EL TROMPO
Jose Diez Canseco Pereyra
RESUMEN:
El cuento "El Trompo" de José Diez Canseco Pereyra narra la historia
de Chupitos, un niño afroperuano de diez años que vive en una
barriada de Lima. Su posesión más preciada es su trompo de naranjo,
con el que ha ganado muchas partidas del juego de la "cocina".
Un día, Chupitos pierde su trompo favorito en una partida contra
Glicerio Carmona, un chico tramposo. Desconsolado, recuerda las
dificultades de su vida: su nacimiento en un callejón que se incendió y
el abandono de su madre tras una pelea con su padre.
Con el dinero que le da su padre, Chupitos compra un nuevo trompo
con la intención de vengarse y recuperar el antiguo. Sin embargo,
cuando llega el momento del juego, la lluvia y el barro dificultan la
partida. A pesar de esto, Chupitos acepta el desafío de Carmona.
En un giro inesperado, Chupitos no logra recuperar su primer trompo,
y lo ve sometido al humillante juego de los "quiñes" (golpes). Incapaz
de soportar que su amado trompo sea dañado de esa manera,
Chupitos decide destruirlo con su nuevo trompo.
Finalmente, Chupitos se aleja del juego, dejando atrás ambos trompos
destrozados, simbolizando quizás su renuncia a la infancia y a las
duras lecciones aprendidas sobre la posesión, el orgullo y la pérdida.
El cuento también presenta paralelamente la historia de los padres de
Chupitos, marcada por el engaño y la violencia, lo que añade una
dimensión social a la narración.
MENSAJE:
El mensaje principal de "El Trompo" de José Diez Canseco Pereyra es
una exploración de la pérdida de la inocencia y el duro despertar a la
realidad. A través de la experiencia de Chupitos con su trompo, el
cuento nos muestra cómo la infancia puede ser marcada por la
decepción, la injusticia y la necesidad de tomar decisiones difíciles.
El trompo representa mucho más que un simple juguete para
Chupitos; es un símbolo de sus logros, su orgullo y su conexión con el
mundo. Su pérdida y posterior destrucción ilustran la naturaleza
efímera de las alegrías infantiles y cómo estas pueden ser
arrebatadas por la adversidad o la malicia de otros.