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00-Introduccion Al Dcho

La Lección 1 de Ceferino Bustos Valdivia introduce conceptos fundamentales del Derecho, destacando su importancia en la regulación de la convivencia social y la responsabilidad civil. Se define el Derecho como un conjunto de normas que ordenan las relaciones entre individuos y se clasifica en Derecho positivo, público y privado, así como en Derecho objetivo y subjetivo. Además, se aborda la estructura y aplicación de las normas jurídicas, enfatizando su carácter imperativo y la necesidad de interpretación en su aplicación.
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00-Introduccion Al Dcho

La Lección 1 de Ceferino Bustos Valdivia introduce conceptos fundamentales del Derecho, destacando su importancia en la regulación de la convivencia social y la responsabilidad civil. Se define el Derecho como un conjunto de normas que ordenan las relaciones entre individuos y se clasifica en Derecho positivo, público y privado, así como en Derecho objetivo y subjetivo. Además, se aborda la estructura y aplicación de las normas jurídicas, enfatizando su carácter imperativo y la necesidad de interpretación en su aplicación.
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Título Lección 1.

Introducción al Derecho
Author Ceferino Bustos Valdivia

1.1 Cuestión preliminar


Para adquirir una base jurídica elemental, hemos de comenzar estudiando el
concepto general de derecho y de las normas jurídicas como instrumentos de
ordenación social.

Es imprescindible asimilar estos cocimientos jurídico-básicos para moverse


con cierta confianza dentro de un ámbito del derecho tan trascendente, práctico y
cercano como es la responsabilidad civil que se deriva de un daño.

Conocer, aunque de forma somera, el funcionamiento y aplicación de la


normas, nos va a reportar gran seguridad en aspectos tan esenciales como es la
valoración del daño.

Cualquier informe que se emita donde se califique y valore el daño sufrido


por una persona, habrá de ser lo más completo posible, descriptivo, entendible y
objetivo. Completo, porque los destinatarios (como puede ser el juez) no tienen
que ser conocedores de disciplinas, que quizás les son ajenas, como puede ser la
medicina.
Elaborar un informe requiere un estudio exhaustivo de todos los aspectos
que en él concurren. Habrá de realizarse de forma que sea apreciable por aquellos
que son los destinatarios, teniendo muy en cuenta que, en la mayoría de los casos,
puede constituir el elemento de más trascendencia para decidir aspectos
relevantes, dictar una resolución judicial pendiente y conseguir un final que sea lo
más justo posible para todos los afectados.

Pero, además, no sólo le sirve al juez para cuantificar una indemnización en


base al informe emitido, sino que, incluso, a veces, podrá determinar quién pudiera
ser responsable de un acto punible, debido a la descripción de las lesiones, las
cuales pudieran indicar cómo se han producido los hechos.

De lo expuesto se desprende la importancia de conocer, aunque de forma


muy básica, estos fundamentos jurídicos que proporcionen una formación elemental
para conocer la mecánica de estos procesos.

1.2. El Derecho. Concepto y clases

1.2.1. Concepto de Derecho

Podemos afirmar claramente y partir de la idea de que el hombre es un ser


social. Al vivir en sociedad, la convivencia resultaría muy difícil si no se establecen
unas reglas de conducta que permitan una relación pacífica.

Donde hay una sociedad, por muy rudimentaria o elemental que sea, hay un
Derecho ya que cualquiera que sea el tipo de asociación, de sociedad o de
comunidad, necesita un orden. El Derecho como norma de conducta, se convierte
en el instrumento necesario para evitar el caos de cualquier sociedad.
Concluimos que el Derecho es un producto de la vida social y se convierte en
una necesidad como instrumento destinado a organizar la convivencia humana.

Creo dejar claro que el Derecho no es algo ajeno a nosotros. Todo lo


contrario, incide en nuestra vida de lleno, desde antes de nacer (derechos del
concebido y no nacido), a lo largo de nuestra vida (infinidad de relaciones jurídicas,
estados civiles, etc) y después de morir (derecho de sucesiones). Por todo ello…

*resaltado*
Podemos definir Derecho como el conjunto de normas, impuestas
coactivamente, que tienen como fin ordenar las relaciones de los individuos
dando solución a los conflictos sociales o evitándolos.
*finresaltado*

Si nos detenemos un poco a pensar, podremos comprobar hasta qué punto


estamos inmersos en el Derecho, cómo estamos rodeados por infinidad de normas
jurídicas que nos imponen una forma de actuar. Generalmente, y de manera
inconsciente, asumimos estas reglas de conducta y las hacemos nuestras sin
problema alguno. Nos facilitan la convivencia y las incorporamos con toda
naturalidad a nuestra conducta habitual.
Si así ocurre, podremos afirmar que nuestro derecho es bueno, que es
aceptado porque cumple con las expectativas que se propone. Ni siquiera somos
conscientes de que al realizar determinadas conductas, lo que estamos haciendo
es cumplir un mandato expreso del derecho.

Cuando mayoritariamente, y de forma objetiva, nos sentimos incómodos con


una norma y no la incorporamos a nuestra conducta habitual, podremos comenzar
a sospechar que esa norma no es muy apropiada, que no responde a las
necesidades sociales actuales o que es injusta. En este caso podemos afirmar que
la norma no es tan buena y podremos hacer efectivos los mecanismos idóneos para
provocar el cambio o supresión de la misma.

*advertencia*
Vínculos relacionados con cuestiones jurídicas
*finadvertencia*

1.2.2. Clases de Derecho


En la clasificación del Derecho vamos a distinguir:

- Derecho positivo es el conjunto de normas jurídicas que regulan la


conducta de las personas en una sociedad y momento histórico determinados. Es
decir, es el Derecho vigente, el que es exigible en el momento actual.
Ej. La Constitución Española que está vigente. El Código civil.

En contraposición, existe el Derecho histórico, aquél que ya no está vigente,


que en su día fue positivo pero que ha sido derogado. Es consecuencia del avance o
progreso del Derecho; el Derecho no es inmutable sino cambiante y va
evolucionando con la sociedad.

Lógicamente, en este curso, el derecho objeto de estudio será el Derecho


positivo.

-Derecho público y Derecho privado (esquema). Con el fin de distinguir


dos esferas del Derecho claramente diferenciadas dentro de la sociedad y de las
relaciones humanas, con un grupo de normas jurídicas propias y principios que los
informan, hemos de distinguir entre:

Derecho público: Conjunto de normas que regulan el funcionamiento de la


Administración y de los órganos que la integran, así como las relaciones jurídicas
entre éstos y los particulares.
Por ejemplo, cualquier país dicta normas con el fin de organizar y
gestionar intereses colectivos, tales como la recaudación de impuestos,
prevención y sanción de conducta delictivas, organización de servicios
comunes, etc. (Derecho penal, Derecho administrativo, Derecho financiero y
tributario, Derecho procesal, Derecho político, etc). Ver esquema

Derecho privado: Conjunto de normas que regulan las relaciones jurídicas


entre particulares.
Las normas de derecho privado vienen a regular las conductas de los ciudadanos
entre ellos mismos; en aquellas actividades que afecten a sus relaciones de familia,
los contratos, vínculos o acuerdos creados libremente por los individuos. (Derecho
civil, Derecho mercantil, Derecho internacional privado).

Según lo indicado, a grandes rasgos, se puede establecer que el Derecho


público es el que predominantemente y principalmente protege los intereses
generales y el Derecho privado el que predominantemente y principalmente
protege los intereses particulares.

- Derecho objetivo y Derecho subjetivo. Hemos de tener en cuenta que


el Derecho se presenta ante nosotros de dos formas:

Derecho objetivo: Como orden social, conjunto de normas cuyo


cumplimiento lo garantiza el poder dentro del Estado para establecer una
convivencia ordenada. Responde al concepto de Derecho que hasta ahora hemos
estudiado.
La expresión Derecho aparece de forma impersonal, abstracta y sin apreciación
subjetiva. Así, cuando decimos “el derecho regula el contrato de compraventa, la
responsabilidad civil…” , etc.

Derecho subjetivo: Se presentará como una prerrogativa para el ciudadano


que puede hacerla valer frente a los demás individuos y que está protegida por los
poderes públicos.
Son situaciones que afectan directamente a la persona, a titularidades
jurídicas que tiene, que le facultan para expresarse de forma subjetiva cuando dice,
por ejemplo, “yo tengo derecho a…” , o “mis derechos como acreedor son…”. El
Derecho atribuye la posibilidad de hacer algo o exigir a los demás una determinada
conducta.

En concreto, estos derechos van a estar constituidos por aquellas


prerrogativas que el Derecho objetivo reconoce a los individuos o reconoce a un
grupo de individuos.

Luego, la noción de Derecho Subjetivo está contenida implícitamente en la


de Derecho Objetivo. El concepto de derecho es único; si se habla de Derecho
Objetivo y subjetivo es tan solo porque se mira bajo diversos aspectos: el derecho,
considerado como tal, como norma, se llama Objetivo; visto en relación con el
hombre que actúa según la norma, se llama Subjetivo.

*actividad*
Vínculos que pueden ser de interés: Las ramas del Derecho. Derecho Natural y
Derecho Positivo.
*finactividad*

1.3. Ordenamiento jurídico:


Hace referencia al derecho objetivo estudiado, es decir, al conjunto de
normas por las que se rige una sociedad. De ahí que lo podemos definir como un
conjunto sistemático de reglas, principios o directrices a través de las cuales se
regula la organización de la sociedad.

Luego no es simplemente un conjunto de reglas, sino que al hablar de


ordenamiento jurídico se alude, además:

- A una organización que hace valer esas normas. Es decir a la existencia de unos
órganos que las hagan efectivas (Poder Ejecutivo), y que diriman las contiendas
entre los miembros del grupo social (Poder Judicial). Ver esquema

- También se habla del ordenamiento jurídico como sistema, en el sentido de


que además comprende no solo las normas sino también los principios que
informan a estas, los valores en que se inspiran; así el art. 1, 1 de la
Constitución Española dice que "...propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, igualdad y pluralismo político”.

1.4. El Contenido del Derecho: Las normas jurídicas


ESQUEMA

De forma simple y directa podemos decir que la norma jurídica es un


mandato imperativo que ordena una conducta o la prohíbe.

Si el derecho objetivo tiende a realizar un ideal de justicia en la convivencia


humana, el medio para lograrlo será mediante las normas que conforman nuestro
ordenamiento jurídico.

Además de las normas jurídicas, existen otras normas de gran influencia en


nuestra convivencia:

Normas morales, que se dirigen a la conciencia de la persona, sólo valen


en el terreno de la ética y únicamente tienen trascendencia jurídica cuando una
norma jurídica les atribuye carácter.
Así, por ejemplo, el artículo 1.255 del Código civil, entre otros muchos artículos,
prohíbe los pactos opuestos a la moral cuando dice “Los contratantes pueden
establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre
que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden público”

También, las normas sociales, que rigen las relaciones puramente sociales.
Su diferencia con las jurídicas está en la carencia de sanción.
La vulneración de una norma jurídica lleva aparejada la correspondiente sanción
instrumentada por el órgano correspondiente. El incumplimiento de una norma
social sólo podría provocar un rechazo colectivo, sin más consecuencias (no ceder
el paso, no despedirse, etc.).
1.4.1. Concepto y caracteres
La normas jurídicas son reglas que rigen la conducta de los hombres, cuya
observancia garantiza el Estado mediante las oportunas sanciones.

Por ello, en contraposición con las normas sociales o morales, la normas


jurídicas implica siempre un mandato, son imperativas: mandan o prohíben algo, y
en caso de incumplimiento se establece la oportuna sanción (Ej. una pena,
indemnización de daños y perjuicios, etc.).

Ya he dicho que se puede hablar de derecho en dos sentidos diferentes,


objetivo y subjetivo. Ahora nos interesa el Derecho en su sentido objetivo, es decir
el derecho como conjunto de normas.

Los Caracteres que distingue a las normas jurídicas son:

- Imperatividad. Que la norma jurídica es imperativa quiere decir que no es


una mera sugerencia sino que es un mandato, una orden que impone o
prohíbe algo, pues si la norma surge para ordenar la convivencia, no sería
tal si dejase libertad a cada uno de obrar como quisiere.

- Generalidad, significa que es un mandato general, es decir que no va


dirigida a un caso concreto sino a toda clase de supuestos, o a un número
indeterminado o indefinido de casos.
Podemos afirmar que todos somos iguales ante la ley. No obstante, hay
normas jurídicas que se dirigen a una categoría determinada de personas
(ej. los arrendatarios) pero no se concibe una norma dictada para una sola
persona en concreto.

- Abstracción, al ser general la norma, ésta no puede regular todos los


supuestos sociales, por ello contempla supuestos abstractos con carácter
general. Al aplicarla habremos de adaptarse al caso concreto.

- Coactividad, Cuando la norma no se cumple de forma espontánea y


voluntaria, su cumplimiento puede ser impuesto forzosamente por el poder
público, con su correspondiente sanción: cárcel, multa, indemnización de
daños y perjuicios…etc.

*resaltado*
La esencia de la norma está en la imperatividad, pues si el derecho
pretende organizar la convivencia, sus elementos, que son las normas, no pueden
ser meros consejos, habrán de ser mandatos imperativos y coercibles.
*finresaltado*

1.4.2. Estructura y aplicación de las normas jurídicas


Generalmente, toda norma se estructura como una proposición que encierra
dos elementos fundamentales:

- una hipótesis, la descripción de un supuesto de hecho. Las normas


describen situaciones, circunstancias generales y a continuación se establece
- la a consecuencia jurídica a ese planteamiento que da la solución
adecuada al supuesto planteado, estableciendo los efectos jurídicos.
Es decir dándose ciertas premisas, el Derecho establece la consecuencia
determinada.

Ej. La aparición de un hecho voluntario o no (la muerte, desaparición de una


persona, celebración contrato de compraventa, etc.) la norma recoge una
consecuencia jurídica para cada caso concreto.
Ej. El articulo 1.902 del Código establece un supuesto de hecho: “El que por
acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia”, y una
consecuencia jurídica: “está obligado a reparar el daño causado”.

A veces no es suficiente con una sola norma, sino que se necesita poner
ésta en relación con otra u otras, tal sucede con las llamadas normas incompletas o
las de reenvío, que ante una situación no dice cómo ha de regularse, sino que
remite a otra norma que la completa.
Otras veces un mismo hecho puede estar regulado en distintas normas
jurídicas, o que la propia norma que lo regula establece consecuencias muy
dispares. Ante esta situación, para aplicar el Derecho, el juez, el jurista, habrá de
localizar qué sentido o qué norma es la más apropiada al supuesto concreto
planteado, es decir, buscará el verdadero sentido de la norma, el más adecuado
para obtener una solución más justa. A esta actividad se le denomina
interpretación.

El artículo 3 del Código civil establece cómo se interpretan las normas: “1.
Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación
con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del
tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y
finalidad de aquellas”.

También puede ocurrir que una norma no haya previsto una situación, un
supuesto de hecho, que se plantea y hay que solucionar. A esta situación se
denomina laguna legal.
Ante esta situación el artículo 4,1 del Código civil establece que, “Procederá
la aplicación analógica de las normas cuando éstas no contemplen un supuesto
específico, pero regulen otro semejante entre los que se aprecie identidad de razón.

Luego, la analogía, supone que se aplicará a un supuesto no regulado, lo


que dispone el ordenamiento jurídico para otro similar o análogo, con los siguientes
requisitos:
- Que la norma no contemple un supuesto específico pero sí semejante.
- Que entre ambos se aprecie identidad de razón.
- Que no se trate de Leyes penales o de ámbito excepcional o temporal.

Por último, y de forma excepcional, el juez podría juzgar y resolver un


conflicto de acuerdo con los criterios de justicia que a su entender produzcan la
mejor solución. Cuando se resuelve un conflicto de esta forma, es decir, sobre esta
base de la concepción o intuición de lo justo y bueno que pueda tener quien aplica
el Derecho, se dice que se está fallando en equidad.
El articulo 3.2 del Código civil dispone que “La equidad habrá de ponderarse
en la aplicación de las normas, si bien las resoluciones de los tribunales sólo
podrán descansar de manera exclusiva en ella cuando la ley expresamente
lo permita”.

En consecuencia, la equidad se convierte en una posibilidad excepcional:


“cuando la ley expresamente lo permita” a la vez que le sirve al juez como
instrumento para adaptar el rigor de la norma al caso concreto.
Así por ejemplo, el artículo 1.103 del Código civil dispone que “la
responsabilidad del deudor que incumple una obligación podrá ser moderada por los
Tribunales según los casos”.

1.4.3. Clases de normas jurídicas


Dentro del gran cuadro clasificatorio que puede hacerse de las normas, en
atención de la finalidad de este curso, vamos a estudiar las siguientes:

1.4.3.1. Normas Imperativas y dispositivas.

Imperativas: imponen una determinada conducta, sin dejar lugar a la


autorregulación por parte de los sujetos afectados. Los sujetos no pueden variar el
contenido de la norma.
Por ejemplo, el artículo 633 dispone: “Para que sea válida la donación de
cosa inmueble ha de hacerse en escritura pública, expresándose en ella
individualmente los bienes donados y el valor de las cargas que deba
satisfacer el donatario…”.

Así, nos encontramos con un mandato directo que impone la necesidad de


observar, inexcusablemente, un determinado comportamiento.

Luego podemos concretar que:


- El mandato normativo no permite modificación por los particulares.
- El supuesto queda regulado sin que la voluntad contraria de los
sujetos pueda derogarlo.
- Se habla también de normas de Derecho inderogable.

Dispositivas: regulan supuestos de hecho que pueden ser sustituidos,


modificados, por las personas interesadas (autorregulación).
Por ejemplo: el artículo 1.455 del Código civil dispone que “Los gastos de
otorgamiento de escritura serán de cuenta del vendedor, y los de la primera
copia y los demás posteriores a la venta serán de cuenta del comprador,
salvo pacto en contrario”.

En este caso nos encontramos un mandato que impone observar un


comportamiento para el caso de que las partes no dispongan lo contrario. Luego la
propia norma posibilita a los particulares modificar su contenido. Lógicamente si no
se dispone nada en contrario tiene plena eficacia ya que estas normas actúan de
forma supletoria a la voluntad de los sujetos que se ven implicados.

Generalmente, el Derecho civil está compuesto fundamentalmente por


normas dispositivas. Por el contrario, el Derecho público (administrativo, penal,
fiscal o procesal) está compuesto por normas imperativas, limitando prácticamente,
toda posibilidad de autorregulación por los particulares. Está claro que es imposible
aceptar que los sujetos pudiéramos, en cualquier momento, modificar el sentido de
la circulación, o dejar de pagar un impuesto, etc.

1.4.3.2. De Derecho común de Derecho especial

Este criterio de clasificación se establece en función de que la norma tenga


un carácter amplio y general, que se trate de normas aplicables a todos (Derecho
civil): normas de Derecho común; o normas que regulan relaciones jurídicas
concretas, generalmente dirigidas a un sector determinado de los ciudadanos o
grupos sociales (ej.: comerciantes –Dcho mercantil-): normas de Derecho especial.

El Derecho civil es el Derecho común cuyas normas constituyen un sistema


jurídico unitario y autónomo que actúa como supletorio al Derecho especial, cuando
este último deja de regular alguna cuestión o materia.

Así, el artículo 4.3 del Código civil indica que, «Las disposiciones de este
Código se aplicarán como supletorias en las materias regidas por otras leyes»

1.4.3.3. De Derecho general y de Derecho particular

Distinción que atiende al ámbito territorial de aplicación de las normas.

General: Se aplican a todo el territorio nacional. Por ejemplo el Código civil.

Particular: se aplican en determinados territorios más reducidos como puede


ser una región o Comunidad Autónoma. Son los derechos FORALES.

El artículo 13 del Código civil establece que:


«1. Las disposiciones de este título preliminar, en cuanto determinan
los efectos de las leyes y las reglas generales para su aplicación, así como
las del título IV del libro I, con excepción de las normas de este último
relativas al régimen económico matrimonial, tendrán aplicación general y
directa en toda España.
2. En lo demás, y con pleno respeto a los derechos especiales o
forales de las provincias o territorios en que están vigentes, regirá el Código
Civil como derecho supletorio, en defecto del que lo sea en cada una de
aquéllas, según sus normas especiales».

*actividad*
Vínculos que pueden ser de interés: Clases de normas.
*finactividad*

1.4.4. Eficacia de las normas jurídicas


Dentro de este apartado estudiaremos los efectos generales de las normas
jurídicas, en el tiempo y en el espacio.

1.4.4.1. Efectos generales

El primer efectos que nos vamos a encontrar el la obligatoriedad. Una norma


que no obligue no sería norma jurídica, carecería de ese carácter esencial que es la
imperatividad. Esta obligatoriedad es general, es decir, hay un deber general de
cumplimiento de las normas que no es excusable alegando desconocimiento.

La Constitución en el artículo 9.1, establece que «Los ciudadanos y los


poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento
jurídico» (Estado de Derecho).

La sanción por incumplimiento se aplicará con independencia de si se conoce


o no la norma, así el artículo 6.1 del Código civil establece que «La ignorancia de
las normas no excusa de su incumplimiento».
Constituye un principio que rige en todos los ordenamientos jurídicos positivos y
responde a una necesidad absoluta para la seguridad del tráfico jurídico, porque en
caso contrario quedaría al arbitrio de los particulares ya que bastaría con decir que
no se sabía que era ilegal una cosa, para no sufrir las consecuencias de un acto
antijurídico, de un delito.

No se puede presumir que se conocen todas las leyes, sino que estas serán
obligatorias y se aplican con independencia de que se conozcan.

Además, el conocimiento de la norma escrita se facilita con su publicación.


El artículo 2.1 del Código civil dice que «Las leyes entrarán en vigor a los 20 días de
su publicación en el B.O.E., si en ellas no se dispone otra cosa».

Una norma estará vigente y se podrá exigir su cumplimiento cuando


transcurran los 20 días que indica el artículo 2.1. Este periodo de tiempo, desde
que se publica una norma hasta que entra en vigor, recibe el nombre de “vacatio
legis” (la norma está publicada pero no obliga para que pueda ser conocida por
aquellos a quienes va dirigida).

Como se desprende del artículo 2.1, el periodo de vacatio legis puede


ampliarse, reducirse o incluso suprimirse, se estará a lo establecido en la propia ley
que se publica. Insisto, si no se dispone nada, serán los 20 días indicados.

Otro efecto esencial de las normas es la eficacia sancionadora: la norma


jurídica también ha de producir unos efectos de sanción para aquéllos que no
cumplan su mandato. Constituye el conjunto de medidas represivas, previstas en la
propia norma, para los supuestos de incumplimiento.

Dentro de estas medidas represivas por incumplimiento de la norma,


interesa estudiar dos modalidades:

La sanción general de nulidad: Según el artículo 6.3 «Los actos


contrarios a las normas imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho,
salvo que en ellas se establezca un efecto distinto para el caso de contravención».
Se trata de actos cuya nulidad es radical o absoluta. Actos que se consideran
jurídicamente inexistentes y que el Derecho tiene por no realizados, sin posibilidad
de convalidación o subsanación.

Actos realizados en fraude de ley. Según el artículo 6.3 del Código civil,
«Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado
prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados
en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere
tratado de eludir».
Ejemplo: Un matrimonio de conveniencia. Una persona, que quiere
adquirir la nacionalidad española y aún no puede conseguirlo por no reunir
los requisitos legales exigidos, opta por concertar un matrimonio con un
español y así adquirir la nacionalidad de su cónyuge, que es lo que en
realidad pretendía, y además es mucho más rápido y fácil.

Luego, el fraude de ley, consiste en la realización de uno o varios actos


productores de un resultado contrario a una ley, que aparece amparado por otra ley
dictada con una finalidad diferente. Gozan de una apariencia de realidad y de
veracidad exterior semejante a los válidamente celebrados como consecuencia de
haberse realizado al amparo de una norma jurídica cuya finalidad es distinta de la
realmente manipulada.

*actividad*
Resolver estos supuestos. Pueden discutirse en los foros: Supuesto pract1.
Supuesto pract2
*finactividad*

1.4.4.2. Eficacia de las normas en el tiempo


El artículo 9.3 de la Constitución garantiza la publicidad de las normas. Una
vez que se publica la norma y transcurre el periodo de vacatio legis, la norma entra
en vigor, nace y ya es exigible.
En cuanto a la proyección en el tiempo de una norma, podemos afirmar que,
por regla general, las normas se dictan con una vigencia indefinida, sin plazo de
duración.
No obstante, una norma puede cesar, puede dejar de tener vigencia, y así lo
indica el artículo 2.2 del Código civil:
«2. Las leyes sólo se derogan por otras posteriores. La derogación tendrá
el alcance que expresamente se disponga y se extenderá siempre a todo
aquello que en la ley nueva, sobre la misma materia, sea incompatible con la
anterior. Por la simple derogación de una ley no recobran vigencia las que
ésta hubiere derogado».

La pérdida de la vigencia de las normas más frecuente es precisamente la


que lleva a cabo el poder legislativo derogándolas expresamente, haciéndola
desaparecer de forma directa; pero también pueden perder su vigor, de forma
indirecta, cuando aparece una ley nueva de contenido contradictorio a la anterior y
que produce igualmente este efecto de hacerlas desaparecer. También, la
derogación puede ser total o parcial, según afecte a todo o a parte de la norma
jurídica.

Una vez derogada una ley, nos podemos preguntar:


- ¿qué ocurre con los actos, las situaciones nacidas durante la vigencia de
esa ley derogada?
- ¿qué ocurre si la nueva norma jurídica regula de forma diferente la misma
realidad o situación?

Siempre que hay un cambio legislativo surgen estas cuestiones. Para


solucionar todos estos problemas de transición que puedan presentarse, el
legislador establece una serie de normas, y a este conjunto de normas es a lo que
se le llama Derecho Transitorio, que viene a resolver todos los pormenores que
aparezcan en la aplicación de la ley anterior y de la ley nueva.
Ejemplo: Los arrendamientos urbanos existentes, según bajo qué norma se
celebraron, tendrán o no prorroga indefinida del contrato.

Dando un concepto de Derecho transitorio, podemos decir que es aquel


conjunto de normas que tienen por objeto determinar bajo qué régimen jurídico va
a quedar sometida una determinada situación social cuando se ha producido un
cambio legislativo.

Estas normas las vamos a encontrar al final de la nueva norma jurídica,


junto a las disposiciones llamadas finales, transitorias, adicionales y derogatorias.

Así, por ejemplo, en el Código civil, en la disposición transitoria 1ª


dice que «Se regirán por la legislación anterior al Código los derechos
nacidos, según ella, de hechos realizados bajo su régimen, aunque el Código
los regule de otro modo o no los reconozca. Pero si el derecho apareciere
declarado por primera vez en el Código, tendrá efecto desde luego, aunque
el hecho que lo origine se verificara bajo la legislación anterior, siempre que
no perjudique a otro derecho adquirido, de igual origen».

Visto lo anterior, un aspecto muy importante de la eficacia de las normas en


el tiempo es el de la retroactividad e irretroactividad de las leyes.

*resaltado*
Las normas rigen desde que se dictan y para el futuro, así el artículo 2,3 del
Código civil establece que «Las leyes no tendrán efecto retroactivo si no dispusieren
lo contrario».
*finresaltado*

Es decir, que las leyes son, si no se dispone lo contrario, irretroactivas; la


retroactividad significa regir hacia atrás, por lo tanto las leyes rigen desde que se
dictan en adelante, pero respetan las situaciones jurídicas existentes en el
momento de su promulgación.

Este principio es razonable, si no fuese así nadie podría estar seguro de su


propio derecho; porque cualquier situación creada con la legislación anterior podría
ser afectada por una ley nueva inesperada. Este principio de la irretroactividad
viene exigido por la necesidad de una seguridad de las relaciones jurídicas y por la
confianza que el ciudadano debe tener en el Derecho, en el sentido de que si, al
amparo de una situación jurídica actual adquiere derechos, éstos no resultarán
afectados por una ley nueva.

1.4.4.3. Eficacia de las normas en el espacio


Las normas jurídicas obligan en todo el territorio nacional. Puede muy bien
ocurrir que los sujetos de una relación jurídica no sean todos españoles, que
intervenga un extranjero, o que se ejecute un acto en el extranjero para producir
efectos en España, o que recaiga sobre bienes que están en otro país, … etc…,
surgiendo así cuestiones que han de resolverse determinando qué ley se ha de
aplicar a cada caso concreto.

La diversidad legislativa de los distintos Estados hace necesaria una serie de


principios y reglas que determinen en cada caso la competencia de estas leyes,
cuándo ha de aplicarse una ley extranjera y cuándo una ley nacional; y es ésta la
materia que constituye el objeto de la disciplina llamada Derecho Internacional
Privado.

Nuestro Código civil, en los artículos del 8 a 12, sienta los principios en los
que se funda este Derecho. Son las llamados normas de conflicto, que vienen a
establecer, en cada caso, cuándo ha de aplicarse una ley extranjera o española.

Se basan en dos principios fundamentales: principio de territorialidad y


personal.

- Principio de territorialidad: Las normas rigen dentro del territorio donde un


estado alcance su soberanía.

Así el artículo 8.1 del Código civil, da una serie de normas de Derecho
interno de aplicación necesaria:
«Las leyes penales, las de policía y las de seguridad pública obligan a todos
los que se hallen en territorio español»,
Se aplican, son exigibles, a nacionales y extranjeros. Es decir, que en
atención al tipo de norma indicado, aunque un hecho no sea delictivo en el
extranjero, si un extranjero lo comete en España y aquí es delito, será sancionado
como delito aunque en su país de origen no lo fuera; de modo que a cualquier
extranjero, aunque sea transeúnte en España, aunque no habite en España, si
comete una infracción contra una ley penal, se le aplica la ley penal española en
virtud del principio de territorialidad.

- Principio personal: La norma se aplica a los ciudadanos de una nación


acompañándoles dentro y fuera del territorio nacional. Entiende que la ley se dicta
en consideración a la persona y sigue a ésta en cualquier parte donde se halle,
aunque esté en el extranjero.

Viene recogido en el artículo 9 del Código civil, según el cual la ley personal
es determinada por la nacionalidad. Dicha ley regirá la capacidad y el estado civil,
los derechos y deberes de familia y la sucesión por causa de muerte.

Así, por ejemplo, en relación a los derechos y deberes familiares, de las


personas físicas, obligará la ley española a los españoles aunque residan en
el extranjero; asimismo el extranjero residente en España estará sometido a
las leyes de su país; quiere esto decir que cada ciudadano de un Estado lleva
con él donde quiera que se encuentre, este conjunto de normas que están
afectadas por el principio personal.
Ejemplo: un español, estando en China, podrá otorgar un testamento con
arreglo a nuestra legislación.

Ahora bien, como indica el artículo 12.3, no se podrán aplicar en España la


ley extranjera cuando resulte contraria al orden público.

Otra opción distinta, y en virtud del principio de autonomía de la voluntad,


será aquella que permite el artículo 10.5 del Código civil, según el cual,
«Se aplicará a las obligaciones contractuales la ley a que las partes se hayan
sometido expresamente, siempre que tenga alguna conexión con el negocio
de que se trate; en su defecto, la ley nacional común a las partes; a falta de
ella, la ley de residencia habitual común y, en último término, la ley del
lugar de celebración del contrato.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, a falta de sometimiento
expreso, se aplicará a los contratos relativos a bienes inmuebles la ley del
lugar donde estén sitos, y a la compraventa de muebles corporales realizada
en establecimientos mercantiles, la ley del lugar en que éstos radiquen».

Junto a los problemas de Derecho Internacional Privado provocados por


la colisión de normas existentes en diferentes países, pueden suscitarse otros
problemas que se derivan igualmente de la colisión de normas, pero no de distintos
países sino normas existentes y con vigencia dentro de un mismo país; surgen así
una serie de problemas respecto a la aplicación de esas normas jurídicas cuyo
conjunto se denomina Derecho interregional, que en España se da por la existencia
de regiones históricas con Derecho civil propio, y es el encargado de solucionar los
problemas a que da lugar la diversidad de legislaciones civiles
en nuestra patria.

En España se mantienen los llamados Derechos Forales, que por razones


históricas y circunstancias de la división en antiguos reinos de nuestro país, dio
lugar a que se mantuvieran después de la publicación del Código civil y que hoy día
permanecen. Junto a estos Derechos Forales de algunas regiones, la existencia de
distintas Comunidades Autónomas con potestad legislativa, puede plantear nuevos
problemas en este tema de Derecho interregional.

*actividad*
Resolver estos supuestos. Pueden discutirse en los foros: Supuesto pract3
*finactividad*

1.5 Las fuentes del Derecho


Fuente en sentido no jurídico es donde mana agua. Las fuentes de una
noticia se refieren a los informadores, los puntos de confirmación.

En el ámbito del Derecho, al hablar de fuentes se hace referencia al modo de


producción de las normas jurídicas. Al origen de las normas en cuanto a los autores
y los medios de expresión a través de los cuales las normas se manifiestan al
exterior.

Este doble sentido da lugar a las:

Fuentes materiales: que serían aquellas instituciones o grupos sociales a


los que se les reconoce capacidad normativa creadora (las Cortes, el
Gobierno, las Comunidades Autónomas).

Fuentes formales: modos o formas de materializarse, de manifestarse el


Derecho (la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho)

El art. 1 del Código civil, establece, que las fuentes de nuestro ordenamiento
jurídico español son: ley, costumbre y los principios generales del Derecho. Las
fuentes que enumera este artículo son las fuentes formales, y son estas las que van
a ser objeto de estudio a continuación.

El sistema de fuentes formales que enumera el artículo se considera


suficiente para resolver cualquier problema que se plantee. Así, el artículo 1.7 del
Código civil, establece que «Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de
resolver en todo caso los asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema de
fuentes establecido».

Es decir se prohíbe que el juez se niegue a dar solución al caso que se le


plantea. Se parte de que el ordenamiento jurídico es pleno, por lo que, utilizando el
sistema de fuentes, el juzgador siempre puede encontrar una solución. Tal idea de
plenitud del ordenamiento supone que puede dar respuesta a todos los posibles
conflictos que se susciten.
Podemos afirmar, entonces, que existen lagunas en la ley pero no en el Derecho.
Cualquier insuficiencia queda resuelta con el sistema de fuentes establecido.
Nuestro Derecho es pleno.

El sistema de fuentes que enumera el artículo 1, queda totalmente alterado


por la entrada en vigor de la Constitución actual en el año 1.978. Después de la
Constitución (norma suprema del ordenamiento jurídico- Ley de leyes-) cambia
totalmente el panorama del sistema de fuentes.

Hemos de tener en cuenta la propia Constitución, los Tratados


Internacionales y las Comunidades Autónomas a las que se les reconoce capacidad
normativa creadora propia. También, con la incorporación de España a la Unión
Europea, queda sometida a las normas que también emanan de los órganos con
capacidad de dictar normas que son aplicables directamente en el ordenamiento
jurídico interno de cada uno de los países miembros, sin necesidad de publicarse en
el B.O.E.

*actividad*
Vínculos que pueden ser de interés y lecturas complementarias: Las fuentes del
Derecho. Otro. Fuentes de Derecho Administrativo.
*finactividad*

1.5.1 Enumeración y jerarquía de las fuentes en el Derecho


español
ESQUEMA

Como se ha indicado, es en el art. 1 del Código civil donde se enuncian


cuáles son las fuentes de nuestro Derecho positivo y su respectivo orden jerárquico
enumerando tres fuentes del Derecho: la ley, la costumbre y los principios
generales del derecho; estableciendo entre ellas esa enumeración y ordenación
jerárquica: primero la ley; cuando no haya ley exactamente aplicable al punto
controvertido, la costumbre, y en su defecto, cuando tampoco haya costumbre, los
principios generales del derecho.

Así se indica en el artículo 1.3 del código cuando dice que «…la
costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable» y en el 1.4 «… los
principios generales del derecho… se aplicarán en defecto de ley y de
costumbre».

Luego en el sistema español rige la Ley, en defecto de Ley aplicable rige la


costumbre y en defecto de ambas los Principios Generales del Derecho a los que,
en cualquier caso, se les reconoce carácter informador.

Establecido el orden jerárquico, cuando las fuentes sean del mismo rango,
prevalece la posterior sobre la anterior y la especial sobre la general.
Cuando una norma va en contra de otra de rango superior carece de
eficacia.

1.5.2. La Ley. Concepto y clases.


Es, sin duda, la fuente formal del Derecho por excelencia. Cuando hablamos
de ley como fuente del Derecho, nos referimos específicamente a las reglas
expresas, generalmente escritas, enunciadas por quien tiene autoridad para darlas,
con carácter vinculante y adoptando alguna de las formas dispuestas por el
ordenamiento jurídico: Constitución, ley orgánica, ley ordinaria, decreto, etc.

Nos estamos refiriendo aquí, hablando de la Ley a una acepción de esta


palabra en sentido amplio, es decir abarcando toda norma escrita, con un sentido
extensivo y genérico, tal como lo hace el Código civil aludiendo con ello a toda
norma jurídica reconocida por el Estado y con ello todo el Ordenamiento jurídico en
forma de preceptos escritos.

Normalmente se piensa que los conceptos norma y ley son sinónimos pero
no es así, pues entre ambos conceptos existen diferencias, tales como el hecho de
que el concepto norma tiene una mayor extensión y amplitud que el de ley, ya que
la ley es sólo una de las muchas formas en que puede manifestarse una norma;
1.5.2.1. Concepto
Podemos dar un concepto muy simple diciendo que la Ley es una norma
jurídica emanada del poder legislativo del Estado, de obligatoriedad general y
debidamente promulgada.

De este concepto se deduce los Principios o elementos que informa toda ley:

- Legalidad: El artículo 9.3º de la Constitución garantiza este principio.


Consiste en que la ley emana del poder legislativo del Estado, ya sea central
o autonómico, respetando el proceso exigido para legislar.

- Generalidad: En el sentido de que es obligatoria para todos, sin ninguna


distinción, al ser todos iguales ante la ley.

- Publicidad: Para que sea conocida y pueda ser obligatoria general, el art.
2.1 del Código civil, establece su publicidad con la publicación el Boletín
Oficial del Estado o de las Comunidades autónomas.

1.5.2.2 Clases
-Constitución: de 27 de diciembre de 1.978, considerada la ley de leyes.
Norma suprema del ordenamiento jurídico que se sitúa en la cúspide de la jerarquía
normativa (todas las normas están subordinadas a ella).

La Constitución como norma superior del ordenamiento jurídico: Es una


norma superior, porque en ella se define el propio sistema de fuentes del Derecho y
porque se autoconfigura como Constitución rígida, imponiendo una super-legalidad
formal y material. Formal en cuanto que no se puede modificar más que con los
procedimientos reforzados que establece (artículos 166 a 169), y material en
cuanto que el resto del ordenamiento jurídico ha de adecuarse a ella.
El artículo 9.1 de la Constitución dispone: “Los ciudadanos y los poderes
públicos están sujetos a la constitución y al resto del ordenamiento jurídico”, y la
disposición derogatoria tercera: “Quedan derogadas cuantas disposiciones se
opongan a lo establecido en esta Constitución”.

Conforma un conjunto de normas e instituciones jurídicas básicas, que


ordena y configura el poder del Estado y su organización, al tiempo que establece
las normas garantizadoras de los derechos y libertades de las personas y grupos en
que se integran, así como los límites al ejercicio del poder y los objetivos y
prestaciones que debe desarrollar el mismo en beneficio de la comunidad.

Ninguna norma puede contradecirla, velando por ello el Tribunal


Constitucional.

Por debajo de ella, siempre en grado inferior, nos encontramos las demás
normas:

-Leyes Orgánicas: Después de la Constitución adquieren gran importancia.

Según el artículo 81 de la Constitución, son leyes orgánicas:


Aquellas que desarrollan los Derechos fundamentales y las libertades
públicas, aprueban también los Estatutos de Autonomía y tratan del Régimen
electoral general...y las demás materias previstas en la Constitución;
Se distinguen de las demás, porque dada su mayor importancia, para su
aprobación, modificación o derogación se exige la mayoría absoluta del Congreso
(la mitad más uno de sus componentes) en votación final.

Son Leyes Orgánicas los Estatutos de autonomía de las Comunidades


Autónomas. Una vez aprobados facultan a estas Comunidades para dictar leyes
formales aplicables en sus respectivos territorios y dentro de las competencias que
en la Constitución y en sus propios Estatutos se le reconoce. La relación entre ley
estatal y ley autonómica no debe plantearse desde el prisma de jerarquía entre
ambas, sino conforme a las competencias respectivas.

Las leyes orgánicas se encuentran situadas jerárquicamente debajo de la


Constitución pero por encima de las leyes ordinarias, y las materias reservadas a
ellas no pueden ser objeto de delegación legislativa ni de iniciativa popular.

-Leyes Ordinarias: Estas normas, dada la menor importancia de las


materias a que se refieren, sólo necesitan para ser aprobadas la mayoría simple de
los miembros de cada Cámara (la mitad más uno de los asistentes).

-Decreto Legislativo: Bajo ciertas condiciones y circunstancias el poder


ejecutivo puede dictar disposiciones normativas con rango de Ley.

El artículo 82 de la Constitución dispone que las Cortes Generales podrán


delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley, si bien lo
condiciona que sea sobre materias no reservadas para las leyes orgánicas y
además la delegación se otorgue de forma expresa, para materia concreta y con
fijación del plazo para su ejercicio.

Las disposiciones que contengan legislación delegada reciben el titulo de


Decretos Legislativos (artículo 84 de la Constitución). Pueden consistir en la
formación de un texto articulado (la delegación se otorga mediante un Ley de
Bases), o en la refundición de varios textos legales preexistentes (se otorga
mediante Ley ordinaria).

-Decreto Ley: De nuevo el Gobierno, según el artículo 86 de la


Constitución, «En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá
dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos
Leyes...».

Dispone además, que, una vez promulgados, sean sometidos al control del
Congreso de los Diputados antes de treinta días, para su convalidación o
derogación.

No pueden ser objeto de regulación por decreto ley, las materias de:
Instituciones básicas del Estado, los derechos, deberes y libertades de los
ciudadanos regulados en el Título primero de la Constitución (derechos y deberes
fundamentales), el régimen de las Comunidades Autónomas, y el Derecho electoral
general (materias reservadas a ley orgánica).

-Disposiciones de rango inferior a ley: Potestad reglamentaria del


Gobierno. Conforme al artículo 97 de la Constitución, el Gobierno ejerce la función
ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes.

Son los reglamentos (Decretos, Órdenes de las Comisiones Delegadas del


Gobierno, Órdenes ministeriales, Resoluciones, Circulares, Instrucciones, etc.)
normas de carácter general dictadas por escrito el Gobierno para la ejecución,
desarrollo, o complemento de las leyes preexistentes.
La legalidad de los reglamentos es controlable por cualquiera de los
Tribunales ordinarios, de forma que los jueces pueden inaplicar un reglamento que
contradiga a una ley. A diferencia de las leyes, los reglamentos se encuentran
sometidos al control jurisdiccional de los tribunales, según el artículo 106.1 de la
Constitución.

No puede ser objeto de reglamentos lo que la constitución reserva para


leyes orgánicas u ordinarias.

1.5.3. La Costumbre
La costumbre es una forma de crear normas jurídicas: las consuetudinarias.

Es la forma espontánea y popular de la creación del Derecho.

Se diferencia con la ley en que la costumbre no ha sido elaborada por el


Poder Legislativo. La costumbre surge de manera espontánea, por la actuación
uniforme y continuada o habitual de los grupos sociales afectados por el fenómeno
normado. Podemos afirmar que la ley se dicta y la costumbre se vive.

Dando un concepto, podemos decir que es la norma creada e impuesta por


el uso social, mediante la repetición de actos realizados con intención jurídica.

Para que la costumbre tenga la consideración de norma jurídica, ha de


cumplir los siguientes requisitos:

- Un elemento material: el USO. La práctica continuada de actos de


manera uniforme y duradera.
- Opinio iuris (Elemento espiritual): Convencimiento de su obligatoriedad.
Ante determinada situación habrá de comportarse de un cierto modo.
- No contraria a la ley, a la moral al orden público.
- Que resulte probada. Para su apreciación por el Juez habrá de ser
alegada, para el caso de ser desconocida, siendo aplicada de oficio cuando la
conozca el Juez.

Así el artículo 1.3 del Código civil establece que «La costumbre sólo regirá
en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden
público y que resulte probada»”.

Luego la costumbre tiene un valor subsidiario, sólo rige en defecto de ley


aplicable. No obstante puede tener un valor superior por remisión de la ley,
cuando ésta expresamente lo indica. Así por ejemplo el artículo 591 del Código
civil.

1.5.4. Los principios generales del Derecho


Para saber en qué consisten los principios generales del Derecho, los autores
han dado múltiples respuestas. Para unos “son verdades jurídicas universales
dictadas por la recta razón y que se corresponden con nuestro sistema de vida.”;
para otros, sirven de fundamento al ordenamiento jurídico de cada país, encierran
todo el conjunto normativo no formulado.
Ejemplos: principio de buena fe (se presume que todos actuamos de buena
fe, sin malicia, mientras no se demuestre lo contrario), prohibición del abuso
del Derecho, etc.

El artículo 1 del Código civil los incluye como fuente formal del Derecho y
dispone, en su apartado 4, que:
«Los principios generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o
costumbre sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento
jurídico».

Esto significa que la función y valor jurídico de los principios es doble:

-primero, se aplicarán directamente cuando no haya ley o costumbre,


como fuente subsidiaria

-segundo, aplicación permanente, indirecta, a través de las demás


fuentes del Derecho, por su carácter informador del Ordenamiento
jurídico. Todo el Derecho habrá de estar basado en ellos.

Su inclusión entre las fuentes, se ha de entender como medio de negar la


existencia de lagunas en el Derecho, para imponer a los jueces unas pautas a la
hora de fallar un pleito cuando no hay ley o costumbre aplicables. En ese caso se
ha de acudir a los principios generales del Derecho como los básicos que impregnan
todo nuestro ordenamiento.

1.6. Otras fuentes del Derecho

1.6.1. Derecho de la Unión Europea. Incidencia en el


ordenamiento jurídico Español.
ESQUEMA
Al ingresar España en la Comunidad Económica Europea el 01/01/1986, se
incorpora a su ordenamiento jurídico los Tratados constitutivos de la CEE,
comenzando con el de Roma de 25 de marzo de 1957.

Estos tratados constituyen el Derecho Primario de la Unión Europea


(CECA, EURATON y CEE). Son los tratados fundacionales, sus protocolos y anexos.
Constituyen la cima del ordenamiento comunitario y definen los puntos principales,
programáticos, fundacionales y órganos.

El Derecho Derivado, subordinado al primario, esta formado por las


normas emanadas del Poder Legislativo de la Unión Europea (la Comisión y el
Consejo). Estas fuentes formales son:

El Reglamento: Fuente mas importante. Equivale a la ley en nuestro


Derecho.
Tiene alcance general, obligatorio y directamente aplicable en cada Estado
miembro.
Se publica en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, en cada uno de
los idiomas de los Estados miembros. No se necesita su publicación en el BOE.

La Directiva: Impone a los estados la obligación de dictar una norma


interna, según sus propias fuentes formales del Derecho, de acuerdo con tal
Directiva, cuyo incumplimiento puede dar lugar a la aplicación directa de la
Directiva en el Estado que no ha cumplido aquella obligación.
La Decisión: Obligatoria como el Reglamento, pero no tiene alcance general
sino un destinatario individual, uno o varios estados.

Dictámenes y Recomendaciones de la U.E.: Pronunciamientos que no


son vinculantes (aunque pueden tener efectos jurídicos). Los primeros expresan
una opinión sobre una cuestión determinada. Las segundas suelen ser invitaciones
a adoptar una conducta determinada.

El Derecho comunitario tiene prevalencia (en términos de competencia, no


de jerarquía) sobre el Derecho nacional

Tiene una aplicación directa, es decir, las normas que emanan de los
órganos de la UE no precisan de un acto de recepción en los Estados miembros.
Este ordenamiento se aplica a los ciudadanos de los estados miembros, puede ser
invocado y exigido por estos.

*actividad*
Vínculos interesantes: El portal de la Unión Europea. Ejercicio de
autocomprobación. Otro
*finactividad*

1.6.2. Los tratados internacionales


Según el art. 96 de nuestra Constitución, los Tratados internacionales
validamente celebrados y publicados en España, formarán parte de nuestro
ordenamiento jurídico.

Asimismo el Código civil en su artículo. 1.5 establece que «las normas


jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación directa
en España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento jurídico
interno mediante su publicación íntegra en el B.O.E

1.6.3. La jurisprudencia
Concepto: Conjunto de sentencias del Tribunal Supremo que constituye el
criterio constante y uniforme de aplicar el Derecho mostrado en las respectivas
sentencias.

Solo es jurisprudencia la del Tribunal Supremo. Y se requiere más de una


sentencia, resolviendo una cuestión en el mismo sentido, para sentar
jurisprudencia.

Si bien, formalmente hablando, la jurisprudencia no es fuente, pues no crea


normas (sólo las aplica, aclara e interpreta) en términos materiales, aunque sea de
segundo orden, si lo es al ser parte integrante del orden jurídico
complementándolo.

Así el artículo 1.6 del Código civil establece que «La jurisprudencia
complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo
reiterado establezca el Tribunal Supremo al interpretar la ley, la costumbre y
los principios generales del derecho».

Los criterios jurisprudenciales, las sentencias dictadas por el Tribunal


Supremo, no significan la creación libre del Derecho (a diferencia de los países
anglosajones), sino que han de encontrarse fundamentados en el propio sistema de
fuentes legalmente establecidos y estudiados.

Así el art. 1.7 del Código civil, establece: « Los Jueces y Tribunales tienen el
deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos que conozcan,
ateniéndose al sistema de fuentes establecido».

Aunque formalmente no sea fuente del Derecho, la jurisprudencia establece


un cuerpo de criterios de solución de conflictos que tienen evidente trascendencia
en el ámbito jurídico..

1.7. Bibliografía general

- MORENO QUESADA, B. y otros. "Derecho civil Patrimonial, Conceptos y normativa


básica". Editorial Quinta edición, 2.006, corregida y actualizada.
- ALBALADEJO , M. "Compendio de Derecho Civil". Editorial Bosch, Barcelona.
- LACRUZ, J.L. "Nociones de Derecho Civil Patrimonial e introducción al Derecho".
Editorial Bosch, Barcelona.
- LASARTE, C. "Curso de Derecho Civil Patrimonial. Introducción al Derecho".
Editorial Tecnos, Madrid.
- CÓDIGO CIVIL. Siempre la última edición.

*actividad*
Realizar un breve comentario de la Sentencia Tribunal Supremo (Sala de lo
Civil), de 26 diciembre 1990, identificando qué figuras jurídicas, ya estudiadas, se
ven implicadas en esta resolución
*finactividad*

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