El perfil de la mujer en la literatura
Son innumerables las obras que incluyen a mujeres dentro de sus personajes más
relevantes, vistas desde una diversidad de enfoques. En el caso que nos ocupa se estarán
analizando dos cuentos muy leídos de autores dominicanos de alto renombre dentro y fuera
del país. Se trata de “La mujer”, escrito en 1932, es uno de los cuentos que más ha
trascendido del político y escritor de origen vegano, Juan Bosch, quien incursionó con gran
éxito en la cuentística, ensayos y novelas. El otro cuento que será analizado en el presente
ensayo es “Delicatessen'', escrito por Miguel Alfonseca (1942-1994). Alfonseca fue poeta,
narrador, publicista, actor, hermético y filósofo.
Estas destacadas obras del siglo XX, serán analizadas desde la teoría feminista, ya
que, si bien es cierto que el papel protagónico en ambos cuentos es representado por mujeres,
no menos cierto es que se deja ver en ellos la desigualdad que en todas las épocas ha sufrido
la mujer. La teoría feminista procura poner en evidencia y hacernos conscientes de esta
realidad, mostrando la manera en que estas diferencias se ponen de manifiesto en la literatura.
Tanto la teoría como la crítica literaria feministas han introducido nuevas herramientas de
análisis al estudio de la literatura, enfocándose en la justicia y en el cambio de mentalidad
que se requiere para lograr la igualdad entre hombres y mujeres, por la cual se han librado
grandes luchas.
El cuento La Mujer, muestra la típica fémina sumisa, incapaz de defenderse de un
hombre que en su ignorancia se cree superior, con el derecho de ejercer violencia tanto física
como emocionalmente. Así describe Bosch parte del episodio: “El marido le había pegado.
Por la única habitación del bohío, caliente como horno, la persiguió, tirándole de los cabellos
y machacándole la cabeza a puñetazos.” Algo a destacar es que el autor no da nombre a esta
mujer, los hombres están diferenciados por nombres propios: Chepe y Quico, mientras ella no
recibe una identidad plena. Es una mujer cualquiera, de esas que viven en el anonimato,
humillada, desprotegida. Está sumida en la pobreza, no solo económica, sino también mental.
Carente de amor propio, entiende que le debe lealtad a su esposo, aún en el momento que su
vida corre peligro, de manera instintiva, golpea a su defensor. Prefiere esto a ver a su verdugo
morir:
La mujer vio cómo Quico ahogaba a Chepe: tenía los dedos engarfiados en el
pescuezo de su marido. Ella no supo qué sucedió, pero cerca, junto a la puerta, estaba
la piedra (...) La alzó. Sonó seco el golpe. Quico soltó el pescuezo del otro, luego
dobló las rodillas, después abrió los brazos con amplitud y cayó de espaldas, sin
quejarse, sin hacer un esfuerzo (Bosch, 1932).
De seguro este fragmento ha sido muy cuestionado por los lectores. Ver que la mujer
agrede a su defensor y salva a quien la maltrata, probablemente resulte difícil de entender. Sin
embargo, es comprensible si lo asociamos con las múltiples mujeres que son golpeadas,
amenazadas, humilladas y luego de denunciar, las que se atreven, retiran la denuncia,
perdonan y regresan al ciclo de violencia que se repite una y otra vez.
Por otro lado está Violeta, personaje principal del cuento “Delicatessen”, quien tiene
un criterio muy particular acerca de ella: “Las muchachas me odiaban, sentían asco de mí, y
ellos cuidaban las apariencias porque tarde o temprano se casarían con ellas. Yo no era más
que su entretenimiento.” Más adelante continúa diciendo: “Hasta mi hermano fue incapaz de
soportar. Disimulaba pero yo comprendía el tremendo esfuerzo realizado para aceptar esa fea
realidad que era su hermana” (Alfonseca, 2018). En estas citas se muestra claramente una
joven totalmente inconforme con ella misma, una joven que rechaza su ser y que entiende
incluso el rechazo que percibe de los demás.
Violeta se prostituye, en medio de su baja autoestima, su desesperanza para conseguir
un hombre que la valore y permanezca con ella, sumado a las carencias económicas por no
conseguir trabajo, se refugia en lo poco que cree puede tener y merece. Además está sola, sin
padres, sin familia. La misma sociedad la condena a ser lo que es, la desvaloriza:
Según algunas viejas de mantillas negras y rostros malignos, de las que ya no quedan
casi, afortunadamente, soy lo que debía ser. «Esa muchacha va a parar muy mal». Y
se marchaban a la iglesia del parque a desayunarse a Cristo (Alfonseca, 2018).
Solo al final de la historia se conoce la causa principal de la desdicha de Violeta: una
cicatriz en el rostro ocasionada por un accidente, la marca tanto por fuera como por dentro.
En una sociedad que demanda belleza y virginidad, esto último sobre todo en aquella época,
hacen que la joven quede descartada para ser elegida como esposa de alguien. A pesar de
todo, surge en ella una leve esperanza con un chico que la mira y trata diferente, Frank, así lo
narra el autor en el siguiente pasaje:
Frank ni siquiera apagaba la luz. Dejaba que el bombillo me mostrara completamente
desnuda, sin posibilidad de encubrirme, y me recorría amorosamente, hundía su
cabeza en mi cuello. Mis dedos buscaban la lámpara y la oscuridad nos unía aún más.
Me besaba. ¡Me besaba! Nunca esperé contar con esa extraordinaria concesión que
me hacía la vida. Quizá Frank... con el tiempo…
Sin embargo termina convirtiéndose en uno más que solo la utiliza para sus placeres.
Quizás, más que analizar las características de las mujeres de estos cuentos como tal,
sea interesante estudiar las causas de que sean así. Es incuestionable que en sociedades como
la nuestra, abundan, aún en los tiempos actuales, mujeres similares a las descritas por estos
brillantes autores. Mujeres forjadas en base factores culturales, tradiciones y creencias que
dan un rol tan distinto a la mujer frente al hombre, que las hacen desiguales en derechos, en
oportunidades, en los roles cotidianos, en las diversas responsabilidades que deberían ser
compartidas, pero se atribuyen a las féminas aún después de haber incursionado en el ámbito
laboral y profesional. La sociedad continúa sacrificando a la mujer de quien se exige belleza
física, inteligencia, ser madre abnegada, fiel esposa, limpia y ordenada, que vele por el
rendimiento escolar de los hijos, la salud de la familia, preparación académica, aporte
económico en el hogar …en fin, una lista interminable que la hace ver ante la sociedad como
“buena mujer”. Fallar en cualquiera de estos aspectos, resta puntos.
Uno de los supuestos fundamentales de la crítica feminista es que el texto literario no
puede entenderse aislado del entorno sociocultural específico en el que se produce, circula y
lee. Por tanto, estos textos son el reflejo de cómo pensamos, vivimos y actuamos los
dominicanos. Si bien es cierto que se ha avanzado en gran manera en cuanto a derechos de la
mujer se refiere, hay que entender que aún falta mucho por conquistar. La literatura puede y
debe ser propulsora de la igualdad entre los seres humanos, pues construir un mundo mejor
depende de todos y todas, utilizando las herramientas y las capacidades que Dios ha puesto a
nuestra disposición.
Ya para finalizar, es importante destacar que en cada uno de los cuentos trabajados, la
imagen de la mujer está representada por estereotipos, en los cuales se representa como un ser
que vive por y para el hombre. En uno como madre y esposa abnegada, en otro como objeto
sexual disponible para satisfacer las necesidades y deseos masculinos. Se muestran como
seres sin voluntad propia, incapaces de salir adelante de forma autónoma.
Ya es momento de cambiar el perfil femenino que prevalece en la literatura, es tiempo
de mostrar las verdaderas guerreras, mujeres empoderadas capaces de desempeñar con
eficiencia los diversos roles que la vida le pone enfrente. Mujeres que representan mucho más
que un cuerpo y una cara bella que lucir, que no están a merced de un hombre para salir
adelante. No es cuestión de ser más que nadie, sino de tener los mismos derechos que todos.
María Teresa Rojas
Bibliografía
Bosch, J. (1932). La Mujer. Casa
digital del escritor Luis López Nieves. https://ciudadseva.com/texto/la-mujer/
Alfonseca,M.(1967).Delicatessen.https://listindiario.com/ventana/2018/05/27/516605/
un-cuento-de-miguel-alfonseca
Golubov, N.Crítica Literaria Feminista. UNAM.
https://kolectivoporoto.cl/wp-content/uploads/2015/11/Golubov-Nattie-Cr%C3%ADti
ca-Literaria-Feminista.-