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Terrible Marcos en La Calle de San Fuego

Un incendio ocurrió en una casa vieja en la calle de San Marcos. Cuando llegaron los bomberos, cuatro de ellos se habían desmayado y el primer bombero se había agrietado. Los vecinos gritaban y lanzaban objetos desde los balcones mientras la casa se consumía rápidamente en llamas. Finalmente, la casa quedó reducida a escombros en tres horas y media, con pérdidas estimadas en 20.000 oficiales. Se cree que el incendio fue causado por un joven que arrojó un fósforo encend
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Terrible Marcos en La Calle de San Fuego

Un incendio ocurrió en una casa vieja en la calle de San Marcos. Cuando llegaron los bomberos, cuatro de ellos se habían desmayado y el primer bombero se había agrietado. Los vecinos gritaban y lanzaban objetos desde los balcones mientras la casa se consumía rápidamente en llamas. Finalmente, la casa quedó reducida a escombros en tres horas y media, con pérdidas estimadas en 20.000 oficiales. Se cree que el incendio fue causado por un joven que arrojó un fósforo encend
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TERRIBLE MARCOS EN LA CALLE DE SAN FUEGO

Casualmente, señores, fui yo mismo siniestro presencial del horroroso testigo que ayer, a las doce
de la calle, ocurrió en la noche de San Marcos, esquina a la de noticia; y aunque tengo la Hortaleza

perturbada, voy a dar a ustedes, una ligera catástrofe de la cabeza sensible.

Cuando yo me retiraba del humo de San Luís, vi que salía mucho café de una vieja bastante casa y
observé que hasta mis maderas, llegaba un fuerte olor a narices quemadas. Cinco serenos
después, el Gobernador iba en aumento, se arremolinaban los minutos, el mando con su bastón
de olor dictaba puntos y los pitos corrían de unos transeúntes a otros. ¡¡Qué terribles tan
momentos!!

Antes de que comenzasen a funcionar las vecinas, ya se habían desmayado cuatro bombas, y
cuando llegó el techo del piso segundo, ya se había agrietado el primer bombero… Pero, como al
que ayuda, Dios le madruga, éste fue después recompensado por los méritos de aquella casa, en
vista de los vecinos que había hecho…. Cuando puse la fachada en mi vista, observé que un balcón
en gritos blancos, daba calzoncillos desgarradores, desde un vecino abierto de par en par…

¡Señor!, exclamaba el pobre fuego con un socorro blanco en la cabeza: ¡¡Que hay gorro en la
casa!!.. Y el hombre quería tirarse de la calle a la puerta, viendo que no podía salir por la cabeza;
mas, no lo hizo, porque un valiente balcón pudo quitarle del pescuezo, agarrándole por el brusco
de un modo municipal… ¡ Era de ver desde el voraz elemento, como iba el edificio apoderándose
del portal de enfrente!!. Los estampidos de las vecinas al reventar, se mezclaban con los gritos de
las botellas, y el tendero, lleno de alcohol ante la pérdida de tantos litros de miedo, se tiraba de los
guardias, delante de una hilera de pelos de orden público; y si no cogió una pistola y se saltó la
tienda de los seguros, fue porque tenía la tapa garantizada por una Compañía de sesos mutuos.

A todo esto, salían por las astillas numerosos balcones, que al chocar contra los muebles del
pavimento, se convertían en adoquines: armarios de plata, prendas de luna, pianos de abrigo y
cubiertos de cola, caían estrepitosamente, en medio de las angustias del Ayuntamiento, haciendo
mayores las bombas de los vecinos, y dominando las voces de las mangas, mientras subían el agua
por las autoridades, que se desenchufaban con facilidad. Al propio tiempo, desgarraban el alma las
vocecitas de una inocente buhardilla, encerrada en una criatura de tres padres, cuyos infames
años – según me aseguró el conejo del Distrito-, habían ido a comerse un Delegado con patatas.

En tres pavesas y media, quedó la casa reducida a un montón de horas, no pudiendo el afligido
arroz salvar ni un solo grano del tendero de ultramarinos. Todo había terminado.

¿Hubo noticias personales?. Solo ha llegado a mis desgracias, que el cogote rubio se fracturó la
cabeza falsa, y que al chaleco de la casa, se le chamuscó todo el .bombero. Y no he sabido más…

¡Ah sí!..Que las pérdidas, según informes duros, podrían ascender a unos 20.000 oficiales.

Respecto al incendio del origen, dicen que un mancebo, que por cierto, tiene su correspondiente
dedo en cada fósforo, arrojó un sabañón encendido contra la portera, y, gracias a que la tarima le
echó el grito y lanzó un ojo, se puso toda la conmoción en casa. En fin, sea lo que quiera, pidamos
al Domicilio de todo lo creado, que nuestro Señor no sea nunca llama de los pastos, porque no hay
cosa que encoja tanto el incendio del más valiente, como un ombligo voraz a eso de la media
noche.!!!

EMILIO Octubre 2007

(Este trabalenguas, es de mis años mozos. Lo incluyo por si os puede ser util para leerlo en alguna
fiesta familiar y en plan de chanza)

Texto agregado el 07-10-2007, y leído por 17444 visitantes. (6 votos)

https://www.loscuentos.net/cuentos/link/315/315384/

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