Los que volvieron
AVERBACH, Márgara
Buenos Aires
Sudamericana joven
2016
        Como advierte la autora en el “Prólogo, dedicatoria y advertencia” aquel que se
atreve a la lectura de esta novela se encuentra con un texto en el que historia y ficción
convergen. Se retoma aquí lo sucedido en Melincué, pueblito de Santa Fe, donde en
1977 se hallaron dos cuerpos en una zanja y se dispuso que se enterraran sin
identificarlos, dándoles para siempre un “Ningún Nombre” (NN). No obstante, muchos
años después, un grupo de alumnos de la escuela secundaria del pueblo comienza a
investigar lo sucedido en aquella muy lejana, para ellos, década del ’70. Esta historia
real moviliza las ganas de escribir de Averbach, que en el prólogo aclara que esta es
solamente su versión de lo sucedido.1
        En Los que volvieron se articula el relato alrededor de diversas voces que se
entrelazan llevando al lector a un viaje por subjetividades muy diversas. Desde lo que
sintieron los familiares de los desaparecidos al motor del relato: la voz de una de las
adolescentes que se embarca en el proyecto de investigación. El pasado y el presente
se encuentran marcados por los silencios y los miedos que sólo se superan a través de
los vínculos que los personajes establecen entre sí.
        Como en otros de sus textos, Márgara Averbach pone palabras donde sólo
hubo silencio. En la obra de la autora la dictadura militar argentina está presente
desde “Jirafa azul, rinoceronte verde” (1992) pasando por El año de la vaca (2003,
2013) hasta llegar a “La mano en la pared” y “Un vacío en el lugar del nombre” (2012)
publicados en el marco de la Colección Memoria y Justicia del Plan Nacional de
Lectura. Existe en todos estos textos una tensión constante entre historia y ficción, ya
que es difícil reconocer donde comienza un discurso y termina el otro. El contexto
histórico no funciona aquí como mero telón de fondo para que los personajes
interactúen sino que se construye como parte vital del relato. En Los que volvieron la
dictadura se revisita desde personajes muy diversos entre sí: por un lado, aquellos que
vivieron el horror de ser secuestrados y desaparecidos, y adolescentes que comienzan
a aprender más sobre el pasado casi sin quererlo, por otro.
Ayelén Bayerque
(Octubre de 2016)
1De hecho se puede encontrar otro texto sobre lo ocurrido en Melincué en Huesos
desnudos de Eric Domerghe editado por Colihue (Colección Leer y Crear) en el año
2012.