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Del-Bronce-y-del-Fulgor - Lowry

Este documento describe la vida y obra del escritor Malcolm Lowry, incluyendo detalles sobre sus viajes a México y su estancia en Cuernavaca, donde escribió su novela más famosa "Bajo el volcán". Lowry se sintió fascinado por Cuernavaca debido a su clima agradable y paisajes naturales. Aunque ya no existen algunos de los lugares que aparecen en su novela, la ciudad sigue evocando la presencia de este escritor.

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Del-Bronce-y-del-Fulgor - Lowry

Este documento describe la vida y obra del escritor Malcolm Lowry, incluyendo detalles sobre sus viajes a México y su estancia en Cuernavaca, donde escribió su novela más famosa "Bajo el volcán". Lowry se sintió fascinado por Cuernavaca debido a su clima agradable y paisajes naturales. Aunque ya no existen algunos de los lugares que aparecen en su novela, la ciudad sigue evocando la presencia de este escritor.

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M a l c o m L o w ry

En junio de 2017 viajé a Cuernavaca, la antigua Cuauh-


náhuac, ciudad de las montañas boscosas, planicie de las
águilas, capital del Estado de Morelos. Antaño fue ciudad
de los tlahuicas, los que amasan la tierra, quienes se dedi-
caban al cultivo del algodón, lo que atrajo la codicia de los
mexicas. Cuauhnáhuac fue ciudad tributaria de ellos has-
C u e r n ava c a ta la llegada de los españoles. Afamada por su clima deli-
cioso, Sol espléndido y vegetación exuberante es conocida
como Ciudad de la eterna primavera, apelativo atribuido
a Humboldt, quien escribió en Vistas de las Cordilleras:
… se levanta majestuosa al sudeste la ciudad de Cuernava-
ca… región feliz que los habitantes llaman tierra templada,
por razón de una primavera eterna que disfrutan…
Caminé por calles empedradas y en pendiente, flan-
quedas por viejas casas de adobe estucado y techumbre de
teja y una que otra construcción de estilo colonial califor-
niano, caminé evocando la presencia de Malcolm Lowry,
quien vivió allí en un par de ocasiones durante las décadas
de 1930 y 1940. Ya no existe el Cine Morelos, donde pasa-
ban, en tiempos de Lowry, la película Las manos de Orlac,
sobre un artista alemán que pierde ambas manos en un
accidente y le injertan las de un asesino. Tampoco existe
el hotel Casino de la Selva, donde inicia Bajo el volcán, y

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la estación de trenes que aparece en el primer capítulo de empleado de cubierta a bordo del Pyrrhus, viejo barco de
la novela y de la que parte Hugh tras la muerte del cón- carga que salió de Birkenhead con destino a Yokohama y
sul, se encuentra desmantelada. Busqué y trasegué la ca- lo llevó a través del Canal del Suez a Port-Said, Singapur,
lle Humboldt, en la que residió Lowry en sus dos viajes a Shanghái, Hong Kong y Vladivostok. Quería seguir los pa-
México y de la que tanto escribió, calle larga y solitaria por sos de Conrad, quien se aventuró en el mar a los diecisiete
cuya pendiente se vio más de una vez al escritor subir y años, buscaba una atmósfera y una idea literaria, vivir su
bajar zigzagueando. Amante de símbolos, coincidencias y aventura marítima y escribir su propia versión acerca del
sincronicidades, a Lowry le fascinaba la presencia del sensible-joven-en-el-mar. Y así fue, su travesía dio origen
nombre Humboldt en su itinerario mexicano: las dos casas a su primera narración, Ultramarina. Por esos días cayó
donde residió estaban ubicadas en la calle Humboldt, la en sus manos la novela de tema marino Blue Voyage, de
oficina del Banco Ejidal de Oaxaca donde conoce la noticia Conrad Aiken. Deslumbrado, Lowry buscó al escritor, fue
de la muerte de su amigo Juan Fernando Márquez, estaba su discípulo por varios años y su amigo por el resto de la
en la esquina de Humboldt y Juárez, el nuevo domicilio vida. Una amistad conflictiva. Aiken sufrió una enorme
de la cantina oaxaqueña El Farolito, en 1946, era tragedia en la infancia, a los 9 años encontró a su padre y
Humboldt 7. La primera medición del Popocatépetl la su madre yaciendo en un charco de sangre. El padre había
hizo Humboldt, de quien hay una estatua en bronce en el matado de un balazo a su mujer y luego se había dispara-
centro de Cuernavaca. do en la cabeza. Lowry descubrió otra novela que lo dejó
Malcolm Lowry nació 1909, en Cheshire, Inglaterra, pasmado: The Ship Sails On, de Nordhal Grieg. La simili-
en un hogar de clase acomodada. Desde muy temprano se tud con su propia novela Ultramarina era asombrosa. En
aficionó a la natación y el golf, la bebida y la lectura, con agosto de 1931, Lowry decició embarcarse como calderero
predilección por las novelas del mar de Conrad, Melville, en el vapor Fagervik, arribar a Aalesund, en la costa norte
London y Traven. Se convirtió en un adolescente rubicun- de Noruega, dirigirse a Oslo y presentarse a la puerta de su
do y fornido. El cabello castaño, los ojos pequeños inten- héroe literario.
samente azules y la sonrisa socarrona de dientes un tanto En Cambridge nadó y jugó tenis, rugby y golf. Leyó
salientes, hacían honor a su apellido Lowry (Zorro). A los y tocó el ukelele y bebió. Más de una vez fue sacado a
18 años, inspirado por las primeras obras de Eugene O’Neal rastras de los pubs y no era infrecuente verlo dando
y por la novela Lobo de mar, de London, se alistó como tumbos por las calles de adoquín. En Cambridge, el 30 de

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marzo de 1930, saliendo de un cine, se enteró de la muerte Antes de emprender el viaje a la costa oeste en
de su querido D. H. Lawrence. Tiempo después comentó: septiembre de 1936, Lowry se internó por diez días en
El sol se apagó el día que murió Lawrence. En Londres, fre- el pabellón siquiátrico del hospital Bellevue, en plan de
cuentó la bohemia y los pubs y se hizo amigo íntimo de desintoxicación. A fines de octubre, viajando en autobús
Dylan Thomas, borracho como él, y ambos poseedores de desde Nueva York con destino a California, Lowry y Jan
una bella voz profunda y armoniosa. pararon en Taos, Nuevo México, para visitar la cabaña de
En 1933, Aiken invitó a Lowry a un viaje a España. Lawrence y rendirle homenaje. En Los Ángeles, intenta-
En los jardines de La Alhambra conocieron a Jan Gabrial, ron infructuosamente hallar empleo como guionistas,
bella joven neoyorkina con intereses literarios, de la cual y luego zarparon de San Diego en el buque Pennsylvania
Lowry se enamoró desesperadamente. Se casaron en París rumbo a Acapulco. Arribaron, según Lowry, el Día de los
en enero de 1934. Poco después Jan lo abandonó y viajó a Muertos de 1936 y se hospedaron en el desaparecido Hotel
Estados Unidos. Lowry vagabundeó por los bajos fondos Miramar. Caminaron por calles sinuosas y empinadas de la
de París, conoció a Jean Cocteau y asistió a la representa- época colonial, en medio de ceremonias macabras, catrinas
ción de una de sus obras, La machine infernale, obra que festivas y ofrendas de flores de cempasúchil colocadas en
aparece mencionada en Bajo el volcán. Decidió seguir a Jan arcos de carrizo. En su primera noche, Jan sorprendió a un
y se embarcó en el Aquitania, el mismo barco en que viajó ladrón en su cuarto. Al día siguiente, Lowry compró su
Lawrence en sus dos travesías a América. En Nueva York, primera botella de mezcal y empezó el naufragio. Hicieron
Lowry se emborrachó, escribió y escuchó jazz. Realizó, en escala en Taxco, pintoresco pueblo de pródigas minas de
compañía de Jan, un crucero a New Bedford, lugar de pere- plata. Ante la horriblemente bella iglesia de Santa Prisca,
grinaje para los fans de Hermann Melville. Fue presentado recordaron la anécdota de cuando Hart Crane ebrio echó
al escritor Waldo Frank, que conocía México y era amigo de las campanas al vuelo.
Rivera y Siqueiros. Frank le habló a Lowry de Hart Crane, El 18 de noviembre llegaron a Cuernavaca. Entonces
poeta norteamericano que también había sentido la fasci- la ciudad contaba a lo sumo con 10 mil habitantes y
nación de México y del mar, pasó algunos años en Taxco y mostraba las cicatrices de la lucha revolucionaria. Alqui-
desapareció en el Golfo de México cuando volvía en barco laron una casa en el número 62 de la calle Humboldt, con
a Nueva York. En 1933, Frank editó los Collected Poems, de piscina y un jardín que daba a la barranca de Amanalco
Crane, libro que conmovió profundamente a Lowry. y con vista al Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Nadaban y

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salían a montar a caballo por los alrededores. A Malcolm lo Lowry le giraba. Se alojaban en el Hotel Canadá, en la
enamoraron el valle de Morelos, los pueblecitos de tejados avenida 5 de mayo, que aun existe, se encontraban con
ocre y las vastas laderas envueltas en niebla, los empurpu- algún amigo norteamericano, visitaban museos, compra-
rados ponientes, la nevada majestad de los volcanes y las ban libros, revistas y periódicos en inglés en la American
noches centelleantes de estrellas. Atardeceres de perfecta Bookstore de Madero 25, comían y bebían en restaurantes
placidez, sentado en la veranda en su sillón verde, con una y cantinas del centro. En diciembre de 1937, Jan se cansó
copa en la mano, contemplando los colibríes iridiscentes, de perseguirlo por las cantinas y lo abandonó definitiva-
las mariposas como flores en el viento, escuchando el ruido mente. Se despidieron en el Hotel Canadá. Jan salió hacia
de los insectos, el golpeteo de las pezuñas de los caballos y Los Ángeles y Malcolm decidió salir esa misma tarde para
las melancólicas campanadas a lo lejos. Oaxaca, pintoresca ciudad colonial que él llamó Ciudad de
Los Lowry fueron descubriendo las tradiciones locales, la noche terrible. Tras unos días tormentosos, Lowry dejó
la mitología indígena, las ruinas de la casa de verano de Oaxaca y regresó a Ciudad de México. Viajó a Acapulco en
Maximiliano y Carlota, los Jardines Borda, el Palacio de abril, en junio regresó a la capital y al mes siguiente salió
Cortés con los frescos de Rivera, las dieciocho iglesias y del país vía Nogales. En México se arruinó su matrimonio,
cincuenta y siete cantinas. Frente al Palacio de Cortés había se agravó su alcoholismo, en Oaxaca había bordeado la lo-
un templete para la música algo vetusto y una minúscula cura y el desastre, había sido objeto de burlas y amenazas
plaza polvorienta. Sobre un pedestal se erguía la estatua de y conocido la noche carcelaria. Pero llevaba su gran visión
Carlos Pacheco, héroe de la guerra contra la Intervención de México y en la maleta el manuscrito de Bajo el volcán.
Francesa. El “gran hombre” se apoyaba en una muleta. Du- En diciembre de 1940, tras el divorcio con Jan Gabrial,
rante la toma de Puebla, el 2 de abril de 1867, una bala de Malcolm se casó con Margerie Bonner, joven escritora
cañón le destrozó el brazo derecho y la pierna izquierda, de novelas de misterio a quien conoció en una parada
también le voló un ojo. Lo llamaban el Incompleto. En las de autobuses en Los Ángeles. Vivieron una temporada de
noches, Malcolm solía abandonar la casa e irse de peregri- calma en una rústica cabaña de pescadores en la playa
naje por bares y pulquerías, la Universal, el Charlis Bar, de Dollarton, cerca de Vancouver. Era un lugar frío y
el Salón Ofelia. húmedo, sin luz eléctrica, pero fueron sus años más
El matrimonio pasaba una semana al mes en Ciudad felices y productivos. El tiempo transcurría entre la
de México después de cobrar la pensión que el padre de escritura y la bebida, Sol y playa, trabajos de carpintería

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y el embarcadero en escorzo. En verano, paseaban en bote, OAXACA


hacían picnics y caminatas en el bosque, avistaban aves y
nadaban en las aguas del helado mar azul. Margerie se con- No queda mucho de la ciudad de Oaxaca que Lowry cono-
virtió en su lectora, mecanógrafa y correctora. En junio de ció, el hotel Francia es un hotelito de tercera, donde estuvo
1944, la cabaña se incendió y quedó convertida en una pila la cantina El Farolito, esquina de las calles Independencia
de cenizas. Margerie logró salvar el manuscrito de Bajo el y Mier y Terán, ahora funciona una farmacia. Tres veces
volcán, pero cuando Malcolm intentaba rescatar En lastre estuvo Lowry en Oaxaca. La primera con Jan, en abril de
hacia el mar blanco, un madero encendido le cayó encima, 1937. Viajaron en tren, a bordo de un vagón de tercera y
y tuvo que desistir. se alojaron en el Hotel Francia, en la misma habitación
donde se habían quedado Lawrence y Frieda en noviembre
de 1924. La primera noche en el hotel, Jan descubrió un
zopilote parado en el lavamanos. La ciudad aun mostraba
los estragos del terremoto ocurrido el 14 de enero de 1931.
Pese a ello, conservaba el encanto y colorido de sus merca-
dos y plazas y su bella arquitectura prehispánica, colonial
y porfiriana. Visitaron templos y conventos, el árbol de
Tule, las ruinas de Mitla y Monte Albán, y el templo barro-
co dedicado a la Virgen de la Soledad, patrona de los mari-
nos y de los solitarios. A Lowry le encantaron las monta-
ñas con sus grandes picos en sombra, como enormes dioses
con las manos descansando sobre las rodillas, le encantaron
la sensación de espacio, la tierra calcinada y las abruptas
cuestas rocosas. Y le encantó el Valle de Etla, al que dedicó
un breve texto titulado Jardín de Etla.
Su segunda visita a Oaxaca fue en diciembre de 1938,
tras de que Jan lo abandonó. Vivió entonces el descenso a
su propia noche oscura del alma. Se le veía en la cantina

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La Covadonga bebiendo y fumando sin descanso. Allí Siete años más tarde, en 1945, Malcolm y Margerie
conoció a Juan Fernando Márquez, indio zapoteco con algo decidieron dejar temporalmente Canadá y pasar el
de sangre europea, con quien empezó a forjar una amis- invierno en México. Malcolm pensaba buscar a Juan
tad cercana. Más de una vez Lowry fue sacado de la cárcel Fernando, de quien hacía tiempo no sabía nada y
por su amigo, a donde iba a parar por deambular borracho tomar notas para la futura novela que tenía en mente.
por las calles. Le prestaba dinero para pagar sus deudas Y Margerie sentía curiosidad por conocer el escenario de
en las cantinas y en una ocasión lo defendió de un grupo Bajo el Volcán. Tras dos semanas en Los Ángeles, volaron
de borrachos que lo querían matar. Juan Fernando traba- a Ciudad de México y se hospedaron en el Hotel Cana-
jaba para el Banco Ejidal, su misión era entregar créditos dá, el de siempre. A inicios de diciembre partieron para
a los agricultores pobres de poblaciones cercanas. Márquez Cuernavaca, tomaron un cuarto en la pensión Veracruz y
tenía veinticuatro años –cuatro menos que Lowry–, y casi luego, por uno de esos arabescos del azar que tanto fascina-
dos metros de estatura, era políglota, farmacólogo y, al ban a Lowry, resultaron instalándose en un apartamento
igual que Lowry, gran bebedor. Fue extra de la película de la calle Humboldt 24, justo donde Lowry había ubicado
mexicana de Eisenstein, y es el modelo de Juan Cerillo y la Torre de Laruelle en Bajo el volcán.
el doctor Vigil en Bajo el volcán, y el de Fernando Mar- En Oaxaca, la pareja buscó a Juan Fernando en las
tínez en Oscuro como la tumba en la que yace mi amigo. nuevas oficinas del Banco Ejidal, pero les informaron
A principios de febrero de 1938, invitó a Malcolm a una que había sido asesinado años atrás en Villahermosa, en
de sus azarosas correrías, a Cuicatlán, Tomellín, Nochixt- una trifulca de cantina. Justo como le ocurre al cónsul en
lán y, por supuesto, el Parián, mítico pueblo de la cantina El Volcán. Con esta inmensa tristeza a cuestas, Lowry
y la barranca, la soledad y el mezcal, el Sol abrasador y el visitó Mitla y se dio a explorar los vericuetos de la ciudad.
viento sibilante. Cuando les quedó solo un caballo, Juan Después de regresar a Cuernavaca y antes de abandonar el
Fernando insistió en que Malcolm montara el suyo y corrió país, Margerie quiso conocer Acapulco, un antojo que les
30 kilómetros a su lado a campo traviesa. Lowry le estuvo saldría costoso. Escribió:
por siempre agradecido y le consideró uno de los hombres El viernes 8 de marzo de 1946, salimos de Cuernavaca
más nobles que conoció en su vida y su único verdadero para realizar otro viaje breve; nos detuvimos en Taxco e Iguala
amigo. Lo vio por última vez en la estación de El Parián, y llegamos a Acapulco, donde nos alojamos en el hotel Quinta
agitando una botella de mezcal desde la ventanilla del tren. Eugenia, en la playa de Caleta.

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Unos días después se presentó en el hotel la policía Ripe, en Susex, cerca de Brighton. En la primavera fueron
con el pretexto de cobrar una multa dudosa que Lowry no de vacaciones a Lake District, al norte de la isla británica.
había saldado en su estancia anterior. Su negativa a ceder Lowry nadó en las aguas heladas del lago, hicieron largos
a la extorsión y dar una “mordida”, les llevó a una situa- paseos y observaron aves. Ambos eran miembros de la
ción digna de la imaginación de Kafka. Siete semanas de Sociedad Real para la Protección de las Aves.
infierno burocrático en que fueron arrestados y robados, Lowry murió en Ripe, el 27 de junio de 1957, a los
humillados y tratados como criminales, amenazados con cuarenta y siete años, al parecer a causa de una intoxi-
cárcel, obligados a ir y venir de Cuernavaca a la capital una cación de alcohol y barbitúricos. En el acta de defunción
y otra vez y hacer antesalas eternas, para acabar siendo el médico que levantó el cadáver escribió: “Death for
deportados a punta de pistola por agentes de migración, misadventure” (Muerte por desventura). Su epitafio, escrito
luego de pagar miles de pesos. Salieron de México por por él mismo, no está escrito en su lápida:
Nuevo Laredo el 3 de mayo de 1946.
Tras abandonar Canadá, los Lowry viajaron por Malcolm Lowry
Estados Unidos, Haití y finalmente París, Late of the Bowery
Venecia, Roma con las reminiscencias de Keats, Sicilia His prose was flowery
y Taormina tras los pasos del exilio de Lawrence. And often glowery
Fueron años de hoteles y sanatorios, terapias He lives, nightly, and drank, daily
de desintoxicación y electrochoques, de estricnina And died playing el ukelele.
y pentotal, borracheras y conversaciones acerca de la
vida y la escritura. Después de una corta estancia en
Los Ángeles, Lowry y Margerie llegaron a Nueva York
a principios de septiembre de 1954. Lowry y Aiken
tuvieron un último y desafortunado encuentro. Ya no
volvieron a escribirse. Lowry volvió a Inglaterra, devasta-
da por la guerra, tras veinte años de ausencia. Margerie
alquiló, en febrero de 1956, White Cottage, una cabaña
silenciosa y pintoresca del siglo dieciocho en la Villa de

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