Lamento no ser como ella by gomitasconpure
Category: Short Story
Genre: adolescentes, amor, desamor, dolor, drama, ella, ficción,
juvenil, love, mariposas, pelirroja, romance, sufrimiento, triste
Language: Español
Status: Completed
Published: 2015-10-16
Updated: 2021-07-15
Packaged: 2022-05-10 20:37:31
Chapters: 57
Words: 10,379
Publisher: www.wattpad.com
Summary: Lamento que tus ojos no se iluminen al mirarme.
Lamento que en tu mente no haya espacio para mí. Lamento ser
invisible en tu vida. Lamento que cuando estés cerca mío, no
sientas que te falta el aire, ni que tu pulso se acelera. Lamento que
me mires indiferente. Lamento quererte, no puedo evitarlo cariño.
Pero por sobre todas las cosas... lamento no ser como ella. Porque
sé que ella es tu primer amor. Y he leído demasiados libros como
para saber, que nadie se queda con el segundo. [...] NO COPIES,
SÉ ORIGINAL ©
Language: Español
Read Count: 4,940,300
Uno
Muchísimas gracias por empezar a leer...
Había olvidado lo que era sentirse pequeña.
Había olvidado lo que era sentirse frágil.
Había olvidado que él no me quería.
Había olvidado que yo, no valía nada.
Porque para él, solo existía ella.
*****
Book trailer (en multimedia) creado por @Editorial-Fantasy.
Dos
Y allí estabas, con tus revoltosos ojos verdes.
Con tus suaves hoyuelos.
Con tu acaramelada alegría.
Irradiando tu tremolante energía.
Provocándome deseo por aquella mirada ardiente que surcaba el
infinito.
Exhibiendo tu perpetua sonrisa.
Fascinando a los demás con tus ondulados cabellos color café.
Y allí estabas, con ella...
Tres
Tus agraciados dibujos eran incomparables.
Tenías una manía especial por las mariposas, las hacías tan reales
que escuchar su agudo aleteo en el aire parecía normal.
Dibujabas paisajes inexistentes que no se asemejaban con ningún
lugar antes visto, paisajes que brillaban en medio de la luz más
fuerte, que vivían en tus hojas. El agua de esos ríos corría por el
papel hasta salirse de la hoja y empapar esta absurda realidad.
Tus lápices, esas varitas mágicas, fabricaban automóviles que
volaban y casas flotantes.
Gracias a ti, existían esas criaturas que parecían de libros y que
escondían secretos de otro mundo, de un mundo de papel y varitas.
Dibujabas notas musicales que lograban hacerte sentir sonidos en
los oídos.
La dibujabas a ella...
Cuatro
Me gustaba verte mientras estudiabas.
Porque en realidad, nunca lograbas concentrarte y mucho menos
obtener las mejores calificaciones.
Te veía moverte de un lado para otro con tu paso firme y seguro.
Te analizaba al mascar chicle para calmar tus ansias.
Observaba tus movimientos al repiquetear el lapicero sobre los
apuntes.
Te veía tararear palabras ilegibles.
Notaba cada vez que realizadas aquel hábito que tenías desde que
te conocí. Revolverte el pelo cada tanto cuando te ponías nervioso.
Hacías muecas de aburrimiento y desviabas tu mirada hacia ese
infinito que vivía dentro de tus pupilas.
Te veía, a cada momento, pensando en ella...
Cinco
Tenías una forma extraña de actuar al ponerte furioso.
Tu ira era fulminante.
Te llevaba a ponerte de mal humor constantemente.
Provocaba que tus mejillas se tiñeran coloradas.
Tu ira causaba que tu cabello se alborotara de tantas veces que tu
mano pasaba por allí.
Era contundente.
Y sólo aparecía cuando un chico se acercaba a ella...
Seis
A veces, cuando llegaba temprano a clases, no podía evitar
observarte.
La manera con que acomodabas tu mochila en el lado derecho del
banco.
Cómo saludabas a cada una de las personas que entraban detrás
tuyo.
Esa sonrisa intacta, a pesar de lo temprano que era.
La forma en que me mirabas de reojo al saber que te estaba
analizando.
Cuando cruzabas tus brazos en el banco y apoyabas tu cabeza en
ellos.
La sencillez con la que tus ojos se iluminaban cuando aparecía
ella...
Siete
Mi amiga me regañaba siempre que íbamos a alguna fiesta y me
posicionaba cerca de ti permanentemente.
Quizás era un poco acosadora. Pero sentirte a poca distancia me
reconfortaba.
Sentir tu tranquiladora presencia.
Inhalar tu aroma dulzón que recorría mis pulmones dejando
cosquillas de fragancia a su paso.
Tocar tu piel cuando rozaba la mía y encrespaba mis vellos que
felices se despertaban al palparte.
Escuchar el sonido de tu voz al filtrarse por mis oídos y estremecer
mis sentidos.
Admirar el movimiento de tu cuerpo al bailar que daba la misma
sensación de paz que ver una cortina ondearse levemente cuando
la brisa la empuja en un ida y vuelta hipnótico.
Y por desgracia, lastimarme con el filoso chasquido de los besos
que le dabas a ella...
Ocho
Pienso que cuando una persona es feliz con otra tiene que cuidar de
ella, pero, también tiene que cuidarse a sí mismo.
El amor y la felicidad son los dos sentimientos más peligrosos para
el ser humano.
Se vuelven tan primordiales que cuando te los quitan no sabes
como seguir adelante.
Te destruyen. Te desarman por completo.
Y es por eso que aquí estoy, sola y herida, porque no quiero a nadie
más que a ti.
Y tú, no quieres a nadie más que a ella...
Nueve
Hoy tu mirada se detuvo en la mía más tiempo de lo normal.
Mi corazón se disparó cuando notaste mi presencia.
Con tu saludo de todos los días, lograste alegrarme el día completo.
Cuando me pediste que te prestará un lápiz mi pulso se aceleró.
Hoy, me destruirte una vez más, al acercarte a ella...
Diez
Mi almohada se quejó toda la noche. No soportaba la idea, ya no
aguantaba un día más sin ti.
Y no me digas que estoy loca.
Porque nada de lo que hago es desquiciado.
Porque si te digo que te quiero, no miento.
Porque confundir el amor con la locura, es de cobardes que les
temen a los sentimientos.
Porque pensar en ti no es una obsesión, es solo un bello
pasatiempo.
Porque no sería capaz de cometer estupideces. Y que te ame, no
significa que doy mi vida por ti. Solo que la comparto contigo.
Porque el amor se hace de a dos. Y no me culpes de estar mal si
estoy sola.
Porque si estuviera loca, te dejaría ir.
Pero no lo estoy, yo no soy como ella...
Once
Y me rompí, mi ser tan frágil se fracturó en mil pedazos cuando te vi
sufrir.
Me acerqué a ti y te hablé. Fue la conversación más larga que
tuvimos, no me pude frenar, tenía que contenerte.
Y agradezco que hayas accedido a confiar tus sentimientos en mí.
Eso me hizo feliz.
Sé que suena egoísta.
Veía que no te encontrabas bien.
Entiendo que duela haber perdido una parte de tu vida.
Sé lo que se siente que tu amor no sea correspondido.
Que la idea de perder a esa persona te sofoca, te estrangula.
Sé, que respirar cuesta cuando está lejos.
Que ningún momento es especial si no lo pasas a su lado.
Nada es auténtico ni placentero.
Sé, que la amas, porque cuando hablas sobre ella tus malditos ojos
brillan. Y eso me vuelve loca.
Pero también sé amor, que ella a ti te ha traicionado, que ella a ti no
te ama, y tú. Tú también lo sabes...
Doce
Estoy emocionada. Cuando llegaste me sonreírse como nunca. Esta
vez noté que fue diferente.
Cuando el verde de tu mirada se fundió con la mía.
Y tus hoyuelos se marcaron definidamente en tu rostro.
En el momento en que tomaste tu mochila y la pusiste en tu
izquierda, en vez de en la derecha, para acercar tu banco un poco
más al mío.
Cuando me miraste fijamente en vez de reojo.
Al susurrar un "gracias" apenas audible, que logró estremecerme.
En el instante en que ella apareció. Y tus ojos no brillaron de la
misma forma...
Trece
Mi cuerpo se ha desconectado de mi corazón completamente. Me
utilizas para desahogarte, para hablarme sobre ella.
Pero terminas hundiendome cariño, me atragantó yo, con tus penas.
Pienso que tengo que decirte que me estoy volviendo loca
escuchandote hablar sobre cuanto la extrañas.
Me haces daño, lo se, pero mi corazón no me deja alejarte, necesito
tenerte cerca y calmarme aunque sólo sea a medias.
Creo que te necesito, y estoy segura, que en este momento, tú
también me buscas.
Pienso que tal vez, necesitas suplantarla a ella...
Catorce
Han pasado catorce días desde que dejaste de verla. Catorce días
desde que supiste que yo existía.
Si bien estamos en el mismo curso, tú y yo nunca fuimos buenos
amigos.Aunque ahora creo que lo somos. O al menos, eso es lo que
tú dices.
No se si tomarlo como algo bueno o malo. Si sentirme bien o
jodidamente destrozada. Ser tu amiga no es divertido.
No, sabiendo que te amo.
No, sabiendo que los amigos nunca tienen citas.
Sabiendo que jamás me darás un beso de buenas noches.
Que nunca mis dedos estarán entrelazados con los tuyos.
No, si solo me ves como una torpe chica desprolija y
despreocupada.
Ni que en tu cabeza se te cruza ni una sola vez el pensamiento de
que soy linda.
No, teniendo claro que jamás tus labios tocarán los míos ni tus
manos jugarán con mis cabellos.
No, sabiendo que tu amor es para ella...
*****
Hola, solo venía a decirles que esta chica me da mucha pena.
De verdad :'(
¿Alguna vez pasaron por lo mismo que ella?
Solo eso, necesitaba desahogarme.
Adiós, los amo.
-Asley
Quince
Se que no soy nada graciosa pero tú dices que sí lo soy. Quizás la
razón sea, que tú te ríes por todo y provocas que yo tenga que
reírme también. Hasta cuando me enfado, pero porque que me
gustes, no significa que estoy rendida a tus pies ¿vale? Yo también
me enojo contigo.
Me enojo cuando me molestas todo el día porque tú no tienes ganas
de hacer nada y luego saco malas calificaciones.
Y tú te ríes de mí, al parecer amas hacerlo.
Cuando despeinas mi cabello que no es más que una maraña roja
desastrosa.
Y tú lo haces ver peor.
Me enojo cuando intentas ponerme incómoda para que me sonroje.
Y luego te burlas de mí porque dices que parezco un tomate con
pecas. ¡Ahg! Me pones molesta tan a menudo. Aunque admita que
me encanta.
Me enfado, cuando te pones a hablar con otras chicas, incluida
ella...
Dieciséis
Lo admito, también me haces sentir importante seguido.
Admito, que cuando me guardas el lugar a tu lado en las mañanas,
me encantas aún más.
Que cuando dibujaste mi nombre con un trazo tan delicado, me
sacaste una sonrisa.
Admito, que cuando me dedicas cada una de tus sonrisas, me
desbordo de felicidad.
Afirmo que cuando estás cerca, me haces bien, tú y cada cosa que
te define.
Y también que ya no piensas en ella, como antes...
Diecisiete
Mis ojos no se cerraron en toda la noche debido a que tu amigo me
invitó a salír. No entiendo porque él querría salir conmigo. Se que es
un buen chico.
Pero yo ya estoy enamorada. Estoy enamorada de ti. Y de nadie
más.
Cuando llegué a la escuela, él comenzó a hablarme, a ese chico
realmente le gusta hablar y quería convencerme para tener una cita.
Luego me dio un beso.
Un beso improvisado.
Un beso horrible.
Un beso que yo no quería.
En el que forcejeó mi rostro tan fuerte que reprimí un grito.
Y en el que mis mejillas comenzaron a arder y casi se me escapa
una lágrima.
De la misma forma que caían días anteriores cuando tú la besabas
a ella...
Dieciocho
Cuando apareciste y le propinaste una paliza no hice más que mirar
la escena, embobada.
¿Realmente tú, habías hecho eso por mí?
¿Me habías defendido?
¿Me había convertido yo en alguien importante para ti?
¿Habías golpeado a uno de tus mejores amigos por besarme?
No supe desde cuando tú te volviste de esa forma conmigo. Pero
me agradaba.
Realmente me gustaba que no sea ella en quien te fijaras...
Diecinueve
Tu ex novia se ha acercado hasta mi casa para amenazarme.
Me pidió que me alejará de ti.
No le gusta que nos sentemos juntos en el colegio, ni que te mire
demasiado.
Al principio me negué, pero luego llegó mi mejor amiga sangrando a
mi casa, con su nariz rota. Y al día siguiente mi hermana pequeña
con su ojo morado.
No permitiré esto. No más amor.
Pero quiero que sepas que fue ella, la que logró desde ahora, que
vuelva a alejarme de ti...
Veinte
Prometo ser fuerte esta vez.
Prometo no llorar.
Juro dejar de intentar lo imposible.
No voy a molestar más en tu vida.
Me comprometo a quererte en silencio, por que me niego a amar a
otra persona.
Prometo no olvidarte.
Prometo dejarte el camino libre hacia ella, de todas maneras, ser tu
amiga me duele aún más que estar sin ti...
Veintiuno
Hoy llegué después que ti y noté que me habías guardado un lugar
a tu lado.
Lamento no haberlo tomado.
No quiero más problemas en mi vida, ni en la tuya cariño.
Cuando me miraste desconcertado sentí que algo dentro mío se
quebró.
Me sentí muerta, pero sabía que era lo mejor para ambos.
Ya no soportaba tener que fingir una amistad.
Nunca fui buena mintiendo, ¿sabes?
Pero ella si que lo era...
Veintidós
Te vi, hablabas con ella.
Tus manos iban y venían por tus ondulados cabellos. Lo sabía,
estabas nervioso.
Te vi mientras la observabas, y supe que ella significaba demasiado
para ti.
La vi, cuando se acercó y rodeó tu cuello con sus brazos.
Apreté fuertemente mis ojos.
Te veía, pero no quería hacerlo más. No quería observar más, no
quería estar triste, ya no.
No por culpa de ella...
*****
Él y "ella" en multimedia.
Veintitrés
Cuando me paraste en seco a mitad del pasillo tuve que tomar aire
para contener el aliento.
—Venga Analía, dime que te pasa —me decías posicionando los
brazos a mis costados y contra la pared.
Recosté mi espalda contra esta y no pude evitar que mi corazón
aleteara.
—Nada, ¿si? Solo estoy con algunos problemas... —mentí. Tú
colocaste un mechón de cabello tras mi oreja y bajaste por un
instante tu mirada a mis labios para luego volver a colocar tus ojos
sobre los míos.
—¿Por qué no te has sentado a mi lado ayer? Ni siquiera en el
almuerzo. Si es por el imbécil de Fernández quédate tranquila, él no
intentará pasarse contigo otra vez.
—Vale —hablé entrecortado—. Pero, no... es que...
—Analía ¿pasa algo? —preguntaste con un dejo de duda.
—Me gustas Damian —solté con la voz más firme que había tenido
en mi vida y me sorprendió lo estúpida que fui al declarar aquello.
Corrí, como nunca antes y me alejé de allí.
Ella, tu ex novia, nos había visto. Y se reía de mi...
*****
¡Hola gomitas! Por favor, no se olviden de votar si les gusta, y
alegrarme el día, es importante para mí y para la historia, eso
ayudará para que demás gente la conozca, así que por favor, no
cuesta nada, ni siquiera tardarán un segundo. ¡Vamos! Es solo
apretar la estrella y la felicidad no tardará en llegar ☺
-Abi
Veinticuatro
Llegué a mi casa, me encerré en mi cuarto y esperé hasta
calmarme.
Estaba en mi cama, observando el techo. Con un nudo en la
garganta que me impedía sentirme en paz.
En mi mente, la imagen de ella burlándose de mí se repetía una y
otra vez.
Se debatía una guerra entre volver y enfrentar la situación o
quedarme y dejar que tú siguieras con tu vida.
Tu sonrisa y tus hoyuelos acudían a mí. Y mi voz, diciéndote que me
gustabas, me aturdía.
¿Por qué la vida siempre es injusta cuando amas a alguien? Acaso
sufrir, ¿era parte de amar? Acaso el dolor, ¿era necesario?
Tal vez los nudos en la garganta y las saladas lágrimas eran más
fuertes que el amor, tal vez el amor era un cobarde sentimiento que
no hacía más que desmoronarte.
El amor no es más que agonía.
Igual que la agonía que tú me causas. ¡Y no! No diré que ella es la
responsable, no esta vez.
Porque si en este momento siento que ya nada vale, es por ti cariño.
No por ella...
*****
Hola bellos delfines(?!
¡Me gustaría saber si les está gustando!
Y si quieren que les dedique algún capítulo me lo dicen ¿vale?
Adiós, los amo ♥(^o^)
-Gomita
Veinticinco
Primero un pie, luego el otro.
Cada paso que daba hasta llegar al aula aumentaba la aceleración
de mi sangre. Y me bloqueaba emocionalmente.
Temía que me rechazaras.
Temía que me vieras distinto.
Que no me hayas guardado un lugar a tu lado.
Temía sentirme estúpida, porque ya me sentía imbécil.
Me asustaba la idea de que nuestra efímera amistad haya
desaparecido.
Que me tuvieras lastima, porque ese es el peor sentimiento que se
puede sentir hacia una persona.
Temía desagadarte.
Temía verte de nuevo con... bueno, tú sabes con quien...
Nota De Autora
Llegaste tarde :/
VOTAAAAAAAAAAAAAAAA
COMENTAAAAAAAAAAAAA
YAAAAAAAAAAAAAAAAA
Jajaja vale, los dejo en paz xD ✌✌☺
Veintiséis
No estabas, tu banco vacío carecía de gracia.
Me senté en una esquina a esperar que llegarás.
Y apareciste.
Era la primera vez que llegabas más tarde que yo, tú siempre eras
puntual.
Me miraste y creí verte desorientado.
No me dirigiste la palabra, observaste a los demás y buscaste un
lugar apartado del mío.
Cuando las siguientes personas llegaban tu sonrisa no aparecía con
ellos y mucho menos tus saludos.
Tu mano ni siquiera pasaba por tu cabello exageradas veces.
Tu cuello ni siquiera se volteó una vez a verme.
Estaba claro amor, tú no sentías por mí lo mismo que por ella...
Veintisiete
Siete días, toda una semana, en la que no me has hablado, en la
que no me has sonreído.
¿Sabes cómo me siento?
¡Claro que no lo sabes!
No tienes ni idea.
Solo te pido un favor, si alguna vez sentiste respeto por mí, aléjate.
Vete, y nunca más me hagas daño.
Y nunca más me hagas sufrir.
Por favor, solo quiero ser feliz.
¿No puedo serlo?
Solo te pido eso, solo te pido que dejes de estar en mi mente.
Y no vengas con que no puedes hacerlo, ni que es mi culpa
quererte, no. No me lo digas. Sé que puedes.
Solo sigue haciendo lo mismo que hasta ahora. Eso funciona como
repelente para mí y como un tóxico para ti. Te estás haciendo daño
Damian y a mí, está dejándo de importarme.
Mantente cerca de ella...
Veintiocho
¿Te atreves a hablarme? Es irónico, porque fue lo único que anhelé
que no hicieras.
Después de haberme rechazado de esa forma tan asquerosa
¿vienes a disculparte?
Nunca pensé que diría esto, pero, ¿cómo puedo estar enamorada
de semejante idiota?
¿Qué le has visto? dime, tal vez su largo cabello oscuro... es porque
no tiene pecas en todo su perfecto rostro, ¿no? ¿O solo le miras el
trasero?
Otra vez está con otro, ¿o ya tiene otra excusa?
Si quieres estar con alguien que te haga daño hazte cargo.
Si, lo sé, yo también estoy enamorada de quien me hace daño.
La vida es como un efecto rebote. La diferencia es que yo me
aguanto cuando los problemas me golpean, tú en cambio, me
necesitas a mí para que sea tu escudo y aguante los tuyos también.
No, no, no cariño. No me haré cargo de esto. Estoy arta de ti, y de
ella...
*****
Inserte insultos hacia "ella" en este capítulo.
-Asley
Veintinueve
—Sh. —Tu cuerpo me aprisionaba sin dejarme escapatoria.
—Aléjate —alcé la voz.
—Analía por favor, no grites. Quiero hablar contigo, necesito que me
escuches.
Mis ojos vidriosos estaban a punto de derramar una lágrima. Odio,
mezclado con vergüenza, ira, rencor y amor se arremolinaban
dentro de mí.
No hice más que permanecer en silencio y mirarte.
Una mueca de preocupación apareció en tu rostro.
—P-perdóname. Te lo suplico.
—¿Con esas palabras pretendes solucionar todo?... Te dije que me
gustabas cuando sabía que tú no sentías, ni sientes lo mismo por
mí. P-pero... ¿era necesario rechazarme así? Creí que por lo menos
eramos... amigos.
—Extraño tu compañía, y lo siento, sé que debí decirte que yo... que
yo, ¡diablos! —Volviste a mirarme con tus gigantes ojos verdes—.
Colorada, no soporto verte así, soy un imbécil.
—Y yo no soporto que me veas así —me sinceré—. Ni que me
hagas sentir así.
—No quiero lastimarte.
—Pues lo haces. —Esquivé tu mirada—, pero igual te aprecio. —Lo
último se me escapó.
Tus ojos se posaron en mis labios. Y contenerme era difícil
teniendote a centímetros de mí, tan cerca que podía notar con
exactitud las irregularidades de tus ojos y mi rostro en tus pupilas.
Tu boca se acercó un poco más a la mía, dolorosamente lento.
Una de tus manos se incrustó en mis rojos rizos y tu cuerpo cubrió
todo el espacio libre que antes había entre nosotros.
Estabas a punto de tocar tu rostro con el mío. Podía sentir tu
respiración acariciar mis labios. Y observar tus ojos clavados en
ellos.
Deseaba con todo mi corazón humedecer mi boca en la tuya,
presionar nuestros labios, jugar con tu lengua... sentirte mío.
Y entonces tú...
*****
¡¡¡Superamos los 1000 leídos!!!^o^
GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ Y ESPERAR CADA
CÁPITULO. ES MUY IMPORTANTE PARA Mí.
PD:Qué opinan sobre Analía?
¿Opinan que deben besarse?
-Asley
Treinta
Anulaste los centímetros que quedaban libres entre nuestros
rostros.
Juntaste tus labios sobre los míos, con la presión perfecta para
lograr estremecerme.
Mi boca agradeció tu suave contacto.
Mi sentidos alerta, se encendieron cuando me aprisionaste más
contra los casilleros.
Mi corazón se desbocó cuando intensificaste el beso y tu lengua
conoció a la mía.
Pero de repente, mis ojos se abrieron, y mi respiración se atascó
cuando la imagen se esfumó.
Lo había sentido tan real, lo había creído tan cierto.
Mi alma deseaba tanto que pasara que tuvo que imaginarlo cuando
no ocurrió.
Cuando lo que de verdad había sucedido, es que me rodeaste con
tus brazos. Me tomaste por la cintura sin ninguna delicadeza, fue un
abrazo contundente.
De esos que se dan en las despedidas, y que logran encogerte el
corazón.
Sentí tus manos apretando mi espalda de tal forma que parecías
querer fundirte conmigo. Y no hice más que devolverte el abrazo
con la misma fuerza.
Podía notar tu pulso acelerado contra mi pecho y tu aliento en mi
cuello.
Suspiré pesadamente y recién entonces caí en la cuenta de que ni
siquiera ese abrazo lograba calmar mis ganas de besarte.
Había pensado que ibas a hacerlo, no sé porque fui tan inepta.
—Colorada... —Tu voz retumbó sobre mí enviando leves cosquillas
por mi oreja y trayendo a mi mente otra vez a la realidad.
—Eres una gran mujer... una de las mejores que conozco. No
necesitas a alguien como yo. La vida es corta para malgastarla con
personas que te producen dolor. Demasiado corta.
Treinta Y Uno
El tiempo pasa y las personas cambian.
¿Quién no ha escuchado esa frase?
No sé quién no, lo único que tengo claro es que se ha convertido en
mi filosofía de vida.
Un mes, 31 días enteros que pasaron lentos, transcurrieron de
manera filosa, provocandome una que otra herida al pasar las
horas.
Te veo y las comisuras de mis labios ya no se elevan, en vez de eso
decaen y mi rostro se ve más horrible de lo normal.
La cafetería casi está vacía, y aún más donde tú te sientas.
Tus amigos ya no te hablan después de lo ocurrido con el chico que
intentó besarme.
Noto que nadie se acerca a preguntarte cómo estás, que nadie te
anima ni intenta hacerte sentir mejor.
Tengo que decirlo, me sorprende que ni siquiera lo haga ella.
Solo vienes a la clase apurado, buscas un lugar apartado del mío,
evitando que yo me dé cuenta -pero si lo hago-, dejas tu mochila
donde caiga, ya no la veo acomodada a un costado como solías
hacer, luego haces de cuenta que escuchas a los profesores y te
largas. No hay miradas, no hay sonrísas, no hay amor.
En este momento tu cabeza gacha sobre la bandeja con escasa
comida demuestra una clara derrota en tu ser. Estás desastroso,
tienes ojeras y el pelo revuelto de manera exagerada. No eres el
mismo.
¿Qué pasó con el chico que siempre se mostraba erguido y
sonriente ante las adversidades?
Con el chico de ojos verdes penetrantes llenos de misterio, que
lograba hacerte feliz tan solo con una cálida mirada.
Con el chico bondadoso, deseoso de mostrarle al mundo sus
pinturas, su capacidad para el arte, su inigualable imaginación.
Estás tan ausente cariño, no quieres hablar con nadie y aunque ya
lo he intentado varias veces, decidí dejar de hacerlo cuando te
enojaste, hace dos semanas y le propinaste un puñetazo al banco
para luego salir de la clase y no aparecer hasta el tercer día.
No me dejas ayudarte, no sé lo que quieres conseguir o si alguien te
ha hecho daño, ya no lo entiendo. No te entiendo.
Y debo decirte que se me hace difícil seguir adelante sin tus
sonrisas en las mañanas... si tan solo hubieras conservado ese
hábito. Pero no lo has hecho.
¿Dónde está? Dímelo, te lo suplico.
¿Dónde está el chico del que me enamoré?
Cuando al fin levantas la cabeza para mirarme, te detienes en mí
más tiempo de lo normal.
Pero te esquivo y me alejo de ti tan veloz cómo un auto de carreras.
Como lo he dicho antes, el tiempo pasa y las personas cambian.
Sí cariño, yo también...
Treinta Y Dos
He aprendido a ser feliz.
A recibir golpes y mantenerme de pie.
He aprendido a escuchar tu nombre y dejar que retumbe en mí sin
causar efecto.
Observarte sin que mi corazón palpite tan rápido como para producir
lastimaduras y desestabilizarme.
He aprendido a dejar que te desarmes con tu dolor sin tener que
intervenir para aumentarlo.
A mantener mis pensamientos ocupados con otras cosas que no
seas tú.
Si sumo todas las heridas que me has hecho, me doy cuenta del
daño. Solo así.
La vida se ríe de mí, Damian.
La cama se burla en las noches. La almohada me odia de tantas
quejas que le he planteado. El ropero descontento de tenerlo
desastroso, me observa al pasar y rueda los ojos. El televisor no
hace más que mostrar tu nombre para joderme. Las horas pasan
más lento. El tiempo se ha vuelto aburrido. Las lámparas alumbran
mucho menos y al forzar la vista mis ojos quedan hinchados y
colorados. El viento trae piedras para golpearme al pasar. La acera
me tira con más gravedad hacia abajo para estresarme. La lluvia
solo aparece cuando no traigo paraguas. Mi pelo se quiere alejar de
mí por lo que deja mi cabeza hecha un caos con frizz. Las personas
que veo al pasar tienen alguna pareja para besar y con quien
sonreír.
Y yo, yo... solo pienso en dejar de pensarte....
Treinta Y Tres
Hoy un chico me invitó a salir, su nombre es John.
Lo conocí en una de las fiestas que voy con mi loca mejor amiga.
Donde solía encontrarte a ti.
Él es gracioso, me hizo reír varias veces, y hacía mucho que no
sonreía.
Lo más importante y que debo recalcar es que no intentó pasarse
conmigo ni una sola vez, no intentó besarme ni abrazarme, ni
siquiera pagarme un trago.
Solo bailó conmigo y me contó cosas tan raras sobre él, que
lograban de alguna forma hacerme sentir una persona normal, sin
problemas y no tan loca.
Me dijo que le encanta coleccionar frases dentro de pequeñas cajas
de tic tac, y que por lo menos tiene unas cincuenta de ellas.
Es un apasionado por la mitología griega y los libros son sus
mejores amigos.
Canta en una banda de rock. Su grupo se llama "Serendipia", me
contó que significaba algo así como "todo pasa por alguna razón"
¿Quieres saber cómo es su aspecto?
Vale, no es parecido a ti.
Es apuesto, no voy a mentir. Alto, rubio, con unos ojos marrones tan
oscuros que puedes perderte en ellos.
Pero lo mejor de él no es nada de eso, lo mejor es que no se aleja
de mí como si yo fuera una cucaracha ni se esconde entre la gente
evitando mi mirada.
Y eso, es lo que yo más aprecio, eso es lo que nunca conseguiré de
ti...
*****
¡Chocolate, caramelos y alfajor!
¿Qué les pareció el capi de hoy?
No se enojen, sé que me quieren;
John es lindo,
¿No lo prefieren?
Quiero contarles que ya sé el final y ustedes no.
Jaja vale eso no, solo que ya tengo claro cual es el final y
espero que les encante, faltan bastantes capis.
PD: Si nunca han visto una caja de tic tac, la dejo en
multimedia.
-Asley
Treinta Y Cuatro
Maratón 1/3
Cuatro días pasaron, pero fueron los suficientes para que todo
sucediera.
Damian, estoy con John, estamos saliendo.
No estoy enamorada, eso sería imposible ya que solo lo conozco
hace una semana. Pero me siento bien a su lado, me siento querida.
Estos últimos días he conocido a sus amigos y hasta he ido a su
casa.
Creo que empiezo a ser feliz.
Y así transcurren los días... tu presencia sigue siendo fugaz como
un rayo, estás alterado y pendiente de la hora para que terminen las
clases y así retirarte.
Mientras que yo solo espero a que toque el timbre de salida para
correr con John...
Treinta Y Cinco
Maratón 2/3
—¿Ani estás bien? —La tranquilizadora voz de él me devolvió al
mundo real.
—Solo pensaba...
—¿Otra vez ese chico?
Miré hacia las puertas del colegio y suspiré, John había venido a
buscarme.
—Sí —confesé apenada, no quería lastimarlo, pero tampoco iba a
mentirle.
John tomó mi rostro con sus manos y me miró fijamente.
—Sabes que si no estás preparada para esto te esperaré. De
verdad quiero estar contigo —depositó un beso en mi frente—. Te
aprecio Ani, y haré lo que sea para que estés bien, así tenga que
correrme a un lado, yo sé que lo amas a él y respeto eso, ¿vale?
Asentí y él sonrió.
—Gracias por entenderme John... te quiero.
—Y yo a ti An, ahora vamos, dejé mal estacionado el auto.
—Espera —musité.
Él se detuvo en seco frente a mí y frunció el ceño.
Deposite un beso en sus labios, uno fugaz, apenas un roce pero eso
bastó para sacarle una sonrisa.
Negó con la cabeza divertido y me tomó por la cintura.
—No me hagas esto en público An, no logro resistirme —mordió mi
labio inferior y no pude evitar sonrojarme.
Pasó un segundo y nuestros labios ya estaban juntos.
Sus manos viajaron por mi espalda subiendo mi blusa y trazando
líneas imaginarias por mi piel.
En ese momento no me importó nada.
Ni la gente que iba de un lado al otro a nuestro alrededor, ni que
algún conocido me viera, ni tú.
Eramos solo él y yo.
De repente sentí que se apartó bruscamente de mi lado y luego él
ya estaba en el suelo sangrando por su nariz.
Treinta Y Seis
Maratón 3/3
Cuando levanté la vista ahí estabas, tus ondulados cabellos caían
como cascadas sobre tus ojos furiosos.
Tu mano formando un puño, manchado con gotas de sangre
pertenecientes a John.
—¿Qué diablos has hecho Damian?
Tú solo lo mirabas a él, confundido.
—Levantó tu blusa —espetaste.
La gente comenzó a formar un círculo alrededor de nosotros.
Me coloqué de cuclillas junto a John.
Sus ojos estaban cerrados y no se movía.
—¡Vamos despierta! —me alteré.
—¡Joder! —sentí como insultabas y te removias con pequeños
pasos.
—¡Vete! ¡Damian vete ya! —grité con lágrimas en los ojos.
Treinta Y Siete
Los médicos dijeron que el golpe al caer fue en la nunca y por eso
quedó inconsciente, no fue algo tan grave, él despertó cuando la
ambulancia había llegado.
Él ya está bien, está como antes, solo que ahora tiene otra mirada
ante lo que todavía, desgraciadamente, siento por el viejo Damian,
el de antes.
Respecto a ti, no pienso decirte que lo que hiciste es una estupidez,
porque ya lo sabes, sin embargo, te diré que solo lograste encender
furia en mi interior.
Y que no pienso leer tu carta.
Me llegó hoy por la mañana. No te voy a mentir, no pude tirarla a la
basura.
Pero tampoco la abrí, ni pienso hacerlo, hasta que logre
convencerme de que lo que sea que allí dentro esté escrito, no me
producirá ni siquiera un cosquilleo, absolutamente nada.
*****
Perdón por la demora, tengo pruebas finales en mi colegio y
hace bastante no duermo bien.
-Asley
Treinta Y Ocho
Maratón especial 1/3
Damian
Él puede viajar por tu cuerpo, acariciar tu cabello, trazar líneas por
tu nunca, aprisionarte contra su pecho, hundir sus manos por debajo
de tu remera, tocar tu piel, transmitirte calor.
Él puede amarte.
Porque al hacerlo, no lograría causarte las heridas que yo sí.
Él puede estar junto a ti, puede besarte. ¡Maldita sea! Yo nunca lo
he hecho.
Tienes los labios más provocadores que he visto colorada, los
necesito junto a los míos.
Las ganas me consumen, desearía golpear a ese imbécil y largarme
contigo.
Tenerte solo para mí, besarte hasta más no poder, dormir contigo
aunque sea una noche, a pesar de que sé que doce horas no
alcanzan para las cosas que quiero hacer juntos.
Y allí estoy, estropeando el rostro de ese tipo. Decidido a fugarme
lejos, a que nos marcharamos los dos.
Nunca pensé que diría esto pero, la muerte, ya no me asusta tanto
como estar sin ti.
No me atemoriza tanto, como lo hace saber que puedes enamorarte
de él...
Treinta Y Nueve
Maratón 2/3
Damian
Tus ojos vidriosos me observaban asustados y frustrados.
Tus delicadas manos temblaban muy levemente.
Tus rojos cabellos, parecían prenderse fuego gracias a la ira que se
abría paso en tu pecho y afloraba al exterior para mostrarme lo inútil
que había sido aquello.
Cuando tomaste el rostro de él, mi estómago se revolvió y caí en la
cuenta de que lo nuestro era imposible.
Tu voz retumbó en mis oídos, ordenandome que me fuera. Pero
solo... no nos fugaríamos juntos, eso no había funcionado.
Cuando una lágrima rodó por tu mejilla, imaginé cuantas más
podrían derramar tus ojos si tú llegabas a amarme como yo lo hacía,
si llegabas a pensar en mí cada minuto, como yo en ti.
Si aún después de que muera, seguirías sintiendo algo por mí.
¿Cuántas gotas de agua caerían sin piedad por tu rostro?
No quería verte llorar, y aunque no te vería al partir, tampoco
soportaba la idea de saber que solo dejaría dolor dentro de ti.
Prefería que me odiaras Analía, quizás así, tú podrías ser feliz y yo
me sentiría mejor en donde quiera que esté.
Tal vez, solo así, la vida no duela tanto.
Cuarenta
Maratón 3/3
Damian
El cáncer no es solo una enfermedad, ¿sabes?
A veces pienso que es un motor que te impulsa a alejarte de las
personas que más quieres, tan solo por miedo.
Miedo a la muerte, constantemente uno se encuentra pensando en
sí existe algo más después de esto, si nos reencontraremos con
quienes amamos, si existe un Dios, si crearán una cura antes que
sea tarde.
Y muchas veces sentimos que una mínima y escasa posibilidad
existe, pero al pasar el tiempo nos damos cuenta que lo mejor es
perder las esperanzas y hacerles perder las esperanzas a quienes
nos rodean también.
Hasta se puede llegar a pensar en que morir es la solución, en que
eso eligió el destino para nosotros.
Cuarenta Y Uno
Dos meses después...
Ese día las tostadas del desayuno sabían exquisitas.
Mi hermana menor revoloteaba su vestido azul al compás de la
música que cantaba John.
Sus coletas se movían sin cesar y mi novio le tomaba las manos
para hacerle despegar sus piesitos del suelo.
Yo sonreía como una boba mientras ayudaba a Lila, mi madre, a
preparar la tetera de té con agua caliente.
Todo parecía de postal, era un día perfecto, la lluvia golpeaba sin
piedad la ventana provocando un sonido agudo típico de esos
tiempos.
Mi familia estaba feliz, yo lo estaba. En ese momento pude apreciar
cada segundo que pasaba.
Pero luego, como si te regalaran una caja de nutella, te observarán
sonreír, y esperaran a que la abrieras para no encontrar nada, así, el
día tan especial se desdibujó del todo cuando alguien llamó a la
puerta.
Todavía recuerdo a aquella mujer, menuda, de cabellos oscuros y
enrulados, iguales a los de Damian.
Su cara estaba demacrada, su expresión mostraba a una persona
golpeada por la vida. Una persona infeliz, que irradiaba pena y
melancolía.
Ella tartamudeo mi nombre al verme y sus pálidos ojos tomaron un
poco de brillo cuando le dije que hablaba con la persona correcta.
Después de ese día, después de salir corriendo hasta el hospital
con lágrimas en los ojos, con mis viejas zapatillas que obtenían un
gran golpe con el suelo cuando alguna roca o tal vez alguna
hendidura en el pavimento se interponían en mi camino.
Con la sangre acelerada a mil, con John detrás mío gritándo que me
frenará y con mi mente reproduciendo las últimas palabras de la
madre Damian. Esas palabras que me hicieron reaccionar, las que
rompieron mi corazón.
—Él está muriendo, Analía, mi hijo se está muriendo y no hace más
que repetir tu nombre una y otra y otra vez.
Después de ese día, la vida no fue igual.
*****
CALMA, NO LLOREN, Y NO SE IMAGINEN UN FINAL TAN
APRESURADAMENTE.
Gracias por todo el apoyo que me dan, son más de 5000 de
visitas.
Los quiero mucho ♥
-Gomita
Cuarenta Y Dos
El aire acondicionado no dejaba de producir un extraño sonido que
me irritaba.
Trac, trac, trac..., sonaba como algo atascado que necesitaba
ayuda, que quería desprenderse, como si estuviera sucio por dentro
y el aire que daba hacia el exterior no era más que un aire
contaminado. Pero invisible, incapaz de notarse, por más que
corriera dentro nuestro y se depositará en nuestros pulmones, el
aire no era puro y tarde o temprano eso nos haría daño.
El tiempo pasaba y tus ojos se mantenían cerrados a pesar de lo
mucho que habías dormido. Como si no quisieran toparse con la
realidad, tratando de esconderse, de mantenerse ocultos, a salvo.
El ambiente era helado, podía sentir hielo en mis huesos y la sangre
atascarse en mis arterias. Todo quería frenarse, la escena parecía
inmovil,como si la vida supiera que luego sería peor, como si
quisiera detenerse en ese punto, antes del dolor.
El pálido color de las paredes parecía hacer juego con todo lo que
nos rodeaba en aquella habitación, las sábanas, los muebles y
hasta tu rostro.
John tomaba mi mano delicadamente y formaba círculos en mis
nudillos. Él era mi cable a tierra, con él a mi lado sentía que el
momento no estaba en pausa, pues escuchaba sus palabras de
contención cada tanto y alguna caricia se hacía presente en mis
cabellos.
—¿Ann? Analía... A...
Y todo volvió a su curso, mi mundo siguió su rumbo, el reloj empezó
a moverse, las agujas marcaban los minutos.
El hielo de mi interior se descongeló, la sangre pasaba por mis
arterias, tus ojos se encontraron con la realidad.
Me acerqué más hasta la camilla y tomé una de tus manos.
Tus primeras palabras fueron las más parecidas al aire puro que
necesitaba mi cuerpo.
—Aquí estoy, estoy a tu lado —respondí inmediatamente.
El verde de tus iris le devolvió color a la aburrida habitación y se
posó desesperado sobre mi mirada.
—¡No te vayas! no me dejes... nunca más.
Repentinamente, mi novio ya estaba en la puerta dispuesto a
dejarnos solos. Articuló un "te espero en el pasillo" y me dedicó una
tímida sonrisa.
—No te dejaré —respondí.
—¿Nunca? ¿No me dejarás nunca?
—Nunca Damian.
Toqué suavemente tu mejilla y noté que movías los dedos para
entrecruzarlos con los míos. Por primera vez en mi vida... pude
sentir paz... paz, amor y alegría, todo a la vez, incluida, la nostalgia.
******
Mierda, estoy sufriendo con mi propio capítulo.
Si ven errores ortográficos, o de tipeo, no duden en decirlo, me
estarían ayudando mucho a mejorar :) ¡NO SÉAN TÍMIDOS! Sé
que no soy perfecta y me equivoco a veces.
-Asley :(
Cuarenta Y Tres
Hace unos cuantos días que vengo al hospital a visitarte.
"Cancer de estómago, se lo diagnosticaron hace dos años, y desde
entonces ya no es el mismo"
"Está aquí porque en las últimas semanas, ni siquiera ha tenido el
coraje para cuidarse con las comidas, es como si su enfermedad le
diera igual"
Palabras de tu madre.
Ella siempre me espera con una sonrisa en su demacrado rostro,
que la hace lucir un poco mejor.
Cuando llego, me besa la frente y luego sale de la habitación para
dejarnos un momento a solas.
John me ha contado que durante este tiempo ha hablado mucho con
ella, en el pasillo. ¿Quién lo hubiera dicho alguna vez?
Hoy tus mejillas tienen un poco de color y cuando tomo tu mano,
abres tus gigantes ojos verdes que me reciben emocionados.
—Hola hermosa —pronuncias tan despacio que si no fuera porque
estamos solos no hubiera podido escucharte.
—Te he extrañado —continúas—. Esperaba que vinieras, quería
darte una noticia —en tus labios se dibujó una sonrisa.
—Espero que sea buena.
—Lo es... Hoy mismo salgo de aquí, me dieron el alta.
—¿¡Estás de broma!?
—¡No! Colorada, hoy salgo de aquí, y lo primero que quiero hacer
es pasar el día contigo.
Solo entonces puede entender que en mi mente se debatía una
lucha entre lo que sentía por ti, y lo que sentía por John. Y tendría
que hacer algo para acabar con eso.
******
¡Hola a los gomitas con puré más tiernos!
En un rato hago maratón.
-Asley
Cuarenta Y Cuatro
Maratón 1/3 Lean con la canción en multimedia ♥
El aire frío nos acompañó todo el camino hasta la casa de campo
que nos había prestado tu abuela.
-Así que estás saliendo con ese chico. -Fue lo primero que me
dijiste una vez dentro del hermoso lugar.
-Su nombre es John.... Y sí, él es maravilloso, tendrías que
conocerlo.
Dejé caer mi peso en el sillón y tú repetiste mi acto.
-No lo dudo. -Tus ojos viajaron hasta los míos-. ¿Lo amas?
-Yo... -Como una estrella fugaz, la imagen de John se interpuso en
mis pensamientos.
-¿Y...? ¿Estás enamorada? -Sentí tu cuerpo encima del mío, en
algún momento -no sé cómo- habíamos quedado recostados sobre
el sofá.
-Lo quiero mucho -dije por fin-, es una persona importante en mi
vida.
Podía sentir tu rostro junto al mío, tus labios rozaban mi boca. Te
encontrabas tan cerca que no atinaba a hacer otra cosa que
observarte anonadada.
Una sonrisa se dibujo en tu rostro, un fuego empezó a crecer desde
el centro de mi pecho.
-Querer no es lo mismo que amar -afirmaste.
Te acercaste más, tu mano en mis cabellos, tu boca encontrando la
mía pero sólo depositaste un corto beso.
-Yo sí te amo colorada. -Esta vez el contacto fue un poco más
largo-. ¡Joder! Si que te amo.
Reaccioné, en mi mente todos los clics que no encajaban, se
incrustaron y largaron chispas. Te amaba... a ti. Aún sabiendo lo que
John sentía por mí.
-Yo también lo hago -convertí mis pensamientos en palabras.
Al terminar de pronunciar aquello, vi aparecer ese brillo en tus ojos,
ese brillo que me volvía loca, más radiante que nunca, ese brillo que
iluminaba mi alma y mi ser. Y me derretí.
Entonces me besaste como nadie lo había hecho, fue un beso
desesperado y depredador, lleno de pasión como si las ganas se
hubieran acumulado por un largo tiempo. El fuego prematuro que
había comenzado a nacer en mi interior se expandió, me quemaba,
estaba dentro de tu infierno y el dolor era de un disfrute inigual, si
eso era un pecado, no quería ir al cielo jamás, iba a bailar en tus
llamas, iba a arder presa del deseo de tu boca.
Mis manos al fin podían viajar por tus cabellos y tomar tus rizos
entre mis dedos. Tu lengua desesperada jugaba con la mía y una
que otra pequeña risa se te escapaba a mitad del beso.
-¿Sabes cuanto tiempo esperé para probar tus... tus...? ¡Dios!
Tienes los mejores labios del mundo.
Succionaste el inferior y me estremecí.
Como si una energía superior me controlara me di la vuelta
quedando justo encima de ti.
Mis rizos caían en cascadas a nuestro al rededor y tus manos
viajaron por ellos para acomodarlos detrás de mis orejas. Luego las
llevaste hasta mi cintura.
-¿Y tú? ¿Sabes cuánto esperé para este momento? ¿Sabes las
malditas ganas que tenía de estar contigo? -pregunté.
No hubo respuesta, porque ahora era yo la que iniciaba el beso y no
se terminaría por mucho tiempo.
*****
¡Jelou!
¿Qué opinan de las escenas subidas de tono?
No hablo de esta. Hablo de las escenas en las que bueno, ya
saben... Bueno, esas donde... ¡¡SÍ ESAS!! Juju :O
Hasta luegiño
-Asley
Cuarenta Y Cinco
Había despertado a tu lado, con las mantas enredadas a nuestro
alrededor y el calor de tu cuerpo sombre el mío. La noche anterior
fue mágica, pude sentirme más unida a ti que nunca, pude llenarme
con la plenitud de nuestro amor y el encuentro de nuestras almas.
Te veías tan joven y lleno de vida, tal como el chico de 18 años que
eras. Pero sabía que esa imagen era superficial. Tu enfermedad te
estaba consumiendo poco a poco, pero mas que el cuerpo, la
consciencia.
Yo te vi cuando no comías nada. Te vi perder la sonrisa de las
mañas y las ganas de vivir.
Pero también estoy aquí para verte mejor. Quiero que seas feliz.
Una vez escuché una maravillosa frase: ''La muerte está tan segura
de su victoria, que nos deja toda una vida de ventaja''
Y pues, ya que la muerte va a ganar, hay que disfrutar esa ventaja,
no dejarse vencer por lo que ya nos venció hace mucho tiempo.
Porque desde que nacemos sabemos que vamos a morir. Es
nuestro destino, es la única parte de nuestra vida que es inevitable y
cierta; la muerte. Solo, no dejes que ella arruine tu VIDA.
*****
Gracias a los que pasaron por "TUTORA DE BESOS" su apoyo
incondicional es una de las cosas que más me llenan como
"escritora"
-Asley
Cuarenta Y Seis
Canción en multimedia n.n
La tela que cubría mis ojos era tan suave como un peluche de lana,
y aunque también era un poco gruesa, de tanto en tanto intetaba
forzar la vista para ver que había del otro lado.
—¡Analía, no hagas trampa! —me reñiste con un deje de diversión
en tu voz.
—Oye no hago trampa —refuté.
—Alto —ordenaste después de unos cuantos pasos más.
Mis pies se pararon en seco. Gracias a un hueco de luz, el cual se
abría paso debajo del pañuelo, podía contemplar el verde cesped.
—¿Llegamos?
No hubo respuesta, solo sentí tu cuerpo un poco más cerca del mío
y tu respiración en mi cuello. Cuando me di cuenta de lo que
sucedía, tu boca ya aprisionaba la mía y una sonrisa se escapaba
de tu rostro.
—No... ¡Diablos! eres tan hermosa que no puedo aguntarme a llegar
para besarte.
Me acerqué más a ti, y mis labios entusiasmados se encontraban
una vez mas con los tuyos en un delicado beso.
Tus dedos viajaban por mi rostro, se deslizaban como un pincel
hasta mis rulos, los envolvían y luego bajabas nuevamente a mis
caderas para rodearlas, me apretabas mas contra ti.
Cada célula de mi cuerpo parecía encenderse cuando tus dedos
pasaban por allí, cada una renacía y enviaba señales de vida a todo
mi cuerpo para iluminarme, eran como ondas de luz encargadas de
encandilar la oscuridad que se producía al cerrar los ojos.
Podía sentir que veía mas allá de lo real, podía ver mi interior, tú
lograbas que me conectara con mi alma, tú me hacías amar, amarte
y lo haría por siempre Damian.
Cuando apartaste tu boca, sentí como todo volvía a la realidad, de
pronto, me faltó el aire solo por unos segundos, como si hubiera
estado respirando solo gracias a ti. Abrí los ojos, pero fue inútil, el
pañuelo me privaba de la luz.
—Apuremos el paso, o no voy a poder evitar besarte nuevamente,
ya falta poco —hablaste jadeando y yo asentí con un movimiento de
cabeza.
Cuarenta Y Siete
Lean con la canción de multimedia ♥
Frente a mis ojos se extendía un gran cuadro, -de unos dos metros
de ancho y uno de largo- en medio de los árboles y los rayos de sol
que cubrían el lugar.
Tú me habías soltado la banda de los ojos y tomabas mi mano con
fuerza.
En la obra de arte podía observarse con total claridad una ruda
mariposa. De alas azules y motas blancas en forma de puntitos.
La mariposa se apoyaba sobre el ojo de una chica, a la cual solo se
le distinguían algunos aspectos de su rostro. Y si no me equivoco,
esa chica era parecida a mí, con su rojo cabello ondulado y sus ojos
celeste oscuro.
Me quedé impactada, no sabía que decir, ni que significaba aquello.
Era un cuadro bellísimo, pero no entendía que querías transmitirme
con eso.
—¿Sabes cuánto tiempo vive una mariposa? —interrogaste.
Tus ojos verdes miraban al vacío desencajados.
—Viven alrededor de tres o cuatro días. Algunas especies en
particular, llegan a vivir un mes entero o un poco más —continuaste,
ahora con el verde de tu iris sobre mí.
—Lucen tan magníficas, ¿no crees? Pero en realidad todos saben
que son muy débiles, que puedes lastimarlas con solo un dedo —
hablaste con un dejo de nostalgia en tu voz—.Cualquier persona
que no tenga problemas de vista sabe que son hermosas, pero aún
así no creo que nadie nunca se haya encariñado con una. Ni que al
ver una mariposa muerta les haya caído una insignificante lágrima,
tal como es así al ver un perro o un gato en sus últimos días. ¿Por
qué crees que esto sucede?
—Yo... no lo sé, las mariposas se alejan antes de que cualquier
cariño pueda surgir —respondí, dándome cuenta así a donde
querías llegar.
—Las mariposas son listas, sumamente inteligentes, no te
producirán amor si saben que en poco tiempo van a partir.
—Tú...
—Excepto la mariposa que tienes al frente —me interrumpiste.
Mis ojos viajaron de nuevo al cuadro y algo en mi pecho se contrajo.
—Ella no pudo separarse de aquella chica, no pudo dejarla, y
decidió aprovechar su corto tiempo al lado de la persona más
maravillosa que puede existir, se dio cuenta que lo mejor no es
separarse de cualquier cosa solo para no lastimarla, y que el amor
siempre es más fuerte.
Tomaste mis mejillas y mis ojos se pusieron vidriosos.
—¡Maldita sea Damian! no puedo pensar en que te irás, no me
hagas pensar en esto —golpeé tu pecho sin fuerzas y tú aferrarste
mis manos.
—Colorada por favor, solo te pido una cosa... —Tus manos
aprisionaban mi cabello—. quiero que cada vez que veas una
mariposa pienses en mí. Quiero que cada vez que veas este cuadro,
me recuerdes y quiero que seas feliz, que siempre seas feliz... te
amo.
Cuarenta Y Ocho
Puedo escuchar su voz diciéndome adiós.
Puedo mirar dentro suyo y observar destrucción y aún así, a pesar
de todo, por fuera muestra una fuerte sonrisa, un hermoso gesto
para mí, para aliviar el peso que me da despedirlo.
Puedo saber justo ahora que es una de las mejores personas que
han entrado en mi vida, una de las más cariñosas y con un gran
corazón.
Puedo sentir tristeza, pero no, él nunca me dejaría sentirme mal, él
sabe que esto es lo correcto para ambos y se retirará.
Puedo comerme la cabeza pensando en que soy una estúpida al
dejarlo ir, pero él me convence de que es el gesto más noble que
han hecho por él. Que quedarse no es necesario cuando no hay
amor, que así no funcionan las cosas.
Puedo abrazarlo, y lo hago. Este es nuestro último gesto de unión,
pero es eterno.
Adiós John, siempre tendrás un lugar en mi corazón, no lo dudes,
aquí dentro de mí, tú seguirás estando, para siempre...
*****
¡Hey! este capítulo está dedicado al único chico que lee esta
novela *-*
¡¡Aplausos para él!! se lo merece.
-Asley
Nota De Autora
Sí, llegaste tarde de nuevo *saca la lengua*
¡Vamos! sigue leyendo. Por cierto, te estoy vigilando... así que vota
y comenta esta historia, sé donde vives no quieres terminar herido,
no, no quieres...
I'M WATCHING YOU 0.0
Cuarenta Y Nueve
Llevamos dos años de novios, el tiempo pasó lento, y nos dejó
disfrutar el día a día. Apreciar el sol de las mañanas, el viento en las
tardes, los paseos en bicicleta, los picnis en el parque, los besos
desenfrenados, las noches de placer, las caricias interminables,
unas que otras peleas, pero por sobre todo gozar de este amor.
Veinte años, hoy 24 de febrero de 2009 los cumplo y no haré otra
cosa más fantástica que irme a vivir contigo. Lo sé, es emocionante
y a la vez un cambio drástico y radical, aunque todo vale la pena si
es a tu lado.
¡El amor se desgasta con el tiempo! Dijeron.
Pero se equivocaron, quizás, ellos nunca se enamoraron en verdad,
tal vez, ellos nunca entenderán la fuerza y el poder del amor, y eso...
si que es doloroso.
Cincuenta
Cuando empaco las cosas para mudarme veo un pequeño sobre
blanco como las nubes entre mis cosas y una sonrisa se escapa de
mi rostro.
Juré nunca leer aquella carta, hasta estar segura de que lo que sea
que allí dentro estuviera escrito no me causaría nada. ¡Y a quien
engaño!, eso nunca pasará, y yo no rompo mis promesas.
Guardo el sobre dentro del bolso y corro hacia ti al escuchar tus
gritos.
—¡Mi amor! Deja ya todo y ven aquí. No dejo de extrañarte, quiero
vivir contigo en este momento y olvidar a esta mujer que dice ser tu
madre ¡me está volviendo loco!
Llego al salón y me levantas en un abrazo volador.
—¡Van a pegarle al televisor! —grita Lila, mi madre, alterada.
Tú me sueltas y luego vas a donde está ella.
—Ven aquí suegrita, sabes que también te amo a ti —dices y la
levantas en un abrazo mientras ella ríe y se queja a la vez.
50/51
CARTA DE DAMIAN: Esta es mi primer carta, lo sé es un tanto
cursi, pero no aguanto.
Oye espera, debería haber empezado con un "Querida Analía" pero
no lo haré porque entonces el principio sería algo así como:
"Querida, y hermosa, sexy, admirable, inteligente, estupenda,
maravillosa, radiante, tierna, preciosa, bondadosa, carismática,
adorable, creativa, magnífica... Analía"
Bueno, tú entiendes, aparte de que terminé por hacerlo.
Seguro que en este momento me ves como un imbécil y un maldito
idiota, sé que me aborreces, y no sabes cuanto me duele.
No me desviare más, te quiero pedir perdón por lo de tu novio,
¡maldita sea! Que mal le queda esta palabra a ese tipo.
Entiendo que quieras armar tú camino junto a él, yo también la tenía
a ella cuando tú imaginabas algo a mi lado.
Y no vengo a decirte que en realidad nunca la amé, porque lo hice,
con todas mis fuerzas, por si te preguntas ¿por qué? ¿por qué a
ella? Si me engañó más de una vez y pisoteó mi corazón.
Y aquí está la respuesta...
Analía, estoy enfermo. No tengo idea cuanto tiempo me quede de
vida, y mi única decisión fue "no lastimes a nadie, no dejes heridas
en ningún corazón" Y el amor, colorada... duele y mata.
Pero con ella era diferente, yo sabía que nunca le dolería mi partida,
porque es alguien fría, que sabe olvidar.
Ella estaba para mí cuando la necesitaba, y hasta sabía de mí
enfermedad. Tenía defectos, lo admito, pero a mí me gustaba así, yo
estaba tranquilo mientras ella no llegara a sufrir. Aparte me
aseguraba de que nadie se acercara a mí, pues yo ya estaba con
alguien, que me entendía y acompañaba.
Ni siquiera me permití tener amigos de verdad.
Y luego apareciste... Y mis esquemas se rompieron, mi plan se
desmoronó, me desestabilizaste por completo.
Decidí hablar con ella, le pedí ayuda para alejarte de mí lado, no
quería lastimarte.
Pero se lo tomó muy en serio e hizo las cosas mal. Cuando me
enteré lo de la amenaza casi me desmayo y hasta terminé por
pelearme con ella.
Espero entiendas que todo fue un error, que todo está mal en mi
vida.
Que te necesito.
Por favor, dame una oportunidad, solo quiero pasar el resto de mi
vida a tu lado, para amarte y ser feliz, te amo. Como nunca antes lo
hice, porque se puede amar más de una vez, pero nadie dijo que de
la misma forma.
Att: El amor de tu vida, Damian.
Att2: Eso fue egocentrismo.
Att3: Esto de enumerar se hace con los posdata, me gusta romper
las normas.
Att4: Solo Damian. El hombre que quiere ser el amor de tu vida.
*****
¿Analía no va a leerla? Pues nosotros si, porque somos kul ;)
-Asley
Cincuenta Y Uno
06/11/2012
Ese día no podía no quedar grabado en mi mente.
Pues lo festejo cada año, junto a nuestra preciosa Butterfly.
La niña más hermosa del universo, nuestra niña. De ojos verdes
enormes como los tuyos, pero ondulados cabellos color rubí como
los míos.
Amo cuando pasas horas jugando con ella, sacándole la lengua y
esperando ansioso que de sus primeros pasos. Te amo a ti.
Ella es la alegría de todos mis días, noches y tardes, ella es todo
para mí, y sé que lo es para ti también.
*****
#NoASerLectorFantasma
#SiAComentarYVotar
PD: Butterfly = Mariposa (inglés)
PD2: ¿De dónde me leen? :O
-Asley
Cincuenta Y Dos
Aquel momento fue el más difícil del mundo. Fue un golpe duro, sin
escrúpulos, desgarrador y agonizante.
Te fuiste tú y una parte de mí se fue contigo.
El cementerio se había convertido en mi casa, no podía separarme
de allí, no, no quería alejarme de ti.
Necesitaba que volvieras, aún lo necesito.
Maldita sea, necesito de tus besos en las mañanas e irme contigo a
la cama cuando el día termina. Necesito verte, tocarte, sentirte
cerca, necesito decirte que te amo, que te pienso todo el día.
Necesito que me mires, que me hables, que me hagas enojar y
luego lo soluciones, necesito que me tomes la mano y la aprietes
fuerte, necesito que acaricies mi pelo, que te aferres a mis caderas,
necesito que estés aquí conmigo, ahora y para siempre.
Sé que estás en un lugar mejor, sé que no estoy sola, tú estás en
cada una de las mariposas que veo, estás en el aire, libre del dolor,
libre al fin. Pero no me es suficiente, yo te quiero aquí aunque eso
sea egoísta de mi parte.
Todavía puedo notar destellos verdes mientras camino que me
recuerdan a tus ojos. Y cada vez que Buterffly sonríe acuden a mí
sus momentos junto a ti, sus travesuras, y tu sonrisa.
No diré que con el tiempo me he curado, porque te extraño todos los
días, cada uno es triste sin ti, sin embargo es hermoso al lado de
ella.
Soy fuerte, sí, gracias a tu amor, siempre me preparaste para tu
partida aunque nunca pensé que sería malditamente destructora.
No tengo más que decirte, solo que lo prometido es deuda y soy
feliz, por ti, por mi, por nosotras.
Cincuenta Y Tres |FIN|
Butterfly me extendía su pequeña mano que balanceaba junto a la
mía caminando por el parque.
Sus rulos se movían al compás y tarareaba una canción imaginaria.
Cuando eligió un lugar, nos sentamos un rato mientras ella
parloteaba comentarios divertidos sobre la gente que pasaba.
Cuando de repente mi atención se desvío hacia él.
Del otro lado del parque apresuradamente se acercaba a pasos
agigantados, provocando que mi corazón se desbocara.
Me paré de golpe, impactada.
Nuestras miradas quedaron fijas por unos segundos que parecieron
eternos.
—¡John! —exclamé sin aliento.
Y eso fue suficiente para que me tomara por el aire fuertemente,
abrazándome como si no hubiera un mañana, ondas de felicidad
viajaban por todo mi cuerpo.
—¡Mamá, ven! —sentí que gritaba Butterfly alterada
interrumpiendonos el momento.
Él y yo nos miramos por unos segundos más pero ante la
insistencia de mi hija, tuvimos que acercarnos a ver que pasaba.
—Mira que bonita. —En sus regordetas manos descansaba una
mariposa azul con un ala un poco rota.
No supe que decir. Mi corazón me estrangulaba.
—Se está rompiendo, ¿va a morir?
Respiré hondo, pensé en Damián...
—No... no, ella sólo está lastimada —habló John con aquella voz
que tanto me tranquilizaba.
Butterfly lo miró con brillo en sus ojos.
—¿Pe-pero cuánto tiempo viven? —interrogó ella con ilusión.
—Ellas viven para siempre, cariño, son eternas —afirmé.
Y en ese momento juro que con toda mi alma, lamenté no ser como
ella. Eterna e invencible, hermosa, libre y sin dolor. Lamenté no ser
una mariposa, si que lo lamenté, y aún lo lamento Damian, lamento
no ser como ella.
FIN
Muchísimas gracias por terminar de leer...
Agradecimientos
Gracias, gracias por entrar en mi cabeza, por tomarte un
pequeño espacio frente a la pantalla de tu celular, tablet o
computadora, con la historia de una chica 16 años que
nisiquiera es conocida, habiendo tantos libros que leer en el
mundo ¡y de papel!
Gracias por darme el mejor de los regalos, tú tiempo, y
paciencia. Estaré en deuda contigo por siempre ♡
Dedico esta parte de mí, a todos ustedes. Quiero decirles que no se
rindan nunca, que no abandonen sus sueños, que disfruten su vida,
su tiempo. EL TIEMPO, ES ORO. No bajen los brazos y tiren todo
por la borda. VIVE, AMA, RÍE, DISFRUTA, y lo más importante y
que nos enseñó Damian, SÉ FELIZ, SIEMPRE SÉ FELIZ.
Adiós, hasta la próxima
PD: Las mariposas viven para siempre :3
-Gomita