Principios Fundamentales del Arbitraje
Principios Fundamentales del Arbitraje
1. Conceptos Generales
Los principios generales del derecho constituyen –sin duda- una fuente que sirve
para la creación (jurisgénica), interpretación e integración de normas jurídicas
dentro de nuestro ordenamiento. A nuestro criterio, sirven como una importante
fuente de fundamentación de posiciones jurídicas, ya sea defendiendo una parte
o adjudicando una disputa, pues permiten otorgan una base sólida a los
razonamientos que las partes presentan dentro de su esquema lógico – jurídicos.
1
Agradecimientos de este capítulo, disculpando si omito a alguien: Fernando Cantuarias Salaverry, Ana Elena Cruz Melzi,
Julio Olórtegui Huamán, José Carlos Taboada Mier y Antonio Basurto Zapata.
1
Con el riesgo de omitir algún principio y dejando expresamente a salvo que los
principios pueden variar según la legislación y la praxis de cada país,
consideramos que los principios más importantes del Derecho Arbitral son los
que se enumeran a continuación:
2
• El principio de confidencialidad del arbitraje versus la transparencia
• El principio de no agravación de la disputa y de la buena fe procesal
Dentro del presente capítulo, tendremos como finalidad desarrollar cada uno de
los principios que hemos expuesto para explicar cómo es que estos se
desarrollan en el ordenamiento jurídico.
contemplado en este Decreto Legislativo. Cualquier intervención judicial distinta, dirigida a ejercer un control
de las funciones de los árbitros o a interferir en las actuaciones arbitrales antes del laudo, está sujeta a
responsabilidad.
12
Artículo 1361º del Código Civil. - Los contratos son obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos. Se presume
que la declaración expresada en el contrato responde a la voluntad común de las partes y quien niegue esa coincidencia
debe probarla.
17
Cfr. Código Civil, “Artículo 1219º.- Es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para lo siguiente: 1.- Emplear
las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a que está obligado.”
18
Por ejemplo, antes de la Ley General de Arbitraje (Ley N° 26572), existía la denominada cláusula compromisoria en el
Código Civil. En virtud de ésta, las partes acordaban irse en arbitraje, pero una vez que la disputa estaba por nacer
o ya había nacido, las partes tenían que realizar una suerte de ratificación, conocida como compromiso arbitral, a fin
de poder acudir en arbitraje. “En la práctica, lo que ocurría —en la mayoría de los casos— era que una de las partes
se negaba a suscribir el compromiso arbitral. Ante esa situación, la parte que quería resolver sus controversias vía
arbitraje debía acudir al Poder Judicial, para que —luego de un largo proceso— sea el juez el que otorgara el
3
La razón principal de ello es que, de no existir el principio, alguna parte que no
desee participar en el arbitraje, usualmente la parte demandada, podría oponer
su cumplimiento y, así, frustrar el proceso arbitral. Al final, de no existir el principio
de inevitabilidad, se tendría que recurrir a un proceso judicial para forzar a que
una parte vaya al proceso arbitral, lo cual, a todas luces, contraviene la esencia
del pacto arbitral.
Así, en base a este principio rector del derecho arbitral peruano es que existen
disposiciones cuyo objeto es que el arbitraje siga su curso incluso cuando una
parte coloca obstáculos a su desarrollo. Las partes, pese a que formulen algún
obstáculo para que un Tribunal Arbitral se constituya, tendrán determinados
impedimentos en la normativa que los harán llegar al proceso, a defender sus
intereses. Con lo antes señalado, no estamos queriendo afirmar que una parte
no puede oponerse a la existencia o validez de un convenio arbitral, sino que, en
el momento inicial, corresponde que se vaya a discutir al proceso arbitral. En ese
orden, dentro de los dispositivos que podemos ubicar para obligar a las partes a
continuar con el proceso arbitral, a modo de ejemplo podemos señalar los
siguientes:
compromiso arbitral.” (Castillo, Vásquez & Sabroso, 2009). Evidentemente, instituciones así van a contramano del
principio de inevitabilidad del arbitraje.
15
En el mismo sentido, el artículo 16 refiere a la “Excepción de convenio arbitral. 1. Si se interpone una demanda
judicial respecto de una materia sometida a arbitraje, esta circunstancia podrá ser invocada como excepción de
convenio arbitral aun cuando no se hubiera iniciado el arbitraje.”
16
En la misma línea que la legislación peruana, el Código de Comercio mexicano, en su Artículo 1424, hace específica
referencia a la “obligación” del juez que conozca un litigio objeto de un acuerdo de arbitraje habrá de remitirlo a este:
“El juez al que se someta un litigio sobre un asunto que sea objeto de un acuerdo de arbitraje, remitirá a las partes
al arbitraje en el momento en que lo solicite cualquiera de ellas, a menos que se compruebe que dicho acuerdo es
nulo, ineficaz o de ejecución imposible. (…)”.
17
Artículo II. 3 de la Convención de Nueva York: “El tribunal de uno de los Estados Contratantes al que se someta un
litigio respecto del cual las partes hayan concluido un acuerdo en el sentido del presente artículo, remitirá a las partes
al arbitraje, a instancia de una de ellas, a menos que compruebe que dicho acuerdo es nulo, ineficaz o inaplicable.”
18
Artículo 25.- Nombramiento por las Cámaras de Comercio. 1. Cuando por disposición de este Decreto Legislativo
corresponda el nombramiento de un árbitro por una Cámara de Comercio, lo hará la persona u órgano que la propia
Cámara determine. A falta de previa determinación, la decisión será adoptada por el máximo órgano de la institución.
Esta decisión es definitiva e inimpugnable.
4
siendo así suficiente que haya una demanda o se haya manifestado el
deseo de ejercer una pretensión 19.
• La potestad impulsora del arbitraje que tienen los árbitros.
En estos casos, lo que sucede es que una parte no puede evitar la jurisdicción
arbitral, si existe un pacto entre las partes para solucionar su controversia en
dicha jurisdicción. Una vez pactado el arbitraje, se debe recurrir a este
mecanismo para resolver cualquier controversia entre las partes, incluso, como
veremos en el principio Kompetenz-Kompetenz, los cuestionamientos a la
competencia del Tribunal también deben ser resueltos, en primer lugar, por los
árbitros.
(…) In effect, the tribunal take on itself the burden of testing the
assertions made by the active party; and it must call for such evidence
and legal argument as it may require to this end. The task of an arbitral
tribunal is not to “rubber stamp” claims that are presented to it. It must
make a determination of these claims. If one of the parties is not there
to help, it must make the determination on its own. (Blackaby &
Parastides, 2009)
Las preguntas que un intérprete se debe hacer cuando le toca estar al frente de
un caso en el que este principio es aplicable son:
19
Artículo 46.- Parte renuente. Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin alegar causa suficiente a criterio del
tribunal arbitral: a. El demandante no presente su demanda en plazo, el tribunal arbitral dará por terminadas las
actuaciones, a menos que, oído el demandado, éste manifieste su voluntad de ejercitar alguna pretensión. b. El
demandado no presente su contestación en plazo, el tribunal arbitral continuará las actuaciones, sin que esa omisión se
considere como una aceptación de las alegaciones del demandante. c. Una de las partes no comparezca a una audiencia,
no presente pruebas o deje de ejercer sus derechos en cualquier momento, el tribunal arbitral podrá continuar las
actuaciones y dictar el laudo con fundamento en las pruebas que tenga a su disposición.
5
parte no comparezca no significa que, si tiene la carga de la prueba, ésta
se libera a su favor.
• ¿Percibe el árbitro un posible fraude a través del arbitraje?
3. Pro arbitraje20
Esgrimir una definición que abarque completamente el alcance del principio pro
arbitraje es complicado debido a sus múltiples aplicaciones las cuales van más
allá de únicamente servir como un criterio interpretativo que promueve la validez
del convenio arbitral. En este sentido, consideramos que la mejor definición de
este principio es aquella que lo asemeja al “pro enforcement bias” contenido en
el derecho arbitral estadounidense21. Esto implica que, por el principio pro
arbitraje, los árbitros y los jueces deben preferir aquella interpretación que
favorezca la jurisdicción arbitral, en los casos en los que se le está cuestionando.
Así, se debe entender que al aplicar e interpretar las normas del derecho arbitral,
los agentes del derecho deben favorecer siempre aquellas aplicaciones e
interpretaciones que promuevan el “enforcement”, ya sea del convenio arbitral,
de la continuación del arbitraje o finalmente del laudo. Al final, debemos hacer
énfasis en que esto solo se presente en los momentos en los que existe una
disputa sobre la interpretación que se le pueda dar al convenio arbitral, pues, en
los casos en los que no es posible asumir determinada interpretación en favor
del arbitraje, no se puede recurrir a este principio.
En efecto, el principio pro arbitraje abarca todos los elementos del proceso
arbitral: convenio, instauración del arbitraje, actuaciones escritas y orales y, por
supuesto, el laudo. En virtud de este principio, confrontados con una posible
invalidez/ineficacia, no-continuación del proceso arbitral, en la medida de lo
posible (por ejemplo, en caso de vicio no grave o de duda), la interpretación y la
decisión debe ser a favor de la validez y eficacia del arbitraje en general y del
acto en particular objeto de cuestionamiento. 22
6
importantes a nivel internacional en materia de arbitraje, la Convención de Nueva
York de 1958 y la Ley Modelo UNCITRAL. La finalidad es resguardar a la
institución arbitral, frente a alguna situación que pueda generar una controversia
que afecta la continuación de las actuaciones arbitrales. Las partes han pactado
la jurisdicción arbitral, como vía para solucionar sus controversias, por lo que se
debe privilegiar que sea esta la que resuelva los conflictos.
23
“El principio de conservación del contrato, según el cual “la interpretación debe dirigirse a que el contrato o cláusula
discutida sea eficaz. Entre una significación que conduce a privar al contrato… de efectos y otra que le permite
producirlos, debe optarse por esta última” (Diez-Picazo, Fundamentos de derecho civil patrimonial. 1979 citado en
Osterling, Luis. Interpretación de la Ley y de los Contratos. 2007)
24
Según el Artículo 162º Código Civil, “(e)n los casos previstos por el Artículo 161º, el acto jurídico puede ser ratificado
por el representado observando la forma prescrita para su celebración.
La ratificación tiene efecto retroactivo, pero queda a salvo el derecho de tercero.
El tercero y el que hubiese celebrado el acto jurídico como representante podrán resolver el acto jurídico antes de la
ratificación, sin perjuicio de la indemnización que corresponda.
La facultad de ratificar se trasmite a los herederos.”
25
Artículo 230º del Código Civil Peruano. - Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la
parte a quien corresponda la acción de anulación, mediante instrumento que contenga la mención del acto que se quiere
confirmar, la causal de anulabilidad y la manifestación expresa de confirmarlo.
26
Artículo 224º del Código Civil Peruano. - La nulidad de una o más de las disposiciones de un acto jurídico no perjudica
a las otras, siempre que sean separables.
La nulidad de disposiciones singulares no importa la nulidad del acto cuando éstas sean sustituidas por normas
imperativas.
27
Tal como consta en el artículo 14 de la Ley de Procedimiento Administrativo General (LPAG), en lo concerniente a la
conservación del acto, enumerando una serie de supuestos en los cuales se “perdonará” el incumplimiento de los
elementos de validez cuando el vicio que los afecte no sea trascendente y establece una lista taxativa de los mismos.
28
Sobre la necesidad de que el vicio sea severo para que se deniegue la ejecución de un laudo extranjero al amparo de
la CNY, Mercédeh Azeredo y Laurent Levy señalan:
Article V(1)(c) is to be construed narrowly, given the pro-enforcement basis of the New York Convention. This
means, on the one hand, that “arbitral authority [should be construed] broadly to comport with the enforcement-
facilitating thrust of the Convention and the policy favoring arbitration” and, on the other hand, that the existence
of the ground for refusal stipulated in Article V(1)(c) should be accepted in serious cases [and that] obstruction
by respondents on trivial grounds should not be allowed. (2008, pp. 639. 640).
29
Revisar el caso entre K Trading Co y Bayerisce Motoren Werke AG (BMW), citado por Sigvard Jarvin “Irregularity in the
composition of the arbitral tribunal and the procedure” en el libro colectivo “The New York Convention in Practice”
7
(…) one could support the view that the irregularity must have had
an effect on the outcome of the proceedings in order to be taken
into account. According to this standpoint, not every procedural
violation should lead to the non-enforcement of an award, but only
those where there is a realistic likelihood that the award would have
been different if the procedural rule had been observed. (…)
Ahora bien, recalcamos que este principio no es absoluto: solo opera en caso de
duda o en caso de la existencia de un vicio no grave. Si existe una razonable
convicción de la existencia y severidad del vicio, entonces, se deberá declarar la
invalidez o ineficacia del acto bajo análisis. Como todo principio, se aplica de
manera subsidiaria ante un caso en el que la situación no quede clara o, siendo
así, deba preferirse una interpretación en favor del arbitraje. Por el contrario, en
los casos de violación de reglas pactadas por las partes o de vulneración de
algún derecho del debido proceso, este no puede ser alegado.
30
Un análisis en detalle de esto se encuentra acápites debajo al referirnos al principio de separabilidad.
8
Una segunda aplicación la podemos apreciar al momento de interpretar las
normas que regulan el arbitraje a fin de que las mismas incentiven la
continuación del procedimiento arbitral. Esta aplicación ha sido tomada, por
ejemplo, por el Organismo Supervisor de las Contrataciones con el Estado
(OSCE) en la Opinión de Arbitraje N° 001-2014/DAA del 2 de julio de 2013.
De esta forma, el OSCE analizó las normas aplicables y determinó que, si bien
se había establecido un plazo determinado de cinco días para celebrarse la
instalación del tribunal después de la aceptación de los árbitros, en base al
principio pro arbitraje, no se podía entender que el no celebrar la instalación
dentro de dicho plazo impedía que la misma se pudiese dar de forma posterior.
31
Revisar la Opinión en Arbitraje N° 001-2014/DAA del 2 de julio de 2013, p. 6. Rescatada:
http://portal.osce.gob.pe/arbitraje/sites/default/files/Documentos/Consultas_Arbitraje/Opinion%20001-2014-OSCE-
DAA%209.1.14.pdf
32
En ese sentido, Mario Reggiardo en Una revisión funcional al recurso de anulación de laudo en el Perú publicada en
la Revista de Derecho Forseti (2014), establece que “Considero que el artículo 63.7 del Decreto Legislativo 1071, contiene
otra expresión de este principio en el Perú: el recurso de anulación de laudo arbitral no es procedente si el vicio en la
causal que se invoca pudo haber sido subsanado al interior del mismo arbitraje y la parte interesada no solicitó dicha
subsanación”
33
Artículo 63 de la LAP. - Causales de anulación: (…)
2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán procedentes si fueron
objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron desestimadas.
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la anulación afectará
solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan separarse de
las demás; en caso contrario, la anulación será total. Asimismo, la causal prevista en el inciso e podrá ser apreciada
de oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
9
nacional e internacional, los vicios que hayan sido posibles de ser subsanados
en la vía arbitral no pueden ser utilizados como causales de anulación de Laudo,
pues permitiría que una parte se aproveche de una determinada situación para
un beneficio posterior.
Como hemos podido ver, el principio pro arbitraje es un principio que envuelve
la totalidad del derecho arbitral y tiene múltiples aplicaciones que tienen como
principal finalidad superar obstáculos y darle eficacia a todo el arbitraje (desde el
convenio arbitral, pasando por el proceso y llegando al laudo).
4. Kompetenz-Kompetenz
El principio del kompetenz es considerado como “one of the most basic principles
in international comercial arbitration"34, llegando incluso a ser catalogado por la
jurisprudencia arbitral como “[a] general rule of law of international arbitration”35.
4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente si la parte afectada lo hubiera
manifestado por escrito de manera inequívoca al tribunal arbitral y su comportamiento en las actuaciones arbitrales
posteriores no sea incompatible con este reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este artículo se apreciará de
acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio arbitral, por las normas jurídicas
aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho peruano, lo que resulte más favorable a la validez y eficacia
del convenio arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior
que conoce del recurso de anulación.
7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante rectificación,
interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió con solicitarlos.
34
Sobre este punto revisar el Interim Award in ICC Case No. 7929, XXV Y.B. Comm. Arb. 312 (2000).
35
Revisar Award in ICC Case No. 7878, mencionado en Grigera Naón, Choice-of-Law Problems in International
Commercial Arbitration, 289 Recueil des Cours 9, 53 (2001).
10
Es uno de los principios que puede considerarse como el pilar del proceso
arbitral, pues permite que los procesos arbitrales no se vean afectados por la
actividad judicial, de manera previa a conocer la controversia.
36
Por ejemplo, ver el caso de los Estados Unidos en donde la jurisprudencia (First Options y Howsam) ha determinado
que los árbitros solo gozarán de kompetenz kompetenz si así lo determina el convenio arbitral.
37
Final Award in ICC Case No. 5485, XIV Y.B. Comm. Arb. 156, 159 (1989) (“in international commercial arbitration the
arbitrators have the authority to determine their own jurisdiction”). Ver también Award in ICC Case No. 1526, 101 J.D.I.
(Clunet) 915, 915 (1974) (“It is a rule admitted in international arbitration matters that in the absence of a contrary decision
of State procedural law, the arbitrator is judge of his own jurisdiction.”). BORN, G. International Commercial Arbitration
(2014). (“International arbitral tribunals almost uniformly embrace the competence-competence doctrine, both as a matter
of national law and a general principle of international law. Absent clear agreement by the parties to the contrary, arbitral
tribunals virtually always conclude that they have the power to consider and decide the extent of their own jurisdiction. (Of
course, that does not mean that arbitral tribunals necessarily will exercise this authority to uphold their own jurisdiction –
merely that tribunals affirm their power to consider such issues.”)
38
Park, William. “Determining an arbitrator´s jurisdiction: Timing and finality in American law”
39
Gaillard, Emmanuel y Banifatemi, Yas. “Negative Effect of Competence-Competence: The Rule of Priority in Favour of
the Arbitrators”. En: Enforcement of Arbitration Agreements and International Arbitral Awards The New York Convention
in Practice. Editores. Emmanuel Gaillard and Domenico Di Pietro. 2008. Pág. 258
40
Artículo 79 de la Ley Colombiana de Arbitraje. Facultad del tribunal arbitral para decidir acerca de su competencia. El
tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las excepciones u
11
Ahora bien, el principio de K-K es general, mas no es universal. Es decir, hay
países en los que la autoridad judicial sí puede intervenir en el proceso arbitral
durante su tramitación: nada menos que en Estados Unidos. Así, si en EE. UU.
no se pacta expresamente el K-K en el convenio arbitral, se reputa que la
autoridad judicial sí puede intervenir en el arbitraje durante su tramitación ante el
cuestionamiento judicial a la competencia del tribunal arbitral (anti arbitration
injuctions). Esto lleva a concluir que lo recomendable cuando la sede del tribunal
esté en EE. UU. será pactar expresamente el K-K y, por qué no, señalar
textualmente que las partes están impedidas de cuestionar judicialmente la
competencia del tribunal mientras dure el arbitraje. Para muestra de lo variado
que resulta la intervención judicial en los arbitrajes a lo largo de distintos países,
consideremos lo que señala Park41 en su artículo:
“To illustrate, if German courts, are asked to hear a matter which one side
asserts is subject to arbitration, they decide immediately on the validity and
scope of the arbitration agreement. In neighboring France, such challenges
normally wait until the award has been made. Across the Channel in England,
litigants have a right to declaratory decisions on arbitral authority, but only if
they take no part in the arbitration. In Sweden and in Finland as in the United
States courts may entertain applications for jurisdictional declarations at any
time”.
Como hemos venido señalando este principio es de tal importancia que, como
comentan Holtzmann y Neuhaus, aun si las partes quisieran, no podrían pactar
en contra (siempre que el país cuya ley arbitral aplique consagre el K-K):
objeciones al arbitraje relativas a la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del acuerdo de arbitraje o
por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera otras cuya estimación impida entrar
en el fondo de la controversia. (…)
41
Park, William. “Determining an Arbitrator ’s Jurisdiction: Timing and Finality in American Law”, Pág. 139.
42
Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral.1. El tribunal arbitral es el único competente
para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las excepciones u objeciones al arbitraje relativas a la
inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral o por no estar pactado el arbitraje para
resolver la materia controvertida o cualesquiera otras cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia. Se
encuentran comprendidas en este ámbito las excepciones por prescripción, caducidad, cosa juzgada y cualquier otra que
tenga por objeto impedir la continuación de las actuaciones arbitrales.
42
12
43 como en el constitucional 44; en precedentes como el precedente Cantuarias
en el que el Tribunal Constitucional reconoció la plena vigencia de este principio
y su validez completa en el ordenamiento jurídico peruano.
El efecto negativo, la otra cara de la moneda, es aquel por el cual se excluye que
la autoridad judicial, administrativa u otra pueda inmiscuirse en la determinación
de la competencia del Tribunal Arbitral (Born, 2014). Como señalan Gaillard y
Banifameti46
Providing for the arbitrators’ power to rule on their own jurisdiction, this
principle embodies the mirroring effect that the courts should refrain from
engaging into the examination of the arbitrators’ jurisdiction before the
arbitrators themselves have had an opportunity to do so. Known as the
‘negative effect of the principle of competence-competence’, this rule of
priority in favour of the arbitrators, today increasingly recognised in
practice, exemplifies the specific nature and autonomy of international
arbitration, in full harmony with the New York Convention’s philosophy of
recognition of the validity of the arbitration agreement and of the award
resulting from the arbitral process.
Dicho efecto opera, incluso, frente a los propios centros de arbitraje. En efecto,
las cortes de arbitraje u otros órganos administrativos de los centros tienen
competencia para determinar la competencia del centro. Empero, esta
competencia es solo prima facie, es decir, examinan cuestiones mínimas
43
Revisar el Expediente N° 384-2011 de la Corte Superior de Justicia de Lima. Primera Sala Civil Superior
Subespecialidad en Materia Comercial, en la Resolución N° 9 del 27 de junio de 2012 que recae sobre el, Considerando
Décimo. (Atendiendo al argumento materia de tratamiento, nuestra Ley de Arbitraje, en su artículo 41, recoge el principio
denominado kompetenz–kompetenz (competencia de la competencia), principio que le faculta al tribunal arbitral como
único competente para decidir sobre su propia competencia, incluso cuando los cuestionamientos a esta versen sobre la
inexistencia de convenio arbitral.)
44
El pronunciamiento constitucional más relevante sobre la materia se dio en el célebre caso “Cantuarias”, en el cual el
Tribunal Constitucional reconoció la plena vigencia y validez de este principio en la ley de arbitraje anterior. STC N.°
6167-2005- HC/TC, fundamento N° 13. (Es por tal motivo que este Tribunal considera conveniente reiterar la plena
vigencia del principio de la “kompetenz-kompetenz” previsto en el artículo 39º de la Ley General de Arbitraje –Ley N.º
26572– que faculta a los árbitros a decidir acerca de las materias de su competencia, y en el artículo 44º del referido
cuerpo legal, que garantiza la competencia de los árbitros para conocer y resolver, en todo momento, las cuestiones
controvertidas que se promuevan durante el proceso arbitral, incluida las pretensiones vinculadas a la validez y eficacia
del convenio. Este Colegiado resalta la suma importancia práctica que reviste dicho principio, a efectos de evitar que una
de las partes, que no desea someterse al pacto de arbitraje, mediante un cuestionamiento de las decisiones arbitrales
y/o la competencia de los árbitros sobre determinada controversia, pretenda convocar la participación de jueces
ordinarios, mediante la interposición de cualquier acción de naturaleza civil y/o penal, y desplazar la disputa al terreno
judicial.)
45
Gaillard, Emmanuel y Banifatemi, Yas. Ibidém. Pág. 259.
46
Gaillard, Emmanuel y Banifatemi, Yas. Ibidém. Pág. 258.
13
(existencia de convenio y pacto de sumisión al centro). Satisfecho el órgano
administrativo con la existencia de competencia prima facie, el tribunal decidirá
las objeciones jurisdiccionales. Es decir, bien podría ocurrir que el órgano
administrativo declare la existencia de competencia prima facie y luego el tribunal
decline competencia47. Puede apreciarse que esta competencia prima facie de
los órganos administrativos de un centro tiene por finalidad velar por la economía
procesal, sin embargo, conforme al principio de K-K, esta decisión no es
vinculante para el tribunal arbitral.
Respecto de los efectos positivo y negativo del K-K, Emmanuel Gaillard y Yas
Banifatemi señalan lo siguiente:
47
Un ejemplo del interplay entre el tribunal arbitral y la corte de arbitraje (órgano administrativo del Centro) lo da el
Reglamento de Arbitraje de la ICC en su artículo 6°.
Artículo 6. Efectos del acuerdo de arbitraje (…)
3) Si una parte contra la cual se haya formulado una demanda no presenta una Contestación, o si cualquiera de las
partes formula una o varias excepciones relativas a la existencia, validez o alcance del acuerdo de arbitraje o a si
todas las demandas formuladas en el arbitraje pueden ser determinadas conjuntamente en un solo arbitraje, el
arbitraje proseguirá y toda cuestión de jurisdicción o relativa a si las demandas pueden ser determinadas
conjuntamente en tal arbitraje serán decididas directamente por el tribunal arbitral, a menos que el Secretario General
refiera el asunto a la Corte para su decisión conforme al Artículo 6(4).
4) En todos los casos referidos a la Corte bajo el Artículo 6(3), la Corte decidirá si y en qué medida el arbitraje
proseguirá. El arbitraje proseguirá si y en la medida en que la Corte estuviere convencida, prima facie, de la posible
existencia de un acuerdo de arbitraje de conformidad con el Reglamento. En particular: (…)”
48
Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
14
la controversia al Poder Judicial a pesar de la (presunta) existencia de convenio
arbitral, la obligación es que la judicatura remita a las partes a arbitraje, a no ser
que “el convenio arbitral sea manifiestamente nulo49”. Nótese como la revisión
previa a la emisión del laudo es solo por nulidad (no por anulabilidad, ineficacia
y otras causales) y ésta debe ser manifiesta. La propia normativa ha establecido
que el supuesto para “saltar” la vía arbitral debe ser el más gravoso, esto es, la
nulidad del pacto y, adicionalmente, el requisito de ser manifiesta. Ello implica
que no cualquier vicio menor o aspecto que pretenda ser cuestionado puede
generar que el tribunal arbitral no sea el primero en pronunciarse.
Ahora bien, debe tenerse en cuenta que el K-K tiene como objetivo favorecer la
viabilidad del proceso arbitral, pero de ningún modo es absoluto y perpetuo50
porque el arbitraje está sujeto al control judicial posterior. Es decir, como bien
señala William Park, el tribunal arbitral es el que tiene la primera palabra sobre
su competencia y la palabra mientras dura el proceso arbitral; empero, finalizado
éste, en la revisión judicial del laudo se podrá evaluar si el tribunal arbitral
resultaba competente y si el convenio arbitral era válido o no. Esto resulta
relevante, pues no se afirma una jurisdicción independiente ajena de control, sino
que, por el contrario, la misma puede ser observada y cuestionada, dependiendo
de la situación en concreto. En este caso, lo que ocurre es que, una vez que el
tribunal emite un pronunciamiento, corresponde que los jueces verifiquen que no
49
Artículo 16.- Excepción de convenio arbitral.
3. La excepción de convenio arbitral, sea que se formule antes o después de iniciado el arbitraje, será amparada
por el solo mérito de la existencia del convenio arbitral, salvo en el primer caso, cuando el convenio fuese
manifiestamente nulo.
50
Pueden interponer excepciones en las que formulen su posición respecto al exceso de las competencias del tribunal
para determinada materia, la Ley Modelo UNCITRAL reconoce en el acápite 2 de su Artículo 16 la posibilidad de las
partes de formular excepciones:
2) La excepción de incompetencia del tribunal arbitral deberá oponerse a más tardar en el momento de presentar
la contestación. Las partes no se verán impedidas de oponer la excepción por el hecho de que hayan designado
a un árbitro o participado en su designación. La excepción basada en que el tribunal arbitral ha excedido su
mandato deberá oponerse tan pronto como se plantee durante las actuaciones arbitrales la materia que
supuestamente exceda su mandato. El tribunal arbitral podrá, en cualquiera de los casos, estimar una excepción
presentada más tarde si considera justificada la demora.”
En el mismo sentido la LAP reconoce el mismo derecho de las partes de formular excepciones referentes a la
competencia en el acápite 3 del artículo 41:
“3. Las excepciones u objeciones deberán oponerse a más tardar en el momento de presentar la contestación,
sin que el hecho de haber nombrado o participado en el nombramiento de los árbitros impida oponerlas. La
excepción u objeción basada en que el tribunal arbitral ha excedido el ámbito de su competencia deberá oponerse
tan pronto como sea planteada durante las actuaciones arbitrales, la materia que supuestamente exceda su
competencia. El tribunal arbitral sólo podrá admitir excepciones u objeciones planteadas con posterioridad si la
demora resulta justificada. El tribunal arbitral podrá considerar, sin embargo, estos temas por iniciativa propia, en
cualquier momento.
4. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral decidirá estas excepciones u objeciones con carácter previo o junto
con las demás cuestiones sometidas a su decisión relativas al fondo de la controversia. Si el tribunal arbitral
desestima la excepción u objeción, sea como cuestión previa o sea en el laudo por el que se resuelve
definitivamente la controversia, su decisión sólo podrá ser impugnada mediante recurso de anulación contra
dicho laudo.”
Países como México, tampoco son ajenos a la posibilidad de las partes de exceptuar y solicitar al Tribunal un análisis
respecto a la competencia buscando limitar cualquier exceso que este pueda cometer, excepciones que reconoce en el
segundo y tercer párrafo del Artículo 1432:
“La excepción de incompetencia del tribunal arbitral deberá oponerse a más tardar en el momento de presentar
la contestación. Las partes no se verán impedidas de oponer la excepción por el hecho de que hayan designado
a un árbitro o participado en su designación. La excepción basada en que el tribunal arbitral ha excedido su
mandato deberá oponerse tan pronto como se plantee durante las actuaciones arbitrales la materia que
supuestamente exceda su mandato. El tribunal arbitral podrá, en cualquiera de los casos, estimar una excepción
presentada con posterioridad si considera justificada la demora. El tribunal arbitral podrá decidir las excepciones
a que se hace referencia en el párrafo anterior, desde luego o en el laudo sobre el fondo del asunto. Si antes de
emitir laudo sobre el fondo, el tribunal arbitral se declara competente, cualquiera de las partes dentro de los
treinta días siguientes a aquél en que se le notifique esta decisión, podrá solicitar al juez resuelva, en definitiva;
resolución que será inapelable. Mientras esté pendiente dicha solicitud, el tribunal arbitral podrá proseguir sus
actuaciones y dictar laudo.”
15
haya existido alguna determinación de jurisdicción que no haya sido aplicado de
forma idónea.
A nuestro criterio la respuesta es que sí. Como señalan los profesores Lew,
Mistelis y Kroll54, el no contar con este principio permitiría a un demandado
inescrupuloso el poder demorar significativamente la conducción del arbitraje
con tan solo cuestionar, por las razones que sea, la competencia del Tribunal
Arbitral ante las cortes judiciales (Lew y otros, 2003). Dicha discusión podría
tardar años, lo cual vaciaría de contenido al arbitraje como un mecanismo de
solución de controversias alternativo al proceso judicial. Al final, se terminaría
recurriendo a la vía judicial para hacer valer la vía arbitral, lo que genera que la
51
Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral.
5. Si el tribunal arbitral ampara la excepción como cuestión previa, se declarará incompetente y ordenará la
terminación de las actuaciones arbitrales. Esta decisión podrá ser impugnada mediante recurso de anulación.
Si el tribunal arbitral ampara la excepción como cuestión previa respecto de determinadas materias, las
actuaciones arbitrales continuarán respecto de las demás materias y la decisión sólo podrá ser impugnada
mediante recurso de anulación luego de emitirse el laudo por el que se resuelve definitivamente la controversia.
52
Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las
partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una
disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho
acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo.
53
Para examinar una decisión declarando la nulidad de un laudo cuando el tribunal se declaró incompetente y, vía
anulación, el Comité declaró que el tribunal sí era competente, recomiendo leer la Decisión sobre Anulación entre
MALAYSIAN HISTORICAL SALVORS SDN BHD y THE GOVERNMENT OF MALAYSIA (ICSID Case No. ARB/05/10) del
16 de abril de 2009.
54
Lew, Julian, Mistelis, Loukas y Kroll, Estefan. Comparative International Commercial Arbitration, 2003, párrafo 14-15.
(One possible solution would be to refer all questions on the tribunal's jurisdiction to the courts. A recalcitrant respondent
could easily frustrate the parties' agreement to have their dispute decided by arbitration or at least create considerable
delay by merely contesting the existence or validity of the arbitration agreement. This solution would seriously undermine
arbitration as an effective means of private dispute resolution and deprive it of its attraction.)
16
parte accionante vea limitado su derecho de acción, a partir de la demora en
poder acceder a la vía jurisdiccional pactada.
Una gama de preguntas a formularse cuando se está por aplicar este principio
sería:
17
La separabilidad o autonomía del convenio arbitral ha sido recogido en el artículo
16.1 de la Ley Modelo Uncitral, de acuerdo a los siguientes términos:
La separabilidad sirve para permitir el desarrollo del proceso arbitral, implica una
ficción de separación, a través de este principio el convenio arbitral es hermético
frente a los posibles vicios contractuales que puedan existir en el contrato que lo
contiene, se aísla y queda incólume ante los errores que afecten al acto
continente.
Este principio ha sido también reconocido de forma expresa por las cortes
comerciales nacionales. A modo de ejemplo podemos remitirnos al caso ONPE
v. ATOP Express, proceso de anulación en el cual la ONPE buscó dejar sin
efectos un laudo arbitral emitido en su contra. Como uno de sus argumentos, la
ONPE señaló que no existiría un convenio arbitral entre las partes. Resolviendo
el pedido de anulación, la Primera Sala Comercial sostuvo que:
55
Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral.
2. El convenio arbitral que forme parte de un contrato se considerará como un acuerdo independiente de las demás
estipulaciones del mismo. La inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia de un contrato que contenga
un convenio arbitral, no implica necesariamente la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia de éste.
En consecuencia, el tribunal arbitral podrá decidir sobre la controversia sometida a su conocimiento, la que podrá
versar, incluso, sobre la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del contrato que contiene un
convenio arbitral.
56
Precisamos, usualmente, pues también puede haber convenios arbitrales suscritos en forma independiente. En relación
a los convenios suscritos de manera independiente, es necesario referir a los denominados “submission agreements” o
convenios arbitrales ex post controversia, que implican la suscripción de un convenio arbitral una vez que la controversia
se ha presentado, acordando las partes el arbitraje frente a un problema existente y no como una cláusula contractual
hasta cierto punto preventiva. (United Nations. Dispute Settlement: Arbitration Agreement. 2005)
18
OCTAVO: Con relación a la causal “a” postulada, con la que se
denuncia que el convenio arbitral es inexistente, consideramos
recordar que, en el derecho arbitral existen principios rectores que
fortalecen esta institución; entre ellos encontramos el principio de
autonomía del convenio arbitral. Este principio, conocido también
como el de separabilidad o independencia, tiene como finalidad
vencer el indeseable resultado que acarrearía el hecho que el
contrato se encuentre viciado y por tanto sea nulo, pues si
entendemos que la nulidad afecta a todo el contrato, el convenio
arbitral también se vería afectado; sin embargo, en virtud de este
principio los problemas que pueda atravesar el contrato no afectan en
modo alguno al convenio arbitral, encontrándose este disociado del
contrato que lo contiene. (Corte Superior de Justicia, 2013).
Ahora bien, cabe anotar que cuando se alega un vicio en el convenio arbitral en
anulación de laudo o en una demanda de reconocimiento y ejecución de laudo
extranjero bajo la Convención de Nueva York, el principio de separabilidad no
debería ser un argumento válido para defender la validez del laudo, pues la
función de este principio es proteger el arbitraje antes y durante, pero no
después; siendo así que para efectos de cuestionar la validez del convenio en
una evaluación ex post, la parte debería valerse de otros principios y recursos
que avalen esta, más no al amparo del principio de separabilidad. Al igual que el
principio K-K, la eficacia del principio de separabilidad tiene un momento
determinado y no se encuentra exenta de un control posterior, por lo que resulta
válido cuestionar un proceso arbitral por un defecto en el uso de este principio,
reflejado en, por ejemplo, un verdadero vicio en el convenio arbitral. Al final, si el
contrato contiene un vicio esencial (ej. Vicio en la manifestación de voluntad),
esto no implica que el convenio arbitral no pueda verse afectado.
Así, tenemos que traer a comentario las dos observaciones que hace Pierre
Meyer al principio de separabilidad. De acuerdo a Meyer, la separabilidad o
autonomía del convenio arbitral no debería prestarse para interpretaciones
restrictivas que buscasen limitar el acceso al arbitraje. Por ejemplo, es claro que
cuando una parte cede su posición contractual en un contrato que contiene un
convenio arbitral, el cesionario no tiene que realizar una segunda manifestación
de voluntad para aceptar también asumir la posición contractual del cedente
dentro del convenio arbitral. La segunda observación de Meyer es que, si bien
el convenio arbitral es autónomo del contrato que lo contiene, existirán supuestos
en los que los vicios que afectan al contrato también afectarán al convenio
arbitral. (1999, pp. 263-365)
19
La pregunta es entonces ¿en qué supuestos los vicios del contrato pueden
afectar al convenio arbitral? Para Meyer, estos supuestos se darán en aquellos
casos donde el agente que firma el contrato no cuenta con facultades suficientes
para vincular al principal. En este sentido, es claro que, si el agente no puede
vincular al principal al contrato, tampoco podrá hacerlo al convenio arbitral. Otro
ejemplo utilizado por Meyer es aquel en el cual la persona que suscribe el
contrato lo ha hecho bajo algún tipo de intimidación que llegue al nivel de viciar
su voluntad. Empero, recuérdese que, conforme al principio K-K, será el tribunal
arbitral el que determine si estos vicios impiden seguir con el arbitraje, a no ser
que el juez los examine en el marco de una excepción de convenio arbitral, en
cuyo caso examinará si estos vicios son de nulidad y si son manifiestos. (1999,
pp. 264 y 265) La determinación de la competencia se hace por medio del
tribunal arbitral y, posteriormente, con una revisión del Poder Judicial. Es
importante resaltar que, si bien el principio de separabilidad protege al convenio,
no es absoluto ni impide que este se sujete a una revisión.
Ahora bien, esto no debe prestarse a abusos por la parte que pierde en un
arbitraje en el que se discutió la nulidad de un contrato. El juez de anulación
debe evitar que su anulación se convierta en una segunda instancia de lo que
resolvió el tribunal (principio de irrevisabilidad de fondo de los laudos 57). Así,
deberá examinar si la nulidad del contrato es tal que sí afecta a la validez del
convenio arbitral. Como bien sostenemos, la nulidad de un contrato no implica,
necesariamente, la nulidad del convenio arbitral, pues esta debe ser analizada
de manera independiente en su contenido. Entonces, interesantemente,
tenemos que cuando estamos ante un caso de nulidad de contrato,
probablemente, habrá un doble análisis: el del tribunal arbitral y el del juez de
anulación. Y ahí es cuando el juez tendrá que tener mucha prudencia y equilibrar
dos principios: el de irrevisabilidad de fondo del laudo/mínima intervención
judicial versus el de la posibilidad de decretar la nulidad de un laudo por razones
de invalidez del convenio arbitral 58.
57
Alva Navarro sobre este punto expone que “la voluntad de las partes, manifestada en el convenio arbitral de renunciar
a la jurisdicción estatal y someterse a la competencia de los árbitros para la solución del conflicto, carecería
absolutamente de sentido si después del dictado del laudo, se permitiera que al conocer el recurso de anulación los
jueces pudieran analizar el fondo de la controversia.” (Alva, 2001).
58
Artículo 63.1.a) de la LAP.
20
en la necesidad de lograr que el arbitraje no se vea afectado, al momento de su
desarrollo, por algún cuestionamiento que pretenda impedir que las partes
litiguen sus controversias en dicha vía.
Las preguntas que podría formularse un tribunal arbitral o corte judicial ante un
caso en el que la separabilidad es relevante son:
6. Arbitrabilidad
21
en que las partes acuerden que determinada materia es posible de ser resuelta
en arbitraje y que no exista ninguna disposición normativa de carácter imperativo
que limite esta libertad para pactarlo. Es así que además de pactar
convencionalmente la posibilidad de arbitrar, la arbitrabilidad consiste en
determinar qué tipos de conflictos pueden resolverse mediante arbitraje y cuáles
pertenecen exclusivamente al ámbito de los tribunales judiciales u entes
estatales . (Blackaby, 2015) La arbitrabilidad termina siendo el filtro de qué puede
verse en arbitraje y quiénes pueden hacerlo.
59
Bernardini, Piero. “The problem of arbitrability in general” En: Enforcement of Arbitration Agreements and International
Arbitral Awards The New York Convention in Practice. Editores. Emmanuel Gaillard and Domenico Di Pietro. 2008. Pág.
503.
22
subjetiva se refiere a si determinado sujeto de derecho tiene facultad para
someter a arbitraje sus disputas o algunas de sus disputas 60. (Bernardini, 2008).
60
Lo que mezcla la arbitrabilidad subjetiva con objetiva.
61
En el caso peruano, el artículo 2 referente a las materias susceptibles de arbitraje indicando que “Pueden someterse
a arbitraje las controversias sobre materias de libre disposición conforme a derecho, así como aquellas que la ley o
los tratados o acuerdos internacionales autoricen.”
Por su parte, Chile no cuenta con una definición de arbitrabilidad, pero señala que se pueden arbitrar cuestiones
comerciales. Y según el artículo 2 de su Ley de Arbitraje, comercial es:
“g) La expresión "comercial" debe interpretarse en un sentido amplio para que abarque todas las cuestiones que se
plantean en las relaciones de esta índole, contractuales o no. Se comprenden dentro de éstas, por ejemplo, cualquier
operación comercial de suministro o intercambio de bienes o servicios, acuerdo de distribución, representación o
mandato comercial, transferencia de créditos para su cobro, arrendamiento de bienes de equipo con opción de
compra, construcción de obras, consultoría, ingeniería, concesión de licencias, inversión, financiación, banca,
seguros, acuerdo o concesión de explotación, asociaciones de empresas y otras formas de cooperación industrial o
comercial, transporte de mercancías o de pasajeros por vía aérea, marítima, férrea o por carretera”.
En el caso ecuatoriano, la ley de Arbitraje indica en su artículo 1: “El sistema arbitral es un mecanismo alternativo de
solución de conflictos al cual las partes pueden someter de mutuo acuerdo, las controversias susceptibles de
transacción, existentes o futuras para que sean resueltas por los tribunales de arbitraje administrado o por árbitros
independientes que se conformaren para conocer dichas controversias.”
23
La arbitrabilidad específica consiste en un examen más detallado en el marco
de una rama del derecho en particular y de las pretensiones o remedios en
específico. Ello implica entrar al detalle de cada pretensión y cada caso en
concreto. Partiría por preguntarse si existe una norma que regule si la concreta
pretensión en cuestión es arbitrable o no y, luego en forma más general,
preguntarse sobre la arbitrabilidad de los conflictos en la rama del derecho en
cuestión.
Es así que, lo especial podría contradecir a la norma general, pues podría ocurrir
que una materia sea expresamente arbitrable por decisión expresa del legislador
a pesar de que en principio se trataría de derechos no disponibles. Por ejemplo,
en Perú, los temas tributarios no son arbitrables, pero sí lo son –por norma
expresa- las disputas sobre convenios de estabilidad tributaria62. También podría
ocurrir al revés, esto es, que se trate de una materia sobre la cual se pueda
disponer y llegar a un acuerdo, pero la norma los excluya del arbitraje. Por
ejemplo, en Perú, eso ocurriría con el régimen de alimentos en el Derecho de
Familia. Las partes puedan llegar a un acuerdo sobre ello, pero si no llegan a un
acuerdo, tendrán que ir al Poder Judicial, porque no es materia arbitrable.
Además de la rama del derecho en cuestión, habría que examinar la faz o arista
de la controversia y el remedio que se está pidiendo. Un ejemplo sencillo, en un
arbitraje de energía, un tribunal arbitral podrá declarar si la energía provista por
el generador cumplía o no con el PPA (Power Purchase Agreement), pero no
podrá (o al menos no de manera vinculante) decidir si la energía provista cumple
o no con las normas técnicas para ser admitida en el sistema energético nacional
(lo que debería ser declarado por la autoridad energética). En materia de
contratación administrativa, por ejemplo, las penalidades contractuales de un
contrato de concesión o de obra son plenamente arbitrables, pero las sanciones
administrativas (i.e. multas) que imponen los organismos reguladores tienen que
ser recurridas a través del proceso contencioso administrativo. Esto genera que,
dentro de un mismo rubro del derecho, existan aspectos que van a encontrar una
limitación normativa; mientras que otros no. Lo que termina decidiendo esto es
el legislador, pues goza de la facultad para determinar, vía un aspecto general,
la arbitrabilidad, en el plazo legal, de estos aspectos.
24
Artículo V
2. También se podrá denegar el reconocimiento y la ejecución de una
sentencia arbitral si la autoridad competente del país en que se pide el
reconocimiento y la ejecución, comprueba:
a) Que, según la ley de ese país, el objeto de la diferencia no es
susceptible de solución por vía de arbitraje.
b) Que el reconocimiento o la ejecución de la sentencia serían
contrarios al orden público de ese país.
Decir lo contrario, es permitir un fraude a la ley. Sostener, por ejemplo, que la ley
que regula el fondo del asunto es irrelevante para determinar la arbitrabilidad
(pues la relevante, bajo esta postura, sería la ley que regula el desarrollo del
arbitraje, denominada lex arbitri) es permitir, por ejemplo, que, si en México una
disputa no puede resolverse en arbitraje, las partes mexicanas, con hechos
ocurridos en México, con derecho mexicano aplicable, pueden ir al sur cruzar la
frontera e ir a Guatemala donde la disputa en cuestión sí es arbitrable. En ese
sentido, si bien no vemos inconveniente con el forum shopping (o seat
shopping67, en este caso), éste debe tener límites. El límite se genera por el
propio hecho de que las partes, al momento de elegir el lugar de la sede de su
arbitraje, pactaron que este no permitía la arbitrabilidad de determinadas
materias. En el caso de la CNY, esto debe ser respetado, pues, caso contrario,
podríamos llegar al extremo de tener un lLaudo emitido, contraviniendo la
arbitrabilidad objetiva del país de la sede, anulado y que, bajo una interpretación
amplia de la CNY, se ejecute en otro país.
64
CNY, artículo V.1.a)
65
CNY, artículo V.1.d)
66
A lo que en palabras de Piero Bernardini es “(t)he issue of arbitrability as contemplated under Article II (1) is closely
connected to the ground for refusal of enforcement of arbitral awards under Article V(1)(a), according to which
recognition and enforcement of the award may be refused if the relevant arbitration agreement was invalid under the
law applicable to it. It has already been mentioned that cases in which the parties specify the law applicable to the
arbitration agreement are extremely rare. This means that the law of the country where the award is made will be of
general application both as to the validity of the arbitration agreement at the stage of its enforcement under Article II
(3) and at the stage of the enforcement under Article V(1)(2) of the New York Convention”.
67
Términos usualmente utilizados en referencia a la forma de elegir la sede del tribunal y por tanto la ley que aplica al
desarrollo del proceso arbitral.
25
Además, si un juez de ejecución en un país extranjero percibe que en su país la
disputa sí es arbitrable, pero ésta no lo es en el lugar donde se desarrolló el
arbitraje o bajo la ley aplicable al fondo del asunto, deberá poder aplicar las
causales establecidas en los incisos a) (invalidez del acuerdo arbitral) o c)
(invalidez del proceso arbitral) para, válidamente denegar la ejecución del laudo.
Ello, en tanto que la arbitrabilidad es uno de los requisitos de validez del convenio
arbitral. La finalidad es respetar los candados que las propias partes han
establecido en su pacto, pues no podemos, de manera ex post al momento de
acordar la sede del arbitraje y demás aspectos relacionados, permitir que se
trasgredan.
68
Canada
Arbitration Act, 1991.
Family Arbitrations, agreements and awards
2.1 Family arbitrations, family arbitration agreements and family arbitration awards are governed by this Act and
by the Family Law Act.
69
North Carolina
Family Law Arbitration Act.
Article 3.
(a) It is the policy of this State to allow, by agreement of all parties, the arbitration of all issues arising from a
marital separation or divorce, except for the divorce itself, while preserving a right of modification based on
substantial change of circumstances related to alimony, child custody, and child support. Pursuant to this policy,
the purpose of this Article is to provide for arbitration as an efficient and speedy means of resolving these
disputes, consistent with Chapters 50, 50A, 50B, 51, 52, 52B, and 52C of the General Statutes and similar
legislation, to provide default rules for the conduct of arbitration proceedings, and to assure access to the courts
of this State for proceedings ancillary to this arbitration.
26
satisfactoria que el Poder Judicial para resolver los conflictos privados, por lo
que, si las partes involucradas en el problema lo desean y no estamos frente a
situaciones de Orden Público, no existen motivos para limitar el uso de la vía
arbitral.
27
de arbitraje y de inversiones de Bolivia, aprobada en junio de 2015, es que limita
la arbitrabilidad respecto de controversias relacionadas a los recursos naturales,
los servicios públicos, los contratos administrativos y las cuestiones que afectan
el “orden público”71. (López & Fernandes, 2016)
71
Ley Nº 708, Ley de Arbitraje y Conciliación del Estado Plurinacional de Bolivia
Artículo 4.- Materias excluidas de la conciliación y del arbitraje.
No podrá someterse a la Conciliación ni al Arbitraje, lo siguiente:
− La propiedad de los recursos naturales.
− Los títulos otorgados sobre reservas fiscales. Los tributos y regalías.
− Los contratos administrativos, salvo lo dispuesto en la presente Ley.
− El acceso a los servicios públicos.
− Las licencias, registros y autorizaciones sobre recursos naturales en todos sus estados.
− Cuestiones que afecten al orden público.
− Las cuestiones sobre las que haya recaído resolución judicial firme y definitiva, salvo los aspectos
derivados de su ejecución.
− Las cuestiones que versen sobre el estado civil y la capacidad de las personas.
− Las cuestiones referidas a bienes o derechos de incapaces, sin previa autorización judicial.
− Las cuestiones concernientes a las funciones del Estado.
− Las cuestiones que no sean objeto de transacción.
− Y cualquier otra determinada por la Constitución Política del Estado o la Ley.
72
Ley Nº 26.994, Código Civil y Comercial de la Nación Argentina
Artículo 1649.- Definición.
Hay contrato de arbitraje cuando las partes deciden someter a la decisión de uno o más árbitros todas o algunas
de las controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relación
jurídica, contractual o no contractual, de derecho privado en la que no se encuentre comprometido el orden
público.
28
fundadas en la legislación antimonopolio son arbitrables (…) La mera
circunstancia de que el conflicto involucre esa clase de cuestiones, o la
complejidad que ellas conllevan, no invalidan la cláusula arbitral ni puede
asumirse que los árbitros pongan en peligro las normas contenidas en esa
legislación. (Caivano, 2013)
Sin embargo, la Corte también precisó que no todas las controversias originadas
en normas imperativas son arbitrables, en tanto hay ocasiones en las que la
jurisdicción de las cortes ordinarias es incuestionable. Como se puede observar,
la opinión de las Cortes siempre será analizando el caso en concreto y,
dependiendo de la legislación del país, permitiendo la arbitrabilidad de la materia.
Como hemos visto, las cuestiones sobre arbitrabilidad varían de país en país,
pero encuentran un marco común delimitado por las leyes nacionales que
generalmente consideran como materia arbitrable todos (i) aquellos derechos o
asuntos disponibles, (ii) de naturaleza patrimonial y (iii) que puedan ser objeto
de transacción. Algunas recogen la formulación completa, mientras otras solo
toman el concepto de disponible o transigibles. Es por ello que sería conveniente
continuar con la tendencia uniforme a ampliar las fronteras de las materias
arbitrables.
29
esta materia se arbitre? ¿existe alguna norma que lo prohíba? ¿qué
remedio se está pidiendo?
• Arbitrabilidad subjetiva, ¿la parte tiene la capacidad para el ejercicio
de sus derechos?, ¿tiene capacidad para arbitrar?, ¿requiere de
alguna autorización especial previa?, si acaso esto, ¿se cumplió?, si
no se cumplió, ¿existe alguna causal de exoneración?
• En el caso de un arbitraje internacional o de un laudo extranjeros, ¿qué
leyes hay que considerar? ¿la aplicable al proceso arbitral? ¿la del
lugar de ejecución? ¿la aplicable al convenio arbitral (si acaso,
improbablemente, distinta que la del proceso arbitral)? ¿la aplicable al
fondo del asunto?
• En caso de una aparente no arbitrabilidad, ¿el vicio es manifiesto?
7. Cobertura
74
Víctor Baca sobre este punto sostiene que la supuesta restricción a la que se refiere el arbitraje obligatorio no es
propiamente una desnaturalización de la voluntariedad del arbitraje ni mucho menos una actuación inconstitucional, dado
que responde a la propia naturaleza de la administración pública, su libertad de contratar y al reconocimiento expreso
que hace la Constitución en su artículo 139° de “jurisdicción especial”.. (Baca, Víctor. Los medios «alternativos» de
solución de conflictos en el Derecho administrativo peruano (en especial, análisis de la transacción y el arbitraje en la
Ley de Contratos y Adquisiciones del Estado). (2006)
75
Por ejemplo, en el Perú, el arbitraje es obligatorio para contratos de adquisición de bienes, servicios y obras (Ley
N° 30225), de asociaciones público-privadas (APP) (Decreto Legislativo N° 1362). .
30
Para efectos de determinar si una controversia está cubierta, deberá examinarse
lo señalado por la norma que daría cabida al arbitraje –acuerdo o ley, según el
caso-. Deberá examinarse si la controversia cae dentro del alcance de ésta.
Para mayor detalle, nos remitimos a lo expuesto en el capítulo referente a
convenio arbitral en el que señalamos que resulta importante suscribir convenios
arbitrales abiertos y de amplio alcance a fin de evitar objeciones jurisdiccionales.
Al respecto, las Directrices de la IBA para la Redacción de Convenios Arbitrales
Internacionales señalan:
76
La diferencia entre “derivada de” y “que guarde relación con” puede ser muy relevante. Por ejemplo, en una
controversia en la que se somete una pretensión de enriquecimiento sin causa a debate, se puede argumentar que
ésta no es “derivada del” contrato, sino que es una pretensión ex lege. En cambio, si el convenio arbitral es amplio
y usa la expresión “cualquier controversia relacionada con” o, más amplio, “cualquier controversia entre las partes”,
entonces, es mucho más fácil sostener que el enriquecimiento sin causa –remedio que nace del Código Civil, no
del contrato, pero se aplica a los contratos- está cubierto por el convenio arbitral.
31
La importancia de la forma de redactar las materias cubiertas por los convenios
arbitrales es muy importante. Si uno, por ejemplo, coloca que solo se arbitrarán
las controversias vinculadas a remedios previstos expresamente en el contrato,
entonces, quizás queriendo o sin querer, está excluyendo el enriquecimiento sin
causa, que es un remedio derivado de la ley, no del contrato. Asimismo,
dependiendo del tipo de redacción del convenio arbitral, vamos a tener un
momento en el arbitraje, en el que los árbitros van a interpretar su alcance y,
posteriormente, visto desde el Poder Judicial. En ese sentido, el convenio arbitral
ya no solo se interpreta por la voluntad de las partes, sino por lo que, tanto los
árbitros como los jueces, entendieron que se quería plasmar en él.
77
En los contratos de concesión peruanos esto se conoce como controversias técnicas y controversias no técnicas.
Cuando las partes no se ponen de acuerdo en la naturaleza de la controversia, se entenderá que es no técnica.
78
LMU Artículo 34. La petición de nulidad como único recurso contra un laudo arbitral
2) El laudo arbitral sólo podrá ser anulado por el tribunal indicado en el artículo 6 cuando:
a.- la parte que interpone la petición pruebe:
ii) que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene decisiones que exceden
los términos del acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren a las cuestiones
sometidas al arbitraje pueden separarse de las que no lo están, sólo se podrán anular estas últimas;
La LAP no contiene una causal similar a la de “que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo
de arbitraje” sin embargo, la afectación del que denominamos principio de cobertura, que acarrea la ausencia de
jurisdicción del tribunal, estaría en la causal c) del artículo 63.1 de la LAP: c. “Que la composición del tribunal arbitral
o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, (…).”
79
Artículo V.1.c) de la CNY: c) Que la sentencia se refiere a una diferencia no prevista en el compromiso o no
comprendida en las disposiciones de la cláusula compromisoria, o contiene decisiones que exceden de los términos
del compromiso o de la cláusula compromisoria; no obstante, si las disposiciones de la sentencia que se refieren a
las cuestiones sometida s al arbitraje pueden separarse de las que no han sido sometidas al arbitraje, se podrá dar
reconocimiento y ejecución a las primeras; o
80
Artículo 13.- Contenido y forma del convenio arbitral.
5. Se entenderá además que el convenio arbitral es escrito cuando esté consignado en un intercambio de escritos
de demanda y contestación en los que la existencia de un acuerdo sea afirmada, por una parte, sin ser negada por
la otra.
32
que no objeta que esto pueda ser sometido en la vía arbitral. 81. Este principio
también resulta relevante para la posibilidad de ampliar las pretensiones de las
partes, lo que se puede en arbitraje, siempre que no origine una demora
innecesaria en el proceso y en tanto que las nuevas pretensiones estén cubiertas
por el convenio arbitral, tal como prevé el artículo 39.3 de la LAP82.
Para finalizar esta sección, consideramos que cuando se esté frente a un asunto
en el que la cobertura sea relevante, podrían surgir las siguientes preguntas:
8. Congruencia
33
puede resolver sobre pretensiones que no fueron planteadas por las partes ni
puede condenar a una parte a algo más allá o distinto de lo que fue planteado
por la otra. En palabras de Hernando Devis Echandía84, la congruencia es la
identidad entre lo pedido y lo resuelto y tiene una estrechísima relación con el
derecho a la defensa. (1994, p.76) Este principio permite que una parte
demandada o reconvenida no vea declarado en su contra algo diferente a lo que
le fue solicitado y de lo que tuvo oportunidad de ejercer su derecho de defensa
y contradictorio.
Ahora, cabe aclarar que la obligación es sobre las pretensiones de los escritos
de las partes, no sobre el recuento de las pretensiones que el tribunal haya hecho
en el acta de misión/instalación/términos de referencia o documentos similares.
Cabe traer a colación un caso de California (Cubic Defense Systems) en el que
el perdedor de un laudo ICC pidió su nulidad porque se había resuelto sobre una
materia no contemplada en los términos de referencia. La Corte declaró que los
términos de referencia ayudan al tribunal, pero no son vinculantes para sus
decisiones, pudiendo el tribunal laudar sobre menos temas o sobre más que los
señalados en los términos de deferencia.. (Azeredo & Levy, 2008) Lo que termina
siendo el límite a la “amplitud” del tribunal arbitral siempre estará relacionada con
las pretensiones del proceso; en otras palabras, las partes accionantes
(demandante o reconviniente) son los que les otorgan el límite a los árbitros.
este efecto, se consideran comunes a la ampliación los trámites precedentes y se tramitará únicamente con un
traslado a la otra parte.
84
“Es el principio normativo que exige la identidad jurídica entre lo resuelto, en cualquier sentido por el juez en la sentencia
y las pretensiones y excepciones planteadas por las partes (en los procesos civiles, comerciales, laborales y contencioso-
administrativos) y entre la sentencia y las imputaciones formuladas al procesado y las defensas formuladas por éste
contra tales imputaciones; en todos los procesos, también entre la sentencia y lo ordenado por la ley que sea resuelto
de oficio por el juzgador.
Tiene extraordinaria importancia este principio, pues se liga íntimamente con el derecho constitucional de defensa, ya
que éste exige que el ajusticiado en cualquier clase de proceso conozca las pretensiones o las imputaciones que contra
él o frente a él se han formulado, por lo que la violación de la congruencia implica la de aquel derecho; la actividad
probatoria, las excepciones o simples defensas y las alegaciones, se orientan lógicamente por las pretensiones,
imputaciones, excepciones y defensas formuladas en el proceso.” (Devis, 1994)
85
“Llamada también incongruencia infra petita. La incongruencia citra petita, se da cuando el juez en su decisión final no
emitió pronunciamiento sobre alguna de las pretensiones propuestas por las partes o sobre un punto controvertido. Esta
omisión pone en evidencia la falta de identidad entre lo resuelto y lo pedido por las partes”. (Hurtado, 2013)
86
“En la incongruencia ultra petita es cuando el juez otorga más de lo que realmente pidieron las partes, el criterio que
se maneja en esta incongruencia para poder determinar cuándo se da más de lo pedido por las partes, es un criterio
cuantitativo, es decir, basado en el quantum o monto del petitorio.” (Hurtado, 2013)
87
“La incongruencia extra petita se presenta en un proceso cuando el Juez al emitir pronunciamiento se pronuncia sobre
un pedido o pretensión no propuesta por las partes, es decir decide sobre algo que no fue discutido en el proceso por las
partes, en consecuencia, se aparta del thema decidendum.” (Hurtado, 2013)
88
Normativamente, en Perú la incongruencia está contemplada en la causal d) del artículo 63° de la LAP: d. “Que el
tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.”
34
principio de congruencia debe medirse en torno a la última actualización de las
pretensiones de las partes. El Profesor Fernando Cantuarias incluso sostiene
que esta modificación puede ser verbal en tanto que se deje constancia por
escrito de su ocurrencia y se permita a la otra parte defenderse. En efecto, el
artículo 39.3 de la LAP89 no impone límites ni formalidades a la modificación de
las pretensiones a lo largo del proceso, sin embargo, creemos que uno que es
tácito es el correcto ejercicio del derecho de defensa de la parte demandada. Al
final, lo que se busca es que las partes tengan plena oportunidad de expresar su
posición frente a los árbitros y reclamar lo que consideren pertinente para ello.
If a party has expressly spelt out, in its prayers for relief, the legal basis
supporting its claim, the arbitrators may not award the relief sought on
another legal basis; if they do, the award may be considered ultra petita.
Indeed, in such situation, the party has limited the object of its claim and
has excluded claiming the disputed relief on a ground other than
mentioned in its prayers for relief”. (Azeredo & Levy, 2008)
89
Artículo 39.- Demanda y contestación.
3. Salvo acuerdo en contrario, en el curso de las actuaciones, cualquiera de las partes podrá modificar o ampliar su
demanda o contestación, a menos que el tribunal arbitral considere que no corresponde permitir esa modificación en
razón de la demora con que se hubiere hecho, el perjuicio que pudiera causar a la otra parte o cualesquiera otras
circunstancias. El contenido de la modificación y de la ampliación de la demanda o contestación, deberán estar incluidos
dentro de los alcances del convenio arbitral.
90
LAP, artículo 63.1, incisos b), c) y d).
91
Puede ser que los recursos internos, en rigor, no sean necesarios ni sean idóneos para subsanar algún vicio del laudo.
En estos casos, no debería aplicarse la exigencia del agotamiento recurso interno como causal de procedencia del
recurso de anulación (LAP, artículo 63.7). Sin embargo, por cuestiones estratégicas y para evitar este tipo de
interpretaciones, la parte afectada podría interponer un recurso interno, a sabiendas que va a ser rechazado, solamente
para no arriesgarse a incurrir en esta causal de improcedencia del recurso de anulación.
35
y para ello debe respetar la congruencia entre lo que le fue solicitado y lo
laudado.
Asunto Pregunta
Arbitrabilidad ¿Se puede arbitrar? ¿La disputa era susceptible de
objetiva arbitrarse? ¿Era susceptible de disponerse, contratarse,
transigirse? ¿Existe alguna ley especial que permita o
prohíba arbitrar esta pretensión? ¿El remedio o
pretensión en concreto es uno que se puede arbitrar?
Arbitrabilidad ¿La parte estaba facultada a someter sus disputas –y esa
subjetiva disputa en particular- a arbitraje? ¿Requería alguna
autorización?
Cobertura Asumiendo que el origen del arbitraje sea ex lege,94 ¿está
cubierta la disputa por lo que dice la ley o el tratado que
se debe o puede arbitrar? Asumiendo, que el origen del
arbitraje es convencional, ¿cubre el convenio arbitral la
citada controversia? ¿es un convenio arbitral amplio o
restringido? ¿contiene exclusiones el convenio arbitral?
¿objetó la parte demandada la inexistencia de convenio
arbitral para cubrir la pretensión del demandante? ¿Se ha
presentado algún supuesto de prórroga tácita del
convenio arbitral? ¿Se debe arbitrar x o y pretensión?
Congruencia ¿Fue interpuesta la pretensión del demandante?
¿Contiene o se trata de un incremento o modificación
válida? ¿Si se trata de una modificación válida la otra
parte pudo defenderse? ¿O acaso el tribunal arbitral fue
92
“(…) Sin embargo, esa cláusula arbitral sólo constituye la base para construir el edificio del procedimiento arbitral; la
materia de la controversia se acota por las pretensiones de las partes planteadas en la demanda y su contestación, lo
que equivale a la medida de la jurisdicción arbitral, y si así se pacta y resulta oportuna, en la ampliación de aquélla y la
contestación correspondiente, de lo que queda constancia en el acta de misión; de manera que tales actuaciones
constituyen los puntos de referencia fundamentales para establecer cuál será la actividad del árbitro o tribunal arbitral, a
la que deberá atenerse a fin de resolver congruentemente la cuestión planteada. Precisamente por la posibilidad de que
las partes acuerden ampliar o modificar el acuerdo arbitral y así se desprenda del acta de misión, ésta constituirá un
complemento funcional de la cláusula arbitral porque en ella las partes pueden fijar y describir los detalles de los temas
de litigio, derecho aplicable o cualquier modalidad procedimental necesaria para resolver la controversia. (…)” (Tercer
Tribunal Colegia en Materia Civil del Primer Circuito de México, s.f.)
93
Si asimiláramos dicha pirámide a un edificio, la arbitrabilidad es el primer piso, la cobertura el segundo y la congruencia
el tercero.
94
Lo que ocurre frecuentemente en arbitraje con el Estado, dado que la materia arbitrable suele estar definida en una
norma legal o tratado internacional.
36
más allá o concedió un remedio distinto al pedido por el
demandante? ¿O el tribunal arbitral está concediendo
menos de lo admitido por el propio demandado?
¿Contenía la misma pretensión el fundamento legal? ¿Se
pidió x o y pretensión?
9. In limine Litis
En virtud del principio in limine litis, en las leyes arbitrales y en los reglamentos
de los centros arbitrales, se establece que la parte está obligada, o, mejor dicho,
tiene la carga95, de objetar aquello que ella pudiese considerar un vicio que le
cause agravio en el proceso arbitral con rapidez desde que conoce o pudo
conocer la existencia de ese vicio. De no hacerlo, se entenderá que la parte
afectada ha renunciado definitivamente a impugnar ese vicio. Este principio
busca que el proceso continúe, en los casos de no objeción de una parte, pues
entiende que, salvo el vicio sea insubsanable, el arbitraje no se caracteriza por
un formalismo absoluto, respecto a sus reglas, sino que estas se adecúan
conforme a la voluntad que las partes posean. En estos casos, lo que se busca
que, si una parte no concuerda con un acto que ha realizado la contraria o el
tribunal arbitral, lo objete, a fin de que no sea convalidado por su inacción.
Among emerging trends, the following are notable. A party must raise any
objection it has with respect to the procedure or the arbitrators during the
procedure and not wait until after the award has been made. Parties are
not allowed to speculate. Some courts consider that the principles of
estoppel and good faith prevent a party from raising later what it could have
raised during the proceedings. In the same vein, if a party chooses not to
participate in the proceedings, it cannot later object to a number of
irregularities in the proceedings that it might have influenced if it had
participated. (Jarvin, 2009)
95
La diferencia entre carga y obligación es que la primera está hecha en beneficio de su titular y es un requisito para
exigir un derecho, de no cumplirla, la consecuencia será que su titular no podrá exigir el derecho, en cambio, la
obligación es la existencia de un deber jurídico de dar, hacer o no hacer una determinada prestación a favor de un
tercero (el acreedor), en consecuencia, es exigible por el tercero, y su incumplimiento está sometido a una serie de
consecuencias como una indemnización de daños y perjuicios o el cumplimiento forzoso, entre otras posibles
consecuencias jurídicas. La carga de una parte no puede ser exigida por la contraparte, no da derecho a una
indemnización (a no ser que se convierta en un deber jurídico de cooperación, como los deberes del acreedor hacia
su deudor). (Cfr. Breccia y otros, 1992, p. 352.)
37
reconocimiento y ejecución del laudo (según principalmente la CNY)96. Los vicios
que no pueden ser convalidados por la acción o inacción de las partes no pueden
ser objeto del principio in limine litis; por ejemplo, un vicio referido a una materia
no arbitrable en el lugar del arbitraje no puede ser convalidado por las partes,
pues se estaría desnaturalizando la figura de éste.
principio tales como la norma que dispone que las causales de recusación deben
ser invocadas oportunamente99 y la norma que dispone que la defensa del fuero
arbitral (vía excepción de convenio arbitral cuando una parte demandada que
tiene derecho a arbitrar es demandada judicialmente) debe realizarse a tiempo,
pues de lo contrario, opera la renuncia tácita100. El principio protege que, en caso
una parte conozca de algún vicio que suceda en el proceso y no lo alegue, luego
no pueda utilizarlo como una causal de anulación para afectar la validez del
laudo.
96
Ver causales de no reconocimiento de un laudo establecidos en el artículo V.2 de la CNY. Por contraposición a lo
dispuesto en el artículo V.1 que exige que alegación y prueba por la afectada. [Sólo se podrá denegar el
reconocimiento y la ejecución de la sentencia, a instancia de la parte contra la cual es invocada, si esta parte prueba
ante la autoridad competente del país en que se pide el reconocimiento y la ejecución:], el artículo V.2 no contiene
tal exigencia, con lo cual, sus causales pueden ser invocadas de oficio por el juez que está conociendo del pedido
de reconocimiento de laudo.
97
Artículo 4. Renuncia al derecho a objetar
Se considerará que la parte que prosiga el arbitraje conociendo que no se ha cumplido alguna disposición de la
presente Ley de la que las partes puedan apartarse o algún requisito del acuerdo de arbitraje y no exprese su objeción
a tal incumplimiento sin demora injustificada o, si se prevé un plazo para hacerlo, dentro de ese plazo, ha renunciado
a su derecho a objetar.
99
Artículo 29.- Procedimiento de recusación.
2. A falta de acuerdo o de reglamento arbitral aplicable, se aplicarán las siguientes reglas:
a. La recusación debe formularse tan pronto sea conocida la causal que la motiva, justificando debidamente las
razones en que se basa y presentando los documentos correspondientes.
100
Artículo 18.- Renuncia al arbitraje.
La renuncia al arbitraje será válida sólo si se manifiesta en forma expresa o tácita. Es expresa cuando consta en un
documento suscrito por las partes, en documentos separados, mediante intercambio de documentos o mediante
cualquier otro medio de comunicación que deje constancia inequívoca de este acuerdo. Es tácita cuando no se invoca
la excepción de convenio arbitral en el plazo correspondiente, sólo respecto de las materias demandadas
judicialmente.
101
Lo que varía según la norma a aplicar. Por ejemplo, el artículo 4 de la LMU solo exige el conocimiento mientras que
el artículo 11 de la LAP dispone que una parte renuncia a objetar si conoce el vicio o sí debió conocerlo.
38
Artículo 11.- Renuncia a objetar.
Si una parte que, conociendo, o debiendo conocer, que no se ha
observado o se ha infringido una norma de este Decreto Legislativo de la
que las partes pueden apartarse, o un acuerdo de las partes, o una
disposición del reglamento arbitral aplicable, prosigue con el arbitraje y no
objeta su incumplimiento tan pronto como le sea posible, se considerará
que renuncia a objetar el laudo por dichas circunstancias.
102
Artículo 172 del Código Procesal Civil. - Principios de Convalidación, Subsanación o Integración.-Tratándose de vicios
en la notificación, la nulidad se convalida si el litigante procede de maneraque ponga de manifiesto haber tomado
conocimiento oportuno del contenido de la resolución.
Hay también convalidación cuando el acto procesal, no obstante carecer de algún requisito formal, logra la finalidad para
la que estaba destinado.
Existe convalidación tácita cuando el facultado para plantear la nulidad no formula su pedido en la primera oportunidad
que tuviera para hacerlo.
No hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de influir en el sentido de la resolución o en las consecuencias del acto
procesal.
El Juez puede integrar una resolución antes de su notificación. Después de la notificación, pero dentro del plazo que las
partes dispongan para apelarla, de oficio o a pedido de parte, el Juez puede integrarla cuando haya omitido
pronunciamiento sobre algún punto principal o accesorio.
El plazo para recurrir la resolución integrada se computa desde la notificación de la resolución que la integra.
El Juez superior puede integrar la resolución recurrida cuando concurran los supuestos del párrafo anterior.
39
reconsideración dentro de un plazo determinado103). En caso no exista un
remedio específico y el vicio es severo e implica una afectación a una norma
imperativa o afecta la moralidad del sistema (i.e., un fraude a través de o en un
arbitraje), podría admitirse perfectamente un reclamo aun tardío. El principio in
limine litis permite que las partes convaliden actos que pueden afectar la validez
del proceso; sin embargo, no todos los actos pueden ser sujetos de
convalidación.
Las preguntas que debería hacerse un intérprete cuando tiene un caso en el que
resulta de aplicación este principio son:
103
LAP Artículo 49.- Reconsideración.
1. Las decisiones del tribunal arbitral, distintas al laudo, pueden ser reconsideradas a iniciativa de una de las
partes o del tribunal arbitral, por razones debidamente motivadas, dentro del plazo establecido por las partes,
por el reglamento arbitral aplicable o por el tribunal arbitral. A falta de determinación del plazo, la
reconsideración debe presentarse dentro de los tres (3) días siguientes de notificada la decisión.
2. Salvo acuerdo en contrario, esta reconsideración no suspende la ejecución de la decisión.
104
“Article 18 establishes the fundamental principles that in all arbitrations under the Law each party must be treated with
equality and be given a full opportunity to present his case. Although Article 18 is only one sentence long, it is the heart
of the law's regulation of arbitral proceedings — other Articles provide the detailed mechanisms by which the goals of
equality and fair procedure are to be achieved. For this reason, Article 18 has been rightly described as a key element of
the “Magna Carta of Arbitral Procedure).
105
El artículo 28° de la LAP regula la independencia e imparcialidad de la siguiente manera:
40
darle a cada una de ellas suficiente oportunidad de hacer valer sus derechos.”
En dicho artículo, se establece un principio básico de todo proceso y es que los
árbitros no pueden, en el curso de actuaciones, tratar a las partes de manera
diferente. Lo que se busca es que ambas puedan ejercer sus derechos en el
proceso bajo la igualdad de armas.
41
Habiendo desarrollado la igualdad, corresponde analizar los otros dos elementos
que habíamos señalados en este acápite. Una buena definición de imparcialidad
en el arbitraje es la utilizada por Escobar-Martinez quien detalla lo siguiente:
106
Cláusula en virtud de la cual una de las partes tiene derecho a decidir si la controversia la somete a arbitraje o las
cortes. Estas cláusulas podrían ser unilaterales cuando una sola parte, y no la otra, es quien elige el fuero o también
podrían ser recíprocas, cuando este derecho se concede a ambas partes en forma indistinta, es decir, no se concede a
una parte en concreto sino a la parte reclamante, quienquiera fuere.
Bajo derecho peruano, estas cláusulas podrían ser válidas, porque el artículo 1354° del Código Civil permite la libertad
de pactos en tanto no vayan en contra de normas imperativas (denominada libertad de configuración interna) y lo que
prohíbe el artículo 26° de la LAP (en consonancia con el artículo 23° que es permisivo con la forma de designar los
árbitros, siempre que se respete la igualdad) es un pacto en virtud del cual una parte obtenga ventajas sobre la otra en
la designación del tribunal, pero un paso atrás, que es la decisión unilateral de una parte –y no de la otra- de ir a arbitraje
o al Poder Judicial, no está prohibida. En ese contexto, es bastante común encontrar unilateral option clauses parciales,
es decir, se reserva el derecho (pero no la obligación) de acudir al Poder Judicial o a otras instancias a una parte, pero
solo sobre ciertos temas como, por ejemplo, ejecución de garantías o ejecución de títulos valores.
42
forma legal, no se estará respetando el principio de igualdad, pero si el proceso
arbitral es bien llevado sí se podría respetar el principio de imparcialidad.
Por otro lado, para entenderlo a cabalidad debemos comprender que un trato
diferenciado por parte de los árbitros no supone, necesariamente, un
incumplimiento a este principio, o que los árbitros no son imparciales o
independientes. Como señala Gary Born:
En este sentido, como señalan Sachs y Lörcher “the principle is only violated if
the different treatment of the parties results in an unequal chance to present their
case” (Sachs & Torsten, 2007). Esto quiere decir, como señalamos supra, que el
vicio debe ser severo. No significa que la desigualdad deje de serlo por no ser
severa, igual va a ser un tratamiento inequitativo, sin embargo, para que genere
una nulidad, el vicio deberá ser relevante.
43
contradicción (que conlleva implícito el de igualdad), prueba y a una
decisión debidamente motivada. En este sentido y conforme lo afirma
el autor Wong, “el derecho a un árbitro o Tribunal imparcial se
encuentra implícito a su vez en el derecho a la igualdad”, ello en
atención a que, existe tratamiento igual por las personas que son
imparciales. (Corte Superior de Justicia de Lima, 2012)
Las preguntas que un operador jurídico podría hacerse cuando tiene un caso
entre manos en los que estos principios resulten relevantes son:
Por ejemplo, José María Alonso define el debido proceso como aquella situación
en la cual “(…) la parte afectada [haya] tenido la oportunidad de ser oída, esto
107
Artículo 28° incisos 1 y 2 de la LAP.
108
Para una excelente referencia sobre el derecho a la prueba, véase BUSTAMANTE ALARCÓN, Reynaldo. El derecho
a probar como elemento esencial de un proceso justo. Lima, ARA Editores, 2001.
44
es, haber conocido el caso que le concierne, y que haya habido una adecuada
notificación, una audiencia de pruebas y una decisión imparcial de los árbitros”.
(Alonso, 2008)
Ahora bien, no en todos los distintos tipos de procesos (i.e. judiciales, arbitrales,
administrativos, parlamentarios) rigen, de manera idéntica, todas las garantías
del debido proceso. Por ejemplo, como señala Reed y Freda: “Yet, the concept
of due process under this standard is not the same as ‘court process’ U.S. courts
construing due process under Article V(1)(b) define it as ‘the opportunity to be
heard at a meaningful time in a meaningful manner.’”(Reed & Freda, 2008)
Las primeras, esto es, las garantías del debido proceso tradicional que no se
aplican al arbitraje, serían el derecho a la segunda instancia, el derecho a un
juez predeterminado por ley, entre otros. Lo que ocurre es que la propia
naturaleza del arbitraje, así como la voluntad del legislador al establecer las
condiciones para llevar este proceso, permitieron que determinados actos que
se realizaban en otros procesos no sean homologables en el arbitraje. Se genera
un proceso que es diferente y que, por sus características diferentes, es recurrido
por las partes. Al final, las partes no pactan el arbitraje para que funcione con el
Poder Judicial.
109
En este sentido, Santistevan de Noriega citando a Landa señala que: “(…) dichas garantías [las del debido proceso]
serán aplicables al arbitraje siempre que sean compatibles con la naturaleza y fines de dicha institución. Solo serán
aplicables aquellas exigencias que no vulneren la flexibilidad, neutralidad y confidencialidad, que, como modalidad
alternativa de solución de controversias en la que prevalece por encima de todo la voluntad de las partes, tiene el
arbitraje”. (Santistevan, 2007)
45
Como veremos en el principio de mínima intervención judicial e irrevisabilidad
del fondo del laudo, en el arbitraje solo existe el proceso de anulación, el cual
no es instancia y su revisión del laudo es solo para determinar si se ha cumplido
con estándares del debido proceso, no para enmendar la plana en caso de
errores de fondo de los árbitros. En palabras anteriores, en la acción de
anulación lo que se puede cuestionar son los errores in procedendo y no los in
iudicando.
Ahora bien, así como existen derechos que no aplican al arbitraje, existen las
garantías del debido proceso que sí se aplican al arbitraje. Estas serían, por
ejemplo, el derecho a que se designe el árbitro conforme a lo dispuesto por la
ley, el reglamento aplicable (de ser el caso) y el convenio arbitral, que el árbitro
reúna las calificaciones exigidas, que sea imparcial, que revele la información
necesaria, que una parte pueda presentar su caso y pueda defenderse (no
indefensión), que se respete el principio de igualdad, que se pueda presentar
pruebas, que el laudo esté motivado110 y que sea congruente.
Por otro lado, en un plano más internacional se utiliza fórmulas más generales
cuando se hace mención al debido proceso. Por ejemplo, Jana y Armer, citando
a Bernardini señalan que: “[Due process] may be summarized in three
fundamental principles: (1) the right to be heard (at least in writing); (2) audi
alteram partem (i.e., make each party aware of its opponent's case and allow it
to rebut the same); (3) the right to be treated alike.” (Jana & Armer, 2010).
46
community, when they are in conflict with the perceived needs of a
thriving international commerce, they will be observed only in their
most basic requirements.111 (Allsop, 2017)
Ahora bien, para que proceda una anulación, los hechos probados deberán
encuadrar dentro de una causal de anulación (y no solamente como una
vulneración de los principios descritos en este capítulo), además de ser severos.
Conforme a la LMU, causales de anulación vinculadas al debido proceso serían:
En resumen:
• Ausencia de notificación
• Imposibilidad de hacer valer sus derechos, esto es, derecho de
defensa
• Composición del tribunal o irregularidad del proceso arbitral
respecto del convenio arbitral, reglamento o ley arbitral aplicable
• Incongruencia112.
.
111
112
Respecto de este punto, revisar: Cal, M. Principio de Congruencia en los Procesos Civiles. En: Revista de Derecho
de la Universidad de Montevideo. pp. 11-24. Rescatado de: http://revistaderecho.um.edu.uy/wp-
content/uploads/2012/12/Cal-Laggiard-Principio-de-Congruencia-en-los-Procesos-Civiles.pdf
El mencionado autor citando a Echandía define al principio de congruencia como “El principio normativo que exige la
identidad jurídica entre lo resuelto, en cualquier sentida, por el Juez en la sentencia y las pretensiones y excepciones
planteadas por las partes (…)”. Asimismo, el autor divide dicho principio en tres tipos: (i) congruencia en el objeto; (ii)
congruencia en los sujetos; y (iii) congruencia en la causa petendi.
47
Como lo veremos al tratar el principio de flexibilidad, algo que ocurre mucho en
el arbitraje (y en menor medida en el proceso judicial) es el cambio en el petitum
o en las posiciones de las partes. Pero esta flexibilidad tiene un límite: el debido
proceso y el derecho de defensa de las partes. Por ejemplo, en el párrafo 416
del laudo Azurix v. Argentina113 se decretó que los montos a tomar en
consideración eran los señalados en los escritos iniciales de Azurix y no el
presentado en su escrito final (a pesar de que, en rigor, pudo haber una
modificación de pretensiones), que fue de presentación simultánea con el de
Argentina, porque Argentina no tuvo oportunidad de defenderse. Con esta
decisión en Azurix, se puede apreciar que el derecho a un debido proceso (en
su faz del derecho de defensa y de contradicción) constituye un límite a la
flexibilidad del proceso arbitral.
Para terminar este capítulo, citamos algunas preguntas que se podría hacer un
juez o árbitro enfrentado a una alegación de debido proceso:
Estos tres son, probablemente, los principios que más identifican al arbitraje,
pues son propios de su naturaleza. La posibilidad de que las partes y centros
diseñen sus propias reglas es, sin duda, una de las características que identifica
a este proceso y hace que las partes lo seleccionen como el mecanismo para
solucionar sus controversias.
Respecto del primer grupo señala que “La incongruencia respecto al objeto (…) se manifiesta en tres modalidades, será
positiva, cuando se falle sobre más de lo previsto, negativa, cuando se pronuncie sobre menos de lo requerido y mixta
cuando se pronuncia sobre algo distinto a lo pedido”.
Respecto del segundo grupo precisa que “La decisión jurisdiccional condena a quienes no son parte juntamente con
quienes sí lo son (incongruencia por exceso), u olvida condenar a quién corresponde hacerlo (incongruencia subjetiva
por defecto).
Finalmente, estaremos frente al tercer grupo cuando “(…) se ha fallado fuera de lo solicitado, ya que se resuelve
excediendo los límites del objeto y fundamentos esgrimidos por el actor”.
113
Laudo arbitral del 14 de Julio de 2006, Azurix Corp. (Claimant) And The Argentine Republic (Respondent) Icsid Case
No. Arb/01/12. El Tribunal Arbitral señaló en el párrafo 416 lo siguiente:
“416. First, the Tribunal notes that Azurix’s request for compensation in its Memorial is limited to amounts related to
the Canon payment, the additional capital contributions made, the accounts receivable and consequential costs. This
request is confirmed in the Reply. In the Post-Hearing Memorial the accounts receivable are not included in the
definition of “full compensation” and, on the other hand, an amount in excess of $55 million is claimed on account of
discrete damages detailed in the NERA report. The Tribunal considers that the Post-Hearing Memorial is not the place
to change the submissions for compensation since the simultaneous timing of the memorials of the parties does not
permit the other party to comment on the changes made. Thus, the Tribunal shall retain for consideration the
compensation requested in the Memorial and confirmed in the Reply. The Tribunal is aware that the discrete damages
listed in the NERA report are part of the allegations made in the Memorial but they were not included in the calculation
of compensation pleaded then by the Claimant”.
48
Mientras que en el arbitraje estos tres principios son la regla, en el proceso
judicial son la excepción. En efecto, son pocas las cuestiones en el proceso
judicial en las que las partes pueden apartarse de las normas procesales, éstas
pocas son –por ejemplo- la prórroga expresa o tácita de la competencia territorial,
la posibilidad de renunciar vía convenio a presentar recursos de casación o
apelación, entre otros. A diferencia de lo que ocurre en el Poder Judicial, el
arbitraje no se sujeta a una norma de manera irrestricta, como sucede con los
códigos procesales, sino que la ley de arbitraje termina siendo supletoria al pacto
de las partes, permitiendo que estas, en casi todo aspecto, puedan pactar en su
contra.
Cuestiones sobre las que, por ejemplo, sí se podría pactar en el Perú son:
114
Ver, por ejemplo, Guías de la IBA sobre redacción de convenios arbitrales.
115
Cfr. Effective Management of Arbitration. A Guide for In-House Counsel and Other Party Representatives. El citado
documento puede ser revisado en el siguiente enlace: http://www.icc-chile.cl/wp-content/uploads/2014/07/Guide-
Effective-Management-of-Arbitration.pdf
116
Con el límite que la elección de la ley aplicable no puede ser abusiva ni constituir un fraude a la ley.
117
Por ejemplo, en el Convenio CIADI se contempla la posibilidad de que el instrumento donde se otorgue el
consentimiento a la jurisdicción del CIADI se contempla que un tribunal NO está autorizado a conceder medidas
cautelares. De otro lado, la LMU también contempla la posibilidad de derogar convencionalmente la posibilidad de que
el tribunal otorgue medidas cautelares. Así, su artículo 17 señala:
Artículo 17. Facultad del tribunal arbitral para otorgar medidas cautelares
1.- Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá, a instancia de una de ellas, otorgar
medidas cautelares.
Por ejemplo, en Perú, la LAP no contempla el “salvo pacto en contrario” que sí está contenido en la LMU. Por
ello, consideramos que en Perú no se podría derogar convencionalmente la posibilidad de que el tribunal
arbitral dicte medidas cautelares. En efecto, el primer párrafo del artículo 47.1 de la LAP señala lo siguiente:
Artículo 47.- Medidas cautelares.
1. Una vez constituido, el tribunal arbitral, a petición de cualquiera de las partes, podrá adoptar las medidas
cautelares que considere necesarias para garantizar la eficacia del laudo, pudiendo exigir las garantías que
49
tribunal, pero las partes pueden acordar renunciar a dicho derecho y
que todo sea examinado por el árbitro de emergencia.
• El árbitro de emergencia.
• El consolidar arbitrajes (al menos en Perú) se tiene que pactar para
que ocurra. Si no se pacta, no puede haber consolidación, a no ser
que haya una norma legal que lo obligue118.
• La adición o la omisión de ciertas etapas del proceso arbitral, por
ejemplo, la eliminación de la dúplica y réplica, la fusión de distintas
audiencias en una sola119.
• Un número máximo de páginas o de temas para los escritos.
• La forma de presentar los medios probatorios, por ejemplo, siguiendo
lo establecido en las Reglas de la IBA sobre la práctica de pruebas o
como se haya establecido en el reglamento aplicable.
• Los plazos para demandar y contestar120.
• El límite de testigos.
• El que puede haber un arbitraje sin audiencias orales (como ocurre en
el denominado arbitraje acelerado)121.
• Arbitrar sobre cuestiones que no estaban contempladas en el convenio
arbitral122.
• Conocida una causal de incompatibilidad de un árbitro, y siempre que
ésta no sea esencial, una parte podría –en ejercicio de su autonomía-
renunciar a recusar al árbitro por dicha causal123 o simplemente no
ejercer su derecho.
• La prórroga de los plazos para presentar los escritos.
• En las sedes donde aún se contempla el recurso de apelación al laudo,
éste suele ser renunciable124.
• La posibilidad de que el laudo no sea motivado125.
• La posibilidad de que el laudo recoja una transacción entre las partes
y tenga el valor jurídico de un laudo (consent award)126.
• En arbitraje entre privados, la confidencialidad es la regla, pero se
puede pactar en contra de ella127. Por regla general, en arbitraje con
el Estado, el laudo es público128, lo demás sigue siendo confidencial.
estime conveniente para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda ocasionar la ejecución
de la medida.
118
Artículo 39.4 de la LAP.
119
Ver Guía de la ICC sobre manejo eficiente de procesos arbitrales, en donde se señala que una forma de reducir el
tiempo en un arbitraje es omitiendo ciertas etapas o escritos, por ejemplo, omitiendo la presentación de dúplica y réplica.
120
Artículo 39.1 de la LAP.
121
Artículo 42.1 de la LAP.
122
En efecto, la jurisdicción del tribunal está circunscrita a cuestiones que estén dentro del alcance del convenio arbitral.
Sin embargo, las partes pueden ampliar expresamente este alcance incluyendo nuevas controversias (a través de una
adenda al convenio arbitral o en el acta de instalación o de misión) o bien pueden ampliar el alcance del convenio arbitral
a través de la omisión en objetar la competencia del tribunal a la pretensión sometida por una parte que, inicialmente, no
hubiese sido contenido dentro del convenio arbitral.
123
Ver Guía de la IBA sobre Conflictos de Interés en el Arbitraje Internacional. Por ejemplo, las causales que se
encuentran en la denominada Lista Roja no son renunciables aun cuando sean reveladas por la parte. Por poner un
ejemplo extremo, aun cuando la contraparte acepte, no es factible que el árbitro sea socio del estudio de abogados que
está patrocinando a una de las partes.
124
Así era en Perú, cuando estaba vigente la antigua Ley N° 26572, Ley General de Arbitraje, que contemplaba el recurso
de apelación para el arbitraje, pero permitía que las partes renuncien al mismo. Por eso, se hizo costumbre que en los
convenios arbitrales se señale que el laudo era inapelable.
125
Artículo 56.1 de la LAP.
126
Artículo 50.1 de la LAP.
127
Artículo 51.1 de la LAP.
128
Artículo 51.3 de la LAP.
50
• Las partes pueden pactar “congelar” el reglamento de la institución
arbitral vigente al momento de la firma del convenio arbitral, de manera
que, si este reglamento cambia, igual las partes arbitran conforme a
las reglas del anterior129.
• Se puede pactar en contra del artículo 14°. Esto es, vía convenio
arbitral, se podría acordar que las partes, ellas y sola ellas, pueden ser
las incorporadas al arbitraje, no pudiendo el tribunal llamar o incorporar
a partes no signatarias.
Puede haber otros pactos más, pero esta autonomía tiene límites. Así, no puede
ir contra del principio de igualdad, el contenido esencial al derecho a un debido
proceso, el principio de congruencia, los demás principios del arbitraje, las
normas imperativas de la ley de arbitraje de la sede130. Cuando se vaya en contra
de una norma imperativa o en contra de estos principios, la autonomía o
flexibilidad no podrá operar. El hecho de que el arbitraje permita pactos de las
partes para poder adecuarlo a sus intereses no implica que se abuse de los
mismos y que no se puedan ejecutar acorde a las reglas que se deben respetar,
en el marco de la ley de arbitraje del lugar de la sede.
129
Artículo 7.4 de la LAP.
130
Ver las causales de anulación del laudo o de no reconocimiento conforme a la Convención de Nueva York.
131
Artículo 23 de la LAP.- Libertad de procedimiento de nombramiento.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos d y e de este artículo, las partes podrán acordar libremente el
procedimiento para el nombramiento del árbitro único o de los árbitros o someterse al procedimiento contenido en
un reglamento arbitral, siempre que no se vulnere el principio de igualdad. A falta de acuerdo, se aplicarán las
siguientes reglas:
Artículo 26.- Privilegio en el nombramiento.
Si el convenio arbitral establece una situación de privilegio en el nombramiento de los árbitros a favor de alguna de
las partes, dicha estipulación es nula.
51
• El contenido esencial del derecho a un debido proceso, lo que se
manifiesta en impedir a una parte o a ambas a presentar su caso132.
• Disposiciones imperativas de la ley de la sede.
• Disposiciones imperativas del reglamento arbitral del centro que
administra el arbitraje, para el caso de arbitraje institucional.
• La prescindencia absoluta de medios probatorios133 (aunque sí se
puede limitar).
• Renunciar a interponer el recurso de anulación, pues a nuestro juicio,
el derecho y la posibilidad de interponer un recurso de anulación es
irrenunciable en el arbitraje nacional (en el internacional sometido a ley
peruana de arbitraje sí es renunciable, siempre que el arbitraje tenga
mínimos contacto en el Perú)134.
• No se puede renunciar a los pactos que permitan interrumpir la
prescripción135.
• Aquellos vicios que constituyen causales de anulación del laudo
constituyen límites inderogables por la autonomía, por ejemplo:
o Invalidez del convenio arbitral
o Imposibilidad de hacer valer sus derechos
o Normas imperativas sobre la composición del tribunal arbitral y
sobre las actuaciones arbitrales, sean normas del centro arbitral
o la lex arbitri.
o Que el procedimiento arbitral no se haya seguido de acuerdo a
lo establecido por las partes.
132
Artículo 34.- Libertad de regulación de actuaciones.
1. Las partes podrán determinar libremente las reglas a las que se sujeta el tribunal arbitral en sus actuaciones.
A falta de acuerdo o de un reglamento arbitral aplicable, el tribunal arbitral decidirá las reglas que considere
más apropiadas teniendo en cuenta las circunstancias del caso.
2. El tribunal arbitral deberá tratar a las partes con igualdad y darle a cada una de ellas suficiente oportunidad
de hacer valer sus derechos.
3. Si no existe disposición aplicable en las reglas aprobadas por las partes o por el tribunal arbitral, se podrá
aplicar de manera supletoria, las normas de este Decreto Legislativo. Si no existe norma aplicable en este
Decreto Legislativo, el tribunal arbitral podrá recurrir, según su criterio, a los principios arbitrales, así como a
los usos y costumbres en materia arbitral.
4. El tribunal arbitral podrá, a su criterio, ampliar los plazos que haya establecido para las actuaciones arbitrales,
incluso si estos plazos estuvieran vencidos.
133
Se podrá pactar limitar medios probatorios, por ejemplo, limitar el número de testigos o incluso restringir la posibilidad
de tener testigos, sin embargo, lo que no se puede restringir es la posibilidad de incorporar medios probatorios, pues ello
sería renunciar al contenido esencial al derecho a un debido proceso en su dimensión del derecho a probar. El laudo
podría ser anulado por razones de imposibilidad de las partes de hacer valer sus derechos.
134
Artículo 63.- (…) 8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su domicilio,
residencia habitual o lugar de actividades principales en territorio peruano, se podrá acordar expresamente la renuncia
al recurso de anulación o la limitación de dicho recurso a una o más causales establecidas en este artículo. Si las partes
han hecho renuncia al recurso de anulación y el laudo se pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo
previsto en el título VIII.
135
Tercer párrafo de la Novena Disposición Complementaria Final de la LAP.
52
Asimismo, Born sostiene que:
136
“La flexibilidad, sin embargo, tiene sus límites cuando la aplicación elástica de las reglas que definen el marco procesal
tiene un impacto negativo en los derechos procesales de uno de los litigantes. Entonces es el momento en que los
árbitros deben endurecer sus espaldas y hacer cumplir las reglas que rigen el proceso. De hecho, cuando la
flexibilidad implica una violación del derecho al debido proceso o de la igualdad de trato, se está deslizando hacia un
caos procesal. Esto puede demostrarse con la presentación tardía. Si bien en circunstancias normales un retraso de
6 horas no afectará negativamente los derechos procesales de las otras partes, el asunto puede ser bastante
diferente si la demora ocurre en lo que debería ser una presentación simultánea. Una parte que ha tenido un extra
de seis horas para estudiar los argumentos de su oponente podría estar en una posición ventajosa al presentar su
propio escrito tarde. Si el tribunal arbitral, frente a la objeción de una parte, simplemente admite la presentación tardía
sin tomar medidas correctivas para corregir el desequilibrio procesal creado por la inobservancia por parte de las
partes de la fecha límite, estará cometiendo una injusticia procesal.” (Pitkowitz, 2017)
53
• ¿Al pactar de manera autónoma y libre el convenio arbitral, no se han
transgredido normas de carácter imperativo?
• ¿Los términos del convenio arbitral no contravienen otros principios
propios del arbitraje encubiertos bajo una aparente libertad?
• ¿La flexibilidad respecto a los plazos y los modos de llevar a cabo las
actuaciones dentro del procedimiento arbitral no terminan por vulnerar
el derecho al debido proceso?
• ¿Se está frente a una norma imperativa? ¿Se permite la flexibilidad o
el pacto en contrario?
• ¿La flexibilidad está beneficiando a ambas partes? ¿Se está
perjudicando a alguna de estas?
• ¿Las partes se están extralimitando o exacerbando esa flexibilidad?
13. Confidencialidad
137
Mundi, J. (s. f.). Wiki Note: Confidentiality.
https://jusmundi.com/en/document/publication/en-confidentiality
138
Reglamento de Arbitraje de la CNUDMI. (2021). Comisión de Las Naciones Unidas Para El
Derecho Mercantil Internacional.
139
Artículo 51 de la LAP.- Confidencialidad.
1. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral, el secretario, la institución arbitral y, en su caso,
los testigos, peritos y cualquier otro que intervenga en las actuaciones arbitrales, están
obligados a guardar confidencialidad sobre el curso de las mismas, incluido el laudo, así como
sobre cualquier información que conozcan a través de dichas actuaciones, bajo
responsabilidad.
2. Este deber de confidencialidad también alcanza a las partes, sus representantes y asesores
legales, salvo cuando por exigencia legal sea necesario hacer público las actuaciones o, en su
54
actuaciones arbitrales, los cuales están obligados a no divulgar la información
de estas como también del laudo. Así como también, se detalla que este deber
de confidencialidad, alcanza a las partes, sus representantes y asesores legales,
salvo se requiera su publicidad por exigencia legal como es en el caso de la
interposición de un recurso de anulación o ejecución el laudo en sede judicial.
En el último inciso modificado por el artículo 2 del Decreto de Urgencia N° 020-
2020, se precisó que si el Estado peruano interviene como parte tanto las
actuaciones arbitrales como el laudo serán públicos al haber concluido el
proceso arbitral, tomando en cuenta que las instituciones arbitrales reglamentan
las disposiciones pertinentes, si el arbitraje es ad hoc, la entidad estatal que
interviene como parte asume dicha obligación.
Es posible a través del convenio arbitral, que las partes puedan fijar los aspectos
del procedimiento que deseen que sean confidenciales, esto gracias a la
inserción de un “pacto o acuerdo de confidencialidad”141 , lo que puede permitir
reducir controversias en el futuro y producir una mayor transparencia.
caso, el laudo para proteger o hacer cumplir un derecho o para interponer el recurso de
anulación o ejecutar el laudo en sede judicial.
3. En los arbitrajes en los que interviene como parte el Estado peruano, las actuaciones
arbitrales y el laudo son públicos una vez que ha concluido el proceso arbitral, observando las
excepciones establecidas en las normas de transparencia y acceso a la información pública.
Cada institución arbitral reglamenta las disposiciones pertinentes. En los arbitrajes ad hoc
asume dicha obligación la entidad estatal que intervino en el arbitraje como parte.
140
Artículo 1 del Código de Ética para el Arbitraje en Contrataciones del Estado. – Alcances
1.1 El Código de Ética para el Arbitraje en Contrataciones del Estado (en adelante, el
Código) es aplicable a los arbitrajes administrados por el Organismo Supervisor de las
Contrataciones del Estado (en adelante, OSCE), arbitrajes ad hoc y, supletoriamente a
los arbitrajes administrados por instituciones arbitrales que tengan aprobado un
Código de Ética o que, teniendo uno, no establezca la infracción cometida por el
árbitro o no establezca la sanción aplicable.
141
Blog de Derecho de los Negocios. (2016). ¿Es realmente confidencial el arbitraje?
https://dernegocios.uexternado.edu.co/controversia/es-realmente-confidencial-el-arbitraje/
55
interposición de un recurso contra el laudo, en el Perú existen dos principales
excepciones a este principio, que son principales excepciones establecidas son:
i) la exigencia legal; y, ii) la anulación y/o ejecución del laudo142 . Roque
Caivano es claro y establece no se han contemplado supuestos en los que la
propia Ley permite la intervención judicial143 , no obstante, al someterse ante un
juez, se está dejando de lado la confidencialidad para poder hace valer un
derecho finalmente.
“La razón por la que se debe publicitar los laudos en los que interviene el
Estado ha sido claramente definida en la exposición de motivos, ya que “se
pueden haber resuelto materias que importan al interés general o al uso o
afectación de los fondos públicos, situaciones en las que por transparencia,
los ciudadanos y autoridades deben contar con acceso a la información
pertinente”. (2020, p. 61)
142
Serván, N. Armonizando tensiones: La necesidad de transparencia en el arbitraje sin destruir
la confidencialidad. Forseti. Revista De Derecho, 8(12), 2020, p. 55
143
Caivano, R. "El deber de confidencialidad de los árbitros en el arbitraje comercial desde un
enfoque comparativo". En Lima Arbitration, núm. 4, 2010, p.122
144
Artículo 3 del Código de Ética para el Arbitraje en Contrataciones del Estado. – Reglas de
Conducta
e) Una vez aceptado el encargo, los árbitros deben ejercer sus funciones hasta concluirlas.
Excepcionalmente, sólo cabe la renuncia por causas sobrevinientes que comprometan su
independencia o por motivos de salud, por lo que la renuncia debe responder a razones
sustentadas y justificadas ante las partes. Cuando ello ocurra, deben devolver la
documentación presentada por las partes que tengan en su poder, teniendo en consideración
el principio de confidencialidad.
145
Expediente 441-2018-01817-SP-CO-02.
56
Historia distinta sucede en el arbitraje comercial internacional, el carácter
confidencial del procedimiento arbitral en esta modalidad de arbitraje puede
repercutir de manera positiva en la reducción y solución de las tensiones que se
producen entre las partes, debido a que un quiebre de esta confidencialidad por
parte de un árbitro o de la misma institución arbitral encargada de administrar el
proceso "puede dar lugar a una acción en su contra ante tribunales competentes
y hasta a la nulidad del laudo146”.
En virtud de lo establecido en las Reglas de Arbitraje del CIADI, las partes tienen
la posibilidad de adaptar el nivel de transparencia de sus procedimientos, en
ocasiones las partes llegan a un acuerdo en base a la información y los
documentos que se desean mantener de modo público o en reserva. Las partes
también tienen la opción de permitir el ingreso de público a audiencias a través
de transmisiones por internet o en persona148 .
Por lado del arbitraje comercial internacional, según Nayiber Febles Pozo, la
transparencia impera como un rasgo esencial, facilitando una mejor evaluación
de los árbitros y de sus competencias, por lo que el propio tribunal arbitral podría
hacer público cualquier acto ilícito entre las partes o durante el propio
procedimiento arbitral 149.
146
FERNÁNDEZ, J. C., "Trayectoria y contornos del mito de la confidencialidad en el arbitraje
comercial", cit., 339.
147
De Boisséon, Matthieu. Le droit français de l’arbitrage interne et international, GLN-Joly,
1990, p. 684.
148
La Confidencialidad y transparencia - Arbitraje en virtud del Convenio del CIADI | CIADI. (s.
f.). https://icsid.worldbank.org/es/servicios/arbitraje/convenio/proceso/la-confidencialidad-
transparencia
149
Pozo, N. F. (2021). Confidencialidad, privacidad y transparencia en el arbitraje
internacional*. https://www.redalyc.org/journal/4175/417566095016/html/
150
Arbitraje y transparencia. (2023). Noticias | Diario Oficial El Peruano.
http://www.elperuano.pe/noticia/201668-arbitraje-y-transparencia
57
Eduardo Silva Romero señala en su artículo151 que según la doctrina existen dos
límites a la transparencia, que son los siguientes:
151
SILVA, É., "Confidencialidad y transparencia en el arbitraje internacional", Lima Arbitration,
n.° 5, 2012/2013, pp. 51.
152
Resumidamente, peticiones al Poder Judicial para suspender un arbitraje en curso o evitar el inicio de uno.
58
“With respect to the timing of judicial intervention on jurisdictional matters,
the Federal Arbitration Act creates no statutory presumption that courts
should await the award before pronouncing themselves on an arbitrator´s
authority to hear a dispute. At any stage in the arbitral process, courts can
decide whether a particular matter has been (or can be) submitted to
arbitration, usually in the context of a motion to compel arbitration or to
stay litigation. Courts remain free to order jurisdictional questions to be
resolved by a jury. In this respect, American law differs from that of many
other countries, which provide full jurisdictional review by courts only after
an award has been rendered.” (Park, 2005)
Cada ley arbitral suele tener (i) una norma general consignando el principio de
mínima intervención judicial (como lo hace la LMU en su artículo 5°) y, además,
(ii) conteniendo normas específicas que concretizan este principio en distintos
aspectos del proceso arbitral (i.e. competencia exclusiva a veces del tribunal
para dictar medidas cautelares una vez que está constituido, irrevisabilidad del
laudo por razones de fondo, entre otras). Lo que se debe entender de esta
primera parte es que, al momento de seleccionar la sede del arbitraje, las partes
deben tomar en cuenta que cada lugar tendrá reglas específicas para
condicionar la participación del Poder Judicial en el proceso.
153
Artículo 5. Alcance de la intervención del tribunal
En los asuntos que se rijan por la presente Ley, no intervendrá ningún tribunal salvo en los casos en que esta Ley
así lo disponga.
154
Artículo 8. Acuerdo de arbitraje y demanda en cuanto al fondo ante un tribunal
1) El tribunal al que se someta un litigio sobre un asunto que es objeto de un acuerdo de arbitraje remitirá a las partes
al arbitraje si lo solicita cualquiera de ellas, a más tardar, en el momento de presentar el primer escrito sobre el fondo
del litigio, a menos que se compruebe que dicho acuerdo es nulo, ineficaz o de ejecución imposible.
155
Artículo 3.- Principios y derechos de la función arbitral.
1. En los asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los
casos en que esta norma así lo disponga.
2. El tribunal arbitral tiene plena independencia y no está sometido a orden, disposición o autoridad que
menoscabe sus atribuciones.
4. Ninguna actuación ni mandato fuera de las actuaciones arbitrales podrá dejar sin efecto las decisiones del
tribunal arbitral, a excepción del control judicial posterior mediante el recurso de anulación del laudo
contemplado en este Decreto Legislativo. Cualquier intervención judicial distinta, dirigida a ejercer un
control de las funciones de los árbitros o a interferir en las actuaciones arbitrales antes del laudo, está sujeta a
responsabilidad.
156
Artículo 23.- Libertad de procedimiento de nombramiento.
d. Si en cualquiera de los supuestos anteriores no se llegue a nombrar uno o más árbitros, el nombramiento será
efectuado, a solicitud de cualquiera de las partes, por la Cámara de Comercio del lugar del arbitraje o del lugar de
celebración del convenio arbitral, cuando no se hubiese pactado el lugar del arbitraje. De no existir una Cámara de
Comercio en dichos lugares, el nombramiento corresponderá a la Cámara de Comercio de la localidad más cercana.
59
recusación157 y remoción158 de los árbitros por las Cámaras de Comercio,
kompetenz-kompetenz159 la competencia excluyente y exclusiva del tribunal
arbitral para dictar medidas cautelares una vez constituido160, la expresa mención
a que la anulación no es por razones de fondo161 (lo que tratamos a renglón
seguido), entre otras normas.
157
Artículo 29.- Procedimiento de recusación.
d. Si la otra parte no conviene en la recusación y el árbitro recusado niega la razón o no se pronuncia, se procederá
de la siguiente manera:
ii) Tratándose de un tribunal arbitral conformado por más de un árbitro, resuelven la recusación los demás árbitros
por mayoría absoluta, sin el voto del recusado. En caso de empate, resuelve el presidente del tribunal arbitral, a
menos que él sea el recusado, en cuyo caso resuelve la institución arbitral que hubiese efectuado su nombramiento
o, a falta de ésta, la Cámara de Comercio correspondiente, conforme al inciso d y e del artículo 23.
158
Artículo 30.- Remoción.
3. Si en cualquier momento, los otros árbitros deciden continuar con el arbitraje sin la participación del árbitro
renuente, notificarán su decisión a las partes. En este caso, cualquiera de ellas podrá solicitar a la institución que
efectuó el nombramiento, o en su defecto, a la Cámara de Comercio correspondiente conforme a los incisos d) y e)
del artículo 23, la remoción del árbitro renuente y su sustitución conforme el numeral 1 de este artículo.
159
El cual es un principio independiente, pero, además, vinculado al principio de mínima intervención judicial.
Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral.
1. El tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las excepciones
u objeciones al arbitraje relativas a la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral o
por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera otras cuya estimación impida
entrar en el fondo de la controversia. Se encuentran comprendidas en este ámbito las excepciones por prescripción,
caducidad, cosa juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la continuación de las actuaciones arbitrales.
160
Artículo 47.- Medidas cautelares.
1. Una vez constituido, el tribunal arbitral, a petición de cualquiera de las partes, podrá adoptar las medidas cautelares
que considere necesarias para garantizar la eficacia del laudo, pudiendo exigir las garantías que estime conveniente
para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda ocasionar la ejecución de la medida.
4. Las medidas cautelares solicitadas a una autoridad judicial antes de la constitución del tribunal arbitral no son
incompatibles con el arbitraje ni consideradas como una renuncia a él. Ejecutada la medida, la parte beneficiada
deberá iniciar el arbitraje dentro de los diez (10) días siguientes, si no lo hubiere hecho con anterioridad. Si no lo
hace dentro de este plazo o habiendo cumplido con hacerlo, no se constituye el tribunal arbitral dentro de los noventa
(90) días de dictada la medida, ésta caduca de pleno derecho.
5. Constituido el tribunal arbitral, cualquiera de las partes puede informar a la autoridad judicial de este hecho y pedir
la remisión al tribunal del expediente del proceso cautelar. La autoridad judicial está obligada, bajo responsabilidad,
a remitirlo en el estado en que se encuentre, sin perjuicio de que cualquiera de las partes pueda presentar al tribunal
arbitral copia de los actuados del proceso cautelar. La demora de la autoridad judicial en la remisión, no impide al
tribunal arbitral pronunciarse sobre la medida cautelar solicitada, dictada o impugnada. En este último caso, el tribunal
arbitral tramitará la apelación interpuesta bajo los términos de una reconsideración contra la medida cautelar.
161
Artículo 62.- Recurso de anulación.
1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación
del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente establecidas en el artículo 63.
2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo responsabilidad,
pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones
o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.
60
In the absence of an express agreement between the parties for an
explanation of the tribunal´s decision, the scope of judicial review of an
unreasoned arbitral award remains quite narrow –even in jurisdictions
which require reasoned awards [como la peruana, salvo pacto en contra].
Most courts in such jurisdictions draw a distinction between the existence
of reasons and their contents; while a complete lack of reasons may
provide grounds for vacating the award, insufficient or contradictory
reasons generally do not. (Corchetes agregados) (Jarvin, 2008)
¿Cuándo hay afectaciones, pero no tan severas, a la motivación del laudo que
no ameritarían la anulación del laudo?
Por ejemplo:
162
Como bien dice José Carlos Taboada Mier (Taboada, J. Para ti nada es suficiente. Propuesta para la correcta revisión
de la motivación en el recurso de anulación) “Esta última frase nos lleva a pensar si es que el control de la motivación
que se realiza en el arbitraje no guarda relación con la persuasión que le puede o no generar a un juez leer los
fundamentos que ha realizado un árbitro. La motivación tiene como objetivo el poder justificar la decisión, pero no
persuadir de la misma a más personas.“
61
valorar las pruebas163, lo que concuerda con el principio de
irrevisabilidad del fondo del laudo.
Como es fácil apreciar, esta sentencia, lejos de hacer una revisión sobre el
respeto al debido proceso (específicamente, los estándares mínimos de
motivación), evalúa elementos que no debería ser objeto de dicho análisis.
Concuerdo con Taboada cuando menciona que “no se puede exigir realizar un
análisis individual de cada prueba que se presenta por las partes, ni señalar, de
forma indirecta, el pronunciamiento sobre alguna de ellas”. (Taboada, 2018)
163
Artículo 43 de la LAP.- Pruebas.
1. El tribunal arbitral tiene la facultad para determinar de manera exclusiva la admisión, pertinencia, actuación
y valor de las pruebas y para ordenar en cualquier momento la presentación o la actuación de las pruebas que
estime necesarios.
2. El tribunal arbitral está facultado asimismo para prescindir motivadamente de las pruebas ofrecidas y no
actuadas, según las circunstancias del caso.
164
Revisar las Sentencias del Tribunal Constitucional Peruano Expedientes N° 9598-2005-PHC/TC y 4348-2005-PA/TC.
Citadas por Taboada. Ibid. P. 145
165
Por ejemplo, Taboada menciona: “Para realizar este mecanismo de forma satisfactoria, el juez tendría que explicar las
premisas que lo llevan a la conclusión, no sólo en lo que respecta a la premisa menor del caso, sino también a la premisa
mayor, la cual está compuesta por la norma jurídica. Esto representa un juicio de valor, por lo que la revisión que se
realice estaría dentro del fondo de la controversia, sólo cuando la ley lo permita podrá realizarse este análisis. En otras
palabras, en el arbitraje no cabría este tipo de análisis”. Ob cit. p. 201
166
En términos generales, coincido con lo que señala Taboada. No obstante, discrepo de la siguiente afirmación: “(…)
Esto nos plantea dos conclusiones iniciales: (i) la motivación no es trascendental para un laudo; y (ii) el estándar de
motivación no puede ser igual que en el proceso judicial
El primer punto se desprende de la posibilidad de que las partes puedan pactar algo distinto respecto al laudo que
resolverá su controversia. (…)
En segundo lugar, el estándar de motivación no puede ser el mismo que se establece dentro de un proceso judicial. La
sola posibilidad de que la motivación no se encuentre presente nos permite inferir que este requisito no es indispensable
(...)” Ob cit. p. 229
Mi opinión es que un laudo debe estar igual de bien motivado que una sentencia judicial, simplemente que no todo defecto
de motivación va a generar la nulidad del laudo, como sí podría generar una revocación de una sentencia vía apelación.
Ello, por el principio de irrevisabilidad de fondo del laudo.
El que las partes puedan prescindir de la motivación cuando así lo acuerden no significa que se tenga que relajar la
motivación cuando no han llegado a dicho acuerdo y, en consecuencia, el laudo debe ser motivado.
Además, si las partes no han pactado en contra de la obligación de motivar los laudos, no tendría por qué relajarse el
estándar.
62
Antes de ver los ejemplos de defectos de motivación que sí ameritarían una
nulidad judicial del laudo, cabe traer a colación una importante sentencia del
Tribunal Constitucional en el Expediente N° 00728-2008-PHC/TC (un hábeas
corpus) en la que se describe los distintos tipos de defectos de motivación:
63
indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y
también del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia
omisiva). (Tribunal Constitucional, 2008)
Dicho eso, veamos algunos ejemplos en los cuales, a juicio nuestro, sí cabría
(sujeto a una revisión caso por caso) una declaración judicial de nulidad del laudo
vinculado a asuntos de motivación:
64
conoce como motivación aparente. (Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, 2016)
sentencia del Tribunal Constitucional que cita, señala: “En primer lugar, se detalla que no sólo puede existir una
enunciación de una norma para el caso y la sola descripción de los hechos específicos que se tengan. Se debe respetar
la importancia y relevancia que poseen los hechos que se tienen en el proceso y cómo es que estos fueron introducidos“.
Ob. Cit. p. 139
173
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) del Perú obtuvo una anulación de laudo en un arbitraje con un
supervisor, porque el Tribunal se pronunció a favor del supervisor en base a una prueba tardía presentada por el
supervisor que no fue objeto de debate en el proceso.
65
motivación interna del razonamiento, deficiencias en la motivación
externa; justificación de las premisas, motivación aparente,
¿motivación sustancialmente incongruente).
• Más allá que el laudo no nos guste por verlo poco sólido o mal
redactado, ¿se entiende el razonamiento del tribunal? ¿hay una
explicación, aunque sea mínima del razonamiento fáctico-probatorio-
técnico-lógico-jurídico-? ¿se evaluó, no todas, pero al menos sí las
principales pruebas?
Muy a menudo, los arbitrajes y los derechos que las partes defienden en ellos no
van en exclusiva con el solo arbitraje en sí. Al contrario, muchas veces, una
disputa está sometida a arbitraje, pero a la misma vez y en paralelo, por ejemplo,
una parte ejecutó una fianza en contra de la otra, un título valor, comunicados de
prensa, notificaciones a centrales de riesgo, denuncias penales, procesos
judiciales paralelos, y un largo etcétera.
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Tribunal Arbitral bajo la administración del CIADI. City Oriente Limited v. Ecuador y Petroecuador Decision on
Provisional Meausres 19 de noviembre de 2007 “55. Both Article 47 of the Convention and Rule 39(1) of the Rules require
that the provisional measures be necessary to preserve the rights of the requesting party, without providing any further
explanations on the subject. This notwithstanding, the works drafted in preparation for the Convention stated that the
purpose of the provisional measures needed to be to preserve the status quo as between the parties pending a final
award by the Tribunal. In other words, it is the Tribunal’s view that Article 47 of the Convention provides authorization for
the passing of provisional measures prohibiting any action that affects the disputed rights, aggravates the dispute,
frustrates the effectiveness of the award or entails having either party take justice into their own hands. Where there is an
agreement in place between the parties that has so far defined the framework of their mutual obligations, then the rights
to be preserved are, precisely, those that were thereby agreed upon.
Tribunal Arbitral bajo la administración del CIADI. Quiborax S.A., Non Metallic Minerals S.A. and Allan Fosk Kaplún v.
Plurinational State p of Bolivia Decision on Provisional Meausres 26 de abril de 2010
134. The existence of the right to the preservation of the status quo and the non-aggravation of the dispute is well-
established at least since the case of the Electricity Company of Sofia and Bulgaria. In the same vein, the travaux
préparatoires of the ICSID Convention referred to the need “to preserve the status quo between the parties pending [the]
final decision on the merits” and the commentary to the 1968 edition of the ICSID Arbitration Rules explained that Article
47 of the Convention “is based on the principle that once a dispute is submitted to arbitration the parties should not take
steps that might aggravate or extend their dispute or prejudice the execution of the award.”
135. In ICSID jurisprudence, this principle was first affirmed in Holiday Inns v. Morocco and then reiterated in Amco v.
Indonesia. In the latter case, the tribunal acknowledged “the good and fair practical rule, according to which both Parties
to a legal dispute should refrain, in their own interest, to do anything that could aggravate or exacerbate the same, thus
rendering its solution possibly more difficult”
136. The principle was re-affirmed in Plama v. Bulgaria (although with a somewhat more limited approach), Occidental v.
Ecuador154, City Oriente v. Ecuador, and Burlington v. Ecuador.
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remedios paralelos como los descritos arriba sí podrían estar justificados en
determinadas circunstancias. Por poner un ejemplo, ejecutar una carta fianza
ante un presunto y dudoso incumplimiento es un acto de mala fe que agrava la
disputa y puede generar la obligación de indemnizar. Distinto es el supuesto en
el que sí existe un incumplimiento y un riesgo de que el efecto de éste quede sin
ser reparado (partiendo de la premisa que se cumplen las condiciones para la
ejecución de una garantía). En este supuesto sí sería razonable ejecutar una
fianza y hacerlo de ninguna manera contravendría el principio de buena fe o el
de no agravación de la disputa.
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proceeding are obligations that derive from the good faith of the
performance of arbitration commitments.” (Cremades, 2012)
Al menos en los países que nos regimos por el civil law, la buena fe procesal no
implica aportar pruebas que sean perjudiciales a nuestro cliente. En virtud del
principio de affirmanti incumbit probatio (quien afirma un hecho es quien debe
probarlo), será quien afirme un hecho el que lo tenga que probar. Empero, sí
existen límites. Por ejemplo, no se deben destruir pruebas, no se debe mentir al
tribunal ni a la contraparte.
Para que quede más claro este principio, vamos a colocar ejemplos de
situaciones en los que éste (incluyendo el principio de no agravación de la
disputa) se vería afectado:
Como se puede apreciar, los ejemplos señalados tienen algo en común: se trata
de acciones que van mucho más allá de la sólida y sustentada defensa de las
posiciones técnicas-legales-fáctico-probatorias. Es decir, se busca ganar, pero
no a través de la defensa de dichas posiciones sino a través de otras formas non
sanctas.
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