Cómo enfrentarte al cáncer te sugiere diversas formas
de reaccionar ante tu enfermedad y de actuar para
sentirte mejor. También te mostrará que tener cáncer, a
pesar de las limitaciones y los miedos que conlleva,
puede brindarte la oportunidad de acercarte más a todos
los que te rodean y te hará valorar lo que realmente
importa.
Joel Schorn
Cómo enfrentarte al cáncer
Minilibros autoayuda - 56
ePub r1.2
Titivillus 15.06.16
Título original: Elf-help for coping with cancer
Joel Schorn, 2008
Traducción: María Jesús García González
Ilustraciones: R. W. Alley
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
Antes de empezar
Un diagnóstico de cáncer altera hasta la más mínima parte de
tu vida. Como una piedra arrojada a un pozo, el cáncer invade
tu vida y las vidas de quienes te rodean. Experimentas nuevos
miedos y nuevos sentimientos. Te enfrentas a un camino
incierto. Te preguntas qué te deparará la vida, qué tendrá Dios
preparado para ti. Durante tu tratamiento sentirás dolor y,
sobre todo, mucha ansiedad.
Cómo enfrentarte al cáncer te ofrece varias maneras de
afrontar los desafíos físicos y emocionales del cáncer. Al
ayudarte a enfrentarte positivamente a tus temores, a tus
sentimientos y a tus dudas, te sugiere formas de reaccionar
ante tu enfermedad y trata de servirte de ayuda para curarte.
También te enseñará que tener cáncer, a pesar de las
limitaciones y los indudables miedos que puedas sufrir, puede
brindarte la oportunidad de acercarte más a Dios y a todos los
que te rodean y podrás centrarte en lo que realmente importa.
Que este librito te ayude a enfrentarte al cáncer con
aceptación, esperanza y amor.
1.
Enterarte de que tienes cáncer puede ser
devastador. Con el tiempo superarás el golpe y
podrás centrarte en recobrar tu salud y en vivir de
acuerdo a tu nueva situación.
2.
Sientes miedo por el futuro, por cómo te sentirás,
qué le pasará a tu familia. Es bueno que
identifiques y reconozcas tus miedos, e incluso
que hables de ellos. Expresarlos puede hacer que
parezcan menos terribles.
3.
Tienes una larga batalla por delante, pero, pase lo
que pase, ¡no te rindas! Dios camina contigo.
4.
El verdadero valor no consiste en no tener miedo.
Consiste en no permitir que tus miedos te superen.
Es bueno que tengas miedo al enfrentarte a esta
enfermedad. Así encontrarás el valor para hacer lo
que debes.
5.
Cuando tienes cáncer es normal que sientas
emociones «negativas»: miedo, dolor, y que estés
enfadado con la enfermedad, con los médicos, con
la vida e incluso con Dios. No reprimas esos
sentimientos «negativos», pero busca formas
«positivas» de expresarlos.
6.
Habrá momentos en que te dirás a ti mismo que
no te puede estar pasando eso, o que no es tan
malo como parecía. Igual que el miedo, el enfado
y la tristeza, querer que el cáncer desaparezca es
también algo bueno. Convierte ese deseo en
esperanza y fortaleza.
7.
El cáncer puede conducirte a la desesperación,
como si tu vida ya no tuviera ningún aliciente.
Pero tu vida aún es una vida plena. Tus seres
queridos, tu fe en Dios, e incluso tu lucha contra
la enfermedad te proporcionan muchas maneras
de encontrar significado a tu vida.
8.
El estrés y la ansiedad por tener cáncer pueden
hacer que te sientas deprimido. No es un error
reaccionar así. Si la depresión te abruma, pide
ayuda a un consejero y al equipo médico de tu
hospital.
9.
Sientas lo que sientas, no hay ninguna forma
«correcta» de reaccionar ante el cáncer. Todo el
mundo es diferente, y tu forma de afrontar la
enfermedad debe ser personal.
10.
Es completamente natural que te preguntes: «¿Por
qué me ha tenido que pasar esto a mí?». Pero el
cáncer le puede pasar a cualquiera. No es que «te
lo merecieras». Ha ocurrido, y lo mejor que
puedes hacer es concentrarte en ponerte bien.
11.
Tienes que estar preparado para dedicarte mucho
tiempo y tener paciencia. Dios y los demás
caminarán a tu lado.
12.
Un día te sentirás esperanzado y confiado y al
siguiente, triste o deprimido. Pasarás por muchos
altibajos. Pero todo eso forma parte de tu lucha
contra el cáncer.
13.
Enfrentarse al cáncer es muy duro. Pero también
tendrás momentos de alegría. Celebra todas tus
victorias: un control médico positivo, la
finalización de un tratamiento, o simplemente un
día en que te encuentres bien.
14.
El cáncer conlleva muchos cambios: no sólo en tu
salud sino también en tus sentimientos, en tu
aspecto, en tus expectativas, en tus relaciones. La
vida no será la misma. Pero los cambios te
permitirán madurar.
15.
Algunos de esos cambios pueden ser pérdidas (de
salud, de independencia, de estilo de vida…). Es
importante que expreses el dolor que suponen
esas pérdidas.
16.
No te sientes bien, no puedes moverte con la
facilidad con la que solías hacerlo, necesitas
ayuda. Parte de aceptar tu nueva vida como una
persona con cáncer consiste en reconocer tus
limitaciones como parte de lo que eres ahora.
17.
A veces las personas se sienten culpables o
avergonzadas por tener cáncer. Si te sientes así,
intenta perdonarte a ti mismo. Aceptarte como
eres es un primer paso hacia la aceptación de tu
enfermedad y el deseo de curarte.
18.
Aunque tu vida esté cambiando (en determinados
aspectos para siempre), trata de vivir con la mayor
normalidad posible. Eso ayuda. Mantén tus
rutinas siempre que puedas. Haz cosas con las que
siempre hayas disfrutado.
19.
Por extraño que pueda parecerte, la mayoría de las
personas con cáncer lo consideran un regalo. Da
gracias por lo que te enseña tu enfermedad y por
tu salud.
20.
El tratamiento del cáncer está ahora más avanzado
que nunca. Ten esperanzas, porque lo superarás y
tendrás una vida plena.
21.
Busca toda la información que puedas sobre el
cáncer concreto que sufres. Cuanto más sepas,
menos indefenso y asustado te sentirás. Y además
podrás tomar mejores decisiones.
22.
Colabora con los miembros del equipo médico de
tu hospital. La comunicación los ayudará a ellos
con tu tratamiento y a ti a la hora de enfrentarte a
la enfermedad.
23.
Las decisiones sobre tu cuidado son tuyas. Habla
con los médicos y con tu familia y luego toma las
decisiones que te hagan sentir bien mental y
emocionalmente.
24.
No estás solo. Hay mucha gente dispuesta a
ayudarte: médicos, enfermeros, amigos y
familiares, asistentes sanitarios, consejeros, tu
comunidad religiosa, y otras personas que
también tienen cáncer. Pide ayuda. Y recuerda
siempre que Dios está contigo.
25.
Estar enfermo también influye en los que te
rodean. Tus seres queridos temen por ti, pero
también quieren ayudarte. Ten paciencia con
ellos, pero agradece también su apoyo.
26.
No puedes evitar el dolor y las incomodidades.
Pero los médicos y enfermeros tratarán de paliar
tus dolores. Pídele a Dios que esté junto a ti en tu
dolor. Dios escucha las quejas de los que sufren.
27.
Quizá te preguntes: «¿Por qué Dios ha permitido
que ocurriera esto?». Dios no te está castigando.
Confía en que «todas las cosas tienen un buen
motivo» para los que han puesto su confianza en
Dios, incluso en medio de circunstancias difíciles
o dolorosas.
28.
También te preguntarás: «¿Dónde está Dios?».
Dios no te ha abandonado. Confía en que Dios
está contigo y te ayuda pase lo que pase.
29.
Pide a Dios que te cure en cuerpo y alma. Quizá
no te cures tal como deseas, pero tus oraciones te
proporcionarán aceptación y sosiego.
30.
Cuando te enfrentas a un cáncer o a cualquier otra
amenaza para tu salud y para tu vida, tus
prioridades cambian. Céntrate de nuevo en la
gente y en las cosas que realmente son
importantes para ti.
31.
Alguien dijo una vez que la actitud es algo muy
pequeño que marca una gran diferencia. Tener una
actitud positiva te ayudará a avanzar hacia tu
curación.
32.
¿Hay algo que siempre hayas querido hacer?
Emplea este tiempo para probar cosas nuevas.
Es muy difícil conocer el futuro, así que vive tu
vida con intensidad. ¡Aprovecha cada momento
del día!
33.
Asegúrate de cuidarte bien. Haz cosas saludables.
Relájate y reduce tu estrés. Conserva tu energía.
34.
En tu interior están ocurriendo muchas cosas.
Dedica algún tiempo a estar tranquilo, ocupándote
sólo de respirar y de disfrutar de la presencia
amorosa de Dios.
35.
Padecer una enfermedad grave te hace consciente
de otras personas que también sufren. Puede
convertirte en el mejor acompañante, en un buen
guía, en alguien que sabe escuchar. Muestra tu
compasión y tu preocupación por otros que están
enfermos o sufren necesidad.
36.
El cáncer no tiene nada de divertido, pero no
olvides reír de vez en cuando. La risa es una
buena medicina.
37.
Dios te ama a pesar de todo. Recibe el amor que
otros quieren ofrecerte. Da tu amor a todo el que
te encuentres. El amor te ayudará.