Tema: La gran comisión
En esto consiste el amor, no en que nosotros amamos a Dios, sino que Él nos amó
a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4-10).
Cristo habló de la comisión recibida del Padre. Al final de su ministerio terreno, se
dirigió al Padre diciéndole: “Te he glorificado en la tierra; he acabado la Obra que
me diste que hiciese”. En pasajes como Isaías 53; 12 se hace especial mención de
la recompensa dada por el Padre al Hijo por haber cumplido su obra.
Ahora con su autoridad como el Creador, Sustentador y Redentor, Cristo ha dado
la comisión al hombre de anunciar de su reino a toda criatura.
Es por ello que una de las tareas encomendadas a la Iglesia, el cuerpo glorioso de
nuestro salvador Jesucristo, es el de la evangelización, el llevar las buenas nuevas.
Los siguientes temas están divididos en cinco días, para poder completar la semana
de estudio y predicación a aquellos que el Señor en su voluntad permitirá que
reciban el mensaje. Esperando que este mismo caiga en buena tierra para producir
los frutos que glorifiquen el nombre de Cristo.
Tema Lunes: Muchos son llamados, pocos son los escogidos San Mateo
22:1-14
Introducción: El acto celebrativo es uno de esos momentos que disfrutamos con
nuestros más allegados familiares y amigos, cumple su función recreativa para el
gozo y disfrute de los hombres. Dentro de este marco escritural, Jesús hace esta
referencia a un evento tan importante como la celebración de una boda, en el cual
se hacen todos los preparativos y se da aviso a los invitados. Sin embargo, podemos
leer la sorprendente falta de interés de aquellos que fueron convidados a este
banquete, y no conformes con ello, incluso asesinaron a los siervos que llevaban la
invitación.
¿quién en su sano juicio despreciaría una invitación tal cual?
   1- Muchos son llamados
¿Alguna vez usted ha leído o escuchado acerca de Jesús de Nazaret?
Talvez sí, sin embargo, no es lo mismo leer la biografía de un hombre, a realmente
conocerlo tal cual es.
Muchos han escuchado el mensaje del evangelio, han leído las historias bíblicas,
incluso hay quienes están de acuerdo con ciertas enseñanzas del cristianismo, pero
el alcance de su fe, y su compromiso al Señor distan mucho de lo que es realmente
conocerlo.
San Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Solamente escuchan la voz del Señor y atienden su llamado aquellos en los que el
Santo Espíritu ha hecho morada en sus corazones, Él es quien revela al Hijo de
Dios, a Cristo. Hace que nuestros oídos estén atentos a la invitación de esa
celebración.
La parábola continua:
Aunque la Escritura señala que los primeros invitados no fueron dignos de esta
invitación, creemos que los que procedieron a aceptarla tampoco lo eran.
Esta historia cuenta que los siervos salieron por nuevos invitados, buenos y malos,
a todos es anunciado el mensaje de redención
Al pueblo de Israel fue encomendada la Palabra y el testimonio acerca de Dios, pero
durante repetidas ocasiones se mostró un pueblo rebelde. Debido a esa falta de
interés la promesa fue abierta a toda nación. No es hasta la llegada de Cristo y su
sacrificio que dio esa comunión con el Padre a través de Él.
   1- Pocos los escogidos
El evento se llenó ahora sí de todos aquellos que atendieron la voz, algunos lo
hacían por fe, otros fueron por curiosidad.
El seguir a Cristo sin realmente conocer las implicaciones de su llamado es andar
vacilantes en nuestro andar, personas que realmente no entienden la gravedad de
sus pecados y la grandiosa obra de Cristo; andan como ciegos y errantes, llevados
por cualquier viento de doctrina, hombres y mujeres tibios que al final serán
rechazados como la parábola en cuestión. Un hombre que no llevaba la ropa
acostumbrada para una ocasión tan especial, fue sacado, atado y arrojado al fuego
eterno. Esta última parte no se refiere literalmente a la ropa de aquel hombre, sino
de una evidente falta de santificación, como dice hebreos 12:14. “Seguid la paz con
todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”, aun esta obra de santificación
es realizada por el Santo Espíritu, es por ello que al presentarse a la fiesta y no estar
sellado por la obra de la tercera persona de la trinidad, este personaje fue
rechazado.
Así sucederá con aquellos que han pretendido ser “cristianos” o “buenas personas”
bajos sus propios méritos, serán apartados al no ser reconocidos por el Salvador.
El llamado a tomar su cruz y seguirle sigue vigente, ¡Dichosos los que oyen la voz
del Pastor de Pastores! ¡Dichosos los que se hayan escritos en el libro de la vida!
¡Dichosos los que han muerto al viejo hombre y quienes han sido nacidos de nuevo
en Cristo! Leer Romanos 9:1-11
   Tema Martes: ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
                  perdiere su alma? San Mateo 16:21-28
Hoy en día el afán de los hombres son las riquezas y la fama, en diferente grado,
pero son sus principales metas. Ponen sus tesoros en las cosas terrenales.
En este pasaje el Señor reprende a Pedro por no ver las cosas con claridad, el no
poder ver la gloria de Cristo en su muerte y la amplitud de su reino. Les señala
también a sus discípulos el costo de seguirle. Tomar la cruz de Cristo se refiere a
una vida de abnegación a los malos deseos, a los apetitos de la carne, a una
constante búsqueda de la voluntad de Dios.
Previamente Pedro había sido reconocido por declarar quien es Jesús, el hijo del
Dios viviente, sin embargo, aunque uno reconozca al Señor como su Redentor,
puede aún tener residuos de egoísmo y poca disposición de servicio.
   1- El verdadero propósito de nuestro existir es El, nuestro Señor Jesucristo. San
      Mateo 6:33
En esta paradoja “El que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su
vida por causa de mí, la hallará” Cristo nos enseña la importancia de reconocerle
como nuestro salvador, y a entender que todas las cosas inclusive la misma vida no
vale nada si no le hemos conocido, y si no nos hemos rendido a su servicio.
El seguir a Cristo implica una disposición al sufrimiento y a la persecución;
sufrimiento al ser despreciados por el mundo, tal como Él lo fue. Y aunque
actualmente en muchas partes del mundo no somos perseguidos, nuestra
persecución es ser atacados constantemente con falsas ideologías.
Los primeros cristianos vivieron en carne propia el costo de seguir al Señor, muchos
fueron muertos de maneras inimaginables. Hoy en día esto debe recordarnos y ser
un testimonio de nuestras prioridades.
   2- El seguir a Cristo nos hace enemigos del mundo. Santiago 4:4
De que aprovecha tener todas las cosas, acumular riquezas, vivir una vida sin
límites; de qué sirve ser amigo del mundo, si al final somos llamados enemigos de
Dios. Por eso la Escritura señala como necios a aquellos que han despreciado la
obra Redentora de Cristo, pues ante toda evidencia de su gloria han preferido una
vida apartada a El.
1 Juan 2:15-17 Nos enseña cuales aquellas cosas del mundo, los deseos de la
carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Aquellas cosas que no
provienen del Padre, sino de corazones orgullosos y faltos de sabiduría.
Pero todas estas cosas pasarán, todas ellas serán con su merecido pago, no podrá
el hombre dar precio por su vida. La Salvación es del Señor y él conoce a los suyos,
y los suyos le conocen. Como dice el apóstol Pablo: “Para mí el vivir es Cristo…”
Esto es lo que realmente importa en la vida, vivir por Él y para Él.
Entender la importancia de Jesucristo y toda su obra debe ser nuestra prioridad,
todo lo demás debe ser para nosotros solamente añadidura.
            Tema Miércoles: Tomando el arado. San Lucas 9:57-62
¿Cuáles son las excusas para no escuchar el llamado de Cristo y seguirle?
En el pasaje de este día, aprenderemos que no basta solamente tener buenas
intenciones de seguir a Jesús, en tres ocasiones algunos que estaban con Él
escuchando sus enseñanzas recibieron la invitación de seguirle. Pero tristemente
ninguno estaba dispuesto a abandonar todo por Él.
Veamos cada una de estas situaciones
   1- El Primero pensó que con seguirle desaparecerían sus problemas
Muchos viven engañados al pensar que vivir para Cristo nos garantiza una vida sin
sufrimiento, una vida de comodidad. Aún hay quienes prometen una vida sin dolor;
y aunque no todo el tiempo estamos sufriendo, no podemos negar que cuando
comenzamos a vivir conforme a lo que el Señor nos manda en su Palabra, aparecen
en nuestra vida situaciones que nos confrontan y nos causan dolor. Cristo nos
enseña que en este mundo tendremos aflicción, pero que no nos aflijamos que Él
ya lo ha vencido.
Por lo tanto, nos debemos gozar aun en las aflicciones, ya que este gozo no nace
de nosotros, sino de la obra de Dios en la vida de sus hijos. Además, como dice
Romanos 8:28, todas las cosas nos ayudan a bien, esto es a los que son llamados
según su propósito.
El temor a sufrir por Cristo ha dejado atrás a muchos. Pero nosotros no somos los
que volvemos atrás. El llevar las marcas del sufrimiento por seguir a Cristo debe por
el contrario animarnos a padecer como nuestro Maestro.
   2- El segundo pensó que podía aplazar el tiempo para servirle
Cuantas veces hemos dicho que sí seguiremos al Señor, pero que todavía no es la
hora, o que no nos encontramos listos para congregarnos en alguna iglesia local. Y
a los que ya estamos participando en sus actividades, cuantas veces se nos ha
invitado a participar con nuestros dones, y decimos que aún no es tiempo.
Estás y más excusas podemos poner con tal de seguir en nuestra comodidad
El llamado del Señor siempre viene acompañado con una pronta respuesta, cuando
juntó a sus discípulos cada uno estaba en sus diferentes actividades, así el Señor
cuando nos llama a través de su Palabra y por la obra de su Santo Espíritu, nos
llama en la condición que estamos, pero ese llamado a seguirle implica un cambio
de dirección en nuestro vivir. No hay manera de posponer ese llamado eficaz del
Señor. Pues aún Lázaro el que ya hacía cuatro días de muerto tuvo que escuchar
esa voz de autoridad. El hombre escogido por Dios no es vacilante a atender su
llamado, por el contrario, está atento a la voz de su Maestro, y está dispuesto a
entregarse por completo a Él.
   3- El tercero pensó que podía seguirle sin desapegarse del mundo
Aunque no pareciera tener nada de malo la petición de despedirse de los familiares,
la verdadera intención de este hombre no era ir a contar a los de su casa acerca de
su decisión; sino una excusa que demostró su apego a las personas y a las cosas.
Leer San Lucas 14:25-33. Jesús enseñó que para edificar una casa y para planear
una guerra, es necesario cuantificar los recursos, esto para que entendamos que el
seguirle no es algo de lo que podamos arrepentirnos. Ninguno que poniendo su
mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios; En el texto Bíblico,
la palabra “aborrecer” es una hipérbole, la cual es la exageración de una situación
para que podamos comprender la importancia de su mensaje. Puesto que la
Escritura nos enseña a honrar a nuestros padres y a amar a nuestros prójimos,
debemos entender que el amar al Señor Jesucristo es y debe ser la prioridad sobre
cualquier persona u objeto, no hay mayor propósito para nosotros que amarle y
servirle. El resultado de amarle y servirle, es el amor y el servicio a los demás.
El desapegarnos del mundo, no se refiere a una vida sin responsabilidades ni falta
de compromiso; al contrario, entendemos que este es el reino de Dios, y nosotros
somos su creación, es nuestro deber ser buenos siervos, mayordomos y custodios.
Pero el desapegarnos sí es el vivir reconociendo que nada es nuestro, todo es de
nuestro Dios; nada deber ser objeto de incumplir el llamado de Dios.
           Tema Jueves: Parábola del sembrador San Mateo 13:1-9
Conocida como la parábola del sembrador, esta parábola nos enseña acerca de la
semilla esparcida, la cual es la Palabra del Reino de Dios. Y cuatro corazones
diferentes, cuatro diferentes respuestas al mensaje.
   1- La recepción de la Palabra de Dios por parte de un hombre está
      determinada por la condición de su corazón
En esta ocasión hablaremos sobre estos escenarios, en el primero la semilla cae
junto al camino; es decir no alcanza profundidad necesaria y queda expuesta a ser
quitada. Como Cristo más adelante nos explica en el pasaje, estos son aquellos en
los cuales la Palabra ha sido presentada, pero que no la pueden entender. Esos
corazones continúan en su ceguera a pesar de haber escuchado el mensaje del
evangelio.
El segundo corazón ha escuchado la Palabra, sin embargo, al ser sembrada sobre
piedra, no alcanza a echar raíz. Estos son aquellos que al momento la reciben con
gozo, y los vemos animados; pero al presentarse las aflicciones y persecuciones,
en sus vidas, al no tener raíz abandonan el camino de la fe en Cristo. ¿A cuántos
hemos visto en esta condición?
El tercer corazón está representado como aquella semilla que cayó entre espinos,
este al igual que los anteriores, oye la Palabra, pero que los afanes de este siglo y
las riquezas lo ahogan. En esta triste condición están aquellos que han soltado el
arado y se han vuelto atrás, despreciando el mensaje de salvación; estos son
aquellos que no pueden dejar de servir a sus dioses, y que en la primera oportunidad
abandonan lo que han recibido de Dios.
Todas estas tierras han mostrado la condición de un corazón caído, un corazón en
su estado de corrupción. Es imposible que alguno pudiera recibir la Palabra y que
por propia decisión la hiciera germinar y producir algún tipo de planta.
Pero lejos de causarnos algún tipo de desánimo estos tres escenarios, resplandece
el amor y la gracia de Dios. En que, aun siendo pecadores, Cristo con su muerte
nos ha dado corazones fértiles, preparados para recibir su mensaje.
   2- Un corazón que escucha, entiende y da frutos
La cuarta tierra simboliza el corazón que ya ha sido regenerado por los gloriosos
logros del Señor Jesucristo, y que, a través del poder del Santo Espíritu logra ser
buena tierra.
Y es que un corazón transformado por Dios se vuelve apto para escuchar su
Palabra, por la cual renace y se va edificando; a diferencia de los tres anteriores no
solamente la escucha, sino también la entiende. Y hace de ella una constante fuente
de alimentación para vivir (San Mateo 4:4).
Es importante recalcar que ninguno de los cuatro escenarios, cuatro tipos de
corazones, según la Escritura, pudiera ser un sustrato idóneo para hacer que la
semilla nazca, mucho menos hay poder en la predicación la misma. Es la obra del
Dios trino que hace posible que algún corazón se vuelva de su mal camino, como
lo menciona la primera carta a los Corintios 3:6-11. La tierra, el sembrador y el que
riega tienen su recompensa, sin embargo, el que se lleva todo el crédito y la gloria
es nuestro señor Jesucristo, pues es por su justicia que digna de salvar de una
merecida sentencia de muerte, a los que él ha preparado antes de la fundación del
mundo, lo cuales al oír su Palabra no pueden más que producir los frutos que
glorifiquen su nombre.
Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:15
Tema Viernes: ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna San Juan
                                6:60-70
Todo aquel que cree en el Hijo de Dios será salvo. Aquel cuyos pecados son como
la grana o el carmesí (Isaías l; 18), así como aquel cuyos pecados son relativamente
“menos grandes”. El asesino, el secuestrador y la prostituta, igual que el ciudadano
respetable; ninguno puede ser salvo sin la fe en Cristo. Todos, igualmente, serán
salvos si creen en El.
   1- Los que volvieron atrás
Después de considerar los temas previos, debemos en actitud de humildad,
reconocer la misericordia de Dios. En su soberana voluntad ha iniciado la obra en
nosotros, y no nos ha dejado en nuestra pasada condición de muerte.
Hoy hablaremos de aquellos que, aunque han gustado de sus bendiciones, y a
pesar de haber sido participes del llamado, se han vuelto atrás.
En el pasaje de San Juan 6:60-66, el Señor Jesús estaba enseñando acerca de su
sacrificio y de cómo debemos participar junto con él de sus sufrimientos, es a través
de su sangre y su carne que ha satisfecho la justicia de Dios, y aunque estaba
hablando de manera espiritual en cuanto a esa comunión con él, esto apuntaba al
signo exterior y visible que nos estableció para recordar su muerte.
Solamente a través de su muerte y resurrección los hombres tienen salvación y
esperanza. El despreciar esto solo confirma un corazón necio. Como lo señala la
Escritura en 1 Juan 5:12 “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios no tiene la vida”
Muchos han rechazado al Hijo de Dios, y la Escritura es muy clara sobre el destino
de aquellos que lo han hecho.
   2- Nosotros hemos creído
La pregunta que hace Jesús a sus discípulos ¿Queréis acaso iros también
vosotros? No es un cuestionamiento de lo que hemos creído, pues si Él ha iniciado
la obra, Él mismo la concluirá en nosotros; más bien la hace para reafirmar nuestra
fe y para que le reconozcamos como el único camino, apartando de nosotros
cualquier pensamiento ajeno a Él.
Conoce las intenciones de nuestro corazón, y conocía los pensamientos de aquellos
que se marcharon. Había llegado el momento de mostrar lo que ellos creían acerca
de Él. Y también dar la oportunidad de confesarle delante de los hombres, como en
el caso de Pedro.
Pedro al declarar acerca del Hijo, recibe de inmediato la respuesta del Señor ¿No
os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? Dejando claro
que antes de cualquier decisión o acción de parte nuestra, Él ya nos ha escogido.
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Como Pedro, debemos declarar que no hay otra fuente de vida, ni otro camino que
seguir. Concluyo esta serie de reflexiones, invitándote que también pongas los ojos
en Cristo el autor y consumador de la fe. Tomes tu cruz y le sigas, pues esto es el
todo del hombre, vivir y gozar de Él en esta vida y en la venidera.