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CÓMO CUIDAR UN BONSAY

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CÓMO CUIDAR UN BONSAY?

1. Generalmente, la retirada de savia de las ramas suele estar provocada por


la muerte de las raíces que alimentan la rama afectada, debido a
podredumbre o a que no se moja bien todo el cepellón. Otra causa pueden
ser las podas mal cicatrizadas. Para evitar esto, es fundamental regar
adecuadamente, trasplantar periódicamente y utilizar pasta selladora tras la
poda.
2. Dedicar unos minutos diarios para comprobar el estado de nuestro bonsái
es más útil que todo un día a la semana. Vigila especialmente la humedad dela tierra y manchas o
anomalías en las hojas.

3. Si respetas las épocas adecuadas para cada trabajo (trasplante, pinzado,


poda, etc.), tu árbol reaccionará mejor a las técnicas utilizadas y crecerá más
sano y rápido. Observa tu árbol e infórmate de los cuidados particulares de la
especie a la que pertenece.

4. No es aconsejable crear un bosque con especies diferentes porque tarde o


temprano una de ellas dominará al resto, además de los problemas de cultivo
provocados por necesidades diferentes (riego, situación, etc.)

5. No muevas tu bonsái a diario, no lo coloques en el exterior de día y en el


interior de noche, ya que los árboles necesitan el descenso de temperatura
nocturno. Aunque por la noche no hay fotosíntesis, la respiración y
transpiración continúan y una temperatura más alta de lo normal acelera estos
procesos consumiendo las reservas del árbol. Siempre debes cultivar tu
bonsái en el exterior y con las debidas precauciones para los tropicales y
subtropicales cultivados en las zonas con estación invernal.

6. Debes evitar que el musgo, o cualquier otra planta tapizante, cubra toda la
superficie de la tierra de la maceta de tu bonsái ya que esto dificultará la
respiración de las raíces y además, la humedad permanente del musgo podría
favorecer la aparición de enfermedades relacionadas con la podredumbre. Si
deseas utilizar musgo, hazlo con moderación y evitando que cubra más del
50% de la superficie de la tierra.

7. El color rojizo de la corteza de los juníperos se consigue quitando las capas


de corteza que se forman con el paso del tiempo. Usa un cepillo de púas
duras (de latón, aluminio, etc.) y quita la primera gruesa capa de la corteza
superficial (de color marrón oscuro) hasta que aparezca la fina capa de
corteza inferior de color rojizo. Luego termina de cepillar con un cepillo de
dientes mojado en agua. Si quieres que el color rojizo tenga un color intenso
puedes frotarle con algo de aceite de oliva.
8. Los arces suelen ser muy sensibles al sol directo y a las altas temperaturas
del verano/primavera por lo que es aconsejable mantenerlos durante el
período comprendido entre finales de la primavera y finales del verano en un
sitio fresco a la sombra o semisombra.

9. Es importante conocer la procedencia de la especie de tu Bonsai para


cultivar adecuadamente, porque si tu árbol procede de un clima tropical o
subtropical, no aguantará cultivado en un lugar con clima continental, a
menos que dispongas de un invernadero frío para la estación fría, o si tu árbol
es originario de un clima continental, difícilmente podrá vivir en un clima
tropical por la falta de estación fría.

10. Si el clima de tu ciudad es de montaña, es decir, con inviernos muy fríos y


veranos cortos y frescos, algunas de las especies más indicadas podrían ser:
abedules, abetos, hayas, Pinus sylvestris o serbales.

11. Si necesitas cultivar especies tropicales o subtropicales que no están


adaptadas al clima de tu lugar de residencia, deberías utilizar un invernadero
frío para controlar sus condiciones de cultivo durante la época de bajas
temperaturas. No te olvides de emplear algún sistema de ventilación para
controlar las altas temperaturas durante los días muy soleados.

12. Si el clima de tu ciudad es continental, es decir, muy frío en inverno y muy


seco y caluroso en verano, con lluvias anuales variables y alejado de cualquier
influencia del mar, algunas de las especies mejor adaptadas podrían ser:
encinas, olmos, robles rebollos y tilos; y por supuesto, plantas de acento
aromáticas, como: espliego, romero o tomillo. El clima continental es uno de
los que presenta más dificultades de cultivo porque las plantas de clima frío y
húmedo se adaptan mal a sus veranos, y las plantas de climas cálidos deben
protegerse del frío durante el invierno en invernaderos fríos.

13. Si el clima de tu ciudad es templado, es decir, sin temperaturas extremas


entre el invierno y el verano, con inviernos suaves y veranos frescos, algunas
de las especies más indicadas podrían ser: carpes, cornejos, fresnos, pinos
negros y robles.

14. Si el clima de tu ciudad es mediterráneo, es decir, muy seco y caluroso en


verano, con lluvias en otoño e invierno, algunas de las especies que podrían
cultivarse sin problemas podrían ser: algarrobos, cipreses, durillos, encinas,
granados, madroños u olivos.

15. Si el clima de tu ciudad es subtropical, es decir, con lluvias abundantes,


poca oscilación de temperaturas durante al año, con veranos calurosos e
inviernos templados, algunas de las especies más indicadas podrían ser:
buganvillas, ficus, hibiscos y palos borracho, pimenteros japoneses o serisas.
En las zonas de clima templado deben cultivarse en el exterior durante el
verano y en un invernadero frío durante el invierno.

16. La cantidad de luz que necesita una planta es fundamental para su


desarrollo. No recibir natural suficiente provoca pérdida de hojas,
alargamiento de brotes, aumento del tamaño de las hojas, aumento de las
distancias entre nudos (etiolamiento), pérdida de color, escasez de floración,
caída de hojas, etc. y debilidad general, ya que la falta de luz suficiente le
impide realizar la fotosíntesis y alimentarse adecuadamente. Una combinación
de luz artificial de tubo fluorescente + lámpara incandescente puede ser
suficiente, aunque las lámparas de mercurio también son adecuadas para el
interior de invernaderos. No obstante, nada sustituye al cultivo exterior con luz
natural procedente del Sol.

17. Recuerda que si tienes tu bonsái junto a una pared, deberás girarlo 180
grados una vez al mes para que las ramas que están junto a la pared no sedebiliten y mueran por
falta de luz suficiente

18. Una forma de acortar una rama muy larga sin ramificación interior es
alambrarla dándole curvas de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha.

19. Siempre tienes que colocar el giro del alambre en el mismo sentido que
vas a colocar una rama. Por ejemplo, si deseas doblar la rama a la izquierda,
el alambre debe colocarse dando vueltas a la izquierda.
20. Usa el grosor de alambre apropiado en cada zona del árbol. Fino para los
ápices de las ramas; Grueso para el tronco y ramas más gruesas; Intermedio
para el resto de zonas. Alambra sólo lo necesario y con la presión justa sobre
la corteza del árbol. Si está muy suelto, no sujetará la rama en el sitio
deseado. Si está muy apretado, se marcará en las ramas.

21. No alambres muy cerca de las yemas porque corres el riesgo de impedir
su brotación e incluso de que se marchiten. Si mientras alambras se rompe un
poco una rama, intenta dejarla en la posición en la que haya quedado y tapa
la herida con pasta selladora o con algo de rafia

22. Si los alambres de sujeción tocan alguna raíz, podemos protegerla con
algún trozo de goma. Asimismo, las raíces que queden fuera del sustrato,
después de un trasplante, pueden sujetarse a la tierra con alambres en forma
de horquilla.

23. Cuando se alambra un árbol en época de crecimiento y máximo vigor, es


mejor no alambrarlo en su totalidad y/o dejar el alambre un poco suelto para
evitar que el alambre se marque rápidamente y dificulte la circulación de la
savia.

24. Cuando alambramos y damos una curva muy cerrada a una rama, es
preferible hacerlo gradualmente, es decir, en vez de tratar de conseguir la
posición definitiva en el momento, debería hacerlo doblando un poco, esperar
8-10 días y doblar de nuevo otro poco, y así sucesivamente hasta llegar a
posición deseada.

25. Una forma de conseguir curvas naturales e interesantes en un tronco


modelado desde semilla, es emplear una capa de arena de río de un calibre
de más de 1 cm. sobre una capa de suelo fértil, de tal forma que las raíces se
retuercen al pasar por la capa de arena buscando el sustrato fértil del fondo.
Más tarde, cuando hayamos conseguido el tamaño y grosor deseado, la zona
de raíces curvada se convertirá en un tronco simplemente dejándola al aire.

26. Antes de iniciarse en la técnica del alambrado, conviene practicar sobre


ramas secas o sobre árboles o arbustos del jardín.

27. Si la rama alambrada no se queda sujeta en la posición deseada, es que el


alambre es demasiado fino. Si la corteza de la rama se corta con el alambre,
es que está demasiado apretado o es demasiado grueso.

34. No hay que defoliar los árboles frutales porque probablemente florecerán
por segunda vez y esto les debilitará para formar las yemas de la primavera
siguiente.

35. El ficus panda es una especie que no se recupera bien de la defoliación ni


de la poda fuerte y resulta difícil de ramificar, además de ser imprevisible,
pero conseguirás algún resultado mejor, si empleas macetas grandes y podas
suave a 2-3 hojas cada vez que sus ramas alcancen 7-8 hojas.

36. Para fortalecer una rama débil, podemos defoliar todo el árbol menos la
rama débil. Por el contrario, para debilitar una rama fuerte hay que defoliarla.

37. Para equilibrar el vigor de un árbol hay que eliminar las hojas,
especialmente las grandes, del ápice y de las ramas fuertes, dejando las hojas
de las ramas débiles. Así, además de equilibrar el vigor, ayudamos a fortalecer
los brotes del interior.

38. El defoliado debe realizarse hacia el principio/mitad del verano, ya que si


se hace antes de tiempo, las hojas serán de igual tamaño o más grandes que
las anteriores, y si se hace demasiado tarde es posible que no rebrote o lo
haga demasiado cerca del otoño.
39. Abonar fuerte cuatro semanas antes de defoliar facilita la acumulación de
nutrientes y ayuda a la rebrotación vigorosa. Una vez se ha defoliado, hay que
dejar de abonar, y reiniciar cuando el árbol haya recuperado su copa.

40. Un acodo aéreo es un método rápido para obtener un bonsái con un


tronco de grosor interesante, conservando todas las características del árbol
original (forma y color de hojas, flores, textura del tronco, etc.), y es una forma
de aprovechar las ramas que vayamos a eliminar en otros bonsáis o en
árboles de nuestro jardín.

41. Un injerto lateral, por ejemplo en una conífera, permite conseguir una rama
en el sitio deseado. Lo más importante es asegurar que el cambium del injerto
y del árbol tengan en contacto la mayor superficie posible.

42. El injerto de aproximación es el más sencillo de todos y es una forma fácil


y segura de conseguir nuevas ramas utilizando otras ramas largas y flexibles
del propio árbol situadas en otras zonas del árbol.

43. El esqueje o el acodo son dos métodos de reproducción que garantizan la


conservación de todas las cualidades y características de la "planta madre",
cosa que no sucede con la siembra de semillas procedentes de sus frutos.

44. Un abono con mayor riqueza en potasio de lo habitual aumenta el éxito de


los injertos.
45. Una rama excesivamente gruesa puede ser doblada realizando un
autoinjerto. Es decir, haciendo una muesca en el interior de la curva que
deseamos conseguir con el tronco o rama y cerrando la herida al curvar la
rama, protegiendo con pasta selladora y enrafiando. Conviene mantener la
forma con alambrado adicional o con unos tutores para que se mantengan las
zonas del cambium de la herida en contacto y pueda soldar bien.

46. Aprovechando la propiedad que tiene un esqueje de transmitir


exactamente las características del árbol del que procede, a diferencia de una
semilla que depende de las leyes de la genética, si escoges los esquejes de
un árbol en función del color otoñal, conseguirás un árbol con el mejor
colorido otoñal posible.

47. Los olivos, granados, olmos, arces y otras especies de hoja caduca se
reproducen fácilmente con esquejes de raíz. De la misma forma que una rama
o tronco es capaz de enraizar, una raíz semienterrada es capaz de brotar
ramas y hojas.

48. Los defectos en el nebari puedes corregirlos creando un nuevo nebari a un


nivel superior mediante un acodo de anillo.
49. El anillo de corteza pelada en un acodo debe ser, al menos, de una vez y
media el diámetro del tronco para que la emisión de raíces produzca un
engrosamiento en la base del nuevo bonsái.

50. El maestro Mikio Oshima, con 40 años de experiencia con acodos,


recomienda que hay más posibilidades de éxito con los árboles acodados
situados en un lugar orientado al norte que en un lugar orientado al sur.

51. Usar plástico transparente para los acodos facilita resultados más rápidos
que si se usa plástico negro, debido a que el transparente produce un efecto
"invernadero" y el calor actúa directamente sobre las raíces, estimulando su
crecimiento, a pesar de que en muchos libros puede leerse lo contrario.

52. El comienzo de la primavera, cuando aparecen los primeros brotes, es una


buena época para propagar árboles mediante la división de raíces. Por
ejemplo, aprovechando la poda de raíces durante un trasplante.
podocarpo, etc.) con ramas que no te sirven o que están secas, antes de
podarlas considera la posibilidad de aprovecharlas para hacer un jin o un
shari. Así conseguirás provocar una apariencia más real sobre tu bonsái,
dando la sensación de mayor edad debido a los efectos de la naturaleza por
el paso del tiempo.
54. Una rama que sale hacia el frente y oculta un tronco interesante es un
defecto y una solución para evitarlo y aprovechar la rama es convertirla en un
jin.

53. Si tienes una conífera (pino, junípero, tejo, criptomeria, ciprés, cedro,
podocarpo, etc.) con ramas que no te sirven o que están secas, antes de
podarlas considera la posibilidad de aprovecharlas para hacer un jin o un
shari. Así conseguirás provocar una apariencia más real sobre tu bonsái,
dando la sensación de mayor edad debido a los efectos de la naturaleza por
el paso del tiempo.

54. Una rama que sale hacia el frente y oculta un tronco interesante es un
defecto y una solución para evitarlo y aprovechar la rama es convertirla en un
jin.

55. Aplica dos veces al año polisulfuro de calcio a los jins y sharis para evitar
que los hongos descompongan la madera muerta e incluso que ataquen a las
zonas vivas del árbol.

56. Para recolocar un jin, no muy grueso, que ya se haya secado, podemos
aplicar un paño mojado en agua caliente durante unos minutos, hasta que la
madera recupere su flexibilidad, y luego alambrar y recolocar en la posición
deseada.

57. Si quieres convertir una rama en jin, debes marcar primero con unas
tenazas su comienzo y desde ese punto pelar la corteza hasta que aparezca
el color blanco de la madera. Si la pelas de forma irregular, conseguirás un
efecto más natural.

58. Aplica, con un pincel, sulfuro cálcico ("líquido de jin") a los jin y shari de tu
bonsái, que ya estén secos, para evitar que la madera se pudra con el paso
del tiempo.

59. Si realizas un jin o un shari durante la estación de máximo vigor


vegetativo, la corteza se pelará más fácil y la cicatrización será más rápida.

60. Si tienes una rama no deseada en el frente del árbol, un truco para
aprovechar su eliminación y evitar una cicatriz fea es vaciar con un cincel para
hacer un saba-miki (tronco vaciado o partido), simulando una zona seca y
muerta por un rayo o por la vejez del árbol.
61. Si durante el invierno se nos muere el tronco de un bonsái por el frío, pero
la raíz sigue viva, y se trata de una especie que emite chupones fácilmente
(serisa, olivo, granado, olmo, etc.), podemos aprovechar para remodelar el
estilo y diseñar un estilo múltiple tronco.

62. Tómate tu tiempo para reflexionar sobre tu bonsái. Disfruta de su


contemplación y deja que él te inspire el diseño. Te llevará algún tiempo
descubrir su esencia, pero cuanto más reflexiones sobre él y mayor paciencia
le dediques a su cultivo, mejores resultados conseguirás

63. Para favorecer el crecimiento de las raíces laterales y horizontales hay que
podar las raíces que crecen hacia abajo y verticales, pero poco a poco, es
decir, en cada trasplante se podarán unos centímetros. La única raíz vertical
que crece hacia abajo que debemos eliminar totalmente durante el primer
trasplante es la raíz pivotante.

64. No hay que confundir poda con pinzado. La poda se realiza sobre las
ramas de años anteriores y el pinzado sobre las ramas jóvenes de la última
brotación. reducir el tamaño de la hoja.
66. Recuerda que, en general, el vigor de los arbustos (wisteria, romero,
rododendro, etc.) se concentra en una zona diferente a la de los árboles, es
decir, en el tercio inferior del tronco y no en el ápice. Por tanto, la poda de la
parte superior de un arbusto debe ser suave y la de la inferior fuerte para así
fortalecer el vigor del ápice. Hacerlo al contrario significa debilitar el arbusto.

67. Para modelar correctamente tu bonsái, debes eliminar todos los brotes
que nacen bajo otra rama, en el interior de una curva y todos los que
aparecen formando un círculo en las intersecciones de las ramas porque
producen abultamientos que pueden llegar a ser mayores que los de la base
del tronco.

68. Si quieres modelar un manzano y tener flor al mismo tiempo, un truco


consiste en inclinar las ramas de 15 ó 20 cm. mediante el alambrado, de
forma que así frenas el crecimiento y fuerzas la obtención de ramas cortas
que darán flor al año siguiente.

69. Si quieres estimular la ramificación de una higuera (Ficus carica), debes


pinzar la yema apical justo en el momento que las yemas laterales se han
abierto.

70. Observa atentamente el tronco y ramas de tu bonsái, si eliminas las ramas


que salen del interior de las curvas y dejas las que salen del exterior, sin dejar
ninguna rama que mire directamente hacia el espectador, el diseño de tu
bonsái mejorará notablemente.

71. Las hayas deben pinzarse quitando con los dedos el segundo par de hojas
justo en el momento que aparecen entre el primer par. Después, cuando el
brote ya tenga cuatro hojas y vayan a salir otras dos más de la base del brote,
pinzaremos con tijera dejando sólo esas dos hojas que están saliendo de la
base el brote. Lo más importante de esta forma de pinzar el haya es estar muy
atentos a la brotación en primavera, ya que si hacemos estos dos pinzados
seguidos en los momentos adecuados, evitaremos que la distancia de los
brotes y de los entrenudos de las hojas se alarguen demasiado. No estar
atentos y hacerlo incorrectamente, puede implicar lo contrario o incluso
estropear el brote del año.
72. Un bonsái parece más viejo cuanto menos compacta tiene su silueta y
más definidas tiene las masas verdes, y esto se consigue aclarando mediante
el pinzando/poda y separando las ramas con el alambrando.

73. La variedad kashima del Arce palmatum tiene el vigor, al contrario que en
la mayoría de árboles, en la base del tronco en vez de en el ápice y, por tanto,
el pinzado debe ser fuerte en el primer tercio más cercano a la base del tronco
y suave en ápice.

74. El almez (Celtis australis) es una especie que tiende a secar las ramas
finas y para evitar esto debemos dejar que las ramas crezcan hasta 6 ó 7
hojas y pinzar dejando 2 ó 3.

75. Si quieres evitar que las ramas de tu azalea se debiliten y se sequen con el
paso de los años, debes eliminar las todas las flores marchitas y sus semillas.

76. Si queremos aumentar la copa de una azalea, podaremos sólo los brotes
que salen hacia arriba y hacia abajo. Por el contrario, si queremos reducir un
poco la copa, además de quitar los brotes hacia arriba y abajo, quitaremos el
del centro de cada tres y reduciremos los brotes que mantenemos a 2 hojas.
Si queremos una reducción drástica de la copa, podaremos todos los brotes
hasta la madera del año anterior.

77. La altura de un bonsái se reduce mediante la sustitución del ápice por una
rama frontal alambrada hacia arriba, cortando el tronco por detrás de dicha
rama para disimular el corte.

78. El desarrollo de nuevas raíces se puede estimular, además de aplicando


hormonas de enraizamiento, realizando pequeños cortes en la base del trono
y/o colocando bolas de abono orgánico sólido cerca de la misma.

79. Las tres características básicas de un buen diseño de nuestro bonsái son:
profundidad, dirección de sus ramas y forma triangular simétrica.

80. Para conseguir el mejor modelado posible de un bonsái, debes elegir un


plantón con el máximo número de ramas; hojas, flores y frutos lo más
pequeños posibles; un tronco que se estreche desde la base hasta el tronco
de forma gradual; y raíces interesantes que puedan quedar semienterradas

81. Los síntomas de un riego escaso frecuente son: brotes débiles o secos,
color amarillento de las hojas y yemas sin crecimiento.

82. Un acolchado orgánico de musgo esfango, corteza triturada, etc. sobre la


superficie de la tierra reduce la evaporación durante la época más calurosa y,
por tanto, conserva durante más tiempo la humedad entre riegos.

83. El 80% de los problemas de cultivo son consecuencia de descuidos con


el riego o hacerlo incorrectamente. La forma adecuada de regar es cada vez
que la superficie de la tierra comienza a secarse y hacerlo a fondo hasta que
salga abundante agua por el drenaje.

84. Para mantener sanas las hojas de un arce durante todo el verano, la tierra
no debe quedarse seca nunca, ni media hora, y a demás hay que protegerle
del viento seco.
85. Si abonamos demasiado pronto tras un trasplante o utilizamos dosis de
abono químico muy altas, las raíces pueden verse afectadas, provocando la
muerte de ramas y hojas secas.

86. El suelo alberga en su interior microorganismos que necesitan un aporte


constante de aire y agua para vivir. Además las raíces necesitan aire para
respirar. Si quieres que la atmósfera del suelo (huecos entre las partículas que
lo forman) tenga unas condiciones adecuadas para las raíces y los
microorganismos que habitan en él, debes evitar regar por inmersión. El riego
desde arriba, con regadera y algo de presión en el chorro, aporta la aireación
necesaria de la tierra

87. Los árboles y arbustos de flor y frutos, es decir, frutales, se abonan justo
antes de que abran las flores e inmediatamente después de que se marchiten
éstas y fructifiquen.

88. La gardenias necesitan una diferencia de temperatura de 8 a 10ºC entre el


día y la noche, siendo la temperatura diurna más alta que la nocturna, para
que se formen sus capullos de flor y florezcan.

89. Cuando regamos deberíamos aplicar al menos tres riegos consecutivos,


es decir, aplicar un primer riego para humedecer la superficie de la tierra,
esperar unos segundos y a continuación volver a regar para que el agua
penetre en las capas internas del sustrato, y unos segundos después, regar
una tercera vez hasta que veamos que el agua sale abundantemente por el
drenaje. Así nos aseguramos que toda la tierra está completamente mojada
en el interior de la maceta.

90. Si riegas demasiado a menudo y en exceso, además de los problemas de


hongos, las hojas tenderán a agrandar y las ramas a engordar, el interior de
las ramas se quedará desnudo y será más difícil conseguir ramificación fina.
Regar incorrectamente ocasiona problemas y defectos de modelado.

91. Si tu bonsái se seca demasiado pronto y no puedes estar constantemente


pendiente del riego, debes colocarlo en un sito más fresco, con menos aire y
sol directo o puedes añadir a la mezcla de tierra una capa de grano más fino
para retener mayor cantidad de agua.

92. Sin un buen drenaje, las raíces mueren por encharcamiento del sustrato.
El exceso permanente de agua provoca la falta de oxígeno en las raíces.

93. Cuando el agua de riego es muy calcárea, las plantas tienen dificultades
para desarrollarse adecuadamente. Puedes reducir la concentración de cal en
el agua usando unas gotas de vinagre o limón. También puedes depositar la
cal del agua, si la hierves durante unos 10 minutos.

94. El mejor momento del día para regar es por la mañana temprano, en
cualquier caso hay que evitar regar por la noche.

95. La mayoría de los árboles necesitan suelos poco ácidos (6,4 pH) o neutros
(7,2 pH). Si el suelo es demasiado alcalino, puedes corregirlo con kanuma,
sulfatos, tierra de brezo, corteza de pino, turba, etc. Si el suelo es demasiado
ácido, puedes corregirlo con cal.

96. Observa los brotes en primavera y realiza el trasplante cuando las yemas
están hinchadas y comiencen a abrirse. Si ya se han abierto, es tarde para
que hagas el trasplante.

97. Cuando realices un trasplante, no te olvides de amontonar algo de tierra


sobre el sitio en el que justo colocarás el árbol, ya que dejar sin tierra la base
del tronco entre las raíces puede provocar la podredumbre.

98. Sujeta el árbol a la maceta mediante un alambre a través de los agujeros


de drenaje para evitar que se rompan las raíces nuevas por algún movimiento
del árbol después del trasplante.

99. No es obligatorio podar siempre las raíces durante un trasplante, excepto


si éstas ya se salían por el agujero de drenaje y ocupaban la mayor parte del
volumen de la maceta. Por ejemplo, en muchas ocasiones no es necesario
podar ninguna raíz cuando hacemos un trasplante a una maceta un poco más
grande o del mismo tamaño.

100. No riegues antes de un trasplante. Así evitarás que la tierra se compacte


y facilitarás la limpieza de las raíces sin dañarlas.

101. El cultivo en suelo es una técnica que permite acelerar el engrosamiento


del tronco.

102. Si queremos que nuestro árbol crezca utilizaremos una mezcla de tierra
de granos gruesos, si por el contrario queremos que nuestro árbol se
mantenga, emplearemos una mezcla de granos finos.

103. Hay que eliminar la raíz pivotante durante el primer trasplante de un árbol
cultivado desde semilla para así facilitar el desarrollo de raíces radiales y de
un cepellón plano.
104. Si recoges tierra del campo para realizar tu propia mezcla, recuerda que
debes esterilizarla antes de usarla. Puedes hacerlo metiéndola en el horno de
la cocina a más de 200ºC o vertiendo agua hirviendo sobre ella.

105. Cuando hagas un trasplante no te olvides de limpiar la superficie de la


tierra con un palillo para ir descubriendo y formando un buen nebari. Además,
así limpias los restos de abono, cal, musgo, etc. Si no quitas periódicamente
el musgo que crece sobre el tronco y raíces, este musgo irá destruyendo el
aspecto de vejez de un árbol.

106. La tierra de un árbol recuperado o yamadori debe sustituirse con el


primer trasplante, si es caduco, y en dos trasplantes, si es una conífera.

107. Para fomentar la aparición de raíces nuevas debemos aprovechar el


trasplante para hacer unos pequeños cortes en la zona deseada y aplicar
hormonas de enraizamiento, colocando unas bolas extra de abono orgánico
sólido.

108. La principal razón para el trasplante es la salud del árbol. Es urgente


realizar un trasplante, si el agua se absorbe con dificultad, si el cepellón se
levanta de la maceta o si hay un problema de raíces podridas.

109. Si queremos producir un mayor y más rápido crecimiento de las ramas,


no tenemos que podar las raíces durante el trasplante, sino simplemente
trasplantar a una maceta algo mayor con una mezcla de tierra de grano
grueso.
110. Si haces un trasplante y tienes dudas sobre la cantidad de raíces que
tienes que podar, un truco seguro para no dañar el árbol es dejar 1/3 más
volumen de raíces que de parte aérea (copa).

111. Un truco para disimular un nebari que sólo tiene raíces gruesas hacia un
lado es cambiar el estilo, por ejemplo, a un estilo inclinado o variar el frente
cambiando la inclinación del ápice hacia el lado de las raíces gruesas.

112. Si quieres que tu árbol crezca aún más, cuando transplantes debes
utilizar una maceta con más volumen que la copa. Por el contrario, si deseas
detener o reducir el crecimiento, debes emplear una maceta con un volumen
algo inferior al de la copa.

113. Las raíces van aumentando la ramificación fina con los años y cuanto
más finas son, mayor cantidad de agua necesitan, por tanto, a mayor edad del
árbol habrá que ir aumentando la proporción de arena fina de río (1 mm.), así
conseguimos una mayor retención de agua sin perjudicar el drenaje.

114. Si aprovechamos un trasplante para realizar un trabajo fuerte de


remodelado de la copa, es recomendable no podar raíces para no debilitar
más al árbol y que éste se recupere antes.

115. En caso de duda, una mezcla universal y estándar de tierra para


cualquier tipo de bonsái debe contener a partes iguales: arena para facilitar el
drenaje y la aireación; mantillo para suministrar nutrientes y algo de acidez; y
arcilla para ayudar a la retención del agua.

116. Una mezcla estándar de tierra (arena, matillo y arcilla a partes iguales)
puede ser más ácida añadiendo algo de turba o más alcalina añadiendo algo
de cal.

117. La textura de la mezcla de tierra ideal es aquella que al coger un puñado


y abrir la mano cae suelta y no se apelmaza al apretar.

118. Generalmente, los frutales con fruta de hueso prefieren algo de cal en el
suelo, las coníferas prefieren suelos arenosos y los árboles caducos prefieren
suelos algo ácidos (con turba).

119. Si deseas que las ramas de tu árbol no crezcan enredadas y con cruces,
no olvides desenredar y desenmarañar las raíces durante los trasplantes,
peinando el cepellón con un palillo de dentro a afuera. La parte aérea del árbol
es casi una imagen simétrica de las raíces.

120. Antes de fijar definitivamente el árbol a la maceta con los alambres,


debemos comprobar que el árbol encaja perfectamente en la maceta con la
capa de drenaje incluida. En el caso de que no encaje, tendremos que seguir
podando el cepellón hasta conseguir que encaje con facilidad, siempre y
cuando el tamaño de la maceta elegida sea el adecuado para el árbol y sus
raíces puedan o deban ser podadas.

121. La fórmula de crecimiento/engorde rápido es: aire + agua + abono + sol


= crecimiento. Precisamente, muchos maestros y aficionados japoneses,
obtienen los mejores resultados utilizando escurrideras de plástico como
maceta, ya que este tipo de contenedor permite la circulación del aire entre
los granos de tierra y así se favorece el desarrollo rápido de raíces finas.
122. Podemos considerar que un árbol desde semilla está listo para ser
modelado como bonsái y listo para ser plantado en maceta de bonsái cuando
su tronco alcanza el grosor deseado, entre 4 y 10 años, dependiendo del
grosor elegido y condiciones de cultivo.

123. Si una roca es interesante para nuestro bonsái pero impide una buena
adherencia de sus raíces, podemos mejorarla haciendo pequeñas muescas
irregulares con un cincel. Recuerda elegir el mejor frente de la piedra para el
frente del árbol.

124. La falta de raíces adecuadas en el nebari puede disimularse con una


piedra del color, forma y tamaño apropiados, o amontonando un poco de
tierra junto a la base del tronco.

125. Para mejorar un suelo arcilloso (es decir, un sustrato muy compacto,
poco poroso y un drenaje deficiente, en el que abunda la arcilla - más de un
35% - y las raíces se desarrollan con dificultad) tenemos que añadir mantillo y
gravas hasta conseguir un buen drenaje y una estructura más suelta y
equilibrada.

126. Para aumentar el poder de retención de humedad y nutrientes de un


sustrato arenoso (<60% de arena), debemos agregar materia orgánica
(mantillo, turba, etc.)

127. El trasplante a raíz desnuda debe realizarse entre el final del invierno y
comienzo de la primavera, justo cuando el árbol está a punto de brotar, en el
momento que las yemas están hinchadas y a punto de abrirse. El trasplante
con cepellón puede realizarse en cualquier momento del año, pero evitando
las épocas más calurosas.

128. Cuando trasplantas y cortas raíces antes de podar la parte aérea (ramas),
siempre debes cortar la misma proporción y cantidad de follaje que de raíces
porque de lo contrario no tendrás suficientes raíces para mantener vivo el
bonsái. En cambio, si podas la parte aérea antes de hacer el trasplante y
cortar raíces, no necesariamente tendrás que cortar la misma proporción y
cantidad de raíces, sólo lo que necesites para colocar tu bonsái en la maceta.

129. Cuando realizas un trasplante es mejor dejar algo de tierra entre las
raíces y no dejarlas desnudas completamente.

130. Recuerda que al trasplantar un árbol debes colocarlo en una posición en


la que exista un balance visual entre el árbol y la maceta. Por ejemplo, si el
frente del árbol marca una dirección izquierda, el árbol debería ser plantado
en el extremo derecho de la maceta.

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