Rating   Cualidades clave
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                                                                                                                                        Amplio
                                                                                                                                        Visionario
                                                                                                                                        Elocuente
                                                                                       La era de la humanidad
                                                                                       Hacia la quinta revolución industrial
                                                                                             Marc Vidal | Deusto © 2019
                                           La quinta revolución industrial está a la vuelta de la esquina, y no todo se tratará de impresoras 3D
                                           y vehículos autónomos. Su empleo mismo podría desaparecer, como el de millones de personas
                                           más, si no cuenta con las habilidades requeridas para sobrevivir en un futuro inminente donde
                                           las máquinas harán el trabajo repetitivo. No obstante, el que una máquina realice un trabajo
                                           especializado y repetitivo de manera más eficiente que un humano no debería suponer un grito
                                           de alarma, sino una oportunidad. Frente a la automatización, la respuesta es volverse más
                                           humano que nunca.
                                           Ideas fundamentales
                                              • Las cuatro revoluciones industriales dieron forma al mundo de hoy.
                                              • La quinta revolución industrial será cognitiva, y está a la vuelta de la esquina.
                                              • Administrar el futuro requiere de la imaginación política y de un enfoque realista.
                                              • Hablar de crecimiento es cosa del pasado; el verbo del mañana es optimizar.
                                              • Incertidumbre, vitalidad, optimización y aprender a florecer en la inestabilidad son cuatro
                                                aspectos de la revolución que viene.
                                              • Los tres cambios inevitables en los paradigmas económicos actuales se manifestarán en
                                                términos del empleo, la repartición de la riqueza y el valor educativo.
                                              • Cómo educar humanos para un mundo dominado por las máquinas.
                                                                                                   www.getabstract.com
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                                           Resumen
                                           Las cuatro revoluciones industriales dieron forma al mundo de hoy.
                                           Imagine que usted es un obrero en una fábrica textil del sur de Inglaterra a finales del siglo
                                           XVIII. Después de su jornada habitual de 10 horas, su patrón le informa que usted y otros 400
                                           obreros serán despedidos, pues sus funciones ahora serán realizadas con mucha mayor eficiencia y
                                           precisión por una máquina de vapor. Desde el punto de vista del trabajador, se trata de una crisis;
                                           desde el punto de vista de la producción, se trata de una revolución. Este panorama en el que la
                                           tecnología y sus mejoras absorben los empleos manuales se ha repetido cíclicamente desde hace
                                           algunos siglos; y una nueva crisis o revolución (según desde donde se vea) está a la vuelta de la
                                           esquina. De hecho, algunos signos claros indican que esta revolución ya está aquí.
                                           Los expertos llaman “revolución industrial” a los momentos en que la tecnología da un salto
                                           exponencial tan grande que logra mejorar la eficiencia y la producción. La primera de estas
                                           revoluciones se dio a finales del siglo XVIII y principios del XIX, sobre todo en Europa, cuando
                                           la máquina de vapor cambió para siempre el funcionamiento de las fábricas. La segunda ocurrió
                                           a partir de 1860 y modificó la producción en masa con el empleo de energía eléctrica, nuevos
                                           combustibles y materias primas, además de los transportes a gran distancia, como el ferrocarril.
                                           La tercera fue llamada la “revolución científico-técnica”, entre 1965 y 1990, y está relacionada con
                                           la administración de grandes bancos de datos, la informática y el surgimiento de la red internet.
                                                       “No va a haber trabajo para todos, tengamos eso claro; ni aun adquiriendo nuevas
                                                       habilidades. La tecnología se va a encargar de ello (…)”
                                           Estas tres revoluciones industriales afectaron para siempre la manera en que durante miles de
                                           años se desarrollaron los procesos productivos, el diseño, la manufactura y la venta. La noción
                                           moderna de empleo se basa en la especialización para que los trabajadores cumplan con alguna
                                           de las funciones que estas revoluciones industriales hicieron posibles. La educación que se ha
                                           impartido hasta ahora en las escuelas y centros educativos también está en función de la demanda
                                           de trabajadores especializados.
                                           Pero a partir de la irrupción de internet y las tecnologías de la información, las coordenadas
                                           del mundo y el empleo cambiaron radicalmente. La cuarta revolución industrial, la que
                                           vivimos hoy día (y más o menos a partir de 2010), fue la revolución digital de los sistemas
                                           inteligentes y parcialmente autónomos. Esto ha supuesto grandes ventajas y retos. Hoy, se estima
                                           que 57 millones de trabajadores de Estados Unidos (un 36% de su fuerza laboral) está en la
                                           categoría freelance –es decir, trabajador independiente– a diferencia de cómo se empleaban en el
                                           siglo pasado. Sin importar dónde se ubique su empresa, si no está en internet y en redes sociales,
                                           su impacto será menor. El trabajo ya no funciona como antes, y probablemente nunca será igual.
                                                                                           www.getabstract.com
                                                                                                 2 de 7
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                                           La quinta revolución industrial será cognitiva, y está a la vuelta de la esquina.
                                           La siguiente revolución industrial de la humanidad, sin embargo, no solo tendrá que ver con
                                           avances tecnológicos. La forma en la que funcionan conceptos como el de empleo, la educación
                                           o la cooperación cambiarán para siempre. Según el prestigioso Instituto Tecnológico de
                                           Massachussetts, actualmente el 47% de los empleos se centran en funciones especializadas y
                                           repetitivas. Durante los próximos cuatro años, la aplicación de nuevas tecnologías y sistemas de
                                           manejo de datos destruirán alrededor de 75 millones de empleos “especializados y repetitivos” con
                                           la entrada de automatismos (robots) que absorberán estas funciones. Sin embargo, con el diseño y
                                           la planeación adecuadas, estos automatismos crearán 133 millones de empleos más.
                                           Estos empleos van a requerir de un tipo de formación distinta a la que pueden ofrecer las escuelas
                                           o centros de enseñanza actuales. No se trata de estudiar carreras distintas, sino de entender
                                           que el mundo funciona ya de manera distinta. La inteligencia cognitiva de los trabajadores será
                                           el valor añadido más importante para considerar su potencial para conseguir un empleo en
                                           el mundo laboral. Las habilidades humanas como la creatividad, la colaboración con equipos
                                           interdisciplinarios y el planteamiento de preguntas radicalmente distintas son valores que las
                                           máquinas no pueden sustituir.
                                                       “La tecnología nos hace más humanos y nos acerca a un estado natural en el que la
                                                       creatividad, la empatía y la intuición tienen un valor exponencial”.
                                           El hecho de que una máquina realice un trabajo especializado y repetitivo de manera más eficiente
                                           que un humano no debe suponer un grito de alarma, sino una oportunidad. Las máquinas van a
                                           liberar a la humanidad de la alienación del trabajo repetitivo, y con la planeación adecuada, les
                                           permitirá desarrollar sus capacidades singulares y orgánicas en tareas que una máquina nunca
                                           podrá hacer.
                                           La pregunta no es, pues, cómo evitar que las máquinas absorban los trabajos tradicionalmente
                                           humanos, sino ¿cómo preparar a la sociedad para que dichos cambios en la producción puedan ser
                                           aprovechados por la mayor parte de la humanidad, y continuar así con el desarrollo?
                                           Administrar el futuro requiere de la imaginación política y de un enfoque realista.
                                           Por otra parte, los gobiernos del mundo parecen todavía muy ajenos a la oportunidad que
                                           inminente se avecina. A pesar de que gobiernos como los de Alemania, Francia, Irlanda y China
                                           han aumentado desde hace años sus inversiones en I+D, otros gobiernos (especialmente los de
                                           países en vías de desarrollo en América Latina) siguen apostando por los combustibles fósiles y las
                                           cargas fiscales.
                                           Existen al menos cuatro rubros en los que los gobiernos deben prepararse para afrontar los retos
                                           en puerta:
                                                                                           www.getabstract.com
                                                                                                 3 de 7
LoginContext[cu=5807783,asp=4923,subs=3,free=0,lo=es,co=CO] 2020-04-28 00:28:42 CEST
                                           1. La automatización – Cuando una empresa puede producir más contratando menos personal
                                              humano, no se tentará el corazón para hacerlo. Es un asunto de eficiencia. Los gobiernos
                                              pueden retrasarlo, pero esto será equivalente a rechazar la inversión extranjera en sus países.
                                              Sin embargo, plantear esquemas de renta básica universal o invertir en nuevos planes de
                                              capacitación y educación puede darle ventaja competitiva a sus países.
                                           2. El acceso digital al cliente – Esto tiene que ver con la transformación digital de la
                                              economía. Los beneficios que las administraciones garanticen para la creación de nuevas
                                              empresas, a la par de mayores cargas fiscales, no son soluciones deseables según la opinión
                                              pública, pero son las que permitieron que países como Alemania e Irlanda salieran fortalecidos
                                              de la crisis financiera de 2009.
                                           3. La información digital – La burocracia gubernamental ha sido el lastre que ha amortiguado
                                              el crecimiento de muchas economías. El problema es que dicha burocracia también emplea
                                              millones de personas a nivel mundial. Hacer más eficiente y transparente el acceso a la
                                              información y los trámites de la administración pública podría suponer una mayor confianza
                                              de los inversionistas, así como prevenir los costes ocultos de la corrupción e incentivar una
                                              mayor participación democrática.
                                           4. La conectividad – La economía de la quinta revolución industrial es impensable sin un
                                              esquema de conectividad universal. Esto no solo está relacionado con que la cuestión de que la
                                              gente cuente con acceso a internet desde sus teléfonos inteligentes, sino de que los gobiernos
                                              ofrezcan mejores redes de telecomunicación para el advenimiento de internet de las cosas e
                                              internet en general. Dicho de otra manera, un país que no ofrezca facilidades para la operación
                                              digital de la vida cotidiana, será un país que verá la revolución digital como una crisis (con sus
                                              evidentes costes políticos).
                                           Hablar de crecimiento es cosa del pasado; el verbo del mañana es optimizar.
                                           La automatización de los procesos productivos ha sido la razón de ser de la tecnología desde
                                           que los ancestros humanos salieron de las cavernas neolíticas y fundaron ciudades de miles
                                           de habitantes, y modificaron para siempre el entorno natural. La rueda, la palanca o el
                                           aprovechamiento del fuego permitieron realizar proezas arquitectónicas para las que la mera
                                           fuerza humana se conjugó con la inteligencia. El problema está en creer que todo crecimiento es
                                           positivo en sí mismo. El empleo universal, en la época actual, no solo dejó de ser factible, sino que
                                           sería contraproducente. La computadora o el dispositivo móvil que usted utiliza para leer estas
                                           palabras contiene más poder de procesamiento que cientos de personas realizando cálculos en
                                           hojas de papel. El asunto no está en crecer, sino en optimizar.
                                           La quinta revolución industrial plantea retos de una dimensión similar a los de aquella humanidad
                                           de las cavernas. A ciertos miembros de las generaciones del siglo XX les sigue pareciendo difícil de
                                           creer que la gente de nuestros días establezca relaciones personales y económicas mediadas por
                                           dispositivos electrónicos. Y a usted mismo le parecerá increíble que un robot limpie su casa, que la
                                                                                       www.getabstract.com
                                                                                             4 de 7
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                                           administración de su información se lleve a cabo sin apenas incidencia humana, y que la gente no
                                           tenga que trabajar para tener acceso a servicios básicos.
                                           Incertidumbre, vitalidad, optimización y aprender a florecer en la inestabilidad son
                                           cuatro aspectos de la revolución que viene.
                                           Más allá de la educación escolarizada y las relaciones sociales que usted tenga para poder hacerse
                                           camino en la vida laboral, la quinta revolución industrial le exigirá nuevas competencias en las
                                           siguientes cuatro vertientes:
                                           1. Una vida de incertidumbre – Sin importar si usted trabaja en oficina o por su cuenta,
                                              cada día supone una nueva oportunidad o un nuevo reto. Nadie sabe si la nueva innovación
                                              tecnológica pondrá en riesgo su modo de vida. Por eso es importante aprender a vivir en
                                              incertidumbre, porque el futuro es incierto por definición.
                                           2. Una vitalidad extrema – Es más que probable que la jubilación y las pensiones del futuro
                                              no sean como en el pasado; esto no significa necesariamente que usted tenga que trabajar
                                              hasta el último día de su vida, sino que cuando le falte fuerza física, su fuerza intelectual siga
                                              desarrollándose para poder hacer lo que le gusta.
                                           3. Practicar la optimización – Hace décadas, las empresas podían hacer previsiones anuales
                                              de ingresos y gastos. En el día a día de hoy, esto ya no es así. Modificar la forma en que se
                                              organiza el trabajo con la optimización y no el crecimiento en mente le permitirá adelantarse
                                              o adaptarse mejor a los inminentes cambios. Cada aspecto de la empresa debe reinventarse de
                                              manera periodica.
                                           4. Saborear la inestabilidad – La idea de carrera y progreso económico (donde usted cubría
                                              ciertos requisitos para acceder a un nuevo puesto, desde el principio hasta el final de su vida
                                              laboral) quedará obsoleta en poco tiempo. Las carreras del mañana no tienen una hoja de ruta
                                              tan clara y previsible; por eso es importante que usted aprenda a navegar por los periodos de
                                              inestabilidad en su camino.
                                           Los tres cambios inevitables en los paradigmas económicos actuales se
                                           manifestarán en términos del empleo, la repartición de la riqueza y el valor educativo.
                                           Las personas y las organizaciones están mejor preparadas para el cambio de lo que estaban
                                           hace 200 años, durante la tercera revolución industrial. Además de la inversión tecnológica, las
                                           tres claves de la revolución que viene tienen que ver con cambios profundos en tres conceptos
                                           fundamentales que parecían inamovibles:
                                           1. Empleo – Cuando las máquinas realicen la mayoría de los trabajos mejor que los humanos,
                                              el valor añadido de las personas en la empresa estará en sus capacidades individuales. La
                                              producción será automatizada, pero la creatividad y la innovación serán tareas humanas.
                                           2. Repartición de la riqueza – La acumulación de capital en manos de unos pocos llevará
                                              a importantes conflictos sociales. Para que la sociedad adopte los cambios, es preciso que la
                                                                                       www.getabstract.com
                                                                                             5 de 7
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                                              política deje atrás los discursos ideológicos y diseñe una transición que equilibre la riqueza y
                                              disminuya la brecha entre ricos y pobres, así como entre hombres y mujeres.
                                           3. Valor educativo – Los niños que estudian hoy vivirán en ciudades inteligentes, en una
                                              economía circular y rodeados de máquinas interconectadas entre sí. Por ello, no hay que
                                              educarlos para competir contra las máquinas, sino para colaborar entre ellos.
                                           Cómo educar humanos para un mundo dominado por las máquinas.
                                           Muchos de los empleos para los que se capacita a millones de estudiantes de hoy, mañana
                                           no existirán. Y eso no es necesariamente malo si la sociedad está preparada dentro de un
                                           nuevo modelo educativo; uno que vincule la educación con las fuerzas productivas no como la
                                           culminación de la capacitación, sino desde el comienzo mismo de la vida escolar.
                                           1. Memoria y experiencia – Los robots pueden memorizar y gestionar grandes cantidades
                                              de información. El cerebro humano no puede memorizar del mismo modo; sin embargo, los
                                              humanos pueden optimizar sus capacidades a través de la educación emocional, el arte, la
                                              sorpresa. Los robots no memorizan “experiencias”; los humanos viven de ellas.
                                           2. Repetición e improvisación – Las máquinas superan al humano en tareas repetitivas
                                              y previsibles. Pero los humanos pueden sobreponerse a la incertidumbre mediante la
                                              improvisación y ajustar un rumbo a medida que avanzan con él, a diferencia de los robots.
                                           3. Especialización e instinto – Las máquinas pueden alcanzar la perfección cuando se trata de
                                              especialización. Los humanos, por otro lado, pueden combinar habilidades muy distintas entre
                                              sí. Las personas no pueden competir con la precisión de la máquina, pero pueden cambiar de
                                              rumbo casi instintivamente si creen que eso puede darles una ventaja.
                                           4. Respuestas y preguntas – Las máquinas no se hacen preguntas, aunque están hechas para
                                              ofrecer respuestas. Las preguntas deben ser formuladas por el humano mediante su intuición y
                                              su instinto, fortaleciendo habilidades como la curiosidad y el descubrimiento. Una máquina no
                                              “descubre” ni crea conocimiento.
                                           5. Obediencia y pensamiento crítico – Las máquinas solo saben obedecer órdenes. Incluso
                                              la inteligencia artificial estará limitada para seguir un curso progresivo de mejora de sí misma.
                                              Aunque parezca paradójico, la ventaja humana en este aspecto es la capacidad de desobedecer,
                                              esto es, de pensar críticamente, de probar soluciones inesperadas, laterales, imprevistas.
                                           6. Competencia y colaboración – Aunque a los humanos les gusta competir unos con otros,
                                              las máquinas pueden superar casi todas sus capacidades físicas. La ventaja en este aspecto
                                              consiste en que los humanos también pueden colaborar entre sí, y utilizar habilidades muy
                                              distintas a través de equipos o grupos de trabajo plurales que se beneficien de las diferencias
                                              entre sus miembros. Las máquinas suelen ser homogéneas; los humanos no lo son entre sí. Las
                                              máquinas no colaboran; los humanos, sí.
                                           Las habilidades y las competencias del trabajo del mañana no se basan en el aprendizaje
                                           mecánico y la repetición, sino en la resolución de problemas, el impulso a la creatividad y la
                                                                                       www.getabstract.com
                                                                                             6 de 7
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                                           flexibilidad para adaptarse al cambio. Educar para el mundo que viene precisa fortalecer todo
                                           aquello que nos hace más humanos.
                                           Sobre el autor
                                           Marc Vidal es consultor de Industria 4.0, además de conferencista, escritor y divulgador de la
                                           economía. Su libro Una hormiga en París fue traducido a una decena de idiomas.
                                                                ¿Le gustó este resumen?
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                                           Este resumen solo puede ser leído por Alisson Echavarria (alisson.echavarria@acrip.org)
                                           getAbstract asume completa responsabilidad editorial por todos los aspectos de este resumen. getAbstract reconoce los derechos de autor de autores
                                           y editoriales. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este resumen puede ser reproducida ni transmitida de ninguna forma y por ningún
                                           medio, ya sea electrónico, fotocopiado o de cualquier otro tipo, sin previa autorización por escrito de getAbstract AG (Suiza).
                                                                                                                7 de 7
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