En memoria de la mayor artista de mi familia.
En agradecimiento a los que me hacen sentir
visto.
Não tenho ambições nem desejos. Ser poeta não é uma ambição minha. É a minha maneira de
estar sozinho. Fernando Pessoa
EXTREMAUNCIÓN
Si la muerte tuviera en cuenta la opinión de los demás, moriría mucha más gente adecuada.
Tatiana Tibuleac
(...) Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor. Miguel Hernández
I
La muerte es un canto a la vida y a aprender a perder
desde que nacemos
Todas las cosas que nunca llegamos a encontrar y
todas las cosas que algún día tuvimos pero ya no sabemos
dónde quedan.
II
El adiós de lo conocido, el vacío universal
el miedo a no ser nada.
Tus flores favoritas, ropas usadas
la escena del puchero familiar donde
ahora sobra una cuchara.
III
Un deseo musical, una reunión y
tener alguien con quien cantar una canción.
En cambio el fin de mis tiempos
si existir es una cara de la moneda cuando no exista estaré en la otra
por tanto no deduciré esto.
IV
Doblar la servilleta, caducar como los yogures
expirar como el tiempo de respuesta para confirmar tu compra
palmarla, fenecer, sucumbir
ser besado por Frances Conroy vestida de ángel de la muerte como en el final de AHS
Asylum.
Cuando mi madre me dio la noticia
pensé que se acabó.
De alguna manera es como si yo lo hubiese sospechado
desde niño siempre me dijo que todo acabaría pronto
Nuestro tiempo juntos
había llegado a su fin porque sus células
su cuerpo, su vida, habían decidido hacer una fiesta de disfraces.
Me equivoqué. Hoy afirmo que vencimos a Cerbero.
También creo que desde ese momento empecé a hacerme a la idea de que algún día iba a estar
completamente solo en este planeta y que debía acostumbrarme a ello.
Me ha ido bien, en lo de acostumbrarme.
VI
Cuando morimos se pierden con nosotros todas las historias que no contamos
o que no recordamos
Pienso que de alguna manera
nuestro vínculo con los demás es tener alguien
que escuche nuestras historias
las atesore y transmita.
VII
Quiero que me escuchen
ser visto
que empiecen a creer en la muerte
y por tanto en la vida
la fugacidad de mi carne y de la tuya
su elasticidad, su luz, nuestro cuerpo es nuestra iglesia
es el lugar donde nos velamos
nos disfrutamos
donde pasamos tiempo con otros y les invitamos a él
el vehículo por el que somos vistos
nuestro cuerpo es lo más valioso que tenemos y si por él nos odian
prefiero ser odiado.
¿No es un milagro que un cuerpo a pesar del dolor y los años siga funcionando?
VIII
Cuando alguien se va se lleva una parte de nosotros
Cuando alguien se va nos vamos un poquito con él.
Cuando alguien se va una parte de ella se queda aquí.
Cuando una persona se va deja su olor por todas partes.
IX
Soy una biblioteca que algún día se quemará
Llevo la archivística de mi familia
atesoro fotografías en sepia, cartas, poemas de la abuela
óleos
Dibujo árboles sin un motivo claro desde la niñez y estudio mi genealógico
entrevistando a mis familiares más longevos
X
Cuando me vaya quisiera tener un legado
historias manidas, hijos
es la ilusión de la trascendencia
es la creencia de que soy algo más
es la ilusión de seguir vivo un par de generaciones más
MUERTE DE LOS RECUERDOS
Sé que, si intentara olvidar las letras que forman parte de su nombre, su olor y su color, mi
vida parecería
una chaqueta devorada por las polillas. Tatiana Tibuleac
Anotación en mi diario:
La belleza de las cosas
Me levanté siendo un niño y deseé un desayuno rico con un café calentito en taza de cerámica
y una tostada de tortilla de patatas untada en alioli casero. Como si fuese a aparecer delante
de mí solo con desearlo y pedirlo con voz melosa. Como si la vida fuera un hotel para los que
se portan bien.
Me hice un café de cápsula, desbloqueé el teléfono y soñé con otro aspecto mientras veía
vídeos de otros que moran en lejanas partes del mundo.
Fui a la cocina a por un cigarro (antes fumaba) y observé con la música del móvil de mi
madre de fondo, su belleza, la belleza de mi gata atenta a los sonidos, el pelo de mi madre
aún del color de su infancia, nuestro silencio era el paso del tiempo. Me trasladé al futuro por
un momento donde estoy solo y aún puedo percibir la belleza de aquel momento, congelado
en mi retina y yo espectador como en un museo. Iba con su abrigo negro de estar por casa
deshilachado, estaba sentada y ni un músculo de su cara se movía, miraba fijamente a la nada,
le dije que parecía una viuda. Me reí entrecortado.
Pensé en cómo los hombres pasamos de ser bebé a niño y permanecemos ahí durante casi
toda nuestra vida, pensé en las mujeres que eran educadas para criar a los hombres desde que
eran hermanas hasta que eran abuelas. Cuando todos y todas somos niños y niñas siempre, a
pesar de las marcas que tengamos en la frente o en las manos. No dejamos de asustarnos ante
la vida.
Pensé que había perdido la fe en las personas a pesar de que a veces la recupero diciendo:
“todos somos unos pobres diablos, lidiando con su pena. Todos fuimos echados de un cielo”.
“¿Qué significa echar de menos los momentos cuando aún no han pasado?”, me pregunto. Es
una enfermedad esta nostalgia que me ceba. Es un catamarán que viaja por mi cuerpo
asimétrico o será carbón hollinando mis ojeras. Es la distancia percibida entre el Yo y el
resto.
Quizá la melancolía imborrable que vemos en nuestros padres y que se agrava en nuestros
abuelos es un síntoma más de la edad, parte del ciclo vital, pero este no te lo explicaban en
los libros de Conocimiento del Medio. Es una condena hasta el lecho demencial. Es un
síntoma de todos nuestros sueños rotos. De todas las cosas que no hicimos o que nunca
llegamos a ver.
Pensé que podría escribir algo más positivo, que debía dejar de detallar la vida como lo hace
Tîbuleac o sentir como Pizarnik, pero no era mi estilo.
La belleza de las cosas. Lo que nos separa de la vida. (10 de marzo del 2023)
La reducción de las sonrisas naturales
la bajada de timbradas al portero
ya no jugamos al dos de oros
ya nadie me escribe
Cuando somos pequeños anunciamos nuestra edad
anunciamos con altanería y disfrute
como el afilaor
Ahora que llegué a la adultez
todos los años
lloro en mi cumpleaños.
II
Mi piel sepultada
escupida
empujada
tocada
troceada
robada
dañada
mirada
Mi piel enjuagada
besada
refundada
segura
inocente
vestida
mimada
vista
Muchas pieles se forjaron en los patios de los colegios ojalá las venideras no tengan esos
recuerdos.
III
La demencia hizo que yo tuviera dos abuelas
en el mismo cuerpo
que aprendiese a amar a dos personas
en el mismo cuerpo
que a una le contase yo las historias
que a otra la escuchase hablar durante horas
me pregunté
en esencia qué son las personas
cuando tu identidad te arrebatan
cuando dejas de funcionar
cuando no hay pilas de repuesto
Un día pintabas
escribías versos
reías
contabas chistes
me nombrabas
me llamabas
cantabas en latín
Otro día
borré tu número del teléfono
vi tu nombre esculpido
no volví a comer rosetas
ni a escuchar ninguna anécdota del tonto de tu pueblo
Otro día
mi abuela se había ido a la luna sin mí.
IV
Cuanto más recordaba
Antes se alejaba
Bastaba con dejar de mirar atrás
Bastaba con soltar
Para que todo viniera
Primando el acto a la palabra
a veces la memoria
es como una bala
entra limpia, sigilosa
pero es a su paso
dueña de mi muerte
V
Añoro aquellos años
Sin saber atarme los zapatos
Añoro pocas cosas de aquella época ya que sufría
A borbotones
Escupía por mis grietas la poca luz que albergaba
Satisfice mis sentidos ocultándome
Tras los pensamientos que son muros donde vivo
Que okupan mi mente
Son como ladrillos que no me dejan ver
Sin embargo no estorban a mi antigua ceguera
Baldean las habitaciones
les dan algo de intimidad y luz tenue
Les dejé estar porque todos merecemos una vivienda digna
VI
A Dédalo.
¿Qué está pasando?
No me ves.
No te veo.
Ojos dormidos.
¡Ábrelos!
Estoy aquí.
Hablar es prohibido,
sentir es baladí.
Soy tu niño.
Con mis piernas de madera hice un altar.
Con mis ojos de aceituna rezaba para que volvieras.
Con mis alas de cera me empujabas a volar, mientras ellas se queman como las de Ícaro.
Media sonrisa y cabeza de metal.
Quiero regresar a mi inocencia,
tallar un mensaje sobre la barra
una regla que impuse por ciencia:
“Nunca es tarde si siempre estás ahí”.
Y efectivamente viniste a buscarme
En mis brazos te esperaba, desde toda mi vida.
VII
Hace tiempo aprendí que un hogar es como el amor, se construye
Que el hogar no lo hacen las paredes ni los techos
que el hogar lo hacen las personas tras los árboles
allí donde corren los niños con dientes de leche
Alrededor del fuego, maullidos y abrazos
Cómo devolverte todos nuestros sueños no cumplidos
cómo despedirme de tus brazos cansados
cómo pedir un deseo cuando a la vez callamos
cómo calentarnos del frío
cómo devolverte tu niñez
cómo despistamos a Cerbero
Escocia, mi república, el primer lugar donde viví.
Y a pesar del sufrimiento,
me diste tu mar y lo hice mi patria,
la que fue tuya ahora es mía.
Con las manos escamadas y la piel enrojecida,
curaba la bruja a todos los seres sus heridas
VIII
Haikus para Alexander:
Dulce, la inocencia,
en un segundo
se deshoja
—————
Tarde de agosto
robustos muros
que levantan mis mejillas.
IX
Volver a ver a mis hermanos me llena de energía
a la vez de pérdida
Nunca recuperaremos los años de su infancia que coincidieron con mi adultez
solo nos queda el futuro al que espero con ansiedad
Ansiedad de contarles todo cuanto me pasa por la cabeza
aviones de neón con pasajeros vestidos de Morfeo
Aprovecho cada momento a su lado y cuando estoy lejos me vuelvo epistolar
¿Cómo podría resumirles estos años?
Creo que he sido educado para la nostalgia de las paredes
Del olor del cabello. Del tacto finito
Siempre en una mudanza, he acabado echando de menos
porque no encuentro mi lugar en este mundo, en esta jaula de cartón.
Juan de Matute, me cago en su buche y en su corrá
Pegá sin hablá
Ahí va mi gavilán, orejilla’ de gato
Como no me traiga’ chicha
La’ orejilla’ te l’arranco
Tirá un pelli’quillo en el culo y echá a volá.
En mi investigación reciente sobre juegos infantiles y cultura popular descubrí que la canción
de la abuela no era solo un canto heredado de sus madres o como decía ella “lo que cantaban
la’ vieja’”. En otros cantos de España Juan era un santo, a veces Matute era Matuté. Quien
cagaba no era yo sino él mismo que defecó en el monte en lugar de en su buche y además
para más “inri” en su corral. En otros cantos Juan era Pedro o llevaba el nombre de algún
vecino. En todos se pega sin hablar como orden para los jugadores, en otros se prohíbe reír, el
que pierde se las queda. En otros lugares se amagaban y no daban (no se pegaba en una
ronda) pero siempre estaba el pellizco en el culo, siempre se echaba a volar.
Aprendí a hablar la lengua de mis abuelas y es lo más valioso que tengo, Rosarico Ma’Teresa
me enseñó todo un diccionario, en su pueblo había jandoscos, zancajozos (pataperros),
descastaos’ (casasolas) y rumbosos, pero también había saetas (enterás) y bigardas. Una
tartana era un coñiquín, se montaba en el correo en vez de en el bus, el que estaba hermoso o
rollizo pero además lustroso estaba espojao’, se comía la tortilla liá y las rosetas, y en vez de
oír “te sentían”. Uno que callaba era un zorromurmujo (somurmujo), uno que mandaba era
un caporal, pero si mandaba y era un idiota además era un militón. Si por ti sentía empatía se
decía que tenía miramientos y uno al que le faltaba el pelo era un pelón.
Nada más yo hubiera querido que cualquiera de mis abuelas fueran eternas para mí y mi
deseo se cumplió heredando sus lenguas, maneras privadas de vivir la realidad.
Quiero hacer mención especial a Rosarico. Yo quería ser tu bastón al caminar y por las
noches tu abrigo como decía Green Valley, pero me quedé en ser tu niño detrás de la barba
que a las abuelas tan poco os gusta.
Gracias por quererme, ven a recogerme cuando no me quede nada. Siempre tuyo, Pepico.
Posdata: Pa sentir es mester’ comer.
XI
A veces no me encuentro bien
a veces las cosas no están bien y espero que lo entiendas
Mis días brillan con el mejor remedio
fue un hijo
el de en medio
que sin saberlo agua me traía cuando en el desierto pasaba mi tiempo
Mi vida marcada con tu nacimiento
te llaman “emperador”
te llaman “libertad”
me hiciste segundo en mis pensamientos
desarmas las guerras
inundas mi cuarto
lloro cuando te veo dando pasos
dejando los problemas resueltos
Te quería antes de conocerte
igual que amo a la paloma que se une a nuestros vuelos
para hacerlos menos cuerdos
qué ganas tengo de que crezca y contarle mis secretos
Habrá día que te sostenga en mis brazos por vez final
mas nunca habrá mañana día que mi corazón no le cante al tuyo
porque la madera que sale del mismo árbol siempre pertenecerá a él.
Mi último fin es protegerles
el primero es dejarles ser.
Charles, pinta el mundo
haz teoremas
grita alto
eres mágico
arráncame las canas cuando me salgan para poder verte muchos años.
Anotación final
De alguna manera he recogido en este capítulo todo lo que no me gustaría olvidar, porque
quién soy sin todo este dolor, sin toda esta ponzoña, quién soy sin todo este licor, sin todos
esos besos, sin sus ojos melosos, son mi timbre interno.
MUERTE DE LAS RELACIONES
(...) Ya no estás en un día futuro, no sabré dónde vives
con quién ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir. Idea Vilariño
Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos. Emil
Cioran
I
Pérdidas
Todos hemos tenido compañías que vienen y van
Todos hemos sido estación y aeropuerto
algunos nunca sabes si te van a dejar de acompañar
otros duran toda la vida
otros duran un verano
otros vuelven esta temporada
pero siempre que se van
algo dejan.
Lista de cosas que perdí aquel año:
una moneda de céntimo
la vergüenza un par de veces
la tarjeta del bus
el cargador del móvil
las ganas de enamorarme (durante 10 segundos)
un vaso de un festival
los juegos de mesa
en el porche
las tartas con el café
vestidos de verde
escuchar a Eminem
“nuestra vida es un erial”
y a mí mismo
O quizá yo no fuese parte de ellos
quizá
yo, solo fuese yo
o sea nada y la nada no tiene ninguna característica
más bien es la ausencia de ella.
II
Cuáles son los caminos hacia nosotros
hacia nosotros mismos
“¿Somos un destino o un viaje?”
me preguntas
Cómo vamos deshojándonos tras cada batalla
abandonando partes del esqueleto
de la carne
entre los huesos
al lado del yelmo y la lanza
el amor por mí mismo
y los sucesos que no me dejan dormir
cuánta hambre he pasado
sin unos ojos en los que dormirme
buscándome, perdiéndome
encontrándome
Buscando tutoriales para el mimo
los afectos serán colectivos
mientras que el Yo será
mi mayor poema
III
Pienso en el chiquillo que fui
cómo nos fuimos alejando
cómo a veces me avergonzaba al recordarlo
Haría caracolitos en su pelo
Le pellizcaría esos carrillos rosados
Le rascaría la espalda
Le cantaría algún hit de los 2000s
Sobre todas las cosas, sería su sol
si pudiera regresar
recogería toda la luz que sembró
IV
Los entendimientos
no basta con usar las orejas
ni los corazones
hay una matemática no estudiada:
la del desacuerdo
el conflicto es el algoritmo
el ingrediente para la vida
no hay vínculo sin él
hay vínculos que lo tratan como a un invitado
hay vínculos que lo lloran
hay vínculos que lo despiden
hay vínculos que lo dejan estar.
no tienes que ser lo que yo quiera
no tengo que ser lo que tú quieras
el milagro de la coincidencia
deconstruir la idea de la soledad como consecuencia penal
el mayor de los éxtasis
la casuística del deseo
la anatomía del interior de las cabezas
todo aquello dicen que es el amor
yo no lo diferencio del capricho
pero también he querido ser parte de alguien
dejar que me desguace.
VI
Perdiendo el norte:
Reía penas y lloraba flores
Llevar una venda frente al mejor espejo
es el peor reflejo en esta fiesta de disfraces
Tengo miedo de que te vean sin vestido y con bigote
El amor es cuerpo y también caricia, es voz, es mirada, es pantalla
A veces es castaño y otras es una muchacha atlántica
Sin ser aviador quería volar con ella
sin ser pensador quería de él, meterme en su cabeza
anidar en su pelo, vivir sus ideas
Era blanca y amaba los narcisos
era alto y se amaba a sí mismo
yo era reo de sus cartas, atando mis mentiras
Porque un gran amor nunca termina de revelarse ni de rebelarse
Soy un saco de huesos rodeado de esta odiosa carne, vacío de corazón y mente desde que me
dejaste
El verano es más frío en la plaza del museo y el metro Callao ahora me espera a mí.
VII
Soy un ser de andar y de luces
Dar paseos une a la gente
Bailar encerrado en una jaula de cobre
Escribir borracho de sueños y no de cerveza.
Soy una flor violeta
Me gustaría ser sordo en este bosque
no tener miedo de las otras, deshacer la soga
Soy planta, animal, mujer y hombre
Soy un árbol frondoso, vivo en un papel que me tragué
Odian mi belleza. Odian mi luz
Soy una guerra interminable, dos bandos irreconciliables
Llevar la máscara siempre puesta
A veces un bolígrafo puede ser tu mejor amigo
Lo que hicieran conmigo, ya está hecho.
VIII
Noche eterna
Las palabras tienen historias, además de contarlas ha sido fructífero ir custodiándolas y
regándolas hasta ahora para que no muriesen, preguntándoles dónde nacieron y hacia dónde
van. Cada vez que le preguntes a alguien “¿qué tal?” valora su respuesta ya que te estás
convirtiendo por un momento en su biógrafo.
Hace años que desperté en mitad de la noche
comencé a deambular
desde entonces no se ha hecho el día
Escupía por mi garganta la magua de haber robado el cielo
y de escuchar los cantos descalzos de los murciélagos.
Acariciaba mi cabeza a contrapelo
pisaba escarcha
y sólo rescaté del estaribe el último texto
lo demás se fundió en aquel cuerpo flamígero
sin paredes, sin un hálito de vida, sin techo
La calidez que desprendía la noche no era agradable por primera vez
estaba lejos del lecho
de sus brazos
de los besos melífluos
ya a lo lejos escuchaba un latido que desde ahí se podía oler
hacía las nubes de carbón
estroboscópicas por los destellos del fuego atravesando mis sombras
En último lugar y depende de quién lo cuente, te dirán que atravesé el fielato y pagué por mis
recuerdos en aquel cuerpo
comimos chimichangas
asamos puerros
viajamos a París
los metí todos en mi espalda
y entendí porque los ancianos andan encorvados
Conseguí llegar a la frontera supercalifragilisticoespialidoso
de manera airosa escapé de una guerra
según mi último texto sollozando entre mis manos
uno la utiliza cuando siente que se ha quedado sin palabras significa que algo es súper bello,
frágil y además augura que lo malo expira
Recuerdo el primer amanecer en el que el Sol no apareció
empecé a notar como aumentaba la entropía
según las leyes todo cuerpo con el paso del tiempo tiende al desorden
y el mío tendía a rebobinarse
Pero realmente aquella entropía era una magnitud de probabilidad
mi aturdimiento era un microestado en aumento y yo buscaba la flecha temporal
Como ya he dicho depende de quién te lo haya contado
sabrás lo que pasó de verdad
mientras yo sigo caminando de noche
Pero aquella madrugada pudieron pasar dos cosas
volví al mirar atrás para llorar cómo ardía mi mejor obra
o cogí mi último texto y anduve hasta ahora donde no existe el tiempo como lo conocíamos.
IX
Hoy es uno de los días más tristes del año
vida-vaciada
impersonalidad
emociones y pensamientos de otras personas
Me pregunto qué palabras escogerán hoy para nacer a través de mi boca
He decidido que al igual que Simone Weil quiero escribir en fragmentos
Quiero que cada texto pueda empezarse y finalizarse por cualquier frase
Como una sentencia
rigurosa con los significados
abrazada a la pragmática y mística si es pertinente
La vida siempre escapa a la razón
Siento que no soy nadie ni nada
que nada me pertenece y decepcionando a Amaral: que el universo no está sobre mí
Extrañeza. Confusión. Hastío. Destrucción.
He visto a Claraboya* y ni siquiera he sonreído, qué pensaría Jack
Dónde está el amor prometido, las tardes de mayo, la fe desmedida, el arroyo, los patos.
Los días también mueren.
*Referencia a la película Room (2015)
Un trocito de “un trocito de El Refugio”
Ojalá borrar de nosotros, todos los recuerdos que no tenemos.
Por nosotros las palabras son cálidas, bailan, las voces tiemblan…
Contigo recuerdo lo que decía Rivera-Garza
aquello de que sólo en mi memoria (que es puro lenguaje)
te siento (sentimos)
Me estalló una guerra civil en la barriga
por acelerar la rotación de los planetas
Por cogerlos y estrellarlos contra el suelo
Una palabra griega que significa "el que vaga errante"
así que yo seré etimológicamente uno de ellos…
Pero según Vilariño los astros son sólo barro que brilla
LA GRAN SEPULTURA (La década oscura)
La vie dépend de la volonté d'autrui; la mort, de la nôtre. Michel de Montaigne
8 y 1/2 h. Mi cuerpo no quiere levantarse, sino seguir durmiendo. Entreabro los ojos,
aspirando los objetos de la habitación. Los cierro de nuevo, suspirando. ¡Cuántas cosas
pierdo! ¡Cuántas sensaciones, vivencias, aprendizajes! ¡Todo por morir un poco más! ¡Todo
por vivir menos, en ésta, mi dolorosa e irreal realidad! Alejandra Pizarnik
I
No temo mi fin
nunca le temí
hasta que pensé en el fin de los míos
fue el único minuto de mi vida
en el que tuve miedo a mi sepultura
porque ella significaba la decadencia de los que miro
de los que miro a través
de los que me miran
la velocidad de los años
En el resto de los planos mentales
cuando pienso en ello siento alivio
Siento un alivio existencial al dejar de ser
Al convertirme en el mismo polvo que fueron los que hubo antes
me siento más cerca de ellos y ellas
Por primera vez pertenezco a un grupo, el de los que no están
¿No este nuestro destino verdadero?
¿No debería preocuparnos más el nacimiento?
Al fin y al cabo es la fuente del sufrimiento
Es su inicio.
Yo me tranquilizo sabiendo que todo acabará
A veces coqueteo con la idea de que haya un cielo
en el que mis mascotas me esperen
y finalmente todos nos abracemos
A veces desfilo con la idea de que soy pura actividad neuronal
tocaré el rock eterno de la nada vestido de Elvis
un gran sueño oscuro del que no me enteraré
desconectado como la televisión de mi cocina
A veces quiero creer que alguien está jugando conmigo
Que mis piernas son movidas por un código de programación
Que mis deseos y fatigas son producto del aburrimiento de otro ser
Otro ser tan malvado como nosotros
Porque ¿Qué es el malo sin el bueno y viceversa?
II
Descripción de una tarde deprimente:
Es como estar enfermo de una buena manera
intentas disimular el peso de tu piel
las enredaderas de tu lengua
la cueva de tus ojos
las palabras se vuelven venenosas
contigo:
desangelado
fúnebre
tétrico
gris
Un coma de los sentidos
es una ubicación muy extraña
son paredes blancas definidas a lápiz sin acabar
es el perro negro
es un verso que te paraliza
la melancolía
es irte integrando
poco a poco
Un día todo aclara
¿cómo lo hice?
creando muros y puentes, según con quién.
Parar lo necesario. Y seguir.
Estudios sobre el deseo (Va más allá de la muerte)
Qué decir sobre la inmensidad.
Sólo las personas que amo me hacen sentir infinito
sólo en ese momento mi cuerpo se desprende
la piel se despelleja y se vuelve imaginario.
Dijo Jacques Lacan: “Somos seres deseantes, destinados a la incompletud y eso es lo que nos
hace caminar”.
A lo que yo entendí que desear es agotar lo existente
querer algo nuevo, querer siempre más.
Pienso, el deseo me hace incompleto y amar me hace infinito
incluso post mortem
La velocidad del deseo es relativa al igual que otras magnitudes.
El deseo es una mezcla de rabia, es un escombro.
El deseo es la purga de los hechos, es una habitación vacía
El deseo es perder el conocimiento, tomar hielo en la bebida
En la biografía de mis apps: “busco una ternura radical que lleve implícita la pérdida porque
es la única posible”.
El Amor si es, es inagotable y fijo.
Desear es inagotable pero por otro motivo
porque el verbo se materializa en la carencia de las infinitas substancias que lo componen
Es decir, este último es como un tanque que continuamente has de repostar
Desear siempre es algo, ocupa un objeto mientras que el Amor es la nada parpadeando.
El deseo también nos puede hablar de la parte nutritiva de una persona
por ejemplo sus manos, ya que se usan para comer
Como escriba (profesión) también uso las manos y las empeño encalladas en dos tareas
leía a Pablo Romero en Twitter: “Escribir es hablar sin molestar”
“Estoy escribiendo y esa es mi manera de llorar” afirmaba José Revueltas (yo tampoco sé
llorar, le diría a mi tocayo).
Por último y sobre el Amor
algo se iluminó en mí
cuando pensé que si vivía lo suficiente amaría a más personas de manera inevitable.
Cosas invisibles
Odio hablar de cosas invisibles como la felicidad, es tan fácil creer que la posees, es tan
sencillo sentir que la has perdido, es tan aterrador pensar que nunca la hallarás.
Esperanza
Perdemos. Perdemos la espera
la espera de aquello
que no nos ha pasado
y es uno de los mayores duelos
El alma también se puede llenar
con tristeza
con autocompasión, con ira, con apatía
rica, que se te pega a los dientes
y deja olor
dulce
Anotaciones de una semana de verano
Soy muchas cosas frustradas
pero en ello me encuentro
como un soñador que triunfa
El amor no es una sola experiencia bajo mis ojos
es probablemente un manto que cubre toda la ontología más allá de las relaciones piel con
piel
El canto de los pájaros
La sombra de los gatos
El abismo de mi vida
El amanecer desahogado
Los sonidos perecían
La luz se hacía paso en todo aquello, yermo.