Nuestro Tiempo 20
Nuestro Tiempo 20
Mathías Nathan
20 / Iguales y diferentes
Iguales y
diferentes
1
Carlos Contrera
Carlos Contrera
Wanda Cabella tiene formación en Antropología Mathías Nathan es licenciado en Sociología y can-
y Demografía. Se desempeña como docente e inves- didato a magíster en Demografía y Estudios de Po-
tigadora del Programa de Población de la Facultad blación. Es docente y asistente de investigación del
de Ciencias Sociales (Udelar) desde 1993. Sus áreas Programa de Población en la Universidad de la Re-
de trabajo se desarrollan en torno al estudio de la pública y asesor en análisis demográfico del Institu-
familia y las estadísticas demográficas. En los últi- to Nacional de Estadística. Sus líneas de trabajo han
mos años ha incorporado una línea de investigación estado vinculadas a los temas de dinámica demográ-
sobre la población afrodescendiente y las desigual- fica, envejecimiento, comportamiento reproductivo y
dades étnico-raciales en Uruguay. producción de datos demográficos.
Wanda Cabella / Mathías Nathan
La composición de la población uruguaya
desde la perspectiva étnico-racial
Í N D I C E
Bibliografía............................................................................................. 61
Ilustración de los cuatro charrúas llevados a París: Senaqué, Vaimaca Perú, Guyunusa y Tacuabé (Colección Octavio Assunção)
20 / Iguales y diferentes
La visión del Centenario: con el ideario de progreso social impulsado por las
5
elogiaron la calidad de la población uruguaya, ya sea La apología de la erradicación de la población in-
para enumerar las bondades de sus inmigrantes blan- dígena se reitera en numerosas publicaciones de la
cos como para llamar la atención sobre algunas au- época. Caetano recoge varios párrafos redactados en
sencias significativas. distintos momentos de las primeras décadas del si-
La ausencia de población indígena se celebró como glo XX, cuyo denominador común es el elogio de esta
una de las características más destacables de la demo- particularidad de la población nacional. Entre otros,
grafía nacional; la imagen de un país sin indios fue reproduce las palabras de Carlos Maeso, quien ponía
una de las construcciones simbólicas más reiteradas de relieve que “se cree estar en una ciudad europea,
en la enorme producción gráfica y escrita que acom- pues aquí no hay raza indígena ni tipos propios”, por
pañó los festejos del Centenario. Esta idea se plasmó lo que “felizmente en el Uruguay no existen indíge-
en las primeras páginas del Libro del Centenario del nas hace muchísimos años, de modo que no hay que
Uruguay, una obra paradigmática de aquella celebra- civilizar habitantes”. Otro extracto, esta vez del libro
ción de la independencia. Publicado en 1925, sus pá- de Horacio Araujo Villagrán titulado Estoy orgulloso de
ginas iniciales celebran la originalidad de un país que mi país, destaca la primacía de la raza blanca entre
logró extirpar a los indígenas para conformarse en el los habitantes de Uruguay: “Hemos repetido que en la
pueblo europeo y civilizado por excelencia de Améri- República no hay indios, que en otros países del con-
ca del Sur. En las primeras páginas de este libro, bajo tinente constituyen la rémora. Quiere esto significar,
la sección introductoria “Tierra de promisión”, puede que los dos millones de habitantes que forman hoy la
leerse: “Es por otra parte la única nación de América población absoluta del territorio uruguayo valen mu-
que puede hacer la afirmación categórica de que dentro cho más que los seis u ocho millones de indios semi-
de sus límites territoriales no contiene un solo núcleo salvajes, que figuran haciendo número en las estadís-
que recuerde su población aborigen. Los últimos cha- ticas de otros países de América (…). Para la formación
rrúas desaparecieron como tribu, sin dejar vestigios del tipo nacional ha entrado solamente una raza, la
perdurables, en el rincón de Yacaré Curucú, en el año raza blanca; pero ha habido el cruzamiento de blancos
1832, y desde aquel lejano entonces, casi una centuria, de diversos países… ”.4
quedó la tierra uruguaya en posesión absoluta de la raza El Libro del Centenario reflejó y divulgó una idea
europea y de sus descendientes. Hombres laboriosos de similar respecto al papel que cumplió la población
todas las nacionalidades pueblan el país (…) todas las negra de origen africano en la conformación demo-
razas del orbe, fundidas en el crisol de nuestra demo- gráfica del país. Si bien no celebró su aniquilación, los
cracia progresiva, encuentran favorable acogida….”.3 afrodescendientes no son nombrados más que lateral-
mente y con un manifiesto tinte racista. El Uruguay
3 Libro del Centenario del Uruguay, Ed. Agencia Publicidad Capurro del novecientos se enorgullecía de las comunidades de
y Cía., Montevideo, 1925, p. 6. Esta obra puede consultarse completa inmigrantes que habían llegado desde diversos países
en las páginas oficiales dedicadas a difundir material sobre el Bicen-
centenario www.1811-2011.edu.uy/B1/content/libro-del-centenario-
del-uruguay-1825-1925. 4 Gerardo Caetano, ob. cit., pp. 112 y 113.
6
europeos, y el crisol de razas resultado de la recepción documentos y eventos que acompañan las celebracio-
20 / Iguales y diferentes
generosa de inmigrantes, es de hecho el crisol de ra- nes del Bicentenario de la Independencia, buscan jus-
zas blancas, que alude a las diversas nacionalidades de tamente poner de relieve la diversidad de la población,
europeos que llegaban al país: “Puebla el Uruguay la reconsiderar el papel que jugaron las poblaciones no
raza blanca, en su totalidad de origen europeo. La raza blancas en la conformación histórica del país y en la
indígena que habitaba esta región de América cuando lucha independentista. En los textos publicados en el
el descubrimiento y la conquista, ya no existe (…). La sitio web desarrollado por las instituciones oficiales
pequeña proporción de raza etiópica5 introducida al para expresar el significado del Bicentenario y difundir
país por los conquistadores españoles, procedente del sus actividades, se invita a reflexionar sobre la historia:
continente africano, a fin de establecer la esclavitud en “…recuperar las distintas identidades étnicas y socia-
estas tierras, disminuye visiblemente hasta el punto les de las personas que participaron de la revolución
de constituir un porcentaje insignificante en la totali- en múltiples modalidades, generar pensamiento crí-
dad de la población. Por otra parte sus características tico sobre el pasado, debatir con respeto por todas las
originales han sufrido, por el clima, circunstancias de opiniones y todas las visiones particulares e indivi-
medio ambiente, y por mezcla de la sangre europea, duales y, finalmente, también es importante divulgar
modificaciones fundamentales”.6 De esta forma, las nuestras particularidades ya que nos caracterizan y
élites del novecientos menoscababan el lugar de los enorgullecen. Por estas razones tenemos que cele-
descendientes de la población esclavizada y se con- brar, respetar la identidad diversa de colectividades,
fortaban con la idea de que su peso en la población grupos y personas,7 apreciar los cambios constantes
se disipaba, y ante todo, palidecía, favorecida por la porque ellos nos permitirán continuar desarrollándo-
dinámica del mestizaje. nos como una sociedad con características culturales
propias”.8
Todo un cambio respecto al discurso dominante de
los festejos del primer centenario. Sin embargo, este
Entre el mito charruista y el
giro es relativamente reciente. Durante casi todo el
cuestionamiento a la historia oficial
siglo XX, con un lenguaje más moderado y evitan-
En la actualidad, las valoraciones (sociales y acadé- do las expresiones racistas, los manuales de historia
micas) respecto a la suerte que corrieron las pobla- nacional abonaron la idea de un país poblado casi
ciones originarias y al lugar que ocupó y ocupa la
población afrodescendiente en la sociedad uruguaya
7 En negrita en el original.
difieren mucho de las que circulaban en el novecien-
8 http://www.bicentenario.gub.uy/bicentenario-uruguay/que-se-
tos. A modo de ejemplo, las ideas trasmitidas en los conmemora/. Cabe agregar que el artículo h) de la ley del Bicente-
nario (N° 18.677) estipula que “La incorporación de la perspectiva de
integración y de diversidad cultural será una orientación transversal
5 El resaltado es nuestro. a todo el plan de acciones de conmemoración y de celebración del
6 El Libro del Centenario, p. 43. Bicentenario”. Acceso el 20 de setiembre de 2013.
7
de América”, cuyo significado original hacía referen-
cia a la avanzada legislación social del país, a la for-
taleza de su democracia y a la prosperidad económica
de la década de 1950, se transformó en un preciado
símbolo distintivo de los uruguayos que sirvió además
para realzar el predominio de la población blanca, la
cultura europea y su singularidad respecto al subcon-
tinente americano.
Las crisis económica y política que siguieron al
agotamiento del modelo de país afianzado durante
la primera mitad del siglo XX, acarrearon también el
resquebrajamiento del modelo de identidad nacional
forjado durante ese período. En un excelente ensayo
incluido en un libro sobre los veinte años que sucedie-
exclusivamente por sucesivas olas de inmigrantes ron al fin de la dictadura militar, Teresa Porzecanski
europeos y exacerbaron el valor de la homogeneidad identifica en los años sesenta el agotamiento de ese
social y étnica de la población uruguaya. La llamada modelo de identidad y a mediados de la década de 1980
sociedad hiperintegrada, según la célebre expresión de los intentos de reformulación de un nuevo imagi-
Germán Rama, fue justamente el resultado de la inte- nario colectivo.11 Esta nueva versión de la identidad
gración democrática promovida por el Estado, a través uruguaya se caracteriza por la revalorización de los
de la expansión de la enseñanza primaria y secunda- rasgos culturales y los hechos históricos que el mode-
ria, la universalización del voto y la integración de las lo anterior intentó sepultar. La recuperación de raí-
comunidades de inmigrantes.9 De acuerdo a Rama, a ces indígenas de la población (en especial la charrúa),
falta de valores tradicionales sobre los cuales configu- la reinterpretación de su contribución y aportes a la
rar un modelo de país, el propio Estado se encargó de historia nacional fueron traídos a la escena pública
proporcionar a la población los valores, los símbolos con singular brío a través de una serie de manifes-
y los relatos sobre los cuales construir una identidad taciones artísticas y sociales. Estas manifestaciones
nacional. Esta sintetizó la imagen de un pequeño país, cobraron particular intensidad durante las décadas de
laico, liberal y promotor de leyes progresistas y cierta- 1980 y 1990 y se mantienen vigentes en la actualidad.
mente favoreció la cohesión social, pero a expensas de Las preocupaciones de las diversas organizaciones de
neutralizar los particularismos culturales.10 La “Suiza
Sebastián Aguiar, Multiculturalismo en Uruguay: ensayo y entrevistas a
once comunidades culturales, Ed. Trilce, Montevideo, 2007.
9 Germán Rama, La democracia en Uruguay. Una perspectiva de inter- 11 Teresa Porzecanski, “Nuevos imaginarios de la identidad urugua-
pretación, Ed. Arca, Montevideo, 1989. ya: neoindigenismo y ejemplaridad”, en Caetano, G., 20 años de demo-
10 Felipe Arocena, “Elogio de la diversidad”, en Felipe Arocena y cracia, Ed. Santillana, Montevideo, 2005.
8
En busca de una nueva identidad: el surgimiento del discurso neoindigenista en la década de 1980
“Huesos que no encuentran reposo”*
20 / Iguales y diferentes
Las vicisitudes que caracterizaron lo que se llamó “la Otro orden de acontecimientos que no puede ser
repatriación” de los restos de Vaimaca Perú al país, pasado por alto aun en una mirada que no preten-
desde la iniciativa y promulgación de la ley Nº 17.256, de ser exhaustiva, tiene que ver con la fundación de
marcan la culminación de un proceso: la re-crea- organizaciones abocadas a la reivindicación de lo in-
ción de un mito contemporáneo sobre la identidad dígena. En 1986 se crea la Comisión Coordinadora de
en términos de re-elaboración y re-significación de la Primera Campaña Nacional de Relevamiento de
contenidos históricos para su utilización simbólica y Descendientes Indígenas, que estimula una campaña
funcional en el presente. Desde la polémica entre dos difundida por el Ministerio de Educación y Cultura a
organizaciones que se atribuyen la representación todo el país. En 1988, con los auspicios de este mi-
indígena en el Uruguay contemporáneo y que se en- nisterio, se organiza el Primer Encuentro Nacional
frentaron entre sí en cuanto a dónde debían ser en- de Descendientes de Indígenas, que se realiza ante el
terrados los restos, hasta legisladores y antropólogos monumento a Los últimos Charrúas. En 1989, se funda
que diferían ya no solo respecto del sitio correcto, la Asociación de Descendientes de la Nación Charrúa,
sino también de la modalidad de tratamiento de los la que declara como objetivos “manifestar nuestro
restos, el proceso de construcción del mito involucró orgullo de ser mestizos, colaborar con las investiga-
negociación de sentidos, reivindicaciones encendidas ciones científicas, defender el hábitat y proteger el
y no pocos sentimientos de culpa colectiva. patrimonio y los recursos naturales, actualizar los
textos escolares.”
La década de los ochenta vio emerger diversas ma-
nifestaciones de un discurso que podemos llamar (…)
neoindigenista, como una tercera etapa del desarrollo
Lo que queda en pie parece ser la imperiosa necesi-
antes anotado, que se manifestó públicamente en la
dad de construir una “identidad mestiza” para el país
fundación de instituciones reivindicativas. Un inven-
—aun si forzada— a los efectos de perdonarse el ex-
tario, aunque incompleto, de estos acontecimientos
terminio que arrastra la identidad nacional tradicio-
no puede dejar de mencionar el estreno de la obra
nalmente “blanca”. Lejos de constituirse esto en un
dramática Salsipuedes. El exterminio de los Charrúas,
proyecto político, puede considerarse desde el punto
de Alberto Restuccia [1984] (…) El impacto de esta
de vista semiótico un proceso dinámico de incipien-
obra fue mayor y estuvo varios años en cartelera. Si-
te elaboración mítica, cuya intención es la legitima-
milar receptividad tuvo la novela ¡Bernabé, Bernabé!,
ción de una identidad más cercana al estereotipo de
de Tomás de Mattos [1988].
la “latinoamericanidad”, definida en otros países del
Siguiendo esta tendencia de la creación artística, en continente a partir de sociedades mayoritariamente
1994 la Asociación Indigenista del Uruguay y la Aso- indígenas o mestizadas.
ciación de Descendientes de la Nación Charrúa aus-
piciaron el estreno de La Capataza, probanza de la * Extraído de Teresa Porzecanski, “Nuevos imaginarios de
la identidad uruguaya: neoindigenismo y ejemplaridad”, en
desaparición de un pueblo de indios: San Borja del Yi Caetano, G., 20 años de democracia, Ed. Santillana, Montevi-
[basada en el libro de Eduardo Lorier, 1992] deo, 2005, pp. 410-411 y 415
9
descendientes de indígenas en torno a las preguntas reciente, Renzo Pi Hugarte y Daniel Vidart criticaron
sobre ascendencia en el censo son un ejemplo de su la liviandad y la arbitrariedad con que algunos grupos
vigencia. Más adelante se retomará este aspecto. se autoproclaman charrúas, reproducen sus supues-
En este mismo artículo, Porzecanski identifica la tos ritos, músicas y costumbres, utilizan vestimentas
confrontación de dos discursos que atienden a rein- e instrumentos que adjudican a la cultura material
terpretar el pasado, pero desde ópticas y ámbitos di- charrúa.14 El estado actual del conocimiento de la pre-
ferentes: i) el discurso informado, anclado en el ámbito historia y la etnohistoria del territorio que hoy ocupa
académico y basado en la investigación sistemática Uruguay, no ha reunido hasta el momento evidencia
realizada por la arqueología, la historia y la etnohis- que permita vincular la acumulación de nuevos ha-
toria y ii) las mitologías de fin de siglo y de milenio, que llazgos con las representaciones culturales que estos
sustentan un discurso orientado a la construcción grupos adjudican a las prácticas transmitidas por la
de una nueva identidad que parte de la denominada tradición oral de sus antepasados charrúas.
narrativa charruista12 y postula una serie de elemen- Aun haciendo eco de estas críticas, puede enten-
tos mitológicos sobre las características de gobierno, derse el surgimiento de esta corriente que pretende
instituciones sociales y formas de producción de los rescatar los orígenes indígenas en la creación de la
indígenas asentados en el territorio nacional antes de nación como la reacción a una historia que fue escri-
la llegada de los españoles, a saber: un sistema político ta con la prescindencia casi absoluta del pasado indí-
de carácter democrático, equidad de género, “sabiduría gena.15 El discurso “informado” sobre los pobladores
ecológica”, organización social compleja, desarrollo de prehistóricos del territorio que hoy ocupa Uruguay
la astrología y las matemáticas, entre otros. Este in- recién comienza a crear una cierta masa crítica de
ventario es catalogado por la autora como “un sesgo de producción académica en la década de 1990. Puede
extrapolación exagerada, cuando no de invención lisa decirse que el conocimiento generado por esa nueva
y llana” de algunos hallazgos arqueológicos.13 corriente de investigadores en el área de la prehistoria
El segundo de estos discursos ha sido duramente y la arqueología se legitima lo suficiente como para
criticado por antropólogos de reconocida trayectoria modificar en los textos escolares de la década del 2000
y ciertamente carece de fundamentos empíricos o
fuentes documentales que lo amparen. En diversas in- 14 Véase, por ejemplo: Daniel Vidart, “No hay indios en el Uruguay
contemporáneo”, en Uruguayos, quiénes somos, cómo somos, dónde
tervenciones públicas y en su producción académica
estamos, Ediciones B, Montevideo, 2012; Renzo Pi Hugarte, “Sobre
el charruismo. La antropología en el sarao de las seudociencias”, en
12 El término charruismo fue acuñado por Renzo Pi Hugarte para Anuario Antropología Social y Cultural en Uruguay (2002-2003), Ed.
referirse a la corriente ideológica acrítica y carente de base científica Nordan, Montevideo, 2003. Ambos autores han escrito varios artícu-
basada en la exaltación de lo charrúa. Renzo Pi Hugarte, “Sobre el cha- los de prensa y concedido entrevistas para salir al cruce del discurso
rruismo. La antropología en el sarao de las seudociencias”, en Anua- denominado charruista.
rio Antropología Social y Cultural en Uruguay (2002-2003), Ed. Nordan, 15 Gustavo Verdesio, “La mudable suerte del amerindio en el imagina-
Montevideo, 2003. rio uruguayo: su lugar en las narrativas de la nación de los siglos XIX y XX
13 Teresa Porzecanski, ob. cit. y su relación con los saberes expertos”, Araucaria, vol. 7, núm. 14, 2005.
10
11
Pablo La Rosa
20 / Iguales y diferentes
la imagen de los indígenas en el pasado precolombino El papel de la inmigración
y colonial. En los últimos treinta años, diversas inves- y la diversidad cultural
tigaciones han contribuido a elaborar una nueva ver-
La difundida frase “los uruguayos descendemos de los
sión del poblamiento del territorio, cimentando una
barcos”,19 se utiliza con frecuencia para dar cuenta
nueva imagen de la prehistoria, de las características
de la importancia de los pioneros españoles traídos
de sus pobladores originarios y de la relación entre
por la corona española y al torrente de inmigrantes
los diversos actores que poblaban el territorio en los
de ultramar (italianos, españoles, franceses, de Europa
últimos trescientos años.16
central) que contribuyeron al fuerte crecimiento de-
Otro tanto cabe decir respecto a la historia de los mográfico durante el siglo XIX y parte del XX. El pre-
afrodescendientes en Uruguay. Hasta hace unos pocos dominio numérico de la población de origen europeo
años, la historiografía uruguaya no había incorpora- es una característica innegable del país, resultado de la
do los trabajos producidos sobre la afrodescendencia y historia moderna de su poblamiento, marcado por la
la esclavitud durante el siglo XX. Es solo a partir de la llegada de grandes contingentes migratorios de ultra-
década de 1990 cuando se renueva el interés por am- mar (ver recuadro en p. 14).20
pliar su historia a impulsos de las organizaciones de
afrodescendientes y de algunos ámbitos académicos.17 ser exhaustivos, los trabajos realizados por el equipo coordinado por
Entre los primeros, se destaca la minuciosa tarea de re- Ana Frega, integrado, entre otros por Alex Borucki, Natalia Stalla y
Karla Chagas y Ariadna Islas, han significado un avance de singular re-
construcción histórica de las prácticas culturales reali-
levancia en el conocimiento de la historia de las relaciones laborales
zada por Oscar Montaño y entre los segundos el trabajo durante el período de la esclavitud y postrimerías. A ello se suma la
impulsado por el Departamento de Historia Nacional, producción de Oscar Montaño, el trabajo de Arturo Bentancur y Fer-
orientado a ampliar el conocimiento de la historia de nando Aparicio y la reciente contribución de George Reid Andrews.
Alejandro Gortázar desarrolla una línea de investigación en torno a
la esclavitud, la diversidad de trabajos que realizaron los la literatura escrita por afrodescendientes en Uruguay; en el terre-
afrodescendientes durante el régimen esclavista y en el no de la lingüística Magdalena Coll dirige un área de investigación
período cercano a su finalización y, en especial, integrar orientada al estudio de las voces de origen africano e indígena y a
la recuperación de la memoria histórica del aporte lingüístico de los
el aporte africano a la construcción de la historia y el afrodescendientes. Esta breve lista no pretende agotar el conjunto de
desarrollo económico nacional.18 autores que contribuyen a crear una nueva época en el desarrollo de
la historia de los afrodescendientes en Uruguay, su único objetivo es
16 Veáse a este respecto los trabajos dirigidos por Diego Bracco, poner de manifiesto que el área se nutre de un grupo creciente de
Leonel Cabrera, Carmen Curbelo, José María López Mazz, Mónica Sans, investigadores provenientes de diversas disciplinas.
Oscar Padrón Favre, entre otros, que desde diversas disciplinas han 19 La frase completa es “Los mexicanos descienden de los aztecas,
contribuido a discutir y reinterpretar la prehistoria y la historia del los peruanos de los incas y los uruguayos de los barcos”. Aunque se
poblamiento uruguayo. asume popularmente que es un proverbio popular uruguayo (http://
17 Alex Borucki, “Entre el aporte a la identidad nacional y la reivin- es.wikiquote.org/wiki/Proverbios_uruguayos), es frecuente encon-
dicación de las minorías. Apuntes sobre los afrodescendientes y la trar la misma frase con referencia al pueblo argentino.
esclavitud en la historiografía uruguaya”, História Unisinos, 10(3), pp. 20 Véase también el tomo 1 de esta colección a cargo de Juan
310-320, São Leopoldo, RS, 2006. José Calvo e Ignacio Pardo; Adela Pellegrino, La población urugua-
18 La producción de los últimos años es copiosa. Sin pretensión de ya. Breve caracterización demográfica, UNFPA, Montevideo, 2010 y
12
Pablo La Rosa
13
20 / Iguales y diferentes
Un pueblo transplantado
El censo de 1908 retrató una población compuesta
A partir de la pomposamente denominada “indepen- por 17% de población extranjera. El último censo ape-
dencia nacional”, prohijada y aprovechada económi- nas contó el 2,3% de inmigrantes internacionales. Si
camente por Inglaterra, se precipita sobre el país un bien una parte de estos inmigrantes ha entrado al país
torrente de inmigrantes. (…) El grueso de los inmi- recientemente, dando cuenta de un proceso incipiente
grantes provino del área cultural latina: españoles, de inmigración internacional, la sociedad cosmopolita,
italianos, franceses. Pero también arribaron ingle- eminentemente montevideana (50% de los extranjeros
ses, helvéticos, sirio-libaneses, eslavos, alemanes, vivía en la capital) es una imagen del pasado. Solo a
austro-húngaros. Luego de la obligada pausa de la efectos de hacer un paralelismo con una población con
Primera Guerra Mundial aparecen nuevos contin- fuerte componente inmigratorio en la actualidad, se
gentes de españoles, a los que se suman los judíos puede citar las cifras del Bureau of Census, que consignó
y los armenios. La mayoría de estos inmigrantes se que en 2012 el 14% de la población residente en Estados
instalan en las ciudades o se dedican a la agricultura en Unidos era extranjera (y un 30% de población tenía as-
los alrededores urbanos. El campo pecuario y latifundis- cendencia no europea, contra el 8% en 1900).
ta permanece como un reducto de la orientalidad; el sur
La primacía numérica de la población europea se
metropolitano y labriego se define como uruguayo. Lo
transformó en una marca de la identidad del país que
oriental decanta los valores de la cultura hispánica bási-
diluyó los rasgos identitarios de las diversas minorías
ca; lo uruguayo mezcla en un copioso legado cosmopolita
de inmigrantes bajo la consigna de la integración so-
las aportaciones étnicas de muchas razas y culturas.
cial. La búsqueda de la homogeneidad social, a pesar de
sus indudables ventajas para la integración de los inmi-
(…)
grantes y la atemperación de eventuales conflictos con
la población local, tendió a anular la diversidad cultu-
La tesis que sustentamos sobre la formación de nues-
ral que traían consigo las comunidades que llegaban al
tro pueblo y su cultura en el conjunto de los pueblos
país.21 A riesgo de caer en un anacronismo al aplicar el
de América es que la etnia uruguaya posterior a la
concepto a una sociedad que se estaba gestando, el Uru-
mitad del pasado siglo es sustancialmente diferente
guay del novecientos era “multicultural”. Los procesos
de la que inició la vida independiente. La gran emi-
integradores que vinieron después, si bien desdibujaron
gración europea cambió radicalmente una etnia que
sus tradiciones, no implicaron la desaparición comple-
presentaba muchos de los caracteres propios de un
ta del sentido de pertenencia de algunas comunidades
Pueblo Nuevo haciéndola asumir definitivamente
nacionales, que hoy procuran recuperar las tradiciones
los de los Pueblos Trasplantados. El “malón gringo”
locales de los pioneros y su memoria histórica.
transformó a los orientales en los uruguayos.
(Extraído de Renzo Pi Hugarte y Daniel Vidart, El legado de Felipe Arocena, “La contribución de los inmigrantes en Uruguay”,
los inmigrantes II. Montevideo, Nuestra Tierra No. 39, 1969, Papeles del CEIC, No. 47, 2009.
p. 8 y p. 55.) 21 Felipe Arocena, Teresa Porzecanski, obras citadas.
14
Actualmente, la investigación en diversas discipli- sido incorporada en varios cuestionarios y formularios
20 / Iguales y diferentes
nas y áreas del conocimiento busca recuperar los apor- oficiales (Encuesta Continua de Hogares desde 2006,
tes culturales realizados por las diversas comunidades certificados de nacimiento y defunción a partir de la
de inmigrantes y pueblos originarios. La lingüística, década de 2000) su introducción en la boleta censal
por ejemplo, investiga los procesos de incorporación tuvo una resonancia acorde con el mayor involucra-
de vocablos de origen africano e indígena, una línea miento que suele tener la población con los censos.
de trabajo preocupada por escribir una historia del Numerosas columnas radiofónicas y de prensa pusie-
castellano del Uruguay que reconozca los aportes de ron el tema sobre la mesa y hubo una fuerte reacción
sus componentes no europeos.22 La sociología y la an- de la ciudadanía respecto a si era pertinente, ofensivo,
tropología rastrean las memorias y las costumbres de oportuno o racista incursionar en este asunto, si la
las comunidades portadoras de tradiciones culturales forma de preguntar era la correcta, etcétera. En tér-
que estaban invisibilizadas.23 La etnohistoria, la his- minos generales, entre el público que hizo escuchar su
toria y la arqueología, como se ha señalado, han reali- voz primó una manifiesta expresión de malestar con
zado enormes contribuciones en los últimos años para esta innovación.
paliar la falta de investigación sobre períodos poco es- Por otra parte, hubo un fuerte consenso entre los
tudiados por las generaciones anteriores. colectivos de afrodescendientes en torno a la impor-
tancia de incluir la pregunta en el censo. Las orga-
nizaciones de afrouruguayos, cuyo papel fue clave en
la decisión de incorporar la pregunta al cuestiona-
La población afrodescendiente e indígena
rio, realizaron campañas de sensibilización para que
en Uruguay
las personas, en caso de serlo, se identificaran como
La inclusión de la pregunta que indagó sobre la ascen- afrodescendientes, con la consigna de lograr visibi-
dencia racial se cuenta entre los aspectos espinosos lidad estadística y mayor legitimidad para abogar por
que acompañaron a la realización del censo de po- la creación de legislación y programas orientados a
blación de 2011. A pesar de que la pregunta ya había conquistar la equidad racial. Las organizaciones que
22 Magdalena Coll, “Léxico de origen indígena y africano en dos es-
nuclean a los descendientes de indígenas tuvieron un
critores montevideanos de principios del siglo XIX”, Stockholm Review papel mucho menos activo en torno a la búsqueda de
of Latin American Studies, Nº. 8, Estocolmo, 2012. visibilidad en el censo y a la incidencia en la formula-
23 Véase por ejemplo el proyecto “Multiculturalismo en Uruguay” ción de la pregunta orientada a captar la pertenencia
que recogió las memorias de integrantes de colectividades de des-
cendientes de inmigrantes de diversas procedencias e indígenas; va-
étnico-racial. A excepción de algunos spots difundidos
rias de estas historias están publicadas en el libro de Felipe Arocena en internet, no hubo mayores manifestaciones públi-
y Sebastián Aguiar, Multiculturalismo en Uruguay: ensayo y entrevistas a cas abogando por el reconocimiento de la ascendencia
once comunidades culturales, Ed. Trilce, Montevideo, 2007. El proyecto indígena. Aun así, la proporción de personas que de-
alimenta un sitio web orientado a registrar la diversidad cultural y
la identidad de los grupos minoritarios (http://www.multiculturalis- claró tener ascendencia indígena fue mayor a la cap-
moenuruguay.com/). tada en las encuestas de hogares.
15
Tabla 1. Las preguntas sobre ascendencia étnico-racial en el Censo de Población 2011
7. ¿Cuál considera la principal? (solo si marcó
6. ¿Cree tener ascendencia… Sí No
más de una ascendencia en la pregunta 6)
...afro o negra? 1 2 Afro o negra 1
...asiática o amarilla? 1 2 Asiática o amarilla 2
...blanca? 1 2 Blanca 3
...indígena? 1 2 Indígena 4
...otra? (especificar) 1 2 Otra (especificar) 5
Ninguna (no hay una principal) 6
Fuente: Elaborada con base en la boleta censal del Censo de Población 2011 (INE).
El Instituto Nacional de Estadística (INE) al incluir comparte con el resto de las sociedades en las que exis-
la pregunta cumplía con la recomendación de los or- ten subpoblaciones de diferente origen racial, étnico
ganismos internacionales, que instó a los gobiernos a o nacional. Pero a diferencia de otras sociedades, que
considerar en la boletas de la ronda censal de 2010 me- han explicitado socialmente la diferencia, la sociedad
canismos para captar la diversidad étnica y racial de uruguaya está poco habituada a nombrar las categorías
los países. De forma más amplia, la incorporación de la raciales que coexisten en la población.
pregunta estaba en consonancia con las directrices del La representación estadística de la diversidad es un
Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial proceso complejo y suele reflejar los conflictos y las ten-
(CERD por sus siglas en inglés) en torno a la exigencia siones que existen alrededor del tema. Es común que
de visibilizar la población afrodescendiente a través de exista una brecha entre la diversidad racial existente y
los diversos instrumentos oficiales de relevamiento de las formas en que las sociedades se perciben a sí mis-
información de carácter social y económico.24 mas y son representadas en las estadísticas de los países.
A pesar de que a los uruguayos les gusta verse como En la Tabla 1 se reproducen las preguntas que fue-
una sociedad homogénea, las diferencias raciales exis- ron realizadas en el cuestionario del censo 2011. En
ten y los mecanismos a través de los cuales las personas primer lugar se les pedía a las personas que identifica-
identifican la pertenencia racial de los otros, aunque les ran cuál era su ascendencia (y la de los demás miem-
resulte difícil expresarlos, forman parte del conjunto bros del hogar, en caso de que no estuvieran presentes
de reglas de diferenciación que la población urugua- para contestar por sí mismos). En esta pregunta las
ya utiliza diariamente. Es esta una característica que personas podían seleccionar una o más opciones. Si
declaraban que reconocían más de una ascendencia
24 Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las For-
mas de Discriminación Racial, Distribuido general CERD/C/2007/1, 13 racial, entonces se preguntaba cuál consideraban que
de junio de 2008, Naciones Unidas. era la principal.
16
Tabla 2. Uruguay, 2011: Porcentaje de población por categoría étnico-racial
20 / Iguales y diferentes
Categorías Ascendencia Ascendencia
Ascendencia*
étnico-raciales única principal
Afro o negra 8,1 3,7 4,8
Asiática o amarilla 0,5 0,2 0,2
Blanca 93,9 87,2 90,7
Indígena 5,1 1,8 2,4
Otra 0,2 0,1 0,2
Ninguna 1,7
Total 93,1 100,0
Fuente: Elaboración propia con datos del INE, Censo de Población 2011.
* No suma 100% porque las personas pueden haber declarado más de una ascendencia.
En torno a 250.000 personas declararon ser afrodes- tiene otra ascendencia étnico-racial, fundamental-
cendientes en el censo de 2011,25 ello equivale al 8% del mente blanca (51,3%). La población que declara única-
total de la población residente en Uruguay. Esta cifra es mente ascendencia afro es el 3,7% pero si se contempla
algo menor a la obtenida en los relevamientos realizados a quienes respondieron la pregunta censal sobre as-
por el INE a través de las Encuestas Continuas de Hogares cendencia principal, la cifra se eleva al 4,8%.
(ECH y ENHA),26 que a su vez año a año recogen resultados
diferentes sobre el total de la población afrodescendiente
existente en el país. Las diferencias son pequeñas, cer- En tu casa ¿qué opinan de esto de
canas a un punto porcentual, pero revelan que hay una ser afrodescendiente?
cierta flexibilidad en la declaración de la ascendencia,
que depende de un conjunto de factores difíciles de iden- —Nada, porque Jonathan se piensa que es blanco y tiene el
padre negro y madre también afrodescendiente. Entonces,
tificar (ver recuadro p. 20).
él dice que es blanco porque él tiene la raza blanca, pero él
Los datos también indican que más de la mitad no es blanco, es negro porque la madre es negra y el padre
de las personas con ascendencia afro o negra (54%) es negro. Y Raúl piensa que él es negro porque tiene un
padre negro y una madre negra. Y la Jennifer piensa que sí,
25 Esta cifra ascendería a cerca de 275.000 si se considera que la que ella es negra igual, aunque tenga blanca la piel.
población estimada (luego de evaluar los errores de cobertura del
censo 2011) asciende a 3.390.077 (INE, 2012).
Fuente: Fragmento de entrevista a un niño montevideano de 10 años,
26 Este instrumento incluyó la pregunta de ascendencia racial en su extraído de Saavedra et al., Trabajo infantil en niños, niñas y ado-
edición especial de 2006, la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada lescentes afrodescendientes en Uruguay. Descubriendo horizontes de
(ENHA) y la mantuvo con algunas modificaciones en sus siguientes integración, Fundación Telefónica, Montevideo, 2012, p. 160.
ediciones.
17
De acuerdo a los datos presentados en la Tabla 2, proporción bastante menor declara tener ascenden-
en la que se muestra la declaración de ascendencia cia “asiática o amarilla” (0,5). El 93,1 de la población
recogida en el Censo 2011, la amplia mayoría de la uruguaya considera que tiene una sola ascendencia
población en Uruguay se autodefine de ascendencia étnico-racial, ello se explica por el elevado porcentaje
blanca (93,9%), el porcentaje de personas que responde de personas que contestaron que solamente tenían as-
ascendencia indígena es de 5,1%, al tiempo que una cendencia “blanca” (87,2%).
18
Pablo La Rosa
¿Cómo captar la identidad étnico-racial en Uruguay? Aportes del Módulo Étnico-Racial 2010
En el marco del proyecto “Clasificación étnico-racial, ¿Qué importa más para estudiar la discriminación ra-
afrodescendientes y desigualdad en Uruguay: un es- cial, cómo se ven a sí mismas las personas o cómo las
tudio multidisciplinario”, un equipo interdisciplina- ven los otros? ¿Qué entienden las personas por iden-
rio compuesto por investigadores de la Facultad de tidad racial o étnica? ¿Cómo varía su significado según
Ciencias Sociales de la Universidad de la República y los grupos étnico-raciales y los sectores sociales? Son
financiado por la Agencia Nacional de Investigación diversas y, sin duda interesantes, las discusiones que
e Innovación (ANII) diseñó un módulo de preguntas rodean las formas de asignar la identidad racial; en
para investigar las características étnico-raciales de algunos países estos temas llevan más de un siglo de
la población, que además incluía métodos novedosos debate, es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos o
como el uso de fotografías. Dicho módulo fue incor- de Brasil. En Uruguay, sin embargo, es un aspecto que
porado en el cuestionario de la Encuesta Continua de ha sido muy poco investigado y en muy pocas ocasio-
Hogares (ECH) del INE durante noviembre de 2009 y nes se ha recogido en encuestas oficiales.
marzo de 2010, período en el que se encuestó a 3.053 Dependiendo de la pregunta planteada y de los crite-
personas entre 18 y 56 años de Montevideo. La publi- rios de clasificación utilizados, existen grandes dife-
cación ¿Qué ves cuando me ves? Afrodescendientes y rencias en la estimación de la distribución de la pobla-
desigualdad étnico racial en Uruguay recoge los prin- ción según su identidad étnico-racial. En particular, las
cipales resultados de los datos obtenidos con el Mó- inconsistencias son considerables cuando se usan dis-
dulo Étnico-Racial (MR). En los siguientes párrafos se tintos criterios de autoatribución y entre los distintos
reproducen algunos extractos de texto de las páginas instrumentos. Sin embargo, no se registran inconsis-
que evidencian de manera precisa la complejidad la- tencias importantes entre la percepción de los encues-
tente a la hora de clasificar a la población uruguaya tados y los encuestadores. Ello indica que la mirada
en función de categorías étnico-raciales. externa, representada por quien realiza la entrevista,
“Si bien parece razonable pensar que la identidad coincide con la visión subjetiva de personas entrevista-
étnico-racial es fácil de determinar, la decisión de das. Este resultado sugiere que hay un cierto consenso
cómo indagar la pertenencia racial en las encuestas y social en torno a las percepciones sobre la pertenencia
censos es motivo de controversia. Aspectos que pare- étnico-racial, por lo que el criterio de autoatribución,
cen obvios tienen respuestas muy variadas y remiten usado habitualmente en los instrumentos oficiales, se
a dilemas teóricos y metodológicos que están en per- adecua bien a la sociedad uruguaya.
manente discusión: ¿Hay que preguntar por la raza o Por el contrario, las respuestas son muy sensibles
por la etnia? ¿Raza y etnia son conceptos distintos o al nivel de precisión de las preguntas y a los meca-
tienen algún parentesco? ¿Quién debe asignar la raza nismos de identificación. Por ejemplo, la proporción
o etnia de las personas? ¿El encuestado o el encuesta- de afrodescendientes en la población puede variar
dor? En esas preguntas están en juego los conceptos entre 5% y 30% en función de si se utilizan criterios
de “auto-atribución” y “hetero-atribución” y la dis- laxos o restrictivos para definir a una persona como
cusión sobre si la raza es un atributo que debe ser afrodescendiente. Se entiende por criterio restricti-
definido de forma subjetiva u objetiva. vo considerar como afrodescendientes solo a quienes
20
eligieron la ascendencia “afro o negra” como as- en el MR esta proporción aumenta a 25%. Una peque-
20 / Iguales y diferentes
cendencia principal, describieron su propia raza con ña parte de la inconsistencia puede deberse a que no
términos indudablemente vinculados a la identidad necesariamente las personas revisitadas contestaron
afrodescendiente (negro/a, afrodescendiente) o a personalmente sobre su ascendencia la primera vez
quienes se identificaron con fotografías de modelos (en la ECH). Sin embargo, la explicación más plausible
asociados a imágenes fenotípicas de afrodescendien- para interpretar esta diferencia radica en que la en-
tes. Los criterios laxos de inclusión implican tener as- trevista realizada en la segunda instancia se centró
cendencia afro (sin importar si es o no la principal) o específicamente en el tema de la identidad étnico-
declarar tener al menos un abuelo afrodescendiente. racial. Es decir que creemos que la propia situación
(…) En sintonía con los datos de la ECH, se verifica que de encuesta activó mecanismos sociales que favore-
la amplísima mayoría de la población reconoce tener cieron la declaración de pertenencia a una minoría
ascendencia blanca (97%) y además considera que étnico-racial. En la ECH las preguntas de ascendencia
es su ascendencia principal (88%) (…) Respecto a los son parte de un formulario de cerca de 70 preguntas,
datos sobre ascendencia afro e indígena, se observa orientadas a captar en detalle el trabajo y los ingre-
una fuerte diferencia entre el porcentaje de afro- sos de las personas, mientras que el MR indagó la as-
descendientes e indígenas que arroja la pregunta de cendencia de forma minuciosa y se explicó a los en-
ascendencia con aquel que marca la pregunta de as- trevistados que la encuesta giraba en torno al perfil
cendencia principal. Mientras un 25% de los encues- étnico-racial de la población. En todo caso, lo cierto
tados declaró tener ascendencia afro y otro 20% hizo es que las diferencias observadas en las declaracio-
lo propio respecto a la ascendencia indígena, son bas- nes indican que la autoidentificación étnico-racial
tante menores los porcentajes de quienes declararon depende de un conjunto amplio de factores y que la
tener ascendencia principal afro (7%) o indígena (4%). variabilidad observada responde a que las preguntas
El análisis combinado de estas preguntas sugiere que y las técnicas utilizadas recogen distintos aspectos de
si bien una importante proporción de personas reco- la identidad étnico racial, que incluyen, entre otros, el
noce tener orígenes afro y/o indígenas, la mayoría reconocimiento de orígenes ancestrales, el parentes-
de este grupo asume que su ascendencia principal es co real y el aspecto físico. La variabilidad de las res-
“blanca”. El Módulo Étnico-Racial (MR) repitió la pre-
puestas y su sensibilidad a los mecanismos de clasi-
gunta de ascendencia de la ECH y una proporción im-
ficación, parecen también indicar que la población se
portante de personas respondió a la misma pregunta
enfrenta a una situación de relativa incertidumbre a
de forma diferente, poniendo de manifiesto que la
la hora de determinar su identidad étnico-racial. Este
autoidentificación es sensible al instrumento de cap-
resultado es coherente con la aún escasa reflexión
tación. Recuérdese que el MR se aplicó a un subgrupo
social sobre el tema en Uruguay.
de personas que habían sido entrevistadas por la ECH
y que fueron posteriormente seleccionadas y revisita-
das unos pocos meses después. (…)
(Extraído de Graciela Sanroman et al., ¿Qué ves cuando me
A modo de ejemplo, mientras que en la ECH 10% de las ves? Afrodescendientes y desigualdad étnico racial en Uru-
personas reconoce sus orígenes afrodescendientes, guay, ANII, INE y Udelar, Montevideo, 2011.
21
Gráfico 1. Porcentaje de población con ascendencia afro o negra, indígena y blanca, por departamento
22
Distribución territorial de la población, censal.27 A partir de esta representación geográfica se
20 / Iguales y diferentes
según ascendencia puede visualizar la mayor concentración de la mino-
Existen algunos patrones bastante definidos en materia ría afrodescendiente en una franja que va desde el no-
de distribución de las minorías étnico-raciales al inte- roeste hasta el centro-este del país, con una presencia
rior del territorio uruguayo. En los departamentos del particularmente notoria en los bordes fronterizos con
norte la proporción de afrodescendientes es mayor a la Brasil. A la inversa, la franja que se extiende desde el
del resto del país; particularmente en Artigas y Rivera suroeste hacia el sureste (descontando las secciones
se alcanzan las mayores concentraciones de población censales ubicadas en el departamento de Rocha) se ca-
afrodescendiente (17% en ambos). En el extremo opues- racteriza por una muy escasa presencia de población
to del territorio nacional (región suroeste) se ubican las afro-uruguaya, a excepción de algunas secciones del
zonas geográficas con menor presencia afrodescendien- perímetro capitalino.
te (Colonia, Soriano y Flores); en estos departamentos la La población con ascendencia indígena aparece algo
proporción de esta minoría racial se ubica en torno al más dispersa en el territorio. Se aprecia una fuerte
3% de la población. En otro conjunto de departamentos concentración en algunas secciones censales de Tacua-
del Interior el porcentaje de afrodescendientes está mo- rembó y sus departamentos limítrofes del norte. En el
deradamente por encima de la media nacional, como en noroeste, particularmente en Salto, se ubica otro con-
el caso de Cerro Largo (10,9%), Tacuarembó y Salto (9,9%). junto de secciones con alta prevalencia de este grupo
de población. Del mismo modo, se observa un conjun-
El porcentaje más elevado de población que declaró
to de secciones censales de Cerro Largo en las que el
tener ascendencia indígena se encuentra en Tacua-
porcentaje de descendientes de indígenas supera el 8%
rembó (8,1%), seguido por otros departamentos limí-
de la población residente. Por último, también hay que
trofes como Salto (6,4%), Treinta y Tres (5,5%) y Rivera
resaltar la mayor presencia de población indígena en
(5,4%). Por último, Montevideo presenta una población tres secciones censales que se extienden desde la parte
con ascendencia negra e indígena de magnitud con- superior de Soriano hasta el extremo izquierdo de Du-
siderable (9,0% y 5,9%, respectivamente), superior a la razno. No cabe aquí interpretar la especificidad de la
del promedio nacional en ambos casos. composición étnico-racial de estas secciones censales,
Una de las ventajas del censo de población es que que despiertan una particular curiosidad, pero sí cabe
posibilita observar la distribución de la población aventurar algunas hipótesis respecto al emplazamiento
según ascendencia sorteando los límites departa- general en el territorio de las poblaciones que se reco-
mentales. En la práctica, ello significa que las man- nocen afrodescendientes e indígenas.
chas formadas por agrupaciones territoriales menores
La particular distribución de la población afrodes-
permiten visualizar conglomerados “étnico-raciales”,
cendiente e indígena, fuertemente concentrada en el
franqueando la arbitrariedad de los límites político-
territorio al norte del río Negro, está vinculada con los
administrativos impuestos sobre el territorio. En
los mapas 1 y 2 se presenta el porcentaje de pobla- 27 La sección censal es la unidad político-territorial en la que están
ción afrodescendiente e indígena a escala de sección divididos los departamentos.
23
Mapa 1. Uruguay, 2011: Porcentaje de afrodescendientes por sección censal
24
Mapa 2. Uruguay, 2011: Porcentaje de personas con ascendencia indígena por sección censal
20 / Iguales y diferentes
Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011.
25
Mapa 3. Montevideo, 2011: Porcentaje de afrodescendientes por barrio
patrones históricos de poblamiento del país y con los zonas del litoral norte, en particular el departamen-
intercambios migratorios con los países vecinos ocu- to de Salto, la presencia de los migrantes atlánticos
rridos desde inicios del siglo XIX. De acuerdo a Padrón fue exigua en esta región.28 Sin desmedro de los mo-
Favre, los departamentos linderos a Montevideo y las vimientos migratorios internos y las circunstancias
regiones sudeste, centro y litoral, fueron los princi- históricas que influyeron sobre la composición de la
pales centros de recepción de la corriente migratoria población durante el siglo XX, la particular historia
atlántica, integrada por pioneros españoles y africanos demográfica de la región parece haber contribuido a
esclavizados, y nutrida luego por contingentes migra- preservar una dinámica de mestizaje étnico peculiar a
torios europeos de diversas nacionalidades. En la zona la región, cuya apariencia se refleja en el mapa traza-
norte predominó la corriente extra americana, con- do a partir de los datos del último censo nacional.
formada originalmente por el componente guaraní-
misionero y la población mestiza, engrosada por el
28 Oscar Padrón Favre, “Historia cultural de las regiones”, en Felipe
arribo posterior de flujos de migrantes brasileros (en Arocena, Regionalización cultural del Uruguay, UdelaR, Dirección Nacio-
especial afrodescendientes). A excepción de algunas nal de Cultura, 2011.
26
Por último, debe señalarse que los departamentos y No parece aventurado señalar que si representára-
20 / Iguales y diferentes
zonas en las que se registra la mayor concentración de mos la distribución territorial de la pobreza montevi-
población afrodescendiente, coinciden con las regiones deana, la fecundidad adolescente, el trabajo precario,
en las que los indicadores de desarrollo humano alcan- la deserción temprana del sistema educativo y varios
zan valores más bajos.29 Además, como se verá más otros indicadores que evidencian la desigualdad so-
adelante, en la mayoría de los departamentos ubicados cial en Montevideo, los mapas tendrían escasas, si no
al norte del río Negro es también donde se presentan nulas diferencias con el gradiente de la presencia de
los niveles más altos de carencias críticas, de acuerdo a población afrodescendiente observado en los barrios.
las cifras estimadas a partir del Censo 2011. Dicho de otra forma, la población afrodescendiente no
Por razones de escala, en los mapas anteriores no se se reparte aleatoriamente entre los distintos grupos
incluyó el departamento de Montevideo, sin embargo, sociales y barrios de la capital, por el contrario, se
los vínculos entre las zonas geográficas empobrecidas concentra en los sectores más desfavorecidos.
y con mayores déficit de infraestructura urbana y la
concentración de la población que se declara “afro o
negra” puede también constatarse en el análisis de sub-
división barrial de la capital. La distribución espacial La demografía de la población
de la población afrodescendiente en Montevideo reitera afro-uruguaya: más joven, más precoz,
la fuerte concentración en los barrios situados en la más fecunda
periferia urbana observada un quinquenio atrás a partir Una de las características particulares de la población
de los datos de la Encuesta Nacional de Hogares Am- afrodescendiente es la de presentar una estructura de-
pliada.30 La proporción de población afrodescendiente mográfica más joven que la del promedio de la pobla-
es sistemáticamente menor a 5% en los barrios costeros ción. Este atributo se puede apreciar en las pirámides
(Carrasco, Punta Gorda, Pocitos, Punta Carretas, etc.), en de población (gráfico 2), en cuya base se encuentran
los que reside la población de ingresos medios y altos, y representados los niños y adolescentes, en el centro
alcanza a representar entre un quinto y un séptimo en las personas en edades activas y en la parte superior
algunos barrios ubicados en el cinturón de pobreza de las personas mayores. La pirámide de los afrodescen-
la capital (Casavalle, Casabó, Punta Rieles, La Paloma, dientes tiene una forma de tipo triangular, con una
Nuevo París, Pajas Blancas, entre otros). base ancha que se angosta hacia el vértice, debido a un
mayor peso relativo de las personas en edades jóvenes
29 PNUD, Desarrollo humano en Uruguay 2008. Política, políticas y de- y una baja presencia de personas en edades avanza-
sarrollo humano. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) Uruguay, 2008; PNUD, Desarrollo humano en Uruguay 2005, Uru- das. Por su parte, la pirámide del resto de la pobla-
guay hacia una estrategia de desarrollo basada en el conocimiento, Progra- ción uruguaya presenta una forma más rectangular,
ma de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Uruguay, 2005. característica de una población envejecida, en la que el
30 Marisa Bucheli y Wanda Cabella, El perfil demográfico y socioeco- peso relativo de los grupos de edades centrales y mayo-
nómico de la población uruguaya según su ascendencia racial, Instituto
Nacional de Estadística, Montevideo, 2007.
res muestra reducciones muy moderadas frente a los
27
Gráfico 2. Uruguay, 2011: Pirámides de población de Gráfico 3. Uruguay, 2011: Promedio de hijos tenidos
afrodescendientes y resto de la población por las mujeres de 20 a 49 años según ascendencia
étnico-racial y grupo de edad
grupos de niños y jóvenes. Asimismo, se puede obser- uruguayos de menores recursos económicos. No hay
var cómo las mujeres cobran mayor magnitud entre estudios que den cuenta de las diferencias en materia de
los adultos mayores, algo esperable en una población mortalidad a partir de atributos étnico-raciales en Uru-
con estructura demográfica envejecida, dado que las guay; en cambio, existe evidencia sobre el patrón de
mujeres presentan mayores probabilidades de sobre- elevada fecundidad que presentan las afrodescendien-
vivir hasta edades avanzadas. tes, particularidad que no resulta llamativa si se consi-
Las diferencias entre las pirámides de la población dera que las mujeres negras están sobre-representadas
por condición étnico-racial se explican fundamental- entre las mujeres pobres, cuya fecundidad es más alta
mente por dinámicas de fecundidad y mortalidad par- que la del promedio de la población. Las afrodescen-
ticulares de cada grupo. Las poblaciones con estructura dientes alcanzan al final de su vida fértil (45-49 años)
etaria joven suelen tener tasas de fecundidad y mor- un promedio de 3,1 hijos, frente a los 2,4 hijos que acu-
talidad más elevadas que las poblaciones que tienen mulan las mujeres no afrodescendientes al culminar
una estructura envejecida, en especial las diferencias la etapa reproductiva.
se explican por el mayor número de hijos que tienen La fecundidad de las mujeres afrodescendien-
las poblaciones jóvenes, atributo que caracteriza a los tes presenta otro rasgo particular, vinculado con el
28
Gráfico 4. Uruguay: Edad mediana al nacimiento del
20 / Iguales y diferentes
Pablo La Rosa
primer hijo por ascendencia étnico-racial según año
de nacimiento de las mujeres (1960-1985)
momento de tener los hijos. Bucheli y Cabella encon- que mientras que las nuevas generaciones de mujeres
traron en su estudio que un número significativo de uruguayas tienden a postergar cada vez más la llegada
mujeres afro-uruguayas comienza a tener hijos du- del primer hijo, las afrodescendientes más jóvenes se
rante su adolescencia, un comportamiento que es fre- vuelven madres a la misma edad que las generaciones
cuente entre las mujeres que alcanzan bajos niveles anteriores o incluso antes. En consecuencia, la bre-
educativos y que puede asociarse en algunas circuns- cha en la edad de inicio del ciclo reproductivo entre
tancias a la falta de oportunidades en el sistema educa- las afrodescendientes y el resto de las mujeres se ha
tivo y en el mercado de empleo.31 La información sobre ampliado en el curso de varias generaciones. Entre
la edad mediana al primer hijo en las generaciones de las afrodescendientes nacidas a partir de inicios de
mujeres nacidas entre 1960 y 1985 permite corroborar
la década de 1980 se perfila un aumento en la edad
el inicio más temprano a la maternidad entre las afro-
mediana de inicio de la maternidad, pero el resultado
descendientes (gráfico 4). Otro aspecto a destacar es
final de la evolución diferencial es una distancia de
31 Marisa Bucheli y Wanda Cabella, Ob. cit. más de cuatro años en el indicador. La mediana de las
29
Tabla 4. Distribución porcentual de los hogares por ascendencia étnico-racial
según tipo de hogar
Tipo de hogar Afrodescendientes Resto de los hogares
Unipersonal 14,5 24,4
Pareja sin hijos 14,9 17,0
Pareja con hijos 40,8 30,3
Monoparental 9,9 11,2
Extendido (incluye otros parientes) 16,7 14,7
Compuesto (incluye no parientes) 3,2 2,4
Total 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011.
mujeres afrodescendientes es algo menor a 22 años, terciarios tenía hijos a los 25 años, frente al 80% de las
mientras que la del resto de las mujeres es 26; cuatro que no habían superado el primer ciclo de secundaria.32
años de distancia en un indicador que refleja, entre La composición y el tamaño de los hogares uru-
otros aspectos, la etapa en la que se procesa la entrada guayos según ascendencia presentan algunas dife-
en la vida adulta, es una diferencia considerable. rencias destacables, que se vinculan con las diferen-
¿Por qué sería motivo de preocupación esta dife- cias reseñadas en los indicadores demográficos y con
rencia? El solo hecho de ser madres jóvenes no es en la desigualdad en el acceso a los recursos económicos,
sí mismo un problema, podría ser incluso una ventaja. entre otros aspectos.33 En primer lugar, hay menos
No obstante, el valor del indicador entre las mujeres hogares unipersonales afrodescendientes (14,5%) que
afrodescendientes puede ser un síntoma de desventaja no afrodescendientes (24,4%). Esta brecha responde
social por dos razones vinculadas entre sí: a) la edad a las diferencias mencionadas anteriormente en la
mediana indica cuál es la edad a la que la mitad de estructura de edades de una y otra población. Como
las mujeres de una generación fue madre. Si el 50% la población afrodescendiente es más joven que el
de las mujeres ya tuvo al menos un hijo a los 22 años, resto, es esperable que los arreglos familiares con-
es muy factible que muchas jóvenes hayan iniciado su formados principalmente por personas mayores (en
fecundidad algunos años antes; b) la maternidad tem- general mujeres, muchas de ellas viudas) sean menos
prana se suele asociar con la falta de oportunidades de entre los afrodescendientes. El peso de los hogares
desarrollo en otras esferas de la vida, especialmente con
la salida precoz del sistema educativo y por ende con 32 Carmen Varela et al. Maternidad en la juventud y desigualdad social,
Serie divulgación número 6, UNFPA, Montevideo, 2013.
una menor capacidad de obtener trabajos bien remune-
33 El criterio adoptado en este trabajo es que un hogar es conside-
rados. Un estudio reciente mostró que menos del 20% rado “afrodescendiente” si el/la jefe/a o su cónyuge declararon tener
de las mujeres uruguayas que habían iniciado estudios ascendencia afro o negra.
30
Tabla 5. Distribución de los hogares por ascendencia étnico-racial
según cantidad de niños y niñas menores de 15 años en el hogar
y promedio total de personas por hogar
20 / Iguales y diferentes
Cantidad de personas menores de 15 años Afrodescendientes Resto de los hogares
formados por parejas sin hijos también es menor en- ejemplo, los arreglos familiares más comunes entre los
tre los afrodescendientes que entre los demás (14,9% y afrodescendientes, los hogares formados por parejas con
17,0%, respectivamente) y también se relaciona con el hijos, superan en más de diez puntos porcentuales a los
hecho de que la población afrodescendiente tiene una hogares no afrodescendientes. Esta diferencia también
composición demográfica más joven. En general es- puede entenderse por los niveles más altos de fecundidad
tos hogares, también conocidos como “nidos vacíos”, que alcanzan las mujeres afrodescendientes.
suelen integrarse por parejas mayores, con hijos
No sorprende entonces que el peso relativo de los
emancipados. Además de la estructura demográfica,
hogares con niños, niñas y adolescentes sea alto en-
es factible que la desigualdad económica contribu-
tre los hogares afrodescendientes. En la mitad de ellos
ya también a explicar las diferencias de la compo-
sición familiar entre ambas poblaciones. Por ejem- vive al menos una persona menor de 15 años. En el
plo, la capacidad de sostener un hogar unipersonal resto de los hogares, la proporción es de uno por cada
se vincula con el nivel de ingresos, con las formas tres hogares. Además, en uno de cada diez hogares
de tenencia de la vivienda y los gastos asociados a su afrodescendientes residen tres o más niños (ver tabla
mantenimiento. Entre las poblaciones con menores 5). En consecuencia, el tamaño de los hogares afro-
recursos, los arreglos de convivencia complejos sue- descendientes es mayor al promedio del resto de los
len ser una estrategia para aumentar los ingresos del hogares uruguayos: los primeros tienen un promedio
hogar y contar con más integrantes para realizar el de 3,3 personas, mientras que el resto de los hogares
trabajo doméstico y de cuidados. alcanzan las 2,7 personas.
Los hogares afrodescendientes, por su parte, tienen la
particularidad de incluir hijos en una proporción mucho
más significativa que el resto de los hogares. A modo de
31
Pablo La Rosa
Primera valla: la participación y el Gráfico 5. Uruguay, 2011: Promedio de años de
desempeño en el sistema educativo estudio por ascendencia étnico-racial y sexo,
según grupo de edad
Las desigualdades entre afrodescendientes y el resto de
la población uruguaya tienen una de sus manifesta-
ciones más visibles en el terreno de la educación. Los
estudios realizados hasta el momento consignan que,
a pesar de que las sucesivas generaciones de urugua-
yos logran acumular más años de estudio, las brechas
educativas entre blancos y afrodescendientes permane-
cen prácticamente inalteradas.34 Los afrodescendientes
completan, en promedio, dos años menos de educación
que la población blanca a lo largo de distintas genera-
ciones. A pesar de que la cobertura del sistema formal
aumentó mucho durante el siglo XX, favoreciendo a
toda la población, esta diferencia se reitera en todos los
relevamientos que permiten estudiar los desempeños
educativos de las distintas generaciones. El Censo 2011 Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011.
confirmó la existencia de una brecha educativa racial de
dos años. El resultado no sorprende si se considera que Gráfico 6. Uruguay, 2011: Porcentaje de personas
la evidencia disponible indica que el sistema educativo entre 4 y 25 años que asisten a un establecimiento
es neutro respecto a estas desigualdades, lo que equivale de enseñanza por ascendencia étnico-racial según
la edad
a decir que no actúa a favor de modificar la brecha; de
acuerdo a González y Sanroman “es un resultado acorde
al hecho de que no hay políticas educativas específicas
dirigidas a los afrodescendientes”.35
El porcentaje de personas que no asisten a un
establecimiento educativo revela los problemas
de deserción temprana que presenta la población
34
Tabla 6. Uruguay, 2011: Porcentaje de personas entre 20-24 años que asisten a un establecimiento
20 / Iguales y diferentes
de enseñanza superior por ascendencia y sexo, según tipo de establecimiento
Tipo de establecimiento Afrodescendientes Resto de la población
de enseñanza superior Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total
Magisterio o profesorado 0,7 2,1 1,4 0,8 3,3 2,1
Terciario no universitario* 1,2 1,8 1,5 2,4 3,0 2,7
Universidad o similar 5,5 9,8 7,7 14,8 21,8 18,4
Total 7,4 13,7 10,6 18,0 28,1 23,1
Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011.
* Comprende los establecimientos de enseñanza orientados al estudio específico de una profesión no universitaria, como por ejemplo el
Centro de Diseño Industrial, la Escuela Militar, Naval y de Aeronáutica, la Escuela Nacional de Policía, la Escuela Municipal de Arte Dra-
mático, la Escuela de Administración de la Universidad de la República, los centros de enseñanza de hotelería, etc.
6-12 13 4 9
13-18 15 5 10
19-24 8 4 4
Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011.
* la relación se calcula dividiendo el número de asistentes al subsistema privado sobre el numero de asistentes
al subsistema público,
afrodescendiente (ver gráfico 6). En los primeros años edades correspondientes a la educación terciaria (21 y
de educación obligatoria (educación inicial) la asis- más años) la asistencia cae por debajo del 20% entre
tencia de niños y niñas supera el 80%, mientras que los jóvenes afrodescendientes. El abandono educativo
entre los 6 y 11 años la cobertura es universal, sin dife- precoz registrado entre los afrodescendientes es un
rencias observables por origen étnico-racial. A partir condicionante para su posterior inserción en el mer-
de los 12 años la proporción de personas que asisten a cado laboral y los coloca en una situación de desventa-
un establecimiento educativo comienza su curva des-
ja con relación al resto de la población.
cendente y paralelamente se empieza a ampliar la bre-
cha entre afrodescendientes y el resto de la población. La participación de los jóvenes afrodescendientes
Uno de cada dos jóvenes de 18 años dejó de asistir a en la educación terciaria es sensiblemente menor al
la educación formal; entre los afrodescendientes esta de la población no afrodescendiente. En total, uno de
proporción asciende a dos de cada tres jóvenes. En las cada diez jóvenes afrodescendientes entre 20 y 24 años
35
cursa estudios en la universidad (7,7%), magisterio o
Pablo La Rosa
profesorado (1,4%) o centros de educación terciaria
no universitaria (1,5%). Entre los jóvenes no afro-
descendientes en esas edades, casi uno de cada cuatro
está estudiando en un establecimiento de formación
terciaria. En ambos casos, las mujeres presentan una
participación mayor a la de los hombres.
La deserción escolar temprana es una caracte-
rística observada habitualmente entre adolescentes y
jóvenes de bajos recursos. En este sentido, en varias
oportunidades se ha argumentado que las altas tasas
de abandono entre los afrodescendientes obedecen a
que estas personas pertenecen en su mayoría a hoga-
res pobres. Esto es cierto, pero solo en parte. Las tasas
de asistencia son significativamente menores entre
los jóvenes afrodescendientes, incluso cuando se los
compara con personas de ascendencia blanca pertene-
cientes al mismo quintil de ingresos. Ello implica que,
y terciaria). Como se puede apreciar, la relación entre
además de la pobreza, deben buscarse otros factores a
asistencia pública y privada es sensiblemente mayor
la hora de explicar las desigualdades étnico-raciales
entre los afrodescendientes, lo que refleja procesos de
en materia de desempeños educativos.36
segmentación de la oferta educativa en función de la
Otro aspecto que vale la pena señalar a la hora condición étnico-racial. En este sentido, por cada niño
de explicar las distancias educativas entre los afro- o niña afrodescendiente que asiste a un establecimiento
descendientes y el resto de la población es el acceso privado de enseñanza primaria hay 13 que asisten a un
de ambas poblaciones a establecimientos privados de establecimiento público. Entre los no afrodescendien-
enseñanza. Un indicador que permite analizar estas tes el valor del indicador es mucho más bajo: por cada
diferencias es la relación de personas que asisten a la persona que asiste al sistema privado, hay cuatro que lo
educación pública por cada persona que asiste a un es- hacen al público. La brecha entre afrodescendientes y el
tablecimiento privado. La información relativa a este resto de la población aumenta al considerar la asisten-
indicador se presenta para tres grupos de edad (6-12, cia de los adolescentes que, como se destacó más arri-
13-18 y 19-24), con el objetivo de revisar la asistencia ba, empiezan a mostrar en estas edades una progresiva
en los tres niveles de enseñanza (primaria, secundaria deserción del sistema educativo formal. Entre los 13 y 18
años, por cada afrodescendiente que está cursando en un
36 Wanda Cabella, “Panorama de la infancia y adolescencia en la pobla-
ción afrouruguaya”, en Scuro, L., Población afrodescendiente y desigualdades establecimiento privado hay 15 que asisten a uno público,
étnico-raciales en Uruguay, PNUD Uruguay, Montevideo, 2008. mientras entre los adolescentes no afrodescendientes la
36
Tabla 8. Uruguay, 2011: Porcentaje de personas de 25 y más años
20 / Iguales y diferentes
que alcanzaron bachillerato o educación terciaria por ascendencia
Nivel educativo alcanzado Afrodescendientes Resto de la población
relación es de 1-5. Las diferencias entre ambas pobla- humano y financiero.37 Sin embargo, encuentra que
ciones se reducen en el grupo de edad 19-24, edades otra porción significativa de la brecha étnico-racial
asociadas a la enseñanza terciaria, nivel en el que la no responde a estos factores. Al respecto, un segun-
oferta pública continúa siendo demandada por distintos do argumento posible para dar cuenta de las des-
sectores sociales. igualdades se vincula con la inserción laboral de
Los problemas de rezago y abandono escolar que ex- los afrodescendientes, en tanto los mecanismos de
perimentan los afrodescendientes se reflejan en las pro- discriminación vigentes en el mercado de trabajo
porciones de jóvenes que logran culminar los distintos dificultan su acceso a puestos calificados y de alta
niveles educativos. Entre los mayores de 24 años, el por- remuneración.38 En función de ello, alcanzar niveles
centaje de afrodescendientes que alcanzó el bachillerato mayores de educación no resultaría tan rentable para
es de 15,3% y solo uno de cada diez llegó a cursar educa- los afrodescendientes como para el resto de la po-
ción terciaria. En el resto de la población, las cifras in- blación, lo que determina a su vez menos incentivos
dican que los que alcanzan nivel terciario duplican a los para permanecer en el sistema educativo. La tercera
afrodescendientes en el tramo de edad de 24 años y más. fuente de diferencias puede ubicarse en el campo de
la oferta educativa. En este sentido, se afirma que las
Cabe mencionar algunas de las razones esbozadas por
dificultades de los afrouruguayos para acceder a los
los estudios específicos sobre la persistencia de las des-
establecimientos educativos de buena calidad afecta-
igualdades educativas entre afrodescendientes y el res-
rían negativamente su desempeño escolar y alenta-
to de la población. Primero, al pertenecer a hogares de
rían el abandono del sistema educativo.39
bajos ingresos, los jóvenes afrodescendientes tendrían
más incentivos para abandonar el sistema de enseñan-
za e ingresar tempranamente al mercado laboral. Al 37 Rafael Porzecanski, “Raza y Desempeño Educativo en el Uruguay
Contemporáneo: Un análisis de la brecha entre afro-descendientes y
respecto, luego de estudiar la brecha educativa entre blancos”. Trabajo presentado en el III Congreso de la Asociación Lati-
afrouruguayos y blancos en términos de repetición y noamericana de Población, Córdoba, 2008.
deserción, Rafael Porzecanski afirma que buena parte 38 Este punto se retomará más adelante, al describir las características
se explica por las diferencias en materia de capital de la participación de los afrodescendientes en el mercado de trabajo.
39 Rafael Porzecanski, ob. cit.
37
Segunda valla: la inserción en empleos de alta calificación, como son los cargos
en el mercado laboral directivos, profesionales o técnicos, y se observa una
elevada proporción de hombres en la construcción y
Al igual que en otras dimensiones de análisis, el es-
de mujeres en los servicios personales.41 El 37% de los
tudio de la situación laboral de los afrodescendientes
afrodescendientes empleados se inserta en ocupacio-
se ha visto robustecido durante los últimos seis años
nes no calificadas; entre los blancos el porcentaje es
gracias a la aparición de nuevas investigaciones rea-
22% (ver gráfico 7). Del total de mujeres afrodescen-
lizadas a partir de fuentes estadísticas de gran porte.
dientes empleadas en trabajos no calificados el 72% lo
Los resultados alcanzados en todas ellas no hacen otra
hace como trabajadoras domésticas, según un estudio
cosa que señalar la rotunda desventaja en la que se en-
realizado por INMUJERES.42 A ello se suma que los tra-
cuentran los afrodescendientes en términos de acceso
bajadores afrodescendientes presentan tasas de infor-
al empleo, tipo de ocupación en la que se insertan y
malidad superiores a las del resto de la población, con
remuneración salarial.
la excepción de los que se desempeñan en el sector
A la hora de revisar este aspecto de la población público.43 Un aspecto de ribetes aún más graves es que
afrodescendiente resulta difícil soslayar las condi- los niños y adolescentes afrouruguayos están más in-
ciones de esclavitud y explotación laboral a las que volucrados en actividades asociadas al trabajo infantil
estuvieron sometidos sus integrantes desde la época que sus pares que declaran tener ascendencia blanca u
colonial hasta finales del siglo XIX, así como también otra ascendencia.44
las barreras que encontraron durante los años suce-
Las características laborales de los afrodescendien-
sivos para acceder a las mismas ocupaciones que la
tes se asemejan a las del sector de la sociedad más
población blanca. Los testimonios recogidos durante
sumergido desde el punto de vista educativo y econó-
la primera mitad del siglo XX indican que los afrodes-
mico. Este rasgo también queda reflejado a la hora de
cendientes se ocupaban mayoritariamente en puestos
revisar sus tasas de actividad.45 Se ha constatado que
poco calificados: aunque algunos desarrollaron otros
oficios y profesiones, persistían las tareas de servicio
41 Marisa Bucheli y Wanda Cabella, ob. cit., p. 43. Las autoras tam-
doméstico entre las mujeres, mientras que los hom- bién mencionan como dato significativo la escasa representación de
bres hacían “changas”, servían en el ejército o traba- los afrodescendientes en los puestos con personal a cargo y/o en ocu-
jaban en la construcción.40 paciones que implican requerimientos de inversión en capital físico.
42 INMUJERES, “La población afrodescendiente en Uruguay desde
La realidad ocupacional de los afrodescendien- una perspectiva de género”, Cuadernos del Sistema de Información de
tes no parece haber cambiado sustantivamente más Género Nº 1, MIDES, Montevideo, 2010.
de medio siglo después. La evidencia disponible en la 43 Marisa Bucheli y Wanda Cabella, ob. cit.
actualidad indica que tienen una baja participación 44 IPEC-INE. Magnitud y características del trabajo infantil en Uruguay,
Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, 2011.
40 Ana Frega y otros, “Breve historia de los afrodescendientes en el 45 La tasa de actividad se calcula como el cociente entre la pobla-
Uruguay”, en Scuro, L. (comp.), Población afrodescendiente y desigual- ción económicamente activa (PEA) y la población en edad de trabajar
dades étnico-raciales en Uruguay, PNUD Uruguay, Montevideo, 2008. (PET). La PEA es la población que trabaja o que está buscando trabajo.
38
Gráfico 7. Uruguay, 2006: Distribución porcentual de la población ocupada
20 / Iguales y diferentes
por ascendencia étnico-racial según tipo de ocupación
la población que declara tener ascendencia “afro jubilatorios).46 Según los datos de la Encuesta Conti-
o negra” presenta tasas de actividad mayores a las nua de Hogares de 2012 (tabla 9), la tasa de actividad
del resto de la población, debido a que comienzan a de las personas afrodescendientes de 65 y más años
trabajar o a buscar trabajo a edades tempranas (esto es ocho puntos porcentuales mayor a la del resto de
está probablemente vinculado al abandono precoz la población (23,6% y 15,8%, respectivamente). A ello
del sistema educativo) y a que prolongan los años de se suma que el porcentaje de jubilados y pensionistas
trabajo más allá de las edades de retiro (lo que pue- entre las personas mayores es menor en el caso de los
de vincularse a una trayectoria laboral más precaria afrodescendientes, fundamentalmente entre los hom-
y a mayores dificultades para obtener los beneficios bres (tabla 10).
46 ob. cit.
39
Tabla 9. Uruguay, 2012: Tasas de actividad de la población
por ascendencia étnico-racial según grupo de edad (en porcentaje)
Grupo de edad Afrodescendientes Resto de la población
40
La mayor participación de los afrodescendientes que la brecha salarial se explica en gran parte por las
20 / Iguales y diferentes
en el mercado de trabajo no ha sido acompañada por diferencias en los atributos individuales de la población
niveles de desempleo iguales o menores al resto de la –fundamentalmente en el nivel educativo alcanzado y la
población. Por el contrario, la tasa de desempleo ha sido experiencia laboral– se comprobó que existen mecanis-
sistemáticamente mayor entre la población afrodescen- mos de discriminación laboral que también inciden en
diente en todos los años para los que se dispone de in- las desigualdades salariales. Uno de estos mecanismos es
formación. En especial, se observa una situación desfa- la segregación ocupacional, que actúa de modo tal que
vorable para las mujeres afrodescendientes; aunque las frente a igual nivel educativo y experiencia laboral, las
mujeres en general tienen tasas de desempleo mayores chances de los afrodescendientes para obtener las ocu-
que los varones, las cifras de desempleo de las afrodes- paciones mejor retribuidas sean menores a las del resto
cendientes sorprenden por su elevado valor. de los trabajadores.49 De modo que las barreras al acceso
En materia salarial la situación de desventaja se de puestos de trabajo bien remunerados, aun teniendo
repite, en tanto los trabajadores afrodescendientes la calificación idónea, es uno de los mecanismos de dis-
perciben remuneraciones inferiores al resto de la po- criminación laboral que enfrentan los afrodescendientes.
blación. Si bien los estudios de discriminación salarial El trato desigual en el mercado de trabajo, junto con
todavía son incipientes en Uruguay, los trabajos rea- las diferencias de oportunidades en el sistema educativo,
lizados a partir de las encuestas de hogares evidencian son áreas que merecen mayor atención en el estudio de
que existe un trato desigual en el mercado de trabajo las desigualdades étnico-raciales en Uruguay. Si bien la
hacia las personas de ascendencia afro o negra. Un población afrodescendiente enfrenta situaciones de dis-
estudio reciente mostró que los afrodescendientes re- criminación en el mercado laboral y percibe las formas
ciben salarios menores a los de la población blanca en de racismo sutiles que se activan en las relaciones de
todos los percentiles de la distribución salarial y que trabajo, la traducción de estas vivencias a mecanismos
la diferencia se incrementa en los percentiles supe- concretos de discriminación y a magnitudes cuantifica-
riores.47 Asimismo, otro trabajo reveló que los hom- bles exige una acumulación de conocimiento que re-
bres afrodescendientes ganan en promedio un salario cién comienza a generarse en el país. La investigación
por hora 24,8% menor que los hombres blancos.48 Si desarrollada en países como Brasil o Estados Unidos,
bien los estudios realizados en este campo encontraron en los que las fuentes de información están disponibles
hace décadas, ponen de manifiesto que el avance en el
47 Marisa Bucheli y Graciela Sanromán, Descomposición de las brechas
conocimiento de la discriminación laboral es crucial
salariales entre blancos y afro-descendientes a lo largo de la distribución de para delimitar las especificidades del problema en cada
salarios, Documento de Trabajo Nº 14/10, DECON, Montevideo, 2010. contexto y avanzar en su superación.
48 Ani Taschdjian y Daniela Vázquez, “Un estudio de segregación
de los hombres afrodescendientes en el mercado laboral uruguayo”, 49 Marisa Bucheli y Rafael Porzecanski, “Desigualdad salarial y dis-
Tesis de la Licenciatura en Economía de la Facultad de Ciencias Eco- criminación por raza en el mercado de trabajo uruguayo”, En Scuro,
nómicas y Administración, Universidad de la República, Montevideo, L. (comp.), Población afrodescendiente y desigualdades étnico-raciales en
2011. Uruguay, PNUD Uruguay, Montevideo, 2008.
41
Pablo La Rosa
20 / Iguales y diferentes
Gramillero y Mama Vieja en la reinauguración del Hotel Carrasco.
43
Convivir con los obstáculos: pobreza En la publicación del INE Estimación de la pobreza
Pablo La Rosa
y necesidades básicas insatisfechas por el método del ingreso. Año 2012, se afirma que la
El bienestar económico de la población puede ser eva- incidencia de la pobreza muestra diferencias claras
luado desde diferentes aproximaciones teóricas y me- entre los afrodescendientes y el resto de la población.
El último dato disponible (año 2012) indica que la po-
todológicas. El método más utilizado (método de los
breza de los afrodescendientes es más del doble del
ingresos) procura establecer en qué medida los ingre-
nivel observado para el total de la población (27,2% y
sos de un hogar permiten satisfacer un determina-
12,4%, respectivamente), registrándose la brecha más
do nivel de consumo de bienes y servicios entre sus
alta en el departamento de Montevideo (36,9% afro-
integrantes. Desde esta perspectiva, una persona será descendientes y 16,7% total de la población).50 Si se re-
pobre si el ingreso per cápita del hogar al que perte- visa la evolución de la incidencia de la pobreza entre
nece se encuentra por debajo del umbral establecido 2006 y 2012 se observa la ampliación de las distancias
por la línea de pobreza, calculado en función del costo relativas entre afrodescendientes y no afrodescendien-
de una canasta básica de alimentos y otros bienes. Las tes, a pesar de que el porcentaje de personas pobres de
estimaciones periódicas sobre la cantidad de hogares y ambos grupos experimentó una fuerte reducción en
personas pobres realizadas por el Instituto Nacional de este período.51 La pobreza entre los afrodescendientes
Estadística (INE) están basadas en este método. se redujo aproximadamente a la mitad (56% a 27%),
mientras que en el resto de la población el descenso
Gráfico 8. Uruguay, 2006-2012: Porcentaje de superó el 65% (de 31% a 11%).
personas pobres por ascendencia étnico-racial
y brecha relativa Una forma distinta de aproximarse a la medición
de la pobreza es a través del denominado “método de
las Necesidades Básicas Insatisfechas” (NBI). El método
de las NBI se orienta a identificar la falta de acceso
a bienes y servicios cuya disposición constituye una
condición necesaria para el ejercicio de determina-
dos derechos sociales. Para ello requiere la selección
de las necesidades que serán consideradas básicas y la
50 INE, Estimación de la pobreza por el método del ingreso, Año 2012,
Instituto Nacional de Estadística, Montevideo, 2013.
51 Calculamos una brecha relativa mediante el cociente entre la di-
ferencia del porcentaje de personas pobres afrodescendientes y resto
de la población, y el porcentaje de pobres para este último. El resulta-
do expresa –en términos porcentuales– cuán superior es la incidencia
de la pobreza entre los afrodescendientes con relación a la del resto
Fuente: Elaboración propia con datos del INE-ECH 2006-2012. de la población.
44
Prof. Edgardo Ortuño, primer diputado afrouruguayo en la historia del
pais y actual Subsecretario de Industria, Energía y Minería.
fijación de los umbrales por debajo de los cuales se es- Tabla 12. Uruguay, 2011: Distribución porcentual
tima que la privación es crítica. Uruguay cuenta desde de la población por ascendencia étnico-racial
según cantidad de NBI
2013 con una nueva metodología para la medición de
las NBI, elaborada a partir de los datos recogidos por el Cantidad Resto de la
Afrodescendientes
de NBI población
Censo 2011.52 Las dimensiones que se consideran para
el cálculo de las NBI son seis y se vinculan con el ac- Sin NBI 48,7 67,8
ceso a la vivienda decorosa, al abastecimiento de agua Una NBI 25,8 19,4
potable, al servicio sanitario, la energía eléctrica, los Dos NBI 13,7 7,5
artefactos básicos de confort y la educación.53 3 o más NBI 11,8 5,3
Al estudiar la distribución de la población de Total 100,0 100,0
acuerdo al grado de satisfacción de carencias críti- Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011.
cas, no sorprende que los afrodescendientes estén en
peores condiciones que el promedio de la población. los afrodescendientes, seis de cada diez niños presentan
Uno de cada dos afrouruguayos tiene al menos una ne- una o más carencias críticas, conformando el grupo que
cesidad básica insatisfecha (51,3%), cifra muy superior a registra la mayor prevalencia de carencias críticas.
la de la población no afrodescendiente (32,2%). En par- Las necesidades básicas con mayor nivel de insatis-
ticular, interesa señalar que la proporción de personas facción en la población total son las relativas al confort,
negras que viven en hogares con dos o más carencias la vivienda y la educación, seguidas por las carencias en
críticas duplica el valor observado entre los blancos. materia de saneamiento y acceso al agua potable.
Este resultado está en línea con las fuertes brechas que
se observan entre estos dos grupos en los niveles de Al revisar la prevalencia de las carencias críticas
pobreza obtenidos a partir del método de ingresos.54 al interior del territorio nacional, se constata que la
proporción de población afrodescendiente con al me-
La concentración de la pobreza en niños y adoles- nos una NBI es particularmente elevada en los de-
centes es un patrón conocido en Uruguay; en el caso de partamentos de Artigas, Salto y Tacuarembó. En estos
52 Los detalles de la nueva metodología para el cálculo de las NBI departamentos, la población con ascendencia “afro o
pueden consultarse en Juan José Calvo, (Coord.), Atlas socio demográfico negra” presenta porcentajes de carencias críticas diez
y de la desigualdad del Uruguay: las NBI a partir de los Censos 2011, Fascí- puntos por encima del valor promedio nacional de la
culo 1, UNFPA-INE-MIDES-UdelaR-OPP, Ed. Trilce, Montevideo, 2013.
población afrodescendiente (51,3%). En Artigas y Sal-
53 Si bien las NBI se miden a escala del hogar, la información se presenta
en personas. Es decir que la situación de la vivienda o del hogar con res- to, por ejemplo, dos tercios de la población afrodes-
pecto a las NBI se le atribuye a todas las personas que lo integran. cendiente tiene al menos una NBI. Además de ser tres
54 La información y el análisis de las NBI de los afrodescendientes es- departamentos con una alta concentración de pobla-
tán basados en Wanda Cabella, Mathías Nathan y Mariana Tenenbaum, ción que se declara afrodescendiente, se debe tener en
“Situación de la población afrodescendiente”, en Atlas socio demográfico y
de la desigualdad del Uruguay: las NBI a partir de los Censos 2011, Fascículo 1, cuenta que, junto con Rivera, son los departamentos
UNFPA-INE-MIDES-UdelaR-OPP, Ed. Trilce, Montevideo, 2013. que presentan mayores niveles de NBI en el total de la
46
Tabla 13. Uruguay, 2011: Porcentaje de personas En Montevideo, la población con al menos una NBI
20 / Iguales y diferentes
con una o más NBI por ascendencia se concentra fuertemente en los barrios de la periferia,
étnico-racial según grupo de edad
en los que la proporción de personas negras es, a su vez,
Grupo Resto de la superior a la media departamental. En estos barrios, el
Afrodescendientes
de edad población
porcentaje de población afrodescendiente con al menos
0-14 61,2 42,4 una carencia crítica se ubica por encima del 50%. Hay
15-34 54,8 36,2 otro conjunto importante de barrios, como por ejemplo
35-64 43,8 26,5 Ciudad Vieja, Malvín Norte, Villa Española o Peñarol-
65 y más 38,5 22,3 Lavalleja, en los que el número de afrodescendientes
Total 51,3 32,1
con NBI presenta valores mayores al 40%.
El porcentaje de población afrodescendiente con
Fuente: Elaboración propia con datos del INE-Censo de Población 2011 NBI es superior al de los no afrodescendientes con NBI
en todos los barrios montevideanos, pero en algunos
población del país. Los departamentos con la mayor de ellos las diferencias son particularmente importan-
brecha étnico-racial respecto a la población con NBI tes. A modo de ilustración, en doce barrios el porcentaje
son Montevideo, Canelones, Florida y Salto. de población negra con al menos una NBI duplica al
47
de los blancos. Estos barrios se caracterizan por inte- La brecha más acentuada entre afrodescendientes y no
grar el conjunto de zonas con niveles medios o bajos afrodescendientes se encuentra en Carrasco Norte, don-
de población con NBI (Palermo, Parque Rodó, Pocitos, de el porcentaje de personas con al menos una NBI es
Malvín, Prado, Capurro o Jacinto Vera, por ejemplo). de 45,1% entre los primeros y 13,2% entre los segundos.
Gráfico 10. Montevideo, 2011: Porcentaje de población con al menos una NBI por ascendencia según barrio
Fuente: Elaboración propia con datos del INE, Censo de Población 2011.
Nota: Los barrios fueron ordenados de mayor a menor de acuerdo a los valores de población afrodescendiente con al menos una NBI.
48
Carlos Contrera
Racismo latente y políticas afirmativas presenta escasas diferencias con el resto de la pobla-
“Ser pobres es un problema, ser negro también porque ción, sugiere que la autopercepción opera con base en
nos miran y nos tienen miedo”55 una variedad de criterios que amerita un análisis es-
pecífico para determinar cuáles son los mecanismos
El objetivo de este fascículo es presentar un pano-
de autoclasificación vigentes para considerarse indí-
rama de la diversidad de la población uruguaya desde
gena en el Uruguay actual. La mayor concentración
la perspectiva étnico-racial. En Uruguay no hay co-
en el norte del país de la población que se declara
munidades indígenas y la llegada de migrantes inter- indígena, los hallazgos de la etnohistoria y la antro-
nacionales es exigua, por lo que puede decirse que la pología biológica, que evidenciaron que el mestizaje
diversidad radica en la persistencia de las tradiciones fue más intenso que el reconocido por las corrientes
culturales heredadas de las grandes oleadas migrato- históricas dominantes del siglo XX,56 sumadas a una
rias del pasado y se alimenta del creciente interés por atmósfera cultural que procura revitalizar las tradi-
recuperar una cultura autóctona, relegada al olvido ciones autóctonas y el pasado pre-hispánico, invitan a
por más de doscientos años. Pero desde el punto de pensar que es este un aspecto de la población urugua-
vista de la composición étnica y racial, la población ya que amerita mayor investigación.
uruguaya está integrada por una gran mayoría de Como se ha visto a lo largo del trabajo, la pobla-
personas que se autoperciben blancas y una minoría ción blanca resume las características del promedio
que se reconoce afrodescendiente. Sin desconocer la de la población, por el solo hecho de ser más del 85%,
pujanza con la que varios grupos se han organizado mientras que la población negra o afrodescendiente
para lograr su reconocimiento como descendientes de tiene características muy diferentes al promedio. Su
pueblos originarios, en especial de charrúas, en este especificidad, desde el punto de vista de su posición
trabajo no se ha contemplado a la población que se socioeconómica, es la de ser una minoría étnico-ra-
declara “indígena” como un grupo étnico-racial. Hay cial con grandes desventajas respecto al conjunto de la
varias razones que justifican esta decisión, pero la población. La información del censo de 2011, principal
principal es la falta de antecedentes que permitan es- fuente de datos utilizada en este ensayo, no hizo más
tablecer cuáles son los criterios a partir de los cuales que confirmar la enorme desigualdad racial cuantifi-
las personas reconocen su ascendencia indígena, dado cada a partir de otras fuentes estadísticas.
que luego de su exterminio no hubo continuidad de-
mográfica ni cultural de estos grupos que poblaban
el territorio que hoy es Uruguay. El perfil demográ- 56 Véase por ejemplo, Leonel Cabrera, y Carmen Curbelo, “Aspec-
fico y socioeconómico de la población indígena, que tos sociodemográficos de la influencia guaraní en el sur de la anti-
gua Banda Oriental”; Mónica Sans, Bases para el estudio de la población
55 Fragmento de un testimonio recogido en una nota realizada en uruguaya, Facultad de Humanidades y Ciencias, Udelar, Montevideo,
La República, disponible en: http://www.semanario-alternativas.info/ 1994; Diego Bracco, Charrúas, guenoas y guaraníes. Interacción y des-
archivos/2011/12-diciembre/196/PORTADA/paginas%20portada/Ar- trucción: indígenas en el Río de la Plata, Linardi y Risso, Montevideo,
ticulos/EL%20RACISMO%20EN%20URUGUAY.html 2004
50
—Me contaron que entre los hermanos a veces se pelean.
A pesar de que no se analizará la discriminación
20 / Iguales y diferentes
—El Seba y la Sole siempre cuando se pelean se dicen ne-
racial con datos cuantitativos, como ha sido hasta aho-
gro.
ra la tónica de este trabajo, la sección de cierre está
dedicada al racismo en la sociedad uruguaya. El análi- —¿Y a vos también te dicen?
sis y la información que se presentan tienen un carác- —Sí, la Sole siempre cuando se pelea te dice: ah, no servís
ter muy general y fragmentario; el tema amerita un para nada, negro.
tratamiento mucho más extenso y conocimientos que
—¿Y vos qué le decís?
exceden con creces las competencias de los autores.
¿Por qué incluirlo entonces? Lo hacemos con la inten- —A veces también le digo eso porque me calienta.
ción de que contribuya a la discusión de un problema —¿Y qué le decís cuando te enojás?
que causa un daño social importante y que además no
suele ser tratado de forma frontal. —Le digo: y vos, negra, callate porque yo soy negro pero
vos también.
La sociedad uruguaya no se considera racista pero
sobran indicadores para sostener que existe un racis- Fuente: Diálogo de entrevista a un niño de 10 años, extraído de
mo latente en la conciencia colectiva, que entre otros Saavedra et al., Trabajo infantil en niños, niñas y adolescentes
aspectos puede explicarse por la falta de reflexión en afrodescendientes en Uruguay. Descubriendo horizontes de inte-
gración, Fundación Telefónica, Montevideo, 2012, p. 160.
el país sobre este tema. Los chistes, los comentarios y
los adjetivos racistas son moneda corriente en la vida
cotidiana, mientras que no son tan habituales las reac- de tono. Es decir, si existe un enfrentamiento verbal
ciones de censura frente a ellos.57 Suele ser necesaria con una persona negra o judía, alcanza con recordarle
una dosis de agresividad verbal bastante elevada para su origen racial o étnico: a veces ni siquiera se agre-
que los uruguayos perciban que estas expresiones tie- gan adjetivos ofensivos, decir “negro” o “judío” son
nen una intención racista. A pesar de esto, la pobla- insultos de por sí. Los ejemplos podrían multiplicarse
ción no se cuestiona sobre la forma despectiva con la y hay varios documentos, testimonios y denuncias so-
que con frecuencia se trata a las personas negras, o bre el maltrato verbal hacia los afrodescendientes en
a otras minorías étnicas también estigmatizadas. Las Uruguay. Obviamente todavía no han sido suficien-
expresiones “negro de mierda” o “judío de mierda” tes como para generar un debate social que coloque el
pueden ser mal vistas por la mayoría de la población, tema del racismo en un lugar central.
pero su persistencia refleja que son insultos eficaces y En Uruguay no hay manifestaciones explicitas de
que pueden tolerarse cuando la situación exige salirse racismo, ni racismo institucional (como por ejemplo
hubo en Estados Unidos o Sudáfrica). Eso generó una
57 La noción de que el racismo en Uruguay se caracteriza por sus sociedad ciertamente menos violenta en el trato ha-
formas poco frontales, por su estilo larvado o latente ha sido mani-
festada en denuncias periodísticas, notas y documentos realizados
cia los grupos raciales estigmatizados, pero contribu-
por las organizaciones de afrodescendientes. yó con la generación de un tipo de racismo larvado.
51
Ante la ley de acciones afirmativas: algunos comentarios escritos
por la opinión pública tras darse a conocer su aprobación en el parlamento uruguayo*
— “Esto será un pésimo precedente. Creo que ya ha- — “¡Ah, pero son todos bobos! ¿Pero qué se creen que
bía una cuota para discapacitados, es la única que los negros de este país la pasan bomba? La mitad de
me parece bien que exista. Pero si vamos a empezar ellos son pobres, cuando la pobreza ronda el 20%.
a cuotificar la masa laboral por etnias se nos pue- Muy pocos alcanzan estudios terciarios. ¿Esto es
de complicar la mano. Porque hoy es una cuota para porque no se los deja entrar a la universidad? No,
los afrodescendientes, pero en años venideros podrán claro, es porque cargan en sus espaldas la condena
venir cuotas para los descendientes de chinos y boli- de una sociedad que por su color de piel los excluye
vianos, que vienen creciendo. Y después de las etnias permanentemente. Si este proyecto ayuda a que eso
vendrán las edades y habrá cupos para menores de 20 cambie, bienvenido sea”.
y para mayores de 55, y habrá cupos para las mino-
— “También se había hablado una vez de crear cupos
rías sexuales y para los oriundos de Rivera y para los
para las minorías sexuales, ¿en qué estará eso? Si
de Artigas y para los que miden menos de 1.60 y para
seguimos así va a haber tantos cupos para perso-
los calvos, los gordos, los de buen humor, los que se
nas especiales que no va a quedar lugar para los no
resfrían a menudo y los que no les gusta el dulce de especiales, porque los discapacitados ya tenían cupo
leche. Entonces va a llegar un punto en que un tipo (el único que me parece perfecto) pero ahora se su-
de 30 años, de cutis blanco, nacido en Montevideo, de man los afrodescendientes y luego vendrán los gays
1.70 y heterosexual no va a poder trabajar en la admi- y después los gordos, los pelados, los hipertensos, los
nistración pública por mejor capacitado que esté (…) de Tacuarembó, los hinchas de Torque y los que no
Creo que esto desestimula el estudio y la superación toman mate”.
de aquellos que no tienen nada ‘especial’”.
— “La cuestión es que ni los gordos, ni los pelados, ni
— “Ahora, yo me pregunto, ¿por qué solo los afrodes- los hipertensos, ni los de Tacuarembó, ni los hinchas
cendientes tendrán ese privilegio? Acaso la gente del de Torque y ni los que no toman mate fueron escla-
interior, los petisos, las obesas, los ateos, los emos, vizados por cuatro siglos y medio”.
ni hablar de los pobres y los marginados, ¿el resto
— “Es el problema del huevo y la gallina. Yo creo que
de la sociedad no tiene los mismos derechos? ¿Qué
la discriminación positiva puede ayudar a quebrar
persecución tan descomunal se les ha hecho para el círculo vicioso de pérdida de autoestima y segre-
merecer eso? ¿No se nos va la moto con el tema de la gación. Si en algún momento dejara de ser necesaria
discriminación? Porque a mí que me disculpen, pero esta discriminación positiva, por ejemplo dentro de
no conozco nada mas racista y discriminador que un 100 años, que en ese momento se elimine y listo”.
afrodescendiente. Sí, ya sé, por este comentario soy
un nedhertal * y merezco la cárcel. Asumo”. — “¡¡¡No sean malos!!! ¿¿¿Por qué no sacan una ley
para que contraten rubios, morochos y colorados
* Se asume que quiso decir “neanderthal”. también??? ¡Están discriminando indirectamente!
52
Nairí Aharonián
20 / Iguales y diferentes
“¿Dónde quedó lo de los más
capaces? ¿no tendría que existir
igualdad de oportunidades? ¿no
hay un artículo de la Constitución
que dice que no se puede dis-
criminar a nadie por su religión,
¿por qué los negros van a tener beneficios por ser color de piel, etc.. solamente por sus virtudes, etc?”
negros?, ¿no será mejor que no tengan prejuicios? Y
por favor... dejemos de decir afrodescendiente... si —“Estaba pensando que si encontramos un afrodes-
sos negro sos negro, si sos colorado sos colorado”. cendiente, gay y con alguna discapacidad, ya lo
podemos nombrar presidente directamente, ¿no?”
— “Entonces deberíamos darle cuota a los descen-
dientes de: charrúas, judíos, españoles, italianos,
armenios, árabes. También una cuota para homo-
sexuales, cristianos, altos, bajos, etc. O sea debemos
cuotificar por todo, menos por inteligencia”.
53
Pablo La Rosa
El día dos de febrero se realiza en las costas uruguayas una celebración en homenaje a la diosa Iemanjá, culto de origen afrobrasileño.
Esta forma de racismo, blando o a la uruguaya, como desmesurada, y sobre todo injusta, porque se habría
ha sido denominado, se expresa en la benevolencia generado en un malentendido cultural: en Uruguay
con la que la sociedad reacciona frente a manifes- decirle “negro” a otra persona tiene una connotación
taciones racistas y a su justificación. Las reacciones lingüística que no se asocia al racismo, sino a formas
frente al “caso Suárez” son un ejemplo de esta forma habituales e incluso cariñosas de dirigirse tanto a las
de racismo no visualizada como tal por buena parte de personas negras como no negras. Lo cierto es que los
la sociedad uruguaya. El famoso futbolista uruguayo eventuales matices lingüísticos y culturales que fueron
fue suspendido por ocho partidos por la Comisión de utilizados en defensa del futbolista no se aplicaban en
Disciplina de la federación inglesa de fútbol y conde- absoluto a la situación, pero fue la forma en que varias
nado a pagar una multa de más de 50.000 dólares, lue- personalidades del fútbol y la política saldaron el tema.
go de dictaminar que dirigió insultos racistas contra el Durante varios días los medios se ocuparon del caso, si
futbolista francés Patrice Evra. Los defensores legales quedaron dudas respecto a cuál fue el tono de Suarez
de Suárez y buena parte de la opinión pública urugua- en la cancha, no quedaron dudas respecto a las formas
ya se indignaron ante una decisión que consideraron colectivas de disfrazar, justificar, negar y morigerar el
54
trato racista. Las organizaciones de afrodescendientes escasas las medidas políticas y legales implementadas.
20 / Iguales y diferentes
salieron al cruce de estas opiniones y abundaron en En los últimos años se pusieron en práctica políticas
ejemplos locales sobre la violencia verbal y no verbal de reconocimiento, algunas con carácter declarativo,
en las canchas de fútbol y en el deporte. Los testimo- otras implicaron acciones concretas para visibilizar
nios no dejaban dudas sobre la manifiesta agresión de a la minoría afrodescendiente, es el caso por ejem-
índole racista a varios jugadores negros. plo de la incorporación de la pregunta de ascendencia
La discusión parlamentaria y la aprobación de la ley en los instrumentos estadísticos oficiales. Desde hace
de acciones afirmativas para la población afrodescen- unos pocos años también se implementaron políticas
diente también fueron noticias ampliamente cubiertas en el campo de la educación orientadas a fomentar
por los medios y constituyeron instancias en las que la igualdad de oportunidades para los jóvenes afro-
las redes sociales y la opinión pública manifestaron su descendientes en el campo de la educación. Las becas
adhesión o rechazo a la implementación de acciones Carlos Quijano son un ejemplo de este tipo de política,
afirmativas y de reparación por parte del Estado. conocidas con el nombre de políticas afirmativas o de
Además de que es escasa la reflexión social sobre el discriminación positiva. Si bien no han sido evaluadas
tema, la elaboración de la discriminación racial como aún, y aunque algunas organizaciones de afrodescen-
problema estatal es reciente en Uruguay, a pesar de dientes han levantado críticas, no deja de reconocerse
que hace ya más de dos décadas que las organizaciones que la voluntad de poner en práctica medidas de repa-
de militancia por los derechos de los afrodescendien- ración es un paso inédito y relevante. La aprobación
tes abogan por su involucramiento y le exigen que de la ley 19.122 (acciones afirmativas) en 2013, es con-
se cumpla con las recomendaciones internaciona- siderada unánimemente la conquista más importante
les. Pero hasta inicios de la década de 2000 fueron para la población afrodescendiente.
55
56
Pablo La Rosa
Medidas orientadas a la promoción y defensa de los derechos
20 / Iguales y diferentes
de la población afrodescendiente en Uruguay
i) Cambios legislativos y creación de nuevas leyes 2013. Ley de acciones afirmativas. Establece
normas para favorecer la participación de los
2003. Sanciones penales a la incitación al odio,
afrodescendientes en las áreas educativa y la-
desprecio o violencia o comisión de estos actos
boral. El artículo 4 establece que las entidades
contra determinadas personas. Modifica algu-
públicas están obligadas a destinar el 8% de
nos incisos del artículo 149 del Código Penal,
los puestos de trabajo a ser llenados en el año
estableciendo el castigo para quienes inciten
para ser ocupados por personas afrodescen-
públicamente al odio, desprecio o cualquier
dientes. Asimismo se encomienda al Instituto
forma de violencia moral y física contra las
Nacional de Empleo y Formación Profesional
personas en razón del color de piel, su raza, re-
la determinación de un cupo no inferior al
ligión, origen nacional o étnico, orientación o
8% (ocho por ciento) destinado a la población
identidad sexual, así como para quienes come-
afrodescendiente, en los diversos programas
tieran actos de violencia moral o física de esta
de capacitación y calificación que implemente
naturaleza (Ley 17.677).
(artículo 5), y se prevén cupos para personas
2004. Lucha contra el racismo, la xenofobia y afrodescendientes en la asignación de becas
la discriminación. Declara de interés nacional y apoyos estudiantiles a nivel nacional y de-
la Lucha contra el Racismo, la Xenofobia y toda partamental (artículos 6 y 7). También se de-
otra forma de Discriminación y crea la Comi- clara de interés general la incorporación del
sión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia legado y la historia de las comunidades afro-
y toda otra forma de Discriminación. Dicho or- descendientes en los programas educativos y
ganismo tiene por objetivo proponer políticas de formación docente, resaltando su aporte a
nacionales y medidas concretas para prevenir y la cultura y la identidad nacional, así como se
combatir estas problemáticas (Ley 17.817). promueve la investigación nacional sobre esta
temática (artículo 8) (Ley 19.122).
2006. Reconocimiento del aporte de la cultura
afrouruguaya. Declara el día 3 de diciembre de
cada año como el Día Nacional del Candombe,
la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial,
en reconocimiento a su importancia en la con-
formación de la cultura y la identidad nacional Queremos agradecer a la Dra. Alicia Saura por la información brindada
(Ley 18.059). para la elaboración de este recuadro.
57
ii) Creación de oficinas especializadas en dependen- Intendencia Municipal de Rivera
cias del Estado*
Oficina Anti Discriminatoria (2009)
Ministerio de Educación y Cultura
Comisión de seguimiento de las acciones y con-
Asesoría Presidencial en Asuntos de Equidad venios interinstitucionales tendiente a erradi-
Racial car el racismo y la discriminación racial. Crea-
da por resolución presidencial tendrá como
Dirección de Derechos Humanos - Sección de competencia identificar las instituciones in-
Promoción y Coordinación de Políticas Públicas tervinientes y los convenios existentes a nivel
de Acciones Afirmativas para Afrodescendien- nacional y departamental en relación a la erra-
tes (2006) dicación del racismo y la marginalidad, reali-
Ministerio de Desarrollo Social zar un seguimiento e informar sobre el cum-
plimiento de los mismos, sugiriendo la posible
Secretaría para la Mujer Afrodescendiente coordinación de políticas públicas y privadas
(2005) para su más efectivo cumplimiento (2013)
Asesoría para temas y asuntos de los jóvenes iii) Acciones afirmativas y medidas para revalorizar
afrodescendientes de la Dirección del Instituto la cultura afro-uruguaya
Nacional de la Juventud
Becas para la Educación Media: la Dirección
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Educación del Ministerio de Educación y
Cultura dispuso un cupo de 180 becas para los
Comisión Interinstitucional para los asuntos de estudiantes afrodescendientes en las becas de
no discriminación en el ámbito laboral apoyo económico de Educación Media (2011 en
Intendencia Municipal de Montevideo adelante)
Unidad Temática Municipal por el Derecho de Becas de posgrado: El Poder Ejecutivo estable-
los Afrodescendientes (2004) ció como beneficiarios prioritarios a las per-
sonas afrodescendientes en las Becas Carlos
Quijano para la promoción de estudios de pos-
grado en el exterior (2005 en adelante)
58
y cultura de nuestro país. Se crea con el fin de
Carlos Contrera
20 / Iguales y diferentes
propender al desarrollo de la identidad nacio-
nal desde una perspectiva democrática, sobre
la base del reconocimiento de la diversidad de
aportes que han contribuido a su desarrollo,
promoviendo el conocimiento y la comprensión
de las causas, las consecuencias y los males
del racismo, la discriminación racial, la xeno-
fobia y las formas conexas de intolerancia. El
grupo está integrado por representantes de
la Dirección Nacional de Cultura, Comisión del
Patrimonio Cultural de la Nación, Dirección
Nacional de Derechos Humanos, la Adminis-
tración Nacional de Educación Pública a través
del Consejo de Educación Primaria, Consejo de
Educación Secundaria, Consejo de Educación
Técnico Profesional y Consejo de Formación en
Educación (2011)
1996-1997. Inclusión del Módulo de Raza en la 2009. Inclusión de la variable etnia-raza en los
Encuesta Continua de Hogares formularios de ingreso y egreso de la Universi-
dad de la Republica y en el Censo de estudian-
1998. Inclusión de la variable raza-etnia en el tes y docentes universitarios
certificado de defunción
2011. Incorporación de la pregunta de ascen-
2002. Inclusión de la variable raza-etnia en el dencia étnico-racial en el Censo de Población
certificado nacido vivo
2011, Instituto Nacional de Estadística
2006. Incorporación de la pregunta de ascen-
2012. Incorporación de la pregunta de ascen-
dencia étnico-racial en Encuesta Nacional de
dencia étnico-racial en los formularios de los
Hogares Ampliada, Instituto Nacional de Esta-
censos realizados a docentes y estudiantes
dística
59
Pablo La Rosa
60
Bibliografía —— SANROMAN, Graciela, Descomposición de las bre-
20 / Iguales y diferentes
chas salariales entre blancos y afro-descendien-
tes a lo largo de la distribución de salarios. Docu-
mento de Trabajo Nº 14/10, DECON, Montevideo, 2010.
61
Convención Internacional sobre la Eliminación IPEC-INE, Magnitud y características del trabajo in-
de todas las Formas de Discriminación Ra- fantil en Uruguay, Organización Internacional del
cial, Distribuido General CERD/C/2007/1,13 de ju- Trabajo, Ginebra, 2011.
nio de 2008, Naciones Unidas.
PADRÓN FAVRE, Oscar, “Historia cultural de las regio-
DA LUZ, Laura, Hacia un Plan Nacional Contra el Ra- nes”, en Felipe Arocena, Regionalización cultural
cismo y la Discriminación. Informe final, Ministe- del Uruguay, UdelaR, Dirección Nacional de Cultu-
rio de Educación y Cultura, Montevideo, 2011. ra, 2011.
INMUJERES, “La población afrodescendiente en Uru- SAAVEDRA, Enrique et al., Trabajo infantil en niños,
guay desde una perspectiva de género”. Cuadernos niñas y adolescentes Afrodescendientes en Uru-
del Sistema de Información de Género Nº 1, MIDES, guay. Descubriendo horizontes de integración,
Montevideo, 2010. Fundación Telefónica, Montevideo, 2012.
62
SANROMAN, Graciela y otros, ¿Qué ves cuando me ves? VERDESIO, Gustavo, “La mudable suerte del ame-
20 / Iguales y diferentes
Afrodescendientes y desigualdad étnico racial en rindio en el imaginario uruguayo: su lugar en
Uruguay, ANII-INE-FCS, UDELAR, Montevideo, 2011. las narrativas de la nación de los siglos XIX y XX
y su relación con los saberes expertos”, Arau-
SANS, Mónica, Bases para el estudio de la población caria, vol. 7, No 14, Universidad de Sevilla, Es-
uruguaya, Facultad de Humanidades y Ciencias,
paña, 2005.
Udelar, Montevideo, 1994.
VARELA, Carmen, FOSTIK, Ana y FERNÁNDEZ, Mariana, VIDART, Daniel y PI HUGARTE, Renzo, El legado de
Maternidad en la juventud y desigualdad social, los inmigrantes II, Montevideo, Nuestra Tie-
Serie divulgación No 6, UNFPA, Montevideo, 2013. rra N o39, 1969.
Uruguay - Salto, 1915. Archivo familiar Pablo La Rosa.
63
Uruguay - Salto, 1936. Archivo familiar Pablo La Rosa.