Tema 3 Salud Pública
Introducción
1. Galeno y la Salud: Galeno, un médico de la antigua Grecia, vinculó la
buena salud con factores como aire, luz, alimentos, bebidas, ejercicio,
sueño y descanso.
2. Henry Sigerist y la Promoción de la Salud: En 1946, Henry Sigerist fue
pionero en utilizar el concepto de "promoción de la salud", enfatizando la
importancia de un nivel de vida adecuado, buenas condiciones laborales,
educación y recreación.
3. Informe Lalonde (1974): Elaborado por Marc Lalonde, secretario de
salud de Canadá, el informe identificó los determinantes de la salud en
cuatro grupos: biología y genética, medio ambiente, estilos de vida y el
sistema de salud, atribuyendo a cada uno un porcentaje de influencia en
la salud (27%, 19%, 43% y 11%, respectivamente).
4. Conferencia de Alma Ata (1978): Evento clave en la promoción de la
atención primaria de la salud, organizada por la OMS y la OPS. Sentó las
bases y directrices para el desarrollo de la promoción de la salud a nivel
mundial.
1. Carta de Ottawa (1986): Define la promoción de la salud como un
proceso político y social que fortalece las habilidades individuales y
modifica factores sociales, ambientales y económicos que influyen en la
salud. Permite a las personas tener mayor control sobre su salud. Las
cinco áreas de acción son:
Políticas públicas saludables.
Ambientes que favorezcan la salud.
Habilidades personales.
Acción comunitaria.
Reorientación de servicios de salud.
Carta de Bangkok (2005): Promueve políticas coherentes y alianzas
entre gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil y sector
privado para incluir la promoción de la salud en la agenda mundial y en
las prácticas institucionales y comunitarias.
La Promoción de la Salud se ha posicionado como un tema clave a nivel
mundial, destacándose en agendas internacionales. A diferencia de la
prevención de la enfermedad, se enfoca en mejorar las condiciones de
vida y el entorno de la población. Es un tema fundamental para los
profesionales de la salud, que deben abordarlo de manera
interdisciplinaria para promover la salud social.
El concepto de promocion de la salud reconoce la importancia de los
determinantes biológicos, sociales, ecológicos y de servicios, y su
interacción determina la salud de la sociedad. Aunque la atención de la
enfermedad es relevante, tiene limitaciones, como altos costos, falta de
medicamentos y equipos, desigualdades de salud y la ineficacia del
modelo de atención directa frente a los problemas de salud más
complejos. Esto cuestiona la prioridad de la atención de la enfermedad
sobre la prevención y promoción de la salud.
Promoción de la salud y prevención de la enfermedad
La promoción de la salud a menudo se confunde con la prevención de la
enfermedad debido a su relación cercana. Según Milton Terris, la
confusión proviene de informes que asocian ambos conceptos, pero la
promoción de la salud va más allá de los estilos de vida, abarcando
condiciones de vida, trabajo, educación, y bienestar general. Mientras
que la prevención de la enfermedad se enfoca en evitar enfermedades
específicas, la promoción de la salud busca mejorar las condiciones
sociales y el bienestar de la población, lo cual también contribuye
indirectamente a la prevención de enfermedades.
Líneas de acción de la promoción de la salud
La Carta de Ottawa define cinco líneas de acción para la promoción de la
salud: políticas públicas saludables, creación de ambientes favorables,
fortalecimiento de la acción comunitaria, desarrollo de aptitudes
personales y reorientación de los servicios sanitarios. Estas líneas están
interrelacionadas y para lograr resultados efectivos, es necesario
considerar su conexión. Focalizarse solo en conductas individuales sin
transformar las condiciones de vida lleva a resultados poco efectivos y
no sostenibles.
La elaboración de políticas públicas y legislación saludables
La promoción de la salud no es exclusiva del sector salud, sino que debe
involucrar a otros sectores responsables de los determinantes de la
salud. Es fundamental que el sector salud colabore con sectores como
Agricultura o Vivienda para crear políticas públicas saludables, como en
la producción de alimentos y condiciones habitacionales. Las
herramientas para implementar esta acción incluyen legislación,
medidas fiscales y políticas locales adaptadas a las necesidades de las
comunidades. Además, una democracia de alta calidad fomenta la
participación ciudadana en la creación y evaluación de políticas públicas,
permitiendo a la población influir en decisiones clave para la salud.
Creación y protección de ambientes saludables
La salud y el ambiente están estrechamente relacionados, ya que las
condiciones del entorno afectan significativamente la salud de las
personas. Las acciones deben enfocarse en crear ambientes que
generen seguridad, gratificación y bienestar. Se considera que el
ambiente debe incluir no solo el físico y natural, sino también el social y
afectivo. En Costa Rica, las aspiraciones nacionales para un entorno
saludable incluyen fortalecer las relaciones sociales y garantizar un
entorno adecuado para las personas. A nivel ambiental, se busca reducir
los impactos negativos de las actividades humanas y promover un
consumo más sostenible de los recursos naturales.
El fortalecimiento de la acción comunitaria, según la Carta de Ottawa, se
basa en la participación activa de la comunidad en la fijación de
prioridades y la toma de decisiones para mejorar la salud. Se pueden
utilizar diversos medios para promover esta acción, como la
capacitación de actores sociales, el fortalecimiento de organizaciones
comunitarias, y el impulso a redes y a organizaciones que controlen la
gestión pública. También es crucial apoyar la participación ciudadana en
políticas públicas, asegurando que los ciudadanos puedan exigir
rendición de cuentas y aprovechar las oportunidades para influir en
decisiones de interés público. Para lograr una democracia de alta
calidad, se debe profundizar la participación y consolidar la democracia
económica y política.
Fortalecimiento de las potencialidades individuales y colectivas
Esta línea de acción se centra en la información, educación sanitaria y
modificación de actitudes para promover un estilo de vida saludable. La
educación y la información proporcionan a las personas herramientas
para tomar decisiones que favorezcan su salud y bienestar. Es esencial
para fortalecer relaciones sociales y valores en un entorno saludable. La
democratización del conocimiento, mediante la educación para la salud
y la comunicación social, es clave para lograr el ejercicio de los derechos
en salud. Esta acción se puede implementar a través de procesos
educativos en contextos formales e informales, enfocados en habilidades
para la vida, toma de decisiones, valores solidarios y estilos de vida
saludables, adaptados a la cultura local y al contexto social.
Reorientación de los servicios de salud
La Asociación Canadiense de Salud Pública (1996) destaca que para
lograr resultados positivos en salud, es necesario invertir en la salud
integral del individuo y la comunidad, a través de una combinación de
servicios que incluyan intervención, mantenimiento, educación,
prevención y protección de la salud. Para reorientar los servicios de
salud, se deben asignar recursos a actividades comunitarias enfocadas
en la promoción de la salud, fomentar la participación comunal,
descentralizar la toma de decisiones a nivel local y asegurar que los
trabajadores de salud tengan los conocimientos y actitudes adecuados
para apoyar la promoción de la salud.
Herramientas fundamentales
Las líneas de acción de la promoción de la salud pueden ser
implementadas a través de herramientas clave como la participación
social, la educación para la salud, la mercadotecnia, la intersectorialidad
y la construcción de alianzas, especialmente cuando se utilizan de
manera interrelacionada. A continuación, se detallarán estas
herramientas.
La participación social es clave para abordar los determinantes de la
salud, tanto de manera individual como colectiva. Implica que la
población actúe en la producción de salud según sus condiciones y
relación con el entorno. Esta herramienta busca fortalecer una cultura
participativa, basada en derechos y deberes ciudadanos, e impulsar la
participación en espacios institucionales, evitando que se convierta en
un instrumento controlado por las instituciones. Es esencial que la
población organizada sea un actor central en la identificación de
problemas de salud y en la toma de decisiones, garantizando acceso
equitativo a estas decisiones.
La educación para la salud es un proceso continuo que busca generar
cambios en los conocimientos, actitudes y prácticas de las personas,
promoviendo un estilo de vida saludable y la autogestión de la salud a
nivel personal, familiar y comunitario. Se desarrolla en espacios formales
y no formales, utilizando métodos innovadores que maximizan el
potencial de las personas y les dan herramientas para ejercer sus
derechos y participar activamente en la construcción de una sociedad
saludable. Su objetivo es no solo informar, sino también fomentar
cambios significativos en actitudes y prácticas de salud.
La mercadotecnia social tiene como objetivo modificar conductas a
través de la promoción de ideas y prácticas sociales, contribuyendo a la
promoción de la salud. Utiliza técnicas de investigación de mercado para
entender las necesidades y actitudes de la población, y para diseñar
programas efectivos que mejoren las condiciones de vida. Está vinculada
a los estilos de vida, que son considerados determinantes de la salud, y
se utiliza para segmentar mercados basados en actitudes, intereses y
opiniones, así como para identificar grupos poblacionales que adoptan
ciertos comportamientos o consumos.
Intersectorialidad: Aunque enfrenta desafíos, el trabajo coordinado entre
sectores es clave para el éxito de la Promoción de la Salud, priorizando
el bienestar de la población.
Construcción de Alianzas: Facilita la colaboración entre diversos actores
(comunidad, instituciones, ONGs, empresas) para promover la salud de
manera conjunta.
Abogacía: Implica defender y promover la salud pública, generando
apoyo político y material para fortalecer la promoción de la salud.
El reto para el sector salud:
El sector salud enfrenta el desafío de no solo responder a la enfermedad,
sino también promover la producción social de la salud. Esto implica
invertir en la salud como prevención, protección y curación, sin esperar
que llegue la enfermedad. Las instituciones deben trabajar juntas para
fomentar condiciones de salud y bienestar. El Ministerio de Salud debe
liderar la promoción de la salud, mientras que la Caja Costarricense de
Seguro Social y el Instituto Nacional de Seguros deben enfocar sus
esfuerzos en la prevención. Las universidades y municipalidades
también tienen un papel clave en la formación y promoción local de la
salud.
La promoción de la salud en el ámbito del trabajo social busca evitar el
desarrollo de enfermedades, promoviendo medidas concretas para la
prevención y el bienestar. Los profesionales en salud deben actuar sobre
los determinantes de la salud y fomentar una cultura que favorezca
estilos de vida saludables, enfocándose en la prevención y promoción.
Este enfoque implica integrar conocimientos de gerencia social,
investigación, movilización y negociación social. Además, el trabajo en
salud requiere una perspectiva interdisciplinaria y ética que privilegie al
ser humano como un todo. El entorno de trabajo social ofrece las
condiciones para esta labor, permitiendo que los profesionales actúen en
colaboración con otros sectores para mejorar la salud física, emocional y
social de la población, contribuyendo a una sociedad más equitativa.