[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
76 vistas9 páginas

Contra La Historia Oficial

Cargado por

pw77r2dhyc
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
76 vistas9 páginas

Contra La Historia Oficial

Cargado por

pw77r2dhyc
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 9

n Reseñas

Alberto Arellano Ríos poder interno o externo a él. En esta situación el


El Colegio de Jalisco papel del historiador es cuestionar o deconstruir
discursos oficiales o mitos que hay sobre el pa-
n José Antonio Crespo sado.
Contra la historia oficial Esta problemática de fondo se encuentra im-
plícita en el libro que ahora se reseña. Aparecido
3a reimp. México: Debate, 2009
al público en el año 2009, hasta mayo de este
año, el libro de José Antonio Crespo ya iba en
El historiador Mar Bloch precisó que el pasado
la tercera reimpresión que, sumada a la edición
por definición estaba dado y que nada lo modi-
inicial, daban cuenta de que la obra había sido
ficaría; pero al mismo tiempo anotó que cuando
recibida con éxito.
un acontecimiento se suscita, en él estuvieron en
Las razones son múltiples, y algunas de ellas
juego muchas posibilidades.1 Este segundo esce-
se dirán de manera abierta o velada cuando se
nario abre en la disciplina histórica que su estu-
trace o den las impresiones del texto. Antes con-
dio, análisis y comprensión sean un redondel de
vendría señalar que en el marco de los festejos
lucha política en el sentido amplio del término.
del bicentenario de la independencia y el cente-
Contrariamente, y en una acepción muy limitada
nario de la revolución mexicana, y más allá de la
de esta expresión, el pasado es de uso político
algarabía, luces y fiesta, la obra sintetiza, explica,
para legitimar regímenes. En esta dirección no ha
hace comprensivos y justiprecia muchos aconte-
habido Estado moderno, e incluso premoderno,
cimientos de la historia y de la edificación del
que no haya recurrido a construir una historia
Estado mexicano.
oficial para justificar su origen o el ejercicio del
En esta obra José Antonio Crespo hace un
uso regio de fuentes. Se nota al académico, lector
1 Mar Bloch. Apología para la historia o el oficio de historia- y conocedor de los temas históricos. En conse-
dor, México: FCE, 1996.

1
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
cuencia, la obra evidencia un manejo sistemático grandes hombres y la historia de bronce por una
de las obras de actores y fuentes de la época, así más compleja y clara a la vez. En ella la humani-
como de diferentes trabajos de una historiogra- dad de los sujetos históricos se hace presente.
fía mexicana que al día de hoy está consolidada. El texto tiene como intención debatir la his-
En esta acepción bien cabe señalar lo que el re- toria dicotómica entre el bien contra el mal que
conocido y respetado historiador mexicano Enri- se enseña aún en el sistema educativo en sus
que Florescano ha dicho en más de una ocasión. niveles básicos. Sin ser presunción, se diría que
Palabras más palabras menos, ha señalado que si los acontecimientos explicitados son conocidos
de algo hay que estar orgullosos en lo que dejan por la lectura hecha de las obras que Crespo cita.
las conmemoraciones del bicentenario de la in- Esto fue posible en mi tránsito en el posgrado o
dependencia y el centenario de la revolución, es por mi interacción con algunos colegas historia-
la amplia, rica y sólida producción de la historio- dores. Otros, debo aclarar, me fueron novedosos
grafía mexicana. No obstante, y a decir del histo- y por primera vez me enteré de ellos. No siendo
riador, tal avance ha sido de claroscuros porque historiador de formación, comparto la idea de
los especialistas no han alcanzado el estatus de que el estudio de la política desprovista de con-
una masa crítica profesional que cuestione los texto histórico es igual, o más grave, que esta sea
problemas que aquejan al país.2 ainstitucional como una vez Giovanni Sartori le
Pese a esta problemática que enfrenta el cam- cuestionó a la ciencia política.3
po historiográfico se deriva otra. Esta consiste en La fortaleza nodal del libro radica en su inten-
cómo bajar, si se permite la expresión, los resulta- ción por divulgar la historia. Así como hay gente
dos de las investigaciones y hacer comprensibles que estudia o se especializa en ramas como la
las coincidencias o divergencias que hay en el es- difusión de la ciencia o la cultura para hacerla
tudio de la historia a un público más amplio que amena, clara y comprensible, José Antonio Cres-
el de los especialistas o estudiantes de las ciencias po hace gala de su experiencia como investiga-
sociales. En consonancia con lo anterior, el título dor, docente y columnista para captar la aten-
y el hilo conductor desarrollado a lo largo de la ción de un lector promedio. Sobre su faceta como
obra, además de asegurar una intención, buscan líder de opinión no se puede dejar de mencionar
hacer entendible la historia política, y por lo tanto la sonrisa que en más de uno ocasiona cuando
la difícil construcción del Estado mexicano. con fino humor comenta situaciones del pasa-
Cuando uno se adentra en el libro, la obra es do con frases, metáforas, o bien que son causa
clarificadora de los acontecimientos al situarlos de situaciones presentes. Este talante del libro lo
en su justa dimensión. El autor los ubica en un hace otro baluarte pues se aleja del especialista
agraciado equilibrio narrativo y con clara expo- con su jerga, forma y estilo.
sición lógica. El libro cuestiona la historia de los
3 Giovanni Sartori. “¿Hacia dónde va la ciencia política?”.
2 Enrique Florescano. “La escasa masa crítica”. Nexos. México: Política y Gobierno. CIDE, vol. XI, núm. 2, segundo semestre de
Noviembre de 2007, pp. 32-36. 2004, pp. 349-354.

2
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
En esta tesitura, Contra la historia oficial es sigue intacto; y que la conquista la hicieron los
un libro que de forma didáctica recorre alrededor indígenas y la independencia los españoles.
de cuatro siglos de historia política; y es una obra Santa Anna es la expresión de un México su-
que desde ya, y con los riesgos que ello implica, rrealista, un espejo de las contradicciones y pa-
podría constituirse como un libro de texto en el tologías que el país padeció en su conjunto, o
nivel de bachillerato o de licenciatura en donde sigue padeciendo.
la historiografía no sea el eje central de forma- Que el imperio de Maximiliano no fue tan
ción. Aunque también se puede incluir en un se- conservador como se cree, y que de hecho intentó
minario sobre el sistema político mexicano. Pero hacerles justicia social a los campesinos e indíge-
el texto de seguro trascenderá estos espacios y el nas mexicanos, cuando en la mente de nuestro
público será más amplio. presidente Benito Juárez estos eran un lastre.
El libro, con algunos errores de edición, está Que el vínculo de Juárez con la legalidad es
estructurado en cuatro partes, además de una in- más discurso. Juárez fue ante todo un político y
troducción y un epílogo en donde el autor aboga como tal: “un digno precursor de la clase política
por una “historia al servicio de la ideología de- posrevolucionaria que ha justificado el relego de
mocrática”. Este anhelo podría ser debatible en el la ley cuando la gravedad de las circunstancias
campo historiográfico pero es comprensible desde así lo aconseja”4 . La muerte se cruzó en su cami-
la formulación e implementación de las políticas y no, si no uno de nuestros máximos héroes bien
los programas educativos en el nivel básico. pudo pasar a villano favorito de la historia ofi-
En la obra, José Antonio Crespo, después de cial. Fue Porfirio Díaz quien lo revivió y lo colocó
explicar los acontecimientos, desmitificar o de- en el pedestal en el que ahora está. Paradojas y
construir la historia oficial, da luces de cómo se contradicciones de la historia, esta como las an-
pueden superar los lastres de la psicología co- teriores, y ahora es Porfirio Díaz el villano his-
lectiva que han estancado a la sociedad o sim- tórico y no tiene el lugar que merece. Por cierto,
plemente no permiten madurar. Su lectura por ante el cercano centenario de su muerte, ¿existen
adolescentes, jóvenes y adultos será, sin dudarlo, las condiciones mínimas para traer sus restos a
liberadora. nuestro país?
Al situar en su justa dimensión los aconteci- Que Madero fue un revolucionario que no
mientos, el libro, entre otras cosas, dice que Her- quería una revolución, que Estados Unidos es el
nán Cortés fue un hombre de su tiempo, un ge- fulcro de la balanza en nuestra historia. Guste o
nio, un hombre que es difícil amar pero imposible no, pero como dice José Antonio Crespo “gene-
de admirar. Moctezuma y la Malinche encarnan ralmente no nos gusta”.
la cobardía y la traición, respectivamente, pero El libro abiertamente va contra la historia ofi-
en ellos convergen procesos más amplios que cial al colocar las partes de la película que el régi-
explican la derrota del poderoso y tiránico impe-
rio mesoamericano. El orden social del virreinato
4 José Antonio Crespo, op. cit., p. 231.

3
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
men quita. Va contra una historia oficial que hace Rafael Estrada Michel
glorioso el pasado. Va contra una forma de enal- Universidad Iberoamericana
tecer y hacer heroicas las derrotas, o bien que la
nación ha sido construida por seres iluminados. n Manuel Gómez Morin y Efraín
Se opone a una historia oficial que destaca González Luna
los siguientes valores: 1) la violencia como ins- Una amistad sin sombras
Recopilación, notas y estudio preliminar de
trumento de cambio; 2) la exaltación del caudillo
Ana María González Luna y Alejandra
sin importar cómo llega al poder; y 3) idealiza a Gómez Morin
los héroes perdonándoles sus abusos o la forma México: FCE, 2010, 5 tomos.
en que han ejercido el poder, o bien presentán-
dolos como semidioses. Sergio Lujambio, de memoria entrañable, le rega-
Finalmente, en su crítica a la historia oficial ló a un grupo de amigos, panistas de viejo cuño
imperante, José Antonio Crespo, en el epílogo del —no expanistas, porque no es seguro que ma-
libro, toma posición. Él aboga por una historia al terialmente lo fueran—, un busto de don Efraín
servicio de la democracia con el riesgo, pese a ser González Luna. Yo, que era muy joven, no asistí.
cívica hay que decirlo, de erigirse también en una Pero como mis dos padres fueron, uno de esos
historia oficial al final de cuentas. Sin embargo, bustos fue a dar a mi recámara de estudiante
es indudable que desde la formulación de las po- y, después, a mi oficina de pasante de abogado.
líticas educativas constituir una historia cívica se Desde ahí ha mirado, inquisitivo y exigente, toda
hace necesario. Consecuentemente discutir o re- mi trayectoria profesional. Y lo que escribo que,
plantear los contenidos de lo que se enseña erige ¡ay!, no puede siquiera compararse con este par
un campo de batalla; en este punto José Antonio de plumas maravillosas que reseño.
Crespo sostiene abiertamente que la historia que Desde sus dos casas, en las calles del Bosque
se debe enseñar debe estar al servicio de la ideo- y del Árbol, en Guadalajara y en México, estos
logía democrática y sustentarse en valores como corresponsales no dejaron de ver el bosque por
la legalidad, la civilidad y la negociación, y no la hacerse cargo del árbol, ni viceversa. El género
violencia, la revolución y el providencialismo epistolar aparece en este corpus como algo apa-
caudillesco que son los pilares de la historia que sionante y redivivo, hoy, merced al Facebook y al
aún se enseña a millones de niños y jóvenes en el Twitter, que sin embargo no dejan huella impre-
país. Éstos y otros planteamientos son desplega- sa. Acercarse a los archivos, por la contra, per-
dos a lo largo del libro pero la última palabra la mite no repetir ad nauseam las interpretaciones
tiene el lector l canónicas: leer a los historiables, no sólo a los
historiadores.
Esta historia epistolar, como la de Acción Na-
cional, es parte, tal cual dice Javier Garciadiego,
de la historia de la revolución. De la “otra” histo-

4
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
ria de la revolución. En el año del centenario, las intelectuales tienen que dictar una y otra vez
cartas de Gómez Morin y González Luna se leen la misma conferencia, ciclando y reciclando su
perfectamente tras La sucesión presidencial, La mismo repertorio, o escriben mil veces el mismo
tormenta y Entre las patas de los caballos. artículo para que se publique en muchas revistas
De alguna manera, la cuenta que se da de “arbitradas”, es grato ver que hubo quien escribió
Una amistad sin sombras (el título es espléndido, con tanta fruición para ser leído por el amigo al
como que procede de don Manuel Gómez Morin, que se admiraba y quería, y no simplemente para
y, como dice el presidente Calderón en su pre- acumular puntos en el SNI. Una amistad así hace
sentación, “esta luminosa amistad se puso sin pensar en los amigos epistolares que no se tienen
hesitaciones al servicio de la patria”) destierra por culpa de la posmodernidad (no cuentan, des-
a su vez muchas sombras que son hijas del lu- de luego, los contactos de Twitter).
gar común. No se encuentra en este diálogo de Algunas originalidades que se hallan en los
treinta años sombra alguna de esa bifurcación tomos: no sólo la reivindicación de la democracia
tajante, tantas veces repetida, entre los “católi- (la efectiva, la del sufragio) cuando nadie o casi
cos” de González Luna y los “liberales” de Gómez nadie quería creer en ella, sino la acuñación tem-
Morin en la fundación y cimentación de Acción prana (1950) del término “virreyes” para referirse
Nacional. Hay, sí, como en todo lo humano, ma- a los gobernadores de los Estados. Un término
tices y acentos en la pluma de uno y otro. Pero la que cada vez se usa más entre los opinólogos ac-
impresión que queda al final del apasionante via- tuales. O el de la “pareja presidencial” para hablar
je que comienza con la inquietud de formar una de los Perón. Ahí está en las cartas.
editorial es que se debe a ambos corresponsales, Las “primeras luces” para Una amistad sin
en dosis semejantes, algo que no se ha sabido sombras se hallan en 1934. Todo comienza con
aquilatar lo suficiente, porque no se ve lo sufi- la idea de fundar una sociedad editorial y libres-
ciente a la antigua España, a los años previos a ca, justo cuando el maestro Gómez Morin está
1939 y al sur de nuestra América: la construcción participando en la fundación del Fondo de Cul-
de una derecha (acéptese el término a beneficio tura Económica, a invitación de don Daniel Cosío
de inventario) civilizada y civilizatoria, demo- Villegas.
crática y democratizadora. Aquí están las “viejas Pero no fue sino hasta 1939, el año de la fun-
voces reencendidas” de las que habló don Efraín dación de Acción Nacional, cuando este par de
González Luna y que rescató años después Raúl amigos ya entrañables se conocieron (es decir, se
González Schmal. vieron). Y no sólo eso: a don Manuel le bastó la
Por la fecha de nacimiento de ambos pro- convivencia de unos cuantos días para proponer
hombres, esta es la generación del 98, la inme- a don Efraín como candidato a la presidencia de
diata posterior a la del Ateneo, que a diferencia la república, en aquel “arrebato” ya célebre de la
de la española se sabe capaz, aún, de detener la asamblea constitutiva, que terminó por apoyar
tragedia nacional. En estas épocas en que los “condicionadamente” a Almazán.

5
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
Las cartas permiten acercarse, también, a la de México en el conflicto, a la reanudación de
difícil relación con la Unión Nacional Sinarquista, las relaciones con la Unión Soviética y al comba-
que González Luna veía, lejos de estructurante de te a las dictaduras argentina y española. Rafael
la nación, como una organización divisionista. Y Caldera, por entonces, y muy influido por ambos,
también al Gómez Morin campeón de la autono- fundó el Partido de Acción Nacional venezolana,
mía universitaria, que apareció como promotor de efímera existencia, y deja sentadas las bases
de instituciones libres como la Escuela Bancaria para la creación del Comité de Organización Polí-
y Comercial, el Tecnológico de Monterrey y la Es- tica Electoral Independiente (COPEI). El latinoame-
cuela Libre de Ciencias Políticas y Sociales, con- ricanismo comienza a imponerse, con muchas re-
cebida sobre el modelo de la parisina Universidad miniscencias al Ariel de Rodó, y como una forma
Popular, o de la Institución Libre de Enseñanza de oposición al izquierdismo de Roosevelt. Nunca
de Giner de los Ríos, a la que sin duda conoció me ha gustado esta fase del panismo, tan poco
por lo menos en nombre a través de su padrino permeable al liberalismo, tan incapaz de recibirlo
peninsular, don Benito Martínez. (La región más transparente les parece a los fun-
Pocos años después, el gran tema es la sus- dadores un libro “sucio”, “mórbido”, “desorien-
titución en la dirigencia de Acción Nacional. Gó- tado”), pero indudablemente hay que tratar de
mez Morin no se ve como indispensable, y es ya comprenderla y colocarla en el complicadísimo
muy crítico con sus partidarios y con él mismo. contexto internacional en que surgió.
In nuce estamos ante el Gómez Morin que, en sus Con todo y su incomprensión hacia la repú-
años finales se carteó con un dejo de desespe- blica española, tan fecunda en su transterraje
ranza con Luis H. Álvarez, pero apenas era 1944. mexicano, algo muy bueno se obtuvo del hispa-
Se pueden contemplar también los dos fuegos noamericanismo de ambos personajes: la edito-
a los que se halla el novel partido, por lo menos en rial Jus rescata textos valiosísimos de la cultura
la prensa: las versiones angloamericanas en tor- occidental del primer novecientos, y publica en
no de una supuesta –y absurda— vinculación con español a Maritain, Chesterton, Péguy y Clau-
los nazis, y lo que muchos años después Salazar del, en la sublime traducción de don Efraín. En
Maillén llamó “la conspiración de silencio” en los el ámbito literario destaca también el interés por
medios nacionales. A Gómez Morin parece afec- Ábside, la revista del padre Méndez Plancarte.
tarle mucho, González Luna, más místico, advier- Pocos epistolarios revelan tan bien como este la
te el largo trecho que resta para la victoria en el recepción, así fuera mínima, de la cultura cató-
terreno de las ideas. lica anglosajona, francesa e italiana en el medio
Y si se está ante la historia de la revolución, intelectual mexicano.
también se está ante cartas importantes para Pero el catolicismo de las cartas no sólo es
comprender a las derechas latinoamericanas en literario. Hay un punto mayor en ellas, que es de
el contexto de la segunda guerra mundial. Los corte social. Quienes las escriben son hijos de
corresponsales son contrarios a la participación Rerum Novarum. La salvación no vendrá en ex-

6
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
clusiva a través de las letras, ni podemos resig- ciones aparte— poca era la colaboración que ha-
narnos a ser esas “orugas doctas” —la expresión llaban.
es de González Luna— que miran con desprecio Son épocas que ya no consigue siquiera ima-
desde la altura de la hoja a los gusanos que se ginar. El régimen coloca incluso a amigos y her-
arrastran por el suelo. La regeneración ha de ser manos en posiciones clave para contradecir y
comunitaria o no ha de ser. Y, sin embargo de minar la obra de Gómez Morin y González Luna.
preocupaciones sociales, queda el hermoso inter- En El Grullo, el hermano de don Rafael Preciado
cambio de 1944 sobre la poesía a un tiempo pro- Hernández, Porfirio, consiguió —según las car-
vinciana y universal del jerezano Ramón, como lo tas— que el destacado “iusfilósofo” se abstenga
llamaba don Manuel, el inmenso López Velarde. de competir contra el PRI en el distrito jalisciense
Un intercambio que previamente había sido res- vecino de Autlán.
catado por el Centro Manuel Gómez Morin en un Hacia 1949 el desaliento estaba más que
boletín de memorable belleza. justificado. Estos hombres, hombres de la gran
Aunque es imposible referirse a todos los guerra, critican a los “colaboracionistas” con el
temas tratados en las cartas, parece importante régimen, se lamentan de la cobarde actitud ge-
destacar los intercambios de los últimos cuaren- neralizada entre los mexicanos de tiempos de
ta, en que la posición de los demócratas de ins- Alemán, contemplan un paisaje desolado. Tienen
piración católica aparece atacada por dos flan- problemas —que aún existían en mi infancia—
cos: el de los fundamentalismos de derecha, que incluso para conseguir candidatos a puestos de
desde la Autónoma de Guadalajara o la Unión elección popular.
Nacional Sinarquista se ensañan en contra de Y vino luego la campaña de 1952. Pocos
don Efraín, y el de los jacobinismos que ven en procesos han visto enfrentados a candidatos de
la regulación de la materia religiosa inserta en la tanta importancia: Henríquez Guzmán, Ruiz Cor-
Constitución de 1917 un cuerpo normativo de tines, Lombardo Toledano. Por el PAN don Efraín,
imprescindible aplicación, lo que genera la do- que rejuveneció, se personalizaba en el sentido
lorosa expulsión de don Aquiles Elorduy, el viejo de Mounier, al contacto con la gente. ¡Qué des-
maderista, quien sale de Acción Nacional en un cripciones, qué tersura la de sus cartas al amigo
hecho que más de uno ha interpretado como el desde la trinchera!
rompimiento con la tradición liberal, la del pri- Es, ante todo, y más allá de los éxitos electorales
mer Vasconcelos. de su partido, la “degradación política” lo que les
Los primeros años de la correspondencia dan preocupa. Una degradación que se encarna en la
cuenta, también, de cómo los dos fundadores se prensa, mercante y autocensora, en el sindicalismo
echaron a los hombros la labor de consolidar Ac- charro de trabajadores y empresarios, en el fraude
ción Nacional, frecuentemente solos desde sus electoral pero, sobre todo, en la falta de ciudadanía,
trincheras en el Consejo Nacional y en el Comité en la sujeción vasállica de los habitantes de la repú-
Regional de Jalisco, en las que —buenas inten- blica, que es en realidad una Res privata.

7
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
Destaca el intercambio que, en 1950, se re- dicial fue utilizado con vergonzosas finalidades
fiere a la invitación que recibe el maestro Gómez políticas, esta especie de resignación se encuen-
Morin para regresar a sus cursos de Derecho Pú- tra presente. Se deriva, qué duda cabe, del senti-
blico en la UNAM, cuyos apuntes han sido rescata- do trascendente que le imprimen a sus vidas, y en
dos por Alejandra Gómez Morin y Angélica Oliver concreto a sus vidas políticas.
recientemente, para ser publicados por la Supre- Los tomos contienen un epistolario entre dos
ma Corte de Justicia de la Nación. Don Efraín le soledades, como las de Góngora o las de Ma-
aconsejó que aceptara la invitación, que volviera chado. Poco a poco se fueron dando cuenta los
a sus lares, que el contacto con la juventud le dos fundadores de que estaban solos. Sus amigos
haría bien a él y a Acción Nacional. Don Manuel los traicionaron, los grandes y rebeldes pensado-
vaciló y terminó por rechazar la invitación. res de los años previos se adhirieron al PRI y de-
En general, la correspondencia manifiesta la jaron, con ello, de ser jóvenes, la calumnia llegó
gran tensión de los primeros años del partido que por todos lados, la prensa no quiso ser libre ni
fundaron: participación en procesos electorales independiente. El vasconcelista López Mateos era
que se saben viciados de origen, o radicalización candidato presidencial del partido oficial…
del movimiento y acceso a cierto tipo de clandes- Solos, o casi solos. Tanto la editorial como el
tinidad. Vacilaciones aparte, la respuesta de los partido se iban fortaleciendo, silenciosamente,
señores se dio por el lado de la institucionalidad. como crecen las ceibas y los abetos.
Y aunque fueron víctimas del fraude, recibieron Resulta peculiar apreciar cómo los ataques
con esperanza los frutos de la “serie de verdade- contra los dos pensantes fundadores de Acción
ros milagros de la perseverancia” —la frase es de Nacional provenían más de la derecha que de la
don Efraín— en casos como el de Durango, el de Mi- izquierda. Al alborear los años sesenta se pre-
choacán y, sobre todo, el de Chihuahua en 1956. sentaba la grave cuestión de la incardinación del
El regustillo que queda al sumergirse en la PAN a la Internacional Demócrata Cristiana, a la

ingente correspondencia podía sospecharse por que don Efraín opuso argumentos. Y argumentos
quienes han tenido algún acercamiento con la constitucionales, nada más. La visita de Rafael
historia de los primeros años del PAN. Da la impre- Caldera y los movimientos que causó se hallan
sión de que los corresponsales tienen claro que admirablemente descritos por la pluma de Gon-
en política la victoria individual se halla veda- zález Luna, la otra gran pluma de Autlán, que no
da para quien entiende que moralmente no cabe desmerece junto a la de don Antonio Alatorre.
más que beneficiar a la polis. Están muy lejos del Luego, los ataques implacables de tecos, si-
“empirismo audaz y necio” —de nuevo Gonzá- narcas y fundamentalistas, que no le perdonan
lez Luna— y de la sagacidad a la realpolitik que a Gómez Morin el ser demócrata, el querer pare-
hace “triunfar” a los egoístas de siempre. Incluso cerse a Madero. La publicación furtiva y alevosa
cuando don Efraín enfrentó el penoso asunto de de textos antisemitas, ilegibles, en la editorial que
las calumnias de Saínz, en el que el aparato ju- había fundado el maestro. Las cartas del postrer

8
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2
Vasconcelos en que los epítetos hacia su discípu-
lo Gómez Morin son dignos de una Kristalnacht.
Todo conspira, desde el integrismo fascista, en
contra de este par de católicos que se atrevieron
a ser demócratas.
Y como, por la muerte de don Efraín, la co-
rrespondencia terminó naturalmente en 1964, es
posible apreciar la llegada de los nuevos tiem-
pos. El punto final a los tomos se llama Adolfo
Christlieb Ibarrola, otro detestado por los inte-
gristas. Los fundadores lo miran esperanzados.
Un nuevo, difícil, espléndido tiempo se abre para
México: el tiempo del cambio democrático de las
estructuras.
Es el gran mensaje de este libro magnífico.
La “brega de eternidades” queda con él epistolar-
mente sistematizada. Y queda así merced a una
amistad verdadera, erudita y profunda que, como
hubieran querido Aristóteles y Cicerón, contribu-
yó al desvelamiento de la verdad. Al o’gormaniano
destierro de sombras.
Un último apunte: las notas al calce son
magníficas, lo mismo que los apéndices en que
se explican las biografías de los personajes refe-
ridos en las cartas. Lo debemos todo al intrépido
par de nietas que hicieron ver la luz a tomos in-
dispensables para la valoración del novecientos
mexicano l

9
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
Otoño 2011
núm. 2

También podría gustarte