La Carta A Los Gálatas
La Carta A Los Gálatas
11-27-2023
Recommended Citation
Huebner, Roberto G., "La carta a los Gálatas" (2023). Cursos del Instituto Hispano de Teología (IHT). 8.
https://scholar.csl.edu/cursos_instituto_hispano/8
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seitzw@csl.edu.
LA CARTA
A
LOS GÁLATAS
La Epístola de San Pablo a los Gálatas
Roberto G. Huebner
Este curso pertenece a una generación de cursos de formación teológica del Instituto Hispano de
Teología, de una colección de cursos producidos entre los años 1986 y 2006.
Originalmente, cada curso incluía un manual de estudio, una serie de videocharlas y el guión de
dichas videocharlas. En su tiempo, se usaba una tecnología de vanguardia para el plan de
estudios, utilizando videos (en VHS y CD) así como materiales impresos.
A partir del año 2006, el Instituto Hispano de Teología se convirtió oficialmente en el Centro de
Estudios Hispanos y fue incorporado al Seminario Concordia, de St. Louis, Missouri.
A fin de preservar esta rica herencia, hemos colocado este valioso recurso en una plataforma
digital que permite fácil acceso y la posibilidad de descargarlo libremente y utilizarlo en
programas de formación teológica. No incluimos los videos, sino solamente el texto utilizado en
la grabación de dichos videos y el manual de estudio.
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'Promovíenlo erlucación teo/i5_Jíca con enfo1ue hisfano.
Copyright © 2006, Centro de Estudios Hispanos del Seminario Concordia, St. Louis
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ST. LOUIS
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Colección de cursos del Instituto Hispano de Teología
Principios de la hermenéutica
Introducción al Antiguo Testamento I
Introducción al Antiguo Testamento II
Introducción al Nuevo Testamento I
Introducción al Nuevo Testamento II
Génesis
Lucas: La vida y el ministerio de Jesucristo según el evangelio de San Lucas
El Evangelio según San Juan
1 Corintios
La carta a los Gálatas
Historia antigua
Historia universal
Historia de la Reforma
Protestantismo en los Estados Unidos de Norteamérica
Teología y misión en América Latina
Métodos de educación
Liturgia I
La Iglesia canta
Práctica de la predicación
Homilética I
Homilética II
Evangelismo en el contexto hispano
Administración de la congregación
Las herramientas de la teología y su uso
Como enseñar el catecismo
La familia hispana y la iglesia
Confesiones I
Confesiones II
Doctrina I
Dogmática I
Sistemática I
Sistemática II
Sistemática III
Sistemática IV
Cuerpos religiosos: El ministro frente a las corrientes teológicas
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LA CARTA
A
LOS GÁLATAS
La Epístola de San Pablo a los Gálatas
Texto por
Roberto G. Huebner
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LA CARTA A LOS GÁLATAS
B. En el área de actitudes:
Que cada estudiante adquiera nuevas actitudes como…
1. Un aprecio más grande en el énfasis paulino en la justificación por la fe como el mensaje
central de los escritos paulinos y del Nuevo Testamento.
2. Una dedicación más grande a la tarea de fomentar la unidad del pueblo de Dios dentro de
la hermandad de la iglesia con un compromiso mayor a trabajar por la reconciliación de
las facciones contrarias en la iglesia y la comunidad y el mundo.
3. Un compromiso mayor a la tarea de evangelizar a todas las naciones – especialmente a
los pobres, los oprimidos, los habitantes de las grandes ciudades y al pueblo judío.
4. Un entendimiento de lo que significa vivir como personas libradas de la Ley, la muerte,
el pecado y los poderes ocultos con el fin de servir a Cristo, su pueblo y todas las
naciones.
C. En el área de habilidades:
Que cada estudiante desarrolle la capacidad para…
1. En cuanto a predicar y enseñar en base de los escritos paulinos.
2. En entender la cosmovisión, costumbres y tradiciones religiosas de las personas a quienes
se proclama el Evangelio.
3. La aplicación de la Ley y las promesas de Dios a los pecadores.
vi
3. El aprecio y uso de la Biblia para encontrar las verdades de Dios, y comunicarlas en el
contexto congregacional, comunitario y misional.
4. Una vida motivada por el Espíritu Santo en el gozo de la salvación lograda por los
méritos de Jesucristo, de tal forma que se exprese en formas claras, el apoyo muchos
otros a conocer a Cristo, el Señor.
V. Versiones de la Biblia:
Para este curso, se recomienda usar La Santa Biblia, versión Reina-Valera (1960), ya que las
citas y referencias utilizan esta versión. Pero, se puede utilizar la Reina-Valera (1995) y la Reina-
Valera Contemporánea (2009). También se utilizará la versión Dios Habla Hoy (VP-versión
popular). Siempre es recomendable tener otras versiones para hacer estudios comparativos.
Recursos Bíblicos digitales en la web: https://www.biblegateway.com Este tema deber ser
conversado al inicio del curso con el profesor / tutor.
vii
Plan B:
Para un programa con 10 reuniones/semanas (u oportunidades para realizar clases) se propone la siguiente
distribución para las 16 lecciones del curso:
Reunión 1 Lección 1
Reunión 2 Lecciones 2 al 3
Reunión 3 Lecciones 4 al 5
Reunión 4 Lecciones 6 al 7
Reunión 5 Lecciones 8 al 9
Reunión 6 Lecciones 10 al 11
Reunión 7 Lecciones 12 al 13
Reunión 8 Lección 14
Reunión 9 Lección 15
Reunión 10 Lección 16, conclusiones y aplicaciones
Plan C:
Para un programa con 15 reuniones/semanas (u oportunidades para realizar clases) se propone la siguiente
distribución para las 16 lecciones del curso:
Plan D:
Elaborar una distribución para las 16 lecciones del curso de acuerdo con tiempo disponible
o programado.
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Semana-Reunión Lecciones Fecha-Lugar Tareas-Exámenes
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IX. Índice del texto (16 lecciones)
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Lección 1 Introducción a La Epístola a los Gálatas 2
Lección 2 Gálatas 1:1-2; 4:8-20 9
Gálatas 1:9-7; 2:4-5; 4:17; 5:7-12, 15; 6:12-13
Lección 3 Gálatas 1:1-24 16
Lección 4 Gálatas 2:1-14 22
Lección 5 Gálatas 2:15-21 27
Lección 6 Gálatas 3:1-5 35
Lección 7 Gálatas 3:6-14 42
Lección 8 Gálatas 3:15-18 48
Lección 9 Gálatas 3:19-25 52
Lección 10 Gálatas 3:26-29 58
Lección 11 Gálatas 4:1-20 65
Lección 12 Gálatas 4:21-31 71
Lección 13 Gálatas 5:1-12 77
Lección 14 Gálatas 5:13-24 84
Lección 15 Gálatas 5:25 al 6:10 90
Lección 16 Gálatas 6:11-18 97
Anexo 103
X. Evaluación:
El profesor / tutor determinará los instrumentos utilizados para evaluar el curso.
Finalmente…
Muchas bendiciones de nuestro Señor Jesucristo al estudiar juntos este curso.
x
LA CARTA A LOS GÁLATAS
La Epístola de San Pablo a los Gálatas
MANUAL
de
ESTUDIO
Texto por
Roberto G. Huebner
2001
Revisión y editaje
Marcos N. Kempff
2023
In Nomine Jesu
Lección 1
La Epístola a los Gálatas
Introducción a una bibliografía para el curso de Gálatas
Objetivos:
1. Que el estudiante llegue a conocer material primario y secundario para el estudio de Gálatas.
2. Aunque el material primario es básico, que el estudiante vea ejemplos en cómo el material
secundario puede abrir discusión para una mayor profundización del estudio de Gálatas.
3. Que el estudiante lea varias introducciones y comentarios y tome nota cuando los autores
difieren en fecha, lugar de composición, el mensaje central y destinatarios y razón porque San
Pablo escribió esta epístola.
4. Que el estudiante vea la importancia de la hermenéutica=interpretación en el estudio de
Gálatas.
Actividades:
1. Material primario: Versiones bíblicas utilizadas en el curso.
a. La mayoría de los estudiantes tienen y usan La Santa Biblia, Reina-Valera, 1995, así como la
Reina-Valera Contemporánea, 2009.
“La Biblia del Oso” es la primera Biblia traducida al español de los idiomas hebreo, arameo
y griego por Casiodoro de Reina, publicada en septiembre del año 1569, con una dedicatoria
al Rey Felipe II. Reina admiró mucho a Martín Lutero por su traducción de la Biblia al
alemán completada en el año 1534. Igual que Lutero, Reina incluyó los Deuterocanónicos
entre los Testamentos. En su introducción dijo, aunque los Deuterocanónicos no son Palabra
de Dios, si son dignos de leerse. Cipriano de Valera, fue compañero de Reina en el
monasterio San Isidro del Campo cerca de Sevilla. A la vez, Sevilla era la sede de la
Inquisición y sede de los Jesuitas en España.
El prior del monasterio, García Árias, introdujo a los monjes del monasterio doctrinas
bíblicas. Al enterarse inquisidores y Jesuitas, Reina y Valera, con 10 monjes más huyeron
separadamente en el año 1557 del monasterio reuniéndose en Ginebra un año después. La
Inquisición al no hallar a los monjes, varios años después quemó sus efigies.
Reina se quedó en Ginebra, Suiza, pero Valera siguió a Londres, Inglaterra, dónde se casó y
sirvió a la corte inglesa como capellán de los de habla hispana. Reina también se casó e
igualmente sirvió como capellán a los de habla hispana en diversas ciudades europeas. Hay
clara evidencia que Reina concluyó su ministerio confesando la fe luterana, sirviendo como
supervisor de congregaciones de la Confesión de Augsburgo. Murió en Frankfurt, Alemania
el 15 de marzo de año 1594. Una biografía de Casiodoro de Reina fue escrita por el Dr.
Raymundo Rosales.
Cipriano de Valera siguió tendencias calvinistas, siendo traductor al castellano tanto del
Catecismo como de las Instituciones de la Religión Cristiana, de Calvino. Diez años después
3
de la publicación de “la Biblia del Oso”, Valera comenzó a revisarla. La Biblia completa
revisada apareció en Ámsterdam, Holanda en el año 1602.
b. Otra Biblia que muy probablemente una mayoría de ustedes conoce y usa, es la versión Dios
Habla Hoy del año 1979. Fue preparada por un equipo ecuménico latinoamericano.
En el Prefacio los traductores explican: “En esta traducción se ha hecho el esfuerzo para que
el lector de hoy pueda entender lo mismo que entendían los que leían o que oían leer los
escritos bíblicos en la lengua y la época en que se escribieron. Para ello se ha usado un
lenguaje sencillo, fácil de ser entendido por la generalidad de los lectores actuales en
Hispanoamérica. Por eso esta versión se llama ‘popular’”.
Acepto y entiendo la explicación del comité cuando dice: “Cuando se traduce al pie de la
letra, con frecuencia se oscurece y hasta se pierde el significado de los escritos en sus lenguas
originales”. En la mayoría de los casos los traductores acertaron. Sin embargo, quiero pedir
la opinión de los estudiantes si la traducción “librar de la culpa” es aceptable para la palabra
“justificar”. En Gálatas encontramos ocho veces la palabra justificar. En 2:16, un pasaje
clave, hallamos a justificar tres veces, y en 2:17; 3:8; 3:11; 3:24; 5:4.
Favor de buscar los pasajes señalados arriba y escriba su opinión acerca de ambas
traducciones. Si la traducción, librar de culpa es mejor que justificar, ¿por qué no sería mejor
traducir en 3:11: El (que está libre de culpa) vivirá por la fe, en vez de ‘el justo vivirá por la
fe?
2. Bibliografía secundaria:
a) Introducciones en español:
Harrison dice que Pablo defendió su apostolado y enseñanza al responder a dos frentes:
a. a judaizantes, y
b. a perfeccionistas espirituales, haciendo mayores advertencias a los judaizantes.
Destino: Nos recuerda que el término “Galacia” es ambiguo. Proviene de los galos, un pueblo
de origen celta. Hay dos Galacias:
4
a. Galicia del norte. Lightfoot favorece esa teoría y Harrison nos da 5 razones.
b. Galacia del sur, favorecida por Ramsey, quien nos presenta 7 razones.
Las visitas y fechas cuando Pablo fue a Jerusalén. Una visita debido al hambre en Jerusalén,
Hechos 11:30, y el concilio, Hechos 15. ¿Cómo coordinar estas dos citas de Hechos con
Gálatas?
Con todas las posibilidades discutidas, Harrison se inclina por el año 53 d.C. en que Gálatas
fue escrita en Éfeso.
Hester, H. I., Introducción al Estudio del Nuevo Testamento, Casa Bautista de Publicaciones,
El Paso, 1974.
Las páginas 261-322 se refieren a Gálatas.
Robertson, A. T., Estudios sobre el Nuevo Testamento, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso,
1983.
En las pp. 121-155, Robertson cuenta la vida de Pablo. Siguiendo a Lightfoot, Robertson
considera que Gálatas fue escrita en Corinto en los años 57 d.C. o 58 d.C.
Tenney, Merrill C., Nuestro Nuevo Testamento, Publicaciones Portavoz Evangélico, Kregel
Publications, Grand Rapids, 1973.
En las pp. 303-317, Tenney presenta lo que llama Literatura Apologética. El primer libro
apologético para Tenney fue Santiago escrito entre 45 y 50 d.C., y Gálatas el segundo. Al
hablar de los destinatarios Tenney se inclina por Galacia del sur. Por lo tanto, reconoce una
fecha temprana, diciendo que Gálatas posiblemente fue escrita entre 48 y 49 d.C. Para él,
Gálatas es el primer libro escrito por Pablo.
Al leer más de una introducción permite a uno comparar y llegar a una evaluación propia. No
espere que el profesor le dé todas las respuestas.
Kümmel, W.G., Introduction to the New Testament, SCM Press, LTD, London, 1965.
Las pp. 190-198, se dividen en las siguientes secciones:
1. Contenido.
2. El territorio de Galacia.
3. Los que recibieron la Epístola. Kümmel habla de la región del sur y presenta 4 argumentos
5
a su favor, luego presenta 4 argumentos en contra. Sigue con dos razones a favor de
Galacia del norte. Kümmel cree que los recipientes de la Epístola vivieron en el norte.
4. La situación histórica.
a. la agitación en las iglesias de Galacia, proviene desde afuera. Insiste que los oponentes
eran cristianos judíos que insistieron en la circuncisión y en el cumplimiento de la Ley.
b. La fecha depende de la forma que uno explica el encuentro de Pablo y Bernabé con
los “pilares” de Jerusalén.
5. Tiempo y lugar de composición. Posible fecha de Gálatas según Kümmel, entre los años
53 y 55 d.C. El lugar, Éfeso o Macedonia.
6. Gálatas indiscutiblemente es de Pablo.
c) Comentarios en español:
Obras de Martín Lutero, Volumen 8, Comentario de la Carta a los Gálatas, 1519, traductor
Erico Sexauer, Ediciones La Aurora, Buenos Aires, 1982.
La Comisión editora, La Aurora de Buenos Aires, Argentina, publicó diez volúmenes de las
obras de Lutero. Sí son pocos volúmenes, en comparación a los 55 en inglés y más de cien en
alemán y en latín. Pero, algo es algo.
El volumen 8 es el comentario de Gálatas del año 1519. Se prefirió este trabajo, porque
Lutero se expresó en forma menos polémica acerca de la Iglesia Católica Romana comparado
a su comentario de 1535.
Se espera que cada estudiante leerá todo este volumen y responderá a muchas preguntas que
se le harán al final de casi cada lección.
Lenkersdorf, Carlos H., Comentario sobre la Epístola a los Gálatas, Editorial El Escudo, Casa
Unida de Publicaciones, México, 1960.
Dr. Carlos Lenkersdorf fue el primer rector del Centro de Estudios Teológicos Augsburgo
(CETA) de México. Su comentario se publicó cinco años antes de abrirse el CETA,
institución que luego se llamó Seminario Luterano Augsburgo (SEMLA).
Lenski, R.C.H., La Interpretación de las Epístolas de San Pablo a los Gálatas, Efesios y
Filipenses, traducción por J. O. Orozco O; editor W.E. Nehrenz, Publicaciones El Escudo,
México, 1962.
Los comentarios del Dr. R.C.H. Lenski sobre Gálatas, Efesios, y Filipenses fueron
publicados en inglés en 1937. La traducción al español por Nehrenz, apareció en 1962.
Aunque dice en la primera página que es una edición corregida y aumentada, hay en este
volumen tan pequeño, muchos errores ortográficos.
Comentario Bíblico de San Jerónimo, artículo 46 escrito por Joseph A. Fitzmyer, S.J. sobre La
6
Vida de Pablo.
Comentario Bíblico de San Jerónimo, artículo 47 escrito por Joseph a Fitzmyer, S.J., sobre Las
Epístolas del Nuevo Testamento.
Comentario Bíblico de San Jerónimo, artículo 49, escrito también por Joseph A. Fitzmyer, S.J.,
sobre la Epístola de Gálatas.
Betz, Hans Dieter, Galatians, Hermeneia series, Fortress Press, Philadelphia, 1984.
Usaremos muchos comentarios sacados de este libro.
Otro reto para Betz fue Hans Joachim Schoeps en su libro sobre San Pablo. Es importante
notar que Schoeps, judío, en su libro trata de evaluar al Pablo judío.
Según Betz, tanto Schlier y Schoeps tratan de crear dudas en el concepto comúnmente
aceptado por la mayoría, que Gálatas, con su rica teología, es bien conocida y entendida.
Según Schlier y Schoeps, Gálatas sigue siendo un misterio que aún no ha sido descubierto.
Según Betz la investigación moderna sigue creyendo en un mito. Eso es, que Pablo no sabía
razonar, o no podía pensar por su cuenta. Que Pablo era un sicópata para algunos, para otros
que Pablo era un judío raro, con un “temperamento oriental”, notoriamente incompatible con
el razonamiento (occidental) practicado en la cultura greco-romana. Por lo tanto, según estos
dos comentaristas, Pablo carecía de una adecuada educación.
Por considerar al comentario de Betz lo mejor que he leído hasta hoy, este servidor optó
traducir algunas porciones e incluirlas en este trabajo.
Luther’s Works, Volume 26 Lectures on Galatians 1535, chapters 1-4, editor y traductor
Jaroslav Pelikan, Concordia Publishing House, St. Louis, 1963.
Luther’s Works, Volume 27, Lectures on Galatians 1535, chapters 5-6 and Preface, editor y
traductor Jaroslav Pelikan, and Lectures on Galatians 1519, editor Jarosav Pelikan, traductor
7
Morris, Leon, Galatians, Paul’s Charter of Christian Freedom, InterVarsity Press, Downers
Grove, 1996.
Unos comentarios:
Galacia, tierra de galos-celtas, es el nombre de la región que hallamos en Asia Menor debido
a que celtas o galos inmigraron a esa región durante el tercer siglo a.C. Algunos se
establecieron en la región norteña de Asia Menor, después de vencer a los residentes. Con el
tiempo llegaron los romanos y éstos vencieron a los celtas. Desde ese tiempo los celtas
estuvieron bajo la autoridad romana como estado dependiente. El nombre Galacia incluye el
territorio ocupado por los celtas, pero también de algunas áreas adyacentes. En 64 a.C., los
romanos reconocieron a la región como un reino dependiente. Al morir el rey en 25 a.C., los
romanos añadieron al reino celta regiones como Panfilia e hicieron de toda la región una
provincia. Surge ahora la pregunta si el Nuevo Testamento aplica el término el reino a
Galacia a la región ocupada por los galos, según el argumento de Lightfoot y otros, o si
siguió la práctica romana de también incluir los distritos sureños, como Licaonia, etc.,
incorporados por los romanos en la provincia que ellos llamaron Galacia.
Quizás debemos notar aquí que en 137 d.C., Licaonia fue separada de la provincia y unida a
Cilicia, mientras que tardíamente en el tercer siglo el resto de la parte sureña de Galacia fue
unida a Pisidia para formar una nueva provincia, dejando en Galacia sólo la región norteña.
Cuando escritores en los primeros siglos de la Iglesia hablan de Galacia, ellos tienen en
mente esta última situación. Por lo tanto, ven a la carta de Pablo como que fue escrita a
cristianos residentes en la parte norteña de la provincia. Parece que nunca sospecharon que
Galacia en tiempos del Nuevo Testamento pudo haber sido diferente de lo que era en tiempo
posterior. La iglesia parece haberse basado en la idea que Galacia del Nuevo Testamento se
refería a Galacia del norte. Esa idea prevaleció y rara vez fue cuestionada, excepto en
tiempos más recientes.
Después de presentar siete razones que los proponentes dan para apoyar la tesis que Pablo se
dirigió a Galacia del norte, Morris responde con diez razones para aceptar la tesis de que
Pablo se dirigió a residentes de Galacia del sur.
The Interpreter’s Dictionary of the Bible, Volume 2, Abington Press, Nashville, 1962.
“Galacia”, M.J. Mellink, y “Galatians” por J. Knox, las pp. 336-343.
The Interpreter’s Dictionary of the Bible, Supplementary Volume, Abington, Nashville, 1976,
“Galatians”, por H.D. Betz y “Pharisees”, por Ellis Rivkin.
Betz en éste corto artículo agrega un poco de “salsa” a la discusión sobre 1. los oponentes de
Pablo; 2. la composición de la Epístola y 3. La función de la carta. ¿Habrá algo de mágico en
la fórmula del uso de la maldición en 1:8-9 y de la bendición en 6:16?
El artículo de Ellis Rivkin sobre los “Fariseos” me parece estupendo. Antes de leer ese
8
artículo no había encontrado yo a alguien que simpatizaba con los Fariseos. Es posible que al
principio el artículo le suene como una invención o fantasía. Rivkin es judío, conocedor de la
ley y del uso de la ley entre los judíos. Anímate, lee este artículo y dame tu opinión.
Senior, C.P., Donald, and Stuhlmueller, C.P., Carroll, The Biblical Foundations for Missions,
New York, Orbis Books, Maryknoll, 1983.
“The Mission Theology of Paul,” las pp. 161-190.
Senior y Stuhlmueller, dos eminentes exégetas Católicos Romanos presentan la base bíblica
de la misión de Dios. Por supuesto que también examinan a San Pablo y, como lo indica el
título, su teología de la misión. Les recomiendo la lectura de esas 30 páginas.
Stendahl, K., Paul Among Jews and Gentiles, Philadelphia, Fortress Press, 1976.
2. Ejercicio:
Utilizando Diccionarios Bíblicos que tienen al alcance, hagan una investigación sobre “La Biblia
del Oso”, la primera Biblia en español, traducida de idiomas originales por Casiodoro de Reina.
3. Tarea:
Favor de leer toda la carta a los Gálatas antes de proceder a la siguiente lección. Al leer trata de
investigar quienes crearon el problema en Galacia.
9
In Nomine Jesu
Lección 2
Gálatas 1:1-2; 4:8-20
Gálatas 1:9-7; 2:4-5; 4:17; 5:7-12, 15; 6:12-13
Conozcamos a los gálatas (galos) y a sus perturbadoras
Objetivos:
1. Que el estudiante investigue y decida a quienes fue dirigida esta epístola
2. Que el estudiante aprenda cual es el mayor problema que San Pablo está tratando de resolver.
3. Que el estudiante aprenda quien o quienes fueron los causantes del problema.
4. Que el estudiante aprenda a llegar a una decisión propia después de su propia investigación
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Estudiar la lección.
3. Responder a las preguntas.
4. Volver a leer a Gálatas.
¿Qué nos dicen los siguientes pasajes de los lectores y su relación con Pablo?
Reina-Valera, 1:1-2
1:1 Pablo, apóstol (no por disposición de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios
Padre que lo resucitó de los muertos), 2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias
de Galacia.
1:1 Yo, Pablo, soy un apóstol, no enviado ni nombrado por los hombres, sino por Jesucristo
mismo y por Dios Padre, que lo resucitó. 2 Yo, junto con todos los hermanos que están conmigo,
escribo esta carta a las iglesias de la provincia de Galacia.
Reina-Valera, 4:8-20
4:8 Ciertamente en otro tiempo, cuando no conocías a Dios, servíais a los que por naturaleza no
son dioses; 9 pero ahora, ya que conocéis a Dios o, más bien, que sois conocidos por Dios,
¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis
volver a esclavizar? 10 Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. 11 Temo que mi
trabajo en vuestro medio haya sido en vano. 12 Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo,
porque yo también me hice como vosotros. Ninguna ofensa me habéis hecho, 13 pues vosotros
sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; 14 y no
me despreciasteis ni rechazasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo. Al contrario, me
10
4:8 Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de dioses que en realidad no lo son.
9 Pero, ahora que conocen a Dios, o mejor dicho, que Dios los conoce a ustedes, ¿cómo es
posible que vuelvan a someterse a esos débiles y pobres poderes, y a hacerse sus esclavos? 10
Ustedes celebran ciertos días, meses, fechas y años 11 ¡Mucho me temo que mi trabajo entre
ustedes no haya servido de nada! 12 Hermanos, les ruego que se vuelvan como yo, porque no me
he vuelto como ustedes. No es que me hayan causado ustedes ningún daño. 13 Como ya saben,
cuando primero les prediqué el mensaje de salvación lo hice debido a una enfermedad que sufría.
14 y esa enfermedad fue una prueba para ustedes, que no me despreciaron ni me rechazaron a
causa de ella, sino que, al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, ¡como si se tratara
de Jesucristo mismo! 15 ¿Qué pasó con aquella alegría que sentían? Puedo decir en favor de
ustedes que, de haberles sido posible, hasta se habrían sacado los ojos para dármelos a mí. 16 Y
ahora, ¿acaso me vuelto enemigo de ustedes, solamente porque les he dicho la verdad?
17 Esa gente tiene mucho interés en ustedes, pero no son buenas sus intenciones. Lo que quieren
es apartarlos de nosotros, para que luego ustedes se interesen por ellos. 18 Claro que es bueno
interesarse por los demás, pero con buenas intenciones, y que sea siempre, y no solamente
cuando estoy entre ustedes.
Comentarios:
En primer lugar notamos que Pablo con el respaldo de los hermanos escribió a las iglesias en
Galacia. Esta carta va dirigida a un número de iglesias. No se menciona el número exacto ni en
que pueblos y ciudades estaban, si éstas estaban en el norte o en el sur de Galacia, o en ambas
regiones de Galacia.
Galacia queda en Asia Menor, hoy día es Turquía oriental. Como adjetivo, gálatas, denota que
provinieron de los galos, que eran celtas. Los celtas se extendieron por toda Europa durante
siglos, llegando a su cúspide civilizadora entre los 600 a 400 años antes de Cristo. Los celtas
tuvieron sus propias divinidades y creencias religiosas. Llegaron a Turquía, a través de Grecia
alrededor de 250 a.C.
Al ser recibido bien por ellos cuando Pablo estaba muy enfermo, Pablo se enteró que eran
idólatras. Durante su estadía Pablo predicó el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. El Espíritu
Santo los trajo a la fe en Cristo Jesús, dándoles mucho gozo, fruto del perdón de sus pecados por
la fe en Jesucristo.
Por lo tanto, Pablo en 4:8 dice: “ustedes sirvieron como esclavos a los que por naturaleza no son
dioses”, y en 4:13: ¿Cómo es que están regresando a los elementos débiles e inútiles, queriendo
11
otra vez servirles como esclavos, observando días, meses, estaciones, y años? Ahora, Pablo
estaba sufriendo, como sufre una madre, cuando hijos escogen el peor de los caminos.
Otro factor que apoya que los lectores eran Gentiles, está es la frase en 4:14: “Aunque mi
condición física fue una prueba para ustedes no me despreciaron ni desdeñaron”. Algunos
comentaristas ven en esta expresión una superstición o creencia no judía, que las enfermedades
provienen de un demonio, o de un espíritu maligno. A pesar de la seria enfermedad de Pablo, los
gálatas recibieron a Pablo como a un ángel, hasta como a Jesucristo mismo.
Antes de llegar los celtas esa región fue controlada por diferentes grupos Gentiles. Entre ellos,
los hititas, asirios, babilonios, persas, y griegos. Cada uno de esos pueblos tenía su propia
creencia, sus propios dioses. Los romanos en 250 a.C., vencieron a los celtas e hicieron
convenios con ellos. Los romanos también impusieron sus divinidades y creencias. Recordemos
que el vencedor de turno, impone a sus dioses como prueba de poder superior y su derecho de
control.
1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren alterar el evangelio de
Cristo. 8 Pero, si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os
hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien
os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema
1:7 En realidad no es que haya otro mensaje de salvación. Lo que pasa es que hay algunos que
los perturban a ustedes, y que quieren trastornar el mensaje de salvación de Cristo. 8 Pero, si
alguien les anuncia un mensaje de salvación distinto del que ya les hemos anunciado, caiga bajo
maldición, no importa si se trata de mismo o de un ángel venido del cielo. 9 Lo he dicho antes y
ahora lo repito: Si alguien les anuncia un mensaje de salvación diferente del que ya recibieron,
caiga bajo maldición.
Reina-Valera, 2:4-5
2:4 a pesar de los falsos hermanos que se habían introducido entre nosotros a escondidas, para
espiar nuestra libertad, la que tenemos en Cristo Jesús, , para reducirnos a esclavitud. 5 A los
tales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera
con vosotros.
2:4 Algunos falsos hermanos se habían metido entre nosotros a escondidas, para espiar la
libertad que tenemos en Cristo Jesús y hacernos otra vez esclavos de la ley. 5 Pero, ni por un
momento nos dejamos llevar por ellos, porque queríamos que la verdad del mensaje de salvación
permaneciera en ustedes.
12
Reina-Valera, 4:17
4:17 Se interesan por vosotros, pero no para vuestro bien, sino que quieren apartaros de nosotros
para que vosotros os intereséis por ellos.
4:17 Esa gente tiene mucho interés en ustedes, pero no son buenas sus intenciones. Lo que
quieren es apartarlos de nosotros, para que luego ustedes se interesen por ellos.
Reina-Valera, 5:7-12, 15
5:7 Vosotros corríais bien. ¿Quién os estorbó para no obedecer a la verdad? 8 Esa persuasión no
procede de aquel que os llama. 9 “Un poco de levadura fermenta toda la masa”. 10 Yo confío
respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; pero el que os perturba llevará
la sentencia, quienquiera que sea. 11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predicara la circuncisión,
¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se habría quitado el escándalo de la cruz. 12
¡Ojalá se mutilaran lo que os perturban! 15 Pero, si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad
que también no os destruyáis unos a otros.
5:7 Ustedes iban bien. ¿Quién hizo que dejaran de obedecer a la verdad? 8 No fue cosa de Dios,
que los ha llamado. 9 Se dice que “un poco de levadura hace que fermente toda la masa”. 10 y yo
tengo confianza en el Señor de que ustedes no van a pensar de otro modo, pero Dios castigará a
ese que los anda perturbando, no importa quien sea. 11 En cuanto a mí, hermanos, si todavía
estuviera yo insistiendo en que los creyentes se circunciden, los judíos no me perseguirían, ya
que en ese caso el mensaje de la cruz de Cristo no los ofendería. 12 Pero, esos que los andan
perturbando a ustedes, ¡ojalá se castraran a sí mismos de una vez! 15 Tengan cuidado, porque si
ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos.
Reina-Valera, 6:12-13
6:12 Todos los que quieren agradar a la carne, esos os obligan a que os circuncidéis, solamente
para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo, 13 porque ni aun los mismos que se
circuncidan guardan la Ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra
carne.
6:12 Esos que quieren obligarlos a circuncidarse, lo hacen solamente para quedar bien con la
gente y no ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo. 13 Pero, ni siquiera los que se
circuncidan cumplen todo lo que la ley dice. En cambio quieren que ustedes circunciden, para así
ellos presumir de haberlos obligado a ustedes a llevar esa marca en el cuerpo.
13
Comentarios:
En ningún momento menciona San Pablo el nombre o los nombres de las personas que perturban
a los gálatas. En varios casos escribe de “ciertas personas” (ver 1:7; 2:6, 12; 4:17; 5:7, 10, 12;
6:12-13).
Pablo sigue la ética del tiempo en no dar libre propaganda al malhechor o a los malhechores para
no darles publicidad. Ignacio de Esmirna da su opinión sobre el porqué Pablo no menciona por
nombre a los oponentes: “Decidí no divulgar sus nombres, considerando que son incrédulos. Ni
quiero recordar sus nombres hasta que se arrepientan por el sufrimiento de Cristo, que es nuestra
resurrección”. Mussner concluye que: “el número de los oponentes es pequeño, y que sus
nombres son desconocidos o que no valen la pena mencionarse, precisamente lo que el método
retórico trata de fomentar”.
En 1:7, Pablo compara a los perturbadores a unos políticos quienes con su retórica buscan la
manera de confundir al auditorio, creando duda, esperando que los oyentes acepten su opinión.
En 4:17, Pablo lo(s) compara con un amante celoso, muy mal intencionado, quien busca con
artimañas apartar a la amada para seducirla.
Ambos términos ilustran lo que los perturbadores pretendían lograr. Pretendían apartar a los
gálatas de Jesucristo, separarlos del Evangelio, para que le dieran la espalda a Pablo. En 4:17, el
contexto es la amistad. Cícero dice que “la verdadera amistad incluye innumerables fines;
siempre está a tu lado sin importar dónde te volteas; ningún obstáculo excluye la amistad; nunca
es inoportuna y jamás estorba tu camino”. Por lo tanto, la exclusión, la separación, es algo
totalmente opuesto a la verdadera amistad. La separación es lo opuesto a una fructífera relación
entre el estudiante y el maestro. Cícero concluye que es lo opuesto al “compartimiento entre
amigos”.
Ellos presentaron la observancia de la ley y la práctica de la circuncisión como dos baluartes que
seguramente darían a los gálatas la total certeza, la garantía de su salvación. A la vez trataron de
probar que Pablo no era apóstol, precisamente por no exigir la circuncisión.
Por supuesto que ellos no advirtieron a los gálatas que al separarse de Cristo caerían en una
nueva esclavitud. Habiendo dejado a Cristo, al aceptar el rito de la circuncisión, ellos tendrían
que cumplir perfectamente toda la ley (ver 3:10) o ser malditos.
Por supuesto, tampoco les dijeron que después de la victoria de Cristo con su vida, muerte, y
resurrección, ya no eran imprescindibles la circuncisión y el cumplimiento de la ley ceremonial.
Se puede practicar la circuncisión, pero jamás se le debe exigir a alguien como práctica necesaria
para la salvación, lo importante es el estar en Cristo, el tener fe y servir con amor (5:6 y 6:15).
En varios pasajes (1:7; 4:17 y 5:12), Pablo usa el plural al hablar de los perturbadores, mientras
que en 5:7 y en 5:12 Pablo habla en singular. Esto no es un problema serio, pues cada plural está
14
formado por más de una persona. Un poco de levadura leuda toda la masa. Alguien comienza
con la perversión, luego le sigue un segundo, luego hay cuatro. Es asombroso como se multiplica
la duda, el mal, la perversión. ¿Quién es el número uno, el primero que comienza toda
perversión? En 5:7 hallaremos una respuesta.
En 5:7, hay una ilustración como que los gálatas estaban corriendo en un estadio. Pablo les dice
que estaban corriendo bien. Pablo luego les pregunta: ¿Quién los hizo tropezar (en la carrera)
para dejar de obedecer a la verdad? En 1 Tesalonicenses 2:18, Pablo usa la misma palabra
impedir que usó en 5:7 = impedir, estorbar, hacer tropezar. Él dice: “Intentamos ir, por lo menos
yo, Pablo, quise hacerlo varias veces, pero Satanás nos lo impidió”. Pablo indica que Satanás se
interpuso, impidiéndole ir.
Es más que probable que en 5:7, Pablo también tenía en mente en que era Satanás el que los
hacía tropezar para que dejaran la verdad. Es que está en juego nada menos que la “verdad del
Evangelio” (ver 2:5, 14). Cuando uno tiene la “verdad del Evangelio”, sólo un tonto la deja así
no más. A Satanás le place cuando alguien deja la verdad del Evangelio, y acepta su mentira.
Pero, Pablo quiere enfatizar que uno debe estar dispuesto de morir para retener y defender la
verdad del Evangelio. Es señal de torpeza cuando uno no obedece la verdad que uno conoce,
porque “no podemos hacer nada contra la verdad, sino sólo trabajar a favor de la verdad” (ver 2
Corintios 13:8).
En 5:12, Pablo agrega sarcasmo, hasta usa una expresión salada. Ya que los agitadores insisten
que hay tanto mérito en cortarse el prepucio en la circuncisión, entonces dice Pablo ¿por qué no
se castran ellos mismos? En otra versión se traduce como: “Referente a los agitadores, ¿por qué
no siguen todo el trayecto y se castran”?
En 5:15, ¿cómo describe Pablo aquí a los perturbadores? Pues describe a humanos como
animales salvajes que se muerden, despedazan y aniquilan, en contraste con el amor que Dios
produce (5:14) y que cada creyente con gusto practica con el prójimo. Tan profundos son los
sentimientos producidos por el amor, pero igualmente profundos son los sentimientos producidos
por el odio. Es bien conocido que entre los que mejor se conocen, hasta entre hermanos, suscitan
los peores pleitos que se convierten en sangrientas masacres.
En 6:12-13, Pablo describe a los perturbadores como “los que desean presentarse con la bella
figura”. Son los que aparentan, los que sugieren que otros lo hagan, pero ellos no lo hacen. Lo
que estos anónimos desean más que todo, es que los gálatas acepten la circuncisión. El resultado
en el v. 12 es, para “que ellos no sean perseguidos debido a la cruz de Cristo” y en el v. 13, para
“poder gloriarse en la carne de ellos”.
3. Se radicaron:
a. en una isla del Mediterráneo;
b. en Asia Menor (Turquía);
c. en Siria.
8. Aunque no sabemos el nombre del perturbador, o los perturbadores ¿quién pudo haber sido?
a. César;
b. el diablo;
c. el anticristo
12. Antes de seguir con la siguiente lección, vuelve a leer a Gálatas buscando especialmente las
referencias biográficas de San Pablo. Recuerda que en Gálatas, Pablo habla mucho de sí mismo.
16
In Nomine Jesu
Lección 3
Gálatas 1:1-24
“Prestadme atención, yo, Pablo, fui escogido por Dios…”
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda que aunque alguien está alejado, actuando contrario a la voluntad de
Dios, Dios desea que cada persona cambie su vida y le sirva en gratitud.
2. Que el estudiante aprenda que Pablo no inició el cambio en su vida para servir a Jesucristo.
3. Que el estudiante aprenda el camino de Dios que lleva a la conversión.
Actividades:
1. Lea y anote cambios en las versiones: Reina-Velera y Dios Habla Hoy.
2. Lea comentarios de Betz presentado en esta lección.
3. Compare con lo que dice Lutero en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero, las pp.
93-101.
4. Responda preguntas.
1:1 Pablo, apóstol (no por disposición de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios
Padre que lo resucitó de los muertos), 2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias
de Galacia: 3 Gracia y paz sean a vosotros, de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4 el cual
se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la
voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
6 Estoy asombrado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente. 7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y
quieren alterar el evangelio de Cristo. 8 Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho,
también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea
anatema. 10 ¿Acaso busco ahora la aprobación de los hombres o de Dios? Si todavía agradara a
los hombres, no sería siervo de Cristo. 11 Pero os hago saber, hermanos, que el evangelio
anunciado por mí no es invención humana, 12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre
alguno, sino por revelación de Jesucristo.
13 Ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía
sobremanera a la iglesia de Dios y la asolaba. En el judaísmo aventajaba a muchos de mis
contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. 15
Pero, cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su
gracia, 16 revelar a su Hijo en mí, para que yo lo predicara entre los gentiles, no me apresuré a
consultar con carne y sangre. 17 Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles
antes que yo; sino que fui a Arabia y volví de nuevo a Damasco.
17
18 Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro y permanecí con él quince días;
19 pero ni vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 20 En esto que
os escribo, os aseguro os aseguro delante de Dios que no miento.
21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, 22 pero no me conocían personalmente las
iglesias de Judea que están en Cristo, 23 pues solo habían oído decir: “Aquel que en otro tiempo
nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo combatía”. 24 Y glorificaban a Dios a
causa de mí.
1:1 Yo, Pablo, soy un apóstol, no enviado ni nombrado por los hombres, sino por Jesucristo
mismo y por Dios Padre, que lo resucitó. 2 Yo, junto con todo los hermanos que están conmigo,
escribo esta carta a las iglesias de la provincia de Galacia. 3 Que Dios nuestro Padre y el Señor
Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes. 4 Jesucristo se entregó a la muerte por
nuestros pecados, para librarnos del presente mundo perverso, según la voluntad de nuestro Dios
y Padre. 5 ¡Gloria a Dios para siempre? Así sea.
6 Estoy muy sorprendido de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó por
el amor de Cristo, y se hayan pasado a un mensaje diferente de salvación. 7 En realidad no es
que haya otro mensaje de salvación. Lo que pasa es que hay algunos que los perturban a ustedes,
y que quieren trastornar el mensaje de salvación de Cristo. 8 Pero si alguien les anunciar un
mensaje de salvación diferente del que ya recibieron, caiga bajo maldición.
10 Yo no busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. ¡Si yo quisiera quedar
bien con los hombres, ya no sería un siervo de Cristo!
11 Sepan ustedes esto, hermanos, el mensaje de salvación que yo anuncio no es una idea
humana. 12 No o recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino que Jesucristo mismo me lo hizo
conocer.
13 Ustedes habrán oído decir que en otros tiempos, cuando yo pertenecía al judaísmo, perseguí
con violencia a la iglesia de Dios y procuré destruirla. En el judaísmo, yo estaba más adelantado
que muchos de mis paisanos de mí misma edad, porque era mucho más estricto en conservar las
tradiciones de mis antepasados. 15 Pero, Dios me escogió antes que yo naciera, y por su mucho
amor me llamó. Cuando él quiso, 16 me hico conocer a su Hijo, para que anunciara su mensaje
de salvación entre los no judíos. Y no fui entonces a consultar con nadie: 17 ni fui tampoco a
Jerusalén a ver a los que eran apóstoles antes que yo. Por el contrario, me dirigí sin tardar a la
región de Arabia, y luego volví a Damasco.
18 Tres años después fui a Jerusalén para conocer a Pedro, con quien estuve quince días. 19
Pero, no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Santiago, el hermano del Señor. 20 Les aseguro
delante de Dios lo que les estoy escribiendo es la verdad.
21 Después me dirigí a las regiones de Siria y Cilicia. 22 En cambio, los hermanos de las iglesias
de Cristo que están en Judea no me conocían personalmente. 23 Solamente oían decir: “El que
antes nos perseguía, anda ahora predicando el mensaje de la fe que en otro tiempo quería
destruir”. 23 Y alabaran a Dios por causa mía.
18
Comentarios:
Al principio encontramos al nombre Pablo, que envía la carta. Solo da su nombre romano. De
Hechos sabemos que su nombre judío era Saulo. Sigue con apóstol nombrado por Jesucristo y
por Dios Padre que lo resucitó. De diversas maneras insiste que su apostolado no proviene de
seres humanos.
Pablo menciona que sus compañeros en la obra concuerdan con su carta enviada a las iglesias de
Galacia. No dice cuántas ni en que ciudades o pueblos en Galacia se hallan. Pero, todas esas
iglesias sufrieron la misma tentación de dejar el evangelio.
El saludo en el v. 3 es más bien una oración, ligado a la frase que Dios Padre resucitó a Jesús,
quien se dio a si mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo. Quizás
tenemos aquí la más vieja cristología del Nuevo Testamento. Diferente a obras prescripciones
paulinas, Pablo aquí concluye su introducción con una doxología.
En el v. 6, Pablo expresa el propósito de escribir esta carta a los gálatas presentando la causa en
manera irónica y polémica. Es un estratagema de indignación y un ataque a lo que los oponentes
han hecho y siguen haciendo. Con esta carta Pablo espera poder influirles a cambiar su decisión.
En el juicio de Pablo los gálatas se estaban apartando de la gracia de Dios, al seguir “el evangelio
de la circuncisión”. Les dice que los oponentes no están ofreciendo ningún evangelio, sino leyes
que llevan a la condenación.
Al usar Pablo tanto “maldición” en 1:8 y 9, como también “bendición” en 6:18, se considera a
Gálatas una carta mágica. Al repetir la maldición dos veces revela la severidad del problema. Al
leerse esta carta producirá automáticamente el “juicio”. El lector, irá libre, o tendrán que regresar
a la “prisión” guardada por el “presente siglo malo”, el v. 1:4. Por lo tanto, nunca uno debe
olvidar la intención de Dios al leer la bendición al final, el v. 6:18, “Hermanos, la gracia de
nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén”.
En el v. 1:10, Pablo hace un esfuerzo de persuadirlos como siervo de Cristo diciendo la verdad,
sin tratar de agradar a la gente. Ser lisonjero en cualquier momento es despreciable.
Pablo enfatiza que el Evangelio es más que un mensaje humano debido a su origen. Jesucristo
mismo le reveló el evangelio (1:13). Pablo sigue en 1:13 al 1:16, describiendo su vida rebelde al
evangelio.
Antes de su conversión Pablo confió en su circuncisión y por ser fariseo no solo conoció la Ley
sino pensó haberla cumplido para lograr su salvación.
Por lo tanto, Saulo, Pablo, recibió una orden y se dirigió a Damasco con sus partidarios para
apresar y condenar a más cristianos. En el camino, Jesús, cerró los ojos de Saulo con ceguera,
pero le abrió los ojos espirituales, 1:15-16, revelándole su eterno plan de liberación. Este plan no
consiste en lo que uno es, (judío), ni por lo que uno tiene (la circuncisión, la Ley), tampoco por
lo que uno hace, (circuncidarse, cumplir la Ley ceremonial). La liberación solo viene al creer en
Dios por lo que Dios es, Él es amor; por lo que Dios hace, El promete, cumple, El libera
mediante la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, su Hijo, El une a cada creyente consigo
mismo por el Bautismo 3:26. El creyente, unido a Dios por la fe, llega a ser como Dios es, y hace
lo que Dios hace, y por el Espíritu Santo a diario clama: ABBA, Padre”, 4:6.
Pablo nunca olvidó su rebeldía contra Dios. Por lo tanto, cuando Dios lo escogió para predicar el
evangelio entre los no judíos era para él el más grande privilegio y honor. No consultó con seres
humanos, no subió a Jerusalén. Más bien fue a Arabia y regresó a Damasco en Siria.
Después de tres años sí fue a Jerusalén para hablar con Pedro y Santiago, hermano del Señor.
Pero insiste que Pablo y los demás nada añadieron al mensaje de salvación que el Señor
Jesucristo le reveló y pidió predicar.
Los vv. 21-14. Después fue a Siria y Cilicia, porque en Judea no conocían personalmente a
Pablo. Sólo habían oído decir: “Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que
en otro tiempo combatía”. ¡Qué asombro que alegría en el poder de Dios de convertir a un
rebelde destructor en un obediente servidor de Cristo, defensor de la fe y constructor de la Iglesia
de Jesucristo.
San Pablo usa ekklesía en singular, también ekklesíis, en plural, teniendo el mismo significado.
La ekklesía está en un lugar y en varios lugares: Galacia 1:2. De 1 Corintios 1:2 y de 2 Corintios
1:1, hay un fuerte apoyo para insistir que la Iglesia no es una gran comunidad debido a la
acumulación de pequeñas comunidades, pero que está presente en su totalidad en cada grupo de
creyentes, no importa cuán pequeña que sea.
Prácticamente el único atributo que Pablo usa para explicar la ekklesía es el genético, “de Dios”
= tú zeú (Gálatas 1:13), o de Cristo = tú Jristú (Gálatas 1:22). Esto revela y enfatiza que la
Iglesia no pertenece a seres humanos, sino es de Dios, de Cristo.
La comunidad de Dios del Nuevo Pacto, llegó a existir sólo después de la resurrección de
Jesucristo. Esta comunidad no proviene de la comisión y del entusiasmo de personas, pero sólo
del Señor resucitado.
20
Pablo tuvo muchos dones espirituales, sabiendo él que podía hablar en lenguas, tener visiones y
éxtasis, 2 Corintios 12. Pero, la fuente de su apostolado como servidor a la ekklesía tú zeú = la
Iglesia de Dios, no provenía de esos dones. La visión en el camino a Damasco es dónde el Señor
Jesús le llamó y le pidió seguirle aunque era perseguidor, ese llamado lo colocó a la par de los
apóstoles, testigos originales de la resurrección.
Desde ese momento Pablo tuvo el mismo concepto de la Iglesia que tuvieron los primeros
cristianos de Jerusalén. Por lo tanto, Pablo reconoció que la comunidad de Jerusalén y sus
dirigentes tenían poderes y privilegios especiales. No se puede exagerar la importancia que tuvo
la colección de ayuda material que Pablo hizo para los pobres en Jerusalén. No era tanto para
“los pobres” como lo era también “para la iglesia en Jerusalén”. Pablo reconoció y actuó por una
obligación.
No era sólo un acto de caridad, aunque era parte del asunto. Aún menos se le puede llamar un
acto de diplomacia de parte de Pablo. Mostró más bien una expresión de deber que Pablo sentía,
indicando respeto a las personas que constituyeron la Iglesia de Dios en Cristo. Este respeto no
se basaba en asuntos personales, como se ve en el hecho de que Pablo no se inhibe de criticar a
“aquellos que fueron considerados pilares”, y posteriormente en acusar a Pedro de hipocresía,
cuando éste vacila en asociarse con gentiles, vea a Gálatas capítulo 2. Pedro, entrelazado en el
pecado de doblez, permanece para Pablo la figura sobresaliente de la comunidad de los fieles. No
es tanto el individuo que está en juego, pero, sí lo es la comunidad, la Iglesia, la comunidad de
Dios en Cristo.
Pablo estaba de acuerdo con los que permanecieron fieles a Jesucristo y a su doctrina. Pero, tuvo
que cuidarse especialmente en este punto, que la verdadera esencia de la ekklesía tú zeú=la
Iglesia de Dios estaba en su fundamento=Jesucristo y en su continuidad en el Mesías Jesús. Que
el Señor de la Iglesia es únicamente Cristo, y no ciertas personas de arrogancia teocrática,
aunque éstos tuvieran en un grado excepcional el don de la revelación. Es muy posible que Pablo
tenía a dichas personas en mente cuando el añadió a ekklesía=iglesia “en Cristo Jesús” o “de
Cristo”, y cuando dijo “la roca, petra, era Cristo (1 Corintios 10:4).
1. En la p. 18, Lutero dice que él respeta al pontífice romano y a sus decretos. Sin embargo, ¿qué
límites le pone Lutero?
2. Al pie de la p. 18, Lutero dice que: “San Agustín enseña que no se debe creer a nadie por más
que sea menos que pueda probar su enseñanza con…” (complete la frase).
4. Mencione y comente:
a. Sobre las cuatro clases de apóstoles que San Jerónimo menciona en las pp. 30 y 31.
b. En la p. 64, Lutero vuelve a comentar sobre San Jerónimo. Explica cómo Lutero busca
aclarar una posible contradicción entre Lucas y Pablo.
5. Pablo dice que escribe a las iglesias en Galacia, “con todos los hermanos que están conmigo”.
¿Qué significados ve Lutero en esa expresión?
7. En las pp. 37-41, explica los énfasis que Lutero hace de:
a. “el cual se dio”
b. “nuestros”
c. “certeza”
d. “para librarnos”
e. “conforme a su voluntad”.
8. En la p. 51,
a. describe minuciosamente como Lutero enseña de la Ley y el Evangelio;
b. en la p. 57 muestra como Lutero hace aplicación de la Ley y el Evangelio.
9. En la p. 67, Lutero concluye con: ¡Oh que también la iglesia de hoy día!
a. ¿Qué esperaba Lutero en aquel entonces?
b. ¿Qué peligros legalistas acechan hoy día a nuestras iglesias?
12. Favor de leer nuevamente a Gálatas, antes de proceder a la siguiente lección. Trata de
averiguar cuál es el problema que ha surgido, y si es algo único, limitado a Galacia.
22
In Nomine Jesu
Lección 4
Gálatas 2:1-14
“Prestadme atención, esto es asunto de vida y muerte…”
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda cómo surgió el conflicto en las iglesias de Galacia.
2. Que el estudiante aprenda que este conflicto comenzó en Jerusalén, surgió también en
Antioquía, y ahora brotó en Galacia.
3. Que el estudiante aprenda que ese conflicto puede existir y/o surgir hoy día en su propia vida,
familia, congregación y sínodo.
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer el comentario presentado en esta lección.
3. Ver lo que dice Lutero en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero, las pp. 93-101.
4. Responder a las preguntas.
Reina-Valera, 2:1-14
2:1 Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también
conmigo a Tito. 2 Subí debido a una revelación y, para no correr o haber corrido en vano, expuse
en privado a los que tenían cierta reputación, el evangelio que predico entre los gentiles. 3 Pero
ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse,
4 a pesar de los falsos hermanos que se habían introducido entre nosotros a escondidas, para
espiar nuestra libertad, la que tenemos en Cristo Jesús, , para reducirnos a esclavitud. 5 A los
tales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera
con vosotros.
6 Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me
importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me
comunicaron. 7 Antes al contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de
la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8 (pues el que actuó en Pedro para el
apostolado de la circuncisión actuó también en mí para con los gentiles),
9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados
como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que
nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión. 10 Solamente nos pidieron que
nos acordáramos de los pobres; lo cual también me apresuré a cumplir con diligencia.
11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, lo reprendí cara a cara, porque era de condenar, 12 pues
antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que llegaron,
se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13 Y en su simulación
participaban también los otros judíos, de tal manera que aún Bernabé fue también arrastrado por
23
la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del
evangelio, dije a Pedro delante de todos; “Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como
judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?”
2:1 Catorce años después fui otra vez a Jerusalén con Bernabé, y llevé a Tito conmigo. 2 Fui
porque Dios me había mostrado que tenía que ir. Y ya en Jerusalén, en una reunión que tuve en
privado con los que eran reconocidos como dirigentes, les expliqué el mensaje de salvación que
predico entre los no judíos. Hice esto porque no quería que lo que había hecho y estaba haciendo
fuera trabajo perdido. 3 Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y que era griego, fue obligado
a someterse al rito de la circuncisión.
4 Algunos falsos hermanos se habían metido entre nosotros a escondidas, para espiar la libertad
que tenemos en Cristo Jesús y hacernos otra vez esclavos de la ley. 5 Pero ni por un momento
nos dejamos llevar por ellos, porque queríamos que la verdad del mensaje de salvación
permaneciera en ustedes.
6 Pero no me dieron nuevas instrucciones los que eran reconocidos como dirigentes (aunque a mí
no me interesa lo que hayan sido ellos, porque Dios no juzga por las apariencias). 7 Lejos de
darme nuevas instrucciones, reconocieron que Dios me había encargado el trabajo de predicar el
mensaje de salvación a los no judíos, así como a Pedro le había encargado el trabajo de
predicarlo a los judíos. 8 Pues el mismo Dios que envió a Pedro como apóstol a los judíos, me
envió también a mí como apóstol a los no judíos.
9 Por eso, Santiago, Pedro y Juan, que eran tenidos por columnas de la iglesia, reconocieron que
Dios me había concedido este privilegio. Para confirmar que nos aceptaban como compañeros,
nos dieron la mano a mí y a Bernabé, y estuvieron de acuerdo en que nosotros fuéramos a
trabajar entre los no judíos. 10 Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, cosa
que he procurado hacer con todo cuidado.
11 Pero cuando Pedro fue a la ciudad de Antioquía, le reprendí en su propia cara, porque lo que
estaba haciendo era condenable. 12 Pues primero comía con los no judíos, hasta que llegaron
algunas personas de parte de Santiago; entonces comenzó a separarse, y dejó de comer con ellos,
porque tenía miedo de los fanáticos de la circuncisión. 13 Y los otros creyentes judíos
consintieron también con Pedro en su hipocresía, tanto que hasta Bernabé se dejó llevar por
ellos. 14 Por eso, cuando vi que no se portaban conforme a la verdad que el mensaje de salvación
enseña, le dije a Pedro delante de toda la congregación: “Tú, que eres judíos, has estado viviendo
como si no lo fueras; ¿por qué, pues, quieres obligar a los no judíos a vivir como sí lo fueran?”
En 2:1-14, San Pablo muestra con claros ejemplos que en Galacia estaba pasando lo mismo que
había pasado en Jerusalén y en Antioquía. En esos tres lugares se levantaron personas que
insistieron, que para la salvación, además de los méritos de Cristo mediante su muerte y
resurrección, eran necesarias la circuncisión y el cumplir otras reglas ceremoniales judías.
San Pablo escribió a las iglesias de Galacia de sus experiencias con los legalistas en las iglesias
arriba mencionadas. No nos debe extrañar por lo tanto, si en nuestro círculo o congregación
pasara algo similar, que cierto grupo insista que un comportamiento particular es prueba de ser
24
Es verdad que Lucas, en Hechos 11:30, no dice nada de una reunión privada con los dirigentes
de Jerusalén, como Pablo lo presenta en Gálatas 2:1-10.
Pero, hay que mencionar dos cosas: Primero, es necesario averiguar la fecha del primer viaje
misionero de Pablo, antes de llegar a conclusiones.
Segundo, hay que notar que en otros momentos la presentación de Lucas en Hechos es escueta, o
que no menciona ciertos detalles. Recuerden que Lucas recibió mucha información de segunda
mano. Por lo tanto, el silencio de Lucas en Hechos 11:30, no significa que no hubo discusión
privada entre Bernabé, Pablo y Tito y los dirigentes de Jerusalén, así como Pablo lo describe en
Gálatas 2:1-10. Por lo tanto, lo que Pablo dice en 2:1-10, sí pudo haber transcurrido en esa
segunda visita al entregar Bernabé y Pablo la ofrenda a los pobres de Judea.
¿El resultado?
a. Tito no fue obligado a circuncidarse, aún cuando falsos hermanos se metieron para espiar
su libertad;
b. ninguna cosa nueva les comunicaron los dirigentes;
c. por el contrario, reconociendo la gracia que les había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan
dieron la mano de compañerismo a Pablo y Bernabé para que fuesen a los gentiles y ellos
a los de la circuncisión; y
d. pidieron que se acordaran de los pobres.
25
Veamos donde Gálatas 2:1-10 y Hechos 15 difieren, si es que ambos describen al Concilio en
Jerusalén.
El Concilio fue celebrado en Jerusalén, pero hay datos confusos. No es fácil determinar todos los
hechos al tratar uno de combinar el relato de Pablo en Gálatas 2:1-10 con el de Lucas en Hechos
15:1-21, si ambos se refirieron al Concilio en Jerusalén.
Hay otras diferencias entre Gálatas y Hechos 6. En Gálatas 2:11 a 14, Pedro practicó hipocresía,
apartándose y no comiendo con gentiles por miedo de ofender a los que habían llegado de
Jerusalén de parte de Jacobo. Pero, en Hechos 15:12-21, vemos que Jacobo habló después de la
presentación de Bernabé y Pablo elogiando a Simón por su apertura y buena obra con el gentil
Cornelio y su familia. Después de citar a Amós 15:16-18 y a Isaías 45:21, Jacobo concluye: “Por
lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios”. Pero, ¿qué y cuándo
cambió el pensar tanto de Jacobo y de Pedro?
Sugiero, que consideremos la fecha de la redacción de Gálatas. Concuerdo con los comentaristas
que dicen que Gálatas fue escrita temprano, después del primer viaje, 47 o 48 d.C. La supuesta
confusión de los que insisten que Pablo en Gálatas 2:1-10 describe al Concilio deben
reconsiderar su posición. ¿Cómo puede Pablo en Gálatas escribir del Concilio en Jerusalén,
cuando este se celebró años después, ya sea entre los años 49 o 50 d.C., y antes de la experiencia
de Pedro con Cornelio?
También sugiero que ambos, tanto Jacobo como Pedro, fueron guiados por el Espíritu Santo
aprender de las experiencias de Pablo al leer ellos la carta a los Gálatas. Ambos compartieron ese
nuevo entendimiento del camino de salvación en el Concilio de Jerusalén.
26
En cualquier caso, lo más importante es que Dios concedió a Pablo grandes victorias para el bien
de la Iglesia, antes y durante el Concilio. Tanto los dirigentes de Jerusalén como todos los
presentes en el Concilio dejaron de obligar a cristianos gentiles ser circuncidados, aceptándolos
como hermanos en la fe en Cristo. Los judíos cristianos, que no cambiaron de opinión acerca de
la Ley de Moisés, la circuncisión y otras prácticas ceremoniales, perdieron fuerza y fueron
relegados al olvido. Sus críticas no influyeron como antes a la creciente iglesia. El número de
cristianos gentiles aumentó cada día, glorificando y sirviendo a Dios.
1. Hemos aprendido mucho de la vida de Pablo leyendo en Gálatas del 1:11 hasta el 2:21. Favor
de leer nuevamente esa porción.
a. Apunte los detalles que sobresalen.
b. Favor de leer ahora Filipenses capítulo 3 y tome nota de los puntos sobresalientes.
c. Favor de apuntar los énfasis de cada imperativo, por ejemplo, en el v. 1, “alégrense”.
v. 2
v. 17
2. Después de leer en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero, las pp. 71-93, mencione las
cuatro razones que indujeron a Pablo subir a Jerusalén.
3. En las pp. 73 a 77 del comentario sobre 2:3-5, ¿qué tres asuntos desarrolla Lutero allí?
5. Ya que Pablo dice que no hay otro Evangelio, pero en 2:7 sí habla de dos evangelios y de dos
apostolados.
a. ¿Cómo explica Lutero esos dos evangelios y los dos apostolados?
b. ¿Qué comenta Lutero sobre la frase “y reconociendo la gracia que me había sido dada”?
6. ¿Qué dos advertencias nos da Lutero comenzando al pie de la p. 83, siguiéndolas en la p. 84?
7. En las pp. 85-90, Lutero comenta sobre el encuentro de Pablo y de Pedro en Antioquía. Lutero
cita a varios comentaristas antiguos que escribieron sobre este evento.
a. ¿Quiénes de ellos trataron de defender a Pedro, y a la vez acusar a Pablo?
b. ¿Quiénes entre los comentaristas reconocen que Pedro erró y mereció ser reprendido?
8. ¿Algún otro comentario de lo que has leído en Lutero que deseas añadir?
10. Antes de seguir con la siguiente lección, favor de leer nuevamente a Gálatas. Apunta las citas
que enfatizan que somos salvos por la fe, sin las obras de la ley.
27
In Nomine Jesu
Lección 5
Gálatas 2:15-21
Siendo justificados solo por la fe, vivamos en fe para Cristo
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda que la enseñanza de la justificación por la gracia de Dios, recibido
por la fe en Cristo-Mesías, es parte integral de toda enseñanza Bíblica comenzando en
Génesis.
2. Que el estudiante aprenda la manera en que Pablo describe el vivir en Cristo, pues es sinónimo
de vivir por la fe en Cristo.
3. Que el estudiante aprenda las siete tesis que Pablo desarrollará en los capítulos 3 y 4. En los
versículos 2:19 a 21, Pablo comienza a armar esas siete tesis.
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer comentarios de Betz sobre el texto para esta lección.
3. Compararlo con lo que dice Lutero en las Obras de Martín Lutero, las pp. 93-121.
4. Responder a las preguntas.
Reina-Valera: 2:15-21
2:15 Nosotros, judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles, 16 sabiendo que el
hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en Jesucristo, nosotros también
hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la Ley,
por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado.
17 Ahora bien, si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros resultamos ser pecadores,
¿es por eso Cristo ministro de pecado? ¡De ninguna manera! 18 Porque si las cosas que destruí,
las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19 Yo por la Ley morí para la Ley, a fin de
vivir para Dios. 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó
a sí mismo por mí. 21 No deshecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia,
entonces en vano murió Cristo.
2:15 Nosotros somos judíos de nacimiento, y no pecadores paganos. 16 Sin embargo, sabemos
que nadie queda libre de culpa por hacer lo que manda la ley de Moisés, sino únicamente por
creer en Jesucristo. Por esto también nosotros hemos creído en Jesucristo, para ser librados de
culpa por medio de esta fe y no por hacer lo que manda la ley. Porque nadie queda libre de culpa
por hacer lo que manda la ley.
28
17 Ahora bien, si buscando ser librados de culpa por medio de Cristo, resulta que también
nosotros somos pecadores, ¿acaso esto querrá decir que Cristo nos hace pecadores? ¡Claro que
no! 18 Pues si destruyo algo y luego lo vuelvo a construir, yo mismo soy el culpable. 19 Porque
debido a la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado, 20
y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el
cuerpo, lo vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. 21 No
quiero rechazar la bondad de Dios; pues si uno pudiera quedar libre de culpa por obedecer a la
ley, Cristo hubiera muerto inútilmente.
NOTESE BIEN: En la Reina-Valera se usa la palabra, “ser justificado” y en Dios Habla Hoy se
traduce, “ser libre de culpa”. ¿Ayuda? o ¿confunde? ¿Cuál es mejor? ¿Por qué?
Anticipando a la siguiente lección, tomemos nota que los versículos 17 y 18, contienen los
puntos en que ellos están en desacuerdo. Aquí, especialmente, es donde Pablo usa el lenguaje de
los oponentes. Los versículos 19-20 contienen la exposición de cuatro tesis, que él elaborará
posteriormente. El versículo 21 concluye con una refutación, negando las cosas de lo que ellos le
están acusando.
2:15. En esta lección, Pablo comienza con una auto-definición de los Cristianos judíos=“nosotros
somos judíos por nacimiento”. Aquí, ser un judío está determinado por su nacimiento. Esto
separa a los judíos de los gentiles, quienes en términos judíos son llamados “pecadores de los
gentiles”. En este punto hallamos la primer abreviación doctrinal de Pablo: la expresión
“pecadores de los gentiles”. Presupone el concepto judío de pecaminosidad. En el Judaísmo, si
uno desea participar de la salvación, debe separarse de pecadores que provienen de la población
no-judía. Los judíos cometen pecado cuando transgreden la Torá, y sólo pueden obtener el
perdón por diversos medios cúlticos y por el sufrir vicario, eso es por la Torá. Gentiles, sólo por
ser gentiles, son “pecadores”, pues están fuera del pacto de la Torá y no hay salvación para ellos.
Aquí el concepto del pecado presentado por Pablo es el mismo que tuvieron los judíos. La razón
por la que él dice que los gentiles son pecadores es porque no poseen la Torá (Romanos 2:14) y
por este “defecto” no pueden obtener la justificación (Romanos 9:30, 31; 3:1s; 1 Corintios 6:1;
9:21; 12:2; 1 Tesalonicenses 1:9s; 4:5; Filipenses 3:6).
29
Hay dos consideraciones importantes que uno debe recordar cuando se llega a esta famosa
doctrina. Primero, en este contexto la doctrina de la justificación por la fe es parte de la teología
de los cristianos judíos. Se basa en la auto-definición de los cristianos judíos en el v. 15, “Judío
por nacimiento”. La segunda consideración es que se relaciona a la proposición entera desde el
comienzo de Gálatas, y a otras secciones de la carta: está compuesta por una gran porción de
“abreviaciones” doctrinales que son difíciles de traducir.
La primer palabra de 2:16 declara la razón de ser de un cristiano en distinción de ser un judío. El
cristiano se basa en una “convicción teológica”, nosotros sabemos, contrario al judío, quien no se
basa en el saber, sino en “su raza, por su nacimiento” el v. 15.
La justificación ante Dios se obtiene “sólo”, y ahora sigue otra abreviación, por la fe en Cristo
Jesús. Esta abreviación es muy antigua, y es fácilmente interpretada en términos pre-Paulinos,
judeocristianos. “La fe” no es “la base” de la justificación, como los judíos dicen de que son las
obras de la Torá, pues “merecen” la justificación escatológica. La justificación de la que Pablo
habla es una justificación regalada, “por la fe”. Esta “fe” tiene un contenido muy distintivo: es la
fe en/de Cristo Jesús. Esta extraña abreviación necesita resolución: es la fe que contiene a
Jesucristo, aún mejor: “El Cristo quien es Jesús”. Creyendo que el Mesías es Jesús llega a ser el
medio que presenta la “justificación” delante del trono de Dios, en lugar del “hacer las obras de
la Ley”.
Para el cristiano judío esta convicción teológica ha tenido sus serias consecuencias. Fue por esa
razón que los judíos llegaron a creer en Cristo, v16b. Pablo se refiere a que todos los judíos
cristianos, incluyéndose a sí mismo, habían en un cierto momento llegado a ser creyentes:
“también nosotros hemos llegado a creer en Cristo Jesús”. La razón fue, y Pablo ahora aplica la
declaración anterior, “para que nosotros lleguemos a ser justificados por la fe en Cristo y no por
las obras de la Ley”, habiendo paralelos de Gálatas 2:16 (vea Romanos 3:20, 28; 4:5; 11:6;
30
Filipenses 3:7-10; Efesios 2:8; el verbo creer con en ocurre también en Romanos 10:10, 14;
Filipenses 1:29; cf. Romanos 6:8; 1 Tesalonicenses 4:14.)
Pablo usa las mismas abreviaciones doctrinales a las que hizo al comienzo del v. 16, pero es
obvio el viraje que ahora toma hacia lo polémico. La frase, nosotros hemos llegado a creer en
Cristo Jesús, interpreta la frase anterior, “la fe de Cristo Jesús”. Esta interpretación descarta la
idea falsa que muchas veces ha sido propuesta, que el genitivo se refiere a la fe que Jesús mismo
tuvo. La preposición en, es la base para una cristología y doctrina de salvación que explica
completamente el por qué el cristiano puede esperar la justificación mediante su relación por la
fe con Dios mediante Cristo. La frase v 16c, que comienza con para que, revela que el llegar a
ser cristiano se realizó por razones teológicas, y no por razones cúlticas o raciales.
“Porque toda persona no será justificada por las obras de la Ley”, es una interpretación paulina
del Salmo 143:2. La exégesis de Pablo señala que “cada ser humano” significa “toda carne”,
porque “las obras de la Torá” son “hechas” por “el ser humano” (v. 16a), quien es “carne”.
Justificación de la “carne” sólo puede significar justificación “por las obras de la Torá”, por eso
Pablo agregó esa abreviación. La carne no puede ser justificada según sus propias condiciones y
por sus propios esfuerzos, porque eso sería “mediante las obras de la Torá”.
En el v. 2:17, según las declaraciones en los vv. 15 y 16, dónde se asume que Pablo y sus
lectores están de acuerdo, nos movemos ahora a la declaración que expresa en que están en
desacuerdo. El desacuerdo no está relacionado a la doctrina de la justificación por la fe según los
cristianos judíos, pero sí a la implicación de esa doctrina para los cristianos gentiles. La
declaración de Pablo es extremadamente complicada, algo que ningún comentarista deja de
mencionar, por lo tanto, surgen una serie de preguntas.
La declaración del desacuerdo de Pablo con ellos, tiene dos partes. Pablo construye sobre un
argumento falso apoyándose sobre dos presuposiciones. La primera presuposición es correcta:
“Sin embargo, si nosotros quienes estamos buscando ser justificados en Cristo” puesto que la
justificación por la fe en Cristo fue ya probada correcta en el v. 16. La segunda presuposición,
“somos hallados ser pecadores”, esa es falsa, pues los que son miembros del cuerpo de Cristo no
pueden ser considerados “pecadores” en el sentido judío, como que aún están viviendo fuera de
la esfera salvífica de Dios (cf. Romanos 6:1, “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde?”)
Para Pablo no hay posibilidad de acceder a que los cristianos estén viviendo fuera de la esfera de
la gracia de Dios. Si los cristianos judíos no son “pecadores de los gentiles” lo mismo tiene que
valer para los cristianos gentiles porque ellos de igual forma están “buscando ser justificados en
Cristo”. El hecho que uno es judío y el otro gentil es irrelevante, eso es, si la salvación proviene
mediante la fe en Cristo Jesús. “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión
valen algo” (ver 5:6 y 6:15).
Basado en esto, Pablo hace una pregunta extraña en el v. 17b: ¿Es Cristo, por lo tanto, un siervo
del pecado? Se presenta esta pregunta como una conclusión de las anteriores dos
presuposiciones, una que es correcta, la otra falsa. Debido a este razonamiento lógico la pregunta
tiene que ser falsa. Siendo falsa, sin embargo, no significa que la conclusión sea absurda. Pues si
31
los cristianos gentiles, como insistieron los oponentes, son pecadores mientras que no cumplen
los preceptos de la Torá, entonces Cristo ciertamente es “siervo del pecado”. La respuesta
contundente es: ¡Nunca! ¡Jamás! ¡No puede ser!
En el v. 2:18, Pablo agrega una crítica legal muy explícita al anterior argumento falso en el v. 17.
Su crítica presupone un principio legal que él explícitamente cita en Romanos 4:15b, “donde no
hay ley, allí no hay transgresión” (cf. también Gálatas 4:1-2; Romanos 3:20; 7:1-3, 7 ).
Nadie puede ser considerado transgresor de una ley que no existe, “sólo si vuelvo a instituir” la
ley, puedo llegar a ser transgresor de esa ley. En otras palabras, si yo quiero considerar a los
cristianos gentiles como “transgresores” de la Torá y “pecadores” en el sentido judío, tengo que
primeramente restituir a la Torá como ley, la que los gentiles tendrían que obedecer. Pero, ¿por
qué haría alguien tal demanda, si no fuese que los cristianos gentiles requieren “las obras de la
Torá” para su justificación en el juicio final? Si esto fuese la razón, se derrumbaría el punto en
que ambos lados están de acuerdo, cf. v. 21b-c, eso es, la doctrina de la justificación por la fe, en
el v.15.
2:19. En los vv. 19 y 20, Pablo presenta en cuatro tesis los elementos básicos de su posición
teológica:
a. En el v. 19a, mediante la Ley yo morí a la Ley, para que pueda vivir para Dios
b. En el v. 19b, he sido crucificado con Cristo
c. En el v. 20a, ya no soy yo quien vivo, sino Cristo vive en mi
d. En el v. 20b, lo que ahora vivo en la carne, yo vivo en la fe en el Hijo de Dios quien me
amó y se dio a si mismo por mí.
a. En el v. 19a, contiene la primer tesis. “mediante la Torá yo morí a la Torá, para que pueda
vivir para Dios”. Nuevamente esta frase es una abreviación y tiene que ser decodificada. El “Yo”
al que se refiere Pablo no es tanto al “yo” personal, sino al “yo” como paradigma o ejemplo (ver
el v. 18).
En los vv. 3:19-25, Pablo explica “mediante la Torá” atribuyéndole una participación activa en la
salvación (3:22), mientras que “yo morí a la Torá” significa el fin de esa participación de la Torá
(3:25; cf. Romanos 7:4; 10:4). El aoristo de “yo he muerto”, señala en manera metafórica de una
experiencia de muerte. Se aclara esto por la siguiente tesis: “Yo he sido crucificado junto con
Cristo”. El propósito y la meta son declarados en la frase, para que.
“Para que viva para Dios”. Acerca del significado soteriológico del “para qué”, es importante
leer Gálatas 2:16; 3:22, 24; 4:5; Romanos 5:20; 6:1, 4, 6; 7:4; 8:17; 11:32; 2 Corintios 5:15;
Filipenses 3:8; y 1 Tesalonicenses 5:10. “Muerte a la Torá” es la presuposición de la “vida para
Dios”, pero la explicación en 5:1-6:10 muestra, que la “vida para Dios” no viene
automáticamente. “Vivir para Dios” resume el concepto paulino de la existencia cristiana, tanto
soteriológica como éticamente.
b. La segunda tesis en el v. 19b, también es muy concisa: yo he sido crucificado con Cristo (cf.
5:24 y 6:14). Pero, especialmente en 3:26-28. La más detallada interpretación la hallamos en
Romanos 6:1-10. En este momento, sin embargo, surge un problema metodológico, si o no
32
En Gálatas, Pablo menciona al Bautismo una sola vez en Gálatas 3:27, donde puede ser una
porción de una fórmula bautismal pre-Paulina. Nos extraña que en 3:27 Pablo no menciona el
morir junto con Cristo, mientras que en 5:14 y 6:14, donde sí habla de la muerte con Cristo, no se
mencionó al bautismo. En ninguno de los pasajes aludidos menciona Pablo la resurrección de
Cristo, como tampoco cualquier otro concepto mencionado en Romanos 6. Esta diferencia no
puede ser accidental.
c. La tercer tesis (2:20) comienza con un pero, “pero, ya no soy yo quien vivo, sino Cristo quien
vive en mí”. Según el contenido, hay muchas conexiones entre esta declaración y el resto de la
carta. Sorprendentemente, Pablo declara que el “yo” está muerto. Si está hablando de “vivir para
Dios” como meta de la existencia del cristiano, esa “vida” tiene que ser diferente del “yo” y la
anterior “vida”. El “yo” pertenece a la pecaminosa “carne con sus pasiones y deseos” (5:24), y
por lo tanto, es del “mundo”. Para Pablo estar “crucificado con Cristo” significa “crucifixión al
mundo” (6:4), y por lo tanto, puede él declarar que el “yo” esta “muerto”.
Uno no debe confundir esta doctrina acerca del “yo” con el trato más elaborado y diferente al
mismo tema en Romanos 7:9-25. Antes de “llegar” la Torá el “yo” vivía (Romanos 7:9), pero
cuando la Torá y el pecado entraron en la existencia humana, el “yo” murió (Romanos 7:10);
pre-cristianos tienen el “yo”, pero éste está muerto y su lugar está ocupado por “el pecado”
(Romanos 7:14, 17) como lo es toda “carne”.
Cuando comparamos Gálatas 2:20 con Romanos 6, el “yo” en Gálatas 2:20 puede ser igualado
con el concepto de “nuestro viejo hombre” en Romanos 6:6. Este muere con Cristo en el
bautismo.
Como el “yo” está muerto, otro agente tiene que estar “viviendo en mí” si es que la declaración
“yo viviré para Dios” en el v. 19 ha de entenderse. La tesis de Pablo específica: “Cristo vive en
mí”. Compare esa declaración con Gálatas 1:16 (Dios reveló a su Hijo en mí) y con 4:6 (“Dios
ha enviado el Espíritu de su Hijo en nuestros corazones”). El trasfondo es que el Cristo
resucitado 1:1 es idéntico al “Espíritu” (2 Corintios 3:17a) que es dado a los cristianos y que
mora en ellos y les provee “la vida para Dios”. No hay duda que Pablo está hablando en términos
místicos, muy significativos.
d. El v. 20b contiene la cuarta tesis: “Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo yo en fe en el Hijo
de Dios quien me amó y dio su vida por mí”. Esta tesis sigue explicando lo que se entiende por
“Cristo vive en mí” en el v. 20a.
Según Pablo, la vida no solo requiere un sujeto quien vive la vida, pero también un objetivo: los
33
que viven, viven algo, eso es, una vida. Para el apóstol está claro que la vida del cristiano se lleva
a cabo “en la carne”. Pero, la vida del cristiano “en la carne” es a la vez una vida “en la fe”. En
otras palabras, la “vida divina” que el cristiano recibe mediante Cristo quien vive en él, se
expresa con “fe”. Esta fe es “fe en Cristo Jesús” (2:16). La plena explicación de esta “tesis” se
halla en las secciones 3:1-4:31 y en la de 5:1-6:10.
En 2:20, Pablo define “la fe” con una declaración adicional combinando el título cristológico
“Hijo de Dios” con una fórmula cristológica. La fórmula cristológica, quien me amó y se entregó
a si mismo por mí, combina dos expresiones que en Efesios 5:2 también se hallan juntas. Para el
sacrificio cristológico veamos a Gálatas 1:4; 3:13; Romanos 4:25; 8:32; 1 Timoteo 2:6; Tito
2:14; Filipenses 2:6s y 1 Corintios 11:23ss. La fórmula se refiere a la muerte de Cristo en la cruz
como acto de amor y una entrega en sacrificio a favor del ser humano.
En 2:21, “No estoy anulando la gracia de Dios”, es la declaración final de la refutación. Por
supuesto que la refutación se basa en las declaraciones que le preceden en 2:15-20 y anticipa que
el apóstol los podrá probar en la sección siguiente. Pablo niega que la teología que presenta en
cuatro tesis en los vv. 19 y 20, sea una corrupción de la gracia divina. El concepto “la gracia de
Dios” describe todo el proceso de la salvación en Cristo. El término, declarar nulo, es bastante
fuerte.
¿Por qué se justifica la refutación? Porque la acusación es falsa, pues está basada en una falsa
presuposición y una falsa conclusión. “Pues solo si la justificación vino por la Torá, entonces
Cristo murió en vano”. Justificación describe lo que se espera de la obra de la justificación: el
estado de ser declarado justo delante de Dios. Es que los oponentes están abogando por una
teología diametralmente opuesta a la de Pablo. En este caso la refutación de Pablo acusa a los
oponentes, quienes están “invalidando la gracia de Dios”. Pablo les da varios ejemplos:
a. “Los hermanos falsos” en Jerusalén, dice Pablo, están negado la gracia de Dios
(según 2:4-5);
b. ya Pedro/Cefas la había negado en Antioquía (2:11-14);
c. los oponentes la están negando ahora; y
d. los gálatas están por rechazar la gracia de Dios (cf. 1:6s; 5:4, 11; 6:12-14).
1. Lutero (en la p. 93, en las Obras de Martín Lutero), cuando comenta sobre 2:15, “Nosotros
somos judíos de nacimiento”:
a. ¿A qué otra Carta que Pablo escribió se refiere Lutero para dar su explicación?
b. ¿Qué argumento presenta para mostrar que los Judíos eran igualmente pecadores?
3. En la p. 99, ¿en qué cosas están de acuerdo Lutero y San Jerónimo , referente a las obras de la
ley?
34
4. En la segunda parte de la p. 99, compare con las pp. 55 y 56, bajo el título de “tradiciones de
los Padres”:
a. ¿A qué ley se refiere Pablo cuando habla de las obras de la ley?
b. ¿Por qué?
5. En la p. 100, según San Pablo, ¿sólo en qué manera se cumple completamente la ley?
6. En las pp. 100 y 101, Lutero habla de cuatro clases de obras. Descríbelas brevemente:
7. Vivir para Dios es lo contrario de vivir para sí mismo. Anota y comente: Romanos 14:7 y 2
Corintios 5:15.
8. Examine los siguientes pasajes y comente como el cristiano vive para Dios.
a. Romanos 6:10-11; 14:8 y 2 Corintios 5:15
b. Romanos 6:8; 2 Corintios 7:3; 13:4; 1 Tesalonicenses 5:10; 2 Timoteo 2:11;
Filipenses 1:21ss
c. Gálatas 5:25; Romanos 8:13
d. Gálatas 3:11; Romanos 1:17
e. Gálatas 2:20
9. Lea las pp. 103 y 104, en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero y comente sobre la
comparación que hace Lutero de los Diez mandamientos con las leyes de Roma
10. En las pp. 107 y 108, Lutero trata de explicar la frase, Simul ergo justus, simul pecator = por
lo tanto, soy justo y a la vez pecador. Tus comentarios por favor:
11. Explica lo que Lutero (al pie de la p. 111) dice referente a “vivir para la ley” y “morir
para la ley”
12. Al pie de la p. 119, Lutero nuevamente felicita a uno de los Padres, esta vez a San Jerónimo.
Hemos notado que la mayoría de las veces Lutero le critica, por no estar de acuerdo con él. Pero,
aquí sí está de acuerdo con él. Explique el porqué de la alegría aquí de Lutero con San Jerónimo.
14. Favor de leer nuevamente a Gálatas antes de proceder a la siguiente lección. Fíjese en
especial en la obra del Espíritu referente a la salvación del cristiano.
15. El Obispo Lesslie Newbigin en su libro, The Household of God, Friendship Press, 1953, se
refiere a Gálatas 2:20 en las pp. 129-142. Vale la pena leer lo que dice y hacer un esquema.
35
In Nomine Jesu
Lección 6
Gálatas 3:1-5
Con siete pruebas bíblicas, San Pablo confirma la tesis de que somos salvos,
no por las obras de la Ley, sino solo por la fe en Jesucristo.
Primera prueba:
El Espíritu Santo trae a uno a la fe en Cristo Jesús
Objetivos:
1. Que el estudiante entienda, por qué Pablo se atreve a llamar estúpidos a los gálatas.
2. Que el estudiante reconozca el argumento de Pablo, basado en la experiencia el Espíritu Santo
trajo a la fe en Cristo Jesús a los gálatas.
3. Que el estudiante vea que la fe, obra del Espíritu Santo, no es por las obras de la Ley, sino por
el oír la buena nueva acerca de Jesús.
Actividades:
1. Estudiar las versiones en Reina-Valera y Dios Habla hoy.
2. Leer el comentario presentado en esta lección.
3. Leer las pp. 93-101 en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero.
4. Responder preguntas.
Reina-Valera, 3:1-5
3:1 ¡Gálatas insensatos!, ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos
ojos Jesucristo fue ya presentado claramente crucificado? 2 Esto solo quiero saber de vosotros:
¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el escuchar con fe? 3 ¿Tan insensatos sois?
Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿ahora vais a acabar por la carne? 4 ¿Tantas cosas habéis
padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. 5 Aquel, pues, que os da el Espíritu y hace
maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe?
3:1 ¡Gálatas estúpidos! ¿Quién los embrujó? En nuestra predicación hemos mostrado ante sus
propios ojos a Jesucristo crucificado. 2 Sólo quiero que me contesten a esta pregunta:
¿Recibieron ustedes el Espíritu de Dios por obedecer a la ley de Moisés o por haber creído en el
mensaje que oyeron?
3 ¿Tan estúpidos son ustedes, que habiendo comenzado con el Espíritu quieren ahora terminar
con esfuerzos puramente humanos? 4 ¿Tantas buenas experiencias para nada? ¡Imposible que
hayan sido para nada! 5 Cuando Dios les da su Espíritu y hace milagros entre ustedes, ¿por qué
lo hace? No porque ustedes cumplan lo que la ley manda, sino porque creen en el mensaje que
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han oído.
Trasfondo: Un importante argumento de Pablo que permea a toda la Carta a los Gálatas es el
argumento de la experiencia, unida al Espíritu Santo.
En 3:1-5, San Pablo en su primer intento de probar que uno es salvo sólo por la gracia, sólo por
la fe en Cristo, prefiere hacer una serie de preguntas usando como testigo tanto su propia
experiencia y la experiencia de ellos.
En 1:15 y 16, San Pablo habló de su propia experiencia. Fue llamado por Cristo para que Pablo
lo reciba como Salvador y le sirva como su Señor. Esto ocurrió en un momento cuando Pablo iba
a Damasco con el permiso de jerarcas fariseos destruir a la Iglesia de Cristo. Por lo tanto, Cristo
no lo llamó en un momento cuando Pablo estaba predicando, o porque Pablo había cumplido
obras de la Ley. Dios tampoco le llamó debido a estar circuncidado. Cristo lo llamó en un
momento de rebeldía, de desobediencia, cuando Pablo ardía con el deseo de destruir a Cristo y de
matar a sus seguidores.
En 3:1-5, San Pablo usa la experiencia de los gálatas como prueba de que recibieron el Espíritu
Santo sin haber sido circuncidados, antes de conocer la Ley, por lo tanto, sin haber cumplido
ninguna obra ni mandato de la Ley.
Ellos recibieron al Espíritu Santo por la predicación acerca de Jesucristo. En 3:1 San Pablo les
recuerda cómo les había presentado a Jesucristo crucificado en la forma más gráfica posible.
Quizás menos sofisticado, en comparación a ilustraciones gráficas de hoy, Pablo ilustró al Cristo
crucificado en la cruz. Pablo en 4:13-16 describe ese primer encuentro que tuvo con ellos.
En 5:22-23, Pablo enumera frutos, dones del Espíritu. Por cierto que allí los llama fruto, y no
milagro como lo hace en 3:5.
Pablo les recuerda que experimentaron al Espíritu sin ser circuncidados, sin conocer la Torá.
Por lo tanto, el Espíritu se les manifestó antes de que ellos hicieron obras de la Ley. Ellos
recibieron a Cristo sólo por la fe. Habiendo ellos comenzado con el Espíritu, habiendo
comenzado tan bien, habiendo gozado de esa experiencia ¿quién los embrujó? y ¿Por qué se
dejaron embrujar?
Comentarios de Betz:
En 3:1, la forma de dirigirse Pablo a los gálatas aquí, ya no es tan amigable como en 1:1. Ahora
les escribe agresivamente, “O Gálatas, que tontos son”! No debemos tomar en serio este
“insulto”. Esa forma de dirigirse a personas con severas críticas era muy corriente en los días de
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Pablo. Pablo no les dice que son de baja inteligencia. Mas bien los reta actuar como en verdad
son, eso es, son “espirituales” quienes “saben, y entienden” (ver 4:8-9; 6:1).
Una de las metas del orador es presentar su discurso lo más comprensiblemente para que los
oidores visualicen lo que estaban oyendo. Se le recomendaba al orador usar toda clase de
técnicas incluyendo como hacer imitaciones, o presentar ilustraciones. En manera irónica Pablo
les recuerda de su inicial esfuerzo de proclamarles el Evangelio de Jesucristo crucificado. Pero,
¿qué puede hacer ahora contra el hechizo con que sus oponentes habían enredado a los gálatas?
Algo ilógico debe haberles pasado. De otra forma uno no puede explicarse porque ellos tan
pronto están por abandonar el mensaje que los trajo a la fe en Jesucristo. ver: 1:6-7; 5:7-10.
En 3:2, con la segunda pregunta retórica Pablo introduce el punto principal de su defensa. Pablo
dialoga con ellos: “Esto sólo quiero aprender de ustedes: ¿Recibisteis al Espíritu por obras de la
Ley o por el escuchar con fe?” La respuesta a esta pregunta es obvia. Pero, los gálatas están
pensando de regresar a la Torá. Aunque aparte de esa Torá, ellos habían recibido al Espíritu
después de oír a Pablo proclamar el Evangelio acerca de Jesús. Podemos concluir que el “recibir
al Espíritu” era una experiencia extática. Esto se basa en una suposición hipotética, algo que este
pasaje no dice. Sin embargo, en 6:1 Pablo describe a los gálatas con un término técnico, los
espirituales, algo que ellos aprobaron.
En 4:6, su descripción de los dones del Espíritu del Hijo de Dios en el corazón de los creyentes
sugiere el éxtasis. Es el Espíritu de los creyentes que clama “Abba, Padre”. En 3:2-4, Pablo usa
terminología familiar procedente de otras religiones de su tiempo. Usa comenzar y terminar,
como también el par aprender/experimentar. No está claro como el bautismo está relacionado
con esa experiencia. Pero no se puede negar que la experiencia del Espíritu ocurrió aparte del
pacto de la Torá. Entonces, si la experiencia del Espíritu no está basada en “las obras de la Ley”,
sólo puede estar basada en la proclamación/el oír con fe. ¿Si esto era suficiente al comienzo, por
qué no lo es ahora?
En 3:3, Pablo repite su fuerte ataque a los lectores (ver 3:1) preguntándoles nuevamente: “¿son
ustedes tan tontos? Pablo trata de mostrarles cómo se están contradiciendo: ¿Habiendo
comenzado en el Espíritu, están ahora queriendo terminar en la carne? En 2:14 y en 4:8-9, Pablo
también usa varios opuestos para caracterizar las inconsistencias de los gálatas: “comienzo y
fin”, “comienzo imperfecto y terminación prefecta”, el “Espíritu y la carne”. Si uno comienza
“en el Espíritu” debería continuar “en el Espíritu”. Pues en 5:25 dice: “si vivimos en el Espíritu,
debemos también seguir al Espíritu”. En el contexto del dualismo del Espíritu y la carne, sólo es
razonable salirse de la esfera de la carne y entrar en la esfera del Espíritu, pero, estimados
gálatas, no al revés. “Porque el que siembra a la carne, de la carne segará corrupción; pero el que
siembra al Espíritu, segará del Espíritu la vida eterna” 6:8. Es igualmente absurdo considerar el
don del Espíritu como un comienzo imperfecto y luego esperar el clímax y la perfección con algo
que se le hace a la carne humana (la circuncisión).
Es importante escuchar las insinuaciones cúlticas en el lenguaje usado por Pablo. Quizás el
término carne, ocupó un lugar importante en el pensar de los oponentes. De todos modos, al
agregar mediante la carne, el regalo de Dios es convertido en un absurdo. Por supuesto que en el
trasfondo Pablo está aludiendo al rito de la circuncisión, algo que los gálatas estaban
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En 3:4, Pablo actúa como que no sabe qué hacer. El exclama, aparentemente en desesperación y
enojo: ¿Han experimentado tan grandes cosas en vano? “¿Si es así? ¡Entonces ciertamente fue en
vano”! ¿Quiere decir que el don del Espíritu, el entusiasmo, los milagros que ustedes
experimentaron, fue todo esto en vano?
La oración siguiente puede ser interpretada en diversas formas. Puede ser otra pregunta, o puede
ser una exclamación, que por un lado enfáticamente niega, o amenaza que la experiencia había
sido “en vano”. En otro contexto Pablo expresa la idea de que sus esfuerzos en Galacia
posiblemente fueron en vanos (ver 1:6-9, 2:4, 14; 5:10). Muy probablemente fue una
exclamación retórica y el mismo Pablo suple la respuesta: “¿Si es así? ¡Entonces ciertamente fue
en vano!”
En 3:5, Pablo concluye la sección confrontando a los gálatas con el argumento principal de su
defensa. En vez de meramente repetir la pregunta que les hizo en el v. 2, él da un interesante
viraje. “Por lo tanto, el que les suple el Espíritu y quien obra milagros entre ustedes ¿lo hace por
obras de la Ley o por la proclamación/el oír con fe”?
Si se presume lo anterior, entonces, ¿ocurrieron estas cosas por las obras de la Ley o por la
proclamación/el oír con fe? La respuesta es obvia porque los gálatas, al comienzo de su vida
cristiana, no estuvieron “bajo la Ley” ni eran observadores de la Torá. Dios da al Espíritu, quien
hace milagros como resultado de la predicación del Cristo crucificado. Esto significa que la
proclamación de la fe cristiana es suficiente para la gracia de Dios, y por lo tanto, suficiente para
la salvación de los gálatas.
1. ¿Qué te parece el argumento de Pablo cuando usa la experiencia para probar que recibimos el
don del Espíritu por el oír de la fe?
2. En las pp. 125 a 127 del Volumen 8, Lutero explica la palabra “fascinar”.
a. ¿Qué hallas aquí de interés para mejor entender a nuestros pueblos que prestan atención a
la brujería y a la hechicería?
b. ¿Puedes comprobar que aún Lutero parece creer en la hechicería?
4. En las pp. 130 a 132, Lutero y otros contemporáneos comentan sobre “el oír por la fe”.
a. ¿Cuál es el comentario de Erasmo?
b. ¿El comentario de San Jerónimo?
c. ¿Los comentarios de Lutero sobre el poder de la palabra?
5. El anuncio del Evangelio en forma breve lo hallamos en 1 Corintios 1:23; 2:2. Lea y comenta:
1 Corintios l:13, 17-18; 2:8; 2 Corintios 13:4; Gálatas 5:11, 24; 6:12, 14, 17; Filipenses 2:8; 3:18;
Colosenses 1:20; 2:14; Efesios 2:16.
7. Lee la carta a los Gálatas, mostrando la manera en que Pablo respeta las Sagradas Escrituras.
Notas adicionales:
La dicotomía absoluta, ya sea por la ley o por la fe, la señala también en el tercer capítulo. Igual
que Pedro en Jerusalén, Pablo en 3:1-5 apela que “por el oír de la fe” el Espíritu y todas sus
obras provienen de la fe. Luego regresa en la historia judía aún antes de la ley mosáica, y antes
de la circuncisión al versículo que relata que Abrahám fue aceptado por la fe en las promesas
divinas. La ley y la fe son incompatibles. Pero Cristo aceptó la maldición de la ley para que
pudiéramos también heredar las bendiciones de Abraham y recibir por la fe las promesas del
Espíritu.
La ley no está en contra de las promesas de Dios, pero tiene el propósito de cerrar todo camino a
Dios excepto el camino de la fe. Porque en Cristo, ni la circuncisión, ni la incircuncisión valen
algo, sino sólo la fe que opera mediante el amor (5:2-12).
La persona en Cristo no se gloría en nada sino en la cruz de Cristo, en quien y con quien el
cristiano murió a la vieja creación para vivir en la nueva (6:11), hasta el final.
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1. Hay dos esferas en que se puede vivir la vida humana. a. la esfera de la ley, en la que el ser
humano espera ganar la aceptación de Dios por su obediencia a la ley de Dios. Esta esfera está
bajo maldición. Es la esfera de la carne. b. la esfera de la gracia, en la que el ser humano cree que
es aceptado por Dios mediante la gracia de Dios revelada en Cristo.
Esta es la esfera donde reina el Espíritu. Entramos esta esfera por el oír del Evangelio,
aceptándola por la fe, y así recibido por el Espíritu.
3. Esto ni significa que la ley es contraria a los propósitos de Dios. Al contrario, por la ley Dios
propone bloquear cada camino con la excepción de la gracia y de la fe; para llevarnos a Cristo.
Pero, habiendo sido librado en Cristo, ¿queremos regresar nuevamente al cautiverio de la ley?
4. La exigencia de la circuncisión de los Gentiles significó el aceptar toda la ley, con sus
ilimitadas obligaciones, su confianza en la carne, y a su maldición. Por lo tanto, para el gentil
cristiano considerar necesario la circuncisión significaría estar separado de Cristo.
En Gálatas, el apóstol presenta el argumento que esto ha sido desde el principio el plan de Dios,
que Abraham fue justificado por la fe, y que la ley fue dada, no para salvarnos, pero para revelar
nuestro pecado con su temible carácter y así arrastrarnos a la gracia en Cristo.
Parte del argumento que Pablo no enfatiza en Gálatas, pero sí en Romanos, es la fidelidad de
Dios en su pacto con Israel. En Gálatas el tema a tratar es, ley o gracia. En Romanos, el mismo
tema está relacionado con la pregunta, ¿qué lugar ocupa la comunidad visible de Israel en el plan
de salvación de Dios? Dios hizo un pacto con Abraham “y con su simiente”. Él llamó a Israel
para que sea su pueblo, sea su nación santa, su real sacerdocio. Él estableció con ellos una
comunidad visible con señales visibles. Enfáticamente es a esta comunidad, a la comunidad
histórica de Israel, que Él ha “adoptado” y dada “la gloria, el pacto, la ley, su ministerio y sus
promesas”. Cristo, en su naturaleza humana, pertenece a esta comunidad. “La Salvación”, como
el mismo Señor dijo, “es de los Judíos”.
Pero, una nueva hora ha llegado. De la matriz del viejo Israel, ha nacido la nueva Israel, la Israel
del Espíritu. Ya no hay posibilidad para cualquiera insistir que pertenece a Dios como su derecho
exclusivo. Nadie tiene derechos delante de Dios. La justificación es por la fe, por la completa
dependencia del creyente en la promesa gratuita de Dios. No hay otra vía.
Dios hizo un pacto con Abraham y su simiente, pero judíos malentendieron tanto la naturaleza de
ese pacto y como se hereda. En primer lugar la relación entre Dios y Abraham era pura gracia de
parte de Dios y pura confianza de parte de Abraham. La circuncisión selló la relación. En
segundo lugar, pertenecer al pacto no es por ser descendiente natural de Abraham, ni aún por la
observar la circuncisión. No, la herencia es “según la promesa”. Depende, igual que el pacto
original, en la gracia de Dios por un lado y la respuesta de confianza del otro lado.
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En la presencia de la cruz, nadie, ni judío tampoco gentil, viene ante Dios con derechos
adquiridos. Dios selló su relación entre Si mismo y con Su pueblo con un nuevo sello, el don del
Espíritu Santo, el mismo Espíritu con que Cristo fue ungido. La presencia de ese sello no hace
indispensable el viejo sello de la circuncisión. El nuevo pacto sí tiene señales visibles, el
bautismo, y la cena del Señor. Hay una comunidad visible que es la contraparte del pacto. Pero,
la sustancia del pacto mismo es siempre la gracia de Dios y la fe en Cristo. Es sólo por la fe que
tenemos acceso a la gracia en la cual vivimos.
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In Nomine Jesu
Lección 7
Gálatas 3:6-14
Segunda prueba:
Un argumento de las Escrituras
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda que el plan de salvación de Dios en el Antiguo Testamento es el
mismo plan del Nuevo Testamento, cada persona es salvada sólo por la fe en la promesa de
Dios, sin las obras de la Ley.
2. Que aprenda como Pablo basa sus argumentos en las Escrituras, declarando muchas veces en
esta sección: “escrito está”.
3. Que aprenda que la Ley no hace nula la Promesa.
Actividades:
1. Comparar las lecturas en Reina-Valera y en Dios Habla Hoy.
2. Leer esta lección.
3. Leer del Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero, las pp. 134-148.
4. Responder las preguntas al final de esta lección.
Reina-Valera, 3:6-14
3:6 Así Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia. 7 Sabed, por tanto, que los que
tienen fe, estos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar
por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: “En ti serán
benditas todas las naciones”. 9 De modo que los que tienen fe son bendecidos con el creyente
Abraham. 10 Todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito
está: “Maldito sea el que no permanezca en todas las cosas escritas en el libro de la Ley, para
cumplirlas”. 11 Y que por la Ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque “el justo por la
fe vivirá”. 12 Pero la Ley no procede de la fe, sino que dice: “El que haga estas cosas vivirá por
ellas”. 13 Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues
está escrito: “Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la
bendición de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del
Espíritu.
3:6 Abraham creó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo. 7 Por lo tanto, ustedes deben
saber que los verdaderos descendientes de Abraham son los que tienen fe. 8 La Escritura, viendo
de antemano que también entre los no judíos iba Dios a librar de culpa a los que tuvieran fe,
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había anunciado a Abraham ésta buena noticia: “Todas las naciones serán bendecidas por medio
de ti”. 9 De manera que los que creen son bendecidos junto con Abraham, que también creyó.
10 Quienes ponen su confianza en la ley de Moisés, están bajo maldición, porque la Escritura
dice: “Maldito sea el que no cumple fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley”. 11
Por tanto, está claro que nadie queda libre de culpa por hacer lo que manda la ley; pues la
Escritura dice: “El justo por la fe vivirá”. 12 Pero la ley de Moisés no es cuestión de fe, sino que
dice: “El que cumpla la ley, vivirá por ella”. 13 Cristo nos libró de la maldición de la ley, pues él
fue hecho objeto de maldición por causa nuestra, porque la Escritura dice: “Maldito todo el que
muere colgado de un madero”. 14 Esto sucedió para que la bendición que Dios prometió a
Abraham alcance también, por medio de Cristo Jesús, a los no judíos; y para que por medio de la
fe recibamos todos el Espíritu que Dios ha prometido.
Comentarios:
El v. 3:6. Pablo comienza su segundo argumento citando a Gen. 15:6. Es un pasaje bien conocido
de interpretación bíblica, tanto entre los judíos como también de cristianos. La fórmula
introductoria, como está escrito, es apenas la primer de seis citas del Antiguo Testamento usada
por Pablo en esta sección 3:6-14. Al citar este pasaje: “Abraham creyó en Dios quien se lo
atribuyó como justificación”, Pablo no sólo se aferra a las Escrituras en su argumento, sino que
usa además la figura de Abraham, quien según la tradición judaica fue el mayor ejemplo de “fe”
judía.
En Romanos 4:2, Pablo arguye, no fueron las obras de Abraham que le justificaron, sino su fe
(4:16). Esta fe no es la fe de uno quien es justo, pero de uno quien cree en Dios quien justifica al
injusto (en Romanos 4:5), quien revive al muerto, y quien llama lo que aún no existe como si ya
existiera (Romanos 4:17). Es por la fe que uno se mueve “de esperanza a la esperanza”,
confiando en las promesas de Dios contra la evidencia que el ojo no puede ver (Romanos
4:18-20). Esta fe es “considerada por Dios como justicia” (Romanos 4:3), no como un acto
meritorio = no una “obra”, sólo por la gracia de Dios.
En el v. 3:7, después de la cita de Génesis 15:6, Pablo sigue con una tesis exegética:
“…reconozcan, por lo tanto, que las personas que tienen fe, son los hijos de Abraham”. Pablo
presenta esa tesis con más detalle en Romanos 4. Pablo parece haber creado esa frase, las
personas de fe, posiblemente para servir como contraste con, las personas de obras de la Ley, los
hombres de la circuncisión. Estas “personas de fe” son identificadas con los “hijos de Abraham”.
Esta identificación es intencional para mostrar los judíos que viven por la Ley no son auténticos
hijos de Abraham (ver Romanos capítulos 9-11, para una extensa defensa de la posición de
Pablo).
Pablo atribuye a Abraham un lugar singular: Él fue casi el único antes de Cristo quien realmente
conoció el Evangelio y creyó en Él. ¿Cómo podía ser eso? Pablo lo explica así: “Las Escrituras
lo previeron y previamente le anunciaron las promesas a Abraham”.
El v. 3:9. Esta declaración concluye la primera prueba escritural de 3:8-9. Si se lleva a cabo la
interpretación sugerida en el v. 8, el resultado es este: “Por lo tanto, todas las personas que creen,
son benditas junto con el creyente Abraham”. “Todas las naciones (gentiles), tiene que
entenderse como los gentiles que creen como Abraham. Ellos son “las personas de fe”. El
tradicional atributo de Abraham, el fiel, puede entenderse en el sentido de “ser creyente” como
los cristianos. Abraham, quien en el judaísmo es el prototipo de “la justicia por la obediencia a la
Ley” ahora ha llegado a ser el prototipo de “las personas de fe”. Los gentiles, son “benditos junto
con Abraham”, porque comparten la misma fe en la misma promesa.
Al no ser uno bendito uno es maldito. Además, las “personas de la Torá” son las personas que
para su salvación dependen en sus obras de la Torá. Consecuentemente, todas las personas de esa
clase están “bajo maldición”. Esto incluye a los cristianos judíos, quienes, como lo hacen los
oponentes de Pablo, consideran la observación de la Torá como una condición para la salvación.
Esto también incluye a los gálatas si llevan a cabo su presente plan de ponerse bajo la Torá. Por
lo tanto, esta maldición debe ser conectada con la maldición mencionada por Pablo en Gálatas
1:8,9. La lógica de Pablo es sencillamente que, el estar excluido de la “bendición” (cf. 6:16), es
igual que estar bajo la “maldición”.
Para apoyar su tesis, Pablo usa a Deuteronomio 27:26, “Esta escrito que, maldito es toda persona
que no permanece en todo lo que está escrito en el libro de la Ley, para hacerlo”.
La Torá judía entregada en el Monte Sinaí, no tuvo la intención de dar la vida eterna, fue dada
“debido a las transgresiones”. Así como Pablo explica en su discurso sobre la Torá judía en
3:19-22, el establecimiento de la Ley lleva al rompimiento de la Ley (ver 2:18). La acumulación
de transgresiones hizo que el pecado fuese tan inmenso que “todo estaba confinado bajo pecado”
(3:22). “El no permanecer en todo lo que está escrito en el libro de la Ley” significa
“transgredirla”, y los que están “en pecado” están “bajo la maldición”.
El v. 3:11. La tercera prueba bíblica sigue en el v. 10, pero la conclusión del v. 11 está sólo: “Es
obvio, por lo tanto, que nadie es justificado ante Dios por la Ley”. Aunque la conclusión fue
hallada en Habacuc 2:4, el v. 11 sigue el argumento del v. 10: si las “personas de la Ley” están
bajo maldición, es obvio que por esa Ley nadie puede ser justificado ante Dios.
El pasaje que Pablo usa para probar su tesis viene de Habacuc 2:4, “El justo vivirá por la fe”. La
interpretación de Pablo difiere de la interpretación judía y de la cristiana. Pablo omite, mí, y
entiende la frase, por fe, como una fórmula teológica “por la fe en Jesucristo” (2:16). De acuerdo
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con eso, las Escrituras dicen que una persona llamada “justa” es llamada así por su fe, y esa
persona tiene acceso a la vida eterna ahora y en el más allá “por la fe” (cf. 2:20; 6:8).
A la inversa, los que buscan ser justificados “por la Ley” están “bajo maldición” (v. 10a),
terminando en su destrucción (6:8; cf. 5:10), excluidos de la vida eterna.
En el v. 3:12, Pablo presenta otra conclusión exegética, “tampoco la Ley es por la fe”. La
conclusión previa en el v. 11a, declara que nadie puede ser justificado ante Dios “por la Ley” =
por la Ley judía, porque la Escritura (Habacuc 2:4) declara que “el justo vive por fe”. Ahora,
Pablo infiere de Levítico 18:5 que “por la fe” no puede incluir a la Torá, como ocurre en el
judaísmo. “Por la fe”, más bien, excluye a la Torá. Se presupone, el contraste que Pablo hace
entre el “hacer” y el “creer”. No es por obedecer la Ley que hace que “personas de fe” sean
partícipes de la promesa hecha a Abraham.
El pasaje citado por Pablo fue sacado de Levítico 18:5, “El que las hace vivirá por ellas”. Este
pasaje contiene una de las doctrinas fundamentales del Antiguo Testamento y del judaísmo. No
sólo afirma la centralidad de la Torá, pero también la obligación de “hacerla”. Toda la literatura
judía lo afirma. La literatura cristiana, especialmente la Epístola de Santiago, mantiene el
principio enfatizando “el hacer” con “el creer”, “pero el que mira a ‘la perfecta Ley de la
libertad’ y persevera, y no es un oidor olvidadizo, pero un oyente obediente, tal persona será
bendita en su hacer” (Santiago 1:25).
El v. 3:13. Sin interrupción Pablo ahora llega a su quinta y más importante prueba escritural. En
3:10, Pablo había mostrado que los que basan su salvación en las “obras de la Ley” están “bajo
maldición”. La observancia de la Torá judía no lleva a la “justificación ante Dios” (3:11). La Ley
y la fe deben ser radicalmente separados (3:12).
¿Cómo, entonces, puede Pablo decir que nosotros compartimos la bendición de Abraham (cf.
3:9, 14)? ¿A quiénes se refiere al decir “nosotros”? Según el contexto, Pablo indica que el plural
“nosotros”, somos los que mediante Cristo fuimos librados de “la maldición de la Ley”, eso es,
cristianos judíos quienes estaban “bajo maldición” como está descrito en 3:10. Los gálatas,
cristianos gentiles, no estaban bajo esa maldición, porque antes de su conversión al Cristianismo
ellos no estaban “bajo la Torá”, sino estaban “bajo los elementos de este mundo”. Pablo, sin
embargo, asume que el estar bajo la Torá es solo otra manera de estar “bajo los elementos del
mundo”. Por eso, si los gálatas decidieran aceptar la circuncisión y la Torá, llegarían a estar bajo
la maldición de la Ley (cf. 1:8,9, 4:21; 5:4, 10b; 6:7, 8, 12-16).
Para apoyar su teología, Pablo nuevamente cita la Escritura. Sacó la cita de Deuteronomio
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21:22-23, que contiene la regla legal para ahorcar a criminales. De esos pasajes Pablo toma una
sección: “Maldito por Dios es toda persona colgada en un madero”. Esto no significa que Cristo
era un criminal, pero que la maldición se hizo efectiva por el acto de estar colgado en una cruz.
En 3:14, hay dos cláusulas que concluyen la sección 3:6-14, comenzando con una indicación de
resultados. La primera cláusula declara los beneficios generales: “Para que la bendición de
Abraham llegue a los gentiles mediante Jesucristo”. Si los que basan su salvación en obras de la
Torá están bajo maldición (3:10); si estos no pueden obtener la justificación ante Dios por la
Torá (3:11), al contrario, los cristianos son salvados por la muerte de Cristo (3:13), entonces las
“personas de las obras de la Torá” no pueden heredar las bendiciones de Abraham. Si estos no
son los herederos, entonces los gentiles son los herederos quienes recibieron su salvación
“mediante Jesucristo” o “en Cristo Jesús”. Ellos son las “personas de fe”. Consecuentemente,
como las citas bíblicas han mostrado, las Escrituras ciertamente han previsto y predicho que los
gentiles que llegan a creer son benditos con Abraham (3:8-9).
Cuando los gálatas recibieron al Espíritu, esto no pudo haber sido un evento ilegítimo,
prematuro, o ineficiente. Tienen que haber experimentado nada menos que el cumplimiento de la
solemne promesa que Dios le hizo a Abraham.
Lea y responda a algunas preguntas sacadas del Volumen 8, de las Obras de Martín Lutero, las
pp. 134-148:
1. Compare lo que Pablo dice acerca de Abraham en Gálatas con lo que dice en Romanos,
capítulo 4.
a. ¿Qué puntos en común hallas en ambas cartas?
b. ¿Qué puntos diferentes consideras dignos de mencionar?
2. En las pp. 135 y 136, busca y apunta (indicando las expresiones paralelas) la explicación que
Lutero da a los:
a. que son de la fe, y
b. que son de la carne.
4. Comenta como Lutero explica en las pp. 138 y 139, la expresión “hijos de Abraham”.
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5. En las pp. 139 a 141, Lutero desarrolla su tesis, terminando con: “La fe sola hace todo lo que
la ley exige”. Señala varios puntos que Lutero presenta para probar esa aseveración.
6. En las pp. 142 y 143, Lutero discute la interpretación que hacen San Jerónimo y Orígenes
referente a 3:12. ¿Explica el razonamiento de Lutero al “corregir” a ambos?
7. En las pp. 144 a 148, Lutero nuevamente halla razón de discutir con San Jerónimo acerca de
su criterio que Dios no pudo considerar maldito a Jesús, y en otro lugar, Dios, en el Antiguo
Testamento, no maldice nada ni a nadie.
a. ¿Cómo resuelve Lutero esas situaciones?
b. En las pp. 147 y 148, anota un resumen de cómo Lutero termina esta sección comentando
acerca de la manera en que los gentiles recibieron la bendición de Dios.
9. Lee a Gálatas nuevamente y presta especial atención a lo que Pablo dice acerca de Abraham
en relación a la Ley de Moisés.
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In Nomine Jesu
Lección 8
Gálatas 3:15-18
Tercera prueba:
Una práctica común de la ley
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda que desde el principio Dios trata en amor a todos. Aún cuando tiene
razones de castigar al ser humano por su desobediencia, prefiere actuar con amor.
2. Que el estudiante aprenda que la Ley de Moisés fue dada más de cuatro años después que Dios
le había dado sus promesas a Abraham. La Ley no cancela sus promesas.
3. Que el estudiante aprenda que la Ley de Moisés multiplica las transgresiones.
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Lectura del resto de la lección.
3. Lectura del Vol. 8 de las Obras de Martín Lutero las pp. 148 a 154.
4. Lectura de Génesis 11:27, hasta el capítulo 25:18. La vida de Abraham, con especial énfasis
en Génesis 12:2,3, 7; 13:15,16; 15:4-6; 17:1-11; 22:16-19; 24:7-9).
5. Lectura de Merrill Tenney, Gálatas, capítulo 9.
Reina-Valera, 3:15-18
3:15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea hecho por un hombre, una
vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las
promesas, y a su descendencia. No dice: “Y a los descendientes”, como si hablara de muchos,
sino como de uno: “Y a tu descendencia”, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto
previamente ratificado por Dios en Cristo no puede ser anulado por la Ley, la cual vino
cuatrocientos años después; eso habría invalidado la promesa, 18 porque si la herencia es por la
Ley, ya no es por la promesa; pero Dios se la concedió a Abraham mediante la promesa.
3:15 Hermanos, voy a hablarles en términos humanos: Cuando un hombre hace un trato y lo
respalda con su firma, nadie puede anularlo ni agregarle nada. 16 Ahora bien, Dios hizo sus
promesas a Abraham y a su descendencia. La Escritura no habla de “descendencias”, en plural,
sino en singular; dice: “y a tu descendencia”, la cual es Cristo. 17 Lo que digo es esto: Dios hizo
un pacto con Abraham, y lo confirmó. Por eso, la ley de Moisés, que vino cuatrocientos treinta
años después, no puede anular aquel pacto y dejar sin valor la promesa de Dios. 18 Pues si lo que
Dios ha de darnos dependiera de la ley de Moisés, ya no sería una promesa; pero el hecho es que
49
Comentarios:
En 3:15, según las propias palabras de Pablo, este tercer argumento es sacado de la vida y
práctica común. El argumento se basa en una analogía de escribir un testamento. Una vez que
está firmado el testamento, se certifica, todos lo respetan, nadie se atreve hacer cambios.
En 3:16, aplicando la ilustración del testamento, clarifica lo que Pablo tiene en mente. Está
pensando en las promesas hechas a Abraham: “Ahora, las promesas fueron hechas a Abraham y
a su simiente”. La noción de “promesa”, fue mencionada primero en 3:14, y ahora Pablo añade
esta interpretación. Para el apóstol las promesas hechas a Abraham son idénticas a la bendición
dada a Abraham, ya discutida en 3:6-14. Pablo nuevamente interpreta la tradición de Abraham
(ver Génesis 12:1-3, 7; 13:15-16; 15:4-6; 17:1-11; 22:16-19; 24:7-9). Génesis en la Septuaginta
tiene los términos básicos bien coordinados. A continuación está Génesis 17:1-11. Note la
repetición de las palabras: pacto 7 veces y 5 de simiente.
En Génesis 17:1-11, “Abraham tenía noventa y nueve años de edad cuando se le apareció Jehová
y le dijo, ‘Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda delante mí y sé perfecto. 2 Yo haré un pacto
contigo y te multiplicaré en gran manera. 3 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y Dios
habló con él, diciendo: 4, Este es mi pacto contigo: serás padre de muchedumbre de gentes. 5 No
te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, porque te he puesto por padre de
muchedumbre de gentes. 6 Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones y reyes. 7
Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación:
un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. 8 Te daré a ti y a tu
descendencia después de ti la tierra en que habitas, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua;
y seré el Dios de ellos. 9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y
tu descendencia después de ti, de generación en generación. 10 Este es mi pacto, que guardarás,
entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será
circuncidado. 11 Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será para señal del pacto entre mí
y vosotros”.
Esto es lo que Pablo llama herencia. Sin prestarle atención al contenido de las promesas, él ahora
sigue directamente con la frase “y a tu simiente”, nombrando así al recipiente. Según Pablo, esta
frase es tan importante porque tiene un significado muy profundo. Basándose en el singular,
simiente, él rechaza la interpretación tradicional: “no dice y ‘a tus simientes’, como si son
muchas”. Para Pablo, el singular señala un solo heredero, “y tu simiente”, quien es Cristo.
Es necesario observar al argumento en dos niveles. El argumento está designado para probar que
“las personas de fe”, a quienes mostró que eran benditas junto con Abraham, son idénticas con
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los creyentes en Cristo (3:6-14), que éstos también son herederos del pacto y de las promesas. En
este pasaje Pablo enfatiza la simiente en singular, para excluir la interpretación judía tradicional,
que se refiere a todos del pueblo judío, y para reservar así para Cristo el lugar del heredero.
En 3:17, Pablo ahora presenta el punto central relacionado a la ilustración presentada en el v. 15.
La frase, “esto es lo que significa”, pone en alerta al lector para que preste mayor atención a lo
siguiente. El “testamento” que Pablo tiene en mente es la promesa de Dios hecha a Abraham,
llamándola: “el testamento previamente ratificado por Dios”. El lenguaje es técnico. El término,
ratificar previamente, se usó rara vez. El previo, está en contraste con después. Este “testamento”
no podía ser nulificado por la Torá porque la Torá fue dada 430 años después en el Monte Sinaí.
Ciertamente, el hacer inválido y anular, cancelaría la promesa hecha a Abraham, una absurda
suposición. La cronología de Pablo, según la cual la Torá fue dada 430 años después de la
promesa a Abraham está basada en Éxodo 12:40.
Sin embargo, Pablo no parece tener particular interés en la cronología. Él trata de contradecir la
idea que la revelación de la Torá en el Monte Sinaí podía implicar la cancelación de la promesa
hecha a Abraham.
¿Quién pensaría en tan absurda posibilidad? Según la tradición judía normativa, Abraham guardó
la Torá, aún cuando ésta fue dada muchos años después. La manera en cómo Abraham podía
hacerlo fue explicado de diversas maneras. Que Abraham conocía la Torá “por sí mismo”, o la
sacó de escritos secretos, o la conoció por una revelación especial de Dios.
Pablo polémicamente espera lo que el Judaísmo trató de mantener unido. Para romper el
concepto judío, Pablo enfatizó que Abraham no conoció la Torá y que no obtuvo su justicia por
guardar sus ordenanzas, pero que fue considerado justo por Dios como resultado de su “fe en la
promesa”. En otras palabras Pablo invierte el punto de vista judío tradicional: en vez de atribuirle
a Abraham el conocer de antemano la Torá, Pablo le quita a la Torá todo significado salvífico.
Concluye que si Abraham podía obtener justicia sin el conocimiento de la Torá, entonces la
revelación de la Torá, 430 años después, no puede cancelar la promesa. Consecuentemente no
puede invalidar la manera en que Abraham obtuvo la justicia delante de Dios, sin la ley, sólo
mediante la fe.
En 3:18, Pablo resume el argumento ya presentado en 3:15-17. ¿De dónde vino la herencia? ¿De
la Ley de Moisés?, o ¿de la promesa a Abraham? El apóstol presenta esto como una alternativa
sin que diera apertura a la más mínimo posibilidad de un compromiso. “Si entonces la herencia
viene por la Torá ya no viene de la promesa hecha a Abraham”.
Debemos fijarnos que Pablo introdujo un nuevo término, “herencia”. Tendrá un lugar importante
de aquí en adelante. Pues la “herencia” incorpora todos los beneficios de la obra de la salvación
de Dios. La conclusión de Pablo es que la insistencia del Judaísmo de basar esta herencia en la
Ley de Moisés en efecto cancela la promesa hecha a Abraham.
El Judaísmo, por cierto, no acepta la conclusión de Pablo, arguyendo que Abraham de alguna
forma tenía un conocimiento previo de la Torá. Si Abraham, como lo concibe Pablo, recibió la
promesa de la herencia sin la Torá, ¿sobre qué se basó la promesa? La conclusión de Pablo es
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que es un regalo de la gracia de Dios hecha a Abraham. El término, “hacer un regalo”, relaciona
la promesa hecha a Abraham con la presente obra de salvación de Dios, y mediante ésta, con la
salvación ofrecida a los gálatas.
1. Pablo, en Gálatas 3:6-14, como también en 3:15-18, usa muchas citas del Antiguo Testamento
como pruebas de que delante Dios la persona es justificada sólo por la fe, sin las obras de la Ley.
El muestra que Abraham, muchos años antes de existir la Ley del Monte Sinaí, fue declarado
justo por la fe.
Merril Tenney, en su comentario sobre Gálatas, al enseñarnos diversos métodos de interpretar las
Escrituras en el capítulo 9, usa el método comparativo, interpretando las Escrituras por la misma
Escritura. Después de leer ese capítulo en el libro de Tenney, conteste las siguientes preguntas:
a. Al usar uno el método comparativo de estudio bíblico, ¿qué tres sugerencias nos da
Tenney?
b. Bajo el tema “el estudio comparativo”, Tenney nos da el ejemplo de cómo comparar a
Gálatas 3:5-14 con Romanos 3:31- 4:16, ya que tienen un tema común: “La ley y la fe”.
Apúntalas en hoja aparte y analízalas.
c. ¿Qué lecciones aprendiste de este estudio comparativo?
d. En las pp. 213 a 220, Tenney nos presenta un estudio comparativo con el Antiguo
Testamento.
e. ¿Cuáles pasajes cita y comenta Tenney?
f. ¿Qué lecciones aprendiste de esa exposición?
2. En la página 149 en las Obras de Martín Lutero, Lutero nos presenta cuatro factores hallados
en todo testamento. ¿Cuáles son, y a quiénes representan?
3. En las pp. 150 y 151, Lutero, en forma breve, explica que la simiente de Abraham se refiere a
Cristo. ¿Qué observaciones de Lutero acerca de Cristo deseas compartir?
4. Lutero y las fechas. Haga unos comentarios sobre las fechas que Lutero hace en las pp. 152 y
153.
7. Antes de seguir a la siguiente lección, lee nuevamente el libro de Gálatas prestando especial
atención a lo que dice referente a la Ley.
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In Nomine Jesu
Lección 9
Gálatas 3:19-25
Cuarta prueba:
La ley de Dios condena, no puede salvar
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda que la Ley es santa y buena, pues fue dada por Dios, pero no puede
salvar.
2. Que el estudiante aprenda que la Ley fue dada después de muchas promesa, y fue añadida
debido al pecado.
3. Que el estudiante aprenda que la Ley juzga, hace prisionero, condena, mata, no salva.
4. Que el estudiante aprenda que la Ley de Dios no puede ser compasiva, no puede mejorarnos,
sólo puede condenarnos. Aún así, la Ley de Dios sigue siendo santa y perfecta.
Actividades:
1. Compare las versiones de Reina-Valera y Dios Habla Hoy (y otras versiones de la Biblia si
deseas).
2. Estudiar la lección leyendo los comentarios.
3. Leer del Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero, las pp. 154-166 y responder a las
preguntas.
4. Leer nuevamente a Gálatas.
Reina-Valera, 3:19-25
3:19 Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que
viniera la descendencia a quien fue hecha la promesa; y fue dada por medio de ángeles en manos
de un mediador. 20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. 21 Entonces, ¿la Ley
contradice las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Porque si la Ley dada pudiera vivificar,
la justicia sería verdaderamente por la Ley. 22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para
que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a los creyentes.
23 Pero antes que llegara la fe, estábamos confinados bajo la Ley, encerrados para aquella fe que
iba a ser revelada. 24 De manera que la Ley ha sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, a fin de
que fuéramos justificados por la fe. 25 Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo un
guía,
3:19 Entonces, ¿para qué sirve la ley de Moisés? Fue dada después, para poner de manifiesto la
desobediencia de los hombres, hasta que viniera esa “descendencia” a quien se le había hecho la
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promesa. La ley fue proclamada por medio de ángeles, y Moisés sirvió de intermediario. 20 Pero
no hay necesidad de intermediario cuando se trata de una persona, y Dios es uno solo.
21 ¿Acaso esto quiere decir que la ley de Moisés está en contra de las promesas de Dios? ¡Claro
que no! Porque si la ley pudiera dar vida, entonces uno podría quedar libre de culpa haciendo lo
que esa ley manda. 22 Pero, según lo que dice la Escritura, todos son prisioneros del pecado,
para que quienes creen en Jesucristo puedan recibir lo que Dios ha prometido.
23 Antes de venir la fe, la ley nos tenía presos, esperando a que la fe fuera dada a conocer. 24 La
ley, como el esclavo que conduce a los niños, nos condujo a Cristo, para que al creer en él
pudiéramos ser hechos libres de culpa. 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos a cargo
de ese esclavo que era la ley.
Comentarios:
La pregunta en 3:19, “¿Qué entonces es la Ley?”, introduce un cuarto argumento, declarando que
la Ley no salva, al contrario condena. Por lo tanto, esto prueba que el ser humano es salvado sólo
por la fe en el Evangelio (o sea Cristo) y no por la Ley, mucho menos por las obras de la Ley.
En 3:19, Pablo sigue con cuatro definiciones a la pregunta acerca del significado de la Ley:
a. 19b: “fue añadida debido a las transgresiones”.
b. 19c: “hasta que aparezca el descendiente a quien se le hizo la promesa”.
c. 19d: “ordenado por ángeles”.
d. 19e: “por la mano de un mediador”.
a. La primer definición de Pablo es que la Ley “fue añadida debido a las transgresiones”. La
definición judía diría que la Ley fue dada debido a Israel. Como un don de Dios la Torá provee
una “cerca” impenetrable de protección alrededor de Israel. Este concepto de “una cerca”
protectora fue de especial importancia para Israel cuando estaban en cautiverio.
Pablo toma una posición no-judía acerca de la Torá diciendo que la Ley fue dada “debido a las
transgresiones”. Pablo sabe de la necesidad de la Torá judía, aunque se debe entender que él la
interpreta en forma negativa. El señala que la Torá judía sirvió para “encerrar a todo bajo
pecado” (3:22) y para “guardarlo prisionero” (3:23). Hasta la llegada de Cristo, la Torá sirvió
como un custodio, guardián (3:24-25). En Romanos, Pablo va aún más lejos: el poder del pecado
es considerado como una entidad personal de dimensiones demoníacas; existente aún antes de
que fuese dada la Torá. En Romanos 5:20 dice que la Torá “multiplica el pecado”, por eso Dios a
la vez multiplica la gracia. Porque sin la Ley no hay transgresiones (4:15); ahora la Ley las
intensificó a tal grado que era necesario para Dios intervenir con su gracia (Romanos 5:20; 3:20;
7:4-13; 8:3; 1 Corintios 15:56; 2 Corintios 3:6-9). En vez de hacer que se eviten las
54
c. La tercera parte de la definición también tiene sus raíces en el Judaísmo: la Torá “fue ordenada
por ángeles”. El contraste es intencional, que Dios dio la promesa a Abraham (Gálatas 3:8, 16), y
que ángeles dieron la Torá a Moisés. Es verdad que las narrativas en el Antiguo Testamento
acerca de la revelación de la Torá en el Monte de Sinaí no hablan de la presencia de ángeles (ver
Éxodo 19:9, 16ss; 24:15ss; Deuteronomio 4:11ss; 5:22ss). Sin embargo, los fenómenos cósmicos
que acompañaron a la revelación se interpretaron que fueron causados por “ángeles de los
elementos”. Este punto de vista es reflejado en Hechos 7:38, “Este es aquel Moisés que estuvo en
la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el Monte Sinaí, y con nuestros
padres, y que recibió palabras de vida para darnos”. También en Hechos 7:53, “vosotros que
recibisteis la Ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis”.
Para Pablo, la Torá judía ocupaba un lugar “positivo”, pero muy limitada en la obra redentora de
Dios. Ni la Torá misma ni los ángeles que la dieron son malignos. Pero, la Torá de Moisés y los
ángeles son inferiores a la promesa de Dios hecha a Abraham.
En 3:20, Pablo provee una definición general del concepto, mediador. Esta definición explica por
qué Pablo consideró inferior a la Torá judía (ver el v. 19). La definición tiene dos partes, la
negativa está en el v. 20a y una positiva en el v. 20b:
v. 20a: pero el mediador no es de uno,
v. 20b: pero Dios es uno.
Hay mucha discusión sobre este pasaje. Pero, se puede concluir, según Betz, que en cualquier
caso, Pablo considera al “mediador” y “un sólo Dios” como conceptos mutuamente exclusivos.
Pablo arguye que cualquier cosa es inferior al contrastarse con “un sólo Dios”. Considerando que
el concepto de mediador presupone por definición que haya más que uno, es pues inferior a “un
solo Dios”. Consecuentemente, esto hace que la Torá sea inferior.
dogma de la religión monoteísta. Así, por sí sólo, gana el argumento. La implicación es que el
proceso de la redención divina requiere conformidad con que, Dios es uno. El plan de salvación
presentado por Pablo está siempre expresado en el principio de la unidad: Que hay un Dios, un
redentor quien es Cristo (3:16), un evangelio (1:6-7; 2:5), una iglesia (3:28 y 5:14), y un fruto del
Espíritu (5:22).
En 3:21, “¿Es la Ley, entonces, contraria a las promesas de Dios”? Esta es una pregunta
hipotética y a la vez es real. Pablo mismo la contesta: “¡De ninguna manera! Pues si la Ley
hubiera sido capaz de dar la vida, entonces la justicia ciertamente hubiera llegado por la Ley”. En
el Judaísmo, una de las principales doctrinas es que Dios dio la Torá para proveer un camino
para Israel llegar a la vida eterna. Podemos concluir, que los oponentes de Pablo estaban de
acuerdo con esta posición judía, pues, si no, no hubieran requerido que los gálatas aceptaran la
circuncisión de la Torá. Es obvio que Pablo niega esa interpretación. Para él, la vida es dada por
el Espíritu. Es falso esperar la vida eterna mediante la Torá según Pablo, ya que no fue dada para
tal propósito.
La Escritura ha restringido todo bajo pecado. Pero, el confinamiento universal bajo pecado es
sólo para un período transitorio antes/hasta la llegada del redentor Jesucristo. Ya que Cristo ha
venido, aquel período puede ser relegado al pasado. La implicación es que la Torá llega a ser un
instrumento útil en las manos de la Escritura. Pero, su propósito es generar transgresión,
multiplicar al pecado, hasta la llegada de Cristo (ver 3:19, 23-25). Cuando ese tiempo fue
cumplido (ver 4:4-5), Cristo vino como fue previsto 3:8, y Dios cumplió la promesa hecha a
Abraham (3:6-18 y 3:1-5).
Aunque la Torá no da la vida 3:21, si tiene una parte positiva en el proceso de la salvación: “para
que la promesa, mediante la fe en Jesucristo, sea dada a los que creen”. Contiene conceptos que
ya fueron explicados anteriormente. Por lo tanto, resume el argumento anterior en 3:6-18,
especialmente 3:14b y 18b, por la fe en Jesucristo (ver Gálatas 2:16; 3:7-9, 11-12, 24; 5:5).
En 3:23, “Antes de llegar la fe, fuimos guardados en custodia bajo la Ley, confinados hasta
llegar la fe que sería revelada”. El período de la Ley mantuvo a los judíos confinados en
pecaminosidad 3:22 y bajo la maldición de la Ley 3:10. Aún quedan algunas preguntas. ¿Cuándo
comenzó el período de la Ley? ¿Cómo está ligado a la historia del Judaísmo? ¿Es idéntico con
toda la historia de Israel, o sólo parte de ella?
El fin es mediante Cristo ¿qué significa para esos judíos que siguen incrédulos? ¿Qué hay de los
gentiles? ¿Estaban ellos bajo la Torá? ¿Cómo se relaciona la conversión de los gálatas al
principio del período de la fe? Pablo ha tratado de contestar algunas de estas preguntas en
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Romanos, pero debemos cuidarnos y no siempre tratar de armonizar a Gálatas con Romanos. En
Romanos 1:18-3:20 el Apóstol demuestra que tanto judíos como gentiles están “bajo pecado”
(ver Romanos 3:9, 19, 23; 5:12, 14, 16). Este período comienza con la transgresión de Adán
Romanos 5:12-21, así que aun antes de Moisés reinó el pecado y la muerte. Pero, no fueron
contado, porque no había Ley (Romanos 5:14). También la pregunta de cómo termina la
situación pre-cristiana para el cristiano es muy cuidadosamente discutida en Romanos 5-8. En
Romanos 9-11, Pablo presenta la situación de los judíos no cristianos, algo que Pablo no
menciona en Gálatas.
El v. 3:24. En los vv. 24-25, Pablo presenta su conclusión a esta sección: “Por lo tanto, la Ley ha
sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe”. Parece raro,
pero es importante, que Pablo describa la Ley como, nuestro pedagogo. Hoy asociamos a
pedagogos con la profesión de enseñar. Sin embargo, en la antigüedad, “pedagogo” no se refería
al “maestro”, sino al esclavo que acompañó al niño a la escuela y de regreso a la casa, cargando
sus libros y útiles. La tarea de este esclavo era proteger al niño de peligros, y estar seguro que
entraba a la escuela en vez de quedarse fuera jugando o haciendo travesuras.
¿Cómo puede entonces esta figura del pedagogo=esclavo, guardián, ser asociada con la Ley?
Para Pablo el estar “bajo un pedagogo” es igual que la “esclavitud” y “el estar bajo los elementos
del mundo” (ver Gálatas 2:4; 3:23; 4:1-10; 5:1) que resultan, en estar “encarcelado” sin tener
“libertad” ni “madurez”. Es igual a una maldición, ciertamente no es bendición.
La “llegada de Cristo” terminó el período de la Torá, como cuando el niño llega a la edad de
madurez, ahí termina la tarea del pedagogo (ver 3:19c, 23, 25; 4:1-3,7). Aunque su papel es
negativa, la Torá permanece parte íntegra del plan de la salvación de Dios.
En 3:25, “Pero desde que ha llegado la fe, ya no estamos bajo un guardián”. En el v. 23, vimos
que la llegada de la fe es idéntica a la llegada de Cristo (ver 3:19c, 24; 4:4). Para el cristiano
implica que ya no está “bajo la Torá” porque “Cristo es el fin de la Torá, para la justificación de
todo el que cree”. Esto es en primer lugar, verídico para que el judío recuerde lo que Pablo dijo
en Gálatas 2:16-17 y 19, “Yo por la Torá, he muerto a la Torá”. Pero, también es verdad para los
gentiles, en el sentido de que no hay razón para ellos buscar refugio bajo la Torá, algo que los
gálatas estaban en este momento considerando hacer (ver Gálatas 1:6s; 3:1-5, 4:9, 21; 5:4).
2. En las pp. 154 a 156 del Volumen 8, Lutero comenta sobre 3:20. Favor de señalar los cinco
puntos que menciona Lutero y cómo está de acuerdo o en desacuerdo con San Jerónimo.
3. Al pie de la p. 156, Lutero indica que Jerónimo, Agustín, Ambrosio pasan por alto este pasaje
y no le hacen ningún comentario. Lutero, en las pp. 157 y 158, nos presenta los suyos. Las notas
283 y 284 al pie de la p. 158, revelan que Lutero hizo revisiones en el año 1523. Favor de indicar
esas revisiones:
5. En las pp. 162 y 163, Lutero comenta sobre la Ley que es buena, justa y santa (ver Romanos
7:12), pero que ésta no hace a nadie justo. ¿Qué te parece el ejemplo que da acerca del agua y el
cemento? Favor, explicar la ilustración.
6. Comentarios de Lutero sobre 3:23-25. Favor de escoger lo que hallaste de mayor utilidad para
entender que la Ley es “un ayo, un freno, un yugo”, que la Ley no libera, sino que arrastra a uno
como a un condenado, ante la cruz de Cristo.
7. Te recomiendo leer la tesis del Dr. Rodolfo Blank, “La Ley según los teólogos de la
Liberación”.
In Nomine Jesu
Lección 10
Gálatas 3:26-29
Quinta prueba:
Por el bautismo somos hijos y herederos de Dios
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda que mediante el Bautismo Dios nos viste con la justicia de Cristo.
2. Que el estudiante aprenda que por el Bautismo Dios nos une consigo y somos sus hijos y
herederos.
3. Que el estudiante aprenda que todos los creyentes en Cristo somos hermanos.
Actividades:
1. Compare las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer la lección y otros capítulos sugeridos.
3. Contestar preguntas después de leer del Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero,
las pp. 166 a 169.
Reina-Valera, 3:26-29
3:26 porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, 27 pues todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros
sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois, y herederos según la promesa (a
Abraham).
3:26 pues por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios. 27 y por el bautismo han
venido a estar unidos con Cristo y se encuentran revestidos de él. Ya no importa el ser judío o
griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno
solo. 29 Y si son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas
que Dios le hizo (a Abraham).
Comentarios:
La sección 3:26-29, resalta por ser el meollo de todas las pruebas vistas en la sección 3:1 al 4:31.
Después de discutir la situación de los judíos cristianos que concluye en 3:25, Pablo en 3:26-28
habla de los gentiles cristianos y define su situación delante de Dios. Desde el principio de su
carta, esta declaración aparentemente era la meta de Pablo.
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En 3:26, “Porque todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”. La implicación es
que Pablo en 2:15 al 3:25, ha discutido la situación de los judíos cristianos, al grupo al que él
mismo pertenece. Habiendo concluido esa parte del argumento en el v. 25, Pablo ahora vuelve a
la situación de los gálatas, gentiles cristianos. A todos los gentiles cristianos les dice que por el
bautismo, ante Dios son “hijos de Dios”. Se entiende que esa designación honorífica “hijos de
Dios” fue normalmente reservada para los judíos. Por lo tanto, es excepcional que Pablo atribuya
ahora esa designación también a los gentiles.
El argumento sigue la tesis en 3:7. Es Cristo, “el hijo de Dios”, quien hace posible la adopción de
“hijos” mediante el don del Espíritu”. Dos fórmulas declaran las condiciones para esta adopción:
“por la fe” y por la incorporación al “cuerpo de Cristo” eso es, estar “en Cristo Jesús”. Por el
bautismo, los gálatas llegaron a ser “hijos de Dios”. “Los gentiles llegan a ser hijos de Dios por
la fe en Cristo Jesús”, no “por obras de la Ley”.
En 3:27, “Porque todos los que son bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos”. En Gálatas
ésta es la única referencia explícita al bautismo. Sirve para conectar a 3:26-28. La función del v.
27 es para recordar la ceremonia bautismal y su significado. Incluidos están todos los bautizados.
La frase “bautizado en Cristo” puede ser interpretada de diferentes maneras. Aún en los escritos
de Pablo hay variaciones (ver Romanos 6:3s, 1 Corintios 1:13-17; 10:2; 12:13: 15:29; también
Colosenses 2:12). Sabemos que la antigua teología bautismal causó problemas para el Apóstol.
En 1 Tesalonicenses, él nunca menciona el bautismo; en 1 Corintios, Pablo lucha con una
interpretación diferente del bautismo (1 Corintios 1:13-17); y en Romanos 6:3-8, él no menciona
el concepto de “bautismo en Cristo”, pero lo interpreta en términos de “morir y resucitar con
Cristo”. Debido a estas variedades en el lenguaje bautismal de Pablo, Betz mismo recomienda no
tratar de armonizar a esos dos pasajes. En Gálatas 2:19; 5:24 y 6:14, dice Betz, Pablo se refiere a
la doctrina de “morir y resucitar con Cristo”, sin referirse explícitamente al rito bautismal. Por lo
tanto, según Betz, en esos tres pasajes no debemos intercalar el bautismo.
En 3:27, Pablo usa otro concepto cuando define la expresión, en Cristo. Lo presenta como un
acto de cubrirse, “vestirse”, entendiéndose a Cristo como una vestimenta. Sugiere que es un
evento de divina transformación en que se llega a ser una nueva criatura. La base objetiva sobre
la que descansa la existencia cristiana y de la que Pablo les recuerda a los gálatas. Es la
declaración oficial de adopción, es un acto legal que se llevó a cabo en el bautismo. Pero, esta
base legal es únicamente la conclusión de eventos anteriores: los eventos nombrados en Gálatas
1:4; 2:20; 3:13; 4:4-5, que son cristológicos-soteriológicos; el don del Espíritu en 3:2-5; 4:6; y la
fe en Cristo de los gálatas. En otras palabras, la base objetiva de la que Pablo habla es la fe en
60
Cristo, pero no del sacramento como un ritus ex opere operato = un rito que opera
automáticamente. La fe en Cristo sólo puede estar fundada en Cristo mismo, no en un acto, un
hecho fuera de Él.
“La fe en Cristo” es la base objetiva porque es predicha por las Escrituras y porque ha llegado a
ser una realidad histórica con la llegada de Cristo (3:23, 25; 4:4-5) y su entrega a sí mismo en la
cruz (1:4; 2:20; 3:13). La existencia de cada cristiano ocurrió al hacer contacto con la
predicación del Evangelio y el don del Espíritu (3:2-5; 4:6).
La conexión entre “vestirse” de Cristo y el bautismo es hallada fuera de Gálatas 3:27 (ver
también, Colosenses 3:10 y Efesios 4:24). Considerando el trasfondo, podemos asumir que el
concepto implica “quitarse” el “viejo hombre” y el “vestirse” el “nuevo hombre”. Esto puede
explicarse porque Pablo también se refiere al bautismo como “una nueva creación” (Gálatas
6:15).
La conexión de este concepto con el de “morir y resucitar con Cristo” no está tan desarrollado en
Gálatas como lo está en Romanos 6-8. En Gálatas, Pablo usa el concepto de “vestirse con Cristo”
en diferentes citas, mientras que sólo en Romanos 6-8, identifica a ambos pero extiende el “morir
y resucitar con Cristo” más allá del acto del bautismo a la vida del cristiano, que puede significar
“imitar a Cristo”.
Nota personal: Es necesario investigar si Gálatas fue escrito antes o después de Romanos.
Personalmente creo que Gálatas es la primer carta de Pablo y que Romanos es una de las últimas.
Si es así, entonces Romanos llena ciertos conceptos acerca del bautismo que Pablo no tenía razón
de incluir al tratar con el problema que confrontó a los gálatas. Por tanto el debate de Betz me
parece exagerado al comparar Gálatas con Romanos.
En 3:28, “No hay ya judío ni griego; no hay ni esclavo ni persona libre; no hay ni masculino ni
femenino. Porque todos son uno en Cristo Jesús”. Sorprendentemente, el v. 28 nos lleva al
campo de ideales y prácticas políticas-sociales. El v. 3:28 contiene tres declaraciones paralelas
en el tiempo presente, que definen consecuencias religiosas, culturales, y sociales por la
iniciación mediante el bautismo cristiano. Las tres declaraciones, sumamente concisas, nombran
el viejo estado del bautizado y declaran cancelado al viejo estado. Pablo declara a lo nuevo no
como algo venidero, sino existente en el presente, que ocurrió mediante el bautismo.
Estos cambios sociales, “No hay ni judío ni griego; no hay ni esclavo ni persona libre; no hay ni
masculino ni femenino”, son parte del proceso de redención y como resultado de las experiencias
extáticas que tuvieron los gálatas como también otros cristianos. Habiendo sido rescatados de la
presente era maligna (Gálatas 1:4), y siendo cambiados a una “nueva criatura” implica cambios
políticos y sociales radicales. La relación cristiana a las estructuras sociales y políticas de “este
mundo” sigue la regla presentada en 6:14: “mediante quien = Cristo, el mundo me es crucificado
y yo al mundo”. El cristiano ahora está “muerto” al viejo orden del mundo (Gálatas 2:19) en las
distinciones sociales, religiosas, y culturales.
griego”. La unidad ha sido lograda mediante Cristo y es un regalo del Espíritu mediante el
bautismo.
b. La segunda declaración anuncia que en la Iglesia la esclavitud ha sido abolida: “No hay ni
esclavo ni persona libre” (ver Gálatas 3:28). Sin embargo, en 1 Corintios 7:21-24 y Filemón
parecen presentar situaciones y soluciones diferentes referente a la esclavitud. Generalmente se
asume que la actitud real de Pablo se halla en 1 Corintios y en Filemón, y que Gálatas 3:28,
según Betz, fue un malentendido. Más bien parece que 3:28 fue la causa de la confusión, en vez
de ser una confusión de la causa. Una reacción en Filemón, cuando Pablo envió de regreso a
Onésimo a su amo, muestra que el mensaje bautismal creó problemas sociales con consecuencias
imprevisibles. Las recomendaciones muy elaboradas para proteger a Onésimo muestran cuan
penoso debe de haber sido el tener que tomar dicha acción. Por otro lado, Pablo resistió tomar la
alternativa social y promover una rebelión, la cual, sin duda, hubiera sido aplastada
violentamente.
c. La tercera es la más extraña, pero la más necesaria de los tres paralelos: “No hay masculino ni
femenino”. En contraste a los paralelos anteriores, Pablo nombra a los sexos en neutro, lo que
indica que están involucradas no sólo las diferencias sociales entre el hombre y la mujer, sino
también las diferencias biológicas. No hay más paralelos en el Nuevo Testamento comparables a
estos, pero sí hay una abundancia en la literatura gnóstica, apócrifa, y otros. Por lo tanto, 3:28 es
la primera vez que hallamos una doctrina que declara la abolición de la distinción de los sexos.
Es de suma importancia que tomemos en consideración que la abolición de las diferencias en las
tres declaraciones de 3:28 resulta porque se está ligado a la “unidad en Cristo” mediante el
bautismo.
d. “Porque todos son uno en Cristo Jesús”. La última línea de 3:28, se parece mucho a 3:26.
Pero, también tiene diferencias. En el v. 26, los gálatas oyeron, “pues todos ustedes son hijos de
Dios”, y en el v. 28, se declara que todo tipo de discriminación ha sido abolido. Estos cambios
ahora se justifican con la última línea, pues todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Mientras que
en el v. 26 se enfatiza la pluralidad, en el v. 28d se enfatiza la unidad. Claramente esta “unidad”
corresponde a la unidad de Dios (3:20), la unidad de Cristo (3:16), la unidad del apóstol (1:1,
10-12). Pablo no explica con mucho detalle lo que quiere decir con “uno en Cristo Jesús”, pero
de Romanos 12:5, podemos deducir “los muchos de nosotros somos un cuerpo en Cristo”.
En Gálatas Pablo no usa el concepto de “cuerpo de Cristo”, pero parece que lo presupone aquí,
como lo hará después en Gálatas 5:13s; 6:2, 10, 15.
Y en 3:29, luego de 3:26-28, donde Pablo concluye el argumento que comenzó ya en 3:6, “Sin
embargo, si tu perteneces a Cristo, entonces eres descendiente de Abraham, eres heredero según
la promesa”. A base de 3:26-28, Pablo ahora puede decir que “Cristo” incluye a todos los que
pertenecen a Cristo, porque ellos constituyen “un cuerpo de Cristo”. “Estar en Cristo” y “ser de
Cristo” son frases que tienen el mismo significado. La promesa de Dios a Abraham ha llegado a
cumplirse en ellos, y ellos son “los hijos de Abraham” (ver 3:6-14, 18, 22).
62
Comentarios adicionales:
META: Que aprendamos que la Santa Ley de Dios nos revela que nacemos en pecado, separados
de Dios y que estamos bajo maldición por no poder cumplir ni querer cumplir lo que la Ley
exige, o prohíbe. Esto es pésima noticia que cada ser humano debe tomar muy en serio.
“El hombre está intranquilo hasta que halla su paz en Dios”, dijo San Agustín. También los
gálatas estaban intranquilos buscando su paz con dioses que ellos habían traído de las Islas
Británicas (Gálatas 4:8) y con los nuevos dioses que hallaron en su nueva patria, Galacia.
Buscaron la paz de conciencia mediante la práctica de ritos y sacrificios dedicados a estos dioses.
Mientras recuperó de su enfermedad (4:12-20), San Pablo pasó un tiempo entre los gálatas y les
habló acerca de Jesucristo. Les anunció que Jesús, mediante su muerte y resurrección, hizo la
paz, que ofrece libertad.
Al aceptar los gálatas esa buena noticia de Jesús, el Espíritu Santo obró en ellos fe, dándoles paz
de conciencia y gozo en servir a Dios y al prójimo.
Según la Carta a los Gálatas se nota, sin embargo, que estaban en peligro de dejar al Evangelio,
porque una o varias personas, les hicieron pensar que Jesucristo y Su salvación no eran
suficientes para la salvación. Por lo tanto, los gálatas estaban pensado en ponerse bajo los
mandatos de la Ley con sus reglas, ritos, sacrificios, especialmente la práctica de la circuncisión.
Sin embargo, San Pablo notó que no da certeza y consuelo el estar circuncidado, porque uno
nunca está seguro si ha cumplido todo lo que la Ley manda.
Y un dato más, muy importante, la Ley fue dada después de la promesa de salvación. Quiere
decir, que desde el principio nunca era la intención de Dios salvar a los seres humanos por el
cumplimiento de la Ley, sino sólo por la promesa.
Por eso escribe San Pablo en Romanos 5:20: “La Ley , pues, se introdujo para que el pecado
abundara” y “reina para muerte”. ¿Quién puede encubrir al pecado? Por lo tanto, no queda otra,
sino confesar que uno es pecador en pensamiento, palabra y obra. Ante Dios cada uno está
condenado. Eso es mala noticia (ver Romanos 7:18-20).
La Ley de Dios define lo que es ser pecador, estar separado de Dios, ser enemigo de Dios y estar
condenado. El ser humano no puede, ni siquiera desea hacer lo que Dios le pide. Por lo tanto, se
enoja con Dios porque la Ley le acusa, condena, mata por ser incumplidor. Cada ser humano
cree que merece buen trato de Dios.
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Dios ciertamente desea tratar al pecador de la mejor manera según su promesa, por su gracia, su
amor no merecido. El no desea tratar a nadie limitándose sólo según Su santa Ley, pues la Ley
insiste hasta nuestra muerte, “el que no cumple toda la Ley de Dios, morirá eternamente”.
Pero, gracias a Dios, Él tiene otro mensaje, el mensaje de la promesa, la buena nueva que fue
dada mucho antes de la Ley. Escuchémosla.
META: Aprender que el Evangelio es Buena Noticia. La Buena Noticia es que Dios en amor
creó al mundo y todo lo que existe y continúa sosteniendo y cuidándolo. La Buena Noticia es,
aunque el ser humano se desvió del camino de Dios, Dios en amor envió a Su Hijo, Jesucristo
para rescatarlo, salvarlo.
Jesucristo, en amor, se hizo nuestro hermano al nacer de la Virgen María. Con su vida, muerte y
resurrección, redimió a la humanidad. El Espíritu Santo por el Evangelio llama, invita, ofrece y
por la fe en Cristo regenera, nos hace nuevas criaturas, nos perdona, nos guarda y salva.
Recuerde que el Evangelio nunca demanda o exige, pero sí capacita y da fuerza a los ligados en
Cristo por la fe, en hacer buenas obras y en abundancia.
El hecho que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios, se relaciona con seres humanos
eso es Evangelio, es buena noticia. El Dios Trino y Uno creó al universo, también creó a seres
humanos perfectos y les pidió gobernar al mundo, y Dios dijo que todo lo que había creado era
bueno. Eso es Evangelio, buena noticia.
La rebeldía del ser humano al dudar la palabra de Dios entristeció a Dios. Pero, en vez de
destruir a los seres humanos rebeldes, El ofreció un camino seguro de salvación. Aunque ese
camino es para algunos un escándalo, difícil aceptar. I Corintios 1.
Mediante Sus profetas Dios repitió la buena noticia de generación en generación. Los que
aceptaron esa promesa de salvación mediante el Mesías, éstos son su pueblo. Eso es Evangelio,
buena nueva.
Jesucristo es la máxima expresión del Evangelio. El Evangelio nos dice lo que Jesús hizo, lo que
sigue haciendo, y hará por nosotros. El Evangelio me invita a mí, pecador; invita a cada pecador.
Quiere ser buena noticia a todo ser afligido, toda persona triste y atemorizada; quiere convencer
que Dios nos ama en nuestra situación particular. Dios declara perdonado a cada uno quien por
fe acepta las promesas de Dios.
NOTA: Hay cuatro Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Pero, hay que explicar que no
todo lo que revelan los Evangelios es buena nueva. Los cuatro Evangelios contienen muchísima
Ley que exige, demanda y condena.
Por lo tanto, necesitamos diferenciar la Ley del Evangelio en los cuatro Evangelios. Cuando se
exige, demanda, condena entonces es Ley y no es Evangelio aunque esté escrito en los
Evangelios. El Evangelio sólo invita, ofrece, da, perdona, consuela, fortalece, sostiene,
manteniendo unido al creyente en Dios.
64
El fruto del Evangelio es muy variado, según todos los talentos que Dios da a cada uno. Dios
desea que cada creyente crezca en fe y en los dones. La oración, la adoración, son frutos del
Evangelio. El evangelio ofrecido en la Palabra y los Sacramentos del Bautismo y la Santa Cena
hacen que crezca la fe y ayudan pensar en lo bueno. Nos fortalecen para hacer lo que Dios nos
pide hacer para el bien de otros. El evangelio no dice qué obras debemos hacer, más bien aclara
que todo lo que cada creyente hace ligado a Dios, es una buena obra. Aún dormir, comer,
descansar, son buenas obras producidas por el evangelio, ya que ayudan al cuerpo recuperar
fuerzas para alabar a Dios y servir al prójimo.
1. ¿Qué comentario hace Lutero del v. 26 en la p. 166 de las Obras de Martín Lutero?
2. De 3:27. Aunque se menciona el bautismo una sola vez en esta carta, ¿por qué la obra que el
bautismo produce es de gran importancia? o ¿es insignificante?
3. En las pp. 166 y 167 del Volumen 8, Lutero explica lo que entiende por estar “vestido de
Cristo”.
a. Favor de mencionar lo que Lutero quiso dar a entender con la frase.
b. Compare con Romanos 13:14.
c. Compare también con Efesios 4:24.
4. En las pp. 167 y 168 explica lo que Lutero dice acerca de las divisiones.
6. Repase esta lección y comente cómo el bautismo erradica diferencias religiosas, sociales y
políticas.
7. Al pie de la p. 167, explica lo que Lutero piensa de los “sin nombre”. ¿Cómo ilustra Lutero el
estar unido a Cristo?
9. En la p. 169, comenta cómo Lutero explica las bendiciones al estar “uno en Cristo”. ¿Qué
mensaje especial aprendiste en esta lección?
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In Nomine Jesu
Lección 11
Gálatas 4:1-20
Sexta prueba:
Ya no esclavos, somos hijos de Dios
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda a diferenciar entre ser un “niño” (esclavo) y el ser “hijo de Dios”
(libre).
2. Que el estudiante vea que llegamos a ser hijos de Dios mediante Su Hijo, nacido de mujer.
3. Que el estudiante vea que el dador de la Ley y del Evangelio, al cumplirse el tiempo predicho
nos regaló a Su Hijo.
4. Que el estudiante vea que el Hijo se puso bajo la Ley, la cumplió a cabalidad por nosotros y en
la cruz pagó por nuestra culpa.
Actividades:
1. Comparar las versiones en Reina-Valera y en Dios Habla Hoy.
2. Leer y meditar sobre el resto de la lección.
3. Leer las pp. 173-203, en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero.
4. Responder a las preguntas al final de la lección.
5. Leer nuevamente la carta a los Gálatas antes de la siguiente lección.
Reina-Valera, 4:1-20
4:1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es
señor de todo, 2 sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo señalado por el
padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos niños estábamos en esclavitud bajo los rudimentos
del mundo. 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos
la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su
Hijo, el cual clama: “¡Abba, Padre!”. 7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo. 8 Ciertamente, en otro tiempo, cuando no conocíais a
Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; 9 pero ahora, ya que conocéis a Dios o, más
bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres
rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? 10 Guardáis los días, los meses, los
tiempos y los años. 11 Temo que mi trabajo en vuestro medio haya sido en vano.
12 Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros.
Ninguna ofensa me habéis hecho, 13 pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del
cuerpo os anuncié el evangelio al principio; 14 y no me despreciasteis ni rechazasteis por la
prueba que tenía en mi cuerpo. Al contrario, me recibisteis como a un ángel de Dios, como a
66
Cristo Jesús. 15 ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy
testimonio de que si hubierais podido, os habríais sacado vuestros propios ojos para dármelos 16
¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo por deciros la verdad? 17 Se interesan por vosotros, pero
no para vuestro bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros os intereséis por
ellos. 18 Bueno es mostrar interés por lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente
con vosotros. 19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros, 20 quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy
perplejo en cuanto a vosotros.
4:1 Lo que quiero decir es esto: Mientras el heredero es niño, en nada se diferencia de un esclavo
de la familia, aunque sea en realidad el dueño de todo. 2 Hay personas que lo cuidan y que se
encargan de sus asuntos, hasta el tiempo que su padre haya señalado. 3 Lo mismo pasa con
nosotros: durante nuestra niñez, estábamos por así decirlo, sometidos a los poderes que dominan
esta mundo. 4 Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer,
sometido a la ley de Moisés, 5 para dar libertad a los que estábamos bajo esa ley, para que Dios
nos recibiera como a hijos. 6 Y para mostrar que ya somos sus hijos, Dios mandó su Espíritu de
su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: “¡Padre mío!” 7 Así pues, tú ya no eres
esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.
8 Antes, cuando ustedes no conocían a Dios eran esclavos de dioses que en realidad no lo son. 9
Pero ahora que conocen a Dios o mejor dicho, que Dios los conoce a ustedes, ¿cómo es posible
que vuelvan a someterse a esos débiles y pobres poderes, y a hacerse sus esclavos? Ustedes
celebran ciertos días, meses, fechas y años 11 ¡Mucho me temo que mi trabajo entre ustedes no
haya servido de nada. 12 Hermanos, les ruego que se vuelvan como yo, porque yo me he vuelto
como ustedes. No es que me hayan causado ustedes ningún daño. 13 Como ya saben, cuando
primero les prediqué el mensaje de salvación lo hice debido a una enfermedad que sufría. 14 Y
esa enfermedad fue una prueba para ustedes, que no me despreciaron ni me rechazaron a causa
de ella, sino que, al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios ¡como si se tratara de
Jesucristo mismo! 15 ¿Qué pasó con aquella alegría que sentían? Puedo decir en favor de ustedes
que, de haberles sido posible, hasta se habrían sacado los ojos para dármelos a mí. 16 Y ahora,
¿acaso me he vuelto enemigo de ustedes, solamente porque les he dicho la verdad?
17 Esa gente tiene mucho interés en ustedes, pero no son buenas sus intenciones. Lo que quieren
es apartarlos de nosotros, para que luego ustedes se interesen por ellos. 18 Claro que es bueno
interesarse por los demás, pero con buenas intenciones; y que sea siempre, y no solamente
cuando estoy entre ustedes. 19 Hijitos míos, otra vez sufro dolores por ustedes. 20 ¡Ojalá
estuviera yo ahí ahora mismo para hablarles de otra manera, pues no sé qué pensar de ustedes!
Comentarios
En 4:1, mientras que el heredero es un menor, aunque es propietario legal de la herencia, pero,
por su edad no puede disponer de ella. Aunque legalmente es el dueño de todo, no es diferente a
un esclavo, a un sirviente. Por cierto, esta comparación debe tomarse con un grano de sal. La
similitud del menor con el esclavo es una similitud de apariencia nada más. El punto que Pablo
destaca, sin embargo, está bien claro: ambos, el menor y el esclavo, no tienen la capacidad de la
autodeterminación.
67
En 4:3, Pablo aplica esta comparación hecha en los vv. 1-2 a la presente situación de los
cristianos. Lo que dice aquí es aplicable a todos los cristianos, sean de origen judío o gentil. En
su situación pre-cristiana, todos están en la situación de menores. Esta descripción de la situación
pre-cristiana es de esclavitud, que él ahora compara con la liberación mediante Jesucristo.
Los esclavizadores según Pablo son los elementos de este mundo natural. ¿Representan estos
elementos las fuerzas demoníacas que constituyen y controlan a “este eón maligno” (1:4)?
El concepto de esclavitud bajo los elementos del mundo natural también puede ser ilustrado por
el contexto. Allí los elementos son idénticos con los señalados en 4:8 que “por naturaleza no son
dioses”; ellos son los “tutores y administradores” de 4:2, los dueños de los esclavos (4:3). Estar
bajo ellos no es diferente de estar “bajo la Ley” (3:22-25). “La esclavitud” no es más que
observar escrupulosamente los requisitos cúlticos (4:9-10; ver Colosenses 2:8, 16-23). Aunque
muy brevemente, Gálatas 4:3 contiene el pensar de Pablo de la situación humana previa a la
redención en Cristo, visto por supuesto, de la perspectiva de la fe cristiana. Pablo desarrolló esto
con más detalle en Romanos 5:12-7:24. Favor de hacer la comparación.
En 4:4, con la frase “Dios envió a su hijo”, Pablo describe el acto redentor de Dios. En el v. 4:6,
agrega que Dios envió el Espíritu de Su Hijo. En Romanos 8:3, notamos igualmente que Dios
envió a Su Hijo.
En el contexto de Gálatas, se nos habla de la “venida” de Cristo en 3:19, 23, 25, pero sólo la
declaración cristológica en 4:4-5, nos dice más de su venida: nacido por una mujer y colocado
bajo la Ley. “Por” se refiere al nacimiento de un ser humano = procedente de una mujer
(humana), mientras que “bajo” define la existencia de un ser humano. Esta cristología enfatiza la
existencia de Cristo como un ser humano, en particular como un judío bajo la Torá.
En 4:5, el propósito y la meta de la venida de Cristo al mundo era la redención tanto de judíos
como de paganos. “Para que”, introduce dos frases: para que pueda redimir a los que están bajo
la Ley; la segunda frase: para que podamos recibir la adopción de hijos.
En Gálatas, el “llegar a ser hijos” ocurre en el ritual del Bautismo. Pablo también habla de
“recibir el Espíritu” sin decir, sin embargo, que ambos son una y la misma cosa (ver también a
Gálatas 3:2, 14; 4:6; Romanos 8:14-16). “El ser hijo” parece ser una fórmula para ligar al
Bautismo y el don del Espíritu. Pablo, los mantiene aparte aquí como también en Romanos.
En 4:6, el envío del Hijo de Dios es seguido por un segundo acto, también iniciado por Dios: “y
porque sois hijos, Dios envió al espíritu de su Hijo en vuestros corazones”.
Es el Espíritu que grita, exclama ¡Abba, (del arameo) Padre! (del griego). Lutero, en el año 1535,
escribe: Pablo a propósito quería usar ambas expresiones, debido a la diversidad en la Iglesia
68
tanto judíos como gentiles. Y tanto los gentiles como los judíos llaman a Dios “Padre” in
diferentes idiomas, pero la exclamación es la misma considerando que ambas significan “Padre”.
El repetir la expresión, Padre, es un reflejo del carácter bilingüe de la Iglesia primitiva.
En 4:7, Pablo ahora saca la conclusión de esta sección 4:1-6, por lo tanto, reafirmando a 3:26-29.
Si todo su argumento es certero entonces es verdad, ustedes ya no son esclavos sino hijos. El “ya
no” ha formado parte del argumento desde 3:25 (ver también 2:20; 3:18). Desde la llegada de
Cristo, para el cristiano ya sea de origen judío o gentil la esclavitud ya ha pasado. Pablo lo ha
demostrado señalando el significado de la llegada de Cristo (3:23-25); al referirse al Bautismo
(3:26-28) con la conclusión en 3:29; al discutir la ilustración sacada de la ley común en 4:1-2 y
su aplicación doctrinal en 4:3-5; y finalmente recordando al lector de la expresión inspirada por
el Espíritu “¡Abba, Padre!” Si todo esto comprueba que son hijos de Dios entonces sigue: si son
hijos entonces también herederos mediante Dios. Mediante Dios, es un recuerdo de la insistencia
de Pablo en esta carta que el proceso de redención es sólo obra de Dios (1:1, 3-4, 10, 15, 24; 2:6,
19, 21; 3:6, 8, 11, 17-18, 20-21, 26; 4:4, 6, 9, 14; 6:7, 16).
En 4:8, si el argumento previo prevalece entonces los planes presentes de los gálatas son
contradictorios. Previamente cuando no conocían a Dios estaban esclavizados a seres que según
su naturaleza no eran dioses, o no existían. Pablo no explica si adoraban a divinidades celtas o
babilonios, o romanos. Sin especificar, los une a todos con “los elementos del mundo”.
En 4:9, el contraste a la ignorancia de Dios en el pasado como paganos, como cristianos ahora
“conocen a Dios, más bien son conocidos por Dios”. Habiendo alcanzado tal meta, ¿cómo
pueden ahora revertir a los débiles e impotentes elementos del mundo, llegando a ser sus
esclavos nuevamente?
Es probable que los gálatas no lo consideraban así, pues no querían regresar al paganismo, sino
querían fortalecer su salvación con ritos y leyes.
En 4:10, ustedes observan días, meses y épocas y años puede significar tanto que ya lo están
haciendo como puede significar que intentan hacerlo para complementar las creencias cristianas
que tienen. Para Bultmann, esa expresión de Pablo le suena sarcástica. Para Pablo esas prácticas
son lo opuesto a lo que uno espera de “hijos de Dios”.
En 4:11, Pablo concluye su ataque con otra expresión sarcástica, “Temo por ustedes, espero que
no haya trabajado en vano entre ustedes”. Pablo contrasta su ardua labor de misionero
procurando la salvación de los gálatas, con el activismo vano de superstición a lo cual los gálatas
se quieren entregar. Pues, si quieren seguir a esa superstición, entonces la obra de Pablo y la
salvación de los gálatas se convertirá en nada, vana (ver 2:2; 3:4; 1 Corintios 15:2, 10, 14, 58; 2
Corintios 6:1; Filipenses 2:16; 1 Tesalonicenses 2:1; 3:5).
En 4:12, “Sed como yo soy, porque yo soy como ustedes”. La filosofía popular referente a la
“verdadera amistad” , es que solo es posible entre iguales. El apóstol no solo es su buen amigo,
sino un verdadero amigo, él no solo puede rogarles, pero ordenarles ser sus imitadores
(ver 1 Corintios 4:16; 11:1; 1 Tesalonicenses 2:14; Filipenses 3:17; “como yo” en 1 Corintios
7:7-8, 40; 10:33).
69
En concreto lo primero que Pablo les está pidiendo es que “permanezcan libres de la Ley”!,
como el mismo había llegado a serlo.
En 4:15, aparece la pregunta retórica: ¿Qué entonces ha pasado con la alabanza de ellos? Esto
puede ser interpretado en diversas formas. ¿Se está refiriendo a la alabanza de sí mismos, o de la
alabanza que le dieron a Dios por la persona y obra de Pablo? La pregunta se debe a que Pablo
notó en ellos un horrible cambio. El contraste de lo que era entonces y de lo de ahora, lo
manifiesta Pablo cuando dice: entonces ustedes se hubieran sacado hasta los ojos (lo más
apreciado) y me los hubieran dado, pero ahora, ya no me quieren ver, hasta retiran de mí, su
amistad.
En 4:16, ¿será que yo he llegado a ser un enemigo de ustedes por decirles la verdad? Entre
verdaderos amigos se habla la verdad con franqueza sin sentir o causar enemistad. Decir la
verdad distingue al “verdadero amigo” del “lisonjero”, mientras que, según el escritor antiguo,
Luciano, “darle la espalda al que dice la verdad es la forma de actuar de las masas no
civilizadas”.
En 4:17, Pablo de repente se lanza contra sus oponentes diciéndoles: “Ellos los están cortejando
pero no de buena manera. Cortejar, pertenece al vocabulario erótico, describe estratagemas del
amante para controlar y dominar a la amada. Pablo usa esta clase de lenguaje para desprestigiar a
los oponentes. Los presenta como peligrosos lisonjeros que buscan su prestigio para llevar a los
gálatas a la destrucción. En Gálatas 6:12-13, Pablo muestra aún más su verdadero sentir acerca
de los “enemigos”.
En 4:18, la buena manera de cortejar tiene que hacerse en manera honesta y continuamente. El
“siempre” se refiere al principio de firmeza, en el tema de la “amistad”.
Según el tema de la amistad, la separación momentánea es una de las más severas pruebas de la
amistad. La verdad, sin embargo es que la auténtica y verdadera amistad no cambia cuando
amigos están separados. En forma limitada Pablo en su carta a los Gálatas les urge tratar de
mantener la anterior relación de amistad.
En 4:19, repentinamente Pablo introduce otro tema, parecido sí, pero diferente. “Hijitos míos,
con quienes estoy nuevamente en dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes”.
Pablo también llama “hijitos míos” a personas en 1 Corintios 4:14,17; 2 Corintios 6:13; Gálatas
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4:28. En otras citas de Pablo se llama “padre” de las iglesias que ha fundado (ver 1 Corintios
4:15; 1 Tesalonicenses 2: 11; Filipenses 10). En 1 Tesalonicenses 2:7, Pablo se compara con una
nodriza. En Gálatas 4:19, Pablo habla acerca de sí mismo, como una madre que da a luz a una
iglesia de hijos espirituales.
En 4:20, la última frase de la sección: “Desearía estar presente con ustedes ahora y cambiar el
tono de mi voz, porque estoy perplejo acerca de ustedes”, nuevamente nos causa problemas. Es
común en cartas expresar el deseo de estar presente, para no tener que escribirles. No habiendo
otra forma, la carta es un substituto. Al decir: “cambiar el tono de mi voz” indica que Pablo
hubiera podido expresarse mejor al hablarles cara a cara en vez de usar una carta.
Pablo concluye con una petición muy emotiva y con una confesión de perplejidad, admitiendo
estar derrotado, sin tener otro argumento. Pablo comienza en 3:1 llamando a los gálatas
estúpidos. En los capítulos 3 y 4 sigue con cinco argumentos con profundos sentimientos
emocionales. Los argumentos siguen explicando la posición del Apóstol. Según la retórica
antigua, sin embargo, al tratar de persuadir a personas uno no puede arrinconarlos y ponerlos en
una situación desesperada. Al confesar su propia perplejidad en 4:20 Pablo se esfuerza cambiar
su posición altiva, como que tiene todas las respuestas. Esta estrategia lleva a la siguiente sección
en la que Pablo provee a los gálatas oportunidad para que juntos descubran la verdad.
Estudiaremos eso en Gálatas 4:21-31.
Leer en las Obras de Martín Lutero, Volumen 8, las pp. 174 al 203.
1. Al pie de las pp. 174 a 176, Lutero comenta sobre “elementos del mundo”. Lutero cree que se
refiere a (favor apuntar tres razones con ejemplos):
2. Al pie de la p. 178, Lutero muestra la diferencia del ser humano al “estar bajo la Ley” y Cristo
“estar bajo la Ley”. Favor de señalar las diferencias entre el ser humano y Cristo.
4. En la p. 182, Lutero elucida “por cuanto sois hijos”, o sea hijos mediante la fe. ¿Cuántas cosas
dice Lutero que estas frases nos pueden enseñar?
6. ¿Qué dice Martín Lutero de los turcos en la p. 190? ¿Qué te pareció cuando Lutero dice que
fuere mejor que el turco cayera sobre nosotros? ¿Por qué?
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7. Lutero, en la p. 192, refiriéndose a 4:12, comienza: “También en este pasaje, lo oscuro del
significado origina una variedad de interpretaciones.” San Jerónimo ofrece dos.
a. ¿Cuál es la primera interpretación de San Jerónimo?
b. ¿Cuál es la segunda de San Jerónimo?
c. ¿Cuál es la interpretación de San Agustín?
d. ¿Cuál es la cuarta interpretación?
e. ¿Por cuál de las cuatro se inclina Lutero?, y ¿por qué?
8. “No soy vuestro enemigo; jamás me habéis hecho ningún agravio”, aún cuando en la p. 194,
leemos una lista de reprensiones que Pablo les hizo. Favor de enumerar esas reprensiones.
9. Al pie de la p. 196 Lutero menciona la advertencia que San Jerónimo dirige a los obispos.
a. ¿Qué dijo San Jerónimo?
b. ¿Según Lutero que debiera haber dicho San Jerónimo a/de los obispos del tiempo
de Lutero?
10. En la p. 199, al comentar el v. 16, se habla de psicología pastoral. Favor tus comentarios:
a. sobre lo dicho por San Jerónimo.
b. por Lutero.
11. Al pie de la p. 201, referente al v. 18, Pablo refuta en dos maneras la excusa de los gálatas.
¿Cuáles son?
12. ¿Qué piensa Lutero de las traducciones de Erasmo y Stapulensis? Favor explicar.
13. En las pp. 202 y 203, favor de explicar los argumentos de Lutero referente al v. 19.
14. En las pp. 202 y 203, referente al v. 20, comenta lo que más te impresionó.
In Nomine Jesu
Lección 12
Gálatas 4:21-31
Séptima prueba:
Una alegoría de dos hijos
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda lo que es una alegoría
2. Que el estudiante vea la persistencia de Pablo en querer retener a los gálatas usando diversos
medios de comunicación.
3. Que el estudiante vea lo que significa ser de la mujer libre y vivir en libertad.
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer y meditar sobre el resto de la lección.
3. Leer las pp. 204-220 del Volumen 8, de las Obras de Martín Lutero.
4. Responder las preguntas al final de la lección.
5. Leer nuevamente la carta a los Gálatas antes de la siguiente lección.
Reina-Valera, 4:21-31
4:21 Decídme, los que queréis estar bajo la Ley: ¿no habéis oído la Ley?, 22 pues está escrito
que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava y el otro de la libre. 23 Pero, el de la esclava
nació según la carne; pero el de la libre, en virtud de la promesa. 24 Lo cual es una alegoría, pues
estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para
esclavitud, ya que ésta, junto con sus hijos está en esclavitud. 26 Pero la Jerusalén de arriba, la
cual es madre de todos nosotros, es libre, 27 pues está escrito: “¡Regocíjate, estéril, tú que no das
a luz; grita de júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto!, porque más son los hijos de la
abandonada que los de la que tiene marido”. 28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos
hijos de la promesa. 29 Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que
había nacido según el Espíritu, así también ahora. 30 Pero, ¿qué dice la Escritura?: “Echa fuera a
la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre”. 31 De
manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
Nota: alegoría = se parece a una parábola. En la parábola se relatan eventos reales o imaginarios
para ilustrar una lección espiritual.
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4:21 Díganme una cosa, ustedes, los que quieren someterse a la ley de Moisés: ¿acaso no han
escuchado lo que esa ley dice? 22 Pues dice que Abraham tuvo dos hijos: uno de una esclava, y
el otro de su propia esposa, que era libre. 23 El hijo de la esclava nació según las leyes de la
naturaleza; pero el hijo de la libre nació para que se cumpliera lo que Dios había prometido.
24 Esto tiene un profundo sentido; las dos mujeres representan dos pactos: uno es el del monte
Sinaí, y está representado por Agar; los que pertenecen a este pacto nacen para ser esclavos.
25 Pues Agar, en efecto, representa el monte Sinaí, en Arabia, que corresponde a la actual
Jerusalén, ya que esta ciudad está sometida a esclavitud junto con sus hijos. 26 Pero la Jerusalén
celestial es libre, y nosotros somos hijos suyos. 27 Porque la Escritura dice: “Alégrate, mujer
estéril, tú que no tienes hijos; grita de alegría, tú que no conoces los dolores de parto. Porque la
mujer que fue abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo”.
La sección 4:21-31 contiene la última prueba que Pablo saca de las Escrituras. Este argumento
demuestra mediante una interpretación alegórica de las Escrituras que los gálatas, cristianos
gentiles, son descendientes de Sara, mujer libre, y no de la esclava Agar. El texto de Pablo
consiste de citas sacadas de la Septuaginta y de material judío de la Hagadá, traducida al Griego.
Pablo no hace distinción alguna entre ellos.
Un argumento alegórico puede parecer como el argumento más débil de todos. Pero, en la
anterior lección, Pablo concluyó admitiendo que estaba perplejo. Aquí entonces Pablo brinda a
sus lectores una oportunidad de participar en la búsqueda de la solución.
El v. 21. Comienza en forma agresiva nuevamente: “Díganme, ustedes que quieren estar bajo la
Ley, ¿no escuchan lo que la Ley dice”? Si solo escucharían a la Torá y entendieran lo que dice,
se darían cuenta de lo absurdo de sus planes. Intencionalmente Pablo usa el término, ley, en
forma ambigua. La primera vez se refiere a la Torá judía, y la segunda a las Escrituras.
El v. 22. Aun cuando dice: “Pues está escrito” Pablo no cita pasajes de las Escrituras, pero
provee un resumen de Génesis 16:15; 21:2-3, 9 llamándolo ley. Quiere decir que cita la tradición.
“Abraham tuvo dos hijos, uno de la mujer esclava y otro de la mujer libre”. ¿Presenta Pablo un
relato histórico? No toma en consideración que Abraham tuvo más de dos hijos (ver Génesis
25:1-6)? Tampoco reconcilia esta tradición con su propio argumento en 3:6-14, donde se
vislumbra una sola clase de hijo de Abraham. Lo que le preocupa aquí a Pablo es el contraste
dualístico entre Ismael, hijo de Agar y de Isaac, hijo de Sara.
El v. 23. Pablo sigue con la tradición acerca de Abraham. Lo que es importante para él no es
meramente la diferencia del estado social de las dos madres, pero el contraste entre sus hijos. “El
que nació de la esclava nació ‘según la carne’”. Sin embargo, el de la mujer libre “por la
promesa”.
El v. 24. Pablo añade otra interpretación alegórica: “Estas cosas tienen un significado alegórico.
Pues son dos pactos: uno del Monte Sinaí en Arabia, dando a luz a la esclavitud, eso es Agar”. El
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deseo de Pablo es desacreditar por completo al viejo pacto como una condición pre-cristiana
antes de venir la salvación en el Mesías-Jesús. Los que siguen en ese pacto están en la situación
de “ser esclavos bajo la Ley” (ver Gálatas 3:22-25, 28; 4:1-10; 5:1, también 2:4).
El v. 25a. “Ahora Agar es el Monte Sinaí en Arabia, pero también corresponde a la presente
Jerusalén, porque vive en la esclavitud junto con sus hijos”. 25a es difícil de interpretar. La
información que tenemos puede ser de dos asuntos 1. meramente una información geográfica,
que la palabra Agar se refiere al Monte Sinaí en Arabia. Esto no agregaría nada al argumento, o 2
“la palabra Agar es el nombre para el Monte Sinaí en Arabia”, entonces “en Arabia” puede
significar, “en arábigo”. Esta parece ser la probable interpretación .
Lietzmann ha señalado con claridad que en Gálatas 4:22-30 tenemos cierta “correspondencia” de
conceptos, bajo los nombres de Agar y Sara:
Agar Sara
hijo de la mujer esclava (Ismael) hijo de la mujer libre (Isaac)
“según la carne” “según la promesa”
viejo pacto nuevo pacto
Sinaí Sinaí
Jerusalén presente Jerusalén celestial
esclavitud libertad
“según la carne” “según el Espíritu”
Judaísmo Cristianismo
La intención de Pablo está clara. Desea crear una polaridad dualística entre el “Judaísmo” y el
“Cristianismo”, para así desacreditar a la oposición judía cristiana: “porque vive en la esclavitud
junto con sus hijos”. Esta conclusión resulta ser uno de los ataques más agudos de Pablo contra
los judíos.
Betz sugiere que si Pablo hubiera dado su propia terminología, él llamaría a la Jerusalén
“presente”, “Jerusalén según la carne”, y a la Jerusalén “celestial” , “Jerusalén según el Espíritu”.
La anterior representa al “mundo”, a la “Ley”, al “pecado y la muerte”; la posterior representa a
Dios, a Cristo, al Espíritu, y todo lo que beneficia y ayuda a la salvación.
El v. 27. Pablo concluye su alegoría citando a Isaías 54:1 según la Septuaginta: Porque está
escrito: “Regocíjate, o estéril que no das a luz; irrumpe y exclama la que está en dolores de parto;
porque los hijos de la desolada son más numerosos que los hijos de la que tiene un esposo”. Este
oráculo de Isaías juega un importe lugar en la expectativa escatológica judía. Pablo sin duda
revivió la tradición del Judaísmo. Después de Pablo la literatura cristiana le dio prominencia al
concepto.
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Desde su perspectiva, la cita se refiere a Sara, quien al principio no pudo tener hijos y luego llegó
a ser la madre de gran número. Pablo aplicó esta profecía en 4:26, a los gentiles cristianos cuya
madre es la “Jerusalén celestial”.
El v. 28. Pablo explica las consecuencias para los gálatas sacada de la prueba bíblica 4:22-27:
“Pero ustedes, mis hermanos, son hijos de la promesa, igual que Isaac”. Nuevamente, las pruebas
de las Escrituras han mostrado que los gálatas, gentiles cristianos, pertenecen a los “herederos”
de la promesa divina hecha a Abraham. Su representante es Isaac, y no Ismael. Por lo tanto, los
que son “como Isaac” pueden ser llamados “hijos de la promesa”: la promesa de Dios a Sara ha
sido verdadera también para los gálatas. Por lo tanto, ellos son “hermanos”.
El v. 29. La verdad del v. 28 es confirmada por la experiencia: “E igual como en aquellos días, el
que nació ‘según la carne’ persiguió al que nació ‘según el Espíritu’, así es ahora”. El argumento
aquí es tipológico: “igual como en aquellos días así es ahora”. La tipología constituye el
dualismo de carne y Espíritu representando a dos clases de pueblos, los que son “según la carne”
y los que son “según el Espíritu”. La tradición que dice de que Ismael “persiguió” a Isaac no se
halla en el Antiguo Testamento. Se notan rasgos en la hagadá judía, donde se interpretó a
Génesis 21:9 (jugaba con Isaac, otra traducción dice: Ismael se burlaba de Isaac, pero en el
hebreo no se considera como forma hostil). Según Pablo, esa persecución se está repitiendo en la
persecución de los cristianos por los judíos. El mismo había sido perseguidor de la Iglesia (ver
1:12, 23), pero ahora el comparte el lugar de los perseguidos (ver 5:11-12).
El v. 30. Sigue otra prueba bíblica: “Pero, ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la mujer esclava y
a su hijo; porque el hijo de la mujer esclava no compartirá la herencia con el hijo de la mujer
libre”. Las dos últimas palabras, “de la mujer libre” no se hallan en la Septuaginta y deben ser
consideradas como interpretación de Pablo. Esto sugiere que debemos leer a Génesis 21:10 a la
luz de Gálatas 4:28-29: si Dios ha dado la herencia a los gentiles cristianos (ver 3:14, 29; 4:1, 7),
los judíos están excluidos de la herencia, por lo tanto, son los cristianos que constituyen al “Israel
de Dios” (6:16). Por lo tanto, el término, excluir, debe ser tomado muy en serio. Pablo hace lo
mismo con los judíos, como sus oponentes judío cristianos quieren hacer con él. Se debe notar
que aquí hay una notable diferencia entre Gálatas y Romanos. En Gálatas no hay lugar ni
posibilidad para una salvación escatológica como uno halla en Romanos 11:25-32.
Romanos 9-11, por lo tanto, significa que Pablo ha revisado sus ideas en comparación a Gálatas.
Según Gálatas, el Judaísmo está excluido totalmente de la salvación. Por lo tanto, los gálatas
tienen que escoger entre Pablo y el Judaísmo. Si deciden seguir a los oponentes de Pablo,
aceptando la circuncisión y la observación de la Torá, ellos, habiendo optado por el Judaísmo, se
excluyeron de la gracia, y se colocaron a sí mismos “bajo maldición”.
El v. 31. Contiene la conclusión no sólo de esta sección sino del argumento presentado,
comenzando con 3:1 hasta 4:30: “En conclusión, mis hermanos, no somos hijos de la mujer
esclava, sino de la mujer libre”. Después del argumento anterior, esta conclusión no es una
sorpresa. Esta conclusión reafirma y resume las conclusiones previas en 3:9, 14, 24, 29; 4:7.
Se debe notar la repetición de “mis hermanos”. Se hace en contraste a la repetición de los “falsos
hermanos” (ver 4:30). Al escribir en la primera de plural el Apóstol se incluye con los gentiles
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cristianos (ver 4:3-6), los que desean ser justificados ante Dios “mediante la fe en Cristo Jesús”,
opuesto a los que tratan de hacerlo “mediante las obras de la Ley” (ver 2:15-21). Como las
pruebas anteriores en los capítulos 3 y 4 han demostrado, ellos si son los herederos de la promesa
de Dios hecha a Abraham (ver 3:6 al 4:7; 4:30). Ellos son los descendientes de Abraham (ver
3:6-29), los hijos de la mujer libre Sara (ver 4:21-31) y todos “son uno en Cristo Jesús” (ver
3:28; también 5:5s; 6:15).
Al concluir la sección con las palabras “de la mujer libre” abre las puertas para la siguiente
sección cuyo concepto principal es “la libertad”, y como “vivir en esa libertad”.
Luego de leer las pp. 204 al 220 del Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero:
1. En el v. 24a, ¿qué opina Lutero de los gálatas? ¿Por qué dice que les ayudaría aprender
mediante alegorías?
2. Por poco pasa por alto, dice Lutero al pie de la página y explica cuatro formas de interpretar:
Favor de nombrar cada una e ilustrarla cómo lo hace Lutero.
3. Según la p. 206, ¿cuándo y cómo se puede usar ese tipo de interpretación y cuándo no?
4. En la p. 208, Lutero comparte reflexiones de San Agustín acerca de la Ley. Favor de apuntar
lo que has entendido y cómo te ha sido de provecho. Personalmente hallo muchas expresiones
aquí que Lutero usó en su Catecismo Mayor al explicar los Diez Mandamientos.
5. En la p. 210, Lutero nuevamente menciona a Erasmo. Lutero aprecia la ayuda de Erasmo por
su texto griego, que apareció en el año 1516, pocos años antes de Lutero escribir este
comentario. Favor de escoger algunos puntos que hace Lutero que muestran el aprecio que le
tiene a Erasmo.
6. En las pp. 215-217, Lutero explica la cita sacada de Isaías 54:1. Reconozco que no es fácil su
explicación, pero favor hacer un esfuerzo de sacarle tres puntos que Lutero está haciendo aquí:
10. Lee nuevamente a Gálatas prestando especial atención a la libertad que tenemos en Cristo.
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In Nomine Jesu
Lección 13
Gálatas 5:1-12
Libertad, libertad, libertad…
Objetivos:
1. Que el estudiante repase los primeros capítulos para ver de nuevo, como Cristo obtuvo la
libertad.
2. Que el estudiante reconozca la importancia de la libertad para poder servir a Dios y al prójimo.
3. Que el estudiante reconozca que para guardar la libertad se requiere firmeza y perseverancia.
4. Que el estudiante vea que el Espíritu Santo siempre guía en la lucha de preservar la libertad y
estimula a extenderla a los que están en oscuridad y son esclavos del maligno.
Actividades:
1. Comparar a las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer y meditar sobre el resto de la lección.
3. Leer las pp. 223 al 247, en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero.
4. Responder a las preguntas al final de la lección.
5. Leer nuevamente la carta a los Gálatas antes de la siguiente lección.
Reina-Valera, 5:1-12
5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al
yugo de esclavitud.
2 Ciertamente, yo, Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra
vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la Ley. 4 De
Cristo os desligasteis, los que por la Ley os justificáis; de la gracia habéis caído. 5 Nosotros, por
el Espíritu, aguardamos por fe la esperanza de la justicia, 6 porque en Cristo Jesús ni la
circuncisión vale algo ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
7 Vosotros corríais bien. ¿Quién os estorbó para no obedecer a la verdad? 8 Esta persuasión no
procede de aquel que os llama. 9 “Un poco de levadura fermenta toda la masa”. 10 Yo confío
respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; pero el que os perturba llevará
la sentencia, quienquiera que sea.
11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predicara la circuncisión, ¿por qué padezco persecución
todavía? En tal caso se habría quitado el escándalo de la cruz. 12 ¡Ojalá se mutilaran los que os
perturban!
5:1 Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en
esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.
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2 Escuchádme. Yo, Pablo, les digo que si ustedes se someten al rito de la circuncisión, Cristo no
les servirá de nada. 3 Quiero repetirle a cualquier hombre que se circuncida, que está obligado a
hacer todo lo que manda la ley de Moisés. 4 Ustedes, los que buscan quedar libres de culpa
cumpliendo la ley, se han apartado de Cristo; se han separado del amor de Dios. 5 Pero nosotros,
por medio del Espíritu y por la fe, tenemos la esperanza de ser librados de culpa. 6 Porque si
estamos unidos a Cristo Jesús, de nada vale estar o no circuncidados. Lo que sí vale es tener fe, y
que esta fe nos haga vivir con amor.
7 Ustedes iban bien. ¿Quién hizo que dejaran de obedecer a la verdad? 8 No fue cosa de Dios,
que los ha llamado. 9 Se dice que “un poco de levadura hace que fermente toda la masa”, 10 y yo
tengo confianza en el Señor de que ustedes no van a pensar de otro modo; pero Dios castigará a
ese que los anda perturbando, no importa quién sea.
11 En cuanto a mí, hermanos, si todavía estuviera yo insistiendo en que los creyentes se
circunciden, los judíos no me perseguirían, ya que en ese caso el mensaje de la cruz de Cristo no
los ofendería. Pero, esos que los andan perturbando a ustedes, ¡ojalá se castraran a sí mismos de
una vez!
El v. 5:1. Parece abrupto el comienzo de la exhortación en 5:1, 6:10. Pablo no usa frase de
transición. Así no más comienza e indica como se debe vivir la fe en Cristo, “Cristo nos ha
librado para la libertad”. Pablo ya había introducido el concepto de la libertad en 2:4-5 y en
4:22-31. Ahora, sin embargo, coloca al tema de la libertad al comienzo de la sección haciendo
una exhortación ética. De esta manera Pablo indica que la libertad es el meollo del argumento.
En los pasajes cristológicos no aparece el concepto de liberación, pero, como contiene lenguaje
judío cúltico, éste es interpretado en términos de liberación. Por ejemplo en 1:4, donde dice que
saca a uno de la condición presente de esta “era maligna”. La liberación surge plenamente en
Gálatas 3:26-28. Como resultado, la libertad, es el concepto teológico principal que resume la
situación cristiana ante Dios como también ante el mundo.
El uso del dativo, para libertad es extraño. No es un dativo de causa o instrumentalidad, pero un
dativo de “destino, propósito”, y tiene que ser interpretado paralelamente con 5:13, a ser libres.
Por lo tanto, la tarea de la ética cristiana puede ser definida como “preservar” la libertad.
La divina redención en Cristo fue realizada. Ponerle condiciones a la tarea ética, según Pablo,
crea el peligro que la obra salvífica de Cristo sea perdida, olvidada. Por lo tanto, el énfasis de la
obra ética es, prevenir la pérdida de la salvación. Por lo tanto, tenemos que admitir que Pablo
tiene la más elevada ética del sentido común del término.
Los gálatas están en peligro de perder su libertad en Cristo, si no ejercitan esa libertad. Por eso la
advertencia de Pablo “¡Estad firmes”!, en efecto dice, “protejan vuestra libertad cristiana,
ejerciéndola”.
El v. 2. El peligro más inminente es que los gálatas van a aceptar el yugo de la esclavitud de la
Torá. En 5:2-4, Pablo comienza con su testimonio apostólico: “Miren, yo, Pablo, les digo que si
se circuncidan, Cristo no será de ningún beneficio para ustedes”.
Antes de preguntar por sus razones, recordemos que Pablo ya trató el tema antes:
a. Tito el cristiano gentil, no fue sometido a circuncidarse ver 2:3;
b. La misión a los gentiles fue separada de la misión a los judíos. Para Pablo esto significa
que los cristianos gentiles llegan a ser partícipes de la salvación de Dios sin tener que
someterse a la Torá judía, tampoco a la circuncisión (ver 2:7-9).
Si los gálatas gentiles, siendo cristianos por algún tiempo sin ser circuncidados, ¿por qué sienten
ahora que la circuncisión es necesaria? Ellos estarían violando lo que Pablo les ha presentado. Al
hacerlo, Pablo dice que estarían rechazando su salvación mediante Jesucristo. Sí, ellos estarían
negando a Jesús como su Salvador (ver 1:1, 4.) Ellos así se apartarían de todos los beneficios
salvíficos que les son ofrecidos en Cristo (ver 1:4; 2:20; 3:13; 4:4-5). Pablo sigue explicando el
porqué de esto.
El v. 3. Es irónico que, Pablo, el anterior Fariseo explique a los gálatas gentiles las implicaciones
al recibir ellos el ritual judío de la circuncisión: “Yo testifico nuevamente que cada persona que
se ha circuncidado, está obligada a cumplir toda la ley”.
La fórmula de juramento, “testifico, juro” tiene su lugar debido ante la terquedad de los gálatas.
A pesar de lo que se les dijo antes, siguen muy ingenuos referente a las implicaciones si se dejan
circuncidar.
“Cumplir toda la ley” significa cumplir cada uno de sus requerimientos, y el hacerlo “de buena
gana”, porque transgredir la Ley en un solo punto, hace a uno culpable de romper toda la Ley.
El v. 4. Después de explicar el dogma judío en 5:3, Pablo no deja duda alguna acerca de las
consecuencias si los gálatas proceden con el retroceso que están considerando. Según Pablo están
buscando la “justificación por la ley”. Esto significa que han caído “de la gracia”. A la vez
significa, que “se han apartado de Cristo”.
Usando términos de hoy los gálatas pensaron que estarían cambiando de una denominación
(cristiana) a otra, pero Pablo les dice: De ninguna manera es así. Lo que contemplan no es
cambiar de denominación cristiana, sino convertirse al judaísmo no-cristiano. Esta conversión
los colocaría otra vez bajo la maldición, la excomunión anunciada en 1:8-9.
En el Judaísmo los términos “la circuncisión” y la “no circuncisión” simbolizan la línea divisoria
entre los que pertenecen al pacto de la Torá, y así están asegurados de la salvación, y los que
están fuera del Pacto, por lo tanto, los condenados. Para los cristianos estos conceptos judíos han
perdido su significado, debido a que la posición de Pablo es que la salvación del cristiano está
basada sola en las promesas de Dios a los que “creen en Jesucristo”. Si esta fe ha llegado a ser la
base decisiva de la salvación, los símbolos cúlticos judíos y sus implicaciones son asuntos
irrelevantes.
En el v. 6b, Pablo sigue al juicio negativo que hace en el v. 6a, con una explicación positiva: “en
Cristo Jesús la fe que opera por amor”. En los ojos de Pablo el cristiano no es solo un individuo
inmóvil que cree en Cristo. El creyente llega a ser un conducto del poder divino del amor. De
aquí en adelante el concepto del amor será explicado más y más.
Veamos como la fe funciona: es eficaz, tiene energía, opera, un término que ya hallamos en
Gálatas 2:8; 3:5; y en 5:6. Para su explicación tenemos que mirar al estudio que haremos de
5:22-23.
¿En qué manera llega el creyentes a ser una persona que expresa el amor de Dios? La fórmula
cristológica en 2:20 explica que la muerte de Cristo en la cruz fue un acto de amor. Por lo tanto,
cuando el cristiano “cree en Jesucristo” cree que el Hijo de Dios murió en la cruz porque le amó
y dio su vida por él. Cuando el cristiano recibe el Espíritu del Hijo de Dios, 4:6 recibe también el
poder divino del amor que capacitó a Cristo hacer lo que hizo por nosotros. Amor es mencionado
primero en 5:22-23, siendo el principal “fruto del Espíritu”. El amor es manifestado en el
individuo cristiano, como también en la comunidad, 2:20; 5:13. Es este amor que cumple la Torá
(5:14). Nada, sino este amor es la base de la esperanza escatológica del cristiano (5:25, 6:10).
El v. 7. La sección de los vv. 7-12, tiene la forma y el estilo de una diatriba. Pablo comienza en
el v. 7: “Ustedes estaban corriendo bien”, pero ocurrió algo irracional: “¿Quién les estorbó en la
obediencia de la verdad”? Personas pueden saber la verdad, pero, por razones inexplicables
deciden en contra de ella. De cualquier forma, el no obedecer a la verdad cuando uno la conoce,
es una señal de ser tonto, porque “no podemos hacer nada contra la verdad, sino sólo para la
verdad” (Pablo en 2 Corintios 13:8).
81
El v. 8. Jugando con palabras que tienen la raíz y el sonido similar en el original, Pablo agrega
otra expresión de bastante sarcasmo: “Tal persuasión no proviene del que los llama”. No viene
del Espírito quien los llamó trayéndolos a la fe en Cristo , ¿De dónde viene, entonces?
En el v. 9, Pablo agrega un proverbio: “Un poco de levadura fermenta toda la masa”. Pablo usa
el mismo proverbio en 1 Corintios 5:6. El simbolismo negativo de levadura está bien
documentado en la literatura antigua. Aquí Pablo lo presenta sin más comentario.
En el v. 10, Pablo le añade al proverbio una frase: “Tengo confianza en ustedes, en el Señor, que
no tomarán otro punto de vista”. La frase no tiene mucha relación a lo dicho antes, ni después.
Pero, la pregunta mayor es, ¿cómo podía Pablo tener tanta confianza en los gálatas, ya que casi
lo han desertado? La respuesta puede hallarse en la frase: “en el Señor”. Ellos solos, no; pero “en
el Señor”, sí les tiene confianza.
Pablo aquí indica algo importante, a buena hora. Los gálatas cristianos estaban titubeando acerca
de la posición bíblica, pero aún no se habían apartado, aún no habían irreversiblemente cerrado
la puerta a Pablo.
En el v. 10b, Pablo sigue el argumento con una amenaza: “El que los molesta cargará con su
juicio, quienquiera que sea”. Sin dar nombres, Pablo se dirige a los oponentes. Su jefe y todo el
grupo están bajo el juicio divino, y por supuesto caen bajo la maldición de 1:8-9.
En el v. 11, Pablo ahora confronta a sus lectores con una pregunta retórica y con una declaración
en defensa propia: “Pero si yo, mis hermanos, aun predico la circuncisión, ¿Por qué aún se me
persigue”? Quizás nunca sabremos nosotros lo que Pablo quería decir aquí, pero sí, él y los
gálatas lo sabían. Pablo admite dos cosas:
a. que sigue siendo perseguido,
b. niega, que aún sigue predicando la circuncisión, usando la declaración primera, como
prueba de la segunda.
NOTA: Hay que ser sinceros, cuando pasamos períodos áridos en nuestro camino de fe, antes y
después de la conversión, las buenas nuevas de Jesucristo, sonaron o suenan extraños, increíbles,
imposibles. Recordemos que el Evangelio, no viene de hombres, de pensamiento humano, sino
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El v. 12. Al terminar Pablo agrega una declaración “salada”, y con mucho sarcasmo: “Referente
a esos agitadores, sería mejor que continúen cortándose y se castren a sí mismos”. El burlarse de
eunucos era muy común en literatura antigua. Aquí se usa el término: castrarse, en un sentido
específico, pero como caricatura del ritual judío de la circuncisión. No lo usa Pablo para burlarse
de la circuncisión, pero para desacreditar a los oponentes.
Después de leer las pp. 223 a 247, del Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero:
2. En los vv. 2 y 3, Lutero dice que en dos maneras Pablo infunde temor a los gálatas:
a. la p. 225.
b. la p. 229.
3. Comente:
a. Sobre la explicación de Lutero del v. 6a, las pp. 232 y 233.
b. Acerca de la “fe infusa” en la p. 235.
c. En la p. 236, acerca de la fe que obra milagros.
4. En las explicaciones sobre 7a en las pp. 236 y 237, Lutero habla del correr:
a. ¿Cuál es una forma mala de correr?
b. ¿Cuál es una forma buena de correr?
6. Describe los sentimientos pastorales de Lutero al comentar en las pp. 241 y 242
sobre el v. 10a.
7. En las pp. 242 y 243, favor compartir lo que Lutero dice acerca de:
a. “llevará su sentencia”,
b. “Cristo lleva”,
c. el “pecador lleva”, y
d. “quienquiera que sea llevará”.
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8. En el v. 11b, el tropiezo de la cruz en las pp. 244 y 245. ¿Qué dice Lutero de la
a. primer pregunta?
b. segunda pregunta?
In Nomine Jesu
Lección 14
Gálatas 5:13-24
Libres, y…
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda diferenciar entre la libertad y el libertinaje.
2. Que el estudiante reconozca los frutos de la carne.
3. Que el estudiante conozca lo que el Espíritu Santo obra.
4. Que el estudiante aprenda que el amor, el principal fruto del Espíritu, genera obras de amor, y
que el amor es el cumplimiento de la Ley.
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer y meditar sobre el resto de la lección.
3. Leer las pp. 247 a 285 en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero.
4. Que al final de la lección elabore las preguntas y las conteste.
Reina-Valera, 5:13-24
5:13 Vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como
ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros, 14 porque toda la Ley en esta
sola palabra se cumple: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 15 Pero si os mordéis y os
coméis unos a otros, mirad que también no os destruyáis unos a otros.
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, 17 porque el deseo
de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí,
para que no hagáis lo que quisierais. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la Ley.
19 Manifiestas son las obras de la carne, que son adulterio, hechicerías, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22 Pero, el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero, los que son de Cristo
han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
5:13 Ustedes, hermanos, fueron llamados a ser libres. Pero, no usen esta libertad para dar rienda
suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. 14 Porque toda la ley se
resume en este solo mandato: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Tengan cuidado, porque si
ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos.
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16 Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos.
17 Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos
deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran.
18 Pero, si el Espíritu los guía, entonces ya no estarán sometidos a la ley.
19 Es fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades sexuales,
hacen cosas impuras y viciosas, 20 adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios
discordias y celos. Se enojan fácilmente, causan rivalidades, divisiones y partidismos. 21 Son
envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como ya antes lo
he hecho, que los que así se portan no tendrán parte en el reino de Dios.
22 En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ninguna ley que condene cosas como estas.
24 Y los que son de Jesucristo, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con
sus pasiones y malos deseos.
El v. 5:13. Al comienzo de esta sección Pablo vuelve a dar la principal definición de la meta de
salvación del cristiano: Pues ustedes, mis hermanos, fueron llamados para la libertad. Diferente
al 5:1 en activo, la meta de la salvación aquí es presentada en el pasivo, en la segunda persona
plural. Sin embargo, no hay un gran viraje en el significado entre los versículos 1a y 13a, excepto
que v.1a, se centra en la obra de Cristo por nosotros, mientras que vv. 2-18 enfocan la obra de
Dios, se dirigen a los gálatas en segunda persona. La intención de ambas declaraciones es la
misma: La liberación por Cristo y el llamado de Dios de vivir esa libertad, son parte del mismo
proceso de salvación.
El Apóstol admite que esta libertad puede llegar a ser oportunidad para la carne, La expresión
“ocasión” originalmente era un término usado por militares, para justificar la expedición. Pero,
aquí Pablo la usa en forma más general, como una oportunidad o pretexto. La carne nuestra es el
primer enemigo al que no se le debe dar oportunidad para caer en tentación. Así resulta, que toda
la declaración en el v. 13b-c, llega a ser una definición de la tarea ética en cómo preservar la
libertad. Consiste en controlar al egoísmo. Los otros dos enemigos mortales de cada ser humano,
son el mundo y el diablo.
Esa tarea consiste en eficazmente controlar el poder egoísta de la carne (ver 5:16-17, 19, 24; 6:8,
12-13). Betz recomienda que no leamos este texto a la luz de Romanos 7 y 8. Lutero, en cambio
sí lo hizo.
Habiendo recibido al Espíritu (3:2, 5) y habiendo sido librado del pecado (1:4; 2:15-17; 3:22);
tanto de la Ley (2:16, 19; 3:13, 24-25; 4:4-5; 5:18); como de los elementos del mundo (4:3, 9), el
cristiano aún existe en la carne (2:20; 4:14; 6:7-10) durante toda su vida. Esta carne tiene una
vida propia; produce deseos y pasiones propios (5:16-17, 19-21), que obran en contra del
Espíritu. Aunque el cristiano ha “crucificado” su “carne, junto con sus pasiones y deseos” (5:24),
esta carne no ha sido eliminada, sigue siendo una continua amenaza debido a su debilidad de
caer en tentación.
¿Cómo puede la libertad cristiana llegar a ser “oportunidad para la carne”? La libertad, como
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dijimos, es el resultado de la liberación del pecado, liberación de la Ley, y de “los elementos del
mundo”. Sin embargo, la libertad ofrece oportunidades, ofrece opciones. No hay opción mientras
uno está esclavizado en el pecado,, sólo se peca. Teniendo la libertad, sin embargo, significa que
el cristiano tiene la opción de practicar el “fruto del Espíritu” (5:22-23) o volver a “las obras de
la carne” (5:19-21).
Por lo tanto, la ética cristiana puede ser definida, como la práctica de la libertad, preservando la
libertad. La corrupción y la pérdida de la libertad, son idénticos, son el regreso a la esclavitud de
“los elementos del mundo”.
¿Cómo, entonces se puede prevenir la pérdida de la libertad sin introducir nuevamente a la Ley?
La principal respuesta de Pablo la presenta aquí: “Pero mediante el amor, lleguen a ser esclavos
el uno del otro”. La única manera de preservar y ejercitar la libertad cristiana es ejercitar el amor.
La libertad a la que los gálatas han sido llamados (5:13a), para la cual Cristo los ha liberado
(5:1a), es la misma libertad que Cristo practicó: eso es, la libertad de amar (2:20). Por lo tanto,
Pablo dice que el ejercicio del amor equivale al ejercicio de la libertad. Paradójicamente, el
ejercicio de la libertad y del amor significan ser esclavo del prójimo.
La práctica del amor incluye, por supuesto, la libertad de aceptar el amor de otros. Pero sigue en
pie la pregunta, ¿por qué llama Pablo al mutuo amor una forma de esclavitud? No hay duda que
lo hace intencionalmente.
El v. 14. Sorprendentemente, Pablo regresa a mencionar a la Ley (ver 3:19-25). ¿Por qué? En el
v. 14, podemos distinguir entre dos asuntos de interés:
a. en el v. 14a, Pablo presenta una tesis acerca de la ley en general,
b. mientras que en el v. 14b, el cita un pasaje específico de la Septuaginta.
Dos razones indican que Pablo piensa de una tesis, en vez de una serie de prescripciones y
prohibiciones.
a. En el v. 14b, él presenta una formulación explícita;
b. “toda la ley” no es para “hacerla”, como leyes individuales tienen que ser hechas
(ver 3:10, 12; 5:3), más bien “cumplidas”.
En el Judaísmo la expresión “cumplir la Torá” puede ser idéntica con “hacerla”, pero lo peculiar
de Pablo es que él quiere distinguir entre las dos (ver Romanos 3:3ss; 8:4, 8, 10; Filipenses 1:11).
Según Pablo, el judío está obligado hacer la Torá (3:10, 12; 5:3; también 6:13), mientras que el
cristiano cumple la Torá mediante la acción de amor, por haber sido librado por Cristo (5:1, 13).
Esto señala una diferencia decisiva entre la ley y el amor: las prescripciones y las prohibiciones
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de la Torá judía son presentadas al judío como demandas “para ser hechas” por él, mientras que
el amor es el resultado de la liberación y fruto del Espíritu.
El judío hace las “obras de la Torá”, mientras que el cristiano hace “el bien” (6:9-10). El amor es
un regalo de Dios, mediante Cristo, en el Espíritu, y también es mutuo entre personas.
El v. 15. “Si se muerden y se comen unos a otros, tengan cuidado que no se vayan a destruir unos
a otros”, es otra expresión sarcástica de Pablo. Pues tal comportamiento “bestial” contrasta con el
amor mutuo que deben practicar, descrito en el v. 14. El comparar la mala conducta humana con
la conducta de animales fue uso común en diatribas antiguas.
En el v. 16, Pablo ahora se concentra en decir como los gálatas deben enfrentar a los poderes de
la “carne”. “Yo les digo, anden en el Espíritu y no llevarás a cabo el deseo de la carne”.
Segundo, el v. 16 contiene una promesa: si dependes del Espíritu, “no llevarás a cabo el deseo de
la carne”. Esta promesa depende del imperativo anterior y de su resultado.
Lutero una vez dijo: “No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero sí puedes
evitar que construyan un nido en tu cabello.” Nadie puede evitar malos pensamientos, pero con
la ayuda del Espíritu Santo se puede impedir pecar abiertamente.
El v. 17, “Porque la carne tiene deseos contrarios al Espíritu, y el Espíritu en contra de la carne,
porque ellos son contrarios el uno al otro, y así lo que deseas hacer no lo haces”. En Romanos es
el poder del pecado que produce deseos en el cuerpo mediante la Ley (6:12; 7:7-8), mientras que
la carne parece ser más, víctima pasiva y un títere del pecado. En Gálatas la carne es el poder
activo que genera los deseos, mientras que el poder del pecado no forma parte del cuadro. En
ambos, tanto en Romanos como en Gálatas, se halla el dualismo del Espíritu y de la carne.
El v. 18, “Si eres guiado por el Espíritu”. El fundamento de la existencia de los gálatas cristianos
es que tienen el Espíritu y son guiados por Él. En la batalla entre las fuerzas de la carne y del
Espíritu no hay jaque mate, sino que el Espíritu toma la vanguardia, se apodera y derrota a la
carne. “No estas bajo la ley, si el Espíritu los guía”, es explicado en la sección que sigue.
En el v. 19, Pablo ahora procede en demostrar como su concepto del mal llegó a existir, para
entonces mostrar cómo ha sido derrotado. Primero, él explica con lujo de detalle lo que significa
la maldad. Mientras que en 5:16-17, nos habló de “las intenciones de la carne”, él ahora declara
que el resultado de tales intenciones son “obras de la carne”. Las “obras de la carne” son
“evidentes”.
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También es evidente que el fenómeno del mal ocurre sin orden ni sistema. Al presentar la “lista
de males” en forma caótica, Pablo sin duda trató de reflejar la naturaleza caótica del mal.
El v. 19 presenta los tres primeros conceptos del mal: la prostitución , la impureza, la lascivia, en
el v. 20 hallamos la idolatría, la hechicería, la enemistad, la discordia, la envidia, el enojo, el
pleito, la disensión, la facción. En el v. 21, Pablo concluye con tres conceptos más: el celo, la
borrachera, la orgía. La frase “y cosas similares a éstas”, nos hacen ver que la lista no está
completa. Pablo añade: “…y lo digo de antemano, como ya lo había dicho que los que hacen
estas cosas no heredarán el reino de Dios”.
Con el v. 22, sigue un catálogo de virtudes. Los nueve conceptos de esta lista no son virtudes en
el sentido de los griegos. No son cualidades de conducta personal que el ser humano puede
elegir, cultivar, y apropiarse como parte de su carácter. Tampoco son “buenas obras” en el
sentido de la ética judía. No provienen de un código de leyes que tienen que ser obedecidas, que
pueden ser transgredidas. Pablo no los llama “obras del Espíritu”, tampoco dice que son
“evidentes”.
Es sin duda intencional que presentó en forma caótica a los vicios, porque hace más notable el
contraste con la bella unidad que él llama “el fruto del Espíritu”. Esta unidad consiste de tres
juegos de tres conceptos cada uno, los más importantes apareciendo al principio. La expresión
“el fruto del Espíritu” significa que los nueve conceptos deben considerarse como una unidad,
“beneficios” regalados, junto con el Espíritu.
Los primeros tres conceptos son diferentes a los demás en que pueden ser atribuidos al Dios, a
Cristo, y al ser humano. Amor, es el amor de Dios, de Cristo, y del Espíritu. Es un requisito para
el cristiano. Gozo no le es atribuido claramente a Dios ni a Cristo, pero aquí se enfatiza
fuertemente su carácter de regalo divino. El tercer concepto paz: la paz de Dios, de Cristo, y del
Espíritu, le es dada al ser humano. La existencia cristiana es caracterizada por la paz.
La estructura revela un importante aspecto de la ética de Pablo: no se puede esperar que personas
actuarán en una forma responsable éticamente, pero, antes de poder actuar, tienen que ser
capacitadas, habilitadas, y motivadas. Como los gálatas habían recibido el Espíritu de Dios, el
amor, el gozo, la paz de Dios y de Cristo se hicieron presentes en ellos, y a base de estos regalos
se puede esperar que actuarán éticamente como cristianos.
En el v. 23, aparece el último grupo de conceptos incluyen tres famosas virtudes de la ética
helenística: fidelidad; humildad y finalmente: dominio propio. El concepto de dominio propio en
este contexto implica que la ética cristiana es el cumplimiento no solo de la Torá (5:14), pero
también de la exigencia central de la ética griega. El don del Espíritu y el “fruto del Espíritu”
llegan a su clímax en el cumplimiento del viejo ideal griego, el dominio propio.
¿Qué relación tiene la “lista de virtudes” con la Ley? Pablo declara no hay ley contra tales cosas.
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En vista de la situación que los gálatas tienen que enfrentar, Pablo sugiere que es más importante
estar capacitados para actuar con responsabilidad ética, en vez de introducir un código de leyes
que seguirá siendo mera exigencia, que nadie puede cumplir.
El v. 24, “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus deseos y pasiones”. El
propósito de esta declaración es de aclarar la conexión entre la cristología y el dualismo de la
“carne” y el “fruto del Espíritu”. Está relacionado a 2:19-20, pero es una forma ampliada e
interpreta lo que allí se dijo brevemente, al mencionar que el cristiano está “crucificado
juntamente con Cristo”, y que “Cristo vive en él”.
En el v. 24, se define a los cristianos como “los que pertenecen a Cristo”. Cristo es su Señor,
quien los redimió (ver 1:4; 2:20; 3:13; 4:4s; 5:1). Están “en Cristo” (2:16s; 3:26-28; 5:6); están
vestido de Cristo, 3:27; les fue dado el Espíritu de Cristo (4:6). Es esta imponente presencia de
Cristo, el Señor crucificado y resucitado, su Espíritu, el “fruto del Espíritu”, que impiden las
intenciones de la carne lograr las “obras de la carne” (ver 5:16, 19-21a). Por lo tanto, Pablo
puede decir que “la carne ha sido crucificada”. Pues, la presencia del Cristo crucificado, así
como el “fruto del Espíritu” significan, la crucifixión de la carne junto con sus “pasiones” y
“deseos”.
Después de leer los comentarios que hace Lutero en el Volumen 8, las pp. 247-285, favor de
hacer los siguientes ejercicios:
1. Considerando que cada uno de ustedes ya es, o, se está preparando para servir, favor de
hacerse ocho (8) preguntas (similares a las que yo les hice en lecciones previas) y a la vez, favor
de contestarlas.
2. Espero que quedaste impresionado por lo que Lutero comenta acerca de la palabra amor, vivir
la libertad es servir (como esclavo) en amor el uno al otro (5:13). Así como ya habíamos visto en
5:6, que la fe por el amor es energía, es el motor que impulsa al cristiano.
3. Favor también incluir en las preguntas y respuestas como Lutero explica, dando cuatro
razones, que “el amor al prójimo” no es, no significa el amor que uno tiene a sí mismo.
4. Favor de compartir cualquier sugerencia que tengas para que aproveche el profesor y sus
compañeros estudiantes. Estas sugerencias pueden ser tanto de métodos de enseñanza, de libros
y/o artículos que debamos conocer, u otras sugerencias que aquí no hemos tocado.
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In Nomine Jesu
Lección 15
Gálatas 5:25 al 6:10
Seamos prácticos
Objetivos:
1. Que el estudiante aprenda lo que significa “andar en el Espíritu”.
2. Que el estudiante reconozca que en cada cristiano como en cada comunidad cristiana sigue
habiendo tentaciones y luchas espirituales.
3. Que el estudiante vea como Dios ayuda en luchas espirituales tanto en la persona como en la
comunidad.
Actividades:
1. Comparar las versiones en Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer y meditar sobre el resto de la lección.
3. Leer las pp. 289 a 312 en el Volumen 8 de e las Obras de Martín Lutero.
4. Responder a las preguntas al final de la lección.
5:25 Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe. 26 No seamos
orgullosos, ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.
6:1 Hermanos, si ven que alguien ha caído en algún pecado, ustedes que son espirituales deben
ayudarlo a corregirse. Pero háganlo amablemente; y que cada cual tenga mucho cuidado, no
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suceda que él también sea puesto a prueba. 2 Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa
manera cumplirán la ley de Cristo. 3 Si alguien se cree ser algo, cuando no es nada, a sí mismo
se engaña. 4 Cada uno debe juzgar su propia conducta, y si ha de sentirse satisfecho, que lo sea
respecto de sí mismo y no respecto de los demás. 5 Pues cada uno tiene que llevar su propia
carga. 6 El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio, debe compartir con su maestro
toda clase de bienes. 7 No se engañen ustedes; nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra,
se cosecha. 6 El que siembra la satisfacción de sus malos deseos, de sus malos deseos recogerá
una cosecha de muerte. El que siembra la satisfacción del Espíritu, del Espíritu recogerá una
cosecha de vida eterna. 9 Así que no debemos cansarnos de hacer el bien, porque si no nos
desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. 10 Por eso, siempre que podamos, hagamos
bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe.
En los vv. 5:25 al 6:10, Pablo no exige a sus lectores hacer algo que no pueden hacer. El asume
que sus lectores están haciendo lo que se espera de ellos. Su meta es inducirles al autoexamen, a
criticarse a sí mismos, para que mantengan un alto nivel de una conciencia ética.
Hay una relación implícita entre la “posesión del Espíritu” (5:18) y el “fruto del Espíritu”
(5:22-23), y el autoexamen crítico. La ética de Pablo no es una ética de obras, ni es un llamado a
realizar ideales éticos. Su ética es de otro estilo. Creyendo en la redención divina significa, según
Pablo, que “el bien” ocurre mediante la gracia divina. El “fruto del Espíritu” es una imagen que
describe al cristiano cuando comparte señales del “bien”. Según Pablo, el autoexamen impide
que el cristiano revierta donde estaba antes de su salvación, y lo protege de ser un obstáculo a la
gracia de Dios.
En el v. 25, Pablo comienza esta sección de su enseñanza con una expresión que en síntesis
contiene su ética. “Si el Espíritu es la fuente de nuestra vida, dejen que el Espíritu también guíe
nuestro camino”. Pablo ya había presentado breves declaraciones doctrinales en 5:5, 5:16, y 5:18
que informan al lector el origen de la vida del cristiano, es por el Espíritu. En los vv. 5:22-24,
Pablo explicó como el cristiano tiene acceso a la vida divina: eso es, sin confiar en “obras de la
Torá”, sin embargo cumpliendo la Torá “mediante frutos del Espíritu”. Si el cristiano es partícipe
de la vida divina, esta vida se manifiesta en su vida cotidiana.
El v. 6:1. La repetición de hermanos, indica que Pablo ahora presentará algo de mayor
importancia. La expresión: “Si una persona es aprehendida en una transgresión”, viene del
lenguaje legal. En el presente contexto el transgresor ciertamente es un cristiano, y su ofensa cae
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Es importante enterarse que éste es el único pasaje en Gálatas donde Pablo admite que miembros
de las iglesias cometen “transgresiones”. Los gálatas no estaban preparados para tratar de
transgresiones cometidas entre ellos. Como ahora se requieren regulaciones, Pablo las provee.
Por esta razón, se mencionan severas restricciones, no tanto para el que ofendió, más bien para
los que tienen que tratar con el ofensor, “tú quien tienes el don del Espíritu debes restaurar a esta
persona en un espíritu de humildad”.
Se espera que el caso será tratado en una manera que corresponde a “personas espirituales”.
“Mira que tú tampoco seas tentado”. La “tentación” puede ser doble:
a. la tentación del egoísmo y la arrogancia hacia el transgresor; y
b. tal tentación presenta una amenaza a la comunidad que provee oportunidades para “obras
de la carne”. Pablo está consciente que el arrogante quien trata de arreglar el problema
puede causar más daño a la comunidad que la ofensa hecha por el transgresor.
El v. 6:2, “Llevad las cargas los unos a los otros, y en esa manera cumplirán ‘la ley de Cristo’”.
Si se aplica 6:1 a este dicho, significa que “la falta” de cristianos debe ser considerada como
parte de la “carga de la vida” y debe ser compartida y cargada por la comunidad cristiana.
Algo muy difícil de explicar es la aparente contradicción de Pablo cuando menciona “la ley de
Cristo”.
a. Consistentemente Pablo rechazó la idea que los cristianos gentiles tenían que aceptar la
circuncisión y obedecer la Torá judía para participar en la salvación divina. Para el gentil
como para el cristiano judío la Torá judía es eliminada como camino de la salvación.
b. El cristiano desde ahora es participante de la salvación divina por el regalo del Espíritu.
Participa en esta salvación “por la fe” sin hacer “obras de la Ley”. “La fe” entonces se
expresa en “amor” y este “amor” en efecto cumple la Ley.
Por lo tanto, la relación del cristiano a la Ley es esta: No está obligado a ganar la salvación
haciendo “obras de la Ley”. Pero, por gozar la salvación divina, “por la fe” también cumple la
Ley. Estrictamente hablando es el Espíritu quien cumple la Ley, y el Cristiano comparte en el
cumplimiento al “seguir al Espíritu” (5:25).
Aunque todo esto puede quedar claro en la carta, la expresión “ley de Cristo” permanece una
adivinanza. Sin embargo, varias razones hacen a uno pensar que Pablo usó al término, ley,
porque es usado por los oponentes.
a. Es un concepto singular en Gálatas, y por cierto en todos los escritos de Pablo;
b. la idea de la “ley de Cristo” ocupó un papel muy considerable en otras tradiciones
cristianas aparte de Pablo;
c. hay cierta probabilidad que los cristianos judíos, oponentes de Pablo, en cierta manera
ligaron la obediencia a la Torá judía con la obediencia a Cristo; y
d. Pablo tiene que defenderse de las acusaciones de que él está en contra de la Ley (ver 2:17).
Por cierto que Pablo le dio al concepto una interpretación muy diferente: ya que el mandato del
amor es el cumplimiento de toda la Torá (5:14), el que ama cumple la Torá; que tal amor es el
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amor de Cristo (2:20), esa Torá puede ser llamada la “Torá de Cristo”.
El v. 6:3, “Pues si alguien piensa que es algo cuando no es nada, se engaña a sí mismo”. El
contrastar entre lo que uno “aparenta ser” y lo que uno “es” era un tema común en discusiones
filosóficas. Pablo vio gran peligro en los “espirituales” de creerse importantes, aunque en
realidad eran “nada”. Para el cristiano, sin embargo, no es un problema ser “nada” o “nadie”,
porque esa es su realidad (ver a 2 Corintios 12:11).
En el v. 6:4, hay otro consejo: “Cada persona debe examinar su propia conducta”, es una
advertencia contra otra ilusión acerca de uno mismo. Pablo comparte algo de los filósofos
griegos:
a. examinarse críticamente, resulta ser el mayor deber del cristiano;
b. el autoexamen era el principal objetivo, y Pablo también lo aprueba;
c. toda la conducta tiene que ser examinada y no meramente sus palabras;
d. y el autoexamen era un escrutinio exclusivo de su propia conducta de vida, sin compararla
con otros.
En el v. 6:4b, Pablo declara la razón de la advertencia: “…y entonces su razón de jactarse será
asunto suyo, y no en comparación con alguna otra persona”. Pablo comparte el punto de vista de
contemporáneos que el ser humano siempre trata de comprobar que es “alguien”. Pablo está de
acuerdo con la filosofía helenística, que el “verdadero” logro es que se existe solo con referencia
a sí mismo, y no como resultado de compararse con otros. Los ejemplos más impresionantes del
N.T. se hallan en Mateo 7:3-5 (viga y paja en el ojo) y en la historia del fariseo y del publicano
en Lucas 18:9-14.
Pablo elaboró una “doctrina de jactancia”, en 1 Corintios 15:10. Nuevamente Pablo está de
acuerdo con la filosofía helenística cuando él no rechaza la jactancia como tal, pero demanda
base sólida para tal jactancia, para Pablo la jactancia se basa en la gracia divina, y no en las obras
o en la razón humana, según los filósofos.
En el v. 6:5, hay otro dicho: “Cada uno llevará su propia carga”. La “carga” puede referirse a las
cargas diarias. Aunque aquí está expresado en el futuro, no se refiere al juicio final. Cada
persona tiene que llevar su carga, y es bueno aprender llevarla cuanto antes. El alivio viene
cuando uno nota que tiene que llevar solo una carga, su propia carga. No hay contradicción entre
este pasaje y 6:2, porque “compartir las cargas de la vida” no elimina el hecho de que cada uno
tiene que llevar sus propias cargas.
El v. 6:6, “Que la persona, quien es enseñada la palabra, comparta todas las cosas buenas con la
persona que le enseña”. Este último dicho se abre a diversas interpretaciones: Unos ven aquí una
recomendación a estudiantes, que deben compartir bienes materiales con sus maestros, y otros lo
toman en un sentido más amplio, que deben compartir tanto bienes “materiales” y “espirituales”.
De todos modos el dicho asume cierta forma de asociación entre estudiantes y maestros “en
todas las cosas buenas”.
El v. 6:7. La sección de vv. 7-9, contiene una advertencia escatológica y es introducida con, “No
seas engañado”. La razón de esta advertencia es que: “Dios no puede ser burlado” o despreciado.
94
“Porque todo lo que uno siembra, eso segará”. Aquí Pablo piensa del juicio final donde cada
hombre tendrá que aparecer y ser juzgado según sus obras. Esto implica que el don del Espíritu
no es considerado como un poder que los coloca encima de la ley, sino que les da poder que los
habilita en Cristo cumplir la ley (ver 5:14; 5:22-23; 6:2).
En el v. 6:8, Pablo añade unos comentarios: “Porque el que siembra para su propia carne segará
una cosecha de corrupción de la carne; pero el que siembra en las cosas del Espíritu segará una
cosecha por el Espíritu a la vida eterna”. Previamente Pablo había asociado a la “carne” con la
circuncisión y las “obras de la carne”. Pero aquí en 6:8, Pablo añade más. “Sembrar para la
carne” ocurre cuando ponemos nuestra esperanza de salvación en la circuncisión y en la
obediencia a la Torá judía, una decisión que resultaría, perder totalmente la salvación (5:2-12).
Pero también se cosecha cuando uno deja crecer “obras de la carne” (5:19-21). Una vida
corrompida por la “carne” no puede “heredar el reino de Dios” (5:21). En ese sentido, “sembrar
para la carne” significa nada menos que “darle una oportunidad a la carne” (5:13), y es lo
opuesto de “crucificar la carne” (5:24). En todo caso el resultado será la perdición final (ver
también Romanos 8:21; 1 Corintios 15:42, 50; 2 Pedro 1:4; 2:12, 19; 1 Corintios 3:17).
En el v. 6:9, Pablo concluye la advertencia escatológica con una petición. “Así que no nos
cansemos en hacer el bien”. Aquí y en el siguiente versículo son los únicos lugares en Gálatas
donde Pablo dice que se debe “hacer el bien”. Pero “hacer el bien” es diferente a “hacer las obras
de la Ley”, porque lo anterior se hace en participación con el Espíritu y es “fruto del Espíritu”.
En este pasaje se le pide al cristiano cuidarse del cansancio y del aburrimiento de hacer el “bien”
así como ocurre alrededor de él (con otros cristianos), con él mismo, y en él. Al dejar que Dios
mantenga a uno firme, uno “hace el bien” y en tal manera cumple la Torá (ver 5:14, 23b; 6:2).
El v. 6:10, “Consecuentemente, mientras que tengamos tiempo, trabajemos para el bien de toda
la comunidad, pero especialmente para aquellos que pertenecen a la casa de la fe”. Este pasaje es
un resumen de la sección (5:1, 6:10). Por lo tanto, sirve como una definición de la ética cristiana.
La ética cristiana es parte necesaria del plan de redención. Sin una respuesta ética cristiana, “las
obras de la carne” recuperarán su anterior poder y corromperán la “vida para Dios”.
El llamado es formulado en forma muy general: “trabajemos para el bien de toda la comunidad”.
Hacer, no debe ser confundido como otra forma de “hacer las obras de la Ley”. Es imposible ese
malentendido porque el bien está en singular. Notemos también al singular, un “fruto del
Espíritu” (5:22), que está en pleno contraste con el plural “las obras de la Ley” y de “la carne”
(5:19-21).
aplicación: Se espera del cristiano que usando los nueve dones del Espíritu, comenzando con
amor, hará el bien a toda la comunidad.
“Pero especialmente a aquellos que pertenecen a la casa de la fe”, no debe ser malinterpretado
como que se refiere únicamente a los que se reúnen en comunidad en las casas. El término, “a la
casa de la fe” aquí es usado como el nombre común del movimiento cristiano (ver también
Gálatas 1:23; 3:2, 5, 7-9, 11-12, 14, 23-26; 5:5-6).
2. En la p. 291, Lutero habla de “fuertes” como de “débiles” en la fe. ¿Qué sugiere Lutero para
a. los débiles?
b. para los fuertes?
3. En las pp. 292 al 295, Lutero comenta sobre los abusos de la Iglesia Católica (ciertamente la
considera como un fuerte que trata con débiles) Favor de comentar sobre tres puntos que
desarrolla Lutero:
4. Ya vimos que Lutero cita a Padres de la Iglesia con frecuencia. Favor de señalar lo dicho por:
a. San Bernardo la p. 296.
b. San Agustín la p. 297.
c. San Agustín la p. 299.
d. San Gregorio la p. 297.
f. San Gregorio la p. 299.
5. En la p. 301, Lutero dice: “jamás se hallaba la iglesia en mejor estado que cuando vivía entre
la gente más perdida”. Favor de explicar lo que crees que Lutero dice allí, ¿puedes dar un
ejemplo similar en tu propio ministerio? De ti o de otro.
7. En las pp. 304 y 305, Lutero menciona cinco males cuando en vanagloria se compara uno con
otro.
a.
b.
c.
d.
e. ¿otra?
96
8. Favor comentar sobre las dimensiones “longitudinales” y hacia lo ancho que hace Lutero al
pie de la p. 311.
In Nomine Jesu
Lección 16
Gálatas 6:11-18
Petición personal de San Pablo
Objetivos:
1. Que el estudiante nuevamente vea el interés de Pablo en rescatar a los gálatas y al presente
lector.
2. Que el estudiante vea la importancia de permanecer unido a Cristo mediante la fe
3. Que el estudiante nuevamente note que las buenas obras son frutos del perdón y no medios de
salvación.
Actividades:
1. Comparar las versiones Reina-Valera y Dios Habla Hoy.
2. Leer y meditar sobre el resto de la lección.
3. Leer las pp. 312 al 322, en el Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero.
4. Responder a las preguntas al final de la lección.
Reina-Valera, 6:11-18
6:11 Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano. 12 Todos los que quieren
agradar en la carne, esos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución
a causa de la cruz de Cristo, 13 porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la Ley;
pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14 Pero lejos esté de
mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado
para mí y yo para el mundo, 15 porque, en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada ni la
incircuncisión, sino la nueva criatura. 16 A todos los que andan conforme a esta regla, paz y
misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.
17 De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas del
Señor Jesús.
18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
6:11 ¡Miren ustedes con qué letras tan grandes les estoy escribiendo ahora con mi propia mano!
12 Esos que quieren obligarlos a circuncidarse, lo hacen solamente para quedar bien con la gente
y no ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo. 13 Pero ni siquiera los que se circuncidan
cumplen todo lo que la ley dice. En cambio quieren que ustedes se circunciden, para así ellos
presumir de haberlos obligado a ustedes a llevar esa marca en el cuerpo. 14 En cuanto a mí, de
nada quiero presumir sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, el mundo ha muerto para mí y
yo he muerto para el mundo. 15 De nada vale estar o no estar circuncidados; lo que sí vale es el
98
haber sido creados de nuevo. 16 Reciban paz y misericordia todos los que viven según esta regla,
y todos los del verdadero pueblo de Dios.
17 De ahora en adelante no quiero que nadie me cause más dificultades; pues las cicatrices que
tengo en mi cuerpo muestran que soy un siervo de Jesús.
18 Hermanos, que nuestro Señor Jesucristo derrame su gracia sobre todo ustedes. Así sea.
En el v. 6:11, Pablo llama la atención escribiendo: “Miren con que letras grandes les estoy
escribiendo con mi propio puño”. Sin duda que Pablo desea subrayar la importancia de lo que
tiene que decirles en estas últimas palabras y a la vez autenticar toda la carta con su propio puño
y letra.
En los vv. 12 y 13, Pablo ataca fuertemente a sus oponentes. No solo los denuncia como herejes,
pero también los tacha de moral inferior haciéndolos despreciables. El relaciona esto con el
asunto mencionado en 1:6-7 (ver 2:4-5, 11-14; 3:1; 5:7, 10-12). En 1:7, no menciona a los
oponentes por nombre, tampoco aquí: “Esta gente que desea impresionarlos en la carne, insiste
en que ustedes sean circuncidado”.
No explica Pablo el método usan en su insistencia. No parece ser con fuerza física. Sin duda usan
la persuasión. La meta de los adversarios era preparar a los gálatas gentiles para que
“voluntariamente” acepten la circuncisión.
La frase siguiente usada por Pablo es causa de problema: “solo para que no sean perseguidos
debido a la cruz de Cristo”. No está claro si ésta es una evaluación de Pablo, o es la intención de
los oponentes. ¿Por qué serían perseguidos judíos cristianos?
Más difícil explicar es la aseveración: “que ellos no guardan la Ley”. Pero, es concebible que
judíos cristianos insistirían en la circuncisión sin ellos observar la Torá. En su discusión del
99
episodio en Antioquía (2:11-14), recordamos que Pablo trató con judíos cristianos y en especial
con Pedro. Estos todos insistieron en que la gente no judía adoptase costumbres judías, sin ellos
guardar la Ley.
El v. 13b, “Pero quieren que ustedes sean circuncidados, para poder jactarse en vuestra carne”,
¿será una expresión polémica? El significado de esta frase será más comprensible cuando se
definió el versículo 6:14. Sigamos.
En el v. 14, Pablo hace un marcado contraste con lo que considera una “jactancia” falsa en 6:13,
con su definición de una “jactancia” apropiada, diciendo: “Pero, distante sea de mi gloriarme,
excepto en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. El no excluye o critica la jactancia. Mientras que
el ser humano vive “en la carne” hay momentos de “gloriarse”. Pablo, en 2 Corintios 11:30 dice
irónicamente que “jactarse es necesario”. Lo que a Pablo le concierne es por cual causa los
humanos se jactan. El nota que el no cristiano siempre se jacta basado en “obras de la carne”, eso
es, en lo que el ser humano hace.
La “jactancia” del cristiano glorifica la cruz de Cristo. Esto corresponde a la regla formulada por
Pablo en 1 Corintios 1:31; 2 Corintios 10:17, “El que se jacta debe jactarse en el Señor”. Esto
significa que el “jactarse en el Señor” de ninguna manera es jactarse incorrectamente. Pues,
generalmente jactarse es glorificarse a sí mismo, mientras que “jactarse en el Señor” es una
“doxología” un “himno” que alaba al Señor.
El jactarse en la cruz de Cristo es posible solamente a los que están en Cristo, los que son
miembros del cuerpo de Cristo por la fe. El resultado es que la relación entre el cristiano y el
mundo ha sido “crucificado”. Él ha sido cambiado de ser un esclavo bajo los elementos del
mundo a ser “hijo de Dios” libre (ver también a Gálatas 3:7, 26-29; 4:4-6, 7, 22ss; 5:1, 13). Esta
nueva situación, a los que están “en Cristo” referente “al mundo” constituye el “logro” por el
cual se justifica “jactarse”.
En el v. 15, Pablo ahora añade las consecuencias del v. 14: “Pues la circuncisión es nada, y la no
circuncisión es nada: lo único que vale es la nueva creación” (ver también a 5:6). La declaración
es muy concisa. En el v. 16, Pablo lo llama “la regla”. Esta regla consiste de varias definiciones y
es el meollo de la carta.
Primero. La base para la “jactancia” del Cristiano es la nueva creación. Este concepto resume la
doctrina de la salvación de Pablo, referente a la existencia cristiana. La “nueva creación” es estar
“en Cristo.” El cristiano es miembro del “cuerpo” de Cristo, el Redentor, quien fue crucificado y
100
resucitó de los muertos (1:1; 6:14). Los que ahora están “en Cristo” (3:26-28) han recibido el
“Espíritu de Cristo” (4:6) y por el Bautismo están “revestido” de Cristo (3:27); “pertenecen a
Cristo” (5:24), gozan de la “nueva vida” (2:19; 5:25), y como tales son “nueva creación”.
Segundo. “La nueva creación” también determina la relación del cristiano a las religiones del
mundo (4:8s). Distinciones cúlticas de otras religiones como la “circuncisión”, la
“incircuncisión” han perdido su significado y función. Como pertenecen al mundo, ya no
significan nada para el cristiano (ver 1 Corintios 7:19; Romanos 2:25-29).
El v. 16 introduce la parte final (los vv. 16-18), la cual está compuesta magistralmente. En el v.
16, el apóstol introduce una bendición condicional a los que siguen a la nueva regla establecida
en el v. 15: “Y los que van a seguir esta regla”.
Esta bendición condicional implica una amenaza a los que, habiendo leído la carta, no tienen la
intención de conformarse a la regla de Pablo, por lo tanto, caen bajo la maldición (1:8-9). Esto
significa que el cuerpo de la carta (1:6; 6:10) está entre la maldición condicional y esta bendición
condicional. Todo el argumento de la carta nos lleva a esta regla en el v. 15. Por lo tanto,
conformarse a la regla de Pablo y seguir al Espíritu (5:25) son una y la misma cosa.
Pablo es consistente cuando se limita en su bendición final a los gálatas cristianos quienes,
después de leer la carta deciden permanecer leales al Evangelio. En cambio, los que deciden
contra Pablo y están a favor de sus oponentes caen automáticamente bajo la maldición. Por lo
tanto, la bendición condicional, como también la maldición condicional (1:8-9), llegan a ser en
potencia, una excomunión de la Iglesia, según el entendimiento de Pablo.
“¡La paz sobre ellos y la misericordia, y sobre la Israel de Dios!” Esta bendición es única en los
escritos de Pablo. El término “Israel de Dios” puede crear problemas, pues es la única vez
hallada en el Nuevo Testamento y nunca en la literatura judía. Se puede deducir que el término
“Israel de Dios” presupone que en ese tiempo la línea divisoria entre el Cristianismo y el
Judaísmo no estaba claramente demarcada. Parece que hubo una diversidad de movimientos
cristianos y judíos que trataron de comprender el significado de Cristo, y que se apropiaron del
apodo “Israel de Dios”. Por lo tanto, Pablo extiende la bendición más allá de los gálatas,
101
cristianos gentiles, también a los cristianos judíos quienes aprobaron el canon del v. 15.
En el v. 17, Pablo añade otra expresión: “De aquí en adelante que nadie me cause problemas,
pues yo llevo las marcas de Jesús en mi cuerpo”. Lo dice con la esperanzada anticipación que el
problema ha sido resuelto y que no hay más base para otras dificultades. Es lo más probable que
este problema fue lo que le motivó escribir la carta. Parte de la carga de la obra misional es la
amenaza de apostasía de las iglesias fundadas con tanto sacrificio por Pablo (ver 4:11, 19;
también 2:11).
Pablo añade la expresión, “Yo llevo las marcas de Jesús en mi cuerpo”, para dar más fuerza a su
demanda. Sin explicar lo que fueron esas marcas, Pablo enfatiza la frase, “en mi cuerpo”, de que
eran de naturaleza física. Algunos alegan que fue un tatuaje, quizás, de la cruz.
Es importante ver que Pablo en esta declaración final, habla de sí otra vez como el Apóstol de
Cristo, enviado por su Señor a proclamar el Evangelio a los gentiles, y aquí específicamente a los
gálatas (ver 1:1s, 6-7, 11s; 2:2-10; 3:1-5; 4:12-20). No sólo les trajo el Evangelio, pero como el
“siervo de Cristo” (1:10), él representa a Cristo como en una cristofanía (4:13-14). Cristo vive en
él (2:20) y habla a través de él (ver 2 Corintios 13:3). Al decir esto al final de su carta, Pablo
recuerda a los gálatas como ellos comenzaron su existencia como cristianos cuando él llegó a
ellos (4:13-14); esperaba que no lo iban a despreciar ni rechazar, y confiaba que nuevamente
superarían esta tentación y lo recibirían como a “un ángel de Dios, aún como a Cristo mismo”.
El v. 18, “Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con el espíritu de ustedes”.
La bendición final difiere en cierta manera de otras epístolas paulinas (ver Romanos 16:20; 1
Corintios 16:23; 2 Corintios 13:21; Filipenses 4:23; 1 Tesalonicenses 5:28; Filemón 25). El uso
de hermanos, es tan importante en Gálatas (ver Gálatas 1:11; 3:15; 4:12, 28, 31; 5:11, 13; 6:1; y
también 1:2), pero el uso de la palabra, “hermanos”, no ocurre en ningún otra bendición paulina.
“Amén” también se halla en Romanos 15:33; 16:24, 27; 1 Corintios 16:24. Con el “amén”,
litúrgicamente la congregación da su asentimiento: “¡Sí, así sea!”
Espero que tú, estimado hermano, también concluyes este curso diciendo: “¡Amen! ¡Así sea!”
Sacado del Volumen 8 de las Obras de Martín Lutero, las pp. 312-322.
2. En 6:12, ¿cómo contesta Lutero las preguntas que él hace al pie de las pp. 313 y 314?
3. En 6:14, las pp. 315 y 316, en tus palabras, escribe lo que Lutero dijo acerca de expresiones de
Pablo:
a. Explique el primer párrafo acerca de gloriarse.
102
6. En las pp. 319 a 322, Lutero presenta una autodefensa de su forma de escribir y comentar.
Sabe que no se ganará muchos amigos entre el clero de la Iglesia Católica Romana. Pero, dice
que se siente obligado de hablar y no callar. Recordemos que escribió este comentario dos años
después de colocar las 95 tesis, donde invita a una discusión pública, y tres años antes de ser
excomulgado.
Favor de señalar tres puntos críticos que Lutero enfatiza en estas últimas páginas.
7. ¿Llegó a ser la carta de Pablo a los Gálatas también tu Catarina von Bora? No estas obligado a
contestar. Pero, si quieres, ¡adelante!
Anexo 1
La Epístola a los Gálatas
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas
https://www.biblegateway.com
Gálatas 1
Saludo
1 Yo, Pablo, apóstol (y no de los hombres ni por medio de los hombres, sino por Jesucristo y
por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), 2 y todos los hermanos que están conmigo,
deseamos a las iglesias de Galacia 3 que tengan gracia y paz de Dios el Padre y de nuestro Señor
Jesucristo, 4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo,
conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea dada la gloria por los siglos de los
siglos. Amén.
El ministerio de Pablo
11 Pero les hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no sigue criterios
humanos, 12 pues yo no lo recibí ni lo aprendí de nadie, sino que Jesucristo me lo reveló.
13 Porque ya han oído ustedes hablar de cuál era mi conducta antes, en el judaísmo, cuando
Gálatas 2
2 Después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, y también llevé conmigo a
Tito. 2 Pero subí en obediencia a una revelación. Y para no correr, o para no haber corrido en
vano, el evangelio que predico entre los no judíos lo expuse en privado a los que tenían cierta
reputación. 3 Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era
griego; 4 y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para
espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y para reducirnos a esclavitud, 5 a los cuales ni por
un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera con
ustedes. 6 Los que tenían fama y reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada
me importa; Dios no hace acepción de personas), no me comunicaron nada nuevo. 7 Por el
contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como
a Pedro el de la circuncisión 8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de los judíos, actuó
también en mí para con los no judíos), 9 y como reconocieron la gracia que me había sido dada,
Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la
diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los no judíos, y ellos a los
judíos.10 Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo cual también procuré
hacer con diligencia.
yo, por la ley, soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Pero con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No
desecho la gracia de Dios; pues si la justicia dependiera de la ley, entonces por demás habría
muerto Cristo.
Gálatas 3
El Espíritu se recibe por la fe
3 ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién los fascinó para no obedecer a la verdad, si ante los ojos de
ustedes Jesucristo ya fue presentado claramente como crucificado? 2 Sólo esto quiero que me
digan: ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? 3 ¿Tan necios son?
105
¿Comenzaron por el Espíritu, y ahora van a acabar por la carne? 4 ¿Tantas cosas han padecido en
vano? ¡Si es que realmente fue en vano! 5 Aquel que les suministra el Espíritu y hace maravillas
entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
puede añadir nada, aunque sea un pacto humano. 16 Ahora bien, las promesas fueron hechas a
Abrahán y a su simiente. No dice: «Y a las simientes», como si hablara de muchos, sino: «Y a tu
simiente», como de uno, que es Cristo. 17 Digo, pues, que el pacto previamente ratificado por
Dios no puede ser anulado por la ley, que vino cuatrocientos treinta años después, pues
invalidaría la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios
la concedió a Abrahán mediante la promesa.
El propósito de la ley
19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Pues fue añadida por causa de las transgresiones, hasta que
viniera la simiente, a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en manos
de un mediador. 20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios sí es uno. 21 ¿Contradice la ley a
las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Porque, si la ley dada pudiera dar vida, la justicia
sería verdaderamente por la ley. 22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la
promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a los creyentes. 23 Pero antes de que viniera la
fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24 De
manera que la ley ha sido nuestro tutor, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos
justificados por la fe. 25 Pero al venir la fe, no estamos ya al cuidado de un tutor, 26 pues todos
ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 27 Porque todos ustedes, los que han sido
bautizados en Cristo, están revestidos de Cristo. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús. 29 Y si ustedes son
de Cristo, ciertamente son linaje de Abrahán y, según la promesa, herederos.
Gálatas 4
4 Pero digo también: Mientras el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor
de todo, 2 sólo que está bajo tutores y guardianes hasta el tiempo señalado por el padre. 3 Así
también nosotros, cuando éramos niños, vivíamos en esclavitud y sujetos a los principios básicos
del mundo. 4 Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo, que nació de una
106
mujer y sujeto a la ley, 5 para que redimiera a los que estaban sujetos a la ley, a fin de que
recibiéramos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el
Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!»7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si
eres hijo, también eres heredero de Dios por medio de Cristo.
que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también
sucede ahora. 30 Pero ¿qué dice la Escritura? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo
de la esclava no heredará con el hijo de la libre.» 31 De modo, hermanos, que no somos hijos de
la esclava, sino de la libre.
107
Gálatas 5
Firmes en la libertad
5 Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra
vez al yugo de la esclavitud. 2 Miren que yo, Pablo, les digo que si se circuncidan, de nada les
aprovechará Cristo. 3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a
cumplir toda la ley. 4 Ustedes, los que por la ley se justifican, se han desligado de Cristo; han
caído de la gracia.5 Pues nosotros por el Espíritu aguardamos, por fe, la esperanza de la
justicia.6 Porque en Cristo Jesús nada valen la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que
obra por el amor. 7 Ustedes corrían bien; ¿quién les impidió el no obedecer a la verdad? 8 Esta
persuasión no procede de aquel que los llama. 9 Un poco de levadura fermenta toda la
masa. 10 Yo confío respecto de ustedes, en el Señor, que no pensarán de otro modo; pero el que
los perturba, quienquiera que sea, llevará la sentencia. 11 Y yo, hermanos, si aún predicara la
circuncisión, ¿por qué habría de padecer todavía persecución? En tal caso, se habría quitado el
tropiezo de la cruz. 12 ¡Cómo quisiera yo que se mutilaran quienes los perturban! 13 Hermanos,
ustedes han sido llamados a la libertad, sólo que no usen la libertad como pretexto para pecar;
más bien, sírvanse los unos a los otros por amor.14 Porque toda la ley se cumple en esta sola
palabra: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» 15 Pero si ustedes se muerden y se devoran los
unos a los otros, tengan cuidado de no consumirse también los unos a los otros.
Gálatas 6
6 Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo
con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado.
2 Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo. 3 Porque el que se
cree ser algo, y no es nada, a sí mismo se engaña. 4 Así que, cada uno ponga a prueba su propia
obra, y entonces tendrá motivo de jactarse, pero sólo respecto de sí mismo y no por otro; 5 porque
cada uno llevará su propia carga. 6 El que recibe enseñanza en la palabra, haga partícipe de toda
cosa buena al que lo enseña. 7 No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre
siembre, eso también cosechará. 8 El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará
corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos
108
de la fe.
Bendición final
18 Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén.