"Gusinde y los Pueblos Fueguinos"
"Gusinde y los Pueblos Fueguinos"
La mirada de Gusinde
Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (snpc) – 2021
Director y Responsable legal: Carlos Maillet A.
ISBN: 978-956-7297-55-9
Propiedad Intelectual Nº: 2021-A-12263
Investigación y textos: Carla Franceschini F., Carolina Suaznábar B., Alejandra Morgado H.
Fotografías: Claudio López F.
Coordinación: Isabel Alvarado P.
Diseño y diagramación: Daniela de la Fuente N.
Impresión: Promoline
Imagen de portada: Retrato grupal de una de las últimas generaciones del pueblo Yagán durante la ceremonia de iniciación, vestidos
con ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego. 1922. (Se aprecia a Martin Gusinde sentado
en última fila, segundo de izquerda a derecha). AF- 0121- 31
E
l libro Mankasen. La mirada de Gusinde, reproduce En este contexto, los viajes de Martin Gusinde fueron
las luces y sombras que la máquina fotográfica apoyados por el Estado y la Iglesia Católica, además de algunos
del misionero alemán, Martin Gusinde, captó intelectuales como Max Uhle y Aureliano Oyarzún con quienes
durante los dos años y medio que tuvo contacto trabajó en el Museo de Etnografía y Arqueología, fundado en
con los pueblos Yagán, Kawésqar y Selk’nam, en el extremo 1912. A ello se sumó el desarrollo de la fotografía como un so-
sur de Chile a inicios del siglo XX. El sacerdote viajó a Tierra porte indispensable para registrar sus hallazgos y plasmar, con
del Fuego cuatro veces en siete años, entre 1917 y 1924, con una gran técnica autodidacta, la sobrevivencia de esas tribus
la “atrevida empresa de estudiar a los fueguinos”, como se nómades.
describió su interés por comprender a los habitantes del fin La gran mayoría de la obra de Gusinde es custodiada en
del mundo. Entre ellos permaneció largas estadías y fue uno el Anthropos Institute en Alemania. Sin embargo, la colección
más “entre la tribu”, como las mismas comunidades indígenas de fotografía del Museo Histórico Nacional conserva imágenes
se lo hicieron notar. originales, algunas de ellas contenidas en el álbum del Museo de
La pregunta por la humanidad hizo de Gusinde un Etnología y Antropología (MEA), y el álbum Fueguinos que hoy
viajero con ojos de arqueólogo, antropólogo y también de his- presentamos en esta publicación.
toriador. Esta síntesis le permitió elaborar una perspectiva epis- Mankasen. La mirada de Gusinde es el resultado de una
temológica fundada en la relación entre ciencia y religión, muy investigación sobre el trabajo y la fotografía de Martin Gusinde,
propia de su formación como sacerdote en la Congregación pero también es una forma de acercarse al pasado de los pueblos
alemana del Verbo Divino. Sus viajes estuvieron marcados por Yagán, Kawéskar y Selk’nam, y reivindicar su historia.
este sello etnográfico, en los cuales se dedicó a estudiar estas
culturas casi desconocidas y persistentemente descritas como Macarena Ponce de León Atria
“bárbaras” y que desde 1880 en adelante fueron aniquiladas tras Directora
la violenta colonización de Tierra del Fuego. Museo Histórico Nacional
3
Martín Gusinde en Chile y su trabajo para
el Museo de Etnología y Antropología
[...] por disposición del Supremo Gobierno y encargo de este museo em- la investigación científica de los pueblos originarios en Chile,
prendió a la Patagonia y Tierra del Fuego donde, sufriendo toda clase de transformándose en un referente para la aplicación del método
privaciones, pudo recorrer el velo misterioso de la sociología, etnología y Histórico-Cultural en la investigación etnológica, antropológica y
somatología de los últimos sobrevivientes de esas inhóspitas regiones, honrar lingüística de estos grupos.
después el nombre de Chile en el extranjero y contribuir al conocimiento Martín Gusinde nació en octubre de 1886 en la ciu-
de los verdaderos fundamentos sociales de la humanidad. Los trabajos del dad de Breslau en aquel entonces Alemania. Desde pequeño
señor Gusinde y el recuerdo de su persona quedarán grabados en la historia despertó en él una fuerte curiosidad por los pueblos origina-
de este museo y en el del progreso científico. rios y culturas lejanas, luego de visitar en su ciudad natal, las
exhibiciones humanas de grupos africanos pertenecientes a los
Aureliano Oyarzún1 pueblos Dinka, Schillnuk, Ashanti y Ewe, hecho que lo motivó,
E
a sus doce años, a ingresar al Seminario de la Congregación del
l anterior extracto corresponde a las palabras Verbo Divino por su fuerte sello misionero en tierras remotas
de despedida que el doctor Aureliano Oyarzún (Marín, 2019; Palma, 2019). A los veinticinco años fue ordena-
(1858-1947), director del Museo de Etnología y do sacerdote y de inmediato su institución lo destinó a Chile,
Antropología (MEA)2 le dedicó a su amigo Martín llegando al país en septiembre de 1912 como profesor de cien-
Gusinde (1886-1969) en la Memoria de 1927, elevada al cias naturales del Liceo Alemán de Santiago.
Ministerio de Instrucción Pública luego de la cancelación de En los antecedentes de su llegada y estadía en el liceo,
su contrato en el Museo por problemas presupuestarios. El se sabe que su tiempo transcurría entre las clases, su trabajo
paso de Gusinde por la institución, arrojó grandes avances en estival como capellán de la Iglesia de Zapallar y su infatigable
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interés por las ciencias naturales, las que lo llevaron a largas
excursiones en busca de especies desconocidas de la flora
chilena.Entre ellas, destaca el hallazgo de la especie “Johow-
Gusinde” del género Myrzeugenia la que fue publicada en los
Anales de la Universidad de Chile en 1917 (Feliú Cruz, 1970).
Paralelamente a su trabajo en el Liceo Alemán, en el
año 1913 se vinculó al recién fundado Museo de Etnología y
Antropología como colaborador del científico alemán Max
Uhle, en aquel entonces director de la institución, con quien
trabajó hasta el año 1916. Su apoyo irrestricto a la institución lo
demostraría en el primer número de las Publicaciones del MEA,
en 1917, oponiéndose al traslado de las colecciones formadas
por Uhle entre los años 1911 y 1916, al Museo Nacional de
Historia Natural.
En 1916, siguió trabajando en el MEA junto al recien-
temente nombrado director de la institución, doctor Aureliano
Oyarzún. Ambos se potenciaron, ejecutando fructíferas inves-
tigaciones y proyectos vinculados al estudio de los primeros
Retrato de Martin Gusinde con dedicatoria “Al Dr. Aureliano
habitantes del territorio.
Oyarzún mi muy apreciado amigo. Martin Gusinde. 25 de
En su labor para el museo realizó investigaciones so- marzo de 1934”. Autor no identificado. PF-002136
bre el pueblo Rapa Nui, gestionando sus colecciones líticas y
desarrollando una vasta y completa bibliografía con el fin de
hacer accesibles las fuentes de investigación acerca de la isla. en excursiones efectuadas con la finalidad de recopilar objetos
A pesar del escaso presupuesto, el museo siguió realizando para las colecciones del Museo, visitando el sur de Chile a fines
compras con un afán mayor de resguardar la memoria de esta de 1916 y principios de 1917, ocasión en que recorrió durante
cultura originaria, incrementando la cantidad de objetos de ma- diez meses la zona de Arauco y sus alrededores, y logró reunir
dera y modelos de yeso, además de importantes donaciones un valioso material etnológico para la institución.
de particulares (Gusinde, 1924). Posteriormente, se abocó a la Con respecto a este cometido y, ampliando su campo
investigación de la cultura mapuche, participando activamente de investigación, fueron cuatro los viajes que realizó a Tierra
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del Fuego, entre 1918 y 1924, realizados con apoyo financiero anteriormente descrito, la finalidad de las expediciones fue la
del Gobierno, del Museo y de particulares interesados en sus de recopilar materiales etnológicos y antropológicos, con los
estudios científicos sobre las culturas selk’nam, yagan, haus que Gusinde estimaba que era necesario poblar las colecciones
y kawesqar, “agregando conocimientos fundamentales del de los museos nacionales.
americanismo y de las culturas más antiguas de la raza humana”, Otro punto importante a considerar por el sacerdote,
según palabras de Aureliano Oyarzún (Feliú Cruz, 1970). En fue el de rescatar las distintas lenguas de los fueguinos, sin
el transcurso de estas travesías, solía desembarcar en Punta embargo, aunque no ahondó por su propia cuenta en tales
Arenas, para luego dirigirse a sectores cercanos, arribando en su estudios, respaldó el trabajo del misionero anglicano Thomas
primer viaje a la Isla Dawson. Otros de los lugares explorados Bridges, en la elaboración de su diccionario del idioma yagán
fueron: la Isla Grande de Tierra del Fuego, el Archipiélago de titulado: “Yamana-English Dictionary”3.
Cabo de Hornos, Ushuaia e Isla Navarino, lugares en donde Tanto Uhle como Oyarzún y Gusinde conformaron
pudo acercarse a los pueblos fueguinos y recopilar objetos un círculo científico en torno a la investigación arqueológica,
para el Museo. Tal como lo expresa Gusinde en el informe antropológica y etnográfica de los primeros habitantes y se
entregado al director del MEA, en que describe su primera ubican como referentes del tercer periodo (1911 a 1940) de
expedición a aquellos territorios (Gusinde, 1922), a través de su la antropología en Chile denominado “Rescatismo”4, el que
acercamiento a estos pueblos, pudo detectar los defectos en los surgió en torno a la Sociedad Chilena de Historia y Geografía,
métodos anteriormente empleados por los exploradores, como y congregó a un prestigioso grupo de científicos con un afán
el misionero Thomas Bridges o el naturalista Charles Darwin, en exclusivamente filantrópico (Bengoa, 2014). En este tercer
sus estudios etnográficos, los que, además de ser muy disímiles periodo se aspiraba a elaborar descripciones objetivas más que
entre sí, habían dado lugar a opiniones erróneas e infundadas teorías interpretativas, por lo que consideraban fundamental
sobre las culturas estudiadas, relacionadas, por ejemplo, con el trabajo de campo y las salidas a terreno donde muchas
la presencia de antropofagia y la carencia de espiritualidad, veces solo contaban con un guía para recorrer e investigar los
mantenidas hasta aquella época por los especialistas. yacimientos (Orellana, 1979).
Pudo además, llevar a cabo mediciones antropológicas,
consideradas indispensables en aquellos años, para realizar
estudios comparativos de los distintos grupos humanos,
ejecutadas a través de instrumentos de precisión que
determinaban las medidas óseas, el color del cutis, del iris y
la forma y color del pelo (Gusinde, 1922). Además de lo
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Gusinde y la aplicación del Darwin5 sobre los fueguinos, a los que adjudicaba adjetivos
Método Histórico-Cultural peyorativos, muy por lejos de la realidad y cargados de una
injusticia que tanto Oyarzún como Gusinde buscaron erradicar
del diccionario etnológico, destacando que eran un pueblo que
A inicios del siglo XX, la teoría evolucionista -que explicaba las enseñaban una vida noble a los civilizados (Oyarzún, 1935).
etapas de desarrollo cultural de los distintos grupos humanos,
afirmó que “la cultura tendía a desarrollarse en todas partes de la
misma manera” (White, 1961)- congregó a múltiples opositores, Su vida después de Chile
que con firmes argumentos invalidaron su veracidad científica.
Fue entonces cuando tomó relevancia el método Histórico- Después de catorce años al servicio del Museo como jefe
Cultural, el que consideraba que los “hechos etnológicos”, de sección, su salario fue suprimido por el Ministerio de
es decir, los aspectos familiares, económicos y religiosos, se Instrucción Pública en el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo,
pueden entremezclar, mostrándose de forma no secuencial y argumentando una reducción de gastos en el presupuesto de
tomando en cuenta la originalidad de cada agrupación cultural la nación (Vásquez, Mora, Fernández, 2019). Esto lo obligó a
(Imbelloni, 1931). La aplicación de este método permitió tomar rumbo hacia nuevas exploraciones a Nuevo México y
captar las influencias y contactos de los pueblos originarios que Arizona, destinado por el Instituto Anthropos de San Gabriel
habitaron el territorio chileno con otros pueblos, más allá de entre 1928 y 1929 (Feliú Cruz, 1970).
las fronteras. Su pasión por la antropología lo llevó hasta sus últimos
Gusinde describió este método como el único adecuado años a continuar con el estudio de grupos originarios en el
al objeto material y formal de la investigación etnológica. Estaba mundo. El Museo Histórico Nacional, actualmente conserva
consciente que aún no era aceptado a cabalidad en los círculos nueve cartas y una tarjeta postal de Martin Gusinde, enviadas a
científicos, pero ya estaba siendo perfeccionado por los grandes Chile a su ex alumno del Liceo Alemán y amigo cercano, Ramón
centros de investigación etnológica adaptándolo al estudio de Eyzaguirre -dueño de la Casa de remates Ramón Eyzaguirre- a
los pueblos (Gusinde, 1922). quien conoció en Zapallar y con quien mantuvo una estrecha
Fue desde la creación del MEA en 1912 que se daría relación hasta su muerte (Marín, 2018). Las epístolas fueron
proyección al método Histórico-Cultural, haciendo del museo el donadas al Museo por Domingo Eyzaguirre Quesney, hijo de
centro de investigaciones de sus grandes exponentes en Chile: Ramón Eyzaguirre, y describen sus inagotables viajes por el
Max Uhle, Aureliano Oyarzún y Martin Gusinde. Con sus mundo, a una avanzada edad y donde se define a sí mismo,
investigaciones refutaron tajantemente los dichos de Charles con ironía, como un “vagabundo primitivo”. En estas cartas
7
relata su asistencia a congresos como el de Antropólogos
en París en 1960; Congreso de Antropología de América en
1964 en España; también aborda sobre las clases de etnología
de Sudamérica que dictó en Nagoya, Japón; y sus estudios de
pueblos originarios en el sur de India. Resulta un hallazgo
leer en su carta del 5 de noviembre de 1960, cómo en plena
Segunda Guerra Mundial, los quince mil ejemplares de su libro
Urmenschen im Feuerland fueron destruidos tras los bombardeos
que abatieron la imprenta en Viena, en 1945 y de las que solo
logró rescatar previamente quince ejemplares, algunos de los
que enviaría a Chile posteriormente, llegando uno de ellos a
formar parte de la colección bibliográfica Aureliano Oyarzún,
de la Biblioteca del Museo Histórico Nacional.
En el relato de una de sus cartas también agradeció el
artículo escrito por Guillermo Feliú Cruz dedicado a su perso-
na, titulado El padre Martín Gusinde y su labor Científica en Chile,
en la que, en un ejercicio de valoración y reivindicación de su
figura, Feliú Cruz destaca con ahínco el aporte trascendental
que Gusinde realizó al Museo de Etnología y Antropología y al
estudio de los habitantes más australes del país, a quienes se re-
firió con un respeto propio de un gran amante de la humanidad.
Su deceso ocurrió en octubre de 1969 en la casa de
Die Feuerland Indianer (1931-1939). Obra monumental de
los misioneros de su congregación en la ciudad de San Gabriel,
Martin Gusinde donde plasma sus estudios en Tierra del Fuego.
pero su gran legado documental fue puesto a disposición por
Nota manuscrita el mismo Gusinde -años antes de su muerte- al Anthropos
“¡Que se guarde esta obra de tres volúmenes junto con la Institute6, en Alemania, donde participó desde finales de
colección de los objetos etnológicos recogidos por mí en la los años 20 como investigador, reseñador, autor, entre otros
Tierra del Fuego! Martin Gusinde” (Palma, 2019).
Sin desmedro del aporte efectuado por todos los
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científicos que realizaron su labor a instancias del MEA, estas de ellos para elaborar el diccionario. La Biblioteca del Museo Histórico
líneas buscan destacar a este sacerdote “verbista” quien, en Nacional cuenta con un ejemplar de esta obra.
su afán misionero, se aventuró a los confines del continente a 4
Los rescatistas buscaban “rescatar los fragmentos de las culturas des-
recopilar con esmero y deferencia, los testimonios de sublimes tinadas a desaparecer” (Bengoa, 2014, p.17), labor en la que los misio-
culturas en pro de la misión científica del Museo de Etnología neros religiosos jugaron un papel fundamental.
y Antropología. 5
A fines de 1832 Charles Darwin llegó a Tierra del Fuego en com-
pañía de Robert Fitz-Roy -quien iba al mando del bergantín Beagle-
Alejandra Morgado H. plasmando sus observaciones sobre esta expedición en el libro “Viaje
Carolina Suaznábar B. de un naturalista alrededor del mundo” publicado en 1839 y donde
Darwin expone su visión acerca de los pueblos fueguinos.
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Editorial creada a comienzos del siglo XX por el también sacerdote
alemán del Verbo Divino, Wilhelm Schmidt, la que posteriormente se
convirtió en el Instituto Anthropos dedicado a la investigación cien-
Referencias tífica a cargo de académicos y misioneros de la congregación. (Palma,
2019: 40)
1
Feliú Cruz, G. (1970). Martín Gusinde: La bibliografía de la Isla de
Pascua y de la antropología chilena. Santiago: [s.n.], 1970. p. 6
2
El Museo de Etnología y Antropología surgió desde la sección de Bibliografía
prehistoria del Museo Histórico Nacional y para su organización, fue
contratado por el gobierno de Chile en 1911 el arqueólogo alemán Bengoa, J. (2014). La trayectoria de la antropología en Chile. Revista
Max Uhle. Su fundación fue decretada en mayo de 1912 para lo que se Antropologías del Sur, Academia de Humanismo Cristiano. Volumen (1) 15-
dispuso un cargo de director y otro de ayudante, que se adjudicaron 42 file:///C:/Users/Biblioteca%20MHN/Downloads/Dialnet-La-
Uhle y Gusinde, respectivamente (Gusinde, 1916:32). Su apertura al TrayectoriaDeLaAntropologiaEnChile-6756980.pdf
público ocurrió en 1916 y su cierre definitivo en 1929, producto de una Bengoa, J. (2018). La trayectoria de la antropología en Chile. Antropo-
reducción de gastos por mandato gubernamental (Mora, 2014:518). logías Del Sur, 1(1), 15-42. https://doi.org/10.25074/rantros.v1i1.769
3
En la edición póstuma, en 1933, Gusinde contribuyó, a pesar de ha- Gusinde, M. (1917). Prólogo: El Museo de Etnología y Antropología
ber tenido algunas discrepancias con respecto al trabajo del autor, una de Chile. Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología, 1, p. 1-18.
de ellas fue la de haber considerado que el pueblo Yagán poseía al me- Gusinde, M. (1922). Expedición a Tierra del Fuego: informe del jefe
nos cuatro dialectos, de los cuales Bridges habría considerado sólo uno de sección. Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología, 2, p. 9-43.
9
Gusinde, M. (1922). Expedición a Tierra del Fuego: informe del jefe Feliú Cruz, G. (1970). Martín Gusinde: la bibliografía de la Isla de Pascua y
de sección. Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología, 2, p. 417- de la antropología chilena.
436. Imbelloni, J. (1931). Introducción al estudio de las civilizaciones según
Gusinde, M. (1922). Métodos de investigación antropológica adopta- el método histórico-cultural. En F. F. Outes (Ed.), Solar 1931: órgano de
dos por el museo de etnología y antropología de Santiago de Chile. divulgación del Museo Antropológico y Etnográfico de la Facultad de Filosofía y
Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología. 2, p. 405-411. Letras (pp. 123-152). Impr. de la Universidad.
Gusinde, M. (1924). Catálogo de los objetos de la Isla de Pascua con- Marín, C. (2019). Huesos sin descanso. Fueguinos en Londres. Editorial
servados en el museo. Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología, Penguin Random House.
3, p. 200-244. Orellana, M. (1979). Estudios antropológicos y arqueológicos. Editorial
Gusinde, M. (17 de diciembre de 1954). [Carta a Ramón Eyzaguirre]. Universitaria.
Documentos históricos (Reg. C58-P2-1), Museo Histórico Nacional. Oyarzún, A. (1935). El Método Cultural Histórico. Imp. Universitaria.
Gusinde, M. (15 de noviembre de 1955). [Carta a Ramón Eyzaguirre]. Oyarzún A. (1917). Crónica. Publicaciones del Museo de Etnología y
Documentos históricos (Reg. C58-P2-2), Museo Histórico Nacional. Antropología, 1, p. 147-149.
Gusinde, M. (12 de diciembre de 1957). [Postal a Ramón Eyzaguirre] Palma Behnke, M. (2013). Fotografías de Martín Gusinde en Tierra del Fuego
Documentos históricos (Reg. C58-P2-3), Museo Histórico Nacional. (1919-1924): la imagen material y receptiva. Ediciones Universidad Alberto
Gusinde, M. (05 de julio de 1959) [Carta a Ramón Eyzaguirre]. Docu- Hurtado.
mentos históricos (Reg. C58-P2-4), Museo Histórico Nacional. Vásquez, R., Mora, H. y Fernández, M. (2019). Perspectiva
Gusinde, M. (17 de agosto de 1960). [Carta a Ramón Eyzaguirre]. histórico-cultural e investigación antropológica en Chile: una
Documentos históricos (Reg. C58-P2-5), Museo Histórico Nacional. aproximación a los aportes de Max Uhle, Martin Gusinde y
Gusinde, M. (05 de noviembre de 1960). [Carta a Ramón Eyzaguirre]. Aureliano Oyarzún (1910-1947). Boletim do Museu Paraense Emílio
Documentos históricos (Reg. C58-P2-6), Museo Histórico Nacional. Goeldi. Ciencias Humanas, 14, 513-530. https://www.redalyc.org/
Gusinde, M. (02 de mayo de 1961). [Carta a Ramón Eyzaguirre]. jatsRepo/3940/394065201013/394065201013.pdf
Documentos históricos (Reg. C58-P2-7), Museo Histórico Nacional. White, L. A. (1961). El concepto de la evolución en la antropología
Gusinde, M. (24 de agosto de 1964). [Carta a Ramón Eyzaguirre]. cultural. Revista De Ciencias Sociales, 1, 61-83. https://revistas.upr.edu/
Documentos históricos (Reg. C58-P2-8), Museo Histórico Nacional. index.php/rcs/article/view/9566.
Gusinde, M. (16 de septiembre de 1966). [Carta a Ramón Eyzaguirre].
Documentos históricos (Reg. C58-P2-9), Museo Histórico Nacional.
Gusinde, M. (13 de abril de 1969). [Carta a Ramón Eyzaguirre].
Documentos históricos (Reg. C58-P2-10), Museo Histórico Nacional.
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Martín Gusinde, fotógrafo
Pero esta obra de desolación no la consumó ni la peste ni la guerra, por el naturalista Charles Darwin quien hizo una caricatura de
sino el roce con los blancos y la codicia de los civilizados. ellos e, incluso, los describió como antropófagos (Gusinde,
Martin Gusinde 1951).
Los estudios realizados por Gusinde estaban
E
sustentados en una gran variedad de métodos como mediciones
n el año 1919 el presidente Juan Luis Sanfuentes anatómicas, recolección de objetos cotidianos y ceremoniales,
encomendó a Martín Gusinde para realizar una grabaciones de cantos y otros. “Me fui provisto de los
expedición a Tierra del Fuego con la finalidad de instrumentos antropológicos más modernos, y de una buena
conocer más sobre los pueblos originarios asentados máquina fotográfica” (Gusinde, 1924, p. 21).
en la Patagonia. En total fueron cuatro los viajes realizados Vale destacar especialmente el rol de la fotografía, ya
entre 1919 y 1924, que gracias al financiamiento y apoyo del que la técnica permitió de una forma relativamente sencilla,
Ministerio de Instrucción Pública, el Museo de Etnología y económica y veraz realizar registros a grupos humanos
Antropología (MEA) y otros colaboradores ocasionales como originarios, para poder determinar a través de su comparación
el arzobispo de Santiago, Monseñor Crescente Errázuriz, la gran variedad de razas que se encontraban en distintos lugares
permitieron conocer ceremonias y costumbres de los pueblos del mundo que estaban siendo conquistados con la intención
Yagán, Kawésqar y Selk´nam. de “civilizarlos”.
La contribución de Gusinde tiene un enorme valor, Aunque no tenemos antecedentes del equipo
pues desmitificó las percepciones que existían sobre los pueblos fotográfico que utilizaba, sabemos que tomó alrededor de
fueguinos, que eran vistos como “bárbaros” y “salvajes” novecientas placas de vidrio de formato 9 x 12 cm, durante las
entre la población “civilizada” debido a un desconocimiento cuatro expediciones a Tierra del Fuego, y que actualmente se
generalizado de sus costumbres. El origen de estas visiones encuentran custodiadas en el Anthropos Institute en Alemania,
habría nacido por apreciaciones hechas durante el siglo XIX donadas por él algunos años antes de su muerte (Palma, 2019).
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La colección de fotografía del Museo Histórico las imágenes se habían simplificado y sus costos, disminuido
Nacional (MHN) conserva fotografías originales de Martín considerablemente. Las placas y papeles fotográficos eran
Gusinde, algunas contenidas en el álbum del Museo de Etnología industriales, ya no se necesitaba ser fotógrafo profesional para
y Antropología (MEA), traspasado a su cierre al MHN en 1929; procesar las imágenes. Así, la técnica permitió de una forma
el álbum Fueguinos 121, presentado en esta publicación y un simple y asequible realizar registros a grupos humanos para
pequeño grupo de fotografías de gran formato montadas en poder determinar a través de su comparación, la gran variedad
soportes secundarios. de razas y caracteres humanos que se encontraban en distintos
lugares del globo. Como menciona el historiador Juan Naranjo:
“Esta nueva generación de antropólogos adoptó modernas
La fotografía antropológica tecnologías de la época, como la fotografía, el gramófono y el
cine, como sus principales herramientas de trabajo, pues estos
Las fotografías, los testimonios y los estudios de quienes dispositivos, al registrar de forma aparentemente automática la
estuvieron en contacto con pueblos que sufrieron profundos realidad, conferían un tono neutral y objetivo a la información“
procesos de asimilación son un material de incalculable valor (Naranjo, 2006, p. 18).
que además de enseñarnos sobre ellos y sus costumbres, son Si bien es cierto que muchas de las fotografías realizadas
testimonio de su existencia. por científicos no destacan respecto a su calidad técnica o
Desde sus inicios, a mediados del siglo XIX, la estética, hoy en día nos parecen valiosas por su condición
fotografía tuvo un gran impacto en la sociedad mundial debido de huella lumínica de un momento efímero, congelado en el
a su capacidad mimética para reproducir la realidad. Se la tiempo. Las fotografías de grupos extintos, o en vías de ello,
consideró una prueba veraz para suministrar evidencia debido tienen una doble ausencia en virtud de lo cual el momento de
a su condición de huella, vestigio o indicio de un momento tiempo plasmado en la imagen se suma a la ausencia total y
(Dubois, 1994; Sontag, 1980; Barthes, 1997) razón por la cual definitiva de una especie humana desaparecida, en el cual la
fue adoptada por distintas disciplinas científicas y sociales. fotografía es un vestigio más que da cuenta de su existencia.
La antropología veía con curiosidad a los pueblos de La filósofa y escritora Susan Sontag se refiere a este
indígenas, por lo que ante su eventual desaparición, documentar punto al señalar la forma en que la fotografía permitió registrar
y estudiar a estos grupos humanos fue una prioridad (Naranjo; la realidad: “Las cámaras se lanzaron a duplicar el mundo en
2006). momentos en que el paisaje humano empezaba a sufrir cambios
Durante las últimas décadas del siglo XIX la fotografía vertiginosos: mientras se destruye un número indecible de
tuvo un gran auge debido a que las condiciones para procesar formas de vida biológica y social, se obtiene un medio para
12
registrar lo que está desapareciendo” (Sontag, 1980, p. 26). Éstos que quedan hoy día y presenciaron la desaparición y el
Durante el siglo XIX se desarrolló un gran proceso de exterminio de la numerosa población que constituían los suyos,
colonización en distintos lugares del globo donde aún existían y que todavía parecen llevar reflejada en sus ojos próximos al
tribus indígenas. Esta “invasión” modificó su comportamiento llanto la inmensa amargura de su destino fatal, como única
y costumbres al incorporar estándares de conducta occidental respuesta me señalaron el cementerio que guardaba aquellos
como el vestuario, la alimentación, la religión, entre otros despojos”1 (Gusinde, 1920, p. 18 y 19).
factores. Esta intromisión cultural también afectó la salud de
estos pueblos quienes inevitablemente contrajeron epidemias
como la viruela, el sarampión y la gripe, contribuyendo a Mankasen
mermar la población. Los pueblos de Tierra del Fuego no
fueron la excepción de esta intervención cultural. Además de la El pueblo Selk’nam llamó mankasen a Gusinde (man:
colonización en Tierra del Fuego se sumó el terrible genocidio sombra / figura, kasen: cazador)2 debido a las fotografías que
ejercido por parte de los ganaderos magallánicos quienes fijaron les tomó y que, según menciona en sus diarios, circularon entre
recompensas por cada indígena muerto. También los cráneos los habitantes de Tierra del Fuego y le sirvieron para socializar
fueron vendidos al Museo de Londres (Gusinde, 1920). con ellos a través de un juego de reconocimiento de sí mismos
Como relata Martín Gusinde, a continuación: “Junto y de sus pares. Gusinde hizo anotaciones en algunas fotografías,
con la vida sedentaria adoptaron también los vestidos europeos, lo que ha ayudado a identificar a las personas retratadas.
armas de fuego, cuchillos y herramientas de fierro, hasta la La potencia de las imágenes y su relación con la
afición al juego y al alcohol; en el almacén de la estancia se les magia fue una constante entre los indígenas, como también
expende carne de cordero, conservas y condimentos, géneros pudo haberlo sido durante los primeros años de la técnica,
y trajes hechos, artículos de lujo y aguas de olor: factores pues verse a sí mismo o al otro, como objeto inanimado,
todos que arruinan y destruyen la ingenuidad de una raza y su como una sombra o un doble replicando la realidad es a
idiosincrasia” (Gusinde, 1920, p. 21). lo menos inquietante. Como señala Sontag, a propósito de
En sus escritos Gusinde da cuenta de la tristeza de la fuerza que poseen las fotografías en cuanto a la realidad
los nativos por la merma de su población y su inminente material, pues la impactan para transformarla en una sombra
desaparición: “Solo cinco mujeres y un matrimonio sin hijos, de ella (Sontag, 1980, p. 189).
todos de edad ya avanzada, son los únicos sobrevivientes La actividad fotográfica del antropólogo marcó
que me han relatado el movimiento de la vida que hubo aquí su contacto con los nativos porque las copias les fueron
en épocas pasadas. ¿Y dónde están los muchos otros? ¡Ah! obsequiadas (al igual que regalos y medicamentos) con la
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intención de ganar su confianza y permitirles compartir su Álbum Fueguinos
intimidad para poder llevar a cabo su estudio. Nadie antes había
logrado esta cercanía y la profunda comprensión de su mundo En el mes de diciembre de 1987 el álbum aquí presentado fue
espiritual. (Gusinde, 1920) (Palma, 2019). donado al MHN por el señor Enrique Amadori Muñoz. Según
En cada expedición y mientras hacía sus lo consignado por Hernán Rodriguez, director del MHN en
investigaciones, Gusinde vivió y compartió todo con los la época, en la nota de donación este habría sido regalado por
fueguinos, comió lo que comían, supo de sus alegrías, se sentó el mismo Martín Gusinde al entonces Arzobispo de Santiago,
junto a ellos alrededor del fuego y, según sus propias palabras, Crescente Errázuriz en el año 1922, quien lo guardó hasta su
“sin la superioridad del civilizado”. Agrega además “…me he muerte3. En la misma nota se indica que Monseñor Errazuriz
amoldado a su ser tan íntimamente que he sentido con ellos y lo dejó a Ana Luisa Sazo, encargada de la casa donde él vivió,
como ellos” (Gusinde, 1920, p. 148). quien lo habría regalado al donante.
Aunque se desconoce si Gusinde tuvo algún estudio Aunque no tenemos certeza, es probable que sean
en fotografía, es posible que fuera autodidacta (Palma, 2019). copias originales procesadas por el mismo Gusinde.
La calidad estética de las imágenes es indiscutible. Las tomas Es un álbum comercial de 16,5 x 22 cm con hojas
son asertivas y elocuentes, la composición equilibrada, y nos de cartón verde texturado, con ranuras para fijar las fotos sin
acercan a una cultura que junto con sus escritos permiten pegamento a modo de esquineros y encuadernado con lazo.
comprender la pérdida irreparable de sus vidas, que el Estado Contiene treinta y nueve copias fotográficas, en su mayoría
chileno no tuvo la voluntad de proteger. realizadas en papel postal, de los pueblos Yagán y Selk´nam
Las fotografías -transformadas en diapositivas- fueron tomadas durante sus expediciones a Tierra del Fuego4.
utilizadas por Gusinde para dar a conocer las costumbres La selección realizada por Gusinde comprende algunas
de los pueblos más australes del planeta en conferencias tomas de paisajes de la zona como ventisqueros, glaciares, lagos
especializadas que eran, muchas veces, publicitadas por la y cordillera; viviendas del pueblo Yagán, la propia vivienda que
prensa nacional. El estudio realizado a los fueguinos fue su ocupaba el religioso durante las expediciones realizadas por él
primer acercamiento a la técnica fotográfica, la que utilizaría para estudiarlos como grupo; algunos retratos grupales donde
durante toda su carrera y la que también legitimó su trabajo. aparece su entorno y en los que destacan representantes del
pueblo Selk´nam con ropajes originales. Por último un grupo
de retratos en los que aparece el rostro de personas del pueblo
Yagán con ropa occidental quienes, en su mayoría, miran a la
cámara. Estas imágenes impactan porque a pesar de no tener
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mayor expresión, la mirada de los retratados manifiesta una Durante su última expedición, en el invierno de
profunda tristeza. Fueron tomadas en el invierno de 1923 1923, cuando fue iniciado como Yagán su salud se deterioró
durante la ceremonia de Chiejaus, cuando Gusinde fue a tal extremo que temió por su vida y si bien en sus planes
iniciado como Yagán. estaba permanecer en la región hasta la primavera, tuvo que
A propósito, Gusinde señala que: … “los ancianos, al adelantar su regreso pese a lo recomendado por importantes
arrastrar su penosa existencia, sin derramar una lágrima, dejan representantes de la comunidad. En el capítulo XV de
escapar de sus labios cansados de inútil suplicar, un sordo y Hombres primitivos en la Tierra del Fuego, escrito cuando habían
doloroso gemido, porque en sus corazones pasa algo que no pasado casi treinta años de su partida, se refiere a las muchas
pueden expresar. En sus miradas hay algo que no es venganza veces que volvió a pensar en ellos además de relatar cómo dos
ni sumisión, sino más bien la queja amarga y contenida ante hombres del pueblo Yagán lo acompañaron en su viaje, a uno
la cruel necesidad de ocultar ambas cosas a la vez. Es el valor de ellos Tóin, lo declara como su “salvador”.
trocado en desesperación por la certidumbre de que aquel El texto culmina con la nostálgica cita de Gusinde:
sitio es el designado a guardar sus despojos, como los últimos “Y cuando a mí, quizás como último fueguino me lleven a la
de una raza expoliada.” (Gusinde; 1920, p. 30). tumba, habré elevado con esta descripción un momento de
Cada una de las copias lleva consigo la marca del gratitud a mis hermanos de tribu, al poner de manifiesto que
tiempo y los deterioros propios de la técnica. Marcas, espejo son hombres perfectos con capacidad de trabajo y carácter,
de plata, dobleces que si bien es cierto son daños, también con alma y corazón. El futuro ya no podrá olvidar a mis in-
nos hablan de la circulación y “uso” de objetos fotográficos dios.”
realizados hace casi un siglo protegidos por la encuadernación Al leer los textos de Martín Gusinde y ver las foto-
del álbum. Como afirma Sontag a propósito de la unicidad grafías podemos apreciar al hombre tras la imagen del sacer-
del objeto planteada por Walter Benjamin en 1936: “Dado dote/ antropólogo, un hombre que vio a los indígenas con cu-
el tiempo suficiente, muchas fotografías adquieren un aura” riosidad y respeto. Sus textos como sus fotografías nos llenan
(Sontag, 1980, p. 150). En contacto con varios sacerdotes de añoranza de un tiempo pasado, cuando estos pueblos ori-
y pastores de distintas creencias, encargados de misiones ginarios fueron libres y pudieron disfrutar de una vida sin la
religiosas y defensores de las minorías étnicas de Tierra del dominación del “civilizado” que impuso sus costumbres por
Fuego, Gusinde pudo hacer un catastro de los sobrevivientes medio de acciones injustas debido a su ignorancia y ambición.
luego de la llegada de las distintas expediciones y misiones
durante el siglo XIX, que desde 1850 intentaron civilizarlos, Carla Franceschini F.
mediante la religión.
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Referencias Dubois, P. (1983). El Acto Fotográfico., Paidós Comunicación: Barcelona.
Gusinde, M. (1982). Los indios de Tierra del Fuego. Los Selk´nam. Tomo
I, 2. Centro Argentino de Etnología Americana. Consejo Nacional de
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Esta visión tan difinitiva de Martin Gusinde es una apreciación subje- Investigaciones Científicas y Técnicas.
tiva ya que actualmente existen descendientes de estos pueblos. Gusinde, M. (1919). Expedición a la Tierra del Fuego en Publicaciones
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Gusinde se decía llamar por los indígenas como “El hombre captador del Museo de Etnología y Antropología de Chile. Tomo II, 1. Imprenta
de imágenes”, en Hombres primitivos en la Tierra del Fuego de 1951, Cervantes, Santiago de Chile.
p. 392 Gusinde, M. (1920). Expedición a la Tierra del Fuego en Publicaciones
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Esta fecha es errónea ya que una de las dos fotografías que están del Museo de Etnología y Antropología de Chile. Tomo II, 2. Imprenta
procesadas con papel fotográfico (no postal) tiene una inscripción al Cervantes, Santiago de Chile.
dorso, del propio Gusinde, que señala “Invierno 1923”, por lo que es Gusinde, M. (1922). Expedición a la Tierra del Fuego en Publicaciones
posible deducir que fue regalado ese mismo año o posiblemente el año del Museo de Etnología y Antropología de Chile. Tomo II, 3. Imprenta
siguiente cuando el sacerdote abandonó Chile. Cervantes, Santiago de Chile.
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Aunque en la descripción del álbum al ser ingresado a la colección Gusinde, M. (1924). Expedición a la Tierra del Fuego en Publicaciones del
del MHN se señala que las imágenes corresponden al pueblo Yagán, Museo de Etnología y Antropología de Chile. Tomo IV, 1 y 2. Imprenta
dos son copias en papel fotográfico corriente, una de las cuales tiene Cervantes, Santiago de Chile.
una inscripción en el dorso y dice “Mi “Hotel” en el campamento de Gusinde, M. (1951). Hombres primitivos en la Tierra del Fuego: (de investigador
los Onas”, por lo que las fotografías corresponden a ambos pueblos. a compañero de tribu). Escuela de Estudios Hispano-Americanos de
Sevilla
Naranjo, J. (2006). Fotografía, antropología y colonialismo (1845- 2006).
Editorial Gustavo Gili, Barcelona.
Bibliografía Palma, M. (2019). Fotografías de Martín Gusinde en Tierra del Fuego (1919-
1924). Imagen, materialidad, recepción. Cuarta edición. Ediciones
Báez, C (2020). Cautivos y patagones en zoológicos humanos. Segunda Universidad Alberto Hurtado.
edición. Pehuén Editores S.A. Santiago, Chile. Sontag, S. (1980). Sobre la fotografía. Cuarta edición. Editorial
Barthes, R. (1997). La Cámara Lúcida. Paidós Comunicación, Barcelona. Sudamericana, Buenos Aires.
Benjamin, W. (1973) La Obra de Arte en la Época de su Reproductibilidad
Técnica. Discursos Interrumpidos. Taurus Ediciones: Madrid.
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Cédulas de Álbum Fueguinos vestido con pieles a la usanza tradicional. Del pueblo Selk´nam.
Campamento Río del Fuego, Tierra del Fuego (no postal).
Pag 19: AF-121-1. Grupo de mujeres y niñas del pueblo Pag 30: AF-121-12. Vista del Glaciar San Rafael.
Yagán. En la pesca las mujeres eran las remponsables de la Pag 31: AF-121-13. Retrato de jóven del pueblo Yagán con
canoa, remaban y sabían nadar. Es posible que tengan los remos pinturas de duelo o linaje. Punta Remolino, costa norte del Canal
como símbolo de duelo al igual que las pinturas de la cara. Punta Beagle. Tierra del Fuego.
Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego. Pag 32: AF-121-14. Paisaje con Glaciar en Ventisquero San
Pag 20: AF-121-2. Paisaje en Ventisquero San Rafael. Rafael.
Pag 21: AF-121-3. Cabaña construida por Martín Gusinde Pag 33: AF-121-15. Retrato de William Halupens con ropa
en febrero de 1920 en el lago Fagnaro la que fue utilizada en sus occidental. Del pueblo Yagán. Punta Remolino, costa norte del
expediciones para el estudio sobre las comunidades fueguinas. Canal Beagle. Tierra del Fuego.
Pag 22: AF-121-4. Paisaje en Ventisquero San Rafael. Pag 34: AF-121-16. Paisaje de la Patagonia.
Pag 23: AF-121-5. Mujer y niña del pueblo Selk´nam con sus Pag 35: AF-121-17. Retrato de mujer del pueblo Yagán con
atuendos autóctonos de piel de guanaco. 1920, Isla Grande, Tierra ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del Canal Beagle.
del Fuego. Tierra del Fuego.
Pag 24: AF-121-6. Paisaje en Ventisquero San Rafael. Pag 36: AF-121-18. Retrato de mujer del pueblo Yagán con
Pag 25: AF-121-7. Retrato de cuerpo entero de un cazador ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del Canal Beagle.
del pueblo Selk´nam con vestimenta autóctona de piel de Tierra del Fuego.
guanaco, armado con arco y flecha. 1920, Campamento Río del Pag 37: AF-121-19. Retrato de hombre del pueblo Yagán
Fuego, Tierra del Fuego. con ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del Canal
Pag 26: AF-121-8. Paisaje con glaciar en Ventisquero San Beagle. Tierra del Fuego.
Rafael. Pag 38: AF-121-20. Paisaje del Ventisquero San Rafael
Pag 27: AF-121-9. Retrato de cuerpo entero de un cazador visto desde la boca del Canal Témpanos.
del pueblo Selk´nam vestido de forma autóctona, cubierto Pag 39: AF-121-21. Retrato de anciano del pueblo Yagán
con pieles de guanaco y armado con arco y flecha. 1920, vestido con ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del
Campamento Río del Fuego, Tierra del Fuego. Canal Beagle. Tierra del Fuego.
Pag 28: AF-121-10. Paisaje con cerros nevados y canal Pag 40: AF-121-22. Retrato grupal del pueblo Yagán junto
Patagónico. a Gusinde y Koppers en la ceremonia de iniciación Chiejaus.
Pag 29: AF-121-11. Retrato de Halemink con arco y De izquierda a derecha: parados: Martín Gusinde, Masemikens,
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Santiago y Wilhelm Koppers. Sentados: Kinas, Elise, Julia, hijo de Pag 49: AF-121-31. Retrato grupal de una de las últimas
Walter. Punta Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del generaciones del pueblo Yagán durante la ceremonia de
Fuego. 1922. iniciación vestidos con ropa occidental. Punta Remolino, costa
Pag 41: AF-121-23. Dos hombres del pueblo Yagán en la norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego. 1922.
preparación para la ceremonia de iniciación Chiejaus. Punta Pag 50: AF-121-32 Retrato grupal de mujer con niñas
Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego. 1922. perteneciente al pueblo Selk´namcon vestimenta autóctona de
Pag 42: AF-121-24. Retrato de hombre del pueblo Yagán piel de guanaco. Campamento Río del Fuego, Tierra del Fuego.
vestido con ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del Pag 51: AF-121-33. Retrato grupal de niños del pueblo Yagán
Canal Beagle. Tierra del Fuego. con ropa occidental y el rostro pintado. Punta Remolino, costa
Pag 43: AF-121-25. Grupo de niños del pueblo Yagán norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
vestidos con ropa occidental. Punta Remolino, costa norte del Pag 52: AF-121-34. Retrato de Mary O yayohs del pueblo
Canal Beagle. Tierra del Fuego. Yagán con pintura de duelo vestida con ropa occidental. Punta
Pag 44: AF-121-26. Vista de glaciar en el Ventisquero San Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
Rafael. Pag 53: AF-121-35. Retrato de representante del pueblo
Pag 45: AF-121-27. Vista de una choza utilizada por el Yagán con pintura de duelo y vestida con ropa occidental. Punta
pueblo Yámana para ceremonia de iniciación. La choza con forma Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
de cúpula era hecha con varas y cubierta con pasto, ramas y hojas. Pag 54: AF-121-36. Retrato de mujer del pueblo Yagán
Pag 46: AF-121-28. Vista del Glaciar San Rafael. con pintura de duelo y vestida con ropa occidental. Punta
Pag 47: AF-121-29. Retrato grupal del del pueblo Yagán Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
junto a Martín Gusinde (parado a la derecha) y Wilhem Koppers Pag 55: AF-121-37. Retrato de mujer del pueblo Yagán con
(sacerdote y antropólogo amigo de Gusinde parado a la izquierda) pintura de duelo, vestida con ropa occidental y tocado de piel.
en la ceremonia de iniciación Chiejaus. Punta Remolino, costa norte Punta Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
del Canal Beagle. Tierra del Fuego. 1922. (fotografía repetida). Pag 56: AF-121-38. Retrato de representante del pueblo Yagán
Pag 48: AF-121-30. Vista de la última choza del pueblo con pintura de duelo, vestida con ropa occidental y tocado de piel.
Selk´nam utilizada por Gusinde antes de su partida al finalizar Punta Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
la cuarta expedición a Tierra del Fuego. Él junto a la choza. Pag 57: AF-121-39. Retrato de joven yámana con pintura
Lago Fagnaro, Tierra del Fuego. Junio 1923. Al dorso en letra de duelo, vestido con ropa occidental y tocado de piel. Punta
manuscrita por el antropólogo: “Mi “hotel” en el campamento Remolino, costa norte del Canal Beagle. Tierra del Fuego.
de los Onas. Invierno 1923”. (no postal). Todas las fotografías fueron tomadas entre 1919 y 1923.
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