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LA GUERRA DEL PACÍFICO

1.Las causas de la guerra

Las causas de la Guerra del Pacífico son complejas y diversas. Siendo de


manera relevante el impuesto de diez centavos por quintal al salitre
exportado que el gobierno boliviano gravó a la empresa minera “Salitres
y Ferrocarriles de Antofagasta”.

Este impuesto fue considerado ilegal por la empresa y el gobierno


chileno. Sin embargo, existe consenso para establecer que el rechazo al
impuesto, de parte de los políticos chilenos, fue solamente un pretexto.
En realidad, Chile veía en esto, la excusa para hacer realidad un plan
largamente anhelado: expandir su territorio, mediante una invasión al
Litoral boliviano y los departamentos peruanos que poseían riquezas
minerales como el salitre.

1.1.El salitre

El salitre es una mezcla de nitratos (de sodio y de potasio) que se


utilizaba en la fabricación de explosivos, y era, además, un excelente
fertilizante de la tierra. Este recurso tenía sus yacimientos principales en
los desiertos de Atacama (boliviano) y Tarapacá (peruano). Empresas de
capitales chilenos y británicos se establecieron en Antofagasta, cuando
aún era un asentamiento boliviano y en Tarapacá para explotar y
exportar este recurso.

El expansionismo chile

No debería ser considerado como la verdadera causa de la Guerra del


Pacífico. Sin embargo, eso no quiere decir que no existiesen otros
factores que impulsaron la invasión chilena, ya que también es
importante comprender que todo hecho histórico ti ene múltiples y
complejos factores que no debemos simplificar.

La guerra se iniciaba en un momento oportuno para Chile, pues el país


sufría una severa crisis económica que pudo estallar en una grave crisis
política interna. La guerra salvó a Chile y le entregó grandes recursos
económicos de las minas de los territorios bolivianos y peruanos
invadidos.

La región del Litoral boliviano había sido prácticamente abandonada a


principios del siglo XIX. Sin embargo, la explotación y comercio, primero
del guano (fertilizante) y luego del salitre, le darían a esta región una
mayor importancia económica y atraerían capitales extranjeros. Es un
hecho lamentable que no hayan sido inversionistas bolivianos los que
explotaran estos recursos y que los gobiernos nacionales cedieran
fácilmente este territorio, a cambio del pago de montos económicos
insignificantes. Otra causa está relacionada con el conflicto sobre la
delimitación de fronteras entre Bolivia y Chile que no había sido
solucionado en ese momento.

Los límites políticos de las repúblicas involucradas no estaban del todo


definidos, Chile y Bolivia tenían una cuestión fronteriza pendiente en la
zona del desierto de Atacama (paralelos 23 al 25 de latitud sur) sin
resolver del todo y que había dado lugar a numerosos tratados que solo
zanjaban, temporalmente, el problema que a la larga se convertiría en la
base legal que tomaría Chile para iniciar la guerra.

Desde 1842, Chile dijo tener títulos sobre el desierto de Atacama,


desconociendo la frontera que se había marcado hasta entonces con
Bolivia en el paralelo 25. Según Luis Ortega, en 1842 el gobierno chileno
fijó unilateralmente su frontera norte en el paralelo 25, concitando el
reclamo boliviano pertinente (citado por Cavieres y Cajías, 2008, p.125).
La ley que el Congreso chileno aprobó en octubre de ese año impulsó al
gobierno boliviano a enviar sucesivas, aunque poco fructíferas misiones
diplomáticas al país vecino para demostrar y reclamar sus derechos.
(Cavieres y Cajías, 2008).
Más de veinte años después, en 1866, se firmó un tratado entre Bolivia y
Chile en el que se estableció que la frontera entre ambos países
quedaría fijada en el paralelo 24 y que los impuestos que se recaudaran
por actividades económicas entre los paralelos del 23 al 25 se
repartirían entre ambos estados a mitades. De ahí el nombre del tratado
de medianería.

Según Valentín Abecia (1986), este tratado significó para Bolivia una
pérdida inicial de 1.200 leguas cuadradas, respecto a la extensión
territorial original.

Tras el convenio de 1866, se realizaron nuevos acuerdos que se


plasmarían en el tratado del 6 de agosto de 1874, este fijaba el límite
entre ambas repúblicas en el paralelo 24. Además, fijó un dominio
común sobre el guano (importante fertilizante, en esa época), cuyos
yacimientos se encontraban entre los paralelos 23 y 24.

Uno de los puntos más importantes del tratado de 1874 fue que se
acordó mantener invariables los derechos de exportación de los
minerales que Chile explotara en la zona, y que las personas, industrias
o capitales chilenos no pagarían más impuestos por los próximos 25
años (Abecia, 1986).

Un año antes, el 27 de noviembre de 1873, el gobierno boliviano había


celebrado un contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de
Antofagasta, en el que se le otorgó el derecho de exportar salitre desde
la zona, libre de todo derecho de exportación y de cualquier otro
gravamen municipal o fiscal. El contrato suscrito con la compañía anglo-
chilena fue aprobado por la Asamblea Nacional, casi cinco años después,
el 14 de febrero de 1878, un año antes del inicio de la guerra. Este
señalaba:

“Se aprueba la transacción celebrada por el Ejecutivo en 27 de


noviembre de 1873, con el apoderado de la Compañía Anónima de
Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta a condición de hacer efectivo,
como mínimum, un impuesto de 10 centavos en quintal de salitre
exportado“.

2. Campaña de Atacama

La guerra inicia con la campaña de Atacama, el 14 de febrero de 1879;


tropas Chilenas toman la ciudad portuaria de Antofagasta. El gobierno
boliviano responde rescindiendo el contrato con la Compañía de Salitres
y Ferrocarriles de Antofagasta. Entonces se producen intervenciones a
otros poblados de la zona, como Mejillones, Tocopilla y Cobija.
Finalmente, las tropas chilenas avanzan sobre Calama, donde se había
preparado una resistencia por parte de civiles bolivianos. El 23 de marzo
tiene lugar el combate en el que se inmola Eduardo Abaroa. Por mucho
tiempo se supuso que fue la única defensa boliviana de unestro
territorio.

3. Campaña marítima

Bolivia logra que el Perú declare el causus foederis, activando la alianza


defensiva que habían firmado en 1873. Entonces, el presidente peruano
Mariano Ignacio Prado exige, en un telegrama que “Vuele el ejército
boliviano a Tacna”.

Daza parte con un grueso del ejército boliviano a Tacna, en abril, para
coordinar las acciones militares con su aliado peruano. Otras unidades
del ejército boliviano se irán, sucesivamente, incorporando hasta llegar a
los 10.000 efectivos.

Paralelamente, queda en Bolivia el general Narciso Campero, con la


misión de estructurar una 5ta. División del Ejército, para marchar hacia
el campo de operaciones cuando le fuera ordenado. La tropa boliviana
en Tacna fue inútilmente estacionada en esa localidad, mientras se
decidiera la confrontación marítima entre las flotas chilena y peruana.

El 21 de mayo tiene lugar la batalla naval de Iquique, al frente de las


costas de esa localidad. La embarcacion “El Huáscar” peruano hunde a
la “Esmeralda” chilena. También el buque la “Independencia” del Perú se
hunde tras chocar contra un arrecife, cuando persigue a la Covadonga
chilena. Se considera que el saldo es muy favorable para Chile, puesto
que la Independencia era un buque acorazado. Perú queda en
desventaja estratégica.

El 8 de octubre de 1879 se produce el combate de Angamos, en el que


los buques de guerra chilenos, el Blanco Encalada, O´higgins, Loa y
Covadonga, cercan y toman al Huáscar peruano. Con esta batalla, Perú
ya no tiene buques de guerra para enfrentar a los chilenos en el mar.

4. Campaña de Tarapacá

Siendo Chile dueña de la situación en el mar, se espera que concentre


sus fuerzas para desembarcar su ejército en algún lugar del desierto
peruano de Tarapacá. Las fuerzas aliadas se ven obligadas, por su parte,
a desplegar sus tropas por toda la costa tarapaqueña. Desplegando
posiciones defensivas en Lima, Tacna, Pisagua e Iquique. El desembarco
chileno se produce en Pisagua, el 2 de noviembre de 1879.

Con una cuña clavada en medio del desierto peruano de Tarapacá, Chile
comienza a consolidar su posesión del territorio. Se planea, desde el
mando aliado, una operación de cerco y aniquilamiento de las tropas
chilenas en el desierto. Desde Tacna, por el norte, partirán tropas
bolivianas, al mando del presidente Daza. Desde Iquique, por el sur
partirán tropas peruanas, al mando del general peruano Buendía. Por el
este, se ordena al general Campero que parta, con su quinta división,
hacia el teatro de operaciones en el Tarapacá.
El plan fracasa rotundamente por la retirada de Camarones, el ejército
de Daza que partió de Tacna realiza contramarcha y alega que no puede
continuar, puesto que según su telegrama “el desierto agobia”.
Campero, por su parte, desobedece la orden de partir hacia Tarapacá,
consiguientemente las tropas del general Buendía enfrentarán solas a
las chilenas en la Batalla de San Francisco, donde sufrirán una
contundente derrota.

5. Campaña de Tacna

Entre febrero y marzo, el ejército chileno desembarca tropas en las


cercanías de Ilo y Mollendo. En una primera batalla en Los Ángeles, las
tropas chilenas cortan vías de aprovisionamiento a varias ciudades del
sur peruano, se van concentrando tropas de ambos lados y se enfrentan
en las cercanías de Tacna, en la batalla del Alto de la Alianza, el 26 de
mayo de 1880, las tropas aliadas de Bolivia y Perú pierden
estrepitosamente.

Su triunfo en esa batalla permite a las fuerzas chilenas, una vez tomada
Tacna, concentrar fuerzas para tomar la ciudad de Arica, toma
sangrienta que sucede el 7 de junio de 1880.

Los restos del ejército boliviano se retiran hasta Bolivia y, pese a las
promesas, no volverán a estructurar otro contingente para participar en
la guerra. Perú debe organizar la defensa de su capital Lima.

6. La campaña de Lima

A partir de noviembre de 1880, el ejército chileno fue desembarcando


tropas en pequeños puertos al sur de Lima, Pisco, Lurin, Paracas, con el
fin de atacar la capital peruana. El 13 de enero, las fuerzas chilenas
arremeten contra las fuerzas defensoras de Lima atrincheradas en
Chorrillos y las van destruyendo paulatinamente.
Después de un pequeño armisticio, la lucha por la capital peruana se
reanuda el 15 de enero en la segunda línea de defensa en Miraflores. El
triunfo de las tropas chilenas da lugar a la ocupación de ese ejército de
la capital, durante más de dos años donde el ejército chileno saquea la
ciudad.

7.Campaña de la Breña

Los restos del ejército peruano se retiran a la sierra y desde allí inician
una guerra de guerrillas contra el ejército de ocupación chilena. Son
varios oficiales del ejército peruano, entre ellos Andrés A. Cáceres,
Lizardo Montero, Miguel Iglesias que, evitando una batalla frontal con el
ejército chileno lo hostigan por todo el territorio, en una prolongada
guerra de desgaste. Como no existe una coordinación entre los
generales peruanos, la ocupación chilena no encuentra interlocutor
válido con quién negociar su salida del Perú, hasta que en 1883, Miguel
Iglesias se impondrá como presidente del Perú y firmará con el go-
bierno chileno el Tratado de Ancón que da fin a la guerra. En el tratado
Perú cede a Chile todo el departamento del Tarapacá, además de las
ciudades de Tacna y Arica permanecerán bajo autoridad chilena durante
10 años, hasta la realización de un referéndum en esas poblaciones que
decidirá si pasan a la soberanía de Chile o per- manecen en la soberanía
del Perú. Un año después, en 1884, Chile firma con Bolivia un pacto de
tregua, que consolida, mediante el statu quo la ocupación de Chile del
desierto de Atacama. La cesión territorial tendrá lugar con el tratado de
límites en 1904.

8. ¿Por qué fue ignorada la Batalla de Canchas Blancas?

Durante casi 100 años, hasta la década de 1970 del siglo XX, es decir,
un siglo después de concluida la Guerra del Pacífico, recién tuvo la
opinión pública boliviana la noticia de la batalla de Canchas Blancas.
Hasta entonces no se había escuchado de ella. No es que esta batalla
hubiera sido de poca significación. Hasta ese momento, los bolivianos
creíamos que la defensa de Calama, en la que Abaroa y otros patriotas
se inmolaron, fue la única defensa que Bolivia hizo de sus territorios.
¿Por qué entonces se mantuvo la Batalla de Canchas Blancas en el
secreto, siendo que fue una batalla en la que derrotamos al ejército
chileno que pretendía entrar muy adentro en nuestro territorio?

Para comprender por qué se mantuvo esa batalla como un secreto hay
que entender como esa noticia perjudicaba al gobierno de Narciso
Campero, quién se encumbró en el poder cuando terminó el conflicto.

El hecho es que, siendo el general Campero comandante de la quinta


división, permaneció en territorio boliviano, mientras que el presidente
Daza partió con el ejército boliviano a Tacna para coordinar acciones de
guerra con nuestros aliados peruanos.

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