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Devocional para Monaguillos

Este documento presenta información sobre el ministerio de monaguillo y sobre Santo Domingo Savio, patrono de los monaguillos. Incluye oraciones como el Padre Nuestro, Ave María y Letanías al Santísimo Sacramento. También describe los misterios del Santo Rosario y ofrece consejos para los monaguillos.
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Devocional para Monaguillos

Este documento presenta información sobre el ministerio de monaguillo y sobre Santo Domingo Savio, patrono de los monaguillos. Incluye oraciones como el Padre Nuestro, Ave María y Letanías al Santísimo Sacramento. También describe los misterios del Santo Rosario y ofrece consejos para los monaguillos.
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DEVOCIONAL

MONAGUILLOS

PARROQUIA SEÑOR DE
LA MISERICORDIA
EL MONAGUILLO

Ser monaguillo es un llamado de


Dios para colaborar con el Sacerdote
en la celebración de la liturgia,
sirviendo al altar y a la comunidad.
Ya en la Sagrada Escritura, en el
Antiguo Testamento, se nos dice
cómo el niño Samuel servía a Dios en
el Templo bajo las órdenes del Sacerdote Elí (1 Sam. 1,24; 2,18; 3,1).

Juan Pablo II dijo, refiriéndose a los monaguillos: “que en la liturgia


son mucho más que simples ayudantes del párroco, son sobre todo
servidores de Jesucristo, el Sumo y eterno Sacerdote. Están llamados
en particular a ser jóvenes amigos de Jesús, profundizando y
cultivando esta amistad con Él.

PATRONO DE LOS MONAGUILLOS


SANTO DOMINGO SAVIO

Domingo nació el 2 de abril de 1842 en la


provincia de Turín, en el norte de Italia, en
una familia humilde, pero al mismo tiempo
muy fervorosa. Ya desde tierna edad decidió
imitar fielmente a Jesús, alejándose de cuanto
lo pudiera alejar de Él.

El 8 de abril de 1849 hace su Primera


Comunión. Muy temprano, vestido de fiesta,
Domingo se dirige a la Iglesia parroquial de Castelnuovo. Es el
primero en entrar al templo y el último en salir. Aquel día fue siempre
memorable para él. Arrodillado al pie del altar, con las manos juntas
y con la mente y el corazón transportados al cielo, pronuncia los
propósitos que venía preparando desde hacía tiempo: "Propósitos que
yo, Domingo Savio, hice el año de 1849, a los siete años de edad, el
día de mi Primera Comunión:

El 2 de octubre de 1854 conoce a Don Bosco. Este santo sacerdote lo


guiará por el camino de la santidad juvenil, convirtiéndose en su
padre, maestro y amigo. Lo lleva a estudiar a Turín. Tiene en ese
momento12 años y medio. Allí pasa su adolescencia, viviendo como
pupilo con los muchachos pobres que el mismo Don Bosco recoge en
su Oratorio.

El 1 de marzo de 1857 su delicada salud se agrava. El médico aconseja


que vaya a su casa y allí se reponga. Al despedirse de Don Bosco y de
sus compañeros les dice: “Nos veremos en el paraíso”. Intuía que muy
pronto iba a morir.

Los que lo conocieron en vida dicen que no era pequeño de estatura,


pero si delgado, casi débil. Prefería escuchar que hablar. Era humilde
y respetuoso de todos y tenía una habilidad natural para apaciguar las
discusiones y peleas, que, en aquella edad entre sus compañeros, a
veces brotaban casi naturalmente.

Efectivamente, el 9 de marzo, postrado en la cama, en un momento se


incorpora y le dice a su papá que lo asiste: “Papá, ya es hora”, y va
repitiendo las oraciones de los moribundos que entre sollozos lee el
papá. Luego parece adormecerse. Pasados algunos minutos entreabre
los ojos y con voz clara y sonriente exclama: “Adiós, querido papá,
adiós. ¡Oh, qué hermosas cosas veo!”, y expira con las manos juntas
sobre el pecho, tan dulcemente que su padre cree que se adormece de
nuevo. Tenía 14 años y 11 meses.
ORACIÓN A SANTO DOMINGO SAVIO
Amado Santo Domingo, tu entregaste tu corta vida totalmente por el
amor a Jesús y su Madre. Ayuda hoy a la juventud para que vea la
importancia de Dios en su vida. Tú que llegaste a ser santo a través
de la participación fervorosa de los sacramentos,
ilumina a padres y niños en la importancia de la frecuencia en la
confesión y santa comunión. Tú que a una temprana edad meditaste
en los sufrimientos de la Pasión de Nuestro Señor, obtén para
nosotros la gracia de un ferviente deseo de sufrir por amor a Él.
Pedimos tu intercesión para proteger a los niños de hoy de los
engaños de este mundo. Vigila sobre ellos y condúceles por el
camino estrecho hacia el Cielo. Pide a Dios que nos de la gracia para
santificar nuestras obligaciones diarias llevándolas a cabo de manera
perfecta por amor a Él. Y recuérdanos la necesidad de practicar la
virtud sobre todo en los tiempos de prueba y tribulación. Santo
Domingo Savio, tú que supiste preservar el corazón en la inocencia
bautismal, ruega por nosotros.
Amén.

ORACIÓN DEL MONAGUILLO


Señor Jesús gracias por que te fijaste en mí y me has llamado para
ser tu servidor en la liturgia de la Iglesia.

Quiero ser tu amigo y entregarme siempre con alegría y


responsabilidad. Quiero alabarte con mi entrega generosa y fiel.
Enséñame Señor a amarte cada día y a dar testimonio de tu amor.
Ayúdame a ser un buen estudiante, a ser servicial en la Iglesia, con
mi familia y en todo lugar.

Virgen María, haz que sea un buen monaguillo, humilde, auténtico y


puntual. Enséñame a orar y permanecer en tu hijo Jesús.

Amén.
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre; don en tus dones espléndido; luz que
penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,


tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.


Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,


lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos.


Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
EL SANTO ROSARIO
El Rosario está compuesto por veinte "misterios" (acontecimientos,
momentos significativos) de la vida de
Jesús y de María, divididos desde la
publicación de la Carta apostólica
Rosarium Virginis Mariae, en cuatro
"rosarios".

El primer "rosario" comprende los


misterios gozosos (lunes y sábado), el
segundo los luminosos (jueves), el
tercero los dolorosos (martes y viernes)
y el cuarto los gloriosos (miércoles y
domingo).

Ritos Iniciales
MISTERIOS GOZOSOS:

I. Primer Misterio Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

II. Segundo Misterio Gozoso: La Visitación de Nuestra Señora


a su prima Santa Isabel

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

III. Tercer Misterio Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en


el portal de Belén

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez


Avemarías y un Gloria.
IV. Cuarto Misterio Gozoso: La presentación de Jesús en el
Templo

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez


Avemarías y un Gloria.

V. Quinto Misterio Gozoso: El Niño Jesús perdido y hallado en


el Templo

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez


Avemarías y un Gloria.

MISTERIOS DOLOROSOS

I. Primer Misterio Doloroso: La oración en el Huerto

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

II. Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a


la columna

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

III. Tercer Misterio Doloroso: La coronación de espinas

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

IV. Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas


camino del Calvario

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

V. Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de Jesús


Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

MISTERIOS GLORIOSOS

I. Primer Misterio Glorioso: La resurrección del Hijo de Dios

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

II. Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor al cielo

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

III. Tercer Misterio Glorioso: La venida del Espíritu Santo

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

IV. Cuarto Misterio Glorioso: La Asunción de María al cielo

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

V. Quinto Misterio Glorioso: La coronación de María como


Reina y Señora de todo lo creado

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

MISTERIOS LUMINOSOS

I. Primer Misterio Luminoso: El Bautismo en el Jordán

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

II. Segundo Misterio Luminoso: Las bodas de Caná

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.


III. Tercer Misterio Luminoso: El anuncio del Reino de Dios

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

IV. Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

V. Quinto Misterio Luminoso: La institución de la Eucaristía

Un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.

Ritos de Conclusión
LETANÍAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen
María.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José su casto esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
ORACIÓN VOCACIONAL
V: Señor Danos Sacerdotes
V: Señor Danos Santos Sacerdotes
V: Señor Danos Muchos y Santos Sacerdotes

V: Señor Danos Religiosos y Religiosas


V: Señor Danos Santos Religiosos y Religiosas
V: Señor Danos Muchos Santos Religiosos y Religiosas

V: Señor Danos Familias


V: Señor Danos Santas Familias.
V: Señor Danos Muchas Santas Familias.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

AVE MARÍA
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA AL PADRE
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo.
Amén

ORACIÓN PARA IMPLORAR LA MISERICORDIA DE DIOS

Señor Dios, Rey omnipotente, en vuestras manos están puestas todas


las culpas; si queréis salvar a vuestro pueblo, nadie puede resistir a
vuestra voluntad. Vos hicisteis el cielo y la tierra y todo en cuanto en
ellos se contiene; Vos sois el dueño de todas las cosas.
¿Quién podrá pues, resistir vuestra voluntad?… por tanto, Señor,
Dios de Abraham, tener piedad de vuestro pueblo, porque nuestros
enemigos quieren perdernos y exterminar vuestra herencia.

Así, Señor, no despreciéis esta parte que redimisteis con el precio de


vuestra sangre. Oíd, Señor, nuestras oraciones; sed favorable a
vuestra suerte; levantad el azote de vuestro justo enojo, y haced que
nuestro llanto se convierta en alegría para que, viviendo, alabemos
vuestro Santo Nombre y continuemos alabándote eternamente.

Amén.
ORACIÓN POR LAS FAMILIAS

Haz, Señor, que en nuestra casa, cuando se hable, siempre nos


miremos a los ojos y busquemos crecer juntos; que nadie esté solo,
ni indiferente, ni aburrido; que los problemas de los otros no sean
desconocidos ni ignorados, que pueda entrar quien tiene necesidad y
sea bienvenido. Señor, que en nuestra casa sea importante el trabajo,
pero no más importante que la alegría; que la comida sea un
momento de gozo y de conversación; que el descanso sea paz del
corazón y del cuerpo; que la riqueza mayor sea estar juntos. Señor,
que en nuestra casa el más débil sea el centro de atención; que el
más pequeño y el más viejo sean los más queridos; que el mañana
no nos dé miedo, porque tú, Jesús, siempre estás cerca; que cada
gesto esté lleno de significado; que te demos gracias por todo lo que
la vida nos ofrece y tu amor nos da. Señor, que nuestra casa sea
un lugar de acogida como la tuya en Nazaret con María y José, y
como la de tus amigos Marta, María y Lázaro en Betania.
Amén.
ORACIÓN POR LOS SACERDOTES
Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento,
que quisiste perpetuarte entre nosotros
por medio de tus Sacerdotes,
haz que sus palabras sean sólo las tuyas,
que sus gestos sean los tuyos,
que su vida sea fiel reflejo de la tuya.
Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres
y hablen a los hombres de Dios.
Que no tengan miedo al servicio,
sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.
Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo,
caminando por las sendas de la historia con tu mismo paso
y haciendo el bien a todos.
Que sean fieles a sus compromisos,
celosos de su vocación y de su entrega,
claros espejos de la propia identidad
y que vivan con la alegría del don recibido.
Te lo pido por tu Madre Santa María: Ella que estuvo presente en tu
vida estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amen

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