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El Problema Del Mal

El documento resume las ideas de San Agustín sobre el problema del mal. San Agustín argumenta que (1) el mal no es una sustancia sino una ausencia del bien; (2) Dios, como ser supremo, no puede ser el autor del mal; y (3) el mal moral es causado por la voluntad humana al desviarse del camino establecido por Dios. San Agustín ve el mal como consecuencia del libre albedrío humano y no como algo determinado por fuerzas externas.

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El Problema Del Mal

El documento resume las ideas de San Agustín sobre el problema del mal. San Agustín argumenta que (1) el mal no es una sustancia sino una ausencia del bien; (2) Dios, como ser supremo, no puede ser el autor del mal; y (3) el mal moral es causado por la voluntad humana al desviarse del camino establecido por Dios. San Agustín ve el mal como consecuencia del libre albedrío humano y no como algo determinado por fuerzas externas.

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El problema del mal.

“Para ti no hay absolutamente ningún mal. Y no sólo para ti, pero ni para el conjunto de tu creación, porque nada hay fuera que pueda irrumpir y
corromper el orden que le has impuesto” Confesiones

La existencia del mal en la historia humana ha sido siempre una de las causas de crisis en nuestra convivencia y de
nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno natural. Muchas interpretaciones han surgido en busca de una
respuesta más o menos consensuada de cuál ha de ser la causa del mal, y cuál debe ser nuestro comportamiento ante
la realidad del mal. ¿Es el mal algo que Dios permite? ¿Tenemos nosotros responsabilidad moral frente al mal? ¿Es el
mal una realidad determinada por el destino, o por fuerza sobrenatural que nosotros no podemos controlar o cambiar?

El problema del mal en San Agustín, quien abordó el tema como una reacción frente al maniqueísmo dualista, que ponía
en un callejón sin salida el tema de Dios como Sumo Bien y dispensador de gracia. Con las limitaciones propias de su
tiempo, pero buscando la mejor fórmula de compresión de la realidad.

El problema del mal conturbó fuertemente a san Agustín, al punto de considerar que éste constituía un obstáculo
infranqueable para la comprensión racional del mundo y fundamentalmente del ser humano. El santo decide buscar una
fórmula que lo pudiera transformar en algo comprensible.

El mal es un no ser, carencia del ser, es decir, no es sustancia, pues si así fuera se presentarías dos situaciones : si lo
fuera estaríamos hablando de una substancia incorruptible, sinónimo de un gran bien o una substancia corruptible, por lo
cual el bien en cuestión no podría entrar al campo de lo corruptible. Es importante comentar que porque el mal es no ser
no estaría Dios como su autor, pues nació de la nada y, en consecuencia, la divinidad no es ser de la nada. “Siendo Dios
bueno, como tú sabes o crees –y ciertamente no es lícito creer lo contrario, es claro que no puede hacer el mal” nos dice
al respecto en su obra “Del libre albedrío”.

¿Quién hace el mal? , esa es la pregunta que surge, considerando la naturaleza del bien absoluto de Dios es imposible,
dentro de cualquier razonamiento lógico, creer que Dios desearía el mal para el mundo. San Agustín, en ese sentido, le
puso nombre y apellido al autor del mal: el mismo hombre, el ser humano. “Cada hombre que no obra rectamente es el
verdadero y propio autor de sus malos actos. Y si lo dudas, considera lo que antes dijimos, a saber: que la justicia de
Dios castiga las malas acciones. Y claro está que no serían justamente castigadas si no procedieran de la voluntad libre
del hombre.” , comenta San Agustín, frase a través de la cual introduce un nuevo concepto: el libre albedrío.

De acuerdo a la antropología de Platón , de la cual San Agustín es un seguidor, el ser humano tiene dos elementos: un
cuerpo material y un alma inmaterial .A ella le cabe la función, la responsabilidad, de tomar las decisiones de la acción,
pese a que sean muchos los deseos (llamadas apetencias) es la voluntad la de la última palabra.“Debiendo añadirse a
todo esto que las pasiones ejercen su dominio sobre ella cruel y tiránicamente, y que a través de mil y encontradas
tempestades perturban profundamente el ánimo y vida del hombre, de una parte, con un gran temor, y de otra, con una
vana y falsa alegría; de una, con el tormento de la cosa perdida y sumamente amada, y de otra, con un ardiente deseo
de poseer lo que no tiene; de una , con un sumo dolor por la injuria recibida, y de otra, con un insaciable deseo de
venganza. Adonde quiera que este hombre se vuelva, la avaricia le acosa, la lujuria lo consume, la ambición le cautiva, la
soberbia le hincha, la envidia lo atormenta, la desidia le anodada, la obstinación le aguijonea, la humillación le aflige, y
es, finalmente, el blanco de otros innumerables males que lleva consigo el imperio de la libídine” , creo que mediante
esta larga cita Del libre albedrío San Agustín grafica de manera excepcional la lucha entre las pasiones y el alma.

¿Por qué el hombre peca?, San Agustín nos dice: “Quizá de que se aparta de la disciplina y se hace completamente
extraño a ella” , es decir, Dios tiene para cada habitante de la humanidad un camino ya establecido , al igual que para la
humanidad entera, para un bien mayor. Cuando alguien se desvía de ese norte, entra en el área de pecado.

“Te lo diré, si antes me dices tú a qué mal te refieres, porque son dos los significados que solemos dar a la palabra mal:
uno, cuando decimos que “alguien ha obrado mal”; otro, cuando afirmamos que “alguien ha sufrido algún mal” ,

A-.METAFÍSICO-ONTOLÓGICO: “En el cosmos no existe el mal, sino que existen solamente grados inferiores de ser en
comparación con Dios, dependientes de la finitud de las cosas creadas y del diferente grado de esta finitud. B-EL MAL
FÍSICO: Enfermedades, dolores físicos, cambios anímicos etc. son parte del mal físico, originado por el primer pecado, el
de Adán y Eva, una alma pecadora responsable de la corrupción en el cuerpo.C-.EL MAL MORAL: Se genera a partir de
la desviación del ser, del camino establecido por Dios todopoderoso, por su propia voluntad, es decir, el libre albedrío,
tendiendo de ésta manera al no ser. Por esto último no merece tener un rasgo positivo, pues solo las cosas creadas por
Dios, los seres, poseen esa cualidad. D.- EL MAL MORAL ES EL PECADO: Si la denominada voluntad realiza lo que por
naturaleza le corresponde, es decir, dirigirse hacia el bien no estaríamos en presencia del mal; pero, en ocasiones, hay una especie de
una mala voluntad que, dentro de la gran variedad de bienes existentes en el mundo, elige el que se aleja de Dios, transformándose
en un no ser. Esta voluntad no es sinónimo de mal por dirigirse a las cosas negativas sino porque no respetó el designio divino.
Conclusiones

El gran aporte de San Agustín en el tópico del mal fue traerlo a la realidad, dándole un componente humano que
permitiera comprenderlo de mejor manera y de ésta manera ver las acciones a tomar para evitarlo. Una definición del mal
la cual perfectamente, pese a que ha pasado más de 1600 años, desde que el hijo de Mónica la formulará, puede
aplicarse a nuestros días: el mal observado en sus diversas expresiones en el día a día su autor no es otro que el
hombre, pues no solamente no respeta a los demás sino también el orden natural de las cosas, el cual, dependiendo de
las personas, puede tener un tinte religioso o no.

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