[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
123 vistas167 páginas

Figura Materna

Este documento presenta un análisis literario de la figura materna en cuatro obras de la literatura colombiana contemporánea con el fin de sensibilizar acerca del rol materno. Incluye introducción, marco referencial y conceptual, diseño metodológico y análisis de las obras Puerto Silencio de Fernando Soto Aparicio, La novia oscura de Laura Restrepo y Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett, examinando la representación de la maternidad, temas, contextos e influencias. El objetivo es comprender la construcción histórica
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
123 vistas167 páginas

Figura Materna

Este documento presenta un análisis literario de la figura materna en cuatro obras de la literatura colombiana contemporánea con el fin de sensibilizar acerca del rol materno. Incluye introducción, marco referencial y conceptual, diseño metodológico y análisis de las obras Puerto Silencio de Fernando Soto Aparicio, La novia oscura de Laura Restrepo y Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett, examinando la representación de la maternidad, temas, contextos e influencias. El objetivo es comprender la construcción histórica
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 167

ANÁLISIS LITERARIO DE LA FIGURA MATERNA EN CUATRO OBRAS

DE LA LITERATURA COLOMBIANA CONTEMPORÁNEA


Propuesta de sensibilización sobre el rol materno desde la
Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del Tecnológico de
Antioquia I.U. (Colombia)

Luisa Fernanda Agudelo Meneses


Ana Isabel Ramírez

Trabajo de grado y de práctica profesional en modalidad Investigación


para optar al título de Licenciadas en Educación Básica con énfasis en
Humanidades y Lengua Castellana

Asesores:
Adrián Alonso Arcila Parra, Magíster en Neuropsicología y Educación
(2019 - semestre 2)
Gloria Londoño Monroy, Doctora en Multimedios Educativos
(2020 – semestre 1)

Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria


Facultad de Educación y Ciencias Sociales
Pregrado en Licenciatura en Educación Básica con énfasis en
Humanidades y Lengua Castellana Medellín
2019-2020
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS

La literatura es siempre una expedición a la verdad.


Franz Kafka.

Agradecemos de manera general a todas las personas que de una u otra manera
colaboraron en el proyecto, a los docentes Marta Cecilia Echeverri Cartagena, Bibiana
Escobar García, Luis Gabriel Restrepo Mejía y Virginia López de Roll. De forma especial, a
Adriana Patricia López, mujer de fuego, de letras, de vida. Y a nuestra asesora, Gloria
Londoño Monroy, sin la cual el resultado no hubiera sido tan exitoso.

Este proyecto lo dedico a mi hijo Marcos: en tus ojos se refleja la bondad del mundo,
amo cada día a tu lado, gracias por ser mi ancla y mi norte. A mi familia, sin quienes este
logro no sería posible. A Ana Isabel y a mi Nayi a quienes este pregrado me regaló para la
vida.

Luisa Fernanda Agudelo Meneses

***

El presente trabajo investigativo lo dedico a mis hijos: Miguel Ángel y Juan José;
ustedes son la razón más legítima que la vida me dio para culminar mi carrera, y este
trabajo es la muestra fiel de cada momento en familia sacrificado. A mi hermana Gloria
Yaneth, quien renunció a sus sueños para darle vida a los míos, ¡este logro es para ti!

A mi amiga Kelly Ferreira, gracias a su incondicional apoyo esta experiencia fue una de
las más especiales. Con mucho amor, admiración y respeto a Luisa Fernanda Agudelo;
capitana de este barco y pilar en toda mi formación profesional.

Y a ti, mi compañera de vida dedico este logro porque durante estos años has sabido
apoyarme para nunca desistir. Tus consejos, amor, sabiduría y paciencia me ayudaron a
concluir esta meta.

Ana Isabel Ramírez


TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 10
CAPÍTULO I – PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN..................................... 14
1.1 Delimitación del tema ...................................................................................... 14
1.2 Contexto de la investigación ............................................................................ 15
1.3 Planteamiento del problema y justificación ...................................................... 17
1.4 Objetivos ......................................................................................................... 33
1.4.1 Objetivo general ................................................................................... 33
1.4.2 Objetivos específicos ............................................................................ 33
CAPÍTULO II – MARCO REFERENCIAL Y CONCEPTUAL ...................................... 34
2.1 Marco referencial: Figura materna en la literatura ¿cómo se formó el ideal? ... 34
2.1.1 Criterio: la madre a través de la literatura ............................................. 34
2.1.2 Criterio: maternidad como construcción histórica.................................. 39
2.1.3 Criterio: literatura y formación ............................................................... 43
2.2 Marco conceptual ............................................................................................ 46
2.2.1 Literatura, corpus literario y formación .................................................. 47
2.2.2 Análisis literario .................................................................................... 50
2.2.3 Contextualización histórica de la figura de la madre ............................. 54
2.2.4 La figura materna en la literatura universal ........................................... 58
2.2.5 La figura materna en la literatura colombiana contemporánea.............. 66
CAPÍTULO III – DISEÑO METODOLÓGICO ............................................................. 73
3.1 Paradigma y enfoque ....................................................................................... 73
3.2 Método, estrategias e instrumentos ................................................................. 75
3.3 Muestra ........................................................................................................... 76
3.4 Categorías de análisis ..................................................................................... 77
3.5 Matriz de análisis ............................................................................................. 78
CAPÍTULO IV – ANÁLISIS Y PROPUESTA .............................................................. 80
4.1 La figura de la madre en Puerto Silencio (1975), de Fernando Soto Aparicio:
perpetuar la estirpe .......................................................................................... 80
4.1.1 Vida y obra del autor............................................................................. 80
4.1.2 Corriente a la cual pertenece ................................................................ 82
4.1.3 Influencias literarias .............................................................................. 82
4.1.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra .................................... 83
4.1.5 Sinopsis - argumento ............................................................................ 83
4.1.6 Tema: el impacto que tiene la madre en la psiquis de sus hijos. ........... 84
4.1.7 Tiempo en el que ocurre la obra ........................................................... 84
4.1.8 Contexto o espacio de la historia .......................................................... 84
4.1.9 Personajes principales.......................................................................... 84
4.1.10 Rol de la madre: la otra cara de la maternidad ................................... 85
4.1.11 Símbolos ............................................................................................ 88
4.1.12 Conclusiones ...................................................................................... 89
4.2 La figura de la madre en La novia oscura (1999), de Laura Restrepo: la
prostitución ...................................................................................................... 90
4.2.1 Vida y obra de la autora........................................................................ 90
4.2.2 Corriente a la cual pertenece ................................................................ 91
4.2.3 Influencias literarias .............................................................................. 91
4.2.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra .................................... 91
4.2.5 Sinopsis - argumento ............................................................................ 92
4.2.6 Tema: la decisión de una mujer de ejercer la prostitución. ................... 93
4.2.7 Tiempo histórico de la obra................................................................... 93
4.2.8 Contexto o espacio de la historia .......................................................... 93
4.2.9 Personajes principales.......................................................................... 94
4.2.10 Rol de la madre: la maternidad en medio de la prostitución................ 94
4.2.11 Símbolos ............................................................................................ 97
4.2.12 Conclusiones ...................................................................................... 99
4.3 La figura de la madre en Lo que no tiene nombre (2013), de Piedad Bonnett:
desde la compañía, la muerte, el dolor y sanación ........................................ 100
4.3.1 Vida y obra del autor........................................................................... 100
4.3.2 Corriente a la cual pertenece .............................................................. 101
4.3.3 Influencias literarias ............................................................................ 102
4.3.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra .................................. 102
4.3.5 Sinopsis - argumento .......................................................................... 103
4.3.6 Tema: la escritura como medio catártico de una madre que narra la vida
y la muerte de su hijo. ............................................................................... 104
4.3.7 Tiempo histórico de la obra................................................................. 104
4.3.8 Contexto o espacio de la historia ........................................................ 104
4.3.9 Personajes principales........................................................................ 105
4.3.10 Rol de la madre: La figura de la madre desde la compañía, la muerte, el
dolor y sanación ........................................................................................ 105
4.3.11 Símbolos .......................................................................................... 108
4.3.12 Conclusiones .................................................................................... 113
4.4 La figura de la madre en El olvido que seremos (2006), de Héctor Abad
Faciolince: maternidad, paternidad, y violencia .............................................. 113
4.4.1 Vida y obra del autor........................................................................... 113
4.4.2 Corriente a la cual pertenece .............................................................. 114
4.4.3 Influencias literarias ............................................................................ 115
4.4.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra .................................. 115
4.4.5 Sinopsis - argumento .......................................................................... 115
4.4.6 Tema: La remembranza que Faciolince hace de su padre para que este
no en el olvido........................................................................................... 117
4.4.7 Tiempo histórico de la obra................................................................. 117
4.4.8 Contexto o espacio de la historia ........................................................ 117
4.4.9 Personajes principales........................................................................ 118
4.4.10 Rol de la madre: Maternidad-paternidad, y violencia ........................ 118
4.4.11 Símbolos .......................................................................................... 119
4.4.12 Conclusiones .................................................................................... 120
4.5 Análisis grupal de las obras ........................................................................... 120
4.6 Propuesta para la inclusión del corpus en la Licenciatura .............................. 123
4.6.1 Propuesta para la inclusión en los componentes de la malla curricular
124
4.6.2 Propuesta para la inclusión desde la investigación ............................. 131
4.6.3 Propuesta para la inclusión desde la extensión .................................. 133
4.7 Corpus de obras sugeridas para abordar el tema de la mujer desde su rol materno
133
4.7.1 Obras colombianas ............................................................................. 133
4.7.2 Obras extranjeras ............................................................................... 138
CAPÍTULO V – CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES................................... 149
CAPÍTULO VI – REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS ................................................ 155
LISTA DE TABLAS

Tabla 1: Categorías del marco referencial ........................................................................... 46


Tabla 2: Categorías y aspectos a evaluar en el análisis literario de contenido ..................... 53
Tabla 3: Matriz de análisis de las obras ............................................................................... 78
Tabla 4: distribución de componentes por créditos (CR), porcentaje y número
de cursos (NC) de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del TdeA ................. 124
Tabla 5. Línea de optativas para Literatura........................................................................ 131
LISTADO DE GRÁFICOS

Ilustración 1: Tasa de desempleo según sexo. Tasa nacional. Abril- junio de 2019 ............. 19
Ilustración 2: Cifras violencia de género en Colombia en 2017. ........................................... 22
Ilustración 3: Tasa de personas en educación superior según sexo, inscritos entre 2007 y
2015. Corte mayo de 2016. ................................................................................................. 23
Ilustración 4: Resumen del diseño metodológico de la presente investigación .................... 73
RESUMEN

Esta investigación propone un corpus de literatura a los docentes y maestros en


formación, de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del Tecnológico de
Antioquia Institución Universitaria, que suscite la reflexión frente al sujeto femenino
desde su rol materno en el contexto actual, por medio del análisis literario de contenido
temático, de cuatro obras colombianas contemporáneas.

Para ello se rastrea la figura de la madre en la literatura, especialmente en la


colombiana contemporánea. Luego se hace el análisis del contenido literario de la
obras La novia oscura de Laura Restrepo, El olvido que seremos de Héctor Abad
Faciolince, Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett y Puerto Silencio de Fernando
Soto Aparicio. Finalmente se presenta el corpus de literatura para que, a partir del
análisis realizado como ejemplo, se aborde la figura materna en el currículo de la
Licenciatura.
El paradigma en el cual se enmarca el proyecto es interpretativo-crítico, con un
enfoque cualitativo. El tipo de investigación es descriptivo-interpretativo. Para la
muestra se emplea el análisis documental. Y en cuanto a la recolección de datos, se
elige la ficha mixta que permite el análisis tanto macroestructural como
microestructural de las obras.

La principal conclusión es que existen muchas obras en la literatura colombiana


contemporánea que reflejan la realidad actual de las madres, y estas pueden
abordarse en el aula desde la reciprocidad entre este rol y la construcción de sociedad.
Palabras claves: rol materno, análisis, literatura, corpus literario, formación de
formadores.
ABSTRACT

This research proposes a corpus of literature to the teachers in training, of the


Bachelor's degree in Literature and Castilian Language of the "University Institution of
the Technological of Antioquia" , which provokes a reflection on the feminine theme
from its maternal role in the current context , through literary analysis with thematic
content of four contemporary Colombian works.

For this, the figure of the mother must be traced in the literature, especially in
contemporary Colombian literature. Then the analysis of the literary content is carried
out and finally the corpus of literature is presented so that, based on the analysis
carried out as an example, the maternal figure is addressed in the Bachelor's degree
curriculum.
The paradigm in which the project is framed is interpretive and critical, with a
qualitative approach. The type of research is descriptive interpretive. Documentary
analysis is used for the sample. And as for the data collection, the mixed file is chosen
that allows the macrostructural and microstructural analysis of the works.
The main conclusion is that there are many works that reflect the current reality of
mothers, and these can be approached in the classroom from the reciprocity between
this role and the construction of society. In addition, a corpus of literary works is
proposed that nurtures reflection on this role.
Key words: maternal role, analysis, literature, literary corpus, training of trainers.
INTRODUCCIÓN

La figura de la madre en la literatura colombiana ha sopesado la visión utilitarista


promulgada por el pensamiento androcéntrico, que la reduce a su capacidad
procreadora, y la enmarca bajo una serie de estereotipos, que al asumir este rol la mujer
debe cumplir, Franco (2017). Con el surgimiento de la literatura colombiana
contemporánea, se rompe este paradigma y se presenta una maternidad fiel a la realidad
de las madres colombianas, que retrata su psiquis, las vivencias diarias y como se
construye este rol en cada contexto, García (2015). Según Fernández (2018) es
importante porque no se puede hablar de una única forma de asumirlo, razón por la cual
es fundamental que las madres se narren.

Transmitir una cultura incluyente, en donde las mujeres sean comprendidas desde
las nuevas dinámicas de su rol de madre, es fundamental para romper paradigmas,
Sánchez (2016). En este sentido el currículo de la Licenciatura En Humanidades y
Lengua Castellana del Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, debe aportar a
esta tarea presentando a sus estudiantes, literatura colombiana contemporánea que le
permita a los docentes y maestros en formación comprender al sujeto femenino desde su
rol de madre.
Esto es fundamental, en tanto la literatura dota a los sujetos de capacidades para
tramitar sus propias historias de vida, provee de herramientas al docente para
comprender el mundo de sus estudiantes y de las dinámicas de sus hogares, y lo despoja
de prejuicios y le permite empatizar, Manguel (2019). Además, permite a las mujeres que
asumirán, o no, este rol en el futuro construirse desde su propio ser y desligarse de los
cánones prefijados por una sociedad con un conservatismo decadente, Bordeloise
(2005).

Ahora bien, abordar este tema en el aula de clase es deber, en el sentido en que la
academia está en la obligación de despertar la conciencia por medio de la lectura, ya que
esta desarrolla el pensamiento crítico y da posibilidad de emancipación, Bombini (2006).
Así, el carácter universal de la literatura cobra valor en la medida en que porta valores
estéticos, humanos y cognitivos permanentes, como manifiesta Ceserani (2004).
Para analizar a fondo este tema se emplea el análisis literario de cuatro obras de
literatura colombiana contemporánea: La novia oscura de Laura Restrepo, El olvido que

10
seremos de Héctor Abad Faciolince, Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett y Puerto
Silencio de Fernando Soto Aparicio. Se deja en evidencia que este tema permite
comprender tanto las bases desde las cuales se construye este rol, como las dinámicas
económicas, políticas, religiosas, sociales, ambientales, entre otras; propias del contexto
en el que se encuentra inserta esta figura en cada obra; pues cada rol está determinado
por todos estos condicionantes, dando a luz así, a un rol materno específico en cada
mujer, Fernández (2008).
El interés por el tema elegido nace de la importancia que tiene para las mujeres de
este siglo de comprender su historia, de apropiarse de ella y transformarla, Larrosa
(2003). desligarse de tantos estereotipos y prejuicios que le rondan y asumir los roles que
desee y no los que le han sido atribuidos por su capacidad procreadora, y aun así esta
tiene la potestad de asumir el rol materno de la forma que esta considere mejor para sí.

Además, como maestros se debe estar en la capacidad de comprender las


condiciones en que vive cada estudiante, y en caso de presentarse, permitirles a las
estudiantes construirse como madres liberadas de miedos, culpas y cadenas, y
posibilitarles conectarse a través de historias de otras madres que posiblemente narren
historias de vida que permitan la vinculación emocional.
En este sentido, La investigación se centra cómo aportar desde el currículo y de la
Licenciatura en Literatura y lengua Castellana del Tecnológico de Antioquia y desde el
análisis literario, literatura colombiana contemporánea que les permita a los docentes y
maestros en formación comprender y resignificar al sujeto femenino desde su rol de
madre en la sociedad.
Por tanto, el objetivo que persigue la presente investigación es: proponer un corpus
de literatura a los docentes y maestros en formación de la Licenciatura en Literatura y
Lengua Castellana del Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, que suscite la
reflexión frente al sujeto femenino desde su rol materno en el contexto actual, por medio
del análisis literario de contenido temático, de cuatro obras colombianas
contemporáneas.
Para dar cumplimiento a este, se establecieron tres objetivos específicos: el primero,
rastrear la figura de la madre en la literatura colombiana contemporánea. El segundo
consiste en: realizar un análisis del contenido literario (macroestructura y
microestructura), de cómo se narra la figura de la madre en cuatro obras de escritores
colombianos contemporáneos: Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett, Puerto

11
Silencio de Fernando Soto Aparicio, La novia oscura de Laura Restrepo y El olvido que
seremos de Héctor Abad Faciolince (cómo se narra desde los personajes que son
madres). Y el tercero y último: planear un corpus de literatura que aborde la figura
materna, basado en los hallazgos resultantes del análisis literario, para ser considerado
en los currículos de la Licenciatura, en las asignaturas, principalmente, del componente
de Formación Disciplinar Teórico.

En el marco de los paradigmas interpretativo y crítico, la investigación se realiza por


medio del análisis cualitativo de contenido temático de las cuatro obras ya mencionadas;
dicho análisis se inscribe dentro del método de revisión documental. Para la recolección
de la muestra se emplea la ficha mixta, que permite incluir los datos objetivos extraídos
de las obras, pero también las conclusiones a las cuales llegan las investigadoras.
El acceder a obras literarias como objeto de análisis permite reducir
significativamente las limitaciones, sin embargo, se presentaron algunas como la
dificultad para acceder a la obra Puerto Silencio, esto se debe a que no es muy conocida
ni comercial, lo que exigió que la búsqueda fuera algo dispendiosa pero fructífera al final.
Otro asunto limitante al principio fue encontrar investigaciones sobre análisis literario de
la figura materna, estas son notoriamente escasas, por lo que definir la ruta a seguir de
la investigación en principio también costo bastante esfuerzo. Pese a los impases el
desarrollo fue satisfactorio y el objetivo se cumplió a cabalidad.
La información se encuentra ordenada en 6 capítulos, que se presentan a partir de
este apartado, e incluye la portada, el resumen, el abstract y la presente introducción.

El capítulo I contiene la delimitación del tema, el contexto de la investigación, el


planteamiento del problema. Con los cuales se pretende ubicar al lector con respecto a
la relevancia del tema investigado, y el contexto al cual se pretende impactar. Además,
se aclaran los objetivos tanto general como específicos.

El segundo capítulo alberga el marco referencial y conceptual. Con estos se busca


en primer lugar poner en perspectiva al lector sobre otras investigaciones realizadas
sobre el tema, y dado el escaso abordaje de la mujer desde su rol materno, resaltar su
importancia, y necesidad de poner en circulación este discurso en el ámbito académico.
En segundo lugar, se contextualiza sobre los conceptos y autores que validan la
pertinencia de este ejercicio investigativo. Además, se establece la forma en la cual se
genera un entramado teórico que da como resultado una profunda apropiación
conceptual.

12
El diseño metodológico comprende el capítulo tres, en este, se aclara tanto el
arquetipo paradigmático, como el enfoque, el método, y las estrategias que enmarcan la
investigación. Y por último se especifican los instrumentos empleados, el diseño de la
ficha para la muestra, las categorías de análisis y la matriz de análisis.

El capítulo 4 comprende el análisis y la muestra recolectada. La primera parte de


este apartado se divide en cuatro análisis, correspondientes a las cuatro obras
seleccionadas, Así:

• Análisis de la figura de la madre en Puerto silencio: la otra cara de la maternidad.

• Análisis de la figura de la madre en La novia oscura: la maternidad en medio de la


prostitución.

• Análisis de la figura de la madre en Lo que no tiene nombre: la figura de la madre


desde la compañía, la muerte, el dolor y sanación.

• Análisis de la figura de la madre en El olvido que seremos: Maternidad-paternidad,


y violencia.

Así mismo, se presenta el análisis grupal de las obras, y se da paso a la propuesta


que está clasificada de la siguiente manera:

• Propuesta para la inclusión en la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana.

• Propuesta para la inclusión en los componentes de la malla curricular.

• Propuesta para la inclusión desde la investigación.

• Propuesta para la inclusión desde la extensión.


Para finalizar este apartado, y en aras de dar cumplimiento al tercer objetivo, se
propone un corpus de obras literarias, que alberga tanto literatura colombiana,
latinoamericana, como literatura universal.

Las conclusiones y recomendaciones abarcan el capítulo 5. En este se hace el cierre


de la investigación de forma general, y se plantean una serie de recomendaciones que
pueden ser abordadas en futuras investigaciones.
Por último, los referentes bibliográficos conforman el capítulo 6. Este contiene el
conglomerado de teóricos que sustentan el ejercicio investigativo.

13
CAPÍTULO I – PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

1.1 Delimitación del tema

El tema elegido para la presente investigación es: La figura de la madre en la


literatura colombiana contemporánea, en obras de los autores Fernando Soto Aparicio,
Piedad Bonnett, Héctor Abad Faciolince y Laura Restrepo; los parámetros sobre los
cuales se hace la delimitación son:

• El rol fundamental de las madres en el contexto social general, y colombiano en


particular.

• La función formativa que tiene la literatura y su papel protagónico dentro del


proceso educativo.

• La influencia de la literatura en la creación, consolidación y perpetuación de un


ideal de la figura de la madre en contextos socioculturales determinados.

• La importancia de comprender los discursos y las maneras de concebir la figura


de la madre dentro de la literatura y la sociedad, y de transformar, desde la
educación, aquellas visiones que la demeritan y menosprecian.
El objeto de estudio de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del
Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria es la lengua. La literatura en tanto
posibilita la reflexión literaria, comprensión e interpretación de textos, favorece el
conocimiento de las posibilidades expresivas de la lengua; así la literatura se convierte
en medio de estudio y transmisión, tal como lo menciona el Documento Maestro del
Programa (2017):

El marco sobre el cual se fundamenta el programa es el lenguaje: “La esencia


del mundo es el lenguaje (Scholem), pues toda realidad se compone de
palabras e imágenes” (Lafuente, 2013, p. 255). Partimos de la idea de que el
lenguaje, en su totalidad “comprende el lenguaje verbal (que abarca a su vez
las lenguas que existen) y el lenguaje no verbal, en el que se ubican los demás
sistemas simbólicos creados por las comunidades humanas para conformar
sentidos y comunicarlos: música, gestos, escritura, pintura, escultura, entre
otros” (MEN, 2006, p.5). Conocer el lenguaje como fenómeno cognitivo,
individual, cultural, social e histórico permite la humanización, la identidad y la
conciencia del ser humano sobre lo que es y hace (Documento Maestro de la
Licenciatura).

En aras de garantizar que la presente investigación siga en esta misma línea, se

14
contemplan tres ejes fundamentales: el primero de ellos es la literatura, el segundo es el
texto como portador de significados y, por último, se encuentra la lectura como
experiencia y formación.
Entre las competencias que deben tener los estudiantes de la Licenciatura está la
construcción de conocimiento a partir de la producción teórica, así está contemplado en
el Proyecto Educativo de Programa (PEP, 2016)

Construir conocimiento disciplinar a partir de la sistematización de experiencias


educativas o la investigación formativa, aprovechando el discurso en literatura
y lengua castellana desde las múltiples perspectivas teóricas y didácticas, las
tensiones y los retos derivados de la práctica, la realidad local o la investigación.
(p. 64)

Por tanto, con este trabajo se pretende contribuir a construir conocimiento en la


Licenciatura, a partir de una investigación formativa que ofrezca información sobre la
figura de la mujer desde su rol de madre, en el contexto literario y social colombiano
contemporáneo.

1.2 Contexto de la investigación


El Tecnológico de Antioquia (TdeA) se fundó en el Centro Educacional Femenino de
Antioquia (CEFA), aprobado en el año 1979 para ofrecer programas de educación
superior en la modalidad tecnológica. En 1983, empezaron las labores académicas como
una institución pública de educación superior cuya formación era primordialmente en
técnica y tecnología.

El 14 de marzo de 1983 se iniciaron las clases de los programas en Educación


Especial, Educación Preescolar y Educación Básica, en ambas metodologías, presencial
y a distancia. Luego pusieron en marcha tres nuevos programas: Administración
Documental y Micrografía, Secretariado Comercial y Gerontología.

Las labores académicas en la sede de Robledo comenzaron en el primer semestre


de 1999, con la autorización del señor Álvaro Uribe Vélez, Gobernador en ese momento
y el Rector del Tecnológico, el señor Humberto Saldarriaga.
Otro momento importante que marcó la historia del Tecnológico de Antioquia fue el
4 de julio de 2006. En esta fecha se le concedió el carácter académico de Institución
Universitaria y el 14 de marzo del 2008 recibió el certificado de gestión de calidad NTC –
ISO 9001:2000 y NTCGP 1000:2004. Para entonces también se celebraron los 25 años

15
de vida académica junto a la entrega de importantes obras y la construcción de otras
como: la biblioteca tecnológica, la remodelación del bloque 10 (Bienestar) la construcción
del CITIA, el cambio del alcantarillado y la piscina semiolímpica. Tres años después se
estrenó el complejo financiero y el centro de negocios.

Gracias al proceso de regionalización del TdeA fue posible que, en el año 2015,
nueve mil seiscientos veintiún (9.621) estudiantes tuvieran acceso a programas
académicos en sus municipios; de esta manera se logró la Acreditación Institucional de
Alta Calidad (Resolución 16890 del 22 de agosto de 2016)

Actualmente, se cuenta con las Facultades de Ciencias Administrativas y


Económicas, Derecho y Ciencias Forenses, Educación y Ciencias Sociales, e Ingeniería,
que ofrecen treinta y cuatro (34) programas académicos de pregrado en los niveles
técnico profesional, tecnológico y profesional universitario, todos ellos con Registro
Calificado y varios con Acreditación de Alta Calidad1. Además, ofrece ocho (8) posgrados,
de los cuales tres son de maestría y cinco especializaciones.

Entre los programas académicos de pregrado se cuenta con la Licenciatura en


Literatura y Lengua Castellana vinculada a la Facultad de Educación y Ciencias Sociales.
Dicha Licenciatura surgió a partir de la Resolución 16035 de diciembre de 2017; el
Ministerio de Educación Nacional aprobó el cambio de denominación del pregrado en
Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana, con
el objetivo de seguir ofreciendo un programa con desarrollo y calidad y, aún más
importante, la oportunidad de formar a los estudiantes en esta área del conocimiento,
para aportar en la formación de maestros en un área específica.
Por lo tanto, la Licenciatura desea proyectar al maestro como un pensador de la
educación, que este sea un sujeto con posición política y discursiva que influya en el
progreso continuo de su práctica pedagógica y del contexto al que corresponde
(Documento Maestro del Programa, 2017).
La Licenciatura se basa en una dirección primordial: los objetos de estudio,
formación, e investigación. Por esta razón, ha sido concebida desde unos contenidos

1Educación Preescolar en 2006 y reacreditación en 2011 y 2016, Tecnología Agroambiental 2012,

Tecnología en Investigación Judicial en 2013, Técnica y Tecnología en Sistemas, y Tecnología en Gestión


Comercial en 2014.

16
curriculares: por una parte, pedagógico, educativo y contextual, en coincidencia con el
programa de Licenciatura en Educación Infantil y, además, gracias a las pedagogías de
enseñanza de la lengua castellana y la literatura. Por consiguiente, la lengua castellana
se presenta como objeto de estudio teórico y práctico en cuanto a su enseñabilidad. Por
otra parte, la literatura se entiende como un producto estético y artístico en relación con
la lengua y otros sectores de la cultura, según el Documento Maestro del programa.

Cabe destacar, en la contextualización del programa, la importancia de las prácticas


puesto que estas permiten a los maestros en formación, la ejecución de su intervención
pedagógica en los diferentes niveles y grados de la educación básica y media, de tal
modo que la formación en investigación ha sido orientada desde el plan de estudios con
proyectos de investigación y semilleros, que son asumidos como actividades curriculares
o extracurriculares, para profundizar teórica y metodológicamente. Los resultados
evidencian ejercicios in situ e investigaciones desde la didáctica de la lengua castellana,
pasando por la didáctica de la lectura y la escritura, hasta aspectos concernientes a la
literatura, generando tópicos que develan el interés de los estudiantes por profundizar en
los objetos de estudio.

Desde el Proyecto Educativo Institucional (PEI) (2016) del Tecnológico de Antioquia,


se establece el Modelo unidad de Formación (MUFOR), el cual alberga tanto el
Mesocurrículo que media entre el plan de estudios (Macrocurrículo) y el plan de clase o
Microcurrículo. La función del primero es operativizar o volver funcional lo que se
establece en el Macro, de manera que se vea reflejado en el tercero; en este se incluye
las competencias, logros, pregunta problematizadora, metodología y contenido del curso,
Ortiz (2009).

Por tanto, esta investigación pretende impactar un contexto determinado: el del


programa de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del Tecnológico de
Antioquia, que se imparte de forma presencial en el TdeA, sede de Robledo (Medellín,
Colombia), ofreciendo a docentes y maestros en formación un análisis literario de la figura
de la mujer desde su rol de madre, en obras de autores colombianos contemporáneos,
para que desde la malla curricular se aborde este tema.

1.3 Planteamiento del problema y justificación


Desde la colonia, en Colombia la figura de la mujer se ha concebido desde una
posición de inferioridad frente a la figura masculina. Esto es muestra de la brecha que

17
existe entre ambos géneros. Helen Clark, administradora del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), durante la presentación del informe del 2015 reveló,
mediante cifras, que esta brecha, en Colombia, continúa en aumento:

Las mujeres tienen menos probabilidades de tener un trabajo remunerado que


los hombres, y realizan 3 de cada 4 horas de trabajo no retribuido. En cambio,
a los hombres les corresponden 2 de cada 3 horas de trabajo remunerado.
Dado que las mujeres suelen asumir el cuidado de los miembros de la familia,
el Informe advierte que es probable que estas desigualdades se intensifiquen a
medida que la población envejece.

La desigualdad es un asunto sobre el cual el gobierno “pone gran empeño” pero las
siguientes cifras, reveladas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística
(DANE) en el 2019, demuestran que esta brecha sigue siendo bastante amplia:

La brecha de género también aumentó hasta los 7,1 puntos porcentuales, es


decir que mientras que los hombres desocupados llegan al 9,8%, las mujeres
al 16,9%, cifra preocupante, si se tiene en cuenta que la población femenina en
Colombia es mayoritaria. Para el total nacional, la tasa de desempleo de los
hombres en el trimestre abril - junio 2019 se ubicó en 8,0%, para las mujeres
fue 12,9%. En el trimestre abril - junio 2018 estas tasas se ubicaron en 7,3% y
12,2%, respectivamente. Para el trimestre abril - junio 2019, la tasa de
desempleo de los hombres fue menor en 4,9 puntos porcentuales respecto a la
de las mujeres. En el mismo trimestre del 2018, esta diferencia se mantuvo en
igual proporción.

18
Ilustración 1: Tasa de desempleo según sexo. Tasa nacional. Abril- junio de 2019. Fuente:
DANE (2019). Disponible en:
https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/bol_empleo_jun_19.pdf2

Se debe sumar otro factor que en pleno siglo XXI aún es limitante y excluyente: el
ser madre. La maternidad entendida desde sus bases biológicas, inherente al género
femenino, es una construcción social y cultural; por esta razón no resulta pertinente hablar
de una sola forma de maternidad. En este sentido, “cada cultura elabora simbólicamente
sus propias identidades de género a partir del hecho biológico de las diferencias entre los
sexos” (Fuller, 1993, p.18). El autor hace una importante referencia al hecho de que en
diferentes culturas el ser madre genera una condición inequitativa para la mujer.
Otra causa de la brecha entre el género femenino y masculino ha sido la Iglesia
Católica, con influencia mayoritaria en Colombia:

De acuerdo con una investigación realizada por el diario El Tiempo,

2 Resolución original de la imagen.

19
el cristianismo, bien sea católico o protestante es profesado por 92,5% de la
población colombiana, mientras que un escaso 1% profesa el islamismo,
otro 1% el hinduismo y lo mismo ocurre con el budismo. El judaísmo tiene el
mismo porcentaje de seguidores en el país (1%). El restante 4,5% está en
otras religiones, como la anglicana, la presbiteriana, Bahaísta, Hare Krishna,
Yoruba y otras que hacen parte de las creencias tradicionales de comunidades
indígenas (Laicismo.org, 2019).

Desde varios siglos atrás, mediante la “evangelización”, la religión católica ha


trasmitido ideas como la expresada por San Pablo en 1 Cor. 11, 3-15:

“La cabeza de la mujer es el hombre (?) El hombre no procede de la mujer,


sino la mujer del hombre. El hombre no debe cubrirse la cabeza pues es imagen
de Dios, mientras que la mujer es sólo el reflejo del hombre”.

Este tipo de afirmaciones se extienden a lo largo de la Biblia y han reforzado la visión


reductiva que el género masculino, en esta religión, mayoritaria en Colombia, tiene sobre
lo femenino. Si bien el discurso de la Iglesia se ha flexibilizado en los últimos tiempos, el
Papa Francisco I expresó:

No se trata de dar más funciones a la mujer en la Iglesia -sí, eso es bueno, pero
no resolvería el problema-, se trata de integrar a la mujer como figura de la
Iglesia en nuestro pensamiento. (…) Invitar a hablar a una mujer sobre las
heridas de la Iglesia es invitar a la Iglesia a hablar sobre sí misma, sobre sus
heridas, lo que se debe hacer es adoptar el "estilo" de una "mujer, esposa y
madre” (Papa Francisco I, 2014).

Para muchos católicos, esas palabras significaron una invitación a retornar al papel
que la mujer ha asumido por siglos, que se reduce a la utilidad que tiene en cuanto a la
procreación y a su rol de “mujer de un hombre” que impide que esta se construya desde
su propia historia y con su propia voz, como una mujer nueva y emancipada. Para otros,
una invitación a reconocer y a darle voz a la mujer, incluyendo aquellas que tienen la
vivencia de ser madres.
En la cultura católica, como lo es mayoritariamente la colombiana, privilegia entonces
la visión procreadora y como posesión de un hombre; la de la mujer que, como María,
madre de Jesús, se conserva virgen hasta el matrimonio; deber de toda mujer, a menos
que “tome los hábitos religiosos”. Por tanto, discrimina aquellas visiones que son
contrarias. Eso se ha manifestado de muchas maneras.

El madresolterismo es un fenómeno que en Colombia se ha dado desde hace siglos,


y hasta ahora no parece acabar, tal como se demuestra en un artículo publicado por

20
elpaís.com (2015) en donde se presenta un estudio financiado por ChildTrends, Social
TrendsInstitute, con la participación de ocho universidades internacionales, entre ellas La
Sabana, representando a nuestro país, y que reveló que “Colombia es la nación
suramericana con más niños que viven sin ambos padres. Se calcula que por cada 10
menores entre 1 y 2 tiene está condición”.
Hasta hace poco, una madre soltera, era repudiada socialmente, por no mantener su
virginidad hasta el matrimonio, al punto de que su hijo se tildaba de “ilegítimo” o “bastardo”
y no tenía los mismos derechos que los hijos nacidos dentro de un matrimonio católico
(de herencia, por ejemplo). Solo a finales del siglo XX, con la Constitución de 1991, se
empezó a cambiar la concepción, y solo hasta 2013 la Corte Constitucional ordenó retirar
el término “legítimo” del Código Civil y de otros documentos de orden público para definir
al hijo proveniente de una pareja unida en matrimonio y diferenciarlo de los que nacieron
de otro tipo de uniones o relaciones (El Tiempo, 2013).
Además, la violencia intrafamiliar que no es un fenómeno exclusivo del género
femenino, pero que es este el que más lo sufre, así lo demuestra el artículo publicado por
El Tiempo (2018) en el cual revela cifras dadas por Medicina Legal que demuestran que:

Entre enero y mayo del 2018, 32.445 personas fueron víctimas de violencia
intrafamiliar en Colombia, según datos de Medicina Legal. El sexo femenino fue
el que más sufrió lesiones no fatales de causa externa en el ambiente familiar,
con 24.684 casos. El masculino, por su parte, registró 7.761 casos (El Tiempo,
2018).

21
Ilustración 2: Cifras violencia de género en Colombia en 2017. Fuente: Diario virtual El
Tiempo.com (2018)
Disponible en:
https://www.eltiempo.com/noticias/violencia-de-genero
La idea de poder que se le ha trasmitido al género masculino sobre el femenino se
ha revertido en abusos y agresiones que las autoridades competentes no han logrado
prevenir, ya que está inserto en la cultura.

La visión utilitarista que se ha tenido respecto al género femenino representó que no


era necesario ni importante educarse; esto logró que su voz se silenciara. Con el paso
del tiempo la situación ha venido cambiando: en la actualidad las mujeres buscan
incursionar en campos que hasta el siglo pasado les eran prohibidos, como el laboral, el
científico y el académico. Con respecto a este último, la Unesco a través de la
Conferencia Mundial sobre Educación Superior (2009), refiere que:

La educación terciaria experimentó un vertiginoso aumento en sus tasas de


matrícula. Así, entre 1970 y el 2009, los estudiantes matriculados pasaron de
32 a 165 millones, respectivamente; es decir, hubo un crecimiento del 516 %.
En este periodo la tasa bruta de matrícula3 masculina (TBM) pasó del 11 % al
26 %, lo que equivale a un aumento del 236 %, mientras que la TBM femenina
pasó del 8 % al 28 %, lo que representa un incremento del 350 % (Unesco,
2012: 74-77).

En el caso puntual de Colombia, entre los años 2007 y 2015 la tasa de mujeres que
ingresan a la educación superior es mayor con respecto a la de hombres, tal como lo

22
establecen las cifras presentadas por el Ministerio de Educación Nacional e 2016:

Ilustración 3: Tasa de personas en educación superior según sexo, inscritos entre 2007 y
2015. Corte mayo de 2016.

Fuente: Ministerio de Educación Nacional. Sistema Nacional de Información de la


Educación Superior - SNIES Disponible en: https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-
360739_recurso.pdf3

El siglo XXI obliga a pensar en la cantidad de paradigmas que se deben romper para
adecuarse a esta sociedad en constante transformación y tan convulsa; deconstruir
imaginarios, ideales y conceptos que se tenían por verdades irrefutables es un deber de
la academia, flexibilizar el currículo para acabar con los estigmas e inequidades.

El Ministerio de Educación Nacional contempla a través de la Ley 115 de 1994


artículo 5°, dentro de los fines de la educación, “La formación para facilitar la participación
de todos en las decisiones que los afectan en la vi da económica, política, administrativa
y cultural de la Nación.”

Transmitir una cultura incluyente en donde las mujeres sean comprendidas desde
las nuevas dinámicas de su rol de madre, es fundamental para romper paradigmas. En
este sentido el currículo debe promoverla, tal como lo estipula el Ministerio de Educación:
“currículo es el conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías, y
procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad
cultural nacional, regional y local, incluyendo también los recursos humanos, académicos
y físicos para poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto educativo
institucional”.

En el contexto del Tecnológico de Antioquia, específicamente en la Licenciatura en


Literatura y Lengua Castellana, el contenido no hace gran énfasis en lo que a equidad de

3 Resolución original de la imagen

23
género se refiere.
En la malla curricular de la Licenciatura se encuentra el componente de Formación
Disciplinar Teórico, está compuesto por 22 de un total de 68 materias, lo que constituye
el 28,75% de ellas; de estas 22, el corpus literario que se les propone a los docentes en
formación no sensibiliza frente al sujeto femenino en su rol materno. Esto resulta
problemático debido a la apuesta que se hace en la actualidad por la equidad y por darles
valor a las mujeres en cada uno de los roles que asumen en la sociedad.
Dentro de los objetivos y propósitos de formación contenidos en el Documento
Maestro de la Licenciatura se contempla:

Promover la comprensión de la literatura y la lengua castellana como


manifestaciones del lenguaje, universos culturales y sistemas simbólicos a
partir de los cuales representar la realidad, comprender y producir significados,
comunicar, transmitir información, expresar sentimientos, potenciar habilidades
estéticas, ejercer la ciudadanía de manera responsable y dar nuevos sentidos
a la existencia. Alrededor de la identidad curricular desde el Modelo Pedagógico
Socio-Crítico (MPSC) que reconoce el objeto de estudio y el objeto de formación
del programa en referencia con las circunstancias y problemáticas del ámbito
de conocimiento académico-disciplinar, y la realidad compleja y/o contradictoria
del entorno local, laboral, empresarial, urbano o rural al cual pertenecen los
estudiantes en favor de una estructura pedagógica dialéctica, abierta y crítica
(ver Proyecto Educativo de Programa – PEP).

La incorporación de diversas voces femeninas debe complementarse promoviendo


el interés de su estudio, así como con una reflexión crítica sobre los motivos que han
provocado su ausencia de la tradición literaria.

La literatura no ha sido ajena a trasmitir la visión reducida y desvalorada hacia la


mujer. Autores cánones de la literatura Latinoamericana como Octavio paz, en su ensayo
El Laberinto de la Soledad (2002) pone en circulación la visión propia del machismo
mexicano, al escribir: “las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse se abren.
Su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su “rajada”, “herida que jamás
cicatriza” (p. 68). Este tipo de literatura perpetúa el ideal machista dentro de la sociedad
e invisibiliza a la mujer desde su rol materno. Otras disciplinas para explicar y entender
el comportamiento humano, tal como lo contempla el Proyecto Educativo de Programa
de Licenciatura y Lengua Castellana PEP, citando a Echeverri (2000):

El componente de pedagogía y ciencias de la educación, considera la


pedagogía en el programa como campo de formación conceptual plural,
interdisciplinar y multi referencial dada su capacidad de alojar teorías,

24
postulados, prácticas y relaciones de diverso origen (epistemológica, filosófica,
lingüística, psicológica, sociológica, antropológica, histórica, informática,
neurociencia) alrededor de la formación del ser humano; con posibilidad de
reinterpretarse o reconceptualizarse a través del análisis y sistematización
sobre la experiencia pedagógica y la cultura académico- científica alrededor del
saber pedagógico.

La concepción que se tiene hoy de la madre se ha visto transformado en su forma,


pero no en su fondo, por una serie de variables que, si bien han agregado mayores
responsabilidades, no son tenidas en cuenta a la hora de juzgar si estas desempeñan
bien su función o no y porqué. Las madres de la época actual son aquellas que salen al
campo laboral, que sienten la necesidad de profesionalizarse, que no se conforman con
su rol de madres porque ellas se reconocen como mujeres, como seres con historia, seres
sociales capaces de transformar la cultura y como seres sexuales; todo esto ha hecho
que la figura materna se transforme, como lo describe la escritora nicaragüense Gioconda
Belli en su poema La madre:
La madre
se ha cambiado de ropa.

La falda se ha convertido en pantalón, los zapatos en botas,


la cartera en mochila.

No canta ya canciones de cuna, canta canciones de protesta.


Va despeinada y llorando
un amor que la envuelve y sobrecoge.

No quiere ya sólo a sus hijos, ni se da sólo a sus hijos.

Lleva prendidas en los pechos miles de bocas hambrientas.


Es madre de niños rotos
de muchachitos que juegan trompo en aceras polvosas.

Se ha parido ella misma


Sintiéndose –a ratos–
Incapaz de soportar tanto amor sobre los hombros, pensando en el fruto de su
carne
–Lejano y solo– llamándola en la noche sin respuesta, mientras ella responde
a otros gritos,
a muchos gritos,

pero siempre pensando en el grito solo de su carne que es un grito más en


ese griterío de pueblo que la llama
y le arranca hasta sus propios hijos de los brazos.
(Del libro “Línea de fuego” (1978)

25
Existe una apuesta desde varias voces de escritores de ambos sexos por resignificar
y revalorizar a la madre desde la literatura, que buscan reflejar su realidad actual y
específica en cada contexto. Es imprescindible que se cuente la historia de las madres
del siglo pasado y de este nuevo siglo desde su propia voz; para entender cómo se
constituye este rol en plena era de la tecnología y la barbarie; que se libere la palabra de
las que han sido silenciadas a través de la historia.
Una, a la que le toca narrarse desde el dolor, que es la voz de las madres
colombianas cuando recuerdan al hijo o hija que les arrebataron, les violaron, les
desaparecieron, les excluyeron de las escuelas por ser madres adolescentes o sujetos
diversos, condenándolas a una vida de desasosiego e incertidumbre, a esa que se
construye en medio del conflicto, desde la negación de su identidad, desde el silencio.
Ahora bien, la literatura colombiana ha configurado todo un ideal de madre y la ha
cargado de unas representaciones simbólicas.

Como estudiantes de lengua castellana y cuyo objeto de estudio es la literatura y su


función formativa, es necesario analizar la forma en la que autoras del siglo XX como
Piedad Bonnett y Laura Restrepo retratan la figura de la madre desde su propia voz, pero
también es importante contrastarlas con la forma en la que es narrada la madre por
escritores como Fernando Soto Aparicio y Héctor Abad Faciolince.
El acto de leer solo por el disfrute resulta insuficiente dentro del ámbito académico,
si lo que se pretende es formar lectores competentes, críticos y con habilidades analíticas.
Si bien la promoción lectora es uno de los ejes sobre los cuales se forman los docentes
de lengua castellana, la propuesta literaria debe ser cuidadosamente pensada; es deber
tanto de pedagogos como formadores de formadores, el hacer una revisión juiciosa del
tipo de literatura que se propone dentro del currículo de la Licenciatura, porque todos
estos referentes literarios ingresarán al corpus que los futuros maestros llevarán a las
aulas y serán entonces replicadores de discursos que a su vez harán eco en los
estudiantes. El acto de leer, según el Ministerio de Educación Nacional:

Va más allá de un conjunto de habilidades secuenciales y escalonadas, la


literatura implica familiarizarse con la cultura oral y escrita, explorar sus
convenciones y su valor connotativo, expresarse a través de gestos, dibujos,
trazos y garabatos, interpretar y construir sentido, inventar historias y juegos de
palabras y disfrutar de los libros informativos, lo mismo que de la narrativa y de
la poesía —oral y escrita—, pero, sobre todo, implica experimentar las

26
conexiones de la lectura con la vida MEN (2014)

El perfil profesional al cual apunta la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana,


según el PEP, es una persona “responsable social y profesionalmente para cooperar en
el mejoramiento y la reconstrucción del tejido social- comunitario regional, nacional e
internacional; y facilitar la solución de problemas desde el censo, el diálogo y la ética,
enmarcada en los derechos y deberes universales, y la ciudadanía participativa”.

En este sentido, el corpus literario que contiene el currículo de la Licenciatura


debe sensibilizar frente al sujeto femenino en su rol materno.

Dentro del Plan de Área de Humanidades Lengua Castellana de la Expedición


Currículo, (Alcaldía de Medellín, Secretaría de Educación, 2014), en la Lengua Castellana
se contemplan tres procesos dentro de la formación literaria. La primera es la experiencia
y desarrollo de la capacidad argumentativa, como representación de la estética del
lenguaje y de la cultura y el que nos ocupa que según este documento “como lugar de
convergencia de las manifestaciones humanas (desde la historiografía y la sociología) y
como ámbito testimonial (desde la semiótica).” (Expedición Currículo, 2014, p. 13).

El Plan de Área de Humanidades Lengua Castellana de la Expedición Currículo tiene


en cuenta la Resolución 2343 de 1996 del Ministerio de Educación Nacional, en la cual
se “plantea un modelo de currículo por procesos como facilitador de intercambio de
saberes, experiencias, formas de comprender y explicar el mundo”.

Diseñar un currículo por procesos implica que se dé voz a los discentes, que se
promueva la reflexión de las dinámicas sociales (lo que incluye la reflexión sobre el rol
materno en el contexto colombiano, objeto de la presente investigación). Por ello el
maestro debe estar en la capacidad de entender las dinámicas y los roles propios de sus
estudiantes para adaptar los métodos y mejorar el proceso de enseñanza.
Dentro del área de Humanidades Lengua Castellana, se enuncia la integración
curricular con las diferentes disciplinas. Para el presente proyecto se tendrán en cuenta
las acciones de integración que transversalizan todas las áreas, pero que cobran mayor
valor en la de ética y valores; esto se establece dentro del proyecto Expedición Currículo,
en donde se afirma que:

Esto les permite a estudiantes y maestros comprender y construir discursos


argumentativos que den cuenta de su apuesta por una sociedad incluyente,
donde hay lugar para el otro, la otra, diferente y cercano a lo que somos, en
tanto discurso y símbolo. Se trata, pues, de hacer una apuesta por la

27
convivencia y el respeto desde la escritura, el trabajo con la polifonía, los
símbolos sociales, el valor de la palabra en tiempos de crisis, la escucha y las
mediaciones literarias. (p. 68)

Esta dinámica debe construirse desde un discurso y una praxis inclusiva, que
involucra tanto al hombre como a la mujer, de esta manera, el docente en formación se
contextualiza frente a la realidad de aula y adquiere una formación crítica, que lo apropia
de elementos literarios y lingüísticos y lo humanizan y sensibilizan frente a su experiencia
docente, teniendo en cuenta que los docentes en formación deben ser luz para sus
estudiantes, faro y brújula, en los momentos de conflicto. Humanizar la enseñanza implica
abrir espacios para poner en circulación problemáticas que, aunque particulares,
terminan por tocar a un grupo en la lógica de comunidad.
Así mismo, se instaura una relación recíproca entre la literatura, el lenguaje y las
competencias ciudadanas que se van adquiriendo a través de la experiencia y la práctica
pedagógica. Desde este punto de vista, se sugiere con este proyecto de investigación
lleve a que el Programa del TdeA, en su malla, incluya obras literarias que permitan
visibilizar a la mujer desde su rol de madre que, si bien no es el único, incide de
manera fundamental en todos los ámbitos de su vida.

Desde la literatura es posible visibilizar la figura materna, en tanto esta permita


nombrarla, sentirla y construirla en el contexto, abrir ventanas que permitan entender que
el ser madre no va en contracorriente con los demás roles asumidos por la mujer, sino
que hace parte del proceso natural de la vida; por ende, la sociedad en pleno debe asumir
responsabilidad frente la madre y el nuevo ser humano. No basta con establecer leyes
que garanticen el bienestar físico de ambos como si este fuera el único aspecto relevante;
se deben crear nichos afectivos que fomenten la solidaridad, responsabilidad; como
sostiene Pérez Abril (2004) citado en Expedición Currículo (2014) “llenar el mundo de
sentido y ubicarnos en lugar donde somos ciudadanos, y requerimos de ciertas
competencias articuladoras que nos posibiliten pensar, actuar y sentir para transformar y
crear realidades en el terreno de la interculturalidad”.
Esto implica que se requieren lecturas que transformen y edifiquen las diversas
dinámicas de aula mediante unos ambientes absolutamente cercanos a las realidades de
los estudiantes, ya que el maestro en su práctica docente establece diálogos directos con
las madres acudientes de sus discentes, y a la vez en el aula se puede encontrar con
estudiantes madres o que desempeñan el rol materno (alumnas que se encargan del
cuidado y la crianza de sus hermanos menores o sobrinos). Por tal motivo la universidad

28
debe dotar al futuro docente con los elementos necesarios para comprender los
ambientes cotidianos que circundan en la escuela, un docente que está llamado a ser
tolerante y portador de palabras libertarias que edifiquen la condición humana.
Por medio de la lectura se configuran o refuerzan ciertos ideales de hombre, mujer,
humanidad, educación y, en particular, sobre el que recae en mayor medida el peso de
una sociedad “la madre”, que ha sido narrada por diversos autores, y que se dota tanto
de la experiencia personal, como del ideal que la sociedad ha prefijado en cada uno de
ellos. Gran parte de la literatura tiene una carga ideológica, política, social, emocional,
lingüística y filosófica que configura, en muchos casos, un modo de pensar y ver a los
sujetos dentro de la sociedad. La poeta Gioconda Belli (2005) es muestra clara de esta
nueva identidad fuerte, resiliente que debe abordar la formación literaria, como lo expresa
en su poema Y Dios me hizo mujer:

Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer.

Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo


un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis


hormonas.

Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas, los sueños, el instinto.

Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor,


las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto
orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.

(Gioconda Belli, 2005)


La construcción de identidad es posible cuando se establece una relación entre la
literatura y el contexto de los alumnos y se permite dotar su realidad de símbolos y
significados. Según el documento Maestro Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana
(2017), en este sentido, la literatura se enmarca dentro los sistemas simbólicos, si es
entendida “como discurso y prácticas multimodales que hacen parte del contexto
simbólico y expresivo de las comunidades de educandos.” Es así como el presente
proyecto de investigación se inserta en la línea de sistemas simbólicos. Así mismo, dentro
del PEP se contempla que:

Desde la línea se pretende continuar, ya en un proceso de investigación


avanzado, la formación en el objeto disciplinar la teoría y crítica literaria, los

29
géneros literarios, la literatura comparada (...), la didáctica de la literatura y de
los sistemas simbólicos (...)

Así mismo, va en sintonía con el grupo de investigación Senderos en la medida en


que contribuye a “(...) la actualización y renovación del conocimiento en el campo
educativo, caracterizado por principios de humanización y rigurosidad académica de sus
integrantes (...)” PEP (2016), pues el presente proyecto permite comprender que el rol
materno desde el dinamismo con que se construye, no va en disonancia con los demás
roles asumidos por las mujeres (laboral, educativo, sexual, político, entre muchos otros),
sino que enriquece el campo educativo en la medida en que permite comprender y asumir
la corresponsabilidad que tienen los seres insertos dentro de la sociedad con respecto a
este.

Es muy importante que el docente, bien sea universitario, de preescolar, básica


primaria o media, comprenda que sus estudiantes, pares académicos, administrativos,
acudientes y en general toda la comunidad educativa, y asuma unas particularidades y
problemáticas específicas que deben ser comprendidas tanto por las otras miembros que
no son madres como por los hombres pertenecientes a esta, a fin de que se facilite el
proceso identitario de las madres, y su reconocimiento como miembro activo, con voz y
voto.
Para esto es necesario tener presente la función formadora de la literatura dentro de
la construcción de imaginarios, porque quien lee inevitablemente transforma su
pensamiento y la forma en la que ve y entiende el mundo. Al respecto Larrosa (1998)
citando a Heidegger, de fine dicha experiencia como:

(...) hacer una experiencia con algo significa que algo nos acaece, nos alcanza;
que se apodera de nosotros, que nos tumba y nos transforma. (...) “hacer”
significa aquí: sufrir, padecer, tomar lo que nos alcanza receptivamente, aceptar
en la medida que nos sometemos a ello. (...) Nosotros podemos ser
transformados por tales experiencias, de un día para otro o en el transcurso del
tiempo (p. 20).

Es allí donde la literatura como formadora de identidad, que si bien es un asunto


ampliamente debatido no se puede tomar como un hecho aislado; al respecto Borges
(1997), afirma que el libro es más que unas estructuras verbales: “es el diálogo que
entabla con su lector y la entonación que impone a su voz y las cambiantes y durables
imágenes que dejan en su memoria. Ese diálogo es infinito…” (p.237). Es claro que, para
Borges, la literatura tiene una gran influencia en el modo en el cual piensa el lector. Así

30
mismo Cavallo & Chartier (2012) afirman que “Las mujeres y los hombres de Occidente
no han leído siempre de la misma manera. Varios modelos han orientado sus prácticas;
varias “revoluciones de la lectura” modificaron sus gestos y costumbres” (p.65).
Si bien existen obras literarias que se vuelven canónicas dentro de un corpus
literario, es importante preguntarse qué ideal de sociedad se propone dentro de
esas obras y, de manera más específica, cómo se concibe la figura de la madre
dentro de esas obras.
En concordancia con la función formativa de la literatura, el análisis de textos
literarios es importante, porque, además de llevar a una comprensión más profunda del
texto, permite comprender los ideales y la visión del mundo que allí se presenta, así
mismo, posibilita una mejor interacción entre el texto y el lector en tanto permite
identificarse con las vivencias que en la historia se desarrollan. En este sentido, podría
hablarse de función pedagógica de la literatura, así lo expresa Jordi (2012):

En el caso específico de la literatura, teniendo en cuenta que consiste en un


lugar de síntesis de discursos, un lugar de cruces de opiniones y tradiciones, y
una “entidad sígnica” nacida de una multiplicidad y heterogeneidad semiótica
en la que concurren lo personal, lo cultural, lo social y lo histórico, es tarea
obligada convocar a esta actividad –tanto si es docente como investigador– a
cuantas disciplinas científicas y teóricas resulten pertinentes en cada caso (p.
439).

La figura de la madre, en un contexto altamente machista, se ha erigido gracias a las


matronas, mujeres cabeza de familia que se han encargado de educar a sus hijos e hijas
en desigualdad; esas mujeres también son retratadas dentro de la literatura. Una de las
funciones de la literatura es crear identidad y colectivizar, tal como lo dice Humberto Eco
(2002) la literatura “ante todo mantiene en ejercicio a la lengua como patrimonio colectivo
y que, al contribuir a formar la lengua, crea identidad y comunidad” (p.10). En este sentido
no sería gratuito que se nos propongan ciertas obras que representan un ideal que, si
bien concordaba con la realidad social de antaño, no sucede lo mismo con la sociedad
actual.

Cabría relacionar en este punto la mímesis y su función dentro de la literatura, la


mímesis deriva de los verbos mimeîsthai/miméomai, los sustantivos mîmo/mímema/
mimetés, que se erigieron como el vocabulario propicio para referirse a las producciones
del arte; dicho término precisa que las artes surgen como una copia de la naturaleza. En
este sentido el discurso de un autor no sería propio, sino que surgiera como resultado de

31
unas prácticas sociales y culturales dentro de las cuales se encuentra inmerso, así como
lo expresa Aristóteles en su libro La Poética, citado en Abad (1997):

Parecen (Eoíkasi) que engendraron (gennêsai) enteramente (hólos) a la poética


(tènpoietikèn) dos causas (aitíai), y estas naturales (phusikaí). Pues, el imitar
(tómimeîsthai) es connatural (súmphuton) a los hombres desde niños y en esto
difieren de los otros animales (tônállonzóion), en que es el más
mimético/imitativo (mimetikótaton) y adquiere los primeros aprendizajes
(tàsmathéseis) a través de lamimesis/imitación (diàmiméseos), y todos se
regocijan (chaírein) con las imágenes/imitaciones (toîsmimémasi). Prueba
(semeîon) de esto es lo que ocurre en la práctica (epìtônérgon), pues
observamos (horômen) penosamente a las cosas mismas, al tiempo que
disfrutamos contemplando (theoroûntes) las imágenes (eikónas) más exactas
de éstas, tal como las figuras de las fieras (theríon) más innobles y de cadáveres
(nekrôn). Y la causa (aítion) de esto es que aprender (manthánein) no sólo es
placentero (hédiston) para los filósofos (toîsphilosóphois) sino también
igualmente para los otros, aunque toman parte de ello en poca medida. Por esto
también se regocijan (chaírousi) mirando (horôntes) las imágenes (tàseikónas),
porque ocurre que contemplándolas (theoroûntas) aprenden (manthánein) y
razonan (sullogízesthai) qué es cada uno (tíhékaston), tal como que éste es
aquél (hoùtosekeînos) (p.4,24)

La imitación es la primera forma de aprendizaje y acompaña al ser humano a lo largo


de toda su vida, en palabras de Borges (1944) “Lo que hace un hombre es como si lo
hicieran todos los hombres” (p. 58). La literatura es según el autor, un proceso que le
permite al lector identificarse íntimamente con los personajes de la obra. Es por esto que
el ideal de madre que se retrata dentro de la literatura colombiana fija unos referentes
bajo los cuales las nuevas generaciones se están formando.
Así, la manera como se retrata la figura de la madre dentro de la literatura debe ser
cuidadosamente analizada, a fin de que no se les presenten referentes que ya no
corresponden a la realidad del contexto que les es propio y que, si se hace, el docente
tenga la plena conciencia de que debe tramitar los estereotipos que allí se muestran, para
que sean analizados de manera crítica y no tomados como referentes válidos.

Es por todo esto que surge el problema sobre el cual se direcciona la presente
investigación:

¿Cómo aportar desde el currículo y de la Licenciatura en Literatura


y lengua Castellana del Tecnológico de Antioquia, desde el análisis
literario y desde literatura colombiana contemporánea, para que
docentes y maestros en formación comprendan y resignifiquen al
sujeto femenino desde su rol de madre en la sociedad?

32
1.4 Objetivos

1.4.1 Objetivo general

Proponer un corpus de literatura a los docentes y maestros en formación de la


Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del Tecnológico de Antioquia Institución
Universitaria, que suscite la reflexión frente al sujeto femenino desde su rol materno en
el contexto actual, por medio del análisis literario de contenido temático, de cuatro obras
colombianas contemporáneas.

1.4.2 Objetivos específicos

• Rastrear la figura de la madre en la literatura colombiana contemporánea.

• Realizar un análisis del contenido literario (macroestructura y microestructura), de


cómo se narra la figura de la madre en cuatro obras de escritores colombianos
contemporáneos: Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett, Puerto Silencio de
Fernando Soto Aparicio, La novia oscura de Laura Restrepo y El olvido que seremos
de Héctor Abad Faciolince (cómo se narra desde los personajes que son madres).

• Planear un corpus de literatura que aborde la figura materna, basado en los hallazgos
resultantes del análisis literario, para ser considerado en los currículos de la
Licenciatura, en las asignaturas, principalmente, del componente de Formación
Disciplinar Teórico.

33
2. CAPÍTULO II – MARCO REFERENCIAL Y CONCEPTUAL

2.1 Marco referencial: Figura materna en la literatura ¿cómo se formó el ideal?

La matriz de la vida es para nosotros también la matriz de la palabra.


Luisa Muraro. El Orden Simbólico de la Madre.

Para la investigación en curso se indagó sobre otros trabajos investigativos que


abordaron el tema o parte de este, para nutrirse de ellos. Para dicho rastreo se tuvieron
en cuenta tres criterios que albergan investigaciones de corte local, nacional e
internacional. El primero fue la madre a través de la literatura; el segundo, el rol materno
como construcción histórica, y el tercero, literatura y formación.

2.1.1 Criterio: la madre a través de la literatura


En este criterio se encontraron diez (10) investigaciones tanto locales, nacionales
como internacionales.
La primera investigación fue realizada por Espinosa (2018) quien, a través de su tesis
Revisiones de la maternidad en la literatura hispanófona actual: Meruane, Miguel, Reyes;
realizó un análisis de las diferentes referencias de maternidad para lo cual eligió tres (3)
obras, Contra los hijos de Lina Meruane, El arrecife de las sirenas de Luna Miguel y
Espejo Negro de Miriam Reyes. Para esto, puso en debate el silencio como medio de
opresión, el cuerpo de la mujer respecto a la sociedad, y la presión social a la que se somete
a las madres. Las mujeres, son preparadas para asumir este rol desde niñas; en palabras
de Fernández “Se nos vende por todas partes una maternidad idealizada, maravillosa,
sin lados negativos, algo a lo que todas deberíamos aspirar.”
Dicho análisis, llevó a su autor a concluir que muchas mujeres en ejercicio de su rol
de madres han experimentado vulnerabilidad, han sido relegadas a un segundo plano y
se les ha negado la voz y la validez de sus argumentos por el hecho de ser mujeres. Pero
esto está cambiando, las mujeres están superando el miedo de narrarse y poner sobre la
mesa problemáticas que antes no eran posible nombrarse. Según Fernández (2018) “(...)
No hay una manera de vivir la vida, así como no hay una manera de ser madre o de
experimentar la maternidad. Hablemos en voz alta”.

Las madres enemigas en la narrativa de lo inusual. Análisis de la matrofobia en tres


novelas mexicanas, es una investigación realizada por Ruiz (2018), en la cual analizó el

34
concepto de "matrofobia" en tres obras mexicanas del siglo XXI, Bestiaria vida, El animal
sobre la piedra y Moho; para indagar sobre el universo femenino. Dicho concepto resulta,
según la autora, complejo y difícil de desarrollar, porque depende tanto de la identidad,
feminidad y maternidad, entre otros, que al mismo tiempo se encuentran ligados a
estructuras complejas de tipo semióticas y simbólicas que configuran todo un constructo
sociocultural patriarcal.

Todo esto, le permitió a Pérez concluir que la "matrofobia", aparece dentro de las
narraciones como un factor alienante y dominante, debido a que la figura materna se
presenta como un factor de incertidumbre. Así mismo, que la posmodernidad supone
para la mujer una doble alineación en sociedad y con ella misma.

Reyes (2017) en La representación de la maternidad en la literatura italiana: el caso


de Juana I, Semíramis Y Erzsebet Bathory, analizó lo que ha causado la insensibilización
de la maternidad y de la figura de la madre en la literatura tradicional, la reaparición por
cuenta de escritoras de la literatura italiana y el creciente interés que sienten estás por
plasmar una realidad literaria desde la visión femenina.
Para lo cual, la investigadora hizo una revisión de las madres presentes en las obras
de Assini, lo cual la llevó a concluir que son pocos los escritores que le han dado
verdadero valor a la mujer, dejando de lado aspectos que abarca el personaje como la
maternidad. Representar este aspecto en la literatura exige retratar la realidad,
“apartando los códigos literarios androcéntricos para darle mayor visibilidad a la mujer”
Reyes (2017).

En este mismo sentido, va Situación de las madres solteras, visto desde la teoría de
Erving Goffman”, investigación realizada por Franco (2017) a través de la cual, pretendió
conocer y establecer un panorama en cuanto a la falta de oportunidades tanto laborales
como económicas de las madres solteras; luego de la recolección de información
producto de la revisión literaria.
El autor concluyó, que es difícil para una mujer en esta condición, enfrentarse a las
diversas facetas en la sociedad; pero esto no es gratuito, por siglos la mujer ha sido
considerada inferior al hombre y ha generado una serie de estereotipos que perpetúan
esa visión desigual entre ambos géneros, en palabras de Franco:

Las que constituyen el cimiento de nuestra sociedad son madres, esposas,


amantes queridas, prostitutas, activas o pasivas buscan al hombre, van por la
vereda del pecado, se convierten al paso del tiempo en seres herméticos,

35
cerrados llegan a igualarse al hombre.

En La “madre” de todas las desgracias: perspectivas sobre la maternidad, la


reproducción y la vida en El desbarrancadero y La rambla paralela, de Fernando Vallejo,
Arce (2017) analizó la manera en la que es narrada la maternidad en estas dos (2)
novelas del escritor colombiano, así como las trasgresiones ideológicas que se hace
acerca de este tema; luego del análisis concluyó que tanto Vallejo como el narrador van
en contra de las pautas que dicta la sociedad en cuanto a los temas.
El autor concluyó, que la intención del autor es incomodar al lector que se encuentra
inmerso en una sociedad falsa retratando la realidad pura en cuanto a estos temas. Para
Arce (2017), Vallejo hace un gran aporte al respecto ya que en sus obras:

(…) el término y su contenido no pueden ser apresados, poseídos, sino que


simplemente siempre se desvían y se tuercen, lo mismo que en la narrativa de
Vallejo el narrador no puede ser poseído y las posturas ideológicas en él son
dinamita pura.

En la tesis doctoral Imágenes y realidades de la maternidad en la obra de María


Martínez Sierra, Pérez (2015) hizo una revisión de las ideas principales, a fin de mostrar
la relevancia de la maternidad dentro del corpus de obras literarias de la escritora, que
incluye novelas, obras teatrales y conferencias; rastreando la maternidad desde lo
biológico, ideológico y social.

Esto la llevó a concluir que, según Martínez Sierra "la mujer está unida a su
naturaleza maternal". A través de su narración, deja entrever el instinto reproductivo al
cual la mujer puede rehusarse. Así mismo, Pérez hace una diferenciación entre la
maternidad biológica y la que está determinada por la sociedad. Por último, evidenció en
las obras cómo la autora retrata la exclusión femenina a causa de su capacidad
procreadora.

Nadando a contracorriente: las madres solas como nuevo actor social en la novela
mexicana contemporánea de Juan Rulfo y Julián Herbert, es la tesis de García (2015),
para la que analizó la representación de las madres solteras en un sentido transversal,
para identificar estáticas y dinámicas sociales, que le permitieran determinar a las madres
solas como nuevos actores sociales.
Para ello, rastreó los símbolos literarios en torno al tema en Pedro Páramo de Juan
Rulfo y en Canción de tumba de Julián Herbert, obras en las que García Peña halló
elementos recurrentes como las causas de madresolterismo desde el siglo XIX, entre las

36
que se encuentran la perpetuación de esquemas patriarcales, cambios socioculturales
que dan inicio a las madres solas como un nuevo actor social, lo que según García
“impacta de modo específico en la reconceptualización de la familia y sus
representaciones estéticas en la literatura mexicana contemporánea”.

Dicho análisis, la llevó a identificar que, en ambas obras existe una “dimensión
autobiográfica con respecto a la experiencia de la madre sola” García (2015). Finalmente,
concluyó que ambos tanto Rulfo como Herbert rompen el estigma de las madres solteras
y evidencian el surgimiento de una dinámica familiar como el madresolterismo.

La reinterpretación de la madre en la literatura argentina del proceso dictatorial,


investigación de Zanardello (2013) en la que indagó sobre el vínculo afectivo que se crea
entre una mujer y su progenitora, en tres (3) obras de literatura de la dictadura y de la
postdictadura de la escritora Nora Domínguez, las cuales son: Conversación al sur, Un
secreto para Julia y La casa de los conejos.
Este trabajo la llevó a concluir que, antes eran las madres las que callaban y los
hombres los que hablaban. Después de lo que la autora define como “toma de la palabra”
son los hombres los que callan y las madres las que hablan, tanto en la literatura como
en la sociedad.
Valcke (2010) en Perspectiva de género en la literatura latinoamericana, realizó el
análisis tanto de novela como poesía, escritas por autoras latinoamericanas entre el siglo
XIX y el XX, con el propósito de hallar presupuestos teóricos que permitieran identificar
la naturaleza particular de cada obra, de sus diálogos temáticos con una época, su
identidad histórica, las representaciones sociales y los imaginarios de género. Dicho
análisis, llevó a Valcke a concluir que aún a finales del siglo XX, en el imaginario colectivo,
sobrevive un pensamiento desvalorizante del concepto mujer, según Valcke (2010):

No resulta extraño que, así como las escritoras del Renacimiento se vieron en
la necesidad de defender su capacidad creadora, también las literatas
decimonónicas lo hayan hecho. Las conquistas de nuestro género han sido
lentas, el silencio histórico que ha apagado las voces de las antecesoras.

Esto ha generado no solo temor, soledad y minusvalía para la mujer, sino que la ha
llevado a buscar pese al temor y la ansiedad, ser la precursora de las letras femeninas.
La última investigación que alimenta este grupo es la realizada por Arias (2000),
titulada Madres e hijas en la narrativa de Lessing, Atwood y Mantel. En esta, la autora
realizó un análisis de la representación literaria que tienen tanto madres como hijas, en

37
las obras de estas autoras, el cual le permitió concluir que las tres (3) escritoras
coincidieron en su apuesta por reconciliar y valorizar la figura materna a través de sus
narraciones, que además poseen un interés por las teorías feministas del psicoanálisis,
y ofrecen un amplio panorama sobre los matices que se dan en las relaciones madre-
hija.
En conclusión, el convertir a la figura materna en objeto de estudio, no es simple
capricho de algunos estudiosos de las áreas de humanidades principalmente, como se
ha establecido en el breve recorrido por las investigaciones presentadas, es como lo
plantea Fernández (2018) la maternidad se ha convertido en el medio por el cual la mujer
se vuelve vulnerable y se ha apagado su voz por considerarlas seres inferiores. Este
pensamiento reductivo también está presente en la literatura como lo muestra Valcke
(2010), logrando la exclusión femenina, pues se consideraba que la única función de la
mujer es la de procrear, como lo deja en claro Pérez (2015).
Esto, y el que se haya dotado a la figura materna de toda una simbología virginal, es
el cimiento sobre el cual se erige el constructo sociocultural patriarcal Pérez (2018). Pero
establecer este fenómeno no es fácil; requiere, despojar a la figura materna de todo el
discurso androcéntrico que la atraviesa Reyes (2017). Desvincular la maternidad del
discurso masculino permite entender fenómenos como el madresolterismo que es poco
tratado en la literatura y que por las transformaciones socioculturales lo constituyen como
un nuevo actor social García (2015), claro está que en condiciones de desigualdad en
cuanto a lo laboral y económico, pero bajo las más duras y despiadadas miradas Franco
(2017), y que genera fenómenos como el que Pérez (2018) denominó matrofobia, que no
es otra cosa que la incertidumbre y el rechazo que muchas mujeres sienten a la
maternidad, que en una sociedad como la colombiana esta se ha convertido en el medio
de instrumentalización y dominación de la mujer.

Aunque la visión patriarcal de la maternidad no es una constante en la literatura,


existen autores como Vallejo, al que Arce (2017) resalta por su capacidad de salirse del
pensamiento conservador y personificar una figura materna que se sale de las normas
establecidas en la época; que ha permitido que las madres recuperen su voz y que en la
actualidad sean los hombres los que callen como lo expresa Zardanelo (2013), y que
posibilite a través de la toma de la palabra reconciliar y revalorizar la figura materna a
través de sus narraciones como lo afirma Arias (2000).

38
2.1.2 Criterio: maternidad como construcción histórica
El segundo criterio es la maternidad como construcción histórica, nutrido con
siete (7) trabajos que abarcan tanto tesis investigativas como artículos.
La primera investigación en este grupo es, Construcción social de la maternidad: el
papel de las mujeres en la sociedad, artículo de Sánchez (2016), a través del cual buscó
comprender las implicaciones políticas que tiene la dicotomía naturaleza-cultura versus
sexo-género, de manera que le permitió realizar un cuestionamiento acerca de las formas
de clasificación y de representación de las mujeres, y la legitimación de la desigualdad.
Demostró de qué manera la literatura por medio del discurso ha servido como dispositivo
para reafirmar el “instinto materno” a través de la naturalización del cuerpo femenino.
Para ello aborda autores como Benedict (1971), Rubin (1986), Connell (1987), Butler
(1990), Mead (1994), Visweswaran (1997) y Stolke (2004).

Dicho análisis, le permitió concluir que el aumento y rigor de los estudios sobre la
maternidad ha sido gracias a las “teorías feministas” y los estudios de género, que buscan
entender este rol como una construcción sociocultural determinada por factores históricos
y culturales, influenciada además por lo económico y lo político que modifican la manera
como esta es ejercida.
Según Sánchez (2016) “la maternidad no es un hecho natural, aunque involucre
procesos biofisiológicos como la fertilidad, ha sido condicionada por modelos impuestos
que arrebatan la autonomía de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos.” Para la
autora el hecho de que el cuerpo femenino esté dotado de condiciones “biofisiológicas”
para gestar y amamantar, esto no obliga a la mujer a la maternidad. Por último, concluye
que “Las mujeres están y seguirán estando bajo la lupa del Estado, la sociedad y la
familia, ignorando así las condiciones en las que ellas enfrentan y seguirán enfrentando
la maternidad” (2016), exige a la antropología visibilizar la maternidad de manera que
contribuya a construir una ideología de igualdad de derechos.
Ser madre hoy: abordaje multidisciplinar de la maternidad desde una perspectiva de
género, Abajo-Llama, Bermant, Cuadrada-Majó, Galaman y Soto-Bermant (2015),
realizaron un análisis del discurso de la maternidad desde una perspectiva de género;
este grupo interdisciplinar abordó las teorías que sustentan las distintas formas de parto
en la actualidad, al igual que analizaron la repercusión que tienen estos en las mujeres-
madres del siglo XXI. A través de este análisis, las autoras concluyeron que “las
cualidades positivas del rol maternal representan el haz de un envés en el que dichas

39
cualidades resultan cruciales para la subordinación y dependencia económica” Abajo-
Llama, et al. (2015), para estas es necesario plantear nuevas teorías sobre la maternidad
que correspondan a la sociedad actual.
Otro aspecto importante es que es necesario pensar la maternidad más allá de lo
biológico “la naturaleza no fabrica madres, la maternidad es una relación social que no
depende del embarazo y el parto de una manera necesaria” Abajo-Llama et al (2015),
concebir la maternidad como una práctica instrumentalizada y mecánica la desnaturaliza
y evita pensarla desde su dinamismo con el contexto, la historia y por ende no es posible
entenderla como una praxis en evolución.
Cruz (2015) en su artículo De reina a madre: La maternidad como construcción
discursiva en la pintura neogranadina del siglo XVII, analizó la maternidad como una
construcción discursiva, que surgió del discurso visual neogranadino propio del siglo XVII.
La imagen de “La Virgen con el niño”, apareció como modelo de conducta para las
mujeres, configurando el imaginario de la madre tierna, cariñosa, protectora de sus hijos;
la principal precursora de este discurso fue la iglesia con el sermón, la literatura moral y
las imágenes, estableció el modelo social pretendido por España que situaba a la familia
como piedra angular de este.
Así, Cruz concluyó que la realidad discursiva de la maternidad se construye a partir
de simbolismos importados desde España. Por último, el autor deja en claro que
conceptos como el amor maternal, instinto materno y protector tanto del hijo como del
hogar, no son más que discursos heredados “tendientes a configurar el imaginario sobre
el cual se solidifica el pensamiento patriarcal tan característico de las sociedades
cristianizadas.” Cruz (2015).

La maternidad como un constructo social determinante en el rol de la feminidad, para


la cual Barrantes y Cubero (2014), realizaron una revisión bibliográfica sobre la
concepción de maternidad en diferentes momentos históricos, y cómo esta ha sido
asociada con la feminidad. Para lo cual se recopiló información de la forma en la que se
vivió y vive actualmente la maternidad por parte de las mujeres. Dicha revisión, les
permitió concluir que la maternidad ha sido una característica inherente a la feminidad, y
es además el medio por el cual se establece la diferencia entre los géneros ya que por
medio de esta designan los roles que desempeñará cada uno.

En un momento de la historia, la maternidad pasó de tener una gran importancia


sumir a la mujer en una situación de inferioridad en relación con el hombre. Las autoras

40
también resaltan que:

“la capacidad de las mujeres de dar vida ha limitado la manera en que estas
viven la sexualidad, teniendo gran influencia en ello las directrices religiosas y
sociales que exponen que la vida sexual de la mujer está enfocada en la
procreación y no en el disfrute de esta.” Barrantes y Cubero (2014).

Hernández (2012), en Maternidad. Ideas colectivas, vivencias de mujeres


continuidades y discontinuidades en la configuración de las experiencias de maternidad
en mujeres bogotanas, hizo un estudio de las experiencias de maternidad en relación con
los procesos de modernización. Para tal fin, entrevistó a nueve mujeres bogotanas, de
tres generaciones diferentes, con niveles educativos similares y de niveles
socioeconómicos intermedios; durante las entrevistas observó sí varían o no las
características del medio social en el que la maternidad es construida, la forma de vivirla
en la cotidianidad a través de la relación de pareja y la crianza y la elaboración reflexiva
que las mujeres desarrollan sobre la maternidad en su vida.

Dicho proceso, la llevó a concluir que en el rol materno se evidenció que sí bien ha
aumentado la legitimidad de la mujer en la educación y el trabajo por otro lado, hay temas
como la sexualidad, las tareas de crianza en las cuales se mantiene un pensamiento
tradicional.

Así mismo, resulta ser más trascendente la construcción de la figura materna a partir
de la propia experiencia con la madre que el pensamiento de la época en el que se
desarrolla esta. Pese a esto, los cambios propios en la sociedad bogotana del siglo XX
han incidido en la disminución tanto del número de hijos como de la ausencia de la
maternidad en algunas mujeres que buscan incursionar cada vez más en otros campos
laborales y sociales. Según Hernández (2012):

las experiencias de maternidad en el siglo XXI al igual que las se dan a


mediados del siglo pasado, se configuran a partir de formas de sentir, pensar y
actuar donde la mujer sigue siendo concebida como la principal responsable de
llevar a cabo la crianza –y con ello, cuidar del hogar.

Así, evidencia que, si bien se han generado cambios en la forma de concebir la


maternidad, estructuralmente este rol sigue desempeñándose casi en su totalidad por la
mujer.

Transformaciones Histórico culturales del concepto de maternidad y sus


repercusiones en la identidad de la mujer, es un artículo escrito por Molina (2006) en el

41
que realizó una revisión de la evolución histórica de la maternidad en relación con la
imagen de la mujer y las ideas de crianza, además de los límites y posibilidades en la
construcción de esta noción en la actualidad. Según las transformaciones observadas la
autora ubicó la maternidad como una construcción que ha sido determinante en la
identidad de la mujer y su posición dentro de la sociedad.
Las nuevas demandas que supone la era postmoderna proporcionan cambios
significativos en la manera de concebir la maternidad; todo esto la llevó a concluir, que
en esta era se da un posicionamiento de rol materno en el espacio público, que genera
vínculos de aprendizaje y colaboración, pero también nuevas exigencias en la función.
Molina citando a Eisler (1996) quien afirma que “Se podría plantear que asumir sin
conflicto las identidades de madre y mujer, en una época que avanza en la superación
de posiciones de inferioridad, desafía directamente al modelo patriarcal (...)” tal desafío
según la autora enfrenta a las madres y mujeres actuales a un sin número de
posibilidades que la introducen a un camino desconocido para estas.

Por último, dentro de este criterio se encuentra Maternidad: historia y cultura es un


artículo de Palomar (2005), a través del cual postuló que la maternidad no es natural, sino
una “construcción cultural multideterminada”, establecida por normas que responden a
necesidades de un grupo social y una época específicos. Este concepto, se construye
desde el discurso patriarcal que enlaza el imaginario social que tiene un gran impacto en
la concepción de género. De esta manera, sostiene que dinámicas como el amor
maternal, la vinculación socio afectiva y el instinto materno son construcciones
socioculturales cargadas de valores morales, sociales y religiosos, confundidos con el
deseo de la madre.

Palomar (2005) concluyó que la construcción social de la maternidad se ha hecho a


partir de mandatos de instituciones normatizantes y reproducidos a través de los
discursos; esto ha garantizado la herencia de un entramado imaginario maternal. Dicho
discurso, se ha alimentado con postulados biologicistas y mitológicos que generan
estereotipos, de juicios y de calificativos que se dirigen a aquellas mujeres que tienen
hijos e hijas y que ellas toman para sí.

Con respecto a este grupo de investigaciones podemos concluir, que la maternidad


es una condición inherente a la mujer, pero a lo largo de la historia, dicha condición ha
sido el motivo por el cual la mujer debe estar subyugada al hombre tal como lo expresan
Barrantes y Cubero (2014), si bien la maternidad en cuanto a la manera de concebirla se

42
ha transformado, temas como la sexualidad, la crianza y la educación siguen estando
sujetas al pensamiento conservador Cabal (2012) y Hernández (2012). La superación de
ciertos paradigmas en cuanto a la figura materna se debe a que con la postmodernidad
la maternidad se abstrae del espacio doméstico y se ubica en el público Molina (2006).

En consecuencia, asuntos como el amor maternal, instinto materno y protector tanto


del hijo como del hogar, que no son más que discursos heredados se reevalúan Cruz
(2015), y se deja atrás la idea de la maternidad como instrumento, y se empieza a
concebir como una praxis en evolución Abajo-Llama et al (2015), desligándose de
mandatos de instituciones doctrinantes y reproducidos a través de los discursos Palomar
(2005). Todo esto se debe también al aumento y rigor de las teorías feministas, que
buscan entender este rol como una construcción sociocultural determinada por factores
históricos y culturales Sánchez (2016).

2.1.3 Criterio: literatura y formación


La tercera y última categoría de búsqueda fue literatura y formación, esta alberga
cuatro (4) trabajos investigativos.
En primer lugar, se encuentra En la educación literaria. Bases para la formación de
la competencia lecto-literaria Mendoza (2008) realizó una crítica a los modelos didácticos
actuales para enseñar literatura que no permiten mejorar la formación, porque se enseña
un uso específico de la literatura para analizar temas típicos, “La literatura no resulta ser
una materia («asignatura») que permita un «aprendizaje» homogéneo y tipificado, a
causa de la multiplicidad de variantes que se acumulan en las consideraciones
respectivas al autor, a la obra o al receptor.” (2008). En lugar de generar un análisis de
la obra completa desde el punto de vista del autor y del lector mismo.

Para lograr una Educación literaria completa se debe pasar por encima de solo tratar
de adquirir conocimientos o información, se debe tener una apropiación de la lectura y
poder tener una comunicación con la obra. Propuso el doble carácter integrador de la
literatura en tanto es necesario para el lector interpretar y apreciar las obras. Para concluir
la formación literaria no solo dota de capacidades analíticas y estéticas, sino que forma
al lector estableciendo una conexión entre el contexto de las obras y el contexto cultural,
social y el simbolismo del cual estas se dotan; al respecto Mendoza (2008) expresa:

La educación literaria forma parte de la formación cultural del individuo. (...) que
toma como eje principal la actividad del lector en el proceso de recepción,

43
integrando en él las relaciones entre los sistemas sociales y culturales, los
sistemas retóricos y las estrategias del discurso y los sistemas de ritualización
y simbolización de lo imaginario que incluye la creación literaria. Esto deja en
claro la función formativa de la literatura, que además debe estar provista de
otras capacidades que logre una buena formación literaria y que garantice que
el lector logre establecer una conexión entre su contexto y el de la obra.

Por esta línea va Mansilla (2006) con su tesis Literatura e identidad cultural, quien
planteó que la literatura produce identidad y genera una relación imaginaria con la
realidad, porque el texto literario ofrece un campo de representaciones verdaderas en el
sentido de tener que ser técnicamente verificables, “se trata de un ejercicio hermenéutico
que se puede materializar como un genuino acto de problematización crítica del mundo
o sólo como una reafirmación de ciertas conceptualizaciones ideológicas estereotipadas”
Masilla (2006).

Según ese autor, la literatura puede representar la identidad cultural de una


comunidad, al igual que también puede crear una; de esta manera se establece una
relación binaria entre esta y la literatura que se puede comprender si se hace a un lado o
haciendo menos visibles las ideologías radicales de nuestra cultura. La literatura
representa los rasgos identitarios que podríamos tener o nos muestra los que no
tenemos, pero imaginamos. Mansilla, citando a Miralles, habla sobre la literatura en forma
de identidad territorial por su lenguaje e interpretación de su territorio nativo, que
carecería de sentido en otro lugar o contexto. Por otro lado, la opinión de este se orientó
por los términos globales de la poesía que son generales en cualquier ámbito; en su
opinión hacer poesía ya demuestra que esta existe en su territorio.
El autor concluyó, que esta es la forma singular como los sujetos se ven a sí mismos,
como individuos y como miembros de una comunidad con su singularidad de lenguaje y
comprensión de su realidad. La literatura está presente en dicha construcción a través
del lenguaje de cada cultura, la religión en la que se interpretan discursos ideológicos con
bases en valor y acontecimientos cotidianos. La literatura produce identidad no sólo por
reafirmar los aspectos positivos y seguir promoviéndolos en diferentes formas, sino
también por crear nuevas identidades alternas para mejorar la identidad cultural.

En el Elogio de la literatura, Vidal (2001) explicó que todo texto escrito es una
construcción literaria, también todo texto contiene información que es transmitida al
lector. Por otra razón, se puede decir que todo texto se convierte en un medio de
comunicación que atrapa al lector según las añadiduras que tiene el texto básico del que

44
se generó. Un lector se comunica con la obra literaria cuando se sumerge en el mundo
creado por el escritor, a su vez el escritor se encamina con su obra y relata emociones y
realidades que pueden ser ficción o eventos reales. Las obras literarias tienen un gran
valor por su aporte al conocimiento, la historia y las formas didácticas en que algunas se
presentan.
Según Vidal, el criterio estructural que considera la literatura como construcción
verbal, la relación entre literatura, estructura y sistema semiótico, es el “resultante de
determinado juego de interrelaciones, establecido entre los elementos componentes y en
la integración de estos en la totalidad.”
Para finalizar, está Reflexiones sobre la enseñanza de la literatura: ¿Corazón o
razón? Una tesis de Puerta (2000), a través de la cual refirió que la enseñanza de la
literatura está limitada por el estilo educativo existente, es decir, la forma para enseñar
correctamente la literatura debe contar con un docente bien preparado y una institución
de mente abierta, el objetivo será motivar la enseñanza de la literatura como algo ameno
y no como un castigo o deber escolar.
Puerta (2000) resaltó la importancia de una formación literaria temprana porque
propicia el desarrollo equilibrado del ser humano; al respecto la autora refiere que “la
educación estética del hombre implica tanto la dimensión de la intertextualidad como la
de la transcodificación, dimensiones necesarias para lograr un equilibrio en el desarrollo
del ser humano, desde muy temprana edad.” Afirma que un lector que encuentra un texto
ameno, lo seguirá y lo disfrutará de principio a fin, por placer y no por deber.

En conclusión, la literatura además de su función estética tiene un aspecto formativo,


este implica que mueve la subjetividad del lector y la transforma, el texto literario ofrece
un campo de representaciones verdaderas, técnicamente verificables, el lector solo
acepta para sí lo que considera verdadero, lo que logra tocarlo Torres (2006), es así como
se establece una comunicación con la obra, sus personajes y situaciones, pero para ello
se debe tener una apropiación a lo que Fillola (2008) denominó “el doble carácter
integrador de la literatura”, es decir, interpretar y apreciar.
La comunicación lector-obra se establece cuando este se sumerge en el mundo
creado por el escritor, a su vez el escritor se encamina con su obra y relata emociones y
realidades que pueden ser ficción o eventos reales, logra entablar un diálogo directo,
Vidal (2001), por tanto, es necesario abordar tanto la dimensión intertextualidad como la
de la transcodificación, logren un equilibrio en el desarrollo del ser humano Puerta (2000),

45
que le permita apreciar la realidad desde otras perspectivas y entenderla desde las
posibilidades que ofrecen las múltiples disciplinas.

En resumen, se encontraron las siguientes referencias que aportan a esta


investigación:

Tabla 1: Categorías del marco referencial

Categoría 1 Categoría 2 Categoría 3


La madre a través de la La maternidad como Literatura y formación
literatura construcción histórica
➢ Lorena Fernández ➢ Miriela Sánchez Rivera ➢ Sergio Masilla Torres
Espinosa (2018) (2016) (2006)
➢ Nieves Ruíz Pérez ➢ Susana Abajo-Llama, ➢ Antonio Mendoza Fillola
(2018) Clara Bermant, Coral (2008)
➢ María Reyes (2017) Cuadrada-Majo, ➢ Frances Vidal (2001)
Caterine Galaman, Laia
➢ Rosalba Franco Vega ➢ Maen Puerta de Pérez
Soto Bermant (2015)
(2017) (2000)
➢ Juan Pablo Cruz Medina
➢ Sebastián Arce Oses
(2015)
(2017)
➢ Karla Barrante Valverde
➢ Mireia Ramon Pérez
y María Fernanda
Chuecos (2015)
Cubero Cubero (2014)
➢ Lilia Leticia García Peña
➢ Catalina Hernández
(2015)
Cabal (2012)
➢ Claudia Zardanello
➢ María Eliza Molina
(2013)
(2006)
➢ Cristina Eugenia Valcke
➢ Cristina Palomar Verea
Valbuena (2010)
(2005)
➢ Rosario Arias (2000)

2.2 Marco conceptual


En el siguiente apartado, se abordan conceptos inmersos en los objetivos,
determinantes para esta investigación, los cuales se describen en el siguiente orden:

El corpus literario, haciendo una relación con el concepto Literatura (en general) y su
importancia en procesos de formación en lengua castellana.

Posteriormente, se analiza qué se entiende por análisis literario y qué implicaciones


lleva hacer alguno.

Más adelante, se aborda el tema que interesa. La figura materna desde la


contextualización histórica, desde su tratamiento en la literatura universal y desde su
abordaje en obras literarias contemporáneas colombianas.

46
2.2.1 Literatura, corpus literario y formación
La literatura, el arte de pintar con palabras mundos maravillosos, origen de
personajes dotados de habilidades y poderes fantásticos, que llevan al lector a vivir
aventuras y situaciones que solo le son posibles en su psiquis, y que el escritor con
habilidad estética plasma en el papel, según la RAE (2019) la literatura es “el arte de la
expresión verbal”, arte porque trasmite belleza por medio del lenguaje verbal, y moviliza
el espíritu del lector y lo sensibiliza frente al mundo. Pero la literatura no solo cumple una
función estética, también tiene una función social en la medida en que sensibiliza al lector
frente a una época y contexto social determinado, retratando su cultura, su modelo
político y las ideologías imperantes; Manguel (2019) afirma:

La literatura no parece tener una obvia utilidad, pero la ciencia ha demostrado


que la tiene. Leer literatura, una actividad que muchos consideran ociosa o
inútil, posee un valor social invaluable: nos hace más empáticos, más
dispuestos a escuchar y entender a los otros. Las ficciones nos enseñan a
nombrar nuestras angustias y también cómo enfrentar y compartir nuestros
problemas cotidianos.

Así, se crea una conexión entre la obra y el lector que logra ubicar a este último en
el contexto sociohistórico de la obra; implica que una obra literaria como Antígona de
Sófocles, escrita en el 442 a.C. aún hoy tiene vigencia y miles de lectores logran
conectarse con ella debido a que los temas allí tratados continúan siendo vigentes, no en
vano se convirtió en canon de literatura universal. Dicha empatía ha sido tema de estudio
por los grandes estudiosos de la literatura y el lenguaje, entre dichos análisis se encuentra
el literario.

Ahora bien, la enseñanza de la literatura debe tener una intención general que
promueva la lectura, la capacidad discursiva, la actitud de escucha y la escritura creativa,
donde se le permita a los estudiantes construir y ampliar su competencia literaria, para
que así obtengan referencias culturales que les activen la pasión por el conocimiento
dentro y fuera del entorno educativo, más allá de la asignatura de humanidades. Por tal
razón, el docente está llamado a proponer un Corpus Literario que desarrolle las
dimensiones lingüísticas y retóricas, que vayan más lejos de los contenidos,
permitiéndole así a los estudiantes descubrir su propio gusto e interés literario, Bombini
(2006) considera que:
la literatura es considerada como un discurso social o descripta como un tipo
textual entre otros ocupó un lugar más en un catálogo organizador de la
propuesta curricular, en la que una aparente democracia de los discursos

47
terminó por relegar a un lugar menor en el currículum a una de las prácticas
discursivas más significativas de nuestra cultural. De este modo, el espacio de
la teoría tanto para la lengua como para la literatura es ocupado por una teoría
textual general que da cuenta, por ejemplo, de textos narrativos de manera
genérica, ya se trate de una crónica periodística, un relato oral o un cuento
fantástico (p. 64-68).

Estos dos autores, tienen puntos de encuentro al afirmar que en el ámbito educativo
no solo se debe enseñar para aprender a leer sino a despertar la conciencia en el sentido
de que leer es para formarse, y a la vez se desarrollara el pensamiento crítico y la
posibilidad de emancipación. En palabras de Ceserani (2004) (p. 4) las grandes obras de
la literatura poseerían un carácter universal dado que serían portadoras de valores
estéticos, humanos y cognitivos permanentes. Teniendo cuenta lo anterior la literatura
desde un corpus literario conecta a las personas de diferentes culturas desarrollándoles
el gusto estético, la capacidad de asombro.
De las obras que integran el canon de literatura universal, se hace también una
selección bajo criterio metodológico, constituye el corpus literario, este según Casanova
(2014)

Corpus es un término de origen latino (‘cuerpo’); el plural suele expresarse con


la misma forma. En las ciencias del lenguaje, corpus designa un cuerpo o
conjunto organizado de textos que se utiliza tanto para la investigación
lingüística y literaria como para la enseñanza específica de la lengua (primera
o segunda) y de la literatura.

Es así, como un corpus de literatura responde a ciertos criterios particulares. Lo que


no exime a los pedagogos y estudiosos de la literatura de valorar los estereotipos que allí
se muestran, en aras de no continuar transmitiendo ideales que encasillan y desvirtúan
la realidad del ser humano:

Pongamos por caso la novela europea decimonónica: Anna Karenina, Madame


Bovary, La Regenta, El primo Basilio o Rojo y negro aparecen en los manuales
de literatura o en los libros de textos y recogen un estereotipo, el de la mujer
burguesa, adúltera y hastiada del entorno y de sí misma y, como hacemos con
el Lazarillo o con algunas novelas de Galdós, las interpretamos en cierta media
como ‘documentos sociales’ en tanto que transmiten la visión de mundo de su
autor y de una época. (Fernández. 2008, p. 69)

Según lo expresado por Fernández cabe preguntarse ¿Es posible que una obra
literaria movilice el pensamiento del lector? Es importante tener en cuenta que una de las
funciones de la literatura es formar; desde esta perspectiva Larrosa (2003) afirma, que

48
pensar en la lectura desde esta perspectiva implica que se establece una relación íntima
entre el texto y el lector, no solo desde su subjetividad, sino desde su ser, debe existir
una conexión que logre comunicar la realidad propuesta por el escritor y la realidad de
quien lo lee. Al respecto el autor refiere “Pensar la literatura como formación implica
pensarla como una actividad que tiene que ver con la subjetividad del lector: no solo con
lo que el lector sabe sino con lo que es.”

El lector solo será atravesado por aquello que considere verdadero, aquello que logre
conectarle con su realidad; en este punto la literatura cumple su función formativa en este
sentido Larrosa (2000) afirma que lo verdadero se presenta ante el lector como una
develación de lo oculto, “la verdad no es nunca subordinación de lo que aparece a
nuestros conceptos, a nuestras ideas, a nuestros saberes, sino que es asombro ante lo
que permanece a la vez descubierto y escondido” (p. 176). El estrecho vínculo que se
establece con los personajes de una obra está determinado por la humanización que el
autor logre hacer; al respecto Umberto Eco refiere que “Los personajes emigran.
Podemos hacer afirmaciones verdaderas sobre personajes literarios porque lo que les
sucede está registrado en un texto (...)” en este sentido la literatura se dota de humanidad
para establecer vínculos de amor u odio con los lectores.
La literatura crea experiencias de todo tipo, cada una de ellas moviliza en el lector
ideas y pensamientos, pero estas no son más que conjeturas movidas por su subjetividad,
lo cual no garantiza que el lector haya comprendido el sentido puro del texto, para ello
debe estar provisto de racionalidad, que le permita apreciar todos los elementos de los
que se dotan las obras para generar un sentido específico, al respecto Larrosa explica
que:

La razón tiene que ser pura, tiene que producir ideas claras y distintas y la
experiencia es siempre impura, confusa, demasiado ligada al tiempo, a la
fugacidad y a la mutabilidad del tiempo, demasiado ligada a las situaciones
concretas (...)

Pensar que una obra se dota de sentido en tanto mueve la subjetividad del lector es
algo superfluo. Entender la literatura como formación resulta algo riesgoso pues se podría
caer en el error de instrumentalizarla y desligarla de la función estética tan fundamental
para formar buenos lectores; al respecto Carraza (2006) explica:

Si la literatura nos habla del mundo y nos transforma, no lo hace


transmitiéndonos formas ya digeridas de cómo ver el mundo y cómo actuar en
él. No es su función decirnos cómo debemos pensar y actuar según formas

49
canonizadas, instituidas, oficiales de pensamiento y acción. Para la literatura el
mundo no es algo de lo que ya todo se sabe, y por lo tanto nada más se necesita
que repetir lo ya dicho.

De esta manera, la literatura es una recreación de la realidad, por tanto, también


refleja los ideales que según el autor deberían o no caracterizar a la sociedad. Por último,
es importante aclarar que como alguna vez lo dijo Borges (1997):

Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes
que pueblan el indiferente universo, hasta que da con su lector, con el hombre
destinado a sus símbolos. Ocurre entonces la emoción singular llamada
belleza, ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.

Hasta este punto se puede concluir que la figura materna ha sido estereotipada a
través de la historia, dotada de simbolismos que han logrado desvirtuar el ideal en
correspondencia con las dinámicas que la configuran en la realidad, la literatura por su
libertad creadora logra reflejar temas complejos en torno a esta, poniendo en circulación
discursos que van en contra del paradigma establecido. Lo anterior resulta importante,
pues la función formativa que posee la literatura posibilita poner en evidencia que los
problemas de las mujeres colombianas forman parte de la sociedad en general. Así, para
superar la marginalidad femenina no es suficiente con equiparar las condiciones laborales
ni la brecha en cuanto al acceso a la educación o a cargos políticos; debe existir un
discurso incluyente, que no se vaya al extremo circense de la ideología de género, ni
feminismos radicales.

2.2.2 Análisis literario


El análisis literario es una revisión de la realidad literaria que al descomponer sus
partes permite comprender los elementos constituyentes y ahondar en el sentido global
de las obras. Según Castillo (S.F.) “Un análisis de texto literario consiste en el examen
cuidadoso o la evaluación de una obra de literatura o un aspecto de una obra de literatura.
Como con cualquier análisis, esto requiere dividir el tema en sus partes componentes”.

Analizar una obra implica realizar una serie de pasos fundamentales que, sin importar
el tipo de análisis literario que se pretenda realizar son necesarios para garantizar una
adecuada comprensión: en primer lugar, se debe realizar la lectura de la obra y el
reconocimiento de su contexto histórico-social, luego se determina tanto el tema, como
la estructura y la forma del texto a fin de que se logre caracterizar: los personajes y el
ambiente de la obra, el contexto histórico en el que se escribe la obra, la vida y obra del

50
autor y su corriente o influencias literarias.
Para esto, es necesario identificar cómo está constituida tanto la macroestructura o
estructura externa, como la microestructura o estructura interna de las obras. La
estructura es la forma en la que se entremezclan los diferentes elementos que componen
las obras en varios niveles.
La macroestructura permite identificar aspectos superficiales como: la distribución en
párrafos, la métrica (si el texto se ha escrito en versos), las características tipográficas y
las escenas o capítulos. Al hablar de microestructura se hace referencia al género al cual
pertenece la obra, la trama, el tiempo en el que se construye la historia y los personajes.
Otro aspecto importante que no se debe dejar de lado es que los textos literarios se
caracterizan por su naturaleza polisémica (por sus múltiples sentidos o significados). El
análisis literario permite profundizar cada uno de los aspectos que comprenden una obra
como el contexto histórico del autor, la representación que este hace de la cultura, el
argumento, el tema, la exposición, el estilo, entre otras, a fin de dar cuenta de sus
principios, particularidades y relevancia, que posibiliten la compresión, el análisis, y la
toma de posición del lector frente a la obra, se trata de una praxis de la teoría literaria y
de construcción de sentido, al respecto Todorov (1991), refiere que:

Otro me argüirá: a ese precio la literatura no es más que la expresión de ideas


que es lícito aprobar o contradecir. Pero semejante reacción presupone que la
literatura es una unidad global. Ahora bien, justamente no lo es: es un juego
formal de sus elementos y al mismo tiempo una instancia ideológica (así como
muchas otras cosas); no es solamente búsqueda de la verdad, pero es eso
también. (p. 174)

Así, el análisis debe contener elementos tanto de forma como de fondo, que permitan
generar una comprensión global de la obra y encontrarse con el sentido que el autor le
asignó al texto y asignarle también el propio. Por tanto, para entender cada uno de los
elementos que componen el texto es necesario realizar un análisis literario: este consiste
en separar las partes del todo, para encontrar el sentido global, estableciendo relaciones
entre cada una de ellas; revisar tanto la macroestructura como la microestructura.

El análisis macroestructural (Saussure, Barthes, entre otros) pone al texto como


un todo provisto de elementos descriptibles, para lo cual en primer lugar se debe
establecer la biografía del autor, contexto histórico, cronología, sinopsis de la obra,
argumento, personajes, tema y tiempo. Luego del análisis de la forma
(microestructural) se debe tener presente que la literatura es comunicación de

51
experiencias, y la estética literaria no es más que resultado de la perfecta comunicación
entre la obra y el lector.

Otra forma de analizar textos literarios es a través de un análisis comparado, este


aborda diversas variantes de estudio e interrogantes; Gillén (1985) la define como “una
tendencia de estudios literarios, o sea, una forma de exploración intelectual, un quehacer
orientado por inquietudes e interrogaciones específicas” (p. 14). Este tipo de análisis
permite reflexionar en lo local o lo universal; así como analizar o confrontar obras o en
declarar la diversidad, la pluralidad; y en la relevancia de analizar el tema que propició la
construcción de la obra o verlo como algo secundario.
Pimentel (1993) resalta la importancia de los estudios transtextuales en el análisis
comparatista, ya que se llega a “un estudio verdaderamente interrelacionado de la
literatura” (p. 228), y se establece por medio de este una conexión entre las obras
literarias abordadas, están entretejidas por similitudes transtextuales que facilitan
entender su naturaleza y permiten una interpretación de uno en otro.

El análisis estilístico se refiere a la revisión más allá de la función representativa, y


centrarse en el análisis de las funciones apelativas y expresivas. Este análisis permite
generar una hipótesis de las estrategias que el autor plasmó en el texto y, a continuación,
buscar los indicios que la corroboren o la refuten Del Castillo (2018).

Otro tipo de análisis de textos literarios es el semiótico, en este, se abordan los


textos no sólo como signos dotados de significado, sino como indicios del modo de
producción de un texto; así este tipo de análisis consiste en identificar los signos implícitos
en el texto, y comprender el sentido que dichos signos tienen dentro del contexto de la
obra, para realizar el análisis del texto y establecer el sentido global de la obra.

Otro tipo de análisis literario es el análisis de contenido. Este es un estudio parcial


que permite centrar la atención en un tema o aspecto específico de la obra u obras. Hostil
y Stone (1969 p. 5) lo definen como “una técnica de investigación para formular
inferencias identificando de manera sistemática y objetiva ciertas características
específicas dentro de un texto”. Que puede ser cuantitativas o no y que hacen referencia
al contenido “latente” de los textos. Además, se añade un nuevo elemento: la inferencia.
El propósito fundamental del análisis de contenido es realizar “inferencias”.
Dichas inferencias se refieren a la comunicación simbólica, que tratan en general, de
fenómenos distintos de aquellos que son observados a simple vista, es decir, al sentido

52
literal.
Clausó (1993), concibe este tipo de análisis desde una “doble naturaleza constitutiva”
de estructura y de contenido, abordando tanto la macroestructura como la
microestructura. Esto garantiza la adecuada comprensión de las obras analizadas y que
se tengan en cuenta aspectos fundamentales que no se encuentran inmersos en el texto
pero que determinan su sentido, como los referidos al contexto del autor, sus influencias
literarias, entre otros.
Por tanto, el análisis de la macro y la microestructura implica lo que se muestra en la
tabla siguiente:
Tabla 2: Categorías y aspectos a evaluar en el análisis literario de contenido

Análisis macroestructural Análisis microestructural


➢ Vida y obra del autor ➢ Tema
➢ Corriente a la cual pertenece e influencias ➢ Contexto histórico de la obra
literarias del autor ➢ Cronología
➢ Contexto histórico en el que se escribe la ➢ Argumento
obra
➢ Personajes
➢ Características tipográficas
➢ Tiempo
➢ Estructura externa del texto (párrafos,
capítulos o escenas)
➢ Sinopsis de la obra

La técnica de análisis de contenido implica seguir una serie de pasos para su


adecuada realización:

1.- Determinar el objeto o tema de análisis.


2.- Determinar las reglas de codificación.

3.- Determinar las unidades de análisis.


4.- Comprobar la fiabilidad del sistema de categorización.

5.- Inferencias.
Para determinar el tema de análisis se debe tener en cuenta: en primer lugar: ¿qué
se quiere investigar?, ¿qué bibliografía o estudios previos existen?, ¿en qué teoría o
marco teórico encaja?, ¿qué texto o textos se van a utilizar?, y ¿cuál es la unidad de
análisis que se va a utilizar?

53
Las reglas de codificación consisten en descomponer los datos literales del texto.
Que permitirá su representación en índices numéricos o alfabéticos. Como señala Andréu
(2018) citando a Hostil (1969) “la codificación es el proceso por el que los datos brutos
se transforman sistemáticamente en unidades que permiten una descripción precisa de
las características de su contenido”.
Estas reglas de enumeración y de recuento son: presencia o ausencia de elementos
de un texto, este puede ser un punto indicativo; frecuencia de una unidad de registro que
se determina en la recurrencia de aparición, frecuencia ponderada, a la aparición de uno
o varios elementos que tienen más importancia que los demás, usualmente se les da
mayor relevancia; intensidad que el autor emplea al referirse a un asunto específico
dentro de la obra; dirección, es necesario establecer un sistema de codificación donde se
vea reflejado el sentido bidireccional del texto, que facilite identificar si la imagen que se
está presentando de la figura materna es positiva o negativa.
El orden se establece según la aparición temporal del o los personajes, importancia,
o función de las unidades de registro; y la contingencia. La contingencia que se refiere a
la presencia simultánea en un momento dado de dos o más unidades de registro en
diferentes niveles de códigos o de contextos, Andréu (2018).
Este último tipo de análisis, el de contenido, es el que se realizará en este trabajo.

2.2.3 Contextualización histórica de la figura de la madre

Pensamos sobre el futuro a través de nuestras madres.


Virginia Woolf

La madre existe para la humanidad incluso antes que la historia misma. Desde la
mitología judeocristiana se puede ver retratada en Lilith, antecesora de Eva, quien
renunció al paraíso porque durante el acto sexual refutaba el hecho de tener que
acostarse debajo de Adán, pues si ambos fueron hechos del mismo polvo, esto la
convertía en su igual. Primo Levi (2002) la describe:

Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de


la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre
a lo largo de su vida, ya sea en sueños, por vicio o adulterio. Te harás una idea
de lo mucho que recibe: por eso está siempre preñada y no hace más que parir.
(p. 24)

De acuerdo con lo expresado, Eva no aparece dentro de la visión cristiana como

54
producto del deseo divino, sino como un instrumento a través del cual se salva al hombre
de su soledad (Beauvoir, 1970; Duby y Perrot, 1992). Esto deja en claro que desde del
pensamiento católico la mujer se cosifica y se reduce a un medio para satisfacer las
necesidades masculinas. No obstante, expertos afirman que en la prehistoria se le rendía
culto a la figura materna como símbolo de fecundidad y prosperidad, además las
sociedades primitivas eran matriarcales (Núñez, 2013).

Resulta lógico entonces, que se haya puesto gran empeño en disminuir al género
femenino al punto de hacerle creer que la función procreadora, constituye más como un
deber y una condena, tal como resulta para algunas mujeres la maternidad. Es claro, que
desde los anales de la humanidad la madre se ha erigido como una figura esencial; cada
civilización se cimienta a su alrededor. Pero es innegable, que dicha situación ha
supuesto para las mujeres, sumisión, sacrificio, y devoción hacia la figura masculina,
asunto que está lejos de ser fortuito.
La mujer tiene en sus manos el destino de la humanidad, por su facultad de dar vida;
posee la capacidad de engendrar a otros humanos, pero este poder es reducido desde
el lenguaje mismo. Si bien las madres han existido desde el principio de la raza humana
la palabra “maternidad” no existía ni en griego ni en latín; la maternidad como concepto
aparece solo hasta el siglo XII, cuando la Iglesia Católica propone una palabra sinónima
a “paternitas”, término que obedeció al creciente culto de la época a la Virgen María
(Oiberman, A, s.f. p. 122). Pero dicha palabra, no correspondía a la función humana como
tal, sino que se dotó de toda una simbología espiritual, que buscaba caracterizar a las
madres según la visión Bíblica, propuesta por la Iglesia Católica, que buscaba
reiterativamente insertar cada vez más a la mujer bajo el yugo del padre.

Es solo hasta el siglo XVIII que el concepto le sugiere a las madres la exaltación de
su función, pretendiendo que tanto la lactancia como la dedicación de las maternas a sus
hijos durante los primeros meses de vida, incidieran en la disminución de la tasa de
mortalidad neonatal (Hays, 1998); pero no contemplaba, el bienestar de la madre durante
el periodo posparto.
Dicha exaltación, generó más culpas para las madres de las que ya tenían desde el
principio de la creación, según se retrata en el libro sagrado judeocristiano,
específicamente en el Génesis cuando Dios condena a Eva por comer el fruto del árbol
de la sabiduría: “En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz
los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti” (Gn 3:16).

55
Llama la atención que se condene a la madre de la humanidad por comer del árbol de la
sabiduría y, más aún, que la iniciativa de comer de él haya surgido de la mujer.

A través de la historia, el conocimiento ha sido prohibido para las mujeres, castigadas


duramente por intentar acceder a este, al punto de mandarlas a la hoguera como sucedió
en 1233 cuando el Papa Gregorio IX promulgó la Bula Vox in Rama, que le dio pie a la
iglesia para acusar y condenar al fuego a un gran número de mujeres, en gran parte de
Europa, señaladas de adorar a monstruos, cometer actos sacrílegos y orgías.
Esta práctica se extendió hasta el siglo XVIII y supuso condenas por hacer uso de
sus conocimientos sobre herbolaria y, ser las curanderas por tradición e instinto tan propio
de las madres (Muñoz, 2008).

Al incentivar el “renacer”, este se dio solo para el género masculino, pues las
precarias condiciones laborales, jurídicas y sociales para las mujeres las sumían en un
“oscurantismo” cada vez mayor. Lejos del acceso a la educación humanista y a los
estados centralizados, se les excluyó de las universidades y se les privó de la obtención
de la herencia por su permanente minoría de edad, de tal manera que este derecho
pasaba a manos de su esposo o de un pariente masculino, próximo en línea de
consanguinidad; en ausencia de uno u otro el Estado se hacía cargo de su administración.
Durante la alta Edad Media el hombre tenía la potestad de matar a su esposa si
descubría que era adúltera (Montoya, 2012). Para la época, la ciencia, las artes y muchas
otras áreas del conocimiento experimentaban un surgimiento; sin embargo, para la mujer
que no tenía participación en ninguno de estos campos, su situación era completamente
diferente.
A finales de este periodo, se da un auge por entender la vinculación emocional
madre-hijo; Winnicott (1966) explica lo importante que resulta para el infante la adecuada
vinculación con su madre; planteó que para el final del embarazo esta desarrolla la
capacidad de vinculación con su bebé, es decir, de identificarse con este, lo que según
el autor facilita la suplencia de las necesidades esenciales del neonato; y agrega que la
labor de la madre es fundamentalmente de sostén.
En consecuencia, durante los siglos XVIII y XIX la maternidad se convierte en motivo
de análisis debido a la importancia que se le da a la vinculación socioafectiva madre-hijo,
supuesto que obedece al auge que para la época tienen los campos como el
psicoanálisis, la psicología, la obstetricia y la puericultura; por tanto, se establece que la

56
madre, es la primera educadora, designación que le genera otra serie de cargas y
responsabilidades ante la sociedad. Según Molina (2006) “La tarea de las madres es
ahora entender a cada hijo como individuo, estar atenta a su estadio de desarrollo, ser
objetiva y reflexiva para responder a sus necesidades” (p. 98).

A finales del siglo XIX y principios del XX se implementa la licencia de maternidad


para favorecer el desarrollo del niño en sus primeros días de vida, instituida como una
ley que daba a las obreras tres semanas de licencia luego del parto (Burin, 1998). La
Organización Mundial de la Salud, luego de la quincuagésima quinta Asamblea Mundial
de la Salud, recomienda que la lactancia se dé de manera exclusiva durante los primeros
seis (6) meses de vida, según la OMS (2012):

Es posible ayudar a las mujeres que tienen un empleo remunerado para que
sigan amamantando, facilitándoles unas condiciones mínimas, por ejemplo,
una licencia de maternidad remunerada, arreglos de trabajo a tiempo parcial,
guarderías en el lugar de trabajo, instalaciones para extraer y almacenar la
leche materna y pausas para el amamantamiento.

Hoy por hoy, la ecuación mujer-madre ha sufrido una ruptura tanto en su esencia
como en su concepción. La maternidad como único medio de realización es obsoleta. El
aumento de mujeres que no contemplan la maternidad para sí va en aumento, al igual
que lo hacen las cifras de mujeres profesionales que la aplazan o la asumen en
equivalencia con sus otras facetas de mujer. La maternidad pasó de ser la única razón
para transitar por la vida a una decisión dependiente de muchos factores, entre los cuales
se encuentra su deseo o no de cumplir tal responsabilidad.
Zygmunt Bauman (2005) afirma que “Tener o no tener hijos es probablemente la
decisión con más consecuencias y de mayor alcance que pueda existir”, afirmación que
pone en evidencia una de las razones por las cuales las mujeres de hoy deciden no
desempeñar este rol. Así mismo, el autor se refiere a la fragilidad de los vínculos
humanos:

Tener hijos implica sopesar el bienestar de otro, más débil y dependiente,


implica ir en contra de la propia comodidad. Implica aceptar esa dependencia
de lealtades divididas por un período de tiempo indefinido, y comprometerse
irrevocablemente y con un final abierto y sin cláusula hasta nuevo aviso.

De este modo, la maternidad como se concibe desde una sociedad patriarcal implica
el abandono del Yo como sujeto y la madre se instrumentaliza. La maternidad como rol
social es una realidad que, en el contexto latinoamericano, y específicamente en el

57
colombiano, ha estado determinada por varios factores siendo uno de los más fuertes la
concepción judeocristiana estipulada por la Iglesia Católica, que ha dotado de
simbolismos dicho rol, así como también se ha encargado de perpetuar el pensamiento
machista y desigual dentro de la sociedad.

Otro factor que ha sido relevante en la dinámica de la maternidad es la violencia que


ha marcado el derrotero desde muchos siglos atrás en Colombia; esta problemática no
solo enluta el rol materno, sino que lo deslegitima y desvirtúa. Por ejemplo, en el ámbito
de la guerra ante la ausencia de un hombre que satisfaga las necesidades básicas de la
familia, motivo por el cual debe salir al campo laboral, con condiciones bastante
inequitativas, por demás, y delegar el cuidado de sus hijos a un tercero, a los hijos
mayores o como sucede en muchos casos, solos desde edades muy tempranas. Esto
causa para las madres no solo severos juicios y señalamientos por parte de una sociedad
que no comprende las problemáticas que enfrenta una mujer que asume ambos roles
dentro del hogar, sino también, los problemas legales que acarrea dejar a los hijos en
situación de vulnerabilidad e indefensión.
Pese a la función social de la maternidad en el contexto colombiano, este ha sido
uno de los principales motivos de exclusión y discriminación laboral, a tal punto que cada
aspecto de la maternidad ha debido ser legislado a fin de garantizar una mayor equidad,
lo que refleja claramente el pensamiento patriarcal al rededor del cual se ha cimentado
la sociedad. La estructura familiar, que presenta un alto grado de ausencia de la figura
paterna, y la desigualdad social están estrechamente vinculadas, tanto a las causas como
a las consecuencias de las problemáticas sociales de contexto; además, juegan un papel
trascendente en la transmisión intergeneracional de la pobreza (McLanahan y Percheski,
2008; Kendig y Bianchi, 2008);este fenómeno no es actual, se viene gestando desde la
época de la colonia y se ha intensificado con la violencia propia del conflicto armado
colombiano.

2.2.4 La figura materna en la literatura universal

La figura materna está presente en muchas obras de la literatura universal. El ideal


materno retratado en las sociedades a través de la historia no siempre responde a la
figura que se presenta en las obras literarias de ciertas épocas y contextos. Dentro de la
literatura la figura de las madres ha sido representada de muchas maneras, la maternidad
en la tragedia griega no corresponde plenamente al estándar general de amor y
protección hacia el hijo, correspondiente a la Grecia clásica. La madre construida a partir

58
de este imaginario se ve reflejada, por ejemplo, en Alcestis de Eurípides, quien toma el
lugar de su esposo Admeto para morir, salvándole la vida, no sin lamentarse por dejar
huérfana a su progenie (1991, p. 282-288). Este personaje literario representa la imagen
de fidelidad marital, generando el imaginario de que la madre debe ser una especie de
heroína sacrificial por excelencia.
Pero como se mencionó anteriormente no todas las representaciones van en
consonancia con este ideal, prueba de ello es Clitemnestra madre que atenta contra sus
hijos para mantener el poder luego de asesinar a su marido Agamenón. A través de esta
se presenta una dicotomía bastante particular, porque en primer lugar mata para vengar
la muerte de su hija Ifigenia, pero luego relega a sus hijos que no están de acuerdo con
el matrimonio de esta luego de que asesinara a su padre; Esquilo retrata en esta obra
una maternidad contradictoria, capaz de vengar a una hija pero que antepone sus
intereses sobre los de sus demás hijos:

Y si algunos maquinan con engaños despojarme de la riqueza que disfruto, no


lo permitas sino concédeme que, llevando una vida sin daño, rija el palacio y el
cetro de los Atridas viviendo con los amigos que ahora tengo una feliz
existencia, y con aquellos de mis hijos en los que no se encuentre
animadversión hacia mí o un amargo resentimiento (1966, p.648-654).

Dentro de la tragedia griega también se retrata la antítesis del instinto materno a


través de Medea, quien, según Loraux (1990), es la madre antinatural por excelencia. Es
totalmente consciente de sus actos como lo relata Eurípides “Sí, conozco los crímenes
que voy a realizar, pero mi pasión es más poderosa que mis reflexiones y ella es la mayor
causante de males para los mortales” (p. 1078-1080). El motivo de la ira de Medea, de
su dolor, es la traición de su esposo Jasón y la manera de castigarle es aniquilando su
descendencia. La madre que asesinando a sus hijos se venga contra el maltrato
masculino “Y las madres matan. Asesinan al culpable —siempre hombre— y, a veces, a
niños: los hijos del culpable”, Loraux (1990, p. 62).

Tanto Eurípides como Esquilo retratan figuras maternas complejas que responden o
no al ideal social de la época, que atravesadas por el sufrimiento expresan lo disonante
de la naturaleza humana. Simone de Beauvoir (1987) en su libro El Segundo Sexo, afirma
que dicha contradicción entre el ideal prefijado sobre la figura de la maternidad y su actuar
que se revierte sobre la figura del hijo y del esposo, no es cosa de su naturaleza, sino
que es producto de la invisibilización, subyugación y aniquilamiento simbólico al que el
género femenino se ha visto sometido y contra el cual solo puede emprender una

59
revolución silenciosa; al respecto Beauvoir dice:

(...) desde los griegos hasta nuestros días. Su condición ha permanecido igual
a través de cambios superficiales, y define lo que se ha dado en llamar “el
carácter de la mujer” que “se encharca e la inmanencia”, tiene espíritu de
contradicción, es prudente y mezquina, carece del sentido de la verdad, de la
exactitud y de la moralidad, comedianta e interesada. En todas esas
afirmaciones hay una verdad. Pero las conductas que la denuncian no le han
sido dictadas a la mujer por sus hormonas, ni han sido prefiguradas en su
mente, sino que son señaladas por su situación. (p. 38)

La sociedad romana era androcéntrica y la mujer considerada digna era la “matrona”,


aquella casada en legítimo matrimonio. Su función básicamente era ser madre y
proporcionarle al Estado buenos ciudadanos, esto se evidencia en el libro primero de La
Eneida de Virgilio, a través de estas palabras que Venus le dice a su hijo Amor, al
encomendarle una importante misión:

Hijo mío, mi fuerza, mi gran poder, el único que despreciar puede los dardos
tifeos de tu excelso padre, en ti me refugio y suplicante tu ayuda reclamo. Que
tu hermano Eneas anda en el mar sacudido por todas las costas a causa del
odio de la acerba Juno, lo sabes muy bien y a menudo de nuestro dolor te
doliste.

Evidencia clara de que dentro de la literatura latina también se retrata en algunas


obras la influencia que tiene la madre sobre los hijos, y se muestra con un rol activo,
aunque soslayado que es recurrente dentro de las obras literarias, la madre no puede ser
la figura protagónica sino que es el héroe para el caso de la tragedia griega quien
desempeña ese rol, lo cual se debe a que a lo largo de la historia se le quitó el poder de
la palabra a la mujer, esto no es gratuito.

Dicha figura materna se revierte en la Edad Media, época en la que Europa, entre el
siglo V y el siglo XV, se caracteriza por el feudalismo, una cultura cristianocéntrica y la
ignorancia de la gran mayoría de la gente, pues el conocimiento era privilegio de los
hombres que pertenecían al clérigo.

Por eso, en esa época la madre es solo el instrumento por el cual el héroe
caballeresco perpetua su linaje. Una madre sumisa que, de alguna manera se considera
dentro de la categoría de las “tontas”, porque los estereotipos de las mujeres “de Dios”,
como lo explica Guy Bechtel (2001), han sido durante la historia, y más en la Edad Media,
el de la Santa (la que optaba por irse de religiosa o la que se sacrifica por Dios), la Tonta,
la Puta, la Bruja y la Loca.

60
Ejemplo claro de la sumisión de la madre dentro de la literatura medieval es Jimena,
personaje del Cantar del Mío Cid, en ella se personifica la sumisión, ya que acepta todo
lo que le ordena su “señor”, es abnegada y dedicada al cuidado de sus hijos. Dicha
sumisión se refleja cuando madre e hijas aceptan la voluntad de su padre el Cid y del rey
de casar a su prole con los infantes de Navarra y Aragón.
Dicho personaje retratado en este cantar va en consonancia con el pensamiento
instaurado en la época por la Iglesia Católica que sumió la maternidad en el imaginario
de virtud, abnegación, sumisión y sacrificio como se puede apreciar en el libro de
Proverbios 31:10-12 “Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al
de las joyas. 11 En ella confía el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias. 12
ella le trae bien y no mal todos los días de su vida.”.
El pensamiento eclesial imperante durante el la Edad Media terminó por degradar el
estatus de la mujer en la sociedad dejándola bajo la potestad del varón padre, esposo o
cualquier pariente hombre que se hiciera cargo de esta, pues desde La Biblia, el libro
sagrado del catolicismo, se presenta una imagen impura. Muestra de esto es el versículo
12 del Levítico 1-5 “Hablo Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles:
La mujer cuando conciba y dé luz a un varón, será inmunda 7 días …Y si diera luz a una
niña, será inmunda dos semanas…” dicho pensamiento fue levemente superado ad
portas del Renacimiento muestra de ello es La perfecta casada, el manual que Fray Luis
de León (1980), le escribe a una pariente como regalo de bodas, en él se retrata el rol
que una madre de esta época debe desempeñar:

Y no piensen que las crio Dios y las dio al hombre sólo para que le guarden la
casa, sino también para que le consuelen y alegren, para que en ella el marido
cansado y enojado halle descanso, y los hijos amor, y la familia piedad, y todos
generalmente acogimiento agradable. (43).

Para Fray León, una madre no debe dedicarse a otra cosa que no implique la
satisfacción de las necesidades de su esposo y sus hijos, ya que es mandato divino; De
Beauvoir (1949) expresa que, aunque parezca simple la vida de una madre reducida a
las tareas domésticas que trae para esta una serie de paradojas, al respecto expresa:

el ideal doméstico contradice el movimiento de la vida; el niño es enemigo de


los pisos encerados. El amor maternal se pierde a menudo en reprimendas y
cóleras dictadas por la preocupación de mantener un hogar bien puesto. No es
sorprendente que la mujer que se debate entre esas contradicciones pase con
mucha frecuencia sus jornadas llenas de nerviosismo y acritud (p. 512).

61
Además, Fray Luis de León (1980), decreta que la vanidad es cosa ofensiva ante los
ojos de Dios y con palabras fuertes declara:

Y aquí conviene que las mujeres hinquen los ojos más, porque se desvanecen
más fácilmente, y hay tan vanas algunas, que casi desconocen su carne, y
piensan que la suya es carne de ángeles, y las de sus sirvientas de perros, y
quieren ser adoradas dellas.

Este tipo de literatura se encarga de transmitir el pensamiento imperante en las


sociedades renacentistas, y se extiende hasta el periodo barroco, con su estilo
sobrecargado en el uso de recursos literarios como la metáfora o la antítesis, en la cual
la potencialidad para generar conflictos y el decoro en los que la figura materna se
idealiza y mitifica, la convierten en un asunto del que no se habla en público y cuando se
hace es solo como referencia de virginal condición. Tirso de Molina (1634) en La
prudencia en la mujer realiza un desdoblamiento en el personaje de la reina María de
Molina en dualidad con la Virgen María en su condición de reina y madre

“¿Sabéis que el mundo me llama la reina Doña María? ¿Que soy legítima rama
del tronco real de León; y como tal, si me agravian, seré leona ofendida, ¿qué
muerto su esposo brama? Si porque el Rey es un niño, y una mujer quien le
ampara, os atrevéis ambiciosos, contra la fe castellana; tres almas viven en mí:
la de Sancho, que Dios haya, la de mi hijo, que habita, en mis maternas
entrañas, y la mía, en quien se suma, eso tras dos: ved si basta, a la defensa
de un reino, una mujer con tres almas.” versos 140-155.

El discurso eclesial a través del cual se ha configurado la figura materna, se ha


prefijado desde la figura mariana, dotada de “virtudes” como la obediencia, el sacrificio y
la sumisión y el amor filial; para el siglo XVIII durante la ilustración, se atacaba a las
monarquías absolutistas en pro de una ideología centrada en el hombre, en la se empieza
a gestar el discurso por la igualdad entre los seres humanos, y se toma al ser racial como
el fin primero, y aun cuando la igualdad de género parecía una quimera inalcanzable,
aparecen figuras como Mary Chudleigh, una poeta que a través de su poema A las damas
(1703) hace una crítica a la manera como vive la mujer en la sociedad de la época:

Esposa y sirvienta son lo mismo, pues sólo se diferencian en el nombre, cuando


del fatal anillo surge un abismo;

que nada, nada puede separar.

Cuando ella obedece la solemne palabra, que el hombre en ley suprema ha


formulado, todo lo amable queda entonces sepultado,

62
y sólo permanece la posesión, y el orgullo. Feroz como un príncipe oriental, él
crece, revelando al fin toda su soberbia innata.

Para mirar, reír o hablar, sus votos no lo sujetan,

pero a ella, a una infinita soledad la condenan, resignando para siempre toda
libertad.

Así será gobernada bajo su mando, temiendo a su esposo como a una deidad.

A él debe obedecer, a él debe servir, sin jamás actuar, sin jamás decir;

hasta que en su arrogancia repose, confiado, dueño del poder, sobre un


panteón adorado.

Evitad, dulces doncellas, aquel indeseable estado, y toda esa adoración que
supura odio.

Valoraos a ustedes mismas, y despreciad a los galanes.

Recordad que, si sois orgullosas, seréis sabias.

La figura materna a lo largo de la Historia de la literatura ha sido dibujada desde los


extremos: por un lado, como diosa; por otro, como prostituta. Así queda claro que no
puede ser considerada sino como madre o instrumento. Asunto que no varía mucho en
la época contemporánea de la literatura, que abarca desde finales del siglo XIX hasta la
actualidad, en donde la figura materna ha emergido como una temática de interés que
abarca problemáticas de género, políticas y culturales.

En las tradiciones literarias españolas y latinoamericanas de finales del siglo XIX, la


mujer adquiere un valor metafórico que la asimila a la patria por su fecundidad, su
referencia virginal o su heroísmo.
Bertolt Brecht (2010) en su obra Madre Coraje y sus hijos, se refleja una maternidad
compleja, de una vendedora ambulante, que a decide sacar provecho de la guerra se
enfrenta a los soldados para que sus hijos no sean reclutados pues teme que, si van
a la guerra, morirán. Paradójicamente, vende armas en la misma guerra que acaba
matando a sus tres hijos. Así madre coraje le habla a su hija:

Tómalo pues, como lección, Catalina. No te metas nunca con la soldadesca. El


amor es un poder celestial, te lo advierto. Hasta con aquellos que no son del
ejército resulta una cruz. Te dicen que besarían el suelo donde posaste los pies
—a propósito: ¿te los lavaste ayer? — y después te convierten en su criada.
Feliz tú, que eres muda; por lo menos no te contradices nunca, y nunca te

63
vendrán ganas de morderte la lengua por haber dicho la verdad. Es un regalo
de Dios eso de ser muda.

Por otro lado, se encuentra el rechazo de la maternidad, este es tratado por Mercè
Rodoreda (1962) en Colometa y Aloma, dos mujeres que asumen involuntariamente la
maternidad y la rechazan, aunque en el proceso terminan por aceptarla. Colometa cree
que la maternidad es la instrumentalización de la mujer, es decir, percibe una anulación
de ella como sujeto “Era como si me hubiesen vaciado para llenarme de algo muy
extraño.” Colometa hablando sobre su proceso de gestación en la obra La plaza del
diamante (1962), muestra clara de que la maternidad no siempre es deseada, ni es el
ideal de realización para las mujeres.
Aun cuando la maternidad es aceptada, muchas veces esta no se desarrolla de
manera natural, convirtiendo a los hijos en el instrumento sobre el cual se depositan
miedos, frustraciones, decepciones. En la literatura contemporánea también están
presentes el despotismo y la crueldad materna, así lo retrata Federico García Lorca
(2005) en La casa de Bernarda Alba, donde la protagonista Bernarda, no desarrolla el
más mínimo afecto por sus hijas y las recluye en su casa, debido a que se encuentra
obsesionada en proteger el honor de su familia; cuando muere Adela una de sus hijas,
esta expresa “Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! ¡A
callar he dicho! ¡Las lágrimas cuando estés sola! Nos hundiremos todas en un mar de
luto. Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen.”
Para entender las dinámicas que se dan entorno de los diferentes tipos de figura
materna no basta solo con la literatura, es necesario para ello referirse a estudiosos que
abordan el tema desde otras disciplinas, tal es el caso de Simone de Beauvoir (1987),
quien en su libro El segundo sexo dedica todo un capítulo a reflexionar sobre la madre, y
si bien acepta que la maternidad es una función natural de la mujer, pues afirma que todo
su cuerpo está dotado para esta, asegura también que ningún proceso en el mundo
puede darse de manera natural, es decir, que el hombre interfiere para su propio
beneficio. Tal es el caso de la maternidad, por medio de la cual la mujer se convierte en
el instrumento por el cual el hombre asegura la continuidad de su estirpe, pero ¿en qué
beneficia esto a la mujer? Según Beauvoir, la gestación no es más que una “labor fatigosa
que no le ofrece a la mujer ningún beneficio individual.” (p.259).

Las arcaicas ideas religiosas que subyugan y condenan a las madres al espacio
doméstico, las laxas leyes que condenan la violencia de género y la prohibición del aborto

64
son asuntos que en palabras de la autora “han destruido el sentimiento maternal” (p.261),
en pleno siglo XX existen culturas en donde prima el proveer al hombre de progenie que
el bienestar y la salud de la madre, poniendo en riesgo la vida de la mujer ¿puede existir
amor maternal en condiciones como estas? Para Beauvoir “la maternidad forzada logra
hijos miserables” (p. 261), dentro de la maternidad cualquier extremo es violencia, el hijo
se convierte en un vehículo que transita entre el amor, la decepción, la frustración, la
idealización, la ira, el orgullo, entre otros sentimientos que surgen de la praxis materna.
El ideal cristiano muestra a la madre como un ser devoto, al respecto refiere que tal
devoción se revierte en una relación enfermiza entre madre e hijos, advierte que esto no
es más que el resultado de vacía existencia, en cuyo caso el hijo se convierte en
instrumento de desahogo. En palabras de Beauvoir:

Otra actitud bastante frecuente, y que no es menos nefasta para el niño, es la


devoción masoquista: algunas madres, para compensar el vacío de su corazón
y castigarse por una hostilidad que no quieren confesarse, se hacen esclavas
de su progenie: cultivan indefinidamente una ansiedad morbosa, no soportan
que el hijo se aleje de ellas; renuncian a todo placer, a toda vida personal, lo
cual les permite adoptar una actitud de víctimas; y de estos sacrificios extraen
el derecho a negar al hijo toda independencia (p. 501)

Independencia que en principio y por mandato divino se le ha negado a la madre a


través de la historia, es claro que aún en los matriarcados, la sociedad ha sido dominada
por el hombre. Aunque se exalte la fecundidad y se veneren deidades femeninas
vinculadas a la tierra, la mujer continúa estando bajo el yugo masculino, del mismo modo
que la tierra fértil: “la mujer está destinada a ser sometida, poseída, explotada, como lo
es también la naturaleza”, Beauvoir (1949).
La desnaturalización de la maternidad no es vana, responde, según Beauvoir (1949),
a que en la naturaleza no existen elecciones morales, en este sentido una madre podría
fácilmente desvincularse de su rol materno y por ello no debería ser condenada, mientras en la
sociedad civil, y sacra un acto como este va en contra de las leyes divinas y por tanto debe ser
repudiado y condenado, cosa que no ocurre con el padre a quien no se obliga a
permanecer al lado de sus hijos mientras les garantice el sustento económico.
La invisibilización de la figura materna, anula también la voz de esta en la sociedad,
le niega la posibilidad de nombrarse y reconocerse como sujetos de derecho, al respecto
Ivonne Bordeloise (2005) afirma que “(...) y nada favorece y robustece más la esclavitud
que la pérdida del lenguaje” (p. 26), de modo que para que su palabra tenga

65
trascendencia esta debe depositarse en aquel para el que esta tenga valor, el hijo o el
esposo.

Solo a través del lenguaje es posible superar esta condición, salir al espacio público,
nombrarse y exigir ser nombradas, reconocerse en otras madres, y comprender que no
es posible superar la condición de inferioridad si desde sí mismas no se reconocen como
iguales, Bordeloise (2005) en su ensayo La palabra refiere el respecto:

El que realmente nos espera y nos exige, es el lenguaje, ese proteico,


multiforme y eterno, superior y anterior a nosotros. Aquello indecible,
escandaloso y sublime, escandalosamente sublime, que el público, interesado
en el éxito, justamente no comprende. Como la lluvia surge del agua y vuelve
al agua, como el mar asciende al cielo para regresar a sí mismo, así la poesía
emerge del lenguaje y al lenguaje vuelve, purificándolo en el viaje desde los
abismos a las alturas más remotas.

2.2.5 La figura materna en la literatura colombiana contemporánea


La literatura colombiana contemporánea empieza con un periodo que comprende
desde 1940 hasta 1970, conocido como el de la novela de la época de la Violencia,
durante el cual las obras reflejan la guerra civil que se vivió en el país por diferencias
políticas entre los miembros del partido Liberal y los del partico Conservador. A partir de
los años 70, comienza un nuevo periodo que, aunque influenciado por las situaciones
políticas, trata otros temas como el narcotráfico, la corrupción, el conflicto armado y la
identidad nacional; se hace toda una apuesta por rescatar la cultural de los pueblos
indígenas y afrocolombianos y se hace denuncia social sobre la situación de las
comunidades minoritarias y vulnerables. La literatura contemporánea se caracteriza, así,
por la crítica a la violencia en todas sus manifestaciones, la ideología política de varios
escritores. La palabra como revolución ideológica, la crítica al sistema de consumo y a la
tradición literaria que resalta a la clase alta.
Uno de los exponentes literarios más importantes en esa primera parte, lo constituyó
la Revista Mito (1955-1962) por Jorge Gaitán Durán y Hernando Valencia, por medio de
esta se denunciaba la realidad política y socioeconómica del país en poesía, novela,
cuentos, ensayos, entre otros.
Durante el primer periodo, de forma paralela, también surgió un movimiento literario
llamado el nadaísmo, asociado a la interpretación de la existencia y como protesta social
con gran intensidad, buscando provocar a las élites sociales, políticas y religiosas. Su
precursor fue Gonzalo Arango con El manifestó la razón de ser del nadaísmo como

66
movimiento literario y filosófico (1958). El documento contiene trece estatutos, en los que
se plantea dicha corriente como una propuesta amplia, basada en un espíritu consciente
y en la búsqueda de lo nuevo para encontrar la verdadera libertad del hombre y su valor
dentro de la sociedad. Otras de sus publicaciones del autor son: Los camisas Rojas
(1959), El manifiesto de los escribanos católicos (1961), El mensaje a los académicos de
la lengua (1962) y El terrible 13 Manifiesto Nadaísta (1967).

Los nadaístas critican la tradición literaria colombiana para montarse en la ola de un


vanguardismo tardío. Hacia finales de los 50 y principios de los 60, la juventud letrada
colombiana siente gran fascinación por este movimiento. Los autores más reconocidos
son: Jotamario Arbeláez con sus obras: El profeta en su casa (1966), El libro rojo de
Rojas (1970) y Mi reino por este mundo (1981); Jaime Jaramillo Escobar con Los poemas
de la ofensa (1968), Sombrero de ahogado (1983) y Poemas de tierra caliente (1985),
Amílcar Osorio con sus obras Vana Stanza, diván selecto (1984) y El yacente de
mantenga (1987).

Otros autores son: Mario Rivero con Baladas sobre ciertas cosas que no se deben
nombrar (1973) y Los poemas del invierno (1985); Jaime Espinel con sus obras: Esta y
mis otras muertes (1975) y Agua de luto (1981); Humberto Navarro con El Amor en
grupo (1974) y Los días más felices del año (1966), Rafael Vega Jácome con Cuentos
del Purgatorio (1991) y Río Abajo (1995) y Elmo Valencia llamado “el monje loco” con su
novela Islanada (1967). Este último, sobre los nadaístas, expresa:

(…) Nosotros al comienzo le jalábamos a todo (…) Mientras tanto, el


Establecimiento jodiéndonos, metiéndonos a la cárcel por cualquier motivo.
Nosotros queríamos que el país del sagrado corazón se olvidara de los falsos
profetas y festejara nuestro advenimiento con pasión y delirio. Aparecimos
como unos santos mechudos dispuestos a dar la batalla a favor de la Nada. De
la Nada al nadaísmo. Porque la Nada es lo único que existe. Es el principio
creador. Lo demás es whisky chiviado. Capitalismo barato, ese que tanto
odiaba Witmann. (…) (Valencia, 2001, p.10)

La muerte de su fundador Gonzalo Arango, en 1976, y de varios de sus integrantes,


hizo que el movimiento llegara a su fin. Los autores que le subsiguen, estética y
literariamente, mantienen su independencia. Andrés Caicedo y Gómez Jattin pueden
considerarse nadaístas por su estilo literario, pero sus obras son publicadas tiempo
después de que el movimiento desapareciera.

Para 1960 se dio el Boom literario latinoamericano, en el caso específico de Colombia


el principal representante fue Gabriel García Márquez con obras como Cien años de

67
soledad (1967), El otoño del patriarca (1975), El amor en los tiempos del
cólera (1985), Crónica de una muerte anunciada (1981) y Los funerales de la mamá
grande (1962). En este fenómeno literario, los autores se desvinculan de la forma
narrativa tradicional, el tiempo, el narrador y algunas técnicas innovadoras para la época;
otro rasgo importante es la fragmentación de la narración a través de varios focos,
creando tramas que se superponen a la principal, desordenadas en el tiempo cronológico;
se recurre a la analepsis y la prolepsis para hacer saltos en los tiempos narrativos.
Así mismo, se emplean múltiples voces narrativas, entre los narradores omnisciente
y personaje (protagonista y testigo). Aparece la novela de ficción total, de integración y
de realidad total, y se mezclan ambas creando así el Realismo Mágico, que es la corriente
literaria por excelencia.
Si bien el nadaímo y el fenómeno del boom rompen con la tradición literaria en
Colombia, es solo a partir de 1970 - 80 y hasta hoy que se da el movimiento literario
contemporáneo como tal. Este es fuertemente influenciado por la situación política a
través de temas como la guerra, el narcotráfico, la corrupción; pero también trata la
identidad nacional, y se hace toda una apuesta por rescatar la cultural de los pueblos
indígenas y afrocolombianos.
En cuanto a los temas, la denuncia social es y ha sido tratada por muchos autores
antes y durante el movimiento literario contemporáneo. Un escritor especialmente
reconocido porque sus obras son denuncias a viva voz contra la violencia, la corrupción
y las inequidades es Fernando Soto Aparicio. Entre sus obras se destacan La rebelión
de las ratas (1996), Mientras llueve (1996) y Puerto Silencio (1975). Otro autor célebre
por su tono de denuncia es German Castro Caicedo con obras como Mi alma se la dejo
al diablo (1982), Colombia amarga (1983) y El alcaraván (1996).
Se conserva la actitud contestataria de los escritores frente a las problemáticas
sociales del país, la autocrítica en la que se invita a los lectores a reflexionar sobre la
realidad actual es otro rasgo distintivo. Así como la tarea investigativa que asumen
muchos autores al crear sus obras y reflejar fielmente la realidad. Ejemplo de ello es Alba
Lucía Ángel con la novela Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975); María
Mercedes Carranza con El canto de las moscas: versión de los acontecimientos (1998) y
William Ospina con obras como Es tarde para el hombre (1994), ¿Dónde está la franja
amarilla? (1996) y Ursúa (2005).
Todo esto va encaminado hacia la construcción de una identidad propia. En esta

68
búsqueda aparecen autores como Laura Restrepo Casablanca, quien presenta en sus
obras una mezcla de realidad y ficción, a la cual la escritora llama “estilo de informe”. Este
se puede ver en Isla de pasión (1989), Las vacas comen espaguetis (1989), Delirio
(2004) y La novia oscura (1999).

Otra característica es la transición de lo rural a lo urbano, en donde la ciudad toma


vida a través de las interacciones de los personajes con esta y en esta. Esto se puede
identificar claramente en Opio en las nubes (1992) de Rafael Chaparro Madiedo, en la
cual se muestra una convulsa Bogotá en donde en medio de bares, excesos y
sensaciones, una serie de personajes fuera de lo común desarrollan una extraña e
intensa historia contada por varias voces. O en Calicalabozo (1998) de Andrés Caicedo.

También, aparece la memoria histórica como medio de denuncia, en la que varios


autores evocan la infancia y la juventud de un personaje, haciendo visibles los lazos
familiares y los conflictos que surgen a causa de la violencia. Un autor bastante
reconocido por su novela autobiográfica es Héctor Abad Faciolince con El olvido que
seremos (2006).
Así mismo, el arte (pintura, escultura, música y la literatura misma) se toman como
objetos para desarrollar tramas narrativas. Este es el caso de Lo que no tiene nombre
(2013) de Piedad Bonnett, en donde el arte tiene un papel preponderante y la
metaliteratura es transversal en la obra. Así mismo, en ¡Que viva la música! (1977) de
Andrés Caicedo se desarrolla una historia que se vive a través de los ritmos. Otro autor
bastante importante es Manuel Mejía Vallejo, no solo por la maestría con la cual crea la
estructura de sus obras, sino porque emplea una simbología bastante especial para
recrear los ambientes y la ciudad, sin necesidad de ubicar al lector explícitamente, lo cual
se puede evidenciar en obras como Aire de tango (1973) y El día señalado (1964).
Al tiempo que en el país empieza un nuevo periodo de violencia a manos de los
narcotraficantes y el narcoparamilitarismo, surge un nuevo tipo de relato, el policíaco que,
si bien tiene toda una trayectoria en la literatura europea y norteamericana, para el caso
específico de Colombia este apenas nace cerca de los años 90. Entre los primeros
autores se encuentran: Germán Espinosa con La tragedia de Belinda Elsner (1991), Hugo
Chaparro Valderrama y El capítulo de Ferneli (1992), Juan Gabriel Vásquez con Persona
(1997), Los informantes (2004), El ruido de las cosas al caer (2011) y Las reputaciones
(2013); y en Santiago Gamboa con Vida feliz de un joven llamado Esteban (2000) y
Necrópolis (2009).

69
A finales del siglo XX y principios del XXI, la literatura colombiana entra en una etapa
de democratización en donde se da lugar a las voces femeninas, cuya presencia no había
sido significativa hasta el momento. Así mismo, se da espacio a las narraciones
indígenas, afrocolombianas y de la comunidad LGTBI, para contar su historia. Se afianza
la creación literaria. Las nuevas generaciones de escritores y escritoras buscan contar
las problemáticas de la realidad colombiana de forma distinta. Tal es el caso de Mario
Mendoza con Satanás (2002). Las escritoras plasman en el papel las vivencias y
problemáticas propias de su género, muestra de ello es Pilar Quintana con La perra
(2017) y Caperucita se come al lobo (2012). Otra escritora que ha ganado un lugar
importante es Angela Becerra con obras como Memorias de un sinvergüenza de siete
suelas (2013), Ella que todo lo tuvo (2009) y Alma abierta (2001).
Aparece también la narconovela, un género que en vivió un auge efímero y que ha
entrado en detrimento, gracias al rechazo que ha generado en la sociedad colombiana la
perpetuación de una narrativa en donde se exalta el crimen, la prostitución y la
decadencia de una Colombia decadente. Entre los exponentes está Fernando Vallejo
con La virgen de los sicarios (1994), Francisco Celis Albán con Confesiones de una puta
cara (2007) y Gustavo Bolívar con Sin tetas no hay paraíso (2010); son algunas de las
novelas publicadas bajo este género.

Ahora bien, pese a la enraizada tradición por exaltar los valores de la clase alta
colombiana, la literatura se desliga, en la época de la literatura contemporánea en el país,
de la idea de ser una extensión del país hispánico, blanco y católico. Esto representa una
ruptura en cuanto al paradigma de la figura materna a la cual, en la práctica se le rinde
culto; pero “esta sacralización de la maternidad en los imaginarios sociales no
corresponde a las demandas que la sociedad le hace a la mujer actual, generándose
intensas paradojas entre el ideal y lo que se hace”, como manifiestan Jaramillo, Osorio
de Negret y Robledo (1995).
No obstante, el pensamiento machista sigue retratándose en la literatura, tal es el
caso Andrés Caicedo (1974) quien en su cuento Maternidad narra la historia de Patricia,
quien es el instrumento por medio del cual el protagonista realiza su deseo de
“trascender” embarazándola, así expresa este el día del nacimiento de su hijo:

A los pocos meses engordó muchísimo y le vinieron los vómitos, así que no
pudo volver al colegio y perdió sexto. Yo solamente falté a clase un día: el día
en que después de cuatro horas de terquedad y mucho sufrimiento, dejó salir a
mi hijo. Nació en un día lluvioso. No nos pusimos de acuerdo con el nombre,

70
pero prevaleció mi opinión: lo llamé Augusto, que hace pensar en porte
distinguido y en conciencia de victoria, siempre. Fui toda una celebridad en el
colegio, padre a los 16 años. Ella no quiso hacer gimnasia y le quedó una
barriga arrugada muy fea, y los senos se le hincharon como brevas y después
se le cayeron.

Este fragmento del cuento de Caicedo es reflejo explícito de la instrumentalización


de la mujer para garantizar la prolongación del apellido, que en la sociedad colombiana
es privilegio exclusivo del hombre, al menos hasta el año 20204. Por su parte Gabriel
García Márquez al referirse a Úrsula Iguarán de Cien años de soledad, Fermina Daza en
El amor en los tiempos del cólera o Sierva María de Todos los Ángeles en Del amor y
otros demonios, refleja fielmente la mujer en el contexto colombiano real. Lo que es
muestra de la ruptura que hacen los literatos contemporáneos con el pensamiento
conservador, en palabras de García Márquez:

Mis mujeres están mucho más enraizadas en la realidad que los hombres.
Tienen los pies bien plantados; son sólidas, pacientes, constantes. Los
hombres son criaturas quiméricas, capaces de acciones locas y grandiosas,
pero incapaces de la paciencia y la constancia, débiles en la adversidad,
buscando el apoyo de la mujer que en la adversidad será firme como las rocas
(centro Gabo.com, 2020)5.

Estas palabras del nobel se ven explícitamente reflejadas en Cien años de soledad,
obra en la cual el autor presenta las dos caras de la moneda. Por un lado, Úrsula es la
figura idealizada de madre, sin tacha y abnegada; por el otro, está Pilar Ternera, la madre
prostituta y, por lo tanto, la oculta.
Por otra parte, las autoras están haciendo toda una apuesta por plasmar por medio
de palabras la realidad de los distintos roles que asume día a día como el materno.
María del Rosario Laverde, en Memoria de Jirafa (2016), cuenta el maltrato que
recibió de su progenitora, quien en medio de la frustración por haber enviudado y asumir
con dificultad el sustento económico de sus hijos, descarga todos esos sentimientos en
sus hijos. Pilar Quintana, en La Perra (2017), narra la historia de Damaris una mujer del

4 La Corte Constitucional dio plazo, hasta 2022, al Congreso, para formular leyes que permitan a los
padres elegir el orden de los apellidos de sus hijos al nacer. Por ahora, predomina que el primer apellido
es el del padre y el segundo, el de la madre.
5 https://centrogabo.org/gabo/hablemos-de-gabo/la-mujer-en-12-pensamientos-de-gabriel-garcia-
marquez

71
pacífico colombiano que siente un dolor profundo por no poder ser mamá.
Claudia Hernández, en Roza tumba quema (2017), narra la historia de una madre
guerrillera que ha tenido varias hijas de distintos padres. Y la lucha por sacarlas adelante
y por recuperar a la que le robaron cuando era un bebé para venderla. Otra historia de
búsqueda es la de la novela de suspenso La Casa de la Belleza (2015) de Melba Escobar
se muestra la discriminación, el arribismo y la competencia entre las mujeres por ser
bellas. También se narra el dolor de la pérdida de una hija asesinada, y la lucha de la
madre para que se haga justicia. La literatura sobre la maternidad escrita por mujeres
tiene como característica común que se narra desde las entrañas.
Esta gran apuesta que los escritores y escritoras de Colombia hacen por romper con
el paradigma virginal que sopesan las madres del contexto, es un proceso lento pero
satisfactorio, en el que se da la coexistencia de ideas premodernas propias del
pensamiento eclesial y la elite conservadora, y las modernas que buscan romper con este
velo que no permite entender la maternidad desde las dinámicas que se gestan en la
sociedad actual. En cuanto a esta ruptura, autores como Fernando Soto Aparicio (1975)
en su novela Puerto Silencio, Piedad Bonnett (2013) en Lo que no tiene nombre, Héctor
Abad Faciolince (2006) en El olvido que seremos y Laura Restrepo en La novia oscura
(1999) son fiel evidencia de la apuesta por una literatura que refleje la realidad del
contexto.
Estas cuatro obras reflejan las dinámicas que configura las distintas formas de
maternidad en la literatura, pero que se construye desde la realidad de una sociedad en
la que diariamente se dan unas problemáticas determinantes en cómo se construye la
figura materna en el contexto colombiano. El hecho de que se representen estas figuras
maternas no es gratuito, se da en respuesta a la necesidad de construir una identidad
narrativa propia, que refleje el pensamiento, la sociedad y las problemáticas de la época,
asunto que hasta principios del siglo XX era poco valorado.
Así pues, incluir obras como estas en el corpus de literatura que se les presenta a
los docentes en formación de lengua castellana y literatura, y realizar un análisis de las
figuras maternas allí representadas, debe buscar superar el pensamiento conservador,
machista y patriarcal tan arraigado aun al contexto colombiano, para llevar a los futuros
formadores a emancipar el discurso y promover la equidad.

72
CAPÍTULO III – DISEÑO METODOLÓGICO

La siguiente ilustración resume el diseño metodológico de este trabajo.


Posteriormente se explica lo realizado.

Ilustración 4: Resumen del diseño metodológico de la presente investigación

3.1 Paradigma y enfoque

Un paradigma es una manera de explicar la realidad, para ello se vale de creencias,


ideologías y costumbres que, si bien no constituyen verdades únicas o universales, pues
dependen de la persona que los construye, sí deben ser avalados por una comunidad
científica; por tanto, un paradigma es ese conjunto de creencias, ideologías y costumbres
que son compartidos y válidos para un grupo amplio de investigadores (Londoño Monroy,
2019).
Así mismo, Pérez (2004) afirma que el paradigma es el medio por el cual, quien
investiga, analiza y comprende la realidad:

cómo acercarse a ella para desvelarla y conocerla, con el fin de mejorarla, pues
la realidad es algo que nos viene dado, lo que existe, el ámbito en el que se
desarrolla la vida del hombre y todo aquello con lo que se relaciona. Implica el
saber dónde se está, a dónde se quiere ir y cómo hacerlo.

73
El propósito de este ejercicio es, según Pérez, impactar la realidad estudiada,
“transformarla”, trazarse objetivos claros, medibles y verificables. Para lograr dicha
transformación debe existir una dialéctica entre la teoría y la praxis. Dentro de los
diferentes paradigmas, la investigación en curso se inserta dentro de los paradigmas
interpretativo que tiene como propósito la apropiación cognitiva de la realidad (Álvarez
y Álvarez, 2003) y crítico el cual busca sentar una posición sobre la realidad, reflexionar
sobre la problemática y, sobre todo, transformar la problemática.
Al aplicarlos al campo educativo como en el caso de la presente investigación,
adquieren unas características específicas; una de las ellas es observar la realidad
estudiada desde una perspectiva universal, y en constante diálogo entre la teoría y la
práctica en cuanto a cómo se comprende el rol materno desde las cuatro obras
analizadas, dicho paradigma posibilita esta comprensión porque constituye un ejercicio
reflexivo sobre las condiciones ideológicas, económicas, políticas e históricas de la
sociedad en la cual se desarrolla la maternidad.

En este sentido el rol materno ha entrado, como se mencionó anteriormente, en


oposición a los demás roles que las mujeres deben asumir en la sociedad, generando
una serie de problemáticas que, si bien no es esta la causa de ellas, se le han atribuido
debido a las ideologías y cultura colombiana que posee una gran carga machista. Así el
paradigma elegido resulta pertinente pues facilita la comprensión de estas y otras
Como ya se ha establecido, esta investigación pretende comprender a través de las
obras como se ha constituido el ideal materno en el contexto colombiano desde sus
múltiples dinámicas cotidianas. En este sentido se inscribe dentro del enfoque cualitativo,
el cual según Sandoval (2002) explica: “permite comprender la realidad social como
resultado de un proceso histórico de construcción de sí misma”, para ello se basa en las
percepciones de los individuos y las comunidades, como protagonistas del fenómeno
social.
Así, la construcción de la identidad en las madres contemporáneas es el resultado
de un proceso histórico que se hace evidente a través de las obras literarias. El rol
materno en la contemporaneidad retratada en las cuatro obras propuestas permite
entender dicho rol desde las diversas realidades propuestas por los autores, y las
dinámicas propias de las madres como seres humanos, sus percepciones, sentimientos,
pensamientos, creencias y acciones.
Este tipo de investigación utiliza citas directas de entrevista y extractos de

74
documentos, para lograr construir conocimiento de la realidad social en un proceso que
permita construcción y comprobación teórica, al respecto Mejía (2004) afirma:

La investigación cualitativa es el procedimiento metodológico que utiliza


palabras, textos, discursos, gráficos e imágenes para comprender la vida social
por medio de significados y desde una perspectiva holística, pues se trata de
entender el conjunto de cualidades interrelacionadas que caracterizan a un
determinado fenómeno. (p.278)

3.2 Método, estrategias e instrumentos

El investigador debe interesarse por comprender y describir al detalle un


acontecimiento sociocultural en toda su dimensión, visto desde adentro, por lo cual debe
ser aquel que al contrastar la teoría con los hallazgos posea elementos suficientes para
contrastar y plantear alternativas de mejoramiento de la condición de las madres dentro
del contexto educativo cualquiera que fuere este. Galeano (2004) al respecto aclara, que
los métodos mediante los cuales se estudia al hombre influyen sobre el modo en que se
conceptualiza.
El método elegido para esta investigación es la revisión documental, que permite
acceder a la información necesaria a través de obras literarias. Según Baena (1985)
citado por Ávila, H.L. (2006) “la investigación documental es una técnica que consiste en
la selección y recopilación de información por medio de la lectura y la crítica de
documentos y materiales bibliográficos, de bibliotecas, hemerotecas, centros de
documentación e información”. De este rastreo bibliográfico se puede observar el rol
activo de la madre en comunidad, con sus diferentes narrativas los escritores contribuyen
a visibilizar a la mujer desde sus distintos roles, siendo el materno en el que se centra el
presente ejercicio investigativo.
También Ávila citando a Garza (1988) presenta una definición más específica de la
investigación documental. Este autor considera que este método “...se caracteriza por el
empleo predominante de registros gráficos y sonoros como fuentes de información...,
registros en forma de manuscritos e impresos,”. En este sentido la idea de investigar este
tema surge de una reflexión sobre la mujer desde su rol de madre en una sociedad
atravesada e influenciada por el silenciamiento de la voz femenina en los diferentes
contextos. Dicha reflexión conlleva a hacer una observación de diferentes obras literarias,
con dicho rastreo.
La revisión documental se desarrolla a través de una serie de pasos ordenados y

75
cuidadosos que permiten describir hechos, con objetivos precisos, para construir
conocimientos. Este método utiliza los procedimientos lógicos y mentales como el
análisis, la síntesis, la deducción e inducción. En cuanto a la estrategia investigativa se
ha optado por el Análisis de contenido, en tanto permite la interpretación de textos, ya
sean escritos, grabados, pintados, filmados, u otra forma por medio de la cual se pueda
realizar toda clase de registros. Esta se basa en la lectura (textual o visual), lectura que
sigue el método científico, pues es sistemática, objetiva, replicable, y validable.
Dentro de esta, se incluyen los instrumentos que permiten explicar y sistematizar el
contenido de los textos, a fin de garantizar que las inferencias sean lógicas, estén
justificadas y se refieran al emisor y su contexto, para ello se hará uso de la matriz de
análisis de contenido bibliográficos, como instrumento, para enriquecer los resultados y
garantizar una interpretación fundamentada científicamente.

La recopilación de datos de fuentes documentales permite redescubrir hechos y


sugerir problemas. Para el presente proyecto se emplearán fichas de rastreo bibliográfico
tanto de antecedentes como de las cuatro obras literarias que se leen y se rastrea el rol
de la madre en los diferentes contextos expuestos por los escritores colombianos.

La ficha empleada será mixta al igual que la de comentario personal, dicha selección
tiene como finalidad exponer la postura de las investigadoras en relación con la
información obtenida. Cázares y otros (1990, p. 86) señalan que hay cuatro modalidades
de ficha mixta: en el primero o se copia textualmente una parte y se añade un breve
comentario personal, en el segundo se copia textualmente una parte y se incluye un
resumen del resto del texto, o viceversa, en el tercer modelo se mezclan partes de
resumen, partes textuales y partes de comentario personal, procurando respetar la idea
expuesta por el autor. Y en el último se hace un resumen y se añade un comentario al
final.

3.3 Muestra
Par esta investigación se han elegido cuatro obras de la literatura contemporáneas
para analizar la figura de la madre, así:

• Puerto Silencio de Fernando Soto Aparicio

• La novia oscura de Laura Restrepo

• Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett.

76
• El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince.
La elección de estas obras, se debe a dos aspectos fundamentales, el primero es la
elección de dos obras ampliamente conocidas por los lectores como El olvido que
seremos y Lo que no tiene nombre y dos que no son tan populares pese a su gran calidad
literaria, como La novia oscura y Puerto Silencio. Y en segundo lugar se pretende tener
la perspectiva de dos escritoras mujeres y dos hombres a fin de que la investigación no
se viciara a favor o en contra de un género u otro.

3.4 Categorías de análisis


Para esta investigación se han establecido ciertos criterios que según establecen los
diferentes expertos en análisis literarios, abordados anteriormente, coinciden en que
estos son fundamentales para realizar un ejercicio juicioso, cabal y que dé cuenta de un
adecuado rastreo y comprensión del tema seleccionado “el rol materno”. Por tanto, las
categorías que se incluirán en las matrices de análisis son:
Tabla 3: categoría que alberga el análisis literario a realizar

CATEGORÍA VARIABLE INDICADOR


Análisis macroestructural ➢ Vida y obra del autor
bibliografía del autor
➢ Corriente a la cual
pertenece
➢ Influencias literarias
del autor
➢ Contexto histórico en
el que se escribió la
obra
Análisis microestructural ➢ Tema
➢ Tiempo histórico de la
obra
➢ Espacio de la obra -
contexto
➢ Sinopsis - Argumento -
cronología de
acontecimientos
➢ Personajes
(principales y
secundarios)
➢ Roles de la madre ➢ La figura de la madre para
desde los diversos perpetuar la estirpe en Puerto

77
personajes Silencio de Fernando Soto
Aparicio
➢ La figura de la madre en
medio de la prostitución, en
La novia oscura de Laura
Restrepo

➢ La figura de la madre desde


la compañía, la muerte, el
dolor y sanación, en Lo que
no tiene nombre de Piedad
Bonnett.
➢ La figura de la madre:
Maternidad, paternidad, y
violencia, en El olvido que
seremos de Héctor Abad
Faciolince.
➢ Símbolos

3.5 Matriz de análisis


Para realizar el análisis, se construyó la guía que se aprecia:
Tabla 3: Matriz de análisis de las obras
MATRIZ DE ANÁLISIS
Fecha de
diligenciamiento
Nombre del
investigador
Título de la obra
Año de publicación de
la obra

CATEGORÍA VARIABLE INDICADOR

Análisis Vida y obra del autor bibliografía del autor


macroestructural
Corriente a la cual pertenece
Influencias literarias del autor
Contexto histórico en el que se escribió la
obra
Sinopsis de la obra - Argumento
Análisis Tiempo histórico de la obra
microestructural
Espacio de la obra - contexto
Personajes
Cronología de acontecimientos
Tema: rol de la madre ➢ La figura de la madre
para perpetuar la estirpe

78
MATRIZ DE ANÁLISIS
en Puerto Silencio de
Fernando Soto Aparicio
➢ La figura de la madre en
medio de la prostitución,
en La novia oscura de
Laura Restrepo
➢ La figura de la madre
desde la compañía, la
muerte, el dolor y
sanación, en Lo que no
tiene nombre de Piedad
Bonnett
➢ La figura de la madre:
Maternidad, paternidad,
y violencia, en El olvido
que seremos de Héctor
Abad Faciolince.
Símbolos
Referencias
bibliográficas según
normas APA

79
4. CAPÍTULO IV – ANÁLISIS Y PROPUESTA

Esta gran apuesta que los escritores y escritoras colombianos hacen por romper con
el paradigma virginal que sopesan las madres del contexto, es un proceso lento pero
satisfactorio, en el que se da la coexistencia de ideas premodernas propias del
pensamiento eclesial y la elite conservadora, y las modernas que buscan romper con este
velo que no permite entender la maternidad desde las dinámicas que se gestan en la
sociedad actual.
Ejemplos de esa ruptura están en las obras de autores como Fernando Soto Aparicio
(1975) en su novela Puerto Silencio, Piedad Bonnett (2013) en Lo que no tiene nombre,
Héctor Abad Faciolince (2006) en El olvido que seremos y Laura Restrepo en La novia
oscura (1999).
A continuación, se presenta el análisis literario pretendido en esta investigación, el
cual busca dar insumos para abordar el rol de la madre, desde la literatura, en la
formación de a maestros que se hace desde la Licenciatura. Posteriormente, se presenta
la propuesta.

4.1 La figura de la madre en Puerto Silencio (1975), de Fernando Soto Aparicio:


perpetuar la estirpe

4.1.1 Vida y obra del autor

Fernando Soto Aparicio nació en Boyacá, Colombia, el 11 de octubre de 1933 y


falleció en Bogotá, el 2 de mayo de 2016. Fue escritor, poeta, guionista y profesor. Desde
su infancia mostró gran fascinación por la literatura. Fue así como a la edad de 15 años
le habían publicado algunos de sus poemas en la prensa nacional como Himno a la
Patria, y a los 16 años se dedicó a escribir profesionalmente; lo que alternó con su trabajo
en la rama judicial por cerca de catorce años.

Así mismo, pasó un tiempo en Francia donde trabajó con la Unesco. En el año1960
se radicó definitivamente en la capital colombiana en donde, además, se desempeñó
como profesor en la Universidad Militar Nueva Granada.
En este mismo año ganó su primer premio en la ciudad de Popayán con su novela
titulada Los aventureros. Al siguiente año, ganó el anhelado premio Selecciones Lengua

80
Española con su obra La rebelión de las ratas, y para 1970 fue galardonado por el
concurso de literatura por la Casa de las Américas en Cuba; además, ganó el Premio
Ciudad de Murcia en 1971.
Su obra abarca más de 30 títulos, esta alberga tanto novelas como libros de poemas,
cuentos, literatura infantil y juvenil, ensayos, obras de teatro y guiones para cine y
televisión.

Sus obras tratan conflictos históricos y sociales, a través de ellas Soto Aparicio hace
una denuncia de la violencia, injusticia, desigualdades sociales, explotación laboral y la
industrialización en Colombia. Además, se convirtió en investigador, analista y crítico del
conflicto armado colombiano. Él se consideró un vocero al narrar la realidad dentro una
sociedad silenciada por el miedo.
Sus últimos años padeció un cáncer gástrico, pese a este no dejó de lado su pasión;
fue así como publicó su última obra Bitácora de un agonizante. En la cual narró las
vivencias durante su enfermedad.

Sus obras:

• Novela: Después empezará la madrugada, 1960; Los bienaventurados, 1960; La


rebelión de las ratas, 1962; Mientras llueve, 1966; El espejo sombrío, 1967; Viaje
al pasado, 1970; La siembra de Camilo, 1971; Viaje a la claridad, 1972; Mundo
roto, 1973; Puerto Silencio, 1974; Proceso a un ángel, 1977; Los funerales de
América, 1978; Viva el ejército, 1979; Camino que anda, 1980; Hermano hombre,
1982; La cuerda loca, 1985; La demonia, 1987; Palabra de fuego, 1988; Jazmín
desnuda, 1987; Los últimos sueños, 1990; Los juegos de Merlina, 1992; El color
del viento, 1993; Sólo el silencio grita, 1993; Y el hombre creó a Dios, 1999; La
última guerra, 2000; Quinto mandamiento, 2000; No morirá el amor, 2001; Los
hijos del viento, 2003; La noche del girasol, 2004; Todos los ríos son el mismo mar,
2007; El sueño de la anaconda, 2008; La agonía de una flor, 2010; La sed del
agua, 2015

• Poesía: Diámetro del corazón, 1964; Motivos para Mariángela, 1966; Oración
personal a Jesucristo, 1967; Palabras a una muchacha, 1967; Canto personal a la
libertad, 1969; Cartas a Beatriz, carta abierta a una guerrillera, 1970; Sonetos con
forma de mujer, 1976; La paz sea con nosotros, 1980; Pasos en la tierra, 1984;
Lecturas para acompañar al amor, 1989; El amor nuestro de cada día, 1994; Carta

81
de bienvenida a la paz, 1999; Las fronteras del alma, 2004; Testigo de excepción,
2005; Alba de otoño: sonetos, 2008; Corazón, escribámosle, 2012; La muerte de
la doncella: fantasía poética, 2015

• Cuento: Solamente la vida, 1961; Los viajeros de la eternidad, 1995; Bendita sea
tu pureza, 1999; Lunela, 1986; Guacas y guacamayas, 1995; Alfajuego, 2000; El
corazón de la tierra, 2008; El duende de la guarda, 2013

• Ensayo: La estrecha relación entre literatura, filosofía e historia; Cómo se investiga


para una novela histórica, 1989; Para estrenar las alas, 2001; Cartilla para mejorar
el mundo, 2002; Pedro Pascasio Martínez Rojas: héroe antes de los doce años,
2005; Taller para la enseñanza de la felicidad, 2011; La amante de Lubina, 2012;
Memorias de la memoria, 2012; Bitácora de un agonizante: camino para cien
voces, 2015; ¡Yo tengo derechos y también... tengo deberes!, 2015

4.1.2 Corriente a la cual pertenece

El movimiento literario que desarrolla Fernando Soto Aparicio es el Realismo. En sus


cerca de 72 obras narra la realidad latinoamericana, denuncia a viva voz la lucha entre la
injusticia imperante y los que no se cansan de clamar por un poco de justicia e igualdad.
Pone entre otras cosas en duda la existencia de Dios, trata también las diferencias entre
clases sociales y las inequidades que afrontan la clase obrera, y hace una fuerte crítica
al machismo poniendo en escena el empoderamiento de las mujeres.

4.1.3 Influencias literarias

Soto Aparicio (2016) “a la edad de 9 años me había leído 'Los miserables', de Víctor
Hugo” según expresa él mismo durante una entrevista concedida al Periódico el Tiempo,
poco antes de su muerte:

Ese fue el libro que me llevó a ser escritor. Después, cuando estuve en París,
encontré una edición en francés en un puestico de venta de libros viejos ahí en
el Sena. Yo no hablo francés, pero sí lo leo. Siempre cargo ese libro conmigo.
(Periódico El Tiempo, 2016).

Además, y como él mismo lo expresó, sus obras tenían influencia de autores como
Dumas, Zolá y Julio Verne, aunque siempre imponía su sello personal de denuncia social
contra la violencia, el abuso del poder, la corrupción; por lo que algunas de sus obras
terminaron vetadas “A Puerto Silencio sí la prohibieron del todo por antirreligiosa y
pornográfica; pararon hasta las ediciones de contrabando, pero esa sí logré publicarla en

82
Colombia.” Revista Semana (2016).

4.1.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra

En 1974, durante la presidencia de Alfonso López Michelsen, el país tuvo una


excelente etapa de bonanza gracias a la exportación del café, pese a esto en 1977 la
inflación alcanzó cerca de un 40%, y dio como resultado que se diera el paro nacional
más grande en la historia del país, convocado por todas las centrales obreras. Durante
este periodo se aprobó que las mujeres cursaran la carrera militar voluntariamente. Se
estableció además la mayoría de edad a los 18 años. Se restablecieron las relaciones
entre Cuba y Colombia.

4.1.5 Sinopsis - argumento


El escritor Fernando Soto Aparicio presenta la vida de una familia donde priman los
caracteres femeninos, narrando espacios que abordan la castidad, el misticismo, la
ambición y el placer inspirado en la idea de matriarcado, evidenciando como las mujeres
son inmortales e imprescindibles.

Esta es una novela que aborda temas sobre la castidad, la ambición, el misticismo,
la lujuria y el placer, en la Colombia de los años 70. El escritor Fernando Soto Aparicio, a
través de la figura de Pastora Santos encarna el matriarcado, este construye en Puerto
Silencio un mundo en el que las mujeres tienen la concepción de que son inmortales e
indispensables. Esta idea la encabeza la protagonista de la historia Pastora, reina y
señora de la hacienda, esta procrea cuatro mujeres y sostiene qué: “el hombre es digno
de desaparecer debido a su inutilidad en la construcción de la sociedad”; pudiendo existir
las mujeres por sí mismas. Su obsesión por la castidad tiene como consecuencia que su
descendencia se subleve, cometiendo así los pecados que salen a luz a lo largo de la
trama. La obra tiene menos de 350 páginas, y en ellas se deja entrever la conducta moral
que dista mucho de pensarse en algo real y como a esta se le atribuye una tela de juicio.

Pastora Santos, quien además de encarnar la castidad y la religiosidad es también


la fiel representación del odio. Sus hijas: Candelaria, la victima; Librada, la virgen; Marilú,

83
la asesina; y Malvarrosa, la liberada, hacen de esta novela una estupenda narrativa que
deja al descubierto todo un universo femenino donde ellas no pueden morir.

Mujeres como Pastora Santos, que se erige como una heroína, pero a la vez es una
fuerza destructora, que deja una terrible huella en las personalidades de sus hijas, a las
que infunde una enfermiza castidad, que irónicamente ellas traicionan engendrando hijos
“bastardos”.

A través de la historia el gran novelista colombiano sumerge al lector en un mundo


extraño y misterioso con diferentes gamas de perturbaciones psíquicas que padecen
cada uno de los personajes, pero a la vez el relato va de la mano de una atmósfera
poética mágica y pasional.

4.1.6 Tema: el impacto que tiene la madre en la psiquis de sus hijos.

4.1.7 Tiempo en el que ocurre la obra

La historia se desarrolla a partir del año 1930, pero dentro de esta se pueden
observar varias generaciones gracias a las analepsis de las que se vale Soto Aparicio,
se narra así los antepasados de Absalón y de Pastora, y a partir de la unión de estos su
decendencia, hijas y nietas.

4.1.8 Contexto o espacio de la historia


La obra se desarrolla en Puerto Silencio, una hacienda ubicada en Robledales, un
pueblo a 300 km de distancia de Bogotá. Esta hacienda sobrevivió al periodo de violencia
que en la zona empezó en 1948 por parte del gobierno de turno:

Puerto Silencio estaba considerada como una de las haciendas más valiosas
de toda la jurisdicción de Robledales. (...) se había conservado integra, no
obstante, los intentos últimamente realizados por el gobierno para reducirla a
pequeñas parcelas. Robledales pueblo cordillerano situado a más de 300
kilómetros de Bogotá, se sentía orgulloso de Puerto Silencio. (pág. 19)

4.1.9 Personajes principales

• Pastora Santos: dueña y señora de la hacienda Puerto Silencio. Obsesionada con


la castidad, la religiosidad y la personificación del odio.

• Absalón Fernández: esposo de Pastora, heredero de Puerto Silencio, y reducido

84
a un objeto por su esposa, quien lo anuló como hombre y como ser humano.

• Candelaria Fernández Santos: la víctima sombría y trágica de Pastora. Madre


biológica de Malvarrosa.

• Librada Fernández Santos: la solterona, la viva imagen de su madre Pastora,


virgen y fanática.

• María Luisa Fernández Santos: la que se atrevió a dar el mal paso, casada, infiel
y madre de dos mujeres.

• Malvarrosa Fernández Santos: la hija liberada y educada en Europa, asumida por


su abuela, Pastora santos, como hija. Enemiga acérrima de la maternidad.

• Jerónima Guerrero: la amante de Absalón, madre de su único hijo varón.

• Leonardo Guerrero: el hijo ilegítimo de Absalón y el amor de Jerónima.

• Lupe: la bruja, amiga de Belial, adoradora de la marihuana.

• Ernestina: el fruto de la infidelidad de su madre Marilú.

• Esmeralda: hija mayor de Marilú relegada por su hermana que sí fue fruto del
amor.

• El Padre Soledad: el primer sacerdote de la hacienda, testigo del único amor de


Candelaria y el motivo de la vergüenza de Pastora.

• El Padre Salvador: sacerdote de Puerto Silencio, más ubicado en la realidad que


los envuelve, amor platónico de Pastora.

4.1.10 Rol de la madre: la otra cara de la maternidad

En Puerto Silencio se identifican varias figuras maternas, pero ninguna tan relevante
y poderosa como Pastora Santos, dueña y señora de la hacienda, por lo que en ella se
centra la atención. Una mujer determinada, con un odio enraizado en lo más profundo de
su ser “Desde los seis años se transformó – o mejor las circunstancias la transformaron
en una sádica tenebrosa, que no vacilaba – en pensamiento – en utilizar las peores
torturas contra Librada, como sacarle los ojos con una aguja de croché.” (pág. 151)

Una madre rigurosa, defensora de la castidad, la religiosidad y el pudor:

Un baño debe ser pequeño y frío y feo, para que ninguna mujer quisiera
permanecer en el más tiempo del necesario”, había alegado Pastora. Pero sus

85
razones fueron finalmente vencidas por los consejos del médico, para quien el
aseo era una obligación y no una distracción, conforme trato de explicar a
Pastora utilizando los términos más comedidos a fin de no herir su castidad
enfermiza. (pág. 43)

Así educó a sus hijas en medio de su postura radical, que logra crear un contraste
entre cada una de ellas: Candelaria, víctima sombría y trágica; Librada, la virgen fanática;
Marilú, la de los malos pasos y Malvarrosa, liberal de pensamiento, educada en Europa
y enemiga de la maternidad.
Tres hijas y una madre que hacía lo que fuera por conservar el buen nombre de su
familia, al punto de hacer pasar también por hija suya a Malvarrosa, su nieta, para guardar
la reputación de Candelaria:

¡Y usted quiere defenderla porque es su hija! - ¿su hija? -exclamó Benjamín,


sorprendido. – no le hagas caso – le pidió Marilú. – si quieren matarse, déjalas.
Marilú se dirigió hacia la alcoba en donde reposaba Esmeralda. La siguieron
Tina y Benjamín. Ante la alcoba de Pastora se quedaron las dos hermanas
mayores. – Eso que acaba de decir no se lo voy a perdonar nunca, Librada. –
No me importa. La verdad hay que decirla. Y si mi mamá la mantuvo escondida
por años y años, yo voy a gritársela de ahora en adelante.

Sobre la palabra de esta mujer no pasaba ninguna otra, su soberbia avasallaba a


cualquiera que la conociese “Y ya Pastora Santos estaba lista para salir, imponente,
majestuosa, autoritaria para continuar imponiendo la tradición de su matriarcado en todos
los confines de Puerto Silencio.”. (pág. 61) Los hombres, sus criadas, el pueblo en general
le temían, y más aún sus hijas que sabían muy bien de los alcances de Pastora, esa
reputación era su orgullo:

¿Compasión, Pastora Santos? No, miento no siento compasión por ella. Es el


qué dirán, es el temor a encontrar un reproche metido dentro de los ojos
lagañosos y miopes del padre Soledad, es el pánico a que el padre Salvador
me diga una palabra un poco brusca que le devuelva su lugar de hombre y lo
aleje definitivamente de mi lado. (pág. 14)

Sentía tal aversión por el género masculino que marcó el curso de la historia. Los
hombres eran para esta solo un instrumento que usaba y desechaba a su conveniencia,
ejemplo de ello fue su marido, Absalón Fernández, a quien Pastora anuló no solo como
hombre sino como ser humano, le silenció la voz, las ideas y lo condenó a vivir como un
servidor más en Puerto Silencio: “Utilicé a Absalón como a la jeringa de un laboratorio,
para que me inoculara en contadas y precisas ocasiones el virus premeditado de la
maternidad” (pág. 15), su fuerza destructora socavó la personalidad de este al punto de

86
despojarlo de ella:

Ella odia a los hombres, por eso mató a su marido, no envenenado ni con puñal
ni con revolver o armas sino con su modo de ser, matándolo poco a poco,
aniquilándolo hasta que lo volvió un ente, un mueble, una cosa. (pág. 32)

Y sentía tanto orgullo, que no dudaba en vanagloriarse de ello frente a sus hijas,
empleados y conocidos:

Por fortuna siempre pude manejarlo como me dio la gana. Inclusive las veces
que se acercó a mi cama lo hice con un propósito determinado: con el fin
exclusivo de que las mujeres de Puerto Silencio continuaran perpetuando a
través del tiempo la estirpe de Pastora Santos. (pág. 15)

No obstante, la atormentaba el hecho de que Absalón, o el hijo “bastardo” de este


pudieran heredar su reino, destinado solo para sus hijas y nietas, por lo cual no sintió
ningún tipo de tristeza al enviudar:

Pastora estaba sola. Como siempre. Rodeada de su egoísmo de hosco silencio,


protegida con la coraza de su temor. Porque ella tenía miedo: la espantaba el
pensamiento de que la hacienda quedara en manos de los hombres. Por eso
se la arrebató a Absalón. Por eso el día que fueron a contarle, quince años
antes, que había muerto, sonrió, como si sus propósitos empezaran a tomar
cuerpo y a realizarse. Menos mal, pensó, que Marilú solo tenía hijas. (pág. 115)

Pastora, como madre impone una fuerza aniquilante, devastadora, que borra en su
hija más débil, Librada, cualquier instinto de resistencia, esta lentamente se iba
convirtiendo en una extensión de su madre:

Era su segunda penitencia del día: tocarse. Desde pequeña, Pastora le había
metido en la cabeza la idea de que su cuerpo era no solamente feo, sino
vergonzoso y sucio. Esto, por lo demás, había intentado hacer con todas sus
hijas; pero en Librada habían calado más hondamente las convicciones
pacientemente sembradas por la madre.

Un efecto muy parecido tuvo en Candelaria, a la que había transformado en una


especie de alma en pena, que no tenía descanso porque algo le faltaba, algo que su
madre le había arrebatado “Luego salió la niña Candelaria. Ella es tan rara, usted sabe,
como una viuda, como una dolorosa, como se detrás de los ojos escondiera algo, unas
brasas que el tiempo no había podido apagar.” (pág. 31).
El rigor empleado en la crianza de sus hijas derrumba cualquier rastro del instinto
materno, nada en la vida de Pastora era dejado al azar, ni sus hijas, todas hembras. Nada

87
excepto el camino que decidieron tomar dos de ellas, Marilú y Malvarrosa, ovejas negras
para esta matriarca, aunque la primera menos que la segunda, quien guarda un profundo
rencor contra su madre y “hermanas”

Llámalo como quieras. Además, quería vengarme de todas ellas,


¿comprendes? De todas. Y del aislamiento de Puerto Silencio, y de mi niñez y
mi adolescencia perdida dentro de los muros de la casa.” (pág. 39) por su parte
Marilú también huye del yugo matriarcal “Su matrimonio había sido solamente
un acto de rebeldía contra el tiránico matriarcado que Pastora Santos imponía
en Puerto Silencio. Esmeralda fue hija no del amor sino de la obligación. Pero
en cambio Ernestina… (pág. 46)

La maternidad en ella se muestra de una forma peculiar, más como una necesidad
de extender su existencia a través de estas que como una pulsión biológica. Podría
decirse que Pastora es la antítesis del ideal materno que se tiene. Su figura no
corresponde a la madre amorosa, dedicada y sacrificada, no pareciera tener instinto
materno, su anhelo de ser madre no era otro que el de transmitir su legado:

Pastora Santos es la dueña absoluta de Puerto Silencio”, suele decir la


Jerónima Guerrero mientras por dentro le debe crecer la envidia; porque ella,
que se acostó con mi marido, que se dejó engendrar un hijo (siquiera yo no los
tuve; siquiera me nacieron solo mujeres) tiene que pensar que parte de esta
tierra podría pertenecerle. ¡Pero eso nunca! (…) si alguna vez llegara a morir
Puerto Silencio Moriría conmigo. (pág. 14)

En el orden natural, la madre, al ser dadora de vida, debería ser quien lleve la batuta
del hogar, en el orden simbólico fijado por la sociedad es el padre quien asume la figura
de poder. En la hacienda es Pastora quien acapara el poder. Se lo arrebata a su esposo,
y les deja claro a los demás que no existe nadie que pueda arrebatárselo “Todo eso había
venido a concluir en Absalón Fernández Moreno. (…) Nadie podría pensar que sería
como el tronco enfermizo de un árbol gigantesco, y que una mujer lo reduciría a límites
ridículos.” (pág. 24)

4.1.11 Símbolos

en Pastora Santos todo era oscuridad pese a estar rodeada de naturaleza, por esta
razón el símbolo que la representa es la oscuridad, la ruina y la maldad, estos tres
elementos están presentes en todo lo referente a ella “Pastora, ya dije, es un modelo
acabado de odio, odio en el sentido tétrico del vocablo, en la acepción total de esa palabra
que debía borrarse de todos los diccionarios del mundo.” (pág. 159). Aun en las
descripciones de su infancia se nota un halo de perversidad:

88
Vivía metida dentro de su soledad como una tortuga. Sacaba la cabeza para
agarrar dentelladas de amargura y volvía a esconderse para rumiarla durante
largas horas, de las cuales salía temblorosa, con los ojos desviados y la boca
contraída, apretada, cual si temiera que las groserías y las palabras y las
maldiciones la dominaran y se le salieran regándose incontenibles como las
cuentas de un collar. (pág. 151)

La oscuridad es otro símbolo que envuelve al personaje de Pastora, su presencia


hace que los demás personajes se suman en tinieblas, su moralismo radical no admite el
atisbo de la más mínima expresión de gozo, por lo cual todos los personajes buscan
desesperadamente huir de su presencia, de la hacienda, todos menos ella quien vive
sumida en sus oscuros recuerdos:

Pastora regresaba al pasado. Era un retorno difícil, porque ella misma se había
encargado de ponerle valladares a los recuerdos, de amurallarlos, de
enterrarlos vivos dentro del negro foso de su conciencia, en los secretos
pasadizos de su voluntad. Surgían ahora, se escapaban por las grietas como
se escapan los pequeños mosquitos negros de los sepulcros, se filtraban como
el agua sucia de un caño mal tapado. (pág. 308)

4.1.12 Conclusiones

Pastora se alza como una figura mítica, tétrica, un ángel sombrío que arropa con su
oscuridad a quien se le acerca. En ella, Soto Aparicio deposita toda la autoridad que,
según el orden simbólico familiar pertenece irrefutablemente al padre, solo que esta vez
es la MADRE, quien se toma el poder, lo acapara, un “golpe de estado” que envía al
derrocado al limbo, y de ahí no le permite escapar.
Ella es el fuego calcinante, que asfixia a sus hijas, las siembra en odio hacia ella y
hacia el mundo. Quienes buscan desesperadamente huir, pero no lo logran, adonde
quiera que vayan el recuerdo de su madre, el miedo que le tienen y el odio que las une
las alcanza.

Ella es el medio por el cual Soto Aparicio pone en manifiesto varias problemáticas
propias del contexto colombiano. La primera es el machismo históricamente arraigado a
la cultura, al punto que si una mujer desea quitarle el poder al macho debe ser déspota y
abominable. El segundo asunto es el rechazo que muchas mujeres sienten hacia la
maternidad, a la que se ven obligada por cumplir con los estereotipos prefijados, y que
desembocan en la anulación de los hijos, la transmisión del odio y la culpa de no ser fruto
del deseo y del amor. Y, por último, una sociedad con un conservatismo agonizante, tan
permeada por la religión que el miedo y la culpa son los que determinan el rumbo de sus

89
vidas, decadente y en crisis “Pienso que la familia de Pastora Santos es un ejemplo
tremendo y doloroso de la manera como nuestra sociedad, nuestra organización
tradicional, ha ido derrumbándose.” (pág. 159).

4.2 La figura de la madre en La novia oscura (1999), de Laura Restrepo: la


prostitución

4.2.1 Vida y obra de la autora

Laura Restrepo Casablanca nació en Bogotá, en el año 1950. Si bien sus primeros
años académicos fueron constantemente interrumpidos por la actividad comercial de su
padre, a los nueve años creó su primer cuento.
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y obtuvo un postgrado en
Ciencias Políticas. Además, fue profesora de Literatura en la Universidad Nacional y del
Rosario.

También incursionó como periodista en medios como la revista Semana, en la cual


tuvo la posibilidad de conocer a Gabriel García Márquez, en la revista Proceso y la prensa
mexicana La Jornada amenazas en contra de su vida. Se relacionó sentimentalmente
con Antonio Navarro Wolff, en aquel entonces miembro de ese grupo. Se exilió en México
y Madrid hasta que el M-19 abandonó.
Para el año 1983, formó parte del grupo negociador de paz entre el gobierno y el M-
19; negociadora nombrada por el gobierno nacional. Tras esa experiencia publicó Historia
de un entusiasmo, en 1986, obra que le acarreó las armas y se convirtió en un partido
político en marzo de 1999.

En 1997 fue premiada con el Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Dulce
compañía. En 1998 fue galardonada con el del Prix France Culture que otorga la crítica
francesa a la mejor novela extranjera publicada en Francia.
En 2004 pasó a ser directora del Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá, pero duró
poco en el cargo, porque tras haber sido galardonada con el Premio de Novela Alfaguara
por la novela Delirio, renunció. Actualmente Vive en México y está dedicada de lleno a su
carrera de escritora.
Obras publicadas: Historia de un entusiasmo, 1986; La isla de la pasión, 1989; Las
vacas comen espaguetis, 1989; En qué momento se jodió Medellín, 1991; Leopardo al

90
sol, 1993; «Ensayo» en Otros niños, 1993; Dulce compañía, 1995; La novia oscura, 1999;
La multitud errante, 2001; Olor a rosas invisibles, 2002; Delirio, 2004; Demasiados
héroes, 2009

4.2.2 Corriente a la cual pertenece

No es posible encasillar a Laura Restrepo en una sola corriente literaria, si bien


algunas de sus obras se enmarcan en el realismo maravilloso, también hay obras, como
Delirio, que hacen parte de la mezclan rasgos del realismo combinados con la narco-
narrativa. A esta conclusión se llega debido a que varias de sus novelas tratan las
problemáticas sociales propias del contexto colombiano, como la violencia y el
narcotráfico.

Además, la autora ha manifestado ser seguidora de los planteamientos de Trotski y


Marx, y militante política de izquierda.

4.2.3 Influencias literarias


La autora es reconocida por el trabajo periodístico y el ejercicio investigativo que se
evidencia en cada una de sus obras. Uno de sus referentes es Truman Capote con su
novela A sangre fría, así lo expresa Restrepo "Leí ese libro y lo he tenido presente toda
la vida. Me parece que es un punto de referencia fundamental para toda una serie de
escritores latinoamericanos". Además, al Nobel de Literatura José Saramago le debe la
influencia del exilio presente en sus narraciones. Entre sus novelas preferidas están,
Rayuela de Julio Cortázar, Anna Karenina, de Tolstoi y La Odisea, de Homero, entre
otras.

4.2.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra


La Colombia de 1999, se encontraba sumida en una profunda crisis económica que
para comienzos del año registraba un índice negativo del -4,5 % del producto interno
bruto (PIB), a causa del excesivo endeudamiento del Estado durante la presidencia de
Andrés Pastrana. Como medida de contingencia para la recesión que se afrontaba, se
puso en venta la empresa pública de energía Isagen.

Otro hecho enlutó aún más la historia del país, el asesinato de Jaime Garzón,
periodista y humorista, el 13 de agosto en la capital. los autores intelectuales de este
crimen aún hoy no se han esclarecido, aunque se presume que el hecho fue fraguado
por los narcoparamilitares en asocio con políticos colombianos.

91
Durante este año se dio un incremento sustancial en la actividad delictiva de los
narcoparamilitares, en comparación con las guerrillas de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia FARC y el Ejército de Liberación Nacional ELN. Este
crecimiento se dio al tiempo que se llevaban a cabo los diálogos en el Caguán entre las
FARC y el gobierno Pastrana; durante las negociaciones, el frente guerrillero perpetró
varias masacres como la del 2 de septiembre en Yolombó Antioquia, que dejó 15 civiles
asesinados.
Como resultado del conjunto de crisis que afrontaba el país, el 1 de septiembre de
ese mismo año, las centrales obreras convocaron a un Paro Nacional, durante este los
grupos insurgentes volaron dos torres de energía, incendiaron autobuses, y las FARC se
tomaron la central hidroeléctrica de Anchicayá, con cerca de 100 empleados dentro.
Ambas partes se acusaban de "falta de interés" en negociar.

En medio del caos socioeconómico que se vivió, en septiembre del 99, en Colombia
se flexibiliza la legislación en temas de género, pese a que opositores como la senadora
liberal y pastora Viviane Morales, el partido conservador y del Centro Democrático
pusieron gran empeño en que este acto de ley no se ejecutara el país saldó una deuda
que tenía con la población LGTBI.

4.2.5 Sinopsis - argumento

La escritora Laura Restrepo, en el año 1999, crea esta historia ambientada en


Colombia. fruto de la investigación, periodismo y la literatura, donde le relata al lector la
historia de Sayonara, una niña oscura de origen indígena, cabello indomable, sin
maquillajes ni adornos, que respira un aire libertario, sus rasgos avivan amor y locura en
los hombres petroleros de la Catunga.

Una urbe de Colombia llamada Tora, la ciudad de “las tres pes: putas, plata y
petróleo”. En esta obra se narra la vida de Sayonara, quien siendo niña llega a la zona
de tolerancia del pueblo con la firme decisión de ser una prostituta; en este lugar la
industria petrolera es la base de la economía.

La niña conoce a Sacramento, también niño, de escasos recursos que la conduce


hasta el Dancing Miramar, el bar más famoso de la Catunga, así se da su tránsito a la
prostitución. Allí la recibe Todos los Santos (matrona y sabia del pueblo) y con la
formación que esta le da, Sayonara pasa de ser una indígena cualquiera, a convertirse
en la prostituta más codiciada del barrio la Catunga.

92
Como en toda buena historia no puede faltar el amor. Este se desata en dos hombres:
el Payanés y Sacramento; fieles amigos y compañeros de trabajo que se enamoran de
Sayonara. Por una parte, en su oficio de prostitución la primera regla es la de no
enamorarse (la cual es quebrantada cuando conoce al Payanés) dejando con ello
lamentables consecuencias, y por otro lado está el amor que siente Sacramento desde
niño hacia ella, este se transforma en su esperanza de salvación. No obstante, el pasado
oscuro de Sayonara y las diferentes eventualidades hacen que esa relación se vuelva
irrealizable.

Vivencias como la huelga del arroz, el loco amor, la indecisión, la devoción, pero
también la mentira, harán de Sayonara un personaje fantástico y apreciado.

Sayonara llega al pueblo de Tora con la firme decisión de ser una prostituta, movida
por la firme decisión de contraponerse al poder que tienen el hombre sobre la mujer, en
la obra se presenta esta decisión como la transición de la niña a mujer, puta e
independiente. Esta es una historia de desesperación y esperanza, en la que se da una
panorámica de la vida en los pueblos que llevan el nombre de Sayonara de boca en boca
haciendo de ella todo un mito.

4.2.6 Tema: la decisión de una mujer de ejercer la prostitución.

4.2.7 Tiempo histórico de la obra

En la obra se enmarca en la década de los cuarenta, en las crisis migratorias en las


primeras décadas del siglo veinte, momento en el que llegan las primeras empresas
petroleras a Colombia. El desplazamiento que se da entre los años cuarenta y cincuenta
a causa del conflicto armado.

4.2.8 Contexto o espacio de la historia

Tora, un caserío sobre el que se construyó Barrancabermeja, centro económico del


Magdalena Medio, destino histórico de corrientes migratorias en las primeras décadas
del siglo veinte. La Catunga es el barrio donde está ubicado el bar Dancing Miramar
propiedad de Todos los Santos, allí se desarrolla la historia. La Catunga es un
micromundo con las problemáticas propias del contexto colombiano: prostitución,
corrupción, explotación y violencia. Sus habitantes, las muchachas del bar, que además
de putas son madres.

93
4.2.9 Personajes principales

• Sayonara: el personaje central de la novela, formada por decisión propia como


prostituta, de raíces y rasgos indígenas.
• Matilde: madre biológica de la protagonista, india. Se prende fuego en frente del
batallón de Ambalema en repudio por la muerte de su hijo, al interior de este.
• Todos los Santos: dueña del bar Dancing Miramar, proxeneta y madrina de Sayonara.
• Sacramento: amigo de Sayonara, se enamora de esta y finalmente se casa con ella,
pero la vergüenza que este siente por el pasado de su esposa y la incapacidad de ella
para dejar la prostitución y a su verdadero amor hacen que el matrimonio fracase.
• El Payanés: trabajador de la Tropical Oil Company, y verdadero amor de la
protagonista.
• Abelardo: esposo de Matilde y padre de Sayonara, de facciones arias, este cristianiza
a su mujer. Y después de la muerte de esta se casa de nuevo y abandona a sus hijas.

4.2.10 Rol de la madre: la maternidad en medio de la prostitución


Matilde, la madre biológica de sayonara: una india que creció a orillas del Inírida,
la gente la creía bruja, cazada por Abelardo, quién la bautizó y le enseñó español para
cristianizarla, se prendió fuego en la puerta del batallón en protesta por la muerte de su
hijo, Emiliano. El sacrificio de fuego que esta hizo la convirtió en una especie de heroína
para la gente de Ambalema (lugar donde ocurrió el deceso de su hijo y el sacrificio de la
madre), así se narra en la historia:

No habían terminado de decir lo suyo los portadores de la noticia cuando ella


salió corriendo carretera arriba con el galón de combustible en la mano y frente
a la brigada se lo volcó encima y se prendió candela. (pág. 175)

Una mujer con carácter, que, a pesar de ser llevada a una ciudad extraña, conserva
para ella y sus hijos sus tradiciones indígenas:

Es que también era granuja, la Matildita, y ahí donde la veían tan abnegada y
tan sumisa, tenía su carácter, montaba sus trincas y se consentía las mañas y
si para los clientes preparaba comida civilizada para ella y para sus hijos,
prefería la yuca brava, la batata, el ñame y el ají, que son bazofia para el blanco
y manjar para la boca del indio. (pág. 171)

Una mamá con preferencia por su único hijo varón, que por su apariencia blanca y
de ojos claros, como su padre, le mereció cierta adoración:

94
Al mayor lo mandó a la escuela, pero a las niñas no, porque las obligaba a
trabajar (...) El hijo mayor y único varón salió más al padre, ojizarco, claro de
cabello y apenas tostado de piel, (...) fue para Matilde la luz que alumbró sus
ojos, su razón de existir. El único lujo que ella se permitía ene este valle de
lágrimas era adorar y cuidar a ese muchacho como si fuera príncipe de verídico
reinado y hubiera dado por él hasta la vida misma, como se suele decir, solo
que en su caso así fue como efectivamente sucedió. (pág. 172)

La reputación que esta se labró terminó por alcanzar a su hija, Sayonara. Sus raíces
indígenas le acarrearon prejuicios que no se borraron ni después de muerta “India y bruja
la madre, india y bruja la hija: la una sabia en frotar leños para encender el fuego que
alimenta, la otra sabia en frotar los sexos para encender el fuego que enamora.”

Todos los Santos: la educadora, la proxeneta y la madre. Es dueña del bar Dancing
Miramar, prostituta por herencia desde el momento de su concepción: “Pese a su belleza
y a la blancura europea de una piel heredada del padre, se hizo prostituta siguiendo el
camino trazado desde el instante de su concepción.” Una mujer con arrojo, que inició en
su oficio a las muchachas que llegaban a su bar en busca de una manera de ganarse la
vida:

Fue temida y reconocida como pionera y fundadora del barrio de La Catunga,


defensora de los derechos de las muchachas contra la Troco y su lugarteniente
el Estado colombiano, celestina eficiente, instructora de jóvenes principiantas y
ya cerca de la ceguera, al centenario y a la más impecable pobreza, fue elevada
a la categoría de sabia y madre santa. (pág. 23)

Se convierte en madrina de Sayonara, cuando la huérfana llega al bar en bar para


convertirse en prostituta; y la educa, pero lo hace en pro de su propio beneficio
económico. Es un personaje que en medio de su oficio tiene una buena formación
literaria, adiestra a su ahijada por medio de poemas:

Que se cansara de gritar, ése era el lema, pero se cansó primero de Diego
Fallón así que la maestra la familiarizó con La canción desesperada de Neruda,
las oscuras golondrinas de Bécquer, los lánguidos camellos de Valencia y
demás páginas de un romancero popular que andaba muy en boga por las
tertulias de La Catunga. (pág.38)

Todos los Santos no solo se encarga de educar a Sayonara como una buena
persona, también la forma intelectualmente y le transmite lo que ella ha aprendido de la
vida. Una mujer que en medio de su oficio se convierte en matrona y sabia del pueblo,
así le explica a su ahijada, qué es la menstruación:

95
Es una herida que las mujeres llevamos una vez y que no sana porque es herida
de amor. Pero vas a ver, cuando empieces a estar con hombres, cuanta
felicidad te van a traer las rosas rojas de tu por dentro, cada vez que aparezcan,
porque serán el anuncio de que no has quedado en embarazo. (pág. 50)

Una madre que por su oficio sabe de qué manera tratar a los hombres, así se lo
indica a su ahijada:

-A un hombre no lo enamoras con maromas de cama ni trucos de alcoba – fue


su primera indicación estrictamente profesional-. Eso déjaselo a las que no
tienen otras habilidades. Lo que debes hacer es consentirlo y consolarlo como
en este mundo solo lo ha hecho su propia madre. (pág. 53)

Una madre que en medio de reproches asume un rol que, si bien no es biológico, es
dado por el destino, así se muestra en la obra:

De vuelta a casa por la Calle del Comercio, unos pasos alejadas de las demás,
iban tomadas del brazo Todos los Santos y la Sayonara, la una vieja y la otra
joven, la una blanca y la otra oscura, la una madre y la otra hija: las dos
retadoras y altivas en sus trajes negros sin voltear para atrás ni saludar a nadie.
Puta la madre, puta la hija, puta la manta que las cobija – comentaban los
pudorosos al verlas pasar. (pág. 83)

Una madre que hace lo mejor que puede por su ahijada adiestrándola en el único
oficio que conoce:

De la mano mía esa niña iba creciendo hermosa y fuerte. En sus pasos yo
encontraba mi propia huella y en su espejo podía leer los mismos trazos de mi
juventud. Le enseñó a ser prostituta y no otra cosa porque era el oficio que
conocía, así como el zapatero no ´puede entrenar a un aprendiz de albañil ni el
que toca viola debe meterse a dar lecciones de piano. (pág. 83)

Todos los Santos es la representación de la maternidad asumida en medio de la


prostitución, llena de prejuicios sociales, de desencuentros y desamores, llena de
lágrimas que cuando brotan lo hacen cargadas de dolor:

Lloraron también por ellas mismas, por sus madres que hacía tanto no veían,
por sus padres que nunca habían visto, por sus propios hijos y por los hijos que
no habrían de tener, por sus penas de mujeres solas, por todos los hombres
idos y por venir, por los pecados cometidos y por cometer, por el tiempo ya
pasado y por el día de mañana. (pág. 82)

La madre de sacramento: una muchacha de estrato bajo, que abandona a su hijo


por ir tras el hombre que ama, así lo relata:

96
Sacramento nació cualquier día de una chica del vecindario que lo dejó al
cuidado de amigas mientras viajaba a la costa para arreglar cuentas con un
hombre que la plantó. Como no volvió nunca, el niño se crio de casa en casa y
de unos brazos a otros, como tantos hijos de todas y de ninguna, hasta que
llegaron a Tora los frailes Franciscanos a evangelizar, abrieron la única escuela
del barrio y lo recibieron como mandadero, pinche de cocina y alumno becado.
(pág. 28)

A través de esta figura materna se evidencia el ojo de la religión, que influyen


negativamente en los sentimientos de Sacramento hacia su madre:

Como si el castigo no fuera suficiente, los Franciscanos le llenaron el alma de


horror al pecado de la carne y de desconfianza visceral hacia las mujeres, sobre
todo hacia la puta de su madre, que lo había abandonado para salir corriendo
detrás del instinto, como vil animal. (pág. 30)

En medio del abandono Sacramento es acogido por las prostitutas de Tora, una
crianza que se debate entre el amor y la dureza:

Tiempo después los frailes se fueron de Tora y Sacramento, que se vio en la


calle, debió aceptar la rudeza tierna y sin premeditación con que las mujeres de
La Catunga le brindaron un plato de sopa, le curaron una herida con violeta de
genciana o un dolor de garganta con azul de metileno, |o dejaron dormir a los
pies de su cama, le enseñaron canciones de amor triste y lo aterrorizaron con
historias de aparecidos. Lo mismo hacían por instinto maternal generoso e
indiscriminado, con cualquiera de los muchos niños y niñas que rondaban el
barrio necesitados de afecto e inciertos de parentesco. (pág.30)

4.2.11 Símbolos

Matilde la madre biológica de sayonara:


El fuego es un símbolo que hace referencia a la brujería:

-Dicen que las indias son versadas en brujería - insiste Wilfredo, exponiéndose
a que lo callen de nuevo -, y yo conozco hombres que no comen de su mano
para no caer prisioneros de su fuego, que no es sano. (pág. 170)

Animales: una referencia a sus raíces indígenas:

-A pesar del aprendizaje Matildita conservaba sus malos hábitos y por eso se
ganaba las reprimendas de don Abelardo; un día yo lo vi con estos ojos
prohibiéndole que comiera gusanos. Son buenos, los gusanos del moriche,
decía ella con ese acento atorad que nunca la abandonó. Y decía también: son
sabrosas las hormigas bachao. (pág. 171)

Se emplean para referirse a las raíces heredadas por la madre:

97
Las veo con sus propias caritas y sus mechas largas, pero con cuerpo de
lagartija, de gato, de libélula; sucias y analfabetas, pelando papas y fregando
trastos, como asegura la señorita Rosalba, pero ágiles y libres, indómitas,
traviesas y mal habladas. (pág. 171)

También está presente este símbolo en el episodio en el que el hijo de Matilde está
en el ejército, cuando el sargento pasa por el calabozo en donde se encuentra Emiliano:

Entre su hueco de muerto, Emiliano se revolcó en la demencia y en sus propios


excrementos, se deshizo en hongos y larvas y tal vez calmó el hambre y la
angustia comiendo hormigas y gusanos como había visto hacer a su madre.
(pág. 174)

Sacrificio:

-Altar no, un monumento habríamos erigido- la contradice su hermano -.


muchos le ponen fe a la santidad de Matilde y aseguran que hace milagros,
pero par a mí no es santa si no prócer y mártir de la patria porque con su
sacrificio quiso limpiar la maldad que se ha visto en este pueblo, y si en Francia
tienen a su Juana de Arco, en Ambalema tenemos a la nuestra. (pág. 168)

Todos los Santos: por sí misma es símbolo de sabiduría, dignidad y memoria


histórica de las luchas que cruzaron por La Catunga. Los símbolos que la rodean son:
Los objetos religiosos: son elementos que están presentes de manera recurrente y
que acompañan al personaje a lo largo de la historia:

Todos los Santos dispuso que la niña durmiera en un jergón tendido al lado de
su propia cama y antes de acostarse apagó la luz de la alcoba y verificó que
ardiera la vela perpetua en su vaso de vidrio rojo bajo el cuadro del Sagrado
Corazón de Jesús. (pág. 33)

En cuanto a las creencias religiosas, Todos los Santos se las transmite a Sayonara
así:

-Madrina- se atrevió a llamar la niña -, madrina, ese señor mete miedo. - ¿Cuál
señor? - preguntó medio dormida Todos los Santos – el de la barba. - No es un
señor es un Cristo. Confía en él; pídele que vigile tu sueño. (pág. 34)

Los colores: los colores de los bombillos son símbolo del estrato en el Dancing
Miramar:

Para no generar mal entendidos con el asunto de las tarifas internacionales y


para que el personal masculino supiera a ciencia cierta supiera a qué atenerse,
se impuso la costumbre de colgar un foco de color diferencial en cada casa,
verde para las rubias francesas; rojo para las italianas, tan temperamentales;

98
azul para todas las de frontera; amarillo para las colombianas, y blanco común
y silvestre – bombilla Philips – de la vulgar – para las indias del pipatón, que
solo aspiraban al mendrugo de pan para sus muchos hijos. (pág. 15)

Además, los colores tenían un significado especial para Todos los Santos, por esta
razón le asigna la bombilla color violeta a Sayonara:

En la luz violeta, ahí estuvo el acierto – afirma Todos los Santos -. era la luz de
un color incierto, antinatural, que nadie había imaginado. Porque luces verdes
se ven muchas en los semáforos, en los fuegos fatuos, y también azules y rojas
en los circos, en los cafés, en las estrellas errantes, en los árboles de navidad.
¿Pero el violeta? El violeta es un color místico. Una luz violeta en medio de la
noche produce inquietud y motiva al desconcierto. (pág. 15)

El viacrucis como expiación de su vida cargada de pecados:

El jueves santo, las italianas, las costeñas, las indígenas pipatonas con sus
racimos de hijos, todas desfilaron descalzas por los estrechos callejones del
pecado y su penitencia voluntaria fue aumentada por la lluvia. Sin embargo, son
rechazadas por el cura que no las deja entrar en la iglesia. (pág. 81)

Madre de Sacramento:

El símbolo es precisamente el nombre de su hijo, Sacramento, que en la novela deja


claro que es el nombre que se les da a todos los hijos abandonados ‘‘Sacramento era el
nombre que le daban a todos los “bastardos”, marcándolos con el agua bautismal y
condenándolos a ese distintivo, que no se podía borrar por estar infligido en solemnidad
de bendición’’ (pág. 29).

4.2.12 Conclusiones
En La novia oscura se presentan algunas variables dentro del rol materno, la primera
es la recreación del machismo en la figura de Matilde, que como ya se dejó en claro, tiene
preferencia por su hijo varón sobre sus hijas, que por su condición de mujeres son
obligadas a trabajar desde pequeñas y no gozan de cuidados especiales.

Otra variable es el rechazo a la maternidad que en esta obra se ve reflejada en el


abandono de los hijos. En un contexto como el de Tora es recurrente que las madres
dejen a sus hijos a su suerte, la figura de Sacramento es la fiel evidencia de ello. Aquí la
religión juega un papel fundamental, porque si bien hace una labor de misericordia al
amparar a los “bastardos”, se encarga a su vez de generar estigmas contra estos y de
producir sentimientos de odio hacia las madres que los dejaron. Esta tiene gran influencia

99
en los personajes de la novela, desde los nombres de algunos personajes que son de
origen religioso, hasta los viacrucis que las putas de Tora recorrían descalzas, el peligro
latente del pecado mortal, está muy marcado en los personajes.
Una dinámica diferente es la maternidad en hijos ajenos, ejemplo de ello es Todo los
Santos al adoptar a Sayonara y las demás prostitutas del Dancing Miramar que acogen
a los que no tienen dolientes. Esta dinámica es entendible, porque por su oficio estas
mujeres son señaladas, juzgadas y excluidas de la sociedad, por lo cual se ven reflejadas
en estos niños y se establece empatía hacia ellos.

A través de la figura de Todos los Santos se evidencian varios roles asumidos desde
el oficio de ser madre, ella es la educadora, pero también es la proxeneta, su dedicación
y empeño por la protagonista no es del todo gratuito ni desinteresado, pues Sayonara
representa para su madrina una buena inversión y el orgullo de ser esta quien instruyó a
una de las mejores prostitutas de La Catunga.
La obra de Laura Restrepo pone en manifiesto una realidad que es palpable en el
contexto colombiano, y es la prostitución una tabla de salvación para aquellas a quienes
se les cierran todas las puertas “Cuando otros te niegan una mano, la madre prostitución
te recibe con los brazos abiertos”.

4.3 La figura de la madre en Lo que no tiene nombre (2013), de Piedad Bonnett:


desde la compañía, la muerte, el dolor y sanación

4.3.1 Vida y obra del autor


Piedad Bonnett Vélez nació en el año 1951, en Amalfi, municipio de Antioquia,
Colombia. Es de genealogía francesa (de ahí su apellido Bonnett), es poetisa, novelista
dramaturga y crítica literaria.

A la edad de ocho años se trasladó a la ciudad de Bogotá, donde fue


desenvolviéndose en el entorno literario y teatral de aquella ciudad, y luego se incorporó
al Teatro Popular de Bogotá.
Después se matriculó en la Universidad de los Andes, en la carrera de Filosofía y
Letras, ejerció como docente de literatura desde1981 en la facultad de Artes y Letras.
Además, tiene una maestría en Teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño en la
Universidad Nacional de Colombia.

100
Ha representado al país en abundantes encuentros de poesía alrededor del mundo,
y en encuentros literarios como el Festival de Literatura de Berlín y el Hay Festival de
Segovia. En el año 2008, fue la poeta homenajeada por la Consejería para la equidad de
la Mujer de la Presidencia de la República, durante la Feria del libro de Bogotá.

En lo que respecta a sus poemas, estos han sido traducidos a varios idiomas: italiano,
inglés, francés, sueco, griego y portugués, obteniendo una gran promoción de su
literatura.

Obras:

• Poesía: De Círculo y Ceniza, 1989; Nadie en casa, 1994; El hilo de los días, 1995;
Ese animal triste, 1996; Todos los amantes son guerreros, 1998; Las tretas del débil,
2004; Las herencias, 2008; Explicaciones no pedidas, 2011.

• Novela: Después de todo, 2001; Para otros es el cielo, 2004; Siempre fue invierno,
2007; El prestigio de la belleza, 2010; Lo que no tiene nombre, 2013.

• Teatro: Se arrienda pieza; Sanseacabó; Gato por liebre, 1991; "Algún día nos iremos",
2013; Noche de epifanía.

• Antologías: No es más que la vida, 1998; "Lo demás es silencio"; Los privilegios del
olvido, 2008; "Fouci fauto" 2012

• Ensayos: Imaginación y oficio, 2003; ¿Cómo me hice novelista?; "Todos tan


contentos", 2006; "Fracasar cada vez mejor", 2008; País de Novela. Conversación
con William Ospina, Darío Jaramillo y Piedad Bonnett, 2007.
Premios

• Premio Nacional de Poesía Instituto Colombiano de Cultura, 1994

• XI Premio Casa de América de Poesía Americana, 2011

• Premio de Poesía Poetas del Mundo Latino, 2012

4.3.2 Corriente a la cual pertenece

Esta novela se sitúa en la corriente de literatura contemporánea, que tiene su inicio


en la mitad del siglo XX y continua vigente actualmente. Algunas de sus características
son: la presentación del mundo interior de los personajes, tiene un estilo narrativo ágil,
es una literatura que expresa sus emociones, y plantea interrogantes.

101
4.3.3 Influencias literarias
Piedad Bonnett en su obra se ampara en otros escritores y escritoras para entender
y explicar su realidad, algunos de ellos son: Javier Marías, Jorge Luis Borges, Imre
Kertész, Vladimir Nabokov. Algunas escritoras: Wislawa Szymborska, Blanca Varela,
Esther Seligson.

4.3.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra

En el año 2013 mientras el escritor y periodista, Héctor Abad Faciolince presentaba


el libro de Piedad Bonnett “Lo que no tiene nombre”, en Colombia hubo varios
acontecimientos históricos: el principal, los avances en la negociación entre el gobierno
y la guerrilla FARC. Además:

• 20 de enero, el expresidente Álvaro Uribe Vélez funda el movimiento Centro


Democrático de carácter opositor al presidente Juan Manuel santos.

• 25 de febrero, inicia el Paro Nacional Cafetero con movilizaciones, bloqueos y


protestas en varios municipios del país.

• 8 de marzo, se levanta el Paro Nacional Cafetero.

• 26 de mayo, el gobierno y las FARC anuncian el acuerdo sobre el tema agrario en los
diálogos de paz que se adelantan en la Habana.

• 20 de julio, el ciclista Nairo Quintana consigue su primera victoria en el tour de


Francia.

• 19 de agosto, inicia el Paro Nacional Agrario, con la participación de las principales


organizaciones campesinas, los mineros artesanales, los transportadores, los
trabajadores de la salud y de la educación, los estudiantes, y con el respaldo de las
centrales sindicales y de las organizaciones populares.

• 12 de octubre, en Medellín colapsa la torre 6 del edificio Space, provocando la muerte


de 6 personas y 11 desaparecidas.

• 19 de noviembre, a través de un fallo, La Haya confirmó que los cayos del Archipiélago
de San Andrés y Providencia pertenecen a Colombia. Sin embargo, en el mismo fallo
otorgó a Nicaragua una gran porción del territorio marítimo que hasta el momento eran
parte de nuestro país.

• 19 de diciembre, entra en vigencia la nueva ley que endurece los castigos a

102
conductores ebrios.

4.3.5 Sinopsis - argumento

La escritora colombiana Piedad Bonnett dio a conocer el 13 de marzo del año 2013
su libro “Lo que no tiene nombre”. Esta obra la designación que eligió Piedad Bonnett
para relatar una fatalidad que la dejó sin palabras. El suicidio de su hijo Daniel, un artista
de 28 años quien decidió lanzarse desde la terraza de su apartamento en Nueva York el
14 de mayo de 2011.
Este relato tiene características de una novela y de una crónica, pero a la vez hay
una fuerte confesión sobre la lucha que su hijo libró contra la enfermedad mental, su
trágico fin, y el desconsuelo que esto le ocasionó a la familia. El libro está dividido en
cuatro capítulos, en cada uno se habla de un tema específico: lo irreparable (el dolor), un
precario equilibrio (la enfermedad), la cuarta pared (la locura), y el final (el suicidio).

Bonnett se da a la tarea de acudir a la literatura como medio de formación para tratar


de entender la enfermedad de su hijo, asumir el duelo y tratar el tema del suicidio sin tabú
alguno, es por esto que a lo largo de la obra el lector se encuentra con gran cantidad de
citas, poemas y fragmentos de cuentos que se convierten en parte fundamental de la
misma, la autora inicia entonces una conversación extratextual con otros autores que han
vivido experiencias semejantes, adueñándose así de sus voces y fusionándolas con su
propia escritura, por esta razón al finalizar el libro hay una cita de un cuento de Nabokov.
Por otra parte, también relata el asombro de la familia en cuanto a las acciones
ambiguas por parte de los profesionales de la salud, en este caso la psiquiatría. Los
múltiples diagnósticos errados, la displicencia de los médicos, la angustia por la mirada
señaladora de la sociedad frente a la enfermedad y las dudas de Daniel en cuanto a su
futuro.
“Lo que no tiene nombre” hace de la historia personal una experiencia global, la gran
literatura nos permite entrar en la vida de Bonnett y así entender un poco más la fragilidad
del ser, pero también ver de cerca el papel de la sociedad en cuanto al tema de
enfermedad mental, y la respuesta de esta frente al suicidio.

103
4.3.6 Tema: la escritura como medio catártico de una madre que narra la vida y la
muerte de su hijo.

4.3.7 Tiempo histórico de la obra


La escritora colombiana Piedad Bonnett dio a conocer el 13 de marzo del año 2013
su libro “Lo que no tiene nombre”, en el que narra una desgracia que la dejó sin palabras,
es una exposición personal en cuanto a la lucha de su hijo por vivir a lo largo de sus
últimos diez años. Daniel, un promisorio artista plástico que tiene una vida normal hasta
la edad de los 19 años, a partir de allí tuvo un problema severo de acné, y este se vio
forzoso a utilizar un medicamento bastante violento para la piel, y los médicos no
advirtieron de los efectos secundarios de esta medicina: depresión, síntomas psicóticos,
e intentos de suicidio
A la edad de los 20 años Daniel fue diagnosticado con esquizofrenia y desde ese
momento, en unión con su familia empezó, a combatir esta enfermedad mental. Ocho
años después de aquel diagnóstico, el 14 de mayo de 2011, Daniel estaba cursando una
maestría en la Universidad de Columbia en Nueva York, y este decide quitarse la vida
lanzándose desde la terraza del edificio donde vivía.

4.3.8 Contexto o espacio de la historia


La historia se desenvuelve inicialmente en Nueva York, en un edificio de cinco pisos
donde Daniel decide lanzarse al vacío desde la terraza de este lugar. En esta ciudad se
encuentra el parque cementerio de Green-Wood, allí cremaron el cuerpo de Daniel. En
Nueva York él también realizó sus estudios de maestría en la Universidad de Columbia.

Otro escenario crucial en la trama de esta historia es Colombia. En la ciudad de


Bogotá después, del regreso de la muerte de Daniel, le hacen una ceremonia de
despedida en la Universidad de los Andes, donde su madre es docente y él, estudiante
de Bellas Artes. Piedad Bonnett reescribe la vida de su hijo a partir de los recuerdos. En
esta ciudad es donde se da el inicio de su enfermedad y donde Daniel comienza a asistir
a terapia.

Contextos como España, Italia y Brasil son importantes en la obra, porque allí se
devela el avance de su enfermedad y los episodio esquizofrenia de su hijo Daniel.

104
4.3.9 Personajes principales

• Daniel Segura Bonnett: hijo menor de la autora. Artista de profesión. Quien se suicidó
a la edad de 28 años en su apartamento en Nueva York, a causa de la esquizofrenia
que padecía.

• Piedad Bonnett: protagonista de la obra, madre de Daniel y escritora.

• Rafael Segura: esposo de la autora y padre de Daniel. Junto a su esposa lucho


incansablemente con la enfermedad de su hijo.

• Camila Segura Bonnett: la hija del medio, es quien tras la muerte de su hermano
comienza a descubrir los secretos que guardaba este.

• Renata Segura Bonnett: la hija mayor. Asume un papel activo con respecto a la
enfermedad de su hermano. Fue la amiga incondicional de este, además es la primera
persona en enterarse de la muerte de Daniel y es quien le da la trágica noticia a su
madre.

4.3.10 Rol de la madre: La figura de la madre desde la compañía, la muerte, el


dolor y sanación

Piedad Bonnett, una mujer admirable, por su capacidad de transmitir por medio de la
escritura su experiencia desgarradora de la vida y el trance a la muerte de su hijo Daniel.
Una madre que logró inmortalizar el recuerdo de su hijo amado mediante las palabras, y
desnudó hasta el último rincón de su ser para hablar de lo innombrable. Sentimientos
como el dolor, la desesperación, el amor, la impotencia y la sanación a través de la
literatura quedaron plasmados en esta obra:

La vida es física.” Siempre me gustó ese verso de Watanabe. Y también este


de Blanca Varela:” […] es la gana del alma/que es el cuerpo”. A pocas horas de
su muerte lo que me empieza a hacer falta hasta la desesperación son las
manos de Daniel, las mejillas por las que pasaba el dorso de mi mano cuando
lo veía triste, la frente que besé tantas veces cuando era niño, la espalda
morena de tanto sol. Su singularidad. Su modo de reír, de caminar, de vestirse.
Su olor. Una idea absurda me persigue: jamás el universo producirá otra Daniel.
(pág.23)

Una madre que acompañó a su hijo desde su silencio, en su enfermedad mental,


mientras que en su interior no se apagó la llama de la ilusión de un porvenir fascinante
para él; lleno de sueños y de talento:

105
Yo lo miraba vivir, con un secreto temblor, y le ayudaba a soñar, con la
esperanza de que un sereno equilibrio se instalara algún día para siempre en
él y le permitiera tener un futuro de plenitud, una mujer, tal vez hijos. (pág.57)

Y mientras su hijo Daniel se extraviaba en la percepción de su propia realidad, ella,


su madre, lo acompañaba en su aflicción y lo rescataba con la dulzura de sus palabras y
sueños prometedores:

Le explico que esas denominaciones no sirven para nada, que simplemente


está confundido, que esto pronto pasará, y me doy a fantasear sobre nuestro
futuro inmediato: nos iremos los dos a vivir a la playa, a una casa hermosa pero
dotada sólo con lo esencial, donde él no tendrá que pensar en arquitectura ni
en nada que se le parezca, sólo se dedicará a pintar mientras yo escribo mis
poemas y mis novelas. (pág.74)

Piedad Bonnett actuó con suma sabiduría frente a las causas de la muerte de su hijo;
enfermedad, luego el suicidio. Ella nunca desconoció el hecho de que hay
acontecimientos que no se pueden cambiar, fue por eso que jamás escondió el motivo
de su fallecimiento:

Acordamos desde el primer momento que no haremos rito religioso y que no se


ocultará la circunstancia de la muerte, ni tampoco la enfermedad que precipitó
el suicidio. Sus amigos, nuestra familia, las mujeres que lo quisieron, necesitan
una explicación de esta tragedia brutal, intempestiva, aparentemente absurda,
y sin duda agradecerán la verdad desnuda. (pág.26)

Una madre que concibe la naturaleza de la vida y la muerte de un modo natural:

Compruebo también, través de nuestras conversaciones, que estamos libres de


fetichismos, de supersticiones, de falsos sentimentalismos, y que, para bien y
para mal, vemos la muerte no como una culminación y un tránsito hacia otro
lugar, sino de esa forma a la vez descarnada y sin consuelo a la que la ha
reducido la historia moderna: un hecho simple, natural, tan aleatorio como la
vida misma. (pág.26)

Es una madre que calmó sus penas y las de su hijo, legitimando aquella decisión:

Como para aliviarlo, pero tal vez para aliviarme, hay días en que hago venir la
imagen de mi hijo hasta donde yo estoy, para abrazarlo, darle un beso en la
frente, acariciar su cabeza como hice cuantas veces pude, y decirle al oído que
su opción fue legitima, que es mejor la muerte a una vida indigna atravesada
por el terror de saber que el yo, que es todo lo que somos, está habitado por
otro.(pág.120)

Entre el éxito como escritora y su rol de madre, Piedad Bonnett comprendió que hay

106
dolores en la vida, y estos se luchan hasta el fin. La frustración de su hijo en cuanto a lo
académico era uno de esos. No obstante, es de admirar como aun en las peores
situaciones ella acudió al buen humor para intentar alentarlo:

Fue a media tarde, por una llamada que recibí de Renata, que me enteré de
que este había fallado en el examen de Contabilidad. Ese amargo contraste
entre el éxito obtenido por mí y su fracaso me hizo doler el alma. Me esforcé,
cuando logré comunicarme con él, en minimizar el hecho, en burlarme de la
Contabilidad, en hacerle ver que ni aun así iba a perder la materia. (pág.111)

Otra característica de esta madre es su valor al escribir esta obra, dejando al


descubierto no solo el sufrimiento de Daniel, también lo doloroso de algunas experiencias
degradantes que vivió con él:

Yo me acerco a la cabecera y acaricio su frente, beso su pelo revuelto, sus ojos


cerrados. Y entonces constato, con infinita tristeza, que la medicación lo ha
relajado a tal punto que, sin control de esfínteres, se ha orinado manchando no
solo el pantalón sino también las sabanas. Sí, ahora Daniel es “una persona
manejable”. (pág.77)

La escritora y también madre de tres hijos, dejó ver como la literatura además de ser
formativa también ha sido su puente de sanación y principio de conocimiento. Ella hizo
del dolor un arte, y con sus palabras un perpetuo recuerdo de ese chico de espalda
ancha, amante del arte, del jazz, de los tenis de colores y camisas con diseños atrevidos,
de ese muchachote a quien le encantaba bailar:

Ahora, pues, he tratado de darle a tu vida, a tu muerte y a mi pena un sentido.


Otros levantan monumentos, graban lápidas. Yo he vuelto a parirte, con el
mismo dolor, para que vivas un poco más, para que no desaparezcas de la
memoria. Y lo he hecho con palabras, porque ellas, que son móviles, que
hablan siempre de manera distinta, no petrifican, no hacen las veces de tumba.
Son la poca sangre que puedo darte, que puedo darme. (pág.131)

Ella es la prueba fehaciente del poder catártico de las palabras, esta madre es quizás
la voz de otras mujeres que no han presenciado dolor más solitario que el de la pérdida
de un hijo:

Porque contando mi historia tal vez cuento muchas otras.

Porque a pesar de todo, de mi confusión y mi desaliento, todavía tengo fe en


las palabras. (…)

Pero sobre todo porque, como escribe Millás, “la escritura abre y cauteriza al
mismo tiempo las heridas.” (pág.126)

107
4.3.11 Símbolos

• La metáfora:
Una metáfora es un tipo de tropo o figura retórica en el que se traslada el
significado de un concepto a otro, estableciendo una relación de semejanza o
analogía entre ambos términos. En la obra de Piedad Bonnett se evidencia recursos
en el estilo de la escritura que contribuyen a desarrollar el texto, en este caso las
metáforas “El tiempo se hincha como un paréntesis.” (pág.20)

El deseo de una madre de estar inmediatamente al lado de su hijo cuando sucede


lo inevitable, le hace sentir que el tiempo es infinito para llegar a socorrerlo o
acompañarlo. Se hacen más largas las fronteras y las distancias multiplicando así el
dolor “Aprieto los dientes como un animal atacado.” (pág.37)

Aquí se enuncia el dolor de la madre, el cual no quiere ni puede expresar, porque


ella sabe que es una figura principal en la posición de la familia, marginando así sus
propios afectos y frustraciones “Somos como moscas en las manos de los dioses”
(pág.64)

Ante la pérdida, el dolor y la muerte, los seres humanos se reconocen diminutos


y sienten que hay hilos invisibles que en un momento te pueden dilapidar la existencia.

• Objetos de Daniel:
Cuando se pierde a un ser amado se desea guardar un objeto para intentar
recuperar su presencia, pensando que esa pertenencia puede salvar el dolor crónico,
las cicatrices extensas y la mutilación del vínculo con el ser querido que ya no está
“Yo reservo para mí una bufanda y dos o tres cosas más, las más conocidas, las más
viejas, las más usadas. Las que huelan a él.” (pág.32)
Cómo olvidar los pensamientos de alguien que es compañía en un gran tiempo
de la vida. Logra extrañarse la risa, la palabra dicha, los gustos, los silencios matutinos
y las reflexiones que en diálogos el ausente sostenía con la madre. Surge entonces
un deseo indescifrable por atesorar los cuadernos, prendas de vestir y cada cosa que
lo nombre:

Los cuadernos repletos de reflexiones académicas desnudan al individuo


minuciosos que empleó toda la tinta del mundo y horas y horas de su vida en
investigar, analizar y sistematizar sus conocimientos sobre el arte y los artistas.
Es fácil ver no sólo la naturaleza hipersensible de Daniel, sino también la

108
plasmación simbólica de su angustia, un sentido trágico del mundo. (pág.53)

• La estética:
Es una de las manifestaciones de la humanidad donde se expresa la sensibilidad
a través de la pintura, la literatura, la poesía, la música y la danza. La autora deja
entrever los valores y costumbres del contexto en el que ella se desenvuelve,
haciendo alusión a prácticas legendarias que dan cuenta de la naturaleza propia de
los seres humanos. Bonnett declara en la obra que es solo gracias a la literatura que
logra superar la pérdida de su hijo.
Así cada expresión de arte está presente en la relación madre-hijo, Daniel a través
de sus pinturas crea espacios que luego ante su ausencia Bonnett recrea en su mente
los momentos en los cuales fueron pintados, y las manos creadoras que alguna vez
la acariciaron, abrazaron y que ya no están.
Las pinturas tan llenas de fantasía en un mundo en el que todo cabe, cada trazo
manifiesta alegría o dolor, luz u oscuridad, paz o guerra, amor u odio, vida o muerte.
O como es propio de la naturaleza humana, en una sola obra gráfica puede estar todo
al mismo tiempo:

De repente, como si el azar encerrara sus claves, mis ojos se detienen en la


portada de uno de Jenny Saville, una de las artistas favoritas de Daniel, que
reproduce Reverse, una pintura que muestra un rostro joven, hinchado,
apoyado de costado sobre una superficie brillante que devuelve parcialmente
su reflejo. Las pinceladas sugieren que hay sangre en él, y también en la boca,
que se entreabre en un gesto grotesco. Sus ojos abiertos están atrozmente
vacíos. (pág.22)

Las pinturas que antes se miraban desde otras perspectivas, ahora reflejan el
dolor que deja la ausencia, la perdida; ese dolor que solo una madre puede lograr
poner en palabras estéticamente desgarradoras:

A la entrada hemos puesto el libro de firmas, una foto de Daniel y una obra
suya, de formato pequeño, que muestra la cabeza de un perro semiembozalado
que pareciera gemir. Adentro, flores, y sobre un gran atril, el autorretrato en
carboncillo que hizo cuando tenía veinte años y el sufrimiento comenzaba a
arrasarlo: allí se ve con el brazo derecho cruzado sobre el pecho, los ojos entre
tristes y enojados, y un rictus desesperanzado en la boca. (pág.39)

• La poesía y la música:
Por supuesto la poesía ocupa un papel importante dentro de Lo que no tiene

109
nombre. No es casual que los valores éticos y morales de una cultura sobrevivan en
las líneas de la poesía, teniendo una connotación semántica de palabras cargadas
con los sentimientos más íntimos de una madre, que se refugia en cada letra para que
su espíritu no sea vencido por el dolor de perder a un hijo:

Hace ya muchos años, cuando Daniel era todavía un niño, escribí un poema
titulado “La noticia”. En él hablo de cómo por la ventana abierta, en un día o una
noche cualquiera,

La ola entra alocada, dando tumbos,

[…]

La ola con su paréntesis vacío para siempre

que viene a recordarnos que vivir era esto,

que hacia ese lugar desde siempre veníamos. (pág.30)

Mirando este cuarto austero, donde cada cosa cumplía su función, tenía un
sentido recuerdo los versos de Wislawa Szymborska que durante años leí con
mis alumnos y que parecen haber sido escritos para este momento:

No parecía que de esta habitación [no hubiera salida,

Al menos por la puerta,

O que no tuviera alguna perspectiva, al menos [desde la ventana. (…) (pág.16)

“La vida es física.” Siempre me gustó ese verso de Watanabe. Y también este
de Blanca Varela: “[…]es la gana del alma/que es el cuerpo”. (pág.23)

Javier Marías escribe en Los enamoramientos que “[…]hasta los suicidios son
debidos a un azar”. Y eso me hace pensar en Borges y su metáfora de la vida
como un juego, una lotería que jugamos -con “consecuencias incalculables”-
por el simple hecho de haber nacido. (pág.62)

La música es propia de la humanidad. Conduce los pensamientos por las vías del
recuerdo. Bonnett recuerda por medio de esta a su hijo Daniel, que, aunque estuviera
encerrado en su burbuja, disfrutaba de la música, como un niño degusta de un helado
“Que después de la pintura lo que más le gustaba era la música. Mientras pintaba,
encerrado en su estudio, oía hasta la madrugada jazz, rock, música clásica: Janis
Joplin, Sting, Radiohead, ManuChao, Lou Reed, Rachmaninoff, Mozart, Satie.”
(pág.51)

110
• Otro símbolo bastante significativo es el título de la obra
El título escogido por la escritora Piedad Bonnett narra la muerte de su hijo Daniel,
que la dejó sin palabras y con un dolor plantado en el pecho. Solo el volver a escribir
sobre la vida de Daniel le generó alivio y le permitió volver a comenzar desde este
nefasto fin, como es la pérdida de su hijo amado “esta historia tiene que ver realmente
con Lo que no tiene nombre, con segundos de espanto para los que no hay lenguaje.”
Peter Handke (2013).

Hay palabras que el ser humano no desea escuchar en toda su existencia. Estas,
son un laberinto en el cual esta madre no desea entrar, porque le están narrando
sucesos llenos de desconcierto, los cuales la dejan sin salida y con el vínculo roto
ante la vida y el universo:

Antes de preguntar a mi hija los detalles, de rendirme a la indagación, mis


palabras niegan una y otra vez, en una pequeña rabieta sin sentido. Pero la
fuerza de los hechos es incontestable: “Daniel se mató.” (pág.18)

• Las emociones de la madre:

La maternidad es un rol social que cumple la mujer, en ocasiones puede generar


frustración, algunas veces felicidad, pero en muchas otras; zozobra, porque debe
estar vigilante y ser cuidadora de la vida de otro ser humano:

A media noche me meto finalmente en mi cama con el corazón encogido. (…)


Sin respiración, ahogada por el terror, asomo la cabeza al vacío dispuesta a
hacer el peor de los descubrimientos. (pág.68)

La desesperanza es una emoción que también caracteriza a la madre en el texto,


ya que es complejo el comportamiento de su hijo y cada señal en el aire trae consigo
un mensaje premonitorio de que algo está por suceder:

En mí persiste la sensación de que esta es una situación provisoria,


circunstancial. Siento que algo está por suceder, que algo tiene que pasar. Y
de pronto comprendo: lloro y nada pasa. Leo y nada pasa. Escribo y nada pasa.
No, eso que espero no va a pasar. (pág.124)

La tristeza en ocasiones puede estar enfocada y exteriorizarse por medio de


lágrimas, palabras, o una suma de presión. En otros casos es tan interno y tan íntimo
que todos los espacios se leen en tonalidad gris, porque se está triste es adentro
“Nunca hace frío en los confortables apartamentos neoyorkinos, pero afuera llueve,
llueve, llueve. Y también adentro.” (pág.32)

111
Así como la tristeza, la soledad también hace parte de las emociones de esta
madre, respondiendo muchas veces a comportamientos inusuales de su hijo, como lo
es partir sin despedirse, o suicidarse con una decisión firme que no se puede dar
marcha atrás. Y es en esa soledad, donde la madre en el texto intenta tener compañía
desde los objetos y las fotografías, porque en ella preserva el sentido de la vida:

También yo, días después, ya en la soledad de mi casa, me dedico a repasar


mis álbumes. Y en ellos veo al niño que habla o simula hablar por teléfono, al
adolescente de huesos firmes, pelo largo y mirada divertida, al veinteañero de
quijada angulosa que se asoma a la cámara con una sonrisa cómplice. Veo a
Daniel en Machu Pichu, en Berlín, en Lisboa (…). (pág.35)

Un símbolo que se enmarca con mucha fuerza en la obra es: la impotencia que
siente esta madre cuando no se ve reflejada en la mirada de su hijo, y esta no hace
parte de los pasos venideros, de la existencia de su primogénito. ¿Cómo no temblar,
cómo no llorar, cómo no arañar la tierra si ves terror en los ojos de tu hijo?
“Desesperada, sabiendo de lo inútil y hasta ridículo de mi iniciativa, lleno su boca de
gotas homeopáticas tranquilizantes. Cada tanto descubro que me mira con terror, y
en cierto momento me dice, tembloroso, que yo no soy su mamá.” (pág.74)

Está pues llamada la madre como mujer y sujeto social a enseñar, a dar los
primeros pasos, amar sin condiciones, y a estar ante la necesidad del otro como lo
deja ver Piedad Bonnett en su obra. Pero también cuando ese otro que es el hijo,
renuncia a las manos dadivosas de la madre y se suelta del cordón que lo sostiene
en la vida, hace que la madre se sienta impotente.

• Posición crítica de la madre

La mujer está en capacidad de criticar, argumentar, y proponer visiones del


mundo. Porque ella se ha emancipado de una posición patriarcal que la ha tenido
sometida por siglos, no está oprimida y puede no pertenecer a una religión, alzar su
voz contra el sistema de salud e irrumpir con un grito de ¡basta! ante la sociedad. En
la obra la autora le da voz a la madre y le permite expresar sus posiciones frente al
contexto que la rodea, manifestando con ahínco sus posiciones frente a la sociedad
“Que difícil escapar a la ortodoxia, a los caminos trazados por una sociedad que
determina cuales son las formas del éxito. Transitamos casi siempre por vías
estrechas, buscando una supuesta coherencia, asustados por el caos o el
diletantismo.” (pág.106)

112
Daniel es un símbolo vital dentro de la obra, es el hilo conductor de la misma,
puesto que toca las fibras más hondas de su madre, destrozándole el alma y
rompiéndole el corazón, con su decisión “Pero ningún amor es útil para aquel que ha
decidido matarse. En el momento definitivo, el suicida solo debe pensar en sí mismo
para no perder la fuerza.” (pág.119)

4.3.12 Conclusiones

La obra Lo que no tiene nombre, de la escritora Colombiana Piedad Bonnett,


enmarca el rol de la madre en un perfil triste, de impotencia, y desesperanza al ver la vida
de su hijo fugarse, rechazando el amor y el apoyo que ella le pudiera brindar en sus días
de dolor y oscuridad. Daniel con cierto temor al fracaso sentía inseguridad y esto lo llevó
a tomar una funesta decisión, siendo el suicidio una puerta de salida en las cavernas de
su existencia.

La voz de la madre va más allá de la fecundidad, de la maternidad y de todas las


funciones que esto deriva. Es una madre capaz de hablar con dolor, pero con palabra
fuerte y crítica, ante una sociedad conservadora, una religión opresora y un sistema de
salud decadente, que muestra las grietas de la psiquiatría ante los seres que padecen
esquizofrenia, que viven en una gigantesca tragedia. Tragedia que siente la familia y en
especial el corazón de una madre.

El suicidio de un hijo es Lo que no tiene nombre ante los ojos de una madre que
enmudece, porque como nombrar la partida de un progenitor que renuncia a ser amado,
a ser cuidado y a tener esperanzas de vida. El suicidio sigue siendo un tema escabroso
que toca la realidad de un país, de una familia, y el afecto incondicional de una madre.
Aunque ella tenía señales premonitorias que esto podía llegar a suceder, en las curvas
de la existencia siempre guardaba la esperanza de que su hijo pudiera salvar su vida.
Pero ante esta nefasta noticia, la llamada que nunca quiso escuchar: “Daniel se mató,” la
madre-la autora se queda sin lenguaje y para empezar a reinventarse y parir su hijo de
nuevo más allá del dolor escribe la obra, salvando así su voz de mujer y su voz de madre.

4.4 La figura de la madre en El olvido que seremos (2006), de Héctor Abad


Faciolince: maternidad, paternidad, y violencia

4.4.1 Vida y obra del autor


Héctor Joaquín Abad Faciolince nació en 1958, en Medellín, hijo de Cecilia Faciolince

113
y Héctor Abad Gómez (médico, ensayista, luchador por los derechos humanos y
especialista en salud, muy reconocido en Colombia por su lucha por la defensa de los
derechos humanos; asesinado en 1987 por los paramilitares).
Tras pasar por diversas carreras y universidades en la ciudad, se va a Italia en donde
estudia Lenguas y Literaturas Modernas en la Universidad de Turín y obtiene su título
honorífico de literaturas modernas. En 1987, regresa al país meses antes de que su padre
fuera asesinado. Tras este hecho, y a causa de las amenazas en su contra, se exilia
inicialmente en España y luego en 1988 se va a Italia.

En sus años de adolescencia Faciolince ya hacía traducciones al castellano de obras


de autores italianos como: Umberto Eco, Leonardo Sciascia, Italo Calvino, Tomasi di
Lampedusa, entre otros. En 1992 regresa al país. Fue director de la Revista de la
Universidad de Antioquia y también del Fondo Editorial de la Universidad EAFIT. Se ha
destacado como novelista, periodista y crítico literario colombiano; ha trabajado como
periodista y columnista para distintos medios colombianos como El Espectador, El
Colombiano, y las revistas Cambio y Semana.
En 1998 ganó el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y en el año 2006
vuelve a ganarlo. En 2000, recibió Premio Casa de América de Narrativa Innovadora por
novela Basura; en 2004, su novela Angosta le mereció el premio chino a la Mejor Novela
Extranjera del Año. En 2006, publicó El olvido que seremos su libro más célebre y que le
otorgó premios en Lisboa y en Washington. Actualmente es columnista y asesor editorial
de El Espectador. Colabora también con El País de Madrid, el NZZ de Zurich y cuenta
con otras publicaciones nacionales e internacionales.
Sus obras: Malos Pensamientos, 1991; Asuntos de un Hidalgo Disoluto, 1994;
Tratado de Culinaria para Mujeres Tristes, 1996; Fragmentos de Amor Furtivo, 1998;
Basura, 2000; Oriente Empieza en El Cairo, 2001; Palabras Sueltas, 2002; Angosta,
2003; El olvido que seremos, 2006; Las Formas de la Pereza, 2007; El Amanecer de un
Marido, 2008; Traiciones de la Memoria, 2009; Testamento involuntario, 2011; La Oculta,
2014; Lo que fue presente, 2019.

4.4.2 Corriente a la cual pertenece

El estilo literario de Abad Faciolince es una mezcla de realidad y ficción. Sus obras
poseen ciertas características reflexivas y memoriales con identidades propias. En cada
una de ellas está presente la violencia sistemática y generalizada contra la población civil

114
colombiana, también narra las memorias personales de hechos violentos, el dolor que
estos causan. Así mismo es una denuncia pública de un escritor que ve como su patria
no para de desangrarse.

4.4.3 Influencias literarias

Los referentes literarios de Faciolince van desde Bertrand Russell en lo que se refiere
a la parte intelectual, Joseph Roth en el estilo narrativo y en el amor y pasión por la lengua
incluye a Quevedo, Lope, Cervantes, Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila, los grandes
todos pertenecientes al Siglo de Oro.

4.4.4 Contexto histórico en el que se escribió la obra


Colombia, para inicios del siglo XX era un país convulso, que se debatía entre el
desarrollo industrial y económico y la cruda violencia. Tras el asesinato de Jorge Eliécer
Gaitán, el 9 de abril de 1948, la violencia se recrudeció. Surgieron las guerrillas como
resultado de la persecución que el gobierno conservador le hacía a todo aquel que se
sospechara liberal.

Para 1953, el teniente general Gustavo Rojas Pinilla, por medio de un golpe de
Estado, se toma la presidencia, derrocando así a Laureano Gómez. El 13 de junio de
1954, durante la conmemoración del primer aniversario del presidente, se realiza la
primera emisión televisiva. Durante este periodo presidencial la violencia se recrudeció,
las guerrillas de izquierda se fueron armando, y como resultado, liberales y
conservadores pactaron lo que se conoce como El Frente Nacional (acuerdo político
entre ambos partidos que se alternaron el gobierno nacional entre 1958 a 1974).

Medellín, para la época no era ajena al desarrollo industrial, pero este se veía
relegado por el naciente sicariato, como se deja claro en la obra. Pese al pacto entre los
bandos políticos, la persecución a quienes fueran afines a las ideologías de izquierda,
eran ferozmente perseguidos, así como aquellos líderes sociales que procuraran el
bienestar para los menos favorecidos. La ciudad que se retrata en la obra es el retrato
fiel de la Medellín de moral amañada, prejuiciosa y condenatoria, que se debate entre la
pobreza extrema y la ilícita riqueza de la crema y nata antioqueña.

4.4.5 Sinopsis - argumento

El escritor y ensayista Colombiano Héctor Abad Faciolince, en el año 2006, publica


esta obra en honor a la vida de su padre, el cual fue catedrático de la Universidad de

115
Antioquia, promotor de la salud en las periferias de la ciudad y de la ruralidad del
departamento, donde ser un activista social y divulgar en diferentes espacios el mal
manejo del heraldo público, lo llevó a tener grandes contradictores desde columnistas de
opinión, arzobispos de la arquidiócesis de Medellín, los políticos de turno y los
administrativos académicos de la Universidad. Cada vez que podían ejercían su poder
para callar la voz solidaria, generosa, equitativa del padre del escritor. Además, en el
texto se va hilando la historia de un Medellín conservador con conflictos sociales, clasista,
con doble moral y con una inequidad visible en la educación, la salud y el empleo.

Esta novela devela la vida de Héctor Abad Gómez, a partir de la mirada entrañable
de su hijo Héctor Abad Faciolince. Entre los años 80 y 90, Colombia vivió una cruda
violencia por parte de los nacientes capos, y es justamente esto de lo que se vale el autor
para narrar el despiadado e injusto asesinato de su padre en 1987.

El amor entre Héctor Abad Faciolince y su progenitor se engrandece con los años, y
así lo deja ver en esta novela donde plasma la vida familiar, académica, laboral y social
de su padre, se narra, el dolor tan hondo que este sentía al ver como se aniquila a todo
aquel que levanta su voz en protesta. Una obra en donde se plasma sin temor alguno el
amor entre padre e hijo se hace evidente en cada una de las páginas.
Abad Gómez, un luchador incansable contra la violencia y la desigualdad que se vivía
en Medellín, pues, aunque él gozaba de una vida cómoda, jamás ignoró el hecho de que
otras personas afrontaban pobreza extrema a causa de la corrupción del estado. Y sobre
todo que violentaran a quienes trataban de develar esta realidad. Además de eso, era un
hombre instruido que formó a su hijo en medio de libros que fomentaron su amor por las
letras.

Héctor Abad Gómez, es narrado en las líneas de esta novela como un hombre
soñador, altruista, al que le agradaba el comunismo, y su gran empeño era que los menos
favorecidos gozaran al acceso del agua potable. Gracias a sus denuncias públicas toda
la ciudad de Medellín tuvo acueducto. En su ocupación como docente universitario,
médico y activista social, su lema fue “la prevención,” esto no fue aprobado en su mayoría
de las veces por los demás colegas, ni por los establecimientos hospitalarios privados,
por esto se hizo acreedor de adversarios que perseguían su cabeza.
Es una novela con una narración real de un hombre que desea despojarse de la
aflicción que lleva encima, y que le ha sido imposible anular. Héctor Abad Faciolince es
consciente de que cada palabra escrita, mengua un poco la pena del recuerdo de la

116
muerte de su padre amado.
También logra narrar la vida de su familia dándole una voz importante al rol de madre
porque le reconoce las arduas tareas y trabajo que ella de una manera altruista ejerce
para que su esposo no se preocupase por la carga familiar, y pudiera así ejercer su
profesión sin miedo al padecimiento del hambre. Esta obra es desgarradora y verídica y
es una lucha para que su padre esté más allá de El olvido que seremos.

4.4.6 Tema: La remembranza que Faciolince hace de su padre para que este no en el
olvido.

4.4.7 Tiempo histórico de la obra


La obra comprende desde 1958, aproximadamente, hasta 1987, cuando el padre
Héctor Abad Gómez es asesinado y el hijo debe exiliarse en España para que no lo maten
a él también.

4.4.8 Contexto o espacio de la historia


En tan solo medio siglo, Medellín había pasado de ser un pueblo grande a una la
segunda ciudad más importante de Colombia. Esto no desligó la ciudad del catolicismo
radical, de misa y rosario diario, en las familias más prestantes había por lo menos un
cura o una monja, y en la de los Faciolince había varios, unos tan radicales que
pertenecieron al Opus Dei y otros tan revolucionarios que terminaron en la cárcel. Todos
vivían o en el parque Bolívar o en el barrio Laureles, ambos de renombre y en los que
solo los más adinerados podían habitar.
Pese a el desarrollo industrial y económico, Medellín padecía un cáncer que aún hoy
no se ha podido curar, la violencia, en la ciudad que sí olvida surgía el sicariato impulsado
por Pablo Escobar, quien se valió del hambre y la pobreza ignoradas adrede por la
oligarquía y los políticos de turno para impulsar a los jóvenes sicarios y a sus familias.
Todo esto fue denunciado por Héctor Abad Gómez, y por eso lo mataron.

Pero en contraste se muestra la ciudad letrada, la de Fernando González, Manuel


Mejía Vallejo y Fernando Vallejo, la Medellín culta que dio y da origen a grandes
referentes, la “Tacita de plata” en la que, en medio del estallido de bombas, metralla y
discursos cargados de odios caducos, demagogias y politiquería buscaron acallar la voz
de quienes denunciaban inequidades, abusos y corrupción. En palabras de una madre
que no olvida, esta ciudad es "La sede de los más dulces recuerdos de mi juventud, la

117
cuna de mis hijos, mi actual asilo y mi probable tumba".

4.4.9 Personajes principales

• Cecilia Faciolince de Abad


• Héctor Abad Gómez
• Héctor Abad Faciolince

4.4.10 Rol de la madre: Maternidad-paternidad, y violencia


Cecilia Faciolince de Abad fue educada bajo los más estrictos preceptos eclesiales,
hija de crianza del arzobispo de Medellín Joaquín García Benítez, provino de una familia
de políticos conservadores. Pese a esto feminista más practico que discursivo:

Algo muy parecido le ocurría a mí mamá, que fue una feminista ante litteram, y
muy activa no en la teoría del feminismo, sino en su práctica cotidiana, como lo
demostró al imponerle a mi papá (liberal ideológico, pero conservador en la
vieja concepción patriarcal del matrimonio) su idea de poner un negocio propio,
pagarles a dos muchachas por los oficios domésticos y ponerse a trabajar en
una oficina, lejos de la tutela económica y del ojo vigilante del marido. (pág. 71)

Una mujer emprendedora que asumió el sostén económico del hogar pues a su
esposo el sueldo de catedrático universitario no le alcanzaba para hacerlo él solo. Aunque
en una sociedad machista como la medellinense de la época, Abad Gómez no podía
consentirlo:

Mi papá, con el inevitable sedimento machista de su educación, no quería que


mi mamá se pusiera a trabajar, ni que adquiriera la independencia física y
mental que da ganarse la propia plata, pero ella logró imponer su voluntad, con
ese carácter firme y constante, mezclado con una indestructible alegría de
fondo que no ha dejado nunca de acompañarla (…). (pág. 59)

Una madre en todo el sentido de la palabra, cariñosa, pero con la suficiente autoridad
para asumir las riendas del hogar y de la crianza de sus hijos, y equilibrar el exceso de
cariño y complacencia del padre:

Algunos de mis parientes decían que mi papá me iba a volver marica de tanto
consentirme. Y mi mamá, quizás por compensar, trataba de preferir a mis cinco
hermanas, y de tratarme a mí con un rigor justiciero (nunca injusto para bien ni
para mal, siempre ecuánime) dedicándoles mucho más tiempo y atención a
ellas que a mí. (pág. 33)

Su formación católica no le impidió resistirse a la negativa de su esposo de asumir el

118
rol de mujer trabajadora, pese a que para ese entonces las mujeres eran amas de casa,
encargadas de la crianza de sus hijos y de obras de caridad, esta rompe el paradigma y
se emancipa “La seguridad económica que ella le daba a la familia le permitía a mi papá
ser consecuente hasta el fondo con su independencia ideológica y mental”

Una madre que daba una importante lección a sus hijos al generar empleos a
mujeres, que para la época solo podían desempeñarse en oficios varios y como
empleadas del servicio, marcando un hito en la historia de Medellín:

Con el pasar de los años, poco a poco, irían llegando más y más empleadas a
esa oficina, siempre mujeres, sólo mujeres, nunca hombres, incluyendo a mis
tres hermanas mayores, hasta que la oficina de mi mamá completó setenta
empleadas de género femenino y se convirtió en la empresa que más edificios
administraba en Medellín. (pág. 62)

La figura materna representada en Cecilia Faciolince de Abad es la fiel copia de las


madres actuales, luchadoras, trabajadoras, que asumen la crianza y la manutención de
sus hijos y en ocasiones de sus esposos. Una madre que, si bien en la obra no alcanza
el protagonismo debido, cumple a cabalidad con su rol materno y más.
Además de afrontar la dura perdida de su compañero de vida, Cecilia se sobrepone
a este hecho trágico, violento y desgarrador “Sé que grito y que insulto, y que mi mamá
se tira a sus pies y lo abraza (…) Mi mamá le quita la argolla de matrimonio y yo saco los
papeles del bolsillo” una narración cargada de dolor.
Además de esta importante figura materna, se muestra en la obra un rol materno
inherente al género femenino, este se representa en las monjas y las hermanas de Héctor
Abad Faciolince, así lo relata el autor:

Muchas personas se quejan de sus padres. En mi ciudad circula una frase


terrible: «Madre no hay sino una, pero padre es cualquier hijueputa». Yo podría,
quizá, estar de acuerdo con la primera parte de esa frase, copiada de los
tangos, aunque lo cierto es que yo, de madres, como ya lo expliqué, tuve media
docena. (pág. 25)

4.4.11 Símbolos

El principal símbolo que en la obra representa a Cecilia son las casas y edificios,
estos representan el estatus que para ella da el hecho de tener una casa grande “Cuando
se refería al palacio y al tío, mi mamá suprimía los artículos y decía siempre Palacio (uno
podía oír las mayúsculas)” así mismo al expresar el crecimiento de su negocio se emplea
este símbolo:

119
Del cuarto de aseo de La Ceiba, mi mamá se trasladó a una oficina de verdad
en el segundo piso del mismo edificio, que acabó comprando, y luego su
negocio fue creciendo y mejorando de sede. Hoy la oficina ocupa una casona
de dos pisos (…) (pág. 62)

4.4.12 Conclusiones

Así como no existe una única forma de ser mujer, no existe una para ser madre, si
bien la formación marca ciertos rasgos en la personalidad y en la forma de criar a los
hijos siempre se pueden deconstruir paradigmas arcaicos que no se resisten al nuevo
mundo. Cecilia Faciolince para su época fue una mujer y madre revolucionaria, en primer
lugar, por permitirle al ser excesivamente cariñoso con su hijo y algo endeble con sus
hijas, también por asumir el sustento económico de su hogar y convertirse así en una
empresaria exitosa.
En ella se refleja la mujer feminista, revolucionaria que se emancipa del yugo
patriarcal legal o sacramente heredado, y propone, crea y logra abrirse camino entre
empresarios (hombres) y se convierte en una mujer empoderada, que les da la posibilidad
a otras mujeres de asumir otros roles diferentes al materno y al doméstico.
Representa también a las madres colombianas que en medio de la guerra
colombiana pierden a sus compañeros de camino, que deben lidiar con el dolor de los
hijos que pierden a uno de sus guías, el dolor que muchas madres viven a diario en
Colombia por cuenta de la violencia, madres que lloran a sus esposos, a sus hijos,
madres que ven morir el sueño de estar rodeadas en sus lechos de muerte por sus seres
queridos. Las Marías colombianas, con el alma desgarrada bajo la cruz de una violencia
sin pausa.

4.5 Análisis grupal de las obras


Dentro de las cuatro obras, la maternidad se muestra de diversas formas, cada una
de ellas determinada por las particularidades de cada contexto y el mundo psíquico con
el que se dota a cada personaje, evidencia clara de ello es Pastora Santos, figura materna
creada por Soto Aparicio, quien quiso “inocularse el virus de la maternidad”. Su obsesión
por la castidad de sus hijas lleva a estas a rebelarse y a que, de manera soslayada,
cometan “los pecados” que poco a poco van entretejiendo la trama. La otra cara de la
moneda es Cecilia Faciolince una madre que ama a sus hijos, que los educa con amor,
establece una relación que lejos del dominio de sus hijas se puede interpretar como de
camaradería.

120
También se presenta la maternidad sacrificada, dolorosa, en una madre que no tiene
sosiego por la condición de su hijo, en Lo que no tiene nombre, novela autobiográfica en
la cual Piedad Bonnett narra el proceso de la enfermedad y el suicidio de su hijo Daniel,
artista de 28 años. A través de esta obra cuenta lo que fue lidiar con la enfermedad mental
de su hijo:

Yo lo miraba vivir, con un secreto temblor y le ayudaba a soñar, con la


esperanza de que un sereno equilibrio se instalara algún día para siempre en
él y le permitiera tener un futuro de plenitud, una mujer, tal vez hijos. (p. 104)

También se narra la forma descarnada con la que se puede asumir este rol:

Solo se acostó con Pastora las veces que ella quiso, las veces en que sintió la
necesidad de ser fecundada para echar al mundo hijas, sí, solamente hembras
que continuaran su obra, su absurdo gobierno, su odio inexplicable. (pág. 50)

Por otra parte, se muestra en Bonnett a la madre que afronta asuntos que son mucho
más grandes que sí misma, pero que por estar presentes en la figura de su hijo no logran
apabullarla, ni darse por vencida. En la obra narra cómo hace miles de esfuerzos por
brindarle una vida “normal” a su hijo y cómo pese a estos la enfermedad termina por
ganar la pelea, en palabras de la autora: “Daniel se mató, repito una y otra vez en mi
cabeza, y aunque sé que mi lengua jamás podrá dar testimonio de lo que está más allá
del lenguaje, hoy vuelvo tercamente a lidiar con las palabras para tratar de bucear en el
fondo de su muerte, de sacudir el agua empozada, buscando, no la verdad, que no existe,
sino que los rostros que tuvo en vida aparezcan en los reflejos vacilantes de la oscura
superficie.” Este fragmento refleja el dolor que experimentó la autora en el momento de
la tan temida noticia. Lo que no tiene nombre es pues una novela cargada de la
experiencia materna lejos de ser idílica y feliz.

Tampoco es idílica la maternidad en medio de la prostitución, asunto que retrata muy


bien Laura Restrepo en Sayonara, protagonista de La novia oscura, una prostituta india
un personaje complejo, capaz de cometer cualquier bajeza, pero también de amar y ser
heroica, una mujer con carácter, personaje del que se vale Restrepo para reflejar como
se desarrolla la figura materna, en medio de la prostitución, al que no llegó sin razón,
porque su infancia estuvo marcada por la desgracia:

Y ahora hacían su erupción brutal los espectros de una madre y de un hermano


muertos, por voluntad propia, y dinamitaban de una vez por todas el
rompecabezas que hasta ese momento había logrado medianamente armar
¿quiénes eran ellos?, ¿por qué se quitaron la vida? ¿Qué vocación necrofílica

121
pesaba sobre aquella gente? (p. 138)

La madre de Sayonara, Matilde, y la madre de Sacramento son también figuras sobre


la cual se refleja que no es la maternidad un rol que se subleve a los demás ideales. La
madre de sayonara se inmola pese a que como consecuencia de este acto su hija
quedará huérfana y desamparada, pero esta no es razón que impida llevar a cabo su
tarea.

En El olvido que seremos que, al igual que Lo que no tiene nombre, son novelas
autobiográficas, la madre cumple un rol que en el contexto colombiano es exclusivo de
los hombres. Ella se encargaba del dinero y el presupuesto familiar, una división de roles
totalmente atípica. Asumió la jefatura de familia siendo la proveedora como un acto de
amor hacia su esposo y a sus hijos, para que así su esposo pudiera realizar a sus ideales.

Mi mamá, a su vez, trabajaba tanto, en el fondo, por una causa altruista: para
que mi papá no se tuviera que preocupar por ganar plata, e incluso para que
pudiera regalarla, como le gustaba, sin pensar que estuviera descuidando a la
familia, pero sobre todo para que pudiera mantener su independencia mental
en la Universidad, para que no pudieran callarlo, como es tan común aquí, con
la amenaza y la presión del hambre. (p. 114)

Darle voz a figuras tan poderosas que asumen el rol materno, como es el caso de
Todos los Santos, Matilde y Cecilia Faciolince; y dotar a estas mujeres de la fuerza que
en tantas ocasiones les falta a las madres colombianas, son proezas que solo un escritor
que busca darle a sus personajes tanto realismo que representen la fuerza con la que
muchas otras madres logran sacar a delante a sus hijos en medio de los contextos
violentos. Por otro lado, Soto Aparicio pone en Pastora Santos un personaje que va en
contracorriente con todo lo que se piensa debe ser una madre, esta figura antinatural,
que instrumentaliza la maternidad, pero esta vez a su favor y amaño, representa a
muchas mujeres que ven en este rol un medio para retener a su pareja, para manipular
o para vengarse de esta.

La maestría con la que tanto Soto Aparicio como Faciolince logran representar el rol
materno desde distintas perspectivas, es admirable, lo hacen sin juicios, sin estereotipar
a la mujer, y la sacan de cualquier precepto impuesto por la sociedad. Así mismo Bonnett
y Restrepo plasman en el papel asuntos que solo una madre puede entender como el
dolor que produce la despedida de un hijo que jamás regresará, la valentía que exige
enamorarse de un ser que no le pertenece y afrontar cualquier dificultad o cualquier
condición por titánica que parezca, sin importar cuanto esfuerzo exija.

122
Bien sea por medio de la voz femenina o de la voz masculina, representar la figura
materna en el ámbito literario exige una gran cuota de realidad, de humanización, porque
se tiene que tener claro que como en el caso de estas cuatro obras no solo se está
creando un personaje, se está representando a miles de mujeres colombianas que día a
día afrontan los avatares de la vida cotidiana en medio de la violencia, del miedo, de la
incertidumbre o en medio de vidas plenas, realizadas, como debería ser la historia de
todas.
Estas cuatro obras reflejan dinámicas y distintas formas de entender y configurar la
maternidad en la literatura contemporánea colombiana, que se construyen desde la
realidad de una sociedad en la que diariamente se dan unas problemáticas determinantes
en cómo se aborda en la cultura la figura materna en el contexto colombiano.
El hecho de que se representen estas figuras maternas no es gratuito, se da en
respuesta a la necesidad de construir una identidad narrativa propia, que refleje el
pensamiento, la sociedad y las problemáticas de la época, asunto que hasta principios
del siglo XX era poco valorado.
Este tipo de obras y análisis similares al realizado, que ayudarían a entender las
formas de asumir la maternidad en el país, y a transformar la subvaloración de la madre,
no se incluyen en la actualidad en el corpus de literatura de la Licenciatura en cuestión,
que se les presenta a los docentes en formación de lengua castellana y literatura. Obras
en las cuales se podría realizar un análisis de las figuras maternas allí representadas no
se deberían, entonces, dejar pasar de manera arbitraria para ayudar desde la formación
de maestros a superar el pensamiento machista y patriarcal arraigado aun en el contexto
colombiano. Acercar a los futuros formadores a este tipo de literatura resulta importante
en tanto logre emancipar el discurso.

4.6 Propuesta para la inclusión del corpus en la Licenciatura

Como docentes en formación las autoras de este estudio ven la necesidad que desde
la academia se incluyan obras literarias que permitan analizar el rol de la madre; hacer
una lectura real de contexto; divulgar lo cotidiano; reflexionar ante diferentes aspectos y
situaciones; promover el disentir y la transformación del lenguaje, el pensamiento y la
ética para sanar no solo la propia existencia del formador, sino también para contribuirle
con herramientas de la presencia de lo femenino en su labor docente.
En este sentido, está llamada la universidad en general y el TdeA en particular, desde

123
su Facultad de Educación y desde la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana, a
promover el discurso desde lo femenino (no un discurso feminista, sino desde uno que
promueva nuevas masculinidades y feminidades), no solo desde la política, sino también
desde lo literario, emocional, sexual y social. Y de esta manera, no solo se beneficia al
género femenino, además, posibilita al género masculino ampliar la visión de un mundo
global, en donde “cabemos todas y todos”, un conglomerado cultural más sensible.

Es hora de narrar permitiendo que la literatura sea un puente para la esperanza. Y


comprometer el quehacer del maestro frente a la configuración de un ideal materno sin
prejuicios y preconcepciones. En la medida en que se transformen los discursos cargados
de estereotipos y prejuicios, se permita la sanación del ser por medio de la literatura y
que se promueva la transformación de esas historias de vida a través de la formación
literaria, se estará transformando la enseñanza en una verdadera práctica pedagógica
emancipadora.
La escasa literatura que permite abordar el tema de la mujer desde su rol materno
dentro de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana, como ya se había planteado
en el planteamiento del problema, no propende la inclusión de la mujer como segmento
poblacional vulnerable en culturas machistas como han sido tradicionalmente las que
conviven en Colombia. De ahí la propuesta de un corpus de literatura que nutra este
tema desde diferentes ámbitos de la vida académica.

4.6.1 Propuesta para la inclusión en los componentes de la malla curricular


La Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana está conformada por un total de
68 cursos, divididos en 5 componentes curriculares: componente de formación general,
componente de formación pedagógica - educativa, componente de formación disciplinar
teórica, componente de formación disciplinar didáctica, y componente de formación
desde la práctica pedagógica. Estos responden a la exigencia de formar maestros
íntegros, así, según el Documento Maestro de la Licenciatura (2020):

El objeto de formación del programa en referencia con las circunstancias y


problemáticas del ámbito de conocimiento académico-disciplinar, y la realidad
compleja y/o contradictoria del entorno local, laboral, empresarial, urbano o
rural al cual pertenecen los estudiantes en favor de una estructura pedagógica
dialéctica, abierta y crítica.

Tabla 4: distribución de componentes por créditos (CR), porcentaje y número de cursos

124
(NC) de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana del TdeA

Fuente: Documento Maestro de la Licenciatura (2016)

El Componente de formación general está compuesto por 10 cursos (Lengua


materna, Matemática, Formación ciudadana, Metodología de la investigación e Inglés I,
II, III, IV, V, VI). Se debe aclara que este componente es dirigido por el Departamento de
Ciencias Básicas y Áreas Comunes (CBAC), en asocio con cada programa, esto no los
excluye de ser interpelados acerca del tema. La importancia de abordar el rol materno en
este componente radica en que con este se pretende:

Se afianzaran las habilidades de pensamiento relacionadas con el análisis y


utilización de la información para demostrar el razonamiento lógico y la
capacidad para resolver problemas; la interpretación, manipulación,
comparación, relación y representación de datos cuantitativos a los cuales
darles sentido y significado cualitativo. (Documento Maestro, 2016)

Del total de los cursos, en dos específicamente se puede abordar este tema, así:

• En Lengua materna, en tanto trabaja la lectura interpretativa y crítica, siendo ambos


fundamentales para comprender como se construye este rol en las distintas obras.

• En Formación ciudadana, pues esta contempla los factores socioculturales del


contexto en el cual se forma el maestro. Esto implica entender las diversas dinámicas
alrededor de las cuales se construyen los sujetos y como asumen los diferentes roles.
El Componente de formación disciplinar teórico está conformado por los

125
siguientes cursos: Historia de la lengua castellana, Historia del libro y de la literatura,
Lingüística, Fonética y fonología, Teorías literarias, Morfología y sintaxis, Producción
textual, Literatura lírica, Literatura narrativa, Literatura dramática, Semántica y
pragmática, Socio y etnolingüística, Literatura y estética, Semiótica y semiología,
Literatura, cultura y sociedad, Crítica literaria, Lingüística aplicada y Optativa I-II-III-IV. En
este el abordaje del rol de la madre en las diferentes obras es posible en tanto el objeto
de estudio en este componente es la literatura. Así se presenta en el Documento Maestro:

comprende que el texto literario existe y circula en relación con fenómenos no


literarios y simbólicos, espacio donde se producen y cruzan múltiples
significados, inscritos a su vez, representaciones, ideologías, imaginarios
sociales e individuales del autor, el lector y el contexto; los cuales develan la
historia, el poder discursivo, el pensamiento político, la búsqueda de lo oculto,
la reiteración de la identidad, el conocimiento de la época, la región y los
sujetos, la transformación y diversidad cultural, entre otros; sentidos que en
consecuencia son inestables, provisionales y móviles (Documento Maestro,
2016).

Los cursos para los cuales se hace la propuesta son:

• Literatura lirica: desde su competencia manifiesta que el estudiante en formación


“Aplica propuestas didácticas que integran el hecho literario desde sus dimensiones
históricas, humanísticas, estéticas, comunicativas y vivenciales a partir del rol como
docente en contextos y situaciones diversas.” Por tal motivo es significativo que se le
otorgue espacio a la propuesta desde este curso, puesto que se proponen diferentes
obras adecuadas a los diversos contextos, con el propósito de que se visibilice más
el rol de la mujer como madre.

• Literatura y estética: este curso en su unidad de formación expone que:

El estudio de la estética permite no sólo reconocer un pasado histórico, o


una relación entre, por ejemplo, belleza y texto literario, sino que también
hace posible la comprensión de nuestra actual relación con el otro, con sus
formas de ver el mundo, con sus posturas estéticas, éticas y lógicas
(Documento Maestro, 2016).

En virtud de ello, es fundamental revelar las transformaciones que ha tenido la mujer


a lo largo de la historia desde varios ámbitos, uno de ellos; la maternidad, a través de los
diferentes autores de los movimientos literarios y estéticos.

El Componente de formación disciplinar didáctica alberga 7 cursos: Aprendizaje


y evaluación de la lectura y la escritura, Procesos de aprendizaje (dificultades,

126
limitaciones y talentos), Didáctica de la lengua castellana, Didáctica de la lectura y la
escritura, Didáctica de la literatura, Didáctica de los sistemas simbólicos; Literatura,
lengua castellana y educación para la diversidad.

comprende la enseñanza de la literatura y la lengua castellana, inmersa en


ambientes y entornos de enseñanza y aprendizaje prediseñados y articulados
con los propósitos de aprendizaje, las competencias, los contenidos, las
problemáticas, los medios, las técnicas, los métodos, las herramientas
(presenciales o interactivas), las temporalidades, los espacios y las formas de
comunicar o demostrar lo aprendido a través de diversos formatos de
evaluación (Documento Maestro, 2016).

En este componente se podría trabajar el tema en las siguientes asignaturas:

• Didáctica de la lectura y la escritura: en este curso se posibilita abordar este tema,


pues en este se plantea: “Plantear sistemas didácticos que estén orientados a la
organización de la acción pedagógica y didáctica, en diferentes contextos y con
poblaciones diversas.”

• Didáctica de la lengua: con este se pretende formar a un maestro “Responsable y


cuidadoso en la selección de materiales” además, pretende “Proponer nuevos
modelos de enseñanza que contribuyan al mejoramiento del aprendizaje de la
lengua.”. en este sentido, proponer una pedagogía que aborde el discurso femenino,
que le de relevancia y que a través de él se analicen los contextos y las problemáticas
propias de ellos.

• Didáctica de la literatura: en este curso se hace importante hablar del tema: la mujer
desde su rol materno, ya que se está invitando a reestablecer prácticas comunicativas
por medio de textos literarios y así facilitar la reflexión de los diferentes contextos. Su
unidad de formación postula:

Partiendo de la necesidad e importancia que el ser humano le ha otorgado


a la comunicación, la presente propuesta didáctica está fundamentada en el
desarrollo de la competencia comunicativa y literaria, con el fin de generar
prácticas comunicativas mediante textos literarios y proporcionar el dominio
de los diversos géneros discursivos que circulan por la sociedad actual
(Documento Maestro, 2016).

• Interpretación y producción textual: se considera valioso abordar el tema


propuesto en este curso, dada la importancia observar los elementos que componen
su unidad de formación: contexto, significado y relación con el otro; pero en voz de
una mujer:

127
tiene dos ejes fundamentales. Por una parte, la interpretación textual permite
valorar el texto escrito en función de la relación que tiene este con el lector
y con el contexto, de ahí la importancia de conocer los fundamentos de
análisis y los múltiples significados que un texto tiene. En este mismo
sentido, la interpretación textual permite comprender la relación que se tiene
con el otro desde el discurso oral y escrito (Documento Maestro, 2016).

En el Componente de pedagogía y ciencias de la educación se encuentran 12


cursos: Paradigmas y teorías pedagógicas, Historia de la educación, Teorías y modelos
curriculares, Neuroaprendizaje, Teorías y contextos del desarrollo humano, Estilos y
estrategias de aprendizaje, Situación de la infancia y la adolescencia, Diversidad y
poblaciones, Gestión educativa, Legislación educativa, Investigación en educación,
Sistematización de experiencias educativas.
El abordaje del análisis del rol materno dentro de este componente va en
consonancia con la reflexión de las realidades particulares de los maestros en formación,
que podrían ser madres, o que posibilitaría comprender y sanar sus propias historias de
vida, tal como se contempla en el Documento Maestro (2016):

Objeto de conocimiento que la diferencia de otras disciplinas y la convoca a


establecer sentidos, concepciones y metas que redunden en la realidad de los
seres en formación, las prácticas pedagógicas y educativas y los discursos
teóricos según la multiplicidad de contextos y momentos históricos.

En la siguientes asignaturas, entonces, podría trabajarse el rol materno desde la


literatura contemporánea del país:

• Aprendizaje y evaluación de la lectura y la escritura: en tanto pretende:

dotar de significado y sentido a la enseñanza, aprendizaje y práctica de la


lectura y la escritura en los distintos escenarios y territorios, reflexionando
acerca de los sentidos de su práctica social, pedagógica y didáctica. (…) desde
una perspectiva discursiva, interactiva y crítica, que responda a las necesidades
y desafíos que las nuevas generaciones de lectores y escritores (Documento
Maestro, 2016).

• Discurso y sociedad: en este se busca crear espacios que permitan “Reflexionar


sobre el quehacer del maestro, la importancia de su rol y su impacto en la sociedad.”
Así, resulta pertinente abordar este tema porque posibilita reflexionar sobre la manera
en que las mujeres no siempre han tenido voz dentro de esta y, específicamente en
el campo educativo tampoco se hace gran énfasis en que se le de relevancia a estas;
esto va en consonancia con otro propósito de formación que expresa: “Relacionar el

128
capítulo de “Los derechos Fundamentales” de la Constitución Política, con los casos
en los que se vulneran los derechos de los ciudadanos, específicamente en el
contexto educativo.”

• Historia de la educación: desde la formación del estudiante este curso procura;


“Formular argumentos epistemológicos e históricos que sustenten el saber
pedagógico, con el propósito de conferir identidad para su desempeño profesional”.
Esto se relaciona con la unidad de formación, en tanto en el Documento Maestro
(2016) argumenta que:

Conocer la historia es un elemento trascendental para que el estudiante en


formación pueda construir, deconstruir, y reflexionar en relación a los hechos y
problemáticas contemporáneas, “El saber pedagógico ” “comprender el pasado
es dedicarse a definir los factores sociales, descubrir sus interaccione y
relaciones de fuerza, conocer el presente equivale, mediante la aplicación de
los mismo métodos, de observación de análisis y de crítica, que exige la historia
someter a reflexión la información deformante que nos llega” (Documento
Maestro, 2016).

• Gestión de proyectos: en este curso se da espacio para la propuesta de proyectos


innovadores, que busquen revolucionar el campo educativo, y que además promueva
la inclusión y la equidad, se pretende:

En el contexto de este seminario los estudiantes desarrollaran esas


competencias investigativas, creativas e innovadoras que les permitirá
responder al contexto educativo, (…) develaran significados acciones
concepciones, teorías, experiencias, historias de vida, que les permitirán
transformar el saber, y hacer de su práctica una reflexión en relación a su saber,
hacer, conocer. (Documento Maestro, 2016).

• Historia de la educación y la pedagogía: por siglos las madres han sido las
educadoras, se les delegó este rol, por lo cual, es necesario conocer por qué y de qué
manera se dio paso a la educación impartida por mujeres, pues esta no siempre fie
una constante. Resulta fundamental entender esa transición, lo cual es posible en
este curso, en tanto: “Conocer la historia es un elemento trascendental para que el
estudiante en formación pueda construir, deconstruir, y reflexionar en relación a los
hechos y problemáticas contemporáneas”

• Historia de la lengua castellana: el lenguaje es una capacidad inagotable de


conocimiento acerca del ser humano, analizar la historia, las transformaciones que
este ha tenido y como también ha transformado culturas, para el caso específico del

129
rol materno, es importante entender como desde el lenguaje se estereotipa a la mujer
que asume este rol, como se excluye de lo política y lo económico, y como se va
relegando en determinado momento de la historia al campo doméstico. De ahí su
importancia para abordar en este curso, así mismo, en el Documento Maestro (2016)
se plantea que “la presente asignatura le brindará al futuro docente en Humanidades
y Lengua Castellana la oportunidad de conocer los orígenes y el desarrollo de nuestra
lengua, así como comprender periodos históricos y culturales a partir del conocimiento
de la lingüística.”

El Componente de Formación Práctica contiene 10 prácticas: Práctica I: contextos


de la educación; Práctica II: entornos educativos e identidad del maestro; Práctica III:
promoción de lectura; Práctica IV: promoción de la escritura; Práctica V: pedagogía de la
lengua castellana; Práctica VI: taller de escritores; Práctica VII: taller de interpretación
literaria; Práctica VIII: literatura y sistemas simbólicos; Práctica profesional I y Práctica
profesional II.

En este componente el tema serviría para entender cómo y por qué se construyen
de una manera determinada los contextos y los sujetos que los integran, pues la
maternidad se ha construido a lo largo de la historia bajo unas condiciones determinadas
y específicas que a su vez determinan a las sujetos que la conforman. Y también, cómo
desde el ejercicio práctica de los maestros en formación, se podrían trabajar estos temas
en contextos de educación formal e informal variados.

Proceso socioeducativo en permanente movimiento, transformación e


interacción, cuyo carácter se valida en la historia como un proceso complejo,
contradictorio e impredecible; características que impiden su estabilidad y que
se modifican conforme las condiciones del contexto (Documento Maestro,
2016)

En este sentido, se podría abordar el tema para comprender desde los distintos
niveles de práctica cómo se han transformado los contextos y de qué manera la mujer
desde sus distintos roles, pero también desde el materno, ha sido parte de esa
transformación; como se expresa En el Documento Maestro (2016):

El componente de formación práctica se convierte en el entorno de formación e


instrucción para los maestros en formación en literatura y lengua castellana
donde pueden observar, reaprender, transferir, generalizar, transformar e
innovar en situaciones de comunicación, interacción y manipulación del
lenguaje y la comunicación desde la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación
en contexto; proceso centrado en la multiplicidad de usos, funciones, sentidos,

130
contenidos, actitudes, códigos, recursos, herramientas y registros de lengua;
favoreciendo la cooperación, comprensión, interpretación, intertextualidad y
producción del discurso compartido y culturalmente significativo (Documento
Maestro, 2016).

Otra forma de abortar el tema del rol femenino desde la literatura colombiana
contemporánea es en las Línea de optativas.
En el documento maestro se mencionan tres macrolíneas (Literatura, Lengua
Materna e Identidad). En ellas, y en sus diversas líneas, se podría también abordar el
tema de la mujer desde su rol materno en la literatura, especialmente en la de Literatura
y en la de Identidad.
Tabla 5. Línea de optativas para Literatura

Extraído del Documento Maestro de la Licenciatura (2020)

4.6.2 Propuesta para la inclusión desde la investigación

La Facultad de Educación y Ciencias Sociales cuenta con el grupo de investigación


SENDEROS, el cual apoya a la Licenciatura. Uno de los objetivos que persigue es:

se pretende la potenciación de las habilidades investigativas tanto conceptuales


como prácticas a nivel individual y del grupo, la promoción del espíritu crítico,
reflexivo y la conciencia social, la concertación de ideas pensadas alrededor de
problemáticas educativas, la construcción y reconstrucción de conceptos y
conocimientos desde dos perspectivas: contribuir la consolidación de saberes

131
en los campos del conocimiento educativo, humano y social, y en el aporte a la
solución de las problemáticas del país en el campo educativo, evidenciados en
las agendas nacionales e internacionales y que se ratifican en la experiencia
propia (Documento Maestro,2016).

Además, cuenta con diferentes líneas de investigación; Infancias, Pluralidades,


Equidad y Desarrollo Humano, Gestión Educativa con calidad (según el GrupLAC
https://scienti.minciencias.gov.co/gruplac/jsp/visualiza/visualizagr.jsp?nro=00000000004
386) y Sistemas Simbólicos, según el Documento Maestro.
La línea de Equidad y Desarrollo Humano podría incluir, entonces, este tema, pues
según el Documento Maestro (2016) de la Licenciatura con esta se pretende:

aborda investigaciones referidas a situaciones de vulnerabilidad y factores de


riesgo psicosocial que afectan a la diversidad poblacional; situaciones
orientadas a la restitución de los derechos de las personas, la reconstrucción
de tejido social, diseño de modelos educativos, herramientas como guías, rutas
con sus estrategias y mecanismos y software para reducir, mitigar y prevenir el
impacto de la vulnerabilidad; fundamentadas en enfoques como inclusión y
equiparación de oportunidades y caracterizadas en principios como la
solidaridad, equidad social y el enfoque de derechos” (Correa, citado en el
Documento Maestro de la Licenciatura en literatura y Lengua Castellana, 2017).

También otras podrían insertar e incentivar la indagación sobre el rol materno a partir
de la literatura colombiana, cono en la Línea de Pluralidades, la cual reconoce a los ser
humanos (y a la mujer, entre ellos) como “sujetos políticos, con posibilidades de
participación social, que tienen una historia y una trayectoria de vida la cual se construye
y resignifica en diferentes escenarios y en procesos de interacción y comunicación
intercultural y por lo tanto, le da sentido a su unicidad y a la resignificación de la cultura
como procesos que permiten la comprensión de las identidades, desde una postura
ontológica como ser individual y social” (Documento Maestro, 2016).
Así, desde esa línea se podrían realizar investigaciones sobre los roles de la madre
manifiestos en literatura escrita por grupos poblacionales minoritarios, como las
comunidades afrocolombianas, el pueblo ROM y los indígenas, entre otros.

También, desde la línea de Sistemas Simbólicos, cuyo objeto es el estudio de los


usos estéticos del lenguaje verbal y no verbal por medio de los discursos y prácticas que
surgen de la interacción entre los campos de la educación y la cultura, podrían
incentivarse investigaciones ´que realicen otros tipos de análisis literarios, como los
comparados.

132
Finalmente, podrían proponerse, desde los semilleros de investigación, indagaciones
y ejercicios que lleven a ahondar la investigación presentada en este documento, y con
ello, formar maestros que promuevan el pensamiento crítico de los estudiantes en torno
a la figura materna-femenina y, con ello, a unas nuevas masculinidades.

4.6.3 Propuesta para la inclusión desde la extensión


La Licenciatura realiza cada año un evento académico de extensión. En él, debería
incluirse como tema central de una versión, el del rol materno desde la literatura
contemporánea colombiana, y permitir allí que tanto docentes, estudiantes, egresados
como rectores y personal directivo y docente de los centros de práctica, así como la
comunidad académica en general de la Facultad y de la Institución universitaria, puedan
nutrirse con trabajos de investigación o de mediación pedagógica, así como conferencias,
que sensibilicen a los maestros en formación o en ejercicio.

4.7 Corpus de obras sugeridas para abordar el tema de la mujer desde su rol
materno

A continuación, se presenta un corpus de literatura contemporánea colombiana que


también podría ser utilizada como material didáctico en la Literatura. Este se
complemente con un corpus desde la literatura que llega de otros países y continentes:

4.7.1 Obras colombianas

• Algún día, hoy (1991). Autora: Ángela Becerra. Según Planeta de Libros (2020)6, esta
es una novela basada en un hecho real acaecido en 1920 en Colombia, narra la
historia de Betsabé Espinal, que con veintitrés años se convierte en la heroína de una
de las primeras huelgas femeninas de la historia: “Un monumento a la amistad más
pura envolviendo a sus protagonistas en un apasionado círculo de amor que tendrá
un sorprendente final”.

• Calicalabozo (1998). Autor: Andrés Caicedo. Según Romero (2015), “una colección
que pretende recrear el ambiente a veces asfixiante y otras conmovedor de la gran
urbe latinoamericana. La publicación está compuesta por quince cuentos entre los
que se destacan: Calle arriba, Cali abajo y Besacalles. Con ironía, buen humor y
crudeza, el escritor describe la vida de su ciudad natal, exaltándola como el amor de

6https://www.planetadelibros.com.co/

133
sus amores, al mismo tiempo que la aborrece como al monstruo despiadado y cruel
que se traga a todos los suyos”.

• Cien años de soledad (1996). Autor: Gabriel García Márquez. Como se describe en
Planeta de Libros (2020)7, “esta novela es mito por derecho propio, saludada por sus
lectores como la obra en español más importante después de la Biblia. Cuenta la saga
de la familia Buendía y su maldición, que castiga el matrimonio entre parientes
dándoles hijos con cola de cerdo. Como un río desbordante, a lo largo de un siglo se
entretejerán sus destinos por medio de sucesos maravillosos en el fantástico pueblo
de Macondo, en una narración que es la cumbre indiscutible del realismo mágico y la
literatura del boom. Alegoría universal, es también una visión de Latinoamérica y una
parábola sobre la historia humana”.

• Del Otro Lado Del Jardín (2009). Autor: Carlos Framb. Como lo expresa Candela
(2009), “en su relato personal, Carlos Framb, poeta y ensayista colombiano, relata su
experiencia de cómo tomó parte en la muerte de su madre Luzmila Alzate, el 20 de
octubre del año 2007”.

• Después y antes de Dios (2009). Autor: Octavio Escobar. Así como lo expresa
Aristizábal (2016):

Cuenta la historia de “la doctora”, mujer de Manizales que mata a su madre. “A


partir de este fatal suceso, la protagonista comenzará una huida hacia delante
con el objetivo de encubrir el crimen y escapar a las autoridades y al escarnio
social. Perteneciente a la clase alta y muy religiosa, “la doctora” representa un
prototipo de mujer de la alta sociedad de la ciudad colombiana. A partir del
crimen, la protagonista se irá cruzando con distintos personajes que
participarán de su huida. Encontramos desde la cocinera hasta Aníbal, el tío de
la protagonista. No hay que olvidar al avezado Eduardo Correa, personaje clave
durante todo el libro. Esta galería de personajes junto con la protagonista dibuja
un afilado retrato de la sociedad manizaleña especialmente de la clase
pudiente. Escobar Giraldo retrata una sociedad hipócrita y conservadora donde
las apariencias lo son todo y es fundamental guardar las formas y el decoro.
Sobre todo, lo que afecte a los negocios y la economía. El personaje del tío
Aníbal vendría a ser un arquetipo de todo esto. Sin embargo, la protagonista no
se queda atrás, es una mezcla de cinismo, fervor religioso y nulos reparos éticos
cuando sus intereses están en juego. Conforme avanza el libro, más se aclara
el panorama en esta historia de lealtades familiares, intereses en juego y
oportunistas. El final de la novela, al igual que otros momentos de la obra, logra

7 https://www.planetadelibros.com.mx/libro-cien-anos-de-soledad/198175

134
arrancar una sonrisa al lector.

• El olvido que seremos (2006). Autor: Héctor Abad Faciolince. Tal como lo expresa
Perdomo (2016), “Héctor Abad Gómez –padre del autor– dedicó los últimos años de
su vida, hasta la misma noche en que cayó asesinado en pleno centro de Medellín, a
la defensa de los derechos humanos. El olvido que seremos es la reconstrucción
amorosa, paciente y detallada de un personaje. Pero es también el recuerdo de una
ciudad, de una familia y una evocación melancólica de la niñez”.

• El otoño del patriarca (1980). Autor: Gabriel García Márquez. Según Ruiza y otros
(2004), “relata la vida de un dictador que muere en avanzada edad, llegando a
conservar el poder durante más de cien años. A través de sus recuerdos, el lector
conoce que es hijo de una mujer del pueblo, Bendición Alvarado, única persona a
quien quiso de verdad; que no supo quién fue su padre; que su primera infancia
transcurrió en la miseria y que llegó a dictador, después de varias contiendas y golpes
de estado, por voluntad de los ingleses”.

• El penúltimo sueño (2005). Autora: Ángela Becerra. Como refiere Franco (2017), es

una historia de amor que vence a todos los obstáculos. Esta magistral novela
es un inmenso canto a los sentimientos, por encima de los intereses, las normas
y los dictados de cada momento. Joan Dolgut y Soledad Urdaneta viven su
primer amor en un contexto en el que todo los separa: las clases sociales, las
costumbres, el dinero... incluso un océano. Su vida se convertirá en un
permanente y dilatado sueño inacabado, que sólo despertará al término de sus
vidas, con un sorprendente final. Sus respectivos hijos tratarán de descubrir el
gran secreto que dominó la vida de sus padres y los llevó a la muerte. Entre
ellos dará comienzo una historia que entrelazará sentimientos inesperados,
pasiones sin resolver, contradicciones, equívocos, espiritualidad y erotismo,
narrados con una intensidad vivencial y literaria única.

• Ella que todo lo tuvo (2009). Autora: Ángela Becerra. Como lo expresa Albatan (2011).

Tras sufrir un grave accidente, Ella no vuelve a escribir. Derrotada y perdida,


emprende un viaje a Florencia en busca de una fascinante historia que le contó
su padre y que quiere convertir en novela. En su afán por sentirse viva, crea un
enigmático y silencioso personaje, La Donna di Lacrima, que recibe en un
soberbio ático de la vía Ghibellina a hombres que le cuentan su vida y adoran
su cuerpo y su silencio. Nadie reconocerá en ésta a la solitaria y triste escritora
que restaura libros y visita cada tarde a las siete la antigua librería del Mercato
Nuovo donde otro ser, un librero tan solitario y misterioso como ella, la espera.

• Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975). Autora: Alba Lucía Ángel.

135
Esta obra es descrita así por Diario de Paz Colombia (2020)8: “La escritora con
maestría logró una historia que relata la vida de una familia de la clase media y
simultáneamente dos hechos que marcaron la historia de Colombia: el asesinato de
Jorge Eliécer Gaitán, más conocido con el “Bogotazo”, y la muerte del cura guerrillero
Camilo Torres. Un retrato novedoso sobre la incidencia de la violencia en el país”.

• Funerales de la mamá grande (1962). Autor: Gabriel García Márquez. Según Ruiza y
otros (1962):

esta es, incrédulos del mundo entero, la verídica historia de la Mamá Grande,
soberana absoluta del reino de Macondo, que vivió en función de dominio
durante 92 años y murió en olor de santidad un martes de septiembre pasado,
y a cuyos funerales vino el Sumo Pontífice. Leyendas complementarias del
universo creado por García Márquez, los relatos reunidos en este volumen
están entre los más celebrados del autor. Pasajes bucólicos y sin embargo
cargados de tensión, reúnen los temas que caracterizan su visión de la realidad
latinoamericana: la tiranía militar, la soledad y la pobreza, con las pasiones
humanas como reflejo del trópico agobiante y aun con un lugar para la ironía
de lo cotidiano, con el texto del título como corolario pantagruélico de su genial
capacidad narrativa.

• La novia oscura (1999). Autora: Laura Restrepo. Según Manjarrez (s.f.):

Sayonara, la protagonista, una joven y bella prostituta, que atiende a los


empleados de los pozos petroleros en la selva, es tan perturbadora como el
elenco de personajes excéntricos que la persiguen. El universo cerrado de la
zona de tolerancia del pueblo miserable en el que Sayonara trabaja bien podría
ser considerado como una metáfora de Colombia y de la mayor parte de
América Latina. Amor, lujuria, desesperación, orgullo, violencia, magia y
esperanza irracional le dan en profundidad y textura a esta novela que uno no
puede parar de leer.

• La perra (2017). Autora: Pilar Quintana. De acuerdo con Peláez (2017), “Damaris, una
mujer del Pacífico entrada en la madurez y con muchas decepciones a cuestas,
adopta a una perra y la llama Chirli, como hubiera querido llamar a la hija que nunca
tuvo. Nace, así, una relación intensa y entrañable, en la que Damaris pone todo de sí
para enderezar un destino que ya creía del todo torcido”.

• La Tejedora de Coronas (1982). Autor: Germán Espinosa. Según Leiva (2009),


“además de lúcida y subyugante, la obra está centrada en el personaje de Genoveva

8 https://diariodepaz.com/

136
Alcocer, es un viaje a través de un lenguaje magnífico y pleno de sorpresas, vigor y
sugerencias, que, al guiar al lector por un pasaje de la historia de Cartagena y su
presencia en el siglo XVIII, lo ubica entre las coordenadas que han integrado la
mentalidad, el espíritu y la realidad del hombre actual”.

• Las Andariegas (1984). Autora: Albalucía Ángel. De acuerdo con Cely (2011), “las
Andariegas, fiel a su nombre, va a ser un viaje incesante por la historia y la geografía
de la humanidad. Desde Oriente hasta cubrir gran parte de Occidente, el libro de
Albalucía dibuja matices de la cultura, el arte, la guerra, de la moral de la civilización,
articulados desde personajes del antiguo Egipto como Nefertiti y diosas como Isis,
hasta divinidades aztecas como Cihuacóatl o mujeres fundamentales de esta misma
cultura, como Tecuichpo”.

• Lo que no tiene nombre (2013). Autora: Piedad Bonnett. Así como lo expresa
Gutiérrez (2013):

Piedad Bonnett decide abrirse a sus lectores con una historia desgarradora, su
propia historia dolorosa pero sublime, en la cual nos cuenta su vivencia y la de
su familia al perder a su hijo, quien se suicida como consecuencia de una
enfermedad mental. Nos relata detalles sobre temas que son difíciles de
abordar como las enfermedades mentales, el suicidio y la muerte,
principalmente la muerte del ser más querido y amado para una madre, su hijo.
Como madre, no pude más que dejar aflorar los miles de sentimientos que me
invadieron al leerlo. Dolor, tristeza, impotencia, como también dulzura y
admiración por la manera poética y el gran manejo de las palabras con las
cuales aborda la escritora este tema tan doloroso.

• Los Divinos (2017). Autora: Laura Restrepo. De acuerdo con Reyna (2018),

esta historia se basa en un crimen verídico, Laura Restrepo ha construido esta


ficción. Los personajes que en ella figuran no existen fuera del mundo
imaginado. Pero la tragedia de la víctima es brutalmente real. Página tras
página se va revelando el oscuro andamiaje que pudo haber detrás, hasta llegar
al brillante y ostentoso mundo de los Tutti Frutti, cinco hombres jóvenes de la
clase alta bogotana, vinculados entre sí desde la infancia por una hermandad
juguetonamente perversa y levemente delictiva. A lo largo de sus vidas
cotidianas se va prefigurando, inexorable como un sino, el camino que conduce
a esta transgresión intolerable, esta suerte de anuncio de Armagedón que hará
estallar la resignación y la conciencia de todo un país.

• Puerto Silencio (1975). Autor: Fernando Soto Aparicio. Así como se describe en La
Nación (2017): “esta es una novela que exhorta a la reflexión sobre el feminismo, la
castidad, la ambición, el misticismo, la lujuria y el placer; temas inmersos en un

137
contexto complejo como el de la sociedad colombiana de la década del 70”.

• Satanás (2014). Autor: Mario Mendoza. La obra según Acero (2017):

narra la historia de una mujer hermosa e ingenua que roba con destreza a altos
ejecutivos, un pintor habitado por fuerzas misteriosas, y un sacerdote que se
enfrenta a un caso de posesión demoníaca en La Candelaria, el barrio colonial
de Bogotá… historias que se tejen en torno a la de Campo Elías, héroe de la
guerra de Vietnam, quien inicia su particular descenso a los infiernos
obsesionado por la dualidad entre el bien y el mal, entre Jekyll y Hyde, y se
convertirá en un ángel exterminador.

4.7.2 Obras extranjeras

• Anna Soror (1933). Autora: Marguerite Yourcenar. Según Canacci (2020),

Es una novela del Siglo XVI, en el contexto de la Contrarreforma. Una poderosa


familia española reside en Nápoles, en el fuerte de San Telmo. Ana y Miguel
son los hijos del gobernador Don Álvaro. Son dos jóvenes que han crecido muy
unidos amparados por el cariño de su madre, Doña Valentina, que les inculcó
desde pequeños la lectura de los clásicos, como Platón y Séneca; y con una
figura paterna distante e indiferente. La muerte prematura de Doña Valentina
rompe su equilibrio, desencadenando una historia de amor y dolor llevada al
extremo.

• Anna Karenina (1879). Autor: León Tolstói. Según El Grupo Planeta (2020)9,

Ana Karenina es la obra más ambiciosa y de mayor trascendencia del escritor


ruso, una novela de corte realista y psicológico que describe con enorme
agudeza la sociedad rusa de la época a la vez que plantea una feroz crítica
hacia la aristocracia en declive, su falta de valores y la cruel hipocresía
imperante. La profunda crisis moral de Tolstói en la época en la que concibió la
novela le llevó a construir esta estremecedora historia de adulterio en la que la
protagonista, Ana Karenina, se ve abocada a un trágico final como resultado de
un conflicto psicológico y social, que va in crescendo desde la primera página.

• Bodas de sangre (1933). Autor: Federico García Lorca. Según La Librería Sinopsis
(2020)10,

Bodas de sangre se basa en un suceso real, acaecido en Almería en 1928.


Todo empezó con una boda a la que la novia no acudió. Poco después se
encontró el cadáver de uno de sus primos y muy cerca de ahí apareció ella, con

9 https://www.planeta.es/es
10 https://www.libreriasinopsis.com/

138
el vestido desgarrado. Lorca, admirado por cómo la vida nos brinda nuevos
dramas de un modo inesperado, teje una obra en la que se dan cita las pasiones
que nos hacen humanos, desde el amor hasta el sufrimiento, la venganza, el
miedo y el odio. El resultado es una sobrecogedora tragedia que da forma a
una idea lorquiana: a sus personajes se les tienen que ver «los huesos y la
sangre».

• Canción de hielo y fuego (1996). George R.R. Martin Según Lecturalia (2016)11:

Tras el largo verano, el invierno se acerca a los Siete Reinos. Lord Eddars Stark,
señor de Invernalia, deja sus dominios para unirse a la corte del rey Robert
Baratheon el Usurpador, hombre díscolo y otrora guerrero audaz cuyas
mayores aficiones son comer, beber y engendrar bastardos. Eddard Stark
desempeñará el cargo de Mano del Rey e intentará desentrañar una maraña
de intrigas que pondrá en peligro su vida... y la de los suyos. En un mundo
cuyas estaciones duran décadas y en el que retazos de una magia inmemorial
y olvidada surgen en los rincones más sombríos y maravillosos, la traición y la
lealtad, la compasión y la sed de venganza, el amor y el poder hacen del juego
de tronos una poderosa trampa que atrapa en sus fauces a los personajes... y
al lector.

• Carta a la madre (2009). Esther Tusquets. Según Casa del Libro (2020)12,

Al ciclo de relatos titulado Siete miradas en un mismo paisaje y a la recopilación


La niña lunática y otros cuentos añadimos ahora cinco piezas nuevas, nunca
recogidas en libros de la autora. Carta a la madre y cuentos completos compone
uno de los conjuntos de narrativa breve más atractivos y exigentes de los
publicados en castellano durante las últimas décadas. Piezas como "Los
primos", "En la ciudad sin mar", "Carta a la madre" o "La niña lunática" podrían
figurar en las más exigentes antologías del género, con su reflexión sobre las
siempre complicadas relaciones sentimentales y su mirada crítica,
características de la autora.

• Casa de muñecas (1879). Henrik Ibsen. Según el sitio web Ecured (2020)13:

La obra describe la situación en la que se encuentra la protagonista Nora, y de


la cual intenta salir. Tras intentar con su mejor voluntad ayudar a su marido,
descubre que éste, en el fondo, no la considera más que un objeto de su
propiedad. Nora lleva ocho años de casada con Torvaldo Helmer, abogado y
próximamente director de un banco, con quien tuvo tres hijos. Nora se muestra
como una mujer feliz, que palmotea y juguetea con su marido. Pero carga con
la culpa de haber falsificado la firma de su propio padre para poder viajar a Italia

11 http://www.lecturalia.com/
12 https://www.casadellibro.com/
13 https://www.ecured.cu/Casa_de_mu%C3%B1ecas

139
junto a su marido y su primer hijo, esto la ha convertido en víctima de una
extorsión. Tiempo después, Torvaldo se entera y la acusa de ser una mujer
mentirosa e hipócrita. Sin embargo, decide ocultar el hecho para que su
reputación social no se vea salpicada. Cansada de ser tratada como una
muñeca, la mujer decide abandonar a su familia convencida de su incapacidad
de educar a sus hijos sin antes formarse ella misma.

• Edipo Rey (430 a. C.). Sófocles. Según Imaginario (2018),

Edipo hijo de Layo y Yocasta, reyes de Tebas, a quienes el oráculo advierte


que Layo será asesinado por su propio hijo. Así que este, atando los pies del
recién nacido, lo abandona para que muera en una montaña solitaria.
Finalmente, la predicción del oráculo se cumple, Edipo llega a Tebas y desposa
a Yocasta. Durante muchos años la pareja vive feliz, sin saber que ellos son
madre e hijo. Edipo, descubre que el hombre que había asesinado en su viaje
hacia Tebas era su padre. Atribulada por su vida incestuosa, Yocasta se suicida
y, al enterarse de aquel suceso, Edipo se saca los ojos y se condena al exilio.

• El cuaderno de Maya (2011). Isabel Allende. Según La Insomne (2017),

Es una novela autobiográfica protagonizada por Maya Vidal, una joven


californiana de ascendencia chilena. En esta novela Maya en el islote Chiloé,
va contando a modo de flashbacks, como su vida se va truncando desde una
infancia feliz, aunque peculiar, hasta una adolescencia problemática, que la
lleva a ser perseguida por el FBI.

• El cuarto de Jacob (1922). Virginia Woolf. Según Faulkneriano (s.f.),

La novela se centra alrededor de la historia de la vida del protagonista Jacob


Flanders, y está presentado enteramente por las impresiones que otros
personajes tienen de él, salvo en aquellas ocasiones en que de hecho se
consigue entrar en la perspectiva de Jacob. Los temas del vacío y la ausencia,
rondan la novela y establecen su sentimiento elegíaco. Se describe a Jacob,
pero de una manera tan indirecta que parecería mejor verlo como una
amalgama de las diferentes percepciones de los personajes y del narrador. No
existe una realidad concreta, sino más bien como una recopilación de memorias
y sensaciones.

• El mismo mar de todos los veranos (1978). Esther Tusquets. Según Casa del Libro
(s.f.), “esta es una obra pionera en su estructura y en su temática. A diferencia de sus
contemporáneos que eludían el argumento buscando la complejidad de la
construcción. Tusquets se limita a referir los sucesos que conforman la biografía del
personaje. En cuanto al tema, es una novela de notorio erotismo que trata sobre
relaciones lesbianas con una franqueza avanzada e insólita en nuestras letras”.

• El ojo de la mujer. Poesía Reunida (1991). Gioconda Belli. Sobre su obra, dice Coronel

140
Urtecho (2010), “Leyendo una vez más a Gioconda Belli, como acostumbro a hacerlo,
me dan ganas de compararla, o por mejor decir, de ponerla a la par, no sólo de las
mejores poetas actuales del mundo, sino de todas las grandes poetas que han existido
desde Safo... De las pocas mujeres que han hecho franca y sincera poesía de amor”.

• Eva Luna (1962). Isabel Allende. Tal como lo describe Ceres Asturias (s.f.),

Allende recupera su país a través de la memoria y de la imaginación. La


cautivadora protagonista de este libro es un nostálgico alter ego de la autora,
que se llama a sí misma "ladrona de historias", precisamente porque en las
historias radica el secreto de la vida y del mundo. Como una moderna
Scherezade, Eva Luna convierte su vida en una tragicomedia por la que desfila
una sorprendente galería de personajes: un embalsamador de cadáveres, una
madrina que sobrevive a una decapitación, una mujer con cuerpo de hombre,
un fotógrafo austríaco atormentado por los recuerdos del nazismo. Con ternura
e impecable factura literaria, Isabel Allende perfila el destino de sus personajes
como parte indisoluble del destino colectivo de un continente marcado por el
mestizaje, las injusticias sociales y la búsqueda de la propia identidad. Este
logrado universo narrativo es el resultado de una lúcida conciencia histórica y
social, así como de una propuesta estética que constituye una singular
expresión del realismo mágico.

• Hamlet (1962). William Shakespeare. Rómulo Parra (2019),

Esta obra de teatro gira en torno a las tribulaciones de Hamlet, cuyo padre, el
rey de Dinamarca, ha muerto. Luego de que el fantasma de éste le revela que
ha sido asesinado por Claudio, su hermano y actual rey (que además ha casado
con la madre de Hamlet, Gertrudis), lo urge a vengarse. Hamlet confirma la
verdad de los hechos y concluye que debe matar a su padrastro, pero por error
asesina a Polonio, Chambelán del reino y padre de Ofelia, de quien aquel está
enamorado. Claudio convence a Laertes, hijo de Polonio y hermano de Ofelia,
de que debe a su vez vengar la muerte de su padre. Ofelia, que ha enloquecido,
se suicida ahogándose en un río. Se concreta un duelo en el que Laertes utiliza
una espada envenenada; hiere a Hamlet y a su vez sufre un corte con su propia
espada, por lo que también se envenena. Al mismo tiempo, Gertrudis toma una
copa con vino envenenado pensado para Hamlet. Este obliga a Claudio a
tomarlo también. Antes de morir, Hamlet pide a su amigo Horacio que cuente
lo sucedido y que se reconozca a Fontimbrás, el rey noruego, como sucesor del
trono danés.

• Hija de la fortuna (1999). Isabel Allende. Según Marco (1999),

La obra es un retrato palpitante de una época marcada por la violencia y la


codicia en la cual los protagonistas rescatan el amor, la amistad, la compasión
y el valor. Eliza Sommers es una joven chilena que vive en Valparaíso en 1849,
el año en que se descubre oro en California. Su amante, Joaquín Andieta, parte
hacia el norte decidido a encontrar fortuna y ella se decide a seguirlo. El viaje

141
infernal, escondida en la cala de un velero, y la búsqueda de su amante en una
tierra de hombres solos y prostitutas atraídos por la fiebre del oro, transforman
a la joven inocente en una mujer fuera de lo común.

• La casa de Bernarda de Alba (1945). Federico García Lorca. Como lo expresa savirón
(2016),

La obra se desarrolla: tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se


recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus
cinco hijas a que vayan a la fiesta. Cuando Angustias, la primogénita y la única
hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el
Romano. El joven se compromete con Angustias, pero simultáneamente
enamora a Adela, la hermana menor, quien está dispuesta a ser su amante.
Durante un encuentro clandestino de los amantes, María Josefa, la madre de
Bernarda que mantienen encerrada por su locura, sale con una ovejita en los
brazos y canta una canción absurda pero llena de verdades. Cuando Bernarda
se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y
Bernarda le dispara a Pepe, pero éste se escapa. Tras escuchar el disparo,
Adela cree que su amante se haya muerto y se ahorca. Al final de la obra,
Bernarda dice que Adela se murió virgen para guardar apariencias, y exige
silencio, como en el comienzo de la obra.

• La casa de los espíritus (1982). Isabel Allende. Según Molina (s.f.),

La novela narra la historia de una poderosa familia de terratenientes


latinoamericanos. Los Trueba son el eje central de esta novela, cuya figura
principal, y a través de la cual se narran los acontecimientos, es Esteban
Trueba, el patriarca. Él mismo logró hacer que la familia tuviera un nombre, pero
con el tiempo se ha convertido en una figura despótica y violenta. La narración
mezcla elementos realistas y sobrenaturales, está claramente influenciada por
la narrativa de Gabriel García Márquez y se enmarca en el realismo mágico.
Buena muestra de ello es el personaje de Clara: segunda esposa de Esteban y
hermana de su primera mujer, es capaz de comunicarse con los muertos,
predecir el futuro y mover objetos con su mente. Estas extraordinarias
capacidades, y su belleza, suscitan un gran interés en Esteban, incluso tras la
muerte de la propia Clara, quien seguirá en su vida como un fantasma.

• La educación sentimental (1962). Gustave Flaubert. Esta obra según Quelibreo.com


(s. f),

Es la historia de un ambicioso joven de provincias que se enamora de una mujer


casada. En la cubierta del barco que le lleva de París a su ciudad natal, Frédéric
Moreau se quedará prendado de la belleza de la señora Arnoux. Este será el
punto de arranque de las tribulaciones de un joven que sueña con alcanzar
fama y fortuna y que, de regreso a París, frecuentará al señor Arnoux para estar
cerca de su secreto amor. Todo ello tendrá lugar en un escenario esplendoroso,
el París de mediados del siglo XIX, la capital de la burguesía emergente, donde

142
la intensidad del placer se mezcla con el inevitable tedio y el resplandor de uno
de los periodos cruciales de la historia europea: la revolución de 1848.

• La gaviota (1986). Antón Chéjov. Según Mancera (2014), “narra la historia de varios
artistas que se reúnen en una casa de campo para descansar: está Irina Nikolaievna
Arkádina, actriz soberbia, tacaña y orgullosa; Boris Trigorin, escritor famoso y pareja
de Irina; Konstantin Treplyov, hijo de Irina, aspirante a escritor, quien siempre ha
luchado por la aprobación de su madre y Nina Zarechnaya, hija de un terrateniente
de la zona, enamorada de Konstantin y aspirante a actriz, que está dispuesta a dejarlo
todo por cumplir su sueño”.

• La mejor madre del mundo (2019). Nuria Labari. Es según Fides (2019),

Una novela en la que la protagonista aborda su propia maternidad como un


cadáver al que disecciona en directo. En la que convergen la ficción,
la autobiografía y el ensayo. Un libro que no escatima verdades para hablar de
las consecuencias de la maternidad, que habla sin paños calientes de la tortura
y del éxtasis que lleva implícita, que rompe muchos mitos y convenciones sobre
los que pocas mujeres se atreven a hablar. «No es lo mismo el cuerpo de una
mujer que el de una madre. Ya no podré jugar a las putas contigo, amor mío».
La obra es una nana sublime que mezcla la voz desesperada de Cobain, la
rasposa y a ratos catastrofista voz de Faithfull, la equilibrada voz de Leonard
Cohen y la indómita dulzura de Cat Power para hacer un retrato superlativo de
la maternidad.

• La palabra más hermosa (2008). Margaret Manzantini. Así la describe Martin (2010):

Es de noche en Roma, todos duermen, pero el teléfono suena de repente Una


voz que llega de lejos invita a Gemma a un viaje a Sarajevo, la ciudad donde
nacieron y murieron las emociones más hondas de su vida. Allí, entre los
estallidos de una guerra cruel e inútil, hace dieciséis años nació Pietro, un niño
que ahora la llama mamá y es tan hermoso, sano y egoísta como cualquier otro
adolescente. Pietro no conoce bien su origen y no sabe que en las calles
estrechas de aquella ciudad sitiada Gemma vivió una historia de amor de esas
que se te pegan a los huesos y te cambian para siempre. Ahora, de vuelta a
aquellas tierras, madre e hijo tendrán que enfrentarse a un pasado que esconde
secretos, a unos cuerpos que aún llevan las huellas de un dolor antiguo, pero a
lo largo del viaje también aprenderán palabras nuevas, esas que nos sirven
para dar un sentido a nuestros errores y seguir apostando por un nuevo
comienzo para todos.

• La perfecta casada (1980). Fray Luis de León. Según Rosillo (2011),

Es un reflejo y un producto de la sociedad de su momento, la muy católica


España de Felipe II. A través de sus páginas el autor elabora una
pormenorizada reflexión sobre la manera de enfocar las distintas situaciones

143
de la vida matrimonial. La esposa debía ser modelo de decencia, honestidad y
pudor. Muchas de estas exigencias se han mantenido hasta el siglo XXI, y son
tantas que se nos hace difícil que exista mujer alguna con tales dones, es decir,
siempre entregada a sus obligaciones, hacendosa, virtuosa y prodigando un
carácter excelente.

• La plaza del diamante (1962). Mercè Rodoreda. Según Blasfuemia (2015),

La novela narra la historia de Natalia, la "Colometa", una mujer que representa


a muchas otras a las que les tocó vivir un periodo de la historia de España
especialmente duro y cruel: la Guerra Civil y la posguerra. Al igual que otras
mujeres, Colometa verá partir y morir a sus seres queridos, pasará hambre y
miseria y se verá muchas veces incapaz de sacar adelante a sus hijos. Hundida
en un matrimonio que no le proporciona felicidad y unida a un hombre egoísta,
Natalia renuncia a su propia identidad cediendo todo el protagonismo a su
esposo, aceptando los convencionalismos de una época. Pero la vida y las
circunstancias de la época obligan a Colometa y al resto de los personajes a
crecer, a transformarse.

• La señora Dalloway (1925). Virginia Woolf. Como se afirma en Tirant lo Blanch (2011),

Relata un día en la vida londinense de Clarissa, una dama de alta alcurnia


casada con un diputado conservador y madre de una adolescente. La historia
comienza una soleada mañana de 1923 y termina esa misma noche, cuando
empiezan a retirarse los invitados de una fiesta que se celebra en la mansión
de los Dalloway. Aunque en el curso del día acaece un hecho trágico -el suicidio
de un joven que volvió de la guerra psíquicamente perturbado-, lo esencial de
la obra estriba en que los sucesos están narrados desde la mente de los
personajes, con un lenguaje capaz de dibujar los meandros y ritmos
escurridizos de la conciencia y de expresar la condición de la mujer de un modo
a la vez íntimo y objetivo.

• La Suma de los Días (2007). Isabel Allende. Según lo expresa Verota (2014), a través
de esta novela,

Isabel Allende narra a su hija Paula todo lo que ha sucedido con la familia desde
el momento en que ella murió. El lector vive, junto con la autora, la superación
personal de una mujer con una fuerza inspiradora, rodeada siempre de amigos
y familiares. Su historia es emotiva, pero también está repleta de humor,
personajes pintorescos y anécdotas caóticas y divertidas sobre la complicidad,
el amor, la esperanza, la magia y la fuerza de la amistad. Una lección magistral
de cómo hacer frente a los distintos retos que depara la vida.

• Las manos de la madre (2019). Massimo Recalcati. Según se describe la obra en


Estandarte.com (2020),

Trata sobre una mujer que yace en la cama de un hospital, con la memoria a la

144
deriva y su hija observa impotente sus manos, posadas en las sábanas. La
enfermedad de su madre acaba por desequilibrar por completo su vida, que
transcurría ya sobre un fino alambre, con un trabajo estresante y sin apenas
tiempo para compartir con su marido y su hija. Además, los fantasmas del
pasado están a punto de acecharle. En este asfixiante magma se mueve Nerea,
la protagonista de esta novela.

• Las Troyanas (2011). Eurípides.

Las troyanas es una tragedia que narra el ocaso y fin de la ciudad de Troya
después de la guerra que la hizo sucumbir. Eurípides nos la muestra desde un
punto de vista diferente: desde el lado de las mujeres troyanas, las
sobrevivientes, las vencidas que sufren la pérdida de sus seres queridos y de
su libertad. La violencia arbitraria de la guerra se produce, como siempre, sobre
los inocentes. Eurípides vivió en una época de cambios radicales (y eso se
traduce en sus obras, pues ya no se glorifica a la guerra como antes. Hécuba
nos llevará por este mundo de dolor después de la derrota. A través de sus
palabras personifica la humillación de su condición: Constantemente se
lamenta de sus suerte, comparando el momento actual con su vida anterior.
Acompañando a la reina se encuentra el coro, que en esta ocasión representa
a un grupo de mujeres anónimas de Troya que también serán ofrecidas como
esclavas a los vencedores aqueos (Sitio web Biblioteca Salvadora.com)14

• Línea de fuego (1978). Autora: Gioconda Belli. Como afirma Croguennec-Massol


(2016), el libro habla sobre la experiencia comprometida política y de exiliada de la
autora: “La guerrilla contra la dictadura de Somoza se convierte en fuente de
inspiración y de creación. Sin embargo, más allá de su propia historia la voz de
Gioconda Belli lleva la lucha de toda una nación y traduce así los sufrimientos de sus
compatriotas comprometidos en el combate por la libertad y la democracia”.

• Madame Bovary (1856). Autor: Gustave Flaubert. Tal como afirma Lee (2016),

La novela se basa en la vida de Emma Bovary, una joven de provincias, casada


con Charles Bovary, quien la ama pero es incapaz de satisfacerla y
comprenderla, con una hija inteligente y que ha heredado su mítica belleza,
tiene, en definitiva, todo lo que necesita para ser feliz, sin embargo, ella se
siente extremadamente aburrida de todo lo que la rodea, la insatisfacción va
creciendo dentro de sí hasta convertirse en una mujer liberal y adultera, cuya
soledad y desesperación la llevan a rebelarse contra su propio destino.

• Madre Coraje y sus hijos (1941). Autor: Bertolt Brecht. Según la revista Godot (2018),

El drama se sitúa durante la Guerra de los Treinta Años donde Anna Fierling

14 https://bibliotecasalvadora.com/las-troyanas-euripides-resumen-completo-analisis-y-resena/

145
(Madre Coraje) es una astuta vendedora ambulante que para sobrevivir sortea
hábilmente las diferencias entre católicos y protestantes siguiendo con su
carromato al ejército sueco, sacando partido de la guerra y del dolor humano.
Obtiene beneficios, pero el precio que ha de pagar son sus tres hijos: Eilif,
Schweizerkas y Catalina. Al final los tres mueren acribillados y madre coraje
queda sola a pesar de que la guerra aún no había terminado.

• Madre, mar, Marta (1941). Autor: Joaquín Copeiro. Como se afirma en Matadero
Madrid (2014),

En la obra se habla de la lucha por la libertad desde la posguerra española


hasta hoy, de la utopía, de los primeros amores y de los definitivos, de la
construcción de una vida, con sus aciertos y sus pérdidas. Pero también de
cómo Pablo se aferra al mar y a la música, al amor y a la amistad, para afrontar
su desencanto político. Copeiro se vale del lirismo, la emotividad, la belleza, la
introspección, el debate y el humor para trazar personajes simbólicos y
homenajear, entre otras, la figura universal de la Madre.

• Medea (431 a. C.). Eurípides. Fortich (2018) resume la obra así:

La historia comienza presentándonos a Medea, una mujer desdichada que


sufre porque su marido, Jasón, la ha dejado (a ella y sus dos hijos) para casarse
con la hija del rey Creonte. Tenemos las dos versiones de los protagonistas en
disputa, además de conocer a distintos personajes secundarios que tratarán de
calmar los ánimos e impedir que la desgracia llegue a un punto sin retorno.
Medea nos relata que se siente ultrajada, traicionada y abandonada. En esa
época era bien visto que un hombre cambiara de mujeres cuantas veces
quisiera, pero para las mujeres ser dejadas significaba ser menospreciada por
la sociedad por siempre. Medea, que fue capaz de traicionar a su familia y a los
amigos de su familia por amor a Jasón, no entiende como la puede haber
cambiado tan rápido.

• Patria (2017). Fernando Aramburu. Según Gonzales (2020),

la obra comienza relatando el día en que ETA anuncia el abandono de las


armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el
Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde
vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado
que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado
que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de
transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará
la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en
otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de
los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha
envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con
sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas
y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del
cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de

146
la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.

• Paula (1996). Isabel Allende. Según la propia autora (2020),

Paula es un libro de memorias que deja el alma al descubierto, como una novela
de suspenso, que se lee sin respirar. El punto de partida de estas páginas
conmovedoras es una trágica experiencia personal. En diciembre de 1991,
Paula, la hija de Isabel Allende, enfermó gravemente y poco después cayó en
un coma. Durante meses en el hospital, la autora comenzó a escribir la historia
de su familia para su hija que permanecía inconsciente. En el relato, los
extraños antepasados aparecen ante nuestros ojos, escuchamos ambos
deliciosos y amargos recuerdos de la infancia, anécdotas increíbles de la
juventud, los secretos más íntimos que han sido pasados en voz baja. Chile, el
país natal de Allende, también cobra vida con la turbulenta historia del golpe
militar de 1973, la dictadura que siguió, y los años de exilio de su familia.

• Poemas de las madres (1950). Gabriela Mistral. Como lo expresa Ravelo (2015),

El libro conjuga los versos de Gabriela Mistral y los dibujos del artista plástico
André Racz. En este se retrata de forma magistral la temática de la maternidad,
la mujer, sus temores y fortalezas descritos por una mujer que nunca pudo
concebir, pero que amó con devoción a los niños y se solidarizó con sus
semejantes femeninas.

• Raquel encadenada (1950). Autor: Miguel de Unamuno. Según se expresa en el


blog Lengua y Literatura (2020), “la obra se centra en el tormento padecido
por Raquel, una mujer que no puede soportar la idea de no ser madre. Raquel es una
celebrada violinista y su marido Simón, al que no ama, es su representante. Él no
desea tener hijos ya que eso interrumpiría la ascendente trayectoria artística de la
mujer”.

• Una madre (2014). Autor: Alejandro Palomas. De acuerdo con Blasfuemia (2015):

Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas,
Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia
para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de cómo Amalia
entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la
que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando
el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y
mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin
estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de
actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido. Un cartel
luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la
que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que
conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como
bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera…

147
• Vean vé, mis nanas negras (2014). Autora: Amalia Lú Posso Figueroa. Según Patiño
(2005), “los relatos de Vean vé, mis nanas negras, constituyen un gesto de afirmación
de la cultura local de la región chocoana y de reclamo por una literatura nacional más
inclusiva, que reconozca el protagonismo de la región del pacífico colombiano, de la
mujer afrodescendiente y de la figura de la nana”.

148
CAPÍTULO V – CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Como se mencionó en el apartado 1.4, con este trabajo se buscaba proponer un


corpus de literatura a los docentes y maestros en formación de la Licenciatura en
Literatura y Lengua Castellana del Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria, que
suscite la reflexión frente al sujeto femenino desde su rol materno en el contexto actual,
por medio del análisis literario de contenido temático, de cuatro obras colombianas
contemporáneas.
Para ello se plantearon como objetivos específicos: en primer lugar, rastrear la figura
de la madre en la literatura colombiana contemporánea. Luego de esto, realizar un
análisis del contenido literario, de la forma como se narra la figura de la madre en cuatro
obras de escritores colombianos contemporáneos: Lo que no tiene nombre de Piedad
Bonnett, Puerto Silencio de Fernando Soto Aparicio, La novia oscura de Laura Restrepo
y El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince. Y, por último, planear un corpus de
literatura que aborde la figura materna, basado en los hallazgos resultantes del análisis
literario, para ser considerado en la Licenciatura.
El trabajo realizado durante esta investigación va más allá del mero hecho de
concientizar a los lectores sobre la importancia de comprender al sujeto femenino desde
su rol materno. Busca impactar a los maestros formadores de sujetos políticos, de
ciudadanos éticos, psicológicamente capaces de tramitar sus historias de vida. Todo esto
se hace posible por medio de la literatura y su función formativa como lo plantea Larrosa
(2003) cuando afirma que pensar en la lectura implica concebirla desde una relación
íntima entre el texto y el lector desde su subjetividad y desde su psiquis.

El poder concluir esto es posible gracias al diseño metodológico, en donde los


paradigmas interpretativo y crítico facilitaron la exploración y reflexión de la realidad
propuesta en las obras analizadas, que además permitieron visibilizar como la
maternidad se ha configurado a través de la historia en el contexto colombiano, desde
las diferentes dinámicas que se dan. La elección de la revisión documental como método
resultó ser todo un acierto, en tanto posibilitó el análisis de las cuatro obras literarias, y
se tuvo en cuenta como factores religiosos, económicos, sociales e incluso ambientales
influyen en la configuración de la maternidad en cada mujer.

El haber optado por un análisis de contenido temático como estrategia para abordar

149
las obras facilitó el rastreo del tema y la lectura de cada obra en calve de la maternidad
y como todos los elementos a su alrededor y los demás personajes dentro de la historia
configuraban el tipo de madre que se muestra en cada una de ellas.
El rol materno como objeto de estudio permite entender el abanico de dinámicas que
se entretejen para formar una maternidad, que en ninguna circunstancia puede analizarse
y comprenderse de manera universal, como se ha querido estandarizar hasta hoy.

El rastreo de investigaciones previas que nutrieron este ejercicio investigativo aportó


la visbilización de múltiples perspectivas desde las cuales se puede analizar la
maternidad, que va más allá del contexto social y se traslada al literario, ello no implica
que este alejado la realidad, muy por el contrario, facilita comprender como este rol se ha
asumido a lo largo de la historia y como ha sido abordado desde la literatura. Además,
facilitó entender como la función formativa que cumple la literatura permite comprender y
transformar los imaginarios que se han creado sobre este.
La pertinencia de estas cuatro obras como fuente de análisis para un tema tan
relevante, y a la vez tan relegado como es el de la maternidad, se ha dejado en evidencia
la riqueza de este tema abordado en las obras literarias. No solo alberga la relación
madre-hijo, sino que depende y configura también una serie de condiciones sociales,
políticas, económicas, psicológicas, entre otras, que dinamizan su estudio. Así mismo,
permite visibilizar la voz de la mujer que narra las historias y los contextos sociales a
través de sus vivencias cotidianas, como crisis migratorias, el amor y la tragedia, la
desesperación y la esperanza, la locura y la cordura, y el aire libertario anudado en la
garganta.
El rol que cumplen las madres dentro de una sociedad como la colombiana es
fundamental, pues son estas las primeras educadoras y el mundo de los niños durante
los primeros años de vida gira en torno a ellas. ¿Qué pasa entonces cuando esa relación
no es mediada por el amor? como en El olvido que seremos, sino que es el niño el
depósito de los miedos, frustraciones y odios como se muestra en Puerto Silencio; ¿cómo
se educa a un hijo que no se deseó y por el que se siente más responsabilidad que amor?
¿Cómo tramitar la decisión de un hijo que rompe el vínculo con la vida, aun siendo amado
y deseado, como se presenta en Lo que no tiene nombre de Piedad Bonett?
Entender estas dinámicas va haciendo de la figura femenina un mito, una leyenda
con una realidad legitimada desde el derecho a la opinión, a la participación y a la
transformación social, construyendo un espacio de la mujer en la sociedad más allá del

150
lugar donde se nace. Un rol femenino que tiene visibilidad global, incluso pasando las
fronteras de la maternidad.

Después de escuchar la voz de estas madres que los autores narran, es posible
concluir que los conflictos propios de la maternidad ayudarían a entender por qué
Colombia vive en medio de la violencia. La herencia de odios, la sed de venganza, el
dolor por las lágrimas de las madres, por la ausencia de estas, son explicaciones que se
encuentran ocultas en historias como La novia oscura, como El olvido que seremos.
Relatos de la violencia, de las inequidades y de lo peligroso que es en un contexto como
este decir la verdad, entregar al fruto de sus entrañas a La Patria, para que esta les
devuelva un cadáver sin entrañas.

También se muestra la otra cara de la moneda, madres que siguen trayendo en sus
manos la historia de mujeres recolectoras, herbolarias, parteras y sanadoras que han
ayudado y contribuido en la evolución de la especie humana. Madres amorosas como lo
narra Piedad Bonett, luchadora incansable contra el trágico destino que finalmente
alcanza a su hijo, como Todos los santos que lejos pertenecer a un contexto letrado,
busca en medio de sus posibilidades educar a su ahijada desde la academia y desde la
vida cotidiana, preparándola para enfrentarse al mundo. Madres sacrificadas como
Cecilia Faciolince.

Por fortuna, la apuesta por narrar estas realidades es cada vez mayor, tal vez porque
al despedir el siglo XX también se despidió el miedo del género femenino por narrarse,
de contar la verdad sobre sí mismas y no lo que algún hombre suponía debía ser la
verdad de sus historias. Es posible entonces concluir que para representar este rol en la
literatura exige retratar la realidad, y así, se reafirma lo que Reyes (2017) concluye en su
investigación “apartando los códigos literarios androcéntricos para darle mayor visibilidad
a la mujer”

Ahora bien, es deber aclarar que, en pleno auge de los movimientos feministas, tan
variables tanto en sus filosofías como en sus radicalidades, si bien puede parecer que el
tema de esta investigación es una de tantas apuestas por defender esta lucha, no es así.
Tal como lo expresa Echeverri (2020) “ser mujer y no ser feminista es algo absurdo e
ilógico”, pero este ejercicio se encamina hacia la defensa que debe tener todo ser humano
de narrarse y comprenderse por medio de la palabra escrita. Poder contar sus historias
de vida o de muerte, sentir empatía o apatía con otras mujeres que viven situaciones
similares es un derecho que se había negado hasta hace poco tiempo y va en

151
consonancia con Suarez (2000) cuando expresa “la dimensión autobiográfica del relato
de la madre se puede enmarcar en esa necesidad de trasladar la dimensión privada (…)
a la arena pública.”
Queda claro que bien sea como prostituta, literata, hacendada o empresaria las
mujeres que asumen el rol materno cargan consigo los juicios de toda una sociedad, que
lejos de valorar las vicisitudes del contexto, pretende que cada en cada rol se desempeñe
de la mejor manera, esto es fundamental plasmarlo por medio de palabras, liberar su voz
y contar sus historias de vida, así tal como lo plantea Pérez (2020) “la mujer es la única
que, por su maternidad, escribe con tinta blanca.”
También es posible establecer que al hablar de la naturaleza materna se tiene que
dejar claro como se ha dejado claro a través de personajes como Pastora Santos en
Puerto Silencio y La madre de Sacramento en La novia oscura, que esta es una
construcción social, que en cada mujer se presenta o no de diferentes formas. Así se
puede concordar con Palomar (2005) cuando afirma que “la maternidad no es natural,
sino una “construcción cultural multideterminada”, establecida por normas que responden
a necesidades de un grupo social y una época específicos”.

Así mismo, este ejercicio investigativo también permite poner en tela de juicio el
sobrevalorado instinto materno, pues en personajes como Pastora Santos de Puerto
Silencio se muestra una maternidad distinta, sin dolor físico, sin intervención de hombre,
únicamente fruto de su intelecto femenino, de su necesidad de perpetuarse y no de
perpetuar la estirpe masculina, de prolongar su reino que no es otro que uno en el que la
mujer no sea sometida o aniquilada por el ego masculino.
Dicha pulsión resulta no estar presente en tampoco en Matilde de La novia oscura
quien se prende fuego dejando a sus hijas huérfanas, ni en Malvarrosa quien decide que
la maternidad no es para ella. La maternidad no es siempre producto del deseo, en la
actualidad cada vez son más las mujeres que deciden no tener hijos porque no sienten
el deseo de desempeñar este rol, entonces ¿Dónde quedó el instinto propio del género
femenino? ¿acaso es una idealización social en detrimento?
Las dinámicas de la sociedad cambian y así mismo lo hacen las formas en las que
se configuran las nuevas maternidades, si bien el tema es universal e inherente a la
mujer, este no se puede entender en una única lógica, ni hablarse en un mismo lenguaje.
La función creadora bien sea de una nueva vida o de una nueva historia va en
concordancia con lo planteado por Martínez (1989) “Recurrimos a una nueva cita para

152
fundamentar la explicación de un término biológico: la partenogénesis o un
desdoblamiento en dos mitades o en otra copia idéntica de sí misma para perpetuar
indefinidamente su esencia.”
El rol materno inserta a la mujer en el discurso patriarcal construido desde bases
religiosas y políticas, esto la abstrae de su intimidad y la ubica en la esfera pública bajo
las miradas enjuiciadoras de quienes la rodean, esto implica también un condicionante
en la relación madre-hijo, que la desliga de la naturalidad del vínculo y le deviene una
serie de estereotipos a los que las madres deben ceñirse.

La madre debe ser abnegada, debe anticipar y resolver cualquier problema que tenga
su hijo sabiamente “porque su instinto materno se lo va a indicar” jamás se puede dar por
vencida, sus hijos no deben ver las frustraciones y agobios porque eso les genera
traumas y ansiedades. Las madres deben en síntesis deshumanizarse, desligarse de sus
emociones para que su progenie crezca emocionalmente estables. Por lo anterior se
concuerda con Caporales (2005) cuando expresa que "La maternidad convierte a la mujer
en objeto de un discurso público, en víctima de la violación de su intimidad por parte de
vecinos, parientes, conocidos o extraños, que ejercen sobre ella el control disciplinario.”

Otro asunto para concluir es que la literatura permite visibilizar distintas formas y
dinámicas sobre las cuales se construye el rol; por medio de ella se hace posible, en tanto
las lecturas estén mediadas por el docente y que este ponga en circulación estas
discusiones, tramite las emociones y conflictos que se susciten y de una adecuada
resolución a estos. Este tema abre múltiples perspectivas de análisis, temas como la
maternidad desde el discurso religioso, político, la negación de esta en mujeres que
anulan este rol para sí, la contribución de las madres adolescentes o marginadas en la
continuidad de las cadenas de pobreza, son temas que quedan en el tintero para futuras
investigaciones, a las cuales las fuentes literarias podrían contribuir de forma significativa.

El ejercicio reflexivo al que invita este tema, permite concluir que, debido a la función
formadora de la literatura dentro de la construcción de imaginarios, su abordaje dará
mucho que pensar sobre las ideas preconcebidas, los clichés y la riqueza de un universo
que tiene mil caras. Así este tema resulta valiosísimo para el trabajo del aula, en tanto
incita a la reflexión, a la crítica y a narrar sus propias historias de vida, así mismo, es
fundamental que el docente tramite todos estos discursos y genere el replanteamiento de
ideales cargados de prejuicios, de vanas expectativas que deshumanizan a la mujer que
asume el rol de la maternidad.

153
La importancia de abordar este tema dentro de la academia radica en que el discurso
educativo debe estar en constante transformación a la realidad actual, por supuesto; sin
desconocer la historia, esto con el fin de que, a la estudiante en formación, quizás madre,
se le adjudique más identidad de la que ahora posee. Es por ello, que es oportuno
fomentar el tema sugerido en este ambiente.
Por último, en respuesta a la pregunta planteada al inicio de la investigación ¿Cómo
aportar desde el currículo de la Licenciatura en Literatura y lengua Castellana del
Tecnológico de Antioquia, literatura colombiana contemporánea que le permita a los
docentes y maestros en formación comprender al sujeto femenino desde su rol de madre?
Se ha construido un corpus de literatura que alberga obras no solo de literatura
colombiana contemporánea, pues interesa que este tema sea abordado desde diferentes
tipos de literatura, en el que se deja claro como este tema es rico en matices, y permite
anclar otros temas al discurso para que su análisis genere mayor profundidad y riqueza
discursiva.

154
CAPÍTULO VI – REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS

Abad, H. (2006). El olvido que seremos. Bogotá, Colombia: Editorial Planeta.


Abad, H. (2010). El olvido que seremos. Barcelona: Seix Barral.
Abad, S. (1997) Sobre la verosimilitud, la necesidad y las cualidades trágicas. En Padrón, H.J.
(ed.); Aristóteles. Primeras Jornadas Aristotélicas Argentinas. Mendoza. Editorial de la
Universidad Nacional de Cuyo. Pp.4-24.
Abajo-Llama, S. Bermant, C. Cuadrada, C. Galaman, C. y Soto, L. (2015). Ser madre hoy:
abordaje multidisciplinar de la maternidad desde una perspectiva de género. Musas,
Vol.1. ISSN 2385-7005. DOI: 10.1344/musas2016.vol1.num2.8
Acero, S. (2017). Reseña: Satanás - Mario Mendoza. Recuperado de:
http://viajandoentreletras1.blogspot.com/2015/10/resena-satanas-mario-mendoza.html
Albatan. (2011). Ella que todo lo tuvo - Ángela Becerra. Recuperado de:
http://adivinaquienlee.blogspot.com/2011/07/ella-que-todo-lo-tuvo-angela-becerra.html
Alcaldía de Medellín. (2014). Expedición Currículo: Documento No. 4. El Plan de Área de
Humanidades Lengua Castellana. Recuperado de: http://www.medellin.edu.co/index.php/m-
institucional/mi-calidad/ desarrollo- contenidos
Algún día, hoy. Premio de Novela Fernando Lara 2019. Ángela Becerra. (2020). Recuperado
de: https://www.planetadelibros.com/libro-algun-dia-hoy/294998
Allende, I. (2020). Paula, resumen. Recuperado de:
http://isabelallende.com/es/book/paula/summary#:~:text=Paula%20es%20un%20libro%2
0de,despu%C3%A9s%20cay%C3%B3%20en%20un%20coma.
Andréu, J. (2018). Las técnicas de Análisis de Contenido: Una revisión actualizada. España:
Universidad de Granada.
Arce, S. (2017). La “madre” de todas las desgracias. Perspectivas sobre la maternidad, la
reproducción y la vid. El desbarrancadero y La rambla paralela, de Fernando Vallejo.
Costa Rica: Universidad de Costa Rica.
Arias, M. (2000). Madres e hijas en la narrativa de Lessing, Atwood y Mantel. España:
Universidad de Málaga.
Aristizábal, A. (2016). Después y antes de Dios. Diario El Espectador. Recuperado de:
https://www.elespectador.com/noticias/cultura/despues-y-antes-de-dios/
Así comienza “Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón”. (2020). Recuperado de:
https://diariodepaz.com/2020/03/31/asi-comienza-estaba-la-pajara-pinta-sentada-en-el-
verde-limon/
Asturias, C. (s.f.). Eva Luna. Isabel Allende. Lecturalia.com. Consultado el 4 de junio de 2020.
Recuperado de: http://www.lecturalia.com/libro/1266/eva-
luna#:~:text=Como%20una%20moderna%20Scherezade%2C%20Eva,los%20recuerdos
%20del%20nazismo...

155
Ávila, H. (2006). Introducción a la metodología de la investigación. México: Eumed.net
Barrantes, K. y Cubero, M. (2014). La maternidad como un constructo social determinante en el
rol de la feminidad. Costa Rica: Universidad de Costa Rica.
Beauvoir, S. (1970). El segundo sexo. Los hechos y los mitos. Buenos Aires: Siglo Veinte.
Bechtel, G. (2008). Las cuatro mujeres de Dios: la puta, la bruja, la santa y la tonta. Mendoza,
Argentina: Zeta Editores
Belli, G. (1978). Línea de fuego. Cuba: Casa de las Américas.
Belli, G. (1991). El ojo de la mujer. Poesía Reunida. Madrid, España: Editorial Visor Libros SL.
Blasfuemia, A. (2014). Una madre (Alejandro Palomas). Loqueleocuento.blogspot.com.
Recuperado de: http://loqueleolocuento.blogspot.com/2014/04/una-madre-alejandro-
palomas.html#:~:text=Sinopsis%3A%20Faltan%20unas%20horas%20para%20la%20me
dianoche.&text=Una%20madre%20cuenta%20la%20historia,el%20futuro%20de%20los
%20otros.
Blasfuemia, A. (2015). La plaza del diamante (Mercè Rodoreda). Loqueleocuento.blogspot.com.
Recuperado de: http://loqueleolocuento.blogspot.com/2015/04/la-plaza-del-diamante-
merce-rodoreda.html
Bonnett, P. (2010). Lo que no tiene nombre. Bogotá: Editorial Alfaguara.
Bonnett, P. (2013). Lo que no tiene nombre. Madrid, España: Editorial Alfaguara.
Bordelois, I. (2005). La palabra amenazada. Buenos aires: Libros del Zorzal.
Bordelois, I. (2005). La palabra. Buenos aires: Libros del Zorzal.
Borges, J. (1944). La forma de la espada. Ficciones (56-75). Argentina: Ediciones La Cueva.
Borges, J. (1997). Nota sobre Bernard Shaw. Otras inquisiciones (237-242). Madrid: Alianza.
Borges, J. (1997). Palabras preliminares a su «Biblioteca del autor». Madrid: Alianza. Madrid.
Brecht, B. (2010). Madre Coraje y sus hijos. Madrid: Ministerio de educación y cultura.
Brian P. Levak. (1995). La caza de brujas en la Europa moderna. España: Alianza.
Brioso, M. Y González, F. (1998). La poesía epigramática griega en su relación con la literatura
romana: el tema amoroso. Sevilla: Libros Pórtico.
Caicedo, A. (2015). Cuentos completos. Barcelona: Alfaguara. Págs. 295-301
Candela, L. (2009). Del otro lado del jardín. Recuperado de:
https://expresiondigital.ucp.edu.co/?p=2682
Cannaci, M. (2015). Marguerite Yourcenar – Ana, Soror… (Anna, Soror…) Crítica. Recuperado
de: https://www.alohacriticon.com/literatura/comentarios-libros/marguerite-yourcenar-
ana-soror-anna-soror-
critica/#:~:text=%E2%80%9CAna%2C%20Soror%E2%80%A6%E2%80%9D%20(,creen
cias%20religiosas%20y%20relatos%20b%C3%ADblicos.
Capellán, A. (s. f). Tratado del amor cortés. México: Porrua.

156
Carranza, M. (2006) La literatura al servicio de los valores, o cómo conjurar el peligro de la
literatura. Argentina: Revista quincenal sobre literatura infantil y juvenil. N° 181.
Recuperado de: http://www.imaginaria.com.ar/18/1/literatura-y-valores.htm
Casa del Libro (s.f.). El mismo mar de todos los veranos. Esther Tusquets. Casadellibro.com.
Consultado el 4 de junio de 2020. Recuperado de: https://www.casadellibro.com/libro-el-
mismo-mar-de-todos-los-veranos/9788470397684/576088
Casa del Libro. (s.f.). Carta a la madre y cuentos completos. Esther Tusquets.
Casadellibro.com. Consultado el 4 de junio de 2020. Recuperado de:
https://www.casadellibro.com/libro-carta-a-la-madre-y-cuentos-
completos/9788496675407/1620332
Castillo. (S.F.). ¿Qué es un Análisis de Texto Literario? Consultado el 11 de septiembre de
2019. Recuperado de: https://www.lifeder.com/analisis-texto-literario/
Cavallo, G. &Chartier, R. (2012). Historia de la lectura en el mundo occidental. México D.F.:
Taurus.
Cázares H. y otros. (1990). Técnicas actuales de investigación documental. 3a. ed. México:
Trillas.
Cely, R. (2011). Las Andariegas. Recuperado de:
https://criticamohan.blogspot.com/2011/05/las-andariegas.html
Clausó, A. (1993). Análisis documental: el análisis formal. Madrid, España: Revista general de
información y documentación Vol. 3.
Club de Lectura: Madre, mar, Marta... impartido por Joaquín Copeiro. (2014). Matadero Madrid
centro de creación contemporánea. Recuperado de:
https://www.mataderomadrid.org/programacion/club-de-lectura-madre-mar-marta-
impartido-por-joaquin-copeiro
Colombia Laica (2019). ¿Cómo se compone la diversidad religiosa en Colombia? Recuperado
de: https://laicismo.org/como-se-compone-la-diversidad-religiosa-en-colombia
Colombia: crece la brecha laboral contra la mujer. ¿Por qué? (2019). Revista Dinero.
Recuperado de: https://www.dinero.com/management/articulo/cifras-de-la-brecha-
laboral-contra-la-mujer-en-colombia/267712
Croguennec-Massol, G. (2015). Mujer comprometida, mujer guerrillera en Línea de fuego de
Gioconda Belli. Revue Miroirs. Vol.1 p. 4. Recuperado de:
http://www.revuemiroirs.fr/links/femmes/volume1/article3.pd
Cruz, J. (2015). De reina a madre: La maternidad como construcción discursiva en la pintura
neogranadina del siglo XVII. Revista Historia y sociedad. N.O 28, enero-junio. P. 111-
142. Medellín, Colombia.
Duby, G. & Perrot, M. (1992). Historias de las mujeres en Occidente. Madrid: Taurus.
Echeverri, J. (1998). Campo intelectual de la educación y campo pedagógico. Posibilidades,
complementos y diferencias. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia.
Eco, U. (2002). Sobre algunas funciones de la literatura. En Sobre la literatura. Barcelona: S.A.
R que R Editorial.

157
El Economista América. (2013). Las influencias literarias de Gabriel García Márquez, Álvaro
Mutis y Laura Restrepo. Editorial Ecoprensa. Recuperado de:
https://www.eleconomistaamerica.com/sociedad-eAm-
colombia/noticias/5275193/10/13/Las-influencias-literarias-de-Gabriel-Garcia-Marquez-
Alvaro-Mutis-y-Laura-Restrepo.html
Espinoza, M. (2012). Héctor Abad Faciolince. Suburbano. Recuperado de:
https://suburbano.net/entrevista-al-escritor-colombiano-hector-abad-faciolince/
Esquilo. (1966). Agamenón, Coéforas, Euménides. Trad. Francisco Rodríguez Adrados. Madrid:
Gredos.
Estudio revela que Colombia es el país con más madres solteras en Suramérica. (2015).
Recuperado de: https://www.colombia.com/actualidad/nacionales/sdi/126280/estudio-
revela-que-colombia-es-el-pais-con-mas-madres-solteras-en-suramerica
Eurípides. (1991). Tragedias, vol. I. Trad. Alberto Medina y Juan Antonio González. Madrid:
Gredos.
Faulkneriano. (s.f.). El cuarto de Jacob. Sopadelibros.com. Consultado el 6 de junio de 2020.
Recuperado de: https://www.sopadelibros.com/book/cuarto-de-jacob-virginia-
woolf#:~:text=Sinopsis%3A,en%20la%20perspectiva%20de%20Jacob.
Fernández, M. (Trad.). (1993). Eurípides. Tragedias. Troyanas, Barcelona: Planeta.
Fernández, N. (2008). El canon literario: un debate abierto. España: IES Albalat. Navalmoral de
la Mata.
Fides, S. (2019). “La mejor madre del mundo” y la peor, la real y la que no oculta nada.
Elasombrario.com. Recuperado de: https://elasombrario.com/mejor-madre-del-mundo-
oculta-nada/
Fortich, J. (2018). Resumen de “Medea” de Eurípides. Clase con Fortich. Recuperado de:
https://claseconfortich.wordpress.com/2018/05/03/resumen-de-medea-de-euripides/
Francés, S. (2006). Elogio de la Literatura. Revista de Psicodidáctica. ISSN 2254-4372.
Recuperado de: https://www.ehu.eus/ojs/index.php/psicodidactica/article/view/323/320
Franco, D. (2017). El penúltimo sueño: una alegoría al amor. Recuperado de:
https://www.lectura-abierta.com/el-penultimo-sueno-una-alegoria-al-amor/
Franco, R. (2010). Situación de las madres solteras, visto desde la teoría de ErvingGoffman.
México: Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Fuller, N. (1993). La Disputa de la Femineidad en el Psicoanálisis y las Ciencias Sociales.
Debates en Sociología, nº18, 18-33.
Garavito, V. (2017). Colombia, septiembre de 1999: entre el paramilitarismo y la crisis
económica [Parte II]. Colombia Informa. Recuperado de:
http://www.colombiainforma.info/colombia-septiembre-de-1999-entre-el-paramilitarismo-
y-la-crisis-economica-parte-ii/
Garavito, V. (2017). Entre la complicidad del Estado y la impunidad: el caso del municipio de
Ariguaní [Parte I]. Colombia informa. Recuperado de:
http://www.colombiainforma.info/entre-la-complicidad-del-estado-y-la-impunidad-el-caso-

158
del-municipio-de-ariguani-parte-i/
García, F. (2005). La casa de Bernarda Alba. España: Editorial Catedra.
García, L. (2015). Nadando a contracorriente: las madres solas como nuevo actor social en la
novela mexicana contemporánea de Juan Rulfo y Julián Herbert. México: Universidad de
Colima.
García, M. (1977) El deber revolucionario de un escritor es escribir bien Bogotá: Revista
soviética Enfoque Internacional de la Agencia de Prensa Novosti. Recuperado de:
www.eltelegrafo.com.ec
Gonzales, B. (2020). Reseña de “Patria” de Fernando Aramburu. Macedonia narrativa.
Recuperado de: https://www.macedonianarrativa.com/patria-fernando-aramburu/
Gonzales, M. (2019). El machismo en la Iglesia. Diario de Ibiza. Recuperado de:
https://www.diariodeibiza.es/opinion/2019/03/08/machismo-iglesia/1052229.html
Grafton Horta, Pilar y Acevedo, Luisa María (1992). Cómo el docente puede obtener la
información que necesita para su labor. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
Grupo planeta. (2019). La edición definitiva de la obra maestra de Tolstoi. Sinopsis de Ana
Karenina. Recuperado de: https://www.planetadelibros.com/libro-ana-
karenina/37783
Guillén, C. (1985). Entre lo uno y lo diverso. Introducción a la literatura comparada. Barcelona:
Critica.
Gutiérrez, D. (2013). Piedad Bonnett, Lo que no tiene nombre, Alfaguara, Bogotá, 2013.
Recuperado de: http://www.criticismo.com/lo-que-no-tiene-nombre/
Hays, S. (1998). Las contradicciones culturales de la maternidad. Barcelona: Paidós.
Hernández, C. (2012). Maternidad. Ideas colectivas, vivencias de mujeres continuidades y
discontinuidades en la configuración de las experiencias de maternidad en mujeres
bogotanas. Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.
Hipólito. (1998). Libros y bibliotecas en la Edad Media. México. Edición de la UNAM: Bibliotheca
Scriptorum Graecorum et Romanorum mexicana, trad. Rubén Bonifaz Nuño.
Imaginario, A. (2018). Edipo Rey de Sófocles. Culturagenial.com. Recuperado de:
https://www.culturagenial.com/es/edipo-rey/
Infografía: violencia intrafamiliar en Colombia entre enero y mayo. (2018). Recuperado de:
https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/datos-de-violencia-intrafamiliar-en-colombia-
entre-enero-y-mayo-del-2018-244426
Informe Sobre Desarrollo Humano 2015: Trabajo al servicio del desarrollo humano. (2015).
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Recuperad de:
https://www.co.undp.org/content/colombia/es/home/presscenter/articles/2015/12/14/infor
me-sobre-desarrollo-humano-2015-trabajo-al-servicio-del-desarrollo-humano.html
Insomne, L. (2017). El cuaderno de Maya, resumen. Momoko.es. recuperado de:
https://momoko.es/opiniones/el-cuaderno-de-maya-resumen
Jaramillo, J. (2016). La entrevista que Fernando Soto Aparicio no alcanzó a leer. El tiempo.com.

159
Recuperado de: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16585520
Jaramillo, M. Osorio, B. Y Robledo, A. (1995). Literatura y diferencia. Escritoras colombianas del
siglo XX, volumen 1. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia.
Jordi, et al. (2012). Teoría literaria y literatura comparada. Barcelona: Ed. Planeta.
Kafka, F. (1999). Obras completas. Tomo 4. Barcelona: Edicomunicación.
Kendig, S. y Bianchi, S. (2008). Tiempo de madres solteras, convivientes y casadas con hijos,
Revista de matrimonio y familia. Vol. 3 No. 2 pp. 209-235.
La educación sentimental. (1982). Gustave Flaubert. Recuperado de: http://quelibroleo.com/la-
educacion-sentimental.
Larrosa, J. (1998). La experiencia de la lectura. Estudios sobre Literatura y Formación. España:
Editorial Laertes.
Larrosa, J. (2000). Pedagogía profana: estudios sobre lenguaje, subjetividad, formación.
Caracas: Ediciones Novedades Educativas.
Las manos de la madre, de Massimo Recalcati. (2016). Estandarte.com. Recuperado de:
https://www.estandarte.com/noticias/libros/ensayo/las-manos-de-la-madre-de-massimo-
recalcati_4011.html.
Las Troyanas – Eurípides (Resumen Completo, Análisis Y Reseña). (2019). Recuperado de:
https://bibliotecasalvadora.com/las-troyanas-euripides-resumen-completo-analisis-y-
resena/
Lecturalia. (2016). Juego de tronos. Canción de Hielo y Fuego I. George R. R. Martin.
Recuperado de: http://www.lecturalia.com/libro/17387/juego-de-tronos-cancion-de-hielo-
y-fuego-i
Lee, M. (2016). Madame Bovary, Gustave Flaubert, Reseña. Recuperado de: http://mariana-is-
reading.blogspot.com/2016/10/madame-bovary-gustave-flaubert-resena.html
Leiva, E. (2009). La tejedora de coronas. Germán Espinosa. Recuperado de:
http://www.lecturalia.com/libro/3541/la-tejedora-de-coronas
Levi, P. (2002). Llith y otros relatos. Madrid: El Aleph.
López, M. (2011). Los textos y el mundo. Una propuesta integral para talleres de escritura y
lectura. Buenos Aires, Argentina: Universidad Nacional General Sarmiento.
Loraux, N. (2004). Las experiencias de Tiresias. (Lo masculino y lo femenino en el mundo
griego). Barcelona: Editorial Acantilado.
Madre Coraje y sus hijos. (2018). Revista Godot. Recuperado de:
http://www.revistagodot.com/cartelera-teatro-madrid/madre-coraje-y-sus-
hijos/#:~:text=Madre%20Coraje%20y%20sus%20hijos%20es%20una%20pieza%20teatr
al,el%20teatro%20de%20Bertolt%20Brecht.&text=Seg%C3%BAn%20Brecht%2C%20el
%20personaje%20de,codicia%20lleva%20a%20p%C3%A9rdidas%20irreparables.
Mancera, L. (2014). La Gaviota de Chejov o la lucha por la existencia. Senalmemoria.com.
Recuperado de: https://www.senalmemoria.co/articulos/la-gaviota-de-chejov-o-la-lucha-
por-la-existencia.

160
Manguel, A. (2019). Leer literatura puede hacernos mejores. The New York Times. Recuperado
de: https://www.nytimes.com/es/2019/03/03/literatura-empatia.
Manjarrez, G. (s.f.). La novia oscura o tratado sobre las mujeres. Recuperado de:
http://langostaliteraria.com/la-novia-oscura-o-tratado-sobre-las-mujeres/
Mansilla, Sergio. (2006). Literatura e identidad cultural. Estudios filológicos. Chile. (41), 131-143.
https://dx.doi.org/10.4067/S0071-17132006000100010.
Marco, J. (1999). Isabel Allende se caracteriza por su precisa y poética adjetivación, y el estilo
aquí ha sido especialmente cuidado. Deleitará a un público mayoritario. ElCultural.com.
Recuperado de: https://elcultural.com/Hija-de-la-fortuna.
Martin, E. (2010). La palabra más hermosa. Lahistoriaenmislibros.com. Recuperado de:
https://www.lahistoriaenmislibros.com/la-palabra-mas-hermosa/
Marwan. (2019). El ojo de la mujer. Librotea.ElPais.com. recuperado de:
https://librotea.elpais.com/libros/el-ojo-de-la-mujer/
McLanahan, S. y Percheski, C. (2008). Estructura familiar y reproducción de desigualdades.
Revisión anual de sociología.
Mejía, J. (2004), Sobre la investigación cualitativa. Nuevos conceptos y campos de desarrollo.
Investigación social, núm. 13 [en línea], disponible en www.uao.edu.co.
Mendoza, A. (2008). La educación literaria: bases para la formación de la competencia lecto-
literaria. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Recuperado de:
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcf19d9
Miguel De Unamuno Biografía Resumen. (2020). Recuperado de:
http://aprendolenguayliteratura.blogspot.com/2014/05/miguel-de-unamuno-biografia-
resumen.html
Ministerio de Educación Nacional (2014). La literatura en la educación inicial. Documento N° 23.
Serie de orientaciones pedagógicas para la educación inicial en el marco de la atención
integral. Colombia.
Ministerio de Educación Nacional. (1998). Lineamientos curriculares Lengua Castellana. Bogotá
D.C: Cooperativa Editorial Magisterio.
Ministerio de Educación Nacional. (2016). Sistema Nacional de Información de la Educación
Superior - SNIES Cálculos: Subdirección de Desarrollo Sectorial de la Educación
Superior. Recuperado de: https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-
360739_recurso.pdf
Molina, M. (2006). Transformaciones Histórico Culturales del Concepto de Maternidad y sus
Repercusiones en la Identidad de la Mujer. Psykhe (Santiago), 15(2), 93-103.
https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22282006000200009
Molina, T. (1622). La prudencia en la mujer. España: Catedra Editorial.
Muñoz, D. 2008). La Inquisición española como tema literario política, historia y ficción en la
crisis del Antiguo Régimen. Woodbridge: TamesisBooks Ltd.
Muraro, L. (1994). El orden simbólico de la madre. Madrid: Horas y Horas.

161
Núñez, J. (2013). La actualidad de la historia: Las mujeres y su evolución en la historia.
Recuperado de: http://arquehistoria.com/las-mujeres-y-su-evolucion-en-la-historia-18067
Oiberman, A. (s.f.). Historia de las madres en Occidente: repensar la maternidad. Consultado el
16 de octubre de 2019. Recuperado de:
http://www.palermo.edu/cienciassociales/publicaciones/pdf/Psico5/5Psico%2009.pdf
Organización Mundial de la Salud. (2012). Segunda reunión ordinaria de la Junta Ejecutiva del
UNICEF. Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño.
Resolución WHA55.25 Nutrición del lactante y del niño pequeño. 55a Asamblea Mundial
de la Salud.
Ortiz, A. (2009) Cerebro, Currículo y Mente Humana: Psicología Configurante y Pedagogía
Configuracional. Hacia un modelo pedagógico configuracional, configurante y
configurador. Málaga, España: Ediciones Litoral.
Palomar, C. (2005). Maternidad: Historia y Cultura. Revista de Estudios de Género. La ventana,
(22), undefined-undefined. ISSN: 1405-9436. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=884/88402204
Parra, R. (2019). Hamlet, la obra maestra de William Shakespeare. AboutEspañol.com.
Recuperado de: https://www.aboutespanol.com/hamlet-la-obra-maestra-de-william-
shakespeare-resumen-y-comentarios-
2174744#:~:text=Sinopsis%20de%20Hamlet,)%2C%20lo%20urge%20a%20vengarse.
Patiño, A. (2005). El regionalismo en Vean vé, mis nanas negras de Amalia Lú Posso Figueroa.
Revista Estudios de Literatura Colombiana, Núm. 16 enero-junio. Recuperado de:
https://revistas.udea.edu.co/index.php/elc/article/view/17353
Paz, O. (2002). El laberinto de la soledad, Obras completas de Octavio Paz, 2a ed., vol. 5,
España: Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, Barcelona.
Peláez, J. (2017). La perra, Pilar Quintana. Recuperado de:
https://www.megustaleer.com.co/libros/la-perra/MCO-
002363#:~:text=En%20La%20perra%2C%20Pilar%20Quintana,donde%20a%C3%BAn
%20circula%20el%20amor%22.&text=%22La%20perra%20es%20una%20novela%20de
%20una%20violencia%20verdadera.
Perdomo, D. (2016). Reseña: El olvido que seremos - Héctor Abad Faciolince. Recuperado de:
https://un-libro-un-cafe.blogspot.com/2016/03/resena-el-olvido-que-seremos-
hector.html#:~:text=Sinopsis%3A,y%20detallada%20de%20un%20personaje.
Pérez, A. (2004). Leer, escribir y participar: un reto para la escuela, una condición de la política.
Congreso Nacional de Lectura. Fundalectura.
Pérez, M. (2016). Imágenes y realidades de la maternidad en la obra de María Martínez Sierra.
España: Universidad de Málaga.
Pérez, M. (2020). Héctor Abad Faciolince: el escritor de otras escrituras. Blog de literatos
hispanos. Recuperado de: https://conmiguelperez.wordpress.com/2020/04/14/hector-
abad-faciolince-el-escritor-de-otras-escrituras/
Periódico La nación (2017) “Puerto Silencio”, una novela de mujeres. Recuperado de:
https://www.lanacion.com.co/puerto-silencio-una-novela-de-mujeres/

162
Pimentel, L. (1993). Tematología y transtextualidad. Nueva revista de filología hispánica.
Recuperado de http://nrfh.colmex.mx/index.php/nrfh/article/view/931/931
Puerta, M. (2000). Las estrategias de lectura: Su utilización en el aula. Educere, vol. 4, núm. 11,
octubre - diciembre, 159-163, Universidad de los Andes Mérida, Venezuela.
Ravelo, M. (2015). Notas a la reciente reedición del libro Poemas de las madres de Gabriela
Mistral con ilustraciones de André Racz. Vuelan las Plumas de Radio Universidad de
Chile. Recuperado de:
https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/c14/article/view/11862/html
Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.2 en línea].
https://dle.rae.es
Resolución 2343 de junio 5 de 1996. Por la cual se adopta un diseño de lineamientos generales
de los procesos curriculares del servicio público educativo y se establecen los
indicadores de logros curriculares para la educación formal. Colombia. Ministerio de
Educación Nacional.
Restrepo, L. (2016). La novia oscura. Bogotá D. C. Colombia: Penguin Random House Grupo
Editorial S.A.S.
Restrepo; L. (2015). La novia oscura. Bogotá D. C.: Debolsillo.
Revista Semana. (2016). “Sé que me queda poco tiempo”. Recuperado de:
https://www.semana.com/cultura/articulo/fernando-soto-aparicio-su-ultima-
entrevista/472601
Reyes, L. (2018). Revisiones de la maternidad en la literatura hispanófona actual: Meruane,
Miguel, Reyes. España: Universidad Autónoma de Barcelona.
Reyes, M. (2017). La representación de la maternidad en la literatura italiana, el caso de Juana
I, Semíramis y Erzsebet Bathory. España: Universidad de Murcia.
Reyna, C. (2018). Laura Restrepo, en los zapatos de un monstruo. Recuperado de:
https://gatopardo.com/arte-y-cultura/libro-los-divinos/
Romero, D. (2015). Calicalabozo. Entrevista con Camilo Villamarín, director de Calicalabozo, un
adaptación teatral del grupo de teatro El presagio de Cali. Recuperado de:
http://laciudaddeandrescaicedo.blogspot.com/p/calicalabozo.html
Romero, L. (2010). Vestigios de realismo mágico, narco-narrativa y escritura de mujer en Delirio
de Laura Restrepo. Chile. Recuperado de:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/109949/fi-
romero_l.pdf?sequence=3&isAllowed=y
Rosillo, B. (2011). La perfecta casada. Barbarosillo.com. Recuperado de:
https://barbararosillo.com/2011/11/18/la-perfecta-
casada/#:~:text=La%20perfecta%20casada%20es%20un,de%20decencia%2C%20hone
stidad%20y%20pudor.
Ruiz, N. (2018). Las madres enemigas en la narrativa de lo inusual. Análisis de la matrofobia en
tres novelas mexicanas. España: Universidad de Alicante.
Ruiza, M. Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Resumen de El otoño del patriarca. En Biografías

163
y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona. Recuperado
de https://www.biografiasyvidas.com/reportaje/garcia_marquez/otono.htm#:~:text=Public
ada%20en%201980%20y%20ambientada,durante%20m%C3%A1s%20de%20cien%20
a%C3%B1os.
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Alfonso López Michelsen. En
Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona. Recuperado de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lopez_michelsen.htm
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Resumen de Los funerales de la Mamá Grande.
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona. Recuperado
de https://www.biografiasyvidas.com/reportaje/garcia_marquez/funerales.htm
S. A. (2006). Piedad Bonnett. Escritores.org. Recuperado de:
https://www.escritores.org/biografias/12757-bonnett-piedad-
S.A. (s.f.) La mujer en el Islam versus judeo – cristianismo “mito y realidad”. Consultado el 25 de
octubre de 2019. Recuperado de: www.usuarioslycos.es
Sánchez, M. (2016). Construcción social de la maternidad: el papel de las mujeres en la
sociedad. Opinión, 32(13). ISSN: 1012-1587. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=310/31048483044
Santos, E. (2017). El siglo XX colombiano: Cien años de progreso asombroso y de violencia sin
fin. Banrepublica. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-
virtual/credencial-historia/numero-172/el-siglo-xx-colombiano-cien-anos-de-progreso-y-
violencia-sin-fin
Savirón, E. (2016). La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca compañía: Factory
Producciones y Santiago Meléndez. Agolpedeefecto Revista cultural. Recuperado de:
https://www.agolpedeefecto.com/teatro_2016/teatro-bernarda-alba-fernan-
gomez.html#:~:text=SINOPSIS%3A%20Tras%20la%20muerte%20de,un%20pretendient
e%2C%20Pepe%20el%20Romano.
Schopenhauer, A. (2015). El amor, las mujeres y la muerte. México: Editores Mexicanos Unidos
S.A.
Soto, F. (1975). Puerto Silencio. Medellín: Colombia. Editorial Bedout S. A.
Soto, F. (1975). Puerto Silencio. Medellín: Editorial Bedout.
Subero, E. (1974). Para un análisis Sociológico de la obra literaria. Thesaurus. Tomo XXXIX.
Núm. 3. recuperado de:
https://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/29/TH_29_003_081_0.pdf
Tecnológico de Antioquia (2016). Documento Maestro Licenciatura en Literatura y Lengua
Castellana. Facultad de Educación y Ciencias Sociales. Medellín.
Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria (2016). Proyecto Educativo de Programa
Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana. PEP. (2016). Facultad de Educación y
Ciencias Sociales. Medellín.
Tirant lo Blanch. (2011). La señora Dalloway. Editorial Tirant lo Blanch. Recuperado de:
https://editorial.tirant.com/es/libro/la-senora-dalloway-9788499899701

164
UNESCO. 2009. Conferencia Mundial sobre Educación Superior 2009: las nuevas dinámicas de
la educación superior y de la investigación para el cambio social y el desarrollo. París.
Valcke, C. (2010). Perspectiva de género en la literatura latinoamericana. (Ensayos). Colombia:
Universidad del Valle.
Verota. (2014). Reseña: La suma de los días ~ Isabel Allende.
https://verotarecomienda.blogspot.com. Recuperado de:
https://verotarecomienda.blogspot.com/2014/03/resena-la-suma-de-los-dias-isabel.html
Villegas, L. (2006). La novia oscura: Una cita en la Catunga. Medellín: Colombia. Universidad
Eafit.
Virgilio, P. (1999). La Eneida. Madrid: Mestas Ediciones.
Winnicott D. (1966). La madre de devoción corriente. Obras Completas. Psikolibro.
Woolf, V. (2013). El libro de la vida. España: Lumen.
Zanardello, C. (2013). La reinterpretación de la madre en la literatura argentina del proceso
dictatorial. Italia: Universita Ca' FoscariVenezia.

165
Todos los derechos reservados, 2020

Para información sobre este trabajo, favor comunicarse con sus autoras:
Luisa Fernanda Agudelo Meneses
lui2672956@gmail.com

Ana Isabel Ramírez


ixa3108@hotmail.com

O con la asesora C.S. Gloria Londoño Monroy


gloria.londono38@tdea.edu.co

166

También podría gustarte