UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONÍA
PERUANA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y
HUMANIDADES
I UNIDAD: CARRERA PROFESIONAL DE IDIOMAS
Explica las EXTRANJEROS
características de la realidad nacional, regional y local, así como los enfoques de
estudio, organizando la información además de comprender la dimensión
antropológica de los pueblos amazónicos
Tema 1: PROCESOS HISTÓRICOS I: EL BOOM DEL CAUCHO.
Sub Tema 1: Contexto histórico, consecuencias sociales , económicas y
ambientales del boom del caucho.
Sub tema 2: El boom del caucho en la Amazonía Peruana .
Sub tema 3: Análisis de testimonios históricos y documentos
audiovisuales sobre el periodo del caucho.
PRESENTADO POR:
-Bazalar Paredes, Emma Lizeth.
-Rios Pastrana, Jose Cairo.
DOCENTE:
Lic. Cecilia Rios Perez , Dra.
IQUITOS, PERÚ
Abril 2025
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ÍNDICE
PORTADA………………………………………………………………………………1
ÍNDICE………………………………………………………………………………….2
RESUMEN------------------------------------------------------------------------------------------3
ABSTRACT-----------------------------------------------------------------------------------------4
INTRODUCCIÓN---------------------------------------------------------------------------------5
CAPÍTULO I: LA AMAZONÍA EN TIEMPOS DEL CAUCHO.--------------------6
Antecedentes históricos del caucho.----------------------------------------------------------6
Goma o “shiringa” (Hevea brasilensis).---------------------------------------------------6
Jebe débil (Hevea guianensis).--------------------------------------------------------------6
Cauchu caslilloa (Castilloa ulei).-----------------------------------------------------------6
El caucho, base de la economía de la región Amazónica.---------------------------------7
El nuevo rostro de la selva.---------------------------------------------------------------------8
Los varones del caucho.------------------------------------------------------------------------9
1)Julio C. Arana.------------------------------------------------------------------------------9
2)Carlos Fermín Fitzcarrald.----------------------------------------------------------------9
Volumen de exportaciones de caucho en el departamento de Loreto.------------------10
Destino de las exportaciones del caucho.---------------------------------------------------11
CAPÍTULO II: LA ESTRUCTURA DE LA EXPLOTACIÓN CAUCHERA.----------11
El cauchero:-------------------------------------------------------------------------------------11
La escasez de fuerza de trabajo para la explotación del caucho.------------------------12
Sistema de explotación de la fuerza de trabajo--------------------------------------------13
1.El enganche.-------------------------------------------------------------------------------13
2.Las correrías.------------------------------------------------------------------------------14
CAPÍTULO III: EL ESCÁNDOLO DEL PUTUMAYO.-----------------------------------14
CONCLUSIONES--------------------------------------------------------------------------------17
RECOMENDACIONES-------------------------------------------------------------------------18
REFERENCIAS-----------------------------------------------------------------------------------19
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RESUMEN
El presente informe traza el desarrollo histórico, económico y social del ciclo cauchero
en la selva peruana. Comienza por los antecedentes botánicos e indígenas —
conocedores del “cahuachu” (Hevea brasilensis, Hevea guianensis, Castilloa ulei)— y
las primeras reseñas científicas de Charles de la Condamine en el siglo XVIII. Explica
cómo la vulcanización de Goodyear (1844) transformó el caucho en insumo industrial,
detonando un auge exportador a inicios del siglo XX que convirtió a Iquitos en un
activo puerto cosmopolita. Describe la invasión de colonos y la instauración de fundos
gomeros, la dependencia de capitales y barcos ingleses, y la dramática explotación de la
mano de obra indígena mediante el sistema de “enganche” y las “correrías”. Detalla las
figuras de Julio C. Arana y Carlos F. Fitzcarrald, así como el escándalo humanitario del
Putumayo (1907–1912).
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ABSTRACT
This report outlines the historical, economic, and social development of the
rubber cycle in the Peruvian rainforest. It begins with the botanical and
Indigenous background—knowledge of “cahuachu” (Hevea brasiliensis,
Hevea guianensis, Castilloa ulei)—and Charles de la Condamine’s earliest
scientific accounts in the 18th century. It explains how Goodyear’s vulcanization
(1844) turned rubber into an industrial commodity, sparking an export boom at
the start of the 20th century that transformed Iquitos into a thriving,
cosmopolitan port. The report describes the influx of settlers and the
establishment of rubber estates, the reliance on British capital and shipping,
and the brutal exploitation of Indigenous labor through the debt-peonage
(“enganche”) and raiding (“correrías”) systems. It also profiles the key figures
Julio C. Arana and Carlos F. Fitzcarrald, and examines the humanitarian
scandal in the Putumayo region (1907–1912).
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INTRODUCCIÓN
La explotación del caucho en la Amazonía peruana constituyó un proceso de profundas
transformaciones territoriales, económicas y socioculturales que arrancó del
conocimiento ancestral de los pueblos indígenas acerca del “cahuachu” —obtenido de
especies como Hevea brasiliensis, Hevea guianensis y Castilloa ulei— y se extendió
hasta convertirse en un fenómeno global impulsado por la vulcanización patentada por
Charles Goodyear en 1844. Este descubrimiento tecnológico despertó el apetito de
mercados europeos y norteamericanos, propiciando un auge exportador a finales del
siglo XIX y principios del XX que transformó a Iquitos, antaño pueblo de pescadores,
en un puerto cosmopolita interconectado con Londres y Hamburgo. Sin embargo, este
auge descansó sobre estructuras extractivas primitivistas y relaciones de poder
asimétricas: la invasión sucesiva de colonos y el establecimiento de fundos gomeros —
con financiamiento británico y transporte fluvial dominado por empresas inglesas—,
junto al sistema de “habilitación” (enganche) y las brutales “correrías” contra
comunidades nativas, dieron lugar a formas de servidumbre y violencia sistemática.
Figuras como Julio C. Arana y Carlos F. Fitzcarrald encarnaron tanto la ambición
empresarial como los excesos de esta etapa, que alcanzaron su punto más oscuro en el
escándalo humanitario del Putumayo (1907–1912). Finalmente, la exportación masiva
de semillas hacia plantaciones asiáticas y la posterior invención del caucho sintético
precipitaron la caída de este ciclo, dejando tras de sí un legado de desigualdad,
desarraigo y debates sobre memoria histórica y sostenibilidad regional.
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CAPÍTULO I: LA AMAZONÍA EN TIEMPOS DEL CAUCHO.
Antecedentes históricos del caucho.
Los indígenas le dieron el nombre de Cahuachu, Cauchu o Cauchuc, que significaba
“madera que llora”. Bajo el nombre de cauchu o jebe, el caucho es una goma elástica,
látex procedentes de barias plantas euforbiaceceas y moráceas de las regiones
intertropicales. Las principales plantas productoras de caucho o jebe son:
Goma o “shiringa” (Hevea brasilensis).
Abundante sobre todo en Brasil, particularmente en la región que queda al sur del río
Amazonas. En la selva peruana se da especialmente en los afluentes de la margen
derecha del río Ucayali y en el Yavarí, también se da en la región del río Purús y en
Madre de Dios. Esta planta prefiere las terrenos bajos e inundables, pero también se da
en los terrenos altos.
Jebe débil (Hevea guianensis).
Esta planta tiene un área natural más amplia. En el Perú crece generalmente en la selva
alta, en especial en la parte media y alta del río Huallaga y en la región del río Pichis, se
adapta mejor a los terrenos altos, bien drenados, y a penas de la selva baja no
inundables.
Cauchu caslilloa (Castilloa ulei).
Esta planta (gigante malvácea) se da en casi todo el oriente peruano, extendiéndose por
los llanos amazónicos, hasta los 500 metros de altitud. Es un árbol propio de las
cabeceras de los afluentes del sistema fluvial amazónico.
En la Amazonía, según los manuscritos del P. Magui, “los omaguas fabricaban con las
resinas del caucho una especie de jeringa que utilizaban como chisguetes de agua en las
fiestas que realizaban. Los Witotos lo utilizaban para fabricar pelotas. Otras tribus
confeccionaban zapatos, bolsas y recipientes para transportar agua”. (Magui, (s. f.))
La primera información de carácter científico fue hecho a mitad del siglo XVIII por el
destacado naturalista Charles M. de la Condamine, quien encabezo una expedición
científica que recorrió algunas zonas de la Amazonía peruana y brasilera, en 1713
(Condamine, 1751). En 1736 envió una muestra a París, pero no le dieron mucha
importancia.
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El verdadero auge del caucho se inicia cuando Charles Good Year descubre la
vulcanización. Este fenómeno consistió en mesclar el caucho con azufre obteniendo
como resultado un producto más fuerte, elástico y resistente al frio y al calor. En 1880
patento la fabricación de llantas y con este caucho se convirtió en el producto esencial
para la fabricación de neumáticos (Goodyear, 1844).
El caucho, base de la economía de la región Amazónica.
El caucho fue un producto de exportación que estuvo vinculado a la economía regional.
La industria funcionaba sobre una base primitiva, los trabajadores eran simples
recolectores. Recogían el caucho de los árboles en forma dispersa sin preocuparse en
realizar plantaciones. Al comenzar el siglo XX, el caucho no exigía inversión, porque
no se necesitaba sembrar ni cuidar, simplemente había que recoger y exportar, con el
caucho en la región Amazónica se inaugura el periodo o ciclo de la actividad extractivo
mercantilista.
Invasión de la selva. Hombres de diferentes razas y naciones avanzaron, en oleadas
sucesivas y con empuje conquistador, hacia el interior de la selva, pero no a lomo de
caballo, como en el oeste, sino a remo de canoas a hélice de motor. Ríos y quebradas
empezaron a poblarse, progresivamente, aunque en forma rápida, de un numero grande
de puestos caucheros o “fundas gomeras” La inmigración invasora se apoderó de las
márgenes de los ríos principales, privando a los nativos de sus tierras. Además, su forma
de asentamiento revistió características feudales. Cada inmigrante, colono de los ríos,
tomó posesión de un cierto territorio que consideró "su propiedad", y extendió su "poder
extractivo" sobre una, cierta zona, imponiendo en ambos "su ley".
La economía de la región se centralizaba en Iquitos, los bienes de consumo que no se
producían en la región eran importados del exterior, básicamente de Europa. En 1851,
Iquitos era un pueblo de pescadores, con menos de 200 habitantes; a comienzo de la
década de 1900, cuando se da el auge del caucho, la población asciende a 20 mil
habitantes. El caucho se convirtió en la economía la básica de la región, cubría el 90%
de las exportaciones, no hubo otra industria capaz de reemplazar al caucho.
Al crédito siguieron los barcos, barcos ingleses cruzaron el Océano, penetraron en el
Amazonas y llegaron a Iquitos, creando un activo tráfico entre Inglaterra y la selva. De
este modo, los productos europeos inundaron la región. Según testimonios del tiempo,
en los comercios de Iquitos se podía encontrar cualquier artículo extranjero, desde telas
y whisky inglés hasta vinos españoles. No cabe duda, la selva se sintió rica y derrochaba
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sin medida. Iquitos se convirtió en una ciudad cosmopolita. Por sus calles paseaban
ingleses, franceses, italianos, alemanes, españoles, etc.
Ahora bien, el crédito, el comercio, la inmigración y la relativa facilidad de
comunicación con Europa abrió la selva al influjo cultural. Nuevos aires y nuevas
inquietudes "civilistas" penetraron en la Amazonía. Hijos de familias pudientes fueron a
estudiar a alguna de las naciones europeas; y, de Europa vinieron artistas y
profesionales. Se impusieron modelos de vida europea, algunos de ellos exagerados
para el ambiente de la selva, como fue el traje en las funciones de gala.
El nuevo rostro de la selva.
La explotación del caucho provocó, en el aspecto demográfico, una aceleración de las
corrientes inmigratorias, principalmente en base a gentes de San Martín y Amazonas,
pero también europeas. Además, la explotación del caucho originó también
desplazamientos internos de la población. Grupos de nativos, habitantes de los ríos y
lugares donde existía caucho, huyeron hacia el interior, buscando sitios "más
inaccesibles", alejados lo más posible del "peligro blanco". Otro rasgo importante de
esta época del caucho es el cambio en la estructura productiva. El interés, y la mano de
obra, se centraron en la extracción del caucho, con abandono de otras actividades que se
vieron postergadas y una de las que más sufrió las consecuencias de esa fiebre del
caucho fue la agricultura. La disminución en la producción agrícola, y, al mismo
tiempo, el aumento de la inmigración, trajo la escasez de productos regionales. Y esto. a
su vez, obligó a realizar fuertes importaciones. A la sombra de la riqueza del caucho,
aparecieron nuevas necesidades y nuevos hábitos de consumo. Todo ello obligó a gastar
buena parte de los ingresos en la adquisición de artículos extranjeros.
El caucho, casi el único producto exportado, dio cuantiosos beneficios monetarios. Sin
embargo, la mayor parte de estos beneficios que correspondieron a la selva, revirtió
hacia Europa, en forma de compra de artículos de consumo. Así, por ejemplo, la
importancia de las conservas refleja su papel central en el menú del cauchero y del
hombre del río, siendo antes un rubro desconocido. Y, junto con las conservas, entraron
las galletas, también desconocidas anteriormente. Al mismo tiempo que aparecieron
nuevos hábitos de consumo, se diversificaron, también los productos, como indica la
lista de importación.
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Los varones del caucho.
1)Julio C. Arana.
Natural de Rioja, región San Martin, antes de ser cauchero fue fabricante de sombreros.
Su área de acción comprendía entre el Putumayo y el Caquetá, valiéndose de métodos
velados por la ley, fue amasando poco apoco su fortuna. Ya en 1901 era uno de los
caucheros más importantes de la región norte de la selva. Se asocio con Benjamín
Larrañaga, cauchero colombiano, también de gran fortuna, esta sociedad dio origen a la
firma ARANA, LARRAÑAGA Y COMPAÑÍA. En 1905, a pocos años de haberse
formado la sociedad, muere Benjamín Larrañaga, sucediéndolo su hijo Rafael, quien
posteriormente vende sus acciones. Quedando disuelta la firma, esta vez se asocia Juan
B. Vega. En 1907 se agrava el conflicto entre Colombia y Perú, por la posición del
territorio del Putumayo y del Caquetá y pretendiendo lograr un aliado internacional que
proteja sus intereses ante cualquier problema que le pudiera hacer el gobierno
colombiano, se asocia con los ingleses. La firma Arana – Vega y Cia, se transforma en
la Peruvian Amazon Company, la misma que se constituyó y se inscribió en Inglaterra.
2)Carlos Fermín Fitzcarrald.
Se dice que fue natural de la región Áncash, se convirtió en el cauchero más rico del
Ucayali, 1888 se hizo de una fortuna fabulosa, razón por el cual fue conocido en Iquitos
como el rey del caucho, su área de acción fue el río Ucayali (alto), Urubamba, Manú,
Madre de Dios. El centro de su imperio cauchero lo fundó en Mishagua. Con la
intención de llegar a Purús para explotar las plantaciones de caucho que abundaba en la
cuenca de dicho río, emprendió una expedición al alto Ucayali en un barco denominado
Contamana, llegando a un punto geográfico donde era posible unir la cuenca de la Hoya
Amazónica con la cuenca de Madre de Dios. Fitzcarrald se decidió emprender dicha
empresa, para ello desde el río Serjali (cuenca amazónica) obligo a más de 600 indios
transportar a pie y utilizando cuerdas de arrastre su barco Contamana, hasta Cashajali
(cuenca del Madre de Dios). De esta manera se llegó a conocer un paso directo que unía
ambas cuencas, simplificando así tiempo y costo.
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Estando ya en el río Cashajali navego aguas abajo hasta el río Manú, donde fue recibido
amigablemente por los indios mashcos, pero Fitzcarrald les agredió y les robo. Los
nativos se defendieron y el cauchero monto en ira y con su ejército personal de asesinos,
desato una dantesca masacre. Ese día murieron cientos de mashcos, los sobrevivientes y
prisioneros fueron sometidos a crueles torturas y luego fueron asesinados en forma
escalofriante. Del Manú paso a Madre de Dios donde volvió a encontrarse con los
nativos, esta vez fueron los huarayos a quienes masacro y asesino con el mismo estilo
de siempre.
Estando en Madre de Dios se asoció con los comerciantes Nicolas Suarez y Antonio
Vaca Diez. Con el primero formo una empresa para comerciar en la vía de Iquitos –
Ucayali – Istmo Madre de Dios y Bolivia. Bajo una concesión especial que otorgo el
gobierno peruano, organizaron varios viajes con resultado favorables a sus intereses
comerciales. En uno de sus tantos viajes, navegando en el río Urubamba en compañía de
su socio boliviano Antonio Vaca Diez, en 1897 su embarcación se estrelló contra una
roca hundiéndose. Fitzcarrald y su socio murieron ahogados, este hecho fue una alegría
para los indígenas.
El imperio cauchero después de su muerte comenzó a descomponerse. Entro en querella
su socio boliviano Suarez con el hermano de Fitzcarrald, el primero quiso quedarse con
todos las aplicaciones caucheras de Madre de Dios, del Manú, del Urubamba y del Alto
Ucayali, aduciendo ser el único socio sobreviviente; mientras que Delfín Fitzcarrald
quiso asumir las riendas del negocio, pero fallo en su intento, porque en 1900 es
asesinado a flechazos por los indios Yaminahuas, de esa manera se derrumbó el imperio
cauchero de los Fitzcarrald.
Volumen de exportaciones de caucho en el departamento de Loreto.
En el año 1880 empieza, para la selva peruana, la época de auge del caucho, aunque su
extracción y exportación se venía realizando desde años atrás. La exportación del
caucho siguió en aumento, alcanzando en el año 1910, una cifra aproximada de
4'500,000 kgrs. Este fue el tope máximo de producción anual. El año 1911 marca el
súbito comienzo de la decadencia, tanto en cantidad como en precio, debido a la fuerte
competencia de las colonias inglesas y holandesas. A pesar de leyes prohibitivas en las
diversas naciones amazónicas, el inglés Wickham, comisionado del gobierno inglés,
consiguió, en el año 1876, sacar clandestinamente las semillas de caucho (70000) que
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sirvieron de base para las plantaciones en Malaos, Indonesia y otros lugares de Asia.
Estas plantaciones, científicamente llevadas, lanzaron al mercado cantidades de
producto a precios relativamente bajos, si los comparamos con los de la Amazonía.
El triunfo fue fácil para esas colonias, pues reunían las condiciones del mercado óptimo:
plantaciones ocupadas con carreteras o vías férreas de penetración; posibilidad de
mejoramiento en la coagulación; mano de obra barata y con mayor rendimiento al no
tener que desplazarse a distancia. Todo esto dio por resultado una rebaja muy fuerte en
los precios de mercado. La primera guerra mundial incentivó una situación favorable
momentánea, pero, una vez finalizada, nuevamente decayó la demanda. Lo mismo
sucedió con ocasión de la segunda guerra mundial, las dificultades de mercado se
complicaron con la invención del caucho sintético.
Finalmente, en 1918 se produjo el colapso de consecuencias funestas para la economía
regional, ya en 1914 los ingleses introdujeron en el mercado mundial 71, 000 toneladas
de caucho procedentes de sus colonias a precios muy bajos, no pudiendo competir la
Amazonía con estos precios.
Destino de las exportaciones del caucho.
La producción cauchera de nuestra región se destinaba a Europa. Gran Bretaña fue el
principal consumidor del caucho recepciono un promedio de 53% de nuestra
producción, en segundo lugar, Francia con 30%, Brasil 7%, Alemania 5%, Estados
Unidos 2%. El caucho no iba a Lima, porque las comunicaciones entre Iquitos y Lima,
en esa época eran difíciles, más económico resultaba viajar a Europa que a Lima.
CAPÍTULO II: LA ESTRUCTURA DE LA EXPLOTACIÓN CAUCHERA.
Los grandes empresarios extranjeros, que monopolizaron todo el proceso de producción
del caucho, lograron establecer una estructura que les permitía controlar el
financiamiento de la extracción de la goma, la estructura era de la siguiente forma:
1.Consorcios extranjeros.
2.Principales casas comerciales de Iquitos.
3.Patrón Cauchero (habilitación).
4.Peón cauchero (empeñado de por vida al patrón)
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El cauchero:
Era el hombre aventurero, nómada, temerario, explorador, atrevido, sabio conocedor de
los secretos de la selva, capas de vivir a sus expensas, con solo su machete, su escopeta
y su hacha, el cauchero representaba de los antiguos conquistadores. Los caucheros
llegaban principalmente de la región San Martin o de algunas regiones del Perú o
también del extranjero, el aspirante cauchero se presentaba a algunas casas comerciales,
donde tenían generalmente su central en la ciudad de Iquitos y pedían habilitación. Era
suficiente tener una buena reputación para obtener dinero o mercadería. El nuevo”
habilitado” comenzaba a enganchar trabajadores, una vez conseguido el numero
necesario, se internaba en la selva, buscando los lugares inexplorados. El patrón
cauchero distribuía el trabajo entre los peones, dando a cada uno su labor y repartía la
mercadería (escopeta, cartuchos, fariña, un hacha, machete, licores “aguardiente”, ropa,
etc.) y tomaba el papel de inspector y también de verdugo.
El Ing. Jorge M. von Hassel detalla el trabajo del peón cauchero distinguiendo dos tipos:
El cauchero corta los árboles, con el fin de extraer hasta la última gota del codiciado
producto. El shiringuero abre sus venas con algunos cortes y recoge en la tishelina la
savia que brota de la herida.
El shiringuero cuida el árbol, le trata con delicadeza, y busca su conservación,
pensando, eso sí, en una mayor producción. Todo lo contrario, lo que hace el cauchero,
pues quiere el beneficio inmediato, sin preocuparle el mañana. El cauchero es
descubridor y explorador, lleno de valor y audacia, mientras que el shiringuero es
pacífico y colonizador. Para el autor citado, el brasileño es shiringuero y por el contrario
el peruano es cauchero.
Las condiciones del peón cauchero fueron difíciles bajo todos los aspectos. Una vez con
el fango hasta la rodilla o con agua hasta la cintura y otras pisando espinas, estaba
expuesto a toda clase de peligros, enfermedad (malaria, fiebre amarilla, etc.), la
picadura de víboras o de algún insecto.
La escasez de fuerza de trabajo para la explotación del caucho.
El mayor problema para el trabajo del caucho en la Amazonía peruana fue la mano de
obra. Se intento absorber a los nativos como fuerza de trabajo ofreciéndoles un salario,
pero estos no les interesaban en absoluto someterse a una jornada de trabajo con
horario, ni mucho menos de someterse a un sistema de vida que para ellos era contario a
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sus valores culturales. Además, consideraban a los caucheros como intruso o invasores
de sus tierras, por eso frecuentemente los caucheros eran atacados por los nativos.
Además, la demanda siempre creciente de caucho obligó a multiplicar la mano de obra.
En estas circunstancias comenzó una verdadera caza del hombre, y, como era lógico, las
consecuencias cayeron sobre los pobres indígenas que eran los más "aptos para este
trabajo", tanto por su adaptación al medio como por ser mano de obra casi gratis. No es,
pues, raro que el "cauchero prefiera a los indios y entre estos a los jeberos". "El mestizo
es inteligente y despierto, pero no ayuda: al patrón sino el tiempo suficiente para
conseguir algún dinero que después emplea en divertirse o independizarse”. Y comenzó
la "caza de indios". Con la justificación de la defensa, el indígena se vio perseguido
como bestia salvaje. Muchos caucheros también se dedicaban a capturar indígenas para
convertirlos en esclavos en sus gomales, también se dedicaron a vender indígenas como
si estos fueron simples mercancías.
Según Hildebrando Fuentes, las cotizaciones comerciales que tenían los nativos eran lo
siguiente: Un chico de 10 a 12 años por lo regular costaba 500 soles, si era campa
mucho más. Una muchacha de la misma edad costaba 300 soles y algo más. Las
mujeres de más de 20 años costaban entre 150 y 300 soles. Esta diferencia se explicaba
por la dificultad para habituarse a su nueva vida, los indios de cierta edad huían a la
primera oportunidad, en cambio los chicos llegaban a olvidar sus salvajes costumbres,
aprendían el castellano y eran muy útiles a sus patrones si es que vivían, pues estas
infelices criaturas eran arrancadas del lado de sus padres, a quienes vieron morir por
defenderlos a consecuencia de estos caían con frecuencia en profunda melancolía y
morían sin enfermedad aparente. (Fuentes, 1908).
El número de indios enrolados o "enganchados" en la extracción de caucho debió de ser
bastante elevado. Sólo la casa. Arana parece haber contado, en el momento de mayor
auge, "con más de 12,000 indios"
Sistema de explotación de la fuerza de trabajo
Hubo dos formas de explotación de la fuerza de trabajo en la producción cauchera:
1.El enganche.
El mecanismo del enganche funcionaba de la siguiente manera: El empresario cauchero
trabajaba vinculado al peón con el patrón por medio de una eterna deuda que nunca
acababa de cancelar.
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Recibían antes de internarse a la selva, por concepto de adelanto: víveres, instrumento
de trabajo, una cantidad de dinero y mercadería a precio sumamente recargados, pero
este adelante se convertía en lazo opresor que esclaviza indefinidamente a los
trabajadores y que les pone a merced de la codicia de los patrones, en el trato en que
están sometidos los trabajadores, reciben un conjunto de abusos, atropellos y
calamidades inconcebibles.
2.Las correrías.
Fue el método más difundido, se trataba esclavizar en forma masiva la población nativa,
que generalmente terminaba en masacre por la resistencia de los indígenas. Una vez
sometidos eran separados de sus comunidades y conducidos en condición de esclavos a
las plantaciones de caucho como fuerza de trabajo. Las mujeres jóvenes eran
prostituidas dentro del campamento cauchero, en algunos casos eran vendidas como
sirvientes; a los ancianos se les daba muerte.
Las correrías se daban de la siguiente manera: El patrón contrataba peones para trabajar
en la producción y capataces para que les controlen. Los capataces formaban pequeños
ejércitos (bandas armadas) dirigido por patrón, que se instalaban en un puesto cauchero
ubicado en la rivera de algún río, allí se establecían los llamados “Fundos Gomeros”.
Estos fundos gomeros los otorgaba el estado como una concesión, previo pago de 20
centavos por hectárea, desde su puesto de mando el patrón daba comienzo a una brutal
caza de indígenas, a los que sometía a una verdadera esclavitud, mediante el recurso de
apoderarse de las tierras y de los bosques, y obligándoles a trabajar toda su vida en
beneficio del patrón. La resistencia de los indígenas era doblegada por medio de
masacre y matanzas despiadadas. Después de este latrocinio apresaban a los muchachos
y a las mujeres sobrevivientes, se les vendía a los fundos caucheros.
CAPÍTULO III: EL ESCÁNDOLO DEL PUTUMAYO.
El 9 de agosto de 1907, el periodista Benjamín Saldaña Roca, con el asesoramiento del
abogado Juan Urdeneta, denunció penalmente ante el Juzgado de Crimen de la Corte
Superior de Justicia de Loreto, aun banda de celebres forajidos como autores de los
delitos de estafa, robo, incendio, violación secuestro, avenamiento y homicidio
agravado contra los indígenas, pobladores del río Putumayo y sus afluentes.
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Entro los denunciados se encontraban: Víctor Manuel, administrador del campamento
central “La Chorrera” (río Igaraparaná) y Miguel Loayza, administrador del segundo
campamento central “El Encanto” (río caraparana) y a 23 personas que ocupaban cargos
de jefes de sub estaciones o secciones ubicadas entre los ríos Putumayo y Caqueta.
Fueron los responsables del asesinato de unos 40, 000 indígenas de las etnias Huitotos,
Boras, Ocaimas, Andoques, Muinanes, Nonuyes, Resigaros.
Esta etapa oscura de la historia de la Amazonia peruana, sucedió entre 1900 y 1912,
tiene como protagonista principal al comerciante Julio Cesar Arana. Los crímenes se
incrementaron a partir de 1907, cuando se redujeron las exportaciones.
El expediente de la denuncia estuvo a cargo del juez Carlos Valcárcel y cuando este
enfermo el caso cayó en manos de Rómulo Paredes donde se encontró con casos de
indígenas introducidos en costales humedecidos con kerosén y que luego eran prendidos
a fuego, mutilaciones de manos, dedos, piernas y castraciones, hay acusaciones por
ejemplo contra Abelardo Agüero y Agustín Jimenes de realizar tiros al blanco sobre
niños y adultos. (Paredes, 1911).
La denuncia de Benjamín Saldaña causo un impacto en ciudad de Iquitos; no solo
porque se hizo oficialmente público lo que era vox populi en la colectividad de estas
atrocidades, sino por el atrevimiento de involucrar de quienes se creían intocables,
Saldaña Roca no solo presento una denuncia penal, sino que publicó sendos artículos
sobre el caso es su periódico “La Sensación” en las ediciones del 22 y 29 de agosto de
1907 (Saldaña Roca, 1907). La prensa de Lima denuncio los acontecimientos del
Putumayo con el título “Actos salvajes e increíbles” en su edición del 30 de diciembre
del mismo año (Prensa, 1907).
Saldaña Roca después de la denuncia contar Julio C. Arana, huyo bajo amenazas a
Cerro de Pasco, donde se dedicó al periodismo, falleció en dicha ciudad en 1912
obviamente sin conocer el final de la PERUVIAN AMAZON COMPANY y del barón
del caucho.
En 1907 llega al Perú Walter Hardenburg para investigar los casos de violencia que se
suscitaban en Putumayo, se dedicó a recopilar datos y acontecimientos de la barbarie
cometida contra los indígenas (Hardenburg, 1909). Estuvo en la estación “El Encanto”
donde fue testigo de torturas con lo que corrobora las denuncias que recogía. Cuando
llego a Iquitos en los primeros días de 1908 lo primero que hace es denunciar los
crímenes ante el prefecto de ese entonces, Carlos Zapata .
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Hardenburg busca los ejemplares de la denuncia de Benjamín Saldaña, es su hijo de este
quien le entrega a Hardenburg varios ejemplares de la “Felpa” y la “Sensación” que se
salvaron del decomiso y quema por parte de los agentes de Julio C, Arana. Pero
Hardenburg no solo logran rescatar los ejemplares sino también las declaraciones de 16
ex empleados de las secciones caucheras. En setiembre de 1909 Hardenbug estando en
Londres lo primero que hace es entregar un informe detallado aun representante de la
Sociedad Antiesclavista. Esta entidad inicio una campaña a favor de los indígenas del
Putumayo. Lo primero que logra es que los crímenes de los indígenas sean denunciados
públicamente a través del periódico “The Truth” paralelamente inicia campaña de
sensibilización.
Abel Alarco socio de Arana trato de sobornar a un periodista del diario “Daily News”
para que no informara de los crímenes. La Sociedad Antiesclavista denuncio también
que en dos oportunidades rechazaron las invitaciones del directorio de la PERUVIAN
AMAZON COMPANY para conversar sobre el tema.
En Iquitos la denuncia penal de Saldaña Roca fue archivada de manera premeditada. El
Juez Rómulo Paredes viajo al Putumayo el 15 de enero de 1911, su estadía fue de tres
meses lo suficiente para elaborar a su regreso un informe de 3000 páginas, recoger
testimonios, pruebas irrefutables y ordenar el arresto de 270 personas, solo 9 fueron
enviados a la cárcel pública.
El enviado del gobierno británico Roger Casement llegó al Putumayo en setiembre de
1910, para verificar si había alguien maltratado por los súbditos ingleses, los
barbadenses, que eran capataces de Arana. Lo que envió Casement al Secretario de
Asuntos Exteriores fue un largo informe de los horrendos crímenes registrados en la
cuenca del Putumayo, lo que informaba la denuncia de Walter Handenburg. Casement
volvería por segunda vez, en 1911 para comprobar que el gobierno no tenía interés en
seguir adelante con el juicio.
En julio de 1912 el gobierno ingles público el informe de Roger Casament con el título
“El Libro Azul” (Condamine, 1751). En octubre de ese año se formó una comisión
investigadora, el Comité Selecto, que, en 36 sesiones, que duraron hasta el 15 de junio
de 1913 entrevisto a 27 testigos. La conclusión final de este comité fue que Julio C,
Arana junto con sus socios, tenían conocimiento y responsabilidad de las atrocidades
perpetradas por sus agentes y empleados en el Putumayo.
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La PERUVIAN AMAZON COMPANY se cerró en 1914. Los socios de Arana fueron
sentenciados. Arana siguió por un tiempo en Londres, incluso en 1916 visito a Roger
Casament que se encontraba en prisión por su traición a Inglaterra (él era irlandés y
deseaba la independencia de su nación) para que se retractar de su informe. Las
personas que estaban involucrados en estos crímenes nunca fueron sentenciadas, otros
huyeron, uno que otros fueron enviado a la cárcel, las autoridades peruanas nunca
fueron más allá de la denuncia. Arana murió en 1952, pobre y olvidado en una sencilla
casa del distrito de Magdalena en Lima.
CONCLUSIONES
El ciclo del caucho activó un proceso de modernización abrupta en la Amazonía
peruana, transformando profundamente el paisaje, la economía y las dinámicas
demográficas de la región. Iquitos pasó de un pequeño asentamiento ribereño a
convertirse en un enclave cosmopolita, reflejo de la intensa presión de los mercados
internacionales y de los flujos de capital europeo.
Las figuras de Julio C. Arana y Carlos F. Fitzcarrald simbolizan la ambigüedad de un
periodo en que la iniciativa individual y el espíritu explorador convivieron con la
arbitrariedad y el abuso. El escándalo del Putumayo expuso al mundo las atrocidades
cometidas en nombre de la prosperidad económica, deslegitimando cualquier narrativa
que pretenda glorificar el “progreso” sin asumir sus costos humanos.
La rápida decadencia de la Amazonía cauchera, precipitada por la competencia de
plantaciones asiáticas y el advenimiento del caucho sintético, subraya la vulnerabilidad
de las economías monoexportadoras. La experiencia histórica del caucho demuestra la
urgencia de diversificar las fuentes de ingreso y de construir modelos productivos que
no repitan la dependencia ni la explotación.
Finalmente, la herencia de aquel ciclo invita a un ejercicio de memoria crítica:
reconocer tanto los logros como las heridas, y utilizar ese balance para orientar políticas
y proyectos de desarrollo que pongan al centro la justicia social, el respeto a los
derechos de los pueblos originarios y la conservación ambiental. Solo así la Amazonía
podrá aspirar a un futuro realmente sostenible y equitativo.
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RECOMENDACIONES
1. Implementar programas de apoyo a pequeños productores amazónicos mediante
la entrega de herramientas básicas, semillas, capacitación técnica y acceso a
mercados regionales para la venta de productos como yuca, cacao, plátano,
aguaje, entre otros.
2. Impulsar pequeños emprendimientos turísticos gestionados por las propias
comunidades, que integren relatos históricos del ciclo del caucho con prácticas
culturales actuales, garantizando ingresos sostenibles y difusión del patrimonio
cultural local.
3. Crear memoriales, exposiciones o centros culturales dedicados al ciclo del
caucho, con participación activa de historiadores locales y descendientes de
pueblos afectados, como una forma de reconocimiento institucional a las
víctimas y sus descendencias.
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REFERENCIAS
Casement, R. (1912). El Libro Azul: Informe sobre las atrocidades en el Putumayo .
Condamine, C. M. (1751). Relación abreviada de un viaje hecho en el interior de
América Meridional. Durand.
Fuentes, H. (1908). Observaciones sobre el enganche de indígenas en la caza del
caucho [Manuscrito]. Biblioteca Regional de Loreto.
Goodyear, C. (1844). Improvement in the process of vulcanizing India rubber . U.S.
Patent and Trademark Office.
Hardenburg, W. (1909). El Putumayo: El Paraíso del Diablo; o, en el corazón de la
selva amazónica.
Magui, P. ((s. f.)). Manuscritos sobre usos del caucho en la Amazonía [Manuscrito].
Paredes, R. (1911). nforme de la Corte Superior de Justicia de Loreto sobre los abusos
en el Putumayo [Manuscrito judicial].
Prensa, L. (29 de Agosto de 1907). Actos Salvajes e Increíbles.
Saldaña Roca, B. (1907). Actos salvajes e increíbles. La Sensación.
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