MEMBRANA CELULAR
LA MEMBRANA CELULAR
La célula está rodeada por una membrana, denominada " membrana
plasmática". La membrana delimita el territorio de la célula y controla el
contenido químico de la célula.
En la composición química de la membrana entran a formar parte lípidos,
proteínas y glúcidos en proporciones aproximadas de 40%, 50% y 10%,
respectivamente. Los lípidos forman una doble capa y las proteínas se
disponen de una forma irregular y asimétrica entre ellos. Estos
componentes presentan movilidad, lo que confiere a la membrana un elevado
grado de fluidez.
Por el aspecto y comportamiento el modelo de membrana se denomina
"modelo de mosaico fluido"
Las funciones de la membrana podrían resumirse en:
Transporte a través de la membrana:
La bicapa lipídica de la membrana actúa como una barrera que
separa dos medios acuosos, el medio donde vive la célula y el medio
interno celular.
Las células requieren nutrientes del exterior y deben eliminar
sustancias de desecho procedentes del metabolismo y mantener su
medio interno estable. La membrana presenta una permeabilidad
selectiva, ya que permite el paso de pequeñas moléculas, siempre
que sean lipófilas, pero regula el paso de moléculas no lipófilas.
El paso a través de la membrana posee dos modalidades:
Una pasiva, sin gasto de energía, y otra activa, con consumo de
energía.
1. El transporte pasivo. Es un proceso de difusión de sustancias
a través de la membrana. Se produce siempre a favor del
gradiente, es decir, de donde hay más hacia el medio
donde hay menos. Este transporte puede darse por:
o Difusión simple. Es el paso de pequeñas moléculas a
favor del gradiente; puede realizarse a través de la
bicapa lipídica o a través de canales proteicos.
1. Difusión simple a través de la bicapa (1). Así
entran moléculas lipídicas como las hormonas
esteroideas, anestésicos como el éter y fármacos
liposolubles. Y sustancias apolares como
el oxígeno y el nitrógeno atmosférico. Algunas
moléculas polares de muy pequeño tamaño, como
el agua, el CO2, el etanol y la glicerina, también
atraviesan la membrana por difusión simple. La
difusión del agua recibe el nombre de ósmosis
2. Difusión simple a través de canales (2).Se
realiza mediante las denominadas proteínas de
canal. Así entran iones como el Na+, K+, Ca2+, Cl-.
Las proteínas de canal son proteínas con un
orificio o canal interno, cuya apertura está
regulada, por ejemplo, por ligando, como ocurre
con neurotransmisores u hormonas, que se unen a
una determinada región, el receptor de la proteína
de canal, que sufre una transformación
estructural que induce la apertura del canal.
o Difusión facilitada (3). Permite el transporte
de pequeñas moléculas polares, como
los aminoácidos, monosacáridos, etc., que, al no poder,
que, al no poder atravesar la bicapa lipídica, requieren
que proteínas transmembranosas faciliten su paso.
Estas proteínas reciben el nombre de proteínas
transportadoras o permeasas que, al unirse a la
molécula a transportar sufren un cambio en su
estructura que arrastra a dicha molécula hacia el
interior de la célula.
2. El transporte activo (4). En este proceso también actúan
proteínas de membrana, pero éstas requieren energía, en
forma de ATP, para transportar las moléculas al otro lado de
la membrana. Se produce cuando el transporte se realiza en
contra del gradiente electroquímico. Son ejemplos de
transporte activo la bomba de Na/K, y la bomba de Ca.
o La bomba de Na+/K+ Requiere una proteína
transmembranosa que bombea Na+ hacia el
exterior de la membrana y K+ hacia el interior. Esta
proteína actúa contra el gradiente gracias a su
actividad como ATP-asa, ya que rompe el ATP para
obtener la energía necesaria para el transporte.
Por este mecanismo, se bombea 3 Na+ hacia el exterior y 2 K+
hacia el interior, con la hidrólisis acoplada de ATP. El
transporte activo de Na+ y K+ tiene una gran importancia
fisiológica. De hecho, todas las células animales gastan más
del 30% del ATP que producen (y las células nerviosas más
del 70%) para bombear estos iones.
Introducción
Cada célula de tu cuerpo está encerrada en una pequeña burbuja de
membrana, que tiene una consistencia semejante a la del aceite para
ensalada. El aceite para ensaladas puede parecer un límite
terriblemente frágil entre una célula y el resto del mundo.
Afortunadamente, la membrana plasmática resulta adecuada para su
trabajo, la textura del aceite para ensalada y todo lo demás.
¿Qué hace exactamente? La membrana plasmática no solo define los
límites de la célula, sino que también le permite interactuar con su
ambiente de forma controlada. Las células deben excluir, absorber y
excretar varias sustancias, todas en cantidades específicas. También
deben ser capaces de comunicarse con otras células, identificándose y
compartiendo información entre ellas.
Para realizar estas funciones, la membrana plasmática necesita lípidos,
los cuales crean una barrera semipermeable entre la célula y su
entorno. También necesita proteínas, que participan en el transporte a
través de la membrana y en la comunicación celular, y carbohidratos
(azúcares y cadenas de azúcar), que se unen a lípidos y proteínas y
ayudan a que las células se reconozcan entre ellas.
Aquí, veremos con más detalle los diferentes componentes de la
membrana plasmática, analizaremos sus funciones, su diversidad y
cómo funcionan juntos para construir un límite flexible, sensible y
seguro alrededor de la célula.
Modelo de mosaico fluido
El modelo aceptado actualmente para la estructura de la membrana
plasmática, llamado modelo de mosaico fluido, fue propuesto por
primera vez en 1972. Este modelo ha evolucionado con el tiempo,
pero todavía proporciona una buena descripción básica de la
estructura y el comportamiento de las membranas en muchas células.
De acuerdo con el modelo del mosaico fluido, la membrana
plasmática es un mosaico de componentes —principalmente
fosfolípidos, colesterol y proteínas— que se pueden mover fluida y
libremente en el plano de la membrana. En otras palabras, el esquema
de la membrana (como el que se muestra a continuación) es solo una
instantánea del proceso dinámico en el que los fosfolípidos y proteínas
están en continuo movimiento entre ellos.
Curiosamente, esta fluidez significa que, si insertas una aguja muy
fina en una célula, la membrana simplemente se separará y fluirá
alrededor de la aguja y una vez que esta se retira, la membrana se
vuelve a unir sin problemas.
Imagen de la membrana plasmática que muestra la bicapa de
fosfolípidos con proteínas de membrana integrales y periféricas,
glicoproteínas (proteínas con un carbohidrato unido a ellas),
glicolípidos (lípidos con un carbohidrato unido a ellos) y moléculas de
colesterol.
Los principales componentes de la membrana plasmática son los
lípidos (fosfolípidos y colesterol), las proteínas y grupos de
carbohidratos que se unen a algunos de los lípidos y proteínas.
Un fosfolípido es un lípido compuesto de glicerol, dos colas de
ácidos grasos y una cabeza con un grupo fosfato. Las
membranas biológicas usualmente tienen dos capas de
fosfolípidos con sus colas hacia adentro, un arreglo
llamado bicapa de fosfolípidos.
El colesterol, otro lípido compuesto de cuatro anillos de
carbono fusionados, se encuentra junto a los fosfolípidos en el
interior de la membrana.
Las proteínas de la membrana pueden extenderse parcialmente
dentro de la membrana plasmática, atravesarla por completo, o
estar unidas a su cara interna o externa.
Los grupos de carbohidratos están presentes solo en la superficie
externa de la membrana plasmática y están unidos a proteínas,
formando glicoproteínas o a lípidos, formando glicolípidos.
Las proporciones de proteínas, lípidos y carbohidratos en la membrana
plasmática varían entre los diferentes tipos de células. Sin embargo, en
una célula humana típica las proteínas representan alrededor del 50
por ciento de su composición en masa, los lípidos (de todo tipo)
representan el 40 por ciento y el 10 por ciento restante proviene de los
carbohidratos.
Fosfolípidos
Los fosfolípidos, dispuestos en una bicapa, conforman la estructura
básica de la membrana plasmática. Son adecuados para esta función,
porque son anfipáticos; es decir, tienen regiones hidrofílicas e
hidrofóbicas.
Estructura química de un fosfolípido que muestra la cabeza hidrofílica
y las colas hidrofóbicas.
La región hidrofílica, que ama el agua, de un fosfolípido es su cabeza.
Esta contiene un grupo fosfato cargado negativamente y un pequeño
grupo (de identidad variable, definido como "R" en el diagrama de la
izquierda) que también puede tener carga o ser polar. Las cabezas
hidrofílicas de los fosfolípidos en una membrana bicapa se dirigen
hacia afuera y están en contacto con el líquido acuoso de adentro y de
afuera de la célula. Debido a que el agua es una molécula polar,
fácilmente forma interacciones electrostáticas (basadas en cargas) con
las cabezas de fosfolípidos.
La parte hidrofóbica, o "que odia el agua", de un fosfolípido consta
de sus largas colas de ácidos grasos no polares. Las colas de ácido
graso pueden interactuar fácilmente con otras moléculas no polares,
pero interactúan poco con el agua. Debido a esto, es energéticamente
más favorable para los fosfolípidos que oculten sus colas de ácidos
grasos en el interior de la membrana, donde están protegidos del agua
circundante. La bicapa de fosfolípidos formada por estas interacciones
es una buena barrera entre el interior y el exterior de la célula, porque
el agua y otras sustancias polares o cargadas no pueden cruzar
fácilmente el interior hidrofóbico de la membrana.
[¿El agua puede cruzar la membrana?]
Imagen de una micela y un liposoma.
Crédito de la imagen: modificación de la obra de OpenStax Biología, original de Mariana Ruiz
Villareal
Gracias a su naturaleza anfipática, los fosfolípidos no solo son
adecuados para formar una membrana bicapa, ¡sino que también es
algo que hacen espontáneamente bajo las condiciones adecuadas! En
agua o en solución acuosa, los fosfolípidos tienden a organizarse con
sus colas hidrofóbicas hacia el interior y con sus cabezas hidrofílicas
hacia fuera. Si los fosfolípidos tienen colas cortas, pueden formar
una micela (una esfera pequeña de una sola capa), mientras que, si
tienen colas más voluminosas, pueden formar un liposoma (una gota
de membrana bicapa con un hueco en su interior)22squared.
Proteínas
Las proteínas son el segundo componente principal de las membranas
plasmáticas. Existen dos categorías importantes de proteínas de
membrana: integrales y periféricas.
Imagen de una proteína transmembrana de paso único con una sola
hélice alfa que atraviesa la membrana y una proteína transmembrana
de tres pasos con tres hélices alfa que atraviesan la membrana.
Crédito de la imagen: imagen modificada de OpenStax, Biología, original de Foobar/Wikimedia
Commons
Las proteínas integrales de membrana están, como su nombre
indica, integradas a la membrana: tienen al menos una región
hidrofóbica que las ancla al interior hidrofóbico de la bicapa de
fosfolípidos. Algunas abarcan solo una parte de la membrana,
mientras que otras atraviesan la membrana de un lado al otro y están
expuestas a ambos lados. Las proteínas que se extienden por toda la
membrana se llaman proteínas transmembrana.
Las partes de una proteína integral de membrana que se encuentran
dentro de esta son hidrofóbicas, mientras que las que están expuestas
al citoplasma o líquido extracelular tienden a ser hidrofílicas. Las
proteínas transmembranales pueden atravesar la membrana una sola
vez o bien, pueden tener hasta doce secciones diferentes que cruzan la
membrana. Un segmento normal que atraviesa la membrana consiste
en 20-25 aminoácidos hidrofóbicos organizados en una hélice alfa,
aunque no todas las proteínas transmembranales se ajustan a este
modelo. Algunas proteínas integrales de membrana forman un canal
que permite a los iones o moléculas pequeñas de otro tipo que
atraviesen, como se muestra a continuación.
_Crédito de imagen: "Componentes y estructura: Figura 1", de OpenStax Collage, Biología (CC BY
3.0)_
Las proteínas periféricas de membrana se encuentran en las
superficies exterior e interior de las membranas, unidas a las proteínas
integrales o a los fosfolípidos. A diferencia de las proteínas integrales
de membrana, las proteínas periféricas no se extienden hacia el
interior hidrofóbico de la membrana y su unión es menos estrecha.
Carbohidratos
Los carbohidratos son el tercer componente principal de las
membranas plasmáticas. En general, se encuentran en la superficie
exterior de las células y están unidos a proteínas
(formando glicoproteínas) o a lípidos (formando glicolípidos). Estas
cadenas de carbohidratos pueden tener 2-60 unidades de
monosacáridos y pueden ser rectas o ramificadas.
En conjunto con las proteínas de membrana, estos carbohidratos
forman marcadores celulares distintivos, algo semejante a credenciales
de identificación moleculares, que les permiten a las células
reconocerse entre ellas. Estos marcadores son muy importantes para el
sistema inmunitario, ya que permiten a las células inmunitarias
diferenciar entre las células propias del cuerpo, a las que no deben
atacar, y las células o tejidos extraños, a los que sí deben atacar.
La fluidez de la membrana
La estructura de las colas de ácidos grasos de los fosfolípidos es
importante para determinar las propiedades de la membrana y, en
particular, su fluidez.
Los ácidos grasos saturados no tienen enlaces dobles (están saturados
con hidrógenos), por lo que sus colas son relativamente rectas. Los
ácidos grasos insaturados, por el contrario, contienen uno o más
enlaces dobles, lo que a menudo produce un codo o doblez. (Puedes
ver un ejemplo de una cola doblada insaturada en el diagrama de la
estructura de fosfolípidos que aparece al comienzo de este artículo.)
Las colas de ácidos grasos saturados e insaturados de fosfolípidos se
comportan de manera diferente cuando baja la temperatura:
A temperaturas más frías, las colas rectas de los ácidos grasos
saturados pueden unirse estrechamente, produciendo una
membrana densa y bastante rígida.
Los fosfolípidos con colas de ácido graso insaturado no pueden
unirse tan estrechamente debido a la estructura doblada de sus
colas. Por este motivo, una membrana de fosfolípidos
insaturados permanece fluida a temperaturas más bajas que una
membrana de fosfolípidos saturados.
La mayoría de las membranas celulares contiene una mezcla de
fosfolípidos, algunos con dos colas saturadas (rectas) y otros con una
cola saturada y una cola no saturada (doblada). Muchos organismos
—los peces, por ejemplo— pueden adaptarse fisiológicamente a
ambientes fríos cambiando la proporción de ácidos grasos insaturados
en sus membranas. Para obtener más información acerca de los ácidos
grasos saturados e insaturados, consulta el artículo sobre lípidos.
Además de los fosfolípidos, los animales tienen un componente
adicional en su membrana que les ayuda a mantener la fluidez.
El colesterol, otro tipo de lípido que se encuentra incrustado entre los
fosfolípidos de la membrana, ayuda a disminuir los efectos de la
temperatura en la fluidez.
Crédito de imagen: "Colesterol", por BorisTM (dominio público)
A bajas temperaturas, el colesterol aumenta la fluidez al evitar que los
fosfolípidos se compacten, mientras que, a altas temperaturas, la
disminuye. De esta manera, el colesterol amplía la gama de
temperaturas en las que la membrana mantiene una fluidez funcional y
saludable.
Los componentes de la membrana
plasmática
Componente Ubicación
Fosfolípidos Estructura principal de la membrana
Incrustado entre las colas hidrofóbicas de los
Colesterol fosfolípidos de la membrana
Proteínas Incrustadas en la bicapa de fosfolípidos; pueden
integrales o no extenderse a través de ambas capas
En la superficie interna o externa de la bicapa
Proteínas de fosfolípidos, pero no incrustadas en su
periféricas interior hidrofóbico
Unidos a proteínas o lípidos en la superficie
extracelular de la membrana (formando
Carbohidratos glicoproteínas y glicolípidos)