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Hora Santa de La Octava de Pascua

El documento es una oración y liturgia de la Hora Santa de la Octava de Pascua, que incluye himnos, oraciones y responsorios que celebran la resurrección de Jesucristo. Se invoca a la Virgen María y se pide por la protección de la Iglesia y el pueblo de Dios. La liturgia concluye con una oración de acción de gracias y una bendición final.
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Hora Santa de La Octava de Pascua

El documento es una oración y liturgia de la Hora Santa de la Octava de Pascua, que incluye himnos, oraciones y responsorios que celebran la resurrección de Jesucristo. Se invoca a la Virgen María y se pide por la protección de la Iglesia y el pueblo de Dios. La liturgia concluye con una oración de acción de gracias y una bendición final.
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1

HORA SANTA DE LA OCTAVA DE PASCUA

V. Adorado sea el Santísimo Sacramento

R. Por siempre se Bendito y adorado

V. Ave María Purísima

R. Sin pecado concebida

V. Dios mío ven en mi auxilio

R. Señor date prisa en socorrerme

V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos amen.
Aleluya.

HIMNO
Es la Pascua real, no ya la sombra, la verdadera Pascua del Señor;
la sangre del pasado es sólo un signo, la mera imagen de la gran unción.

En verdad, tú, Jesús, nos protegiste con tus sangrientas manos paternales;
envolviendo en tus alas nuestras almas, la verdadera alianza tú sellaste.

Y, en tu triunfo, llevaste a nuestra carne reconciliada con tu Padre eterno;


y, desde arriba, vienes a llevarnos a la danza de tu cielo.

Oh gozo universal, Dios se hizo hombre para unir a los hombres con su Dios;
se rompen las cadenas del infierno, y en los labios renace la canción.

Cristo, Rey eterno, pedimos que guardes con tus manos a tu Iglesia
que protejas y ayudas a tu pueblo y que venzas con él a las tinieblas. Amén.

REGINA COELI

V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.


R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
2

Oración. Oh Dios que, por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor


Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su
Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

RESPONSORIO

V. El Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó un pan y,


pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que se
entrega por ustedes.

R. Hagan esto en memoria mía.

V. Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: Este cáliz es la


nueva alianza sellada con mi sangre.

R. Hagan esto en memoria mía.

V. El que come mi carne y bebe mi sangre.

R. En mí permanece y yo en él.

V. No hay nación, por grande que sea, que tenga tan cercanos a sí los dioses
como nuestro Dios está cerca de nosotros.

R. En mí permanece y yo en él.

TE DEUM

Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza, a ti, Padre del
cielo, te aclama la creación.

Postrados ante ti, los ángeles te adoran y cantan sin cesar:


Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo: llenos están el cielo y la
tierra de tu gloria.
A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles, la multitud de los
profetas te enaltece, y el ejército glorioso de los mártires te aclama.

A ti la Iglesia santa, por todos los confines extendida, con júbilo te adora y
canta tu grandeza: Padre, infinitamente santo, Hijo eterno, unigénito de Dios,
Santo Espíritu de amor y de consuelo.

Oh Cristo, tú eres el Rey de la gloria, tú el Hijo y Palabra del Padre, tú el Rey


de toda la creación.
3

Tú, para salvar al hombre, tomaste la condición de esclavo en el seno de una


virgen. Tú destruiste la muerte y abriste a los creyentes las puertas de la
gloria. Tú vives ahora, inmortal y glorioso, en el reino del Padre. Tú vendrás
algún día, como juez universal.

Muéstrate, pues, amigo y defensor de los hombres que salvaste. Y recíbelos


por siempre allá en tu reino, con tus santos elegidos.
Salva a tu pueblo, Señor, y bendice a tu heredad. Sé su pastor, y guíalos por
siempre.
Día tras día te bendecimos y alabaremos tu nombre por siempre jamás.
Dígnate, Señor, guardarnos del pecado en este día.
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado. Amén.

V. Bendigamos al Padre, y al Hijo con el Espíritu Santo.


R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.
V. Bendito eres Señor en lo más alto del Cielo.
R. Y digno de alabanza, y glorioso y ensalzado por todos los siglos.
V. Bendice, alma mía, al Señor.
R. Y nunca olvides sus muchos beneficios.
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.

(Canto apropiado de pascua)

ACCION DE GRACIAS

A ti, sumo y eterno Sacerdote de la nueva alianza, se ofrecen nuestros votos y


se elevan los corazones en acción de gracias. Desde el seno del Padre,
descendiste al de la Virgen Madre; te haces pobre, y así nos enriqueces-, tu
obediencia, de esclavos libres hace. Tú eres el Ungido, Jesucristo, el
Sacerdote único; tiene su fin en ti la ley antigua, por ti la ley de gracia viene
al mundo.

Al derrumbar tu sangre por nosotros, tu amor complace al Padre; siendo la


hostia de tu sacrificio, hijos de Dios y hermanos tú nos haces. Para alcanzar la
salvación eterna, día a día se ofrece tu sacrificio, mientras junto al Padre, sin
cesar por nosotros intercedes.

A ti, Cristo pontífice, la gloria por los siglos de los siglos; tú que vives y reinas
y te ofreces al Padre en el amor del santo Espíritu. Amén.
4

PRECES

Oremos a Cristo, el Señor, que murió y resucitó por los hombres, y ahora
intercede por nosotros y digámosle:

Cristo Rey victorioso, escucha nuestra oración.

Cristo, luz y salvación de todos los pueblos, derrama el fuego del Espíritu
Santo sobre los que has querido fueran testigos de tu resurrección en el
mundo.

Que el pueblo de Israel te reconozca como el Mesías de su esperanza y la


tierra toda se llene del conocimiento de tu gloria.

Consérvanos, Señor, en la comunión de tu Iglesia y haz que juntamente con


todos nuestros hermanos obtengamos el premio y el descanso de nuestros
trabajos.

Tú que has vencido a la muerte, nuestro enemigo, destruye en nosotros el


poder del mal, tu enemigo, para que vivamos siempre para ti, vencedor
inmortal.

Cristo Salvador, tú que te hiciste obediente hasta la muerte y has sido elevado
a la derecha del Padre, recibe en tu reino glorioso a nuestros hermanos
difuntos.

Unamos nuestra oración a la de Jesús, nuestro abogado ante el Padre y


digamos como él nos enseñó. Padre nuestro….

Oración conclusiva
Dios nuestro, que en este día nos abriste las puertas de la vida por medio de
tu Hijo, vencedor de la muerte, concédenos a todos los que celebramos su
gloriosa resurrección que, por la nueva vida que tu Espíritu nos comunica,
lleguemos también nosotros a resucitar a la luz de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.

ORACION Y BENDICION FINAL

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