Teología Moral: Moral Fundamental 1. Fundamentación Fundamentación Etimológica. A) Moral
Teología Moral: Moral Fundamental 1. Fundamentación Fundamentación Etimológica. A) Moral
MORAL FUNDAMENTAL
1. FUNDAMENTACIÓN
Fundamentación etimológica.
a) Moral
Se deriva del término latino mos – mores – moribus, moralis, moralitas: costumbre, o
hábito. Puede significar dos cosas: 1) costumbre; 2) inclinación natural o cuasi natural a
hacer algo. De moralis surgió moralitas: moral, moralidad.
Cuando hablamos de moral nos referimos más a los actos, conductas o comportamientos
humanos concretos. De ahí que el objeto de la moral es el carácter, los hábitos y los
actos. Estas categorías no son independientes, sino que forman la unidad del
comportamiento humano.
b) Ética
Proviene del término griego ethos, con dos vocablos: ethos con épsilon (E, e: e breve,
sencilla), significa costumbre; y ethos con eta (n: e larga), significa carácter. La
correlación existente entre “costumbre” y “carácter”, nos inducen a significar con el
término ética todo lo que entendemos por personalidad moral. Por ejemplo, el
calificativo de “bueno” aplicado a la persona, indica la dimensión ética global. Por tanto,
no nos referimos al sustantivo “bien” sino al predicado “bueno”.
Por ello, se dice que la moral es una parte de la Teología, y la ética es una parte de la Filosofía. Así
se distinguen dos clases de moral: la moral Filosófica o natural y la moral Teológica o Revelada. A
la moral filosófica o natural se la conoce con la luz de la razón o inteligencia, porque se funda no en
la revelación sino en la naturaleza. A la moral teológica, en cambio, además de la luz de la razón, se
la conoce a través de los datos de la revelación
Moral fundamental: tiene por objeto la esencia y fundamento del orden moral. Estudia el
acto moral, el bien o fin último del hombre, la ley moral (o norma objetiva de moralidad),
la conciencia moral (o norma subjetiva de moralidad) y los hábitos morales (virtudes y
vicios).
También hay que recalcar que las normas y valores morales no son patrimonio exclusivo
del creyente o un privilegio reservado para los que admiten la revelación sobrenatural,
sino que pertenecen con toda justicia a todos los hombres sinceros y honestos.
Ética civil
Empirismo: doctrina que todo lo reduce y lo explica por la experiencia, y para juzgar la
moralidad de un acto procede por simple análisis; es decir, por el examen de cada acto,
de acuerdo al criterio empírico que cada cual se ha formado, dentro del proceso
evolutivo.
Racionalismo: afirma que para juzgar la moralidad de los actos se debe contemplar únicamente
el criterio de la razón.
Utilitarismo: Jeremías Bentham (filósofo inglés, 1748-1832) sostiene que es moral aquello que
es bueno y útil para causar placer, cualquiera que él sea (físico o espiritual).
Saint Lambert pone como fuente única para establecer la moralidad de los actos
humanos la opinión pública. Aquello que merece la aprobación general es bueno, y malo
lo que merece la desaprobación pública.
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Principales Sistemas
A. Moral de virtudes
La felicidad es el bien supremo y fin último del hombre. Esta felicidad se alcanza
mediante la práctica de las virtudes, que son actitudes de equilibrio en todos los ámbitos
de la vida humana: justicia, fortaleza, templanza, veracidad, liberalidad, etc. La gran
síntesis teológica, elaborada al final de la Edad Media por Tomás de Aquino, consagró
definitivamente el esquema ético de Aristóteles como ideario moral de la cristiandad
b. Hedonismo
La teoría que desarrolla esta tendencia como criterio último de moralidad es denominada
hedonismo (del griego hedoné: placer). Epicuro, profundamente materialista, entiende
por tales los placeres físicos más elevados o refinados. El placer puro es el que no lleva
mezcla de sufrimiento.
Saber seleccionar los placeres y saber calcular su medida, con el fin de eliminar lo más
posible el sufrimiento, sería la máxima de la actividad moral que brinda el epicureísmo
para los hedonistas de todos los tiempos.
c. Estoicismo
En los cimientos del estoicismo se halla la comprensión del mundo como un cosmos, un
orden universal, regido por leyes inmutables que gobiernan también la vida humana. El
ideal del hombre consiste en vivir conforme a la naturaleza. De ese modo, se adapta al
orden universal y consigue la felicidad.
d. Neoplatonismo
Siguiendo con las éticas del mundo grecorromano, tenemos la ética del neoplatonismo,
muy emparentada con las anteriores. Esta corriente es marcadamente religiosa, y recoge
la tendencia mística del hombre a sumergirse en la divinidad.
El ideal de vida propuesto por Platón para alcanzar la felicidad enfatizaba el cultivo de la
sabiduría, mediante la contemplación y la mortificación de todos los deseos sensuales
que provienen del cuerpo: parte inferior y perecedera del hombre.
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f. El utilitarismo
Es sin duda el modelo ético más usado en la actualidad. Constituye un resurgimiento del
epicureísmo hedonista en pleno siglo XVIII. Su principio fundamental consiste en la
felicidad, que se consigue buscando el placer y rechazando el dolor: bueno es lo que
produce placer; malo, lo que produce dolor.
h. Existencialismo
Según el existencialismo, esa es la decisión fundamental que debe tomar el hombre; es
decir, una decisión mía, sin condiciones, que es casi como de despojarme de mí para dar
entrada al mundo que está fuera de mí.
i. Moral Marxista
La moral marxista es ante todo una moral revolucionaria.
Sus virtudes son la lucha, la solidaridad, el sacrificio por la causa, el trabajo colectivo.
Quien asume en su vida actitudes revolucionarias a favor del socialismo, obra el bien;
quien entorpece la revolución socialista o se desentiende de ella, obra el mal.
j. Moral de la comunicación
Es una moral formal, basada en el diálogo y la comunicación, que hunde sus raíces en
Kant. Estos autores, preocupados por la justificación y la fundamentación de la moral en
una sociedad pluralista y democrática como la actual, colocan el énfasis en el
procedimiento para llegar entre todos a una normativa moral universal.
k. Moral cristiana
La moral de Jesús va mucho más allá de la moral del triunfo y del éxito, de la moral de las
actitudes interiores, de la normativa o de la de situación.
La moral de Jesús no se dirige a la reducción sino a la superación del mal, y se basa
fundamentalmente en el amor a Dios y al prójimo, entendiéndose por prójimo (próximo),
el compatriota, el de cualquier clase social, el cercano y aquellos respecto a los cuales no
tengo ya obligaciones.
La moral del cristianismo original se basa en la creencia de que todos los hombres somos
hermanos, hijos del mismo y único Dios, a quien le debemos nuestro ser y quien nos
comunica una nueva vida, su propia vida, para que vivamos conforme a su Espíritu y no
conforme a los apetitos del instinto, propios de la animalidad.
2. EL ACTO MORAL
Acto moral es todo acto humano realizado con plena capacidad intelectiva y volitiva. Es
decir, un acto pensado por la razón como objetivamente necesario se impone también a
la voluntad como subjetivamente necesario. Por esta razón, el acto moral supone
conciencia, libertad y responsabilidad en quien lo ejecuta.
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Sólo los actos conscientes, voluntarios y libres, son objeto de valoración moral, porque el
ser racional es capaz de tender hacia su bien de un modo reflexivo y libre. En la
naturaleza, únicamente el hombre es un ser racional, dotado de libre albedrío y sujeto de
actos morales.
Responsabilidad moral
La vida moral se apoya sobre la responsabilidad humana. No existe moral sin
responsabilidad, y a ésta sólo la entendemos desde sus implicaciones morales: “ser libre”
y “obrar moralmente” son una misma realidad.
Actitud Moral
El término “actitud” proviene del vocablo “acto”, derivado de “hacer” (no confundir actitud con
aptitud). Significa disposición o postura del ánimo.
La actitud moral comporta toda la riqueza de la dimensión moral de la persona: el mundo
cognoscitivo, volitivo y ejecutivo de la persona. Integra sentimientos, principios,
criterios y decisiones ejecutivas de la persona.
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3.
4. NOCIÓN DE LEY
La ley es una norma estable que regula la marcha de las personas y de las cosas. No hay
solo leyes humanas que regulan nuestras acciones morales, sino también leyes físicas
que regulan la marcha de las cosas.
Ley moral. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que: “La ley moral es obra de la
sabiduría divina. En sentido bíblico, es una instrucción paterna, una pedagogía de Dios.
Ley civil. La ley civil es un imperativo de orden racional que se impone para el bien común de
una sociedad perfecta,
Derechos fundamentales
Son los que le competen a la persona humana por su propia naturaleza, anteriormente a
todo derecho positivo otorgado por el Estado. Estos derechos son iguales para todos, sin
distinción de sexo, edad, raza o condición.
- Derecho a la Vida: nadie puede atentar contra nuestra existencia, porque es un
derecho personal e indiscutible que tenemos todos. Sin embargo, se puede dar
la muerte en los casos siguientes: en una guerra justa; en defensa propia y cuando
el Estado admite, en su legislación, la Pena capital.
La conciencia.
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La conciencia es norma de moralidad, porque es una regla con la cual analizamos,
evaluamos y distinguirnos si una cosa está encaminada o no hacia su fin. La conciencia
realiza las siguientes funciones:
Los actos humanos, moralmente considerados, pueden ser buenos o malos, según que se
ajusten o se aparten de la norma moral. El orden de los actos humanos a la norma última se
llama moralidad fundamental de los actos.
La maldad de los actos humanos es una entidad defectiva de los mismos. Es una
privación del orden moral, ya que la voluntad no quiere el objeto por el mal mismo (la
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privación de bien, el no ser), sino por algo bueno que exista en él, aunque se halle en
oposición con el orden y jerarquía de bienes en que la cosa está inserta.
Por este motivo, Dios, causa primera de todo ser (causa eficiente), no puede ser causa del
mal, porque el mal no tiene causa eficiente, sino deficiente.
“El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor
verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes.
Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como
“una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna”
7. DISPOSICIÓN MORAL
Las pasiones
La pasión es un movimiento impetuoso del alma que nos arrastra hacia un objetivo o nos
aleja de él. Según Aristóteles, las pasiones son moralmente indiferentes, sin embargo se
hacen buenas si se someten a la recta razón y son encauzadas por la razón hacia la
búsqueda del fin último.
Las virtudes
El término “virtud”, proviene del latín Virtus, Virtutis, y significa valor y fuerza (virtud: valor
militar).
o Virtudes: son hábitos o disposiciones permanentes que nos mueven a obrar el bien y
evitar el mal. La virtud no es el acto del bien sino que dispone permanentemente para el
bien. o Hábito: es un modo de hacer preferido a otro, estable en el tiempo, y que es fruto
de la práctica o costumbre. El hábito es una disposición permanente, y el hábito virtuoso
dispone el alma para el bien, en cuanto que lo hace más fácil y suave conseguirlo.
o Costumbre: es un modo constante de obrar que encontramos en la sociedad, en nuestro
país o en nuestra comunidad. Las costumbres influyen en la moralidad de nuestros actos,
y con el tiempo se convierten en leyes consuetudinarias.
El bien común, fin de la sociedad civil
El bien común consiste en la posibilidad de que todos los miembros de una sociedad
civil puedan realizarse como personas, disfrutar de sus derechos y satisfacer todas las
necesidades humanas.
La sociedad debe proporcionar a sus miembros:
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Moral cívica
Se basa en los deberes y derechos del ciudadano dentro de la sociedad civil. Toda
persona debe respetar a los demás, comenzando por las autoridades, los ancianos, el
Clero, las corporaciones, etc., aplicando los mismos principios éticos que rigen en la
familia, acentuando dos puntos esenciales: el Patriotismo y la Tolerancia.
MORAL ESPECIAL
La teología moral especial constituye actualmente la parte de la teología moral dedicada
a las cuestiones particulares. Por esta razón, en este estudio iniciamos subrayando el
respeto a la vida y el verdadero sentido del amor, con todos los grandes problemas que el
amor está planteando a las nuevas generaciones en el campo de la sexualidad, de la
amistad interpersonal y de la nueva estructuración de la familia
Esta moral ha sido promulgada por la autoridad del Magisterio de la Iglesia Católica y se
deriva de la Ley natural, de la Sagrada Escritura y de la Tradición. Evalúa la bondad del
comportamiento sexual y proporciona principios generales por los que evaluar la
moralidad de cada acto. La Iglesia Católica enseña que la vida y sexualidad humana son
ambas inseparables y sagradas.
Sexualidad y genitalidad
Hay que distinguir la sexualidad de la genitalidad. La genitalidad se refiere a la base
biológica, orgánica, de la sexualidad, a las pulsiones y gestos cuya finalidad es la
realización de la cópula humana. En cambio la sexualidad, en sentido amplio, va mucho
más allá de la genitalidad, abarca todas las expresiones del ser humano como varón o
como mujer: es el modo peculiar de reaccionar de un sexo frente al otro en todos los
niveles de convivencia.
El autoerotismo
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Llamado también masturbación (evitamos los términos de “onanismo” y “vicio solitario”), es
una variación psíquica que afecta toda la estructura personal del sujeto.
La pornografía
Es la degradación de lo erótico, mediante la publicitación de lo sexual con alto voltaje
erótico o morboso, que degrada al hombre sobre todo porque hiere vivamente su
sensibilidad, estimulando el instinto sexual.
La homosexualidad.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2357), “…los actos homosexuales son
intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural (…). No proceden de una
verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún
caso”.
Prostitución
Es la oferta de favores sexuales a cambio de una ganancia económica.
A mas de estas encontramos, pedofilia, incesto, adulterio, que dañan la dignidad del hombre.
Parafilias
Del griego para (“al margen, fuera”) y filia (“amor sensible”). Según Masters y Johnson,
se llama parafilia a “todo estado en el que la excitación sexual y la gratificación del
individuo están supeditadas por entero a la fantasía recurrente de una experiencia sexual
insólita que se convierte en el foco principal de la conducta sexual”.
Existen muchísimos tipos de parafilias. Aquí solamente nos limitamos a mencionar algunas de
ellas: exhibicionismo, fetichismo, travestismo, voyeurismo, sadismo, masoquismo, pedofilia,
gerontofilia, zoofilia, necrofilia, cybersexual coprofilia, urofilia, apotemnofilia. Cada una tiene
sus propias características de fantasía y satisfacción sexual.
LA CASTIDAD CONSAGRADA
El pudor sexual
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El pudor representa un elemento fundamental de la personalidad, como vivencia de la
intimidad personal. Desde el punto de vista psicológico, moral y espiritual, el pudor tiene
un carácter natural profundamente humano.
El pudor, al relacionarse con la sexualidad y con lo más íntimo de la personalidad
(corporal y espiritual) está ligado, por una parte, a sentimientos de temor y vergüenza.
Por otra parte, a sentimientos de recato y de reserva.
La castidad
es UNA, pero puede vivirse en distintas modalidades: el casado, con AMOR fecundo y
fidelidad; el consagrado renuncia a la función generativa por AMOR al Reino, y
consagra esta renuncia; el no casado se dedica al servicio social renunciando a la función
generativa por AMOR al prójimo, pero sin consagrar esta renuncia.
Realidad sacramental
El matrimonio tiene una dimensión histórico-mundana, pero al mismo tiempo conlleva
una nueva dimensión: religioso-sacramental, como signo exterior instituido por Cristo y
que significa y produce la gracia (Ef 5, 22-33). A partir del mensaje neotestamentario y
de la teología del Vaticano II (GS 48) se explicita mejor la dimensión sacramental del
matrimonio cristiano de modo vital. Decir que el matrimonio cristiano es sacramento
significa que la relación varón-mujer, concretada en el matrimonio, no es algo neutral ni
meramente mundano, sino que está asumido en el misterio de la alianza de Dios con su
pueblo.
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ellos, que son reconocidos, protegidos y ordenados por la ley civil en orden al bien
común.
El tema del divorcio se plantea sólo en el campo del matrimonio civil. En la realidad
matrimonial y en el divorcio entran en juego tres componentes: ético, sociológico y
jurídico.
MÉTODOS NATURALES
Y REGULACIÓN DE LA FERTILIDAD
Anticonceptivos
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Derechos sociales: derecho a la educación, a la asociación, al trabajo, a la vivienda, a la
salud, a la recreación, al desarrollo, al buen gobierno, a la libertad y justicia social, a la
participación en las decisiones concernientes al pueblo y a las naciones.
Moral interpersonal
Descubrimiento del “otro” como un “tú”: las personas valen en cuanto tales, y por ello,
deben ser tratadas como “prójimos” y nunca como “objetos”. La convivencia es distinta
según sean objetos, personas o prójimos los que la componen. Hay diversas maneras de
hacer del otro un objeto.
El suicidio
Múltiples son las formas con que el hombre puede llegar a disponer de su propia vida. La
“cobarde” desgana del vivir” tiene muchas versiones históricas: la exaltación exagerada
de un valor (la patria, una operación bélica, etc.), deseo de disponer libremente de la
propia vida, eligiendo la muerte, búsqueda patológica de la muerte como solución a la
depresión vital, etc.
BIOÉTICA
Bioética es la ética de la vida biológica o ética de la biología (o conocimiento de los sistemas
humanos de valores).
La bioética debe ser concebida como aquella parte de la ética o filosofía moral que
estudia la licitud o no licitud de las intervenciones sobre la vida del hombre,
particularmente de aquellas relacionadas con la práctica y el desarrollo de las ciencias
médicas y biológicas.
¿Hasta qué punto es moralmente lícito fomentar y consolidar el dominio del hombre sobre
el hombre en el campo de la medicina y de la biología?
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Este interrogante supone que en nombre de la medicina y de la biología (bioética) se
están realizando prácticas médico-biológicas sospechosas: unas tan viejas como la
humanidad y otras novísimas. Por ejemplo, el aborto, la eutanasia, la esterilización, la
reproducción humana artificial “in vitro” en sus numerosas modalidades o la
manipulación genética.
TÉCNICAS DE
REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA
El magisterio oficial católico rechaza todo uso de las técnicas de reproducción humana
asistida (donación de gametos y embriones y crioconservación de unos y otros). A pesar
de ese rechazo ético, no se opone a que se legisle sobre estas acciones, porque la
ausencia de tal legislación acarrearía mayores males a la sociedad. “La ley civil a veces
deberá tolerar, en aras del orden público, lo que no puede prohibir sin ocasionar daños
más graves” (Donum vitae, 3).
Ejemplos: Inseminación artificial y fecundación artificial, La fecundación artificial o
Fecundación “in vitro” (FIVTE), Transferencia de embriones (TE), La clonación de
células madre
La eutanasia
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Del griego Eu (bueno) y Thanatos (muerte): muerte buena o dulce. Etimológicamente el
término eutanasia significaba antiguamente una “muerte dulce”, sin sufrimientos atroces.
Actualmente se refiere a la intervención de la medicina encaminada a atenuar los dolores
de la enfermedad y de la agonía, a veces incluso con el riesgo de suprimir
prematuramente la vida.
Clasificación
Eutanasia directa: adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable. Ésta a
su vez se puede realizar por dos formas:
1) Forma activa (acción): aquí no se inicia algún tratamiento, sino que se inyecta al
enfermo para provocarle una muerte indolora a petición del mismo, utilizando
sustancias mortíferas o sobredosis de analgésicos (morfina). Es efectuar
procedimientos terapéuticos cuyo efecto secundario es la muerte.
2) Forma pasiva (omisión): provocar una muerte por omisión es dejar de aplicar un
medicamento, dejar de tratar o no proporcionar soporte básico para la
supervivencia del enfermo (ej.: no tratar una bronconeumonía), dejar de
alimentar al paciente por vía parenteral. Es la abstención o suspensión
terapéutica. En este tipo de eutanasia no se abandona en ningún momento al
enfermo, sino que simplemente se suspende el tratamiento iniciado.
La ortotanasia
Es también llamada “Derecho a morir dignamente”. Formulado el conflicto de valores y
el sentido de la inviolabilidad de la vida humana, señalamos el contenido de otro valor
en conflicto: la exigencia moral del morir dignamente. La distanasia
Con este término nos referimos a ciertas situaciones médicas que emplean una nueva
técnica terapéutica de reanimación. Es la práctica para alejar lo más posible la muerte
utilizando no sólo medios ordinarios, sino también extraordinarios
Es lícito efectuar alguna acción honesta, aunque acompañe a ella peligro de muerte,
detrimento para el ser humano, o incluso la misma muerte, con tal que la finalidad
pretendida sea proporcionalmente superior a dicho riesgo. Por ejemplo, es lícito mitigar
una grave dolencia con medicinas que a la vez acortan la vida, utilizar una medicina de
éxito dudoso, cuando no existe otro medio para salvar una vida, arriesgarse
personalmente para salvar a otros, y casos similares.
DONACIÓN DE ORGANOS
Valoración moral
Desde el punto de vista cristiano no existe ninguna objeción contra la donación
voluntaria de órganos. Las objeciones surgen con ocasión de los abusos graves que se
pueden cometer, por ejemplo, mediante la comercialización de los órganos. El cuerpo es
un don del Creador del que el hombre no puede disponer caprichosamente, pero puede
usarlo por amor al prójimo de acuerdo con los dictados de la recta conciencia.
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MORAL SOCIAL
Dimensión jurídico-legal
En el mundo bíblico, sobre todo en el Antiguo Testamento, la vida social está regulada por
la ley, y la justicia adquiere una dimensión jurídico-legal.
Predicación social de los profetas
Los profetas en su predicación, destacan ante todo, el derecho del humilde, del pobre, de
la viuda, del huérfano, del extranjero, del asalariado; es decir, de los excluidos de la
sociedad, y que deben ser reintegrados en ella. La voz “profética” a favor del pobre se
oye a lo largo de todo el Antiguo Testamento. Basta recordar algunos textos, como Dt
24, 14-15, donde se pide moderar los instintos de avaricia y de crueldad ligados a la
propiedad en contra de los pobres.
Denuncia de una religión sin moral
Un religión sin moral es denunciada por los profetas como vacía, vana e inútil: Am 5,
2125; Is 1, 10-16; Miq 6, 5-8; Sal 50, 5-15; 51, 18-19. También Oseas 6, 6, dice: “Quiero
amor y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.
La actitud de Jesús ante la cuestión social puede verse concatenada en tres afirmaciones: a)
Jesús estuvo inmerso en las realidades sociales.
b) Jesús no tuvo una actuación “técnica” y “política”.
c) La actuación y el mensaje de Jesús inciden realmente en las cuestiones sociales y morales,
porque superan el planteamiento “técnico” y se orientan hacia la Esperanza escatológica.
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- De carácter histórico: la salvación religiosa tiene incidencia histórica.
Hemos afirmado que la moral social cristiana parte de la Sagrada Escritura. Sin embargo,
entre el dato bíblico y el momento actual existe una larga trayectoria de intervenciones
de la Iglesia sobre las cuestiones sociales. Se trata del pensar cristiano sobre los
problemas sociales: desde la doctrina de los santos Padres hasta las intervenciones de los
Pontífices en forma de encíclicas, pasando por las predicaciones de los pastores y las
reflexiones de los moralistas, cuya diversidad es más acentuada según las diversas
situaciones geográficas y nacionales.
Juicio valorativo
1) Hay que destacar el largo recorrido histórico desarrollado por magisterio social, desde
finales del S. XIX hasta el Concilio Vaticano II.
2) La Doctrina Social de la Iglesia ha buscado servir a la Humanidad, mediante un serio intento
de reflexión teológica interdisciplinar.
3) Gracias a este magisterio social, la teología ha sido cuestionada por la realidad, asumiendo
en su reflexión racional los aportes de la ciencia y de la técnica.
4) Los contenidos del magisterio social inciden en la problemática real, contribuyendo a la
construcción de estructuras sociales democráticas (por ejemplo, la reconstrucción espiritual y
democrática de Alemania después de la II Guerra mundial).
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su propia naturaleza y dignidad, posee derechos que le son inherentes y, que, lejos de
nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta consagrados y
garantizados. La persona tiene derecho a la protección jurídica de los derechos propios,
civiles, familiares, políticos, económicos, culturales y sociales. Entre estos
mencionamos, el derecho a:
Mantener y desarrollar la vida corporal, intelectual y moral.
La propiedad.
La formación y educación religiosa.
Rendir culto privado y público a Dios.
- Al matrimonio
Al trabajo y a un salario justo.
Escoger libremente su estado.
Disfrutar de los bienes materiales.
La iniciativa en lo económico.
Derechos políticos de ciudadano.
Proteger su vida y su familia.
La información verídica y objetiva.
La libre asociación y sindical.
Un nivel de vida digno.
La seguridad social.
Al descanso.
Tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad.
MORAL ECONÓMICA
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El derecho de propiedad
Es la facultad de disponer libremente de un objeto, con exclusión de los demás. Tal
derecho se basa en la exigencia del ser humano de no ser privado de lo que necesita para
subsistir y desarrollarse.
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