciencia verdadera.

Esto no implica que el filósofo Aristóteles no diera gran importancia al saber técnico, que
es un tipo de saber que se obtiene mediante el estudio o la experiencia, lo que indica es
que una vez que el hombre ha resuelto sus necesidades básicas contempla la realidad de
forma desinteresada y curiosa. Este mundo que le rodea se revela maravilloso para él e
intenta averiguar el orden que explica esa realidad. Es en este punto cuando hablamos
de la investigación filosófica.

La investigación filosófica va a ser, a su vez, clasificada en dos grandes ramas: la


filosofía práctica (ética, política) y la teórica (física, metafísica…). Siendo la última teoría,
la metafísica, el epicentro o la base sobre la que se construye el resto.

Dentro de esa división. De forma más sencilla, Aristóteles se va a preguntar por qué
existen las cosas, de qué están formadas, y por qué se transforman unas en otras.

METAFíSICA DE ARISTÓTELES

La metafísica es una de las ramas de la filosofía que se pregunta ¿Qué es la realidad?


Estudia la realidad, sus componentes, su estructura y su naturaleza. O dicho de otra
forma, se ocupa del Ser, de las propiedades de todo lo que existe. Se considera la rama
más representativa de la filosofía y significa más allá de la física. Aristóteles para
responder a esta pregunta que se formula, creó sus propias teorías metafísicas.
Las teorías son las siguientes:
● La Teoría Hilemórfica.
● Potencia y Acto.
● La Teoría de las 4 causas.
● La Teleología y la Teoría del Primer Motor Inmovil.

Teoría Hilemórfica

La Teoría Hilemórfica de Aristóteles nos explica su teoría metafísica, es decir, qué es la


realidad para él.

¿Qué es la realidad? ¿Qué es el Ser?

Para él la realidad es la sustancia, aquello que es y existe, todo lo que podemos


percibir por los sentidos.

La sustancia está formada por materia y forma. Van juntas y no se pueden separar de la
sustancia.
➔ Materia: Siendo la materia de lo que está compuesto algo. Es pasiva, es decir, que no
cambia y se encuentra en imposibilidad del ser. Implica contradicción, como que una
cosa sea y no sea al mismo tiempo.
➔ Forma: Y explica la forma como el conjunto de cualidades que hace que algo sea lo
que es. Es lo que hace que una sustancia sea lo que es. Es la parte inteligible (no se
puede tocar) del ser y puede darse en diferentes modos, es decir, que es cambiante.

Por ejemplo: Una sustancia sería un vestido. La materia, la tela, y la forma, que el
vestido sea corto, con manga corta, ceñido al cuerpo …
Por lo tanto, según la forma que le dé a la materia será una sustancia u otra. Si corto la
mitad de la tela y la uno en forma de círculo, obtendré una falda y no un vestido. Con
esto podemos concluir que la sustancia es cambiante.

Potencia y Acto

Es la primera teoría que utiliza Aristóteles para explicar por qué la sustancia cambia.

En esta teoría Aristóteles empieza haciendo una crítica a Parménides. Le dice que se
equivocó porque contemplaba una única forma de “no ser”, “el ser absoluto” (no hay
cambio) mientras que él contemplaba una forma de “no ser absoluto” y “no ser relativo”.

Ante esto propone dos formas de “no ser”:


➔ “El no ser absoluto”: El cual es y no puede llegar a serlo.
Por ejemplo: Un huevo no es un árbol y nunca lo será.
➔ “El no ser relativo”: El cual no es pero puede llegar a serlo. Por
ejemplo: Un huevo no es una gallina, pero puede llegar a serlo.
De el último “no ser”, el relativo, se derivan dos conceptos que nos ayudan a
entenderlo:
➔ Potencia: Lo que puede “llegar a ser”.
➔ Acto: Lo “que es”, lo que ocurre en el momento.

Estos dos conceptos solo se pueden usar en “el no ser relativo” puesto que en acto es
una cosa y en potencia otra. Por ejemplo: En acto el algodón es una planta y en
potencia es una camiseta de algodón.

Además, dice que el acto es la actualización de la potencia. El acto actualiza a la


potencia y esto ocurre gracias a unos cambios. La potencia es “lo que es” pero puede
pasar a ser otra cosa actualizada.

Potencia: Para que algo sea una potencia va a depender de la materia que haya.
Dependiendo de la materia tendrá más o menos potencialidades.

Acto: La forma es lo que hace en acto algo.

Teoría de las 4 causas

Es la segunda teoría de Aristóteles que explica por qué la sustancia cambia. Para explicar
el cambio Aristóteles nos indica que tenemos que basarnos en estas cuatro causas:

1.​ Primera. Causa Material: Sin materia no se produce cambio.


2.​ Segunda. Causa Formal: Es la esencia, la forma propia de cada cosa, lo que
hace que una cosa sea. Es necesario que haya una nueva forma para que haya
cambio.
3.​ Tercera. Causa Eficiente: Tiene que haber algo o alguien que haga el cambio.
4.​ Cuarta. Causa Final: El objetivo para el cual se ha producido ese cambio.

Para entenderlo mejor vamos a utilizar como ejemplo la causa de construir una casa.

1.​ Causa Material: Madera, hierro, cemento, ladrillos, tejas… Todos los materiales
que usamos para construir una casa.
2.​ Causa Formal: Los planos de la casa, para saber la forma que le vamos a dar.
3.​ Causa Eficiente: Los constructores, albañiles, ingenieros, arquitectos, fontaneros,
electricistas… Todas las personas cualificadas para hacer este trabajo.
4.​ Causa Final: Una vivienda donde alojarse y poder dormir, en definitiva, una casa.

Teleología + Teoría del Primer Motor Inmovil

Aristóteles le da tanta importancia a la última causa de la Teoría de las Cuatro Causas


que crea otra teoría exclusiva para la Causa Final.
La Teleología es la disciplina que estudia las finalidades, todo tiende a una finalidad y
para conseguir ese fin todo tiene que pasar por un cambio. Por Ejemplo: Nos dice que en
la naturaleza es la perfección, pero aunque sea perfecta también tiene un fin y su fin es
mejorarse y perfeccionarse. Y para llegar a la perfección, que es su fin, tiene que
actualizarse por medio del cambio.

La Teoría del Primer Motor Inmóvil es la última de las teorías que utiliza Aristóteles
para explicar por qué la sustancia es cambiante, sin que esto afecte a su Ser.

En esta teoría, Aristóteles nos explica el movimiento del universo. Plantea que el
universo está formado por dos mundos:

● El Mundo Sublunar. Al que pertenece el espacio entre la Luna y la Tierra, formado


por cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.
● El Mundo Supralunar. Al que pertenece el espacio entre la Luna y la esfera de las
estrellas fijas.

Por tanto, las esferas y los dos mundos se dividen por la Luna.

En el Mundo Sublunar hay un movimiento rectilíneo, es decir, que según Aristóteles los
cuatro elementos van cambiando, se van mezclando a través de movimientos de subida
y bajada.

Mientras, en el Mundo Supralunar, el movimiento es circular. Nos dice que las esferas se
van moviendo unas a otras por frotación, y que este movimiento es constante e infinito.

Puesto que en esa cosmovisión se consideraba que el universo era limitado, Aristóteles
se preguntó: ¿Quién mueve a la primera esfera?

El Primer Motor Inmóvil, mueve a las demás esferas, pero él no se mueve puesto que
no necesita ser movido.
Características:
● Es un acto puro sin materia. Esto nos da a entender que no tiene materia y por lo
tanto no puede cambiar. Es perfecto, eterno e inmóvil.
● Es considerado un ser supremo en el cosmos, por lo que posteriormente acabaría
relacionado con Dios.

CONCLUSIÓN

Llegamos a la conclusión de que Aristóteles aunque parezca materialista, porque nos


habla de la sustancia y hace mucho hincapié en sus causas materiales y formales, es
espiritualista porque nos habla de un primer motor inmóvil el cual es equiparable a un
Dios, que no tiene materia y es un elemento suprasensible, esto es, que escapa a
nuestro sentidos y posibilidad de experimentación.
Platón:
INTRODUCCIÓN

Platón, (apodo que significa el de anchas espaldas, su verdadero nombre es Aristocles),


es un filósofo de la Grecia clásica, y con él nos situamos en Atenas, ciudad-estado, en
los siglos V-IV a.n.e.
Platón fue discípulo de Socrates.
El panorama filosófico que se encuentra Platón es un abismo metafísico, planteado por
Parménides y Heráclito. Para Parménides la realidad es el Ser y este es inmutable y
perfecto y sólo se puede conocer a través de la razón.
Por otro lado, Heráclito nos plantea la realidad como devenir, en constante cambio, por
lo que sólo podemos conocerla a través de los sentidos.

METAFíSICA DE PLATÓN: Teoría de las Ideas

Platón intentará superar este abismo respondiendo a la pregunta metafísica ¿qué es la


realidad? con un DUALISMO COSMOLÓGICO. La realidad está formada por dos mundos:
-​ El mundo de las Ideas
-​ El mundo de las Cosas

Aunque Platón habla de un dualismo, para él la verdadera realidad es el mundo de las


ideas, aquel que podemos conocer con los ojos de la mente, es decir podemos ver más
allá del acto concreto, ver lo estable, lo eterno. Los ojos físicos sólo me permiten ver
temporalidad, cosas que cambian constantemente y de las que no puedo obtener
conocimiento.

Mundo de las Ideas. La idea, del griego eidos: aspecto, forma. Para Platón la idea es la
forma pura, invisible en sí misma que se encuentra en la base de todas las cosas. Y tiene
las siguientes características:
* Perfectas
* Inmutables
* Únicas
* Eternas
* Ingenerables

Las ideas están jerarquizadas, pues no todas tienen el mismo valor.


Para Platón la idea suprema es la Idea de Bien, que otorga el ser a las demás ideas y es
la causa del conocimiento y de la verdad. En palabras de Platón el Bien es aquello que
“persigue y con miras a lo cual obra siempre toda alma”. Pero esta idea de Bien, no sólo
tiene importancia en la rama teórica, sino que en la Filosofía práctica debe guiarnos
tanto en lo público como en lo privado (Política y Ética). Platón le da tanta importancia
en su filosofía a la Idea del Bien, que podríamos decir que está hablando de un Dios.
La jerarquía sería la siguiente: ​
- Idea de Bien
-​ Idea de Justicia y Belleza
-​ Idea de los demás valores y virtudes
-​ Ideas de objetos matemáticos
-​ Ideas de las cosas
Mundo de las Cosas.
Con las cosas, Platón se refiere al mundo sensible, que para él es un mundo aparente
que se conoce a través de los sentidos.
Podemos observar que las características de las cosas son la opuestas a las de las ideas.
Características:
* Imperfectas
* Mutables
* Múltiples
* Finitas
* Engendrado/creado

Lo que nos plantea Platón son dos mundos completamente opuestos y por ello nos
podemos preguntar qué relación existe entre ellos. Platón nos responde que el mundo de
las cosas es una COPIA IMPERFECTA DE LAS IDEAS. Y nos lo explica con el mito del
Demiurgo.
Esta copia imperfecta carece de esencia, es decir la esencia de una cosa no está en esa
cosa, sino en la idea. Con esto Platón desvaloriza el mundo de las cosas, relegando a
mundo aparente.

Mito del Demiurgo:


En la obra Timeo, Platón nos explica la relación que existe entre el mundo sensible y
el mundo de las ideas.
En el origen se encontraba el mundo de las Ideas, el Demiurgo y una masa caótica e
informe.
El Demiurgo es un hacedor (no un creador) y tomando como modelo el mundo de las
ideas, trabaja la masa caótica introduciendo en ella armonía y orden. Y así se forma el
mundo de las cosas. Cada cosa es una copia de una idea perfecta.
El Demiurgo introduce en las cosas una finalidad, que hace que las cosas tiendan a su
propia perfección a su propio bien. Esta tendencia hacía el Bien, lo denomina Platón
como impulso amoroso.

CONCLUSIÓN
La metafísica de Platón (Teoría de las Ideas) es una síntesis de los planteamientos de
Parménides y Heráclito, pero hemos podido ver que desvalora claramente el mundo de las
cosas, siendo la auténtica realidad el mundo de las Ideas.
Platón nos propone una metafísica espiritualista.

Anexo:
Pero la Teoría de las Ideas no está presente sólo en su metafísica, y en su epistemología.
Platón afirmará que el mundo de las cosas no nos proporciona conocimiento sino
Opinión=Doxa y sólo el mundo inteligible (Mundo de las Ideas + Objetos matemáticos) nos
proporciona verdadero conocimiento, Ciencia=Episteme. Y con ello nos invita a salir del
mundo de las cosas y aspirar al mundo de las Ideas. Platón nos lo explicará en el Mito de la
Caverna.
Aristóteles le criticará que realmente no superó el abismo creado por
Parménides y Heráclito, pues simplemente superpuso ambos mundos. También
le critica que la esencia de un objeto esté fuera de ese objeto.

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