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Matrimonio y Familia2017

Este documento trata sobre los principios bíblicos para el matrimonio y la familia. Explica la situación actual donde el matrimonio es atacado y hay una falta de orientación que afecta las relaciones. También presenta temas como los roles de los cónyuges, la comunicación, la solución de conflictos y la educación de los hijos según enseñanzas bíblicas.

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Matrimonio y Familia2017

Este documento trata sobre los principios bíblicos para el matrimonio y la familia. Explica la situación actual donde el matrimonio es atacado y hay una falta de orientación que afecta las relaciones. También presenta temas como los roles de los cónyuges, la comunicación, la solución de conflictos y la educación de los hijos según enseñanzas bíblicas.

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IBJM

INSTITUTO BÍBLICO JORGE MÜLLER JORGE MÜLLER

MATRIMONIO Y
FAMILIA
Objetivo de la Materia

Estudiar las bases bíblicas para llegar a


formar y mantener un matrimonio y familia de
acuerdo a la voluntad de Dios. Seguir las
indicaciones divinas para tener un
matrimonio guiado por Dios donde cada
cónyuge actúa de acuerdo a los roles
bíblicos respecto a la sexualidad, solución de
conflictos y crianza de los hijos.

Esteban Beitze
INSTITUTO BÍBLICO JORGE MÜLLER

Materia: MATRIMONIO Y FAMILIA


Profesor: Esteban Beitze

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA

• El Noviazgo - V&G Scheunemann (Llamada de Medianoche)


• El Matrimonio y la Familia - V&G Scheunemann (Llamada de Medianoche)
• Curso Matrimonio y Familia – (curso EBTC)
• El Manual de Asesoramiento Premarital – H. Norman Wright (Ed.Unilit)
• El Arte del Matrimonio – (Familylife)
• Matrimonio – de sobrevivir a prosperar – Charles R.Swindoll
• Diálogos para Novios Próximos al Matrimonio – Roberto y Alicia Fayling (Ed.Crecimiento Cristiano)
• Curso Diálogos para Matrimonios – José Young (Ed.Crecimiento Cristiano)
• Amor para toda la vida – Dr.James C.Dobson (Ed.Betania)
• Preparación para el Matrimonio – Wayne A.Mack – (Christlicher Mediendienst – CMD)
• Preparándose para el Matrimonio – William McRae – compilado por Bard Pillete – (Ed. CREO)
• Para los que quieren casarse – Pablo A.Deiros (Casa Bautista de Publicaciones)
• Un retrato bíblico del matrimonio – Dr.Bruce H.Wilkinson (Walk Thru the Bibel Ministries)
• El acto matrimonial – Tim & Beverly LaHaye (Clie)
• Puede el amor ser pecado – Wolfgang Bühne (Llamada de Medianoche)

TEMARIO

I. INTRODUCCIÓN
1. LA REALIDAD
2. LA NECESIDAD

II. BASE BÍBLICA PARA EL MATRIMONIO


1. CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER
2. INSTITUCIÓN DEL MATRIMONIO
3. EL PECADO ORIGINAL EN EL MATRIMONIO
4. DIOS Y EL MATRIMONIO
A. Lo que no es
B. Dar gloria a Dios
C. Comunión
D. Apoyo mutuo
E. Reflejar la actitud del Señor
F. Unión corporal o sexual
G. Servir a Dios

III. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA FORMAR EL MATRIMONIO


1. EL NOVIAZGO
A. ¿Qué función cumple el noviazgo?
B. ¿Hay instrucciones para el noviazgo en la Biblia?
2. MOTIVACIONES INCORRECTAS PARA EL NOVIAZGO
3. GUÍA PARA SABER QUIÉN SERÁ EL FUTURO CÓNYUGE
A. Tener una buena relación con Dios
B. Tiene que estar de acuerdo con la Biblia
C. Tener la motivación correcta
D. La razón bajo el control de Dios
E. La guía del Señor es providencial

2
F. La guía del Señor conlleva paz
G. Dios bendice
4. EL PASADO
5. LA PUREZA EN EL NOVIAZGO
A. ¿Por qué esperar?
B. ¿Hasta dónde se puede ir en lo físico?
6. CONVIVIR ANTES DEL MATRIMONIO
7. ¿CUÁNDO SE ESTÁ LISTO PARA CASARSE?

IV. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LOS ROLES DE LOS CÓNYUGES – ESPOSO SIMILAR A CRISTO
1. UN HOMBRE SEMEJANTE A CRISTO AMA
A. Definición de amor
B. Descripción del amor
2. UN HOMBRE SEMEJANTE A CRISTO APRENDE
A. El mandamiento
B. El resultado
C. El efecto
3. UN HOMBRE SEMEJANTE A CRISTO LIDERA SERVICIALMENTE
A. Lo que no es un liderazgo que le agrada a Dios
B. Lo que es el liderazgo que agrada a Dios

V. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LOS ROLES DE LOS CÓNYUGES – ESPOSA SIMILAR A LA IGLESIA
1. ELLA HONRA A SU ESPOSO
A. Lo que no es sujeción
B. Lo que sí es sujeción
2. ES UNA AYUDA IDÓNEA
3. ES UNA AMA DE CASA CUALIFICADA
A. Servicio en la familia
B. Servicio fuera de la familia
C. El ejemplo de Proverbios 31

VI. PRINCIPIOS BÍBLICOS DE COMUNICACIÓN


1. INTRODUCCIÓN
A. Las razones principales para problemas en el matrimonio
B. Principio básico
C. ¿Qué sucede en un matrimonio que se comunica eficazmente?
2. DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN
3. PRINCIPIOS PARA LA COMUNICACIÓN EFICAZ
A. Primer principio – sé veraz
B. Segundo principio – procura estar al día
C. Tercer principio – ataca el problema y no la persona
D. Cuarto principio – deberías actuar y no reaccionar

VII. PRINCIPIOS BIBLICOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONFLICTOS


1. DEFINICIÓN DE CONFLICTO
2. ¿QUÉ PIENSA DIOS SOBRE LOS CONFLICTOS?
3. ¿DE DÓNDE PROVIENEN LOS CONFLICTOS?
4. VENTAJAS DE DIFERENCIAS Y DESACUERDOS
5. ETAPAS DE LOS CONFLICTOS
6. CÓMO EVITAR CONFLICTOS
7. CÓMO SOLUCIONAR CONFLICTOS
A. Algunos caminos pecaminosos para intentar solucionar conflictos
B. Caminos bíblicos para la solución de conflictos
8. CONCLUSIÓN
Dios desea que vivamos en paz y nos dio las herramientas para poder llevarlo a cabo.

VIII. ASESINOS DEL MATRIMONIO


1. DEMASIADOS COMPROMISOS Y AGOTAMIENTO
2. ABUSO DE LAS COMPRAS A CRÉDITO, FRACASO EN LOS NEGOCIOS Y MAL MANEJO DEL DINERO
3. EGOÍSMO
4. ENTREMETIMIENTO DE LOS SUEGROS U OTROS INTEGRANTES DE LA FAMILIA
5. EXPECTATIVAS NO REALISTAS
6. PROBLEMAS EMOCIONALES: CELOS, FALTA AUTOESTIMA, ETC.
7. ABUSO DEL ALCOHOL U OTRAS DROGAS
8. PORNOGRAFÍA Y OTRAS ADICCIONES
3
9. LA FRUSTRACIÓN SEXUAL, LA SOLEDAD
10. ATRACCIÓN DE LA INFIDELIDAD
11. CASARSE DEMASIADO JÓVENES

IX. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA SEXUALIDAD


1. LA IMPORTANCIA DE LA SEXUALIDAD EN EL MATRIMONIO
2. CARACTERÍSTICAS DEL SEXO EN EL MATRIMONIO
A. El sexo en el matrimonio es puro y santo
B. La sexualidad no es la base para el matrimonio
C. La prioridad en el sexo es el dar
D. Dios dio la capacidad a cada uno de satisfacer sexualmente a su cónyuge
E. El deseo sexual es bueno y hay que fomentarlo
F. Las relaciones sexuales deberían ser regulares
3. PROHIBICIÓN DE LA SEXUALIDAD FUERA DEL MATRIMONIO

X. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS


1. COMUNICACIÓN
A. Comunicación con el cónyuge sobre los hijos
B. Comunicación con los hijos
2. TIEMPO CON LOS HIJOS
3. PEDIR PERDÓN
4. CRIANZA DE LOS HIJOS
A. Principios inamovibles
B. Procedimiento ineludible
5. DISCIPLINA

XI. OBJETIVOS EN EL MATRIMONIO


1. MADUREZ ESPIRITUAL
2. MANTENER EL PACTO DE FIDELIDAD
3. LA COMUNICACIÓN
4. EL PERDÓN
5. SERVIR AL SEÑOR

XII. CONSEJERÍA MATRIMONIAL Y FAMILIAR


1. LA NECESIDAD
2. ¿DE QUIÉN ES LA RESPONSABILIDAD?
3. ¿QUÉ TIPO DE CONSEJERÍA DEBERÍA OFRECER LA IGLESIA?

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

4
I. INTRODUCCIÓN

1. LA REALIDAD
En nuestra sociedad, el matrimonio está siendo atacado por todos los frentes. Hasta las leyes van quitando
paulatinamente todos los principios bíblicos al respecto. Se ve el matrimonio como una institución obsoleta y propensa
únicamente a problemas y conflictos.
Dado que el matrimonio es una institución divina, ideada y establecida por Dios, es duramente atacada por el enemigo.
Los satanistas propagan públicamente que su objetivo es la destrucción de la familia. La destrucción de este vínculo se
ve por doquier. La abolición del matrimonio y familia está en el proyecto de muchos políticos.
La inmoralidad, la pornografía casi omnipresente, hace que los valores bíblicos se pierdan cada vez más, lo que afecta la
santidad y fidelidad en el matrimonio.

Desde adentro del matrimonio ya no se ve la seriedad de esta relación. Cualquier razón es válida para separarse. La
tasa de divorcios y separaciones ha llegado a porcentajes cada vez más altos, por lo cual ya muchos prefieren convivir.
Y cuando no resulta, simplemente se separan.
El egocentrismo característico del tiempo final (2Ti.3:1-5), produce un concepto completamente distorsionado del amor
mutuo, convirtiéndolo simplemente en sinónimo de placer o en una sociedad de intereses.
Además, está surgiendo una preferencia cada vez mayor por vivir solos, sin compromiso con nadie. Si se quiere tener
hijos, el vientre de alquiler se está volviendo una moda, y el sexo se puede realizar con muñecos o máquinas o
simplemente autosatisfacerse.
Hay una gran falta de orientación. Esto se evidencia en muchas familias. Cada uno sigue sus propios intereses. Ya no
hay intereses iguales o al menos, compartidos.
Hoy en día, en los hogares hay una enorme falta de presencia de la figura paterna. La figura del padre con autoridad se
ve remontada al tiempo patriarcal.
El padre ya no puede ser estricto, pero tampoco blando. En realidad, ni sabe cómo ser. Hoy en día ya muchos están
reconociendo el tremendo error cometido en la educación sin límites y se ve como correcto que los hijos tengan límites
claros. El problema es ¿quién se los traza y sobre qué base?
Los hombres ya no saben cómo ser. Los medios nos presentan cómo deben ser físicamente y como profesionales, pero
la figura paterna no aparece. Por lo cual éste se despide completamente de la educación de los hijos. Por esta razón, el
ejemplo y la protección que irradia el padre han desaparecido.
Nuestra sociedad enfatiza que la mujer tiene que ser activa en lo profesional y en el trabajo, de lo contrario no se puede
realizar como tal. Ser “solo ama de casa” se volvió sinónimo de fracaso y burla.
Pero si los dos salen a trabajar, los hijos quedan a merced de parientes, niñeras, educadores o el estado. Es muy
probable que allí no reciban las enseñanzas bíblicas que se esperan de un matrimonio cristiano. No es de extrañar
luego, que los hijos no quieran saber nada de Dios. Aparte de ello, se pierde mucha cercanía con los hijos al encargarles
a otros su cuidado. Cada integrante del hogar vive su vida, muchas veces, enajenado en un mundo cibernético.
Hay cada vez más problemas sin resolver en los hogares. De hecho, ya no saben cómo resolverlos por vía del diálogo.
Ya no se sientan a la mesa o hablan para encontrar una solución. Inclusive entre cristianos, se gritan, se acusan y no se
escuchan. Esto en la mayoría de los casos, produce rencores. Apenas se empieza a hablar de algo, ya el otro se pone a
la defensiva. De entrada, ya se bloquea, pensando qué le puede retrucar. Esto lógicamente también lo ven los hijos. Y
ellos llegan a la conclusión que los conflictos no se pueden resolver hablando, sino que el que grita o “patalea” más, se
sale con la suya y, de todas formas, solución definitiva no existe. Esto se ve reflejado luego en la conducta de los chicos
en las escuelas y en la calle, solucionan sus conflictos a los gritos y golpes.
Lamentablemente, lo mismo que se está viendo en matrimonios y familias de inconversos, hoy se puede observar
también entre los creyentes. Las características que marcan nuestra sociedad corrupta, moralmente podrida, están
entrando también en los matrimonios cristianos.

2. LA NECESIDAD
El fundamento del matrimonio es Dios (Gn.1:27,28a). Dios inventó la familia (Gn.2:18,21-24). Es un orden de creación,
así como sale y se pone el sol. El que toca este orden destruye la creación de Dios.
El matrimonio y la familia debería ser un lugar de protección, comunión, cuidado y un lugar donde se educa a los niños.
Los padres son responsables por los hijos y no la sociedad. Esto es muy importante.
Formar una familia en los parámetros divinos no es fácil, pero tiene la aprobación de Dios, dado que Él mismo la
instituyó. Si el matrimonio es creyente, buscará hacer la voluntad de Dios y así podrá guiar a sus hijos en Sus caminos.
Dios tiene un plan para cada uno de los hijos. Es un plan maravilloso, pero esto se puede cumplir si Cristo es el centro
de nuestros hogares y matrimonios.
¿Cómo podemos enfrentar estos problemas? Teniendo una buena base bíblica al respecto. Si Dios inventó el matrimonio
y la familia, y nos dio la Biblia como manual para la vida entera, también tendrá respuestas a todas nuestras
interrogantes y conflictos.
Hoy en día uno se prepara mucho en lo secular, con estudios y capacitaciones para estar capacitado para llevar a cabo
muchas tareas y trabajos. Pero lamentablemente, son los menos los que se preparan o se siguen capacitando para y
durante el matrimonio. Este estudio procura dar una base bíblica para ello.

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

5
II. BASE BÍBLICA PARA EL MATRIMONIO
1. CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER
- Fueron hechos a imagen y semejanza de Dios (Gn1:26).
- Fueron hechos “varón y hembra” – es heterosexual, algo junto, inseparable, y del mismo valor (Gá.3:28).
- Son la corona de la creación: “bueno en gran manera” (Gn.1:31, comp.v.4,10,12,18,21,25).
- En el hombre se demuestra la necesidad de complemento (Gn.2:18).
- La mujer fue formada de una costilla del hombre (Gn.2.22), no superior ni inferior a él.

2. INSTITUCIÓN DEL MATRIMONIO


En Génesis 2:24, Dios mismo establece el matrimonio: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a
su mujer, y serán una sola carne”.
En Marcos 10:6-8, el Señor confirma esta realidad: “pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por
esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya
más dos, sino uno”.
Podemos resumir que el matrimonio es:
- Instituido por Dios.
- Complementario “ayuda idónea”. Ayuda = socorro, auxilio, ayuda poderosa. Idónea = que le corresponde o le
complementa. Bien diferente a cómo se trata a la mujer en algunas culturas.
- “dejará” = Relación legal y reconocida. Pero también incluye el concepto que los padres dejen ir a los hijos. Quedará
libre de la sujeción a los padres para unirse a su cónyuge. Cuando no se corta “el cordón umbilical” de la relación padres
– hijos, siempre habrá problemas. Los padres pueden ser consejeros para los hijos cuando ellos pregunten, deben orar
por ellos, pero no entrometerse en los asuntos de la nueva pareja.
- “unirá” = Relación de comunión.
- Relación permanente que satisface las necesidades íntimas.
- Relación heterosexual: “hombre y mujer”.
- Relación de personas aparentemente adultas, porque pueden vivir independientemente. Al dejar el hogar paterno, está
implícito la independencia económica. Esto incluye no vivir en la misma casa.
- Por los términos utilizados, da la idea de personas maduras emocional, física y mentalmente.

3. EL PECADO ORIGINAL EN EL MATRIMONIO


- originó el primer conflicto matrimonial (Gn.3:12).
- y desde allí toda depravación, destrucción y desvarío.
Al no tener presente los principios implícitos en la institución del matrimonio por Dios, empiezan a surgir enfermedades y
malformaciones del matrimonio. Scheunemann expone tres problemas básicos: 1
- El matrimonio robado: El convivir juntos por un tiempo; sin promesa de fidelidad y protección legal que presente el
vínculo del matrimonio.
- El matrimonio vacío: Por la falta de comunicación en el matrimonio, el amor se ha marchitado. Ya no hay nada que
decirse.
- El matrimonio insatisfecho: El descuido o la comunión corporal no lograda también pueden llevar al deterioro del
matrimonio.
Obviamente, también se suman innumerables problemas más, pero siempre tendrán uno o varios de estos
componentes.

4. DIOS Y EL MATRIMONIO
Existen varios principios divinos respecto al matrimonio:
- Lealtad (Mal.2:15b)
- Indisoluble (Mal.2:16a; Mt.19:6)
- Orden establecido (Ef.5:22-24)
- Complementariedad (2Co.11:11). Uno necesita el otro para tener plenitud, pero tiene que ser “en el Señor”.
- Compromiso de amor (Ef.5:25,28)
- Cómo debe ser el amor (1Co.13:4-7). Existen cuatro palabras para amor en la Biblia: a) afecto, b) compañerismo, c)
sentimientos y d) ágape.
Y el amor en el matrimonio debería tener los cuatro, pero sobre todo el ágape.
La diferencia entre los tres primeros y el ágape se podría resumir con: “Te amo porque” y el ágape: “Te amo a pesar de”.
• Tolerar y soportar las imperfecciones de la pareja.
• Aceptar cuando el cónyuge es mejor que uno en algún área.
• Reconocer y pedir perdón por los errores propios.
• Perdonar los del otro.
• Pensar y buscar cómo llenar las necesidades espirituales, intelectuales, emocionales, sociales,
recreativas, económicas y físicas de la pareja.
• Tener plena confianza en el cónyuge.

1
El Matrimonio y la Familia – V.&G. Scheunemann (Llamada de Medianoche – pág.32)
6
5. PROPÓSITO DEL MATRIMONIO
El principio divino y bíblico para el matrimonio es bien sencillo y claro de comprender. Dos personas de diferente sexo y
de diferentes familias se unen en forma reconocida por la sociedad y forman de allí en más una unidad. Y si luego le
añadimos el manual para el ser humano, la Biblia, entenderemos la razón de ser y la función que tiene el matrimonio.
Lamentablemente hoy en día las uniones se dan de cualquier forma y por cualquier razón.

Para que nuestro matrimonio se edifique sobre los principios bíblicos, tenemos que observar, cuál es el propósito que
Dios tiene para el matrimonio.
A. Lo que no es
Existen muchas razones por las cuales las personas se casan. Las más comunes y generales son:
- Huir de la realidad en la cual se encuentran. Tienen problemas en su propia familia, por lo que buscan salirse.
- Para tener un estatus especial en la sociedad.
- Atracción física. Para ejercer la sexualidad en forma legal y sin culpas. “Si eres egoísta, el matrimonio no va a cambiar
tu corazón. Seguirás teniendo culpa y también la sembrarás”.
- Por despecho al buscar a otro después de haber terminado otra relación.
- Para huir de la soledad.
- Para tener a alguien que le tenga en orden su casa.
- Para aumentar la valoración de sí mismo.
- Por razones económicas. (uno de los cónyuges tiene buena posición económica).
- Por el deseo de tener a alguien que se preocupe por uno, alguien del cual recibir amor.
- Para tener hijos.
- La pareja es atractiva y uno se siente bien con ella.
- Porque surge la oportunidad para: ser más feliz, tener mayor sentido en la vida, y llenar el vacío de su propia vida.
- El enamoramiento. Aunque para muchos parezca una razón convincente, no por esto es de Dios. De hecho, la Biblia
advierte al respecto: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jer.17:9).
Todas estas razones también pueden darse en creyentes.

Al ver estas razones, que muchas veces no son reconocidas abiertamente, no es de asombrar que existan tantos
conflictos y separaciones. Simplemente no se cumplieron las expectativas que se tenían.
Generalmente, las razones que nos dan para casarse en el mundo son: atracción física, apariencia exterior, popularidad,
dinero.
En creyentes hasta podría ser camuflado espiritualmente como: toca en la banda de música, enseña, es hijo del anciano,
canta lindo, estudió en un instituto bíblico, etc.

Veamos ahora con qué metas y propósitos Dios instituyó el matrimonio.

B. Dar gloria a Dios


Podemos resumir todo con dar LA GLORIA A DIOS. Toda nuestra vida personal, incluida la matrimonial, debe
glorificar a Dios: “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra…”
(Col.1:10). “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor…” (Col.3:23). Lamentablemente es una de las
áreas donde más descrédito damos al Señor. ¿Los vecinos escuchan que estamos a los gritos con nuestro cónyuge?
Peor aún, cuando se enteran de violencia, abuso o incluso divorcio, ¿les podremos hablar del amor de Dios? ¿Cómo
glorificamos a Dios en nuestro matrimonio?

C. Comunión
En Génesis 2:18b dice: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo…”.
Y en Proverbios 2:16,17: “Serás librado de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras, la cual abandona
al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios”.
Y Pedro nos exhorta en 1Pedro 3:7: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer
como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.

No significa
• Igualdad – la pérdida de la identidad o individualidad.
• Una copia idéntica sin diferenciación. Como paralelo podemos señalar la relación de Cristo – la cabeza – con la
Iglesia – su cuerpo. Son una unidad, pero diferentes. Aún el cuerpo está conformado por miembros diferentes
entre sí, pero necesarios para conformarlo (Ro.12). No somos clones. Dios nos dio diferentes dones,
capacidades, personalidades, ideas, etc. Pero es como una máquina que funciona perfectamente.

Significa
• Unidad – Es un reflejo de la Trinidad divina. El matrimonio no limita las libertades del otro. Dos se vuelven uno.
La esposa es la que complementa la vida del esposo y viceversa. El matrimonio es como una cerradura y la llave
– son el uno para el otro. La esposa debería ser la mejor amiga. Si otro u otra fuera el o la mejor amigo/a,
entonces hay problemas.
• Compañía y colaboración plena en todas las áreas. Esto llega hasta la más profunda identificación carnal.

7
• Sacrificio – concientizarse y compenetrarse a compartir toda la vida con el cónyuge, lo bueno y lo malo. ¿Qué es
amor de acuerdo al concepto bíblico? Es entregar, sacrificar, buscar el bien del otro, sin esperar nada a cambio:
“el amor… no busca lo suyo propio” (1Co.13:5). En el mundo este término significa todo lo contrario: “Amor es lo
que el otro me puede dar”. El amor es satisfacer mis necesidades emocionales, físicas y por qué no, las
materiales. Mientras esto esté, existe amor. Pero cuando el otro también busca esto y no lo recibe, comienza el
problema. Por esto la excusa “se terminó el amor” para dar por terminada una relación, jamás podría salir de la
boca de un creyente porque se estaría acusando a sí mismo. Es su responsabilidad amar. Tenemos que tener
presente que no existe excusa para no dedicarle tiempo al matrimonio. Generalmente el hombre se dedica a
tiempo completo a su trabajo y quizás a los hijos, pero muchas veces descuida su tiempo con la esposa.

Lo que comparten
• La vida espiritual: “porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha,
pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera” (1Ti.4:8).
o Orar juntos. “Matrimonio que ora junto no se separa”.
o Leer y estudiar juntos la Biblia: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,…” (Col.3:16a).
o Comentar juntos problemas y verdades espirituales.
o Tener convicciones y opiniones conjuntas: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos
los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente” (Ro.14:5).
o Formar parte de una iglesia local: “No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre…”
(Hb.10:25). Es fundamental porque Jesucristo edifica Su iglesia y los que no se integren son miembros
lisiados, secos o inútiles, desobedeciendo un claro propósito que Dios tiene con cada creyente.
o Servir juntos a Cristo en la iglesia. Los que no lo hacen harán más pesada la carga a otros y se perderán
infinidad de bendiciones. No alcanza con llenarse la cabeza. Existen muchos creyentes “obesos
espirituales”. Absorben mucho pero no comparten ni aplican.
o Hacer todo lo que Dios enseñe.
o Exhortación y animación: “…enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría…” (Col.3:16b).
o Testificar de Cristo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mr.16:15).
o Educación de los hijos.
o Aconsejar y colaborar a solucionar el problema de pecados personales (Gá.6:1). Nadie debería estar
más interesado en ayudarnos en nuestras tentaciones, debilidades, errores o pecados que nuestro
cónyuge. Hablemos abiertamente de nuestros puntos débiles y fracasos y ayudémonos a vencerlos. Ej.:
La esposa tiene problemas de aceptar su cuerpo. Entonces, el esposo debería alabarla, hacerla sentir
una reina. Si fuera necesario, animarla a hacer un deporte. Ej.: El hombre tiene problemas con
pornografía. Entonces, la esposa debería ayudarle a evitarla mirando la tv y la computadora juntos
(obviamente cambiando de canal si fuera necesario), tenerlas en un lugar abierto a la vista de todos,
controlar con amor. Las contraseñas de los celulares deberían ser de conocimiento del cónyuge.
Cuidarse y vestirse para él de tal forma que sus deseos sexuales sean satisfechos. Muchas veces la
mujer solo se arregla para salir, pero es descuidada en su apariencia y en el orden en casa.
o Confesarse mutuamente los pecados.
o Buscar el perdón del cónyuge y otorgarlo.
• Conocimiento/intelectualmente
o Pensamientos y planes. Los novios, ¿cuándo se van a casar? Si esperan tener todo para casarse no se
casan nunca y van a jugar con fuego. ¿Qué proyectos tienen de aquí a cinco años? La vida de casados
¿se volvió una rutina? ¿Qué planes tienen en común?
o Compartir su conocimiento, lo que aprendieron de la vida misma, de la Biblia, de sí mismos, etc.
Salomón dice: “Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo” (Pr.1:5).
o Razones para la toma de decisiones. Una decisión es tomada mucho mejor si se discuten las razones,
los pros y los contras.
o Opiniones sobre diferentes temas. Podemos tener diferencia de opiniones en algún asunto secundario,
pero de todas maneras es necesario saber cómo piensa el otro sobre determinado tema. (Ej.: adopción,
seguir una carrera universitaria, comenzar un negocio, etc.). Esto es lo que nos enseña el apóstol Pedro:
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más
frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
(1P.3:7). La mayoría de las parejas que tienen conflictos se acusan y reconocen que no hablan juntos.
o Observación y comentarios sobre preguntas de la vida. No se dejen llenar por los medios de información,
háganlo en un compartir mutuo.
• Deseos/sentimientos
o Compartir la alegría y la tristeza, victorias y derrotas.
o Condolerse en las tribulaciones de la vida.
Una de las cosas que une más a la pareja es alegrarse con los éxitos del otro y llorar con el dolor del cónyuge. Como el
verdadero amor “no tiene envidia” se alegrará con los logros del otro. Nuestro deber cristiano es “cargar las cargas unos
de los otros” (Gá.6:2). “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran” (Ro.12:15). “Para que no haya
desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que, si un

8
miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se
gozan” (1Co.12:25,26).
• Relacionamiento social
o Desarrollar amistadas cercanas con las mismas personas. Fundamentalmente con la familia del
cónyuge. Se quiera aceptar o no, uno también se casa con la familia de la pareja. Cada una tiene sus
rarezas, sus lados fuertes y debilidades. Pero tienen que buscar la amistad con ellos. Pero no solo la
familia, sino también las amistades del cónyuge tienen que ser compartidas. Hay que manejarse por el
concepto de Romanos 12:18: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres”. Esto incluye también las amistades de uno como del otro. Ya no serán “tus amigos” y “mis
amigos”, sino deben convertirse en “nuestros amigos”. En este punto tenemos que añadir la tremenda
importancia de tener buenas relaciones con creyentes. De hecho, ellos son nuestra familia, a veces aún
más cercana que la propia. Si descuidamos relacionarnos con ellos, estaremos descuidando muchos
pasajes al respecto de la unión en el Cuerpo, pero también se evidenciará negativamente en nuestra
relación hacia las cosas de Dios. Otras cosas serán prioridad. Además, es muy importante que nuestros
hijos forjen amistades con creyentes. Si no los tienen en la iglesia, los buscarán afuera con todo el
peligro que esto conlleva.
o Actividades compartidas en el tiempo libre. Si a uno le encantan las actividades al aire libre y el otro
prefiere quedarse en casa, deberían encontrar un sano equilibrio entre los dos intereses. Si a ella le
gusta mirar una película romántica y a él mirar un partido, sacrifiquen sus intereses propios para
compartir con el otro.
o Desarrollar interés en los hobbies del cónyuge.
o Ampliar la hospitalidad a otras personas. Recién de casado se puede ampliar mucho más la hospitalidad:
“compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad” (Ro.12:13). Un precioso
ejemplo de ello lo vemos en la casa de Priscila y Aquila (Hch.18:26), que invitaban a personas para
ayudarlas en su crecimiento espiritual (Apolos). Es un proyecto matrimonial. Como matrimonio,
¿discipulan a alguien? ¿Tienen el proyecto de alcanzar a algún vecino, amigo o pariente para Cristo?
• Trabajo
o Compartir acerca de las actividades del trabajo. Es bueno que la mujer pueda entender el desarrollo del
trabajo del marido, y viceversa. Esto será de gran ayuda para cuando surjan problemas, tentaciones, etc.
o Trabajos en y alrededor de la casa. El hombre se podría encargar de cortar el pasto, sacar la basura e
inclusive ayudar a levantar la mesa. Cocinar alguna vez, etc.
o Compartir las dificultades que se relacionan con el trabajo.
o Alegrarse con los logros del otro.
o Oración por motivos del trabajo.
• Aspiraciones generales
o Unanimidad en las metas. “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3). “Completad
mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa” (Fil.2:2).
o Unanimidad en los deseos o metas del matrimonio.
▪ Familia - Hacer cosas en común, no solo vivir bajo el mismo techo: “pero el casado tiene cuidado
de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer” (1Co.7:33).
▪ Crecimiento espiritual y servicio.
▪ Hijos - ¿Qué principios aplicaremos en la educación? ¿Cómo los vamos a corregir? La
unanimidad de criterios es fundamental en esta área, de lo contrario los hijos siempre se saldrán
con la suya. También debemos decidir cuándo haremos el culto familiar. No es una pregunta si
lo haremos o no, porque es una clara orden de Dios. “Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” (Dt 6:6,7). Josué tenía muy claro lo
que él quería para su hogar: “…yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos.24:15b).
▪ Finanzas – Si no tenemos en claro este tema ya en el noviazgo, esto ocasionará muchos
problemas y posiblemente hasta la ruptura del matrimonio. Hay que decidir quién y cómo se
administrará el dinero. Tengamos bien presente que el dinero es de ambos (no esto mío y esto
tuyo). De última es de ninguno, sino que Dios se los prestó.
▪ Profesión, estudios y tiempo libre.
▪ Futuro.

D. Apoyo mutuo
Cuando haya problemas y pruebas.
• Ayudarse mutuamente: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia” (Pr.17:17).
• Levantarse mutuamente: “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren,
el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno
prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Ec.4:9).
• Edificarse mutuamente: “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis”
(1Ts.5:11).

9
E. Reflejar la actitud del Señor
En el matrimonio se tendría que reflejar la relación que existe entre Cristo y la Iglesia: “Las casadas estén sujetas a sus
propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus
maridos en todo (sujeción). Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí
mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha
(guardar la pureza). Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su
mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo
digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí
mismo; y la mujer respete a su marido” (Ef.5:22-32).

F. Unión corporal o sexual


Al crear al hombre y a la mujer Dios dijo: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra
los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces
del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gn.1:27,28).
Y al instituir el matrimonio dijo: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne” (Gn.2:24). (Veremos más al respecto en otro capítulo).

G. Servir a Dios
El fin de cada creyente y por supuesto, también el del casado debe ser: “a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef.4:12). Pedro exhorta: “vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al
dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas
cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo” (2Pe.1:5-8).
Así como cada creyente es llamado a servir al Señor (1Ts.1:9), así también lo debe hacer el matrimonio. Las parejas de
novios deberían estar involucradas, y al tener una actividad juntos, les abrirá una perspectiva increíble para su relación.
Su relación no estará basada solamente en lo sentimental ni estarán enfocados a lo material, sino que se le añadirá la
esfera primordial, la espiritual. Se conocerán mucho mutuamente; ayudará en la maduración espiritual y contarán con la
bendición de Dios. Es fundamental que los novios y los matrimonios que no lo han hecho, planifiquen bajo mucha
oración, en qué área van a servir al Señor. Compartirán sus planes, proyectos, metas, luchas y logros. Esto los unirá
más que el proyecto de la construcción de una casa, la compra de un auto o un viaje. Muchas parejas, como su prioridad
es lo material, entran en tremendos conflictos porque sus ambiciones no se realizaron, o porque perdieron lo material, o
porque lo material empieza a ocupar el lugar que debería ocupar el cónyuge.
Como todo en la vida, el principio de Jesucristo sigue siendo válido más que nunca: “Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt.6:33).

Podemos resumir todo lo que vimos diciendo que el objetivo en nuestro noviazgo y matrimonio debe ser el honrar a Dios.
Esto es lo que busca Dios. La forma en que debemos hacerlo la encontramos en la Palabra y los principios que vimos
son una pequeña parte de la misma. Que nuestra oración sea que con nuestro noviazgo, matrimonio y hogar honremos
al Señor.

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

III. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA FORMAR EL MATRIMONIO


1. EL NOVIAZGO
A. ¿Qué función cumple el noviazgo?
Hoy en día el noviazgo se ve como un tiempo previo al matrimonio en el cual se van conociendo y preparando para el
casamiento. El noviazgo debe ser un tiempo para conocerse el uno al otro en un nivel mental, emocional y espiritual,
pero sin llegar al nivel físico. Es un tiempo para ser amigos, para aprender a comunicarse, para compartir ideas, sueños
y metas, para orar y servir juntos al Señor. Es un tiempo en el cual también se va conociendo a la familia del otro, dado
que se quiera o no, ésta formará parte del futuro.
Pero hay que tener cuidado con los besos y caricias porque esto puede reducir la relación a algo únicamente físico e
impedir que se desarrolle en las otras áreas. Lamentablemente la sociedad, los medios y el pecado han distorsionado
algo que podría ser muy lindo. Muchas veces el noviazgo es simplemente el ámbito para dar rienda suelta a los apetitos
carnales. Muchas veces el amor es confundido con la pasión.

B. ¿Hay instrucciones para el noviazgo en la Biblia?


No y sí.
10
NO:
En la Biblia no aparece el noviazgo como tal. Existe algo similar pero mucho más serio que eran los desposorios. Un
ejemplo clásico lo tenemos en la relación de desposados de José y María. Dice en Mateo 1:18,19: “El nacimiento de
Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido
del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente”.
Para entender este pasaje tenemos que saber que en los tiempos bíblicos un matrimonio implicaba tres acontecimientos
principales.
a) Un arreglo del matrimonio generalmente hecho por los padres, a veces aún a temprana edad (Agar a Ismael,
Gn.21:21; Judá con Er, Gn.38:6). A veces el joven mismo elegía y los padres llevaban a cargo los arreglos (Siquem,
Gn.34:18; Sansón, Jue.14:2). A veces se preguntaba a la joven si estaba de acuerdo (Rebeca, Gn.24:58).
b) Le seguía el desposamiento que sería como el compromiso de bodas. El desposamiento normalmente estaba
separado del casamiento por un período de tiempo que podía ser de alrededor de un año, durante el cual eran
considerados marido y mujer (pero sin convivir) y, como tales, estaban bajo las obligaciones de fidelidad. Luego, se
celebraba la boda, la cual comenzaba con una procesión a la casa de la novia, seguida por un regreso a la casa del
novio para la fiesta de boda.
Por lo tanto, la expresión “desposada” (v.18) tenía tanto valor social como lo es el matrimonio hoy en día. Era una
relación sagrada que se valoraba tanto como un matrimonio (Gn.29:21; Dt.22:23-30). Ahora, para disolver un desposorio
se requería de un divorcio.
Cuando José se dio cuenta que María estaba embarazada, “quiso dejarla secretamente” dado que “era justo” (v.19). El
castigo por el adulterio era el apedreamiento (Dt.22:23,24). Como era misericordioso, José no la quería poner en
evidencia, exponiéndola a vituperio o a abierta vergüenza, así como eran expuestos los criminales. Para “dejarla” debía
buscar el divorcio legal, lo cual era necesario para disolver el vínculo del compromiso (19:8,9; Dt.24:1).
c) Por último se concretaba la boda.

Por lo tanto, lo que hoy llamamos noviazgo ha variado y varía de acuerdo a costumbres, tradiciones y tiempo.

SI
La Biblia nos da principios para todas las decisiones en nuestras vidas. Por esto, antes de empezar un noviazgo, hay
que tener muy en claro lo que significa para Dios el matrimonio y, por ende, el tiempo de preparación a ese momento.

2. MOTIVACIONES INCORRECTAS PARA EL NOVIAZGO


- En la adolescencia hay mucha necesidad de tener una amistad. Muchos la confunden con amor.
- No encontrar amor suficiente en su casa.
- Deseo de irse de su casa.
- Presión social: “Todos tienen novio/a”.
- Presión de amigos o familiares: “Este/a es ideal para vos”; “es un buen partido”.
- Romance.
- Relaciones sexuales.
- Figurar como ganador/a.
- Etc.

Frente a todo, podemos estar confiados en que Dios conoce nuestras necesidades y se va a encargar que tengamos lo
que realmente necesitamos. La cuestión es si estamos dispuestos a hacer la voluntad de Dios, en el tiempo de Dios.

3. GUÍA PARA SABER QUIÉN SERÁ EL FUTURO CÓNYUGE


Para saber quién es la persona que Dios tiene para nosotros, podemos aplicar una serie de principios que encontramos
en Proverbios 3:1-8, que serán una guía infalible para tomar este y otros tipos de decisiones.
A. Tener una buena relación con Dios
Esto incluye:
- Tener una relación personal con Él. O sea, ser nacido de nuevo.
- Buscarlo cada día en el estudio bíblico y la oración.
- Obedecer lo que ya nos fue revelado por la Palabra.
- Tener fe en Él y seguir los pasos que nos indique.
- Mantener el paso con Él. No adelantarnos ni quedarnos rezagados. La guía del Señor es paulatina.
- Llenura del Espíritu.

B. Tiene que estar de acuerdo con la Biblia


- Obedecer a la Biblia. Por ejemplo, no unirse en yugo desigual con el inconverso.
- Buscar respuestas en la Biblia respecto a la decisión a tomar.
- No se basa en emociones, sino en principios bíblicos.

C. Tener la motivación correcta


- Trae gloria a Dios.
- Me acerca más a Dios.
- Si fuera lo contrario, hay algo que está mal.
11
D. La razón bajo el control de Dios
- Todo nuestro culto y por tanto nuestra vida, tiene que ser racional. Si hay algo que va en contra del uso normal de la
razón y consejo de hermanos espirituales, habría que analizarlo con cuidado.
- A veces la guía del Señor va en contra de la razón, sobre todo cuando se trata del ministerio.

E. La guía del Señor es providencial


Respecto a esto trataremos algunos aspectos.
- El Señor mismo va abriendo el camino. No tenemos que forzar nada.
- Las circunstancias se van dando de forma favorable.
- Las puertas se cierran y abren para marcar el sendero.

F. La guía del Señor conlleva paz


- Cuando algo es la guía del Señor, la decisión nos llena de profunda paz.
- Mientras haya dudas, o no es el tiempo o no es el camino.

G. Dios bendice
- Cuando se hace la voluntad de Dios, siempre viene acompañada de bendición.
- Trae buen testimonio frente a Dios y los demás.
- Es una decisión que lleva bendición también para otros.

4. EL PASADO
Muchas veces se presenta la pregunta, qué y cuánto de las relaciones y/o errores pasados se tienen que comentar al
futuro cónyuge.
Josh McDowell recomienda no sentirse obligado a “contar todo”. Si está seguro de ser aceptado tal cual es en este
momento, entonces la relación es segura. Pero si en el pasado existen cosas que podrían llevar a que uno de los dos
ponga en riesgo la relación, entonces se está sobre un fundamento endeble para empezar una relación duradera.
Novias/os anteriores pueden ser un factor de riesgo. La presencia de hijos de otras relaciones tiene que ser comentada,
dado que seguirá siendo parte de las responsabilidades.

5. LA PUREZA EN EL NOVIAZGO
Uno de los grandes problemas en los noviazgos hoy en día es la lucha contra la impureza, los deseos sexuales y las
relaciones sexuales. Hoy se considera absolutamente normal el hecho de tener relaciones sexuales en el noviazgo y se
vuelve burla o noticia la decisión de guardarse puro.
A. ¿Por qué esperar?
Observemos algunos beneficios de esperar hasta el casamiento.
- Provee la bendición de Dios por serle obediente.
- Produce ausencia de culpa al no infringir las reglas de Dios.
- Promueve la confianza en el compañero/a. Ya que busca ser fiel a Dios antes del matrimonio, es mucho más probable
que también lo sea de casado/a. Pero si no se sabe contener antes del matrimonio, ¿qué garantía hay que lo haga
después de casado/a?
- Produce crecimiento espiritual. El hecho de querer obedecer a Dios y Su Palabra, promueve la plenitud y el fruto del
Espíritu que incluye la “templanza” o sea, dominio propio.
- Plenitud de gozo. No existe gozo más grande que vencer tentaciones y luego llegar al matrimonio y al acto sexual
habiendo guardado la pureza.

B. ¿Hasta dónde se puede ir en lo físico?


La pregunta muy común que todos los noviazgos se tienen que plantear es ¿hasta dónde con el contacto físico, los
besos y las caricias?
Existen varios principios que responden a estas preguntas.
- Cada pareja tiene que tomar esta decisión en forma personal delante del Señor.
- Cualquier caricia o contacto físico que por naturaleza pueda llevar a terminar en una relación sexual quedaría
completamente descartada. Para algunos un beso prolongado ya incentiva el deseo sexual. Frente a este principio,
cualquier caricia en zonas erógenas quedan descartadas.
- La forma más segura para evitar caer en la impureza en el noviazgo es no tener contacto físico.
- Tenemos que aplicar el principio de Romanos 14:13,21, que evitemos todo aquello que pueda ser de tropiezo para el
otro. Esto podría incluir hasta cierta vestimenta, ciertas actitudes y palabras.
- Frente a la duda, ¡hay que evitarlo! “Todo lo que no proviene de la fe, es pecado” (Ro.14:23).
- Si realmente amamos a la otra persona, no se pedirá o hará nada indebido, indecoroso, no buscará satisfacer su placer
a costa del otro, será paciente, etc. (1Co.13). El amor respeta la voluntad y el testimonio del otro.

6. CONVIVIR ANTES DEL MATRIMONIO


H. Norman Wright escribía acerca de este hecho ahora cada vez más difundido:2

2
Manual de Asesoramiento Premarital – H.Norman Wright (Unilit – pág.71)
12
“En los últimos años, un factor inesperado se ha desarrollado en cuanto al éxito del matrimonio – si la pareja ha vivido
junta antes del matrimonio. Cuando la tendencia a cohabitar antes del matrimonio comenzó, la suposición era que esto
iba a ser saludable para la relación matrimonial. Los sorprendentes resultados han demostrado justamente el efecto
opuesto.
Varios estudios han hallado que las parejas que viven primero juntas tienen la tendencia también a ser las primeras en
divorciarse. Las investigaciones de la Universidad de Wisconsin reportan que 38% de las parejas que han vivido juntas
antes de casarse se divorcian dentro de diez años, comparando con 27% de las parejas que se casaron sin cohabitar
primero… El índice de divorcios treinta por ciento más alto entre las parejas que habían vivido juntas comparado con
aquellas que no lo habían hecho… Un estudio… de 17000 parejas encontraron que las parejas que vivían juntas tenían
una satisfacción prematrimonial significativamente menor comparado con las parejas en las que ambos vivían solos
antes del matrimonio. El 64% de las parejas que vivían juntas cayeron en el grupo de baja satisfacción”.
Es evidente que cuando se dejan de lado los principios bíblicos respecto al matrimonio y la sexualidad, siempre habrá
efectos contraproducentes, falta de la bendición de Dios y hasta castigo.

7. ¿CUÁNDO SE ESTÁ LISTO PARA EL CASAMIENTO?


Como en todas nuestras decisiones, y también en ésta, se tiene que buscar, reconocer y obedecer la voluntad de Dios.
Los novios deben estar seguros si su relación es la voluntad del Señor y si también es el tiempo del Señor para casarse.

Walter Trobisch en su libro “Yo me casé contigo” propone siete pruebas de amor verdadero.
- La prueba de compartir. ¿Son capaces de compartir y convivir? ¿Quieres hacer feliz a tu pareja, o estás buscando tu
felicidad?
- La prueba de fuerza. ¿Te brinda nueva fuerza tu amor y te llena de energía creativa? ¿O disminuye tu fuerza y
creatividad?
- La prueba del respeto. ¿Se respetan mutuamente? ¿Estás orgulloso de tu pareja?
- La prueba del hábito. ¿Solamente tienen amor romántico o también se quieren como amigos y se aceptan con cada
una de sus fallas?
- La prueba de los disgustos. ¿Pueden perdonarse y ceder el uno al otro? La capacidad de reconciliarse después de un
verdadero disgusto es necesario antes de casarse.
- La prueba del tiempo. No se casen hasta que hayan pasado el verano y el invierno como novios. ¿Se han observado
durante todo un año? ¿Ha pasado suficiente tiempo para que se conozcan bien?
- La prueba del sexo. ¿Pueden estar contentos juntos sin tener contacto físico? Si no pueden convivir sin acariciarse, no
tienen la madurez ni el amor necesarios para casarse. Para muchos hoy en día, el sexo es justamente una prueba que
se aman. Pero sucede a la inversa. Como dice W.Trobisch: “El acto sexual no es una prueba de amor, pues lo que uno
quiere probar se destruye al probarlo”.

A estas pruebas podemos añadir algunas más.


- La prueba de la independencia práctica de los padres. ¿Tienen lo suficiente para no vivir en la misma casa con los
padres? ¿Tienen la madurez para no dejarse influenciar por ellos?
- La aceptación de los padres. Aunque no sea del todo excluyente, el consentimiento o la bendición de los padres
también es un punto importante a tener en cuenta. Ellos, aunque no sean creyentes, generalmente saben si los jóvenes
están listos para el matrimonio simplemente por una cuestión de ver la situación desde un punto de vista de mayor
objetividad y por la experiencia que les da la madurez. Muchas veces Dios ha frenado decisiones equivocadas o
prematuras por medio de la negativa de los padres. Sigue habiendo bendición en el hecho de obedecer a los padres
(Ef.6:1-3). Pero también allí hay que obedecer a Dios antes que a los hombres o lazos familiares (Mr.3:33-35).

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

IV. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LOS ROLES DE LOS CÓNYUGES –


ESPOSO SIMILAR A CRISTO3
1. UN HOMBRE SEMEJANTE A CRISTO, AMA
Efesios 5:25-33:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben
amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció
jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su
cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos
serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada
uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”.

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Centro de Entrenamiento Bíblico Europeo e.V.
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A. Definición de amor
1) Puntos de vista generalizados: El amor es simplemente un sentimiento o lo que la otra parte me puede hacer de
bueno.
2) Punto de vista bíblico: El amor bíblico tiene su ejemplo máximo en Dios que entregó a su Hijo, y en Jesús que por
amor se entregó a sí mismo. Por lo tanto, el amor de acuerdo a la Biblia es una disposición de entrega y de siempre
buscar el bien del otro.

B. Descripción del amor


1) Como Cristo amó a la iglesia – los principios
a) Originalmente (1Jn.4:19)
b) Sacrificialmente (Ef.5:25)
c) Humildemente (Fil.2:3,4)
d) Voluntariamente (Jn.15:16)
e) Incondicionalmente (Ro.5:8)
f) Eternamente y comprometido (Ro.8:39)
g) Perdonando (Col.3:13)
h) Purificando y edificando (Ef.5:26,27)
i) En forma práctica (1Jn.3:18)

2) Como Cristo amó a la iglesia – la práctica


a) Díselo (en forma verbal y no verbal).
b) Apréciala.
- Alábala generosamente.
- Alábala por su carácter como por lo que te da.
c) Pasa tiempo con ella – requiere planificación.
d) Comunicación.
- Escucharla para entender lo que dice.
- No partir de la base que ya conoce cómo piensas.
e) Hazla partícipe.
- Haza partícipe en todas las áreas de tu vida.
- Trátala como a una compañera de igual valor.
f) Preocúpate por ella (Ef.5:29; 1Ti.5:8).
g) Fomenta su crecimiento y desarrollo.
h) Trátala con preeminencia – tu amor por ella tendría que superar todo lo demás de tu vida (excepto a Dios).
i) Toma la iniciativa en el amor – no esperes, sino toma la iniciativa.
j) Como te amas a ti mismo.: “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.
El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la
cuida, como también Cristo a la iglesia” (Ef.5:28,29).
k) Valórala y cultiva la relación.

2. UN HOMBRE SEMEJANTE A CRISTO, APRENDE


1 Pedro 3:7: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil,
y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.
A. El mandamiento
Nuestra cultura dice que a las mujeres no se las puede entender. Dios en cambio no solo dice que se puede, sino que
también se debe.
1) Necesitas tiempo – si Dios dice que lo tienes que hacer, entonces también tienes tiempo; le tienes que dar la
prioridad.
2) Esto requiere acción.
- Estudia a mujeres piadosas de la Biblia.
- Estudia continuamente a tu esposa.

B. El resultado
Es un esposo que sabrá entender a su esposa y la tratará como vaso frágil, con toda atención y cariño. Los efectos en
este matrimonio se harán visibles inmediatamente.

C. El efecto
El problema de tu esposa es el tuyo. Si es importante para ella también lo tiene que ser para ti.

3. UN HOMBRE SEMEJANTE A CRISTO, LIDERA SERVICIALMENTE


A. Lo que no es un liderazgo que le agrada a Dios
1) Dictatorial (Mt.20:25). Los gentiles ejercen potestad y se enseñorean. Pero, un hombre semejante a Cristo no es así,
porque:
- No fuerza el sometimiento de la esposa.
- Sirve en su familia.
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- No espera que le sirva su esposa, sino que él le sirve a ella.
- No fuerza a su esposa a aceptar su opinión ni sus preferencias.

2) Toma todas las decisiones individualmente. Pero, un hombre semejante a Cristo no es así, porque:
- No tiene suficiente tiempo para ello, necesita la ayuda de su esposa.
- No es su responsabilidad, tomarlas solo. Él es un líder de equipo.
- Él necesita su discernimiento.
- Ella será su mejor consejero.
- Él escuchará a su esposa, pero probará si está de acuerdo a la Palabra de Dios.

3) Seguir a su esposa. Pero, un hombre semejante a Cristo no es así, porque: “3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la
cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.7 Porque el varón no debe cubrirse
la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.8 Porque el varón no procede de la
mujer, sino la mujer del varón,9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”
(1Co.11:3,7-9). “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y
él es su Salvador” (Ef.5:23).

B. Lo que es el liderazgo que agrada a Dios


El liderazgo bíblico es a lo que el esposo es llamado. Es un liderazgo semejante a Cristo en responsabilidad y cuidado
de la familia.
1) El ejemplo de Cristo
- Los esposos tendrían que tener el deseo que sus esposas estuvieran entusiasmadas de sus planes.
- Él no la lleva (arreando como un gaucho a su manada), sino que la dirige como un pastor a su rebaño
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Jn.10:27).
- “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres;8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz” (Fil.2:5-8).
- “Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Jn.4:34).
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” (Jn.6:38).
“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de
Cristo” (1Co.11:3).
- “Mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve”
(Lc.22:26).
- “Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que
estaba ceñido...”(Jn.13:5ss).

2) La práctica
- Orientado a otros. Él se preocupa por sus necesidades y deseos.
- Orientado a la meta. Él sabe hacia dónde encamina a su esposa y familia
- Es un ejemplo en lo que se refiere al liderazgo “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y
el Dios de paz estará con vosotros” (Fil.4:9) (comp. Pr.23:26).
- Él soluciona los problemas de forma bíblica = está orientado a la solución de los problemas.
- Él le da las directrices, no como un padre sino como un entrenador.
- Él la motiva – le ayuda en su vida con el Señor, y a crecer en las tareas que le fueron encomendadas por Dios.
- La anima a ir al mismo paso que él.
- Dirigiendo – “que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe
gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);… Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que
gobiernen bien sus hijos y sus casas” (1Ti.3:4,5,12). Él ve a su esposa como compañera de equipo.
- Con amabilidad – “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados
debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo
del sol” (Ec.9:9). Vive con alegría junto a su esposa, y ella vive con alegría junto a él.

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Esteban Beitze

V. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LOS ROLES DE LOS CÓNYUGES –


ESPOSA SIMILAR A LA IGLESIA4
El problema actual en relación al rol de la esposa no es vista con buenos ojos por muchos, por dos razones:
a) Rebelión pecaminosa del corazón humano contra las autoridades.
b) Las personas malinterpretan lo que es la guía del hombre y lo que es la sujeción de la esposa. Por ejemplo:

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Centro de Entrenamiento Bíblico Europeo e.V.
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- Las personas piensan que la esposa es rebajada para hacer las tareas sucias y denigrantes.
- Las personas piensan que una esposa que se sujeta al esposo está condenada a una vida miserable y sin realización
propia.
- Muchas personas piensan que la realización y verdadera dicha solo se encuentran en la libertad de hacer lo que uno
justamente tiene ganas de hacer.

En contraposición a ello, encontramos la figura bíblica del rol de la mujer en Efesios 5:22-24.

1. ELLA HONRA A SU ESPOSO (CON SUJECIÓN AMOROSA) – Ef.5:33; comp.5:22


Efesios 5:24: “Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”.
Efesios 5:33: “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su
marido”.
Tito 2:5: “(Las ancianas )4 enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.

A. Lo que no es sujeción
1) No significa poner al hombre en el lugar de Cristo.
“Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en
todo tenga la preeminencia” (Col.1:18).
“Por causa del Señor someteos a toda institución humana…” (1P.2:13).

2) Sujeción no significa que la esposa resigne el pensar independientemente o quede intelectualmente relegada.
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría…”
(Col.1:16).
“Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua” (Pr.31:26).
Jue.13:21-23; Pr.1:8.

3) Sujeción no significa dejar de lado cualquier intento de cambiar actitudes negativas del esposo.
: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean
ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa” (1P.3:1,2);
Pr.31:26.
La influencia correcta sobre el esposo es por medio:
- de la armadura espiritual (Ef.6:10-18)
- oración
- amigos piadosos (Pr.27:5,6)
- quedar tranquila, pureza y piedad (1P.3:1,2)
- vencer lo malo con lo bueno (Ro.12:17-21)
- respuestas blandas (Pr.15:1: 25:15)
- hablar la verdad en amor (Ef.4:15)
- exhortarle (Mt.18:16)
- paciencia (Ecl.10:4; Pr.15:18)
- disciplina de iglesia (Mt.18:17)
- no existe una autoridad superior que la divina (Ro.13:1ss)
- suavidad del habla, exhortación de acuerdo a parámetros bíblicos (Pr.16:21)
El proceso de la exhortación:
➢ Los motivos correctos
➢ Comunicación respetuosa
➢ Guardar los preceptos bíblicos
➢ Buscar el momento oportuno
➢ Hacerlo en un espíritu de sujeción

4) Sujeción no significa seguir cualquier deseo del hombre.


- Apoyo bíblico
“Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch.5:29);
Ex.1:17; Dn.3.

5) Una mujer debería resistirse a sujetarse a su esposo:


- cuando le prohíbe ir a la iglesia (Hb.10:25)
- si le prohíbe hablarles a sus hijos del Señor Jesús (Ef.6:1-4; Pr.1:8)
- si le exige algo inmoral (1Co.6:20)
- si le pide que mienta o engañe (Ef.4:25; Pr.6:17)
- si le prohíbe exhortar a un creyente que peca (Gá.6:1)
- si le pide ocultar algo que es pecaminoso (Ef.5:11,12; Pr.6:19)

6) Sujeción no es tener miedo o ser introvertida.


16
“El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado” (Pr.29:25).
“como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin
temer ninguna amenaza” (1P.3:6). Dice MacArthur acerca de este pasaje:5 “Una mujer que se dispone a sujetarse a su
esposo no salvo, puede sentir ciertos temores en cuanto a la dirección en que la pueda llevar esa sujeción. Sin embargo,
la instrucción de Pedro a la esposa es que no sea intimidada ni temerosa, sino que en principio se sujete en todo a su
esposo, lo cual excluye cualquier coerción a pecar, toda desobediencia a la Palabra de Dios o la imposición de daño
físico (comp.Hch.4:18-20; 5.28,29; Tit.1:6).

7) Sujeción no significa que sus dones espirituales no sean utilizados.


“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas…” (Pr.31:10ss);
Ro.12:6ss.

“Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1P.4:9,10).

8) Sujeción no significa creer que el esposo sea infalible.


Los padres de Jesús no eran infalibles, pero igual se sujetó a ellos: “Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba
sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lc.2:51); Hb.13:17.

9) La sujeción no se basa en una inferioridad de la mujer frente al hombre.


“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús” (Gá.3:28); 1Co.11:3; Gn.1:26,27; 2:23.

B. Lo que sí es sujeción
1) Una definición bíblica del concepto.
La palabra sujeción es una traducción de las palabras griegas: hupo=debajo y tasso=poner, estar, ordenar o parar.
que se traduce en nuestra RVR como “sujetas”. Otras traducciones emplean términos como “sometidas” o “sumisas”,
pero el tiempo y el uso han desvirtuado mucho estos conceptos de su significado original.
Esta subordinación no solo se encuentra respecto a la mujer frente al hombre. Se expresa en tres relaciones:
a) Cristo está subordinado a Dios, en relación de su condición de hombre, y en esa condición, en la forma de
siervo. Lo que en teología se conoce como la kenosis, o el vaciamiento (Fil.2.5-8).
b) El hombre está subordinado a Cristo, quien es Su cabeza, así como es la cabeza de su Cuerpo que es la
Iglesia (Ef.1.22;4:15; Col.1:16; 2:19), de los ángeles (Col.2:10). La obediencia exigida al varón le coloca en un
grado de dependencia (Gén.2.16-17). Y notemos que, en esta última cita, aún no estaba formada la mujer.
c) La mujer está subordinada al varón. Es la ley marcada por Dios al principio, especialmente después de la
caída (Gn.3:16;1Co.14:34) y es el mandamiento neotestamentario (Ef.5:22-24).

La sujeción es un llamado espiritual para la esposa, para reconocer, confirmar y cultivar la guía del esposo, como
también ayudar con sus dones para que esta guía se lleve a cabo.

2) La sujeción es el camino de Dios (y como tal, es bueno, agradable y perfecto) para construir y mantener el
funcionamiento y el orden en la familia.
Esto se aplica a las autoridades (Ro.13:1).
Esto se aplica a la iglesia (1Ti.3; 1P.5).
Esto se aplica a la familia (Ef.5; 1Co.11:3).

3) La sujeción es una actitud de vida que corresponde cumplir a cada creyente.


- Hijos – Ef.6:1
- Jóvenes – 1P.5:5,6
- Ámbito laboral – Ef.6; Col.3,4
- A todos los hombres – Ro.13
- Todos los hombres frente a Dios – Stg.4
- Todos los creyentes – Hb.13:17
- Esposas – Ef.5:22
- Todos los creyentes en diferente forma – Ef.5:21 (comp.Fil.2.3,4; Pr.15:1ss)

4) La sujeción incluye respeto y entrega al esposo.


- Ser parte del equipo del esposo
- Ella hará todo para que su esposo tenga una buena imagen de líder
- Es su ayuda idónea (Gn.2:18).
- Esto no se basa en el valor que tenga, sino en un rol dado por Dios.

5) La sujeción es un asunto espiritual para la mujer en sentido triple:

5
Biblia de Estudio MacArthur – MacArthur (Portavoz – 1P.3:6)
17
- “Como al Señor” (Ef.2:22) – es la actitud para hacerlo.
- “Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo” (Ef.5:24,32) – el ejemplo supremo.
- “Sed llenos del Espíritu” (Ef.5:18) – el medio para lograrlo.

6) La sujeción es un asunto personal (Ef.5:22).

7) La sujeción es un asunto que abarca todo.


- “Como al Señor” (Ef.5:22).
- “En todo” (menos el pecado - Ef.5:24).

8) La sujeción es un asunto que requiere de la voluntad, tienes que decidir sujetarte.


- Gn.22 – Abraham a Dios.
- Fil.2:8; Mt. 26:36-44 – Jesús no fue a la cruz porque “sentía” hacerlo. Más bien, todo su ser se resistía, pero decidió
sujetarse a la voluntad del Padre.
- Sl.34:1; 57:7 – El salmista se decidía a alabar a Dios.
- Ef.5:22 – Es una orden a la sujeción.

9) La sujeción es un asunto bien práctico.


- Conducta (1P.3:1,2; Pr.31:10-12; Gn.2:18).
- Enfoque (Ef.5:33; 1P.3:1-6; Pr.21:9,19, 31:10-12; 12:4; 14:1; 2Co.5:9).
- No siempre parece justa (1P.2:19-23).

2. ES UNA AYUDA IDÓNEA


“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Gn.2:18).
- Ella complementa a su esposo como una compañera.
- Ella utiliza sus dones y capacidades para ayudar a su esposo (Pr.31:10-31).
- Ella encuentra su realización en el hecho de apoyar a su esposo en su servicio a Dios (1Co.11:7-9).
➢ El trato mutuo en sujeción
➢ Confiar en sus decisiones (1Co.13:4-8)
➢ Serle agradecida (Ro.13:7)
➢ Llevar una vida espiritual (1P.2:2)
➢ Si fuera necesario, ofrecer consejos, propuestas y corrección de manera amable (Pr.31:26)

3. ES UNA AMA DE CASA CUALIFICADA (POR SERVICIO ACTIVO)


A. Servicio en la familia (Tit.2:4,5; Pr.1:8; Ef.6:1)
- Vivir con Dios.
- Vivir y trabajar con su esposo.
- Vivir y trabajar con sus hijos (si existen).
- La familia es el ámbito en el cual ella cumple con las responsabilidades dadas por Dios. Es interesante la expresión que
aparece en Tito 2:5: “cuidadosas de su casa” = gr.oikourgos >> oikos = familia; ergon = trabajo u oficio. Por lo tanto, el
oficio tan desprestigiado conocido como “ama de casa” es absolutamente bíblico y digno de llevar con todo orgullo, pero
también con toda responsabilidad. Según la Escritura, es el ideal para la esposa.

B. Servicio fuera de la familia


- Servicio
- Evangelización
- Trabajo

C. El ejemplo de Proverbios 31
- Hace del hogar un lugar seguro (vs.10-31)
- Es confiable (vs.11,12)
- Es organizada y productiva (vs.13,14)
- Es emprendedora (vs.16-19)
- Es dadivosa con los vecinos (v.20)
- Es enseñadora (vs.25,26)
- Es una madre bendecida (vs.27-31)

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Esteban Beitze

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VI. PRINCIPIOS BÍBLICOS DE COMUNICACIÓN 6
1. INTRODUCCIÓN
A. Las razones principales de los problemas en el matrimonio son
- Básicamente – egoísmo
- En la práctica – falta de comunicación

B. Principio básico
Donde sea que encuentres personas que tienen una relación armónica, tienes delante de ti personas que se comunican
eficazmente. Pero donde encuentres personas que tienen problemas interpersonales, tienes delante de ti, personas que
no se comunican eficazmente (Pr.11:9,11; 12:18; 18:21; Stg.3).

C. ¿Qué sucede en un matrimonio que no se comunica eficazmente?


- La relación es superficial.
- Hay aburrimiento.
- Entorpece la toma de decisiones sabias.
- Hay malos entendidos.
- Los pensamientos equivocados no son corregidos.
- El pensar diferente se transforma en un conflicto.
- Los conflictos quedan sin solución.
- Uno de los cónyuges busca a otras personas.

2. DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN (Mack)


- Es un proceso de compartir informaciones a otra persona de tal manera, que el mensaje del emisor es captado del
modo esperado.
- El arte de transmitir informaciones e intenciones para llegar a un común acuerdo.
- El proceso de transmitir información a otra persona de tal manera, que todas las personas involucradas sean
fortalecidas, enriquecidas, animadas y por medio de armonía surja unidad y cercanía.
Desde la perspectiva divina, una buena comunicación es saber transmitir un mensaje santo, conveniente y claro.

3. PRINCIPIOS PARA LA COMUNICACIÓN EFICAZ


A. Primer principio – Sé veraz
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los
otros” (Ef.4:25).
1) Hablar.
- “hablad” es un imperativo. ¿Por qué? Las demás personas no pueden leer nuestros pensamientos. El retraerse y no
hablar no es una opción para un creyente. Esto significaría evitar y esquivar esta responsabilidad.

2) Hablar la verdad.
- El verbo se encuentra en un presente continuo (comp.Ef.4:15; Col.3:9).
- Es más que no mentir. Es no exagerar, ni esquivar algún tema o decir verdades a medias.

3) Hablar la verdad en amor (Ef.4:15).


- Ocúpate en lo que dices.
- Ocúpate en el cómo lo dices.
- Ocúpate en la cantidad de lo que dices.
- Ocúpate en el cuándo lo dices.
- Sé un oyente capaz.

B. Segundo principio – Procura estar al día


“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo” (Ef.4:26,27).
- El fallar en solucionar los problemas cotidianos es pecado (Mt.6:34).
- El fallar en solucionar los problemas en forma inmediata
• Abre la puerta para el resentimiento, odio y amargura.
• Distorsiona los problemas posteriores.
• Pone en peligro las relaciones sexuales.
• Puede convertirse en la condición previa del desánimo espiritual.
- Preguntas que habría que plantearse antes de encarar un tema:
• Pr.18:13,15
• Pr.27:6; Mt.12:34b
• Mt.7:1-5
• Ef.4:15; Pr.15:1

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19
• Pr.15:23b; 25:11
• Pr.3:5; Fil.4:6,7; 1Ts.5:17

C. Tercer principio – Ataca al problema y no a la persona


“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar
gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”
(Ef.4:29,30).
- “Palabra corrompida”: palabras que denigran; palabras que evitan el conflicto; palabras que contristan al Espíritu Santo.
- Palabras edificantes: palabras que edifican o animan; palabras que se ocupan con lo que la otra persona dice o hace;
palabras que ayudan a encontrar una solución.

D. Cuarto principio – Deberías actuar y no reaccionar


“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia” (Ef.4:31).
- Disposiciones y actitudes que deben evitarse: amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia.
- La disposición normal de la vieja naturaleza es defenderse cuando se es confrontado con el pecado propio (excusas,
acusaciones de otros, salir corriendo, etc.).
- Actitud correcta que tiene que ser adoptada: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos
a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Ef.4:32).
- Solo por medio del Espíritu Santo podemos aprender a ser así.
- Los conflictos se pueden solucionar si actuamos en lugar de reaccionar.

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Esteban Beitze

VII. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONFLICTOS7


1. DEFINICIÓN DE CONFLICTO
El diccionario dice8: “(lat.) conflictus; de confligere; chocar. Oposición o desacuerdo. Choque, combate, lucha, pugna.
Definición según los parámetros bíblicos: Un conflicto existe cuando una o ambas partes pecan una contra la otra en su
comunicación y/o comportamiento y con esto se encuentran en oposición uno contra el otro.

2. ¿QUÉ PIENSA DIOS SOBRE LOS CONFLICTOS?


- Son dolorosos: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero
yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su
hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo (cabeza hueca, imbécil), quedará expuesto al
infierno de fuego” (Mt.5:21,22).
- Él desea que Sus hijos no se encuentren envueltos en ellos.
- Él desea que Sus hijos sigan la paz: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres” (Ro.12:18). “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” (Ro.14:19). “Yo pues, preso
en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz” (Ef.4:1-3).
- Él desea que Sus hijos no lastimen a nadie en forma innecesaria o pecaminosa: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis
otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios”
(1Co.10:31,32).

La Biblia se encuentra llena de pasajes que ilustran, explican y ofrecen soluciones para los conflictos interpersonales.
Evidentemente es un tema crucial, porque si estamos mal con un hermano, y peor, con nuestro cónyuge, todo lo demás -
incluyendo nuestra relación con Dios y ministerio - se verá afectado.

3. ¿DE DÓNDE PROVIENEN LOS CONFLICTOS?


- La causa principal es el pecado: orgullo, egoísmo y las demás obras de la carne “Y manifiestas son las obras de
la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas…” (Gá.5:19-
21). Santiago dice (4:1-3): “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las
cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar;
combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar
en vuestros deleites”.

Pero también se pueden dar por:


- Inmadurez: Se casaron demasiado jóvenes, o son inmaduros para solucionar los problemas que van surgiendo.

7
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8
El Pequeño Larousse ilustrado (Conflicto)
20
- Problemas económicos.
- Diferencias: ya solo por el hecho de ser de sexos opuestos, de diferente contexto social, educación, quizás hasta de
cultura y raza, los conflictos se van a dar.
- Heridas: pueden ser las que se obtuvieron por experiencias del pasado (padres ausentes, abuso, violaciones,
desprecio, etc.), como también las heridas infringidas por el/la cónyuge.
- Pensamientos dañinos
PENSAMIENTOS QUE LLEVAN AL PENSAMIENTOS QUE EVITAN
CONFLICTO LOS CONFLICTOS
¡Esto es ridículo! Él/ella podría tener razón.
¡Yo quiero hacer mi voluntad! No se tiene que hacer mí voluntad.
¿Cómo es que él/ella puede ser/actuar Tengo que orar por él/ella.
así?
¡No quiero que me trate así! ¿Cómo puedo hacerle algo bueno?

4. VENTAJAS DE LAS DIFERENCIAS Y DESACUERDOS


- Nos pueden animar a encontrar soluciones en la Biblia (Sl.119:71,72).
- Nos pueden ayudar a meditar profundamente en lo que pensamos y creemos (Pr.15:28).
- Nos pueden ayudar a trabajar para mejorar la comunicación entre ambos y volverla efectiva (Ef.4:25,29).
- Pueden producir madurez y resistencia (Stg.1:2-5).
- Nos ayudan a limar asperezas (Pr.27:17).
- Pueden ayudar a que nuestra fe crezca respecto al principio que Dios hace que todas las cosas ayudan a bien
(Ro.8:28,29).
- Nos dan la posibilidad de servir y estimar al otro como superior a nosotros mismos (Fil.2:2,3).
- Nos dan la posibilidad de honrar y amar a Dios (1Co.10:31,32).

5. ETAPAS DE LOS CONFLICTOS


Generalmente el desarrollo es el siguiente:
- Surgimiento del conflicto o pecado.
- Se manifiesta el orgullo (susceptibilidad) que lleva a:
- Amargura, (produce una raíz – Ef.4:31. Lo originan los conflictos y pecados no arreglados).
- Enojo (Ef.4:31 – Atacar a la persona. Ej.: Estoy preocupado por mis derechos, mis necesidades, mis planes, mis
expectativas, mis deseos, mi renombre).
- Rencor: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Ef.4:26).
- Obstinación (1S.15:23).
- Rebelión, arrogancia.
- Etc.
Pablo, en Efesios 4:31 nos señala un círculo vicioso que muchas veces se encuentra en los conflictos interpersonales:
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. Estas actitudes hay que
erradicarlas completamente para luego dar lugar al círculo virtuoso: “Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Ef.4:32).

6. ¿CÓMO EVITAR CONFLICTOS?


Algunos caminos para evitar los conflictos de manera que glorifiquen a Dios:
- Aspirar a conocer bien al cónyuge, valorarlo y comprender su punto de vista: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid
con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil…” (1P.3:7).
- No ser criticón. La crítica constante destruye cualquier relación. Quien la practica no es humilde y no ve sus propias
fallas. Hay que tener paciencia con el otro que está luchando con cambiar, y tener la humildad de reconocer sus propias
fallas. “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida
con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga
que está en tu propio ojo?” (Mt.7:1-3).
- Antes de hablar, ora, medita, analiza y piensa bien lo que vas a decir: “Al que responde palabra antes de oír, le es
fatuidad y oprobio. Justo parece el primero que aboga por su causa; Pero viene su adversario, y le descubre”
(Pr.18:13,17). “El corazón del justo piensa para responder; Mas la boca de los impíos derrama malas cosas” (Pr.15:28).
- Justamente en tiempos de conflicto, demuestra tu amor y solicitud, o demuéstralo en palabras: “El amor sea sin
fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra,
prefiriéndoos los unos a los otros” (Ro.12:9,10).
- Sobre todo escucha al otro, pero habla también.
- Al hablar, hazlo con honestidad. Hay que ser directo, pero sin exageraciones. Las palabras “nunca” y “siempre”
generalmente no son verdaderas. Ser honesto también significa admitir el error propio. “El que encubre sus pecados no
prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Pr.28:13).
- Si se trata de pecado, confróntalo con amor: “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que
es la cabeza, esto es, Cristo” (Ef.4:15; comp.Gá.6:1).
- Si le tienes que dar la prioridad a algo o a alguien, que sea a tu cónyuge: “Amaos los unos a los otros con amor
fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” (Ro.12:10).

21
- Propón solucionar el conflicto teniendo en cuenta los conceptos bíblicos: “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2Ti.2:15).
- No peques mientras hablen de un problema: “Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas
rectas. Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios. Justas son todas las razones de mi boca. No
hay en ellas cosa perversa ni torcida” (Pr.8:6-8).
- En todo, busca la gloria de Dios y lo bueno para el otro, en lugar de insistir en tener la razón: “Cada uno de nosotros
agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación” (Ro.15:2).
- A las palabras enojadas del prójimo, responde con suavidad y ternura: “La blanda respuesta quita la ira; Mas la
palabra áspera hace subir el furor” (Pr.15:1).
- Ser paciente y orar: “No digas: Yo me vengaré; espera a Jehová, y él te salvará” (Pr.20:22). “Con larga paciencia se
aplaca el príncipe, y la lengua blanda quebranta los huesos” (Pr.25:15).
En el pasaje donde Pablo habla de la unidad, se le añade también este concepto: “...soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor” (Ef.4:2b). “Soportándoos con paciencia” (gr.makrothumía = anchura de ánimo), es la paciencia
de tratar a las personas. Necesitamos de este aguante (“soportándoos”). La palabra misma ya indica que no será fácil.
Pero si queremos tener unidad, debemos soportar. La intolerancia es el defecto que impide la comunión a nivel de
amistad, eclesial, familiar, matrimonial, basada en el amor y la comprensión. De la misma manera, pero a la inversa, el
soportarnos mutuamente es señal de que el amor rige nuestro trato con los demás.
Sigamos el ejemplo de Jesús: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le
maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente” (1P.2:21-23).

7. ¿CÓMO SOLUCIONAR CONFLICTOS?


A. Algunos caminos pecaminosos para intentar solucionar conflictos
- Quedarse quieto: encerrarse en “su casa de caracol” o actuar “como el avestruz” haciendo como si no pasara nada
“…tiempo de callar, y tiempo de hablar;” (Ecl.3:7b). Pensar que “El tiempo ya lo sanará” (comp.Mt.5:23,24; Ef.4:26).
- Distanciarse: “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1Pe.4:8).
- Cambiar el tema: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado” (Jn.15:12).
- Guardar u ocultar informaciones, pecado y amargura: “…Y no lisonjees con tus labios” (Pr.24:28b). “Quítense de
vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia” (Ef.4:31).
- Atacar a la persona: “No digas: Como me hizo, así le haré; daré el pago al hombre según su obra” (Pr.24:29). “Honra
es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella” (Pr.20:3).
- Involucrar a las personas equivocadas: empezar a hablar de más y con las personas que no convienen. Pero la
Biblia dice: “aborrece Jehová,... el que siembra discordia entre hermanos” (Pr.6:16,19).
- Hablar demasiado y no escuchar al otro: queremos imponer nuestra opinión o razonamiento, y no estamos
dispuestos a escuchar lo que el otro tiene que decir.
- Hacer como si no existiera: comp.Fil.4:8a.
- Esperar que el otro tome la iniciativa para solucionarlo: “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de
que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mt.5:23,24).
- Castigar al otro hasta que cambie y asuma la culpa: comp. Gá.6:1; Ro.12:9-20.
- Descartarlo: ¡Si es así como me trata, dejó de existir para mí! Me divorcio; etc.!

B. Caminos bíblicos para la solución de conflictos


- Confiesa a Dios todos los pecados de los cuales seas conciente: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”
(Sl.139:23,24). “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” (1Jn.1:9,10).
- Ve a tu cónyuge y pídele perdón nombrando concretamente lo que hiciste mal. Dale a conocer tu propósito de no
volver a hacerlo: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también
os perdonó a vosotros en Cristo” (Ef.4:32). “Confesaos vuestras ofensas unos a otros…”(Stg.5:16).
- Manifiesta tu deseo de solucionar el conflicto completamente, y decidan juntos cuándo sea el mejor momento para
hacerlo.
- Encuéntrense en el tiempo determinado.
- Hay que perdonar. Las razones son:
o Si no perdonas, buscarás vengarte (Ro.12:19).
o Si no perdonas, Dios no te puede perdonar (Mt.6:12-15).
o Dios te ha perdonado todo, y estas faltas fueron infinitamente más grandes que las que te cometieron
(Mt.18:21-35).
o Si no perdonas, crecerán raíces de amargura (Hb.12:14,15).
- Oren juntos por sabiduría y dominio propio y para poder escuchar Su hablar (comp.Pr.16:32; Stg.1:5).
- Pongan delante de ustedes las reglas divinas para solucionar un conflicto: “sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,… Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre
vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es
bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
22
sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo
de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería
y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Ef.4:15,26-32).
- Cada uno tendría que cambiar. Cada uno tendría que confesar delante de Dios y el cónyuge los pecados no
confesados y pedir perdón por ellos (Ef.4:32; Stg.5:16; 1Jn.1:9).
- Empiecen hablando acerca de aquellas cosas que han originado el conflicto.
- Comprueben en cuáles puntos concuerdan (un punto cada uno, ambos participan).
- Comprueben en qué cosas no concuerdan (ambos participan) especificando de qué se trata (preferencias, pecados,
etc.).
- Determinen pasos concretos para aclarar la situación (ambos dan su aporte).
- Comiencen juntos los pasos determinados para solucionar la situación.
- Determinen, si es necesario, cuándo volver a tocar el tema.
- Terminen este tiempo, juntos en oración, expresando su amor mutuo. Es fundamental terminar bien y en forma
positiva.

8. CONCLUSIÓN
Dios desea que vivamos en paz y nos dio las herramientas para poder llevarlo a cabo.
David dijo en el Salmo 34:12-18: “¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela. Los
ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Cercano
está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu”.
Pero esto solo se puede hacer realidad cuando los creyentes imitan el estilo de vida de Jesús (Fil.2:3-8).
Él mismo es el que nos da la fuerza para llevarlo a cabo, como lo dice Pablo en 2Corintios 13:11: “Por lo demás,
hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor
estará con vosotros”.

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

VIII. ASESINOS DEL MATRIMONIO9


1. DEMASIADOS COMPROMISOS Y AGOTAMIENTO
2. ABUSO DE LAS COMPRAS A CRÉDITO, FRACASO EN LOS NEGOCIOS Y MAL MANEJO DEL DINERO
3. EGOÍSMO
4. ENTREMETIMIENTO DE LOS SUEGROS U OTROS INTEGRANTES DE LA FAMILIA
5. EXPECTATIVAS NO REALISTAS
6. PROBLEMAS EMOCIONALES: CELOS, FALTA DE AUTOESTIMA, ETC.
7. ABUSO DEL ALCOHOL U OTRAS DROGAS
8. PORNOGRAFÍA Y OTRAS ADICCIONES
9. FRUSTRACIÓN SEXUAL, SOLEDAD
10. ATRACCIÓN POR LA INFIDELIDAD
11. CASARSE DEMASIADO JÓVENES

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

IX. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA SEXUALIDAD


1. LA IMPORTANCIA DE LA SEXUALIDAD EN EL MATRIMONIO
Al crear al hombre y a la mujer, Dios dijo: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra
los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces
del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gn.1:27,28).
Y al instituir el matrimonio dijo: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne” (Gn2:24).
El apóstol Pablo recomienda: “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La
mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio
cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia” (1Co.7:3-5). En Hebreos 13:4 se ordena: “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla;
pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”.

9
Amor para toda la vida – Dr.James C.Dobson (Ed.Betania – pág.111-117)
23
En el contexto de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, Salomón escribe en Proverbios 5:15-19: “Bebe el agua
de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de
aguas por las plazas? Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la
mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor
recréate siempre”.
Estos pasajes nos enseñan varias cosas, que veremos a continuación.

2. CARACTERÍSTICAS DEL SEXO EN EL MATRIMONIO 10


A. El sexo en el matrimonio es puro y santo
- Fue creado por Dios. Como tal, es puro como Él lo es. Y esto sucedió antes que el hombre cayera en el pecado.
- Aun después de la caída, la sexualidad es vista en forma honorable por Dios.
- Las relaciones sexuales son tan santas como la lectura de la Biblia, la oración, la predicación u otra actividad ordenada
por Dios.
Estos pasajes nos señalan, que las relaciones sexuales dentro del matrimonio son buenas, santas, necesarias, que
satisfacen una gran necesidad, y crean un maravilloso vínculo. Muchas veces se asocia al sexo con el pecado. Esto es
correcto cuando se realiza fuera del matrimonio, pero dentro del mismo es algo genial inventado por Dios mismo.
Al no tener presente este concepto, se llega a cosas muy tristes que limitan la plenitud que Dios pensaba dar.
Una buena forma de encontrar esta plenitud en toda la pureza divina es leer juntos como matrimonio el Cantar de los
Cantares.

B. La sexualidad no es la base para el matrimonio


- El matrimonio no es prioritariamente un tema de relaciones sexuales. Es un ingrediente importante, pero no es la base.
- Dios le dio su lugar y Jesús lo confirmó (Gn.2.24; Mt.19:5,6a).
- La unidad en el matrimonio va más allá de la sexualidad.

C. La prioridad en el sexo es el dar


- En el sexo también se debe buscar el bienestar del otro.
- Entender y actuar de acuerdo a los puntos fuertes y débiles del otro.
- Demostrarse cariño para llegar a la plena realización mutua.
- Las relaciones sexuales también están basadas en el concepto bíblico de amor que significa dar o entregar sin esperar
nada a cambio. Justamente, el dar buscando el bien del otro genera una enorme satisfacción. Si ambos piensan y
actúan de esta forma, la relación se potencia.
Los conceptos de este mundo son completamente egoístas. Solo vale lo que el YO pueda recibir. Pero el matrimonio
bíblico funciona a la inversa. El marido tiene que buscar satisfacer plenamente a la esposa y la esposa al marido: “El
marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido” (1Co.7:3). Hay que tener en cuenta el
texto y contexto de esta orden:
• Por las influencias a las que los cónyuges están expuestos es necesario que encuentren su satisfacción dentro
del matrimonio (v.2).
• “cumpla” – significa “devolver totalmente”11. Es un mandamiento. Hay que darlo totalmente, sin dudar, ni retacear
o avergonzarse.
• “deber” es una responsabilidad con un propósito – hacerle algo bueno al cónyuge. Se deben placer el uno al
otro.
• Esto vale tanto para el esposo como para la esposa.

D. Dios dio la capacidad a cada uno de satisfacer sexualmente a su cónyuge


“La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio
cuerpo, sino la mujer” (1Co.7:4).
- “potestad” significa “autoridad y control”.
- Es una orden dada a los dos por lo cual ambos pueden y deben ser activos y tomar la iniciativa.
- Ahora, ¿qué pasaría si los deseos de un cónyuge no son los del otro?
• La Palabra enseña que hay que satisfacer sexualmente al cónyuge y no concentrarse en los propios deseos.
• El no hacerlo es una clara rebelión contra Dios.

E. El deseo sexual es bueno y hay que fomentarlo


“Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te
satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre” (Pr.5:18,19).
- En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que lo inventó Dios y como tal es “bendito”.
- Existe una clara orden de alegrarse o sea disfrutar del cónyuge. Otra vez, el no hacerlo sería desobedecer.
- Hay que destacar para uno mismo y decirle al otro las características que gustan y atraen: “cierva amada y graciosa
gacela”.
- Se buscará siempre la satisfacción plena del otro.

10
Centro Europeo de Entrenamiento Bíblico e.V.
11
E-sword – Concordancia Strong (“cumpla” 1Co.7:3)
24
- Como ya vimos en 1Co.7:3,4 buscar la satisfacción del cónyuge tiene que ser visto como una tarea placentera.

F. Las relaciones sexuales deberían ser regulares


“No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la
oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1Co.7:5).
- “el negarse” es no cumplir con sus deberes por motivos egoístas.
- El abstenerse solo se puede dar con consentimiento mutuo
• Solo por un determinado tiempo.
• Por razones puntuales.
- La regularidad de las relaciones
• Lo suficiente para satisfacer al otro (1Co.7:4; Pr.5:19).
• Lo suficiente para evitar las tentaciones (1Co.7:5).
• Teniendo consideración mutua (Fil.2:3,4).
- Límites en las relaciones sexuales
• Actuar bíblicamente frente a problemas sexuales (Para combatir el aburrimiento, ¿se podrá usar la pornografía?).
• La motivación deber ser amor incondicional (1Co.13:4-7).
• Tiene que ser de mutuo consentimiento (Fil.2:1-4).
• Se aplica el principio de sometimiento mutuo (1Co.7:2-5).
• No obligar al cónyuge a actuar en contra de su conciencia (Ro.14:23).
• También sigue vigente el concepto de dominio propio y no satisfacción propia.

3. PROHIBICIÓN DE LA SEXUALIDAD FUERA DEL MATRIMONIO


John Stott resume este tema en forma magistral:12
“Las Escrituras definen el matrimonio instituido por Dios en términos de monogamia heterosexual. Es la unión de un
hombre con una mujer, que ha de ser reconocida públicamente (el dejar a los padres), sellada de por vida (“se unirá a su
mujer”) y consumada físicamente (“una sola carne”). Las Escrituras no contemplan otra clase de matrimonio ni de
relación sexual, pues Dios no ofreció otra alternativa.
En realidad, toda relación o acto sexual que se desvía del propósito revelado de Dios es de facto una ofensa contra Él y
merece su juicio. Esto abarca la poligamia y la poliandria (que violan el principio de “un hombre – una mujer”), las
uniones clandestinas (pues no suponen ningún acto concluyente de dejar a los padres), vínculos eventuales y uniones
pasajeras, el adulterio y muchos divorcios (que son incompatibles con el “unirse” y con la prohibición de Jesús: “no lo
separe el hombre”), y las parejas homosexuales estables (que violan la afirmación en cuanto a que “el hombre” se unirá
a “su mujer”). En suma, la única experiencia de “una sola carne” que corresponde al propósito de Dios y que se
contempla en las Escrituras es la unión sexual de un hombre y su mujer, a quien reconoce como “carne de su carne”.
Cualquier otra actividad sexual, aunque sea en forma indirecta como la pornografía corresponde al adulterio.
Jesús fue muy tajante al respecto: “…cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su
corazón” (Mt.5:28). Muchas veces somos advertidos acerca de la pureza sexual: “pues la voluntad de Dios es vuestra
santificación; que os apartéis de fornicación (gr.porneia, de donde proviene la palabra pornografía e incluye toda relación
sexual ilícita y toda inmoralidad); que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en
pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su
hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado
Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también
nos dio su Espíritu Santo” (1Ts.4:3-8).

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

X. PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS


Queramos aceptarlo o no, los hijos son un reflejo de los padres. El dicho tan común “De tal palo tal astilla”, es real.
Jesucristo ilustra lo mismo desde el punto de vista espiritual: “Por sus frutos los conoceréis... No puede el buen árbol dar
malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos” (Mt.7:16,18).

¿Qué queremos decir con estas afirmaciones? ¿Queremos que nuestros hijos “salgan bien”? ¿Queremos que nuestros
hijos sean fieles al Señor? No queda otra forma que ser ejemplo. Nuestro objetivo principal debería ser: el ser
ejemplo. No hay nada que impacte e incentive más que un buen ejemplo. Pero también podemos decir que no hay nada
que dañe más que un mal ejemplo porque, aunque lo cuestionen, lo van a imitar. Ej.: hijos de padres borrachos,
golpeadores, divorciados, etc., aunque los odien por esto, muchas veces caen en lo mismo.
En relación al trato con los hijos, también se pueden aplicar algunos de los puntos anteriores relacionados con el
cónyuge.

12
La fe Cristiana Frente a los Desafíos Contemporáneos – John Stott (Nueva Creación – pág.362,363)
25
1. COMUNICACIÓN
Se puede dividirla en dos partes.
A. Comunicación con el cónyuge sobre los hijos
Además de hablar mucho entre los cónyuges, es necesario que también se hable de los hijos, qué les sucede, cómo
educarlos, con quién queremos que se relacionen para forjar amistades sanas y sobre todo del aspecto espiritual. El
estudio o la profesión son completamente secundarios frente a su posición espiritual.

B. Comunicación con los hijos


Algunos padres les dan a sus hijos todo lo que ellos desean. De alguna forma, tratan de lograrlo.
Estos padres están criando hijos completamente insatisfechos y con un déficit de amor impresionante, que pronto
buscarán suplir en los brazos de algún chico o chica, en la aceptación de un grupo de la misma edad (muchas veces son
malas juntas).

Otros padres emprenden actividades especiales y viajes con los hijos. Esto es genial, pero lo que no puede faltar nunca
es el estar juntos y hablar con cada uno en particular. Cada uno tiene sus necesidades, que son muchas veces
completamente diferentes a las de los hermanos. Tenemos que aprender a ver en sus reacciones y actitudes algo que
quieren demostrar y quizás no sepan formular o no se animen a hacerlo.
Una buena opción es una noche en familia por semana, en la cual cada uno pueda exponer sus pensamientos y
necesidades, por las cuales luego se orará.

Si de repente uno de los hijos aparece vestido completamente de negro con piercings en el labio y en el ombligo, se
hace un peinado diferente y tatuajes, probablemente ya se haya llegado tarde.
¡Cuidado cuando se encierran a solas con la computadora! Quizás ya es adicto a juegos o a la pornografía.

2. TIEMPO CON LOS HIJOS


Íntimamente relacionado con la comunicación con los hijos, también está el tiempo que se les dedica. En nuestra
sociedad consumista, son cada vez más las parejas en las cuales ambos padres trabajan. Algunas veces, esto se
comprende, porque el sueldo del padre simplemente no alcanza para cubrir las necesidades básicas. Pero generalmente
- y esto se ve en todos los países del primer mundo - en realidad es más bien una presión social que trata como
inferiores a las mujeres que “solo son amas de casa”, y también la presión del consumismo. Hay casos realmente
ridículos, como cuando el salario de la esposa se gasta en la persona que viene a cuidar a los hijos y limpiar la casa.
¿Quién devuelve el tiempo perdido con los hijos, el tiempo que se desperdició para inculcarles parámetros bíblicos?
Son de admirar las madres que ponen como prioridad la educación de los hijos frente al materialismo o a la supuesta
realización profesional.
Los hijos son lo más valioso que tenemos. Habrá que poner en la balanza lo que vale más para nosotros, y las
consecuencias que estamos dispuestos a cargar por nuestra decisión.

Hoy existen ofertas para vacaciones familiares como: “Venga con sus hijos. Tenemos una programación especial para
ellos y usted podrá disfrutar su merecido descanso”. ¿No será mejor aprovechar ese tiempo para estar más con ellos? Si
son vacaciones en familia, ¿el objetivo de salir juntos no era para estar juntos?

Un proverbio chino dice: “Si haces planes para un año, siembra arroz. Si lo haces por veinte años, planta árboles. Si los
haces para toda la vida, educa a una persona”.

3. PEDIR PERDÓN
También los padres fallan. No son infalibles. Y cuando se equivoquen, o traten de forma injusta a sus hijos, etc.,
corresponde pedir perdón. De lo contrario, ¿cómo podrán enseñarles a pedir perdón cuando ellos se equivoquen o más
aún, pedirle perdón a Dios? Si se finge que nada ha pasado, los hijos tampoco sentirán la necesidad de pedirle perdón a
Dios por sus pecados. No podemos seguir la filosofía de que todo se arreglará de alguna forma.

También, si los hijos fueron espectadores de alguna pelea de los padres, deben saber que ellos se pidieron perdón y que
el problema se solucionó. Con ello aprenden que las relaciones crecen y sanan por medio del perdón.

4. CRIANZA DE LOS HIJOS


Vivimos en un mundo marcado por la rebelión contra todo tipo de autoridad, donde la maldad avanza sin freno y
nuestros hijos están expuestos continuamente al contagio de todo tipo de actitudes negativas. Ya casi no existen valores
y cada uno pone sus propias leyes y, por lo tanto, hace lo que mejor le parece o desea. La verdad se volvió relativa, al
gusto del consumidor. Cada uno se elabora su propia verdad y sus propias reglas, si es que las tiene. No es de extrañar
entonces, que las generaciones nuevas carezcan absolutamente de convicciones, de lineamentos a seguir, y sean
arrastradas por el primer charlatán convincente que se les cruce. Como no tienen principios claros en los cuales basar
sus decisiones o que sirvan de reglas para su actuar, no saben hacia dónde dirigirse, qué hacer ni cómo hacerlo. Por
esta razón imitan muchas veces actitudes equivocadas de otros o no le encuentran propósito alguno para sus vidas.

A. Principios inamovibles
El apóstol Pablo nos presenta una clara orden respecto a nuestra responsabilidad como padres.
26
Efesios 6:4 dice: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del
Señor”. En otras palabras, podríamos decir: “Padres, críen a vuestros hijos en la disciplina y amonestación del Señor”.
Entonces, ¿qué significa esto?
Veremos los términos que aparecen en este versículo.

- “criar” = “ektréfo”13; criar a madurez, i.e. (generalmente) acariciar o entrenar. “tréfo” contiene la idea de alimentar, y en
este contexto, de “nutrir a los hijos de la propia sustancia de los padres” 14. Es un entrenamiento cariñoso que toma de la
esencia de los padres, para llegar a un objetivo. Entrenar significa hacer algo constantemente para aumentar el
rendimiento, con una finalidad. Pero toda la base para este entrenamiento es tomada de la propia sustancia de los
padres. O sea, ellos transmiten de lo que saben y tienen.

- “disciplina” = “paideia”15, denota la formación dada a un niño, incluyendo la instrucción; de ahí, disciplina, corrección.
Es cercana a la palabra “paidagogós” que era el líder del muchacho, el tutor, el esclavo que lo llevaba a la escuela,
enseñaba, corregía, y hasta disciplinaba hasta llegar a la mayoría de edad estipulada por el padre. (De ahí surgen
nuestras palabras pedagogía y pedagogo).

- “amonestación” = “nouthesia”,16 lit: un poner o fijar en la mente (nous, mente; tithemi, poner). Nouthesia es la
«instrucción de palabra», tanto si es de aliento como de reprensión o reproche. Es, por lo tanto, la provisión de criterios
sanos acerca de las cosas, de manera que se queden bien fijos en la mente de los niños como “clavos plantados” 17, en
forma de convicciones arraigadas. En contraste con esto, la palabra sinónima “paideia” acentúa la instrucción con acción,
aunque se usen ambas palabras en ambos sentidos.

Por lo tanto, criar a los hijos en la disciplina y amonestación del Señor es el más alto e importante deber de los padres.
Significa un entrenamiento cariñoso y constante, basado en la instrucción de principios bíblicos por parte de los padres,
para que los hijos puedan llegar a tener una vida vivida en función de estos valores. Esto conlleva que los padres
también vivan de acuerdo a estos principios. Obviamente no se empieza cuando se está por tener al hijo. Esto ya debe
ser una norma de vida para el soltero.

¿Cuál sería el objetivo de criar a nuestros hijos en los principios bíblicos? La respuesta la encontramos en 2.Timoteo
3:16,17: “16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Deseamos hijos
que sepan hacer lo correcto, que les vaya bien en la vida y, sobre todo, que honren al Señor con lo que hagan.

B. Procedimiento ineludible
El procedimiento lo encontramos en Deuteronomio 6:5-7: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu
alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”.
1) Consagración al Señor
El mandamiento empieza con la prioridad: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus fuerzas”. Esto es lo que también señala el Señor Jesús en Mateo 22:37,38: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”. Es interesante
observar una pequeña diferencia entre los dos versículos. Uno dice “con todas tus fuerzas” y el otro “toda tu mente”. Esto
es sencillo. Jesucristo siempre fue al origen de los hechos. Estos empiezan en la intención del corazón, los
pensamientos. Una mente puesta en Dios y Su Palabra, lo obedecerá.

Ahora, la idea central de estos dos pasajes es una rendición incondicional al Señor. Si no existe el reconocimiento del
señorío de Cristo en la vida de una persona, comenzando por los padres, los principios bíblicos no serán valorados ni
obedecidos. Serán principios interesantes pero relativos a la interpretación. La causa principal por la cual tenemos hijos
que se apartan de los caminos del Señor, es que los padres no tienen una relación cercana, profunda y cotidiana con el
Señor.
Por lo tanto, si Dios no es lo primero en la vida de los padres, probablemente lo será mucho menos en la vida de los
hijos. ¡Que Cristo ocupe el primer lugar en tu vida!

2) Asimilación de la Palabra del Señor


Dt.6:6: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”. El paralelo en las palabras de Jesús a este
texto lo encontramos en Mateo 22:38: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Es que tener
las palabras de Dios sobre el corazón significa obedecerlas, vivirlas.

13
Concordancia Exhaustiva de la Biblia – James Strong (Caribe – criar)
14
Comentario Exegético Devocional – Matthew Henry (CLIE - Efesios 6:4 )
15
Concordancia Exhaustiva de la Biblia – James Strong (Caribe – Disciplina)
16
Concordancia Exhaustiva de la Biblia – James Strong (Caribe – Amonestación)
17
Comentario Exegético Devocional – Matthew Henry (CLIE - Efesios 6:4 )
27
No existe instrucción más eficaz que una vida que lo demuestre. La forma más efectiva de impactar en la vida de los
hijos es por la forma de vivir. Se les puede leer la Biblia todo el día, pero si ellos no la ven aplicada en las vidas de los
padres, de nada va a servir. Los hechos valen más que mil palabras.

3) Instrucción en la Palabra del Señor


La tercera actitud que tienen que tomar los padres es la instrucción de los hijos en la Palabra de Dios (Dt.6:7): “y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes”.
Esto nos señala una costumbre y rutina de leer, meditar, repetir y aplicar continuamente la Palabra de Dios en el día a
día de los hijos.
Empieza por el culto familiar o devocional diario. (Si no lo haces ya de soltero es casi seguro que no lo harás de casado).
Quizás digas que todavía son muy pequeños. ¡No! Aun siendo bebé, ora con él. Apenas entienda un poco, cuéntale las
historias bíblicas (hoy en día existen Biblias ilustradas para todas las edades). Apenas empiece a hablar, haz que repita
una sencilla oración. Si los discípulos pedían al Señor que les enseñara a orar y lo hizo, cuánto más nosotros lo tenemos
que hacer con nuestros hijos.
Este pasaje muestra también la realidad de tener presente la Palabra al levantarse, durante el día y al acostarse. Una
buena costumbre sería leer algo en cada comida y aprovechar para orar juntos. Y aun cuando los horarios se empiecen
a complicar, procuren encontrar un momento para estar juntos en familia bajo la Palabra.
Y que no solo queda en una lectura. Los principios bíblicos tienen que formar parte de nuestras conversaciones, y
nuestras decisiones se tienen que tomar en consonancia a ellos. Por lo tanto, el nombrar un pasaje bíblico en relación a
cualquier área de la vida, debería ser una constante. Esto nos facilitará mucho la educación. A ellos les gusta discutir
cualquier orden o regla. Ahora, si la argumentación no es un simplemente “hazlo porque yo lo digo” o “porque sí”, sino
que incluye un principio bíblico que la avala, generalmente estarán más dispuestos a obedecer.
El pasaje nos exhorta a la repetición. Esto es porque somos muy olvidadizos. Pablo mismo decía que no se cansaba de
repetir una y otra vez lo mismo.

Además, les tenemos que enseñar todo el plan de Dios. Tienen que ser nuestros primeros discípulos. Tenemos que
tener en cuenta, que los tenemos mucho tiempo, por lo que les podemos enseñar en profundidad todo lo relacionado con
el evangelio y las enseñanzas bíblicas en general.

El responsable principal de esta tarea en el hogar es el hombre. Dios lo ha puesto como cabeza, no para ser el
mandamás sino, como responsable de la condición espiritual de su esposa e hijos. ¡No podemos ser indiferentes a la
instrucción bíblica personal y la de la propia familia!

¿Pero qué de los hogares donde el hombre no está o no toma esta responsabilidad? La madre debe tomarla.
Veamos lo que dice Salomón al respecto. En Proverbios 1:8 tenemos un principio de influencia materna: “Oye, hijo mío,
la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección (Torah) de tu madre”. La palabra “dirección” en el original es
“Torah”, o sea la ley. La misma palabra aparece en varios pasajes más (Pr.3:1; 4:2; 6:20; 7:2). En el 6:20, otra vez se
encuentra relacionada la Torah con la madre.
La Torah se refiere al Pentateuco, pero el Señor mismo a veces se refería al AT entero cuando nombraba la Ley.
Quizás, cuando hablamos de la “Torah”, pensamos que es solo un conjunto de leyes que había que leerle al niño
hebreo. Obviamente, no solo se refiere a reglas o normas. La mayoría de los israelitas lamentablemente solo veían en la
Torah un conjunto de leyes, pero era mucho más que ello. La Torah es una línea de principios. Un arqueólogo descubrió
el significado de la Torah con una representación de un niño entesando un arco y un mayor que lo guiaba. Los principios
divinos son los que le dan dirección a la vida, (dar en el blanco - opuesto a pecado). Estos principios se mantienen a lo
largo de toda la Biblia como ser la veracidad, santidad, consagración a Dios, servicio, etc.
Las madres le tienen que enseñar a sus hijos a pensar bíblicamente. Son en gran parte las madres las que enseñan a
sus hijos cómo llegar a tener un buen matrimonio, a guardar la santidad, no ser materialistas, ser amorosos, etc. Se
necesitan madres que enseñen a temer a Dios, que den dirección bíblica para la vida. Esto comienza en la más tierna
edad.
La mayor responsabilidad de la madre es la condición espiritual de sus hijos.

Como vemos, la parte más importante de la instrucción bíblica se realiza en el hogar, a través del ejemplo de vida e
instrucción específica.
Pero si pensamos en el pueblo de Israel, ellos tenían también la obligación de ir al templo, estudiar la Palabra de Dios y
escuchar su exposición. Muchas veces asociamos el versículo de Hebreos 10:25: “no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre…” con los adultos. Pero ¿es esto así? ¡Absolutamente no! Gracias a Dios, tenemos
excelentes programas en nuestras iglesias enfocados inclusive a las diferentes edades explicado en forma comprensible
para los niños por maestros capaces. Ellos oran a Dios para que los ilumine y les hable durante la semana. Preparan la
lección con esmero y luego la presentan en forma sencilla. No solo esto, sino que también oran por ellos. También les
dan consejos útiles para sus vidas. Además, tengamos en cuenta que estos consejos probablemente sean los mismos
que los padres les dan. Pero por una cuestión de llevar la contra, muchas veces lo aceptan más fácilmente de alguien de
afuera que de los propios padres. David tenía este tema muy claro, pues nos pregunta y también nos da la respuesta:
“¿Con qué limpiará el joven su camino? 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti” (Sl.119:9,11).

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5. DISCIPLINA
También la disciplina tiene su lugar. Si queremos hijos que nos dejen mal en todos lados, que no sepan cómo
desenvolverse en la sociedad y que de mayores no tengan trabajo estable - por no saber aceptar órdenes - no los
disciplinemos y dejémosles hacer lo que quieran.
Después de la revolución sexual de los años 70, siguió una corriente de educación anti autoritaria. Hoy los psicólogos y
pedagogos reconocen este error y señalan la importancia de los límites para los hijos.
La Biblia es bien clara en cuanto a este tema, de tal forma que no hay necesidad de añadirle nada:
“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” (Pr.13:24). “Castiga a tu
hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo” (Pr.19:18; comp.22:15; 23:13,14; 29:15).
“Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma” (Pr.29:17).
Esta disciplina tiene que tener el motivo correcto (no quitarme la bronca) (He.12:5-11), y la severidad apropiada: “Y
vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Ef.6:4).
¡Jamás debe ser maltrato!

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

XI. OBJETIVOS EN EL MATRIMONIO


¿Qué objetivos tenemos en nuestros matrimonios? O quizás deberíamos preguntarnos, ¿tenemos objetivos? Una vida
sin objetivos es vacía y carente de sentido. Tenemos que tener metas para saber a dónde queremos llegar.
En muchos matrimonios, todo sigue un curso más o menos rutinario. Después de la pasión del noviazgo y del primer
tiempo de matrimonio, se entra en cierta rutina. Esto es normal.
Pero, el problema surge cuando a la rutina se le suma un decaimiento en la relación. Vienen los hijos, la presión laboral,
mucho tiempo fuera de casa, y de repente, algo se va apagando. Empiezan los problemas, y como generalmente se
pierde la comunicación, se va perdiendo también la cercanía. Esto aumenta el malestar, y continúa en un espiral
descendente.
Tenemos que tener objetivos claros. ¿Cuáles deberían ser?

Si podemos hacer que nuestro matrimonio funcione bien, lo demás estará solucionado en un altísimo porcentaje.
¿Cuáles deberían ser los objetivos?
1. MADUREZ ESPIRITUAL
El objetivo principal para el matrimonio es que el Señor ocupe el centro. Cuando esto sucede se facilitará todo lo demás,
y será guiado por Dios.
Muchos matrimonios cristianos no oran juntos. ¿Es de extrañar entonces, que las cosas no marchen bien? Esto se tiene
que forjar desde el noviazgo.
A su vez esto ayuda para mantener la paz. Porque si estás peleado con tu esposo/a y de noche antes de dormir tienen la
costumbre de orar juntos, esto se hace imposible antes de hablar sobre el conflicto, solucionarlo y pedir perdón, para
luego poder orar. Permítanme una paráfrasis matrimonial de un texto conocido: “Si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas de que tu...(esposo o esposa) tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda..., reconcíliate primero con...(él o ella), y
entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mt.5:23,24).

Los matrimonios están unidos en tres áreas: física y sexual, sentimental, y también espiritual.
Evidentemente éste último es un factor fundamental. La mayoría de los conflictos matrimoniales y de iglesia, empiezan
con la falta de espiritualidad y carnalidad manifiesta. Por lo tanto ¿qué lugar ocupa la oración y la lectura de la palabra en
tu vida particular, matrimonial y familiar? “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces
no se rompe pronto” (Ecl.4:12). Si Dios instituyó el matrimonio, ideó la familia, obviamente también está en sus planes
que funcione. Pero para que esto se haga realidad, Él debe ser el centro en todo.

Íntimamente relacionado con esto, está también el lugar que se ocupa en la iglesia. Si el amor a Dios, a su Palabra es
algo secundario en la vida, entonces no estará involucrado en la obra del Señor. Pero cuando el Espíritu Santo toma
control de la vida, van a revelarse los dones que uno tiene, y se sentirá la urgencia de ponerlos al servicio del Señor.
Por lo tanto, otro objetivo espiritual es conocer y aplicar los dones que el Señor nos dio, en su obra.
¡Dios es el que puede y quiere ayudar, porque es su deseo que esta relación sea estable y de bendición!

2. MANTENER EL PACTO DE FIDELIDAD


El matrimonio es una decisión de nuestra voluntad. Si el amor estuviera basado en razones como el dinero, un buen
trabajo, la belleza, la forma de ser, etc., llegará el momento en el cual tendrás miles de razones para no amarlo/a.
El matrimonio es un pacto de fidelidad.

Cuando nos casamos, hemos hecho un pacto delante de Dios y prometimos ser fieles hasta que la muerte nos separe.
Es como una puerta que se ha cerrado en el casamiento. No se debe jugar con el picaporte ni entreabrirla un poco. Hoy
en día nuestra sociedad está tan marcada por los parámetros del mundo, que ya no se ve como algo anormal el
escaparse fuera de los límites del matrimonio.
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En Malaquías 2:13-16 leemos: “Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así
que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha
atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu
pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia
para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque
Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los
ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales”. El versículo 15 es un poco oscuro, pero cotejando
versiones y comentarios podemos decir que la traducción 1977 es la más clara: “¿No hizo El (Dios) un solo ser que tiene
aliento de vida? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios”.
En este texto se observa:
- El altercado de Dios con Israel, diciendo (v.16) que Dios “aborrece el repudio”, que para ese pueblo infiel y duro de
corazón era una práctica constante.
- Dios ve el matrimonio como “un solo ser”.
- Esto produce estabilidad en la familia y sociedad: “Porque buscaba una descendencia para Dios”.

Notemos los conceptos que utiliza Dios por boca del profeta:18
- “La mujer de tu juventud”. Elegida en la juventud, pero que ellos desechaban al pasar los años. El mundo bromea con
esto, pero Dios no: “Alégrate con la mujer de tu juventud” (Pr.5:18). En este punto está contenido sobre todo el aspecto
físico y sexual. La satisfacción física plena la debemos encontrar en nuestro matrimonio. Pablo exhorta de forma muy
clara al respecto, en 1Corintios 7:2-5.
- “Tu compañera”. Alguien con quien se ha juntado, unido. Tiene el sentido de armonía, deseo de trabajar juntos para
conseguir objetivos, compartiendo todas las dificultades, dolor y gozo. Es la misma palabra que se emplea en Jueces
20:11: “Y se juntaron todos los hombres de Israel contra la ciudad ligados como un solo hombre”.
- “La mujer de tu pacto”. El matrimonio es un pacto, y como tal no ha de ser quebrantado.
Esta idea la encontramos en Proverbios 2:16,17: “Serás librado de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus
palabras, la cual abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto de su Dios”. Pacto en hebreo es “adoshim”
y significa “algo santificado a Dios”. En Ezequiel 16:8 vemos a Dios haciendo un paralelo muy usado en la Escritura para
identificar a Israel como la esposa de Jehová. Dice: “y pasé otra vez junto a ti y te miré, y he aquí que tu tiempo era
tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez y te di juramento, y entré en pacto contigo, dice
Jehová el Señor y fuiste mía”. Es interesante ver cómo se presenta Dios en este pasaje de Malaquías, para apreciar la
importancia que Dios le da al asunto:
• Como un testigo (v14): el que conoce cada vida.
• Como el Dios de Israel (El Dios del Pacto): el Dios fiel.
• Como el Dios de los ejércitos (Jehová Sabaoth): el Dios Juez, que dará el pago a la deslealtad, a la
infidelidad.
- Y ¿cuál es su veredicto? v16: Jehová aborrece el repudio.
¿Y por qué? Porque Dios es fiel. Su mismo nombre lo indica: “El que jura por sí mismo”, el que se compromete, el que
guarda su pacto. (1 Cor.10:13 “Fiel es Dios”).
- Hoy en día lamentablemente, este tema es de lo más descuidado y el divorcio se ve como algo normal. Pero tengamos
presente cómo lo ve Dios. Dios considera al que practica el divorcio como “al que cubre de violencia su vestido”, una
expresión figurada que se refiere a todo tipo de injusticia grande que, al igual que la sangre de una víctima degollada,
deja una marca que todos pueden ver. Tras el divorcio queda tanta evidencia de maldad como la sangre de la víctima en
las vestiduras del homicida.
- Dios no podía aceptar sus ofrendas, porque el pueblo rompía con toda facilidad el vínculo matrimonial. Dios aborrece el
divorcio y jamás podrá ver como algo positivo la destrucción del vínculo que Él mismo había instituido.
- Por lo tanto: “Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales” (v.16b). En la fidelidad al cónyuge y a Dios,
está la base para tener “una descendencia para Dios”. Es un compromiso que asumimos, al cual no vamos a faltar y
haremos todo lo que esté a nuestro alcance - con la ayuda de Dios - para mantenerlo. Evitemos todo aquello que nos
lleve a la infidelidad. Debo tener la disposición interior a la fidelidad.

3. LA COMUNICACIÓN
- Al haber tantas decisiones que tomar, tantos conflictos a superar, tanto estrés que soportar, es de lo más necesario que
como matrimonio se le dedique tiempo para hablar. No solo de los hijos, del pago del alquiler, los gastos y temas de
iglesia - a lo cual sin lugar a duda es bueno dedicarle tiempo. Se debe hablar de la pareja, lo que se siente, lo que gusta
o lo que duele, las tentaciones que se puedan tener.
- Hay que dedicarle tiempo. Dejar apagados la TV, computadora, celular y hablar.
- Algo más relacionado con esto, es el hablar bien del y al otro. Hay que buscar “desarchivar los piropos”, dar las gracias
por lo que se ha hecho, etc.
En el capítulo 31 de Proverbios, la mujer virtuosa “abre su boca con sabiduría ...y su marido también la alaba”
(Pr.31:26,28). La Palabra de Dios es bien clara cuando dice: “Vosotros maridos... vivid con ellas sabiamente, dando
honor a la mujer...para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1P.3:7).

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Notas de Eduardo Cartea Millos
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- En esto también entran las caricias. Acariciarle el cabello, abrazarla/o sin una razón, hacerle una sorpresa, regalarle
flores (no solo para el cumpleaños o aniversario), etc. Muéstrale a tu esposa o esposo que lo amas.

4. EL PERDÓN
Íntimamente relacionado con el tema de la comunicación está el perdón. Lógicamente es mucho mejor evitar que se
llegue a una situación de conflicto y de agresión. A veces cometemos errores, ingenuidades, descuidos o malos
entendidos. Antes de explotar, hay que hablar y presentar el problema de forma madura y objetiva. Nuestro Manual, la
Biblia, nos da las siguientes instrucciones:
- “Iniciar una pelea es romper una represa; vale más retirarse que comenzarla” (Pr.17:14; NVI).
- “Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela” (Pr.18:19;
NVI).
- “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego” (Pr.15:1; NVI).
- “Con larga paciencia, se aplaca el príncipe” (Pr.25:15).
- Pero si se hubiera llegado al punto de haber lastimado al ser querido también se debe estar dispuesto a pedir perdón y
a perdonar.
Puede haber pecado, celos enfermizos, egoísmo, desconfianza mutua, hipocresía, mentira, violencia de palabra o de
hecho, infidelidad, etc. Hay diferentes grados, pero todos necesitan el mismo remedio para curar el conflicto. “Si
tu...(esposo o esposa) pecare contra ti, repréndele (estando ustedes dos solos y con amor); y si se arrepintiere,
perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento, perdónale”
(Lc.17:3,4).
El perdón es fundamental para una relación matrimonial con éxito. Pero lo es también para vuestra relación personal con
Dios y con cualquier tipo de ministerio en la obra del Señor.
- El esposo, al ser la cabeza del hogar debería velar sobre este tema con mucha atención. Pero la orden también es para
la mujer, porque todos deben estar dispuestos a cumplir el mandamiento: “soportándoos unos a otros, y perdonándoos
unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
(Col.3:13).
- Esto también tiene consecuencias espirituales: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para
que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras ofensas” (Mr.11:25). Y la forma como debemos
perdonar debe ser “como Cristo perdonó” (Col.3:13).
- El objetivo deber ser: “No se ponga el sol sobre vuestro enojo”.

5. SERVIR AL SEÑOR
- Todo creyente debe servir al Señor. Pero, ¡qué bendición es cuando todo un hogar se encuentra dedicado a Dios y le
sirve!
- Esto empieza con la presencia de la Palabra y la oración en el seno familiar.
- Sigue con un compromiso firme con las reuniones.
Podemos tomar algunos ejemplos bíblicos:
- Un hogar hospitalario, como lo fue el de la sunamita que alojó a Eliseo (2R.4:9ss).
- Un hogar abierto a necesitados de toda índole, como el de Pedro y el de Mateo, en el cual las personas conocían a
Cristo (Mr.2). A Pedro no le importó que le rompieran el techo para bajar al paralítico.
- Un hogar donde se escucha a Cristo, como el de Betania (Lc.10:41).
- Un hogar donde se prepara ayuda práctica a los necesitados, como el de Dorcas (Hch.9:36).
- Un hogar donde se hacía discipulado a otros, como el de Priscila y Aquila con Apolos (Hch.18:26).
- Un hogar donde se hacían reuniones caseras, como en la casa de Ninfas (Col.4:15).
- Un hogar donde se enseña de Dios a los hijos, como lo fue el de Timoteo (2Ti.1:5).
Y así podríamos seguir. No existe límite con lo que el Señor puede hacer con un hogar que se abre para servirle.
¿Qué tipo de hogar queremos nosotros?

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Esteban Beitze

XII. CONSEJERÍA MATRIMONIAL Y FAMILIAR


1. LA NECESIDAD
Estamos viviendo en una sociedad con tantos ataques desde adentro y de afuera al matrimonio y a la familia que es
lógico que haya problemas. Muchas veces se desconocen los principios bíblicos. Para ello deberíamos tener disponible
una ayuda de afuera. La consejería matrimonial y familiar tendría que estar disponible y ser buscada por todos.

2. ¿DE QUIÉN ES LA RESPONSABILIDAD?


- Responsabilidad de todos los padres (Ef.6:4).
- Responsabilidad de todo esposo y toda esposa (Ef.5:25-27; Pr.31:10-31; Gn.2:18).
- Responsabilidad de los líderes de las iglesias (Ef.4:11,12; 1P.5:1-4).
- Responsabilidad de todos los creyentes (Gá.6:1,2; Ro.15:14).

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3. ¿QUÉ TIPO DE CONSEJERÍA DEBERÍA OFRECER LA IGLESIA?
- Consejería continua
• Por enseñanza regular apropiada y práctica.
• Hacer accesibles buenas fuentes de consulta.
• Buscar el fortalecimiento de las familias por medio de actividades acordes a las necesidades.
• Por el ejemplo de los líderes.
• Participación en actividades especiales con este enfoque.
- Preventivos y preparativos (Ej.: cursos para novios) (Hch.20:28-31; Mt.20; 2P.2).
- Ayudando y corrigiendo (Gá.6:1,2; 1Ts.5:14; Stg.5:20; Lc.17:1-10).

“No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y


pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas,
por vuestras mujeres y por vuestras casas” (Neh.4:14)

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