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Encuentros y Desencuentros Con La Psiquiatria
Encuentros y Desencuentros Con La Psiquiatria
Encuentros y Desencuentros Con La Psiquiatria
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Personas con discapacidad
Contenido:
Coordinación: Amanda Alemán Angelini, asesora “B” • Gladys Regino Pacheco, asesora “B” •
Rosario Rebeca Reyes Silva, asesora “B”
Autoras y autores: Marialú Castro • Nety Daniela Flores Barrios • Ilse Rebeca Gutiérrez Ramírez
• Haydée Noemí Torres Vargas • Romina Loendi Mendoza • Carlos Fabián Aguilar López •
Patricia Brogna • Víctor Lizama
Edición:
Coordinación: José Luis García Torres Pineda, coordinador editorial
Supervisión y formación: Kythzia Cañas Villamar, jefa del Departamento de Diseño y Edición
Corrección de estilo: Ricardo Raúl Benítez Estrada, analista corrector de estilo
Diseño editorial: José Luis Guerrero Hernández, analista diseñador
Diseño de portada: Yazmín Torres Ordóñez, analista diseñadora
www.iecm.mx
ISBN: 978-607-8605-50-7
Las opiniones expresadas por las y los autores no necesariamente reflejan la postura de quienes
editaron esta obra.
Bienvenida..........................................................................................................7
Presentación.....................................................................................................11
Introducción.....................................................................................................15
Vivencias
Crónicas de una mujer con discapacidad en busca de sus derechos
Marialú Castro.................................................................................................23
Construyendo puentes
Nety Daniela Flores Barrios..............................................................................29
Encuentros y desencuentros con la psiquiatría
Ilse Rebeca Gutiérrez Ramírez..........................................................................35
Ser bilingüe, lengua de señas-español: llave para mi inclusión
Haydée Noemí Torres Vargas...........................................................................43
Nuestra querida tía Hanna
Romina y Carlos..............................................................................................53
Análisis académico
Agravio, discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Patricia Brogna................................................................................................61
Espacios seguros en una ciudad accesible para todas
las personas con discapacidad
Víctor Lizama..................................................................................................85
Bienvenida
1
El peligro de una sola historia, conferencia ofrecida en el marco del evento “TEDGlobal Ideas
Worth Spreading” en julio de 2009, Oxford, Inglaterra. Disponible en video y transcripción en
<http://www.ted.com/talks/lang/spa/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story.html>.
7
M auricio H uesca R odríguez
8
B ienvenida
9
Presentación
11
L orenzo J iménez de L uis
12
P resentación
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L orenzo J iménez de L uis
14
Introducción
Adriana M. Favela Herrera*
15
A driana M. F avela H errera
Este volumen, dedicado a las personas con discapacidad, incluye cinco rela-
tos de vida —acerca de las condiciones que viven sus autoras y autores,
dependiendo de la discapacidad que enfrentan— y dos trabajos académicos
—denominados “Agravio, discriminación y sobreesfuerzo económicos de las
personas con discapacidad y sus familias”, y “Espacios seguros en una ciu-
dad accesible para todas las personas con discapacidad”, elaborados por
Patricia Brogna y Víctor Lizama—. Estos textos ayudan a entender las circuns-
tancias complicadas a las que las personas con discapacidad y sus familias hacen
frente debido a una sociedad poco consciente, que discrimina y margina, pero
también nos orientan respecto de lo que debemos hacer las instituciones y la
comunidad para crear un entorno favorable a las personas con discapacidad,
para que se desarrollen libremente y logren su proyecto de vida, empezando
por fortalecer los lazos como seres humanos.
Marialú Castro, en “Crónicas de una mujer con discapacidad en busca de
sus derechos”, reconoce que pasó más de la mitad de su vida negando su
condición, hasta que, gracias a unos niños con autismo que no tenían comu-
nicación oral, se reconoció con orgullo como una persona con discapacidad y
se propuso aportar para que otros niños y personas crezcan, vivan y se desa-
rrollen en mejores condiciones que las que ella tuvo. Reconoce que, como
persona con discapacidad, por problemas de socialización, se enfrentó a la
falta de sensibilización de otras personas con poco conocimiento y empatía a
las diferencias. Pero lo más complicado que narra fue la búsqueda de trabajo,
porque la gente dudó de su capacidad y, físicamente, las instalaciones no eran
accesibles. Otro problema grave que señala es la atención de la salud en las
instituciones públicas, porque no existe un servicio especializado por tipo de
discapacidad o condición. Finalmente, sostiene que, para generar grandes
cambios, no sólo se requiere buena voluntad, sino que es indispensable la
información, la capacitación y la participación.
Nety Daniela Flores Barrios, en “Construyendo puentes”, comparte que
ahora es una mujer feliz, empoderada, independiente y segura de sí misma,
pero no siempre fue así, porque, como muchas personas con discapaci-
dad, ha sufrido discriminación, insultos, barreras y muchas dificultades para
tener los mismos derechos que el resto de las personas que consideramos
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I ntroducción
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A driana M. F avela H errera
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Vivencias
Construyendo puentes
Nety Daniela Flores Barrios
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M arialú C astro
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C rónicas de una mujer con discapacidad en busca de sus derechos
25
M arialú C astro
gusta, y aportando para que la brecha que aún existe entre la aceptación de
las diferencias sea menor, con lo cual, no sólo se cubre mi derecho a trabajar
con satisfacción, sino también el de la pertenencia.
Siguiendo con los temas complicados, vayamos a uno que merece aten-
ción: la salud. Bien podrían pensar que, como enferma crónica y persona
con discapacidad, ese tema está cubierto, pero no: el servicio público, adap-
tado y especializado por tipo de discapacidad o condición, sigue pareciendo
utópico.
Bien es cierto que hay muchos huecos en este tema a nivel general, pero
es común que el doctor sin experiencia juegue a adivinar o minimizar mi sin-
tomatología y que me tache de molesta, porque de fibromialgia se sabe poco
y, como es una enfermedad que por lo regular quienes la padecemos somos
mujeres, entonces seguro “soy yo la exagerada hipocondríaca” que no sabe
lo que vive día a día. Asimismo, las instalaciones tampoco están hechas para
una persona con discapacidad, o el médico no tiene la capacitación específica
para conocer las necesidades exactas de mi condición o la condición de otros,
por lo que no sabe cómo ayudarme.
En ocasiones, cuando no puedo subirme a la mesa de auscultación, el
médico hace lo que puede para revisarme. Otras, peor: a estas alturas aún
suponen que soy un ser “angelical y asexual” —omitan éste y otros temas
“delicados” para no herir susceptibilidades—, o se burlan por pedir opcio-
nes alternativas para mi tratamiento, por no reconocer que no cuentan con
tal conocimiento. También sucede que me hacen dar mil vueltas para que
alcance una ficha, para que luego un médico calificado ponga de nuevo en
un papel mi diagnóstico de discapacidad permanente, que ya sé y es notorio,
pero el trámite hay que hacerlo y repetirlo.
Parece irrisorio, porque la discapacidad permanente no se me quitará,
pero tampoco hay un sistema de obtención sencillo del comprobante
médico. Desde mi punto de vista, es necesario que esto cambie, no sólo
para hacernos más fácil el trámite, sino para tener el dato exacto de todos
los que somos: he aprendido que los caminos no se recorren ni se construyen
por sí solos, que para generar grandes cambios no sólo se requiere buena
voluntad, sino información, capacitación y participación.
26
C rónicas de una mujer con discapacidad en busca de sus derechos
1
Nota del editor: Se refiere a la crisis internacional de salud pública debida al virus que causa
la COVID-19, y que comenzó en China en diciembre de 2019.
27
Construyendo puentes
Nety Daniela Flores Barrios
¿Tú cómo crees que es la vida de una persona con discapacidad intelectual?
¿Crees que son personas “normales”, que tienen los mismos derechos que
otras personas, que pueden tener pareja? ¿Acaso pueden tener una vida
independiente? Todas estas preguntas también me las he hecho yo como per-
sona con discapacidad intelectual, y muchas veces he dudado de la respuesta.
Hoy soy una mujer feliz, empoderada, independiente y segura de mí
misma, pero no siempre ha sido así. Yo, como muchas personas con dis-
capacidad intelectual, he sufrido discriminación, insultos, barreras y muchas
dificultades para tener los mismos derechos que el resto de las personas que
consideramos “normales”. ¿Pero qué consideramos “normal”? Pues aquellas
personas que no tienen dificultades en la escuela, que pueden ser indepen-
dientes, que pueden optar por un trabajo, tener una familia, amigos...
Entonces, ¿las personas con discapacidad intelectual son normales? Porque
yo quise y quiero seguir aprendiendo, quiero tener una familia, quiero ser inde-
pendiente y tener un trabajo digno. ¿En verdad, quién es “normal”? Pienso
que nadie es normal, porque cada persona tenemos diferentes capacidades.
La situación de desigualdad y desventaja que vivimos las personas con dis-
capacidad intelectual es muy frecuente, y lo que yo he vivido es un pequeño
reflejo de lo que vive día a día este grupo de personas. Les voy a compartir
una pequeña parte de mis sentimientos, experiencias y barreras a lo largo
de mis 26 años de vida, de los que gran parte me ha tocado vivir situaciones
dolorosas; en los que el amor y la confianza de mi familia, amigos, maestros,
organizaciones, ha conseguido que supere esa condición que la sociedad me
ha impuesto.
29
N ety D aniela F lores B arrios
30
C onstruyendo puentes
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N ety D aniela F lores B arrios
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C onstruyendo puentes
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N ety D aniela F lores B arrios
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Encuentros y desencuentros
con la psiquiatría
Ilse Rebeca Gutiérrez Ramírez
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I lse R ebeca G utiérrez R amírez
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E ncuentros y desencuentros con la psiquiatría
37
I lse R ebeca G utiérrez R amírez
38
E ncuentros y desencuentros con la psiquiatría
rimentando; dicho de otro modo: los delirios se construyen para dar una
explicación a partir de percepciones, sentimientos, emociones o ideas, aun-
que las demás personas no experimenten lo mismo. La psiquiatría desacredita
estas explicaciones y las remite inmediatamente al campo de lo falso e irreal,
sin detenerse a pensar de dónde proviene esa interpretación de la realidad
provista por una persona loca, porque, desde la perspectiva psiquiátrica, no
tendría ningún sentido lógico intentar entender a profundidad un delirio. Sin
embargo, justo en el momento en que las personas locas concebimos un deli-
rio, también surge una apremiante subversión al orden del sistema de cono-
cimiento científico casi universalmente aceptado, y claramente impuesto: la
experiencia de una persona loca lo interpela, y la respuesta de la comunidad
científica, específicamente de la psiquiatría, es reiterar la invalidación del dis-
curso de personas locas, a través de diversos mecanismos y prácticas, como
el impulso a generar procesos de interdicción, la medicalización obligada y la
institucionalización, por mencionar algunos ejemplos.
Un delirio es un acto de disidencia pura, que surge a veces sin estar cons-
cientes de ello. Cuando subvertimos el orden impuesto y, de esta forma,
la manera en cómo debe ser “la realidad”, también trastocamos de uno o
varios modos la normalidad dictada políticamente. Con esta última palabra
me refiero al orden y la organización social asignada, conforme a pautas ya
establecidas de lo real.
Entendí también que es justamente la alienación lo que conduce a ser
una “persona normal, productiva y aceptable” socialmente hablando. En este
proceso se juegan represiones e introyecciones que destruyen lo que cada
quién es. En mi caso, lo viví desde diversos dispositivos, entre ellos, el medi-
camento. Mientras me encontraba casi sedada, bajo el efecto de psicofárma-
cos, escribía cómo me experimentaba en ese momento, esperando el efecto
prometido: anular el dolor, anularme a mí. Aquí un fragmento:
“El medicamento como autocensura del cuerpo”. Es como atarse a sí mismo. ¿Por
qué le temes a lo que la psiquiatría llama manía?, ¿por qué silencias tu cuerpo?
A pesar de haber tomado el medicamento, mi mente sigue aquí, la siento dentro,
trastornada, una mente que carga cadenas pesadas. Experimento sumisión, pero…
39
I lse R ebeca G utiérrez R amírez
¿Quién me quiere débil? ¿Y por qué? La quetiapina me hace dócil, pero ¿por qué
tengo que ser dócil para ser ideal? Medicar es forzar a un ser humano a ser algo
que no es…
40
E ncuentros y desencuentros con la psiquiatría
41
I lse R ebeca G utiérrez R amírez
42
Ser bilingüe, lengua de señas-español:
llave para mi inclusión
Haydée Noemí Torres Vargas
43
H aydée N oemí T orres V argas
mucho más que los otros. Lo peor era que no sabía cuál debía ser el primer
paso: luchar, ¿pero en qué sentido?
Me preguntaba cuándo había empezado a perder la audición. Imposible
saberlo. El diagnóstico lo recibí en el área de audiología del Hospital La Raza
del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), a mis 23 años. La recomen-
dación del médico para subsanar la pérdida fue la adaptación de un auxiliar
auditivo que debía pagar con mis propios recursos. Por años, fui reemplazán-
dolos por otros más modernos, que me ayudaban a captar sonidos sin que
pudiera identificarlos.
Por suerte, todo esto ocurrió tras terminar la carrera de Ciencias de la
Comunicación y Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México
(unam), así como los estudios de danza contemporánea en el Instituto Nacio-
nal de Bellas Artes (inba).
Ensordecida a los 23
Aun con toda la angustia, me sentí afortunada, porque al ensordecer ya
había aprobado el examen para ingresar a trabajar en Notimex, Agencia de
Noticias del Estado Mexicano. Fue entonces que caí en cuenta de que en
la universidad siempre llegaba temprano para sentarme hasta adelante,
que batallaba para seguir el discurso de los maestros, que preguntaba mucho
a mi compañera Carolina, y que el maestro Fernando Mejía Barquera me
traía entre ojos, llamándome la atención. En realidad, había desarrollado
mecanismos para compensar: me quedaban restos auditivos, pero los estaba
perdiendo.
Empecé a decir a quienes me rodeaban: —Perdón, pero no oigo bien—;
y, cuando me avisaban que me hablaba alguien por teléfono, alguien que
tenía tiempo sin ver, se me hacía un nudo en la garganta y sólo pedía que por
favor me dejaran el recado. En esos tiempos, a finales de los años 80, no
había teléfonos inteligentes ni mensajes de texto, ni Whatsapp, Internet,
redes sociales. Lástima.
44
S er bilingüe , lengua de señas - español : llave para mi inclusión
Bájale
Siempre debo imaginar el nivel del sonido a mi alrededor, pero muchas
veces no acierto, y hablo con tono alto de voz. En mi mente, veo como una
película, un sin fin de personas en diversos lugares y circunstancias, pidién-
dome con las manos bajar la voz, y pocas veces con las palmas elevándose,
pidiendo que repita más alto.
45
H aydée N oemí T orres V argas
46
S er bilingüe , lengua de señas - español : llave para mi inclusión
47
H aydée N oemí T orres V argas
dos, aun siendo minoría, debemos estar unidos y organizados, para difundir
información, conocer y exigir nuestros derechos”.1
Unos meses después de ese día, caminando por calles de Winterthur,
Suiza, platicando sobre un taller de joyería que yo había cursado, surgió la
idea de que juntas, a pesar de la distancia, podríamos fundar un centro, un
lugar en donde los sordos de la Ciudad de México pudieran reunirse y avan-
zar en la defensa de sus derechos, con puertas abiertas para todos ellos, sin
importar sus preferencias políticas, religiosas, sexuales, su estatus socioeco-
nómico o nivel educativo, donde se impulsara la difusión de la lsm.
Así se gestó lo que sería IncluSor, A. C.,2 Centro para la Inclusión Social del
Sordo, que fundamos dos mujeres sordas. Ibis y yo creamos una mancuerna
que se fortaleció desde el primer día de actividades, con la colaboración
incondicional de la ils Laura Álvarez, a la que después se integraron la ils Bet-
zabeth Vargas, el instructor sordo José Ramírez, y, más recientemente, Evelyn
García, entre otras muchas personas valiosas, sordas y oyentes señantes.
1
“Sordos, una minoría que debe organizarse para exigir sus derechos: especialista”, Sin
Embargo, 21 de octubre de 2012, en <https://www.sinembargo.mx/21-10-2012/406113>.
2
El centro tiene una página web: <http://www.inclusor.org.mx/>.
48
S er bilingüe , lengua de señas - español : llave para mi inclusión
3
Coalición de Personas Sordas.
4
Se puede ver una nota periodística al respecto en el siguiente vínculo: <https://youtu.be/
IjpewMc1Pis>.
5
El video está disponible en la siguiente liga: <https://www.facebook.com/alejandra.alva-
rezhidalgo/videos/10221040964349359/>.
49
H aydée N oemí T orres V argas
6
Se puede ver el video de difusión en la siguiente liga: <https://www.facebook.com/inclusor/
videos/232072721216926/?t=0>.
7
El grupo de Facebook está disponible en el siguiente vínculo: <https://www.facebook.com/
groups/270370694122607/>.
8
Disponible en <https://www.facebook.com/ilittleprinces/videos/10163667857035294
/?t=54>.
50
S er bilingüe , lengua de señas - español : llave para mi inclusión
Intérprete sordo
9
Se puede ver en <https://www.facebook.com/emilio.puertas/videos/4184087774938266/?t=5>.
10
En línea en el siguiente vínculo: <https://youtu.be/y_WPTY5ylgY>.
11
Hay ejemplos de su trabajo en <https://youtu.be/7ywKUED6pt8> y <https://youtu.be/
OoM_U0kRaII>.
51
H aydée N oemí T orres V argas
sordos leer los labios. Jorge Santiago nos recomendó,12 en lsm, descargar la
aplicación gratuita “Transcripción instantánea”, diseñada expresamente para
personas sordas o con discapacidad auditiva. La App convierte la voz en texto,
y puede identificar sonidos como la tos.
12
Su recomendación puede verse en: <https://www.facebook.com/jorgiux.santiago/videos/
10157595884998995/>.
52
Nuestra querida tía Hanna
Romina y Carlos
C.- Y yo soy Carlos Fabián Aguilar López, tengo doce años y soy primo de
Romina.
R.- Todo comenzó mucho antes de que yo naciera, cuando mi tía Hannita nació
siendo sorda. El que se dio cuenta fue mi abuelo, cuando le enseñó unas
llaves para ver si seguía el sonido y no lo hizo. Cuando yo tenía como nueve
meses, ya sabía que ella no hablaba. Aprendí el alfabeto de señas desde
muy pequeña, era necesario para poder comunicarme con ella. Cuando
tenía un año tres meses, ya podía usar señas para pedirle leche.
C.- A mí, desde que era muy pequeño, mi tía Hanna siempre me ha apoyado
y cuidado. Un día, comencé a darme cuenta de que ella no me hablaba y
me hacía señas que me costaba trabajo entender; entonces me enteré de
que ella es sorda y desde ahí empecé a practicar y a tratar de comuni-
carme con ella con señas.
R.- A veces es muy difícil comunicarme con ella, porque no entiendo muy
bien lo que me dice, pero entonces deletreamos las palabras, ya que
conozco mejor el alfabeto de señas.
C.- Sí, al principio fue un poco difícil aprender el alfabeto en lengua de señas
mexicanas, me costaba mucho trabajo decir letra por letra una palabra
completa y me tardaba demasiado. Ella me fue enseñando cómo se
decían las palabras completas y eso me facilitó más poder interactuar con
53
R omina y C arlos
mi tía. Pero no sólo tuve que aprender a comunicarme con ella, también
he tenido que acostumbrarme a convivir con ella. Por ejemplo, cuando hay
una reunión familiar, tenemos que incluirla en las pláticas, tenemos que
hablar y al mismo tiempo hacer señas. Yo soy de los que más entienden
la lengua de señas, por lo que, cuando alguien no sabe cómo explicarle
algo a mi tía, yo ayudo a traducirle.
R.- Cuando hay alguna ocasión especial, ella lleva a sus amigos y amigas. Se
divierte cuando está con ellos. Nos gusta invitarlos, porque ella se siente más
incluida y tiene con quién platicar a su ritmo y sobre los temas que tienen en
común. Hay veces en que hacen videollamadas y eso la pone muy feliz.
C.- En sus cumpleaños, las mañanitas son especiales, porque mientras unos
cantan a voces otros las cantamos con señas, y cuando algunas de sus
amigas nos acompañan a celebrarla, es un ambiente totalmente distinto a
cualquier celebración, ya que no hay música y el ambiente es silencioso,
porque todos nos comunicamos con señas. Una de las cosas que más
me extrañaban era que a mi tía le fascinara bailar, y yo preguntaba cómo
podía bailar si no escucha la música, hasta que me explicaron que ella se
guía con las vibraciones de la música. ¡Tiene un ritmazo para bailar!
A veces, cuando mi tía va sola a la calle o cuando necesita comprar o
pedir algo, pide un papel y un lápiz para escribir lo que necesita. La admiro,
porque algunas personas la ven raro o la menosprecian, pero ella no deja
que eso la deprima, que la haga sentir mal o la detenga para cumplir sus
metas. Al contrario: siempre nos demuestra que es súper capaz de realizar
cualquier cosa.
Con ella, todo es totalmente fuera de lo que podría ser normal, por-
que ella es extraordinaria. Cuando hablamos por teléfono, tenemos que
hacerlo por videollamada, y eso es más divertido que sólo escuchar las
voces. Para jugar un juego de mesa, le tenemos que explicar las reglas con
señas. Al ver la televisión o videos, le ponemos subtítulos. Cuando vamos a
el cine, yo tengo que decir a los de la taquilla la película que queremos ver,
y casi siempre le explico lo que no entiende, porque, desgraciadamente,
sólo tienen los subtítulos si las películas son en inglés. Me parece un poco
54
N uestra querida tía H anna
injusto que se dé por hecho que todas las personas podrían escuchar la
película y no consideren que existen personas como mi tía. Algo de lo que
menos me gusta es que, al viajar en taxi, yo le digo al chofer a dónde ir, lo
que me hace pensar en lo peligroso que podría ser cuando ella viaja sola:
las personas a veces suelen abusar de su condición.
R.- Mi tía Hanna se convirtió en mi madrina de bautizo, y eso la hace aún más
especial para mí. Mi tía siempre ha sido muy creativa, por eso, cuando
tengo alguna tarea que tiene que ver con artes plásticas, ella me ayuda.
También me enseña muchas cosas nuevas. Me enseña palabras com-
puestas y frases. Me gusta mucho jugar y platicar con ella de todo. Es muy
cariñosa y atenta.
R.- Me gustaría mucho ser intérprete cuando sea grande, y que las demás
personas sepan lo complejo que es el lenguaje de señas. También que la
gente con hipoacusia tenga acceso a la información y la comunicación,
55
R omina y C arlos
56
Análisis académico
Deconstruyendo discapacidad
El modelo médico deficitario, que aún sigue siendo hegemónico, asume un
principio de visión y división capacitista del mundo, en el sentido de que las
personas pueden valorarse en función de sus capacidades, de sus habilidades,
y que las limitaciones a las mismas representan un problema individual, per-
sonal, debido a cuestiones de salud o funcionalidad. Esta perspectiva sustenta
acciones de cura, tratamiento, rehabilitación, educación especial y de tutela
en el entendido de que la persona debe ser sustituida en la toma de las deci-
siones que le incumben en todos los ámbitos, a partir de la declaración del
estado de interdicción, lo cual representa su muerte civil: como persona y
ciudadana sin derechos.
A partir de 1960 la articulación y retroalimentación entre el activismo de
personas con discapacidad y el aporte teórico-conceptual de académicos
61
P atricia B rogna
Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas,
mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas
barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igual-
dad de condiciones con las demás.2
1
Organización de las Naciones Unidas, Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad y su Protocolo Facultativo, Preámbulo, inciso e, Ginebra, onu, 2006.
2
Ibid., artículo 1.
62
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Encrucijada
(Posición de discapacidad /
procesos de discapacitación) Cultura y
normatividad (cn)
Organización
económica y
política (oep) Particularidad
biológica-
conductual (pbc)
Fuente: Patricia Brogna, “Las representaciones de la discapacidad: la vigencia del pasado en las
estructuras sociales presentes”.3
3
Patricia Brogna, “Las representaciones de la discapacidad: la vigencia del pasado en las
estructuras sociales presentes”, en Patricia Brogna (comp.), Visiones y revisiones de la discapaci-
dad, México, Fondo de Cultura Económica, 2009, pp. 167-175.
63
P atricia B rogna
4
Ibidem.
5
Organización de las Naciones Unidas, Informe Mundial sobre la Discapacidad, Ginebra, oms,
2011, en <http://www1.paho.org/arg/images/Gallery/Informe_spa.pdf>. Antonio Jiménez Lara
y Agustín Huete García, Estudio sobre el agravio comparativo económico que origina la disca-
pacidad, Madrid, Dirección General de Coordinación de Políticas Sectoriales sobre la Discapa-
cidad / Universidad Carlos III de Madrid, 2011. Janeth Hernández Jaramillo e Iván Hernández
Umaña, “Una aproximación a los Costos Indirectos de la Discapacidad en Colombia”, Revista de
Salud Pública, núm. 7, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2005. Angie Leonela Orrego
Bernal y Geraldine Castiblanco Rojas, Costos indirectos de la discapacidad en Bogotá y su inci-
dencia económica, Bogotá, Universidad Católica de Colombia, 2018.
64
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
la actividad laboral. Los costos adicionales son aquellos que tienen las perso-
nas con discapacidad y sus familias para lograr un nivel de vida razonable y
que, a falta de políticas que los cubran, implican un sobreesfuerzo de la fami-
lia; por ejemplo, en términos de cuidados, cuando la familia no puede cubrir
el costo directo de un cuidador y tampoco existen políticas gubernamentales de
cuidado o de asistencia personal.
Otra distinción valiosa es la que deriva de la especie del costo cuando
éste no es puramente económico, aunque sea traducible a valor monetario
y financiero, siendo ejemplos de esta especie la satisfacción y bienestar o la
exclusión social.6
Stapleton, Protik y Stone,7 citados por Jiménez y Huete, concluyen que la
definición de costos adicionales:
6
Orrego Bernal et al., op cit., p.21.
7
David Stapleton, Ali Protik y Christal Stone, “Review of international evidence on the cost of
disability”, Research report, núm. 542, Washington, Mathematica Policy Research, 2008.
8
Jiménez Lara et al., op. cit., p. 19. El resalte del texto es propio.
9
Sophie Mitra, Michael Palmer, Kim Hoolda, Daniel Mont y Nora Groce, “Extra costs of living
with a disability: A review and agenda for research”, Disability and Health Journal, vol. 10, núm.
4, Nueva York, Elsevier, 2017, en <https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S193665741730078
X?token=4820EFE11166EF82A04A8F0558EEDDF8F25F54005E71610BE7F31C4C2EFF3352AF7
516E0C41167DB93F08DFFE0E1B391>.
65
P atricia B rogna
10
Ibidem.
11
Jiménez Lara, op. cit., p.18.
66
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Sin embargo, tal y como pone de relieve la revisión realizada por Elwan, la mayor
parte de los estudios sobre los costes que origina la discapacidad a las personas con
discapacidad y a sus familias se refieren a países desarrollados y se han realizado en
el contexto del análisis de diversos esquemas de compensación y/o asistencia.
En concreto, es en los países anglosajones donde se ha desarrollado la más intere-
sante y fructífera línea de estudios específicamente centrada en la evaluación del
coste asociado a la discapacidad.12
12
Ibid., pp. 17-18.
67
P atricia B rogna
Ciclos / fases agudas
INTANGIBLE, sin reflejo monetario directo
13
Op. cit., p. 39.
68
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
69
P atricia B rogna
De este modo, la autora aborda problemáticas que nos son conocidas: pato-
logización de condiciones de vida, expulsión del mercado laboral, sistemas de
protección social inexistentes o deficitarios, precariedad y vulnerabilidad social,
14
Pathologizing characteristics such as blindness, deafness, and physical and mental impair-
ments that have naturally appeared in the human race throughout history became a means of
social control that has relegated disabled persons to isolation and exclusion from society. By
placing the focus on curing the so-called abnormality and segregating the incurables into the
administrative category of disabled, medicine bolstered the capitalist business interest to shove
less exploitable workers with impairments out of the workforce. Ibid., p. 2.
15
Business owners and Wall Street investors rely on the preservation of the status quo labor
system (not having to absorb the nonstandard costs disabled workers represent in the current
mode of production or the reserve army of unemployed). […] The US work-based/needs-based
system is a socially legitimized means by which business and investors can economically discri-
minate and “morally” shift the cost of disabled workers onto poverty-based government benefit
programs rather than be required to hire or retain the unemployables as members of the mains-
tream workforce. Ibid., p. 4.
70
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Es a partir del análisis de Russel que podemos ampliar la mirada sobre los
cambios sociales, económicos, culturales y políticos necesarios para recon-
vertir las dinámicas en nuestras sociedades, regresando a una gestión comu-
nitaria y humana de las incertidumbres y los riesgos sociales. Inscrita en esta
lógica, la idea de costos de la discapacidad se transforma en un agravio y una
discriminación que expulsa de la corriente general de la sociedad, sobreexige
a la persona y la familia, y deniega derechos que son universales. En este esce-
nario, el temor a la discapacidad se retroalimenta con el temor al desempleo,
la pobreza y la indigencia, que se asumen también como problema y fracaso
individual.
Necesidades y apoyos
Es importante rescatar aquí dos conceptos que abonan a aquilatar de manera
más precisa el agravio o sobreesfuerzo de la persona con discapacidad y su
familia en términos de resignación del proyecto de vida y del bienestar perso-
16
Is it defensible to hold in contempt bodies that do not produce the way the capitalist class
demands, leaving disabled persons to struggle on low wages or meager benefit checks or to be ins-
titutionalized? How can the realm of work be reorganized to provide accommodations for all, and
how can all members of society be embraced and rewarded whether they work or not? Ibid., p. 12.
71
P atricia B rogna
17
Al respecto, véase: Julio Boltvinik Kalinka, Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la
pobreza y el florecimiento humano, tesis de Doctorado en Ciencias Sociales, Guadalajara, Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente, 2005.
18
Publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 24 de febrero de 2015, en <http://
cgservicios.df.gob.mx/prontuario/vigente/5401.pdf >, y como documento digital en <http://data.
indepedi.cdmx.gob.mx/documentos/pid_c.pdf>, pp. 15-17.
72
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Fuente: Programa para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad del Distrito
Federal para el Periodo 2014-2018.
19
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los
Hogares 2018, México, inegi, 2018.
73
P atricia B rogna
74
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
20
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Personas con discapacidad, Ficha temá-
tica, México, Conapred, s/f, en <https://www.conapred.org.mx/userfiles/files/Ficha%20PcD(1).
pdf>, p. 3. Nota aclaratoria: Conapred hace referencia a la enigh 2012 y al documento ejecutivo
Medición de la pobreza en México y en las Entidades Federativas 2016, publicado en 2017.
75
P atricia B rogna
Se actualiza conforme
a nuevo programa
2018 2020
Beneficio de PROSPERA (OPORTUNIDADES, PROGRESA) Benenficio PROCAMPO/ ProAgro Productivo/Producción
P042 P043
Familia ID para el Bienestar
Beneficio de PROCAMPO P043 Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito
P101
Juarez/PROSPERA
Beneficio del programa 65 y más
P044 Beca Universal para Estudiantes de Educación Media
ID Padrón P102
Superior Benito Juárez/PROSPERA
Beneficio de otros programas para adultos mayores P045
Jóvenes Escribiendo el Futuro P103
Beneficio de la tarjeta SinHambre (pal)
P046 Programas Pensión para el Bienestar de las Personas
Familia ID P104
Adultas Mayores/Beneficio del programa 65 y más
Beneficio del programa Empleo Temporal P047 Beneficio de otros programas para adultos mayores P045
Beneficio de otros programos sociales (Especifique): Programa Pensión para el Bienestar de las Personas con
P048 P105
Discapacidad Permanente
Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas,
VII. Ingresos ajenos al trabajo P106
Niños, Hijos de Madres Trabajadoras
Apartado 7.2 Ingresos monetarios por transferencias
P.1. Cuánto recibió por…? Seguro de Vida para Jefas de Familia P107
Beneficios de otros programas sociales (Especifique):
P048
Cruce
Si 1
¿Recibió el programa Jóvenes Construyendo el futuro?
No 2
Se eliminan Se añaden
21
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Actualización de programas sociales, servicios
de salud, discapacidad y clasificadores, de la enigh 2020, México, inegi, 2020, en <https://www.
inegi.org.mx/contenidos/app/consultapublica/doc/descarga/ENIGH2020/proyecto/enigh2020_
presentacion.pdf>, p. 14.
76
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
22
Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, Encuesta en la
Ciudad de México 2017. Desglose por segmentos, Ciudad de México, Copred, 2017, en <https://
copred.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/5ac/68e/276/5ac68e2763fd3309658102.
pdf>, p. 111.
77
P atricia B rogna
78
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Responsable Acción
6. Secretaría de Desarrollo Manual de Normas Técnicas de Accesibilidad
Urbano y Vivienda (local)
7. Secretaría de Movilidad Nuevo Reglamento de tránsito Ciudad de México 2019
(local) Alta de vehículo para personas con discapacidad (nuevo)
Alta de vehículo para personas con discapacidad (usado)
Balizamiento
8. Secretaría de Inclusión y Fondo para la Inclusión y Bienestar Social (Finbis)
Bienestar Social (local)
9. Secretaría de Gestión Plan familiar para la prevención de riesgos 2019
Integral de Riesgos y
Guía general de prevención y preparación en situaciones de
Protección Civil (local)
emergencia para las personas con discapacidad
10. Secretaría de Trabajo Seguro de desempleo
y Fomento al Empleo
Programa de Empleo Temporal en coordinación con el Ins-
(local)
tituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con
Discapacidad del Distrito Federal (Indepedi),
11. Secretaría del Bienestar Programa Pensión para el Bienestar de las Personas con Dis-
(federal) capacidad
Fuente: Elaboración propia.
79
P atricia B rogna
Conclusiones
Considerar los costos asociados con la discapacidad como aquellos recur-
sos tangibles o intangibles que la persona o su familia deben asignar para
cubrir tanto sus necesidades generales como específicas, y brindar los apoyos
que la persona pueda requerir, debe hacerse en el entramado de políticas
públicas, sociales, de bienestar y de gestión de riesgos, y en el horizonte de
integración-vulnerabilidad-exclusión o desafiliación social que delinea Castel,23
relacionando la debilidad o fortaleza de los vínculos sociales, con la inscrip-
ción del sujeto en estructuras sociales dadoras de sentido.
Entendidos de este modo los costos de la discapacidad, dependen más de
aquellas prestaciones y satisfactores que el Estado no brinda, y cuya provisión
debe ser procurada o solventada, en moneda o en especie, por la propia per-
sona con discapacidad y sus familias, a expensas de reducir sus expectativas y
proyectos de vida, de resignar las propias necesidades, prioridades y deseos.
Es en este sentido que, considerar los costos en términos de agravio, dis-
criminación y sobreesfuerzo económicos de las personas con discapacidad y
sus familias, hace mayor justicia al juego de poder que se lleva a cabo en el
campo de la discapacidad.
La falta de acceso a servicios y bienes generales o específicos y la no equi-
valencia de gastos entre personas con y sin discapacidad para la realización
de actividades similares en ambientes similares, enfatizan, por un lado, la
cuestión real que subyace bajo los altos costos que la discapacidad representa
para la persona y su familia: la sociedad, el mercado y el Gobierno —en sus
sistemas de salud, educación, laboral o de transporte— agravan, agravian
y sobrecargan la situación sobre los hombros de quienes resultan, así, más
vulnerados y discriminados. Por otro lado, recuperan la vieja idea de que “el
problema es de la persona”, que “le tocó”, y que debe remontar las desven-
tajas que surjan con sus propios y limitados capitales.
¿Cuándo un problema individual se transforma en social?, se pregunta
Castel. Y responde: cuando la modificación de las condiciones que causan
el problema está fuera del alcance, fuera de la posibilidad del sujeto. Si la
23
Robert Castel, La Metamorfosis de la Cuestión Social, Barcelona, Paidós, 1997.
80
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Fuentes consultadas
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, “Ley para la integración al desarrollo de
las Personas con Discapacidad del Distrito Federal”, en Gaceta Oficial del Distrito
Federal, México, 10 de septiembre de 2010, en <http://www.aldf.gob.mx/archivo-
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Boltvinik Kalinka, Julio, Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el flo-
recimiento humano, tesis de Doctorado en Ciencias Sociales, Guadalajara, Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente, 2005.
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cdmx.gob.mx/images/leyes/leyes/LEY_%20ORG_DEL_INST_DE_PLANEACION_
DEMOCRATICA%20_Y_PROSPECTIVA_DE_LA_CDMX.pdf>.
Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal, Recomendaciones
hechas a la Dirección General del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del
Distrito Federal, México, Evalúa DF, 2009, en <https://evalua.cdmx.gob.mx/storage/
app/media/uploaded-files/files/Atribuciones/programassociales/rec_def_disc.pdf>.
Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, Encuesta
en la Ciudad de México 2017. Desglose por segmentos, Ciudad de México, Copred,
2017, en <https://copred.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/5ac/68e/276/5
ac68e2763fd3309658102.pdf>.
81
P atricia B rogna
82
A gravio , discriminación y sobreesfuerzo económicos
de las personas con discapacidad y sus familias
Mitra, Sophie, Michael Palmer, Kim Hoolda, Daniel Mont y Nora Groce, “Extra costs of
living with a disability: A review and agenda for research”, Disability and Health Jour-
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der/sd/pii/S193665741730078X?token=4820EFE11166EF82A04A8F0558EEDDF8F
25F54005E71610BE7F31C4C2EFF3352AF7516E0C41167DB93F08DFFE0E1B391>.
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en <https://evalua.cdmx.gob.mx/storage/app/media/uploaded-files/files/Atribucio-
nes/programassociales/resp_dif_df.pdf>.
83
P atricia B rogna
84
Espacios seguros en una ciudad accesible
para todas las personas con discapacidad
Víctor Lizama*
Introducción
En una ciudad que aspire a ser considerada incluyente y accesible habría que
preguntarse cuáles son las herramientas, leyes, servicios y estrategias o di-
námicas que permiten a los sujetos ser parte de la organización urbana elimi-
nando barreras; es decir, conocer el marco normativo, las políticas públicas,
los programas sociales, el entorno en el que se habita, los servicios y los
productos, las ofertas de empleo y las opciones económicas adecuadas que
faciliten a todas las personas, independientemente de su condición funcio-
nal, llevar una vida autónoma en la que gocen y ejerzan a plenitud todos sus
derechos.
Esta reflexión parte de la experiencia que hemos vivido por la pandemia
de COVID-19, que desde hace varios meses nos ha mantenido a todas
* Activista por los derechos de las personas con discapacidad. Fue instructor para personas
con discapacidad psicosocial en la asociación civil Voz Pro Salud Mental, así como de los talleres
de sensibilización sobre discapacidad para personas servidoras públicas en el Instituto para las
Personas con Discapacidad de la Ciudad de México. Ha sido conferencista en temas relacionados
con la salud mental, la discapacidad psicosocial, la capacidad jurídica y el acceso a la justicia para
personas con discapacidad en diversas instituciones y foros, en México y el extranjero. Cursó los
diplomados en Derecho a la No Discriminación (Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México, 2017), en lengua de señas mexicana (INDISCAPACIDAD
CDMX, 2017) y de Formación de Facilitadores en Procesos Restaurativos (Instituto Internacional
de Derecho y Justicia Restaurativa, 2019). En la actualidad colabora en la organización mexicana
Documenta, análisis y acción para la justicia social A. C. (donde es coordinador del equipo de per-
sonas facilitadoras de justicia del “Programa Discapacidad y Justicia”), y es integrante del Comité
Técnico de Consulta del Mecanismo Independiente de Monitoreo Nacional de la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
85
V íctor L izama
86
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
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V íctor L izama
88
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
se han hecho para un determinado tipo de individuo, que tiene ciertas capa-
cidades consideradas positivas y que puede enfrentarse a las condiciones del
entorno de manera autónoma a partir de su libre determinación y agencia,
reconocidos jurídicamente.
La accesibilidad se entiende como el acceso que se tiene a los espacios,
servicios y productos, sin embargo, se puede llegar a confundir con la asequi-
bilidad, que es la fácil obtención. El acceder (accesibilidad) y el obtener (ase-
quibilidad) son aparentemente similares, sin embargo, el acceder se puede
analizar desde un sentido asistencialista no canjeable, que reduce y desapa-
rece las barreras estructurales y del entorno para la interacción autónoma del
sujeto, mientras que el obtener (asequibilidad) se puede ver como un acto
meritorio, sumativo, mercantil y paliativo, que condiciona al sujeto a deter-
minados espacios, servicios y productos. Lo anterior se puede ejemplificar
en la persona “con una o varias discapacidades” que tiene derecho, tal cual
se menciona en el artículo 1 del capítulo 1 de la Ley de accesibilidad para la
Ciudad de México, vigente desde el 12 de enero del 2017, a que:
89
V íctor L izama
1
The Center for Universal Design, “About the Center: Ronald L. Mace”, Center for Universal
Design, North Carolina State University, 2008, en <https://projects.ncsu.edu/ncsu/design/cud/
about_us/usronmace.htm>.
90
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
cer soluciones integrales que mejoren la calidad de vida de las personas con
esa condición, pero sin advertir la necesidad de incidir en las políticas públicas,
lo cual terminó generando un discurso demagógico que ofrecía un entorno
universal y dejaba a las personas con discapacidad aún sin la posibilidad de
ser reconocidas como sujetas de derecho.
A la par de la problematización de la discapacidad desde la academia,
se fue desarrollando una movilización constante de los colectivos de personas
con discapacidad, particularmente, desde la posguerra y en los países consi-
derados desarrollados. Las propias personas con discapacidad reivindicaron
su dignidad y su diversidad, desde los colectivos de personas con discapaci-
dad motriz hasta los de personas usuarias y exusuarias de la psiquiatría, aun
cuando la percepción social de estas condiciones era diferente, de la lástima
al miedo, y establecía también barreras de diferente naturaleza, desde la
falta de accesibilidad física hasta la restricción de la capacidad jurídica.
91
V íctor L izama
92
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
2
Robert McRuer, “Compulsory able-bodiedness and queer/disabled existence”, The Disabi-
lity Studies Reader, 2010, en <http://dsfnetwork.org/assets/Uploads/DisabilitySunday/31206.-
McRuer-Compulsory-Able-Bodiness.pdf>.
93
V íctor L izama
94
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
95
V íctor L izama
96
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
En México, formalmente, los jueces son quienes deben resolver si una per-
sona es inimputable. Sin embargo, una vez que se observa, o se sospecha que
la persona tiene dificultades para comprender, ubicarse, comunicarse, o
que tiene comportamientos que salen de la norma, son los peritajes psiquiá-
tricos, hechos de manera arbitraria y apresurada, los que pesan para insinuar
su inimputabilidad, al advertir lo que en términos discriminatorios llaman
“trastorno mental” o “desarrollo intelectual retardado”. Además de que
dichas valoraciones clínicas apoyan la restricción de la capacidad jurídica des-
pués de advertir una supuesta limitación de la capacidad mental, también alertan
de una potencial peligrosidad en la persona, para ella misma o para la socie-
dad. De este modo, la declaración de inimputabilidad ocasiona un procedi-
miento penal en el que, al restringirse la capacidad jurídica de la persona, se
afectan también sus derechos a un debido proceso, a un juicio imparcial, al
acceso a la información y a la apelación de la sentencia. Asimismo, se impo-
nen medidas de seguridad que pretenden salvaguardar a la sociedad y al
mismo individuo del supuesto peligro que representa.
La inimputabilidad es parte de un sistema de doble vía en el derecho penal.
Después de la sentencia, las personas imputadas recibirían una pena al tener
responsabilidad penal. En cambio, a las personas inimputables, siendo res-
ponsables sociales, se les impondrían medidas de seguridad. Las medidas de
seguridad tienen, básicamente, dos fines: garantizar la curación, y la custodia
de la persona inimputable en función de su peligrosidad, con la intención de
evitar la comisión a futuro de un delito. Estas medidas son un mecanismo
de supuesta protección social que no toma en cuenta a la persona a la que se
le imponen: no hay control sobre su duración, conllevan un control farmaco-
lógico disfrazado de tratamiento y limitan la posibilidad de recibir beneficios
de preliberación; también obligan a que la persona inimputable cuente con un
representante que se haga responsable si accede a la libertad y sale de la
cárcel psiquiátrica.
En los dos aspectos expuestos —la educación y el acceso a la justicia—
son evidentes los diferentes tipos de barreras hacia las personas con disca-
pacidad, sobre todo en discapacidades no tan perceptibles, pero altamente
estigmatizadas, como las psicosociales e intelectuales.
97
V íctor L izama
Capacitismo
Para entender lo que la Convención internacional sobre los derechos de las
personas con discapacidad denomina como barreras, y sobre qué guarda sus-
tento la figura de la inimputabilidad, como expresiones que impiden el ejerci-
cio pleno de derechos a las personas con discapacidad, hemos de recurrir a un
concepto que define el sociocentrismo, la opresión y discriminación histórica
hacia las personas con discapacidad: el llamado capacitismo.
Nuestra sociedad y la forma en que opera están construidas para personas
sin discapacidad, que pueden ver, escuchar, caminar por su propio pie, que
tienen ciertas capacidades cognitivas, formas de comunicarse, comportarse y
regular sus emociones. Por estas razones, las personas con discapacidad han
sido eliminadas, segregadas, excluidas o, en el mejor de los casos, se preten-
dió incorporarlas a los diferentes ámbitos de la vida social desde enfoques
que buscan su normalización o que se construyen desde el voluntarismo, y en
los que no se reconoce la validez de sus existencias funcionales diversas ni los
derechos plenos que, por el solo hecho de ser personas, debieran tener. De
esta manera se perpetúan las percepciones que colocan a las personas con
discapacidad como sujetos de lástima o de inspiración; en la primera, asumidas
como acontecimiento negativo, indeseable, punitivo y corruptor, mientras que,
en la segunda, asumidas como acontecimiento positivo, especial y de eterna
tutela —de ésta surge la figura proteccionista de la inimputabilidad—. Frases
como “la única discapacidad es la que está en la mente” describen con total
claridad este fenómeno, ya que está construida desde la idea de la discapaci-
dad como un problema individual, en el que la persona con esta condición
puede superarse a partir de eliminar sus propias barreras mentales. Así, no
importarán las distintas formas de las barreras que restringen derechos e impi-
den la participación en comunidad (desde las arquitectónicas hasta las lega-
les), si la persona con discapacidad tiene la actitud correcta y hace ejercicio
de voluntad, podrá por sí misma vencer cualquier dificultad y, en el mejor de
los casos, ser motivo de inspiración para personas sin discapacidad: “Si esa
persona con tantas limitaciones puede, ¿por qué yo, como persona ‘nor-
mal’, no?”.
98
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
3
María R. Carreras, “Las personas que usan sillas de ruedas son discapacitadas porque la
sociedad sigue construyendo escaleras”, El Salto, 21 de agosto de 2019, en <https://www.elsal
todiario.com/antiespecismo/Geertrui-Cazaux-capacitismo-especismo-EACAS?fbclid=IwAR1X0S
XUr1w7Vp2qEQ6Az9BDBaoBlqETowEZt36kt-RS4APo54-bBzSMVDQ>.
4
Vicente Manzano-Arrondo, “Ideología y aversión ideológica”, Revista internacional de
sociología, vol. 75, núm. 3, España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2017.
5
Giovanni Sartori, “Representación”, Gianfranco Pasquino (ed.), Elementos de ciencia polí-
tica, Barcelona, Ariel, 1986.
99
V íctor L izama
100
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
Barreras
Como se señaló antes, el capacitismo genera realidades y condiciones en las
que determinados sujetos, ya sea por las singularidades de sus cuerpos o
sus subjetividades, se ven enfrentados a barreras que les imposibilitan el
ejercicio pleno de sus derechos, y que es menester emprender medidas que
permitan la accesibilidad para todos y todas. Pensando en particular en las
personas con discapacidad, estas barreras se acentúan, sobre todo, cuando
son mujeres, cuando pertenecen a poblaciones como la lgbtia+, cuando son
indígenas o afromexicanas, cuando viven con vih y, en general, cuando pertene-
cen a sectores que viven en situaciones de mucha precarización y vulneración
sistemática y estructural. Asimismo, se apuntaba también, en la introduc-
ción del texto, la complejidad de las formas de habitar el mundo a partir de
las diversas intersecciones que atraviesan las experiencias de las personas.
En este sentido, en la Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad, el reconocimiento de esta interseccionalidad se señala puntual-
mente en el artículo 6, respecto al reconocimiento de las múltiples formas de
discriminación a las que están sujetas las mujeres con discapacidad, y que
señala también la necesidad de adoptar medidas que aseguren el ejercicio
101
V íctor L izama
102
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
en que la sociedad está organizada, de los patrones sociales que van fincando
jerarquías y que terminan naturalizando la exclusión de quienes no cumplen
con las exigencias establecidas a partir de la productividad, la competitividad
y el individualismo. Es decir, hay barreras que trascienden la materialidad de
los entornos y de los cuerpos, y que refieren a la experiencia en los procesos
mismos de socialización —por ende, de la exposición a diversas expresiones
de violencia— y, por lo tanto, remiten a procesos subjetivos e intersubjetivos de
y entre las personas con discapacidad, que no tienen propiamente un anclaje
en las condiciones de sus discapacidades.
Por ejemplo, retomando algunas experiencias de personas con discapacidad
psicosocial que se encuentran en situaciones de encierro asilar, podemos adver-
tir las barreras infraestructurales de los espacios de encierro que nos remiten a
la presencia de circuitos de vigilancia, a puertas bajo llave que coartan el
desplazamiento, a la destinación mínima de espacios para la recreación, el ocio
y la convivencia —o, en el peor de los casos, su ausencia total—, a las redu-
cidas dimensiones de espacios de uso común como los dormitorios o los
sanitarios y su hacinamiento consecuente —impidiendo toda experiencia de
privacidad e, incluso, erótica de sí—, y en general toda expresión en que se mate-
rialice la lógica manicomial. Tales expresiones incluyen las carencias de acceso a
insumos de uso y cuidado personal —como el jabón, cepillos dentales, pastas
dentales, cepillos para el cabello, desodorantes, crema para el cuerpo, vesti-
menta, calzado—, así como a insumos alimentarios que provean de un desa-
rrollo y experiencia plena de las personas.
Quienes no se encuentran en situaciones como el encierro se enfrentan a
barreras que refieren al diseño urbanístico, es decir, cómo están construidos
y organizados los asentamientos humanos como las ciudades —la ubicación
de los inmuebles y sus dimensiones—, así como el enfrentamiento a las diná-
micas de los flujos humanos en calles, avenidas, parques y, sobre todo, a
sus sistemas de transporte. Respecto a esto último, es relevante la cercanía,
el contacto al que se enfrentan las personas, pensando particularmente en
aquellas con discapacidad psicosocial, para quienes puede representar una
situación de suma ansiedad sostener demasiada proximidad con otros. En el
contexto de la Ciudad de México, que ronda los nueve millones de habitan-
103
V íctor L izama
tes, tal situación se acentúa, pues el transporte más usado, que es el Metro,
registra un flujo cercano a 4.6 millones de personas al día, distribuidas en 12
líneas y 277 trenes. En este sentido, diría Collin Ellard que:
6
Collin Ellard, Psicogeografía. La influencia de los lugares en la mente y el corazón, Barcelona,
Editorial Ariel, 2016, p. 157.
104
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
Accesibilidad
Como condición previa para que las personas con discapacidad puedan vivir
de manera independiente y participar en la comunidad, sin discriminación y
en igualdad de condiciones que las demás, disfrutando a plenitud de todos
sus derechos y libertades fundamentales, es necesario que exista accesibili-
dad en el entorno físico —referida al acceso físico y espacial, que ya hemos
mencionado previamente—, en el transporte —articulada a la accesibilidad
en el entorno, referida a la presencia de rampas, rebajes de aceras, autobu-
ses accesibles, semáforos sonoros y taxis adaptados—, a la información, a
las comunicaciones y, agregaríamos, en la forma en que se da la interacción
personal.
Asimismo, existen otras conceptualizaciones de la accesibilidad, que nos
remiten, en primer lugar, a la accesibilidad auditiva, referida a la ausencia de
ruido, considerado como principal factor obstructor de la escucha —con el
propósito de no amplificar las señales de sonido para las personas usuarias
de implantes cocleares—, así como el uso de determinados materiales para la
construcción que eviten la reverberación, posibiliten la absorción acústica, aís-
len el sonido, y la implementación de sistemas de comunicación y productos
de apoyo,7 como personas intérpretes de lengua de señas. En segundo lugar,
a la accesibilidad web, referida a la implementación de lectores de pantalla
o líneas braille, teclados braille, generación de documentos braille que sean
imprimibles, o la adecuación de teclados con botones grandes y el uso de
comandos de voz.8 Por último, a la accesibilidad cognitiva, referida a la adap-
tación de los entornos, productos y servicios de manera que las personas con
discapacidad intelectual, migrantes o personas de incorporación tardía a la
escolarización puedan acceder a ellos, como la lectura fácil.9
7
Bensusán Martín Espínola Jiménez, “La accesibilidad en el entorno para personas con disca-
pacidad auditiva”, Auditio. Revista Electrónica de Audiología, vol. 4, núm. 2, España, Departa-
mento de Derecho de la Universidad de Granada, 2015.
8
José Luis Crespo Fajardo, “Tecnologías para la accesibilidad web”, asri. Arte y Sociedad.
Revista Investigación, núm. 12, Ecuador, Universidad de Cuenca, 2017.
9
Plena Inclusión Asturias, Hablemos de accesibilidad cognitiva, 2018, en <https://www.
plenainclusionasturias.org/wp-content/uploads/2016/11/Descarga-la-Revista-Hablemos-de-
Accesibilidad-Cognitiva.pdf>.
105
V íctor L izama
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que esta-
rán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo
sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Las leyes federales y
locales establecerán los medios necesarios para que se garantice la independencia
de los tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones.
10
Alejandra Montané, “Justicia social y educación”, Revista de educación social, núm. 20,
enero, España, Consejo General de Colegios Oficiales de Educadoras y Educadores Sociales, 2015.
106
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
vención sobre los derechos de las personas con discapacidad (cdpd), la accesibi-
lidad se señala como una obligación que los Estados deben garantizar, es decir,
que éstos garantizarán que las personas con discapacidad puedan acceder a los
entornos, el transporte, la información y las comunicaciones en todos los ámbi-
tos, que les permitan tener autonomía, participación social y vida en comunidad.
Así, la accesibilidad es, sobre todo, un derecho llave para el ejercicio de
derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y se proyecta
como un beneficio más allá de las personas con discapacidad: podemos sinte-
tizar que es una estrategia para generar igualdad sustantiva. Por el contrario,
la falta de accesibilidad se torna en una forma de discriminación indirecta.
Desde el preámbulo de la cdpd se señala a la accesibilidad como uno de los
principios rectores de este instrumento internacional de derechos humanos, y
en el artículo 9 se dan las pautas generales de lo que implica el derecho a la
accesibilidad en cuatro ámbitos: el entorno, el transporte, la información
y las comunicaciones. A la letra, el artículo dice:
Accesibilidad
1. A fin de que las personas con discapacidad puedan vivir en forma independiente y
participar plenamente en todos los aspectos de la vida, los Estados Partes adoptarán
medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en
igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, el transporte, la información
y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las
comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público,
tanto en zonas urbanas como rurales. Estas medidas, que incluirán la identificación y
eliminación de obstáculos y barreras de acceso, se aplicarán, entre otras cosas, a:
a) Los edificios, las vías públicas, el transporte y otras instalaciones exteriores e inte-
riores como escuelas, viviendas, instalaciones médicas y lugares de trabajo;
b) Los servicios de información, comunicaciones y de otro tipo, incluidos los servi-
cios electrónicos y de emergencia.
107
V íctor L izama
11
Débora J. Schneidermann, “Facilitando la accesibilidad desde distintos ámbitos de interven-
ción profesional”, Margen, núm. 66, septiembre, Argentina, Universidad de Buenos Aires, 2012.
108
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12
Floreal Ferrara, Teoría social y salud, Buenos Aires, Catálogo Ediciones, 1985.
109
V íctor L izama
Por otro lado, en el ámbito de la justicia, debemos pensar qué medidas son
necesarias para conseguir la accesibilidad para todas las personas, incluidas las
personas con discapacidad, y, entre éstas, especialmente de las personas con
discapacidad psicosocial o intelectual, un colectivo históricamente criminali-
zado debido a vivir con determinadas condiciones patologizadas, como algún
diagnóstico psiquiátrico. Sin duda, para poder realizar esa accesibilidad total,
verdaderamente inclusiva, es necesario atender las voces de las propias per-
sonas con discapacidad psicosocial, reconocer su diversidad, reconocer que,
para alcanzar la inclusión verdadera, la accesibilidad completa, es necesario
generar espacios seguros, que favorezcan y alimenten la salud mental de las
comunidades.
La accesibilidad genera obligaciones ex-ante, esto quiere decir que es un
requisito obligatorio antes de una solicitud específica. Los nuevos servicios
y entornos deben considerarla de origen —aunque, en los casos en los que
no haya sido establecida desde el principio en dispositivos y contextos, se
pueden definir plazos para integrarla—, y es obligación en servicios públicos
y privados.
Es necesario considerar también que la salud mental es una cuestión trans-
versal que atraviesa a todas las poblaciones humanas, y que por ello tiene que
ser considerada desde diferentes puntos de vista, más allá de lo clínico, más
allá de cuestiones sanitarias. Así, como lo advertimos en la pandemia por el
SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, a la cual nos estamos enfrentando,
la salud mental es un tema de suma trascendencia. Durante esta crisis ha
quedado claro que el encierro no favorece la rehabilitación de las personas ni
su inserción a las comunidades, a la sociedad, y que nunca será una opción
viable, mucho menos para las personas con discapacidad psicosocial.
Vayamos reconociendo estas necesidades, generemos estrategias que conside-
ren la accesibilidad desde un enfoque psicosocial. Es necesario que haya rampas,
intérpretes de lengua de señas, que se extienda el uso del braille, las guías
podotáctiles, los cruces seguros, las cadenas de accesibilidad; que los espacios
arquitectónicos y urbanísticos, el transporte, las comunicaciones, la información
consideren la diversidad de los cuerpos, la necesidad específica que pueda
tener cada persona en el aspecto comunicacional, en el cognitivo. Pero, tam-
110
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
bién reconozcamos que hay cuestiones que, hasta hoy, en el tema de la acce-
sibilidad, no se han tenido presentes: el factor psicosocial, lo interpersonal.
Hay personas que tienen formas de ser y estar muy particulares —como
las personas con discapacidad psicosocial—, que en algún momento pueden
tener situaciones más agitadas, situaciones en las que el requerimiento de
apoyos sea más acentuado, sobre todo, de tipo psicosocial, y con mayor
grado en situaciones críticas en salud mental. Se tiene que trabajar en estra-
tegias para esos casos a partir de las necesidades de apoyo, pensado en la
diversidad de las personas, y ver esas estrategias como parte del derecho
a la accesibilidad de las personas con discapacidad psicosocial.
Aquí puedo enunciarme desde la experiencia como facilitador de justi-
cia, y proporcionar un breve panorama. En 2017, Documenta13 comenzó un
programa piloto con el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México,
llamado “Hacia un sistema de justicia incluyente”. Este programa consistió en
que personas capacitadas por la propia organización asistieran a audiencias
penales en las que participan personas con discapacidad psicosocial e intelec-
tual como víctimas, testigos o imputadas. Desde entonces, la labor de estos
especialistas ha sido proponer ajustes de procedimiento, una figura que
menciona la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad
en el artículo 13, referido al acceso a la justicia.
Los ajustes de procedimiento son adecuaciones que se deben realizar cada
vez que una persona con discapacidad participa en cualquier tipo de proceso
de justicia, sea en lo familiar, en lo civil, en lo mercantil o en lo penal, para
eliminar barreras que impidan su participación plena y efectiva. En el caso de
discapacidad perceptible, estas adecuaciones son más detectables, porque
comúnmente implican modificaciones en el entorno y en la comunicación;
pero en el caso de personas con discapacidad psicosocial e intelectual, los
ajustes implican, de alguna forma, reconocer la capacidad jurídica de las per-
13
Documenta es una organización de la sociedad civil fundada en 2010 y ubicada en la
Ciudad de México, que, por medio del litigio estratégico, la comunicación, la investigación y el
fortalecimiento de capacidades busca incidir en la construcción de un sistema de justicia respe-
tuoso de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, en conflicto con la ley y
con discapacidad psicosocial o intelectual.
111
V íctor L izama
…el facilitador es un tercero imparcial que brinda apoyo a la persona con disca-
pacidad intelectual y psicosocial para participar en su proceso, y también apoya
a los operadores de justicia para entender las implicaciones que tiene la discapa-
cidad en el proceso mismo; es decir, el facilitador trabaja en una doble vía: como
apoyo a la persona con discapacidad y como apoyo a los operadores del sistema
de justicia.14
14
Documenta A. C., ¿Cómo surgen las y los facilitadores de justicia?, 28 de julio de 2017, en
<https://www.youtube.com/watch?v=kwMAdqYOyjA>.
15
Ibidem.
112
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
113
V íctor L izama
Conclusiones
Es necesario reconocer a la dignidad y la diversidad como valores de la expe-
riencia humana, y hacer a un lado la idea de que existen individuos incomple-
tos, deficientes, limitados o inútiles que deben de adaptarse, medicarse o
corregirse de alguna manera para encajar en la sociedad y el espacio físico. Es
necesario construir una ciudad accesible, pese a los fenómenos históricos y
estructurales que han posibilitado la discriminación, la exclusión y la margina-
ción. Esta transformación del espacio y de la interacción social debe partir
desde un marco normativo que reconozca plenamente los derechos de
todas las personas con discapacidad, de la mano de la toma de conciencia. En
este sentido, la Constitución Política de la Ciudad de México es un instru-
mento de av anzada en el reconocimiento de los valores humanos referidos y,
si bien el instrumento es perfectible, sienta un extraordinario marco de refe-
rencia para trasformar los espacios y servicios, así como para derribar barre-
ras —que a lo largo del tiempo se han erigido para separar y oprimir a
quienes no encajan en la sociedad—, favoreciendo la participación y la
agencia de los individuos. La tarea que desde las instituciones públicas y la socie-
dad en general tenemos es hacer reconocernos en ese documento y vol-
verlo acción en nuestra vida cotidiana, para el beneficio de todas y todos,
incluidas las personas con discapacidad.
Fuentes consultadas
Carreras, María R., “Las personas que usan sillas de ruedas son discapacitadas por-
que la sociedad sigue construyendo escaleras”, El Salto, 21 de agosto de 2019,
en <https://www.elsaltodiario.com/antiespecismo/Geertrui-Cazaux-capacitismo-
especismo-EACAS?fbclid=IwAR1X0SXUr1w7Vp2qEQ6Az9BDBaoBlqETowEZt36kt-
RS4APo54-bBzSMVDQ>.
Crespo Fajardo, José Luis, “Tecnologías para la accesibilidad web”, asri. Arte y Socie-
dad. Revista Investigación, núm. 12, Ecuador, Universidad de Cuenca, 2017.
114
E spacios seguros en una ciudad accesible para todas las personas con discapacidad
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Personas con discapacidad se terminó de imprimir el 28 de septiem-
bre de 2020, en Talleres Gráficos de México, Avenida Canal del Norte
80, colonia Felipe Pescador, 06280, Ciudad de México. El cuidado
de la edición estuvo a cargo de Ricardo Raúl Benítez Estrada, analista
corrector de estilo. El tiro consta de 1 500 ejemplares impresos en
papel bond de 90 gramos y forros en cartulina sulfatada de 12 pun-
tos. Se utilizó la fuente tipográfica Frutiger.
Los textos presentados en esta obra ayudan a entender las circunstancias complicadas que las
personas con discapacidad y sus familias enfrentan debido a una sociedad poco consciente,
que discrimina y margina, pero también orientan respecto de lo que debemos hacer las
instituciones y la comunidad para crear un entorno favorable, donde se desarrollen plena y libre-
mente y logren su proyecto de vida, empezando por fortalecer los lazos como seres humanos.
Además, al sensibilizar a la población acerca de la realidad que viven, buscan hacer conciencia
de que, como integrantes de la sociedad, debemos garantizar la inclusión de quienes confor-
man este grupo de atención prioritaria: son una invitación a trabajar de la mano con las perso-
nas con discapacidad, quienes se integran bajo el lema “Nada de nosotros sin nosotros”.