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Informe Cuello

El documento detalla la anatomía y fisiopatología del cuello, incluyendo sus compartimientos, músculos y triángulos anatómicos. Se describe la importancia del examen físico del cuello, que incluye inspección, palpación y auscultación, así como las características normales y anormales que se pueden observar. Además, se mencionan diversas condiciones patológicas que pueden afectar la forma y función del cuello.

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Informe Cuello

El documento detalla la anatomía y fisiopatología del cuello, incluyendo sus compartimientos, músculos y triángulos anatómicos. Se describe la importancia del examen físico del cuello, que incluye inspección, palpación y auscultación, así como las características normales y anormales que se pueden observar. Además, se mencionan diversas condiciones patológicas que pueden afectar la forma y función del cuello.

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSIDAD NACIONAL EPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE MEDICINA
NÚCLEO MATURÍN
FISIOPATOLOGÍA

Examen físico de cuello

3er año Sección #2


Facilitador: Participantes: Cédula:
Dr. José Antonio Rojas Bárbara Valera 31120144
Alejandro Tononi 30879390
Valeria Toussaint 30386324
Carla Velasquez 30487532
Victoria Velasquez 31102533
Jhoseannis Zurita 31303358
Manuela Zapata 30968396

Mayo 2024
Anatomía y topografía del cuello.

El cuello, de forma irregularmente cilíndrica une la cabeza con el tronco; transcurren por él
importantes elementos vasculares, nerviosos (periféricos y centrales), digestivos y respiratorios, y en
él residen órganos de la jerarquía de las glándulas tiroides y paratiroides y la laringe; la columna y
los músculos cervicales aseguran su protección y la gran movilidad cefálica requerida por las
funciones vinculadas con la vida de relación: rotación (180°), flexión, extensión y lateralización.

Su límite superior está formado por el borde inferior de la mandib́ ula la apófisis mastoidea
en la línea nucal superior, el límite inferior está delimitado en la región anterior por la porción superior
del manubrio, el esternón, las clavículas y el acromion el límite posterior lo forma una línea
imaginaria entre el acromion de cada lado y la apófisis espinosa de C7. Este se encuentra dividido en
4 compartimientos:

 Compartimiento vertebral: Contiene las vértebras cervicales y los músculos


posturales.
 Compartimiento visceral: Que contiene las glándulas tiroides, paratiroides, y
timo, además de la faringe, la tráquea y la laringe.
 Dos compartimientos vasculares: Contiene la arteria carótida común, La vena
yugular interna y el nervio vago a cada lado del cuello.

Estructuras superficiales del cuello.

ESTERNOCLEIDOMASTOIDEO Y TRAPECIO

Esternocleidomastoideo. Asciende oblicuamente por el cuello, de la articulación


esternoclavicular a la apófisis mastoides. Tiene dos porciones de origen; la esternal, tendinosa y
redondeada, se origina en la cara anterior del manubrio del esternón, y la clavicular, aplanada, en la
cara superior del tercio interno de la clavícula. La porción clavicular varía mucho en su anchura, y
hay un espacio variable entre las dos porciones. El músculo se inserta en la cara externa de la apófisis
mastoides y en mitad o los dos tercios externos de la línea curva superior del hueso occipital.

El esternocleidomastoideo es cruzado por el músculo cutáneo del cuello, la vena yugular


externa y los nervios auricular y cervical transverso del plexo cervical, y a su vez cubre a los grandes
vasos del cuello, el plexo cervical, una parte de varios otros músculos (esplenio, digástrico, angular
del omóplato, escalenos, esternocleidohioideo, esternotiroideo y omohioideo), y la cúpula pleural.

El esternocleidomastoideo es el "músculo clave" del cuello porque divide la superficie


cuadrilátera de la parte lateral del cuello en triángulos anterior y posterior.
Trapecio. Este músculo se origina en el tercio interno de la línea curva superior del Occipital,
en la protuberancia occipital externa, en el ligamento cervical posterior y en las apófisis espinosas de
la última vértebra cervical y todas las dorsales, así como en el ligamento supraspinoso. Las fibras que
parten del hueso occipital y del ligamento cervical posterior se insertan en el borde posterior y la cara
superior del tercio externo de la clavícula. Las fibras restantes se super insertan en el acromion y la
espina de la escápula.

Ambos músculos están inervados principalmente por el nervio espinal (XI nervio craneal).
También existe inervación (quizá propiocep-tiva,' así como motora) de las ramas anteriores
de los nervios cervicales (esternocleidomastoideo, C2 y C3; trapecio, C3 y C4).

Estructuras profundas del cuello

La parte inferior del cuello es una región de unión entre el tórax y los miembros superiores.
La abertura superior del tórax es un espacio reniforme limitado por la primera vértebra dorsal,
las primeras costillas y sus cartílagos costales, y el manubrio del esternón. A través de él se comunica
el cuello con la cavidad torácica. Las principales estructuras que pasan por este orificio son vasos
(tronco braquiocefálico, arterias carótida primitiva y subclavia izquierdas, y ambas arterias mamarias
internas), nervios (frénico, vago, laríngeo recurrente y cadena simpática), tráquea y esófago, cúpulas
pleurales y vértices pulmonares, así como el timo.

El vértice de la axila corresponde al espacio limitado por el borde superior de la escápula, el


borde externo de la primera costilla y la cara posterior de la clavícula. A través de este espacio se
comunica el cuello con la región axilar. Las principales estructuras que pasan por él son el plexo
braquial y la arteria y vena axilares. Los vasos axilares cambian su nombre al de subclavios cuando
se encuentran por dentro del borde externo de la primera costilla
Triangulos del cuello y limites

El triangulo anterior es cruzado por el digastrico y el estiloideo, y por el vientre superior del
omohiodieo. En relacion con estos musculos se han propuesto diversos esauemas para subdividir al
tirangula anterior en una serie de triangulos mas pequeños.

Superior - Borde inferior de la mandib́ ula Medial - Línea media del


cuello
Lateral - Borde anterior del músculo esternocleidomastoideo
Triángulo
anterior
Contenido: Faringe, Laringe, Glándulas, Arteria Carótida
Común,Carótida Interna Y Carótida Externa, Vena Yugular Interna, Nervio
Facial, Nervio Glosofaríngeo, Nervio Vago Y Nervio Hipogloso
Superior - Borde Inferior De La Mandíbula Lateral - Vientre
Triángulo
Anterior Del Músculo Digástrico Medial - Vientre Posterior Del Músculo
submandibular
Digástrico
Inferior - Hueso Hioides
Triángulo
Lateral - Vientre Anterior Del Músculo Digástrico Medial - Línea Media
submentoniano
Del Cuello
Superior - Hueso Hioides
Triángulo Lateral - Vientre Anterior Del Músculo Omohioideo Y Borde Anterior Del
muscular (omotraqueal) Músculo Esternocleidomastoideo
Medial - Línea Media Del Cuello
Anteroinferior - Vientre Superior Del Músculo Omohioideo
Superior - Músculo Estilohioideo Y Vientre Posterior Del Músculo
Triángulo
digastrico
carotídeo
Posterior - Borde Anterior Del Músculo Esternocleidomastoideo
gástrico

Triangulo posterior del cuello

El triangulo posterior se ve cruzado por el vientre inferior del omohiodeo, y se ha usado este
musculo para dividir al triangulo en dos areas mas pequeñas, llamadas triangulo occipital y
supraclavicular.
Anterior - Borde Posterior Del Músculo
Esternocleidomastoideo
Posterior - Borde Anterior Del Músculo Trapecio
Triángulo posterior
Inferior - Tercio Medio De La Clavícula
Contenidos: Vena Yugular Externa, Arteria Subclavia,
Nervio Accesorio, Plexo Cervical, Troncos Del Plexo Braquial
Anterior: Borde Anterior Del Músculo
Esternocleidomastoideo
Triángulo occipital
Posterior: Borde Anterior Del Músculo Trapecio Inferior -
Vientre Superior Del Músculo Omohioideo
Superior - Vientre Inferior Del Músculo Omohioideo
Triángulo omoclavicular
Anterior - Borde Posterior Del Músculo Esternocleidomastoideo
(subclavio/ supraclavicular)
Posterior - Borde Anterior Del Músculo Trapecio

Musculos del cuello

Generalmente los músculos se describen dentro de los triángulos, es decir, existen los
músculos del triángulo anterior y los músculos del triángulo posterior. Adicionalmente, los músculos
del triángulo anterior se categorizan según su posición con respecto al hueso hioides, es decir, como
músculos suprahioideos e infrahioideos.

El hueso hioides, el cual puedes encontrar y palpar fácilmente justo encima del cartílago
tiroides. Este tiene forma parecida a la letra “U” donde su cuerpo se proyecta hacia delante (la base
de la letra “U”), mientras que las astas mayores se proyectan hacia atrás desde el cuerpo (los dos
brazos de la letra “U”) y su función principal es servir como punto de apoyo y de anclaje para muchos
músculos y tejidos blandos del cuello.

Músculo Ubicación Función


Elevar El
Estilohioideo,
Músculos Superior Al Hueso Hioides
Digástrico, Milohioideo,
Suprahioideos Hueso Hioides Durante La
Genihioideo
Deglución
Omohioideo,
Músculos Inferior Al Deprimir Al
Esternohioideo, Tirohioideo,
Infrahioideos Hueso Hioides Hueso Hioides
Esternotiroideo

Topografía

En el cuello, por detrás y a los lados de la cara, las regiones parotídeas se presentan
normalmente deprimidas entre el esternocleidomastoideo y las ramas ascendentes del maxilar; hacia
abajo, las regiones submentonianas y submaxilares pueden hacer prominencia, por ser abudante el
tejido adiposo (papada); en la línea media (región infrahioidea) sobresale el cartílago tiroides, y
aparece deprimida la fosa supraesternal limitada lateralmente por los esternocleidomastoideos, que
se extienden desde la articulación esternoclavicular hasta la apófisis mastoides, cubriendo la región
carotid́ ea y sus elementos. Por fuera, aquellos músculos, el borde superior del trapecio y la clavić ula
delimitan las fosas supraclaviculares. Profundamente, se presenta la región prevertebral. La parte
posterior del cuello o nuca se considera región superior del raquis, por la continuidad de sus elementos
óseos (columna), musculares y profundos (médula).

Exploración de cuello.

El examen del cuello requiere tiempo y experticia en el conocimiento anatómico para


relacionar lo que vemos, oímos y tocamos. Este proceso debe ser ordenado y completo por lo tanto
su exploración del cuello se realiza mediante la inspección, palpación y auscultación.

Su Inspección debe realizarse con el paciente bien sentado con las manos a los extremos,
idealmente en una silla con espaldar que permita la adecuada alineación y la mirada al frente al
mismo nivel del examinador. El paciente debe estar con el tórax y el cuello desnudo, sin maquillaje
o sin cualquier otro elemento que limite la revisión.

Normalmente en el cuello se observa una convexidad anterior y una lordosis en región


cervical.
En la inspección el explorador observará el cuello desde diferentes ángulos precisando
características como: su forma, configuración; si hay inclinación con rotación de la cabeza hacia un
lado (tortícolis); si hay lesiones en la piel; sus movimientos, si hay pulsaciones arteriales visibles y
precisar sus características, observar la cara anterior del cuello y precisar si es visible o no la
tiroides y si hay eritema local. Siendo así, el examen físico exhaustivo se debe de realizar por
apartados anatómicos, en este mismo sentido se estará explicando a medida que se desarrolle el
seminario por mi equipo.

Inspección de Piel

Se debe observar la piel con lupa que ayudará a identificar cambios en la coloración y
lesiones cutáneas, describiendo la región del cuello en que se encuentra y cada una de las
características de posible lesión.

Forma

El cuello normal tiene forma cilíndrica; y simétrica, su longitud varía de una persona a otra
y es mayor en los individuos longilíneos y asténicos que en los pícnicos. Su contorno es más
uniforme en la mujer que en el varón; en éste, a menos que exista obesidad, resaltan con frecuencia
el cartílago tiroides (“nuez o manzana de Adán”) y los músculos esternocleidomastoideos.

Lo esperado: Simetría bilateral del esternocleidomastoideo y del trapecio.

Lo Inesperados: Asimetría, tortícolis, pterigium colli (cuello alado), exceso de pliegues


posteriores, cuello inusualmente corto, distensión de la vena yugular; prominencia de las arterias
carótidas o edema.

La forma normal del cuello puede ser modificada por algunas anomalías congénitas, en las
cuales encontramos:

 El síndrome de Turner (cuello ancho y corto con membranas cervicales).


 La tortícolis congénita (acortamiento del músculo esternocleidomastoideo) provoca
una inclinación lateral característica de la cabeza. Puede ser también adquirida, espasmódica y
dolorosa (inflamatoria o traumática).
 El síndrome mediastínico da lugar a una distensión venosa con circulación colateral
y edema, denominado "en esclavina", porque se extiende hasta los hombros.
 Diversas formaciones tumorales pueden hacer relieve sobre la superficie cervical.
Las más frecuentes se originan en Los ganglios y la glándula tiroides

Tumoraciones.

La mayor parte de los tumores del cuello se encuentra a lo largo del borde anterior del
músculo esternocleidomastoideo, o en la línea media, en la región tiroidea. En los dos tercios
superiores del cuello se relacionan por lo regular con padecimientos de la laringe, lengua, piso de la
boca, bucofaringe, hipofaringe y glándulas salivales. En cambio, los del tercio inferior y región
supraclavicular se deben casi siempre a causas tiroideas o infraclaviculares. Si la tumoración ha
existido por largo tiempo sin cambios puede o no ser maligna, pero si ha crecido con rapidez, tiene
consistencia firme y no es dolorosa, es casi seguro que sea de naturaleza maligna. Se debe
determinar si la masa es dura, blanda o quística, unilateral o bilateral, su localización, movilidad o
adherencia a las estructuras contiguas, color y aspecto de la piel que lo recubre, y sus límites nítidos
o difusos. Se debe llevar a cabo una palpación bimanual, sobre todo en las regiones parotídea,
submaxilar y submentoniana.

Las tumoraciones más importantes que pueden presentarse en esta parte de la anatomía
humana son las siguientes:

1. Benignas.

• Congénitas:

- Quistes del conducto tirogloso.

- Quistes branquiales.

- Linfangiomas.

• Inflamatorias:

- Adenopatías reactivas.

- Obstrucciones de los conductos secretores de las glándulas salivales.


- Abscesos.

- Mononucleosis infecciosa.

- Toxoplasmosis.

• Traumáticas:

- Fibromatosis.

- Fístulas arteriovenosas.

2. Malignas.

• Neoplasias malignas de las glándulas salivales.

• Linfomas (como los de hogking y no hogking)

• Carcinomas tiroideos.

• Carcinomas de células escamosas.

• Sarcomas de Kaposi.

Melanomas

Tumoraciones frecuentes según la edad

En la infancia y la niñez, las tumoraciones del cuello tienen un origen predominante


congénito o inflamatorio, aunque también pueden ser neoplásicas, en especial los linfomas. En
los lactantes y niños es importante interrogar acerca de todo antecedente de fiebre, infección de
las vías respiratorias superiores o cualquier otra fuente potencial de infección. Por lo regular, el
cuadro clínico permite establecer el diagnóstico; en caso de sospecha de lesión congénita o
maligna, son de gran utilidad la resonancia magnética nuclear o la tomografía computarizada,
puesto que permiten diferenciar la naturaleza sólida, quística o vascular de la lesión, así como
su localización y extensión precisas.

En los adultos jóvenes, las masas de origen congénito son menos frecuentes; en cambio,
son habituales las adenopatías secundarias a infecciones de las vías respiratorias superiores, a la
mononucleosis infecciosa y, desde luego, a linfomas, en particular el linfoma de Hodgkin. En
los adultos deben identificarse antecedentes de tabaquismo, masticación de tabaco y consumo
de drogas intravenosas. Asimismo, es necesario conocer signos como tos, cambios en el tono de
la voz, dificultad para deglutir, fiebre, escalofrío, diaforesis nocturna y exposición a enfermos
de tuberculosis.

La presencia de una tumoración en el cuello en todo adulto de más de 40 años de edad


debe llevar a sospechar una neoplasia maligna; y esta sospecha se refuerza si existen
antecedentes de abuso de tabaco o alcohol. La mayor parte de las tumoraciones malignas en
esta región corresponde a carcinomas de células escamosas.

Por otro lado, el cuello es un sitio no infrecuente de localización de tumores


metastásicos procedentes de otras partes del cuerpo. Uno de los más conocidos es el llamado
ganglio de Troisier, conocido en las publicaciones germánicas y anglosajonas como ganglio de
Virchow. Se trata de un ganglio localizado en la región supraclavicular izquierda, de
consistencia firme, fijado y adherido a los tejidos profundos, y corresponde por lo general a
metástasis de un carcinoma de estómago o algún otro órgano del abdomen superior.

Movilidad del cuello.

El estudio de la movilidad del cuello es de importancia en el diagnóstico de los


padecimientos de la columna vertebral, los músculos del cuello y las meninges. Estudiaremos tanto
el estado de la columna cervical como el de la musculatura del cuello. Los padecimientos de la
columna cervical, sean de naturaleza degenerativa (espondilosis), inflamatoria (espondilitis),
neoplásica, u otra, suelen dar lugar a limitación de la movilidad. Las alteraciones musculares,
primarias o secundarias a parálisis de sus nervios motores, también alteran la movilidad del cuello,
ya sea por contractura, por debilidad y parálisis.

Hay que evaluar dos tipos de movilidad:

A. Movimientos activos: este provocado por la musculatura del propia del individuo.
Se le pide al paciente que realice de manera sucesiva los movimientos de flexión, extensión,
rotación izquierda, rotación derecha, flexión lateral derecha y flexión lateral izquierda del
cuello. Si alguno de los movimientos está limitado pasamos a evaluar los movimientos pasivos.
Lo esperados: Movimientos suaves.
Lo inesperados: Dolor, mareo o limitación del movimiento.
B. Movimientos pasivos: Pedimos al paciente que mantenga el cuello relajado y no
intente oponerse a los movimientos que se le realizarán. Colocamos la mano izquierda sobre la
cabeza y la derecha por debajo del mentón y realizamos movimientos de flexión, extensión,
rotación y lateralización hacia ambos lados.
C. Contra resistencia: aquí se valora la fuerza muscular, la palma derecha del
explorador se coloca sobre la frente del paciente y se le pide que intente flexionar el cuello
mientras el explorador se opone al movimiento (valoración musculatura flexora). Colocamos la
mano izquierda sobre la región occipital y pedimos al paciente que extienda el cuello mientras
nos oponemos al movimiento (valoración musculatura extensora). Le pedimos que voltee la
cabeza, mientras nos oponemos con la mano apoyada sobre el maxilar inferior del mismo lado
(valoración del ECM). Colocando la mano sobre el temporal y haciendo resistencia, pedimos
que lateralice la cabeza hacia el mismo lado.
Para la exploración del músculo trapecio pedimos al paciente que levante un hombro,
luego el otro y luego los dos a la vez. Colocamos una mano sobre su hombro y le pedimos que
lo levante, oponiendo resistencia, repetimos la misma maniobra con el otro hombro y con los
dos a la vez para comprar la fuerza de un lado y del otro.

La Torticolis espasmódica consiste en un espasmo tónico o intermitente de los músculos


del cuello que determinan la rotación y flexión lateral de la cabeza. El padecimiento tiene diversas
causas, entre las que se incluyen factores psicológicos, enfermedades de los ganglios basales,
infecciones o tumores de los huesos y los tejidos blandos del cuello.

Anatomía de los grupos ganglionares del cuello.


Los ganglios linfáticos cervicales se pueden clasificar en función de su distribución anatómica: los
ganglios linfáticos cervicales se organizan en grupos (submentoniano, submandibular, parótida,
facial, occipital y retrofaríngeo) y cadenas (yugular interna, espinal accesorio, cervical transversa,
paratraqueal y yugular externa).

GANGLIOS SUPERFICIALES:

Ganglios occipitales: se encuentran entre la protuberancia occipital externa y la apófisis


mastoides por fuera de las masas musculares; reciben aferencias del cuero cabelludo.

Ganglios posauriculares o mastoideos: ubicados por detrás de la oreja, sobre la apófisis mastoides
a nivel de la inserción del músculo esternocleidomastoideo, reciben aferencias del pabellón
auricular, el conducto auditivo externo y la región temporal del cuero cabelludo.
Ganglios preauriculares: se ubican por delante del trago del pabellón auricular; reciben aferencias
de la piel y las conjuntivas de los párpados, la piel de la región temporal, el conducto auditivo
externo y el pabellón auditivo externo y la región temporal del cuero cabelludo.

GRUPO PAROTÍDEO: En este grupo incluimos todos los nódulos linfáticos que se encuentran en
la región parotídea. Éstos pueden repartirse en tres grupos: suprafascial, subfascial y parotídeo
profundo.

Los nódulos linfáticos suprafasciales son vecinos del trago y existen en un tercio de los
casos. Los nódulos linfáticos subfasciales se sitúan entre la fascia y la cara lateral de la glándula.
Unos son preauriculares y otros infraauriculares; estos últimos se sitúan alrededor de la vena
yugular externa a su salida de la parótida. Finalmente, los nódulos linfáticos parotídeos profundos
intraglandulares se sitúan en el espesor de la parótida, a lo largo de las venas yugular externa,
retromandibular y carotídea externa; los nódulos linfáticos vecinos de la vena yugular externa
suelen ser los más numerosos. Los nódulos linfáticos parotídeos reciben los vasos linfáticos de las
regiones temporal y frontal del cuero cabelludo, de los párpados, de la raíz de la nariz, del oído
externo, del oído medio, de la parótida y de la mucosa de las cavidades nasales.

Ganglios submaxilares: se hallan por debajo del maxilar inferior; reciben aferencias de la lengua,
la glándula submaxilar, los ganglios submentonianos, la mucosa de los labios, la mucosa yugal y las
encías.

Ganglios submentonianos: se ubican por debajo de la unión de los maxilares inferiores; reciben
aferencias del labio inferior, el piso de la boca, la punta de la lengua y la piel de las mejillas.

Ganglios yugulares o cervicales anteriores: se ubican a lo largo del borde anterior del
esternocleidomastoideo, desde el ángulo del maxilar inferior hasta la clavícula; reciben aferencias
de los dos tercios posteriores de la lengua, las amígdalas, el pabellón auricular, la parótida, la
laringe y la tiroides.

GANGLIOS PROFUNDOS:

Ganglios cervicales posteriores: se encuentran a lo largo del borde posterior del músculo
esternocleidomastoideo y por delante del trapecio; reciben aferencias del cuero cabelludo y el
cuello, los ganglios axilares, los miembros superiores y la región pectoral.

Ganglios supraclaviculares: están por detrás y por afuera de las inserciones claviculares del
músculo esternocleidomastoideo; reciben aferencias de la cabeza, el miembro superior, la pared
torácica, la mama y las cavidades torácica y abdominal.

Ganglios cervicales profundos: ubicados por debajo del esternocleidomastoideo, siguen a la vena
yugular interna.

▪ La cadena yugular interna se compone de numerosos nódulos linfáticos yuxtapuestos a


la vena yugular interna. Unos son laterales y se disponen en una o varias series verticales a lo largo
de su borde lateral. Otros son anteriores y se relacionan con la cara anterior de la vena. Estos
últimos se dividen en tres grupos principales: un grupo superior o yugulodigástrico, inferior al
músculo; un grupo medio, yuguloomohioideo, superior al músculo, y un grupo inferior, próximo a
la terminación de la vena yugular interna. El grupo inferior muy raramente existe. Los otros dos son
constantes.

Técnicas de palpación:

La capacidad para palpar e identificar estructuras en el cuello varía en


función del hábito corporal del paciente. Cuanto más superficial es el ganglio, más fácil es palparlo.
Los ganglios linfáticos más accesibles a la examinación y la palpación son: Parotídeo y
retrofaringeo (amigdalino). Submandibular. Submentoniano. Sublingual (facial). Cervical anterior
superficial. Cervical posterior superficial. Preauricular y postauricular. Occipital. Estos grupos
ganglionares, que se distribuyen a manera de collar en la base de la cabeza y en cadenas verticales
que siguen el trayecto del músculo esternocleidomastoideo.

Palpación
El examinador puede ubicarse, indistintamente, por delante o por detrás y sostener la cabeza del
paciente con una de sus manos. Además, al imprimir movimientos pasivos de flexión, extensión o
rotación (maniobra de deslizamiento), se provoca una relajación de los músculos del cuello que
favorece la palpación. Debe realizarse con el pulpejo de uno o más dedos (indice, medio, anular),
ejerciendo una presión variable (inicialmente, presión mínima para evitar el desplazamiento de los
ganglios) y movimientos circulares o de vaivén. Cuando se exploran los grupos ganglionares de la
cabeza y el cuello, el paciente debe estar sentado.
La realización de la maniobra de Valsalva facilita la palpación de los ganglios
supraclaviculares.

Mediante la palpación se deben determinar las siguientes características:

• Forma y tamaño: los ganglios normales son estructuras elipsoidales, como un poroto,
con un eje mayor de 0,5-1 cm. El aumento de tamaño, que puede ser visible y palpable, o los
cambios de forma (se hacen esféricos) son signos de patología ganglionar. Cuando un
conglomerado ganglionar tiene un tamaño superior a 10 cm en su eje mayor se lo designa como
masa ganglionar y es una manifestación característica del compromiso de los ganglios profundos
por linfoma o metástasis de carcinoma. Un estudio demostró la ausencia de lesiones neoplásicas en
todos los ganglios biopsiados que tenían un tamaño menor de 1 cm. En cambio, el cáncer estaba
presente en el 38% de las adenomegalias mayores de 2,25 cm. Los ganglios agrandados del linfoma
de Hodgkin (LH) pueden tener cambios espontáneos de tamaño por regresión del componente
inflamatorio de la lesión neoplásica.

• Sensibilidad: los ganglios normales son indoloros. La presencia de dolor espontáneo o a la


palpación (relacionado con el estiramiento de la cápsula) sugiere un proceso infeccioso, pero no es
un dato concluyente. En la leucemia aguda, los ganglios, por su rápido crecimiento, son dolorosos.
En el LH es característico el dolor de los ganglios agrandados después de la ingesta de bebidas
alcohólicas (signo de Hoster).

• Consistencia: los ganglios normales tienen consistencia blanda, los metastásicos son duros o
pétreos y los afectados por procesos linfoproliferativos son firmes (consistencia de "goma de
borrar"). Los ganglios, normales o patológicos, no laten; esta manifestación debe sugerir que la
formación que se está palpando como un ganglio es una estructura vascular arterial. Sin embargo,
los ganglios que están en estrecho contacto con una arteria pueden tener un latido transmitido.
• Movilidad: los ganglios normales son móviles. Los patológicos pueden adherirse entre sí, a la piel
o a los planos profundos. La pérdida de la movilidad ganglionar normal es un signo semiológico
que indica que la patología que enferma al ganglio ha superado el límite anatómico de la cápsula; es
característica del compromiso neoplásico, aunque también puede hallarse en las infecciones.

Supraclavicular: los dedos sobre la clavícula y rótelos sobre la fosa supraclavicular


mientras el paciente gira la cabeza hacia el mismo lado y levanta el hombro. Estos ganglios son no
palpables en su normalidad; Un ganglio supraclavicular palpable siempre ha de inducir sospecha de
probable neoplasia maligna.
Adenopatías inflamatorias y tumorales.

Adenopatías: Las adenopatías, linfadenomegalias o linfadenopatías son el aumento de


tamaño o la alteración de la consistencia de los ganglios linfáticos.

El término linfadenopatía cervical se suele definir como el aumento de tamaño mayor de 1


cm de diámetro de un ganglio linfático, y que constituye una respuesta a diversos procesos
infecciosos, inflamatorios o neoplásicos. Según el tiempo de evolución, la adenopatía cervical se
puede clasificar en aguda (menos de 2 semanas), subaguda o crónica (más de 2 semanas). El
término adenitis o linfadenitis indica la presencia de ganglios inflamados y dolorosos además de
aumentados, aunque a menudo se usan ambos términos indistintamente.

No existe un tamaño a partir del cual se valore que una adenopatía es


patológica, pero se acepta por lo general que a partir de 2 cm en adultos (en niños a partir de 1 cm),
de consistencia dura, con un periodo de evolución de 3 semanas en adelante y para la cual no se ha
hallado proceso de tipo inflamatorio o infeccioso que la cause, está requiriendo una valoración
detallada etiológica.

El calor y el rubor, se apreciarán siempre que los ganglios sean superficiales. Cuando llegan a la
supuración, forman un verdadero absceso, con su fluctuación característica.

Todos los gérmenes sépticos, son capaces de provocar una adenitis. Algunas adenitis de evolución
subaguda, sólo muestran una hipertrofia ganglionar. La mayoría de las enfermedades infecciosas
puede originarlas.

Las adenopatías son localizadas cuando aparecen en una única región, como el cuello o la
axila. Cuando se afectan dos o más cadenas ganglionares no contiguas hablamos de adenopatías
generalizadas.

La linfoadenitis tuberculosa es casi siempre una poliadenitis. Unos ganglios apenas


hipertrofiados, otros tan grandes como una nuez o una naranja, algunos duros, otros ya
reblandecidos y fluctuantes. Adheridos entre si, formando una masa irregular. La piel modifica su
coloración y trofismo cuando el absceso frío busca abrirse al exterior. Esa supuración crónica deja
cicatrices irregulares, bastante características. Algunos designan escrófula (del latin scrofula, de
scrofa, cerda) a la adenitis tuberculosa porque se localiza frecuentemente en el cuello, donde el
cerdo suele presentar tumores.
La linfogranulomatosis benigna o enfermedad de Besnier, de Boeck, o sarcoidosis, es una
infección benigna del tejido linfoide, afectando especialmente la piel, pero envolviendo también los
ganglios linfáticos, huesos, pulmones y órganos internos. Esta enfermedad suele iniciarse
provocando hipertrofia ganglionar, especialmente los ganglios pre y retroauriculares, submaxilares,
epitrocleares e inguinales. Las características semiológicas de estos ganglios son semejantes a los
del linfogranuloma maligno, de modo que el diagnóstico diferencial entre estos granulomas no
puede basarse en la exploración física, sino en el cuadro general y en el examen histopatológico.
Habitualmente, coexisten una erupción de la piel (lupus pernio de Besnier), nodular o difusa y
alteraciones de los huesos, en especial de las falanges de manos y de los pies, lo que facilita el
diagnóstico.
La linfogranulomatosis sifilítica pertenece al período terciario, es de rara observación. En cambio,
son más frecuentes los linfogranulomas aislados afectando un determinado grupo ganglionar.

La adenitis satélite del chancro, es casi constante. En el período secundario suele ocurrir
una hipertrofia ganglionar generalizada y en especial de los ganglios de la nuca y
supraepitrocleares.

Tumorales:

El linfogranuloma maligno o enfermedad de Hodgkin, en el primer periodo ofrece


ganglios grandes y blandos, algunas veces adheridos entre sí, pero nunca a la piel. Con el tiempo,
esos mismos ganglios se retraen, haciéndose duros y pequeños. Algunas veces, los ganglios
superficiales están poco atacados, hipertrofiándose. Otras veces, la enfermedad se inicia con una
esplenomegalia aislada. En todas sus formas clínicas, ganglionar, mediastínica, abdominal o
esplénica, el linfogranuloma maligno, produce una fiebre de tipo ondulante.

La linfadenosis cancerosa o maligna, ordinariamente denominada hipertrofia ganglionar


metastática (del griego methistemi, yo cambio de lugar), demuestra la malignidad de un tumor. No
tiene más características, que la de su localización en el territorio linfático perteneciente al órgano,
asiento del tumor original. Los ganglios aparecen duros e indoloros.

El linfoadenoma o linfoma benigno, es generalmente único, no produce metástasis. De tamaño


variable, a veces muy grande, indoloro, con la consistencia blanduzca de un ganglio normal, puesto
que es sólo la hiperplasia del tejido propio de la glándula, esta sin metaplasia alguna. Una
característica, es la notable sensibilidad a los rayos Roentgen, que lo reducen muy rápidamente.

La linfoadenomatosis o linfomatosis benigna es rara, pero existe; los ganglios afectados tienen las
mismas características que el linfoadenoma único.

Alguna vez el linfoadenoma puede sufrir una degeneración maligna, transformándose en un


linfosarcoma. Más que los caracteres físicos del tumor, sustentará el diagnóstico su repercusión
sobre el estado general del enfermo.

linfosarcoma primitivo: El linfosarcoma de muestra su malignidad, en su propagación por vía


linfática a otros ganglios y a veces por metástasis en otros órganos, hígado, pulmones, riñones, etc.

Arterias Carotidas, localizacion, simetria y soplos.

Las arterias Carotidas son 2 vasos de alto calibre que son ramas directas de la aorta, estas
asciende por el cuello en su parte anterolateral por el triangulo Carotideo, donde se virfurcan a nivel
de C4 en Carotida interna y externa.

Se evalúa el pulso de la arteria carótida colocándose en el lado derecho del paciente,


mientras éste se recuesta sobre su espalda. Se auscultan las arterias carótidas en busca de soplos. Si
se detecta un soplo no se debe palpar la arteria carótida, pues si hay una placa de colesterol la
palpación puede producir un émbolo.

La auscultacion de las arterias carotidas se realiza con la membrana del estetoscopio y con
el paciente en decubito dorsal o ligeramente elevado y con la cabeza girada hacia el lado opuesto.
Puede pedirse al paciente que contenga la respiracion durante la auscultacion que se hara primero
de un lado del contrario.

Para palpar la arteria carótida, se coloca el índice y el tercer dedo sobre el cartílago tiroides
del paciente y se los desliza en dirección lateral entre la tráquea y el músculo
esternocleidomastoideo. Se deben poder sentir las pulsaciones de la carótida inmediatamente
internas al músculo esternocleidomastoideo. La palpación debe hacerse en la parte baja del cuello
para n o ejercer presión sobre el seno carotídeo, lo cual puede producir un descenso reflejo de la
presión arterial y de la frecuencia cardíaca. Se evalúa cada arteria carótida por separado. No se
presiona nunca sobre las dos arterias carótidas al mismo tiempo. Una vez que se ha evaluado la
arteria carótida derecha, se mantiene la misma posición y se colocan los mismos dedos nuevamente
sobre la tráquea del paciente y se los desliza lateralmente a la izquierda para palpar la arteria
carótida izquierda.

Se palpa la arteria carótida para valorar el contorno y la amplitud del pulso. El contorno es
la forma del pulso. A menudo se describe como la velocidad del declive ascendente, el declive
descendente y la duración de la onda. Se coloca una mano firmemente sobre la arteria carótida hasta
que se palpe la fuerza máxima. En ese momento se debe poder distinguir la forma de la onda. Se
puede describir el pulso como normal, disminuido, aumentado o de doble pico. La onda del pulso
carotídeo normal es suave y el impulso ascendente es más pronunciado y más rápido que el impulso
descendente. Un pulso reducido es un pulso pequeño y débil. En la palpación con el dedo se percibe
una elevación suave de la presión, con un pico distintivo. Un aumento del pulso es un pulso grande,
fuerte e hipercinético. El dedo con el que se palpa percibe una mayor intensidad de la elevación de
la porción ascendente del pulso y una pulsación vivida en su pico. Un pulso de doble pico tiene una
percusión prominente y una onda de corriente con o sin una onda dicrótica.

En reposo fisico y mental solo son visibles, en condiciones normales, tenues latidos
carotideos, excepto en jovenes delgados o con habitos atleticos en quienes pueden percibirse latidos
en areas supraclaviculares (pulso Subclavio) y aun supraesternal.

En el posesfuerzo inmediato, en los estados hipertensivos y en los estados hipercineticos en


general (simpatoconia, anemia cronica, sindrome febril, hipertiroidismo), es dable observar latidos
netros y amplios en todos los sitios mencionados. Lo mismo ocurre en la hipertension arterial con
aumento de la presion diferencial, sobre todo con elevacion predominante de la sistolica, asi como
en los individuos añosos adelgazados y en aquellos con ateromatosis aortica exagerada por perdida
en las elasticidad y, por ende, de la amortiguacion de la eyeccion ventricular, que se transmite con
mayor rapidez y amplitud por las paredes arteriales.

No obstante, las pulsaciones alcanzan mayor magnitud en las formas graves de insuficiencia
valvular aortica y en todas las variedades de fistulas arteriovenosas, incluidos el conducto arterioso
persistente y otras comunicaciones congenitas directas aortopulmonares. En tales circunstancias, los
latidos arteriales amplios y multiples constituyen el denominado baile arterial, que en su mayor
expresion, con cabeceo sincronico de la cabeza(Signo de Musset) cataloga como grave toda
insuficiencia valvular aortica.
Un latido cervical unilateral y amplio puede corresponder a un aneurisma de la arteria
subclavia o de la carotida, pero esto es muy raro; en la mayoria de los casos, cuando ocurre a la
derecha en personas de edad avanzada, en especial mujeres, corresponde al clasico ‘’sifon
carotideo’’, secundario a cambios escleroticos con elongacion de la arteria y no a un verdadero
aneurisma. A diferencia de estos, no ocasiona sintomas y su evolucion es benigna.

En contraste, la disminucion o ausencia de los latidos palpables suele implicar obstruccion,


casi siempre aterosclerosa. En el primer caso, el flujo turbulento que la acompaña genera un fremito
sobre su trayecto. No obstante, a veces un trayecto tortuoso por ateroesclerosis, en posicion al
‘’sifon’’, puede ocasionar la profundizacion y ocultamiento arterial, con la consiguiente atenuacion
y aun ausencia de los latidos. Por todo esto, un examen con eco-Doppler es obligatorio para
establecer de manera fehaciente una obstruccion carotidea.

Los fremitos cervicales (soplos palpables) pueden obedecer a obstrucciones carotideas


significativas (del 60 al 90% de la luz) y se ubican en el trayecto arterial. Tambien pueden
propagarse a partir de estrecheces aorticas (valvulares en su mayoria o supravalvulares), y se ubican
en el trayecto arterial, y en tal caso se palpan en ambas carotidas, pero con predominio derecho y
casi siempre presenta mayor intensidad sobre el foco auscultatorio aortico. El conducto arterioso
persistente y otras fistulas aortopulmonares producen un fremito continuo (sistolico-diastolico) o
solo diastolico, que se propaga en especial a la carotida y a la subclavia izquierdas, pero en su
mayor intensidad suele estar en el 2° y 3er espacio intercostal valvular puede propagarse al cuello
(las vibraciones de la turbulencia en la rama izquierda de la arteria pulmonar se transmiten a la
aorta, y de esta al cuello). Un fremito sistolico o continuo puede tambien palparse sobre la glandula
tiroides agrandada y con aumento de la temperatura de un bocio hipertiroideo, sobre todo en la
enfermedad de Graves Basedow. De vez en cuando, un fremito con caracteristicas similares puede
palparse en otros sitios frente a fistulas arteriovenosas cervicales traumaticas.

Lo normal es no escuchar nada o auscultar la tranmision de los ruidos cardiacos. La


auscultacion de un soplo puede indicar la presencia de una estenosis o la transmision de un soplo
cardiaco hacia las carotidas.

Exploración de las Venas Yugulares: ingurgitación y alteraciones.

¿Qué se busca en la exploración yugular?


Este es un examen en el cual evaluaremos en la vena yugular lo siguiente:

 La turgencia: Es la expresión de la presión venosa en sí, La observación de


una vena yugular turgente o ingurgitada expresa una dificultad en el retorno venoso generada
en el mediastino o en las cavidades cardiacas
 Pulsaciones: manifestación del ciclo cardíaco y sus alteraciones.

a través de la determinación de su grado de ingurgitación de la vena yugular, nos permite


determinar la presión venosa central, es decir, de la aurícula derecha

Las paredes venosas son blandas y fáciles de comprimir. En condiciones normales, las
venas yugulares no están ingurgitadas más allá de 2 cm por encima del ángulo esternal de Louis por
lo que no se puede visualizar su trazado debajo de la piel. Por lo tanto, se estima que toda
ingurgitación mayor a 4 es anormal

Es una técnica especialmente útil en pacientes con disnea, edema o hipovolemia, ya que nos
puede orientar hacia el origen del cuadro, indicando que esta es cardiaca

Anomalías:

La distensión excesiva de las venas yugulares es el signo de una enfermedad que provoca el
aumento de la presión venosa. Las causas de este aumento, es decir del estancamiento de la sangre
en las venas, pueden ser generales y deberse a anomalías en el sistema circulatorio, o locales, si
existe una obstrucción que hace que la sangre no puede fluir hacia el corazón y queda atrapada en
las venas yugulares.

Causas generales:

1. Taponamiento cardiaco: Consiste en la acumulación de líquido


intrapericardico, con elevación de la presión de la cavidad pericárdica e interferencia con
el llenado diastólico ventricular. En consecuencia, hay limitación del retorno venoso y
disminución drástica del gasto cardiaco
En clínica el paciente muestra taquicardia, taquipnea, dolor torácico y ansiedad.
Hay descenso progresivo de la presión arterial e incremento progresivo de la presión
venosa, con ingurgitación yugular y hepatomegalia congestiva
2. Pericarditis constrictiva: Es una fibrosis del pericardio que restringe su
capacidad de distensión, lo cual interfiere con la función diastólica del corazón y
determina un estado de insuficiencia cardiaca congestiva. El trastorno se manifiesta de
manera clínica por congestión venosa sistémica, muy visible en las venas yugulares
edemas en zonas de declive, hepatomegalia congestiva y ascitis
3. Insuficiencia ventricular derecha
4. Derrame pericárdico
5. Estenosis o insuficiencia de la válvula tricúspide
6. Hipertensión pulmonar

Causas locales

1. Obstrucción parcial de la vena cava superior obstrucción de la vena cava


superior: Este fenómeno también conocido como síndrome de la vena cava superior se debe
a una elevación considerable de la presión venosa en la parte superior del cuerpo y se
manifiesta en clínica por edema de la cabeza, cuello, extremidades superiores, unidos a piel
pletórica, cianosis, distensión de las venas superficiales, principalmente las yugulares.
2. Distensión unilateral de la vena yugular

Puede ser también:

Bilateral:

1. insuficiencia ventricular derecha,


2. derrame pericárdico grave (incluyendo el taponamiento cardíaco),
3. pericarditis constrictiva (caracterizada por una mayor ingurgitación durante
la inspiración: pulso venoso paradójico [signo de Kussmaul]),
4. obstrucción parcial de la vena cava superior (síndrome de vena cava
superior),
5. estenosis o insuficiencia de la válvula tricúspide (en la insuficiencia pulso
venoso positivo: la ingurgitación aumenta durante la sístole),
6. hipertensión pulmonar,
7. embolismo de la arteria pulmonar,
8. neumotórax a tensión.
Unilateral:

1. bocio de gran tamaño;


2. en el lado izquierdo compresión de la vena braquiocefálica izquierda por
aneurisma de aorta.

Patologías o alteraciones de la vena yugular interna

La flebectasia: es una dilatación fusiforme que se manifiesta clínicamente como una


tumoración asintomática, localizada en el área supraclavicular a lo largo del borde anterior del
músculo esternocleidomastoideo. Se trata de una masa blanda, no dolorosa ni pulsátil que,
característicamente, aparece o se agranda en relación con el esfuerzo, el llanto, el estornudo, la tos o
la maniobra de Valsalva, y cuyo tamaño desaparece o se reduce con el paciente en calma

Examen:

En cuanto a la clínica, para poder realizar esta técnica lo primero es saber cómo se debe
posicionar al paciente

El paciente debe estar en decúbito supino, localizando la cabecera de la cama en un ángulo


entre 30-45°y el cuello algo rotado en sentido opuesto del examinador. Siendo esta la mejor
posición para localizar las venas del cuello. En caso de no localizarse se puede modificar la altura
hasta poder visualizarlas

También se debe tomar en cuenta que pacientes con condiciones como ortopnea no se
recomienda el decúbito ni disminuir el ángulo

Lo siguiente seria localizar a las venas yugulares,

Primero que todo debemos asegurarnos que estamos realmente ante una vena:

Como ya sabemos las venas no tienen latidos palpables, pero si tienen movimientos o
colapsos venosos por los cambios de presión durante el ciclo cardiaco,

Otro punto es que las venas poseen 2 ondas asociadas a la diástole, mientras que las arterias
poseen 1 movimiento asociado al mismo

Y por último, las venas aumentan su altura de llenado en relación a distintos factores y
colapsan durante la inspiración
una vez que se hayan localizado se debe ubicar la altura o el punto más alto de la vena
visible

La vena yugular externa se encuentra anterior al músculo esternocleidomastoideo,


cruzándolo por la mitad aproximadamente. En esta imagen se grafica la altura máxima de llenado
venoso y cómo se vería en la práctica clínica

Por otro lado, la vena yugular interna se encuentra más profundo y más medial, y así es
como se ubicaría en la práctica

En esta posición se observa en condiciones normales y en reposo, la turgencia oscilante


debido a las ondas del pulso venoso de la parte inferior de la yugular interna y de la yugular externa
cuando la presión venosa está aumentada.

Dado que el grado de ingurgitación y las pulsaciones son más visibles en la parte superior
de la columna sanguínea que despliega las paredes venosas, normalmente la yugular externa resulta
más visible y útil.

Sin embargo, esto no siempre se observa en los individuos de cuello muy corto, en obesos,
y en los niños pequeños. Por esto en ellos sigue predominado el valor semiológico de la yugular
interna

EN caso de que sea dificultoso el ubicar el punto del colapso venoso yugular, existen ciertas
técnicas como:

En primer lugar, cambiando la posición del paciente, disminuyendo o aumentando el ángulo


de la cabecera. En el caso de disminuir el ángulo las venas tienden a llenarse más, además es útil
para diferenciar de las arterias, ya que estas no se modifican con el cambio de posición

En segundo lugar, se puede presionar las venas a nivel de la base del cuello, con el mismo
efecto que el anterior, es decir, de llenado

En Tercer lugar, se puede aplicar la maniobra de Valsalva, sin embargo, esta puede ser un
poco contradictorio ya que aunque hacen notar más las venas, no se recomiendan en este tipo de
pacientes, debido a pueden desacelerar el corazón

También podemos aplicar la técnica del reflejo hepatoyugular. Sirve para evaluar una
posible insuficiencia ventricular derecha. Con este propósito se aplica presión suave con la palma
de la mano, sobre el cuadrante superior derecho del abdomen, durante unos 30 segundos al tiempo
que se observan las pulsaciones venosas yugulares. Estas deben ser cuantificadas y cronometradas

Es importante asegurarse de que el paciente no puje (Maniobra de Valsalva) durante el


tiempo que se ejerce la presión abdominal

En las personas normales, esta prueba produce un aumento mínimo o nulo de la


prominencia de las pulsaciones venosas

En aquellos casos en que exista hipertensión venosa con insuficiencia cardiaca congestiva,
se verá que el aumento es francamente mayor y sostenido, que persiste durante el tiempo de la
maniobra (Es decir, más de 10 s).

En cambio, cuando la vena cava superior está obstruida, hay ausencia absoluta del reflejo
hepatoyugular

Cuando correlacionar una Prueba de reflejo hepatoyugular positiva junto con una Presión
venosa elevada, esta prueba tiene una sensibilidad del 90% para detectar presión atrial derecha
elevada

Para poder realizar una correcta técnica en la evaluación de las venas del cuello debemos
tomar en cuenta lo siguiente anteriormente descrito:

Posicionamiento

Altura del colapso venoso

Localizar anatómicamente donde se ubica el Ángulo esternal

Con esto en mente, se puede realizar la medición

utilizaremos una regla métrica posicionada sobre el ángulo esternal, también utilizaremos
otra regla, objeto recto o línea recta imaginaria que iría desde la altura máxima del colapso venoso
hasta la regla, de forma horizontal lo más derecha posible.

La distancia entre el punto más elevado de ingurgitación venosa y el ángulo esternal es la


medida correcta para determinar el grado de distensión venosa del cuello

También se debe tener en cuenta que se ha descrito que desde el ángulo esternal hasta el
atrio derecho hay una distancia de 5cm,
Una vez trazada esta línea, los valores normales se expresan como presión venosa yugular,
la cual tendrá un valor normal de menos de 3cm, o si lo graficamos como una columna de agua,
(dado que las venas representan su presión como una columna de agua) y partimos desde el punto 0
que sería el centro atrio derecho (el cual se encuentra a 5 cm de distancia del ángulo esternal).
Podríamos decir que el valor normal es menor a 8cmH2O

Por lo tanto, todo valor por encima de éste será un valor anormal, y podemos encontrar
ciertos estados patológicos como:

Que las venas yugulares no se observen, esto se denomina yugulares planas a x grados, lo
cual se relaciona con hipovolemia, una situación contraria es tener una presión yugular elevada, la
cual se correlaciona con, por ejemplo, insuficiencia ventricular derecha.

Otra alteración que podemos ver al evaluar la altura de la PVY es el Signo de Kussmaul:

Recordando la Fisiologia, durante la espiración, la altura del colapso venoso tiende a


aumentar, y de forma contrario durante la inspiración estas disminuye. Y esto tiene sentido debido a
durante la inspiración que la presión atrial derecha desciende a medida que la presión intratorácica
se negativiza

Cuando esto no ocurre, es decir cuando hay una elevación paradójica de la presión venosa
yugular durante la inspiración se le denomina signo de Kussmaul. Este signo incluye distintos
diagnósticos diferenciales, como

 Pericarditis constrictiva
 Insuficiencia cardiaca severa
 Embolismo pulmonar
 Infarto del ventrículo derecho

Región Infrahioidea

Comprende el espacio tirohioideo, las formaciones vinculadas con el cartílago tiroides, que
constituye el elemento primordial del esqueleto laringeo, y la glándula tiroides; algunas
tumefacciones relacionadas con el tracto
tirogioso están vinculadas con el espacio tirohioideo. Es más importante aquí el estudio de la laringe
y la glándula tiroides.
Laringe

Como ya sabemos, el sistema respiratorio se divide en una parte superior y otra inferior. La
laringe es el comienzo de la vía aérea inferior. Hacia inferior, se continúa como tráquea, mientras que
superiormente se continúa como la faringe. La función principal de la laringe es conducir el aire hacia
la tráquea. Así mismo, actúa para evitar que los alimentos ingresen en la tráquea en vez del esófago.
Esto es posible ya que la laringe tiene una porción llamada epiglotis que se cierra durante la deglución
y se abre durante la respiración.

Examen físico externo.

Se efectúa combinando la inspección y la palpación; se comprobará la situación y forma del


cartílago tiroides, hueso hioides y partes blandas que los rodean, la presencia de puntos dolorosos, y
su movilidad pasiva transversal y activa longitudinal con ascenso durante la deglución. Al comunicar
a la laringe un movimiento lateral, apoyando contra el plano posterior, se palpa y ausculta un frote,
producido por su deslizamiento sobre los planos profundos. Pero este examen solamente permite
apreciar grandes procesos inflamatorios o tumorales del órgano, ya muy evolucionados y cuyo
comienzo puede establecerse antes con un examen endoscópico (laringoscopia).

Examen físico interno.

Laringoscopia Indirecta: Para realizar esta exploración se necesita: Un Espejo laríngeo de


tamaño adecuado, y buena fuente de iluminación. El espejo laríngeo se introduce en la boca,
previamente templado, al tiempo que se sujeta la lengua. No debe estar demasiado caliente y hay que
evitar que toque la lengua. El paciente debe respirar lentamente por la boca. El espejo se introduce
empujando la uvula hacia arriba, hasta llegar a la orofaringe. Entonces, se puede dirigir un haz de luz
hacia el espejo, que reflejará las estructuras laringeas internas.

Laringoscopia Directa: Para realizar una exploración física de la laringe, se utiliza un


instrumento llamado laringoscopio, el cual permite visualizar la laringe y las cuerdas vocales a través
de la boca. El laringoscopio se introduce en la boca y se dirige hacia la garganta, de manera que se
puedan observar las estructuras de interés.

Los nódulos de las cuerdas vocales son crecimientos benignos (no cancerosos) en ambas cuerdas
vocales causados por el abuso de la voz. Igual los pólipos, pero son más grandes.

Las úlceras de contacto de las cuerdas vocales son llagas en carne viva que aparecen en la
membrana mucosa que recubre los cartílagos a los cuales están sujetas las cuerdas vocales. Causado
por abuso de la voz al hablar enérgicamente, en particular al empezar a hablar.

Tráquea

Exploración de tráquea

La tráquea, es un tubo fibrocartilaginoso de 10-11 cm de largo del tracto respiratorio inferior.


Foma el tronco del árbol traqueobronquial o zona de conducción pulmonar. La tráquea se extiende
entre la laringe y el tórax y consta de dos partes; cervical y torácica. Termina al nivel del ángulo
esternal (ángulo de Louis) (T5) donde se divide en dos bronquios principales, uno para cada pulmón.
Cada bronquio principal se ramifica en bronquios intrapulmonares más pequeños que suministran
aire a los diversos lóbulos y segmentos pulmonares. La función principal de la tráquea es transportar
aire hacia y desde los pulmones durante la respiración. Además, proteger el tracto respiratorio al
calentar y humedecer el aire, e impulsar partículas extrañas hacia la faringe para su expulsión.

Inspección

Observe si existe alguna desviación de la tráquea, así como las delimitaciones del hueso
hioides, cartilago tiroides y cricoides, los tres deben ser uniformes y no sensibles, y han de desplazarse
bajo el dedo del examinador cuando el paciente traga.

Palpación

Palpe la tráquea para determinar su posición en la línea media. Con el cuello del paciente en
extensión, coloque los dedos indice y pulgar de una mano a cada lado de la tráquea, por debajo del
istmo de la tiroides.
Se debe colocar el indice por encima de la horquilla esternal, la tráquea se reconoce por la
prominencia de sus anillos. El dedo se debe desviar luego hacia ambos lados para evaluar el espacio
que separa la traquea de los esternocleidomastoideos. La traquea puede resultar desplazada hacia uno
u otro lado por masas cervicales o intratorácicas.
El craqueo laringeo se efectúa moviendo lateralmente el cartilago cricoides tomado entre el indice y
el pulgar. La sensación de roce o resalto caracteristico puede desaparecer en el cáncer laringeo o en
el bocio retroesternal. Una sensación de tracción en sincronia con el pulso es indicio de signo de tirón
traqueal (signo de Cardarelli o de Oliver), lo que sugiere la posible presencia de un aneurisma aórtico.

Exploración de la Tiroides: Inspección y Palpación. Alteraciones (bocio, tumores


tiroideos)

Anatomía

Anterior al músculo esternocleidomastoideo se encuentra el triángulo anterior. Los otros


límites del triángulo anterior son la clavícula en la parte inferior y la línea media en la parte anterior.

Dentro de este triángulo están la glándula tiroides, la laringe, la faringe, nódulos linfáticos, la
glándula salival submandibular y grasa. La glándula tiroides rodea la parte superior de la tráquea y
está constituida por dos lóbulos conectados por un istmo. Se trata de la glándula endocrina más grande
del organismo. Si se mira de frente, presenta forma de mariposa y rodea la parte anterior y lateral de
la laringe y la tráquea. El istmo del tiroides atraviesa la tráquea justo por debajo del cartílago cricoides
de la laringe y los lóbulos laterales se extienden a los lados de la laringe y llegan a la mitad del
cartílago tiroides de la laringe. En ciertos casos, el tiroides se puede extender hacia abajo y aumentar
de tamaño dentro del tórax, provocando un bocio subesternal. La función de la glándula tiroides es
producir la hormona tiroidea según las necesidades del cuerpo.

Palpación de la glándula tiroides.

La palpación de la tiroides es una técnica utilizada por los profesionales de la salud para
evaluar el tamaño, la forma y la textura de la glándula tiroides. Esta técnica puede ser parte de un
examen físico de rutina o realizarse si se sospecha alguna alteración en la tiroides.

Para realizar la palpación de la tiroides, el médico o profesional de la salud primero le pedirá


al paciente que se siente o se recueste con el cuello ligeramente extendido hacia atrás. Luego, con los
dedos, el médico palpará cuidadosamente la glándula tiroides para detectar cualquier aumento de
tamaño, nódulos o irregularidades en su superficie.
Durante la palpación, el paciente puede sentir presión en el cuello, pero no debería
experimentar dolor. Si se detectan cambios o anormalidades en la tiroides durante la palpación, el
médico puede recomendar pruebas adicionales, como análisis de sangre para medir los niveles de
hormonas tiroideas, ecografía tiroidea, biopsia de nódulos tiroideos, entre otras, para confirmar el
diagnóstico y determinar el tratamiento adecuado.

La glándula tiroides asciende con los movimientos deglutorios, cosa que ayuda a
identificarla. porque está adherida a la laringe y la tráquea. Existen tumores que por su localización y
por estar adheridos a las estructuras laringo-traqueales, pueden confundirse con un bocio como son
los glanglios tuberculosos, los quistes del espacio tiroideo, los quistes del conducto tirogloso y los
abscesos tiroideos. La palpación puede hacerse con una sola mano, colocándose el médico a un lado
del paciente o bimanualmente por detrás del individuo, tratando de abarcar la glándula con ambas
manos y los pulgares colocados en la nuca.

Ambas maniobras se complementan. Por lo general, la tiroides normal no se ve ni se palpa.


Para apreciarla se invita al paciente a deglutir un sorbo de agua. El agrandamiento de la glándula se
aprecia como un cuerpo blando que asciende al deglutir. Deben examinarse los dos lóbulos y el istmo,
y anotar el tamaño, la consistencia, superficie, movilidad, presencia o no de nódulos o quistes y la
sensibilidad a la palpación. Cualquier crecimiento de la glándula tiroides se denomina bocio.

Es importante que la palpación de la tiroides sea realizada por un profesional capacitado para
garantizar una evaluación precisa y segura. Si tienes inquietudes sobre tu tiroides o notas cambios en
tu cuello, es recomendable consultar a un médico para una evaluación adecuada y un manejo
apropiado de cualquier alteración en la glándula tiroides.

Formas de Palpar:

Existen dos formas de palpar el tiroides: la anterior y la posterior. La técnica anterior se


realiza de forma que el paciente y el examinador estén sentados el uno frente al otro. La flexión del
cuello del paciente o el giro suave de barbilla hacia la derecha relajará al músculo
esternocleidomastoideo de ese lado, lo que facilitará la exploración. La mano izquierda del
examinador debería desplazar la laringe hacia la izquierda y, durante la deglución, palpar el lóbulo
izquierdo del tiroides desplazado entre el dedo pulgar derecho y el músculo esternocleidomastoideo
izquierdo. Tras valorar el lóbulo izquierdo, se desplaza la laringe hacia la derecha y se valora el lóbulo
derecho, lo que conlleva invertir la posición de las manos.

En este momento de la exploración, el examinador debería colocarse de pie detrás del


paciente para palpar el tiroides con una técnica posterior. Así, el examinador debe colocar las dos
manos alrededor del cuello del paciente, que se encontrará ligeramente extendido. Con la mano
izquierda se desplazará la tráquea hacia la derecha y después se pedirá al paciente que trague mientras
gira su mano derecha sobre el cartílago tiroides. Mientras el paciente traga, la mano derecha del
examinador palpa el tiroides contra el músculo esternocleidomastoideo derecho.

A continuación se solicitará de nuevo al paciente que trague mientras empuja la tráquea hacia
la izquierda y con la mano izquierda se palpa el tiroides contra el músculo esternocleidomastoideo
izquierdo. El examinador debe acercarle agua para que beba y así facilitar la deglución. Si bien se
suelen realizar tanto la exploración anterior como la posterior, no resulta frecuente que el examinador
se encuentre con una glándula tiroidea normal.

Se debe valorar la consistencia de la glándula. El tiroides normal tiene una consistencia


parecida a la del músculo. Una dureza poco habitual se asocia a cáncer o a cicatrices, mientras que
un tiroides blando o esponjoso es propio del bocio tóxico. El dolor a la palpación del tiroides se asocia
a infecciones agudas o a hemorragias intraglandulares. Si el tiroides está aumentado de tamaño,
también debería emplearse la auscultación: se coloca la campana del estetoscopio por encima de los
lóbulos tiroideos mientras el examinador busca un posible soplo (los soplos se auscultan cuando
aumentan las turbulencias dentro de un vaso). La identificación de un soplo tiroideo sistólico o de ida
y vuelta, sobre todo cuando se ausculta en el polo superior, indica un aumento anómalo del flujo de
sangre y sugiere un bocio tóxico.

Clasificación de acuerdo al tamaño de la glándula tiroides, en grados:

Grado 0: Tiroides ni palpable ni visible.

Grado la: Tiroides palpable (sólo con la deglución), pero no visible .

Grado lb: Tiroides palpable y visible con la hiperextensión del cuello.

Grado 11: Tiroides visible desde cualquier ángulo.

Grado 111: Bocio deformante.

La medición de la circunferencia del cuello con una cinta métrica, permite controlar
periódicamente el tamaño de la glándula tiroides. La cinta debe pasar por detrás, sobre la 7" vértebra
cervical y, por delante, por la parte más prominente de la glándula.
La consistencia de la glándula puede ser normal o parenquimatosa (tiroides normal, bocio
simple e hipertiroidismo), firme (bocios de larga evolución), gran u losa (tiroiditis de Hashimoto ),
leñosa o pétrea (tiroiditis de Riedel y carcinoma). La superficie puede ser lisa, nodular o quística.

Ocasionalmente el aumento de tamafio de la tiroides ocurre hacia el interior del tórax y no se


palpan los polos inferiores de los lóbulos de la glándula. Es el bocio retroesternal o endotorácico que
puede delimitarse por la matidez que se obtiene con la percusión sobre la región anterosuperior del
tórax.

Otros tumores del cuello. Además de los tumores tiroideos y las linfadenopatías pueden
también presentarse en el cuello otros procesos inflamatorios y tumorales.

1.- Tumores de la nuca: Quistes sebáceos, quistes dermoides, foliculitis, furúnculos, ántrax y
lipomas.

2.- Tumores de la cara anterior del cuello:

a. Quiste tirogloso:

b. Quiste de la hendidura branquial:

c. Glándula submaxilar: Se encuentra en la línea media entre la glándula tiroides y la base de


la lengua. Se mueve al sacar la lengua y a la par de los movimientos deglutorios. Por delante y parte
superior del músculo esternocleidomastoideo. Situada por debajo del maxilar inferior, tiene un
tamafto de 1 a 2 cm.

d. Glándulas sublinguales. No se palpan normalmente. Están en la curvatura anterior del


maxilar inferior. Rigidez de la nuca. Es la resistencia y dolor que ofrece el cuello al intentar la flexión
de la cabeza. Es un signo de gran valor semiológíco para el diagnóstico de irritación meníngea
(meningitis y hemorragia subaracnoidea).

Bocio

Si bien la deficiencia de yodo sigue siendo una de las causas del aumento de tamaño del
tiroides a nivel mundial, algunas otras causas importantes de bocio son las infecciones, las
enfermedades autoinmunitarias, el cáncer y los nódulos aislados. Un tiroides aumentado de tamaño
se puede asociar a hipertiroidismo, hipotiroidismo o a un bocio simple o multinodular con un
funcionamiento normal.
Tal y como se ha comentado anteriormente en este capítulo, el tiroides puede aumentar de
tamaño y alcanzar la cavidad torácica. Si alcanza el tamaño suficiente, podría dificultar el flujo venoso
de salida procedente de la cabeza y el cuello e incluso provocar un compromiso de las vías
respiratorias altas o vascular.

El tipo más frecuente de hipertiroidismo es el bocio tóxico difuso, denominado también


enfermedad de Graves. La enfermedad de Graves sintomática aparece con una incidencia de 1 por
cada 1.000 mujeres en estudios multinacionales. Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad y
en cualquier raza. Se considera un trastorno autoinmunitario provocado por la elaboración de una
inmunoglobulina estimuladora del tiroides.

En ocasiones, el hipertiroidismo se debe a un nódulo solitario caliente. El bocio adenomatoso


tóxico, también denominado enfermedad de Plummer, constituye menos del 10% de todos los casos
de hipertiroidismo. El hipertiroidismo puede deberse a un adenoma tiroideo solitario que funciona de
forma autónoma. Dicho adenoma suele ser papilar y no se relaciona con ningún proceso
autoinmunitario. La hiperfunción se puede observar también con múltiples nódulos.

Tumores Tiroideos

Los tumores tiroideos son crecimientos anormales de células en la glándula tiroides, que es
una glándula en forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello. Estos tumores pueden ser
benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Algunos de los tipos más comunes de tumores
tiroideos incluyen:

1. Adenomas tiroideos: son tumores benignos que se desarrollan en las células de la glándula
tiroides.

2. Carcinoma papilar de tiroides: es el tipo más común de cáncer de tiroides y generalmente


tiene un buen pronóstico si se detecta y trata a tiempo.

3. Carcinoma folicular de tiroides: otro tipo de cáncer de tiroides que se origina en las células
foliculares de la glándula tiroides.

4. Carcinoma medular de tiroides: un tipo menos común de cáncer de tiroides que se origina
en las células C de la glándula tiroides.

El tratamiento de los tumores tiroideos depende del tipo de tumor, su tamaño, si es benigno
o maligno, y otros factores individuales del paciente. El tratamiento puede incluir cirugía,
radioterapia, terapia con yodo radioactivo y medicamentos. Es importante realizar un seguimiento
regular con un endocrinólogo o un especialista en tiroides para controlar cualquier cambio en el tumor
y ajustar el tratamiento según sea necesario.
Bibliografía

Semiología médica de Cediel 8va edición

Seidel exploración física

Semiología médica 3ra edición de Horacio Argente

Exploración cervical-capítulo 112-maquetado.

Semiología de Cossio 4ta ed.

Manual Mosby de Exploración Física - Seidel 5a edición.

Estudio del paciente con adenopatías periféricas. Jaime García Aguado.

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