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Los Comedores Populares

El documento analiza los Comedores Populares en Perú como espacios de negociación y empoderamiento femenino, destacando su papel en la socialización y la toma de decisiones por parte de las mujeres. Se exploran las dinámicas organizativas y la evolución de estas iniciativas desde su origen, así como los mecanismos que han permitido a las mujeres asumir roles activos en la sociedad. La investigación se centra en seis lideresas con más de veinte años de experiencia, examinando sus estrategias de liderazgo y negociación con diversas instituciones.

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Los Comedores Populares

El documento analiza los Comedores Populares en Perú como espacios de negociación y empoderamiento femenino, destacando su papel en la socialización y la toma de decisiones por parte de las mujeres. Se exploran las dinámicas organizativas y la evolución de estas iniciativas desde su origen, así como los mecanismos que han permitido a las mujeres asumir roles activos en la sociedad. La investigación se centra en seis lideresas con más de veinte años de experiencia, examinando sus estrategias de liderazgo y negociación con diversas instituciones.

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LOS COMEDORES POPULARES DE PERU COMO ESPACIOS DE NEGOCIACIÓN INTRODUCCIÓN:

En este trabajo, se estudia a los Comedores Populares como espacios de socialización y


aprendizaje desde una perspectiva de género; también, como espacios de interacción y
negociación sobre la posición que ocupa la mujer en el ámbito familiar, así como al interior de
la organización, poniendo de manifiesto su poder de “agencia” entendida como capacidad para
asumir con responsabilidad, la elección y la toma de sus propias decisiones. Brindando una
forma de comprender, desde una perspectiva diferente, qué capacidades desean desarrollar y
promover las dirigentes de los Comedores Populares en su búsqueda por la equidad e
igualdad, para encontrar su propia identidad y lugar en la sociedad. Se analizará qué
mecanismos contribuyeron para consolidar la integración y la asociación en los Comedores
Populares, destacando desde esta iniciativa, el deseo de las mujeres de asumir un nuevo rol en
la sociedad, “empoderándose” para participar activamente en su proceso de supervivencia, la
búsqueda de reconocimiento y la valoración como sujeto capaz de transformarse a sí mismo y
su entorno.

Los Comedores Populares Autogestionarios, son aquellos comedores dirigidos por mujeres
organizadas que los sustentan, que tienen como característica principal la defensa de la
autonomía, principio que ha definido todo su proceso organizativo. En este contexto
entendemos la “autogestión” como un proceso de autonomía para la creación, desarrollo y
gestión de sus experiencias, con independencia para tomar sus propias decisiones. Los
Comedores Populares Subsidiados, son aquellos que cuentan con el apoyo del Estado, no sólo
en alimentos, también se les proporciona ollas, utensilios y recursos económicos necesarios
para la preparación de alimentos: asesoría, capacitación y un subsidio económico por
empadronada que les ayuda a completar la canasta familiar con el balance nutricional
requerido como carne, pescado, etc.

Los primeros comedores nacen y se organizan a partir de la “propia decisión de las mujeres en
constituirse en un grupo de socias” Surge de la urgente necesidad de estas madres de buscar a
sus pares, otras mujeres vecinas, amigas, parientes o pertenecientes a otras organizaciones de
base, que se encuentren en similar situación económica para unirse y buscar soluciones para
enfrentar el hambre y la pobreza. Están conformados exclusivamente por mujeres
debidamente empadronadas y registradas, grupos que fluctúan entre 17 y 65 años, las que
organizadas por turnos participan de la preparación de las raciones. Luego de constituirse las
primeras experiencias de comedores, éstas comienzan a agruparse conformando las centrales
organizadas a nivel distrital y provincial. Esta centralización permitió la posibilidad de
desarrollar formas negociativas con diversas instituciones u organizaciones de la sociedad civil.

Durante la década del setenta, existían los clubes de madres que supervivían de donaciones de
la Iglesia u organismos internacionales de ayuda. NARDA HENRÍQUEZ (1996) menciona que
comenzaron con programas aislados “los alimentos servían como estímulo para obras
comunales y tenían sólo carácter complementario para la dieta”. La multiplicación de estos
Programas se da en la década subsiguiente. Durante el Segundo Gobierno del Presidente
Belaunde (1980-1985), se recortan los subsidios y el gobierno empieza a repartir “bonos” de
alimentos para los sectores pobres. Esta medida trajo como consecuencia que las madres que
ya se encontraban agrupadas y organizadas, tomaran conciencia de la necesidad de continuar
unidas para evitar la extinción de la organización. “Si se reciben los alimentos
“individualmente” no sólo será insuficiente sino que dividirá a las mujeres (…) es así que
solicitan al Gobierno recibir la donación como grupo organizado y no como familias
individualizadas” Se organizaron para atender una necesidad específica que se convirtió en su
foco de interés principal como es la provisión de alimentos, pero también marca un momento
trascendental en que la mujer deja los espacios asignados por la sociedad como el ámbito
doméstico, el espacio privado, para trasladarse al ámbito comunitario, público,
colectivizándose, y estableciendo organizaciones que constituyen un punto de base hasta
nuestro días. Al pertenecer y participar de estos espacios, las mujeres empiezan a negociar su
participación no sólo para la búsqueda de ingresos y sustento, también buscan generar
“beneficios sociales que se derivan de la mejora de su posición y de su independencia (incluida
la reducción de tasas de mortalidad y de fecundidad), la participación económica es una
recompensa en sí misma, (que lleva a una reducción de la discriminación sexual en el trato que
reciben las mujeres en las decisiones familiares) como factor que contribuye de manera
extraordinaria a introducir cambios sociales en general” . A su vez, buscan lazos de
dependencia y autonomía colectiva, lo que constituye punto de partida para asumir nuevos
roles no asignados, constituyéndose en “puentes hacia fuera” incrementando sus opciones
para salir adelante y promover el bienestar y protección para toda su familia. SARA-LAFOSSE
(1984, Pág. 1): “los comedores no sólo satisfacen la necesidad alimenticia, sino que cuestionan
los roles familiares y promueven el desarrollo personal femenino”.

Esta visibilidad y autonomía de la organización, grupo de mujeres organizadas que salen a la


calle, se ve plasmada en las marchas que demandan al gobierno el aumento presupuestal.
HENRÍQUEZ (1996) lo llama tercer momento: “Protesta con propuesta” es la frase que
caracteriza este “tercer momento”. Es el lema que las “señoras” de los comedores realizan a
fines de 1988”, durante el Primer Gobierno del Presidente García, pidiendo la mejora de la
calidad en la alimentación, ampliación presupuestal, el subsidio a la canasta familiar, así como
el reconocimiento y autonomía como organización; y “Propuesta con Propuesta sin Repuesta”
(CARMEN LORA, 1996), se produce al año siguiente como descontento por tanto silencio, al
cumplirse el primer año de haber celebrado la primera marcha con una movilización por toda
la ciudad. Asistir a estas organizaciones, es para estas mujeres, una manera de superar el
aislamiento doméstico, de socializar, de descubrir que forman parte de una red que las vincula
con otras redes más grandes y les permite desarrollarse. El “ser [tener] capital social les
concede beneficios ya que aprenden a negociar con lo que saben: cocinar, a cambio de una
serie y nuevos aprendizajes como sacar cuentas, hablar en público, a identificar objetivos y
reconocer intereses”. Buscar otros caminos o puentes que les permitan mejorar, superarse y
emprender otras actividades. Surgen alternativamente, otros mecanismos de convivencia
dentro de la asociación que impulsan la creación de fuertes vínculos, como son la redes de
apoyo mutuo, la formas de reciprocidad, la formación de redes solidarias contra el abandono,
el miedo y la vulnerabilidad para enfrentar solas una realidad que le es adversa. Estas
relaciones de reciprocidad, reproducen las relaciones tradicionales andinas para enfrentar las
condiciones de vida en la capital. IRMA CHAVEZ (1997): constata que tanto las mujeres de base
como las dirigentes presentan el mismo recorrido migratorio, 75% provienen de migraciones
golondrinas del departamento de Lima, en segundo lugar del Cusco, Madre de Dios o
Ayacucho; y en tercer lugar de Huánuco, Junín o Huancavelica. Aquí empiezan a diferenciarse
subgrupos dentro de la organización: aquellas entre las “socias de base”, dedicadas a la cocina
y la administración de los alimentos y aquellas dirigentes, con marcado liderazgo, formado
durante años por el ejercicio dirigencial. (DIBÓS: 1993 citado por HENRIQUEZ13, Pág.151)
habla cómo las madres que se afirman en su condición de dirigentes, son aquellas que tienen
un papel de “gestión” del comedor y no sólo de beneficiaria. A ello, se suman tareas de
conducción y representación de una central que les permite mayor proyección y desarrollo de
habilidades, cualidades que brindan mayor conocimiento sobre su barrio, etc. Los Comedores
Populares también son escenarios de organización y trabajo colectivo, en donde se desarrollan
formas de trabajo basadas en la ayuda mutua. Se van gestando relaciones cara a cara, afectos y
vínculos con nuevos actores sociales “y comienzan a exigir, fiscalizar y negociar con otras
instituciones, legitimando el trabajo doméstico y colectivo y el rol doméstico de la mujer” La
presente investigación tratará de explicar cómo estas lideresas han sobrevivido en el tiempo,
manteniéndose como presidentas y dirigentes de los Comedores Populares por más de dos
décadas, interesa por ello analizar con quiénes negocian y qué elementos se articulan y entran
en juego en este proceso. Asimismo, veremos qué tipo de discursos utilizan, qué mecanismos
manejan y movilizan para negociar con los diferentes gobiernos y perpetuarse a través del
tiempo, contando con la aceptación de sus bases.

1.2. Objetivos:

Principales:

1. Estudiar cómo los Comedores Populares, se constituyeron en espacios de negociación y


sirvieron de puentes de acceso a otros espacios de socialización y de aprendizaje ciudadano,
que permitieron a sus integrantes, conseguir no solo el sustento familiar en raciones de
comida, sino también el fortalecimiento de su posición de negociación para proyectarse y
prosperar.

2. Analizar qué elementos organizacionales de los Comedores Populares son utilizados como
sistemas de redes sociales; y cómo éstos se articulan, con otras formas de participación de sus
integrantes dentro del contexto en que se desarrollan actualmente.

Secundarios:

3. Analizar cómo surgen estas asociaciones como espacios alternativos de asociatividad e


integración.

4. Analizar las características socioculturales de las lideresas: sus orígenes provincianos dentro
del proceso de desarraigo al de arraigo para la construcción de una nueva identidad social
urbana.

5. Establecer los mecanismos de captación y adhesión que utilizaron para ingresar a trabajar o
participar en estos Programas.

1.3. Objeto de Estudio:

Se estudiará a seis mujeres, actualmente presidentas de Comedores Populares Provinciales,


que se han mantenido durante más de veinte años como lideresas. Se analizará:

a) Cómo ejercieron el rol de liderazgo y representación dirigencial en la organización de los


Comedores Populares. Así como los mecanismos y las estrategias negociativas que utilizan en la
interacción con los espacios sociales y políticos de su entorno.

b) Cómo salen de la actividad doméstica y encuentran la oportunidad para realizar otras


actividades productivas, tanto fuera como dentro de sus casas, que les permitiera generar
mayores ingresos y sustento tanto para ella como para sus familias. SARA LAFFOSE (1984)
señala el potencial que tienen los Comedores para redefinir sus roles domésticos y liberar el
tiempo a las mujeres para que los usen en la generación de ingresos, la participación social o
política. Gozar de un tiempo para el descanso después de una larga faena laboral, tiempo que
los hombres contaban al llegar a casa y descansar.
c) Cómo hallaron su sentido de pertenencia y protección al interior de la organización. Que
poder o estrategia utilizaron para proponer, decidir y dirigir en la misma. “El hecho de que las
organizaciones constituyan individuos con sueños, esperanzas, envidias, intereses y temores;
es innegable la existencia de bloques, coaliciones en conflicto sobre los recursos, negociando
acciones mutuas para generar una base que les permita progresar en la organización”

1.4. Metodología

Para el cumplimiento de los objetivos de la presente investigación, se utilizó una metodología


de carácter cualitativo, se realizaron seis entrevistas semi-estructuradas que recogen de
primera mano, percepciones, expectativas, valores, factores sociales y experiencia de vida
dirigencial de las presidentas seleccionadas. Además, se hicieron tres focus groups que nos
permitieron observar y explicar las formas de interacción que son utilizadas y desplegadas por
las mujeres en su actuar social y político. Para la entrevista, se diseñó un cuestionario de veinte
preguntas, cuatro de nivel introductorio, para recoger las percepciones; doce preguntas, sobre
su experiencia, historias de vida y estrategias negociativas utilizadas a través de las cuales
fueron ascendiendo y perpetuándose a en sus cargos dirigenciales; y tres de cierre. Los Focus
Groups se realizaron durante tres sábados en la casa de tres presidentas, con una agenda
temática sobre roles, posiciones jerárquicas, acuerdos y agencia que movilizan.

Se trabajó bajo tres criterios:

Un primer criterio; la antigüedad en sus cargos como dirigentes de larga data, en la presidencia
de los comedores populares, ascendiendo en la escala de poder, de presidentas de su comedor
popular a presidentas a nivel de Lima Metropolitana.

Son mujeres con experiencia dirigencial, cuyas decisiones movilizan los tres cuadros más
destacados dentro de la organización: los Comedores Populares: Autogestionarios, Clubes de
Madres, subvencionados económicamente; y la Coordinadora Nacional. Estas mujeres han
tenido a su cargo la presidencia de los Comedores de su Distrito, han ocupado puestos de
representación provincial y nacional a lo largo de varias décadas, participando y negociando
con los diversos gobiernos de turno, con organismos internacionales y de cooperación
internacional, así como con políticos, candidatos presidenciales y municipalidades.

Un segundo criterio: el liderazgo, representatividad, agencia y manejo político, perpetuándose


y por qué por décadas como dirigentes, trabajando y negociando con todos los gobiernos de
turno. Desde un enfoque contemporáneo de negociación, deseamos investigar de qué manera
los Comedores Populares se han convertido en espacios de negociación en donde desarrollan
capacidades negociativas e interacciones y se manejan asuntos e intereses personales donde
movilizan capital social. ANNELOU YPEIJ (2006, pág.158): “Para muchas mujeres, las redes más
importantes son aquellas conformadas íntegramente o en su mayor parte por mujeres, a
menudo sus vecinas (…) esta segregación sexual se expresa en el hecho de que el intercambio
de respaldo emocional y material a menudo es algo que se da entre mujeres (…) que cuando
necesitan ayuda tienden a depender de otras mujeres.

El tercer criterio: nos ubica en el Distrito de Comas. Distrito emblemático donde se forjaron los
primeros comedores populares y las ollas comunes en la década del setenta. Y de cuyos
comedores populares, provienen las principales liderezas que se mantienen hasta hoy después
de varios años de liderazgo dirigencial como referentes para sus bases.
La elección de este Distrito obedece a que los Comedores Populares de Comas se constituyen
en los más emblemáticos con tiempo de trayectoria y con mayor consolidación como espacios
de interacción y desarrollo de varias generaciones de migrantes constituyendo un tipo de
familia migrante con una identidad común consolidada, en donde las mujeres desempeñan rol
importante para el desarrollo de su comunidad

1.5. Diseño Metodológico:

Para efectos de la investigación cualitativa, se seleccionó seis dirigentes con más de 25 años,
integrantes de los Comedores Populares del Distrito de Comas: dos dirigentes pertenecientes a
los Comedores Autogestionarios, dos dirigentes de los Comedores Populares Subsidiados y dos,
de la Tercera Coordinadora, a las que se les realizó una entrevista que nos permitió sistematizar
la experiencia de los comedores como espacios de negociación, como mecanismos de
inserción inicial y luego para llegar a cierta ubicación; y cómo estas dirigentes fueron
negociando con los gobiernos de turno, partidos políticos, ONG´s e Iglesia, tanto dentro como
hacia afuera, y qué formas negociativas realizaron y a qué apelaron en su agencia para llegar a
las cúspides más altas.

A fin de profundizar las entrevistas y de observar cómo las lideresas participan e interactúan y
valorar sus aportes personales, formas negociativas y estrategias utilizadas, se desarrollaron
tres focus groups, uno por cada tipo de comedor, para percibir las formas de control,
argumentación, manejo político y acuerdos logrados.

CARACTERISTICAS SOCIOCULTURALES DE LA DIRIGENTAS ENTREVISTADAS

DIRIGENTE

LUGAR NAC.

ESTADO CIVIL

EDAD

VIVIEND A PROPIA

GRADO INSTRUCCION

AÑOS

C/ DIRIGENTE

RELIGION

ORGANIZAC PERTENECE

1 A.C, LIMA, SEPARADA, 52, Sí, Secundaria, 27, Católica, CONAMOVIDE

2 D.M., LIMA, CASADA, 65, Sí, Primaria, 35, Católica, TERCERA COORDINADORA

3 A.C.C., LIMA, SEPARADA, 68, Sí, Secundaria, 32, No practica, ASOC. COM. SUBVENCIONADO

4 A.G., LIMA, SEPARADA, 48, Sí, Universitaria no terminada, 30, No asisto FEMOCCPALM

5 L.M., LIMA, CON PAREJA, 50, Sí, Técnica, 23 No asiste. TERCERA COORDINADORA – A NIVEL
LIMA
6 R.S.. LIMA. SEPARADA. 70, Sí, Secundaria, 36, Atea, PRESIDENTA COM. COMAS SUBSIDIADO

Capítulo 2:

MARCO TEÓRICO

2.1. Enfoque de Capacidades

El Enfoque de Capacidades, de Amartya SEN (2000) presenta un análisis del desarrollo centrado
en el ser humano y no en la renta o el negocio. El desarrollo busca “ampliar las libertades de
los individuos para la expansión de sus capacidades para llevar el tipo de vida que valoran y
tienen razones para valorar”. Esta postura no se centra en los enfoques normativos
tradicionales que ponen atención en variables como la utilidad o renta real, sino en lo que las
personas hacen y valoran, “el aumento de la libertad mejora la capacidad de los individuos
para ayudarse a sí mismos e influir en el mundo”.

Al mismo tiempo, desarrollan un tipo de agencia: a través de su independencia y del aumento


de poder, “por su contribución a la prosperidad de la familia, tiene más voz porque dependen
menos de otros”, lo que les permite negociar con otros agentes e intercambiar con diversos
actores. “La agencia del individuo como miembro del público y como participante en
actividades económicas, sociales y políticas, que van desde participar en el mercado hasta
intervenir directa o indirectamente en actividades individuales o conjuntas en el terreno
político y de otros tipos”. RODRIGUEZ (2005) amplía este concepto: “…se recoloca la dimensión
económica ya no como el fin del desarrollo, sino como un medio importante para lograrlo,
ubicando en el centro del desarrollo al ser humano en una perspectiva histórica” valorando las
libertades reales que gozan los individuos y de los que participan activamente como
protagonistas de su propio destino”.

Estas libertades fundamentales están ligadas al término “agente” como “aquella persona que
actúa y provoca cambios, y cuyos logros pueden juzgarse en función de sus propios valores y
objetivos”, independientemente de que los evaluemos en función de otros criterios.
RODRIGUEZ (2005): habla de “la capacidad de generar transformaciones sociales debido al
poder puesto en movimiento, tanto por los individuos, los grupos (particularmente las
mujeres) y las sociedades”. Este agente participa “de las actividades económicas, sociales y
políticas e interviene tanto directa como indirectamente, aumentando sus oportunidades para
obtener resultados valiosos e influir en el mundo”.

Definimos el concepto de “agente”, al utilizado por SEN (2000) para definir a “la persona que
actúa y provoca cambios, cuyos logros pueden juzgarse en función de sus propios valores y
objetivos. Por lo tanto, la agencia del individuo que posee las libertades fundamentales o
capacidades, para elegir la vida que tenemos razones para valorar (…) estas capacidades se
refieren a las diversas combinaciones de funciones que puede conseguir o lograr diferentes
estilos de vida que pueda elegir”

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