[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
45 vistas19 páginas

Teología Moral: Moral Fundamental 1. Fundamentación Fundamentación Etimológica. A) Moral

La Teología Moral se compone de tres partes: Moral Fundamental, Moral Especial y Moral Social. La Moral Fundamental estudia conceptos como el acto moral, el bien, la ley moral, la conciencia moral y las virtudes. Existen diversos sistemas éticos como la moral de virtudes, el utilitarismo y el kantianismo. La moral cristiana se basa en el amor a Dios y al prójimo.

Cargado por

Adrian Chiqui
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
45 vistas19 páginas

Teología Moral: Moral Fundamental 1. Fundamentación Fundamentación Etimológica. A) Moral

La Teología Moral se compone de tres partes: Moral Fundamental, Moral Especial y Moral Social. La Moral Fundamental estudia conceptos como el acto moral, el bien, la ley moral, la conciencia moral y las virtudes. Existen diversos sistemas éticos como la moral de virtudes, el utilitarismo y el kantianismo. La moral cristiana se basa en el amor a Dios y al prójimo.

Cargado por

Adrian Chiqui
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 19

TEOLOGÍA MORAL

La Teología Moral Dogmática de la Iglesia ha sido configurada en tres componentes


principales, denominadas Moral Fundamental, Moral Especial y Moral Social. Cada una
de ellas estudia los principios morales básicos, que todo estudiante de Teología debe
conocer, debido a que en su vida práctica los va a requerir con mucha frecuencia.

A continuación se realizará una síntesis de cada parte de la Teología Moral que se ha


estudiado a lo largo de la preparación teológica, ahondando en los más significativo para
nuestro aprendizaje.

MORAL FUNDAMENTAL

1. FUNDAMENTACIÓN

Fundamentación etimológica.

a) Moral

Se deriva del término latino mos – mores – moribus, moralis, moralitas: costumbre, o
hábito. Puede significar dos cosas: 1) costumbre; 2) inclinación natural o cuasi natural a
hacer algo. De moralis surgió moralitas: moral, moralidad.
Cuando hablamos de moral nos referimos más a los actos, conductas o comportamientos
humanos concretos. De ahí que el objeto de la moral es el carácter, los hábitos y los
actos. Estas categorías no son independientes, sino que forman la unidad del
comportamiento humano.

b) Ética

Proviene del término griego ethos, con dos vocablos: ethos con épsilon (E, e: e breve,
sencilla), significa costumbre; y ethos con eta (n: e larga), significa carácter. La
correlación existente entre “costumbre” y “carácter”, nos inducen a significar con el
término ética todo lo que entendemos por personalidad moral. Por ejemplo, el
calificativo de “bueno” aplicado a la persona, indica la dimensión ética global. Por tanto,
no nos referimos al sustantivo “bien” sino al predicado “bueno”.

Por ello, se dice que la moral es una parte de la Teología, y la ética es una parte de la Filosofía. Así
se distinguen dos clases de moral: la moral Filosófica o natural y la moral Teológica o Revelada. A
la moral filosófica o natural se la conoce con la luz de la razón o inteligencia, porque se funda no en
la revelación sino en la naturaleza. A la moral teológica, en cambio, además de la luz de la razón, se
la conoce a través de los datos de la revelación
Moral fundamental: tiene por objeto la esencia y fundamento del orden moral. Estudia el
acto moral, el bien o fin último del hombre, la ley moral (o norma objetiva de moralidad),
la conciencia moral (o norma subjetiva de moralidad) y los hábitos morales (virtudes y
vicios).

¿Cuáles son los matices propios de la personalidad moral del cristiano?


De modo muy genérico, cabe decir que la moral cristiana se caracteriza por la conjunción
de estas tres notas:

 1) es una moral interior (y no ritual);


 2) es una moral religiosa (y no profana);
 3) es una moral que tiene como valor supremo el amor incondicional por el prójimo.

También hay que recalcar que las normas y valores morales no son patrimonio exclusivo
del creyente o un privilegio reservado para los que admiten la revelación sobrenatural,
sino que pertenecen con toda justicia a todos los hombres sinceros y honestos.

Ética civil

Con la expresión “ética civil” se alude al específico y peculiar modo de vivir y de


formular la moral en la sociedad secular y pluralista. La ética civil es la superación de las
antinomias, aparentes o reales, entre la moral religiosa y la profana, y constituye el
proyecto unificador y convergente dentro del legítimo pluralismo ético de la sociedad
democrática

Para fundamentar la ética civil presuponemos la justificación racional de la ética general.


La ética civil se apoya en la racionalidad humana y en el consenso ético del cuerpo
social. Es decir:
 a) La ética civil no se basa en cosmovisiones totalizantes (de signo religioso o laico). 
b) La ética civil no se apoya en opciones partidistas.

Breve historia de la moral y de la Ética

Empirismo: doctrina que todo lo reduce y lo explica por la experiencia, y para juzgar la
moralidad de un acto procede por simple análisis; es decir, por el examen de cada acto,
de acuerdo al criterio empírico que cada cual se ha formado, dentro del proceso
evolutivo.

Racionalismo: afirma que para juzgar la moralidad de los actos se debe contemplar únicamente
el criterio de la razón.

Apriorismo: juzga la moralidad del acto en forma puramente subjetiva. La moralidad es


el dictamen o “imperativo categórico de la razón práctica”, que se traduce en estos
términos: “el deber por el deber”.

Utilitarismo: Jeremías Bentham (filósofo inglés, 1748-1832) sostiene que es moral aquello que
es bueno y útil para causar placer, cualquiera que él sea (físico o espiritual).

Saint Lambert pone como fuente única para establecer la moralidad de los actos
humanos la opinión pública. Aquello que merece la aprobación general es bueno, y malo
lo que merece la desaprobación pública.

2
Principales Sistemas

A. Moral de virtudes

En nuestra sociedad, de tradición occidental y cristiana, está fuertemente enraizado el


modelo moral del hombre virtuoso. La máxima aspiración del hombre consiste en la
felicidad, que no puede encontrarse sino en Dios, fin último de la vida humana. Esa
felicidad se alcanza mediante el ejercicio de las virtudes.

La felicidad es el bien supremo y fin último del hombre. Esta felicidad se alcanza
mediante la práctica de las virtudes, que son actitudes de equilibrio en todos los ámbitos
de la vida humana: justicia, fortaleza, templanza, veracidad, liberalidad, etc. La gran
síntesis teológica, elaborada al final de la Edad Media por Tomás de Aquino, consagró
definitivamente el esquema ético de Aristóteles como ideario moral de la cristiandad

b. Hedonismo
La teoría que desarrolla esta tendencia como criterio último de moralidad es denominada
hedonismo (del griego hedoné: placer). Epicuro, profundamente materialista, entiende
por tales los placeres físicos más elevados o refinados. El placer puro es el que no lleva
mezcla de sufrimiento.

Saber seleccionar los placeres y saber calcular su medida, con el fin de eliminar lo más
posible el sufrimiento, sería la máxima de la actividad moral que brinda el epicureísmo
para los hedonistas de todos los tiempos.

c. Estoicismo
En los cimientos del estoicismo se halla la comprensión del mundo como un cosmos, un
orden universal, regido por leyes inmutables que gobiernan también la vida humana. El
ideal del hombre consiste en vivir conforme a la naturaleza. De ese modo, se adapta al
orden universal y consigue la felicidad.

d. Neoplatonismo
Siguiendo con las éticas del mundo grecorromano, tenemos la ética del neoplatonismo,
muy emparentada con las anteriores. Esta corriente es marcadamente religiosa, y recoge
la tendencia mística del hombre a sumergirse en la divinidad.

El ideal de vida propuesto por Platón para alcanzar la felicidad enfatizaba el cultivo de la
sabiduría, mediante la contemplación y la mortificación de todos los deseos sensuales
que provienen del cuerpo: parte inferior y perecedera del hombre.

e. Moral kantiana del deber


Kant llega así a determinar que el único fundamento de la norma moral es el deber. El
valor moral sólo puede radicar en la voluntad del hombre, en “querer hacer el bien”, en
la buena voluntad. La voluntad de cumplir el deber es el criterio máximo de bondad
moral.

3
f. El utilitarismo
Es sin duda el modelo ético más usado en la actualidad. Constituye un resurgimiento del
epicureísmo hedonista en pleno siglo XVIII. Su principio fundamental consiste en la
felicidad, que se consigue buscando el placer y rechazando el dolor: bueno es lo que
produce placer; malo, lo que produce dolor.

g. Moral del Superhombre

Estaba convencido de que los valores tradicionales representaban una “moralidad


esclava”, una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban
comportamientos, como la sumisión y el conformismo, porque los valores implícitos en
tales conductas servían a sus intereses. Afirmó el imperativo moral de crear valores
nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad
evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el “superhombre”

h. Existencialismo
Según el existencialismo, esa es la decisión fundamental que debe tomar el hombre; es
decir, una decisión mía, sin condiciones, que es casi como de despojarme de mí para dar
entrada al mundo que está fuera de mí.

i. Moral Marxista
La moral marxista es ante todo una moral revolucionaria.
Sus virtudes son la lucha, la solidaridad, el sacrificio por la causa, el trabajo colectivo.
Quien asume en su vida actitudes revolucionarias a favor del socialismo, obra el bien;
quien entorpece la revolución socialista o se desentiende de ella, obra el mal.

j. Moral de la comunicación
Es una moral formal, basada en el diálogo y la comunicación, que hunde sus raíces en
Kant. Estos autores, preocupados por la justificación y la fundamentación de la moral en
una sociedad pluralista y democrática como la actual, colocan el énfasis en el
procedimiento para llegar entre todos a una normativa moral universal.

k. Moral cristiana
La moral de Jesús va mucho más allá de la moral del triunfo y del éxito, de la moral de las
actitudes interiores, de la normativa o de la de situación.
La moral de Jesús no se dirige a la reducción sino a la superación del mal, y se basa
fundamentalmente en el amor a Dios y al prójimo, entendiéndose por prójimo (próximo),
el compatriota, el de cualquier clase social, el cercano y aquellos respecto a los cuales no
tengo ya obligaciones.
La moral del cristianismo original se basa en la creencia de que todos los hombres somos
hermanos, hijos del mismo y único Dios, a quien le debemos nuestro ser y quien nos
comunica una nueva vida, su propia vida, para que vivamos conforme a su Espíritu y no
conforme a los apetitos del instinto, propios de la animalidad.

2. EL ACTO MORAL

Acto moral es todo acto humano realizado con plena capacidad intelectiva y volitiva. Es
decir, un acto pensado por la razón como objetivamente necesario se impone también a
la voluntad como subjetivamente necesario. Por esta razón, el acto moral supone
conciencia, libertad y responsabilidad en quien lo ejecuta.

4
Sólo los actos conscientes, voluntarios y libres, son objeto de valoración moral, porque el
ser racional es capaz de tender hacia su bien de un modo reflexivo y libre. En la
naturaleza, únicamente el hombre es un ser racional, dotado de libre albedrío y sujeto de
actos morales.

Moralidad de los actos


En el hombre los actos humanos se realizan en tres categorías: 1) fisiológicos; 2)
subconscientes; 3) libres o voluntarios.

-Acto fisiológico: es el movimiento o proceso funcional del organismo, como la


asimilación, el crecimiento, etc. Se desarrolla mecánicamente y fuera de la facultad
volitiva.
-Acto subconsciente: es el movimiento o proceso mental que se desarrolla a base de
asociación de ideas, de manera semiconsciente, como por ejemplo, el sueño (ilación de
ideas que forja la fantasía cuando dormimos y sobre todo en los sueños).
- Acto libre o voluntario: aquel que ejerce el hombre con pleno dominio de sus facultades
mentales, con conocimiento y libertad.

Factores que alteran la moralidad de los actos


El acto voluntario ha de ser siempre un acto iluminado por el entendimiento, que
presenta a la voluntad el objeto o los objetos deseables, en sus razones o motivos de
apetibilidad. Sin embargo, el acto voluntario puede recibir influencias modificativas que
alteren o disminuyan su condición. La ignorancia, la pasión, el miedo y la violencia,
son las cuatro formas generales de influencias modificativas de los actos voluntarios.

Mérito o demérito moral


La conducta moral es meritoria por las buenas acciones (el sujeto moral merece). Se
llama mérito al acrecentamiento del valor moral que el hombre adquiere por sus buenos
actos. A la inversa, el obrar mal acarrea una disminución de valor que se llama demérito.

Responsabilidad moral
La vida moral se apoya sobre la responsabilidad humana. No existe moral sin
responsabilidad, y a ésta sólo la entendemos desde sus implicaciones morales: “ser libre”
y “obrar moralmente” son una misma realidad.

Actitud Moral
El término “actitud” proviene del vocablo “acto”, derivado de “hacer” (no confundir actitud con
aptitud). Significa disposición o postura del ánimo.
La actitud moral comporta toda la riqueza de la dimensión moral de la persona: el mundo
cognoscitivo, volitivo y ejecutivo de la persona. Integra sentimientos, principios,
criterios y decisiones ejecutivas de la persona.

5
3.
4. NOCIÓN DE LEY

La ley es una norma estable que regula la marcha de las personas y de las cosas. No hay
solo leyes humanas que regulan nuestras acciones morales, sino también leyes físicas
que regulan la marcha de las cosas.

Ley positiva humana


La ley natural no es suficiente, muy a menudo, para regular en concreto la vida de los
hombres, tanto social como individual, por consistir en principios muy generales que
requieren ser adaptados a la vida concreta.

Ley moral y ley civil


Es necesario recordar aquí la definición de la ley ofrecida por Santo Tomás: “Ordenación
de la razón, dirigida al bien común, y promulgada por el que tiene a su cargo la
comunidad". Según esto, la ley es un acto de la razón práctica más que de la voluntad.

Ley moral. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que: “La ley moral es obra de la
sabiduría divina. En sentido bíblico, es una instrucción paterna, una pedagogía de Dios.

Ley civil. La ley civil es un imperativo de orden racional que se impone para el bien común de
una sociedad perfecta,

Obligatoriedad de la ley civil


En principio, la moral cristiana exhorta al cumplimiento de las leyes civiles justas. Y ello
no solamente por razón de solidaridad con los demás ciudadanos y con el objeto de
lograr la armonización de las voluntades para la realización del bien común. La
obediencia a las leyes justas ha sido tradicionalmente justificada por el reconocimiento
del origen divino de la autoridad.

Derechos fundamentales
Son los que le competen a la persona humana por su propia naturaleza, anteriormente a
todo derecho positivo otorgado por el Estado. Estos derechos son iguales para todos, sin
distinción de sexo, edad, raza o condición.
- Derecho a la Vida: nadie puede atentar contra nuestra existencia, porque es un
derecho personal e indiscutible que tenemos todos. Sin embargo, se puede dar
la muerte en los casos siguientes: en una guerra justa; en defensa propia y cuando
el Estado admite, en su legislación, la Pena capital.

- Derecho a la libertad: es el que nos permite obrar de acuerdo a nuestra


voluntad. Abarca entre otros, el derecho de asociación, de imprenta, de
pensamiento, de cátedra, de trabajo, etc. Toda persona goza de este derecho, o
sea, de la facultad de pensar y de actuar de acuerdo al propio criterio

- Derecho de propiedad: es la atribución por la cual una persona física o moral,


tiene dominio sobre una cosa, de tal manera que pueda poseerla, usarla,
disponerla, etc., con exclusión de los demás.
5. NORMA SUBJETIVA DE MORALIDAD

La conciencia.

6
La conciencia es norma de moralidad, porque es una regla con la cual analizamos,
evaluamos y distinguirnos si una cosa está encaminada o no hacia su fin. La conciencia
realiza las siguientes funciones:

1) Antes del Acto: La conciencia antecedente


Prevé el acto; después aplica los principios de la sindéresis; finalmente, da el juicio
moral, que podrá ser imperativo (tengo que estudiar), o prohibitivo (no debo hacer
trampa). 2) Durante el acto: La conciencia concomitante
No es propiamente conciencia moral, puesto que no emite todavía ningún juicio.
Conciencia concomitante: atestigua la moralidad del acto.
3) Después del acto: Conciencia consecuente
Después de conocer el acto ya realizado, juzga sobre el mismo. Si se ajustó al dictamen
de la conciencia antecedente, lo aprueba, si no fue así, lo reprueba. Al juicio de la
conciencia consecuente siguen dos estados efectivos diversos: satisfacción, si hubo juicio
aprobatorio, o remordimiento, si fue reprobatorio (el remordimiento no existe en la
conciencia relajada).

Principios fundamentales de la moralidad:

-El fin del agente es sólo fuente accidental de moralidad.


-La moralidad esencial de un acto depende de su objeto propio.
-El fin del que obra convierte en buena o en mala una acción que de suyo es indiferente.
-El fin del que obra puede volver mejor o peor un acto que ya es bueno o malo de por sí.
-El fin del que obra nunca puede convertir en buena una acción que de por sí es mala,
como en el ejemplo que se dio anteriormente.
-Un fin malo corrompe total o parcialmente una acción que de suyo es buena.

Dimensión religiosa de la conciencia moral


La conciencia moral alcanza total comprensión y realización cuando es entendida y
vivida en clave religiosa. La conciencia moral, tanto habitual como actual es
comprendida y vivida:
-en el contexto del Dios trinitario;
-en el contexto del misterio de Cristo; -en
el contexto del ámbito eclesial.

Dignidad de la conciencia moral


La razón suprema de esa dignidad está en la posibilidad del hombre de abrirse a la
trascendencia: su vocación a la unión con Dios (Gaudium et Spes, 19). “La dignidad
humana requiere que el hombre actúe por convicción interna personal y no bajo la
presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa” (Gaudium et Spes,
17). Por eso la conciencia, lo mismo que la persona, tiene el derecho a la inviolabilidad.

6. BONDAD Y MALICIA DE LOS ACTOS HUMANOS

Los actos humanos, moralmente considerados, pueden ser buenos o malos, según que se
ajusten o se aparten de la norma moral. El orden de los actos humanos a la norma última se
llama moralidad fundamental de los actos.
La maldad de los actos humanos es una entidad defectiva de los mismos. Es una
privación del orden moral, ya que la voluntad no quiere el objeto por el mal mismo (la

7
privación de bien, el no ser), sino por algo bueno que exista en él, aunque se halle en
oposición con el orden y jerarquía de bienes en que la cosa está inserta.
Por este motivo, Dios, causa primera de todo ser (causa eficiente), no puede ser causa del
mal, porque el mal no tiene causa eficiente, sino deficiente.

La respuesta moral negativa: el pecado

El objeto de la Teología Moral no es el pecado sino la llamada a la perfección que nos ha


sido dirigida por Jesucristo. Pero la Moral no puede desentenderse de los pecados del
mundo. El Catecismo de la Iglesia Católica así el pecado:

“El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor
verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes.
Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como
“una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna”

7. DISPOSICIÓN MORAL

Las pasiones

La pasión es un movimiento impetuoso del alma que nos arrastra hacia un objetivo o nos
aleja de él. Según Aristóteles, las pasiones son moralmente indiferentes, sin embargo se
hacen buenas si se someten a la recta razón y son encauzadas por la razón hacia la
búsqueda del fin último.

Las virtudes
El término “virtud”, proviene del latín Virtus, Virtutis, y significa valor y fuerza (virtud: valor
militar).
o Virtudes: son hábitos o disposiciones permanentes que nos mueven a obrar el bien y
evitar el mal. La virtud no es el acto del bien sino que dispone permanentemente para el
bien. o Hábito: es un modo de hacer preferido a otro, estable en el tiempo, y que es fruto
de la práctica o costumbre. El hábito es una disposición permanente, y el hábito virtuoso
dispone el alma para el bien, en cuanto que lo hace más fácil y suave conseguirlo.
o Costumbre: es un modo constante de obrar que encontramos en la sociedad, en nuestro
país o en nuestra comunidad. Las costumbres influyen en la moralidad de nuestros actos,
y con el tiempo se convierten en leyes consuetudinarias.
El bien común, fin de la sociedad civil
El bien común consiste en la posibilidad de que todos los miembros de una sociedad
civil puedan realizarse como personas, disfrutar de sus derechos y satisfacer todas las
necesidades humanas.
La sociedad debe proporcionar a sus miembros:

-Bienes materiales: aspectos sanitarios, de comunicaciones, culturales, etc.


-Bienes morales: normas que rigen actitudes con respecto a la moral. -
Bienes Religiosos: aspectos espirituales que dirijan a la persona.

8
Moral cívica
Se basa en los deberes y derechos del ciudadano dentro de la sociedad civil. Toda
persona debe respetar a los demás, comenzando por las autoridades, los ancianos, el
Clero, las corporaciones, etc., aplicando los mismos principios éticos que rigen en la
familia, acentuando dos puntos esenciales: el Patriotismo y la Tolerancia.

MORAL ESPECIAL
La teología moral especial constituye actualmente la parte de la teología moral dedicada
a las cuestiones particulares. Por esta razón, en este estudio iniciamos subrayando el
respeto a la vida y el verdadero sentido del amor, con todos los grandes problemas que el
amor está planteando a las nuevas generaciones en el campo de la sexualidad, de la
amistad interpersonal y de la nueva estructuración de la familia

MORAL DEL AMOR Y DE LA SEXUALIDAD

Esta moral ha sido promulgada por la autoridad del Magisterio de la Iglesia Católica y se
deriva de la Ley natural, de la Sagrada Escritura y de la Tradición. Evalúa la bondad del
comportamiento sexual y proporciona principios generales por los que evaluar la
moralidad de cada acto. La Iglesia Católica enseña que la vida y sexualidad humana son
ambas inseparables y sagradas.

Sexualidad y genitalidad
Hay que distinguir la sexualidad de la genitalidad. La genitalidad se refiere a la base
biológica, orgánica, de la sexualidad, a las pulsiones y gestos cuya finalidad es la
realización de la cópula humana. En cambio la sexualidad, en sentido amplio, va mucho
más allá de la genitalidad, abarca todas las expresiones del ser humano como varón o
como mujer: es el modo peculiar de reaccionar de un sexo frente al otro en todos los
niveles de convivencia.

Criterios básicos de la moral sexual


a) Finalidad inscrita en la misma naturaleza biológica
b) Relación interpersonal
c) Valor objetivo de los actos
d) La moral cristiana.

Relaciones sexuales “prematrimoniales”


Son las relaciones íntimas entre novios, solteros, con firme y precisa voluntad de casarse.
Estas relaciones han proliferado en los últimos tiempos, debido a la irrupción de la mujer
en el mundo moderno y al influjo del bombardeo erótico de que son objeto los jóvenes a
través de los medios de comunicación social.

El autoerotismo

9
Llamado también masturbación (evitamos los términos de “onanismo” y “vicio solitario”), es
una variación psíquica que afecta toda la estructura personal del sujeto.

La pornografía
Es la degradación de lo erótico, mediante la publicitación de lo sexual con alto voltaje
erótico o morboso, que degrada al hombre sobre todo porque hiere vivamente su
sensibilidad, estimulando el instinto sexual.

La homosexualidad.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2357), “…los actos homosexuales son
intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural (…). No proceden de una
verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún
caso”.

Transexualidad y cambio de sexo


Los transexuales son personas que desean pertenecer al otro sexo y que se someten a una
operación quirúrgica para conseguirlo. Estas prácticas quirúrgicas son una farsa de
psiquiatras y cirujanos, puesto que la transexualidad no se cura con esas intervenciones
médicas.

Prostitución
Es la oferta de favores sexuales a cambio de una ganancia económica.

Violaciones de hombres y mujeres


La violación es obligar con violencia a tener una relación sexual. Este acto daña el
derecho al respeto y a la integridad moral y física de cada uno produciendo una secuela
que puede durar toda la vida.

A mas de estas encontramos, pedofilia, incesto, adulterio, que dañan la dignidad del hombre.

Parafilias
Del griego para (“al margen, fuera”) y filia (“amor sensible”). Según Masters y Johnson,
se llama parafilia a “todo estado en el que la excitación sexual y la gratificación del
individuo están supeditadas por entero a la fantasía recurrente de una experiencia sexual
insólita que se convierte en el foco principal de la conducta sexual”.

Existen muchísimos tipos de parafilias. Aquí solamente nos limitamos a mencionar algunas de
ellas: exhibicionismo, fetichismo, travestismo, voyeurismo, sadismo, masoquismo, pedofilia,
gerontofilia, zoofilia, necrofilia, cybersexual coprofilia, urofilia, apotemnofilia. Cada una tiene
sus propias características de fantasía y satisfacción sexual.

LA CASTIDAD CONSAGRADA

El pudor sexual

10
El pudor representa un elemento fundamental de la personalidad, como vivencia de la
intimidad personal. Desde el punto de vista psicológico, moral y espiritual, el pudor tiene
un carácter natural profundamente humano.
El pudor, al relacionarse con la sexualidad y con lo más íntimo de la personalidad
(corporal y espiritual) está ligado, por una parte, a sentimientos de temor y vergüenza.
Por otra parte, a sentimientos de recato y de reserva.

El pudor es necesario como defensa:


- De la propia INTIMIDAD. Sin la intimidad la persona se vacía a sí misma y le
queda poco para ofrecer. La intimidad capacita para la comunicación interpersonal.
- De los VALORES de la auténtica sexualidad. Sin pudor, el sexo se vulgariza, se
materializa y se cosifica.
- Del MISTERIO y encanto de lo sexual. El pudor conserva y acrecienta el amor y el
sano erotismo

La castidad
es UNA, pero puede vivirse en distintas modalidades: el casado, con AMOR fecundo y
fidelidad; el consagrado renuncia a la función generativa por AMOR al Reino, y
consagra esta renuncia; el no casado se dedica al servicio social renunciando a la función
generativa por AMOR al prójimo, pero sin consagrar esta renuncia.

MORAL CONYUGAL Y FAMILIAR

Realidad personal y social: institución


El matrimonio es una institución social, humana y religiosa, que tiene como propiedades
esenciales la unidad y la indisolubilidad, a partir del amor personal, y además un carácter
social y jurídico tanto a nivel civil como eclesiástico. El bien de la sociedad se apoya
sobre la base de la familia, con la cual nace un nuevo sujeto de derechos y deberes.

Realidad sacramental
El matrimonio tiene una dimensión histórico-mundana, pero al mismo tiempo conlleva
una nueva dimensión: religioso-sacramental, como signo exterior instituido por Cristo y
que significa y produce la gracia (Ef 5, 22-33). A partir del mensaje neotestamentario y
de la teología del Vaticano II (GS 48) se explicita mejor la dimensión sacramental del
matrimonio cristiano de modo vital. Decir que el matrimonio cristiano es sacramento
significa que la relación varón-mujer, concretada en el matrimonio, no es algo neutral ni
meramente mundano, sino que está asumido en el misterio de la alianza de Dios con su
pueblo.

Divorcio civil y moral cristiana


Hay que distinguir entre matrimonio cristiano (sacramental, canónico) y matrimonio
civil (realidad interpersonal y social, mera vinculación de pareja). Sin embargo, tanto del
matrimonio cristiano como del civil surgen ciertas obligaciones y derechos de los
cónyuges y de los hijos, entre sí y respecto a la sociedad, y en la sociedad respecto a

11
ellos, que son reconocidos, protegidos y ordenados por la ley civil en orden al bien
común.

El tema del divorcio se plantea sólo en el campo del matrimonio civil. En la realidad
matrimonial y en el divorcio entran en juego tres componentes: ético, sociológico y
jurídico.

MÉTODOS NATURALES
Y REGULACIÓN DE LA FERTILIDAD

Planificación familiar natural


La moral de la Iglesia sostiene que, por motivos justificados, la pareja podría espaciar la
generación de nuevos hijos. Tras verificar que tal deseo no proviene del egoísmo sino del
sentido de la paternidad responsable, podrán observar continencia sexual periódica o
métodos de regulación que se basen en el autoconocimiento de los períodos infecundos.

Principales métodos naturales


1) Método de la ovulación
2) Método de la temperatura basal
3) Método sintotérmico

Anticonceptivos

Métodos principales de contracepción


Lo métodos anticonceptivos suelen actuar de tres formas: a) alterando la fisiología de
uno de los cónyuges; b) por el uso de mecanismos antifertilizantes durante la realización
del acto sexual; c) produciendo un aborto precoz.
Según esto, los podemos clasificar en: 1) métodos anticonceptivos de barrera
(preservativo, diafragma, capuchón cervical, tampón o esponja vaginal, condón vaginal o
Fenidom, cremas espermicidas). 2) métodos anticonceptivos quirúrgicos y hormonales:
a) esterilizantes (la ligadura de la trompa de Falopio en la mujer y la vasectomía del
conducto deferente en el hombre); b) hormonales, tales como las píldoras esteroideas que
afectan al ciclo femenino; c) abortivos precoces (el DIU, las píldoras anticonceptivas del
día siguiente y la RU-486), que impiden la implantación del embrión produciendo un
mínimo aborto unos días después de la fecundación.

GRANDEZA Y DIGNIDAD DEL SER HUMANO

Moral de los derechos humanos


La expresión “derechos humanos” y otras expresiones derivadas, como derechos del
hombre, derechos fundamentales, derechos públicos subjetivos, libertades
fundamentales, recogen las experiencias básicas de la dignidad humana. En esta realidad
entran en juego el derecho y la moral. En el concepto de derechos humanos se hallan
contenidos algunos aspectos axiológicos:

12
Derechos sociales: derecho a la educación, a la asociación, al trabajo, a la vivienda, a la
salud, a la recreación, al desarrollo, al buen gobierno, a la libertad y justicia social, a la
participación en las decisiones concernientes al pueblo y a las naciones.

Moral interpersonal

Descubrimiento del “otro” como un “tú”: las personas valen en cuanto tales, y por ello,
deben ser tratadas como “prójimos” y nunca como “objetos”. La convivencia es distinta
según sean objetos, personas o prójimos los que la componen. Hay diversas maneras de
hacer del otro un objeto.

El aborto o el valor de la vida humana naciente


El aborto es condenado como verdadero homicidio y sancionado con la pena de
excomunión (Código de Derecho Canónico, c. 1398). El aborto prolifera en los
ambientes de relajación moral, caracterizada por el menosprecio a la persona humana y
la facilidad para sacrificarla por motivos egoístas.

Aborto espontáneo y aborto provocado


Espontáneo: cuando la interrupción del embarazo acaece por causas naturales, sin la libre
intervención humana.
Provocado: se debe a la intervención libre del hombre. Este es el aborto considerado por la
moral y por el derecho, ya que en él interviene la libertad humana.

El suicidio
Múltiples son las formas con que el hombre puede llegar a disponer de su propia vida. La
“cobarde” desgana del vivir” tiene muchas versiones históricas: la exaltación exagerada
de un valor (la patria, una operación bélica, etc.), deseo de disponer libremente de la
propia vida, eligiendo la muerte, búsqueda patológica de la muerte como solución a la
depresión vital, etc.

BIOÉTICA
Bioética es la ética de la vida biológica o ética de la biología (o conocimiento de los sistemas
humanos de valores).
La bioética debe ser concebida como aquella parte de la ética o filosofía moral que
estudia la licitud o no licitud de las intervenciones sobre la vida del hombre,
particularmente de aquellas relacionadas con la práctica y el desarrollo de las ciencias
médicas y biológicas.

Deontología médica y ética biomédica


La deontología médica evoca los deberes y obligaciones de los profesionales de la
medicina. Los códigos deontológicos de los profesionales suelen ser el conjunto de
normas éticas y administrativas destinadas a garantizar la calidad del ejercicio de la
profesión médica y la buena imagen moral del gremio. En este sentido la deontología
médica es lo mismo que ética o moral médica. Actualmente la ética médica clásica es
sustituida, al menos denominativamente, por los Comités Éticos o Comités de Bioética.

¿Hasta qué punto es moralmente lícito fomentar y consolidar el dominio del hombre sobre
el hombre en el campo de la medicina y de la biología?

13
Este interrogante supone que en nombre de la medicina y de la biología (bioética) se
están realizando prácticas médico-biológicas sospechosas: unas tan viejas como la
humanidad y otras novísimas. Por ejemplo, el aborto, la eutanasia, la esterilización, la
reproducción humana artificial “in vitro” en sus numerosas modalidades o la
manipulación genética.

TÉCNICAS DE
REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA

Alternativas válidas para la situación de esterilidad: o


la adopción (FC 41);
o la entrega más plena a un servicio social; o
las diversas formas de obras educativas;
o la ayuda a otras familias, a niños pobres y
minusválidos

El matrimonio ámbito adecuado de la procreación


Las intervenciones para vencer la esterilidad sólo pueden y deben realizarse dentro del
matrimonio: son lícitas moralmente estas intervenciones para favorecer la transmisión de
la vida humana dentro del ambiente matrimonial.

En cambio, la fecundidad fuera del ámbito conyugal es fuente de contravalores


personales y sociales, y es ilícitamente inmoral. En efecto, las técnicas de reproducción
humana asistida, utilizada por personas y parejas sin vínculo matrimonial es inmoral. No
se admite moralmente en los siguientes casos: o en el caso de mujeres solas: solteras,
separadas, divorciadas o viudas; o en el caso de parejas homosexuales; o en el caso de
parejas heterosexuales no casadas.

El magisterio oficial católico rechaza todo uso de las técnicas de reproducción humana
asistida (donación de gametos y embriones y crioconservación de unos y otros). A pesar
de ese rechazo ético, no se opone a que se legisle sobre estas acciones, porque la
ausencia de tal legislación acarrearía mayores males a la sociedad. “La ley civil a veces
deberá tolerar, en aras del orden público, lo que no puede prohibir sin ocasionar daños
más graves” (Donum vitae, 3).
Ejemplos: Inseminación artificial y fecundación artificial, La fecundación artificial o
Fecundación “in vitro” (FIVTE), Transferencia de embriones (TE), La clonación de
células madre

Ahora bien, toda forma de inseminación artificial rompe en alguna


medida esa unión natural querida por el Creador.

LA VIDA HUMANA EN FASE TERMINAL.

La eutanasia

14
Del griego Eu (bueno) y Thanatos (muerte): muerte buena o dulce. Etimológicamente el
término eutanasia significaba antiguamente una “muerte dulce”, sin sufrimientos atroces.
Actualmente se refiere a la intervención de la medicina encaminada a atenuar los dolores
de la enfermedad y de la agonía, a veces incluso con el riesgo de suprimir
prematuramente la vida.

Clasificación
Eutanasia directa: adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable. Ésta a
su vez se puede realizar por dos formas:
1) Forma activa (acción): aquí no se inicia algún tratamiento, sino que se inyecta al
enfermo para provocarle una muerte indolora a petición del mismo, utilizando
sustancias mortíferas o sobredosis de analgésicos (morfina). Es efectuar
procedimientos terapéuticos cuyo efecto secundario es la muerte.
2) Forma pasiva (omisión): provocar una muerte por omisión es dejar de aplicar un
medicamento, dejar de tratar o no proporcionar soporte básico para la
supervivencia del enfermo (ej.: no tratar una bronconeumonía), dejar de
alimentar al paciente por vía parenteral. Es la abstención o suspensión
terapéutica. En este tipo de eutanasia no se abandona en ningún momento al
enfermo, sino que simplemente se suspende el tratamiento iniciado.

La ortotanasia
Es también llamada “Derecho a morir dignamente”. Formulado el conflicto de valores y
el sentido de la inviolabilidad de la vida humana, señalamos el contenido de otro valor
en conflicto: la exigencia moral del morir dignamente. La distanasia
Con este término nos referimos a ciertas situaciones médicas que emplean una nueva
técnica terapéutica de reanimación. Es la práctica para alejar lo más posible la muerte
utilizando no sólo medios ordinarios, sino también extraordinarios

Debemos valorar moralmente algunos comportamientos en relación con la abreviación


(eutanasia) y la prolongación (distanasia) de la vida del moribundo.
Las situaciones eutanásicas son aquellas en las que el valor de la vida humana parece
encontrarse en una condición tal de oscurecimiento u ocaso que una terapia de
anticipación de la muerte aparece como alternativa mejor.

Es lícito efectuar alguna acción honesta, aunque acompañe a ella peligro de muerte,
detrimento para el ser humano, o incluso la misma muerte, con tal que la finalidad
pretendida sea proporcionalmente superior a dicho riesgo. Por ejemplo, es lícito mitigar
una grave dolencia con medicinas que a la vez acortan la vida, utilizar una medicina de
éxito dudoso, cuando no existe otro medio para salvar una vida, arriesgarse
personalmente para salvar a otros, y casos similares.

DONACIÓN DE ORGANOS
Valoración moral
Desde el punto de vista cristiano no existe ninguna objeción contra la donación
voluntaria de órganos. Las objeciones surgen con ocasión de los abusos graves que se
pueden cometer, por ejemplo, mediante la comercialización de los órganos. El cuerpo es
un don del Creador del que el hombre no puede disponer caprichosamente, pero puede
usarlo por amor al prójimo de acuerdo con los dictados de la recta conciencia.

15
MORAL SOCIAL

Origen de la moral social cristiana


La historia de la Moral cristiana se inicia con la Sagrada Escritura, la cual ilumina,
cuestiona y transforma las realidades sociales. Continúa a través de las exhortaciones del
cristianismo primitivo y de la patrística. En la etapa de la reflexión teológica se destacan
tres modelos de formulación teológico-moral:
1) Moral de la justicia.
2) Exigencias morales del Decálogo.
3) Doctrina Social de la Iglesia.

Como es lógico, en la Biblia no se encuentran juicios sobre la mayoría de las cuestiones


sociales que hoy nos preocupan, porque entonces, no existían. Sin embargo, encontramos
en ella una serie de principios —el destino universal de los bienes, la preferencia por los
débiles, la autoridad como servicio, etc.– con los que es posible enjuiciar las realidades
actuales.

Dimensión jurídico-legal
En el mundo bíblico, sobre todo en el Antiguo Testamento, la vida social está regulada por
la ley, y la justicia adquiere una dimensión jurídico-legal.
Predicación social de los profetas
Los profetas en su predicación, destacan ante todo, el derecho del humilde, del pobre, de
la viuda, del huérfano, del extranjero, del asalariado; es decir, de los excluidos de la
sociedad, y que deben ser reintegrados en ella. La voz “profética” a favor del pobre se
oye a lo largo de todo el Antiguo Testamento. Basta recordar algunos textos, como Dt
24, 14-15, donde se pide moderar los instintos de avaricia y de crueldad ligados a la
propiedad en contra de los pobres.
Denuncia de una religión sin moral
Un religión sin moral es denunciada por los profetas como vacía, vana e inútil: Am 5,
2125; Is 1, 10-16; Miq 6, 5-8; Sal 50, 5-15; 51, 18-19. También Oseas 6, 6, dice: “Quiero
amor y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.

Actitudes de Jesús ante la cuestión social


En todas las épocas los cristianos han vuelto su mirada a Jesús para encontrar en su actuación y
en su predicación los criterios normativos para el compromiso moral y social.

La actitud de Jesús ante la cuestión social puede verse concatenada en tres afirmaciones: a)
Jesús estuvo inmerso en las realidades sociales.
b) Jesús no tuvo una actuación “técnica” y “política”.
c) La actuación y el mensaje de Jesús inciden realmente en las cuestiones sociales y morales,
porque superan el planteamiento “técnico” y se orientan hacia la Esperanza escatológica.

La Sagrada Escritura ofrece una visión:


-Religiosa: perspectiva en que se encuadran los problemas sociales.
-De salvación: visión religiosa no ideológica sino salvífica.

16
- De carácter histórico: la salvación religiosa tiene incidencia histórica.

Modelo teológico-moral de la Doctrina Social de la Iglesia.

Hemos afirmado que la moral social cristiana parte de la Sagrada Escritura. Sin embargo,
entre el dato bíblico y el momento actual existe una larga trayectoria de intervenciones
de la Iglesia sobre las cuestiones sociales. Se trata del pensar cristiano sobre los
problemas sociales: desde la doctrina de los santos Padres hasta las intervenciones de los
Pontífices en forma de encíclicas, pasando por las predicaciones de los pastores y las
reflexiones de los moralistas, cuya diversidad es más acentuada según las diversas
situaciones geográficas y nacionales.

Juicio valorativo
1) Hay que destacar el largo recorrido histórico desarrollado por magisterio social, desde
finales del S. XIX hasta el Concilio Vaticano II.
2) La Doctrina Social de la Iglesia ha buscado servir a la Humanidad, mediante un serio intento
de reflexión teológica interdisciplinar.
3) Gracias a este magisterio social, la teología ha sido cuestionada por la realidad, asumiendo
en su reflexión racional los aportes de la ciencia y de la técnica.
4) Los contenidos del magisterio social inciden en la problemática real, contribuyendo a la
construcción de estructuras sociales democráticas (por ejemplo, la reconstrucción espiritual y
democrática de Alemania después de la II Guerra mundial).

LA MORAL SOCIAL TIENE COMO PRIORIDAD


Solidaridad, justicia y opción preferencial por el pobre

LOS DERECHOS HUMANOS


La Iglesia, al analizar el campo del mundo, es muy sensible a todo lo que afecta a la dignidad de
la persona humana. Ella sabe que de esa dignidad brotan los derechos humanos, objeto
constante de la preocupación y del compromiso de los cristianos. Entre otros, hoy son
especialmente reclamados, el derecho a:
- La vida.
- Al trabajo.
- La educación.
-La creación de una familia.
-La participación en la vida pública.
-La libertad religiosa.

Doctrina social pontificia y derechos humanos


El ser humano no puede ser rebajado a la condición de objeto de la sociedad o del
Estado, puesto que como persona, recibió de Dios derechos que permanecen intangibles
aun frente a una sociedad que los niegue o desconozca. Por consiguiente, el hombre, por

17
su propia naturaleza y dignidad, posee derechos que le son inherentes y, que, lejos de
nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta consagrados y
garantizados. La persona tiene derecho a la protección jurídica de los derechos propios,
civiles, familiares, políticos, económicos, culturales y sociales. Entre estos
mencionamos, el derecho a:
 Mantener y desarrollar la vida corporal, intelectual y moral. 
La propiedad.
 La formación y educación religiosa.
 Rendir culto privado y público a Dios.
- Al matrimonio
 Al trabajo y a un salario justo.
 Escoger libremente su estado.
 Disfrutar de los bienes materiales.
 La iniciativa en lo económico.
 Derechos políticos de ciudadano.
 Proteger su vida y su familia.
 La información verídica y objetiva.
 La libre asociación y sindical.
 Un nivel de vida digno.
 La seguridad social.
 Al descanso.
 Tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad.

A. El Vaticano II, en el conjunto de sus documentos, proclama y expone en forma


sistemática los derechos fundamentales del hombre, reconoce y estima el
dinamismo con que actualmente se los promueve por todas partes. Quiere que
esta promoción esté imbuida del espíritu evangélico, y que sea garantizada frente
a las aparentes y falsas autonomías.

MORAL ECONÓMICA

La relación entre moral y economía es necesaria e intrínseca: actividad económica y


comportamiento moral se compenetran íntimamente. La necesaria distinción entre moral
y economía no comporta una separación entre los dos ámbitos, sino al contrario, una
reciprocidad importante.
A la economía, en efecto, tanto en el ámbito científico, como en el nivel práctico, no se le
confía el fin de la realización del hombre y de la buena convivencia humana, sino una
tarea parcial: la producción, la distribución y el consumo de bienes materiales y de
servicios.

La dimensión moral de la economía hace entender que la eficiencia económica y la


promoción de un desarrollo solidario de la humanidad son finalidades estrechamente
vinculadas, más que separadas o alternativas, La expansión de la riqueza, visible en la
disponibilidad de bienes y servicios, y la exigencia moral de una justa difusión de estos
últimos deben estimular al hombre y a la sociedad en su conjunto a practicar la virtud
esencial de la solidaridad.

Los bienes materiales


El precepto “no robarás” (Ex 20, 15) en su aspecto positivo comprende la obligación de
otorgar a cada uno lo que le corresponde en justicia. En su aspecto negativo prohíbe todo
acto, por el cual se lesione el dominio o derecho ajeno sobre los bienes materiales.

18
El derecho de propiedad
Es la facultad de disponer libremente de un objeto, con exclusión de los demás. Tal
derecho se basa en la exigencia del ser humano de no ser privado de lo que necesita para
subsistir y desarrollarse.

Moral del trabajo


El trabajo es prueba del progreso de la humanidad, y debe anteponerse a la posesión de
bienes exteriores, los cuales son de carácter instrumental. Juan Pablo II en la encíclica
Laborem exercens (14.8.1981), proclama con argumentos el principio de la prioridad del
trabajo frente al capital (n. 12). Nadie niega el deber y derecho del hombre al trabajo,
porque el trabajo es medio para sostener la vida.

Comunidad política y vida social


La comunidad política, nace de la insuficiencia de la comunidad civil: ésta, si no se
estructura como comunidad política, no puede realizar una vida plenamente humana. La
necesidad de la comunidad política se funda en la impotencia de los grupos inferiores,
familias y grupos sociales intermedios, para alcanzar el bien común en orden al pleno
desarrollo de los individuos y de los grupos humanos.
Ahora bien, la consecución del bien común exige la existencia de una autoridad que
coordine y haga converger hacia ese bien común los esfuerzos de las distintas personas y
de los diversos grupos.
La moral política en la doctrina social de la Iglesia
Son numerosas las orientaciones de la Doctrina social de la Iglesia sobre la moral
política. Destacan las enseñanzas de León XIII, de Pío XII, de Juan XXIII, de Pablo VI,
del Concilio Vaticano II, de Juan Pablo II, y de Benedicto XVI.
Al afirmar la necesidad de la autoridad política, la doctrina de la Iglesia se fija en las
condiciones de su justa actuación: el poder político debe realizarse dentro del orden
moral y debe tener como meta la realización del bien común.

Aquí apuntamos a las formas de gobierno democráticas. En la Biblia no existe ninguna


valoración explícita de la democracia. Sin embargo, dado que ningún hombre vale más
que otro (cf. Mt 23,8-10), deducimos que nadie puede tener autoridad sobre los demás si
estos no se la conceden libremente

19

También podría gustarte