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Cuántas Clases de Sermones Hay

Este documento describe cuatro tipos principales de sermones (textual, expositivo, temático y biográfico) y explica los pasos para elaborar un sermón textual, incluyendo la selección de un texto bíblico, el análisis del texto y la división del sermón en puntos principales y secundarios. También distingue entre sermones de edificación y sermones evangélicos.

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Cuántas Clases de Sermones Hay

Este documento describe cuatro tipos principales de sermones (textual, expositivo, temático y biográfico) y explica los pasos para elaborar un sermón textual, incluyendo la selección de un texto bíblico, el análisis del texto y la división del sermón en puntos principales y secundarios. También distingue entre sermones de edificación y sermones evangélicos.

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¿Cuántas clases de sermones hay?


Hoy día existen muchas formas de exponer la Palabra de Dios. Todas válidas y, en su mayoría, eficaces. Pero
durante nuestra serie nos enfocaremos a estudiar las bases para elaborar: sermones textuales, expositivos,
temáticos y biográficos. Son cuatro géneros que le permitirán al orador, presentar el mensaje de Dios para su
pueblo.
2. Hay que definir un propósito
Desde el momento en que usted se pare al frente del púlpito, deberá tener claro qué espera lograr al término
de la enseñanza. En tal sentido es importante que usted sepa que, al disponerse a realizar la exposición, debe
tener claro si lo que pretende ofrecer a sus interlocutores son bases para el crecimiento y solidez espiritual, o
llevarlas a tomar una decisión por Jesucristo.
Es necesario entonces que, en primera instancia, tenga definidos los dos grandes géneros de mensajes:
a. El sermón de edificación
b. El Sermón evangelístico
Los dos tienen orientaciones totalmente diferentes. Por tal motivo es necesario que hagamos, no solo la
diferencia, sino que tengamos definido en qué consiste cada uno.
3. El sermón de edificación
Es el mensaje dirigido a toda la congregación, sobre la base de que todos ya aceptaron a Jesucristo como su
único y suficiente Salvador. Por lo generar asisten a la congregación y lo que requieren son orientaciones
sobre cómo vivir y crecer en la vida cristiana. Se trata de mensajes que tocan una temática variada, pero
enfocada en su totalidad a lograr bases sólidas para el creyente, afirmándolo en la sana doctrina.
4. El sermón evangelístico
Es mucho más sencillo que el de edificación. N la mayoría de los casos se fundamentan en un solo texto y no
saltan de un pasaje a otro. De entrada está orientado a crear entre los asistentes, conciencia sobre la
necesidad de aceptar a Jesucristo como su único y suficiente Salvador. El sermón, en estos casos, termina con
una invitación a hacer decisión de fe por Jesús.
Clases de sermones. Descripción
Para que tengamos una mejor comprensión de cuáles y cuántas son las clases de sermones, hacemos a
continuación una breve descripción:
1.- Sermón Textual
Aludimos a Sermón Textual al referirnos al mensaje que toma como base un texto específico, generalmente un
solo versículo. Por ejemplo, Juan 3:16. Sobre este escrito entramos a desarrollar la enseñanza. El propósito es
desglosar su estructura, haciendo particular énfasis en palabras en el sentido particular de las frases.
2.- Sermón Expositivo
Este género de Sermón se desarrolla fundamentado en un pasaje bíblico. Las ideas que se exponen guardan
un orden lógico. El predicador no fuerza un versículo para que concatene con otro o quizá para que diga lo que
él quiere. Por el contrario, toma con naturalidad cada una de las ideas y puntos que van surgiendo en cada
versículo. Es uno de los estilos más complejos pero a su vez, de los más enriquecedores. 
3.- El Sermón Temático
Como su nombre lo indica, el Sermón Temática toma un tema y lo desarrolla. Por ejemplo, el pecado. Se
analizan todos los versículos en los cuales la palabra pecado ejerce un papel preponderante. Se requiere una
exploración bíblica con el propósito de definir sus orígenes, causas, evolución y consecuencias. Tenemos allí
un tema expuesto. Este género es muy frecuente en las congregaciones.
4.- Sermón Biográfico
A diferencia de los anteriores, que se predican desarrollando un tema central, el Sermón Biográfico toma su
base en un personaje de la Biblia y es el más apropiado para adelantar predicaciones en serie, es decir, para
varios servicios religiosos. Del personaje objeto de estudio, se buscan aspectos positivos, los negativos, qué
principios espirituales aplicó a su existencia y cuáles son válidos hoy día, etc.
División del Mensaje
Para facilitar la exposición de un tema, generalmente se divide en puntos específicos. Vendrían a ser lo que
llamamos Divisiones Mayores. Son los grandes aspectos que abordaremos. Por ejemplo, vamos a hablar del
pecado. Si lo fuéramos a hacer tomando tres grandes facetas, podría quedar así.
1. EL PECADO NOS LLEVA A LA CEGUERA ESPIRITUAL
2. EL PECADO NOS ALEJA DE DIOS
3. EL PECADO NOS LLEVA AL ESTANCAMIENTO ESPIRITUAL
Observe que se trata de ideas generales, que encierran muchos elementos.
Las Divisiones Menores son aquellos puntos que dan soporte a las Divisiones Mayores. Son los puntos que
están relacionados con los primeros y que sirven para hacer una adecuada exposición. Si ya tenemos las
Divisiones Mayores y vamos a incorporar las Divisiones Menores, quedaría de la siguiente manera:
1. EL PECADO NOS LLEVA A LA CEGUERA ESPIRITUAL
a. Olvidamos los principios espirituales contenidos en la Biblia
b. Dejamos de lado las pautas trazadas por Dios para su pueblo.
2. EL PECADO NOS ALEJA DE DIOS
a. Progresivamente regresamos al mundo pecaminoso
b. Nuestra conciencia nos redarguye y nos apartamos del Dios que da vida
3. EL PECADO NOS LLEVA AL ESTANCAMIENTO ESPIRITUAL
a. Un cristiano inmerso en pecado no progresa
b. Un cristiano inmerso en pecado está ajeno a las verdades bíblicas
Es importante que tengamos claro el papel que juegan las Divisiones Mayores y las Divisiones Menores en la
estructura del mensaje que compartiremos con las comunidades.
El sermón textual
La elaboración del Sermón Textual reúne muchas ventajas. Entre ellas, que permite captar el interés de los
asistentes, evita salirse del tema y además, mantiene los márgenes bíblicos, es decir, que se sujeta
específicamente a lo Escritural y no a las anécdotas del predicador que tienden a glorificarlo a él antes que a
Jesucristo. En esencia, este género de exposición se centra en la Escritura.
¿Cómo se escoge un texto?
Esta constituye la pregunta que se formula todo predicador en sus comienzos. No es fácil. Pero sugerimos dos
principios que son infalibles.
a. Busque la dirección de Dios
Esta es la estrategia principal. Todo predicador debe pasar buena parte de su tiempo en oración. No podemos
hablar de un Dios de poder si no lo conocemos o si lo conocemos y no permanecemos en su presencia. ¿Cómo
ser mensajeros de Aquél a quien no consultamos?
Al comenzar la semana o durante el transcurso de la misma, el expositor bíblico debe pedir la orientación del
Supremo Hacedor en procura de guía sobre la porción escritural que debe escoger. Este principio no falla.
Generalmente en el curso de las horas siguiente, Dios muestra pasajes que llaman poderosamente
la atención y se constituyen en la base de mensajes para la membresía.
b. Estudie la Biblia y tome apuntes
Adoptar la costumbre de estudiar la Biblia e ir tomando apuntes en una libreta sobre los aspectos que nos
llamaron la atención, los que podrían tener una aplicación práctica o aquellos en los que sentimos
específicamente que Dios habló a nuestra vida, constituyen una valiosa herramienta.
En el futuro, cuando estemos frente al compromiso de exponer la Palabra de Dios, será de
mucha utilidad revisar las notas. De seguro siempre encontraremos un tema para compartir con nuestras
congregaciones.
Predicando sobre un texto específico
Una vez tengamos el texto o versículo a partir del cual vamos a elaborar el mensaje, es necesario que nos
familiaricemos con él. Debemos leerlo cuantas veces sea necesario. En lo posible es aconsejable escoger un
versículo con una idea completa.
Lea lo que aparece antes y después del pasaje escogido. Eso nos ayudará a definir el contexto. Escriba aquellas
palabras con las que no esté familiarizado con el fin de investigarlas con ayuda del Diccionario.
Si tiene la posibilidad, le sugerimos que consulte ese mismo versículo en otras versiones de la Biblia. Haga
comparaciones. Defina aspectos en los que pueden darse diferencias. Este análisis comparativo será
enriquecedor cuando defina el enfoque que tendrá el mensaje.
Descubra las divisiones naturales del texto
Cuando esté familiarizado con el texto, busque las divisiones naturales que podría tener. Generalmente un
versículo podría tener dos o tres ideas inmersas. Para que apreciemos este hecho, tomemos como base Juan
3:16. Dice así "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna" (Juan 3.16).
Tras un análisis sencillo, podríamos señalar que las divisiones naturales son:
a. "Porque de tal manera amó Dios al mundo"
b. "...que ha dado a su Hijo unigénito"
c. "...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
Aquí tenemos un esbozo de cuál podría ser la división natural para aplicarla a este versículo. En las próximas
lecciones explicaremos cómo se definen las Divisiones Principales y las Divisiones Menores de este texto.
¿Cómo se elaboran las divisiones de un sermón textual?
Como recordarán, tras escoger nuestro texto que será la base del Sermón, que fue Juan 3:16 "Porque de tal
manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se
pierda, más tenga vida eterna", acordamos que lo primero que debemos hacer, es dividirlo ojalá en tres
partes que tengan sentido.
La primera parte sería "Porque de tal manera amo Dios al mundo"
La segunda: "...que ha dado a su hijo unigénito.."
Y la tercera: "...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
Cada uno de estos segmentos constituirá un punto a tocar en el mensaje. De esta manera, tomando como
referencia "Porque de tal manera amo Dios al mundo", podemos crear una primera gran división:
DIOS AMA AL MUNDO
La referencia será: "Porque de tal manera amo Dios al mundo"
Ahora hay que anexarle puntos que sustenten este primer gran aspecto. Y podrían ser:
Dios ama al mundo porque El lo creó.
Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
Ahora unamos el primer gran postulado, que llamamos división mayor, con estos tres argumentos que dan
soporte. Quedaría así:
I. DIOS AMA AL MUNDO
"Porque de tal manera amo Dios al mundo"
a. Dios ama al mundo porque El lo creó.
b. Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
c. Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
¿Se da cuenta qué hicimos? Propusimos el primer gran punto del mensaje y lo estamos acompañando de la
sustentación para ese primer punto. Vamos ahora con el siguiente. Podría ser:
DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO
La referencia bíblica sería: "...que ha dado a su hijo unigénito.."
Ahora nos corresponde dar soporte a este planteamiento. Lo podríamos hacer así:
Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
Si cuadramos este segundo gran punto con los tres argumentos de soporte, nos quedaría así:
II. DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO
"...que ha dado a su hijo unigénito.."
a. Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
b. Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
c. Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
Llegamos al último aspecto. Lo podríamos describir así:
JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA
La referencia escritural será: "...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
Ahora le anexamos los argumentos, o puntos de soporte a esta división mayor:
Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
Quien cree, no morirá para siempre
Quien cree tendrá la vida eterna
Ahora acomodemos este tercer elemento de nuestro sermón. Quedaría así:
III. JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA
"...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
a. Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
b. Quien cree, no morirá para siempre
c. Quien cree tendrá la vida eterna
Ahora sólo nos resta armar el Sermón en su totalidad:
Base Escritural: Juan 3:16
I. DIOS AMA AL MUNDO
"Porque de tal manera amo Dios al mundo"
a. Dios ama al mundo porque El lo creó.
b. Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
c. Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
II. DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO
"...que ha dado a su hijo unigénito.."
a. Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
b. Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
c. Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
III. JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA
"...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
a. Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
b. Quien cree, no morirá para siempre
c. Quien cree tendrá la vida eterna
¿Se da cuenta? Es muy sencillo. Pero no puede partir de la base de la improvisación. Recuerde que el pasaje se
debe estudiar con detenimiento, y en todo momento la oración debe constituir una base fundamental.
Por supuesto, se preguntará: ¿Y el título? Pues no sólo es el título lo que falta. También es necesario introducir
el mensaje y plantear la conclusión. Pero son aspectos que iremos tratando poco a poco.
Por ahora tiene una tarea: buscar en su Biblia un texto al que le puedan aplicar estos pasos, e ir armando un
sermón para la próxima clase. Recuerde que la práctica hace al maestro.
El Sermón Expositivo
Del género de mensajes que se comparten a la congregación, el modelo más apasionante es el expositivo.
Históricamente ha jugado un papel preponderante en la evangelización.
Entre las ventajas que ofrece, está el que se trabaja con base en un solo texto. Esto favorece concentrar la
atención de los asistentes. No es necesario saltar de un versículo a otro como sí ocurre con los sermones
temáticos.
Asimismo es el modelo más aconsejable cuando se trata de un mensaje en el que buscamos como objetivo
central, que al terminar de predicar, las personas nuevas acepten a Jesucristo como su único y suficiente
Salvador.
Concatenación de ideas
Cuando se hace una presentación expositiva, se sigue el orden de los acontecimientos descritos en el pasaje,
no se fuerzan los aspectos que aborda cada versículo, y se logra coherencia y concatenación de las ideas. Por
lo tanto, facilita que quien los asistentes sigan el curso de los hechos.
La asimilación es más fácil cuando se predica con un solo pasaje. Está probado que, al salir
del servicio religioso, es más probable que los asistentes recuerden no sólo qué base escritural se utilizó, sino
también de qué trató el mensaje.
Otro de los aspectos a favor es que facilita la inserción de ejemplos prácticos que tornan más próximo y
entendible el acontecimiento bíblico, le da un aire de contemporaneidad y se transmite una enseñanza más
aterrizada frente a la realidad actual.
El Sermón Expositivo se presta para que comparta lo que el autor quería decir originalmente, y cierra las
posibilidades a un fenómeno frecuente entre algunos predicadores: forzar el texto para que la audiencia
escuche lo que él quiere que escuchen y nada más.
Leer y releer el texto
El primer paso para la elaboración del Sermón Expositivo es familiarizarse con el pasaje. Esto nos lleva a una
primera lectura. Así tendremos una visión panorámica de qué acontece, quiénes intervienen e incluso lugares
relevantes que se describen. Es fundamental lograr una adecuada comprensión.
Una segunda lectura deberá estar orientada a intentar conocer en detalle, cuál era el propósito original del
autor.
Para tornar práctico el ejemplo, tomaremos como base de lectura del capítulo veinte del segundo libro de
Reyes. Nos centraremos en los versículos del uno al once.
El objetivo es que, para la próxima lección, tenga definidos los pasos anteriores, como también que investigue
en un diccionario bíblico quién fue el rey Ezequías, en qué época vivió y algunos aspectos relacionados con su
período de gobierno.
Estructura del Sermón Expositivo
Como se recordará, el Sermón Expositivo se sujeta o extrae los principios contenidos en el texto. El propósito
es compartir un mensaje ajustado a lo que se proponía el autor bíblico, sin desconocer que el contenido tiene
su aplicación en la época que se escribió, y arroja pautas y principios que cobran particular vigencia en nuestro
tiempo.
El primer paso es leer cuidadosamente los versículos objeto de estudio, identificar cuál es la esencia de cada
uno. Como se recordará, nuestra Base Escritural o lectura bíblica es el segundo libro de Reyes, capítulo 20,
versículos del uno al once.
Un resumen de la lectura
Una primera lectura nos indica que, en el momento de mayor prosperidad administrativa, militar, económica y
religiosa del reino de Ezequias, el decimotercero en la dinastía sobre el pueblo de Judá (716-687 a.C.), las
malas noticias golpearon a su puerta. El profeta Isaías le anuncia la inminencia de su muerte. Además, le
exhorta a arreglar todo, de cara a su partida hacia el viaje sin retorno.
¿La reacción del rey? Angustia, preocupación y quizá la íntima sensación de que muchos planes
y proyectos quedarían truncados si moría. Además, amaba la vida. Y clama al Señor desde su desesperación.
En respuesta a su clamor, Dios no solo le otorga la sanidad de la enfermedad que padecía, sino que le prorroga
la vida por espacio de quince años más.
A partir de ese hecho, usted como predicador bien puede compartir un extraordinario mensaje de parte de
Dios para su pueblo. Además, la historia reviste no solo la fuerza descriptiva, de incalculable valor literario y
narrativo, sino que arroja principios de vida que pueden aplicarse al cristiano de hoy.
Trazando el bosquejo
Ahora que tenemos claro el tema y que nuestro objetivo es compartir principios bíblicos de vida, retornemos
nuevamente a los apuntes que hayamos escrito para sinterizar, en una idea, el versículo que hayamos leído.
Personalmente elaboré el siguiente prospecto, pero recuerde que quizá usted encuentre otras pautas
prácticas.
Sé que la esencia del mensaje no cambia, pero si pueden variar las ideas que se deriven del estudio que
hagamos del pasaje. Mi propuesta de bosquejo quedó así:
1. Debemos estar preparados para la hora de partir (v.1)
2. El modelo de una oración eficaz (vv. 2,3)
3. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 4,5)
4. Dios nos ofrece una nueva oportunidad (vv.5,6)
5. Dios nos ofrece una salida al laberinto (v.7)
6. Las dudas impiden las bendiciones en nuestras vidas (v.8).
Observe que tomé seis principios de vida. A propósito, el título que le di a este sermón fue: "Seis principios
para una vida cristiana victoriosa".
Las anteriores vendrían a ser las divisiones mayores. ¿Y las divisiones menores? Estas se desprenden de una
nueva lectura de cada versículo y de la idea central que hayamos logrado en cada uno. Esto nos arroja luces
para darle soporte a cada argumento. En este orden de ideas, las divisiones menores propuestas son:
Título: "Seis principios para una vida cristiana victoriosa
Base Escritural: 2 Reyes 20: 1-11
1. Debemos estar preparados para la hora de partir (v.1)
a. La hora de partir no avisa
b. A la hora de partir no hay tiempo para arreglar asuntos pendientes

2. El modelo de una oración eficaz (vv. 2,3)


a. La oración debe estar exenta de palabrería
b. La oración debe reconocer la grandeza y el poder de Dios
3. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 4,5)
a. Nuestras oraciones toca el corazón de Dios
b. Nuestras oraciones no se pierden. Dios las escucha
4. Dios nos ofrece una nueva oportunidad (vv.5,6)
a. Dios nos abre las puertas a una nueva vida
b. Dios nos da una nueva oportunidad cada día
5. Dios nos ofrece una salida al laberinto (v.7)
a. Si dependemos de Dios, encontramos soluciones
b. Si dependemos de Dios, las crisis no nos desestabilizan
6. Las dudas impiden las bendiciones en nuestras vidas (v.8).
a. Las dudas se convierten en un muro
b. Las dudas nos impiden avanzar

Acompañamiento del mensaje


El Sermón Expositivo abre las puertas para el acompañamiento con ilustraciones de la vida práctica. Estas
acotaciones con historias, anécdotas o hechos de la cotidianidad y acercan el mensaje al oyente. Es una de las
razones por las cuales este género de exposición resulta atractivo para muchos predicadores.
Si tiene alguna duda o inquietud, no deje de compartirla.
Queremos ayudarle en lo que esté a nuestro alcance. No olvide que nuestro gran sueño es que
en Latinoamérica hayan congregaciones hasta en los lugares más distantes. Que a todos llegue el mensaje
transformador del Evangelio de Jesucristo.
El Sermón Temático ¿Cómo se elabora?
Llegamos al tercer sistema de exposición de la Palabra de Dios: el Sermón Temático. Como su nombre lo
indica, este género de predicación gira en torno a un tema específico.
Requiere de ayudas generales como una buena concordancia. La mayoría de las ediciones de
las Sociedades Bíblicas Unidas, tienen una, al final de cada Biblia. Pero también se pueden conseguir
concordancias extensas en el mercado de la literatura cristiana. Cualquiera que sea su extensión, amplia o
corta, son fundamentales en la elaboración de estos sermones.
Ventajas
El Sermón Temático es uno de los más comunes entre los predicadores evangélicos. Es favorable porque
ofrece a los oyentes una amplia gama de posibilidades para absolver interrogantes en torno a un aspecto
escritural en particular. Es como abrir un abanico: ofrece múltiples y variadas facetas. Además presenta una
lista panorámica en cuanto al asunto objeto de estudio.
El propio expositor recibe mucha edificación durante la elaboración del mensaje. Aprende, agudiza su visión,
trata de ponerse en el lugar de los creyentes y se adelanta a las preguntas que se podrían formular. De igual
manera, obliga a investigar aspectos que no quedan claros.
Recuerde que si hay algo que le genera dudas a usted, lo más probable es que a los asistentes a la reunión
también.
Desventajas
Toda moneda tiene dos caras. Ya vimos una primera faceta del Sermón Temático: las ventajas. Son muchas.
Pero también tiene sus desventajas. La otra cara de la moneda que les invito a analizar ahora.
Buen número de los expositores se limita a tener un tema y buscar cuanto versículo halla en la Biblia. Luego
organizan su bosquejo sin mayor coherencia. Esta práctica puede llevar al desconcierto, a la desorientación e
incluso a la incertidumbre a la audiencia.
He escuchado a sinnúmero de personas decir: "El sermón estuvo muy bueno, pero realmente no lo
entendí". Aseveraciones así son traumáticas, tanto para el expositor como para los oyentes. Para que eso no
ocurra, lo fundamental es trabajar con sumo cuidado trazando el mensaje.
Definiendo el tema
A lo largo de este tiempo en el que ustedes y nosotros, mano a mano y a través de la Web hemos laborado en
esta serie, se habrán percatado que es más fácil escuchar un mensaje que volcarnos a elaborarlo.
Este hecho debe conducirles a ser más cuidadosos en la preparación de cada exposición. Un bosquejo conlleva
oración. No olvide que usted representa un embajador de Dios en el púlpito. Cada Sermón debería ser como
una escultura. Una estructura en la que se cuidan mucho los detalles. No una pieza de oratoria preparada al
azar.
Asimismo habrán podido descubrir que si deseamos tener la preparación necesaria, se requiere orar y ser
buenos estudiantes de las Santas Escrituras.
Ahora, el primer paso es definir el tema, aterrizarlo. Que no de lugar a generalidades. Supongamos que, en
nuestro Sermón Temático, nos inclinamos por "El amor de Dios". Nuestra Base Escritural o Lectura Bíblica
inicial sería Juan 3:16.
Hasta ahí vamos bien, pero si lo analiza detenidamente, encontrará que predicar sobre "El amor de Dios"
puede sonar muy general e incluso, ambivalente.
Es necesario ser más específicos porque "El amor de Dios" puede expresarse con relación a la naturaleza,
los niños, la humanidad, la mujer cabeza de familia, los farmacodependientes, las prostitutas y más y más
etcéteras. En síntesis, podemos señalar que el amor de Dios tiene una proyección demasiado amplia.
Si no particularizamos más el tema, de entrada podemos generar confusión entre la audiencia.
Como predicador, usted debe tener claro qué aspecto desea focalizar, es decir, desarrollar en concreto. Es un
ejercicio que debe poner en práctica los próximos días. Es un paso elemental pero a la vez, ineludible para
todo buen expositor.
Al grano: usted debe escoger entre la gama de posibilidades. Supongamos que nos inclinamos por "El amor de
Dios hacia la humanidad". Es claro y conciso. De seguro, será un extraordinario mensaje.
Formulando interrogantes
Ahora que hay un tema definido, usted como predicador debe hacer algunos interrogantes, que
probablemente son los que se haría como oyente en la congregación.
1. ¿Por qué ama Dios a la humanidad?
2. ¿Cómo es el amor de Dios hacia la humanidad?
3. ¿Qué genera el amor de Dios hacia la humanidad?
Por supuesto, usted puede hacerle otras preguntas. ¿Qué paso vamos a seguir? Vaya a la concordancia y
escoja versículos que refieren el tema del amor de Dios, y específicamente el amor de Dios hacia la
humanidad. Encontrará una veintena, como mínimo.
Obviamente debe sumar los textos que usted conoce, y que considera apropiados. Con estos versos, trate de
responder a las preguntas que escribió.
Para nuestra próxima cita, esperamos que tengan listo el volumen de versículos que no solamente halló, sino
que espero, haya estudiado.
La estructura del Sermón Temático
Como tuvimos la oportunidad de apreciarlo, el Sermón Temático se desarrolla a partir de un tema. Ofrece una
enorme variedad de posibilidades para, no solo presentar y desarrollar un asunto, sino para absolver todos los
interrogantes que puedan surgir. Edifica a los oyentes, pero primero, edifica al predicador.
El Sermón a elaborar tiene como título propuesto: "El amor de Dios hacia la humanidad".
Las Divisiones Mayores ¿De dónde salen?
Cuando no tenga claro qué puntos o Divisiones Mayores deben incluirse, lo más aconsejable es que le formule
interrogantes al título.
Imagine por un instante que usted oye, de manera desprevenida, el título de la exposición que otra persona va
a compartir. "El amor de Dios hacia la humanidad". Usted ¿Qué puntos quisiera escuchar en torno a ese
aspecto? También: ¿Qué preguntas le despierta el amor de Dios? Si usted se ubica en los zapatos de la
congregación, seguramente podría plantearse los siguientes interrogantes:
1. ¿Por qué nos amó Dios?
2. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios?
3. ¿Qué produce el amor de Dios en nuestras vidas?
Definiendo las respuestas
El paso siguiente es más sencillo. Hay dos formas. La primera, buscar en una Concordancia Bíblica los
versículos y pasajes referentes al amor de Dios. Hay un buen número.
Un ejemplo práctico. Supongamos que ya hallamos los siguientes versículos:
Juan 3:16; Filipenses 2:8; 1 Juan 3:1; 2 Corintios 5:17-19; Efesios 3:14-18
También encontramos otros versos que, aunque no hablan directamente del amor de Dios, expresan de qué
manera y por qué, nos amó el Creador:
Génesis 1:1; Salmos 57:10; Romanos 5:5-7; Romanos 13:10
Es natural que encontremos muchos más. Pero específicamente en este ejemplo, utilizaremos los que anoté.
¿Qué paso seguir? Con base en todo este cúmulo de material bíblico, comenzar a responder los interrogantes.
Las Divisiones Menores, es decir, los puntos que desarrollaremos, deben expresarse en ideas cortas, concisas.
Siguiendo este proceso, el Bosquejo del Sermón Temático podría quedar así:
Título: "El amor de Dios hacia la humanidad"
Base Escritural: Juan 3:16
I. ¿Por qué nos amó Dios?
1. Porque somos su creación (Génesis 1:1)
2. Porque la misericordia de Dios es eterna (Salmos 57:10)
3. Para abrirnos la puerta a hacernos sus hijos (1 Juan 3:1)
4. Porque no quiere que pasemos a la eternidad sin El (Juan 3:16)
II. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios?
1. A través de la obra de su Hijo Jesús (Juan 3:16)
2. Por el sacrificio de Jesús en la cruz (Filipenses 2:8)
3. A través del Espíritu Santo (Romanos 5:5-7)
¿Qué produce el amor de Dios en nuestras vidas?
1. Produce amor en nuestras vidas (Romanos 13:10)
2. Nos reconoce como Padre. Somos sus hijos (2 Corintios 5:17-19)
3. Hizo que Su Espíritu habitara en nuestras vidas (Efesios 3:14-18)
Este representa sólo el fundamento. Pero en esencia, la recomendación es que se tenga mucho cuidado, de un
lado en la escogencia de los versículos y pasajes bíblicos, y de otra parte, no insertar versículos que digan lo
que yo como predicador quiero decir, sino que expresen lo que Dios quiso decir a través de los autores de
cada texto.
Lección 9
El Sermón Biográfico
Nos acercamos al final de la serie sobre cómo elaborar mensajes. En esta ocasión estudiaremos la estructura
y dinámica del Sermón Biográfico. Conjuga elementos de los anteriores, es decir de los sermones textual,
expositivo y el temático.
Entre las ventajas de este género, figura el que se puede analizar en detalle la existencia de un personaje de la
Biblia, sus aportaciones a los demás, y en particular, los principios de vida práctica que arrojan pautas y luces
para los cristianos de hoy.
Entre los elementos favorables que tiene este sistema de predicación, se cuenta el estrecho acercamiento de
los creyentes con las experiencias, tanto positivas como negativas, de los hombres y mujeres de la Biblia. Ellos,
al igual que nosotros, enfrentaron períodos de incertidumbre, persecuciones, intolerancia, duda y también de
victoria.
¿Cómo se elabora un Sermón Biográfico?
El primer paso es la escogencia de un personaje. Tras orar y estudiar las Escrituras, seleccionaremos quién será
objeto de análisis. Una vez tengamos claro de quién se trata, nos dirigimos a la Biblia y leemos todo cuanto
digan las Escrituras sobre él o ella.
El estudio debe ser pormenorizado, en lo posible. La meta es no dejar escapar detalles. Examinar cuál es su
origen, período histórico aproximado en el que existió, país o región donde residía, en qué momento se
produjo el llamamiento de Dios y cuál fue su desempeño en la misión que el Señor le llamó a cumplir. Repito,
es necesario no omitir detalles.
Durante el estudio, iremos tomando nota de lo que aprendemos. Es aconsejable tomar referencia del capítulo
y los versículos donde se encuentra algún dato relevante. No olvide que estos pormenores serán de grana
ayuda cuando estructuremos la predicación.
Llevando la teoría a la práctica
Tomemos como ejemplo la vida de Noé. Es una existencia relativamente corta en el registro Escritural y nos
ayudará a tornar práctica esta enseñanza.
Una vez hayamos identificado en qué capítulos de la Biblia encontramos aspectos sobre el desenvolvimiento
del personaje en estudio, sería útil que nos formuláramos los siguientes interrogantes:
1.- ¿Cuál es su origen y a qué familia pertenecía?
2.- ¿Cómo se produjo el llamamiento de parte de Dios?
3.- ¿Qué misión específica le encomendó?
4.- ¿Desde un comienzo Dios le reveló qué propósito debía cumplir o le fue mostrando el camino de manera
progresiva?
5.- ¿Cuál fue su respuesta frente al llamamiento de Dios?
6.- ¿Qué podemos aprender de la relación de nuestro personaje seleccionado con Dios?
7.- ¿Hay peligros que haya enfrentado y que pueden alertarnos hoy para observar transparencia y
consagración en nuestro caminar con Jesucristo?
8.- ¿Cómo describiría usted el secreto del éxito tanto secular como espiritual del personaje sobre el cual
realizamos el análisis?
9.- ¿Cuál fue la conclusión de su vida?
La meta es que se tome el trabajo de despejar estos interrogantes para el momento en que publiquemos
nuestra próxima lección. No olvide que es aconsejable disponer de una Biblia, de un diccionario bíblico, una
buena concordancia y un diccionario que permita ampliar el significado de ciertos términos... ¡Adelante!
El Sermón Biográfico y su estructura
Estructura
El Sermón Biográfico responde a la necesidad de analizar el llamamiento, crecimiento y evolución personal y
espiritual de los hombres de Dios conforme lo registra la Biblia.
Es un método sencillo, aunque rico en posibilidades para descubrir a partir de las Escrituras, principios
y valores que tienen aplicación para el hombre de hoy. Recaba en la trascendencia de las pautas de vida para
los seres humanos conforme lo dispone Dios, sin que esos lineamientos de la forma indicada de pensar y
actuar, cambien así se modifiquen los tiempos.
Otra característica de suma importancia es que permite estimular un acercamiento entre los problemas y
victorias del hombre en los pasajes bíblicos y el hoy. Lleva a pensar que ellos no fueron diferente de nosotros,
salvo por su fe y dependencia del Creador, que es justamente lo que estamos llamados a aprender en nuestra
cotidianidad.
Como acordamos, el primer paso es realizar un estudio pormenorizado sobre la vida del personaje. Escogimos
a Noé con el propósito de ofrecer un ejemplo. De acuerdo con el texto, algunas de las características de este
hombre son:
Aspectos que sobresalen en la vida de Noé:
a.- El nombre de Noé está estrechamente ligado con el alivio del dolor de la humanidad y el descanso de los
trabajos (v. 29).
b.- Era descendiente de Adán e hijo de Lamec (Génesis 5:30).
c.- Tuvo otros hermanos porque el texto refiere que Lamec "engendró hijos e hijas..."(Génesis 5:30).
d.- Noé vivió en medio de una sociedad inmoral, centrada en el placer (Génesis 6:1, 2).
e.- En los tiempos de Noé había gigantes (6:4).
f.- Dios reconoció en tiempos de Noé la naturaleza pecaminosa del hombre (vv.3, 5).
g.- La maldad se había multiplicado (v.5). Noé halló gracia delante del Señor (v. 8).
h.- Noé era un varón justo (v. 9 a).
i.- Noé era perfecto en medio de una generación corrupta (v. 9 b).
j.- Noé tenía una familia normal (v. 10).
k.- La maldad y el desmoronamiento moral abarcaron todo el género humano (vv.11-13).
l.- Dios impartió instrucciones específicas a Noé (vv. 14-16 y 19-21).
m.- Los planes a mediano y largo plazo fueron revelados a Noé.
n.- Noé era obediente a Dios (v. 22).
Como podrá apreciar realizamos un estudio preliminar a los capítulos 5 y 6 del Génesis que nos refieren
aspectos importantes de la vida de Noé. Por supuesto, la historia se extiende mucho más allá y encontrará en
los capítulos subsiguientes muchas cosas que son relevantes. Pero para el caso, tomamos sólo estos dos
capítulos que nos servirán para elaborar un mensaje como el que se encuentra a continuación:
Título: Noé, un ejemplo de integridad en una sociedad sin Dios
Bases Escriturales: Génesis 5 y 6
I.- NOE FUE LLAMADO A CUMPLIR UNA MISIÓN EN UN MOMENTO COYUNTURAL DE LA HISTORIA
1.- Históricamente hombres de Dios han impactado el mundo que les rodea (Noé, José, Moisés, Abraham,
Josué, Gedeón ...).
2.- Había conciencia de la importancia de caminar con Dios (Génesis 5:23, 24)
3.- Noé entra en escena para cumplir los designios de Dios (Génesis 6: 6, 7).
4.- Como en el caso de Jeremías y otros hombres de Dios, el Señor le tenía escogido desde antes de nacer.
II.- NOE FUE UN EJEMPLO DE INTEGRIDAD EN UNA SOCIEDAD CORRUPTA (Génesis 6:8, 9). (vv.8, 9).
1.- La integridad de Noé le llevó a alcanzar gracia delante del Señor (v. 8).
2.- Noé se caracterizó por ser justo delante de Dios (v. 9 a)
... cumplidor de principios conforme a la voluntad del Señor...
3.- Noé era perfecto en medio de una generación corrupta (v. 9 b).
III.- DIOS REVELA SUS PLANES A QUIENES SON LLAMADOS (vv.10-16).
1.- Noé era un hombre normal, con una familia normal y obligaciones (vv.10).
... Dios escoge hombres comunes y corrientes...
2.- Dios escogió a Noé para desarrollar una misión específica en un momento específico (vv.11-13).
3.- Las revelaciones de Dios se producen en hombres dispuestos a escucharle y hacer Su voluntad (vv. 14-16).
IV.- LOS PLANES DE DIOS SE CUMPLEN A MEDIANO Y LARGO PLAZO (vv.17-22).
1.- Dios reveló a Noé los planes a mediano plazo (v. 17).
2.- Dios reveló a Noé los planes a largo plazo (v. 18).
3.- El hombre debe aprender a descansar en las promesas de Dios (v. 18).
4.- Mantenernos en los planes de Dios nos obliga a ser obedientes (v. 22).
Una estructura sencilla
Como podrá apreciar, la estructura que se siguió es muy sencilla. No se sujeta a casillas específicas. Fluye
libremente. La esencia es presentar a Noé, como hombre del común, pero también, como hombre de Dios.
Ver el mundo a través de sus ojos y conocer de qué manera el Creador trató con su vida. Es un ejercicio
sumamente enriquecedor para los oyentes.
Le sugiero que revise nuevamente el ejemplo. Y trate de elaborar su propia versión del mensaje. Le ayudará a
ampliar su panorama.
No olvide, con base en los próximos capítulos (Génesis 7 y 8, entre otros), podrá usted preparar otros
mensajes. Eso sustenta lo que dijimos al comienzo de esta serie respecto del Sermón Biográfico, y es que sirve
para desarrollar varios mensajes.
En la próxima lección aprenderemos qué son las introducciones al mensaje, lo mismo que las conclusiones y
qué importancia revisten en la exposición de la Palabra de Dios.
La introducción, las ilustraciones y la conclusión
Durante toda la serie hemos aprendido sobre las estructuras de los sermones textual, expositivo, temático y
biográfico. Paso a paso hemos visto cómo se concluye la armazón sobre la cual descansan los argumentos
bíblicos de las enseñanzas que compartimos con la audiencia. Ahora es necesario complementar este cuadro
con tres elementos fundamentales: la introducción, las ilustraciones y la conclusión.
La introducción
Todo tema debe tener una introducción apropiada, una vez se comparte la Base Escritural o Base Bíblica, y por
supuesto, cuando hemos leído la porción sobre la cual realizaremos el análisis. Se trata de una síntesis de
todos los aspectos que abordaremos en la predicación. Es la antesala o aperitivo, y por tanto, debe
circunscribirse a marcar pinceladas de lo que todos escucharán a continuación. Su propósito fundamental es
despertar interés.
Lo aconsejable es que, en cuanto a tiempo, oscila entre los tres y cinco minutos. A partir de entonces se puede
tornar monótona, y si se quiere, contraproducente ya que los oyentes caerán en múltiples distracciones.
La introducción puede realizarse acudiendo a una pregunta o quizá, con una breve historia. Cualquiera que sea
el recurso que se utilice, debe despertar inquietud y deseos de conocer qué sigue a continuación.
En caso que se incline por un relato, debe en lo posible, ser comprensible. Recuerde que si no es preciso al
compartir la información, puede provocar confusión. Otra recomendación es que las frases sean cortas. Esto
da mayor impacto a las palabras e incluso, despiertan curiosidad.
Las ilustraciones
Juegan un papel importante en la exposición del mensaje. Son las historias, anécdotas o narraciones que le
permiten al oyente, entender que la Palabra de Dios tiene aplicación práctica en nuestro tiempo.
Un sermón debe contener un buen número de ilustraciones, aunque cuidando de no incurrir en excesos.
¿De dónde se obtienen? De muchas partes. Usted puede tomarlas de los libros que lea, de los hechos
cotidianos que transmiten los noticieros de televisión, de la radio, de los diarios e incluso, de los argumentos
que se manejan en las películas. El trato con las personas que le rodean, ofrece asimismo un excelente
repertorio de ilustraciones.
Para no olvidarlas con facilidad, es aconsejable llevar con nosotros una agenda o libreta en la que anotemos
cada hecho que, a futuro, nos puedan servir. Es recomendable también tener en cuenta los detalles, así
parezcan irrelevantes. Pueden a la postre ser muy útiles.
Las ilustraciones tornan amena la enseñanza y se constituyen en una excelente herramienta para que la
audiencia memorice o al menos, asimile los principios que recibieron a partir de la Palabra.
La conclusión
Imagine siempre un sermón como la experiencia de subir una montaña. Cuando ascendemos, lo hacemos
despacio, cuidando en qué lugar pisamos. Asimilado a la predicación, es lo mismo que ocurre cuando
compartimos los principios bíblicos acompañados de ilustraciones.
Una vez nos encontramos en la cima de la montaña, podemos caminar e incluso correr con confianza. Pero
llega el momento en que debemos iniciar el descenso. En el caso del mensaje, la conclusión es un segmento
de suma importancia porque es allí cuando guiamos a nuestra asistencia al punto que, desde un comienzo,
queríamos que alcanzaran.
Puede ser que hagan decisión de fe por el Señor Jesucristo o quizá, que apliquen en su vida cotidiana
principios prácticos que hayamos compartido durante la exposición.
Es recomendable entonces, recordar en síntesis, cada uno de los puntos objeto de estudio en el sermón.
Repetirlos de manera tal que se facilite aún más su asimilación por parte de los asistentes a la reunión. Debe
hacerlo despacio, sin correr. Si bien ya está terminando su mensaje, es un tiempo que debe aprovechar para
enfatizar aquellos aspectos que desea, queden grabados --con ayuda del Espíritu Santo"en el corazón y en la
mente de los creyentes.
Así quedaría entonces la estructura del mensaje:
1.- Base escritural
2.- Introducción
3.- Desarrollo del tema (En el que se incluyen las ilustraciones).
4.- Conclusión
Le invitamos para que, en adelante, ponga en práctica estos senillos pero efectivos elementos cuando vaya a
compartir la Palabra de Dios en su congregación.
Recomendaciones prácticas para los predicadores
Una de las preguntas que formulan con mayor frecuencia quienes toman los cursos de homilética práctica es
¿Cómo se logra influir en el oyente y además, que el mensaje quede sembrado en sus corazones? Este
interrogante es comprensible y nos proponemos despejarlo con una serie de principios que si bien, son
elementales, arrojan excelentes resultados.
1.- La oración
Es fundamental que el líder o predicador pase tiempo delante de la presencia de Dios en oración. No podemos
hablar en nombre del Señor y Creador del universo, si ni siquiera le conocemos.
Cuando oramos, lo más seguro es que se producirán resultados positivos e impactantes entre quienes nos
escuchen, como se evidenció en el pasaje bíblico en el cual el escriba Esdras compartió la Palabra a los
repatriados de Israel.
"Abrió, pues, Esdras el libro a los ojos del pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo
abrió, todo el pueblo le estuvo atento... y leían el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de
modo que entendiesen la lectura" y relata la historia que hasta tal punto impactó su intervención, que fue
necesario le dijese a los presentes:"... Día santo es a Jehová nuestro Dios: no os entristezcáis, ni lloréis:
porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley"(Nehemías 8:5, 8 y 9).
2.- Claridad en la exposición
Es evidente que además de tratarse de un instrumento en manos de Dios, el escriba Esdras tenía a favor que
sus exposiciones eran claras, y en segundo lugar, tenía definida la necesidad de presentar un mensaje que por
igual entendieran desde un adolescente hasta un adulto mayor.
3.- Tener definidas las ideas o puntos a exponer
"¿Para qué se requiere de un bosquejo?" Se preguntan muchos y es probable que también, argumenten que
sólo basta la inspiración del Espíritu Santo. No lo discutimos. Pero salta a la vista que quien no tiene claro de
qué disertará, confiado en la improvisación, corre el peligro de divagar. Por el contrario, cuando tenemos un
resumen o bosquejo de los asuntos a tratar, aprovechamos mejor el tiempo, vamos directamente al grano y
no discurrimos de un segmento a otro, generando confusión entre quienes escuchan.
4.- Utilización de argumentos sólidos e ilustraciones
Un buen expositor de la Palabra de Dios tiene la certeza de qué va a exponer, fundamentado en la Biblia y no
en vivencias personales. Nada más chocante que escuchar a quienes leen un pasaje bíblico y durante su
intervención plantean cosas que nada tienen relación con el texto. Igual quienes posan de súper-espirituales y
circunscriben toda la predicación a las experiencias, revelaciones, diálogos y hasta encuentros individuales que
han tenido con el Señor.
Para contemporizar el mensaje, es aconsejable utilizar ilustraciones. Tornan agradable el tiempo de
exposición, y como lo anotamos anteriormente, permiten que los asistentes comprendan que los hechos
objeto de estudio, impactaron a hombres y mujeres como nosotros, con debilidades y fortalezas.
5.- Definir el tiempo de exposición
Juega un papel importante el definir, desde un comienzo, cuánto tiempo tardará la exposición. Esto permite al
líder o predicador, tener control sobre el desarrollo de cada uno de los puntos, y no extenderse hasta el límite
en que las personas resultan fatigadas.
He escuchado a quienes dicen "no hay que poner limitaciones ni sujetarnos a horarios específicos porque así
no obra el Espíritu Santo". Y a tales personas he tenido que el Espíritu Santo es un Espíritu de orden.
6.- Anunciar el título y resumir, hacia el final
Es aconsejable que, al comenzar la exposición, anunciemos de qué se trata. De esa manera los oyentes
tendrán ilustración sobre el asunto en torno al cual girará la predicación. También, hacia el final y como ya lo
anotamos en otra lección, es de suma importancia resumir y recordarle a los oyentes qué puntos se
abordaron. Esto contribuye a la asimilación de la enseñanza.
7.- Buena vocalización
Además de mirar al público, es fundamental que el pastor, líder o predicador, vocalicen bien. Pronuncien
claramente las palabras y, en caso que se equivoquen en algún término, lo corrijan. No deben sentir vergüenza
sino por el contrario, la tranquilidad de que se es honesto al admitir las fallas.
8.- No permanecer estáticos
Con mucha frecuencia se observa desde los púlpitos a expositores que permanecen en el mismo sitio y no se
desplazan. Pareciera que se trata de estatuas o de una fotografía colocada junto a un atril. Por esa razón, es
aconsejable que se utilicen las manos y el movimiento corporal para tornar más amena la enseñanza. Ir de un
lado a otro, con mesura, descansa a los oyentes.
9.- Modular el tono de voz
Lo más aconsejable, cuando se realiza una exposición, es primero utilizar un estilo ameno, de charla, que
suene informal, así se trate de un mensaje profundo. Lo segundo, aprender a elevar o disminuir el tono de voz,
de acuerdo con el asunto que se esté exponiendo.
Un volumen plano ayuda a que muchos sientan ganas de dormitar o al menos, experimenten arrullo
permanente o "echase un sueñito".
Si alguien se está durmiendo en el auditorio: primero, guarde silencio y con seguridad, despertará. O segundo,
baje o eleve el tono de voz. Son dos recursos infalibles.
10.- Utilizar términos comunes
Cuando exponemos la Palabra de Dios, siguiendo el ejemplo de Esdras, debemos aspirar que todos los
asistentes entiendan el tema. Para lograrlo, además de claridad en la exposición, es importante no utilizar
términos rebuscados o que obliguen a cada creyente, además de su Biblia, el que necesite llevar un diccionario
bajo el brazo cuando asista a un servicio religioso en el que usted será el exponente.
Además de lo anterior, sobra recordar la necesidad de que el predicador vaya vestido conforme a la ocasión.
La presentación revela mucho del expositor, no lo olvide.

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