Materia: Estudios Regionales de Europa
Profesora: Grisel Alejandra Pérez Rivas
Ensayo del contexto político, económico y social que permitió la creación y desarrollo
de la Unión Europea
Alumno: Francisco Gabriel Sánchez Acevedo
Matrícula: 1964406
Grupo R06
En este ensayo exploraremos el contexto de la Unión Europea cuya historia se
sigue escribiendo y trae beneficios a distintos países, como el Tratado de Libre Comercio
entre México y la Unión Europea. Esta organización nace a partir de las cenizas de las
guerras del siglo XX, sobre todo de la Segunda Guerra Mundial y desde ese entonces
se preserva hasta el día de hoy con la finalidad de evitar conflictos futuros y fomentar el
impulso económico de los países miembros que inicia en el proceso de construcción
europea.
La Unión Europea se ha estado enfrentando a desafíos inesperados, pasando por
varios hitos históricos, como la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA) en 1951. Esta iniciativa, impulsada por Robert Schumann, buscaba poner
en común los recursos de carbón y acero de Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países
Bajos y Luxemburgo y representó el primer paso hacia la integración económica y política
de Europa.
Otro de esos hitos se consolidó en 1957, con la firma de los Tratados de Roma,
ahí se establecieron la Comunidad Económica Europea (CEE) con la creación de un
mercado común de libre circulación de bienes y servicios y la Comunidad Europea de la
Energía Atómica (EURATOM). En este periodo también se creó el Parlamento Europeo
para representar a los ciudadanos de la Unión Europea, (Filibi, 2014).
El hito más importante no llegó sino hasta 1999 con la introducción del euro como
moneda común que se presentó como un símbolo de la unidad económica y financiera
de la UE dispuesta a competir por el dólar y la eliminación de las barreras comerciales
que estaban presentes en los estados miembros, así como la incorporación de países
nuevos y la salida de otros, como Reino Unido, siendo el Brexit el desafío más grande
para el futuro de esta integración.
Los franceses Robert Schumann, Jean Monnet y el alemán Konrad Adenauer,
entre otros líderes, son considerados los padres fundadores de las Comunidades
Europeas. A Robert Schumann se le considera “el padre de Europa” por su papel de
ministro de Asuntos Exteriores de Francia en 1950 con su proposición de la creación de
la CECA como se ha hecho mención anteriormente.
Por otro lado, Monnet fue un diplomático y economista francés que se considera
uno de los principales arquitectos del proyecto europeo porque fue el primer presidente
de la Alta Autoridad de la CECA y ayudó en la creación de la CEE. Asimismo, Konrad
Adenauer defendió la integración europea, fue el primer canciller de la República Federal
de Alemania y junto con Schumann impulsó el Tratado de Paris establecido por la CECA.
Otros defensores como Paul-Henri Spaak de Bélgica, primer presidente del
parlamento europeo, Alcide De Gasperi de Italia y Winston Churchill de Reino Unido con
su discurso acerca de la necesidad de la creación de la Unión Europea en Zúrich en
1946, como inspiración a los demás líderes y ciudadanos que participaron en el proceso
de integración y su legado continúa inspirando generaciones actuales.
Este empeño persuasivo fue a raíz de siglos de guerras y conflictos entre las
naciones europeas, el principal desafío era lograr que los países dejaran de lado sus
rivalidades y se unieran en un proyecto común, así como la gran devastación causada
por las guerras, y los líderes europeos tuvieron que trabajar arduamente para
reconstruir las infraestructuras, las economías y las sociedades del continente.
La Unión Europea incluso ha enfrentado precariedad de crisis económicas, como
la del petróleo de 1973 y la crisis financiera de 2008, (Procentese, 2018). Los líderes
europeos han tenido que trabajar juntos para encontrar soluciones a estas crisis y
mantener la unidad del proyecto europeo, ellos estaban convencidos de que la
integración europea podía ser exitosa si se basaba en los valores de la democracia, el
respeto a los derechos humanos y el estado de derecho.
Esta organización actualmente está compuesta por 27 estados miembros, con
sus propios intereses y prioridades, son clasificados en tres grupos con respecto a su
comodidad en la integración: pro-europeos, neutrales y euro-escépticos. España es un
país pro-europeo que ha sido un firme defensor de la integración europea desde su
adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986 (López, 2000).
Entre este y otros países pro-europeos se encuentran Alemania, Francia, Italia,
Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Austria, Portugal, Irlanda, Finlandia, Suecia y
Dinamarca. Mientras que los euroescépticos son Hungría, Polonia y la República
Checa, estos han expresado en ocasiones su disconformidad con la UE y han puesto
en duda su permanencia en la misma, al igual que fue con Reino Unido y los demás
miembros se presume que tienen posturas neutrales o fluctuantes.
La Unión Europea ha representado un logro admirable en la cooperación
internacional, pero seguirá en constante sometimiento a desafíos, tal como
recientemente lo fue la candidatura oficial de Ucrania, debido al impacto que tendría en
las relaciones UE-Rusia, así como los países prorrusos. Además se espera una
diplomacia estratégica para las relaciones UE-China para el progreso económico y de
paz para la organización y su relación con los demás países (García, 2016).
Referencias
Filibi, I. (2014). La Unión Europea veinte años después de Maastricht: hitos y retos. Cuadernos
europeos de Deusto, (50). ISSN: 1130 - 8354, 50/2014, 19-50.
García, R. R. Unión Europea: Imperfecciones, desafíos y oportunida-des en el Siglo XXI. ISSN
1810-9330 RNPS 0505, 25.
López Cano, D. (2000). España-Unión Europea: los esfuerzos de una década de integración.
Investigaciones geográficas, (42), 173-191. ISSN 2448-7279.
Procentese, C. (2018). La Unión Europea hoy: de la crisis económica al resurgimiento del
populismo. Astrolabio: revista internacional de filosofia, 76-86. ISSN 1699-7549