CARTA DESCRIPTIVA
Nombre del taller: EL PERDÓN COMO FACTOR DE CAMBIO
Objetivo: Otorgar herramientas psicológicas a los PPL’S respecto al perdón.
Número de sesión: 5
Fecha: 05/11/2022
Lugar: Centro de Reinserción Social de Cozumel.
Horario: 16:00 – 18:00 hrs.
Técnica Descripción Tiempo Material Responsables
Inicio:
Bienvenida Se le dará la bienvenida 10 min Lista de Yanira y
a todos los PPLS que asistencia Annel
asistan al espacio donde Bolígrafo
se trabajará. Pase de lista Gafetes
y entrega de gafetes.
Dinámica ANEXO 1 15 min N/A Yanira
rompe Casa, inquilino y
hielo. terremoto.
Desarrollo: ANEXO 2
¿Qué es el perdón?
Explicación 10 min Estela
breve de
cómo se
define el
perdón.
Más sobre ANEXO 3 15 min Estela
el perdón Beneficios, fórmula del
perdón, ¿Qué no es el
perdón?
Dinámica 2 ANEXO 4 15 min Yadira
Hoʻoponopono
Cierre: Despedida 5 min Estela
ANEXO 1
Casa/Inquilino/Terremoto
Esta es una actividad rompe hielo, servirá para mantenerlos activos y despejar su
cabeza de cualquier otro pensamiento para entrar de lleno al tema después de la
dinámica.
Casa Inquilino Terremoto o Casa Conejo Objetivo: Animar a los participantes. Recursos:
Espacio amplio. Tiempo: 15 minutos. Procedimiento: El moderador pide que se formen
grupos de 3 personas. Seguidamente pide a los de los integrantes tomarse con las manos
y levantarlas a la altura del hombro formando la casa; al tercer participante se pone dentro
de ella constituyéndose en el inquilino o conejo de acuerdo al caso. El moderador da la
consigna: cuando se dice inquilino o conejo, todos los inquilinos o conejos se cambian de
casa, cuando se digna casa, los que son casa dejan a su inquilino y corren a buscar otro.
Cuando se dice “terremoto”.
ANEXO 2
¿Qué es el perdón?
Perdonar es un elemento relativamente nuevo en la terapia, comienza a introducirse
tímidamente en los años 70; pero no es hasta los 90 cuando se empieza a considerar una
herramienta terapéutica a tener en cuenta, aunque sus efectos positivos en la persona son
importantes.
Hay consenso en considerar que perdonar consiste en un cambio de conductas destructivas
voluntarias dirigidas contra el que ha hecho el daño, por otras constructivas.
Algunos consideran que perdonar no solamente incluye que cesen las conductas dirigidas
contra el ofensor, sino que incluye la realización de conductas positivas. Como indica la
metáfora anterior, es preciso dejar de pensar en las conductas destructivas; pero dejar de
pensar en algo voluntaria y conscientemente lo único que consigue es incrementar su
frecuencia. En consecuencia, para perdonar, es preciso comprometerse, por el propio
interés, con el pensamiento de querer lo mejor para esa persona, aunque sea solamente
que recapacite y no vuelva a hacer daño a nadie o deseando que le vaya bien en la vida,
etc.
Si el proceso de perdón se hace adecuadamente, se modificarán en consecuencia, los
sentimientos hacia el ofensor. Aunque algunos autores consideran que son los sentimientos
los que originan las conductas, desde la terapia de aceptación y compromiso se parte de
que los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones no condicionan
obligatoriamente la conducta y que lo importante es la modificación de la conducta, que
finalmente llevará a un cambio en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y
emociones. Por eso, perdonar no es contingente con la reducción o cese total de los
pensamientos o sentimientos “negativos”; no es un estado afectivo o una condición
emocional ni una colección de pensamientos y sentimientos; perdonar es una conducta
libremente elegida de compromiso y determinación.
ANEXO 3
Beneficios, fórmula del perdón, ¿Qué no es el perdón?
¿Cuáles son los beneficios de perdonar a alguien?
Dejar atrás los rencores y la amargura puede dar lugar a una mejor salud y más
tranquilidad. El perdón puede llevar a:
Relaciones más sanas
Mejor salud mental
Menos ansiedad, estrés, y hostilidad
Presión arterial más baja
Menos síntomas de depresión
Un sistema inmunitario más fuerte
Mejor salud cardíaca
Mejor autoestima
¿Por qué es tan fácil tener resentimientos?
Ser herido por alguien, particularmente por una persona que tú quieres y en quien confías,
puede causar enojo, tristeza, y confusión. Si piensas todo el tiempo en sucesos o
situaciones que te hirieron, los rencores, los deseos de venganza y la hostilidad pueden
enraizarse. Si permites que los sentimientos negativos sustituyan a los positivos, quizás
encuentres que tu propia amargura o sentido de injusticia te abruman.
Algunas personas por naturaleza pueden perdonar más fácilmente que otras. Pero,
aunque seas una persona rencorosa, casi cualquiera puede aprender a perdonar más.
¿Cuáles son los efectos de tener rencor?
Si no perdonas, quizás tú:
Traigas enojo y amargura a cada relación y nueva experiencia
Estés tan enfocado en la mala experiencia que no puedes disfrutar del presente
Te deprimas, o te pongas ansioso
Sientes que tu vida no tiene ni sentido ni propósito, o que estás en conflicto con tus
creencias espirituales
Pierdes una conectividad con otros que es valiosa y enriquecedora
Perdonar puede ser un desafío, especialmente si la persona que te hirió no admite haber
actuado mal. Si encuentras que estás atascado:
Practica tu empatía. Intenta ver la situación del punto de vista de la otra persona.
Pregúntate por qué se comportaría de esa manera. Quizás tú habrías reaccionado de una
manera similar si te hubieras enfrentado a la misma situación.
Reflecciona sobre los momentos en que has herido a otros y sobre los que te han
perdonado.
Escribe en un diario, reza o usa meditación guiada — o habla con alguien que conozcas
que sea sabio y compasivo, como un líder espiritual, un proveedor de salud mental, o un
ser querido o amigo imparcial.
Ten en cuenta que perdonar es un proceso, y que incluso las heridas pequeñas quizás
deban volver a ser consideradas y perdonadas una y otra vez.
¿Qué no es el perdón?
Debido a que perdón es una palabra muy cargada ideológicamente, proponer los
pacientes que realicen un proceso de perdón puede llevar a malos entendidos y por ello
es necesario discutir con ellos qué es y qué no es el perdón que se propone. Algunos de
los puntos que puede ser necesario aclarar son los siguientes:
El perdón no incluye obligatoriamente la reconciliación.
Perdonar o pedir perdón son opciones personales que no necesitan de la colaboración de
la otra persona. Sin embargo, la reconciliación es un proceso de dos. Por ejemplo, el
perdón no supondrá nunca restaurar la relación con alguien que con mucha probabilidad
pueda volver a hacer daño.
El perdón no implica olvidar lo que ha pasado.
El olvido es un proceso involuntario que se irá dando, o no, en el tiempo. Solamente
implica el cambio de conductas destructivas a positivas hacia el ofensor, tal y como se ha
indicado. Hay ideas erróneas asociadas con el perdón como que si se perdona no se
debe acordar o sentirse enfadado por lo ocurrido. Recordar algo es un proceso
automático que responde a estímulos que se pueden encontrar en cualquier parte y los
sentimientos que se tienen no se pueden modificar voluntariamente, las respuestas que
damos cuando tenemos esos sentimientos si pueden llegar a ser voluntarias. El perdón
no supone justificar la ofensa que se ha recibido ni minimizarla. La valoración del hecho
será siempre negativa e injustificable, aunque no se busque justicia o se desee venganza.
El perdón del que se trata tampoco supone obligatoriamente levantar la pena al ofensor y
que no sufra las consecuencias de sus actos.
Para que se dé la reconciliación es preciso que el ofensor realice una restitución del daño
que ha causado, si es posible, o cumpla la pena que la sociedad le imponga. El perdón
consiste en que el que perdona deja de buscar activamente que se haga justicia y es
parco en las consecuencias que busca y, sobre todo, no intenta obtener una descarga
emocional junto con la justicia.
Perdonar no es síntoma de debilidad
Porque no se trata de dar permiso al otro para que vuelva a hacer daño, sino que se
puede perdonar cuidando de que no nos hagan daño de nuevo.
ANEXO 4
Beneficios, fórmula del perdón, ¿Qué no es el perdón?
“Ho'oponopono” significa, en hawaiano, algo así como higiene mental.
El ho’oponopono es el código del perdón y de la responsabilidad emocional. Un hecho que
ensalza este tipo de filosofía es la necesidad de que comprendamos algo muy básico: todo
conflicto surge de uno mismo. No debemos buscar culpabilidades externas, no hay que
volcar en los demás toda responsabilidad de lo que nos ocurre, nos molesta o nos quita la
calma. Todos tenemos poder para cambiar las cosas y tornarlas a nuestro favor mediante
la bondad, el sentido común y la coherencia ética y emocional.
Para lograrlo, para dar forma a esa energía curativa que conforma al ho’oponopono
debemos poner en práctica las siguientes estrategias.
Pasos del ho’oponopono
El primer paso es tomar conciencia de nuestras actitudes, emociones o comportamientos
negativos, esos que nos separan de las personas que amamos, esos que impactan a su
vez en nuestro bienestar y libertad personal.
Lo siguiente que haremos es responsabilizarnos de nuestras acciones, de lo dicho o no
dicho, de lo realizado o evitado, de lo que no hemos intentado o de los errores cometidos y
sus consecuencias.
Seguidamente, es momento de visualizar y sentir el amor. Debemos experimentar de forma
vívida el cariño que sentimos por esa o esas personas a las que hemos descuidado.
Abriremos “un canal” interior que conecte con la otra persona.
Ahora, es momento de dar el paso, de pedir perdón. No obstante, hay que matizar algo
importante: en la cultura occidental tendemos a decir “lo siento” y creemos que con ello ya
hemos terminado. Sin embargo, para completar el ciclo de forma correcta debemos recibir
también el perdón de la otra persona, hay que escuchar el “yo te perdono”.
Entonces usamos la frase:
«Lo siento mucho. Perdóname. Te amo. Gracias», varias veces y sintiéndolo realmente.
Podemos destacar solo alguna de ellas que nos llegue más en aquél momento y repetirla.
Dejemos que nos guíe nuestra intuición. Cuando nosotros decimos «Lo siento mucho»
estamos reconociendo que algo (no importa saber el qué) penetró en nuestro sistema
cuerpo/mente. Nosotros queremos el perdón interior por lo que nos trajo aquello. Al decir
«Perdóname» no estamos pidiendo que nos perdonen, estamos pidiendo que nos ayude a
perdonarnos. «Te amo» transmuta la energía bloqueada (que es el problema) en energía
fluyendo, nos vuelve a unir al Divino. «Gracias» o «Estoy agradecido» es la expresión de
gratitud, nuestra fe en que todo será resuelto para el bien mayor de todos los involucrados.
La Oración creada por Morrnah Simeona dice:
"Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno...
Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados
ofendieron, a ti, tu familia, parientes y antepasados en
pensamientos, palabras, hechos y acciones
desde el inicio de nuestra creación hasta el presente,
nosotros pedimos tu perdón...
Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las
memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas
y transmuta estas energías indeseables en pura luz...
Y así se ha hecho".